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Historia

Antes de las vacunas… En la antigüedad se creía que las enfermedades eran castigos con los que
dioses caprichosos castigaba a la humanidad; sin embargo, en el lejano oriente surgió una práctica
en la que se ponía en evidencia que algunos conceptos heréticos resultaban bastante saludables, y
de hecho revelaban que las soluciones para algunas enfermedades pertenecían a un plano más
mundano que divino. La primera evidencia escrita relacionada con los procesos de vacunación
data del siglo XI y se encuentran en la literatura china. A una monja budista se le atribuye un texto
llamado “El tratamiento adecuado de la viruela”, otro libro chino “El espejo dorado de la
Medicina” describe diferentes formas de inoculación antivariólica en la que se explica como se
puede prevenir el contagio de viruela inoculándose con pus proveniente de pacientes que habían
contraído la enfermedad. Esta práctica era relativamente común y constituía una práctica surgida
de la necesidad de evitar esta enfermedad que causaba terribles epidemias; sin embargo esta
medida no estaba exenta de riesgos pues aproximadamente el 3% de las personas inoculadas
contraían la enfermedad. Esta práctica fue conocida en Gran Bretaña hasta 1721 pues Lady Mary
Wortley Montagu, esposa de un embajador, la introdujo a este país tras su regreso de
Constantinopla. Desde la corte británica, la práctica de la variolización se extendió a todo el país y,
a partir del siglo XVIII al resto del continente europeo. Pero a pesar de constituir una práctica
sencilla, en aquellos tiempos no se tenían medidas higiénicas como las que tenemos en la
actualidad, por lo que las condiciones en las que se comenzó a practicar esta “variolización” tuvo
desastrosas consecuencias en algunos lugares pues la incorrecta inoculación ocasionó que algunas
personas fueran contagiadas de viruela o bien, al tomar pus de enfermos que también tenían sífilis
se dispersó esta otra enfermedad. Esta “variolización” constituye el primer intento de la
humanidad por evitar las enfermedades infecciosas.

Para que sirven

Durante unas semanas después del nacimiento, los bebés tienen algo de protección contra los
microbios que les causan enfermedades. Esta protección se transmite de la madre a través de la
placenta antes del nacimiento. Después de un corto tiempo, esta protección natural desaparece.

Las vacunas ayudan a proteger contra muchas enfermedades que solían ser mucho más comunes.
Los ejemplos incluyen tétanos, difteria, paperas, sarampión, tos ferina (tos convulsiva), meningitis
y poliomielitis. Muchas de estas infecciones pueden causar enfermedades serias o potencialmente
mortales y pueden llevar a discapacidades de por vida. Gracias a las vacunas, muchas de estas
enfermedades ahora son poco frecuentes.

Componentes químicos tienen las vacunas

1 antigeno inmunizante: Responsable de estimular la respuesta inmunitaria

2. liquido de suspensión: solución salina o agua destilada. También puede contener


proteínas o productos derivados de los cultivos necesarios para la obtención de las vacunas
(Ej.: proteínas de huevo en vacunas atenuadas en embrión de pollo.
3. Conservantes: retrasan la caducidad de la vacuna.

• Derivados del mercurio: tiomersal, en viales multidosis (en desuso)

• 2‐fenoxietanol (vacuna antipoliomielítica inactivada)

• Fenol (vacuna fiebre tifoidea parenteral)

4.ESTABILIZANTES: estabilizan todos los productos de la vacuna.

• Aminoácidos (glutamato monosódico (MSG), glicina…)

• Azúcares (sacarosa, lactosa…) y proteínas (gelatina, albúmina seca…)

ANTIBIÓTICOS: impiden o previenen el crecimiento bacteriano (trazas)

. • Neomicina, polimixina B, estreptomicina y gentamicina.

ADYUVANTES: ▪ Aumentan de forma inespecífica la respuesta al antígeno cantidad de


antígeno

▪ Prolongan su efecto estimulador nº dosis

▪ Mayor reactogenicidad local (inflamación) que las no adyuvadas

Sales de aluminio: Hidróxido de aluminio, fosfato de aluminio, alumbre (sulfato de


aluminio y potasio) o sales de aluminio mezcladas. • Ej.: DTPa, Hep A,antineumocócica
conjugada

MF 59: Emulsión oleoacuosa con escualeno • Ej.: gripe

AS04: Hidróxido de aluminio + lípido A monofosforilado (MPL) • Ej.: hepatitis B, VPH

Virosomas‐ vesículas esféricas diminutas con proteínas virales en su membrana. • Ej.:


gripe, hepatitis A

Quien las invento

Cuatro nombres para recordar

1.Edward Jenner (1749-1823), considerado el “padre de las vacunas”, fue un afamado


investigador inglés, médico rural y poeta, cuyo descubrimiento de la vacuna antivariólica tuvo
trascendencia definitoria para combatir la viruela, enfermedad que se había convertido en una
terrible epidemia en varios continentes.

2.Louis Pasteur El siguiente gran avance se produjo casi 100 años más tarde de la mano del Dr.
Louis Pasteur (1822-1895). Fue un químico francés cuyos descubrimientos tuvieron importancia en
las ciencias naturales, sobre todo en la química y la microbiología.

3. Jonas Edward Salk (1914 – 1995) fue un investigador, médico y virólogo estadounidense,
principalmente reconocido por su descubrimiento y desarrollo de la primera vacuna segura y
efectiva contra la poliomielitis.

4.Albert Bruce Sabin (1906 - 1993) fue un virólogo polaco. Por ser de origen judío tuvo que huir
en 1921 del antisemitismo y llegó al Hospital Infantil de Cincinnati (Estados Unidos) en 1939. Allí
vio los terribles casos de niños atacados por la poliomielitis. Estudió esta enfermedad y descubrió
que su forma de contagio era por vía oral.

Para que se aplican

Beneficios de la vacunación

El beneficio más importante es, por supuesto, la protección contra la enfermedad. Pero hay
mucho más que eso. En realidad, existen diferentes tipos de beneficios en la vacunación
(personales, para la comunidad y para las futuras generaciones) y existe también un objetivo final
de la vacunación sistemática, que es la erradicación, eliminación y control de enfermedades
inmunoprevenibles.

Cuando la mayoría de los niños en una comunidad están correctamente inmunizados, aun cuando
algún niño se enferme, la enfermedad probablemente no se extienda. Si el niño enfermo entra en
contacto sólo con los niños que están protegidos, la enfermedad se limitará. A esto se llama
“efecto rebaño”

Existe un pequeño porcentaje de personas que no pueden recibir algunas vacunas, porque no
desarrollarían inmunidad: por ejemplo, personas con sus defensas alteradas o con su sistema
inmunológico inmaduro. Para estas personas, el riesgo de infección es mayor cuanto menos están
vacunados aquellos que viven a su alrededor. Existe una corriente antivacunas, basada en ciertas
escuelas naturistas o en el temor a los efectos secundarios, que promueve la no vacunación de los
hijos. Esta es una actitud frecuentemente basada en la falta de información adecuada: se cree
erróneamente que es mejor tener la enfermedad natural que aplicarse la vacuna. Educando a la
población dentro de la evidencia científica se logra minimizar estas actitudes. Otro aspecto a
considerar es la baja percepción social de ciertas enfermedades que en la actualidad son menos
habituales, gracias al efecto de la vacunación masiva. Estas no son fácilmente identificables, lo que
genera un riesgo mayor en la comunidad. Con la implementación del Calendario Nacional de
Vacunación, la cantidad de personas afectadas por enfermedades prevenibles por vacunación es
cada vez menor. Por lo tanto, el riesgo de una persona de contraer la enfermedad es muy bajo
también.

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