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loto libro explora el acto de tejer como un fenómeno de comunicación,

, 'U
de expresión, de identidad, pero también coxmo una. forme de i w-c
relacionarse. de dar abrigo, de entretenerse, de hacer comunidad, '67
43
de poner en acción les neuronas. Lee autoras, escritores y r-4
(D
tejedores, examinan las posibilidades del nudo hasta. que se
convierte ya. sea. en una. pieza de arte. en un tag grafitero, en una. FJ
(D
prenda, un regalo, una escritura, un oficio, una. figure. del yoga.
‘CÜ
un acto de sobrevivencia o une necesidad de arroparee. Tejer como +3
UJ
una. acción individual, solitaria, que ee convierte en una forme. de (D
entender el mundo. Asi, hay hombres y mujeres que tejen o narran
(D
historias sin saberlo, y otros que conscientemente quieren contar
16"”
esos relatos haciendo grafiti, tejiendo en colectivo y produciendo U)
arte. Este libro muestra la. complejidad del tejido, su tradición CI
CD
y sus aportaciones a. le culture, y reivindica el hecho de que tejer
E
no es un acto femenino anticuedo, sino más bien un medio,
.—i
un soporte y un mensaJe. ' H

Martínez
Mabel
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Angulo

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el tejido
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FUTU?A Miriam Mabel Martinez

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Foto de portada: Caperucita Roja. 2015

Índice:
Foto: Manuel Sol Mateo Rivas Álvarez
Modelo: Simone Bucro Dovalí
Capa y gorro: Genoveva Álvarez
Vestido: Manuel Sol Mateo Rivas Álvarez

El mensaje está en el tejido Prólogo: Tejer las redes del cuidado, por Móm’ca Nepote

© Anna Angulo y Miriam Mabel Martínez La. rebeldía. de tejer

© Futura Textos. S.A. de C.V. 14 Passar sin salir de casa.

Primera edición / Futura Textos. SA. de C.V., 2016 20 Sociologia, del punto
56 Efectos secundarios. Comercio y gestación de una geografía. del tejido
D.R. © Futura Textos, S.A. de C.V., 2016
Ámsterdam 154-4, Colonia Hipódromo, 42 Marxismo, cm‘e y crochet
06170, Ciudad de México
52 La evolución del nudo (un poco de historia)
mirelesdiseno@gmai|.com
http://rociomirelesblogspotcom '72 La. química del estambre
futuratextos@gmail.com
82 Intertextuah'dades al derecho y al revés. Arte, diseño y activismo
116 Mustang Jane: tejer para entender
ISBN: 978-607-95284-2-3
126 Genoveva Álvarez, la. tejedora. máxima
Este libro se realizó con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a través 158 Una mente que se mira. a. sí misma.
del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales, 2014.
152 Entre el tejido y la. muerte
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra 158 Bibh'ografía.
por cualquier medio o procedimiento. comprendidos la reprografia y el tratamiento informático,
la fotocopia o la grabación, sin Ia previa autorización por escrito de Futura Textos o de las autoras. 159 Créditos fotográficos
159 Agradecimientos
Impreso en México
Tej er las
redes del
cuidado
Mónica. Nepote
Nací en una familia de tejedoras. Genera-
ción tras generación se compartía este
lenguaje que entrevera diversos discur-
sos. Largas horas de las tardes de las
mujeres de mi familia eran dedicadas a
tejer y a. conversar. Mi madre llegó a te-
ner dos maquinas de tejer, una de dimen-
sión considerable y la otra. un poco más
discreta. En algun' momento ambas estu-
vieron ubicadas en una de las recamaras
de la casa de mi infancia, y junto con la
de coser integraban una especie de cuar—
to de maquinas en donde se fabricaban
ropas tanto de tela como tejidas, de ma-
nera que los campos semanticos relacio-
nados con el tejido, las herramientas, los
colores de las lanas, ciertas combinacio-
nes, los movimientos de las manos segun
se decidiera usar agujas o gancho, el con-
teo, la planeación eran tan vitales a una
gramática de vida tanto como la respira-
ción. En decenas de fotografías de mi in-
fancia y adolescencia quedaron registra-
dos detalles que me remiten a1 tejido:
cojines, manteles, colchas, suéteres, za-
patos para dormir, bufandas... Todavia
conservo un cojín con 1a figura de un zo-
rro tejido por mi hermana, un chal hecho
por mi querida tía Luz que estuve a pun-
to de perder en el campo de Colombia,
pero que no perdí gracias a la solidari-
dad y a la carrera veloz de un hombre
habitante de uno de los pueblos mas her-
mosos que he conocido en mi vida: Ba—
richara. Tengo varios suéteres tejidos
por mi madre, quien ahora esta imposibi-
litada para continuar ese ejercicio, y en
mi cortinero cuelga una tira de corazo—
nes tejidos por mi sobrina Magdalena,-
una de mis dos pulseras favoritas es una
cadena de gancho tejida que me regaló
Yoko, una antigua compañera de trabajo
en un intercambio de regalos, y Miriam,
una de las autoras de este libro, me tejió
un chalequito que he usado varias veces
cuando hago un performance en el que en-
tretejo (simbólicamente) 1a relación en-
tre cuerpo y escritura; para ensayar he
usado los zapatos que me tejió Annuska,
otra de mis amigas-autoras marcada por
el sindrome de Aracne.
Tengo mucha claridad mientras escri-
bo este prólogo de que me resulta impo-
sible encontrar sinónimos de la palabra
tejido. Y se también hacia dónde quiero
expandir la metáfora de lo que se teje, y
de qué se teje mientras se teje. Ramón
Vera, un gran editor y hombre de amplia
experiencia en trabajo comunitario, me
contó que en las asambleas de los pue-
blos wirrarikas la gente, tanto hombres
como mujeres, tejen: sombreros o cuer-
da; hacen redes mientras se discuten te-
mas y se toman decisiones para 1a co-
munidad. Ramón les preguntó el porqué
de su ejercicio y uno de ellos le respon-
dió: “porque estamos tejiendo"... Cuando
le consulte esta historia, Ramón me acla-
ró: “es una manera de propiciar que se
teje la palabra”. E1 énfasis en el verbo
tejer me parece esencial, tanto en el con-
texto de la asamblea como en este espa-
cio en el que mis propios hilos jaspean
un tejido, el tejido de lo común. Mientras
hombres y mujeres hablan, necesitan
construir una metáfora de su acción: la.
comunidad encontraba en esa acción a
escala (el tejer) su proyección: se teje lo
social.
Generaciones enteras de las mujeres
de mi familia han tejido, mis amigas lo
hacen. Creo que en ese tejido tiene lugar
1a conversación no como ornato o acto de
acompañamiento, sino como construcción
de una acción de cuidado que va mas alla
de su contexto: el tejido prolonga el cuer-
po y también el cuidado, el vínculo y el
nexo. “Tejer es punk": pienso en 1a frase
y la entiendo. Autores como Silvia Fede-
rici o Silvia Rivera Cusicanqui, subrayan
la importancia de los movimientos prota-
gonizados por las textileras de diversas
épocas históricas en los procesos de in-
conformidad y sublevación. No me pare-
ce gratuito que desde los sectores de mu-
jeres oprimidas surjan movimientos que
planteen verdaderamente nuevas organi-
zaciones. Los nudos de las asambleas wi-
rrarikas son los mismos que se entrela-
zan en las conversaciones de mujeres
tejedoras que buscan en este vinculo de
cuidado otra perspectiva del mundo,
pues como dice Silvia Federici en Revolu-
ción en punto cero: “es a través de nues-
tra existencia que podemos desarrollar
nuestra capacidad de cooperar, y no sólo
de resistir a la deshumam'zación, sino
aprender a reconstruir el mundo como
un espacio de crianza, creatividad y cui-
dado”. Esta escena me hace pensar en la
sala de mi abuela, en donde ella se dedi-
caba a su tejido mientras mi tía y mi
madre hacían el suyo, pero me hace pen-
sar también en lo que sucede cuanto mis
amigas se juntan a tejer o lo que surge
en las conversaciones de un grupo de
hombres quienes al tejer con agujas y
estambre hablan de nuevas masculini-
dades; en este espacio de calor y de cui-
dado palpita el germen, el punto que
hace surgir algo nuevo, una posibilidad
que se entreve’ y que se potencia vuelta
tras vuelta y eso, siempre es digno de
ser celebrado.
La rebeldía
de tejer
Miriam Mabel Martínez

En 2015, Annuska Angulo y yo nos sumamos a un

día colectivo de acciones artísticas publicas convoca-
do por Pinto Mi Raya. Era un buen momento para,
por fin, hacer nuestro primer grafiti tejido y unirnos,
asi, a una comunidad internacional de tejedoras que
poco a poco ha expandido ano’nimamente el ya muy
popular e internacional yarn bombing. Nuestro pro-
yecto era simple: forrar el poste ubicado en la esqui-
na de la entrada de la librería Rosario Castellanos, del
Fondo de Cultura Económica. Documentamos la in- El.4
tervención, respondimos las preguntas de los curio-
9%
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sos y aceptamos las felicitaciones. Según nosotras,
nuestro acto era un éxito. Según las autoridades, van-

‘ ‘ ¿wear
dalismo puro.

Yam bombmgi Lubren’a Rosana Castellanos. FCE. Ciudad de MéXico, 2013

B
 Ninguna de nosotras sabía que había-
mos cometido un delito hasta que un
correo electrónico del subgerente de
Mantenimiento del Fondo de Cultura
Económica lo confirmo: “Estimada Mi-
riam. al respecto, le informo que dicha
Obra fue retirada (de acuerdo al reporte
recibido de Mantenimiento) por personal
de Vigilancia del Módu‘el de la SSP insta-
lado frente al CCBE, ademas recibieron
comentarios de los propios vigilantes de
que “en caso de que se sorprenda en 1a
colocación de cualquier objeto a alguna
persona, sera acreedor de las sanciones
correspondientes’. . . " . Nuestra interven-
ción duró quince días, por lo menos más
que las realizadas por Deadly Knitsha-
de, una conocida graflknitter londinense
(creadora de las Stitched Stories); poco
después sucedería lo mismo en la plaza
Río de Janeiro, en un yarn bombing con-
vocado por Letras Voladoras. Ahora re-
sulta que “las viejitas tejedoras" son
una plaga internacional que hay que
combatir. Supongo que lo que incomoda
es la feminización del espacio público, y
que al igual que los punke “agredian”
con su look, las tejedoras lo hacemos al
tejer. Pero, ¡que se le va a hacerl, lo mis-
mo pasó con Banksy y hoy sus grafltis
son protegidos como parte de la cultura
popular inglesa. A1 igual que el italiano
Blu, La Piztoia oaxaquena, el frances Si-
xie Art o el Japonés Sasu han dejado sus
huellas -—muchas de ellas borradas-, las
tejedoras sabemos empezar una y otra.
Pero el mensaje, lo hemos comprobado,
sí esta en el tejido.
Soy escritora y tejedora. Tejo historias
y estambres. Desbarato y borro. Monto
puntos y hago esquemas. Trazo narratt
vas con palabras y con texturas. Cons-
truyo personajes, creo genealogías de de-
recho y revés. Ambos quehaceres los
practico orgullosamente. Se entreiazan y
me entrelazan. Son mis oficios,
Tejo desde los siete años, aprendí el
arte de los nudos paralelamente al po-
ner acentos y sumar y restar quebrados.
No se que me fascinó entonces mas, si el
ritmo de las esdrul'ulas o que la base del
tejido es el nudo. Lo que si sé es que
aprendí a combinar colores, a descifrar
puntadas a la par de la lectura de Edgar
Allan Poe, Horacio Quiroga y Julio Ver-
ne. Tejer me ayudó a concentrarme y a
explorar las combinaciones del derecho
y el revés, los aumentos y las disminu-
ciones me reconciliaron con las matema-
ticas y descubri el piano. Do, re, mi. fa.
sol, la, si, do. Los sostenidos y los bemo-
les. Otra escritura traducida en sonido
tal como mis tejidos se traducían en
prendas. Las partituras con sus notas
negritas y blancas se me confundían con
los puntos, pero mis manos eran mas ve-
loces al tejer que al repasar mis ejerci-
cios de los libros Hanon y Duvernoy.
¿Me ayudó el piano a fortalecer la ten-
sión de mis tejidos o el tejer me dio la
fuerza necesaria para tocar el piano? No
lo se, pero la delicadeza de mi maestra
de piano me provocó una relación distin-
ta con el arte del crochet, al igual que la
frescura de mi prima adolescente, quien
me enseñó a tricotear, me dio confianza
para saber que deshacer o repetir eran
parte del proceso. Dejé el piano, pero no
el tejido, que me llevó a experimentar
también el dibujo.
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La Tallera,
Cuernavaca Morelos. ‘2013
En mi infancia dibujé tanto como tejí. nar bolas con Jethro Tull, descubrí el “do
Y hasta ese momento a nadie le parecía it yourself" del punk al ritmo de los Dead
extraño, aun cuando nadie en mi familia Kennedys. Comprendi, entonces, que te-
-a excepción de mi prima- tejia ni agujas Jer es punk.
ni a gancho. Tampoco les parecía una ex- Conocí 1a ciudad buscando estambres:
centricidad ni un hobby, mis padres lo Correo Mayor, República de Uruguay, Pi-
asumian como parte de mi formación. lares, avenida Patriotismo y
Hoy lo agradezco. Revolución y Altamirano. Mariano Esco-
Llegué a la secundaria con una colec- bedo, 20 de Noviembre, Masaryk... Y
ción de agujas que crecía a la par que tejiendo no sólo me hice grande, me afl-
mis álbumes de rock. Tejiendo y deste- cioné a Rock 101 y a Laurie Anderson,
jiendo escuché Tommy; uni mangas, con me hice asidua a las muestras de cine,
el Dark side of the Moon; aprendí a des- de los talleres del Museo Carrillo Gil y
hacer nudos con Led Zeppelin y a enro- del Museo Universitario del Chopo, me
emborraché en el Rock Stock, baile Slam
en el LUCC, me en el cine Manacar, es-
tudié periodismo..., sobre todo. aprendi a
recomenzar cuantas veces fuera necesa-
rio y a. luchar sólo las batallas que pu-
dieran definirme y no cualquier trifulca,
Practiqué la yogaknit sin saberlol Tam-
bién empecé a tejer en solitario hasta
que en una estancia en Nueva York me
topé con hombres y mujeres que tejían
en el metro, en los cafes, en los bares,
en el parque; entusiasmada por esa eu-
foria, retomé el tejido como forma de
vida. Llena de bríos decidi salir del cló-
set cobijada por esta oleada post-género,
que en el siglo XXI retomaba la practica
sin tabúes, ¿qué me podia pasar? En teo-
ría. nada; en la practica, me enfrente al
prejuicio. “¡Qué cooll, pero no saques tus
agujas ahorita". ¿O sea?
Supongo que pocos saben que en la
antigüedad tejían los varones, que duran-
te las guerras mujeres y hombres se
unieron para tejer calcetines a los solda-
dos, que en las cárceles el tejido se prac-
tica y es utilizado con fines pedagógicos.
Han olvidado que los tapetes islámicos
son textos y que en Mesoamérica y Áfri-
ca se cuentan historias en sus textiles.
¿Analfabetismo o intolerancia?
Lo que para muchos es un acto de su-
misión, o un entretenimiento para quie-
Holbein, nes no tienen nada que hacer, para otros
es una expresión artística, una herra-
mienta del arte, una tendencia de la
moda, la prolongación de una tradición...
O placer a secas. Todos y todas tenemos
el derecho de tejer. ¿Qué no?
Tejer ocupa un sitio importante en mi
vida, tanto como leer y escribir. Es parte
12 18
de mi trabajo y una expresión de mi per-
sonalidad. Es, también, una manera de
narrar y de comunicarse, una forma de
sumarse a la tendencia organica de reco-
nexion con la naturaleza, de recuperar
lo hecho a mano, del hazlo tú mismo.
Usar las manos y el cerebro no ha pasa-
do de moda. ¿,0 sí?
Extranamente. tejer incomoda a los
conservadores y también a los liberales
y progresistas. Supongo que las perso-
nas de avanzada creen que es un acto
retrógrado para una mujer profesional,
urbana y liberada. del siglo XXI. Y preci-
samente porque estoy liberada de los “de-
beres” de género, practico la flexibilidad
creativa y cotidiana: tejo y sé cambiar
llantas. ¿Quién es el retrógrado?
Soy tejedora orgullosa, no sólo porque
lo disfruto o porque me da la posibilidad
de inventar, de crear prendas uni’cas
para mí y para otros, sino porque tejer
me ha enseñado a compartir. me ha ayu-
dado a practicar las matematicas y. sin
saberlo, se ha convertido en mi mayor
acto de rebeldía. Sí. En un mundo libera.
do, global y unisex. tejer -pese a sus de<
tractores- sigue siendo una forma de
mandar un mensaje al mundo, una ex-
presión guerrillera explorada por quie-
nes tejemos -sin importar sexo, edad.
clase social m' religión—. Poco a poco los
tejedores nos extendemos al igual que la
huella que poco a poco vamos dejando
anónimamente por el mundo. Pequeñas
Intervenciones tejidas que ya. son una. re-
lectura. del esténcii, del grafiti... La pro-
longación de un rizoma artistico con un
derecho y un revés.
Y este libro es prueba de ello.
Pasear sin
salir de casa

Annuska Angulo

Cuando me preguntan quién me enseñó, suelo contar

una versión de la verdad que es 1a que mas me gusta
porque levanta cejas: “no, no‘me enseñó mi abuela.
Aprendí en el Fashion Institute of Technology (el FIT),
de Nueva York, en 1999. Tome“ un semestre con una
gran maestra, Arnetta Kenney”, y de ahi ya me sigo
enrollando hacia un lado o hacia otro, dependiendo de
quien sea el interlocutor. Lo cierto es que si me ense-
n'o’ mi madre, como yo a mis hUOS, pero como ellos,
perdi el interés en poco tiempo. Hay algo del tejido
que atrae a los ninos pequeños, y supongo que sera’ su
aparente complejidad combinada con su sencilla reso-
lución. Es como cuando te develan un truco de magia:
lo inexplicable tiene una explicación, y por lo general,
es tan facil que da risa.

La Tallera Cuernavaca, Morelos, 2013

14
 Ahora bien, si no superas la fase de
aprendizaje, si no tienes la paciencia
para que tejer se vuelva casi un gesto
automatico, lo mas probable es que lo de-
jes y no lo vuelvas a retomar. Tejer no es
mandatorio, y se requiere voluntad para
atravesar la frustrante fase del sueter
con una manga mas larga que la otra o
del bikini de cashmere. Una vez que se
supera, las recompensas son grandes, y
al menos para mi, inesperadas.
Aquel invierno del 99 yo era una estu-
diante de danza y de artes plasticas en
Nueva York, me estaba quedando sin di-
nero. y estaba embarazada (es decir, es‘
taba a punto del ataque de nervios); una
amiga me habló sobre esta clase de tejido
y me convenció de que asistiéramos jun»
tas: era sólo un dia a la semana y sería
una ocasión para pasar un rato con ella.
Como las universidades en Estados Uni-
dos tienen convenios, podía transferir los
créditos del FIT a Hunter (mi um‘versi-
dad). Y eso fue todo. Con Arnetta atrave-
sé ágilmente el learning curve y desde
entonces tejer se convirtió en una com-
pulsio'n, una terapia, una forma de escu-
char mis propios pensamientos, y un ve-
hiculo de expresión y comunicación.
Tejer por largos periodos me ayudó a
mantener la calma ante la perspectiva
de tener un hijo en Nueva York, siendo
yo una estudiante extranjera que traba-
jaba por las tardes y los fines de semana
en una libreria. Mientras tejia escuchaba
la radio. Veía peliculas que llevaba años
intentando ver. La ansiedad se diluía. Y
yo pensaba.
Cuando nació mi hijo segui tejiendo.
Es una actividad que se puede interrum-
pir y retomar sin problemas, ideal si tie-
nes que cuidar de un bebe' en una ciudad
con un invierno largo y duro. Mi mente
divagaba del pasado al presente y al fu-
turo. De alguna manera, era como pa-
sear sin salir de casa. Empecé a escribir
al mismo tiempo que empece a tejer.
Despues llegaron la mudanza a otro
pais, otro hijo y otras universidades, y
aunque he pasado periodos de tiempo
casi sin hacer punto, desde aquel semes-
tre de 1999 siempre ha habido uno o dos
proyectos en alguna bolsa, he seguido
recolectando estambres, he segiu'do es»
cribiendo, y he encontrado a una de mis
mejores amigas, porque ella, como yo,
también teje y escribe. Juntas, hemos
llevado a cabo una investigación cons-
tante y no académica sobre los efectos
del tejido en la. sociedad (mexicana y
otras), sus origenes y sus aplicaciones
históricas y actuales. Hemos escrito en
revistas, hemos hecho grafittis tejido,
nos hemos regalado estambres y libros,
hemos conocido a muchas y muchos
otros tejedores, y por fin, gracias al apo-
yo del Fonca y de Rocío Mireles, publica-
mos este libro con algunos de nuestros
hallazgos.
Con el cambio de milenio, tejer se puso
de moda en las calles de todo el mundo,
pero México, estacionado en una eterna
década de los ochenta, no parece ente-
rarse aun'. Ya no deberia dar pena sacar
las agujas en la cantina o en el bar.
Como hacer yoga, poner una huertita
en tu balcón o moverte en bici por la
16
ciudad, tejer forma parte de un
régimen de vida sana. 0 no.
Puede también formar parte de
una vida insana.
El tejido es un idioma facil
es
de aprender. Su sencillez
parte de su belleza. Sólo hay
dos puntos basicos: el derecho
y el revés. Pero esta sencillez
no impide que se pueda volver
inmensamente complejo y so-
fisticado. Las innumerables
combinaciones de estos dos
puntos permiten comparar el
tejido con el ser humano y sus
dos cromosomas básicos, o con el len-
guaje digital (cero + uno).
Es uno más de los muchos lenguajes
que hemos ideado para. expresamos,
como la pin'tura, el bordado, el video ex-
perimental, la mus'ica o las matematicas.
Pero al contrario de esos lenguajes, es
muy sencillo de aprender. Es casi como
aprender a hablar. Creo que de la misma
forma que existe un “ms‘tinto gramati—
cal”, tenemos un m'stm'to tejedor. A pe-
sar de que la maquina para tejer se in-
ventó hace ya quinientos años, a pesar
de la m‘dustriahz‘ación del tejido y de ser
una actividad estigmatizada que se iden-
tifi'ca con la subyugación de las mujeres,
la gente no ha dejado de tejer (ni las mu-
Jeres m' los hombres). Construir un cal-
cetín o un sueter a partir de un ovillo y
unas agujas sigue resultando un evento
casi magico.
Tejer es un acto meditativo como co-
rrer o cantar un mantra. Las manos re-
Diten una oración, los ojos siguen a los
dedos (o se pierden en el paisaje), y la
1'7
’91:
mente entra en un estado que puede des-
cribirse como “receptivo”. Uno escucha
mucho mejor cuando teje. No cuestiones,
no peleas, no 1m'pides. Nada como escu-
char música y tejer, o conversar y tejer,
o ver una peh’cula y tejer.
Es un virus altamente contagioso,
con una. m‘crei’ble capacidad para multi-
plicarse sm‘ fin, Internet ha sido decisi-
vo en esta ul'tima expansión del tejido a
mano. Ravelrycom, la. red social de los
tejedores, alcanzó los tres millones de
usuarios hace ya varios años. Aquí se
encuentran tejedores de todo el mundo
que comparten patrones, técnicas y tru-
cos. Ye. se puede aprender a tejer en
YouTube.
Otra manifestación mas de la expan-
sión y rebeh'ón tejedora: el grafiti tejido,
mejor conocido como yarn bombing: ár-
boles con sueter, mobiliario urbano fo-
rrado de lana de colores, anillos de cro-
chet que adornan las ciudades y los
pueblos de todo el mundo. ¿Por qué lo
hacen?, nos preguntan cuando nos ven

coser un pedazo de tejido en un poste de
luz. Las razones son múltiples y comple-
jas, y van de la mano con el femim‘smo
del siglo XXI, pero una de las ideas prin-
cipales es dar visibih‘dad y salvajismo a
una forma de expresión asociada a la do-
mesticidad de las mujeres.
Tejer es por supuesto escribir, o ha-
blar: contar una historia. La etimología
de las palabras es elocuente en este as-
pecto. Rapsoda (palabra griega) quiere
decir literalmente “el que cose cancio-
nes”; texto viene de “textere”, una pala-
bra de origen latino que no quiere decir
otra cosa más que “tejer”. En inglés,
spinm'ng yarns quiere decir “contar his-
torias”. En todos los idiomas se usan me-
táforas que identifi‘can algún aspecto de
la vida con el tejido; en todas las cultu-
ras antigUas hubo deidades tejedoras. En
muchas culturas orales, cuando un poeta
relata una. historia, lo hace tejiendo. En
una cobija, en un sueter, en cualquier
prenda, el tejedor relata te'cm'ca, psicolo-
gia y anécdotas. Quedan impresos en la
tela todos los lugares y momentos que
vivió mientras la construia. Como dice
Sadie Plant en su libro Zeros + Ones:
“Los textiles persisten como documentos
de los procesos con los que se alimento
su hechura porque no hay dif'erencia en-
tre el proceso de tejer y el diseño del te-
jido. E1 patrón visible es integral al pro-
ceso que lo produjo; el programa y el
patrón son continuos”. Es decir: el men-
saje esta en el tejido.
18
Primera lección
La, prosa te permite construir un texto elástico, que se
puede amoldar a los codos, a los talones, a las rodillas.
Puedes escribir una estructura tridimensional sin costuras.
Para eso se inventó.
El texto tejido se escribe empezando desde abajo a. la
derecha de la pagina, y sube, yendo de derecha a izquierda.
Esto puede causar perplejidad a quien esté acostumbrado a
la escritura de arriba abajo y de izquierda. a derecha, pero
enseguida. cualquier ser humano se familiariza. Ni siquiera
es necesario ser demasiado inteligente.
Por lo general, el prim'er texto de alumno suele ser una
bufanda, pero los buenos maestros prefieren empezar con
una gorra, para que de una vez el estudiante aprenda a
editar sobre la marcha. La gorra es un texto-espiral y por
lo general da resultados muy satisfactorios: autocontenido
y semiesférico, es funcional, coqueto.
[La primera clase es puramente teórica. El maestro insiste:
“Estan escribiendo una tela, nunca lo olviden. No vayan a
1a tienda. y compren un cashmere para narrar un bikini"
nada mas porque les fascm'ó el color. Piensen en que
quieren escribir, y en función de ello, escojan los signos,
las herramientas, los materiales, las puntadas. Midan”.
19
Sociologia
Este minimalista y funcional “yo lo
hice” abraza la. historia de la escritura y
de la humanidad. Acción que activa. el ri-
Km?
Tr'l
zoma. Un arbol ramificado en infim‘tos

el punto
puntos de derecho y revés (o medios
puntos y cadenas) que parecieran un có-
digo indescifrable, sólo apto para tejedo-
res, pero que es más bien un idioma, una
escritura —como la mu‘sica- en la que la
sonoridad esta presente a. través de tex-
turas y de ritmos, yarn poems que son
ramificaciones de poesía. concreta, ese
movimiento impulsado por los brasileños BUY MORE W

en la década de 1950 (que a. su vez fue though the Pay Ro" Saw nq\

consecuencia artistica del concretismo ÏHIRD WAR LOAN (A

en 1a pintura de los años veinte). Estos

Un punto basta para expandir un tejido. Las combina-
ciones pueden ser infinitas. Lo sabían ya los tejedores
de los primeros textos del islam y lo sabemos hoy los
tejenautas que escribimos historias en ese sueter que
la abuela le hizo al nieto; en la chambrita para el re-
cie’n nacido; en esos regalos para los hijos, la pareja,
poemas, con métricas texturizadas, for-
man parte de un texto que se prolonga a
la historia. de todos los textos, no por
nada tejer y texto comparten la misma tan valiosa como los metales y las pie-
raíz etimológica latina: textere. A1 tejer dras preciosas. Este valor económico,
se escribe. ademas, era casero. La posibilidad de te-
Y también se hace comunidad. La pa.- jer en casa fue -quizá.- la primera gran
labra tejido se usa como metáfora de co- industria del algodon egipcio, la. cual
hesión, de integración; es un tramado —por cierto- le dio independencia a la.
que sostiene no sólo una urdimbre; tam- mujer. En Egipto, al igual que en Oriente
bién, una sociedad. Entre el tejido mus- y en la Grecia clasica, tejer significó co-
cular y el tejido social esta una narrati-
municar. Así como los hombres islámicos
va paralela que tejedores y tejedoras escribieron complejos textos en sus be-
creamos desde el anonimato como conti- llas alfombras, las egipcias encontraron

los amigos; en los manteles, fundas, lamparas o cubre-
camas que decoran nuestros espacios; en esa pieza
que se deja como un grafiti en algún rincón del orbe...
o quiza simplemente en el tag que las guerrilleras del
tejido decidimos hacer para combatir el frío —del alma-
nuidad de una. tradición manual y oral
que empezara. con la invención de la
cuerda en el Paleolítico superior.
Se sabe que las mujeres egipcias te-
Jl'an en telares horizontales y urdimbres
circulares por lo menos cuatro milenios
antes de Cristo; no sólo producían tape-
en el acto de tejer una expresión inde-
pendentista y feminista. Ellas son las
pioneras, quienes nos enseñaron, ade-
mas de pensamiento y técnica, a estar en
el tiempo, para. tejer, literalmente, el teji-
do social.
Con estambres, agujas, ganchos y mu.

al dejar una nota en un arbol, poste, monumento o tes y alfombras, sobre todo hacían ropa cha imaginación creamos redes que cons-
Que —como una necesidad basicar se llegó tituyen un activo tanto para los indivi-
mobiliario urbano. Tal vez lo u’nico que buscamos es a utilizar como una moneda de cambio duos como para la sociedad. Ai tejer -lo
mandar un mensaje: estoy aqui. Yo lo hice.

21
20

The Ball/ei-Laiour, Adesanos del sulianaic de Mamluk. Pn’ncupios del Siglo XVI
que sea, por el motivo que sea- ampliamos
nuestras opciones (filosóficas, lingu1"'sticas,
culturales, económicas y si, también, poli-
ticas) y oportum'dades de vida. Se teje por
necesidad (vestido), por identidad (histo-
ria y tradición), por entretenimiento (cul-
tura), por obsesión, por gozo... Tejemos
como acción artística, como protesta, por
dinero, como terapia, como forma de ex-
una unidad semántica, la cual puede ser
interpretada desde la. artesam’a, el acti-
vismo, el arte o la historiografía, la so-
ciología y la antropologia. Es un texto y
también un ritmo. Un vestido y una ex-
presión. Oficio y artificio. Una sucesión
de nudos que se convierten en signos
que plantean, ademas, un discurso, el
cual -en un juego hermenéutico- genera
un rizoma de interpretaciones mutantes
de acuerdo con su aquí y ahora. A1 tejer
se expande 1a escritura de un relato so-
bre el quehacer humano: nos abre otra
línea de investigación para asumimos
en el mundo. Por poco mas de ocho mile-
nios hemos acumulado, reinterpretado,
desbaratado y decodificado en el acto del
tejer una. forma de vida, asumie’ndolo
como una acción hermenéutica pura,
una traducción del mundo que plantea
preguntas.
‘
¿Por que tejemos?
Así como George Steiner nos recuer-
da que de “manera casi imperceptible,
llegamos a advertir que el encuentro con
el texto ha modificado nuestra experien-
cia. de textos anteriores; que ya. no mira-
mos los objetos o los cuadros familiares
del mismo modo; que la música no suena
igual",l una vez aprendido el lenguaje
del punto, ningún nudo vuelve a ser el
mismo. Como tampoco 10 vuelve a ser
presión. Ante todo, tomamos las agujas y
una lazada o un “hoyo”. A1 tejer, estos
los ganchos para aflliarnos a la vida de los
“hoyos” nos llevan a1 infinito, porque,
otros, para asumimos verdaderamente
como escriben Felix Guattari y Gilles De-
parte de una comunidad. En cada tejedor
leuze en el libro A Thousand Plateaus,
hay un ciudadano.
esos orificios no son ausencias, a traves
El tejido es un sistema. Un sistema de
de ellos transita el tiempo. A1 hacer 1a-
puntos que crea puntadas, figuras, geo-
metrías expandibles en complejas ecua-
' George Steiner, Errata Examen de una vida, 2009. p. 40
ciones que, a su vez, se convierten en
28
22
zadas hacemos positivo un negativo y
nos aventuramos a. cruzar el universo
en sus distintas dimensiones.
¿Por que tejemos? Tal vez sólo para.
pensar mejor, por necesidad. Sin impor-
tar el porqué, en el acto de tejer nos
construimos. A1 aprehender el oficio nos
liberamos, sin negar quiénes somos, vivi-
mos la paradoja.
Casi fantasmalmente, los tejedores
aparecen a lo largo de 1a historia del arte
y de la literatura para contarnos el gran
relato de 1a humanidad, en el que Penélo-
pe teje y desteje (escribe y borra) mien-
tras espere. a Ulises, la. virgen del Reta-
blo de Buxtehude (del maestro Bertram.
1390) crea trajes no muy distian a los
sonoros del artista Nick Cave. Imagina-
rios y reales, estos personajes no sólo
retratan su presente, sino que se con-
vierten en articulación: en un tejido
muscular que da fuerza a la humanidad.
A1 entender el tejido como un pro-
ducto de la sociedad humana, se abre la
puerta a una “sociología del tejido”, que
al servir de metodo para analizar los
distintos componentes que concurren
en la genesis y difusión de cada pieza
—desde su conceptualización, estructura
sociocultural de los hacedores y recep-
tores hasta su diseno, comercialización
y difusión- nos ofrece otras veredas
para entendernos como hacedores e ima-
ginadores. Para ello, es primordial com-
prender que teJer no es un pasatiempo,
es —sobre todo- un proceso de pensa-
miento, una herramienta para desarro-
llar habilidades no sólo “manuales”,
como dicen con condescendencia por ahí,
sino intelectuales.
 Aquellos textos islámicos, guardados
en los museos, nos muestran cosmogo-
m‘as de las mil y una noches contadas,
entonces, por hombres cultos, poseedo-
res del sofisticado lenguaje tejido, el cual
se democratizaría con el uso de objetos
portatiles, tal como sucedió con el libro
y la Imprenta, acercando el conocimien-
to a otras clases sin jerarquías ni géne-
ro, como ya lo hacían milenios atras los
egipcios y después los griegos y roma-
nos, para luego conquistar Europa y
darle voz a otros. A dos agujas o a gan-
cho seguimos descubriendo um'versos.
En 1a cultura griega, tejer era tan fe-
menino como la guerra masculina. En
silencio, la mujer esperaba y narraba.
Su vida era en si un tejido, desde su na-
cimiento hasta la muerte. Las Moiras
hilaban el destino de 1a recién nacida.
Tejer era parte de la iniciación en el
mundo adulto, una tarea aprendida como
doncellas y explotada durante el ma-
trimonio. Un ajuar completo contenía
huso y telar.
No sólo Aristófanes en su Lisístrata
se refiere a esta actividad, también Filo-
mena expresa su tragedia al tejer, como
Helena de Troya se convierte en crom‘sta
en su telar; la crónica seria después in-
tegrada a la Ilíada. Ifigenia también na-
rra al tejer y Clitemnestra asesina a su
marido con una trampa textil. Tejer, en
el mundo griego, es el idioma de las mu-
jeres; dice Diana Segarra Crespo en su
ensayo El tejido y la palabra en 1a cultu-
ra clasica: “con esa atribución de la ta-
rea textil a la mujer, la cultura clasica le
proporcionaba al mismo tiempo la voz
que culturalmente le negaba y asi el gé-
nero femenino lograría superar, precisa-
mente tejiendo, la limitación que supo-
m’a poseer un cuerpo silencioso que, sin
embargo, no podía por menos que ser
simultaneamente expresivo desde el mo-
mento en que este era considerado, a su
vez, un tejido”.2
Esta. feminización del tejido ha some-
tido su practica y conceptualización por
los siglos de los siglos a una especie de
clandestinidad. Un acto secreto que en
el siglo XX, con la liberación femeni-
na, fue confundido con una forma de
sometimiento y de autocensura. Mas
alla de prejuicios, de tapujos y de cues-
tionamientos descahfi‘catorios de una
actividad que mas que callar, clama -y
reclama— clandestinamente, las mujeres
hemos continuado esta forma de escri-
tura engañando al enemigo y haciéndo-
nos a cada punto y lazada, contraria-
mente a lo pensado, mas inteligentes.
Tejer es rebeldía.
En “silencio” hemos ejercitado
mente con ejercicios eruditos de abstrac-
ción y técnica que son casi una vertiente
filosófica. Porque inventar el punto al re-
vés es una forma de hacer física y mate-
matica en tiempo real; porque tejer en
dos agujas implica una peripecia intelecv
tual efecto de una aguda capacidad de
observación científica. Estos avances es-
tan representados en pinturas como el
retrato de Ivan Argunov, de 1768, en el
que se ve a una mujer tejer en redondo,
7 En la antologfa Tejer y vestir: de la antigüedad al
Islam. editado por Manuela Marín, Estudios Árabes e
Isla'micos, Monografías. Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, p. 207.
The Triumph of Death o The Three Fafes. 1510-1520
al igual que en Lección del tejido, de Jean
Francois, de 1854. No es sino hasta los
albores del siglo XX que se populariza el
la tejido en dos agujas, o sea con frente y
reverso. Sin duda, esta portabilidad con-
tribuyó a la socialización y dif'usión del
quehacer. El pasado masculino se quedó
en Oriente, mientras que el presente fe-
menino se extendió hacia el futuro.
El vínculo etimológico entre tejer y
texto se “olvido”, margin'ando su practi-
ca. La visión eurocéntrica. y homocentri-
ca del Viejo Mundo trasladó en barco sus
prejuicios hacia. el Nuevo Mundo, aplas-
tando a otras culturas antiquisimas que
también narraban sus genealog‘i'as en
textiles. Pronto, en América el acto noble
del tejido se serializó y se relegó a las
minorías. Sin embargo, como apunta An-
nabella Ponce en su tesis “El tejido como
26
24
relato social”.- “La adaptabilidad que tie-
ne el tejido en un cuerpo o en una estruc-
tura es el equivalente del hombre dentro
de la sociedad y su versatilidad para es-
tar inmerso en las manifestaciones socia-
les, culturales y en los continuos hechos
politicos”. De esta forma, en América el
acto de tejer evidenciara “el proceso de
desestructuración y aculturación, pero
también será. testigo de una actitud de
resistencia in'directa y clandestina".3 Te-
jer nos enseña a negociar. Es un proceso
de adaptabilidad. Durante milenios su ha-
cer -como oficio, objeto, tradición, histo-
ria. y escritura- se ha. adaptado al tiempo,
materiales, formas y sociedades.
De este lado del Atlantico, relegado a
una simple actividad femem‘na o artesa-
nal, el tejido fue drásticamente desvincu-
lado de sus orígenes narrativos y limita-
do a ser una sumisa tarea domestica, un
hobby de “viejitas”, que si acaso lograba
salir de casa era como una terapia ocu-
pacional en las cárceles o como rehabili-
tacion, y silenciosamente en una forma
de ganarse la vida para algunas mujeres.
Por otra parte, con las guerras el acto de
tejer se convirtió en un acto de solidari-
dad. Hombres y mujeres de todas las
edades se armaron de agujas y ganchos
para dar apoyo económico -y moral- a
sus ejércitos. ¿Qué mas acogedor que te-
jer para los soldados?
Durante la primera parte del siglo XX
había pocas opciones y ofertas para la
mujer, por lo que el tejido se convirtió en
posibilidad —como en el antiguo Egipto-
3 Annabella Ponce, tesis 'El tejido como relato socvaJ',
Universidad de Palermo.
de establecer una empresa. No son pocos
los ejemplos, sobre todo despues de los
años cincuenta, de viudas y esposas que
convertirían ese “entretenimiento” en dl-
nero, lo que las transformó en entrepre-
neurs. Pero aun así, la visión sobre 1a
acción misma. de tejer no logró desvlncu-
larse del prejuicio machista. Estas muje-
res mantenían familias “tejiendo” por-
que “no sabían hacer otra cosa”; a la.
sociedad conservadora le resultaba. —-y le
resulta aún hoy día- impensable asumir
que tejer es un oficio, un trabajo y un
gusto. Era mas facil creer que lo hacían
por “limitadas”, porque no estudiaron
(ignorantes), que por aventuradas y 11's-
tas. Nadie concebía a las tejedoras al ni-
vel de un sastre o de un ebanista. Tejer
y cocinar, cuando son verbos conjugados
en masculino, tienen valor, si son practi-
cados por mujeres lo pierden.
¿Qué mejor forma de retar a un mun-
do que inslste en solamente ver a través
de la perspectiva masculina? Tejo, luego
existo.
Desde 1a inequidad, las mujeres se-
guimos tejiendo y perpetuando el senti-
do narrativo, recuperando su sentido se-
mántico conscientemente a través del
yarn bombm'g. Sin avergonzarnos de te-
jer, sin pretensiones conceptuales —aun-
que las tengan- el también llamado yarn
storming es la manera “femenina” de
hacer grafiti, de dejar un comentario y,
simultaneamente, abrazar el exterior,
saliendo del oíkos,4 ese lugar donde las
‘ OIkOS, “casa” en griego. Aristóteles lo define como
una "comunidad constitunda naturalmente para la
satnsfacaón de las necesidades cotidianas". El OIkOS
era la piedra angular de la socredad griega antigua.
mujeres griegas resguardaban su sexua-
lidad. Las tejedoras posmodernas hemos
roto las barreras entre el glneceo y el
mundo exterior que las protagonistas
griegas debían sortear o aceptar. Aque-
lla concepción del tejido como una meta-
fora de la feminidad encerrada en sí
misma, se ha liberado; y más en la línea
del historiador Jenofonte; hoy, mas que
abandonar el oikos, nos aproplamos de
las calles para convertirlas también en
nuestra casa como la concretlzación de
la búsqueda de una igualdad adentro y
afuera, resaltando “el arte del tejer”,
como lo señala Ioanna Papadopoulou-
Belmehdi en el texto Tejidos griegos o lo
4 -'. ;-.,;._. ',.
femenino en antítesis: “terreno metafó-
3*mamas-,r‘
rico privilegiado en el que se construye
1a presencia y 1a esencia de un femenino
i
.qv-u
imaginario”. Tejer como símbolo de la
-.
sabiduría y 1a acción femenina. Tejemos
.
como Atenea, retamos como Aracne, na-
rramos como Helena, destejemos como
Penélope, nos organizamos como Lisís-
trata, tramamos como Deyam‘ra y desea-
mos como Afrodita.
Hoy recuperamos el tejido como es-
critura y queremos que otros aprendan
este lenguaje que la Grecia clásica consi-
deró paralelo a la femim'dad, y que sí
fue explorado por los hombres arabes,
los artesanos medievales, los marineros
escoceses y los tejedores peruanos, por
mencionar algunos. Narrar no es de
ellos o ellas, es de todos, a pesar del pre-
juicio machista de hombres y mujeres.
como Harold Bloom, quien despectlva-
mente recomienda a las escritoras que
“quad-.. ‘rq ‘
mejor se pongan a tejer, sin darse cuen-
ta de que eso es lo que el, como el resto
Tapete turco con dtsen'o de animales, chlos Xl-Xlll
Actualmente se exhibe en el Museo de Ade ISIámlCD de Qatar.
2'?
26

E) aítar de Buxiehude.
Maestro Bemam von MInden. c. 1400-1410
de los escritores, hace con las palabras.
Augusto Monterroso, en su minicuento
“La tela de Penelope o quién engaña a
quién”, habla del “defecto” de Penélope:
tejer. Pero estos hombres, como muchos
otros (y otras), ignoran que el Inventor
de la “lanzadera volante” (aparato para
tejer mas rapido y en mayores dimen-
siones) fue un hombre: John Kay;
igual que James Hargreaves, quien revo-
lucionó la industria del tejido con
Spinning Jenny.
Para los tejedores no existen barre-
ras geográficas ni de género ni sociales.
Nos asumimos demócratas, liberales y
progresistas amantes de lo hecho a
mano, y conscientes de su valor moneta-
rio, artístico e identitario. Alfred Date, a
sus 109 años, es ejemplo de ello. En
2013, Alfred, el hombre más viejo de
Australia, puso a girar las redes sociales
por su yarn activism, al participar en
una convocatoria de la Penguin Founda-
tion de Phillip Island, la cual había soli-
citado suéteres para cubrir a los pingüi—
nos afectados por un derrame de petróleo
(metodo ya probado en 2001). Alfie deci-
dió participar, recuperando de paso un
oficio que aprendió a practicar desde
1952., y ayudando a la salvación del 96
por ciento de la aves marinas afectadas.
Pero como ya lo indica el dicho “saber
tejer no significa hacer jerseys”, el uni-
verso del tejido es mucho mas complejo,
como lo demuestra 1a matematica Daina
Taimioa, catedrática de la Universidad
Cornell, quien en 1997 tejió, en crochet,
modelos de planos hiperbólicos que has-
ta ese momento, y desde su descubri-
miento en la decada de los veinte del si-
glo XIX por los matemáticos Janos
Bolyai y Nikolai Lobachevski, habían
lanzado infinidad de preguntas e imagi-
nerias. ¿Cómo trazar en 5D la compleji-
dad de la geometría hiperbólica? ¿Cómo
“dibujar”, sin construir en piezas, una.
entidad volumétrica que concretara es-
tos planos hiperbólicos que buscaban ya
al su independencia del papel? La respues-
ta la encontró Daina —apoyada. por su es-
su poso, el también matemático David Hen-
derson-: tejiéndola. El crochet ha. sido la
herramienta para experimentar las geo-
metrías euclidiana y no euclidiana, com-
probando que el espacio se expande con
medios puntos y macizos.
Al ver estos teoremas tejidos, que
plantean axiomas y ecuaciones. las pre-
guntas se expanden al igual que la imagi-
nación: quizá, alguien este” hoy tejiendo Detalle de tapete sino. SIQIO XVI tardío. coieccno’n del Musw Jit' 'y
29
28

Sin título. Hurb van Hove. Obra holandesa del siglo XIX
fulerenos con cinco agujas (como se tejen
los calcetines). Tal vez Buckminster Fu-
ller (ese maravilloso inventor estadouni-
dense creador de los espacios geodési-
cos) fue un tejedor. ¿Por que no?
Lo cierto es que los fractales tienen
una correspondencia en el tejido -o Vice-
versa-, y éstos, a su vez, son un puente
entre pixeles y nudos informaticos de
las nuevas tecnologías. El rizoma del de-
recho y el revés se replica en la progra-
mación de la red. Al fin y al cabo las
redes -literal y metafóricamente- siem-
pre se tejen.
Existen tesis sobre el vínculo entre la
geometría fractal y ciertos patrones tex-
tiles antiguos que en su diseno, ademas
de plantear una estética, subrayan te-
mas. Estos escritos son crónicas tejidas
para ser recordadas y leidas por otras
generaciones. ¿Trazaban estas cuadrícu-
las después de resolver problemas mate»
ma’ticos‘? ¿Estan estos patrones ordena-
dos como una serie? La pregunta es
ontológica. Mas que cuestionarnos cua’l
fue el primer nudo, la incógnita es ¿cómo
el pensamiento matemático resolvió la
narrativa de una vivencia. escrita con hi-
los? Tejer no se limita. a ser matemáti-
cas aplicadas, también se concibe como
una gramática que relata entre líneas y
puntos el comportamiento humano. Los
tejedores somos antropólogos físicos que
en los hilos, fibras, tenidos, procesos, he-
rramientas y puntadas podemos leer
economías, biologias, sociologías, ideolo-
gías. Cada pieza es un apunte historio-
grafico y etnográfico. El tejido es y ha
sido tecnología.
Cualquier prenda -suéter, chambrita,
chal, bufanda o chaleco- es un comenta-
rio cultural, una referencia a. la estructu-
ra sociopolítica y económica de una época
determinada. La evolución del tejido es
una lectura tanto del “progreso capitalis-
ta industrial” como de la equidad y de las
identidades culturales. ¿Quién teje, en
qué condiciones, para quién, con qué ma-
teriales, qué modelos, cuales técm‘cas,
dónde, a qué costo...? Si intentaremos
responder estas cuestiones, podríamos
conocer algo mas —otra perspectiva- de
marginación, aristocracias, solidarida-
des, cosmogom'as, colonialismos, empode—
ramientos... Annabella Ponce lo enfatiza
en su tesis “El tejido como relato social":
“Pese al aporte que puede generar el teji-
do para. reconstruir datos históricos en el
mundo occidental, ha sido discrimin'adO,
50
otorgándole una clasificación de arte me-
nor; en contradicción con los países de
Oriente Medio, donde consideran sus ta.
pices y alfombras como las expresiones
mas logradas de su cultura”.
El tejido es una practica humana que
además de satisfacer necesidades basi-
cas (vestido y vivienda), ha sido un or-
namento; y añade Ponce: “así como la
la escultura, ha sido también
pintura,
una mam‘festación cultural a través de la
cual se han ido relatando los diferentes
acontecimientos sociales; si bien este re-
lato no ha sido de facil interpretación, a
través del resultado del entrecruzado de
tramas y urdimbres, un acto sencillo que
se convierte en una cadena de pasos y
decisiones técnicas cargadas de intencio-
nes culturales y sociales espemfi'cas, ha
ido aportando en los diferentes periodos
para el desarrollo social”.
Al entrelazar fibras, al hacer un dere- nos plantea un paradigma distinto es
cho o un reve's, o medio punto y una ca- proporcional al nuevo auge del tejido (o
dena, se integran distintas acciones so- viceversa).
ciales, transformándose en notas al pie En 2006 el periódico The New York
de vida, que nos hablan de discrimina- Tim'es giró su vista a un fenómeno que
ción y desigualdad, pero también de de- empezaba a suscitarse en la Gran Man-
seos, estéticas, dilemas quim'icos, sonori- zana: en lugares como Bowery Poetry
dades y, en este siglo XXI, nos invitan a Club 8a Café se comenzaron a congregar
experimentar la web. Sadie Plant así lo grupos de tejedores de todas las edades.
confirma: “Tejer, desde su origen, fue Hombres y mujeres de estilos eclécticos
multimedia: con sus canciones, chismes, (punks, yuppies, profesiom'stas, estu-
relatos, danzas, juegos, las tejedoras diantes) descubrían en el tejido no solo
eran literalmente networkers [en el sen- la posibilidad de crear un modelo origiv
tido mas contemporaneo de la pala- nal y uni"co, sino de hacer de su forma de
bI‘BI”.5 ¿Que no una prenda tejida es una vestir una expresión verdaderamente
matriz? Quizá. el boom del internet que personal, continuando con una labor
practicada desde la prehistoria, pero re-
5 Sadie Plant. Zero + Ones. Digital Women + The New configurandola al siglo XXI y sus redes
Technoculture, 1998, p. 65. sociales. El mundo volvió a tejer. En los
31
Dueto de comedlantes, el seña! y la señora Sidney Dlew, 1917i
Biblioteca del Congreso en Washington. D.C.
estantes de las librerías pronto aparecie-
ron libros como Stitch ‘N Bitch: The
Knitter’s Handbook de Debbie Stoner;
tiendas y cafés, páginas web, blogs y re-
vistas en todos los idiomas que les habla-
ban a las nuevas generaciones de tú a tú,
recuperando -o mejor dicho: exaltando-
el tejido y entendiendo que su hacer re-
quiere, como lo subraya Plant, mucho
mas que dos manos: “Los hilos entrela-
zados del telar representan el proceso
mas abstracto de fabricación. Los texti-
les son, literalmente. el forro y el soft-
ware de toda. la tecnología". Así, tejemos
rizomas en ei ciberespacio.
En el siglo XXI, el arte de tejer, mas
que reconfigurarse, se ha. descubierto en
su tiempo: en uno donde la información
está en todas partes, tal como ya lo sa.-
bían las primeras tejedoras, y no única-
mente en los tapetes-libro, sino en las
prendas que vestimos informando. Las
formas y los patrones de cualquier teji-
do, por simples que parezcan, encierran
música, matemáticas, informática, trans-
formando esa. matriz, similar a. la. que
esta en la red, en un nuevo oxk'os.
Transitamos con agujas y ganchos en
mano por arterias comunicantes (sin di-
ferencias, géneros, religiones ni nada)
compartiendo —ademá.s de patrones, ins-
trucciones, modelos, consejos- experien-
cias culturales, pensamientos, teorias...
Haciendo comum‘dad y reconectándonos
en un rizoma al pasado de 1a humani-
dad. Tejer sigue siendo un punto de refe-
rencia y de conexión. Cada. punto es un
analisis comparativo que cruza lecturas.
52
tiempos. géneros, disciplinas, sin impor-
tar nacionalidades.
El porcentaje de tejedores crece, mu-
chos siguen en el closet. Pero todos. sin
hacerse demasiadas preguntas, nos aban-
donamos a1 tejido. Así continuamos escri-
biendo y narrando historias. Somos la.
actualización de la Book‘peopie de Ray
Bradbury en Farenheit; 451, que por mo-
tivos distintos nos encontramos como
Guy Montag y Clarisse en el bosque con
Granger. Así, los bejedores del siglo XXI
Vagamos por el mundo resguardando los
mensajes del tejido y contándolos a. otros,
que a su vez tejeran estos relatos una y
otra vez, transmitiéndolos a las genera-
ciones futuras para. seguir tejiendo nues-
tra. biblioteca global.
33
Tejer es un estil'o de vida, un detonador social. El textil en general
es una herramienta para transmitir el conocimiento y la historia
de manera manual, sin palabras, algo que ha permanecido
durante siglos en 1a vida del hombre. E1 tejido es un crítica
constante, un analisis antropológioo.
Yo Landi
Arquiteota
34
i 1.o que ha representado en mi trabajo ha sido muy satisfactorio,
ya. que a través de estas actividades de intervención urbana. se ha
y logrado que las personas se apropien de los espacios públicos, se
fomente la creatividad y el gusto por 1a elaboracion de objetos en
un sentido creativo y artístico, se ha logrado 1a convivencia entre
las personas que nuevamente se reun‘en en las plazas púbh’cas;
e- esta convivencia en muchas ocasiones se ha visto mermada por la
, violencia y 1a falta de proyectos pensados para el bien de una
y comunidad espemfi’ca.
Margarita Vega
Artista y promotora cultural
35
“___L__________uestro
r1m'er contacto con los estambres fue a través Lo interesante es la mezcla de las Y lo hizo después de 1987, cuando el

hermanas sanchez: la vocación comer- señor sanchez Acevedo decidió regresar,

—,q1__,__—\de
mama” Leia mucho nos metió a clases a sus cuatro
cial baja por el linaje paterno y la del pero con estambree e hilos. La. habilidad
_J_,—h1"as
lo odiábamos”, recuerda Angelica Sánchez, una estudio, por línea materna. Una combi- de comprador del papá. y 1a intuición de

de las tres hermanas-socias y dueñas de 1a marea An- nación exitosa. De cuatro hfl'as, tres han la mamá. fueron cruciales para esta

multiplicado el negocio. Además sus aventura, a. la que casi desde el origen

gelique y de ocho tiendas ubicadas en el Centro Histo- padres resultaron ser una. buena. ee unió la frescura de Angélica, quien

rico de la Ciudad de Mexico. Ni ella ni sus hermanas se 993111ij gn 15

mancuerna. Wu trajo a casa los conocimientos

WWW adquiridos allá. afuera. M“

Gabriela y Patricia imaginaron que Bermlnarïan tan
Www WWW
vinculadas alos estambres. ‘___p________J_J‘S1'emre
la veíamos te‘er mmmmmmu
i i l r WWW;
WW
__y—,_q_______L_p_fi,era
mu manual aunue estudió lees or m1" abuelo WWWt
WWW WW
g__—ue
era militar”. Así la recuerdan. WI”, dice Gabriela. W”. Este fue el regreso de la.
Y aquella. rebocería que se transfor- familia, Sánchez.

WWWI-“' se transformó en Juguetería y luego en mó en Juguetería y luego en bonetería WWW-389811-

Homem —dice Gabriela: bonetería. Desde 1a perspectiva de cerró en 1987. El legado del abuelo, ra Angélica-, Mmmm-

Gabriela, la sangre comercial es heren- ampliado por los padres, había cumplido WII

cia paterna. .. ¿mw-comenta- su primer ciclo, pero la. vena comercial command: Aunque su padre no ee
hizo que don Hector regresara no sólo quedaba atrás, era un hombre que

WW
l al Centro, sino a hacer lo que mas le “sabía tocarla. de oido", como dioe el
gustaba: vender. Angélica, Gabriela. y dicho, y Gabriela: W
La historia comercial de las herma-
nas Sánchez no está vinculada a las Patricia. también lo traen en le. sangre. WWW

mujeres de su familia, el negocio origi- El negocio fue parte de su infancia. Y decidió

Crecieron en Correo Mayor '75 (hoy que la. marce propia debía llamarse
nal fue idea de don Jesús Sánchez Silva,
bodegas). jugando a. ser lo que hoy son: Angelique, y bautizó como Gaby a. unas
su abuelo paterno, y era una rebocería.
empresarias; a veces en la caja, otras plantillas... MMM“
en el mostrador o enrollando ¿99151211142 -recuerda Angélica: m
t_e.1_a_e__eb_Q_Q_d_e_b_a,_Su_lus_Qr_a_es_‘í
lr z oh't. 'ti
calendarios se hicieron universitarias.
WII", dice sonriendo Angélica,
WWW“
quien encabeza esta. empresa, que
mmm -recuerde. Gabriela—, 10_
refundo‘ Junto con sus padres hace mas
Www
n n r
de veinticinco años. Pero esta es la
Wintin
e xi l QangQ de
primera parte de la historia. _M_1_“‘
un". La visión de don Héctor
WWF' Sánchez Acevedo incluyó dejar a las

hu”as experimentar en otros lados:

WWF
‘ gue r‘ en l
WWW
n . r
With W". A pesar de wmafirm
n
Así comenzó el negocio allá por la que en ese momento los eetambres no
década de loe años treinta. La rebocería eran lo fuerte.

39
56
 Y leyendo los gestos, las miradas y
las coincidencias de su contexto, duran-
te los años noventa los tres hicieron
que el negocio prosperara; no sólo
crearon una marca propia, sino que
abrieron una segunda tienda y luego
otra y otra hasta que doña Irma Arco
enfermo. Entonces la pareja decidió -
ahora si- retirarse, dejando sola a
Angélica, hasta que Gabriela llegó al
negocio para aplicar su experiencia en
marketing y contribuir en la expansión
de la marca, creando el area de promo-
ción y comunicación; Angélica se
concentró en el departamento de
compras, ventas y finanzas, y 1a tía
María Elba Gonzalez de Peimbert (“una
amiga-entrenada de mama”) se encargó
de los recursos humanos y de la opera-
ción. Luego se integró Patricia, 1a otra
hermana, en ventas.
Esta empresa ciento por ciento
familiar se ha concentrado en promover
y hacer alianzas con productores
mexicanos; no sólo tienen alianzas con
fábricas de acrílicos, también trabajan
con comum'dades artesanales producien-
do hilos y aros para. bordar o telares y
esmas de madera. MW“
jim-CW
. nuevos enlaces entre significado y
1 h
comenta. Gabriela.
En dos decadas y media han logrado
conectar con 10 industrial y lo artesanal,-
sobre todo, se han encargado de promo-
ver un mercado local con productos
nacionales.
¿Wu
e z nr”.
aseguran las hermanas. No sólo se trata
de eso, sino de inundar, en mayoreo o
menudeo, de color. Ese es su cometido.
Por ello han hecho alianzas con los
fabricantes, a quienes les compran
toneladas que luego Angelique empaca
en madejas de 50, 100, 150 o 200
gramos de una gama amplia de tonalida-
des. Entrar a sus tiendas y ver sus
catalogos es un carnaval para la vista. Y
ese colorido es lo que la hace especial.
u
MW
b 1 t 'i 1
Mmmm
m V
wwe"
tmmmm
WII
l n r
Las hermanas sanchez piensan a lo
grande. No se conforman con el Pantone
comun’, Angélica “inventa” mezclas de
acuerdo con el mercado, con la tempora-
da, con lo que ve en las calles, en sus
clientes... para ir integrando un catalo-
go de colores y combinaciones tan sui
generis como los nombres, los que, como
dice Gabriela, son muy divertidos y, sí,
también uni'cos: (“jamón con huevo”),
reflejo del “ponle, tuércele, quítale" que
le piden al fabricante, a quien, por
cierto, le compran por lo menos cinco
toneladas de cada una de estas creacio-
nes. Esta es su fortaleza.
Y también las alianzas: por ejemplo,
se unieron a San Marcos Textil (Deriva-
40
dos Acrílicos) para hacer Vamos Solos.
u
r 1
WWW
Mt”. Y esta alianza, ademas, ies
ayudó a abrir otros canales, como las
exposiciones y la edición de una revista.
Pero no es todo; paralelamente, las
hermanas Sánchez se han impuesto la
tarea de difundir el hilo y el estambre,
contribuyendo a la continuidad de la
artesanía mexicana: ¿quién si no
abastece las paletas de los huicholes, de
los oaxaqueños, de los huastecos,
tarascos, chiapanecos? Respuesta
correcta: Angelique.
Ademas del estambre industrializado
por volumen, trabajan con cooperativas
a las que les compran hilo y a otras que
les venden para que continúen creando
sus artesam‘as. E insiste Gabriela: Jo“
Mmmm
WWE
l r . v
253W”.
A1 cual han renombrado. Entre sus
matizados estan el “caricia”, el “gira-
sol”... Los van bautizando, haciendo
Sl'g‘mfi'cante: ¿que color es ese? Pues
pasto o tierno. azúcar, apio, orquídea,
Jacaranda, guanabana. Colores que
tienen olor, sabor y textura. M“
musulmanas"
WWW
i '
y o
Mmmm
41
Aunque suene de otro siglo (y lo es), el
fax para. las hermanas Sánchez es un
objeto de primera necesidad. es su ruta
de acceso con las rancherías, mm“
ÉWMWRJQL
Melina; suspira Angélica. quien por
casi tres décadas ha encabezado un
proyecto que no se conforma con las
ocho tiendas. ni con las alianzas en la
maquila de estambre, sino que busca
tener un hilo conector con la geografía
y la. cultura mexicana, en el presente y
hacia futuro. MMM
Wim
LW
m rí 1
Piammmmmmítnr'
WWW-
_a_s_,_as_que_dan_clas_es_o_qmenes_an_a_r
l v
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WWW
Angelique esta tejiendo la geografía
nacional, es sorprendente ver todos los
lugares a. donde llegan. No hay que ir
muy lejos, en su tienda de Correo Mayor
se puede ver la diversidad y también el
efecto que produce el tejido. Mas allá. del
estambre, lo que ofrece Angelique es la
posibilidad de generar una economía y
también seguridad, como dice Gabriela:
MW
MW
n
MMM”. Se asume un creci-
miento. te das cuenta de que puedes
madurar, generar un cambio, como lo
hizo su abuelo. que apenas llegó al
tercero de primaria y tuvo la. visión, la
constancia y el trabajo de generar un
negocio que hoy beneficia a sesenta
familias directamente y que teje sus
efectos hacia todos los rin'cones de
México... Y sigue en expansión.
 Los estereotipos forman prejuicios que terminan cau-
sando discriminación, y por eso (a no ser que estes a
favor de la discriminación) siempre sera alentador . 3

ver a una mujer que arregla motores, un anciano que

¡No V8.8 a
corre maratones, o un hombre que teje. Alejandro Mu-
creer 10 que . si
rillo es uno de estos últimos, y no es el único. En el estoy viendo!
proceso de escribir este libro hemos conocido hasta a '.

un torero (mexicano) que teje. Cada hombre que teje

es un atentado terrorista que dana de forma irrepara-
ble el estereotipo de las tejedoras. Hace falta ser va-
liente y estar muy seguro de uno mismo para tejer
(sobre todo en publico) y ser hombre en MG'X‘I'GO, un
pais que no se puede enorgullecer demasiado de ser
Click
incluyente e igualitario. Para ser diferente en este
Click
pais se necesitan, como dirían en mi propio pais
-tambie’n muy machista- “un par de cojones”.

Alejandro, por supuesto, no sólo teje. Ariel. En 2015 ha terminado sus dos

Eso no es lo que lo define, pero de eso primeros largometrajes.- Fenómenos

quisimos platicar con él. Sin embargo, al
pensar en su relación con el tejido
terminamos hablando de su forma de
ver el trabajo y la vida. Después de
entrevistar a varios tejedores, esto ya.
no es sorprendente. Siempre, en todos
los casos, tejer tiene una. sigru'ficación
profunda en la vida de las personas.
En realidad, Alejandro es un cineasta
de treinta años, egresado del CU'EC (la.
naturales, una obra experimental con
tomas del celular, “imagenes encontra.-
das”, como explica. él mismo, y ¡¿Qu1'án
¿Ahora
te entiende?l, adaptación al cine de una
me crees? . "
obra. teatral interpretada por sordomu-
dos. Además de terminar sus dos
películas, en 2015 también retomó el
tejido. Pero empecemos a. contar la.
historia. por el principio.
Y en el principio siempre hay una.

escuela de cine de la. UNAM). Una de abuela..-

sus películas, el cortometraje Hasta. 1a í

WWW't
punta, de los dedos, fue candidata al 'ni
WWW '1

44 4B
WWW
r en las salas de espera del hospital
__-
two_s_Las—a_a_La_‘i'
ni mi í ni mi mm. Mi mm público, uno de los mas grandes de la Hospital General
www
t r i r i n ciudad. WLPI‘“

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hI’ . m 'n t 1 ni
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it Il MMM
f lí im .F m r er
Su madre trabajadora tenía pocos WMP17PP'K
días libres al año, y entonces Alejandro IMMLQQMLW
' m n in nt r
pasaba las vacaciones escolares con su WM
n it . P ir:
abuela, viajando con ella, visitando a MMM‘H
1a b n ' n t i
los primos y a los tíos. Así empezó a MW
?’ r r h co Il

tejer, en los largos trayectos de auto- WW

0 m li ”.
bús. WW
nt fmi' r todos 1 Poco tiempo después del episodio del
WW
mi ul er l m ncill: Hospital General, Alejandro tuvo un
MMMV
n vi it r t rn n ’. Er problema de salud que lo hizo convale-

Mmmm? cer durante varias semanas, algo que

MWn ,
también ayudó a. que retomara el tejido.
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QWMMW
o co mi MW
r 1 i n n n
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Was“t m WWW"
n
WWW
i 1' I‘ Lleva
MW
n a ella. n ñ sólo un año tejiendo y ya vende sus
Mmmm
t r. M r l cosas, prendas sencillas como mano-
mw
nz d h r n plas, gorros y pantuflas. Alejandro tiene
pg;i_o_o_Lc_o_s_e__e4¿_Qg__o_a_Qs._nt.
Y teni mo it u h ñ un talento especial para combinar
¿Mueve
a 1 muho y nl t' gue a l colores (mw-
Wiz
nce 'élnhmvví h_e_,_u_aL)in
f"t”. Y teje mucho en el trans-
MW
ent entré ri porte público —es su manera de aprove-
MM
vr a l bl...”. char ese tiempo perdido—.
Veinte años mas tarde, a finales de WY
' 1 ent m e ' n
2014, le tocó ayudar a un amigo a Wwwrllmlon“
entregar cenas de Navidad en el Hospi- ww
hi 'to mi l m
tal General de la. Ciudad de México. A la MMM
t'r nna hu ese mnto d I"
salida del hospital, Alejandro se encon- WWW
1' i ‘P m n i
tró con un puestito donde vendían 315W
r niñ r ñ ’G ’
suministros para las señoras que tejen MM
sea de m'e’. A mi m

46 47
Winnr Wnllhni
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n tí. imr tv n esas tr y mtr
¿mmm ya 1 nte
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y n n m hilrn 99W
fin esta lvin a nr n
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-m' yo í- que r ni 1 intru- Wi.
Yo creo que i a poco a
sg,_1,_eL___as_oL_e_b_eL___La_n‘
inv ni lhomr nind. ¿w
rm te r teed-
1
EWnt h í 1 í
MWh
nl n11’mia nl Si volvió a tejer de manera azarosa,
Min
'ín.Y t cnll t de la misma forma sus cosas se empe-
W
t y vtlmnt me puse a zaron a vender. Wrmli“
mw
1 ha r h k n MMM
‘ nito tú 1 hlit? long
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r P P 1 WMV
n ‘P’ ‘ l r í’ ‘ nt. u WMP mr".
MMM
mi 1 .E ' r II n?’... Y m h'z n r: nt _
t_a,____es_o_e_¿_9_pe_s_a_¿anQ Y para Alejandro, eso no está. del Simplemente hay cosas que no tienen
WW
f mi 1‘ em t" n todo mal. Sólo que es complicado precio, que no se pueden vender, tal vez
EW
e mea t. nn rr n que 1
Muenn a nr un v1ro_ ponerle un valor monetario a algo que eso es lo que atrae a las personas. No
W
n nt r ni iir D. WI
1' r v n r has hecho con tus manos, un objeto en sólo es lo “hecho a mano", sino también
Mi
1 m n 1 in m ezar n MMM
mir n nt h 1 n el que has invertido creatividad y que el objeto trae toda una historia
LW
n tr ur.Etn11n Wt
r . 1 n o 1' tiempo; sobre todo, que has disfrutado detras, una narración, y eso, de manera
co_e_o_,_d_o_o____ag_j_ogr_c_o__s_ntxt
to lheni an e tanto en hacer. Pero eso es lo que le da intuitiva, lo podemos ver los demas. Ya
W
r- n yo imlmnte “MMM
lo: t 1' nlaFcl un valor verdadero, auténtico, por eso nunca podrá. haber un gorro igual,
MW
t 1 u r ndí n mi ca n 1‘
MM Políti t n 1 nt nt le da. ¿nsto vender sus cosas. Le da porque ya las sobras no seran las
Mmm?íhíhmre
tbni M1
AM um z ro. En dinero, seguridad y le hace crecer. _s_E“ mismas, los momentos seran otros.
Mi
y e ro f‘ un niñ u n t.
Mlaul'vri
efinm h Muntr
' erf to e ' e o tr s Alejandro termina‘ la conversación
Mr
ren r ’ ar futbol h
MWhn i n 1 1 umm‘nii”, asevera. Hay algunas piezas dibujando un paralelo entre lo que
awen'
tr ”. WW
Il P t n r m que no ha. podido vender. Por ejemplo, sucedió con su carrera. en el cine y el
Cuando va en el metro, con su Momo
uent 1 1 en a or un gorro que hizo con todas las sobras tejido. La pelicula ¡¿Qu1én te entiende?!
cabello largo, las uñas pintadas, 1a w
V r 'one r í i rt de una producción. Que es precisamente fue algo que se le presentó como una.
barba crecida y el tejido de colores, un_a_4¿e_c_a_;l_p_o_a__e__
inflni ‘mrtnt”. el gorro que todo el mundo qm'ere oportunidad no buscada. En realidad,
pues sí, es un espectaculo. M'I‘rt
de Entonces, Alejandro me empieza a comprar.- Alejandro entró al CUEC con el sueño de

LMMLHener
1 clm y e n rsondr explicar cómo, según Marx, el trabajo hacer comedias romanticas (se declara
CWOHI
mimo e t ndo Ire - debería ser un proceso a través del cual ODA AL RETAZO fan de Woody Allen), descubrió el
Mew
n v o a 1a nt u t las personas se construyen de forma No es facil hacer un poema documental y se especiah'zó en este
ww:
n . Me h c en in creativa. _o_a_e__abg¿9__ge__e__g_“Ahr
1 tr' l ntne- con puro retacito género. Esta película, que es un híbrido

WW
l r 1" 11 ti n www“
tivi n r t me teji un gorro entre documental y ficción, es algo que

Win
nt n n el te'i ev t a1- MMM
ví 1 itivo t 't . con estambres de otras prendas empezó a hacer
WII
t v el t ‘1' nt ¿War
e 'n r1 sM r lr ‘ nido de sobras en mi cabeza 59W
f l t i .

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r ' n. í n Wan
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mtril y l iem u Invi. Y

48 49
1. La revolución de 1a cuerda 2 E1 telar;
//,_,
La mujer patio
Hermandades de
espera a que se duermen un rato
urdimbres y tramas
o que se los lleve la hermana
De nuevo la compulsión
o que se caigan al río esta, vez comunitaria

para retomar Tejer _. hablar = cantar = contar

compulsivamente
1a fibra Desde su origen ha sido multun'edia.
el huso
el hilo
el palo
el ovillo

E1 ca1__o_et1;n egipcio,
ya tiene en la mente
1a falda
de flecos

la cuerda —1'nvento de mujeres- Y de pronto se le ocurrió: ¿por qué no colgar todo de

(la cuerda = red, polea, nudo, las agujas y mandar el bastidor a la clnn'gada?
arrastre, barco, atadura, arma)
¿Y que” fue lo primero que hicieron Así puede tejer sentada en el camello.
con 1a cuerda? Cuando se le termina el ov111'o, pem‘a al camello y hace
otro ovillo.
Desatar la. fantasía.
Cuando termm'aron de atravesar 1a pemn’sula, había
Adornar las caderas concluido un calcetín.
y todo 10 que contienen en su elipsis Cuando llegaron a Taormm‘a, había enseñado a. tejer a.
accidentada. veinte marm'eros.
Cuando pasaron cien años, todos en Egipto llevaban
calcetines de algodón
con las palabras de Alah escritas en ellos.

Venus de Lespugue. 26000-211000 años de antigüedad

60 Bl
La evoiuoion
del nudo
(Un pooo de historia)
Rara. vez se otorga. a. la. iconografía. del trabajo de
las mujeres la. consideración y seriedad que se merece.
Rozsika. Parker, The Subversive Stitch

E1 tejido de punto —o tricot- no lo inventó la abuela,

pero casi. En comparación oon ei huso y ei telar, he-
rramientas prehisto’r1'eas,1as agujas para hacer punto
son relativamente recientes. Hasta 1a fecha, el vesti-
gio Ina's antiguo de una tela fabricada con telar tiene
mas de nueve Inil anos,1 fue encontrado en una exca-
Fragmento de calcetín eglpcuo.
vación arqueológica en Turquia, y se trata probable- 1 100-1300, Victoria a Alben
Museum. Londres
mente de un pedazo de lino, que ya se ouitivaba para
Una de las muestras más
este fin. En comparación, los restos mas viejos de teji- antiguas que se conoce de
verdadeto telido en punto.
do de punto son joveneísimos: se trata de unos calce- Los colores (blanco y azul) y
los motivos recuerdan a las
tines encontrados en Egipto que datan del siglo X. cerámicas Islámicas, Según los
datos proporcionados pov los
Investigadores del V6A. este
ca|cetín se tejió en redondo (con
cnnco agulas). en algodón. y de
ia punta hacaa arriba. La tensnón
varía entre IO puntos/12 vueltas
v hflpJ-/www.nytimes.com/ 1 993/07/1 3/science/site-in-turkey-yields-oldest-cloth-ever-found.htmI?pagewanted=2 por pulgada hasta los 7 puntos/
diez vueltas.

52 5-3
 IV-V. Victoria & Alberi Museum
Calcetines coptos. uk

Hechos en nalbmdmg. una técnica más parecida a coser que a tejer. pero que se confunde
mucho con el verdadero tejido. Son de lana y seguramente se usaban con sandalias.

Husos de lerracoia siglo X aC. Museo Avqueoio’gnco KeramEIkOS, Atenas, (c) Giovanni Dali'Ono

Los calcetines egipcios como el de la el comienzo de la era cristiana en algun’

foto, famosos en la comunidad de tejedo- lugar del norte de África, y de ahí se que en realidad fueron hechos con nal- la verdad —a primera vista- es muy difi-
res cibernéticos del siglo XXI, fueron te- extendió hacia Europa siguiendo la ex- binding, una de las tecnicas predeceso- cil distinguir entre el verdadero teJido
jidos en algodón, en redondo (usando va- pansión del imperio arabe y sus rutas ras del punto con agujas. Mucho mas la- en punto y estas piezas. Se necesita un
rias aguas de dos puntas) y en dos comerciales, por un lado hacia Europa boriosa, esta técnica requiere de gran arqueólogo tejedor para distingm‘rlas.
colores: blanco y azul índigo. Están fina- paciencia y maestría. ya que se teje con Otro predecesor del punto con aguias
del Este y Asia, y por otro hacia España
mente tejidos con una técnica impecable una sola aguja enhebrada con hilos cor- son los bastidores de clavos para. tejer,
e Italia. Sin embargo, también pudo ha-
y compleja; de ahí se puede inferir tOS, y hay que pasar el hilo completo por que seg‘un' James Norbury, los nómadas
que el ber nacido en varios lugares al mismo
tejido en punto forzosamente cada nudo. No es algo que un niño pueda del norte de África ya utilizaban desde
tuvo que tiempo. Mucho tiempo antes de que se
haber sido inventado al menos hacen El tejido resultante es menos elás- tiempos inmemoriales.
cien años tejieran estos calcetines egipcios ya 97‘15'
antes. Las grafias y los símbolos tico, y a1 contrario del verdadero punto,
de estos tían técnicas para. construir telas 0011
calcetines egipcios son no se puede soltar. Existen piezas mucho
los mismos que se nudos. El Victoria 8a Albert Museum de
utilizaban en las alfombras mas antiguas que los calcetines egipcios
que ya se ha- Londres, ademas de vestigios de 95‘05
cían en Oriente
Medio y Asia Central hechas con esta. técnica (en Israel, en A mi me gusta pensar que el tejido de
des- calcetines egipcios antiguos, contaeI’Van
de siglos atras. que
Pam y en Egipto, por ejemplo). En algu- punto forma parte del mismo IlnaJe
unos rojos del siglo IV de nuestra 91"?" que inventaron los
La teoría que nos museos aún las clasifican como ple- va desde las cuerdas
prevalece es que
el también copt03, que por mucho tiemp° antes de
punto surgió en zas “tricotadas” con agujas o gancho, y humanos del Paleolítico, mucho
algún momento
hacia
Se pensó estaban tejidos en Punt“ pero

SS
54
 los primeros asentamientos permanen.
tes, hasta las arterias y venas tejidas
que se utilizan hoy día en la. cirugía vu
cular o en la ropa de Issey Miyake, com,
truida en tres dimensiones en un solo
proceso. Me g‘usta pensar que tejer c0“
agujas está. no sólo emparentado, ¿uno
que viene de la misma fuente que tem
con telares, con los dedos o con una sola
aguja; que la fabricación de redes; que el
bordado, el encaje y 1a cestería: todas es.
tas artes fueron en su origen y mayor.
mente desarrolladas por mujeres. Desde
el Renacimiento, cuando se empiezan a
diferenciar las Bellas Artes y la, artesa-
nía, la sociedad patriarcal ha. relegado
las artes textiles al ambito doméstico, al
“entretenimiento para damas". Las cle-
mas, mientras, han usado las artes tex-
tiles para comunicar y expresarse. Las
mujeres han utilizado el bordado y el te-
jido para muchas cosas (para entrete.
nerse, para no volverse locas, para enri-
quecer su entorno). También para tejer
revoluciones.
Tejer a mano es infinitamente laborio-
so, es un proceso lento, y las invenciones
mecánicas para. hacerlo mas rapido y fá-
cil cambiaron la faz de 1a tierra. Sin em-
bargo, la industrialización nunca acabó
del todo con los tejedores artesanales
Por un lado, hay algunas cosas aún (cada.
vez menos) que no se pueden replicar
con una maquina. Por otro, lo mas dificil
de extirpar en los humanos son los pla-
ceres, sobre todo los que son sanos y
productivos, y tejer es definitivamente
uno de ellos.
Antes, mucho antes de que se tejie-
Eva hllando. 1170. Blbluoleca de la
ran esos calcetines egipcios, alguien
Unwemdad de Glasgow
56
tuvo que inventar el hilo. Los pelos
cortos de algún animal lanudo o una
planta fibrosa enroscados fuertemente
dan como resultado una cuerda tan lar-
ga. como la paciencia del hilador lo per-
mita. La cuerda es una. de las herra-
mientas mas versátiles que nos hemos
inventado, y es también una de las mas
antiguas, aun mas que la ceramica y
mucho mas que la agricultura. Algunos
arqueólogos hablan de la “revolución de
la cuerda”, ya que es la base de muchos
otros Inventos, como la red o la polea,
que a su vez tienen miles de usos que
hicieron más facil la vida a nuestros an-
vestimenta indus-
tepasados. Nuestra
trial es una derivación directamente em-
parentada con estas cuerdas primitivas
que se empezaron a fabricar en algún
Hombre paleslmo hulando Iana‘ 1919‘ BIDNOICCB del Corg'eso
momento del Paleolítico superior, hace
unos 20 OOO o 30 000 años. Antes de que se mecanizara, la enor-
Los textiles son una de esas cosas me e interminable labor de hacer la ropa
que nos hacen únicos entre los otros pri- a mano (cardar las fibras, hilar el hilo,
mates. Cuando uno mira la tabla crono- tejer la tela, cortarla y coserla, bordarla
lógica de eventos de la prehistoria, la o pintarla) ocupaba una buena parte del
ropa es lo que primero aparece, 190 000 tiempo de las mujeres —que además cui-
años atras. Cuando aún no conocíamos daban de los niños pequeños. cocinaban
la vida sedentaria, la indumentaria pasó y atendian lo que hiciera falta alrededor
de ser una manera de abrigarse a. una del campamento o de la aldea—. Por un
muestra. de identidad y expresión de po- lado estaba la producción de tela. para
der e ideología. Nuestro sentido estético uso doméstico, ruda y sin adornos; por
y magico nos ha llevado a adornarnos otro, las prendas para celebraciones. o
con lo primero que encontramos: pie- para personas singulares, realizadas
dras, plumas y conchas; nos decoramos por lastejedoras mas especializadas que
con tatuajes y cicatrices. y en cuanto se vertían en ellas la iconografía de cada
inventó la cuerda, con flecos. Grandes pueblo y la suya propia. Una mirada ra-
cantidades de esfuerzo, tiempo e imagi- pids. por los textiles tradicionales de
nación se han empleado en crear formas nuestro planeta devela las sorprenden-
novedosas de cuerdas, telas, bordados y tes similitudes en los motivos tejidos: los
estampados. calcetines turcos, los sueteres escoceses
B7

Aliombra. 1781, Estrasburgo, Francna VIdOfla & Albert Museum, Londres.
Para entrar aJ gremio de los tajedores. los aprendices tenían que completar vanas obras maestras en un tiempo determinado. Esta
alfombra de casv 2 m de alto por 175 m de ancho, tepda en lana de colores, fue seguramente hecha para entrar al gremio.
de Fair Isle, los chullos peruanos, los ga-
banes de Chiconcuac y
muchas
prendas de los diferentes folclores, com-
parten una misma simbología: círculos,
cruces, cuadrados y líneas curvas que
casi siempre significan lo mismo: la con-
tinuidad de la Vida (el tiempo), los cua-
otras tro puntos cardinales (el impulso de ex—
plorar), la casa, la lluvia y el viento. A1
mismo tiempo, todas las piezas que so-
bresalen tienen algo que las hace únicas:
son parte de una. tradición distintiva.
58
de un paisaje concreto, porque finalmen.
mujer
te son la obra individual de una
o un hombre, o un colectivo, viviendo en
un momento específico.
Es poco lo que se conoce sobre el ori-
gen e historia de los textiles, a. pesar de
su importancia para los humanos y de
que cambiaron la faz del planeta en el
tiempo récord de dos siglos: William Lee
inventó en 1589 —150 años antes de la.
verdadera Revolución Industrial- la pri-
mera máquina de tejer punto. Dicen que
la inventó como una venganza contra
su mujer, a. quien le daba mas placer te
jer constantemente que pasar tiempo
con su esposo. Otra leyenda, tal vez mas
plausible, cuenta. que la inventó porque
sufría viendo a. su enamorada tejiendo
por horas para recibir unas pocas mo-
nedas a cambio. Quién sabe cómo fue,
pero imaginamos que una. maquina de
tejer inventada por un hombre para im-
presionar a su mujer tejedora fue real-
mente la chispa que prendió la Revolu-
ción Industrial.
Saddie Plant. en su libro Zeros
Ones, menciona cómo Leonardo da Vin-
ci pensaba que las maquinas textiles
eran mas útiles, rentables y perfectas
que la imprenta. “La imprenta se exten-
dió por todo el mundo, pero fueron los
textiles los que lideraron la. frenética in-
dustrialización de finales del XVIII
todo el siglo XIX”, dice la autora? Pero
fuera de unos pocos visionarios, 1a tela
y sus máquinas y todos sus otros deri-
vados nunca tuvieron un gran protago-
nismo. La cosa es que la de los textiles
9 Saddie Plant, op. cit, p. 63.
59
es una de esas historias escondidas en
la historia, a pesar de su ommpresencia
y de su importancia.
Desde que empecé a tejer en 1999 me ha
interesado la historia. del punto, y en
consecuencia, la de los textiles, y sobre
todo la. prehistoria. He leido todo lo que
he podido encontrar sobre el tema, y
siempre, desde los textos académicos
mejor reputados hasta los articulos es-
critos por tejedores aficionados de todo el
mundo, todos recalcan el hecho de lo di-
fícil que resulta la investigación sobre el
origen del tejido. El material textil es de
origen orgánico, se destruye y no deja
huellas, lo que representa un problema
obvio. Las hipótesis sobre el origen pre-
histórico de los tejidos se derivan de 1n-
terpretaciones basadas en muy pocos
restos fosilizados, en raices h‘ngdi‘sticas
y en algunas herramientas encontradas
en yacimientos arqueológicos -el hecho
+ de que los implementos para tejer sean
tan sencillos constituye otra. gran dificul-
tad, ya que se pueden confundir con sim-
ples palos-. De acuerdo, todo esto sí com-
ph'ca la investigación, pero mi sospecha
es que el impedimento principal para el
estudio de la. prehistoria del tejido es que
y hasta hace sólo unas docenas de años
había pocas arqueólogas que tejían y que
pudieran reconocer restos arqueológicos
textiles. Hemos menospreciado tanto el
trabajo de las mujeres que casi lo hace-
mos invisible.
Las primeras prendas textiles manu-
facturadas, más alla de las hechas con

buon-o n "¡tu hvlkm
Representación de mujeres y un hombre tejiendo en una
tumba en Beni Hassan, Egipto. SlgÍOS XXI-XVII aC.
pieles cosidas, pudieron ser unas faldas
de cordones que las mujeres se anuda-
ban a la cadera durante el Paleolítico. La
prueba que tenemos de estas minifaldas
de flecos son las Venus encontradas en
yacimientos arqueológicos de Europa.
Elizabeth Wayland Barber, en su libro
Women's Work, sospecha que no fue 1a
necesidad de protegerse del frío lo que
impulsó a los humanos a fabricar ropa
(ya teníamos pieles y fuego y nos refu-
giabamos en cuevas), sino mas bien la
magia que ésta imbuía a quien se la
po.
nía. Las primeras prendas fueron ego! STOCIIKG FIA-I.
Lin-I
un.
magia: la falda del poder, que, como
Barber sugiere, tal vez indicara que
quien la portaba estaba en edad de tener.
hijos. Las faldas de las Venus europeaa
eran símbolos portatiles de la capacidad
reproductiva. Esta hipótesis es reciente;
hasta las décadas de 1950 y 19601“
marcas de las figurillas se interpretaban
como adornos y tatuajes, o como símbo.
los totémicos (serpientes, por ejemplo)_
A ningún arqueólogo se le ocurrió que
pudieran ser “falditas” para atraer las
miradas hacia los lugares interesantes
para la reproducción sexual.
Durante los días del largo Paleolítico
hubo artesanas compulsivas, y ellas —le.s
abuelas de todo- fueron capaces de anu- D Jah;
I h-A-b. l Mh- "Irávq 1m
dar complicadas y finas faldas de flecos r “Ari-my.“ l Jana r». A. .nú ¡INI-vw
W.
con las herramientas mas sencillas, una
actividad compatible con su vida nóma- DÍbUJO técnico de la máquina para tejer de William Lee. 1867i
William Lee inventó su máquina en 1589, pero no fue sino hasta mucho mas’ tarde que su uso se generahzó en Europa Cuando
da y con la maternidad. Es lógico que de
Lee mostró su Invento a la reina Elizabeth I. ella no le dio la patent e. Temía acabar con la industna del iepdo manual Esta
le. cuerda surgiera el huso para hacer máquina es la madre de Ia RevoluCIón lndustn‘al.
hilo. Hacer hilo, al igual que tejer, es una.
actividad repetitiva, mono’tona, casi hip- o arbol y el extremo opuesto a la cintura bricación de telas de grandes dimensio«
nótica y muy adictiva. En algún mamen de la mujer, que con su postura tensa los nes y que fueron los predecesores de los
to —unos milenios mas tarde, ya en el hilos para poder echar la trama, vuelta stitch ¿e bitch contemporáneos: grupos
Neolitico- se dio otro gigantesco paso ló- a. vuelta, entre le. urdim'bre —ta.l y como de mujeres que se reun'en para tejer, ple.-
gico: el telar, que algunas fuentes dicen todavía lo hacen las mujeres indigenas ticar, cantar y hacer terapia. El tejido
que se originó en China, y otras de México—. Antes de que estas máqui- tiene vocación comunitaria desde sus
—las más- en el Medio Oriente (Meso- nas pudieran ser inventadas, los huma- principios.
potamia, Egipto, Turquía), o tal vez, de nos tuvieron que asentarse en aldeas Durante los primeros 20 000 años de
nuevo, en varios lugares del mundo al permanentes, en las que poco a poco desarrollo de los textiles, tejer fue cose.
fueron domesticando plantas y animales de mujeres casi exclusivamente, como
mismo tiempo. Los primeros telares apa-
recieron hace aproximadamente 10000 —el telar no es compatible con la Vida relata le. arqueóloga Elizabeth Wayland
nómadav. Después llegaron nuevos ti- Barber. Aunque existan grandes dife-
años, y fueron seguramente los de cintu-
pos de telares de bastidores, unos arma- rencias entre unas culturas y otras,
ra, en que los hilos de la urdimbre se
tostes complejos. manejados por dos o la división de labores entre mujeres y
amarran a un solo punto (en un palo,
tres mujeres, que hicieron posible la fa- hombres es prácticamente universal,
por ejemplo); este se amarra a un poste
61
60
 sobre un camello—. se le ocurriera utili-
zar varias agujas para. sostener en ellas
los puntos y anudar el hilo sin tener que

cortarlo, de manera repetitiva y acumu-

lamva, para finalmente construir una,
Ahí está. el de-
tela tubular sin costuras.
talle: el tejedor está. haciendo tela y

prenda, las dos cosas simultaneamente,

y ademas todo es portátil. Esta aparente
sencillez es la ventaja principal que tiene
el tricot sobre el telar. Aunque hay otras.

sobre todo para los humanos nómadas y

preindustriales: dicha. portabilidad la
hace ideal para aprovechar todo ese

tiempo que se usa. en trasladarse de un

lugar a otro: así, s1m‘ultaneamente se

produce un objeto y se fortalece la men-

te. La técm‘ca es sencilla. y tiene miles de
posibilidades; y la tela resultante es elas-
tica. Esto es muy importante, sobre todo
a la hora de ponerse los calcetines. Antes
del punto, los calcetines eran una especie
de cintas que se enroscaban al pie y al
Vista de Caemarvan, Paul Sandby. 1786, Biblioteca Nacional de Gales
tobillo. Imaginate un calcetín de tela.

y cuidar niños, tejer y cocinar han sido nen siempre las mismas características: Pues eso. Otra de las ventajas, nada des-

los trabajos femeninos. En 19'70 la an- no requieren de una gran concentración deñable para los que viajan: mantiene

tropóloga del Radcliffe Institute, Judith tranquilos a los ninos inquietos.

ni de ausencias largas fuera del hogar,
K. Brown, publicó un texto académico se pueden interrumpir y volver
sobre la división de labores. Los antro- a retomar facilmente, y sobre todo. no
pólogos y los etno‘grafos pensaban que la son peligrosas para, los niños. Tejer es
división se basaba sobre todo en las dife- Regresemos a. los calcetines egipcios:
perfecto.
rencias fisiológicas y psicológicas entre todo indica que el tejido con agujas se

hombres y mujeres (es decir, las muje- originó en Arabia, en el Oriente Medio y

res hacían ciertas labores por ser consi- el norte de Af‘rica, entre grupos de nó-
deradas más débiles y menos inteligen- madas que recorrían las rutas de los
Entonces: pasó mucho tiempo -—má.s de
tes). Sin embargo, Brown sugería mercados que um’an Europa con Asia.
por 8000 años- desde los prim'eros telareS
primera vez que las labores Esto se deduce, primero, por las mues-
se han divi- de cintura hasta que a alguien, tal vez
dido mas bien entre las que tras mas antiguas que se han conserva-
se pueden
1m teJedor o tejedora nómada que ya 00'
combinar con el cuidado de
niños peque- do y, después, porque los primeros paí-
nocía la técm'ca del nalbm‘ding, o que 56'
ños y las que no. Estas actividades ses europeos en los que se empezó a
tie- J'ía con un bastidor de clavos -la imagino

63
62
 se ocuparon de abrigar manos. cabezas y

pies. En los grandes talleres profesiona-

les se tejían calcetines para las casas

reales y los altos cargos eclesiásticos, y

en las casas mas humildes se hacían sus

propias prendas, ademas de alimentaria
demanda de hilo de los gremios. Hilaban
y tejían hombres, mujeres y niños jun-

tos, separados y en distintas combinacio.

nes. Las piezas mas finas se considera-
ban como objetos de gran lujo, como

obras de arte —1a distinción entre arte y

artesanía llegaría después, en el Renaci-
miento—, y ese tipo de prendas, sobre

todo guantes Litur'gicos y medias excep-

cionales, son las que han sobrevivido

hasta nuestra época. La gente mas pobre

usaba 1a ropa hasta su desintegración, e
Incluso entonces, ya prácticamente des- Hombre tejiendo en la ¡sia de Taquule, Perú. 2015.
hechos el calcetín o la gorra. se podía (c) Maria López de Argumedo
Guantes de liturgia, snglo XVI. VICÍOrIa & Albert Museum. Londres.
Tejidos a mano con seda en España. estos guantes eran usados por soltar el estambre para reutilizarlo en Con los conquistadores espanoles el
obispos y altos cargos de Ia Iglesia
una nueva prenda. tricot llegó a América, donde (sobre todo
Durante varios siglos sólo se conocía en Perú y Bolivia) la técnica se arraigo
tejer fueron España e Italia, los vecinos dancia de lana = entusiasmo tejeril). En el punto al derecho y se tejía con cuatro fuertemente y se adaptó como un guante
mas próximos al mundo arabe -no hay Inglaterra, donde ya se encontraban al- o cinco agujas de dos puntas, en redon- a las ricas tradiciones textiles de su gen-
que olvidar que España fue dominada gunos de los talleres de bordadores más do. Para hacer prendas planas se corta- te. En Perú, en el lago 'Iiticaca, la isla de
por los arabes por ma‘s de seis siglos—. famosos de Europa, se desarrolló de for- ba el tejido o se tejía con bastidores. La. Taquil'e es famosa porque desde hace
En estos paises, sobre todo en España, ma notable, al igual que en los países primera evidencia del punto al reves la cientos de años sus habitantes viven del
todavia se teje cruzando los puntos, escandinavos (de hecho, existe un “pun- encontramos en unos calcetines con los tejido de punto. Sólo los hombres tejen, y
como lo hacen los arabes y los peruanos. to escandin'avo"). que fue enterrada la dama española lo hacen constantemente. Las mujeres
Otro indicio de su origen es que se teje Del siglo XV en adelante, la historia Eleonora de Toledo (casada con el italia- cardan, hilan la lana y (sólo algunas) te-
de derecha a izquierda, tal y como se del tejido en punto está. mejor documen- no Cosimo de Medici) a mediados del si- jen con telar de cintura.
escribe en arabe. tada, ya que se volvió una industria im- glo XVI. Esta invención revolucionó el Para principios del siglo XVII la. má.-
Durante la Edad Media se prepago portante en muchos países europeOS, tejido a mano, haciendo posible no sólo quina de tejer m’ventada por Lee ya ha-

por toda Europa, principalmente desde donde los tejedores se agruparon en gre- la facturación de piezas planas que imi- bía terminado con los grandes talleres
España, que suministraba medias de mios (el primero fue el de París, creado tan a las piezas cortadas por un sastre, de tejedores europeos que florecieron
seda a la realeza europea; cuando el en 12683). En un principio, los tejedores sino también 1a increible variedad de desde la Edad Media hasta pasado el Re-

punto llegó a los países del norte encon- Puntos que se pueden llegar a hacer nac1m'iento. A partir de ese momento. el
tró un suelo fértil para florecer (frio + combinando estos dos puntos, el derecho punto mecanizado e industrial y el he-
necesidad de calcetines y gorras + abun- 3 Leia Nargi, Knitling Around the World, 201 l. p.18- y el revés. cho a mano se separan, aunque nunca

64 66

(7(¡)Iy7w//Hnryüaj'fim‘.mÁ
Hilando y leyendo a máquma, J. Hilton. i750, Blbhoieca Wellcome, Londres
del todo. El tejido artesanal quedó rele—
gado al ambito doméstico, como una ac-
tividad sobre todo femenina, y sólo en
algunas comunidades rurales de Inglate-
rra siguió siendo una sigmfi'cativa. eco-
nomia. doméstica. Pero su espíritu prác-
tico hizo que sobreviviera, sobre todo
entre la. gente mas humilde.
Mientras que el tejido de punto a
mano se estableció como una actividad
de campesinos y gente pobre, el bordado
fue tomado por las mujeres de clase alta
como una actividad apta para la vida
Durante el invierno, las mujeres, que
mm gustan de hacerse compania. a
menudo se reun'en todas en la casa de
una, de ellas para tejer, sentarse alre-
dedor de un fuego y escuchar alguna
vieja historia o canción, o el sonido del
arpa, y esto se llama cymmorth gwe o
1a. asamblea tejedora... A las afueras
del pueblo, en el extremo sudeste, hay
un montículo artificial llamado Tom-
men y Bala, que en ei verano se cubre
de manera pintoresca. con tejedores de
uno y otro sexo y de todas las edades.
En Dinamarca, los pastores purita-
nos a menudo desalentaban aestos grua
pos de tejedoras porque fomentaban el
chisme y el pensamiento independiente.
En la m‘troducción a su mítico libro
Everybody’s Knittm'g, Kirsten Hofstat-
ter habla. de esto.-
Pre's Gavamy, 1850, Biblioteca MUmCIpaJ de Toulouse.
En Jutland, todo el pueblo se reunía
Pastores y man'neíos han SIdO lejedmes Inveieíados
para tejer en lugares determinados,
donde se contaban historias y se cele-
7.511/17r;7.¿flama/(Mt 083%” ¿7’14 all . L'W’mzn/ lZara/1 Í/a/m’v I, (num):
braban competiciones de hilar estam- los que veian como poderosos árbitros
bre. Los pastores, educados en ciuda- de las actitudes de la comunidad.
matrimom‘al acomodada. Los campesinos des, luchaban contra estas reuniones
denunciándolas desde sus pul'pitos, Nada nuevo: desde tiempos inmemo-
(pmn'cipalmente mujeres, pero también
Alegaban que sucedian' todo tipo de in- riales las reuniones, especialmente las
hombres) siguieron tejiendo para vestir
moralidades en los grupos de tejido, y de las mujeres, o las lideradas por estas,
a sus familias y para complementar la
advertían que tejer era una actividad como las de Dinamarca, han sido una
economia. doméstica vendiendo sus pren-
femenina que reblandecia a. los hom- amenaza para la autoridad.
das. Los círculos de tejedores prolifera-
bres, que entonces serían incapaces Las finas medias de seda y de algo-
ban en los pueblos de Europa. del norte.
de cultivar sus campos y se dedica- dón, tan de moda entre los hombres des-
ya que los vecm'os se podian llevar sus
rían a escuchar avidamente los cuen- de el siglo XVH hasta finales del XVIII, se
labores a un lugar especifi'co. En una
tos de viejas que se relataban en estas fabricaban en talleres en donde los pa-
anécdota. recogida. en el h‘bro de Sandie
ocasiones. Consciente o inconsciente- trones rentaban sus maquinas a. trabaja-
Black, un escritor/Viajero m‘glés describe
mente, los pastores se sentían amena- dores que traían a su propio ayudante
sus observaciones sobre una comunidad zados por los grupos de tenedores, a. para. enhebrar los hilos (por lo general,
de Gales en 1773-.
6'?
66
 t‘eflendo, no sólo tejen las mujeres, sino

también los niños y los hombres, sobre

t¡odo los pescadores y lOs pastores; es de-
cir, a¡(menos que realizan actividades que

conllevan esperas y paciencia.

la cual el punto sobre-
Otra razón por
vivió a, 1a industrialización del siglo XIX

fue 13, proliferación de libros y revistas

de patrones. Esto va um’do a. la alfabetiu

zación de las mujeres, y a que una de las
mundo era. una
reinas mas poderosas del
experta tejedora: Victoria, reina de Gran

Bretaña durante 63 años y emperadora

de la India por 45, no sólo tejía, también

hacía crochet e hilaba. Muchos autores
la. consideran responsable del resurgi-
Portada de libro Ilustrado que "cima nstvucciooes para
miento del tejido entre las clases urba-
tejldo de punto. crochet. macrame’ y bordado, 1847
nas (media y alta) durante el siglo XIX y Blblnoleca Slemng end Ham-me Cxam An ins'lm‘e.
Los costos de Imprimir llbeS oa,a'on en el Szglo XIX‘
principios del XX.
y uno delos efectos colaterales íue la exparso‘n oe
En el siglo XX las dos guerras mun- técnicas para trabalar con agulas.
diales ayudaron aun' mas a la expansión
Smaumm E H5 En! IWSÜ’L" UO‘LÁ
rota nm I: "mmm: IB.“
del punto, especialmente la. segunda.
|

Trabajadores de una fábrica de tejido de punto en Holanda. 1955 organizó una campaña
Gran Bretaña
masiva de tejedores domésticos para
mujeres y niños). Aunque era mucho las mujeres se ocupaban de los acaba- abrigar a los soldados en el frente. La
mas rapido que tejer a. mano, seguía dos. Esta división perdura en nuestros campaña. llegó hasta Estados Um’dos con
siendo una. labor bastante artesanal y dias. Pero aunque sean procesos total- el nombre de “Knitting for Britain”. Clin-
laboriosa, como saben las personas que mente distintos, el tejido industrial ha ton W. 'I‘owbridge4 recuerda: “Cuando es-
han utilizado alguna vez una. maquina
influido en las invenciones de los tejado- taba en el internado durante la. Segunda
de tejer casera No fue sm'o hasta el si-
res artesanales, que a su vez han segui- Guerra Mundial, todos tejíamos -1n'clu-
glo XIX que, gracias a. una serie de nue-
do influyendo en la industria. yendo al director, los maestros y todo el
vas maqum‘as para tejer y a la aplica-
En cualquier caso, el hecho es que casi equipo de futbol—. Algunos muchachos se
ción de la energia del vapor
a dichas todas las culturas que han estado en con- obsesionaron y tejieron bufandas de 12
máquinas, los textiles de punto
se indus- tacto con el tejido de punto lo han h80h° Dies... ‘Kmtting for Britain' fue algo así
triah‘zaron completamente.
Como hace parte de su vida cotidiana. De alguna m9" como un escape, supongo, terapéutico,
notar Sandy Black en Knitting:
Fashion, tal vez, en un momento en que 1a Vida
nera, su practicidad y sencmez es lo 0.119
Industry, Craft, en las fábricas,
así como salvó al punto de ser -como lo es el bor- era muy complicada. Pero nadie veía
anteriormente en los talleres,
había una. dado- casi un sinónimo de la. domestica-
división de labores
por sexos: los hom-
ción de lo femem'no. En las comunidades
bres operaban las ‘ httP/'/www.csmoniior.com/ 1 997/ 1 205/ 1 20597. Eleanor Roosevelt. una de las grandes damas
maquinas pesadas y
Purales en las que se ha. tejido y se sigue homehome. l .himl tejedoras del suglo XX

65 69

AMERICAN RED CROSS
OllR BOYS NEED
SOX
KNl'l' YOUR BIT
Póster estadounidense de la Primera Guerra Mundial,
1914-1918, Biblioteca del Congreso.
Las dos guerras mundiales impulsaron el tejido casero.
Cualquiera podía senirr que ayudaba tejiendo prendas para
los soldados
nada raro que los doscientos niños de un
internado estuvieran ocupados a todas
horas en esa actividad. Y a nadie se le
ocurrió pensar que era inapropiado por
ser ‘trabaJo de mujeres’”.
Las grandes casas de alta costura del
siglo XX idearon sistemas para emplear
los talentos y conocimientos de las teje-
doras domésticas. Elsa Schiaparelli dise-
ñó su famoso sueter trompa 1'oeil en
1920 y se lo encargó a una tejedora ar-
mem‘a que le recomendó una amiga. El
sueter tuvo tanto éxito que a Schiapare-
111 le llovieron pedidos, y la tejedora ar.
menia tuvo que contratar a otras tejado.
ras para cubrir le. demanda. Del mismo
modo, y aprovechando el sistema de teje.
dores, ya creado por 1a Women's Volun.
tary Services (WVS) durante la Segunda
Guerra Mundial, se formó en 1947 el
Women’s Home Industries (WHI), una
empresa que entregaba estambres y pa-
trones a las mujeres en sus casas, y
ellas, a cambio de un salario, regresaban
piezas tejidas que a su vez eran termina-
das en un taller central en Londres.
Creada por una aristócrata, lady Rea-
ding, la empresa recibió miles de soh‘ci-
tudes, pero para empezar seleccionaron
a 1500 mujeres y un solo hombre. La
WI-II trabajó con las casas de alta costu-
ra, como la de Schiaparelli o la de Dior, y
durante las siguientes dos décadas sur-
tió de ropa de alta calidad tejida a mano
a tiendas como Neiman Marcus, en Da-
llas, y a ch'entes privados, algunos de
ellos celebridades como Lauren Bacall o
la princesa Margarita de Inglaterra.a
El punto siguio siendo popular por
todo el mundo durante las décadas de
1960 y 19'70, para decaer en la siguien-
te. Pero el tejido sobrevivió. Durante los
ochenta también hubo un resurgimiento
de las maquinas tejedoras domesticas,
y la revista Vogue, después de varios
años sin hacerlo, volvió a. publicar en
1982 su edición periódica Vogue Knlt-
ting para inspirar a tejedoras de todo el
mundo. A finales de los noventa el tejido
a mano vuelve a resucitar, esta vez de la
5 Sandie Black. Knitting. Fashion, Industry, Craft. 9012i
p. 97.
70
mano de la gran red, el sueter global por
excelencia: Internet.
Tejedores de todo el planeta, por fin,
pueden compartir en tiempo real técni-
cas, proyectos, patrones, inquietudes,
obsesiones, folclore y chistes. Es posible
aprender a tejer cualquier cosa en You-
Tube. El punto del siglo XXI hace hinca-
pié en 1a comunidad: empiezan a apare-
cer los grupos y colectivos de tejedores
por todo el mundo: el yarn bombing
inunda los espacios públicos: desde
2005 se celebra. el día de tejer en públi-
co. Esta vez, por fin, hay muchos ma’s
hombres involucrados. En las universi-
dades se multiplican las tesis sobre el
tejido y se publican muchos libros sobre
la historia del punto. Los tejedores del
mundo se hacen visibles. Este resurgi-
miento de las artes textiles manuales de
principios del siglo XXI es subversivo,
feminista y guerrillero. Volveré. a de-
caer, supongo, y volverá. a renacer, por- una vez, y mas de dos veces, y esto hace
que es una forma de crear algo tangible que la. tarea. de dar crédito sea muy com-
y bello con los materiales mas sencillos plicada". Ella. misma creó algunas for-
(dos palos y un ovillo de estambre). Los mas novedosas de montar y terminar
seres humanos llevamos el tejido por puntos. “Sé que algunos tejedores, intri-
dentro —y por fuera-—. gados como yo, seguramente llegaron a
En la introducción a su h‘bro Knitter’s las mismas soluciones [para montar
Handbook, ya un clasico desde su publi- puntos]. Entonces, ¿estaba yo creando
cación en 1 986, Montse Stanley pide dis- algo nuevo y original?, ¿no será. mas
culpas de antemano por si se equivoca bien que hay una fuente invisible de sa-
dando el credito de alguna técnica o de biduría tejedora de la que yo, subcons-
algún punto a alguien equivocado. Lo cientemente, me estaba alim'entando?",
que dice es significativo: “Antes de co- se pregunta Stanley.
menzar a. escribir, analice casi tres mil Yo creo que sí, y que es la. misma que
Páginas sobre punto en publicaciones de descubrieron las señoras de las cuevas
tOdO tipo, y de varios países. Todas estas de Lespugue, al sur de Francia, para fa-
lecturas me han convencido de que una bricar sus exquisitas faldas de flecos
técnica puede ser descubierta mas de hace aproximadamente 20 000 años.
'71
____g___q_p_p____\“Me
in'triaba el calor ue roorcionaba el estambre”_
¿Que reacciones químicas generaban las fibras? Fue
una pregunta que resolvió despues, al entrar a la um-
versidad, pero a los seis años, para Mónica Serrano
Desde la antigüedad la historia del
aquello era simplemente magia, una que se extendía a
papel ha sido paralela a 1a de los
1a textura de esas madejas que se transformaban en textiles. De hecho, el papel tiene su

“algo”: una gorra, una bufanda o las oobijas que tejia origen en la costumbre de escribir sobre
tejidos; en un principio ambos fueron
con su abuela, Raquel sanchez sanchez, quien le ense- fabricados con 1a misma materia prima, Este apasionante proceso quimico se

n'ó a tejer a gancho, el cual aún a sus lOO años sigue
practicando.
Mónica, bajo la tutela de su abuela,
subrayando lo parecido de sus propieda- extiende al tejerlo y, después, en su uso.
MMM
1 , l X “1
des, formas y hasta. modalidades de uso.
Mónica. descubrió de primera mano ese
vínculo irrompible entre papel y textil.
M ' n
Mmmm nt; t
Pero luego la vida no sólo pasa, sino

fue aprendiendo un sinfín de puntadas que nos alcanza, y Mónica. se mudó a la

y descubriendo que tejer era, ademas de
un placer, una forma de ganarse la vida
y no un mero entretenimiento. Asi pasó
su infancia: aprendiendo, apoyando con
su mano de obra e ideas a 1a economia
familiar y también formando parte de
una comunidad que por decadas fue uno
de los ejes textileros del llamado “mila-
gro mexicano”: Ciudad Mendoza, Vera-
cruz. Creció rodeada de 1a magia,
observando 1a metamorfosis del estam-
bre en prendas, y en una de las capita-
les de la fabricación de textiles y
estambres. En este poblado cercano al
Pico de Orizaba, tejer era el complemen-
to ideal para amortiguar el frío húmedo:
Wi“
1 r '
MW”. Desde niña experimentó
esta adicción: Wir‘
MW
in l r '
capital para estudiar Química en la
Universidad Nacional Autónoma de
México, siguiendo 1a tradición familiar:
su padre es ingeniero químico, y M“
simumenisfiflfigeriengmal
WW
í n ‘ 1 ' l
Pese a ser una especialista en alimen-
tos, trabajó mas de quince años anali-
zando los procesos vinculados con la
fabricación de papel, Wi
MAMI-LL E l . l í . I
MWÏ'PÏNH
WWÁPI
¿Qué pasa cuando se produce a nivel
industrial? MW
WI
mmm»
i l
Debido a la dictadura de lo indus-
trial, hemos suplantado el vínculo con
la naturaleza por relacionarnos con la
tecnología. Mónica retomó el tejido con
esa conciencia, y parte de esta radicaba
en descifrar la química del tejido. Saber
que la lana es cabello cambia la. pers-
pectiva y nos conecta con los annn'ales.
La lana es pelo de ovejas, borregos,
cabraS. camellos..., mundi“
A las tejedoras nos encanta ver -y
tocar- estambres de muchos colores,
ese es uno de los detonantes de la.

'74 '75
imaginación; sin embargo, poco nos MWIr
el lr n r r l m
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lnteresamos por los procesos. Y para W
l 1 m t MW
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consumir de una manera más responsa- W
ni ‘l in r ión fí 1' WMPPHE
ble hay que adentrarse en ellos. Fabri- WWWI- Www
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car estambres es alquimia. MMM WWQLMÍ

1 r ' r m' 1'
WWW]
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r n i l an
1' t 1 e 1' r laz. La batalla frente a la. oferta. colorís-

tica de los acrílicos y su resistencia

Quizá. habría que pensar también en estaba perdida. Mi“
viv' l m l tm”.
la naturaleza al escoger colores. Mmmmrl.' El sentido ecológico, reciclable y
A traves del papel, Mónica. modificó WMV
nt r r r1 orgánico debe ser una prioridad. El
su forma de entender el tejido, lo apren- WWWD. rescate de lo hecho a mano se ha
dió desde otra perspectiva, ni buena nl convertido en una forma de protesta
mala, simplemente desde un ángulo contra la sociedad de consumo. Debe ser
distinto que 1a reconectó desde un una responsabilidad social para. conser-
sentido mas espiritual —al entenderlo en var el planeta.
relacion con la naturaleza- y mas WWW Wall“
intelectual, al analizar sus procesos y
efectos químicos, así como sus reaccio-
nes eeonómicas y efectos con la comum‘-
dad. Tal vez la decisión de ser mamá. le
abrió otra forma de ver. La maternidad,
sin duda, le planteó la oportunidad de
transformarse y aventurarse. M“
WWmi i i MWI
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I. Wen

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Y así lo ha hecho, sobre todo con una er
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visión sustentable. W-‘ ln

um
Momento, ¡paren las prensas! ¿Es,
entonces, un mito eso de que la lana. Desgraciadamente lo barato es lo que
acalora? Móm’ca. derrumba. un tabú: mas se vende, y lo mas barato es el 100

fijammrl”. Una idea más que WWW por ciento acrílico: W“

vanguardista, romantica, porque como www

i í 1'
Mónica lo comprobaría pronto, gasa“-
fmgamentugulumi
rt n l nt r fl
mw"
MMM”. iz r

Este gusto por lo plasticoso tiene su Esta paradoja de la. economia entrlstece

boom en las décadas de los setenta y a Mónica, quien tampoco entiende por
¡BMW-ML? que la mayoria opta por lo importado.
ochenta. Se vivía la. epoca. del poliéster:

77
76
MWWI‘LW En su vida como tejedora profesio- cerrar el círculo, darle la oportunidad a

umaWamomanntmlñ" nal, Móm‘ca no ha dejado de hacer estas fibras de reincorporarse a la

WM!" Winlr-' química, 1a hace al explicarle a sus tierra, WW

WMZI’MPI’ menceLmuEQMAmMmmtmi.r clientes las ventajas de las fibras mmm”.
¿1,1%me
xtil mn y muy c_e_o_que_o_e_necb_o_tan_maLm_taba19rnhir naturales, la practica al comprar, al Al entender la quimica. del estambre,

erm.' Mmmmtiiv tejer; pero en esta nueva ruta ha tenido sus procesos, tejer adquiere otra dimen-

WWW" WWW algunas decepciones: W‘ sión. Ya ni siquiera las bolitas de los

WW
d i rr 'v ' Www
li n if r n WWW in I’ ‘ r suéteres se ven igual, porque su exis-
WW
e rm mew 'n nt r tencia no es provocada por los materia-

vw
hr t zht wmmnli' I. r
wasabi“ les, como cuenta la leyenda, sino por la
un
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in em 1 r ' n W11 . i WW
m'nt nt manufactura Todos los estambree, sin

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nl h- WW 93W
r ni i importar que sean ciento por ciento
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í r i .A t 1- hMLMWQM
m o f ri n Mminlnmtmle" poliéster o natural, son sometidos a un
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o. Me ui ’ 1 r' proceso llamado escrución. M
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r ti m f rn Q__ega_o_p_a_e_o_¡;s_as_o_se_m
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l .H í n “WWII:
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W
1' 1 tr ’ r D. ll Móm'ca pone el dedo en otro renglón: WWW
re n fl m h vi i'n:
Mmmm
r la calidad. No todo lo importado es Www
ri e inv in ’ r t
Bajo el petroleo, se creó el fast bueno, m' todo lo nacional es malo. En MMM
r 1 ro mi r'
fashion, ganó el capitalismo salvaje que muchos países, como Perú, Uruguay, MMM
lr r 1 tr ' 1 r '
homogeneizó al mundo, relegandonos a Inglaterra, Nueva Zelanda, donde se Wai
D ci nt 1m
ser sólo consumidores, “socializando” la producen lanas industriah'zadas -y muyr Mi“;
imit nl n lti
P n r mal-MW.
. l 1 . ,,.
oferta a un costo muy alto. Lo barato buenas, por cierto- el gobierno y la Mmmv t r r fl r
sale caro, pero el mercado manda y lo sociedad protegen su campo y sus Mmmm
l r l t n rt Y la magia sigue. Lo sabe Mónica y
que manda es una producción barata mercados locales. WinI. 1 ntiv 1 l lo sabemos Annuska y yo. La materia
para vender mucho: cantidad versus W“
m MMM
í 1-. lt . Por f rt n no se destruye, sólo se transforma.
calidad. Vestimos los derivados del WWII
1' n i 1' í Detras de tejer hay quimica, una que
petróleo. y parece que no nos 1m'porta. mmm Mami también produce magia al tejer comuniv
MME
r rd n M rw“
in ntr l griginaL”. Ellos y ellas estan marcando dad, como lo ha hecho Mónica Serrano,
WMP
'im el cambio. quien un día decidió dejar la ciencia
WWWQMH
d 'n ' t Uno de los retos para las tejedoras para dedicarse a tejer. Una aventura
MW
1' t nl ¡1 vi
WD]GPI‘ I‘ t contemporáneas es entender el acto de loca que hoy es un punto de referencia
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WWW. M h mw
r r n ti . tejer como un acto orgam‘co. Apreciar en su entorno. Su tienda es una escuela
WWF
nn MMM
d ' h ho ‘al ' ' esas lanas naturales de cabras, ovejas, y una biblioteca de tejidos. Un espacio
WWW
I, Lo peor es que si usamos borregos, llamas, chinohillas; aventurar- democrático donde todos somos iguales,
Mmmm“ los sentidos, sobre todo el comun‘, sí se a experimentar en hacer lana de donde las diferencias se diluyen en un
WWW. podríamos reconocer ciertas calidades otros animales, como el buf'alo. Pero solo propósito: tejer sin prejuicios m
MWrr al tacto. también debemos aprender a reciclar, pretensiones.

'76 79
Tejer es el fluir' de la vida, todos los organismos estamos
m‘terconectados en una micro y macroescala en el universo,- nos
observamos dentro de un tejido que se expande y que es nuestra
conciencia, tocamos la música de 1a vida con infinidad de cuerdas
dentro de nuestro ser. Somos el reflejo de lo que hay afuera.
Tejido es unidad, no división, tejido es nuestra madre..., un lugar
donde todos pertenecemos, donde somos y seremos. Tejer es
colectividad, revolución, construcción; algo que he aprendido con
el tiempo es que uniendo y tejiendo aprendemos a estar en
comum'cación-comunio‘n, danzamos y nos movilizamos, porque
cuando uno avanza, el universo entero también avanza. Somos uno.
Mustang Jane
Artista
80
El tejido es un vehículo de expresión creativa en mi vida. Durante
muchos años me dediqué a investigar en el area de los estudios
de género, en especial el tema. del arte contemporaneo. Siempre
sentí interés por artistas que involucraban en su trabajo
actividades que socialmente son consideradas femem’nas, como el
bordado o el tejido. Durante todo ese tiempo estuve en un lado del
espectro: en el de las ideas, los conceptos, la teoría, el análisis. Y
ahora era mi momento de pasar al otro lado: al de la intuición,
las sensaciones. Era un sitio donde la lógica y las reglas no tenían
que prevalecer. E1 tejido me fascino‘, desde un primer momento,
porque me permitía incorporar mi cuerpo y me ayudaba a
derribar los límites y las normas impuestas por
la razón.
Mariana Rodríguez Sosa
Artista-socióloga
81
inter- “Materiales: cinta métrica, estambre de lana (preferentemente),
agujas (números del cm’co al ocho) y aguja para unir. Mide la circun-

ferencia del poste o arbol o el area a. cubrirse. Monta. unos diez a.

textualidades
veinte puntos y teje hasta alcanzar el largo requerido. Une y listo: has
terminado tu graflti tejido”.

Estas son las instrucciones que da Keri Smith, en su

al derecho libro The Guel'Tilla Art Kit, para practicar el yarn boni-
bing, cuya primera intervención —se oree- sucedió en
Holanda en 2004, un ano antes de que explotara el

al reves. boom gracias ala estadounidense Magda Sayeg, y que

se propagara por el Reino Unido a traves de colectivos
como Knit the City, sólo que con un giro lingüístico:
del otro lado del mundo se le llamó yarn storming.

Arte, diseno y Tormenta o bombardeo, el yarn grafiti se difundió‘con

una misión clara: “poner tu mensaje en el mundo”.

activismo Aunque no existe una fecha oficial

que certifique la primera intervención
un gesto posmoderno-, estas acciones
se consolidaron en lo que los especialis-
pública. de tejido, lo cierto es que fue tas en arte urbano llaman graflti textil,
consecuencia de la. globalización. El re- el cual tiene sus orígenes en la subcul—
nacimiento del acto de tejer explotó du- tura del grafiti en los años ochenta. Esta
rante el primer lustro del siglo XXI, vertiente no sólo se refiere al yarn bom-
cuando mujeres urbanas —y algunos bm'g, como menciona la. doctora en So-
hombres- de todas las edades salieron a ciología y Geografía por la Universidad
las calles, cafés, plazas y transporte pú- de Oslo, Emma. Arnold, también incluye
blico a tejer, no sólo para “entretenerse”, el Invasive hace y las Crochet Intru-
como suele verse desde una perspectiva sions; el objetivo no se limita a. cubrir
tradicional y conservadora (machista y arboles o el mobiliario público, sino de
feminista), para. desestresarse (como tomar banquetas, escaleras, puentes, re-
practica del Yoga Knit) o para. recuperar jas, alambrado .... como bastidores o so-
una. de las ideas fundamentales del portes —sustratos— de lo tejido. Como
punk (“hágalo usted mismo”), sm‘o como mencionó Arnold en la conferencia “Am-
una forma de expresión. Se puede decir mación del espacio público a. través del
que en los albores de este siglo -como arte: Innovación y Sostenibilidad", en

B3
Coimbra, Portugal, en 201 l, intencional-
mente o no, estos tejedores grafiteros
hacen comentarios y contribuyen al em-
bellecimiento de los espacios públicos
con un acento femenino (o desde una.
perspectiva no masculina): “Puede que
estas intrusiones ayuden a señalar te-
mas de decaimiento urbano, y nos ayu-
den a descubrir cómo estan organizadas
las ciudades para permitir la expresión
creativa”,
Si bien algunos artistas han utilizado
el tejido como un soporte, y ha sido una
practica unisex cotidiana en los países
nórdicos. no es sino hasta los años se-
tenta cuando se vive el primer Boom
Pop. En la posguerra, y con el rock de
fondo, aparece 1a adolescencia como una
“nueva clase social”, parafraseando al
artista conceptual Dan Graham. Poste-
riormente, el Power Flower propone una
reconexión con la naturaleza. Tejer se
recobró como una acción organi'ca: se
trata de hacer una prenda y tomar las
riendas. Ser dif'erente haciendo lo que
parecia que ya nadie hacía: tejer por
gusto y como una expresión alternativa.
En esa década, al ritmo de Jimmy Hen-
drix". cobij'ados bajo los suenos futuristas
de Buckminster Fuller, siguiendo los pa-
sos del situaciom'sta Guy Debord y con
la certeza de querer cambiar al mundo,
el granny square se consolidó como una.
de las rúbricas de la cultura hippie y
una técnica en ei arte.
Aunque el tejido ha sido una practica
constante y compleja, la historia de la
cultura lo asume como artesanía —y po»
cas veces como una vertiente de las “ar<
tes aplicadas"—,- sin' embargo, a pesar de
ser un tema —que no sólo forma. y meo.
dota en el arte y en la literatura, ¿1 ser
absorbido por el mainstream se transfer,
mo en una practica de la estética
relacional (esa que plantea Nicolas Bou.
rriad), convirtiéndose ademas en
porte, concepto, idea y salida para los
artistas posmodernos. Aquella alternati-
va hecha a. mano del diseno de moda se
transformó en una apropiación.
pastiche es una nota al pie en 1a corrien-
te heredada de Andy Warhol, en su capa.
cidad por leer lo popular, y de Marce]
Duchamp, en el sentido de significar un
objeto en otro contexto; pero que al des-
cubrir las huellas anónimas de las Gue-
rrilla Girls se redescubre al apropiarse
de los espacios públicos.
Magda Seyeg es considerada la madre
del yarn bombing, pero resulta mas ma-
gico pensar que esta. forma de tomarlas
calles no tiene copyright y que fue una
explosión del inconsciente colectivo que
se desató en el primer lustro del siglo
XXI en todo el orbe. Esta gringa, quien
en una estrategia mercadotécnica decidió
forrar la puerta de su tienda, no sólo
consiguió su cometido, sino que atrajo
las miradas del mundo y empezó a ser
1n'v1'tada a intervenir espacios públicos
alrededor del planeta, en la hn‘ea del ar-
tista aleman Christo. Durante mas de
diez años Magda. Sayeg ha viajado, envol-
viendo ciudades, comisionada por mar-
cas ligadas a la moda y el luJo, tales
como Commes Des Garcon, CR Fashion-
book, Insight 61, Mini Cooper, Gap, Smart
Car. ¿Diseñadora o artista? Lo cierto es
que es una de las primeras influencers
del mundo.
do de un video que documentaba el pro-
Mi pasión es por el material: me apa- ceso de apropiación del tanque. En 2008
siona desplazar material hecho a Absolut Vodka patrocm'ó a Sayeg para
mano —casi siempre tejido- en am- cubrir un camión en 1a plaza Luis Cabre-
bientes en los que no pertenece en ra, en la colonia Roma de la Ciudad de
so.
apariencia... para descubrir que casi México. En 2009 las canadienses Mandy
siempre pueden coexistir en armonia. Moore y Leanne Prain publicaron el libro
Entiendo íntimamente las limita. Yarn Bombing: The Am of Crochet and
ciones de este medio, y trato conti- Km‘t Graffiti; ese mismo ano, la británica
Este nuamente de destruirlas. Algo se Lauren O’Farrel —apodada Deadly Knits-
transforma cuando cubro un objeto hade- fundó Knit the City, un clan que no
inanimado con material tejido a se ha conformado con vestir postes o
mano. Esta interacción cambia el ob- puentes, sino que propone ejercicios na-
jeto sin cambiar del todo su identidad, rrativos, como una diminuta manada de
ni paralizar su función original. Es ovejas que cruza el río Tamesis por el
este arreglo sin planeación del mate- Puente del Milem‘o, o la toma —junto con
rial lo que hace que los objetos cubier- otras activistas como Knitting Ninja y
tos cobren vida, se vuelvan escultura- Lady Loop- del tun’el de la calle Make,
les, o incluso que redefinan o debajo de la estación Waterloo. en el cual
redescubran un espacio. Esta explo- colocaron trece arañas con redes e insec-
ración de cambiar los entornos es lo tos: Knitmare Before Christmas fue un
que me inspira: provocar al mundo parteag‘uas, aunque O‘Farrel ya habia
para que sea más... dejado su primer sello al ponerle bufan-
das a los leones de Trafalgar Square,
Y esta pasión es la que se ha conta- Desde entonces sus intervenciones han
giado como pandemia. in'vadido también museos como la Tate
Poco a poco las acciones performati- Britain y la Royal Academy of Arts.
vas de las guerrillas tejedoras empeza- En 2010 se declaró al ll de Junio Dia
ron a surgir en distintas ciudades. En Internacional del Yarn Bombing; grupos
2006 la danesa Marianne Jorgensen de todo el planeta salieron a los parques
convocó a tejedores de todo el mundo a a cubrir postes, bancas, árboles, rejas y
hacer cuadritos de 15 por 15 centime- monumentos. En diciembre de ese año la
tros en color rosa para cubrir un tanque artista polaco-estadoum‘dense Agata Olek
de combate de la Segunda Guerra Mun- cubrió la escultura Charging Bull como
dial. Su objetivo era protestar contra el un regalo de Navidad para la ciudad de
gobierno danés por apoyar a Estados Nueva York, y como un tributo a Arturo
Unidos en la guerra contra Irak. La pieza Di Modica, autor de 1a pieza. Él también
Pink M24 se exhibió ese mismo ano en el colocó esta pieza en una época decembri-
espacio de arte contemporaneo Nikolaj, na, pero en 1989, como simbolo de “la
en el corazón de Copenhague, acompaña- fuerza y ei poder de Estados Unidos",
84 85
 Y»;
contraten51'o'n
gran tej1do colaborativo
del 23 il‘, 27 de octubre
¡vento ¡Mamma! publico
Anfo Mapactuaüqm‘l ,cum
Histórica
MH | {reacio 25. Primer Nivel. Centro
después de le crisis de 1987. ¿Cuál fue el
mensaje de ella? ¿Cómo conceptualiza.
esta. artista? Olek ha continuado su men-
saje a través del crochet en ferias de
arte, como Miami Art Basel, donde, en
2015, participó en el proyecto Women on
the Walls et Wynwood Walls, curado por
Jeffrey Deitch. A1 contrario de Magda. -
quien también camine. en el filo del arte
y el diseño, como lo mostró en el Museo
de Arte de Austin, donde cubrió 99 árbo-
les frente al reeinto-, a Olek le incomoda
el término de yarn bomber. ¿Cuándo se
cruza 1a línea?
Quizá sin tanta teoría. de fondo y sin
pretensiones artísticas, en 2011
apare-
cen los primeros eventos de yarn
bom-
bing en México. Anónimamente
se inva-
dió el Parque España de le,
211226“2211:2129 d° M°'.’“°°' era, Tejidos Urbe.-
#Se'desAMDZOM
lZ - |0 NOVIEMIRE 2014 mmm“
nos empezaba a reclutar gente en un
café, para luego estrenarse como colecti-
vo en junio de 2011 en el Parque de la,
Revolución, como parte de le celebración
del Día Internacional de Tejer en Púbh'co. ' ¿Y _
í
Desde entonces, con un objetivo claro, Tenis con alas. Lana Desastre, 2014.
en la segunda edICIo'n del Abierto Mexicano de DISEñO. en la Ciudad de MEXICO
Participación
los hermanos David y Mariana. Ampu-
dia, las hermanas Lucía y Ana Paula
Castillo y Janneth Sánchez, han trabaje-
do en la reapropiación de los espacios
públicos, tejiendo, además, redes entre
artistas, colectivos y tejedores. Como co-
lectivo han expuesto en la. Galería Lap-
AZ y en el Mexic-Arte Museum, en Aus-
tin, Texas. Al día. de hoy 108 Puedes
encontrar en el Cafe del Vago en la caPÍ'
tal tepatía.
En 2012, las chilangas se orgamza'
coiom‘a ron y, convocadas por Letras Voledorasy
se apropieron de la, plaza. Río de Janeiro,
en le colonia, Roma. En ese mismo año
8'?
86
 mus“ y yO hicimos nuestro primer
3mm bombing bajo la firma Tejer es punk,
Simultáneamente, el colectivo Modopac-
tua- impartia el taller “Tejido y Sociedad",
en el espacio cultural ATEA, en
el Centro
Histórico, donde se conocerían Mustang

Janev 331137 Salazar y Cuca Castro, para.

luego fundar Lana Desastre. En 2013,
gracias a la iniciativa de Modopactua.
Lana Desastre y Tejer es punk coincidie-
ron en una acción tejedora en el barrio
de La Merced, como parte de la primera
edición del Abierto Mexicano de Diseno.
Desde entonces sumamos esfuerzos, pun-
tadas y acciones con el objetivo de devol-
verle a1 tejido su origen narrativo.
Individualmente o en grupo, los teje-
dores del mundo decidimos salir del clo-
set; para hacer la guerrilla de estambres
o para. experimentar en el arte, el dise-
ño, la moda y la sociología, con permiso
o sin permiso (estas intervenciones ma-
sivas efímeras son consideradas vanda-
lismo en todo el mundo), sin embargo,
este estigma no nos ha limitado a. ning‘uv
na grafitera del estambre.
El estallido del yarn bombmg' ha.
planteado nuevas incógnitas: ¿quién
hace arte, quién grafiti... quién simple-
mente teje? ¿Hay alguna diferencia?
¿Importa? Las reglas las marcó —quizá.
sin querer- Duchamp al burlarse del
arte en su tiempo. Una pieza de arte se
distingue de un tag grafitero por la. in-
tención. Algunas tejadoras plantean una.
filosofía, una idea que desarrollan desde
la recurrida estética relacional. Su pro-
puesta. no se limita a una “chambrita
para un arbol”: es un argumento. Tam-
las
bién es cierto que existen tejadoras a
Venus atrapada en ’as redes del
rra'm Lana Desestu: ¿(W

Hb
 \
' "
yll '
l'l
Intromlsm'n. Mmam Mabel Mam'nez, '2014,
PIEZB mclunda en Ia muestra Colecilva Entre HIÍOS, en el Centro Cultural Zapopan, Jalisco
que sólo les interesa unirse a. este movi-
miento desde el anonimato, que quieren
participar pero no decir; hay otras —y
otros» que optan por el camino solitario.
En lo colectivo y en lo individual, tejer
es incluyente y democrático. Hay lugar
para. todos: para los que quieren agilizar
su pensamiento, los que buscan métodos
para mejorar la concentración, los que
aprenden un hobby productivo, los que
hacen comunidad, los que desean apren-
der un oficio o quienes lo viven como
una acción artística...
0 los que insisten en
como una versión mas acogedora
grafiti, subrayando el espíritu político,
contestario o social, como el caso
Margarita Vega Ochoa, artista y promos
tora cultural de Guadalajara, quien ha
descubierto en el tejido una herramienta
artística. A través del yern bombing ha.
logrado que las personas se apropien de
los espacios públicos: “Se fomenta la.
creatividad y el gusto por la elaboración
de objetos en un sentido creativo y artís-
tico. Estas actividades han promovido la
convivencia entre las personas que nue-
vamente se encuentran en las plazas pú-
blicas, que en muchas ocasiones se ha
mermado por la violencia y la falta de
proyectos pensados para el bien de una
practicarlo comunidad especifica”. En 2013 orgam'
del zó la toma tejida de la. Plaza. de las Amé-
ricas en Zapopan, en la que participaron
de ochenta personas de todas las edades Y
el colectivo Tejidos Urbanos. Pero la .19fa
90
Yarn bomblng. Guadalajara. Jahsco. 2013
de proyectos artísticos de Cultura Zapo-
pan también se ha preocupado por divul-
gar el tejido como una. forma. artística y
no meramente artesanal. En 2014 curó
1a exposición Entre Hilos, exhibida en
la. Galeria Central de Zapopan, la. cual
reunió a once artknitters, como Karla
Amezcua, del Taller Textil Dos Coyotes
de la Ciudad de México; Nadia. Maciel,
cuya pieza (unas escaleras) simboliza
los ciclos de la vida,- a su vez, Cecilia
Damian participó con una. tela 1a acción
“Crt + z”, titulada “Apunta num‘ero uno”,
como una interrogante a deshacer los
pasos erróneos en 1a existencia. Otra. de
las invitadas fui yo.
Me senti muy orgullosa de participar
en una iniciativa que respondía a mis
91
propias búsquedas. Mi pieza, un rifle en
positivo y negativo, sugiere cómo la. vio-
lancia se ha inmiscuido en nuestras vi-
das cotidianas. El crochet como metáfora
del tejido social. Me sentí, verdaderamen-
te, parte de una red de tejedoras activis-
tas que poco a poco se alzaban en distin-
tos puntos no sólo de Mexico, sino del
mundo. Esta experiencia me llevó a des-
cubrir al Tejército de Guadalajara, un
club de “sólo una vuelta. mas" que encon-
tró más de un reto para. su obsesión: la.
solidaridad. Estas mujeres tejen con cau-
sa y no sólo muñecos para ninos hospita-
lizados, cobijas o bufandas y gorros para.
niños de la calle: además de enseñar a.
tejer como terapia, hacen prótesis mama-
rias para. mujeres de escasos recursos.
 I'ALTAR DE ESTAMBRE:
l
l para las CCSÏLIÏEÍÉLS’ ïJLÍUDd’JJ‘.
en. ¿amo .2”) 98!) '
l

l
Iu'
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rriis'q.v.ohu'¡_rgi_
. (¡Mi-O'Hnn'}mm,
p.1¡49’ity

kConcurso Ide noIVIembre

- 2013
x l l ofrendas
Muertos a partlr de las 4pm
Conmemora a tus muertos

Corredor peatonal Regina. Centro Histón'co

Yarn bomblng. Lana desastre, 2013

Sin dejar a un lado el goce m' la adic-
ción, el colectivo Lana Desastre busca.
también hacer una anotación. Sally Sala-
zar, Cuca Castro, Mustang Jane y Clau-
dia de las Nieves han unido sus creativi-
dades e imaginerías para intervenir
espacios públicos y reflexionar. Ellas,
mas que adornar, postean. Hacen una
nota al pie de Vida,- al fin y al cabo, como
dice Mustang Jane: “Tejer es el fluir de
la vida, todos los organismos estamos in-
terconectados en una micro y macroes-
cala en el universo, nos observamos den-
tro de un tejido que se expande y que es
nuestra conciencia, tocamos la música de
la vida con mfim‘dad de cuerdas dentro
de nuestro ser, somos el reflejo de lo que
hay afuera, tejido es unidad, no divi-
sión”. Por si fuera poco, han decidido ha.-
cer del tejido un oficio. Jane, originaria
de Ciudad Juarez y artista nómada, se
ha enfocado mas en una practica. de arte
político: en el hacer comunidad Sabe que
tocar a la sociedad es la base de cual-
quier pieza tejida. Claudia combina su
profesión (relaciones internacionales)
con su personalidad grafitera. Sally y
Cuca, con base en laCiudad de México,
exploran mas los terrenos de diseño de
moda, sus piezas no responden a una ne'
cesidad planteada por un cliente, no ma'
(milan, sino que crean piezas um"caS. y
Juegan con humor con la tradición dal
tejido. Son combatientes y frente a la
tendencia. comercial, por ejemplo, de te'
Jer muñecos, ellas tejen esos personajes
que “pareciera” que pertenecen a un uni-
verso incompatible con el ideal rosa del
punto. Así, ellas abren un catalogo de
muñecos de crochet que m‘cluye a Divine,
a Edward Scissorhands, a George Orwell
y al filósofo Immanuel Kant, siguiendo la
pauta. fantastica de la artista
Elaine Bradford, a quien le basta un gan-
cho para tejer ficciones, sus piezas son
figuras monstruosas y entrañables que
invitan a recorrer sitios donde
los fau-
nos sí existen. Paralelamente al tejido de
estos mundos bizarros transmiten su pa-
SÍÓn a. niños, Sally también da clases y
lSeite vestidos de novias, en la línea que
hace mas de una decada marcara, en Mé-
Xico, Genoveva Al'varez, actriz y tejado-
Pa"performancera"
Quiza la diferencia entre el enfoque
masculino y el femenino es que las mu—
jeres resolvemos; y en el tejido, resolver
significa darle salida o fin a un proyecto;
hacerlo mas que útil, funcional. Resol-
ver y compartir. Inventamos algo con
texana. dos o diez ovillos, con uno o cinco colo-
res, para el frío o el calor, como comple-
mento o base... Tejemos piezas que se-
ran vividas.
Los hombres, a diferencia, mas que
resolver quieren comprobar. Tratar una
técm‘ca o una forma que responda. a. una
intención específica. Sus objetos no tie-
nen remitente, tal vez por ello algunos,
como el artista afroamericano oriundo
del Mississippi, Nick Cave, Juega con el
tejido como una solución formal de sus

98
 llamada Androsyriv, un SGP que combina_
el tfilïdo °°m° téo'
Soundsuits. Mas que ba ambos sexos, hasta que su cuerpo se
interesan las piezas
nica o escritura, le desprendió en dos físicamente; sin em
como absor-
ya. tejidas como reciclaje, bargo, el alma siguió unida, y es precisa.
y como
ción de las practicas pOPUIaPGS
mente ese espíritu el que esta represen.
incrustados,
materiales vivos que estan
tado en sus instalaciones.
la vida diaria, Dem que
en silencio, en
familias, Muchos artistas han recurrido a1 tell;
de
unen no sólo generaciones
y emo- do como una técnica-metáfora de la trans.
sino gustos sociales, tradiciones
gresión, y qué mejor manera de como“
esculturas casi
ciones. Estos personajes,
invo- tar lo femenino, de cuestionar la femimdad
salidas de carnavales imaginarios,
en una re- y al mundo machista que ha construido
can a los espíritus africanos,
arte que se este “ser femenino” que tejiendo, como lo
lectura de la historia del
hace la neoyorquina Sheila Pepe, quien
come a sí misma.
artista is- desde la década de los noventa ha utiliza.
Las ficciones en crochet del
con do materiales de tipo “doméstico” en sus
raelí Gil Yefman nos confrontan
instalaciones. Su obra es resultado de
nuestro lado oscuro, quizá. hasta enfer-
una investigación de género, busca origi.
mo. Este creador crea universos surrea-
nar un dialogo provocativo con el lugar
listas donde las barreras entre géneros
se diluyen. Recurre al crochet como es- y/o ciudad donde expone, como su pieza
trategia y técnica idóneas para comple— Yo Mama, una enorme vagina tejida a
mentar sus performances, los cuales nos mano en crochet por la artista, exhibida
cuestionan sobre qué es ser hombre y en 2.009 en Las Vegas, la, Ciudad del Peca-
qué mujer. Nadie es el mismo después de do. Esta “vagina lesbiana", como la califi-
contemplar genitales y pechos tejidos có la propia autora, se extendía. por el
que parecen gotear o que integran seres techo de la galería como si fuera una te-
con formas monstruosas que parecieran laraña y nadie tuviera otra opción mas
representar los delirios que todos tene- que pegarse a ella.
mos y que pocas veces nos atrevemos a Los humanos gigantes, al estilo Ron
aceptar. Muec, tejidos por 1a artista finesa Liisa
En esta misma h’nea del Crochet Queer Hietanen, nos invitan a. entrar a otro
está. la artista de origen taiwane’s radica. mundo delirante, en el que sus persona-
da en Chicago, Ming Yi Sung, quien dejó
J'es son seres comunes y corrientes ex-
18: Pintura- pal‘a dedicarse de lleno al arte traídos de situaciones banales y tejidos
tejido. Sus esculturas -a gancho- son en
con un realismo escalofriante. Estas eS"
su mayoría. un paseo volumétrica de su culturas nos hacen reflexionar en cómo
Ílïltïgillaxïio'n y nos confrontan contra nos hemos convertido en muñecos. Las
nuestra sexualidad. Su Androgious World
escenas en las que son puestas sus Pie“
es resultado de una investigación estética
zas recuerdan la aguda. y ácida. pI’OPUGS'
para explorar una mitología personal
te. de la dupla nórdica Elmgreen 8€ Drag'
que narra que alguna, vez una criatura
Set, Pero en lugar de latex, utilizando

Turn (um, Gll Yefman. 9012

96
 ,/ "’
¡J
Y° mama. Sheila Rem 2009

98
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_ i?
.a““&"-“.f
,94
ns;
Srrpa. Lusa Hielanen, 201?

estambre, también como una. forma de l

conectar el presente a. una tradición
arraigada en el norte de Europa, para
recrear anécdotas cotidianas con
el
acento pop y posmoderno del Círculo
Po-
tinta en la que teje historias con los pdr:
tagomstas que mueven el mundo De: e
su W001 War I, hasta luchas de ego en r
Francois Hollande y Angela. Merkel, sus
escenas son caricaturas de la. actualidad.

ESto es WJÍdO periodístico.

lap En esta. tendencia. de tejido
Ártico. figurativo
e hiperrealista, también está, El ¿Pte político, asimismo, ha. encon-
la francesa
Dent Mall, quien se trado en el tejido una. técnica, como lo
ha propuesto contar
la actualidad a. través demuestra, la artista canadiense Barb
del punto. Esta.
cronista del tricot
postea las notícias Hunt, Cuyo tema es la denuncia de las
te« consecuencias de la. guerra. Para ella, te'
jidas para invitar al
Cibernauta a ver
desde otra. perspectiva; jer ha Pesultado el soporte ideal por 1‘91
el blog Tríoot les
news ofrece una lectura connotación femenina que se le ha 131m-
totalmente dis-
puesto 3 t¡I‘a-Vés de los siglos. Tradiclon
Mam Lusa Huetanen, 2013

100 101
mente se tejen prendas que protegen,
que nos calientan el cuerpo, así que es
una ironia tejer objetos utilizados en las
guerras que busean “proteger” naciones
matando, como su serie Antipersonnel,
que consiste en minas antipersona teji-
das en lana rosa, contrastando el “in-
ofensivo tejido” con la destrucción. En
este tenor también esta la obra del artis-
ta Monte A. Smith, quien en 2011 recreo
una tienda de armas tejidas; quiza es
otra forma de evidenciar cómo hemos
aceptado la violencia sin cuestionamien-
to y casi de forma natural.
Al tejer nos hacemos mas inteligentes
y, por lo tanto, mas críticos, tal vez por
ello -desde los anos setenta- tejer como
estrategia se ha ido filtrando cada vez
mas en el arte (por ejemplo, las masca-
ras tejidas de Nicki Hitz Edson), y como
una postura revolucionaria; como el caso
de la transgresora Casey Jenkins, artis-
ta australiana que en 2013 conmocionó
con su performance Casting off my
Womb, que en YouTube tuvo mas de seis
millones de visitas a este video “tagea-
do" Vagin'al Knitting. Casey se introdujo
un oviilo de estambre para ir tejiendo y
escribiendo el ciclo menstrual. El objetivo
es confrontar, provocar un cambio de
consciencia. En esta linea está. el colecti-
vo Modopactua, que resume dos ideas:
“Motivo doble" y “Piensa y actúa”. Este
proyecto, integrado por Yareth Silva. (Yo
Landi) y Gabriela. Sism‘ega, arquitectas
egresadas del Instituto Superior de Ar-
quitectura y Diseno de Chihuahua; Naye-
li Vega, diseñadora industrial (las tres,
ademas, son parte del colectivo Somos-
mexas, de Ciudad Juarez) y la alemana
Claudia Wondratschke, maestra en me“
cias Latinoamericanas por la Univem.
dad de Colonia. Las cuatro plantean san.
das sustentables para un diseno que
transforme y recicle materiales e ideas,
Mas que un taller, este laboratorio, loca.
lizado en La Merced, en el Centro msm.
rico de la Ciudad de México, analiza la
relación intrínseca entre el diseñador, el
textil, la sociedad, la moda y el medio
ambiente, con el fin de generar propues-
tas aplicables en su contexto. Entre las
rutas que han trazado para su investt
gación está. el tejido, de estambre y de
texturas recicladas. Son investigadoras,
como lo confirma Gabriela: “Tejo por in-
vestigación, por experimentación. Tengo
pocos productos terminados tejidos por
mí, porque hasta hoy mi propósito no
ha sido terminar de tejer, sino continuar
explorando la técnica, los colores, las
aplicaciones, los tamaños y las formas
infinitas”.
Tejer y coser son temas constantes en
la historia de las culturas, estrategias
que sirven para conceptualizar, como en
el caso de Louise Bourgeois; son, ade
mas, una técnica, un metodo formal para
concretar un concepto. La también fran-
cesa Aurélie Mathigot, en la línea de Jo-
seph Beuys, busca en los materiales ex-
poner también su tema. Entra en la
clasificación de fiber-artist,- la materia se
convierte en parte de la investigación
formal, y al igual que otros artistas del
tejido, su propuesta emerge del diseño y
de la practica. Su obra es una forma de
recuperar la vida cotidiana con toda la
soledad que envuelve al ser humano
Quizá. por ello ha escogido el tejido como
102
soporte y técnica: es una manera de acu-
rrucarse en el presente.
Con una. búsqueda mas abstracta, el
artista canadiense Dale Roberts encon-
tró en el ganchillo una técnica para ex-
plorar formas y formatos. Su primer ex-
perimento fue la serie Distorts, que
realizó para responder a una convocato-
ria, en 2007, en la que se especificaba un
tamano maximo: 11.4 x 17.8 x 30.5 cen-
tímetros, lo que mide una caja de zapa-
tos. Planteó una serie cuyo hilo conduc-
tor era el tejido, y en ese momento
produjo cien piezas. Hoy superan las
doscientas. Es un proyecto en proceso.
De la misma manera la holandesa
Mia van der Burg, ademas de otras técni-
cas, también recurre al gancho para ex-
plorar problemáticas plasticas y objetos
cotidianos de uso doméstico contempora-
neo, como una mesa-casa a la que cubre,
sugiriendo quizá. el abrigo del mundo fe-
menino, como su escultura Mea culpa, la
cual realizó al morir sus padres: “Mis
hermanos, hermanas y yo heredamos
una casa vieja, que era el orgullo de mis
padres. Sin embargo, nosotros la tiramos
para vender el terreno. Me sentí muy
culpable, por eso hice esta pieza". Arte,
vida, memoria tejidos.
Por su parte, la valenciana. Maribel
Domenech es una artista visual que inte-
gra nuevos y tradicionales medios artísti-
cos, mientras investiga la cuah’dad física
y significativa de los materiales. Mas que
usar lanas, aborda el acto de tejer como
tecnica: teje, por ejemplo, cables eléctri-
cos para así dar vida a un campo magné-
tico. Su obra analiza los roles femeninos
desde patrones patriarcales.
103
Otra investigadora de los materiales,
como escritura y memoria, es la norue-
ga. Kari Steihaug, egresada de la Natio-
nal Art Academy in Oslo, quien ha estu-
diado las conexiones entre las distintas
tradiciones textiles. Para ella el tejido es
la representación del cobijo; por ello uti-
liza fragmentos de ropa y objetos perdi-
dos para plantear preguntas sobre el
tiempo, la trascendencia, la memoria y
la historia.
Tejer no sólo ha inspirado a mujeres
a salir a abrazar las ciudades o a. colocar
una impronta, ha provocado reflexiones
sociológicas, antropológicas y artisticas.
Simultáneamente, en todo el orbe teje-
mos y escribimos sobre el hecho tejido,
sobre las posibilidades del derecho y el
revés. Somos muchos anónimos y conoci-
dos que en nuestras localidades busca-
mos conectarnos a traves de la red para
explorar los caminos posmodernos de
tejer como accion artística, como texto e
imaginación.
En los países nórdicos, donde tejer es
parte de la vida (de hecho, el uni'co lu-
gar que tiene un punto especial: el pun-
to nórdico), no es raro que la investiga-
ción del tejido este a la vanguardia.
En 2009, Elizabeth Scrheim y Anne-
Grethe Thoresen curaron la exposición
—itinerante por Noruega- Strikk-Masker
i samtidskunsten (Tejido-puntadas en el
Arte Contemporaneo) que analiza el
punto de encuentro entre el tejido como
artesam‘a y estrategia conceptual, en la
que participaron artistas como Kjersti
Andvig, Liv Reidun Blakstad, Maria
Brinch, Siri Berqam, Margareta Berg-
man y Kari Steihaug, a quien, por cierto,
De Ia serle Chames,
Auréne Math got.
201 2’ Protect me, Aurélie Mathngot, 2007

104 108

A")
 en Co- favorito del taiwanés Johan Ku
en una galería quien en
descubri en 2011
l
artista 2009 sorprendió con sus t
trabajo de esta
penhague. El
esculturas

invitó a emocionales” (una colección men

narradora, me
omo tejedora y en
‘0 por
ciento tejida que lo llevó a encontrar
ntenidas
descifrar las memorias co
c trocinio para. lanzar su marca propinas.
como Sl otras histo-
sus piezas tejidas, para proyectar sus piezas originales )
entre los puntos
rias estuvieran ahí las que el denomina Wearable Art
entonces, en la
para abrazarnos. Pense, (mit:
Cardiff y supu‘ para llevar).
artista canadiense Janet
del norte, Te er le ha transf r
se que algo pasa en los países
intrigando, y que mas dje unO'v sobre todoomhaadodla
v Vida a
esoubierto
algo que aún me sigue
un poco. otras veredas; como a la artista española.
esta artista noruega me reveló
Pilar Salas Vallejo, quien desde la década
Kari recolecta uni’camente ropa tejida
de los ochenta explora 1a escultura tex-
para sus instalaciones, y como si QUÍSÍG'
til. Su pieza Libertad condicionada, de
ra, explorar los significados de protec-
1987, toca el corazón de cualquier teje.
ción y vulnerabilidad, nos hace pensar
dor. ¿Sera que uno, mas que intuir, sabe
que esos fragmentos (de prendas) perte-
necieron a alguien. Sugiere ademas que que al tejer el individuo se abre a1 1mm.

esas piezas son una membrana entre el do y que esta posibilidad espanta?

cuerpo y el mundo. Sobre todo, me hizo
pensar en otras experiencias, presentes
en el tejido, y cómo la vida misma pende
de un hilo. Una sensación similar me
provocó el trabajo de otra artista dane-
sa: Bente Lindum, cuya A cozy day, ex-
puesta en una galería en 1a ciudad de
Aarhus, me cautivó por 1a sencillez y
contundencia de su mensaje. Una escri-
tura sin adornos, minima, equilibrada y
a la vez avasalladora y real, como cuan-
do sale el sol en aquella parte del mundo
y el frío invernal no cesa. Uno sonríe
Simplemente DOI‘que no se puede hacer
otra cosa. Esa placidez me acogió
al con-
templar esta obra.
El tejido está. tan ligado a
la ropa que
resulta obvia su influencia en
la historia
de la moda. Si bien es
parte de las colec-
ciones , y casi un
deber de cual uier
di - emergen prendas: un sueter, una bum”
tnador, no son muchos
los que qhacen
I del
se
ejido su base, el
estambre es el material
Libres, con agujas en mano, se teje
también como rebeldía, y este enfoque co-
quetea con el hecho artístico. Así, el “cra-
ftivismo” (término inventado por Betsy
Greer) resulta una. rama en la que tam-
bién se puede tejer como una acción polí-
tica. ¿Artistas, artesanas, guerrilleras o
simplemente tejedoras? En este rubro to-
dos sabemos, resaltando una de las certe-
zas de tejer: es un acto democrático.
La danesa Isabel Berglund, especial}
zada en tejido por la Universidad de San
Martín en Londres, se ha inmiscuido en
el arte punto a punto para inventar y
tejer conceptos, escenografías, muebles
e instalaciones, como su City Of Salones
X-Small, en la que literalmente el VÏSÏ'
tante se integra al tejido que “bre las
paredes del espacio expositivo. Delta]1do
da, y en el centro de la Sala hay una
especie de arbol-vagina gigantesco que 2009
Mea Culpa Mra van der Burg,

106 107

A cozy day. Bente LIndum, 2010
esta ahí vigilante. Sin complejos ni pre- como las cantinas, en un acto de rebel-
juicios cruza. cómodamente entre moda dia. Nos mueve quiza lo mismo. Tambien
y arte, aborda al tejido como lo que es: para Maria Angélica Medina tejer es un
un híbrido, una escritura antigua, un lenguaje y una disciph'na mental. Un ma-
lenguaje para vestir y una técnica pret nera de meditar que en su mantrica
a porter. repetición libera la mente. Su obra-per-
Dice la crítica Sol Astrid Giraldo que formance, Pieza de conversación, es ver-
“el trabajo de María Angélica Medina es daderamente arte en movimiento, donde
delimitado y obstinado: sólo usa agujas e se tejen hilos y dialogos.
hilo y únicamente teje. Y no sólo eso, Al jalar el estambre, mas que desba-
sino que tercamente teje un solo tejido. ratar un tejido, seguimos 1a ruta de una
Desde hace 2.2. años, la artista viene ela- hebra que nos conecta con artistas, pen-
borando una pieza en polipropileno sin- sadores, investigadores, activistas, dise-
tético que hoy mide 800 metros y pesa ñadores y tejedoras que, como nosotras,
100 kilos". Al leer esta descripción dan tejen y destejen para seguir aprendiendo
ganas de abrazar a esta artista colom- y narrar nuestra historia. En ese relato
biana, quien ha hecho del tejer un espec— esta Orly Genger, quien coquetea con el
táculo público. Desde el año 2000 teje en conceptualismo tejiendo ecos, o quiza re-
público, conversando con quien quiera anudando con sus esculturas gigantes-
sentarse a su lado. De ignal forma, An- cas; y la tradición minimalista de Walter
nuska y yo, desde 2005, hemos buscado de Maria, a1 llenar, en 2007, una galería
tejer en espacios públicos —y masculinos- en Chelsea, Nueva York, con '76 kilóme-
108
tros de soga tejida. Pero eso no le bastó:
tres años después tejió 160 kilómetros
de soga y después 427 para una me-
gaescultura en el Madison Square Park
Conservancy.
En el extremo opuesto esta la austra-
liana Helen Pynor, quien teje finísimos
objetos con pelo humano para crear deli-
cadas esculturas que hacen referencia a
la fragilidad humana; en la linea del
Proyecto Refugio de la madrileña Irene
Cano, quien tejio’ una funda para su
cuerpo, jugando a habitar la propia piel.
Otra piel habitada es la obra de Mary
Tuma, que emplea telas viejas y objetos
encontrados para tejer en crochet 1a
anatomía humana.
Fieles a nuestra propia cultura y geo-
grafía, los tejedores trazamos senderos
que nos conectan, sin olvidarnos de
quienes nos anteceden; así, en la tradi-
ción del Arte Povera, el italiano Ivano
Vitali recicla y teje hojas de periódico
para hacer sus esculturas ecológicas
bajo el eslogan: “Zero Impact Global
Art”. Todo lo contrario de Carol Milne,
quien teje en cristal. Sus piezas son un
equilibrio de técnica para hacer vidrio.
Para esta artista de Seattle tejer es el
tema. Sus piezas representan los distin-
tos aspecto de tejer en objetos fundidos
sobre los 816 grados de temperatura.
Tejer es arte, diseño, acción, grafiti,
ruido, silencio, letra... una herramienta
de analisis que nos invita a reflexionar
sobre el sexismo, la diferencia de géne-
PO, lasapatías de la izquierda y de la
derecha, la relación entre mujeres, el ca-
Ditalismo, lo orgánico, el New Age, las
nuevas tecnologias, la globalización, lo
109
glocal, la modernidad, la posmodernl-
dad, las diferencias ideológicas, el méto-
do científico,
Desperdigados por el mundo, pero
compartiendo un lenguaje comun' de dos
puntos, los tejedores estamos trazando
una antropologia del tejido, un rizoma
en el que se entrelazan distintas discipli-
nas y comunidades. Estamos tejiendo liv
teralmente una red social en la que ca.-
ben mujeres y hombres de todas las
edades, gruesos, colores, tamaños, reli-
giones, profesiones, clases sociales.
En mi experiencia, tejer ha sido sin
duda el acto mas democrático en el que
he participado, y la de tejedores, la co-
mum'dad mas incluyente a la cual he
pertenecido. No importa si somos de iz-
quierda o de derecha, los juegos con el
derecho y el revés son sugerentes para
los liberales, para los mas conservado-
res o los socialistas o anarquistas. Dis-
cutimos, entre un punto y el otro, de po-
lítica, de los derechos humanos, de la
igualdad social, de la falta de estado de
derecho. Tejemos argumentos mientras
inventamos prendas en las que escribi-
mos nuestra cotidianidad y hacemos, a
veces, contundentes declaraciones de
amor. Esta es quiza la parte que mas me
gusta: la entrega al otro.
Tejemos derechos, reveses, macizos,
cadenas, medios puntos, con la misma
complejidad con la que Cy Twombly di-
bujaba. Para nosotros cada vuelta es lo
que a este artista estadounidense le sig-
nificaba trazar una línea: “una experien-
cia actual con una historia única... la
percepción de su propia realización".
Fourfh Grade, Kan Steihaug. 2007

110
.Ï.
.
l l
 alta hora tras hora, mi locura se transforma en
Vuelta tras vu_ ,61 arte
son inseparables. Las películas que Ve
crochet. La _V1fldauyyen en mi trabajo, y mi trabajo dicta, Las películo
cuando teio ln para ver. Tejo todo lo que entra en mi espamo Aas

un reporte médico, objetos .

que s¡8180anmnoensaa'e de texto,
el deshacer, la parte efímera cie mi
evneccoenstreasduos. Esta también
trabajo Que nunca me deja ¡OÏVIdaI’ que el concepto y el Obleto
¿Que es 10 que trato de revelar? Tienes
artístico tienen límites.
y desenredar. ‘laCl'llSt'OI’la detras.
que jalar del final de la hebra
estudie 1en01a de 1a
Mi obra cambia de lugar en lugar. Yo
minero, mi intención es
Cultura. Con 1a ética de trabajo de un
escarbar cada vez mas profundo con mis investigaciones. Mi ¿me
fue una evolución que me alejó de Silesia, Polonia, una ciudad
industrial y de mentalidad cerrada. Mis piezas siempre buscan
traer vida y color, energia y sorpresa en el espacio vital. Mi
objetivo es producir Nueva York y compartirlo con el público.
Quiero sacar provecho de vivir en esta ciudad y sus diferentes
barrios, y con mis acciones, crear un comentario a la realidad
social y económica de la comum'dad.
Siempre me ha interesado crear nuevas formas de dialogar con el
público, tanto a nivel visual como aural. Durante los últimos cinco
años he estado creando acciones públicas socialmente conscientes
Que dan forma, informan y transforman el dialogo entre el
performer, el observador y el participante. Mi intención es hacer
Charging BullI Olek, 2010
Que el público desarrolle otras formas de interactuar con la pieza,
que Se dé cuenta de Que su respuesta influye en mi, y que mis
formas se mueven con el tiempo. Su respuesta es el arte, y mi
tr¿ibc'iajo un espejo.
Olek

Artista

112 ll'ó
Tomo series de fotos que luego im'primo en lienzos grandes y las
bordo en algunas partes. Paralelamente a este trabajo
bidiinensional, hago esculturas de crochet con cuerdas, lana y
algodón, y mezclo otros materiales cotidianos, como madera, cera
y ceramica.
A1 incorporar a otra persona en el proceso artístico, introduzco 1a
noción de lo incierto. Otros individuos, con instrucciones muy
detalladas y límites definidos y particulares a cada construcción
artística, interfieren con el trabajo en proceso y traen nuevas
posibilidades que, a propósito, enriquecen el trabajo con lo
inesperado. En todas las civilizaciones, desde el principio del
tiempo, lo textil ha prevalecido en la Vida cotidiana. Desde la
necesidad de cubrirse y protegerse, hasta 1a exageración de la
posesión contemporanea, 1a ubicuidad de lo textil da pistas para
entender 1a sociedad de consumo en la que transcurren nuestras
vidas, y que nos encadena cada día un poco mas.
Provoco una paradoja a1 crear una textura que en principio se ve
reconfortante, pero que en realidad es como una nueva piel —o
corteza- que aprisiona y paraliza al objeto, como un manto que
nos separa del mundo; es algo entre una placenta y una camisa
de fuerza. Después, voy del plano bidimensional a1 volumen, y de
nuevo del volumen a1 plano. Introduzco tacto, materia y el saber-
hacer de la artesanía cotidiana, lo cual requiere agarrar 1a onda
de oficios específicos a cada técnica novedosa.
Aure‘lie Mathigot
Artista

. Ïf-s} 5 ¡“Lia

De la sene’ Chames' Aurélve' Malhlgo't. 2008

114
Mustang
Jane:
tej er para
entender
Mustang Jane en accuón

Cambiar el mundo de la uni"ca manera posible, que es

poco a poco, barrio a barrio, ciudad por ciudad, accion
por acción. Mustang Jane, una artista de Ciudad Jua-
rez, hace eso. El lenguaje del tejido y el bordado es utili-
zado en su obra como meta’fora que hace tangible lo
que sucede a su alrededor. Y lo que hay a su alrededor,
Mustang Jane
viniendo de Ciudad Juarez, es violencia de genero y una
pobreza cultural generalizada. “Ya ha cambiado ahora
WSIne'or si lo comaras con hace diez anos —1'ensa
ML__—_J_____a____,Jane—
ero la ciudad ha Ine'orado de form‘ evidente
\____a¿____p_n__si.
Los indices de violencia baron un ouito”.

116 117
Amor y Paz. 2015. Detalle ornamental para Mobiliario Oruga Ilustración de Jane. c. 2005

Suena horrible decirlo, pero la. Juarez está. en un proceso de transfor- __Le__aL__d_o_1,1_L_p__&_a,_nunc
1 h bía da m ch im ort ci En 2007 Jane empezó a hacer otro
violencia traJo algo positivo. y es
que los mación, y gente como Mustang Jane son MM 1 u hcía in ma'”. tipo de arte, mas allá de sus chambas
ciudadanos de Juarez empezaron e ti 1
a parte de este cambio. Ya hacia el final de su carrera de como ilustradora. Wn
sentir un poco más de arraigo diseño en Guadalajara empezó a trabajar ontr nr
por 1a Mustang Jane es en realidad Jane EMO?
al 20101rr
comum‘dad, por 1a ciudad. “ML en 1a revista de ecología Green Mob. __Y0“ fu rt J r z. A
mim Terrazas, nacida, en 1985 en Ciudad m
Maha
mi
h cer . ri r n Juárez. Estudió en Guadalajara, hizo una WLM cih“ il tr in.En1 ¡1%me
viví 111' m
Wail’
1 t r f p 1 m” n o trrl f 1
residencia en Japón y trabajó durante j—Le‘Lg__o_1,21¿L.__<2_Ó_V1tameneralrnllustralnl“'" Minds.
Wii-33491.3 dondeen en dos años en Atea, un centro cultural y WWW
el o 1101"-
Mmmm nar tr s ctivi I, h
e n r ¿WM . Ent n
de investigación y desarrollo sustentable
MMMz lultr utilizan
ro tdo desde tr 1‘ n
1M e rot
la de 1a Ciudad de México. E1 bordado y 91
W1 tiv iu na. Si m r
ár z ha 1D\—L3LJL<3_cu_1_e_us_e_es_49_Q_<;E_e__0_tenI‘imrz1nt“' ri 1
mMM t 1‘1
WM teJido forman parte de su vida desde que P
n e ntido. Y se i I‘
Wl'ñn11ti.D hn Mu
WIEWGNPIIOIVÍHUH' era chiquita.
¿1% . “Mante
esc ri tr m o. Y hí h t c do v1 i
mw
, .
1 n
P
WW

118 119
121
Reconsfruccíón. Mustang Jane. 2013
Reciclaje de medias para Reconstruccvo’n, en el taller de Janet

Mmmm". Su arte es una mw zando por la matriz. Es una pieza que Mhz". No es fácil para Jane desligar-
manera de tratar de dar sentido s. lo que EWWMLP' reflexiona sobre la “basurización” del se de lo que esta sucediendo en su
sucede a su alrededor. Jane repite WWE-EMP
cuerpo femenino, que en Juárez, donde Cl'udad- WT”.
mucho la. palabra “inferir”, pero no en
las mujeres asesinadas son tiradas en Y una cosa. la. lleva. a. otra, y así Jane
un sentido de “inferir un daño”. Inferir www
lv
los terrenos baldíos, alcanza. una magni- va construyendo conexiones aquí y allá,
para ella tiene el sentido de proponer y “Incidir suavemente”, pienso mien-
tud literal. W' entre artistas, activistas y pensadores.
de producir soluciones. No es sólo tras Jane me sigue contando de sus
“Mi xl1' ¿aint y 11' tim Desde que le metió hilo a esa primera.
mostrar, reflejar una realidad con su proyectos: una exposición que viajará en
MMMna-PUUIUÓÏIWS' ilustración de Beethoven en bicicleta
obra. Jane quiere cambiarla. Estados Unidos, de El Paso hasta Filadel-
Wntio
rt dhn hasta ahora, se ha encontrado con
Participa en varios proyectos de fia, a principios de 2016, y que retomará.
WWWW muchos otros artistas textiles, y esta. es
reconstrucción social y urbana de su una de sus piezas mas sigïuficativas,
MW
d un u m r t rí ti su reflexión curiosa: W-
ciudad. Trabaja en un huerto de cultivo Mujer Libre. “WWE
n 'z que f
orgánico y colabora. con otros colectivos WWWin
saga n tr lur
WWW
r v ri ' E
de artistas y activistas de Juarez. Da. WW
en L tin m r' . Femini i-
WWW
l n ' n r v P
t d Ia r em-
talleres en una secundaria, la. 30/ 42, en SLLQLMWW“l
MW 1 t ' ti int 1.
donde trabaja con chavos que viven en MMMWE l í tim n r
WWW
uno de los polígonos industriales más MW ' .A ' n .
WII”. Otra de sus piezas se titula
afectados por la. violencia. En El Paso, Win
n n e im .A ' t
Reconstrucción, para 1a. que utilizó
Texas, va a dar un taller de textil Wrrmrnrmtn'
medias de mujer (pantimedias). Se hizo
electrónico, algo que ella aprendió con
la una campaña de donación de
mediaS, y
artista Amor Múnoz. ML WWW“
n m h i n
con ellas, ovillos para tejer en
crochet
MMM
l t m’ n lt i WMP Í
unos órganos internos de la. mujer,
empe'

122
128
Cuerpos que importan, 2014. Una reflexión sobre la basurización
de los cuerpos en el entramado del patriarcado contemporáneo

WWW ' t: lv f lo r WWW Il m del que todos

uüwum“
. P I‘ l lid tr o I, mame-¿LW En las piezas de Mustang Jane suelen con la red, con ese tejido
1 1 m
nti hace?
quedar cabos sueltos. Los hilos, muchas formamos parte? ¿Qué debemos
Www r a en la que eS-
'1'
WWII: m m Veces enredados, penden de las piezas es- Para desentI'a'ñB‘ZIEa'smtaalva‘ñez en la forma
r ti- Wewmmllnltr
YES-Mmmm ' cmpl'das con crochet; o con telar de basti- tamos atrapadosd de se encuentran al-
La—4L¿L'Lfl_d9.09.4.Lgi_cza.g¿gz_‘_a;ze_1tInmnllm"‘
Mm 11‘ r n d‘m Son como preguntas que quedan col- de vida de Jane on
mamut r tlf P - siem P6 ande. ta-
lmt
meiz' gana‘s 311i, sin respuesta. Nudos que 8111135 respuesm' ella
°
p
erando, trabajando
WM
11 Il030'31‘08, los espectadores de su trabaJ'O, J'l'endo commuda‘d’cmp
podemos interpretar.
¿Qué hemos hecho con otros y PMa otros.

124
125
 Hay algo de locura. en sus tejidos, ella misma 10 dice.
“__LL__p__,_p_—,_g______,SO
Inu oorn ulsiva ero mira raoias a ese mal
_j_teo”‘, dice. “Por eso tejes corno tejes”, puntuah’zo.
Yo no he visto a nadie tejer así, sin patrones, sin dibu-
jos, sin hacer muestras para medir 1a tensión; día y
noche, sin parar, Genoveva teje 1'n1prov1'sando,y lo que
empezó con la idea de ser una capa termina siendo un
vestido, un bolso termina de gorro, un vestido se trans-
forma en flor gigante; ella teje y teje, y si no le
gusta
lo que sale, lo desteje y vuelve a empezar hasta
que
queda perfecto.

126
 Teje en todos lados. Es 1a, chica qu
e
teje en 1as cenas, en e1 tpa‘ficO’ en el
a mano
tap ices bordados
antiguos o los metro, día y noche. Mm“-
museos no
lo s ve en los
que cuando uno g_,_a__s,___o___suinceñomásmeno\ml.\ha'-
19, paciencia. la
puedes explicarte mepehrmantercmcnml"'
que tenían
minuciosidad
maestría y la. Mrmennr‘ï 1 v e
N
aquellos artistas. M
enlmtrveoómmolfa'
de una complejidad
Sus piezas son havit s
M óm e lesManto”,
que
cuando vio lo
asombrosa. Miriam, Genoveva estudió teatro desde los
hace Genoveva, se planteó Preguntas
el primer punto?
seis años. Mesronamiadrm”
ontológicas: “¿Cuál fue
¿Usa
MM e et ita Por faÑmetanlavr'
¿Cómo estructuró tal modelo?
proceso creativo Manz ha n 1 ’.Ym1' dr m
patrones, dibuja? Su
artesanales a1 CADACuna escula. de
¿Ametieron
me recuerda. las tradiciones
##Ljaxiteatro
a uí en Co oa n. Fui estudiam;
indígenas. Contemplo sus prendas e
de 10s __d___q_foundaora
de He'tor Azar. Fue lo m'or
imagino los jeg‘uares de chaquira
g___p____L_ue
me asó en 1 vida”. Pero después
huicholes, ¿por dónde empezaron?,
dejó el teatro, Rsehrueestácabron“'
¿cuál fue la primera. chaquira, de qué
Y 1 rimera vez u 1
a_g___Lp—_q_e__e_p_,g\tor.
ue un
color, dónde?”.
La imaginación de Genoveva se hace ____gt¿1____p\vestido
a al'en fue un lacer inmenso.

tangible a través de sus manos, que casi Mïm

o ue no te a lteatro es... 1a

van solas, Sin' que la razón o la lógica c___—1__p__L_eq_,_onstatac1'ón.

E1 te'ido uede verl
interfieren. Es una escultora cuyo Merlo.
Ahí da. El tatr s tan
material es el hilo anudado de una Mímro
cmh‘ao es n trab'o de
manera instintiva, casi vegetal. Es como
si las prendas crecieran de sus manos. Obviament__—,_____e
amo el teatro te vuelves
Cuando Gabriel Orozco presentó el ji—_—._a_esg___a'cto
a la adrenah'na l enario. Y
primer num'ero de su revista de arte e emee’ a te'r y
bmsuuLLLMeno
1 c es
Gozne, en abril de 2006, en el que se t_.]_,_p_s___q______gu¿_,_e'er
enando ue tal vez al' día se
incluía un especial de seis págm'as del
We asaría. y ara, naa. Cada 'a me
trabajo de Geno, el artista lo describía
¿nue
ma”.
así: “no es moda, más bien lo veo
como A1 hacer teatro, hace veinte años, Se
’una escultura con estambre.
No es ropa, encontró con la que hoy es una. de sus
facil de ponerse, pero
me parece que en grandes amigas, Adriana Olivera, la
10 visual y artístico tiene
fuerza”. Las
Pad'arita, quien además de actriz es
vestuarista. Ella, digamos que “13'
en°Veva, que es fotógrafa,_ lanzó” al tejido de forma profesional: 19
S‘u padre era Manuel
Álvarez Bravo, el parala
encargó prendas para sus vestuarios, Y Traje de buzo elaborado por Genoveva
celebre
no C fotógr
. afo y coleccionista polaco Maurycy _Gomulicky
exposición del artista
mexica- después la invitó a formar pame de un México. DF / CCA
. reeló en un
ambiente estimulante "Pink Noi Deadl'. Garash Galería.
2006.
I.
odeada de arte, 1 desfile de moda. en el Museo de Historia Castillo Ujazdowski. Varsovia
y así nos salió 1a Foto: Michal Gnilka
Geno Natural orgam‘zado por el artista Acosta
Modelo: Sheily Jiménez

125 129
 Mm“.
Xavier Rodríguez,
g99;};_ya“CJ,Sm—é__<m_lmulp15.;stico
n 1 idadei.E
GWfi] di dI’meXÍns

Mu.-Mdelannetrsmi
tr
HWMM" .En-hi
Mmr‘rmn’dzmormorrl
y de-
WMamoaMnm‘nim

Mtw,»" Que fue una tienda. legendaria

—pero demasiado efímem- en la avenida

Amsterdam de la colonia Condesa,
donde varias de las diseñadores pudie-
conocer por
ron vender y darse a.
primera. vez. Desde entonces, Genoveva
empezó a. producir anem.M“"
¿[Wan i t i n or 1 r

nt .Sí m r
W lt; ‘IIII‘ 1t-
11 ven er
Wir” r mu 1 im
WWW
a. h r n 1 r
ro.Yo m emerot
Memido 3L
WWW
rf t . h r

MMnmntfrlth'
mweno . En la. tientní
wnmtmltmnw
MMM
r1 P u defo m n-.
MMEnhn
rín 1 eent
WW 1 m r del tin ”.
En esa. época. de su vida. sí pudo vivir
del tejido: ¿Wib r 1 rnt r
¿WLM 1 m 1 1'11 e r
WH
t'rl m.Corol-
emonadoaummeuïnenmmtnn." Tuvo un hombro art y folk apt. La. sofisticación y la.
opaca.-
o durante na buena. época, y genialidad de su trabajo se ven
que
penSÓ Que ya. no iba. a. poder tejer más. das porque el material y el lenguaje
carga.-
Pero una. cama. ortopédica, regalo de su ella usa para hacer arte vienen
(“es un hobby de seño-
pareja, le devolvió la. salud. dos de prejuicios
pagaría
Sufiilïlel maravilloso trabaJo de Genoveva ras que se aburren", “nunca.
que puedo encar-
y Por 1a. industrialización del tejido tanto por un vestido
limpia en m1
propfoer‘mla. absurda división entre el arte gar e la. señora que
de estas personas a las
onal y la. artesanía, entre high casa”). Algunas

152 133
 ue el trabajo de Genoveva “les parece
demasiado caro” se gastan sin pensarlo
bres mil pesos en una sola noche, en un
instante, en una cena. Se pueden
comprar un vestido de una marca de
lujo de 30 OOO pesos —bordado en India
por niñas casi esclavas-. Y no dudan en
soltar medio millón de pesos por un
óleo en tres noches
cuadro pintado al
por un famoso artista ya muerto. No sé.

Yo no tengo dinero para comprar un

vestido de Genoveva, pero no dudo por
un momento de que vale lo que vale, y
probablemente debería valer mucho
mas. ¿Quién o qué decide el valor de las
cosas? Ojalá, el precio tuviera. alguna.
relación con la pasión, la inteligencia,
la dedicación y el tiempo que 1a perso-
na invierte en su obra. A Geno le iria.
mucho mejor vendiendo sus cosas.
Pero no le va. mal, conste. Su vida. es
su tejido, sus clientes, las clases que da.
de vez en cuando en su casa, y desde
hace un par de años, el espectáculo de
burlesque que tiene con 1a Pájara, su
WWW
hJJ'o Manuel y colaboraciones de otros
artistas. En este show que hacen de Mmm

forma. esporádica en bares, cantinas y “LW

e triz r

ÏOI‘OS pequeños, o a veces en su propia. MEMO

mie txt

casa de Coyoacán, Geno y 1a PáJara han

conseguido conjugar todos (o casi
todos) sus talentos. MZ?“
“WWW
' 1' tr 1 '

154 185
 WH
s funcionzncio'nvetr'
WW
te
W
. N neitn 18° neo
un abr. gp
de lana chamula
. Sposa son.“
m.
WW e lmlnt I,
nt xt t
ÓÏIM, ,,. D g 9:1 ¿la compuesta
por Francesco
p ezzata’ un
rte. Sm embargo, m. incluída en Ba] Gaspari-
cualquier crítico de arte escénico podría Viv az
escribir ríos de tinta acerca de sus
números No es burlesque clásico. Para
empezar, ni Geno ni la Pajara tienen
cuerpos de pin-up girl. #Tnemos“ lobo. Los des, como dice

Mrovmat"apuma_- “¿Aumll
l Parecen 55331“ pintados por el
mism'o
¿“WL
n r rio m to . e; pincel: esbeltos,
ojos grandes caras
MPHme‘aVIHÏ'OHOllO largas y pómulos pronunciadoys En un
“Wi.mánouadn juego de espejos teatral que parece casi
WW n 1 up ti n t de Rabele1's,ellobo-h1]'o devoraala
twmjumujg
n t zoner . A1 ch v u madre-puerca. WMP“
HMCven 1 nt ' n u r r . Mumwtntó.
Mt í ni 1' 1' h im Mmmmïrnhl",sem
anrenlmloemurldo."'
Geno no tiene página web, no saca.
LmMmtmtewte.Lv.’
colecciones, no hace exposiciones. Su
e til el en nt
M1 1 iv rsí’n. vena comercial es m'existente. Ella teje
PM
vr g un muchah Pft y va. acumulando cosas, de vez en
11W
' n o tr te m rirte cuando vende algo o la invitana
WWW
1 nt . I 1 e r nt h colaborar en alguna exposición. pero
MMM
xitnte pezg r 1 mr sigue siendo una. outsider, una. explo'
“MMM
t . “ nt 1 ‘ n z’ sión de talento artístico en una, galaxia
MMM
t 1 nt 1 P" r m triz desconocida, muy lejos de los circuitos
Wmi
l m' 1' M n 1 comerciales. Mmm“
¡{Mc-M
1 in -I' x '-
Los n "t
¿www í : ‘ v -
vestuarios que ella. misma. se teje son LQSL WWW“
P
una parte esencial del espectáculo.
Capas; gorros, calzones y brasieres,
medias: todo lo teje ella, y mientras teje WLM-Win
t V
se le Van ocurriendo los números. E1 MMM
p°P3°n8Je lo empieza. a. crear desde la.
primera Duntada. Mmm-J”
En alg‘llna.s ocasiones Gano actúa. MEM
con su hUO Manuel, que tiene una. voz
casi Operística. Está, el número del lobo
y 18‘ puePQuitaz Manuel sale primero

156 137
 Una mente
Sm‘ duda, algo bueno sucede en nuestro cerebro cuando
tejemos. Tai vez no sea muy distinto a io que ie;- pasa a
un monje zen cuando se sienta a meditar, o cuando
un filósofo se da su paseo vespertino de tres horas.

que se mira Tejer ralentiza los pensamientos, los hace mas ligeros,
los interconecta. El tiempo sucede de forma distinta.
Los testimonios de ios tejedores confirman esto cons-

a si misma
tantemente: “Tejo porque me relaja”, “io hago como te-
rapia para el estres en el trabajo”, “me parece una ma-
nera de tener 1a mente mas o menos sana”, “tejer y
meditar es para mi casi io mismo, me relaja, me con-
centra y me pone a pensar en tantas cosas que es di-
fícil expresarias”.

Esta última frase es una confesión de
Magdalena Yáñez Nepote, tejedora de la
Ciudad de México. Ella estudió fotografía
y diseño grafico, tiene una marca de ropa
de cama para niños (Mamitool), y traba-
ja con telas y estambres para crear sus
que ver con pensar. A1 tejer nunca estas
en blanco, siempre tejes tus ideas. Pero
al mismo tiempo me cuesta construir con
palabras lo que es tejer. Me da seguri-
dad”. Sally teje todo el rato, es parte de
quien es. Teje en el metro, en los cafés y,

La idea del Zen es tomar 1a vida asi como fluye. No hay nada extraordinario ni mis- ilustraciones. Es significativo su recono- a veces, es la chica que teje en las fies-
cimiento de que “es difícil expresar" lo tas. “No soy muy sociable, me cuesta. ha-
terioso en el Zen. Levanto mi mano; tomo un libro de 1a otra esquina de este escrito-
que pasa por la cabeza cuando uno teje. blar con alguien que no conozco, pero
rio; escucho a los muchachos jugando a 1a pelota afuera de mi ventana; veo las nubes
empujadas por el viento mas allá. del bosquecillo cercano: de todas estas formas estoy Quizá sea porque, como en 1a meditación cuando teJo la. gente se acerca, me pre-

practicando el Zen, estoy viviendo el Zen. No son necesarias las discusiones llenas de budista, la mente simplemente se vacía,
deja de existir como un centro de control
palabrería, ni las explicaciones
D.T. Suzuki, Una introducción a1 budismo Zen que rige nuestro comportamiento. Uno se
da la vuelta -como calcetin-.
ES difícil describir con palabras lo
que sucede a1 tejer. A Magdalena no es 1a.
única a 1a que le faltan palabras. Sally
Salazar, miembro del colectivo Lana De-
sastre de la Ciudad de México, también
titubea: “Mmm... para mí tiene mucho
guntan cosas, se inicia una conversa-
ción". Tejer es también una armadura
protectora, como atestiguan Sally y mu-
chas otras personas a las que tejer les
proporciona no sólo calma, sino también
una forma de estar en el mundo.
A1 tejer nos volvemos sólo cuerpo.
Manos y ojos conectados empujan y des-
baratan el ego y el superego, a1 yo cons-
ciente, a ese ser que se enoja, que opina

138
139
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h [c121
Muler tejiendo en el autobús. en Wasnmgton, DC, Youchn Robert Okamoto. 1973.
Clase de teydo para soldados heridos. 1900. Biblioteca del Congreso Tejer transforma el tiempo

y que tiene un carácter determinado, que
suele estar dividido y que a veces con-
templamos con perplejidad y asombro,
como si no nos perteneciera porque, efec-
tivamente, no somos eso. 0 no sólo so-
mos eso. Somos, también, como dice la
cualquier persona que se ha sentado a
meditar lo atestig‘ua, es lo mas difícil del
mundo. Dejar de pensar pensamientos es
tan difícil como tocarse el dedo índice de
la mano derecha con el dedo índice de la
mano derecha. No es posible. Por eso en
siempre teje sus ideas”. A1 tejer, el pen-
sar se vuelve hacia si mismo. Van pasan-
do como nubes los pensamientos y se
quedan enredados entre las hebras.
Aunque la mayoría de los tejedores
distamos mucho de ser monjes ilumina-
más tranquilos, mas sabios y mas com-
prensivos. Tejer no tiene el respaldo de
una religión (como el budismo) o de una
filosofía. milenaria (como el yoga), pero
los efectos sobre las neuronas son muy
Sim'ilares a los que provocan el yoga y la

artista de Ciudad Juárez, Mustang Jane: los primeros ejercicios de meditación bu- dos, todos reconocemos el efecto mistico, meditación.

“el reflejo de lo que hay fuera: un tejido dista (y en el yoga) se utilizan objetos la calma que produce estar un par de ho-

sin división”. Magdalena, quien reconoce fuera. de la mente para enfocarse: la res- ras pasando puntos de una aguja. a la

lo difícil que es expresar lo que sucede piración, la luz de una vela, el cielo, otra. Sin' más. No es gran cosa, tejer: no II.

en la mente al tejer, termina diciéndolo nuestro propio cuerpo. La fase más es la. cura contra el can’cer, no tienes que

con elocuencia (y como Sally, conjuga el
verbo “construir"): “Siento que me cons-
truye, que me ayuda a tomar decisio-
nes”. Todas las partes que constituyen a
una. persona se unifican al tejer.
Vaciar la mente es el objetivo de 1a
práctica de la meditación budista. “Vacía
tu mente”, se dice muy facil, pero como
avanzada 1a meditación es cuando estar tejiendo 1a gran obra de arte con- Practicado correctamente, tejer calma al
de
ceptual ni el sueter “mas acá” del mundo. espíritu afligido, y tampoco hace daño al
uno se enfoca en 1a propia mente. En
Tejer sigmfi'ca reconocer la importancia espíritu sin aflicciones.
otras palabras, ser una mente que Se
del pequeño punto, del nudo individual, Elizabeth Zimmerman,
mira a sí misma. En ese momemo
del instante que se deja ir, de la inmen- Km‘tting without Tears
-dicen— se alcanza la compresion y 19'
sidad de lo insignificante. No es gran
unificación de uno con el todo. Creo que
cosa, pero al mismo tiempo lo es, porque Que tejer surte un efecto muy benefi-
eso es lo que le sucede a Sally cuando
tejer nos regresa a la realidad cotidiana cioso en la. mente es una intuición que
siente que “uno nunca teje en blanGO,

140 141

compartimos muchos tejedores, repito.
Ha ayudado a muchas personas a sopor-
tar y superar la quimioterapia, la escle-
rosis múltiple, la artritis reumatoide, las
largas esperas en consultorios; divor-
cios, depresiones, desórdenes alimen-
ticios, adicciones, etcétera. Incluso algu-
nas personas que no tejen de forma
cotidiana retoman la actividad
atravesar crisis Vitales.
Kristin Jones, creadora del colectivo
en h'nea We A11 Knit Here, empezó a te-
jer para salir de una depresión, y tejer
se ha vuelto su forma de vida (da clases
y vende sus diseños). En una entrevista
en el periódico en línea. The Huffington
Post, publicada en mayo de 2015, Kris-
tin lo explica: “Decir que tejer me sacó
de un agujero profundo es poco. Creo
que tejer me salvó la vida, y m siquiera
me di cuenta, porque estaba demasiado
concentrada tratando de aprender qué
aguja va en qué hoyo para conseguir ha_
cer un diseño bonito (o por 10 menos
algo que tuviera una forma reconocible)_
No tenía tiempo de preocuparme o de re.
oordar lo que me estresaba de mi vida”,
En este caso, 1a cualidad compulsiva c191
tejido es lo que salvó a Kristin. Fue lite-
ralmente absorbida por la actividad y, a,
través de ella, encontró el equilibrio en
su vida.
Para Cuca Castro, del colectivo Lana
Desastre, tejer es una forma de dar or-
den al caos. Ella aprendió a tejer de pe-
queña, lo dejó en la adolescencia y lo re-
La actnz Mary Pickford tejiendo un suéter para la Cruz
tomó por ahi de los dieciocho o diecinueve Roja estadounidense. con el eqmpo de filmación detrás.
años, pero ya no para hacer ropa a sus 1925. Biblioteca del Congreso
muñecas: “Yo lo tomé como terapia, de
verdad. Tenía muchos problemas de an-
siedad y de drogas. Conseguí sustituir to-
talmente los medicamentos con la tejida”.
Después tejer, como en el caso de Kristin,
se volvió una forma. de vida, pero eso es
otra historia. “Creo que lo mas importan-
te era el hecho de terminar algo, de hacer
algo tangible. Hay tantas cosas que uno
empieza y no acaba, tanto caos ahí afue-
para ra". Tejer se vuelve una manera de poner
orden, de demostrar el orden, de hacerlo
un hecho. Es una manera de salvar un
poco, al menos un poco, de sentido.
Los estudios cientifi‘cos que respaldan
la teoría de que cualquier manualidad
puede tener efectos beneficiosos P3Pa 19'
salud (alargar 1a vida y reducir el riesgo
de enfermedades neurológicas degenerati-
vas como la demencia o el Alzheim'el‘) Son
numerosos y bien conocidos. A cada. Pato
Mujeres ciegas tejiendo. en una institución para cnegos en Nueva York. Richard Boyer, 1944. BIbIIoieca del Congreso
142 143
se publican resultados que demuestran
las bondades de “los trabajos manuales",
no sólo en reVis‘tas médicas. sino en pe-
riódicos de gran tiraje y en publicaciones
de todo tipo, pero son pocos los medicos
que se han enfocado especm'camente en
los beneficios de tejer. Una de las investi-
gaciones mas serias y profundas que se
han hecho a la fecha es la de la doctora
mg'lesa Betsan Corkhill, autora del libro
Km‘t for Health and Wellness. Desde 2005
la doctora Corklnll' ha utilizado el tejido
para tratar a pacientes con diferentes
trastornos, y ha. aportado una gran canti-
dad de mf'ormacio'n cientifi‘ca valiosa para
la comunidad medica y para el mundo.
Reparte agujas y estambres en los hospi-
tales, enseña a tejer a los pacientes y se
observan notables mejorías en todo tipo
de enfermedades y desórdenes mentales.
Tejer, dice Corkhill, es una actividad
de coordinación que involucra las dos
manos y los dos hemisferios del cerebro,
y “ocupa una gran parte de la capacidad
mental del sujeto que teje”. Es una acti-
vidad bilateral, dicen los neurólogos, re-
lacionada con lo que se conoce como
“cruzar la línea del medio": la habih'dad
de cruzar un ojo, un brazo o una pierna
en el espacio del otro ojo, brazo o pierna.
Lo domm‘amos mas o menos a los tres o
cuatro años de edad. Estas acciones
crean nuevas conexiones de neuronas en
el cerebro. Cuando tejemos acrecentamos
nuestra mente. En su pagina web, sti-
chlinkscom, puede encontrarse una vas-
ta cantidad de información sobre sus in-
vestigaciones.
Parado’jicamente, aunque tejer ocupe
gran parte de la capacidad mental, casi
todos los tejedores hacemos algo al tejen.
ver una pelicula, escuchar música, en“
lar, caminar, pensar... La legendaria Ane
Bjerg (descrita en la introducción de
Everybody’s Knitting de Kirsten Hors.
ta‘ter) podía tejer un oalcetin. hilar, am
nar a su bebé, batir la mantequilla, leer
el periódico y comer un sandwich, todo a]
mismo tiempo. Pero esto puede suceder
—y esto es sólo una intuición proma. por_
que tejer amplia la capacidad mental: a1
ocupar una buena parte del cerebro, es.
tamos creando mas cerebro, que luego, a
su vez, se puede usar para otras cosaS,
por ejemplo, para entender, aunque sea
por un instante fugaz, que todos y todo
estamos interconectados.
III,
El yogi, al retirarse de la vida humana pro
fana, encuentra otra, más profunda, más
autentica -porque es rítmica-, la vida mis-
ma del Cosmos.
Mircea Eliade,
Técnicas del Yoga
Al tejer, ojos, manos, oidos y cerebros se
coordinan. Esto también sucede al tocar
algun‘ instrumento musical, pero tejer
tiene la ventaja de que es infinitamente
ma‘s facil, y que la recompensa es tangi-
ble e inmediata
(ademas es portatil)-
Cualquier estudiante de piano puede dar
testimonio del esfuerzo que supone
aprender a tocar una pieza medianamen-
te bien (y el piano no cabe en la bolsa).
Sin embargo, una persona aprende a te'
jer en una media de dos horas. En una
144
semana -o menos- puede estrenar su
primera bufanda. Por otro lado, tejer,
a1 contrario de la música, o de otras
actividades manuales en las que también
deben coordinarse ojos-oídos-manos-
mente, tiene un elemento peculiar: es re-
petitivo. Como recitar un mantra, tejer
durante horas es dejarse llevar por una
cadencia que calma y restaura. ¿Qué res-
taura? De nuevo, es dificil de definir.
Creo que lo que restaura es la capacidad
de salir de nosotros mismos y al mismo
tiempo encontrar un eje in‘terno que está,
en constante movimiento, como el oscilar
de un metrónomo, o como el mismo cos-
mos.
I'V.
Lo que escucho, lo olvido.
Lo que veo, lo recuerdo.
Lo que toco, lo entiendo.
Confucio
La educación Waldorf fue iniciada por un
señor austro-hung‘aro, Rudolf Steiner
(bueno, su pueblo -Murakirá.ly- formaba
parte del imperio austro-hun‘garo cuando
él nació, en 1861; ahora es parte de
Croacia y ya no se llama así). Lo más
destacado de la carrera de este hombre,
que fue crítico literario, arquitecto, edu-
cador, filósofo y muchas otras cosas más,
es que fundó la antroposofia, una rama
filosófica que presupone la existencia de
un plano espiritual tangible al que los se-
res humanos podemos (y debemos) acce-
der. Pero para introducirse a este conoci-
148
miento espiritual superior hay que
cultivar los sentidos. porque sólo a tra-
vés de éstos se puede acceder a él. A
Steiner le preocupaba, sobre todo, la re-
lación entre la ciencia, el arte y la espi-
ritualidad, tres aspectos de lo humano
que surgen de la misma. fuente: la mente
humana, que él consideraba sin limites.
Para Steiner era muy importante cul-
tivar los sentidos de los niñ'os para po-
nerlos a tono con lo espiritual desde una
edad temprana (no hay que olvidar que
para este Intelectual el mundo espiritual
era real, tangible y objetivo). En su peda-
gogia, que sigue vigente —de hecho, hoy
día hay mas colegios Waldorf que nun-
ca-, los niños aprenden a traves de acti-
vidades artisticas y manuales en todas
las etapas de su aprendizaje, pero de una
manera diferente que en la educación or-
todoxa. En Waldorf no se trata tanto de
“expresar algo” o de que el niño “explo-
re los materiales" (cosas que suceden de
todas formas), sino de reconocer y acti-
var aspectos del ser humano a través del
trabajo de las manos. Las actividades es-
tan estructuradas y enfocadas a crear
algo útil, mas que un producto decorati-
vo.
Dos cosas suelen llamar mucho la
atención de quien visita una escuela Wal-
dorf por primera vez: la mayoría. de los
materiales que hay en las habitaciones
son naturales: madera, lana, algodón,
metal. Cero plastico (o muy poco) y cero
computadoras. La otra cosa que llama la
atención es que lo mas seguro es que en-
cuentres a ninos tejiendo.
Una de las primeras manualidades
que se enseña a los ninos. incluso antes
 manos no se ponen manos e. la obra, nl
siquiera la mas intelectual de las activi.
dades: escribir. Educando las manos mo-
vilizamos el pensamiento.
Ademas de “movilizar la. voluntad”,
los niños al tejer se ponen en contacto
con el ritmo (“los niños son todo ritmo“,
suelen decir los maestros Waldorf), con
las texturas (sentido tactil) y con los co-
lores (sentido de la vista). Más impor-
tante aun', se les muestra de donde vie
nen los materiales: van a ver cómo se
esquila a las ovejas. Así el niño toma.
conciencia de que todas las cosas tienen
su origen en la naturaleza, de que cada
objeto creado por los seres humanos
trae un proceso de fabricación que en
última instancia viene de un lugar muy
concreto: nuestro planeta. Muchos de
nosotros llegamos a. 1a edad adulta sin
realmente saber cómo funcionan o cómo
Rudolf Sieiner, o 1905. estan fabricados la. mayor parte de los Prisioneros de la cárcel de Sing Sing, Nueva York, tejiendo, 1915i Biblioteca del Congreso
El creador de ia antroposofia dio al tejido un lugar importante
objetos que nos rodean, y vivimos la
en su pedagogía
vida en una especie de mundo abstracto, individuos. Sm‘ embargo, una vez infecta- y ademas: “son hombres, no quieren te-

que escribir, es tejer con dos agujas. “En casi magico. dos por el v1ru's del tejido, es dif'icfl dejar- jer”. “Por supuesto que quieren tejer, lo

los m'veles de escuela primaria, lo que se
movih‘za. es la voluntad a través del teji-
do con agujas, el crochet; en los grados
más avanzados se utiliza sobre todo el
pensamiento, en proyectos como encua-
dernación de libros, animales de peluche
y muñecos, en los que también hay un
elemento importante de emotividad”, es-
cribe Margaret Frohlich, en el libro so-
bre educación Waldorf, Educating as an
Art. En el mismo libro, Patricia Livm'gs-
ton señala que la voluntad suele ser la.
parte mas adormecida de nuestra men-
te, y que los trabajos manuales —como
tejer-n la. despiertan. Nada. sucede si las
Rudolf Steiner murió antes de que las
investigaciones neurológicas sobre el ce-
rebro demostraron cientifi’camente
que él intuyo‘: que trabajar con las ma.-
nos activa nuevas sinapsis que de otra
manera quedarían atrofiadas.
V.
Una vuelta más y ya.
Clásica frase del folclore tejeril
Cada persona. tiene sus propias razones
para tejer, y hay tantas razones como
lo, y además los mf’ectados tienen algo de
proselitistas: quieren repartir la. buena
lo nueva por el mundo, contagiar a otros
con su virus. Existe un proyecto fantás-
tico: Knitting behm'd bars. Es un caso
um"co del que se han escrito numerosos
artículos de prensa en los Estados Uni-
dos. Lynn Zwerhng' y Sheila. Rovelstad
son dos mujeres de Maryland, retiradas,
a las que les pareció buena. idea dar ta-
lleres de tejido en cárceles de hombres.
Les costó mucho encontrar una. carcel
que aceptara el proyecto: “No estamos
preparados para entregar agln'as y 121,1"8-
ras a. criminales peligrosos”, les decian,
que pasa. es que no lo saben”, contestaba.
Lynn. Obviamente, las tomaron por lo-
cas, y el empeño con que perseveraron
hasta. que lo consiguieron tiene algo de
locura. Lynn, en una entrevm'ta. por co-
rreo electróm’co, confiesa: “yo fui una
vendedora de coches profesional. No pue-
do recibir un no como respuesta”.
Les llevó cinco años encontrar una
cárcel que les hiciera. caso, y también
fue cuestión de tiempo que los presos se
animaran, pero una. vez que el proyecto
se puso en marcha. en 2009, agarró vue-
lo rápidamente, y ahora es el programa.
el que pone las reglas. Después de ocho

146
147
años, cientos de reclusos han aprendido ron daño en su vida anterior”, comenta Sheila. “De verdad creo que es mucho requería para. cubrir las necesidades

a tejer con ellas, y muchos, dice Lynn, Lynn. mas que un oficio, un arte o una artesa- de la familia. Con tiempo y materiales

han seguido tejiendo aunque los miren “He enseñado a cientos de hombres a nia. Tejer tiene la capacidad de transfor- suficientes en sus manos, incluso las

raro, y acreditan al programa con haber tejer en cinco minutos, usando un siste- marte", agrega Zwerling. mujeres neolíticas invertian grandes

hecho la encarcelación menos horrenda. ma que he desarrollado. Básicamente, no Cuando llega el momento del finalizar cantidades de tiempo extra en sus tra-

Entre los presos, estas dos señoras han saben que tejer es dif‘ícil, y me creen la clase, todos piden un poco mas de bajos textiles. mucho más alla de la.

tomado dimensiones de santidad. “Como cuando les digo que el cerebro puede he.- tiempo. Claro, ya forman parte de la le- mera utilidad”. Esto sugiere que no

habras notado —dice Lynn—, soy como cer cualquier cosa. que le digas. Mis chi- gendaria estirpe de Aracne: “una vuelta todo era tan precario. Estes tejedoras

cos me conocen muy bien (algo que tam- ma’s y ya". La tela de Aracne es pegajosa..- prehistóricas, al parecer, produjeron
una. evangelista cuando se trata. de pro-
mover el tejido y el crec1m'iento personal bién esta mal visto por el sistema), y atrapa. Tiene algo de adictivo, tejer, Sad- textiles de una complejidad extraordi-

y la calma que proporciona”. cuando llega uno nuevo, le dicen: ‘haz die Plant, en su libro Zeros + Ones, dice: naria. con diseños ornamentales que

Hay lista de espera para tomar el ta.- todo lo que te diga Lynn y estaras tejien- superaban con exceso la demanda

ller (una clase de dos horas a. la sema- do un gorro al final de la sesión’. Tam- Tejer e hilar tienen una cualidad obse- bruta. de tela sencilla.

na), y otra carcel en Kansas se ha su- bién les dicen, con completa seriedad, siva, adictiva; es la tentación de ence-

mado al proyecto, y otra más (esta vez que yo verdaderamente creo que el tejido rrarse en y dejarse llevar por proce- Al contrario de otras compulsiones,

una de mujeres) está en proceso de im- traerá la paz mundial. Y si lo creo". sos que arrastran a quienes se esta no destruye, sino todo lo contrario: te

plementarlo. Los reclusos que tejen en- La clase semanal de dos horas les entregan a ellos. Incluso en culturas construye. Calma, amplia la capacidad

cuentran la actividad relajante y cons- permite socializ'ar en un ambiente casi con economías de subsistencia, las mental, te conecta con el cuerpo y con el

tructiva, y hacen muchas prendas para. zen, que les hace sentir que pertenecen a mujeres —que cocinaban, cuidaban a ritmo, rehabilita, ordena, completa. Pero

donaciones, ademas de tejer para sus una familia. “Pero algunos llegan y van los niños y limpiaban sólo lo estricta- tal vez lo mas beneficioso del acto de tejer
familiares y para sí mismos. “Les gusta derecho a sus proyectos y, sm‘ decir pala- mente necesario—, metían la quinta ve- es que nos vuelve parte de un colectivo, de
tejer para donaciones, les da orgullo de- bra, se pasan las dos horas tejiendo en locidad cuando tejían o hacian hilo, esa larga estirpe de tejedores que se ex-
volver algo e. la sociedad a le. que hicie- silencio. También respetamos eso”, dice produciendo mucho mas de lo que se tiende desde la prehistoria hasta el futuro.

148 149
 “¿WA
‘a " w»
Tejer es tantas cosas a la vez y puede ser lo más sencfll'o
también, es crear, amar, proteger, compartir, enseñar. El tejido me
parece una manera de tener la mente mas o menos sana, las
emociones más en su lugar; tejer y meditar es para mí casi lo
mismo, me relaja, me concentra, me pone a pensar tantas cosas
que me cuesta trabajo realmente expresarlas. Todo depende
también del momento por el cual este pasando, pero rara vez ha
sido algo negativo, prácticamente nunca. Insisto: tejer es
concentrarme en mí, en lo mio, en 1a creación interna y externa.
Magdalena Yañez Nepote
Di'sen'o-tejedora
130
Como individuos vemm'os al mundo y como individuos nos vamos,-
sin embargo, nadie se marcha sin crear lazos y tejer con ellos.
Los núcleos familiares, los núcleos sociales, todas las culturas, los
pequeños pueblos y las grandes ciudades, los pequeños comercios
y los grandes negocios, todos los proyectos y las ideas geniales,
no son mas que lazos humanos entretejidos.
Gabriela Sisniega
Arquitecta
151
Entre
el tejido y
la muerte
Para. vivir hay que vivir
sin pensar constantemente en que vamos a. morir.
¿O no? ¿No sería. mejor- vivir todos los días recordando 10 finito de nuestra existen-
cia? Un dia. el hilo se corta, ¿y todo se acaba?

Cuando tejas y se termina. el ovillo, agarras otro y sigues.

En el sueter al final ni se nota.

CAA

Patricia Mendoza es una. tejedora fl'ustre. Es historiadora

del arte, exdirectora y fundadora del Centro de la Ima-
gen, especialista en politicas culturales y en fotogra-
fia. Lo suyo es pensar y reflexionar; analizar para des
pués sintetizar. Su hija dice que tiene el sindrome de
la mosca atómica (Patricia es flaquina, pequena, con
ojos negros centellantes). Es una mujer brillante, y
fue una gran suerte encontrarla justo antes de cerrar
la edición de este libro.

152
 de la familia. y una madre postiza para
Patricia. Ella. le enseñó a hacer cham-
britas cuando se embarazo, muy Joven.
de Luis Felipe, su primer hijo, hace ya
un poco más de treinta años.
Desde entonces, Patricia ha vivido
tres muertes importantes: la de su
padre en 1989, la de su hijo en 1999 y
ia de su madre en 2009.
Y en cada muerte, ha tejido. Bueno;
mr" mi hn rlidd“
HMMMMJ
pude ni te'er”. Pero (tal vez instinti-
mw Le pregunto que si se ha fijado en lo
vamente) sus manos se pusieron a rítmico del tejer, si le ha llamado la.
hacer otra cosa: enrollaba hilo de atención ese aspecto. Que si ha sentido
bordar en las ramas de los árboles de cómo tejer te permite penetrar en el
su Jardín, que no es sino otra forma de ritmo. El universo es rítmico, dicen los
WWF
tejido: hilo, manos conectadas a los astrónomos, y por eso de pronto tejer
ojos, y un movimiento rítmico, pequeño, se vuelve tan cósmico.
u
que construye algo mucho más grande, Cuando murió su padre, en 1989, WWW
1
Patnaa Mendoza con ‘Mlss Bacon.’ una jabalí domestncada
de manera minuciosa, paciente. Así, retomó el tejido, que no había. practicado wwwwmntli
cubrió muchas ramas que ahí quedaron desde el nacimiento de sus mj'os. Su ¿W
m f in ti n v r

Mi esposo, que hizo un viaje con como una señal de algo, un rastro padre se murió de cáncer en el hospital WW.
x iv.

ella, le contó que yo estaba escribiendo tangible de una. despedida y de un de Cardiología, donde había trabajado MW
r V

un libro sobre el tejido, con el que ella. quedarse aqui. toda su vida ¿Min
a él 1 taba de_oJ_s_e_mo_u_o_aJ_m_a_vmi
nt vit l: x

tiene una relación peculiar: le ano que “Para mí es un poco como 1a medita- emmamutr
n On' 1 'rn dr

sólo tejía en momentos de luto, y eso ción —le digo—. ¿Para ti no?”. _1¿Q,s_ng_“P
no WWE
n tr m n .

me llamó mucho la atención. De alguna www

r n h 1‘ 1 “MMM
ir n t 1' n ww
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manera tenía sentido. WWWMWH

ti vz... T'r es 1 mwntrlr
t rn. Entnc n eee Me lo ilustra de otra. forma: cuando

La cosa es que nos encontramos en WWW

r i r r MW
1 t 'i n ’n se ha deprimido, en vez de tejer, Patri-

su casa, en el sur de la Ciudad de Mmmm

t' 1 vi 1' t í“ n n 1 r
e_d_o_d_e_o_a5Le_eJ_,_es_a_enet_n
n h r fl xi'n 1'- cia tiene una. curiosa tendencia: lee

México, y conversamos bajo un árbol ïwimwudadntrin

de 1 r de n tr 1' n 1 t rmit
mmcmtmgmeun novelas de detectives de forma compul-

durante un buen rato sobre esta intri- Mmmm WWW

t 11 m n
gante relación entre el tejido y 1a Mmmm
n v t n r ñ es rinl-
¿IMM I‘mit trl
muerte. Cuando algm'en cercano a ella MMM
v . n t WWW
t in 1 . P ir ‘ ' n
se muere, Patricia necesita tejer mas Winimn
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que comer. W“
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á. t' ' n t
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María. de la Paz se llamaba 1a mujer WWW
ig_qu_e t er rirt WM
muy n gue ' .. en n. E WWPI'
que le enseñó a tejer, una gran amiga MMM
mn de 1 vi n reir l
WWW

184
156
 cuente, y de pronto hay una. tele-espa.- de la Jabalí -que es muy hermosa y
cio que constata este paso del tiempo enorme- como si fuere un ser humano.
inmensureble. con todo el respeto que se merece un
La. tercera. muerte, la más reciente, ser que vive y que comparte el Jardín
la de su madre, le atravesó acompañada. con elle. Con mi mente tejedore que
de sus dos sobrinos‘ Patricia. los involu- acaba. de leer a. Ovidio, conecto e
cró en el tejido durante este proceso. Patricia. con Pitágoras (del que Ovidio
WWW escribe en su ui'timo libro de Las
WW" metamorfosis), que decía. que no habia.
Tejer también tiene su lógica, pienso Patricia. es en si misma un shock que meter e. los animales porque en
yo, mientras Patricia. sube por sus cultural, un necesario darle la. vuelta. el ellos viven otras almas encernades.
suéteres tejidos. Pero es una. que, como calcetín, una. persona. que hace trascen- Según Ovidio. Pitágoras dijo: “Todas las
el koan del Zen, se aprehende de forma. dental el tejido, ei platicar, el estar aquí cosas cambien, nada. muere: el espíritu
instintiva. (y muchas veces, también y ahora. Abre ventanas, todas les de su vega. errante de acá. para. allá". Todos
instantánea). Y tiene su propio tiempo. case, y es como si ella. estuviera. llene. los seres vivos estamos unidos por un
El tiempo-tejido pasa de otra forma. Es de luz. hilo que nos es invisible. Creo que
una dimensión espacio-temporal Antes de irme me presenta. e. otro Patricia lo he visto.
distinta. a. le. de le vida cotidiana. miembro de su familia. actual: una
Pueden pasar horas, y uno sin darse
jabalí domesticade. “Miss Bacon". Habla.

156
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8€ Albert Museum.

158 159
El mensaje está en el tejido se terminó de imprimir en febrero de 2016 en los talleres de Offset
Rebosán, S.A. de C.V.. Acueducto 115. Col. San Lorenzo Huipulco, Tlalpan, Ciudad de México. Para su
composición se usaron tipos ITC American Typewriter LT y Benhold Akzidenz Grotesk. EI tiro fue de 500
ejemplares. impresos en offset en papel bond blanco de 90 g. El diseño y la formación estuvieron a cargo
de Rocío Mireles y Fernando Villafán. La corrección de textos fue hecha por Eduardo Méndez Olmedo.

Distribución: Tabaquería Libros. 55 5579 0411. tabaquerialibros@gmail.com