Así como se mencionaba en gran medida la preocupación por realizar jornadas de salubridad, y ayudar a las poblaciones menos privilegiadas, en el capítulo VII “La idea del ornato, los higiensitas y la planificación urbana”. Pues con esto se quería acabar con la pobreza, todo lo relacionado con enfermedad era sinónimo de marginación, de hedor y malas condiciones salubres. En las primeras partes del texto se menciona a Guayaquil Ecuador, pues estas prácticas higienistas darían como resultado en ese país una verdadera escuela de pensamiento médico y social, estrechamente ligada a las practicas estatales y municipales de salubridad, además de incluir cátedras investigación en instituciones universitarias. Por lo cual intereso para realizar una pequeña profundización del tema en el caso Colombia y específicamente en la ciudad de Bogotá. Alejandro Obregón menciona que en Colombia la percepción de la lepra a finales del S. XIX e inicios del S. XX aun respondían a un estigma colonial y por otro al redescubrimiento por parte de los médicos colombianos para ser estudiada. Si bien una de las ciudades del país en cuanto avances higienistas fue Bogotá, en las calles era común observar lodo combinado con es crementos de animales, las personas no conocían de prácticas de higiene, el hedor de las calles era muy fuerte, y no era raro ver a los pobladores vendiendo alimentos en estas condiciones además a mediados del S. XIX los dilemas del estado moderno, la inestabilidad económica y la apertura a la ciudadanía serían las problemáticas principales las cuales debían enfrentarse el nuevo régimen republicano de la naciente nación independizada. Entrando el S. XIX en la ciudad de Bogotá el sistema de aseo se basaba en la escorrentía, donde de alguna manera las aguas lluvias corrían libremente por las calles limpiando los desechos. animales muertos, cadáveres enterrados en las iglesias dio como resultado que se construyera el primer cementerio público, este fue impulsado por Francisco de Paula Santander como una de las primeras estrategias higienistas. Solo después de los grandes terremotos de 1826 y 1827, además de las numerosas epidemias de viruela, tifoidea (infección gastrointestinal) contribuiría a que se empezaran a implementar sobre manera políticas públicas para institucionalizar medidas de higiene básicas en el manejo de aguas, cadáveres y enfermos contagiosos principalmente. El legado de los escritos de Mutis, la llegada de la medicina homeopática permitió que los intelectuales higienistas del S. XIX emprendieran un proceso de institucionalización de la higiene un poco lenta pero efectiva. Otra de las particularidades para ayudar con los procesos de higienización fue la beneficencia la cual se quería por medio de acciones caritativas ayudar a los más pobres y de alguna manera evitar que estos se mezclaran con el resto de las poblaciones para evitar problemas de salubridad. En la medida en que la pobreza se inscribió en una ideología de distinto orden, la Iglesia, el Estado, los gremios y los trabajadores propugnaron por una estrategia distinta de solución o aplacamiento de la situación. Entre1830 y 1860, por ejemplo, se empezó a constituir una nueva forma de beneficencia en Bogotá en la cual el papel del médico, pero sobre todo el de las instituciones de reclusión, fue fundamental. En la medida en que los pobres eran “un peligro para el bienestar de las gentes de bien” (Gutiérrez, T. 2010 Pág. 6) Finalmente, al ser Bogotá la capital del país fue blanco principal de campesinos y terratenientes caídos en desgracia que migraron a esta ciudad en busca de oportunidades esto promovió la pobreza de la misma. Por lo cual, con el proceso de medicalización y el planteamiento de los problemas sociales como responsabilidad del Estado por parte de los médicos, podemos reconocer la transformación de la beneficencia en asistencia pública. La Higienización en Bogotá como en Colombia no vería su institucionalización de manera completa entrando el S. XX pues durante este periodo de tiempo las políticas se afincaron junto con todos los recursos económicos para dar respuestas a la ciudadanía. Gutiérrez, T (2010): proceso de institucionalización de la higiene: Estado, salubridad e higienismo en Colombia en la primera mitad del S. XX, Universidad Nacional de Colombia Archivo de Bogotá, Secretaria general (2018) El siglo del higenismo. http://archivobogota.secretariageneral.gov.co/noticias/siglo-del-higienismo