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y recursos en el aula
multigrado
Limber Santos | Maestro. Director del Departamento de Educación para el Medio Rural, CEIP.
Docente e Investigador del Instituto de Educación, FHCE, UdelaR.
frontal al docente y al pizarrón, con una estruc- escuela rural van más allá, configurando el aula
tura inamovible, fija y escasamente proclive a en territorios diversos, tanto dentro como fuera
la interacción y el movimiento, disponiendo de del local escolar. Estos otros espacios de aula,
mesas y sillas. De todas maneras, siempre hay lejos de ser considerados como excepcionales,
un escenario común al cual regresar. El niño deben ser la regla en una escuela rural con una
tiene una referencia estable en el salón; un lu- propuesta de multigrado abierta. Pero cuando
gar en el mundo múltiple y dinámico del aula el aula es la cocina-comedor, el predio escolar,
multigrado. Los rincones se presentan como el el invernáculo, la huerta a campo abierto, el
motor de esa dinámica, en tanto el niño debe es- monte o la cañada, sus características son otras
tar habituado a disponer de una autonomía que, y otros son, por lo tanto, la organización de los
sujeta a ciertos acuerdos de clase, le permita en- niños, su dinámica y desplazamientos. En pri-
trar y salir del escenario común, actuando solo o mer lugar, en estos ámbitos no hay escenario
en grupo en los rincones que corresponda. Más común, no existe una referencia espacial a la
allá de las temáticas y materiales allí existentes, cual regresar. La autonomía de movimiento
los rincones deberían ser espacios educativos se ejerce en función de la actividad propuesta
pero cuando se desarrollan propuestas didácti- incierto es lo que caracteriza los tiempos de una
cas diversificadas, distintos tiempos conforman situación educativa, y la pretensión de control
una trama compleja. Estas distintas temporali- es una fantasía. Como expresa Miguel Fernán-
dades se desencadenan a partir de las diferentes dez Pérez (1994), no se puede normar hasta
actividades propuestas para los grados o niveles, el final una situación educativa, sin que esto
pero también a la interna de cada uno de ellos, la implique restar importancia a la planificación
diversidad en las formas de aprender determina como herramienta. Pero la planificación está
ritmos diferenciales. El respeto por estos ritmos, para no ser cumplida en tanto su cumplimiento
tipos y modos de aprendizaje, exige para el do- estricto implicaría excesivos forzamientos del
cente tener en cuenta algunas consideraciones transcurso de una práctica, con el consiguiente
importantes acerca de su planificación. Durante desconocimiento de lo que en ella surja bajo la
mucho tiempo se ha concebido a la planifica- forma de reacciones de los alumnos, caminos
ción como un mecanismo que permite prever y que se bifurcan, alternativas inesperadas que se
controlar los tiempos de la jornada escolar. Hoy presentan, intentos que fallan; todo lo cual es
podemos decir que el sentido y la utilidad de la del orden de lo imprevisible. En este sentido, el
contenido a otro, sin respetar secuencias ni pro- Se transforman en recursos didácticos a partir
cesos de larga duración. Poco queda de eso. Las de una decisión docente que incorpore esos ele-
decisiones docentes de selección y priorización mentos a un dispositivo didáctico. Ni siquiera
forman parte como condición sine qua non de el mapa, la lámina o los cuerpos geométricos
la organización de los contenidos de enseñanza. -objetos construidos especialmente para la en-
Evitar la deriva de enseñanza no implica limi- señanza- son recursos didácticos por sí mismos.
tar lo que se enseña, sino ensanchar las posi- Si no funcionan en un dispositivo didáctico,
bilidades de aprendizaje. La enseñanza de un pueden ser meros elementos decorativos.