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“AYLLUCHAKUY”

INTEGRACION AYLLU

Daniel Errea - Autor/Recopilador


PACHACAMAK
“HAMAUTA WASI”
INDICE

1.-Introduccion.

2.-Ubicación.

3.-Version de los Cronistas, visitas e investigaciones realizadas.

4.-La Waka Pachacamak.

5.-Waka de los Adobitos.

6.-Ñaupaq Waka (Waka Antigua)

7.-Waka Pintada.

8.-Wakas con Rampa.

9.-Waka del Sol.

11.-Acllawasi.

12.-Calles, Plazas y Tambos.

13.-Waka de Tauri Chumpi.

14.-Ofendas Funerarias Del Cementerio Excavado por Max Uhle en 1896.

15.-Hallazgos sin contexto informado.

16.- Bibliografía
INTRODUCCION

La Waka Pachacamak es un centro de manifestación espiritual de gran


importancia en la costa (Urin), siendo Korikancha en Cusco (Hanan) su
complemento de altura en la última etapa de funcionamiento originario.

Se ha estimado una presencia de los abuelos en el lugar de por lo menos 1,800


años Antes del Presente, ahí se desarrollaron manifestaciones culturales y
espirituales asignadas a comunidades Lima, Wari e Ychma compartida con los
Inkas, dejando evidencias tanto en construcciones, textiles, cerámica,
enterramientos y ofrendas entre otras, hasta la llegada de los invasores que
interrumpieron abruptamente nuestras costumbres por 500 años, hoy hemos
retomado nuestra espiritualidad, dando continuidad a nuestros rituales (Hayway)
en la Waka celebrando nuestros Raymis en Solsticios y Equinoccios los últimos
26 años.

Desde nuestro punto de vista originario, no denominamos a la Waka “santuario”


o “templo” debido a que son palabras que encierran una religiosidad ajena a
nuestra cosmovisión, para nosotros el termino correcto es WAKA como lugar
donde se manifiesta nuestra espiritualidad y residían los Hamautas poseedores
del conocimiento, no subjetivamos o dogmatizamos a Pachacamak como “Dios
Pachacamac” debido a que no existe palabra Quechua o Aymara que signifique
o encierre el concepto de “dios” la traducción de Pachacamak seria Pacha:
Tierra, Cosmos, Universo y Camac: Orden, Leyes, por lo que se traduciría como
Leyes naturales que gobiernan u ordenan el cosmos, no como una entidad si no
con las fuerzas naturales como la gravedad, por lo que consideramos a los
abuelos Científicos Naturales observadores del cosmos, los investigadores no
han hallado en nuestras lenguas originarias palabras que encierren los conceptos
como los de jehová, Llave, Mitra, Horus, Krishna, Buda, Cristo, y si no existe la
palabra es porque no existiría el concepto.

De la misma manera cuestionamos aquí las cualidades de “Ídolo” u “oráculo”


que los cronistas asignaron a la Waka Pachacamak, estas versiones se sabe que
están limitadas por los mismos mecanismos que utilizaron para elaborarlas, un
primer punto es el idioma, una traducción muy deficiente y principalmente,
concepciones espirituales y de cosmovisión desconocidas en occidente y que
difícilmente habrían sido comprendidas desde una mentalidad dogmatizada del
siglo XVI, los cronistas habrían utilizado las herramientas que tenían a su
disposición como la literatura conocida de la época griega por ejemplo, donde
probablemente las cualidades del “Oráculo de Delfos” habrían sido trasladadas a
Pachacamak, se sabe que los maderos tallados eran muchos y de diversos
tamaños y estaban por toda la Waka, al analizar el que hoy conocemos, este
representaría la dualidad, los rostros de abuelos, el ciclo del maíz y la pesca,
entre otras representaciones naturales, en los maderos tallados se habría
preservado la memoria y el conocimiento, las idolatrías mencionadas por los
cronistas sólo serían su “aporte” desde su punto de vista dogmatizado y los mal
llamados “sacerdotes” son para nosotros los Hamautas poseedores del
conocimiento a partir de una experiencia científica natural y espiritual de
observación, el Hamauta Virgilio Roel nos decía que en Pachacamak se
organizaban también lo que hoy podríamos llamar Seminarios, donde los abuelos
intercambiaban experiencias agrícolas entre comunidades de diferentes pisos
ecológicos todo guiado por los Hamautas, y esta teoría tiene sustento en las
evidencias que en la actualidad se pueden hallar en la diversidad de productos
agrícolas heredados.

Las consultas también habrían sido de tipo astronómico, se sabe que los
Hamautas utilizaron este conocimiento para organizar las siembras, predecir
sequias o lluvias, la presencia de observatorios solares y de constelaciones en los
tiempos de los Inkas en Pachacamak lo avalarían, no es entonces Pachacamak
una Waka donde había un “oráculo” que subjetivaba y “engañaba”, esa es sólo
una versión, seguir investigando es la tarea para comprender cuál era la función
de los Hamautas Ychma y la relación con los maderos tallados, serian acaso
representaciones de civilizadores o antepasados venerados? el aporte decisivo de
una persona en un entorno comunitario favorecería a toda la sociedad y esta se
convertiría en benefactora, muy respetada y querida por los Ayllus,
representadas posiblemente en estas tallas y sus enseñanzas y conocimientos
compartidos, perennizadas en forma simbólica en los maderos, esta versión es
más objetiva y real que la que dejaron los cronistas invasores dogmatizados.
La Waka Pachacamak fue también un gran cementerio donde los abuelos se
enterraban con sus diferentes costumbres y rituales, no como decían las crónicas
que habrían venido a enterrarse de muchas regiones, sino más bien de la zona
costeña central mayoritariamente, lo que sí se pudo verificar es que los entierros
pertenecen a varios periodos, fue Max Uhle quien haciendo un comparativo con
el tipo de remodelación craneana hallada, determinó que estas presentaban en la
gran mayoría de casos, el estilo particular de la costa, siendo la excepción el
entierro de la Warmis Inkas en una terraza de la Waka del Sol, los hallados en la
explanada de la Waka Pintada, y los fardos Wari, en número reducido, también
la Waka fue un lugar donde se realizaron ofrendas de vidas humanas, un lugar de
peregrinaje y recepción de grandes comitivas, un lugar de almacenamiento en los
tambos y un lugar donde celebrar las ritualidades como hasta el día de hoy se
realizan.

Textil que envolvía el cuerpo de un Abuelo.


UBICACIÓN
La Waka Pachacamak se ubica cerca de la desembocadura del Rio Lurín, el que
se forma en las lagunas de los deshielos de las cumbres nevadas de los Andes
Occidentales de la provincia de Warochiri, nevados de Suerucocha, Chanape,
Warascocha, recibe también el aporte de precipitaciones fluviales y puquiales, el
rio adopta el nombre de Lurín al Norte del pueblo de San Damián de Warochiri,
desde el pueblo de Antioquia se conforma el curso medio, el rio es su avance al
mar va regando las tierras de los pueblos de Cochawayco, Antioquia, Ocorure,
Chillaco, Sisicaya, hasta llegar a Santa Rosa de Chontay, en el valle bajo el rio
Lurín discurre por los pueblos de Cieneguilla, Manchay, San Salvador de
Pachacamak y San Pedro de Lurín hasta llegar al mar después de recorrer 90 km
de Este a Oeste, el nombre del rio ha tenido varias denominaciones en el
transcurso de los siglos, se denominó Ychmay, Pachakamak, Seneguilla y a
partir del siglo 19 Lurín.

Referente a las islas, se asume que estuvieron unidas a tierra firme, se conocen
relatos que en tiempos de marea baja podía verse construcciones antiguas, según
Uhle relató que a una de las islas se podía llegar con mulas y que estas traían el
guano, así mismo se ha encontrado documentos referenciando una aldea de
pescadores llamada Quilcay que se hundió en el mar.

El Rio Lurín, a comparación del Rímak, es de menor caudal, sin embargo


permanente, el valle que forma el rio no es tan ancho como el del Rímak, en el
valle del Rio Lurín se podía encontrar bosques de Warango, se sembró Maíz,
Camote, Algodón, lo cual ha sido comprobado en las excavaciones realizadas en
los tambos de la Waka Pachacamak.

Existían hasta hace algún tiempo lomas de neblinas (oasis de neblina como los
denominaba F. Engel) como la de San Juan de Miraflores, Cuidad de Dios, Villa
María del Triunfo, Nueva Esperanza, Quebrada de la Virgen de Lurdes, Cerro
Zorritos, Cerro Lúcumo, Quebrada Verde, Quebrada Golondrinas, Mal Paso,
Pampa de Manzanos, Rinconada de Puruhuay, Jotocisa, Cerro Pucara, algunas se
preservan hasta hoy pero son severamente amenazadas por traficantes de
terrenos, invasores y empresas mineras.
En el actual distrito de Villa María del Triunfo, ubicada a la margen derecha del
Rio Lurín se ubicaba la Tablada de Lurín, donde se hallaron evidencias de
ocupación temprana desde los 8,000 años Antes del Presente, se utilizaron los
recursos de las lomas, lagunas y el mar, se hallaron evidencias de viviendas bajo
el nivel del suelo de hasta 1.80 m. las cuales fueron utilizadas posteriormente
como enterratorios, se hallaron herramientas de piedra como puntas de proyectil
para cazar venados y camélidos, las evidencias arqueológicas señalan una
alimentación de productos de lomas y de productos marinos para esas tempranas
ocupaciones, un hallazgo importante son los instrumentos musicales de hueso.

A 3 km de la Waka de Pachacamak y a 1.5 km del mar se halló restos


relacionados con los de la Tablada de Lurín y Pachakamak, se hallaron 230
entierros, los cuerpos estaban en posición de cuclillas asociados a vasijas de
cerámicas y alimentos.

Hacia los 4,800 años Antes del Presente y los 2,200 años Antes del Presente se
construyen las Wakas en forma de U, las que fueron decoradas con frisos, entre
los principales están Mina Perdida ubicada a la margen izquierda del Rio Lurín,
centro ceremonial y de peregrinación construido en piedra unida con barro, se
utilizó en el sector izquierdo Shicras y adobes en la parte central.

Cardal y Manchay, habrían sido ocupado hacia los 2,200 años Antes del Presente
y hacia los 1,800 años Antes del Presente se hallaron evidencias de ocupaciones
en las lomas, los investigadores hallaron en los cementerios de la época cerámica
escultórica de los estilos Tablada de Lurín, Villa el Salvador y el Panel con
botellas escultóricas con representaciones de aves y felinos, así mismo se
hallaron artefactos confeccionados con cobre.

Max Uhle halló dos cementerios en el valle, el cementerio de la Centinela, según


su apreciación, pertenecientes al último estilo del periodo costeño y el del tipo
cuzqueño, clasificándolo como perteneciente al etapa Inka, halló en las tumbas
vasos de plata y en uno de ellos un par de pinzas de oro, los cuerpos estaban
dentro de fardos amarrados con cuerdas de algodón y sogas de paja, estimó que
los abuelos ahí enterrados eran nativos del valle, tenían colocada sobre el fardo
una falsa cabeza de plata laminada, halló un cráneo trepanado en una gran taza
de plata, ornamentada con un rostro y restos de una tela emplumada, así como
otras telas de gran tamaño, así mismo halló en la hacienda la venturosa dos vasos
decorados con dibujos similares a los Aríbalos Inkas.
Plano de la Waka Pachacamak (Fuente: Pachacamac GIS Project)
En la margen derecha del Rio Lurín se encuentra Manchay Bajo, es una Waka
contemporánea con Cardal y Mina Perdida, construida con cantos rodados
unidos con barro, frente a esta Waka en la margen izquierda del rio, se ubica
Pampa de Flores, sus paredes están pintadas de rojo y amarillo, se asocia a las
manifestaciones culturales Ychma, posee kolkas y graneros para almacenaje de
productos, en esta Waka también se construyeron Wakas con Rampa al igual que
en Pachacamak.

Panquilma ubicada a la margen izquierda del Rio Lurín, posee Wakas con
Rampa, frisos y hornacinas similares a Huaycan y el Molle.

Huaycan de Cieneguilla se ubica en la margen izquierda del Rio Lurín, tiene


paredes con frisos representando las fases de la Luna, fue construido en épocas
Ychmas y recibió a los abuelos Inkas quienes integraron estas Wakas al camino
principal que unía Pachacamak, jauja y Cusco, a 2 Km se encuentra Rio Seco,
conjunto de almacenes y habitaciones construidas con piedra, paredes enlucidas
en barro y pintadas de amarillo, esta Waka de Rio Seco tiene un particular
significado puesto que son los mismos pobladores los que han tomado la
responsabilidad de cuidarla, organizando jornadas de limpieza y principalmente
enseñándoles a sus niños el respeto por los abuelos y abuelas.

En la margen derecha del rio y al frente de Huaycan se encuentra Molle, zona de


andenerías, con detalles constructivos similares a los hallados en Huaycan y en
Panquilma.

Sitios Arqueológicos en el Valle del Rio Lurín y Camino Inka Pachakamak-jauja


En los límites de Antioquia, en la margen izquierda del Rio Lurín, en la parte alta
del valle medio se encuentra Chontay, construida con canto rodado con laja en
las parte altas de los muros, lugar de paso entre Pachacamak y Jauja.

Ñaupaq Llacta-Lomas de Pachakamak

En las márgenes del Rio Lurín, los abuelos construyeron el Capac Ñam, que fue
utilizado como principal medio de integración e intercambio de productos de los
diversos pisos ecológicos cuyo recorrido va desde el mar en la Waka
Pachacamak hasta Jauja y de ahí al Cusco, este camino también conduce al Apu
Pariacaca.

Waka Pintada y Waka del Sol.


VERSION DE LOS CRONISTAS, VISITAS E INVESTIGACIONES
REALIZADAS.

La Waka Pachacamak ha sido una de las más visitadas y estudiadas, fueron los
cronistas invasores H. Pizarro, M. Estete que dejaron las primeras descripciones
del sitio, luego el cronista Pedro Cieza de León y el padre Jerónimo Julián, en el
siglo siguiente el padre Bernabé Cobo y Antonio de la Calancha, Waman Poma,
Uhle manifiesta que “Sobre las descripciones que realizaron y las funciones que
habría tenido la Waka hay que tomar estas con reserva”.

En el siglo 19 la Waka es visitada por varios exploradores extranjeros, en 1817


W.B. Stevenson, en 1839 Wilkes, entre 1838 y 1842 Von Tschudi, entre 1853 y
1854 Clements R. Markham, entre 1860 y 1870 G. Squier, entre 1871 y 1873
Hutchison, en 1876 Wiener, en 1880 Middendorf.

Max Uhle, aporta importantes resultados producto de sus investigaciones


realizadas entre 1896 y 1897, el investigador alemán hace el primer
levantamiento topográfico de la Waka y realiza las primeras excavaciones
utilizando el método de la estratigrafía, a él se debe el denominar “Templo de la
Luna” y que fue levantada en tiempo de los Inkas, diferenció los tres sectores de
la Waka, siendo el primero donde se encuentran las Wakas (Del Sol, Pintada y
Antigua) identificó el muro perimetral que se ha denominado “1ra muralla”, que
algunos investigadores la asignan a periodos tardíos, la zona de las Wakas con
Rampa, la zona de viviendas provisorias ubicadas al norte de la Waka, identificó
como de época Inka la Waka del Sol, el Acllawasi, la Plaza de los Peregrinos, la
zona de Kurakas y elaboró el primer plano general de la Waka que en la
actualidad es referencia para los investigadores.

Uhle, desentierra más de 200 cuerpos de abuelos del cementerio que en la


actualidad lleva su nombre y entrega a la universidad de Pensilvania lo hallado,
estando hoy en su poder, esperando autoridades con identidad para solicitar su
retorno a la Waka, lo cual será de vital importancia para el conocimiento de los
estudiantes e investigadores, también proporciona información sobre un entierro
evidentemente ritual que él llama “Sacrificio” del tiempo de los Inkas, donde
sólo habían mujeres que presentaban señales de ahogamiento por las cintas que
tenían en sus cuellos y del cual no disponemos de información.
Plano elaborado por Max Uhle en 1896.

En el año 1938, Albert Giesecke realizó trabajos de limpieza, Excavó y


consolidó la Waka del Sol, el edificio de las Mamacona, la Plaza de Peregrinos
y la Waka Pintada, hallando pinturas murales con motivos de peces, aves, plantas
y seres humanos, halló también el madero tallado que fue llamado “ídolo” de
Pachakamak y para nosotros representa la cosmovisión de los abuelos que está
relacionado con el ciclo del maíz y la pesca “La porción superior representaría la
dualidad, presenta una múltiple dirección de la mirada” como indicando que la
observación minuciosa es transcendental, también halló una puerta de carrizo
revestida de tela y decorada con Spondylus.
Entre 1940 y 1945 Julio C. Tello efectuó trabajos de excavación y reconstrucción
en el “Acllawasi” así denominado por él y en la Plaza de los Peregrinos.
En el año de 1947 la Waka fue visitada por Maria Reiche, quien realizó
observaciones indicando las alineaciones astronómicas con los trazos de las
construcciones, estos datos fueron publicados en diciembre del mismo año:

“¿Qué ha sido del calendario de los antiguos? Muros y caminos que han guiado la vista de
generaciones hacia el lejano horizonte para observar los fenómenos celestes. Todavía podemos hacer
las mismas observaciones que se han hecho en la antigüedad y verificar cómo la puesta del Sol al
alcanzar su extremo sur, está marcada con señales grandes e inequívocas en las construcciones
antiguas... el Sol se oculta exactamente al fin de un camino o muro antiguo o entre dos pilares o
monolitos. En estos días de Navidad, que para los antiguos han sido ocasión para grandes
celebraciones, vale la pena recordar los pasos de los astrónomos de Pachacamac y hacer una
observación que fue hecha allí cada año probablemente en cientos de generaciones. Las otras
direcciones de muros, que apuntan en casi la misma dirección probablemente han marcado los puntos
de salida y bajada de la Luna, que cada 18 años y dos tercios alcanzan un extremo de distancia desde
los puntos este y oeste… “

Entre 1958 a 1960 el Dr. Jiménez Borja limpió el frente Este de la Waka del Sol,
en 1964 el Arqueólogo Alberto Bueno realiza trabajos en la Waka de los
Adobitos, en 1965 se inaugura el museo de sitio por iniciativa de José M.
Arguedas, museo que luego en los últimos años fue reemplazado por una
construcción moderna.

En los años 1966 y 1967 se hicieron trabajos en la esquina Norte de la Waka del
Sol, entre los años 1967 y 1968 se llevaron a cabo trabajos en la Waka de Tauri
Chumpi.

Los terremotos de los años 1970 y 1974 afectaron Calles y Wakas que habían
sido excavadas, lo que originó que los trabajos se prolonguen hasta la década de
los 80s.

El circuito de visitas, que actualmente está en uso, se diseñó entre los años 1975
y 1978, entre los años 1981 y 1982 el Dr. Jiménez Borja realizó la limpieza,
excavación y restauración de la Waka con Rampa N°2, en 1983 se realizaron
trabajos en la Waka con Rampa N°3 y trabajos de prospección y limpieza en la
Waka Pintada.

Entre los años 1986 y 1990 la fundación Augusto Wiese financió el proyecto en
la Waka Antigua de Pachacamak, en los últimos años han realizado
investigaciones el Arquitecto Alfio Pinasco, los Arqueólogos Franco y Paredes,
Giancarlo Marcone, Peter Eeckhout, Regulo Franco y Ponciano paredes,
Krzysztof Makowski, Ángeles Rommel y Denise Pozzi-Escot quien es la actual
Directora del Museo de Sitio.
Madero Tallado, hallado en un relleno - Alberto Giesecke – 1938
Fragmento de la Carta de Hernando Pizarro a los oidores de la
audiencia de Santo Domingo (1533).
“A este pueblo me llegó licencia del Gobernador para que fuese a una mezquita de
que teníamos noticia, que estaba cien leguas de la costa de la mar, en un pueblo que
se dice Pachacama. Tardamos en llegar a ella veintidós días: los quince días fuimos
por la sierra e los otros por la costa de la mar”

“Llegados a los llanos, que es en la costa, es otra manera de gente, más bruta, no tan
bien tratados, más de mucha gente. Asimismo tienen casas de mujeres e todo lo
demás, como los pueblos de la sierra, nunca nos quisieron decir de la mezquita, que
tenían en sí ordenado que todos los que nos lo dijesen habían de morir; pero, como
teníamos noticia que era en la costa, seguimos el camino real, hasta ir a dar en ella.
El camino va muy ancho, tapiado de una banda e de otra. A trechos, casas de
aposento hechas en él, que quedaron de cuando el Cuzco pasó por aquella tierra.
Hay poblaciones muy grandes. Las casas de los indios, de cañizos; las de los
caciques, de tapia, e ramada por cobertura, porque en aquella tierra no llueve”

“Desde el pueblo de San Miguel hasta aquella mezquita había ciento setenta o ciento
ochenta leguas, por la costa, de la tierra muy poblada. Toda esta tierra atraviesa el
camino tapiado. En toda ella, ni en doscientas leguas que se tiene noticias en las
costas adelante, no llueve. Viven de riego, porque es tanto lo que llueve en la sierra,
que salen de ella muchos ríos, que en toda la tierra no hay tres leguas que no haya
río. Desde el mar a la sierra hay, en partes, diez leguas; a partes, doce. E toda costa
va así. No hace frío. Toda esta tierra de los llanos, e mucha más adelante, no tributa
al Cuzco, sino a la mezquita. El obispo de ella estaba con el Gobernador en
Caxamalca; habíale mandado otro bohío de oro, como el que Atabaliba mandó. A
este propósito, el Gobernador me envió ir a dar prisa, para que se llevase. Llegado a
la mezquita e aposentados, pregunté por el oro e negáronmelo, que no lo había.
Hizóse alguna diligencia e no se pudo hallar”

“Los caciques comarcanos me vinieron a ver e trajeron presente. E allí, en la


mezquita, se halló algún oro podrido, que dejaron cuando escondieron lo demás. De
todo se juntó ochenta y cinco mil castellanos e tres mil marcos de plata.
Este pueblo de la mezquita es muy grande e de grandes edificios; la mezquita es
grande e de grandes cercados e corrales. Fuera de ella está otro cercado grande,
que por una puerta se sirve la mezquita. En este cercado están las casas de las
mujeres que dicen ser mujeres del diablo, e aquí están los silos, donde están
guardados los depósitos del oro. Aquí no entra nadie donde estas mujeres están.
Hacen sus sacrificios como las que están en las otras casas del sol, que arriba he
dicho”

“Para entrar al primer patio de la mezquita han de ayunar veinte días; para subir al
patio de arriba han de haber ayunado un año. En este patio de arriaba suele estar el
obispo. Cuando suben algunos mensajeros de caciques, que han ya ayunado su año,
a pedir al dios que les dé maíz e buenos temporales hallan el obispo, cubierta la
cabeza e asentado. Hay otros indios que llaman pajes del dios. Así como estos
mensajeros de los caciques dicen al obispo si embajada, entran aquellos pajes del
diablo dentro a una camarilla, donde dicen que hablan con él e que el diablo les dice
de qué está enojado de los caciques e los sacrificios que se han de hacer e lo
presentes que quiere que le traigan. Yo creo que no hablan con el diablo, sino que
aquellos servidores suyos engañan a los caciques, por servirse de ellos; porque yo
hice diligencia por saberlo, e un paje viejo, de los más privados de su dios, que me
dijo un cacique que había dicho que le dijo el diablo que no hubiese miedo de los
caballos, que espantaban e no hacían mal, hícele atormentar y estuvo rebelde en su
mala secta, que nunca de él se pudo saber nada más de que realmente le tienen por
dios. Esta mezquita es tan temida de todos los indios, que piensan que si alguno de
aquellos servidores del diablo le pidiese cuanto tuviese e no lo diese, había de morir
luego. Y, según parece, los indios no adoran a este diablo por devoción, sino por
temor, que a mí me decían los caciques que hasta entonces habían servido aquella
mezquita porque le habían miedo, que ya no había miedo sino a nosotros, que a
nosotros querían servir. La cueva donde estaba el ídolo era muy oscura, que no se
podía entrar a ella sin candela, e de dentro muy sucia. Hice a todos los caciques de la
comarca, que me vinieron a ver, entrar dentro, para que perdiesen el miedo. E a falta
de predicador les hice mi sermón, diciendo el engaño en que vivían”

De la lectura de este fragmento de la carta a los oidores se desprende mucho de


lo que hoy se conoce como “Historia oficial” y es para nosotros sólo una versión
de un invasor que llegó a estas tierra en busca de riqueza y poder, no es el
reporte de un intelectual educado del siglo 16 ó un erudito investigador de
culturas universales y aun así sería sólo una versión, referencia sus descripciones
con el universo dogmatizado conocido por él, siendo su única finalidad el oro,
que fue el motivo principal de la invasión en una primera etapa, su carta reduce a
la condición de “Ídolo” a la Waka, como sinónimo de “naciones bárbaras” tal
cual la denominación que otorgó el papa en su bula donde “donaba” nuestros
territorios al rey, con lo que asociando y analizando estos documentos
fundamentamos la parcialidad y subjetivismo que luego conformó nuestra
“historia oficial” si en la Waka había a la llegada de los invasores muchos de
esos maderos tallados, se podría decir según esa interpretación, que habían
muchos “Idolos-Oraculos” y siguiendo ese argumento habrían sido muy
acertados por los resultados obtenidos por lo menos por 1000 años, excepto en lo
referente a los invasores mismos, ahí si se habrían equivocado, según las
crónicas, una coincidencia más como la “guerra” entre hermanos cuando
llegaron las tropas invasoras, las representaciones iconográficas en madera, telas,
arcillas, spondylus, hueso, etc. son para nosotros precisamente eso,
representaciones de la visón de las cosas de este mundo y del mundo espiritual y
servirían de memoria, de difusión de conocimientos, sin que esto equivalga a
atribuirle cualidades de entidades supremas o “dioses” que deciden, o hagan
“temblar la tierra” al igual que la “versión oficial” subjetiva y dogmática existe
también nuestra “versión originaria” objetiva y pragmática que a partir del
análisis postulamos.
Crónica de Miguel de Estete 1533/1535:

Referente a esta crónica se conoce dos versiones, la primera que fue parte del
relato de F. de Jeres con el título de: "La relación del viaje que hizo el señor capitán
Hernando Pizarro por mandado del señor Gobernador, su hermano, desde el pueblo
de Caxamalca a Pachacamac y de allí a Jauja" 1534, posteriormente en el año de
1807 aparece otra versión en el archivo general de las indias en España “El
descubrimiento y conquista del Perú” y fue publicada en Quito en 1916 y 1918.

Algunos investigadores han planteado que la crónica del archivo general de las
indias no pertenecería a M. Estete si no a otro soldado que participó en el saqueo
a la Waka Pachakamak, haciendo algunas comparaciones de los hechos relatados
por ambas crónicas:

Llegada de los españoles invasores a Pachakamak según M. Estete:

“El capitán se fue a aposentar con su gente a unos aposentos grandes que están
a una parte del pueblo y luego dijo al capitán que iba por mandato del señor
gobernador por el oro de aquella mezquita , que el cacique había mandado al
señor gobernador y que luego lo juntasen y se lo diecen o lo llevacen donde el
gobernador estaba y juntándose todo los principales del pueblo y los pajes del
ídolo dijeron que lo darían y anduvieron disimulando y dilatando , en conclusión
que trajeron muy poco y que no había más”

La crónica hallada en 1807:

Llegados al pueblo comenzamos a caminar derecho a la mezquita la cual era


cosa de ver y de gran sitio , teniendo en la primera puerta dos porteros a la cual
llegamos a pedirle que nos dejasen subir porque queríamos ver a pachacamac ,
los cuales respondieron que a verle nadie llegaba , que si queríamos algo , ellos le
dirían al sacerdote para que se lo dijese , H Pizarro les dijo ciertas cosas y que
en todo caso el había de subir donde estaba, porque él y aquellos españoles
venían de muy lejos a verle y así contra su voluntad y de ruin gana nos llevaron ,
pasando muchas puertas hasta llegar a la cumbre de la mezquita , la cual era
cercada de tres o cuatro cercas ciegas , a manera de caracol, y si se subía a ella ,
que cierto para fortalezas fuertes era más a propósito que para templos de
demonios”
Descripción del lugar según M. Estete:

“el ídolo estaba en una buena casa bien pintada , en una sala oscura, hidionda y muy
cerrada, tenían un ídolo hecho de palo muy sucio y aquel dicen es su dios, el que les
cría y sostiene y cría los mantenimientos, a los pies tenia ofrecidas una joyas de oro,
tienenle en tanta veneración que solo sus pajes y criados que dicen el señala, esos le
sirven y otro no osan entrar, ni tiene otro digno de tocar con las manos en las
paredes de la casa, averiguase que el diablo se reviste en aquel ídolo y habla con
aquellos sus aliados y les dice cosas diabólicas que manifestasen por toda la tierra ,
a este le tiene por dios y le hacen muchos sacrificios , vienen en peregrinación a este
ídolo de 300 leguas con oro plata y ropas y los que llegan van al portero y piden su
don y el entra y habla con el ídolo y el dice que se le otorga ,antes que ninguno de
estos sus ministros entre a servirle dicen que han de ayunar muchos días y no se ha
de allegar a mujer”

Descripción del lugar según La crónica hallada en 1807:

“y así contra su voluntad y de ruin gana nos llevaron, pasando muchas puertas hasta
llegar a la cumbre de la mezquita, la cual era cercada de tres o cuatro puertas ciegas
a manera de caracol y así se subía a ella, en lo alto estaba un patio pequeño, delante
de la bóveda o cueva del ídolo, hecho de ramada, con unos postes de hojas de oro y
plata y en el techo puestas ciertas tejeduras a manera de esteras para defensa del
sol, porque así son todas las casas de aquella tierra y como jamás llueve no usan
otro cobijo, pasando el patio estaba una puerta cerrada y ahí los guardas
acostumbrados, la cual ninguno de los osó abrir, esta puerta era muy tejida de
diversas cosas, de caracoles y turquesas y cristales y otras cosas, final mente que
ella se abrió y según la puerta era curioso, y así tuvimos por cierto que había de serlo
por lo de dentro, la cual fue muy al revés y bien pareció ser aposento del diablo,
abriendo la puerta y queriendo entrar por ella apenas cabía un hombre y había mucha
oscuridad, visto trajeron candela y así entraron en ella, era una cueva pequeña, tosca
sin ninguna labor y en medio de ella estaba hincado un madero en la tierra con figura
de hombre hecha en la cabeza de él, mal tallada y mal formada y al pie y a la
redonda del muchas cosillas de oro y plata ofrendas de mucho tiempo y soterradas
en aquella tierra, visto la suciedad y burlería del ídolo nos salimos afuera a preguntar
por qué hacían caso de una cosa, los cuales espantados de nuestra osadía decían
que aquel era pachacamac, el cual los sanaba de sus enfermedades”

Destrucción del madero tallado según M. Estete:

“El capitán mando a deshacer la bóveda donde estaba el ídolo y quebrarle delante
de todos y les dio a entender muchas cosas de nuestra fe católica”
Destrucción del madero tallado según La crónica hallada en 1807:
“Viendo la suciedad y burlería del ídolo nos salimos afuera a preguntar por qué hacían
caso de una cosa tan sucia y torpe como allí estaba , los cuales muy espantados de
nuestra osadía volvían por la honra de su dios y decían que aquel era pachacamac el cual
les sanaba de sus enfermedades y a lo que allí se entendió , el demonio parecía en
aquella cueva a aquellos sacerdotes y hablo con ellos y ellos entraban con las peticiones
y ofrendas de los que venían en romería , que es cierto, que de todo el señorío de Atibalipa
allí iban, como los moros y los turcos van a la meca, vista la suciedad que allí estaba y la
ceguedad en que todas aquellas gentes juntando a todos los principales del pueblo y
haciéndolos entender , en presencia de todos, se derroco y abrió aquella cueva , la cual
habían muy pocos que habían entrado en ella y así con mucha solemnidad se puso una
cruz grande encima de aquel aposento que por tan suyo tenía el demonio hecho esto nos
aposentamos en el pueblo de abajo , en el cual estuvimos 30 días”

Se sabe que Pizarro estaban acelerando el rescate de oro de Atawalpa, quien se


encontraba secuestrado en nombre del rey y del papa, es así que en enero de
1533 llega Hernando Pizarro y su cronista Estete, su idea occidental
dogmatizada se manifiesta cuando confunde “mezquita” con Waka, sin embargo
no pude ocultar su admiración del lugar al decir : “cosa de ver y gran sitio” no se
puede determinar si entran a la Waka del Sol o a la de Pachacamak, al parecer
seria a la que hoy conocemos como “Waka Pintada”, entraron diciendo que
querían ver a Pachacamak, asumiéndolo como una entidad o dios, y que les
dijeron según ellos que nadie lo veía y que si querían algo le dijeran al
“sacerdote”, aquí evidentemente hubo una mala interpretación producto del
desconocimiento de la lengua, lo más probable es que al forzar su ingreso
rompiendo las costumbres llegaron a un espacio donde estaba un Hamauta que
ellos llaman sacerdote y es quien los recibiría, sin embargo ellos dentro de
esquema dogmatizado, buscan afianzar su estrategia de considerar “idolatras” a
los abuelos pidiendo hablar con Pachacamak.

La intención de la crónica es clara, mostrar las “Idolatrías” que ellos se


asumieron luego extirpar, lo más seguro que en su afán de imponerse por la
fuerza ese “Ídolo” haya sido quemado, luego de quebrarlo como afirma la
crónica, las referencias al “demonio” y la “oscuridad” son manifestaciones de su
religión dogmática, para nosotros la oscuridad es complemento de la claridad,
muy importante el dato sobre que Pachacamak cura las enfermedades, lo cual
seguramente en la traducción se vio limitada la interpretación por lo que en un
sentido más amplio los abuelos de Pachacamak, con sus conocimientos,
favorecían y proporcionaban respuestas y soluciones a los runas en tiempos de
adversidades climáticas.
Independientemente si es una sola persona o dos los que redactaron esta crónica,
son sin duda alguna participes de los hechos de Cajamarca, beneficiándose del
“rescate” premiados por masacrar a seres humanos indefensos, luego llegaron a
Pachacamak a saquearlo y dejaron para la posterioridad una versión parcializada
de lo que vieron en la Waka y hoy es la misma versión que se utiliza en el
museo a través de un video.

Es indiscutible que la misma mano manchada de sangre inocente en los hechos


Cajamarca escribe esta crónica que luego es repetida como hechos históricos sin
el análisis de veracidad requerido y el cuestionamiento a las interpretaciones
occidentales de una cosmovisión originaria que se desarrolló con total
independencia de Europa.

En el libro “De Indis” Padre Francisco de Vitoria publicado en 1532 se


manifiesta lo siguiente:

“Séptima proposición: si, después de que los españoles hayan usado toda la diligencia, tanto
en hecho y en palabra, para mostrar que nada saldrá de ellos para interferir con el la paz y el
bienestar de los aborígenes, estos últimos persisten en su hostilidad y hacen todo lo posible
para destruir a los españoles, entonces pueden hacer la guerra los indios, ya no como en la
gente inocente, sino en contra de los enemigos perdidos, y puede hacer valer contra ellos
todos los derechos de la guerra, despojándolos de sus bienes, reduciéndolos al cautiverio,
deponiendo a sus antiguos señores y estableciendo otros nuevos, sin embargo, con
observancia de la proporción en cuanto a la naturaleza de la circunstancias y de los errores
causados a ellos. Esta conclusión es suficiente evidente por el hecho de que, si es lícito
declarar la guerra, en consecuencia legal para perseguir los derechos de la guerra. Y se
confirma por la consideración de que los aborígenes no deberían tener una mejor posición
simplemente porque son incrédulos. Pero todas las cosas enumeradas serían legales contra
los cristianos, cuando una vez una guerra justa ha surgido. Por lo tanto, son legales contra
los aborígenes, también. Además, es una regla universal de la ley de las naciones que sea lo
que sea capturado en la guerra se convierte en propiedad del conquistador, como se
establece en Dig., 49, 15, 28 y 24, y en Decretum, pt. 1, dist. 1 lata. 9, y más expresamente
en Inst., 2, 1, 17, donde se dice que "por la ley de las naciones lo que sea que tomemos del
enemigo se vuelve nuestro al momento, a tal punto que incluso los hombres pueden ser
traídos en esclavitud para nosotros. Además (como dicen los médicos sobre el tema de la
guerra), un príncipe que tiene a mano una guerra justa es ipso jure el juez de sus enemigos y
puede infligir un legal castigo sobre ellos, condenándolos según la escala de su marcha
mala. Todo lo dicho anteriormente recibe confirmación del hecho de que Los embajadores
son por ley de las naciones inviolables y los españoles son los embajadores de los pueblos
cristianos. Por lo tanto, los indios nativos están destinados a darles, al menos, una audiencia
amistosa y no rechazarlos. Esto, entonces, es el primer título que los españoles podrían tener
para apoderarse de las provincias y soberanía de los nativos, siempre que el decomiso sea
sin astucia o fraude y no buscan causas imaginarias de la guerra. Porque si los nativos
permiten Los españoles a traficar pacíficamente entre ellos, los españoles no podían alegar
en este conexión ninguna causa justa para apoderarse de sus bienes más que los bienes de
Cristianos”
Estas líneas reproducen el marco de legalidad con el que los europeos
justificaban las invasiones, sin embargo anotaban claramente ciertos requisitos,
que como es evidente no se cumplieron, la prueba es que desde Cajamarca a
Pachacamak parten sólo 25 españoles atravesando caminos y pueblos donde
fueron recibidos siempre en paz, es sabido que se hicieron acompañar por
algunos representantes de Atawalpa, sin embargo llegaron a la Waka exigiendo
el rescate imponiendo su idea de verdad religiosa, lo cual tampoco estaba
permitido, al menos en teoría, es relevante el hecho que el autor dice que el
decomiso sea “sin astucia o fraude” puesto que hay documentos que afirman que
los hechos de Cajamarca fueron un ardid de Pizarro y el padre Valverde por lo
que algunos consideraban que era “una conquista ilegítima” y un dato importante
que el padre de Vitoria indica que los españoles “no busquen causas imaginarias
para la guerra” con lo cual por lógica esto se hacía para justificar guerras y en
nuestro caso muchos hechos relatados por los cronistas oficiales apuntan a una
invención, interpretación dogmatizada y parcializada acorde con sus intereses,
comparaciones con hechos y costumbre europeas, un ejemplo de esto sería que la
crónica hallada en 1,807 , narra que Atawalpa bebió del cráneo de su hermano
Waskar, una escena similar la encontramos en los Nueve Libros del Historiador
Griego Herodoto :

“Tales son sus leyes y usos de guerra, pero aun hacen más con las cabezas, no de
todos, si no de sus mayores enemigos, toma su cierra el escita y corta por la orejas
y la parte superior del cráneo y la limpia después, si es pobre, contentase cubriéndola
de cuero crudo de buey, pero si es rico, la dora y tanto uno como otro se sirven
después de cráneo como vaso para beber”

Se sabe que esta publicación para los años 1500 se conocía en su versión en latín
en Europa, y de la misma se desprende en muchas de sus páginas las cualidades
del oráculo de Delfos, características comparables a Pachacamak.

La Crónica del Perú - Pedro Cieza de león,

Cieza de León fue uno de los 4 primeros cronistas encargados de justificar la


invasión, en la crónica dedica un capítulo a la Waka Pachacamak:

“ A cuatro leguas de la ciudad de Los reyes está el valle de pachacamac, este valle
es fructífero y en él estuvo uno de los suntuosos templos que se vieron en estas
partes del cual dicen que los reyes incas hicieron los templos de cuzco y los
ilustraron y acrecentaron con riquezas, ninguno se igualo con el de pachacamac,
Dentro del templo donde estaba el ídolo estaban los sacerdotes que hacían los
sacrificios, con las espaldas al ídolo, con los ojos bajos y con gran temblor y
turbación, según publican algunos indios de los que hoy son vivos, “Por los terrados
de este templo y por lo más bajo estaba enterrada gran suma de oro y plata”
En esta cita el cronista no puede ocultar la importancia que tuvo Pachacamak
incluso comparándolo con las Wakas Inkas, lo denomina templo y es así que
hasta la fecha muchas publicaciones repiten sin preguntarse el significado y la
diferencia entre templo y Waka, convenientemente refiere sacrificios hechos por
los sacerdotes y el pueblo atemorizado por estos, estas líneas justificarían la
posterior evangelización dado la calidad de idolatrías que tenían para los
invasores las ritualidades originarias, confunde sacerdotes con Hamautas (sabios
poseedores de conocimiento producto de estudio y observación del cosmos) y
finaliza con que esta versión la tomó de “indios” que aún están vivos es decir
casi 15 años después de la llegada de H. Pizarro y su cronista, probablemente
evangelizado forzosamente y diciendo lo que obligados tendrían que repetir con
serios problemas de traducción, si es que en realidad hubo ese relato.

Sin embargo manifiesta que los “caciques y señores” obedecían en lo que los
“sacerdotes” mandaban, siendo una actitud incomprensible para él, que los
Runas valoren y sigan las enseñanzas que los Hamautas daban, lo de “gran
temblor y de espaldas” es sólo una versión de parte, inaceptable para nosotros
que nuestras altas culturas se habrían sustentado en el temor, como si lo hizo la
cultura occidental, los Hamautas poseedores del conocimiento serian para
nosotros a quienes se les hacían las consultas y no a los maderos, en las tallas se
preservaría simbólicamente un contenido científico, por lo que al leerlo en
rituales las respuestas beneficiarían a los Ayllus, habla también de romerías, lo
que las investigaciones confirmaron y a lo que nosotros llamaríamos
provisionalmente Peregrinaciones de abuelos que entre ritualidades y consultas a
los Hamautas vivían su espiritualidad originaria.

Nueva Crónica y Buen Gobierno - Guamán Poma.

La Autoría de la crónica fue cuestionada por la historiadora Italiana Laura


Laurencich Minelli de la Università di Bologna, argumentando que sería un
documento de origen jesuita y tendría la finalidad de apoyar la fundación del
Estado Neo Inca Cristiano, el cronista anota lo siguiente sobre la Waka
Pachacamak:

“Idolos Y uacas de los chinchaysuyos, que tenían los principales del uarco y
pachacamac, Aysavilca, sacrificaban con criaturas de cinco años, y con colores y
algodones, tupa, coca, fruta y chicha. Y los indios Yauyos al ídolo de paricaca
sacrificaban con chica y mollo y uaccri zanco, y comida y conejos”
La crónica que fue terminada para 1615, relata una serie de aspectos de la vida
del Tawantinsuyo, desarrolla una historia que comienza con Adán y Eva,
considera que éramos descendientes de Noé y que en un momento pasado
recibimos la evangelización de San Bartolomé, quien siguiendo las palabras de
Jesús salió al mundo a evangelizarlo.

Muestra un conocimiento, entre otros temas, de la historia de los papas, el autor


se declara cristiano, relata que la “conquista” fue legítima puesto que un
“embajador” de Waskar “dona” a Pizarro como “embajador” del rey nuestros
territorios, restituyendo la cristiandad que fue pérdida cuando los Inkas de origen
ilegitimo iniciaron las idolatrías, siendo la razón de la ilegitimidad el incesto que
tuvo Manco Capac con su madre Mama Ocllo, mito similar al incesto de Urano y
su madre Gea que dio origen a los dioses griegos.

Bajo ese marco, los relatos de idolatría y de “sacrificios” que contiene la crónica
tiene sentido, las investigaciones arqueológicas si han hallado contextos de
rituales de ofrendas de vidas humanas, de niños en Apus nevados de altura, en
Pachacamak se hallaron entierros rituales fundacionales de Wakas pero de
tiempos anteriores a los Inkas, existe un entierro ritual de niños hallados que
conforman un circulo con la cabeza apuntando al centro, que a la fecha no
poseemos detalles de los resultados de los análisis efectuados, no sabemos la
causa de muerte, si esta fue natural, por alguna enfermedad o ritual y otros
contextos pero sin análisis publicados .

Sabemos por el relatado de los invasores que de Pachakamak saquearon gran


cantidad de oro y plata, Max Uhle menciona que encontró “miles de huesos y
cráneos blanquecinos que se hallan desparramados en su saqueada superficie”
hablando del cementerio que esta al pie de la Waka Pintada, alterando para
siempre el contexto.
Idolos y Uacas del Chinchaysuyo / Pariacaca/ Pachacamac/ Pachacmac en Pariacaca (1615)
Comentarios Reales de los Incas - Garcilaso de la Vega.

El autor en su secuenciada relación de las “conquistas” Inkas, en el capítulo xxx


titulado “Los Valles de Pachacamac y Rímac y sus ídolos” señala que Cuismanco
era señor o Hatun Apu de los valles de Pachacamak, Rímac, Chancay y Huamán
o Barranca, indicando sobre el encuentro con los Inkas:

“Es de saber, que como en otra parte hemos dicho y en adelante diremos, y como lo
escriben los historiadores, los Incas reyes del Perú, con la lumbre natural que dios les
dio, alcanzaron que había un creador de todas la cosas. Al cual llamaron
pachacamac, que quiere decir el hacedor y sustentador del universo. Esta doctrina
salió primero de los incas y se derramó por todos sus reinos, antes y después de ser
conquistados, decían que era invisible y no se dejaba ver y por eso no le hicieron
templos ni sacrificios como al Sol, más de adorarle interiormente con grandísima
veneración, según las demostraciones exteriores que con la cabeza, los brazos, ojos
y cuerpo hacían cuando le nombraban. Esta doctrina habiéndose derramado por
fama, la admitieron todas aquellas naciones, unas después de conquistadas y otras
antes, los que más en particular la admitieron antes que los incas los sujetaran
fueron los antecesores de este rey Cuismanco hicieron el templo de pachacamac y
dieron el mismo nombre al valle donde lo fundaron, que en aquellos tiempo fue uno
de los más principales que hubo en toda aquella costa, en el templo pusieron los
yuncas sus ídolos , que eran figuras de peces, entre las cuales tenían también la
figura de una zorra”

Referente a Garcilaso de la vega, se sabe que partió del cusco a los 20 años de su
edad, escribiendo el libro 40 años después, es preciso indicar que para la época el
padre mestizo y jesuita Blas Valera lo señaló como Plagiario de un manuscrito
que había realizado, analizando los primeros párrafos donde Garcilaso habla de
que los Inkas tenían la Idea de “un creador de todas las cosas” concuerda con la
posición que adoptaran los jesuitas de mostrar a los Inkas factibles a ser re
evangelizados y fundar así un estado “Neo Inca Cristiano”, lo cual nunca
ocurrió.

Garcilaso habla de ídolos refiriéndose a peces y a una zorra, no menciona los


maderos que hallaron los invasores porque tiene una posición diferente respecto
al tema, que según él se originó por una confusión y mal entendimiento del
idioma, como veremos más adelante, estos peces no serían otros que los
representados en las graderías de la Waka Pintada, por otro lado se deduce que él
u otro posible autor de este libro nunca estuvieron en la Waka.
“El valle del Rímac está a cuatro leguas de pachacamac, el nombre Rímac es
participio de presente, quiere decir el que habla, llamaron así el valle por un ídolo
que en él hubo en figura de hombre que hablaba y respondía a lo que le preguntaban,
como el oráculo de Apolo Délfico, y por qué hablaba, le llamaban el que hablaba, y
también el valle donde estaba”

“tenían el ídolo en un templo suntuoso, aunque no tanto como el de pachacamac,


donde iban y enviaban sus embajadores los señores del Perú a consultar las cosas
que se les ofrecían de importancia, los historiadores españoles confunden el templo
de Rímac con el de Pachacamac y dicen que pachacamac era el que hablaba, y no
hacen mención del Rímac, y este error, como otros muchos que en sus historias hay
semejantes, nacen de no saber, la propiedad de la lengua y de no dárseles mucho
por la averiguación de las cosas y también lo pudo causar la cercanía de los valles,
que no hay más de cuatro leguas pequeñas del uno al otro y ser ambos del mismo
señor y eso baste para dar noticia de lo que hubo en aquellos valles, y que el ídolo
estuvo en Rímac y no en pachacamac”

Desde nuestro punto de vista es viable que en el recorrido hacia el sur pasaran
por las Wakas que se ubicaban en lo que hoy es la plaza de armas, también
existen referencia que pasaron por Armatambo, confundiéndola con la Waka
Pachacamak, es posible que lo escrito por H. Pizarro y M. Estete, haya sido
convenientemente redactado realzando sobre todo la condición de “Idolatras”
que sería muy útil para sus fines políticos, recordemos que la crónica atribuida a
M. Estete menciona del “Ídolo de pachacamac” que: “estaba hincado un madero
en la tierra con figura de hombre hecha en la cabeza de él, mal tallada y mal
formada”

Sobre la presencia de estos “Ídolos” se sabe que en Ancón se hallaron maderos


tallados representado figuras humanas que en algunos casos presentaron restos
de telas y redes como vestimenta, existe una talla que fue hallada en un sector de
la “Segunda Muralla” en Pachacamak y otros tallas de madera de diferentes
tamaños.

En el capítulo siguiente Garcilaso reproduce lo que él denominó “Requieren a


Cuismanco su respuesta y capitulaciones”, cabe precisar que en los primeros
párrafos se repite una narración de los “hechos” similares en todos los valles
costeños referente a los primeros acercamientos de los Inkas con los Kurakas.

“El gran señor Cuismanco estaba apercibido de guerra, porque, como lo hubiese
visto en su vecindad, temiendo que los incas habían de ir sobre sus tierras, se había
percibido para las defender. Y así, rodeado de sus capitanes y soldados oyó los
mensajeros del inca y respondió diciendo que no tenían sus vasallos necesidad de
otro señor, que para ellos y sus tierras bastaba él solo, y que las leyes y costumbres
que guardaban eran las que sus antepasados les habían dejado, que se hallaban
bien con ellas, que no tenían necesidad de otras leyes y que no querían repudiar a
sus dioses, que eran muy principales porque entre otros adoraban a pachacamac,
que, según habían oído decir, era el hacedor y sustentador del universo, que si era
verdad, de fuerza había de ser mayor dios que el sol, y que le tenían hecho templo
donde le ofrecían todo lo mejor que tenían, hasta sacrificarle hombre, mujeres y niños
por más le honrar y que era tanta la veneración que le tenían, que no osaban mirarle ,
y si los sacerdotes y el rey entraban a su templo a le adorar, las espaldas al ídolo y
también al salir , para quitar la ocasión de alzar los ojos a él, y que también adoraban
al Rímac, y que también adoraban a Mamacocha, que era la mar, porque los
mantenía con su pescado, que les bastaba los dioses que tenían, que no quieran
otros, y al Sol menos, porque no había menester más calor del que su tierra les daba
que suplicaban al Inca o le requerían que les dejase libres, pues no tenían necesidad
de su imperio”

Este relato pertenece a un mestizo colonizado y dogmatizado, considerando que


narra hechos ocurridos al menos 200 años antes de la publicación de los
Comentarios Reales, en todas la crónicas en general, la terminología occidental
como sacerdotes, templos, imperios y dioses, está acorde con lo expuesto en la
Adenda que 50 años después de la publicación de la primera edición del Libro
“Pachacutec Inca Yupanqui” de la Sra. María Rostworowski quien señala:

“Los cronistas, como españoles de su época, reflejaban en sus escritos sus propios
criterios, y expresaban su sentido judaico-cristiano de la vida”

Nosotros, avalados por nuestro punto de vista originario y con la tarea de


reinvindicar la memoria histórica de los abuelos, consideramos el hecho de que
también estas siempre buscaban justificar la invasión, por lo que tenían fines
políticos y jurídicos, este criterio lo aplicamos a todas la crónicas y relaciones
hechas sobre la vida y cosmovisión de nuestros abuelos, las cuestionamos y
buscamos la veracidad, no las aceptamos como “Dogmas Históricos” ya sean de
españoles invasores, de mestizos dogmatizados y colonizados o de historiadores
e investigadores contemporáneos, que citan como fuente estas crónicas sin
ningún cuestionamiento, así mismo refuerza nuestra posición de que todo lo que
se conoce hoy como “Historia oficial” son versiones muy parcializadas y en este
caso, que buscaban darle una historicidad a hechos que no comprendían y
desconocían como habrían sucedido y llegan a nosotros como versiones
noveladas y se reproducen como “Hechos Históricos”.

El capítulo concluye con la coincidencia de “dioses” que los Inkas y Cuismanco


“adoran” es decir Pachacamak, lo cual permitió, según Garcilaso, que no hubiera
enfrentamiento bélico y que los valles de Pachacamac, Rímac, Chancay y
Huamán o Barranca sean anexados a los “dominós” Inkas y finaliza con la visita
de Cuismanco a Cusco.
Talla de Madera 35 x 15 cm- Pachakamak. Personaje en madera hallado por Max Uhle 1896

Contexto del hallazgo, al fondo la Waka Pintada y la Waka del Sol

Posibles ofrendas de otras comunidades a la Waka.


Testimonio de la visita a la Waka de George Squier:
“Durante mi residencia en Lima visité la Waka Pachacamac, situadas a 32 Km. Al sur
de la capital sobre la orilla derecha del río Lurín, cerca del mar, que dominan de
Chorrillos, donde habíamos pasado la noche, salimos al amanecer, preparados para
una estadía de varios días, nuestro camino nos llevaba al sur, por la polvorienta
carretera a Pisco y pronto perdimos de vista los jardines y campos cultivados del
valle del Rímac, cabalgando sobre arenosas y estériles colinas y llanuras no menos
arenosas y estériles. El Sol se volvió abrasador mucho antes de que tuviéramos
nuestra primera visión del verde valle de Lurín y las chispeantes aguas del rio del
mismo nombre, que fluye hacia el sur y a la vista de las célebres construcciones que
habíamos venido a visitar, y que encontramos sin ninguna dificultad. Estas cubren
total o parcialmente cuatro colinas importantes, cuya estratificación de pizarra
arcillosa es regular, aunque algo distorsionado, ya que el espesor de estratos varía
entre 5 y 30 centímetros. Es fácil partirlos en bloques rectangulares, que fueron
utilizados por los antiguos constructores para los cimientos de las paredes, y en
buena parte, incorporados a las estructuras mismas.

El desierto se extiende hacia el norte hasta el valle del Rimac y tierra adentro hasta
las montañas que se elevan, desnudas y áridas en lontananza. Contrastan con el
verde y fértil vallecito de Lurín en el sur y las azules aguas del pacifico en el oeste,
con sus pintorescas islas rocosas, contra las cuales se estrellan las olas en incesante
estrépito, sobre las cuales revolotean siempre una nube de aves marinas.

Las construcciones se componen de grandes ladrillos de adobe y las piedras ya


mencionadas, algunas de las paredes se conservan bastante bien, si se toman en
cuenta la recias y frecuentes sacudidas de terremotos a que están expuestas en esta
costa; más debido a la ausencia de lluvias y heladas ha sufrido poco los efectos del
tiempo. Pachacamac es uno de los lugares más notables del Perú, porque aquí
según nos dicen los antiguos cronistas, estaba la ciudad más importante de los
naturales de la costa, antes de la llegada de los Incas, aquí erigieron la Waka del Sol
y un Acllla Wasi.

Los primeros frailes españoles creyeron descubrir que Pachacamac era el “dios
desconocido el que la gente adoraba aquí”. Pródiga fueron las ofrendas de los indios
en esta Waka, de los metales preciosos los españoles se llevaron entre sus despojos
769 Kg. de oro y 16 mil onzas de plata.

El señor Pinelo afirma que un piloto de pizarro pidió como su parte del botín los
clavos y las tachuelas que habían sostenido las placas de plata que llevaban el
nombre de la waka, cosa que pizarro concedió como si fuera una bagatela Después
de que pizarro se apoderó de la persona de Atahualpa, no satisfecho con el inmenso
rescate que este le ofrecía, envió a su hermano desde Cajamarca a fin de que se
apoderara de los tesoros que se decía que existían en Pachacamac. Hernando
pizarro llevó consigo un tal miguel de estete, quien redacto un informe sobre la
expedición, al que Oviedo tuvo acceso citándolo ad verbum. La expedición parece
haber seguido el gran camino de las montañas desde Quito al Cusco, hasta que llegó
a un pueblo llamado Pachacoto, donde dejó el camino principal para tomar el de las
llanuras, lo siguieron durante tres días hasta llegar a un lugar llamado parpunga, que
dominaba el mar, aquí tomaron “un camino muy ancho” que pasaba por todos los
pueblos del costa y al cuarto día llegaron a Pachacamac.

Hernando convocó a los jefes y les informó que había venido por el oro que debían
enviar para el rescate de Atahualpa, dijeron que ya se había enviado, con todo
después trajeron un poco y declararon que eso era todo lo que quedaba allí.
Hernando aparento creerles pero dijo que “quería ir al templo y al ídolo que se hallaba
en él”. Este “ídolo” dice estete, estaba en una buena casa bien pintada y terminada,
en un cuarto rigurosamente cerrado, a sus pies había algunas ofrendas consistentes
en ornamentos de oro”. “Este pueblo de Pachacamac”, continua estete, “es algo
grande, y muy cerca de sus partes, junto al templo, hay una casa en una colina, bien
construida, con cinco cercas o paredes que los indios dicen que es la del Sol.
También hay en el pueblo muchas otra casa grandes, debe ser un lugar muy antiguo
porque hay muchos edificios derrumbados.

Estuvo rodeado por una muralla, aunque ahora la mayor parte de esta está caída,
tiene grandes portones de entrada y también calles, su jefe principal se llama
Taurichumbi y hay otros muchos jefes.

Durante mi estadía en Pachacamac, fui amablemente recibido en la hacienda


azucarera de san pedro, a 4 Km. De la Waka, en el valle de Lurín, mediante
cuidadoso riego e intensa laboriosidad, esta hacienda se ha convertido en una de las
mejores y más productivas del país. Ofrezco una vista de la residencia de una familia
de braceros de esta hacienda; es un buen ejemplo de las viviendas de las familias de
mejor clase de la gente común a lo largo de la costa. La gran población que rodeó
alguna vez las construcciones, se reduce ahora a unas pocas familias, que viven en
una pequeña aldea que todavía se llama Pachacamac.

Las casas están construidas con cañas y juncos, y lo que otrora fue un importante
lugar, encontramos ahora, tan solo incontables tumbas, un vasto y antiguo
cementerio entre las construcciones que se desmoronan, que con todo dan autentico
testimonio de la grandeza del lugar.

Los dos edificios principales localizables ahora, se conocen como el castillo o el


templo, y el que construyeron los Incas que lleva el nombre de Mamacona. El primero
ocupa la cima de una importante colina o más bien promontorio, que se proyecta
desde el nivel posterior un poco elevado y se levanta a unos 150 msnm, luego cerca
de la playa, de modo que se puede decir que el mar rompe a sus pies.

Más o menos desde la mitad para arriba de esta colina comienza una serie de cuatro
amplias terrazas construidas alrededor del cono natural, terrazas que forman una
pirámide semi lunar, los muros de cada terraza son casi perpendiculares y están
revestidos de adobes grandes y uniformes, no hay duda de que en alguna época
estuvieron pintados de rojo, porque todavía se puede ver muchas manchas de pintura
roja. Se llega a la superficie que se encuentra en la parte superior mediante un
pasadizo tortuoso que atraviesa los derruidos muros de la terraza, las estructuras
rectangulares han sido dañadas por las excavaciones.
Estos muros originalmente estuvieron estucados y pintados, las paredes a pesar de
todos los agentes destructivos que se han empleado para arruinarlas, todavía
conservan huellas de la figuras de árboles y hombres. La parte más interesante de
este lugar es una especie de explanada , situada en el punto en que se tiene la vista
más bella hacia el mar, aquí, aunque en estado excesivamente ruinoso, puede
distinguirse pilastras y trazas de edificios que alguna vez adornaron el lugar. La única
construcción entre las ruinas que tiene estilo incaico es la llamada Mamacona, está
situada aproximadamente a 2.5 Km. De El Castillo que acabamos de describir, y se
levanta en tierras bajas, cerca de un pequeño lago”

Imagen que acompañaba el relato de George Squier.


Los Mitos en la Religión Andina - Franklin Pease.

El historiador señala que “Los españoles preguntaron a los informantes por


historias y recibieron de estos explicaciones míticas”, estas versiones orales
fueron recogidas en varias regiones de los andes sin indicar claramente su
procedencia pero fueron identificadas principalmente con el cusco, señala que es
a partir de los mitos historiados en las crónicas que se forma una “Historia de los
Inkas con contenido similar a la mitología mediterránea o a los actos de príncipes
cristianos”, en su análisis de las crónicas y los mitos contenidas en ellas,
encuentra que se buscó presentar de forma equivalente a “las divinidades andinas
con una explicación católica del mundo sagrado”, abriendo un tema de suma
importancia planteando que los cronistas presentaron una imagen histórica y
unitaria de los andes, desconociendo por ignorancia o deliberadamente las
evidentes diferencias entre las comunidades que habitaban el Tawantinsuyo,
centrándose en resaltar la imagen del “Imperio Inca” presentándolo como un
estado centralista y unitario como una “Monarquía” con lo que plantea que los
cronistas reprodujeron los mitos con la lógica histórica europea, siendo este
análisis similar al nuestro, que a partir de un punto de vista originario realizamos.

Es preciso indicar que el respetado historiador fue quien invitó a la historiadora


Laura Laurencich - Minelli a presentar su teoría sobre la autoría de padres
jesuitas de la Nueva Crónica y Buen Gobierno, y en sus últimos días de vida
preguntaba sobre los resultados de los análisis químicos a los documentos que
sustentarían esa versión, el historiador estudió profundamente el contenido de la
crónica de Waman Poma y es muy probable que halló muchos indicios que
avalarían esa posibilidad, es por eso su preocupación de saber los resultados de
veracidad de los documentos.

Sobre Pachacamak indica:

“Es indudablemente importante, y se le suele identificar con el santuario existente en


Lurín, al sur de Lima. Aparentemente su nombre local pudo ser Irma o Ichma, siendo
Pachacama una denominación tardía y quechua, convertida por los españoles del
siglo XVI en una forma de traducir el término "dios", de forma similar a como ocurrió
con Wiraqocha. Posiblemente se deba a ello una cierta identificación entre viracocha
y Pachacama, aunque, en ámbitos distintos (sierra sur y costa central peruanos,
respectivamente) parecen cumplir actividades similares, diferenciadas por
condiciones específicas: por ejemplo, Pachacama es claramente identificado como
"señor de los terremotos" y tiene asociaciones marinas y subterráneas.

“Las versiones acerca de Pachacama tienen, sin embargo, otro tipo de problemas.
Las más iniciales lo incluyen con otras divinidades de la región, ello ocurre en la
temprana relación del licenciado Pedro de la Gasea, Presidente de la Audiencia de
Lima, escrita hacia 1553, y que parece tener puntos de contacto con la
contemporánea de Francisco López de Gomara (1552), sin duda leída por Agustín de
Zarate (1555), uno de los más divulgados cronistas de la época. Mucho más amplia
es la tardía versión del célebre agustino Antonio de la Calancha (1638), Gomara y
Zarate mencionaron otra divinidad costeña, Con, hijo del sol y de la luna y destruido
por Pachacama. Calancha no lo incluyó en su texto, que comprendia otros
informantes, quizás entre aquellos primeros extirpadores de la "idolatría" colonial
andina, los cuales realizaron sus campañas desde inicios del siglo XVII. Calancha fue
un erudito, lo atestigua su Crónica moralizada del Orden de Nuestro Padre San
Agustín, puede apreciarse cómo el cronista considera diferentes temáticas. Destaca
la presencia de diversos momentos en el proceso de la creación del hombre y de las
plantas; llega a sugerir una genealogía sagrada donde el Sol "amado creador de
todas las cosas" es confundido en el texto con uno de sus hijos, Pachacama, quien
crea una pareja de la cual sobrevive una mujer. Pachacama tuvo otro hermano,
asimismo hijo del sol; éste era Vichama, cuya madre fue la sobreviviente de la pareja
primordial creada por Pachacama. Calancha no sólo fue un autor tardío que reunía
versiones en forma quizás antojadiza, sino también era culto lector de autores
clásicos del mundo grecolatino: Silio Itálico, Lucano, Ovidio (introductor para
Calancha de la temática de Medea despedazando a su hermano Gialco, "sembrando
sus huesos por los campos", figuran así en la versión del cronista agustino. Podría
asociarse, además, una reminiscencia temática del mito de Osiris, donde Set
descuartiza su cuerpo e Isis entierra sus restos, si bien este tipo de asociaciones
debe confirmarse con un más cuidadoso análisis de las lecturas de Calancha y de
sus informes directos e indirectos. De hecho, la temática del descuartizamiento
divino, que Calancha presenta, y la consiguiente reconstitución de un cuerpo
sagrado, aparece en mitologías actuales en los Andes (Inkarrí), aunque ya no
vinculada al origen de los alimentos.”

“No sería descabellado relacionarla asimismo con las esculturas líticas de Cerro
Sechín, que presenta personajes desmembrados, pues la presencia de esta temática
en la información andina a la decapitación de Catequil, mencionada por los religiosos
agustinos que escribieron sobre Huamachuco a mediados del siglo XVI. La presencia
de esta temática pudo llevar bien a Calancha a establecer la relación con los relatos
de autores clásicos mediterráneos, Pachacama aparece registrado desde épocas
tempranas en los testimonios de los primeros cronistas; la relación del licenciado
Hernando de Santillán (escrita en 1533) indica una versión, por él recogida
aparentemente en la zona donde se encuentra su conocido templo, al sur de Lima,
donde se menciona las relaciones entre Pachacama y el Inka, individualizado éste en
Tupa Inka Yupanqui, a quien las crónicas sindican como el sucesor de Pachacuti”

". . .y allí /en lo alto del santuario de Pachacama, edificado según indica Santillán por el
propio Tupa Inka YupanquiJ le dijo la guaca al inga que su nombre era Pachahc Camahc,
que quiere decir el que da ser a la tierra; y así se mudó el nombre del dicho valle de Irma y le
quedó Pachacama. Díjole también la guaca que tenía cuatro hijos, y que al uno le hiciese
casa en el valle de Mala, ques ocho leguas de Pachacama, y al otro en Chincha, ques viente
y cinco, y al otro en Adaguaylas, junto al Cuzco, y que al otro cuarto hijo le quería dar al dicho
Topa Inga para que le guardase y le diese respuesta de lo que le preguntase. Y así hizo /el
Inka/ las dichas casas; y de aquellas guacas fueron multiplicando muchas más, porque el
demonio, que por ellas les hablaba, les hacía creer que procedían de las dichas guacas, y a
todos tenían por sus dioses. A unos adoraban como a hombres y a otros como a mujeres, y
aplicaban sus devociones á cada uno para un género de necesidad: a unas iban para que
hiciesen llover, á otras para que las sementeras que crezcan y granen, á otras para que las
mujeres se empreñen; y así para las demás cosas. Lo cual fue en tanta multiplicación, que ya
casi para cada cosa tiene su guaca, y por ellas los tiene el demonio tan embaucados, ques la
mayor dificultad que hay en aquella tierra para imprimir en los naturales nuestra santa fe. . ."

“Es visible en la información de Hernando de Santillán la existencia de varias


localizaciones -residencias- de Pachacama, asimiladas, claro está, con una
genealogía que de él desciende. Es sabido que en el universo mítico, la genealogía
Cumple un papel específico e importante, dado que es uno de los únicos canales que
permiten explicar el paso del tiempo, y aproximar también el tiempo originario de los
dioses al cotidiano de los hombres. Pero también debe destacarse que la genealogía
sirve para la expresión de las vinculaciones en este caso de los dioses dentro de las
pautas de un sistema de parentesco, empleado éste no solamente como marco de
referencia, sino también como justificador de las relaciones existentes entre los
dioses; estos son parejas, hermanos, etc., de modo constante en la información
menos historiada, naturalmente, los diversos "asientos" de las divinidades pueden ser
identificados también como residencias de dioses emparentados entre sí, es
comprensible que para el español autor de la crónica citada, la información acerca de
Pachacama sólo podía corresponder a una influencia del demonio cristiano. A ello se
debe también que el cronista especifique la localización de la divinidad andina,
reducida ya a un papel oracular o, también, a funciones específicas y a las que el
europeo atribuye cualidades para hacer llover, la fertilidad de las plantas y de las
mujeres, etc. Es visible que las condiciones que el europeo admite que constituyen
su versión de la divinidad (la cristiana en su caso) no son aceptables a sus ojos para
las divinidades de los pueblos que conquista, las que son limitadas al papel de
"ídolos". Por ello es fácil emplear los testimonios de las crónicas y los documentos
coloniales. Por ejemplo, para demostrar que los hombres andinos no tenían la noción
"abstracta" del dios cristiano, la cual, ciertamente, era la de los teólogos pero no la
del común de las gentes, incluidos los cronistas en el siglo XVI.”

El historiador indica claramente como los invasores le asignan el concepto de


“dios” a Pachacamak y a Wiracocha, esto obviamente desde su concepción del
mundo y su verdad dogmatizada, enumerando los cronistas de la época que
buscaron interpretar y encontrar un significado para la Waka Pachacamak, la
mitología utilizada, como el mismo autor nos dice, fue convertida luego en
hechos históricos sin ningún análisis y así se repite hoy en día, sin embargo y
aprendiendo de los maestros, nosotros pretendemos generar ese punto crítico, el
análisis objetivo y reinvindicar la memoria de los abuelos y abuelas.
LA WAKA PACHACAMAK
La Waka Pachacamak se ubica cerca de la desembocadura del Rio Lurín a 31
Km al sur de Lima, en la actualidad tiene un área aproximada de 465.32
hectáreas, las Wakas fueron construidas con adobe, tapia y piedra, el basamento
geológico está conformado por una topografía irregular con afloramiento de roca
sedimentaria cubierta de arena eólica, se distingue hasta cuatro colinas con una
altitud que varía entre los 80 a 100 msnm, en la colina más alta se levantó la
Waka del Sol, la colina que se ubica en el sector Este no presenta construcciones
pero si un cementerio de piedras de forma cuadrada y rectangular que se ha
asignado a periodos tardíos, la siguiente en altura sirve de base a la Waka con
Rampa N°3, las construcciones levantadas en mayor cantidad son las
denominadas por J. Borja en 1962 “Pirámides con Rampa”, estas están ubicadas
dentro de lo que se conoce como la “2da muralla”, la zona que delimita el muro
perimétrico presenta menor altura a comparación de la zona que delimita el
primer muro perimétrico, presenta también una topografía irregular marcada por
desniveles del terreno, en ésta segunda zona se encuentran además de las Wakas
con Rampa, la Plaza de los Peregrinos, la Sala Central o Plaza hundida y las
calles Norte-Sur y Este-Oeste, entre otras calles y estructuras. Siendo la “3ra
muralla” o Tercer Muro Perimétrico el que se encuentra fuera del perímetro
moderno del Museo de Sitio.

Ascenso a la zona de ofrendas de la Waka Pachacamak - 21 de junio 5025 (2017)


Según las observaciones realizadas por Uhle hace 122 años,
consideraba que la “cuidad” en los días que se produjo la invasión era una urbe
floreciente, consideraba que Estete habla de “edificios en ruinas” porque las
anotaciones estaban dirigidas a probar la antigüedad del lugar, M. Estete
menciona el “Muro Ruinoso” el cual sería el muro perimétrico interior, puesto
que el exterior, en tiempos de las investigaciones de Uhle, se encontraba “casi
intacto” considerando así mismo que toda el área que se añadió pertenece a la
época Inka.

Waka Pachacamak Inti Raymi - 21 de junio 5007 (1999)


Waka de los Adobitos
La Waka de los Adobitos es considerada la construcción más antigua del sitio, se
asigna al desarrollo cultural Lima que floreció hacia los 1,800 años Antes del
Presente, los materiales utilizados son cantos rodados en la base y pequeños
adobes modelados a mano que se colocaron en posición vertical, sin amarre,
técnica constructiva denominada “Del Librero”.

Waka de los Adobitos

La Waka consta de plataformas, cuartos, depósitos y espacios semi abiertos, así


mismo se ha identificado el uso de palos de lúcumo para sostener el techo, las
paredes y los pisos estaban enlucidos.

Detalle de los adobitos hechos a mano


Ubicación de la Waka de los adobitos.

Reconstrucción Waka de los Adobitos


Ñaupaq Waka (Waka Antigua)
La Waka Antigua es una edificación hecha con miles de adobitos ubicada al Sur
Oeste en la parte baja dentro del 1er muro perimétrico, colinda con el
denominado Cerro Gallinazo y la Waka Pintada, la Waka es una “Pirámide-
Escalonada Trunca”, está formada por varias plataformas superpuestas, los
cimientos de las plataformas están construidos con bloques de piedra labrados
en forma de cubo, sobre estos cimientos se levantaron altos y gruesos muros
usando "adobitos", estos muros formaron grandes recintos que fueron rellenados
con tierra y piedra formando así las plataformas que dieron lugar al espacio para
los grandes patios amurallados hechos con adobitos, rampas, pasadizos y
pequeños recintos, los investigadores identificaron dos fases constructivas,
siendo cubierto ritualmente luego de su abandono.

Los Arqueólogos Regulo Franco y Ponciano Paredes, hace 28 años realizaron


excavaciones cuyos resultados han permitido establecer que la Waka está
conformada arquitectónicamente por el ingreso principal, un pasaje de acceso a
la cima por donde se ingresa al patio principal de 3000 m2, que presenta
banquetas de 6 m. de ancho por 1 m. de alto, se ha sugerido que habrían estado
techado por la presencia de troncos de Warango y Molle, en este espacio se
llevarían a cabo las ritualidades, un corredor que da acceso a la plataforma
superior donde se ubican los 17 recintos de diversas dimensiones comunicados
por vanos de acceso angostos, ubicados en las esquinas Nor Este de cada uno de
ellos, uno de estos recintos fue considerado por los Arqueólogos Franco y
Paredes como el “Recinto Principal” por presentar el mayor tamaño, se identificó
dos banquetas adosadas a los muros Norte y Oeste, hornacinas anchas en el muro
Sur y diseños policromos que decoraban los muros, en este recinto los
Arqueólogos hallaron ofrendas que se han asignado a periodos posteriores
incluso de los tiempos de los Inkas, la Waka presenta caminos exteriores en los
frentes Norte y Sur.

Los investigadores identificaron dos fases de ocupación, la primera se caracteriza


por una remodelación parcial de la Waka advirtiendo el uso de los colores rojo y
rojo y negro sobre blanco, estos se presentan desde el ingreso de la Waka y
llegan hasta la parte alta, en el denominado “Recinto Principal” los
investigadores señalaron el uso de colores fuertes tanto en paredes como en el
Waka Antigua

piso, colores asociados a los de los tapices de la época Wari, en una de las caras
de la banqueta del recinto identificaron un pigmento azul violáceo claro, no
encontrado en otro lugar de la Waka.

Se ha identificado que para la construcción de esta fase se utilizaron adobes de


forma cuadrangular similares a los hallados en la superficie del terreno rocoso
sobre los que se levantaron los muros de la Waka con Rampa 2.

Se hallaron así mismo, fragmentos de cerámica al interior del “Recinto de los


Cantaros” identificándose botellas, tazones, vasos, cantaros y cuencos, se ha
postulado que estas ofrendas habrían sido llevados de la región de la sierra sur,
costumbre habitual para la cultura Wari.

Al final de esta fase los Arqueólogos identificaron que en la Waka hubo un gran
incendio ritual, se construyó, sobre las bases de periodos anteriores una nueva
Waka, planteado la posibilidad que se utilizaron los adobitos de las tres fachadas
que fueron desmanteladas para la edificación de la nueva Waka que perduró
hasta la llegada de los Inkas.
Reconstrucción propuesta por R. Franco y P. Paredes

La segunda fase se caracteriza por una inminente remodelación evidenciada por


la utilización de un tipo de adobe nuevo de forma rectangular y de mayor
espesor, cuyas características son similares a los hallados en la Waka con Rampa
2, se llevan a cabo refacciones en los muros y construcciones nuevas en los
sectores más importantes, se identificó así mismo el uso de colores verde y
celeste en la decoración de los muros, que también se identificó en la Waka
Pintada, no se identificó acabados en los pisos, sólo capas de lodo.

A partir de la limpieza de un forado en la parte media del sector superior del


frontis de la Waka, se estableció que se realizaron tres cambios arquitectónicos,
caracterizados en primer lugar por la presencia de terrazas cuyos muros estaban
pintados de rojo, pisos de color rojo, blanco y Verde-celeste, siguiendo la
secuencia se construyeron nuevas terrazas con adobes y adobitos sobre las
anteriores, con motivos decorativos similares a la etapa anterior presentado
colores ocre, amarillo sobre rojo y blanco sobre amarillo.
En la superficie del último piso de la Waka Antigua se halló evidencias de un
fenómeno del niño, lo que según los investigadores motivó el abandono de la
Waka, realizando un enterramiento ritual depositando ofrendas en los recintos.

Se halló en uno de los ángulos de la Waka Antigua una escalinata de piedra que
comunicaba con el frente de la Waka Pintada, los investigadores postulan un
funcionamiento paralelo entre ambas Wakas, siendo la Waka Antigua un centro
de peregrinaje y de ofrendas donde se han hallado textiles e Illas Inka, esto tiene
un gran significado para nosotros porque demuestra que lo Abuelos Inkas al
llegar a Pachacamak hicieron ofrendas a la memoria de los ancestros Ychmas en
una Waka que ya tenía por lo menos 1000 años de antigüedad, esto contradice
con pruebas lo expresado en la crónicas cuando dicen que los Inkas eran “tiranos
invasores”, más bien habla de una sociedad que respetaba la memoria de los
ancestros de los pueblos con los cuales hacia las alianzas.

Los investigadores hallaron en la Waka varios contextos que se han considerado


como ofrendas las cuales serían de varios periodos, estas ofrendas son de
cerámicas, Spondylus e incluso seres humanos en muros fundacionales y otros
contextos.

En el denominado “Recinto Principal” se hallaron 106 valvas de Spondylus en


tres hoyos cavados en el piso, estaban colocadas una sobre otra y la cara interna
de la valva con dirección al piso, se identificó que tres de ellas estaban pintadas
de color verde-celeste y rojo, así mismo entre ellas se halló una cuenta circular
de turquesa, en la misma zona los investigadores hallaron un cuy de pelo rojo y
blanco con el vientre abierto, recipientes de cerámica con tallos de mazorca de
maíz, una planta de maíz sembrada en el piso.

En el denominado “Recinto de las Conopas” se hallaron conopas de piedra, con


forma de maíz, yuca, pepino, esparcidas en una capa de tierra con restos
vegetales, así mismo valvas de spondylus, vasos pequeños, es importante
destacar que se hallaron en este contexto ritual fósiles del mesozoico, lo que
demuestra que los abuelos tenían noción del desarrollo de la vida en la tierra al
darle importancia e incluirlo en sus rituales de fertilidad.

Se halló en un pequeño depósito de barro sobre el piso del recinto dos ruedas de
malaquita, tres mazorcas de maíz talladas en piedra, el pico de un cormorán y
una almeja fosilizada, esparcido sobre esta ofrenda se halló abalorios de
turquesas, todo cubierto por una tela y sobre esta tierra.
En el denominado “Recinto de los Cantaros” se halló más de cien piezas de
cerámica donde predominan botellas escultóricas, Antropomorfas, Zoomorfas,
Fitomorfas y especies marianas, donde se puede identificar escenas de libación,
representaciones frontales, maíz, calabaza, pepino, ají, aves, felinos, nutrias
marinas, pulpos, erizos, caracol, todo bajo una capa de tierra con restos de
vegetales que las cubrían en su totalidad.

Un fenómeno del niño habría motivado, según los investigadores, estas ofrendas,
se identificó así mismo otra ofrenda de 12 cantaros distribuidos en toda el área
del recinto, correspondiendo a vasijas grandes y medianas, estas ofrendas se
habrían dejado luego que la Waka fue enterrada ritualmente.

Se hallaron también un entierro superficial de dos llamas, según los


investigadores y del resultado de sus excavaciones, se ha determinado que a la
llegada de los Inkas al valle realizaron una serie de ofrendas en diferentes lugares
de la Waka Antigua, es así que el denominado “Recinto Principal” y en un hoyo
de 30 cm. de profundidad se halló un manto Inka de gran hermosura hecho de
lana de camélido, estaba doblado en varias partes hasta formar un pequeño
envoltorio donde se colocó plumas de Wacamayo, hojas de maíz, una placa de
plata y spondylus molido.

Se identificó también rituales donde llamas fueron incineradas sobre una


plataforma y sobre el piso del frente sur del patio superior de la Waka, estos
restos quemados fueron llevados a las graderías de lado Este, también fueron
esparcidos en los diferentes espacios que forman los recintos de la Waka.

Se hallaron entierros humanos en varios sectores de la Waka, así en la parte baja


del frontis Norte y cerca del sector Este de la misma, en menor cantidad de los
hallados por Uhle según afirman los investigadores.

Se hallaron restos humanos desmembrados asociados a un relleno de cantos


rodados y piedras de rio recubiertos con tierra y arena, ubicado al pie de la
esquina noreste de la Waka, y a 1 m. al Sur se halló entierros de crías de
camélidos de pelambre color crema y marrón claro, hallaron también un cuerpo
enfardelado orientado al noreste en posición vertical y asociados a una botella
sencilla, se halló así mismo otro contexto ritual perteneciente a un cuerpo de una
Warmi, tenía los pies amarrados y estaba cubierta por una tela amarrada con
sogas de fibras de camélidos y cubierta por piedras que los investigadores
postulan fue parte de una Capaccocha tomando en consideración las crónicas y
los relatos escritos, sin embargo para determinar la certeza de esa afirmación es
necesario presentar análisis de C14, ADN, Exámenes Antropofisicos y otros que
ayuden a encontrar una respuesta más valedera, la tecnología actual disponible
permite llegar casi con certeza a las causas de muerte, si esta se produjo como
parte de una ritualidad o por algún otro evento, no podemos asumir lo dicho
sabiendo que hay mejores herramienta para dilucidar estas preguntas, los análisis
de ADN nos permitirían saber si eran Runas de la zona o provendrían de otras
más alejadas, no hemos encontrado la publicación de los resultados de estos
análisis tanto para este contexto ritual como para los otros que se hallaron en la
Waka, si no se han realizado sería conveniente que se lleven a los laboratorios
pertinentes para hacerlos y luego de obtener toda la información necesaria, en
una ritualidad volver a enterrar los cuerpos en la Waka tal cual fue la voluntad de
los abuelos y Abuelas al hacerlo y así respetar su memoria.

En la zona que corresponde a la parte baja del frente este de la Waka se hallaron
varias fosas que contenían cuerpos en posición de cubito ventral, estos estaban
acompañados por perros y cerámicas, se halló también cuerpos de bebes
enfardelados con telas llanas de algodón, algunas veces atados con soguillas de
totora a un petate de cañas, se hallaron en parejas y solos.

Ingreso a la Waka Antigua


La Waka Pintada
La Waka Pintada es un monumento a la identidad de principal importancia, en
ella los Runas Ychma manifestaron su espiritualidad originaria, en ella habrían
residido los Hamautas costeños y serian ellos los que por intermedio de acuerdos
pacíficos se confederaron con los Inkas.

Es significativa la evidencia de respeto de manifestaciones culturales y


espirituales “del otro”, esto se demuestra en la continuidad que tuvo la Waka en
tiempo de los Inkas y las ofrendas Inkas halladas rememorando a los ancestros
de los Ychmas, este detalle es de suma importancia para comprender las
costumbres de los Runas que vinieron del Cusco y lideraron la corriente
civilizadora hasta la llegada de los invasores europeos del siglo 16.

La Waka Pintada tiene forma trapezoidal, de planta rectangular escalonada en los


frentes Norte y Este (el frente Este posee menos capas superpuestas de pinturas
en relación a al frente Norte), estas gradas tienen una altura de 6 m. con
enlucidos de barro pintados con representaciones humanas, de plantas, peces y
aves, de colores rojo y amarillo delineados con color negro, culminado en la
plataforma superior.

Isometría de la Waka Pintada (Tomada de R. Franco 1983)


En el tiempo que Uhle exploró el lugar esta Waka estaba “ completamente
destruida” él fue quien a partir de las crónicas y las evidencias halladas in situ
denomino a la Waka “Templo de Pachacamak” en 1896, identificó las gradas de
“tres pisos con frescos policromos” señalando así mismo la condición de
“enterramiento” en la que se encontraban las otras terrazas, las que en 1938
Albert Giesecke excavó, revelando las Pinturas Murales, y entre los escombros
halló el madero tallado, el “Ídolo”, que actualmente está en exposición, sin
embargo fue hallado fuera de contexto y no es del que hablan los invasores,
puesto que según su propio relato ellos “quebraron al Ídolo”, halló también una
puerta hecha de cañas con textil de algodón y decorada de Spondylus, siendo
esta una de la muchas puertas que habrían en la Waka.

Para el año de 1974 el Arqueólogo Duccio Bonavia anotó:

“Las pinturas que se encontraban en las graderías fueron simplemente refrescadas


repintando los motivos y resanando los sitios que probablemente habían sido
borrados totalmente con una ligera capa de baro sobre la que se volvió a pintar
motivos muy semejantes a los que les anteceden o totalmente diferentes”

Para el año de 1992 el Dr. Arturo Jiménez Borja manifestó que “Pachacamak no
es un dios sino una Waka, lugar donde lo sagrado se manifiesta de múltiples formas”

Waka Pintada, Graderías frente Este


El Arqueólogo Giancarlo Flores, publicó una investigación en la cual analizaba
los murales hallados en la Waka, buscando la relación entre las pinturas murales,
utilizando los calcos y las fotografías de la época del hallazgo y particularmente
una pintura en óleo sobre una tela que realizó Sabino Springuett a escala real,
esta pintura fue realizada en forma parcial sin embargo es considerada por los
investigadores de gran utilidad por los detalles que contiene.

En su análisis comparte la posición de considerar que los primeros Arqueólogos


priorizaron el aspecto “artístico” sobre el científico sistemático, puesto que se
visualiza que sólo se registraba lo que tendría un valor estético y no la totalidad
de la evidencia existente, siendo Albert Giesecke quien en una clara intención de
“aumentar sitios de exposición” emprendió una gran campaña de limpieza pero
no proporcionó informes “consistentes”

En el año de 1939 C. Muelle, realizó un análisis de los murales, presentando


datos de pinceles, motas y minerales utilizados, un registro grafico de las
pinturas murales donde se muestra con claridad que la relevancia las tenían los
sectores más significativos “procedió a calcar los trazos más importantes y
mejor conservados de dichas pinturas murales”

Diseño publicado por Max Uhle 1903.

En los dibujos de las graderías publicadas por Muelle y Wells en 1939 y el


dibujo del mural de los peces de Springuett el investigador Marcone resalta el
hecho que la mayoría de los peces están en dirección Este-Oeste siendo para el
posiblemente el sentido mar tierra, se ha registrado representaciones de aves,
plantas y peces, los diseños que al parecer corresponderían a Seres Humanos
serian de murales anteriores.
En 1974 el Arqueólogo Duccio Bonavia sobre los diseños anotó:

“Los diseños estaban repartidos sin simetría ni composición, y las áreas que
sirvieron de fondo eran de tamaño disparejo, en las nueve gradas se observan filas
de peces que se dirigen hacia la izquierda, salvo uno, en la primera fila, mostrado en
posición vertical y la cabeza hacia arriba, observamos que las figuras están indicadas
de modo esquemático , da la impresión que el artista quiso reflejar las diferentes
especies que conoció, pues las diferencias de forma son claras, en algunos lugares
se ha alternado ese motivo con figuras de plantas , al parecer maíz, siempre muy
estilizadas”

Para el Arqueólogo Marcone, la forma aparentemente aleatoria como se


presentan los diseños era en realidad intencional, con la finalidad de mostrar las
diferentes especies de peces, esto es relevante puesto que lo representado es
plenamente algo objetivo.

Vista Detalle de diseños de peces y plantas en el frontis Norte, (Hanna-1940)


La representación de los peces se repite en las nueve gradas de la Waka,
probablemente toda la Waka estuvo cubierta de los mismos diseños, Duccio
Bonavia anota:

“Donde a juzgar por el dibujo hubo por lo menos tres capas de pinturas
superpuestas, sobre la primera hay una serie de plantas, algunas de maíz, no
sabríamos identificar las otras, las de maíz están muy bien figuradas”

Desde nuestro punto de vista originario la representación de peces, aves y plantas


muestran el sustento vital o alimento de las comunidades, una forma de
reverencia y respeto, como un acto de reciprocidad con los mismos, la Waka
sería una ofrenda permanente a los alimentos y un lugar donde simbólicamente
participarían en rituales “Hayway” y como ya hemos manifestado un lugar donde
residían los Hamautas portadores del conocimiento producto de una observación
metódica y objetiva, estos motivos representados se encuentran también en
textiles, cerámica y en los maderos tallados, no narran historias, como bien lo
hace notar G. Marconi comparándolo con las iconografías Moche, están
representando, para nosotros, el sustento y la memoria colectiva en los soportes
mencionados, es por ese motivo que los cronistas invasores mal interpretaron
(por subjetivismo o deliberadamente) los maderos como “ídolos” ignorando el
significado y relación entre las paredes pintadas que decoraban toda la Waka y la
iconografía recurrentemente representada en la cerámica y textiles.

Detalle de las Graderías y Muro de la Waka Pintada-Pachakamak


Otros murales fueron registrados por los investigadores, tal es el caso del
“Altarcito D” denominado así por C. Muelle, que está en la entrada del
denominado “Recinto Principal”, en ella se hallaron hasta 16 capas superpuestas
de pintura, siendo la ultima la representación de ocho aves en picada, como las
que se ven hoy en día en las costas frente a la Waka que realizan esa acción para
pescar e indican la presencia de cardúmenes de peces, es decir, un periodo de
abundancia el cual se celebra y se convierte en ritual propiciatorio perennizado
en la pared de la Waka y en el madero tallado.

Diseño de aves en picada, ubicado en la parte superior de la Waka (C. Muelle 1939)

Se ha registrado otro mural ubicado en una de las paredes posteriores de uno de


los recintos ubicados en la cima de la Waka, los investigadores creen que en este
recinto se ubicaba el “Ídolo de Pachacamac”

La fotografía que reproducimos y que es la misma que el Arqueólogo G.


Marcone utilizó para su descripción, presenta dibujos de plantas, realizadas en
tonos ocres y cremas y al parecer según las observaciones del Arqueólogo
tendrían las raíces hacia el aire.

Detalle de los diseños ubicados en un muro posterior de la parte alta de la Waka


El acceso a la Waka se ubica en el extremo Este del frontis Norte, formado por
dos muros que van ascendiendo sobre el terreno inclinado, estos muros presentan
evidencias de haber estado pintados y fueron hechos con adobitos similares a los
utilizados en la Waka Antigua, adobes cuadrangulares y planos y piedras
canteadas.

Los investigadores han identificado en la plataforma superior de la Waka dos


plazas, la primera está ubicada al Este, tiene forma cuadrangular, delimitada por
muros de adobe y piedra, tiene dos portadas de ingreso, la principal seria la
ubicada en el frente Norte elaborada de piedra canteada, la segunda portada
ubicada al Este, se accede a esta mediante unas escalinatas angostas que
ascienden desde la parte baja del frente en dirección a la primera plaza, la cual
posee en el extremo Este un área de almacenes soterrados de planta
cuadrangular, los bases y parte de los muros del recinto que los investigadores
proponen como la cámara principal del “Ídolo” está ubicado hacia el extremo
Sur y Centro, el estado de conservación de este recinto es malo, sin embargo se
han identificado restos de pintura mural, la segunda plaza es de forma
cuadrangular con almacenes alineados ubicados en el extremo Este, las dos
plazas se comunican mediante un acceso directo.

Referente a las materias primas utilizadas para las pinturas murales en la Waka,
los investigadores han registrado canteras de colores rojos y amarillo, se
identificó el uso del rojo, amarillo, verde, y negro en el frente Norte, rojo y
blanco en el “Altarcito D”.

Se realizaron análisis Físico-Químicos, los pigmentos utilizados en la Waka


Pintada, son todos de origen mineral, es relevante que el uso de pigmentos rojo y
blanco del “Altarcito D” puesto que fueron elaborados con óxidos de hierro y
arsénico, siendo este último elemento un caso único, según los investigadores,
en todos los murales analizados en las diferentes manifestaciones culturales
originarias, el pigmento verde también presenta características particulares
puesto que es el único encontrado en un mural y está hecho de cobre, los
pigmento utilizados en el frente Norte fueron elaborados con oxido rojo de hierro
y calcio, los colores verde con tierra verde, los amarillos en minerales amarillos
de hierro.
En la explanada ubicada al frente de la Waka Pintada se ubicó el cementerio que
Max Uhle excavó y con hoy lleva su nombre, anotó que era el más poblado
“Tantos seres humanos fueron enterrados aquí que el suelo estaba
completamente atestado” los cronistas afirmaban que en este cementerio venían
a enterrarse los peregrinos, Uhle descarta tal afirmación haciendo un
comparativo con las remodelaciones craneanas que en este cementerio sólo
presentan las típicas de la región y algunas excepciones, un dato adicional es que
declara que la cerámica Chimú está ausente en este cementerio.

Siguiendo las observaciones realizadas por Max Uhle, indica que el cementerio
funcionó desde los tiempos Wari hasta el periodo Inka, confirmó que el
cementerio se extendía por debajo del muro de la Waka, luego de las
excavaciones el investigador alemán clasificó en tres capas correspondientes a
tres periodos culturales diferentes.

El periodo más antiguo correspondería a los entierros ubicados cerca a los muros
de la Waka catalogándolos como del estilo Tiawanako y al siguiente, las tumbas
que halló en el piso superpuesto más antiguo fueron hechas antes de la
construcción de las terrazas, considerándolos diferentes al periodo anterior y
unas pocas tumbas ubicadas frente a la Waka, consideradas de fecha posterior a
la construcción de la Waka, hallando así mismo entierros con ajuar funerario de
estilo cusqueño y del estilo que predominaba en la costa.

Los entierros hallados en lo que Uhle denominó “ Tumbas del Antiguo Cementerio
de la Base del Templo y Frente de Este bajo el Nuevo Suelo” indica que fueron
construidas de manera muy sólida, los materiales utilizados fueron la piedra y el
adobe, tenían forma de cámara cónica o cilíndricas, en los techos predominaba
la caña entera o esteras y en algunos casos la piedra, dentro de estas cámara se
colocaban los fardos con una falsa cabeza humana superpuesta elaborada de
madera o pintada sobre un cojín de tela y en algunos casos hechos de arcilla
quemada y teñida, los fardos estaban orientados al Este y a la Waka al mismo
tiempo.

Uhle halló cerca de un muro de piedra, un fardo que estaba envuelto por una tela
de algodón cuyo diseño es de color Castaño amarillento, azul y rojo de una
sustancia cerosa, que presenta características similares al estilo Tiawanako.
La tela se halló fragmentada y en lo más grandes de estos se presenta tres
personajes de frente y dos personajes exteriores están mirando al personaje
central, considerando el investigador que se presentan características similares a
la portada de Tiawanako.

El personaje central de la tela porta en una mano un cuchillo y en la otra una


cabeza, al parecer seria la representación de una ritualidad Wari donde se
ofrendaba la vida de un humano, es preciso considerar que no contamos con
análisis de ADN y C14 del cuerpo que envolvía esta tela, tampoco análisis
Antropofisicos de los cuerpos hallados desmembrados en contextos rituales en la
Waka, cruzar estos resultados ayudarían a diseñar mejores hipótesis de trabajo.

Dibujo de tela pintada, colores descritos por Uhle.: Castaño ligeramente amarillento, azul y rojo.
Debajo de la parte cubierta del denominado por Uhle “ cementerio primitivo” halló
tumbas con abundantes utensilios como canastas de trabajo y cerámica, en uno
de ellas se ha representado a un personaje que porta un cetro, también existen
representaciones del cóndor y gato, otro vaso representa a un personaje tocando
una antara con las dos manos y el rostro tiene el mismo color rojo que se utilizó
para los rostros las “ momias”.

Referente a los textiles hallados en este estrato del cementerio, Uhle indica que
existen pocos ejemplos conservados, considerándolos temporalmente ubicados
entre el estilo Tiawanako y el estilo Lima, propone que los tejidos fueron
utilizados como vestimenta ceremonial, haló que los fardos estaban adornados
con pequeños pedazos de telas algunas de ellas bordadas, también las halló sobre
las cabezas del difunto, siendo representados en los dibujos de estas telas figuras
humanas y de animales, en general las observaciones realizadas a los textiles
analizados por Uhle, muestran representaciones de figuras frontales, que portan
cetros o bastones, figura de pájaro en actitud de correr o volar (representados en
cerámica de forma similar), animal de cola enroscada que es una representación
recurrente en los periodos más antiguos de Pachacamak.

Referente a los tallados en madera como bastones puntiagudos y cañas de tejer,


Uhle los considero “extremadamente realista en forma y actitud”

Dibujo de fragmento bordado de tela.


Uhle denominó “Las Tumbas del Nuevo Suelo” a las que identificó en estas
representaciones de un nuevo periodo, hallando en cada cámara varios cuerpos,
acompañados de cerámica donde destaca unas vasijas de cuerpo redondo, tazas
acampanadas, jarras, platos, según su apreciación “ muy diferentes al periodo
anterior”, halló también en estas tumbas textiles con representaciones de
animales, pinzas de cobre con figuras humanas.

En las excavaciones realizadas frente a la terraza, cerca de la base, halló en un


estrato de fragmentos de adobes, cuerpos enfardelados de forma irregular,
envueltas en grandes telas cuadradas y otros textiles, solo dos de ellos en buen
estado de conservación, los cráneos mostraban una remodelación diferente, más
alargada, y el cabello muy corto, con ornamentaciones en el tocado diferente a
los hallados anteriormente, las cabezas cubierta con trenzas espiraladas de lana,
observó que las manos eran de tamaño inusual, alguno de los cuerpos eran
mujeres y una niña, zapatos y fragmentos de telas, platos con diseños cuzqueños,
bolsas con koka cerrada por haber sido cosida, con una cobertura de junquillos y
malla ligera de protección contra la humedad, spondylus cerrado, un spondylus
con agujero que permitiría colgárselo, aretes, zapatos, taparrabo, cinturones,
encontrando semejanzas en los diseños con los hallados en la terraza de la Waka
del Sol que se ha determinado que las mujeres allí enterradas provenían de
Cuzco.

En el terreno que rodea la Waka por tres frentes, Uhle manifestó que los
entierros pertenecen al mismo periodo, la cerámica muestra similitudes en
decoración, técnica y forma, así mismo señaló que de manera particular halló
una tumba cónica de piedra cuyo fardo estaba envuelto con textiles de diseño
Tiawanako, cuya ubicación se explica por una superposición de estratos, según
sus observaciones no halló evidencias de entierros Inkas en este sector.

Referente a la cerámica indica que muestra similitudes con la de Chankay, los


vasos decorados con colores blancos, rojo y negro con representaciones de
pelicanos, sapos, peces, también halló “ vasos no ornamentados” anotó que “ son
numerosos comparándolos en los hallados en los otros cementerios ”, así mismo
detalla un vaso con características particulares anotando:

“vaso de figura humana, con gran ornamento de tocado y los brazos están
trabajados al detalle, las piernas están meramente indicadas en relieve, la figura está
pintada de manera ordinaria”
En esta cerámica está representado un abuelo con una gran corona de plumas
dispuesta en forma de gradas, está sentado tocando una antara con una mano y
con la otra una sonaja que está colgada del cuello.

Otra cerámica particular es la que describe a una mujer amamantando a un


animal tierno al cual lo sostiene con su mano derecha contra su pecho izquierdo,
y otro animal esperando ser amamantado, está representado en su lado derecho,
este vaso y otro similar para el investigador son importados, indicando que “no
pueden ser consideradas oriundos de Pachacamac”

En este contexto halló un textil con características particulares, el centro está


decorado con un dibujo que representa

“Un bastón o árbol con cruces y figuras en su contorno que derrama como lluvia
frutos que parecen encerrar granos, cierto número de figuras humanas de pie,
arrodilladas o corriendo en dirección al árbol, parecen recibir agradecidas, con manos
extendidas los dones derramados sobre ellas” ,

la tela descrita está incompleta en su parte superior, sin embargo se aprecia dos
personajes, uno de ellos se presenta completo y en posición frontal, posee una
máscara o pintura facial de color rojo y tocado de color azul, las manos en
posición de entrega, el personaje ubicado al costado del madero central al
parecer tendría las mismas características.

Al no contar con la sección superior es imposible el comparativo con el madero


tallado que halló A. Guisecke, principalmente en su culminación con
representaciones de rostros humanos, es evidente que los personajes participan
en una ritualidad de fertilidad alrededor del madero tallado, estos personajes
serian Kurakas, dado que poseen una vestimenta y tocado especial, es una
ritualidad comunitaria lo cual invalidaría la versión de los cronistas que
indicaban: “a verle nadie llegaba”, al referirse al que denominaron “Ídolo” esta
podría ser una representación del simbolismo de los maderos tallados en sus
funciones generales, el que hoy se exhibe en el museo muestra también
representaciones relacionadas con la fertilidad en su sección media, y en este
caso el textil estaría indicado una ritualidad en el Solsticio de Invierno asociada
a la cosecha y abundancia, no se deduce de los expuesto ”idolatrías”, si una
cosmovisión integrada y relacionada al conocimiento científico natural.
Dibujo de tela pintada Ychma hallada por Max Uhle 1896.
En el mismo cementerio Uhle halló lo que denominó dos “ ponchos de gasa”
indica que el dibujo de ambas es el mismo, “ Dos figuras vestidas como hombres
frente a frente, portan un cetro, que es ancho en la parte superior y puntiagudo en la
parte inferior” señala que en una de ellas se observa un “Objeto chato bajo la punta
del bastón, que parece descansar en un soporte de dos puntas o pies”

En la observación que hace Uhle a esta acción señala que al parecer, los
personajes estarían horadando el objeto chato que está bajo la punta del bastón,
indicando que las figuras estarían haciendo “rotar un taladro”.

Es seguro que si Max Uhle hubiera hallado el madero que casi 40 años después
halló Giesecke, entendería que el “taladro” que hacen rotar los personajes serían
los maderos tallados y esta acción de rotar seria para “leer” los mensajes
codificados en él, lo cual es coherente puesto que otra forma seria que los
personajes giren alrededor del madero hincado en las ritualidades, en este caso
nos demuestran que estos maderos se colocaban sobre bases que permitían
rotarlos entre dos personas y así lograr tener una “lectura” completa de la
circunferencia del madero, lo cual estaría probando que los maderos no
permanecían estáticos como “ídolos” como señalaron los Cronistas invasores .

En las imágenes (dibujos, los textiles originales deben estar en el museo de


Pennsylvania) la cabeza de los maderos tiene similitud a un madero tallado que
en la actualidad se encuentra en el museo Branly en Francia, del cual
desconocemos el contexto en el que fue hallado, detalles de las medidas, etc.
Wakas con Rampa
Las Wakas Con Rampa fueron construidas entre los 900 y los 600 Años Antes
del Presente aproximadamente, algunas de ellas fueron remodeladas y
reutilizadas, las características constructivas son similares entre ellas, se utilizó
adobe, piedra y muros de tapia, que van ganando elevación mediante plataformas
superpuestas, el ingreso se caracteriza por una plaza donde se reunían los
asistentes a las ritualidades y actividades comunitarias, estas Wakas están
integradas a las denominadas calles y tienen sus acceso por estas, las rampas
conducen a la plataforma superior, la rampa es un plano inclinado de una
gradiente suave, la que serviría para subir el producto de las cosechas que serían
almacenadas en los depósitos que se encuentra en la parte más alta, toda esta
actividad sería considerada también como un acto ritual, los investigadores han
determinado que los restos encontrados en los depósitos pertenecen a producción
del valle del Rio Lurín y no a otros pisos ecológicos de mayor altitud, por lo que
se evidencia que el almacenamiento seria producción local, para la redistribución
y posible intercambio, así mismo se evidencia espacios destinados a la
producción alfarera, textil y crianza de cuyes y por último espacios de
enterramientos, incluso Inkas, antes del abandono ritual de la Waka.

Entre los investigadores existen dos teorías del uso de estas Wakas, la más
antigua es la de ser cada una de ellas una especie de “Embajada” que cada
comunidad tendría en el lugar, ahí llegarían y realizarían sus rituales y
almacenarían los productos de sus chacras, esta teoría, según los resultados de
las investigaciones realizadas por el Dr. Peter Eeckhout, no sería acertada, puesto
que en ella se asumía un uso simultaneo de todas las “Pirámides” y las
excavaciones realizadas estarían determinando que no fue así, por la datación de
los materiales encontrados, la otra teoría, postula que cada una de ellas fue
levantada para un Kuraka, que en promedio durante unos 30 ó 40 años dirija las
actividades administrativas, según nuestro punto de vista originario, y a la
muerte de este se abandonaba el sitio y se construiría otra para el nuevo Kuraka,
esto basado como dijimos en el resultado de sus dataciones de C14 a los
materiales asociados hallados.
Los Arqueólogos Eeckhout y Farfán indican:

“Las pirámides son palacios ocupados por personajes de estatus alto a quienes
posteriormente sirven de panteón, en Pachacamac cada una de las pirámides
excavadas se construyó y se ocupó durante un periodo bastante corto
correspondiente a la duración de un reinado. Esas pirámides son aparentemente
sucesivas y cada una de ellas se construyó una vez que la pirámide precedente
había sido abandonada”

Ubicación de “Pirámides con rampa” fuente:Peter Eeckhout y Carlos Farfán; levantamiento: Valérie
Decart y Daniel Parent; planimetría: Valérie Decart
Siendo así, en promedio 35 años multiplicado por la cantidad de Wakas con
Rampa, estaríamos hablando de por los menos 600 años de construcciones
sucesivas siguiendo esta teoría, sin considerar que se ha determinado que algunas
fueron remodeladas y siguieron en uso hasta en tres fases consecutivas, así
mismo el investigador postula que los enterramientos hallados en algunas de
estas Wakas corresponderían a los Kurakas que ahí habitaron, sin embargo no se
puede establecer que los cuerpos de los abuelos hallados en el lugar pertenezcan
a los Kurakas de cada “Pirámide” lo que está claro es que es necesario mayores
estudios.

Waka con Rampa N° 1

Fue construida en tiempos de los abuelos Ychma, es la de mayor tamaño entre


las otras estructuras de similares características, el material utilizado fue el adobe
rectangular y pirca de mampostería, la Waka está compuesta por varias
plataformas superpuestas a diferentes niveles, el acceso es mediante la rampa
central que se ubica al frente de la cancha o patio, en la parte superior se
construyeron depósitos hundidos, almacenes, y caminos epimurales, el acceso es
por la calle Norte-Sur.

Waka con Rampa N° 1


Depósitos de la Waka con Rampa

Depósitos de la Waka con Rampa


Waka con Rampa N° 2

Fue construida en tiempos de los abuelos Ychma, se hallaron así mismo


evidencias de ocupación en los tiempos de los abuelos Inkas, la Waka presenta
una estructura de planta cuadrangular alargada, la cancha o plaza tiene 10,000
m2. posee depósitos de almacenamiento donde se halló evidencias de ají y maíz.

Se ubica en el área central del complejo arqueológico, el ingreso principal es


mediante la calle Este-Oeste lo cual infiere que los visitantes a esta Waka
habrían transitado el camino Inka que conecta Cusco con jauja y Pachacamak.

Waka con Rampa N° 2.


Reconstrucción de la Waka con Rampa N° 1

Reconstrucción de la Waka con Rampa N° 2


Waka con Rampa N° 3
La Waka presenta una estructura de planta cuadrangular, dos patios o canchas
grandes cercados por muros perimétricos y estructuras ubicadas al Sureste.
Entre los años 1999 al 2003 el Arqueólogo P. Eeckhout, en el marco del
proyecto “Ychma en Pachacamac” llevó a cabo las excavaciones en el lugar,
indicando:

“Hemos excavado un área representativa en cada ambiente del complejo, con el fin
de recolectar indicios que nos ayudarían a definir la índole de la ocupación en el
conjunto de la pirámide. Además, cada vez que fue posible, hemos excavado hasta la
roca madre, para definir el proceso de desarrollo arquitectónico, así como las
características de las ocupaciones pre-pirámide”

Realizaron análisis de Radio Carbono, lo cual permitió postular la cronología de


la edificación, así mismo determinaron que en realidad se “compone de dos
pirámides” A y B, la construcción fue fechada hacia los 600 años Antes del
presente, no presentando modificaciones al menos durante 30 ó 40 años,
estimando que el proceso constructivo de la fase B habría tomado al menos 6
meses hasta su culminación.

Waka 3A y 3B
(Peter Eeckhout y Carlos Farfán; levantamiento: Daniel Parent; diseño infográfico: V. Thieren).
El investigador identificó tres sectores en cada “pirámide” el primero es el patio
delantero o zona pública, en este patio se realizaban actividades cotidianas como
la crianza de cuyes, cocina y tejido, la segunda parte es la plataforma superior,
los espacios en esta área están enlucidos pero no presentan señales de pintura, se
identificaron banquetas, hornacinas y posibles ventanas, la tercera parte está
conformada por recintos y depósitos hundidos, según el investigador los
depósitos de la “Pirámide 3” estaban vacíos, en estos se habrían almacenado los
excedentes de la producción que se ha identificado como local, así mismo se
identificó la existencia de talleres de alfarería.

Los investigadores identificaron también espacios destinados que cumplen


funciones de tumbas, estas están asociadas al cierre ritual de la Waka, donde se
ofrendaba con Spondylus y objetos metálicos, las tumbas mantenían su acceso
mediante corredores especialmente diseñados para tal fin, lo que permitiría
realizar las ritualidades correspondientes a los antepasados en fechas especiales,
el resto de la Waka se presenta clausurada, en el ajuar se identificó tejidos
multicolores, objetos de metal y ofrendas importadas, los que fueron
severamente saqueados por lo que hay pocas muestras de las mismas.

Waka con Rampa N° 4

Los investigadores Eeckhout y Farfán realizaron excavaciones en la cima de la


“Pirámide 4” cuyos resultados les permitió identificar la existencia de tres etapas
constructivas, la primera se halló asociada al piso rustico, sin poder determinar la
función de esta fase, la segunda fase corresponde a una plataforma con un hoyo
cuadrado donde se halló ofrendas al interior, siendo la última fase la del cierre de
la Waka sellada con adobes

Waka con Rampa N° 7

La información proporcionada por los investigadores postula que en esta Waka


se llevaron a cabo las recepciones en la cancha o plaza, realizaron análisis de
restos de comida, así también hallaron abundante restos de cerámica,
identificando un aumento de los participantes en tiempos Inka.
Waka con Rampa N° 12

Las investigaciones realizadas en la Waka determinaron que presenta “dos


unidades arquitectónicas” las estratigrafías realizadas permitieron identificar dos
fases constructivas consecutivas en la “Pirámide 12 A”, luego se cerró y se
clausuró, desarrollando la construcción de la “Pirámide 12 B” a partir del patio
anterior, a la cual se le identificó de la misma manera dos fases constructivas
hasta su cierre, se identificó también que los depósitos anexos se utilizaron como
“Cámaras Funerarias” en los tiempos Inkas.

Waka con Rampa N° 13

Las investigaciones realizadas en esta Waka indican que las fases tardías fueron
de presencia Inka, se han identificado que esta “pirámide” fue afectada
severamente por los saqueos con la finalidad de buscar oro, la información
general de esta construcción producida por las evidencias halladas no han
permitido determinar datos para la etapa de cierre con claridad.

Waka con Rampa N° 15

Los trabajos realizados en el año 2002, permitieron identificar esta Waka, sin
embargo la rampa no fue hallada, mediante las excavaciones, los investigadores
confirmaron que la rampa fue destruida, esta pirámide fue también severamente
afectada por varios agentes, se identificó ofrendas de oro y de plata dorada.

En general los investigadores han identificado tres tipos de Wakas con Rampa,
siendo la de tipo Waka con Rampa Central, la más recurrente, incluidas las
remodelaciones, se identificó un caso de Wakas con Rampa Lateral, donde se
halló un Mono momificado como parte del relleno constructivo de la primera
terraza, el cual fue depositado como ofrenda, los investigadores postula que esta
“Pirámide” particular fue utilizada para la preparación de los fardos que luego
serían enterrados en los cementerios de la Waka, el tercer tipo es la Waka con
Rampa Pegadas al Costado, de este tipo también se identificó un solo ejemplo
entre todas las construcciones levantadas en Pachacamak.
Esquema virtual Waka del Mono en Pachakamak
(Fuente: Peter Eeckhout y Carlos Farfán; levantamiento: Daniel Parent; diseño infográfico V. Thieren).

Esquema virtual “Pirámide con Rampa 15” en Pachakamak


(Fuente: Peter Eeckhout y Carlos Farfán; levantamiento: Daniel Parent; diseño infográfico V. Thieren).
En las investigaciones realizadas por la Arqueóloga D. Pozzi y su equipo en el
marco de los trabajos para la puesta en valor de la calle Norte-Sur, excavaron un
acceso que conectaba la calle con una de las plazas laterales de la Waka con
Rampa 07, hallando los restos de seis “Canis familiaris” dos cachorros, dos
jóvenes y dos adultos, estos hallazgos no presentan señales de muerte como parte
de rituales, tres estaban enfardelados, con textiles de algodón los cuales no se
presentan muy elaborados y según los investigadores estos no habrían sido
hechos especialmente para esa finalidad, se hallaron amarrados con soguillas de
totora, indican así mismo que estos hallazgos cubrían los restos de un niño
enfardelado en un hoyo de 20 cm, los textiles son de algodón y algunos
presentan franjas verticales decorativas, esta relación de entierros de canidos y
humanos, según las investigaciones, son recurrentes especialmente en periodo de
los Inkas.

En investigaciones anteriores de P. Paredes, R. Franco y P. Eeckhout, hallaron


entierros de canes en la plaza de la Waka con Rampa 03, identificaron los restos
de dos canes, también en la Waka con Rampa 7B, hallaron restos de cuyes y de
un perro dentro de un hoyo hecho en el primer piso del patio principal, los
investigadores postulan que estos hallazgos están relacionados a la construcción
o modificación de las Wakas, otro espacio investigado fue el patio trasero de la
Waka con Rampa 13, donde hallaron restos asociados a entierros humanos, así
mismo entre la Waka Antigua y la Waka Pintada.

Hace 07 años, el equipo de investigadores de la Waka Pachakamak en la


“Segunda Muralla” o segundo muro perimétrico, hallaron una serie de ofrendas
entre las que se han identificado 20 canes con pelos, se ha estimado que tendrían
entre 3 semanas y 18 meses de edad.

Reconstrucción Fenotípica de un adulto joven hallado en la Waka


Realizado por Luis Miguel Tokuda.
Las investigaciones realizadas por el Arquitecto A. Pinasco muestran que cuatro
Wakas con Rampa agrupadas en el sector Norte, estas presentan sus ejes
orientados hacia el Noreste Suroeste, según sus observaciones estas estarían
señalando “la salida del extremo mayor de la luna” sobre el horizonte de la
sierra, postula que dichas orientaciones podrían estar relacionadas con
ritualidades lunares y a las energías femeninas, indica así mismo que el
Acllawasi presentaría orientaciones similares, siendo imposible determinarlo
debido a las remodelaciones que se realizaron.

Orientación de Wakas con Rampa Sector Norte (Fuente: A. Pinasco)

El eje de la Waka con Rampa 1, sigue la dirección de la calle Norte Sur, hacia la
constelación de Los Ojos de la Llama, está alineada de tal forma que permitiría
observar estas estrellas desde la cima de la Waka así como desde la plaza de
ingreso del portal Norte, esta alineación seria la señal de inicio de una ritualidad
importante que se llevaba a cabo en la Waka puesto que la cosmovisión
originaria considera al runa y el cosmos integrado y comprueba la denominación
de Científicos Naturales como llamamos a nuestros abuelos.

Vista de la Waka con Rampa 1 desde el ingreso Norte (Fuente: A. Pinasco)


Waka del Sol
La Waka del Sol es una construcción de forma trapezoidal edificada sobre una
elevación natural, su estructura está constituida por terrazas y plataformas
superpuestas de adobe, el frente está orientado al mar y presenta hornacinas
donde se depositarían las ofrendas o Mallquis, el frente Noreste consta de un
pasadizo con gradas, en la cima se identificó una plaza abierta rodeada de
construcciones, la Waka estaba pintada de rojo.

La Waka del Sol, ubicada en el lugar más elevado del complejo, fue siempre
interpretada como una muestra de supremacía Inka sobre las otras
construcciones, Uhle, repitiendo posiblemente a Cabello de Balboa, escribió:

“Después de la conquista de la costa central por el Inca Túpac Yupanqui, el


soberano ordenó edificar un templo más alto e importante que el viejo santuario y
oráculo del dios costeño, que se llamó Punchao Cancha o “recinto del día”

Esta posición es para nosotros sólo una interpretación que tiene sus fundamentos
en una ideología occidental donde lo que está arriba es superior a lo que está
abajo, es decir una verticalidad dogmatizada del ser, consideramos que la llegada
de los Inkas a la costa fue parte de un acuerdo o alianza con los Ychmas, quienes
vieron como los Cusqueños honraban y respetaban sus costumbres, a sus
ancestros y memoria, recibiendo los beneficios de la corriente civilizadora
preponderante de la época, serian ellos quienes otorgaron el espacio a los Inkas
para erigir conjuntamente ahí la Waka que cumpliría funciones rituales y
astronómicas y con una preferencial vista al mar, a Mamacocha, logrando así el
equilibrio armónico de Hanan – Urin en un nivel macro y nuevamente Hanan -
Urin en un nivel Local (Waka del Sol – Acllawasi en Pachakamak)

Es importante considerar las observaciones hechas por M. Uhle sobre la Waka


del Sol:

“hace tiempo que se ha observado que el templo carece totalmente de los signos
distintivos de la arquitectura Incaica, si acaso ha de considerársele como un edificio
incaico, en su estado ruinoso actual presenta pocos rasgos característicos , pero a
quien esté familiarizado con las ruinas del antiguo convento las diferencias
inmediatamente son saltantes, en el convento los nichos pertenecen a tipos
peculiares de estilo incaico, mientras que aquí los de la tercera terraza del frente
sudoeste, altos y rectangulares, no corresponden a arquitectura de ese periodo hasta
donde sabemos, los nichos cuadrados y llanos representan un tipo más primitivo,
probablemente local y nativo, diferente al del convento, aunque muy corriente en los
edificios de la ciudad antigua, los pequeños nichos trapezoidales podrían haber
comenzado con los incas, pero solo se ven en agregados más recientes y no pueden
ser tenidos en cuenta cuando se juzga el estilo original arquitectónico, en el convento
de la Mamacona el material y la calidad de los ladrillos de adobe, su forma y su
modo de colocación, el enlucido de sus muros con arcilla incolora, todo parece de
orden superior, distinguiéndose este edificio de estilo cuzqueño de todos los demás
de la ciudad, el templo en todos sus rasgos, tiene más en común con la ciudad que
con el convento donde los detalles arquitectónicos de ornamentación eran
enteramente profusos y determinaban todo el efecto de la edificación”

El investigador añade:

“Dos estilos arquitectónicos diferentes se mezclaron claramente en él, el de la costa


y el importado del Cuzco, este último limitado, sin embargo, a las superestructuras de
la cima e incluyendo los pasadizos zigzagueantes que conducían a las terrazas, que
estaban destinadas, especialmente al culto”

Bajo esta observaciones podría ser que, como parte de las alianzas entre dos
comunidades, los Ychmas construyeron una casa “Hamauta Wasi” para sus
Wayqueykunas Cusqueños que llegarían a habitar al lugar, y en la cima los Inkas
construirían los recintos con orientaciones astronómicas, así como las terrazas
solsticiales cuyas informaciones y datos serian parte del intercambio de ciencias
y tecnologías, lo cual sería muy beneficiosos para los costeños y cusqueños, los
Inkas a manera de reciprocidad construirían el Aclla Wasi donde recibirían
educación también los miembros de la comunidad Ychma.

Reconstrucción Esquemática de Hornacinas (Tomado de A. Pinasco)


Hace seis años se llevaron a cabo excavaciones a cargo de K. Makowski, en las
laderas de la ensenada fósil, las que se ubica en la fachada Nor- Este de la Waka
del Sol, al Sur este de la Waka Pintada y en la Waka Antigua.

En la ladera de la Waka del Sol se identificó un primer estrato donde se


realizaron labores de nivelación de las pendientes, conformándose anchas
terrazas para la construcción de plataformas donde se edificaron algunas
estructuras, considerándolas de épocas Lima, sin embargo los adobes utilizados
no corresponden al usado en la Waka Antigua “Adobitos” estos presentan mayor
tamaño y no presentan la técnica “Del Librero”.

Los investigadores informan que las estructuras serian terrazas escalonadas


apoyadas contra los muros de contención en la pendiente del cerro ,estructuras
similares se identificaron al pie de la Waka Pintada.

Así mismo se han hallado fragmentos de cerámica con características similares


asociados a estas primeras fases , por lo que se postula que en la elevación
natural donde hoy está la Waka del Sol se construyeron con anterioridad
estructuras que fueron finalmente remodeladas hasta la actual edificación de la
Waka del Sol.

Fragmentos de cerámica Lima hallados en la fachada este de la Waka del Sol y

en las terrazas al pie de la Waka Antigua


Las investigaciones realizadas por el Arquitecto A. Pinasco determinaron que
los muros de la Waka están alineados hacia las estrellas de la “cola” de la
Constelación del Amaru principalmente, y en el sector Norte dos plataformas
están alineadas al ocaso de Antares y al Capac Inti Raymi o Solsticio de verano,
así mismo identificó que los ingresos del lado Noreste están alineados a la salida
del Sol en el Inti Raymi o Solsticio de invierno.

En Pachacamak se puede ver en noches despejadas los planetas Marte, Venus,


Mercurio, Júpiter; las constelaciones de Orión, del Amaru o Escorpio, la
Chakana o Cruz del Sur, los Ojos de la Llama o Alfa y Beta del Centauro y la
Luna, señala el investigador.

Uhle concluye: “En consecuencia el templo era un centro de adoración de los


cuerpos celestes y otros fenómenos del firmamento, siendo el culto al sol meramente
el principal”

El investigador Alemán desde una concepción occidentalizada y continuando las


versiones que las crónicas contenían, asume como un acto de “adoración” lo que
para nosotros era la labor de Científicos Naturales que a través de la observación
del cosmos podrían obtener información valiosa para el desarrollo de sus
actividades, El Hamauta Carlos Milla decía “Ciencia Celeste reflejada en la
Pacha” para la organización del tiempo y del espacio.

Waka del Sol, frente Este con portal de ingreso


El Arquitecto A. Pinasco indica que en las alineaciones de la Waka del Sol, a
excepción de las Plataformas Solsticiales, todos los demás muros y alineaciones
señalan hacia las estrellas del Amaru, proponiendo que la Waka habría tenido
observaciones diurnas y nocturnas, lo cual abona a nuestra posición de
denominar a los Abuelos y Abuelas “Científicos Naturales”, ciencia desarrollada
en un proceso milenario de observación e integración con el cosmos, procesos
que se desarrollaron independientemente de occidente, quienes para la época
estaban paramétricos por la idea del Dios creador de la tierra y esta el centro del
universo, llegando por un lado, al momento de la invasión, una religiosidad
dogmatizada, atribuyéndose la verdad e imponiendo con la fuerza de las armas
su credo y por otro lado Runas organizados a partir de un pensamiento
comunitario y objetivo, cuya finalidad habría sido el bien común, pero para
validar esta afirmación, es tarea seguir investigando, por lo cual alentamos la
aplicación de tecnologías modernas en más investigaciones (trabajos de campo,
análisis de laboratorios, etc.) por parte de los profesionales y la publicación de
sus resultados.

El Arquitecto A. Pinasco señala en sus investigaciones la orientación de la Waka


del Sol hacia la constelación del Amaru, siendo la estrella Choquechichay o
Antares una de las más brillantes del firmamento y la mayor del Amaru,
ubicando su observatorio en la tercera terraza del frente Noroeste, la estrella
Shaula es la segunda más brillante de la constelación del Amaru, se ubica en el
extremo de su cola, la señalan los muros de la cuarta terraza Noroeste y parte del
muro sur del recinto Norte, su ocaso está señalado por los muros Norte y Sur del
recinto Norte, Sargar es la tercera estrella más brillante de la constelación del
Amaru, se ubica cerca del final de la cola, el ocaso está señalado por muros del
recinto Sur y por muros de la segunda y tercera terraza del frente Sureste, Druba
es la cuarta estrella más brillante de la constelación, se ubica cerca de Antares y
su ocaso está señalado por la segunda terraza del frente Norte.

Constelación del Amaru


En sus conclusiones el Arquitecto Informa:

“En los estudios presentados se observa que los ejes que estructuran el espacio de
esos sitios arqueológicos Inca tienden a alinearse con las direcciones de los dos ejes
señalados por el eje solsticial y Pléyades-Antares, y con el eje de los extremos
mayores de Luna Noreste-Suroeste, a los cuales se añade estrellas del Amaru y el
ocaso del cenit solar. El otro eje es el producido por el Mayu (Vía Láctea)
principalmente en dirección Sureste-Noroeste, con las salida de los Ojos de la Llama
y la Cruz del Sur, También se consideran alineaciones del eje solsticial y de la Luna
en el otro sentido Sureste-Noroeste, pero en menos casos, el otro eje empleado es el
equinoccial, como menciona Salazar este eje tendría relación con sitios de registro
astronómico-climático con fines agrícolas-ceremoniales”

Nosotros podemos entender que esta ciencia reflejada en la Pacha es una de las
repuestas de como una sociedad originaria logró avances en diversos campos del
desarrollo humano, esto denota planificación, un pensamiento considerando a los
que vendrán, una integración con el cosmos, estudiándolo, observándolo y
comprendiendo como este influye en los climas y en los Runas, logrando así
tener mejores respuestas ante eventos climáticos adversos lo cual permitiría la
preservación, continuidad y el progreso de la comunidad.

Waka del Sol, Vista aérea frente oeste de las hornacinas


Waka del Sol, Vista frente oeste detalle de las hornacinas

Waka del Sol, detalle de restos de enlucido rojo sobre la piedra


Max Uhle, en 1896 halló en el denominado por él “Cementerio de la primera
terraza sudoriental del templo del Sol” un entierro que presenta características de
haber sido realizado como parte de una ritualidad, donde un grupo de mujeres
adultas que fueron halladas juntas con sus pertenencias de orden utilitario, sus
alimentos de origen serrano y principalmente presentado características de ser o
provenir de cuzco, las abuelas tenían en el cuello una cinta gruesa de algodón
con la que se presume fueron ahogadas como parte del ritual, Uhle manifiesta
que:

“Todas las personas enterradas en el cementerio eran mujeres, el vestido era


representado en traje completo, así mismo se halló gran cantidad de Topos, con lo
que sujetan los vestidos, las mujeres fueron sepultadas luego de la estrangulación”

Indica que todas eran mujeres adultas y que sólo una de ellas presenta el cabello
gris, casi blanco, en algunos de los rostros observo “ débiles rastros de bermellón”,
de la misma manera indica que las características uniformes del ajuar que
acompañaban a las Warmis, comparándolos con otros evidencias halladas en
otros cementerios de Pachacamak que provenían de diferentes provincias,
presentaba claras diferencias, las vasijas del cementerio de las Warmis son de
estilo cuzqueño, también describe artículos de uso cotidiano, estaban
acompañadas también por dos perros y loros, textiles a medio terminar,
utensilios de cocina con muestras de uso prolongado, cinturones que a primera
vista le parecieron nuevos y otros que si presentaban señales de uso, canastas de
labor con evidente desgaste, peines con cabellos, vasos y platos de cerámica y
una taza de madera, anoto: “las personas eran enterradas como se iban y estaban”

Así mismo los alimentos que acompañaban a las Warmis eran todos de origen
serrano como el chuño, la tunta, oca, olluco, quinua y bayas de ají, también halló
muchas bolsas, consideradas como parte del vestido, que fueron usadas para
llevar koka, las bolsas eran tejidas de lana y algodón con listados rojos y
amarillos, se hallaron veinte aríbalos, cantaros, vasos, tapas de vasos, vasos con
gollete, las Warmis estaban adornadas con pendientes, collares, brazaletes
hechos de concha y cuadraditos de madera, un sapo labrado en concha blanca,
con un ojo verde y el otro rojo colgado de la cadena, manifiesta que algunos de
los dijes están engastados con piedra azul (lápiz lazuli)

A la fecha no disponemos de información de resultados de exámenes de ADN,


examines antropofisicos, C14, entre otros que puedan ayudar a comprender el
significado de esta ritualidad que se presenta como única en su tipo en todo
nuestro territorio.
Hallazgos en la Waka del Sol, Ajuar
Funerario del Cementerio de Warmis
Excavado por Max Uhle en 1896, Museo de
la Universidad de Pennsylvania, USA
AcllaWasi /Mamakuna
El Aclla Wasi o casa de las Acllas, es la única Waka Inka construida en
Pachakamak, en la actualidad está representado por una reconstrucción llevada a
cabo por Julio C. Tello en 1940, los elementos originales observables se
encuentran en las bases de los muros trabajados con sillar de estilo Inka, los
estanques ceremoniales, también se han identificado una serie de canales de agua
alrededor de la Waka, estos se abastecían de afloramientos de la napa freática y
filtraciones del valle y puquios.

Max Uhle realizó una detallada descripción de la Waka y las condiciones en las
que la halló, identificando su significado histórico por su “distinta arquitectura”
divide la construcción en tres secciones con sus particularidades cada una, con
“nichos” trapezoidales que decoran los muros, señalando que no encontró en
otras Wakas del lugar “nichos” similares, catalogándolo como de estilo Inka.

Uhle, quien denomina “convento” a la Waka mencionó que “en su estado actual
es solo una sombra de su pasada grandeza” identificó la terraza abierta al Sud
Este y Sud Oeste dividida en tres habitaciones pequeñas con “nichos
decorativos”, la parte occidental, indica, era el área principal de la construcción,
compuesta de dos plataformas, identificando habitaciones cuyos muros se
conservaban “en toda su altura” las terrazas están divididas por un pasadizo,
describe los cuartos al pie de la terraza como pequeños y en “estado tan ruinoso
que no es posible imaginar su aspecto general” menciona los nichos que rodean
la terrazas y edificios estaban “enteramente rodeados por nichos”, indica observó
10 de los cuales los numerados por el del 6 al 8 son los “Nichos bien
conservados”. los techos de los “nichos” señala fueron hechos todos de tablas de
madera atadas con sogas, técnica diferente a la utilizada en las construcciones de
las Wakas ubicadas dentro del muro perimétrico, las tablas mencionadas para el
momento de su descripción se encontraban “casi todas arrancadas de los muros y
así el efecto general de los nichos ha sido destruido” proporcionándonos con este
dato una de las posibles causas de la destrucción de la Waka que al haberle
quitado los elementos estructurales que sostenían los techos de la hornacinas esta
con el intemperismo de los siglos y otros factores externos se vieron afectadas
hasta llegar al estado que el investigador la encontró.
“Nichos” del Acllawasi Foto Max Ulhe 1986

Ubicación Hornacinas del Acllawasi en plano de Max Uhle


Vista Actual del Acllawasi- Reconstruido por J.C Tello 1940-1944

Entre los años 1940 y 1944 el Arqueologio Peruano Julio C. Tello fue designado
para dirigrir lasi investigaciones en la Waka Pachakamak, realizó trabajos en la
Plaza de los Peregrinos, Urpi Cocha, Urpi Wachak y en el Acllawasi, desde las
descrpiciones de Uhle no se habian hecho trabajos en en lugar, es asi que se
realizan labores de limpieza encargadas a Albert Giesecke en 1938, quien en una
carta manifiesta sobre el Acllawasi:
“Las obras de limpieza en este Convento dieron como resultado el hallazgo de
nuevos nichos, cuartos, puertas y gradas, muchas de ellas bajo varios metros de
escombros, se ha limpiado lo suficiente para demostrar que quedan bastantes
construcciones por descubrir, sin embargo, es enorme la cantidad de tierra que se ha
movido durante la limpieza de este Convento”

Dos años despues, el Ministerio de Fomento con Resoloucion Suprema aprueba


la “Intervencion” nombrandoo como director a Julio C. Tello, planificandose
realizar las labores en tres etapas, iniciando con exploraciones y reconocimientos
de prueba, procedieron a realizar excavaciones y descubrimientos buscando la
visualizacion de estrucutras y culminado con la reconstruccion del Acllawasi,
contó con la participacion de Toribio Mejia, Rebeca Carrion y otros
colaboradores que registraron las actividades que posteriormente fueron
publicadas en los cuadernos de Trabajo de Tello.
Reproducimos los objetivos que se plantearon los encargados de la
reconstruccion del Acllawasi expuestos por Rebeca Carrion en 1942:
De acuerdo con el propósito científico y turístico que inspiraron a la Junta Pro-
Desocupados a auspiciar estos trabajos en las ruinas de Pachacamac, el plan
proyecto es el siguiente:

1° Presentar un parque arqueológico en el área comprendida en la herradura del algodonal,


alrededor de la cual se encuentran tres monumentos importantes: el edifico de las
Mamaconas o Templo de la Luna en el extremo NO, el Templo de Urpi Wachak en el
extremo SO; y el edificio con terrazas escalonadas en el centro de la herradura.

2° Reconstruir totalmente el edificio de las Mamaconas por presentar casi completos sus
principales compartimentos integrantes, y patios con cisternas.

3° Presentar un museo campestre como se ha hecho en algunas ruinas de México,


exponiendo apropiadamente en los mismos edificios las muestras de cerámica, tejidos y
otros implementos hallados en el proceso de excavaciones”

En el informe remitido por la colaboradora de Julio C. Tello comunica la visita


de los miembros de la Junta Pro-Desocupados de Lima anotando:

“El Sr. Carlos Alayza se interesó de tal manera en el asunto que no debe de
paralizarse los trabajos en un instante hasta que quede terminado el proyecto de
museo al aire libre, Se ha entusiasmado mucho con lo que ha hecho en los
pabellones de las Mamaconas que dice; que va a botar una mayor cantidad de que
tenía para la reconstrucción de este monumento; que el museo planteado por usted
será un hecho, y que por lo que va viendo, será algo digno de presentarlo en
cualquier parte del mundo”

“El Sr. Carlos Alayza considera indispensable que se restaure los techos de los
pabellones puestos a la vista con sus propios palos de huarango que lo va hacer traer
de Ica”

Sobre la mencionada Junta podemos indicar que fueron creadas en 1931 por el
gobierno peruano con la finalidad de ayudar a poblaciones vulnerables por la
crisis mundial vivida en esos años, asignandoles proyectos como los de la
construccion de los Barrios Obreros en sus primeros seis años de vigencia,
cambiando posteriormente los objetivos a la construcción de vías de
comunicación para lo cual disponian de presupuestos estatales que invertian en
estos proyectos.
Tello en 1945 manifiesta:
“El gobierno del Perú ha auspiciado las investigaciones arqueológicas en
Pachacamac y, en especial, la reconstrucción de uno de sus principales edificios, el
Templo de Killay o de la Luna, destinado a ser la sede del futuro Museo de
Pachacamac”

“Para nada ha intervenido el arquitecto moderno; se ha trabajado de acuerdo a los


principios de la ciencia arqueológica; se ha seguido el curso de los muros de la
misma manera como se siguen dentro de una tonelada de fragmentos de alfarería,
los fragmento de unidades distintas, y que son la base de una reconstrucción
auténtica”
“En los edificios del piso superior de Pachacamac se ha seguido el mismo
procedimiento que se hizo para la reconstrucción de las grandes ánforas o tazas
ceremoniales que yo recogiera en 1927 y que con tanto esfuerzo lograra reconstruirlo
y ponerlo a sorpresa del público, como sucede con otros tantos testimonios
admirables por su finura y belleza”

Boceto del proyecto reconstrucción del Acllawsi (Cirilo Huapaya - 1943)


Es de conocimiento que la reconstruccion del Acllawasi recibio ceveras criticas
principalmete del reconocido Medico Psiquiatra, Educador, Folisofo, Biologo y
Linguista Peruano el Dr.Honorio Delagado, del cual para abarcar su obra y
aporte necesitariamos algunas paginas aparte, esta critica fue publicada en el
diario la Prensa el 24 de febrero de 1944 con el titulo de:
“La Falsificación como Síntoma de una Cultura Descendente”
“Esa visita me fue penosa por las dificultades que encontramos para penetrar en el recinto de
las ruinas, a algunas de la cuales se nos impidió acercarnos; por el progresivo deterioro que
advertí en los pocos restos que quedan de las pinturas murales; pero más que todo, a causa
de la escandalosa obra de “reconstrucción” que se está ejecutando en la parte tal vez más
interesante de la antigua ciudad sagrada, donde hay que admirar bellos muros de piedra
descubiertos hace poco tiempo. Sobre esas construcciones multicentenarias se estaba
fabricando con adobes un edificio, de modo que en lugar de tener a la vista lo que queda del
antiguo monumento; se le incluyen en paredes nuevas, con aditamento pegadizo, se cubre y
soterra la base del conjunto. Esto es lo que pudimos ver desde cierta distancia, y habríamos
creído equivocarnos si no nos lo hubiera confirmado el propio empleado que nos impedía
acercarnos. Puede imaginarse nuestro estupor antes esta obra, antes estos hechos, que
revela los peligros a que se está expuesto el patrimonio histórico de Perú, las entidades
responsables deben extremar su vigilancia; y las instituciones que cuentan entre sus tesoros
sus reliquias del pasado, están en el deber urgente de preservarlo de toda posibilidad de
pérdida o desnaturalización, si el mundo sigue (progresando) en esta dirección y lo
sofisticado, llegara el día en que la única alternativa que quede será: o falso o dudoso”

El Dr. Delgado manifiesta también:


“sobre la materia no pueden opinar los legos en aquello que se refiere sobre las
particularidades de la ciencia arqueológica”

Sin embargo aclara que es derecho de las personas cultas opinar sobre las
relaciones con el concepto de la verdad histórica, manifestando que:
“la gran versación y capacidad de quien las ha proyectado y las dirige no están en
tela de juicio; pero esa circunstancia no basta, pues nadie está libre de errar, y todo lo
que se refiere al patrimonio histórico del Perú debe ser considerado con la mayor
atención y la más extrema prolijidad”

Nosotros somos partidarios de la conservación y no de la reconstrucción puesto


que se presta a muchas interpretaciones, sobre el Acllawasi se debe indicar
siempre que es una reconstrucción y no la Waka original, la puesta en valor no es
convertir las Wakas en turísticamente explotables, es tener la posibilidad de
nuevos estudios en sus características originales para conocer mejor nuestra
historia.
Calles, Plazas y Tambos
La Waka Pachakamak, al ser un centro de espiritualidad y obsevacion
astronómica, fue diseñada con accesos mediante dos calles la Norte Sur y Este
Oeste, a partir de estas calles se ingresa a varias Wakas con Rampas, los
investigadores informan que también poseían puentes de madera de Warango y
los muros laterales eran utilizados como caminos, denominados “Caminos
Epimurales”

La Calle Norte Sur está conformada por altos muros de adobe y piedra, la calle
se intersecta con la calle Este Oeste, el ingreso es por el Portal que aún se
conserva en la afueras del perímetro moderno de la Waka, en la vía que conduce
a Villa el Salvador, la calle desde el Portal se dirige hacia la Waka Pintada, la
extensión de la calle se ha estimado en 1,300 m. contados desde el Portal hasta el
primer muro perimétrico, la sección expuesta tiene 332 m de largo y 4.70 y 2 m.
de ancho, la pendiente fue atenuada mediante la colocación de gradas de piedra.

Hace nueve años los investigadores de la Waka Pachakamak, dirigidos por D.


Pozzi realizaron trabajos de restauración y conservación en un tramo de la calle
ubicado entre la Waka con Rampa 04 y 07, tramo que mide 70 m. y 7.68 de
ancho, esta calle colinda con las Wakas con Rampas 01, 07, 04. 12 y 13, en las
excavaciones hallaron restos de cerámicas, textiles y comida, el final de la calle
se identificó una plaza cuadrangular o plaza de los “Altares Hundidos”
denominada asi por P. Paredes.

La Calle Este Oeste, tiene una longitud de 2.50 m. de largo, la calle se forma
con los muros altos de las construcciones colindantes, se observó que el piso
compactado se encuentra sobre acumulaciones de material orgánico.

Según Max Uhle la calle Este Oeste no estaba terminada, por cuanto no pudo
definir claramente el extremo Oeste, manifestando que las calles debieron de ser
construidas al mismo tiempo que las Wakas con Rampa.

.
Plano Calles Norte-Sur y Este -Oeste
Calles Norte-Sur y Waka Con rampa 1, en dirección a la Waka Antigua

Detalle de calle con gradas de ascenso


La denominada “Plaza de los Peregrinos” se ubica en la parte baja frente a la
Waka del Sol, es de forma rectangular y tiene un área aproximada de 35,000 m2,
posee un Ushnu en la parte centro lateral del frente Sur y una escalinata central,
posee puquios con piedra tipo almohadillado estilo Inka, depósitos laterales y
aposentos y columnas dispuestas paralelamente, hace 13 años I. Shimada, llevó a
cabo un proyecto de investigación, excavando en la plaza hallando ofrendas de
vasijas de cerámica en pequeños espacios hechos de piedra, así mismo halló
fardos de la época Wari en el lugar.

Plaza “De los Peregrinos”


En la Waka Pachakamak se han identificado una diversidad de Tambos de
varios periodos, esta costumbre de almacenamiento fue utilizada también en los
tiempos de los abuelos Inkas, en Pachakamak se ha estudiado uno de estos
recintos, el cual está ubicado en el extremo Norte de la Waka cerca de la antigua
panamericana, las investigaciones estuvieron a cargo de Peter Eeckhout de la
Universidad Libre de Bruselas.

Estos depósitos se identificaron hace diez años, tenía como acceso un camino
epimural al Este y una calle o pasaje al Oeste, de estos accesos solo quedan
vestigios.

Plano de tambo tomado de Peter Eeckhout


En el frente de las kolkas se halla un cuarto denominado “Cuarto de los Quipus”
donde un abuelo Quipu Kamayoc registraba el ingreso y salida de los productos
que ahí se almacenaban. (Señalado con círculo rojo)

El Tambo tiene forma rectangular y estuvo cercado por un muro de 2 m. de


ancho, con un acceso al SO, está conformado por un patio de 80 m. x 60 m, el
cual está asociado a las Kollkas que están distribuidas en dos filas de 10 cada una
ubicadas al lado sur del patio, el acceso según las observaciones realizadas por
los investigadores seria a través de caminos epimurales.

PRODUCTOS PORCENTAJE
MAIZ 98.04
MANI 66.7
AJI 54.9
MADERA 50.98
CARBON 47.06
ZAPALLO LOCHE 41.18
ALGODÓN 37.25
GUAYABA 37.25
LUCUMA 21.5
ZAPALLO MACRE CALABAZA 11.76
FRIJOL 11.76

Resultado de investigaciones tomado de Peter Eeckhout

Los historiadores y cronistas mencionan que estos espacios de almacenamiento


tenían como principal objetivo abasteceré a los “ejércitos” lo cual no está
probado, hasta donde sabemos no se han hallado depósitos de armas asociados a
estos depósitos de alimentos, lo más probable en el caso de Pachakamak seria
que estos depósitos se almacenaba y redistribuía los productos en tiempos
climáticos adversos principalmente y seria la despensa para atender a los cientos
de “peregrinos” que visitaban la Waka en fechas importantes.
Waka de Tauri Chumpi
La Waka de Tauri Chumpi, identificada como un espacio residencial, con dos
plazas contiguas rodeadas de recintos, posee depósitos, plataformas, todas estas
estructuras interconectadas mediante rampas y corredores, algunos
investigadores postulan que es una remodelación del periodo Inka de una
estructura anterior Ychma, otros indican que es una construcción Inka, la Waka
fue estudiada por Alberto Bueno, realizando excavaciones y habilitando el
circuito turístico.

En los alrededores de la Waka Tauri Chumpi, Alberto Bueno rescató de un


huaqueo grandes fardos funerarios envueltos con telas de algodón de color
crema, sobre la cual fueron cocidos externamente tapices en un total de seis,
según los investigadores indican que el fardo es de época Inka sin embargo los
tapices serian Ychma.

Proyección Isométrica- Waka Taulichumpi


Waka Tauri Chumpi-Pachakamak

Waka Tauri Chumpi-Pachakamak


Hallazgos en la Waka Pachacamak,
Ofrendas Funerarias de Cementerio
Excavado por Max Uhle en 1896, Museo de
la Universidad de Pennsylvania, USA
Hallazgos en la Waka Pachakamak
Sin contexto Informado.
BIBLIOGRAFIA

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HISTÓRICOS AMERICANOS”

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PROVINCIA DEL CUSCO LLAMADA NUEVA CASTILLA”

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“CATÁLOGO DEL MUSEO PACHACAMAC”
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PERIODO INCA EN PACHACAMAC

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“PIRÁMIDES CON RAMPA DE LA COSTA CENTRAL DEL PERÚ EN LOS
TIEMPOS PREHISPÁNICOS”

Giancarlo Marcone Flores, “LOS MURALES DEL TEMPLO PINTADO O RELACION


ENTRE EL TEMPLO DE PACHACAMAC Y LA ICONOGRAFIA TARDIA DE LA
COSTA CENTRAL”
Denise Pozzi-Escot Katiuska Bernuy,“PROYECTO DE INVESTIGACION
ARQUEOLOGICA CALLE NORTE-SUR DEL SANTUARIO DE PACHACAMAC”

Rodolfo Asencio Lindo, “LA RESTAURACIÓN DEL ACLLAWASI EN EL SANTUARIO


DE PACHACAMAC, 1940-1944. IDENTIFICANDO LAS HUELLAS DE VIOLLET-LE-
DUC, UN ANÁLISIS COMPARATIVO”

Denise Pozzi-Escot, Isabel Cornejo, Enrique Angulo, Katiuska Bernuyo.“ESTUDIO


PRELIMINAR DE LOS HALLAZGOS DE CUNIS FAMILIARIS EN LA PLAZA
LATERAL DE LA PIRÁMIDE CON RAMPA N° 7 DE PACHACAMAC”

Sonia Quiroz, María Luisa Patrón, Rommel Ángeles, Isabel Cornejo, Rosa Uceda
“OBRAS MAESTRAS EN LA COLECCIÓN DEL MUSEO DE SITIO DE
PACHACAMAC”
Denise Pozzi-Escot, “PACHACAMAC, CONSERVACIÓN EN ARQUITECTURA DE
TIERRA”
.
Alfio Pinasco, “EL ORDEN DE UN ESPACIO Y TIEMPO ORGANIZADO, EN EL
SANTUARIO DE PACHACAMAC”

K- Makowsky y Alain Vallenas, “LA OCUPACION LIMA EN EL VALLE DE LURIN:


EN LOS ORIGENES DE PACHACAMAC MONUMETAL”

Peter Eeckhout “PACHACAMAC Y EL PROYECTO YCHSMA” (1999-2003)

“PLAN DE MANEJO DEL SANTUARIO ARQUEOLÓGICO DE PACHACAMAC” 2012

Regulo Franco y Ponciano Paredes, “EL TEMPLO VIEJO DE PACHACAMAC:


NUEVOS APORTES AL ESTUDIO DEL HORIZONTE MEDIO”

Denise Pozzi -Escot, Carmen Rosa Uceda, Rommel Ángeles,


“PACHACAMAC TEMPLO PINTADO, CONSERVACION E INVESTIGACION”

María Luisa Patrón, Rommel Ángeles Falcón “TEXTILES DE PACHACAMAC”

Herodoto de Halicarcaso, “LOS NUEVE LIBROS DE LA HISTORIA”

María Rostworowski. “PACHACUTEC INCA YUPANQUI”

Frederick A. Engel. “DE LAS BEGONIAS AL MAIZ”

Carlos Milla Villena. “GÉNESIS DE LA CULTURA ANDINA”

“ARCHIVO VISUAL MUSEO DE LA UNIVERSIDAD DE PENNSYLVANIA, USA”


RIMAK MARKA, CAPAK INTI RAYMI 5026

(Lima, Diciembre del 2018)

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