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Los seres humanos perciben y aprenden las cosas de formas distintas y a través de canales diferentes, esto implica distintos
sistemas de representación o de recibir información mediante canales sensoriales diferentes.
Se han realizado estudios sobre los distintos tipos de aprendizaje los cuales han determinado qué parte de la capacidad de
aprendizaje se hereda y cuál se desarrolla.
Los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar.
Entre los problemas de aprendizaje más comunes, se destacan:
Dislexia
Discalculia
Disgrafía
Afasia
Dispraxia
TDAH
OBJETIVOS
Etiología
Existen factores hereditarios que predisponen a padecerla. Sin embargo, aún no están claros otros factores que pueden estar
implicados en el curso del trastorno, tales como causas genéticas, dificultades en el embarazo o en el parto, lesiones
cerebrales, problemas emocionales, déficits espacio-temporales o problemas en cuanto a la orientación secuencial, de
percepción visual o dificultades adaptativas en la escuela.
Estudios del ámbito neurológico han descubierto diferencias en el giro angular; (estructura cerebral situada en el lóbulo
parietal del hemisferio cerebral izquierdo); entre sujetos disléxicos y grupos de control. Estudios similares han visto que existe
un funcionamiento pobre de esta región cerebral.
Otras teorías del ámbito médico más minoritarias la asocian a que el hemisferio cerebral derecho, que sería responsable de
procesar la información visual, realiza su tarea a una velocidad inferior que el lado izquierdo, encargado de los procesos del
lenguaje, o a que existe una mala conexión interhemisférica.
Asimismo, desde el ámbito de la psicolingüística, se ha visto que uno de los déficits centrales en la dislexia, especialmente en
los niños más pequeños, es una baja conciencia fonológica. La conciencia fonológica es el conocimiento que tenemos las
personas para dividir el habla y la escritura en estructuras cada vez más pequeñas. Esto es compatible con los estudios
neurológicos antes comentados, ya que se han observado déficits de este tipo en sujetos que han sufrido una lesión cerebral
en el giro angular.
Cuadro clínico
Edad de diagnóstico y duración del trastorno
Los signos de la dislexia pueden variar a medida que el niño crece. En general estos trastornos se observan por primera vez
cuando el sujeto está aprendiendo a leer, aunque pueden estar latentes desde mucho antes.1 Al mismo tiempo puede ocurrir
que la dislexia no se diagnostique hasta muchos años después. Por ejemplo es común que los niños que tienen un alto cociente
intelectual, compensen esta patología y pase desapercibido hasta que las exigencias de comprensión de la escuela aumentan.
Existe discusión sobre si el trastorno perdura toda la vida y sólo se minimizan sus consecuencias o si desaparece gracias a los
tratamientos. Sin embargo hay acuerdo en que, cuanto antes se empiece el trabajo rehabilitador, menores van a ser las
consecuencias.
Curso evolutivo
De los 3 a los 5 años, el niño disléxico puede tener un desarrollo lento del habla y dificultades de pronunciación, aunque no
siempre tiene que haber dificultades relacionadas con el lenguaje oral. Algunos autores también afirman que pueden aparecer
dificultades para aprender rutinas y memorizar números, letras, los días de la semana, canciones o los colores; dificultades con
la manipulación de sus prendas de vestir (abotonar o subir cierres), etc. Sin embargo existe controversia sobre si esto es más
propio de la dislexia o de otros trastornos del aprendizaje.
En este período es importante observar cómo se encuentran los requisitos del aprendizaje de la lecto-escritura. Pese a ello es
raro diagnosticar a los sujetos de dislexia antes del comienzo de la etapa escolar, al apenas haberse enfrentado a tareas
lectoras.
Entre los 6 y los 8 años, la mayor complicación que presentan es en la asociación grafema-fonema (letra-sonido). Otras
dificultades que aparecen más raramente en la literatura son dificultades en operaciones de lógica espacial y en la memoria
secuencial. En algunos casos, comienzan a evidenciarse déficits en otras áreas académicas, como por ejemplo las matemáticas
(discalculia). En la mayoría de los casos esta discalculia no es primaria sino que se debe a dificultades de comprensión en los
enunciados de los problemas.
En este mismo rango de edad y hasta los 11 años, aproximadamente, el niño puede confundir los números, las letras o cambiar
el orden de éstas en las palabras; presenta dificultades en la pronunciación de las palabras que lee y tiene dificultades para
comprender las lecturas.
Posteriormente y hasta la edad adulta las dificultades más importantes aparecen en la comprensión de textos y son mayores
cuantos más complejos es el texto a leer.
Explicación cognitiva de la evolución sintomatológica
Desde el paradigma psicológico del procesamiento de la información estas dificultades se explican porque las personas sin
dislexia automatizan procesos que las personas con el trastorno tienen dificultades para automatizar.
Para estas teorías, el cerebro tiene unas capacidades de procesamiento limitadas y si éstas se superan, se ralentizan los
procesos o incluso se cometen errores. Por eso los niños pequeños leen de forma lenta, cometen errores en la decodificación
grafema-fonema (letra-sonido) y tienen grandes dificultades para la comprensión. Además, tienen más dificultades con
aquellas palabras menos conocidas o más largas por exigir éstas más recursos cognitivos. Posteriormente, conforme los niños
van automatizando la mecánica lectora cada vez tienen más recursos para dedicar a comprender el texto; y finalmente incluso
esto se automatiza en gran parte.
En los sujetos con dislexia esta automatización se da en menor medida por lo que cometen durante mucho más tiempo
errores; e incluso ya de adultos, cuando a simple vista la velocidad y precisión de la mecánica lectora parecen correctas tienen
dificultades de comprensión al seguir utilizando la mayor parte de sus recursos en la decodificación grafema-fonema. Así
mismo los adultos con dislexia son comunes que sigan cometiendo más errores y sean más lentos que los grupos control en la
lectura de palabras inventadas o poco comunes.
Características específicas de la dislexia
Existen ciertas características que se presentan siempre y que es necesario observar espacialmente:
Dificultades en el lenguaje escrito
Dificultades en la escritura
Serias dificultades con la ortografía
Lento aprendizaje de la lectura
Dificultades para aprender y escribir segundas lenguas.
Por otro lado, a menudo podrán presentarse las siguientes:
Dificultades en matemáticas
Dificultades para seguir instrucciones y secuencias complejas de tareas
Problemas de comprensión de textos escritos
Fluctuaciones muy significativas de capacidad
A veces, pueden darse según el tipo de dislexia o de como esta haya afectado a la persona:
Dificultades en el lenguaje hablado
Problemas de percepción de las distancias y del espacio
Confusión entre derecha e izquierda
Problemas con el ritmo y los lenguajes musicales
Tratamiento
Tiempo atrás el tratamiento de la dislexia se anclaba en la idea del refuerzo del área de lateralidad, la orientación espacial, la
grafo motricidad, la orientación temporal y las seriaciones. Sin embargo actualmente este tipo de tratamientos están
prácticamente abandonados.
Existe en la actualidad gran cantidad de material específico para la prevención de la dislexia, entendido éste como un
recopilatorio de ideas para la mejora de su práctica docente. Entre ellas cabe destacar el uso de los materiales elaborados por
el profesor, contribuyendo de esta manera a la enseñanza más individualizada que necesitan los alumnos con rasgos disléxicos.
Dicho material específico suele estructurarse en orden de dificultad y también por edades.3
Indicaciones generales
Una máxima que debe guiar el tratamiento es el “sobreaprendizaje”. Es decir, volver a aprender la lecto-escritura, pero
adecuando el ritmo a las posibilidades del niño. También hemos de tener en cuenta que tanto en la escuela como en casa, para
un niño disléxico las tareas escolares le van a ocupar más tiempo y esfuerzo que a otro niño cualquiera, lo que las convierte a
veces en un trabajo arduo y pesado, y por tanto, una tarea que causa frustración y rechazo.
Por ello, en la reeducación es importante encontrar actividades que sean motivadoras para el niño acercándole de una manera
más lúdica a la lectoescritura. Además el tratamiento dependerá de la edad y momento evolutivo del niño. La necesidad de
este tratamiento diferenciado está muy unida a los cambios en el curso del trastorno.
DISCALCULIA
La discalculia o dificultades en el aprendizaje de las matemáticas (DAM) es una dificultad de aprendizaje específica
en matemáticas que es el equivalente a la dislexia, sólo que en lugar de tratarse de los problemas que enfrenta un niño para
expresarse correctamente en el lenguaje, se trata de dificultad para comprender y realizar cálculos matemáticos.
Etiología
Se han realizado diversos estudios en niños nacidos en condiciones desfavorables o con trastornos genéticos que parecen
confirmar estas causas genéticas o biológicas.
Cuadro clínico
La discalculia es un término que hace referencia a un amplio rango de problemas relacionados con el aprendizaje de las
habilidades matemáticas. No existe una única forma de trastorno del aprendizaje de las matemáticas y las dificultades que se
presentan varían de persona a persona. Afectan de modo diferente en cada momento del ciclo vital de las personas.
Generalmente una persona con discalculia tiene un cociente intelectual normal o superior, pero manifiesta problemas con las
matemáticas, señas, direcciones, etc y por lo tanto un bajo rendimiento escolar en contenidos puntuales.
La discalculia se caracteriza por la presencia de dificultades en:
Perceptivo-visuales
Dificultades amnésicas
Orientación espacial
Esquema corporal
Figura y longitud
Distancia y tamaño
Déficit motores y de velocidad de procesamiento
Entre los diferentes síntomas que se producen dentro del fenómeno de la discalculia, cabrían destacar los siguientes:
Dificultades frecuentes con los números, confusión de los signos: +, -, / y ×, identificación, reversión o transposición de
números, etc.
Dificultades amnésicas relacionadas con la información numérica.
Errores en las operaciones matemáticas básicas (suma, resta, multiplicación y división)
Dificultades con tablas de itinerarios, cálculo mental, señas y direcciones, etc.
Buena capacidad en materias como ciencias y geometría hasta que se requiere un nivel más alto que exige usar las
matemáticas.
Dificultades relacionadas con la orientación espacial, tanto la propia como la de los objetos.
Dificultad con los conceptos abstractos del tiempo y la dirección.
Incapacidad para realizar planificación financiera o presupuestos.
Incapacidad para comprender y recordar conceptos, reglas, fórmulas, secuencias matemáticas (orden de operaciones).
Déficits en referencia a las relaciones entre figura y longitud.
Hay errores de transcripción, por ejemplo, escribir números dictados
Dificultad para llevar la puntuación durante los juegos.
Ansiedad, ante aquellas tareas y actividades relacionadas con las matemáticas.
Dificultades para realizar abstracciones y elaborar asociaciones a partir de material numérico.
Se utilizan los dedos para contar.
Cuando se dan varios de los síntomas comentados con anterioridad, u otros similares, se hace preciso acudir a un profesional
para realizar una valoración completa del menor con el fin de valorar el posible caso.
Tratamiento
Siempre se tiene que realizar en función del diagnóstico previamente establecido, con el fin de conocer de forma segura las
limitaciones y fortalezas del menor. Cuando no se encuentran déficits orgánicos graves, es preciso comenzar con la
reeducación de éste, con el objetivo de que asimile y sintetice de forma correcta la información relacionada con el área de las
matemáticas.
Es importante considerar una serie de recomendaciones antes de comenzar el tratamiento:
Es aconsejable que las sesiones sean individuales, en las cuales participe el menor con un profesional. En otras ocasiones
también se pueden hacer colectivas (clases de apoyo)
La implementación de las sesiones ha de ser gradual.
No es recomendable limitar el tiempo de la tarea, con el fin de reducir la ansiedad que este experimenta.
Encontrar actividades que motiven.
No presionar en exceso.
Entre las tareas que se pueden realizar destacan:
Se han realizado diversos estudios que mencionan los patrones similares en la historia del individuo con TDAH. En la historia prenatal se
cita que las madres padecieron un estado de salud, en el cual estuvieron ingiriendo medicamentos, consumo de sustancias alcohólicas
durante el embarazo. En la parte perinatal del embarazo, los bebés tuvieron complicaciones después del nacimiento, presentaron
sufrimiento fetal (hipoxia, nacimiento con fórceps), las madres sufrieron de eclampsia, los partos duraron de 7 a 12 horas, y los bebés
tuvieron un peso menor a 2 kg por gestación menor a ocho meses. En la historia postnatal, los niños son muy activos, bastante insistentes
para pedir algo e inquietos al dormir.
Hay también factores evolutivos importantes por mencionar; los niños gatearon entre los 6 y 12 meses de edad, caminaron entre 12 y 18
meses de edad, pronunciaron las primeras palabras entre los 9 y 13 meses de edad y pronunciaron dos palabras juntas entre los 14 y 18
meses de edad.14
Los ganglios basales y los lóbulos frontales son dos estructuras afectadas en los niños con déficit de atención e hiperactividad. Los
científicos han encontrado cambios negativos en el lóbulo frontal, órganos del cerebro que intervienen en el control de la conducta, en la
solución de problemas y en la capacidad para mantener la atención. Esto explica la dificultad de los afectados para controlar el
comportamiento, filtrar los estímulos y permanecer atentos. Otra región comprometida corresponde a los ganglios basales, que son
agrupaciones de neuronas (células nerviosas) localizadas en la profundidad del cerebro y que trabajan de manera coordinada con el lóbulo
frontal.
Se ha detectado que dos sustancias químicas que utilizan las neuronas para comunicarse entre sí, dopamina y noradrenalina, están
alteradas en los niños con déficit de atención e hiperactividad, pero no en sujetos sanos. Así, mientras tales compuestos abundan en los
ganglios basales y en el lóbulo frontal de personas normales, no están disponibles en suficiente cantidad en los enfermos hiperactivos. Por
tal motivo, el funcionamiento del cerebro es defectuoso y, sin tratamiento, el estado de anormalidad es permanente.
Cuadro clínico
Una sensación de no lograr los propósitos, de no alcanzar los objetivos.
Dificultades para organizarse.
Realización simultánea de diversas tareas, comenzando una sin haber finalizado la anterior.
Tendencia a decir lo primero que pasa por la cabeza sin tener en cuenta la oportunidad o lo apropiado del comentario.
Una búsqueda habitual de estímulos nuevos.
Facilidad para distraerse, problemas para mantener la atención a lo largo del tiempo.
A menudo es una persona creativa, con gran iniciativa.
Problemas para desenvolverse a través de los cauces establecidos, siguiendo el procedimiento “adecuado”.
Impaciencia; dificultad para esperar.
Impulsividad verbal o en acción.
Tendencia a preocuparse innecesariamente de forma interminable.
Sensación de inseguridad.
Cambios en el estado de ánimo y en las actitudes.
Inquietud.
Tendencia a caer en adicciones (aspecto muy discutido).
Problemas crónicos de autoestima, relacionados con el rechazo del entorno.
Historial familiar de TDA, enfermedad maníacodepresiva, depresión, abuso de sustancias u otros trastornos de control de los
impulsos o del estado de ánimo.
Arranques de ira
Insomnio
Los niños con TDAH generalmente, cuando empiezan a andar lo que hacen es correr "como si tuvieran un motor dentro", refieren algunos
padres. En sus inicios escolares tienen problemas con la lectoescritura y la matemática, habilidades que requieren un esfuerzo de
concentración más prolongado.
Algunas de las actuaciones que se asocian habitualmente con el TDAH derivan de la inatención, impulsividad e hiperactividad, si bien
ninguna de ellas es concluyente ni definitiva: no lograr mantener la atención a detalles o evitar cometer errores por descuido en el trabajo,
realizar movimientos nerviosos con manos o pies, o retorcerse en el asiento, tener dificultad para mantener la atención en actividades por
las no sienten interés, levantarse en situaciones en las que se espera que permanezca sentado, no escuchar cuando le hablan
directamente o sentirse intranquilo e inquieto, no seguir instrucciones y no terminar el trabajo exitosamente, la dificultad para
involucrarse en actividades calmadas en sus ratos de ocio o para organizar tareas y actividades, la sensación de estar “en marcha” o
“empujado por un motor”, el deseo de evitar los trabajos que requieren un esfuerzo mental sostenido, hablar excesivamente, perder cosas
necesarias para tareas y actividades, contestar abruptamente antes de que terminen de preguntarte algo, distraerse con facilidad, la
impaciencia para esperar su turno, el olvido de sus deberes diarios o la interrupción en lo que otros están haciendo son rasgos
característicos.46
Al llegar a la edad adulta, el individuo ha podido acomodar el TDAH a la vida real. Si bien las características del TDAH han sido plenamente
referenciadas respecto a menores de edad, se suele señalar que no existen estudios suficientes respecto a adultos. No obstante, algunas
de estas características en adultos serían:47
Disminución del rendimiento académico y profesional.
Dificultades en el desarrollo social y emocional: Amigos poco estables, relaciones poco duraderas.
Comportamientos conflictivos.
Adicción a sustancias tóxicas: Según publicó el psiquiatra Néstor Szerman, un 20% de los adultos que sufren adicciones a la
cocaína, cannabis y otras sustancias, padecen TDAH y este índice llega a un 50 % en el caso de personas con dependencia
alcohólica48 añadiendo que dicha drogadicción se suprimiría actuando más sobre el TDAH que sobre la propia drogadicción.
Síntomas depresivos: debidos a las carencias emocionales, laborales y educativas antes citadas y a la sensación de fracaso escolar o
profesional.
Tratamiento
El tratamiento del TDAH se basa principalmente en dos componentes: las terapias conductuales y el tratamiento farmacológico.57
Asimismo, actualmente hay un interés creciente en la intervención dietética y nutricional, mediante dietas de eliminación de alimentos
causantes de alergias o sensibilidad, y/o la administración de suplementos de ácidos grasos.61 62 63
Farmacológico
Los psicoestimulantes son los fármacos de elección, puesto que reducen el umbral de los sistemas de alerta y facilitan y agilizan las
respuestas, a través de diversos mecanismos de acción. Existen tres tipos de psicoestimulantes:56
No anfetamínicos (metilfenidato). El metilfenidato es, por lo general, el primer fármaco que se aconseja a todos los niños con TDAH en los
cuales se considera necesario el tratamiento farmacológico. Se absorbe rápidamente por vía oral y comienza a actuar a los 20-30 minutos
después de la toma, pero el efecto sólo se mantiene durante 3 ó 4 horas puesto que se elimina con relativa rapidez.
Xánticos (cafeína). La cafeína sólo es efectiva en unos pocos niños, produciendo una ligera mejoría de la atención, por lo que se
recomienda en aquéllos en los que ese efecto es evidente y que no rechazan tomar café para desayunar.
Anfetamínicos (anfetamina). La anfetamina o dextroanfetamina tiene características análogas, pero más efectos adversos que el
metilfenidato.
“Las dificultades de aprendizaje son un término genérico que se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos, manifestados por
dificultades significativas en la adquisición y uso de la capacidad para entender, hablar, leer, escribir, razonar o para las matemáticas. Estos
trastornos son intrínsecos al individuo, y presumiblemente debidos a una disfunción del sistema nervioso, pudiendo continuar a lo largo
del proceso vital. Pueden manifestarse problemas en conductas de autorregulación e interacción social, pero estos hechos no constituyen
por sí mismos una dificultad de aprendizaje.
Dislexia
“Dislexia” se define como la dificultad para leer. Cuando los niños están aprendiendo a leer y a escribir en el jardín infantil y en primer
grado, es común que confundan la letra “b” con la “d”, el número “6” con el “9” y que confundan otros tipos de palabras. Es importante
aclarar que esto no es un problema de visión; sino que el cerebro está invirtiendo o modificando la secuencia de la información que recibe
de los ojos. La mayor parte de los niños superan este problema antes de los siete años, aproximadamente. Sin embargo, en el caso de los
jóvenes disléxicos, los problemas de lectura persisten.
En otra forma de dislexia, la mente identifica correctamente la palabra que “ve”, pero tarda en relacionarla con su significado.
Estos adolescentes leen muy despacio y es posible que tengan que releer el material varias veces antes de comprenderlo. Otras
actividades de comunicación también pueden presentar dificultades, como comprender el lenguaje oral y expresarse de forma oral y
escrita
Disgrafía
“Disgrafía” se define como la dificultad para escribir, como resultado de la dislexia, de una coordinación motora deficiente o de problemas
para entender el espacio. La forma de manifestarse depende de la causa. Un informe escrito por un adolescente con disgrafía debido a la
dislexia tendrá muchas palabras ilegibles o mal escritas. Por otra parte, la torpeza motora o una deficiencia en la percepción visual y
espacial sólo afecta la letra, no la ortografía
Discalculia
La discalculia se define como la dificultad para hacer cálculos matemáticos. Las matemáticas son un problema para muchos estudiantes,
pero la discalculia puede hacer que un adolescente no comprenda incluso los conceptos matemáticos básicos.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad—TDHA (ADHD)
La American Academy of Pediatrics (AAP) ha publicado recomendaciones sobre las pautas para el diagnóstico y el tratamiento del
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (Attention Deficit/Hyperactivity Disorder, ADHD). Las pautas, desarrolladas por un
panel de expertos en medicina, en salud mental y en educación, están dirigidas a los médicos de atención primaria (y también a los padres)
para ayudar a comprender mejor cómo reconocer y tratar el TDHA, el trastorno neuroconductual más común de la niñez.
Entre el 4% y el 12% de todos los niños en edad escolar tienen TDHA El primer paso, diagnosticar la afección, por lo general, no puede
hacerse con éxito hasta que el niño tenga, aproximadamente, seis años.
La pautas de la AAP incluyen lo siguiente para el diagnóstico:
La evaluaciones del TDHA deben ser iniciadas por el médico clínico de atención primaria en el caso de niños que muestran signos
de problemas escolares, bajo rendimiento académico, relaciones problemáticas con los maestros, los miembros de la familia y los
pares, y otros problema del comportamiento. Las preguntas a los padres, ya sean directas o mediante un cuestionario previo a la
visita, acerca de la escuela y los problemas del comportamiento pueden ayudar a alertar a los médicos sobre un posible TDHA.
Al diagnosticar el TDHA, los médicos deben usar los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales
(DSM-IV) desarrollados por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association) (los síntomas incluyen
facilidad de distracción, hiperactividad e impulsividad). Estas pautas requieren que los síntomas del TDHA estén presentes en dos
entornos o más de un niño, y que afecten de manera negativa la función académica o social del niño durante, al menos, seis
meses.
La evaluación del TDHA debe incluir información obtenida directamente de los padres o los cuidadores, como también de un
maestro de la escuela u otro profesional de la escuela, acerca de los síntomas básicos del TDHA en diversos entornos, la edad de la
aparición, la duración de los síntomas y el grado de la discapacidad funcional.
La evaluación de un niño con TDHA también debe incluir una evaluación de las afecciones coexistentes: problemas del aprendizaje
y del lenguaje, agresión, problemas de disciplina, depresión o ansiedad. Casi un tercio de los niños a los que se les diagnostica
TDHA también tienen una afección coexistente.
AFASIA
La afasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una patología cerebral. Se trata de la pérdida de capacidad de producir o
comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. En algunos casos un individuo se recuperará
completamente de la afasia sin tratamiento.11 Este tipo de recuperación espontánea ocurre generalmente después de sufrir un ataque
transitorio isquémico (AIT), una clase de accidente cerebrovascular en el que el flujo sanguíneo que va al cerebro es momentáneamente
interrumpido, pero restaurado rápidamente. En estas circunstancias, la capacidad del lenguaje puede regresar en unas pocas horas o unos
pocos días. Sin embargo, en la mayoría de los casos de afasia, la recuperación de la capacidad del lenguaje no es tan rápida, ni mucho
menos tan completa.
DISPRAXIA
La dispraxia es una condición, generalmente presente en la primera infancia, que afecta las habilidades motoras. De vez en cuando, puede ser causada
por traumática cerebro lesión, pero en la mayoría de casos, se desconoce la causa. Afecta a muchos aspectos del desarrollo y el aprendizaje, y en los
bebés, una vacilación a gatear, dificultad para aprender a utilizar vasos y utensilios, y los retrasos caminar puede significar los primeros síntomas. Dado
que cada niño es único, sin embargo, retrasos en el desarrollo pueden no tenerse en cuenta.
COMENTARIO
En las escuelas nos enfrentamos con las diferentes formas de aprender de los niños, y se nos hace muy difícil atenderlas a todas como es
debido. Por eso, hay que estar siempre informado y preparado para poder superar las contingencias a presentar. Un problema de
aprendizaje no es el fin del mundo, por ello hay que tratar de ser paciente con el infante. Además, hay que recordar que son aspectos
motores, de atención y comprensión que hay que reforzar.
CONCLUSIONES
Un problema del aprendizaje es un término general que describe problemas del aprendizaje específicos. Un problema
del aprendizaje puede causar que una persona tenga dificultades aprendiendo y usando ciertas destrezas. Las destrezas que
son afectadas con mayor frecuencia son: lectura, ortografía, escuchar, hablar, razonar, y matemática.
RECOMENDACIONES
Los problemas del aprendizaje tienden a ser diagnosticados cuando los niños llegan a la edad escolar. Esto es porque la escuela se
concentra en aquellas cosas que pueden ser difíciles para el niño—leer, escribir, matemática, escuchar, hablar, razonar. Los maestros y los
padres observan que el niño no está aprendiendo como se esperaba. Es posible que la escuela solicite una evaluación para ver cuál es la
causa del problema.
Aprenda más sobre los problemas del aprendizaje.
Elogie a su niño cuando a él o ella le vaya bien.
Enseñe destrezas para la organización, destrezas de estudio, y estrategias para el aprendizaje. Estas ayudan a todos los alumnos, y
en particular a aquellos con problemas del aprendizaje Trabaje con los padres del alumno para crear un plan
educacional especial para cumplir con las necesidades del alumno. Por medio de la comunicación regular con ellos,
pueden intercambiar información sobre el progreso del alumno en la escuela.
E-GRAFÍA
https://prezi.com/hb1cusjgqv07/clasificacion-de-los-problemas-de-aprendizaje/
www.enbuenasmanos.com/PROBLEMASAPRENDIZAJE/TIPOS/CLASIFICACION
www.institutoneurociencias.med.ec/APRENDIZAJES/TIPOS6-MAS..COMUNES-NIÑOS
www.guiainfantil.com/PROBLEMASDEAPRENDIZAJE/COMO-AYUDAR