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Los Secretos del Espíritu Santo 2

LOS SECRETOS DEL ESPÍRITU SANTO

Introducción al Curso

El Espíritu Santo es uno de aquellos temas a los que hay que volver una y otra vez. Porque la tendencia de
nuestra carne es independizarnos del control de Dios. Y la única manera de vivir al 100% bajo el control
de Dios es estar lleno del Espíritu Santo.

Estas cuatro clases, basadas en El Triple Secreto del Espíritu Santo volverán a traer a nuestra mente y a
nuestro corazón los principios Bíblicos que nos ayudarán a experimentar la plenitud de Dios.

Estas lecciones serán más útiles si se toman en cuenta estas observaciones:

1. Las notas de LOS SECRETOS… son muy breves, y apenas servirán de orientación al maestro. Hemos
hecho esto deliberadamente, para que cada uno organice la clase de acuerdo a su propia capacidad y a
los alumnos que tiene.

2. Los alumnos deben leer y meditar durante la semana los pasajes a considerar en la próxima clase,
para que dicha clase sea dinámica y participativa.

3. Las clases deberán estructurarse principalmente en base a preguntas. El maestro no deberá enseñar lo
que los alumnos pueden aprender o descubrir por sí mismos. En letra cursiva hay algunas respuestas
o comentarios para que el maestro tenga una idea clara de la respuesta o las use como modelo para
elaborar otras preguntas; pero no es el propósito del Curso que estas respuestas se den a los alumnos
ni que el maestro acapare cada minuto de la clase. Dios puede enseñar sus verdades por boca de cada
uno de sus hijos.

4. Se ha dividido cada clase en dos o tres períodos bien definidos, tanto en su carácter como en el
tiempo que deben ocupar. En ellas se enseña la teoría Bíblica, y también se anima a los alumnos a
encontrar aplicaciones prácticas para las verdades aprendidas y a tomar decisiones en cuanto a lo que
van a hacer durante la semana con lo aprendido. Hay que vigilar mucho los tiempos, a fin de que “lo
teórico” no se “coma” a lo práctico, que es tanto o más importante que lo otro.

5. Hay que dedicar unos pocos minutos al principio de cada clase al repaso; principalmente de las
verdades prácticas, de las experiencias que los alumnos han vivido en base a lo aprendido. Éste puede
ser uno de los momentos más significativos de la clase, de gran ánimo e incentivo para todos.

6. Al orar durante la preparación de la clase, el maestro también debe orar por todos y cada uno de sus
alumnos, a fin de que estas preciosas verdades hagan un impacto permanente en ellos.

Eduardo B. Coria
Los Secretos del Espíritu Santo 3

Los Secretos del Espíritu Santo


Clase 1: LA VIDA ABUNDANTE
INTRODUCCIÓN:
1. Un anciano pastor, lleno de Dios, solía decir: “Hay gente que no vive; ¡dura y nada más!”. ¡Y qué
razón tenía! Para muchos la vida se reduce a nada más que a experimentar algunas funciones
biológicas. ¡Y la vida es muchísimo más que eso!
Pero aún dentro de la Iglesia del Señor hay quienes solamente alcanzan a experimentar sólo un
pequeño porcentaje de las infinitas bendiciones que hay en Cristo, como si de la inagotable mina de
la gracia de Dios se contentaran con el oro que se obtiene en la superficie…
2. Esa vida abundante depende, por supuesto, de una correcta comprensión de la persona y la obra del
Espíritu Santo en nuestra vida. Porque los “ríos de agua viva” corren únicamente por la vida de aquel
que está lleno del Espíritu.
¿Recuerda el relato de Hechos 19? Pablo se encuentra en Éfeso con “ciertos discípulos” ¡que ni
siquiera sabían que existía el Espíritu Santo! En su caso esto era comprensible, porque no eran
discípulos de Cristo, sino de Juan el Bautista. Pero nosotros, los Cristianos, a veces vivimos como si
no existiera el Espíritu Santo, o teniendo conceptos errados con relación al Espíritu Santo.
3. En estas cuatro clases vamos a repasar algunos de los principios Bíblicos relacionados con la vida
espiritual más profunda, con la vida llena del Espíritu Santo, la vida que Jesucristo nuestro Señor
quiere que vivamos cada uno de nosotros.

I. DIOS HA PLANEADO PARA NOSOTROS UNA VIDA ABUNDANTE


A. ¿A QUÉ LLAMAMOS VIDA ABUNDANTE?
La Vida Abundante es una calidad de vida espiritual en la cual uno experimenta las virtudes de
Jesús en un nivel superior al común. Es la obra del Espíritu Santo produciendo todo su fruto en
la vida de uno (Gálatas 5:22–23). Es ser lleno del Espíritu Santo (Efesios 5:18). Es vivir como
Cristo vivió. Maestro, haga leer cada uno de estos versículos y medítenlos durante algunos
minutos, meditando también toda esta definición.
B. DIOS HA PROMETIDO DAR VIDA ABUNDANTE
1. Una promesa del Antiguo Testamento
Isaías 35:6: “… aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad”.
Esta es una promesa para el tiempo del Reino Milenial de Cristo, pero se puede aplicar
muy bien a todo tiempo y dispensación.
2. Una promesa del Nuevo Testamento
Juan 10:10: “Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia”.
Maestro, destaque que la vida abundante no depende de nuestros recursos ni de nuestros
sacrificios. Dios se ha comprometido a otorgarla a todo el que la quiere recibir.

II. TRES FACTORES FUNDAMENTALES DE LA VIDA ABUNDANTE


Juan 7:37–39
Maestro: estos versículos contienen algunas de las promesas más notables y grandes con relación a
una vida espiritual profunda. Deténgase todo lo que sea necesario en considerar cada uno de estos
tres factores.
A. El Dador de esta vida es Jesucristo: “venga a mí y beba” (37)
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B. Esta vida es abundante: “ríos de agua viva” (38)


¡Jesús no nos prometió gotas de agua viva, sino un torrente de agua viva!
C. Esta vida proviene del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el agua viva, el manantial de vida
espiritual (39).
D. ¿Por qué algunos de los que han venido a Cristo para ser salvos no experimentan una vida
abundante?
Algunas causas de esa sequía espiritual pueden ser:
1. Ignorancia.
No saber que el Espíritu produce esa abundante.
2. Error
Entender mal el concepto de vida abundante, y por lo tanto estar imposibilitado de tener
acceso a ella.
3. Pecado
El pecado “contrista” (entristece) al Espíritu (Efesios 4:30) Y mientras en uno haya un
pecado no confesado, el Espíritu no se derramará en nosotros con la vida y la abundancia
de vida que quiere y puede hacerlo.

III. TRES ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE LA VIDA ABUNDANTE


Maestro, que sus alumnos mediten en estos tres elementos, y se pregunten cuál de ellos debería
destacarse más en su vida, y por qué algunos de ellos quizá no se producen.
A. Romanos 5:5: Un amor abundante.
Dios no nos da “gotitas” de amor, lo ha derramado en nuestra vida.
El amor de Dios es infinito, porque “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Y todo hijo de Dios tiene en su
corazón un caudal infinito de amor en su corazón, porque tiene al Dios infinito en su corazón.
No hay que esperar que a uno lo amen. El amor siempre es activo, y nace en el corazón de cada
hijo de Dios.
B. Gálatas 5:22: Una paz abundante.
Esta es la paz de Dios, que proviene del Dios de paz (Filipenses 4:4–9)
Esta paz de Dios no significa que uno no tiene problemas, sino que en medio de cualquier
circunstancia de la vida uno puede estar tranquilo debido a que “todas las cosas ayudan a bien
a los que aman a Dios” (Romanos 8:28).
C. Hechos 1:8: Un poder abundante.
La presencia del Espíritu en nosotros nos garantiza el poder necesario como para encarar
cualquier tarea o ministerio que quisiera Dios encomendarnos.
MAESTRO: Quizás convenga dedicar algunos minutos a repasar todo el fruto del Espíritu tal como
aparece en Gálatas 5:22–23.

CONCLUSIÓN:
1 Maestro, para concluir, pida a los alumnos que oren de a dos pidiendo al Señor que les conceda la
gracia de alcanzar una mayor abundancia espiritual, por medio de la obra del Espíritu Santo.
Los Secretos del Espíritu Santo 5

Los Secretos del Espíritu Santo


Clase 2: EL SECRETO DE SU LLEGADA
INTRODUCCIÓN:
1. Hay hermanos que se la pasan esperando o pidiendo cosas que ya tienen. Por ejemplo, algunos oran y
oran pidiendo fe, otros oran y oran pidiendo amor, siendo que la fe ni el amor vienen por la oración,
porque “a fe es por el oir... la Palabra de Dios” (Romanos 10:17), y “el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5).
2. De manera semejante hay algunos Creyentes que oran y agonizan orando para que el Espíritu Santo
venga a su vida, siendo que el Espíritu Santo jamás va a venir a la vida de un Creyente ¡simplemente
porque ya ha venido en el momento mismo de la salvación! Lo que suele suceder es que esos
hermanos no han dado los pasos necesarios para que el amor, la paz, el poder, los dones, y todo lo
que el Espíritu Santo quiere darles, se manifiesten en su vida. ¡Y hasta llegan a pensar que no tienen
el Espíritu Santo que sí tienen!
3. Si es que vamos a vivir una vida abundante, es necesario entender y poseer el primer y gran secreto
del Espíritu Santo, el de su llegada a la vida del Creyente: ¿Cuándo viene el Espíritu Santo? ¿Cómo
viene? ¿Por qué viene?

I. ¿POR QUÉ VINO EL ESPÍRITU SANTO A LA IGLESIA?


A. Porque Dios Padre atendió al ruego de Jesús
Juan 14:16
B. El Espíritu Santo no vino porque los creyentes lo pidieron, sino porque Jesús lo pidió.
El Señor les dijo simplemente que “esperasen” su llegada (Hechos 1:4–5). De hecho, estaban
esperando la respuesta de Dios al ruego de Jesús.

II. LAS CONDICIONES PARA RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO


A. Hechos 19:1–6: El Espíritu Santo se recibe por fe en Cristo.
Aquellos “creyentes” no habían creído en Cristo. No eran discípulos de Jesucristo, sino
discípulos de Juan el Bautista. Por eso no habían recibido el Espíritu Santo. ¡Ni sabían que
existía el Espíritu Santo! (vs. 1–2).
El Espíritu Santo se recibe después de haber oído la Palabra de Dios y haber creído en Jesús el
Cristo (vs. 3–5). Vea compare Romanos 10:13–17.
El hecho de que los apóstoles les impusieron las manos no significa que ese acto es un requisito
imprescindible para recibir el Espíritu Santo. En Pentecostés y en la casa de Cornelio no hubo
imposición de manos, y el Espíritu Santo vino (Hechos 2 y 10). Lo que sí es imprescindible para
recibir el Espíritu Santo es creer en Jesucristo.
B. El Espíritu Santo se recibe en el momento del arrepentimiento del pecado
Hechos 2:36–39.
C. El Espíritu Santo se recibe en el momento de aceptar a Cristo.
1 Corintios 6:17: “El que se une al Señor un Espíritu es con él”
D. No hay que pedir que el Espíritu Santo venga a morar en nosotros. Recibiendo a Cristo uno
recibe al Espíritu Santo.
Maestro: asegúrese de que sus alumnos entienden bien que nadie recibe al Espíritu Santo en una
experiencia posterior a la salvación, sino en el momento mismo de la salvación.
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III. EL ESPÍRITU SANTO VIENE AL CREYENTE PARA QUEDARSE


A. Jesús prometió a sus Apóstoles que así sería en el futuro.
Juan 14:16–17: “... para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad...
… porque mora con vosotros, y estará en vosotros”.
Maestro: Destaque las preposiciones con y en, que dicen a las claras que en ese momento el
Espíritu Santo estaba al lado de los discípulos, pero en el futuro moraría en el interior de los
discípulos.
B. ¡El Espíritu Santo mora hasta en creyentes tan débiles e imperfectos como los Corintios!
1 Corintios 3:16: “El Espíritu de Dios mora” (no dice “moraba”)
1 Corintios 6:19: “Vuestro cuerpo es el templo de Dios” (no dice “era”)
Maestro, recuerde a sus alumnos que los creyentes de Corinto dejaban mucho que desear, aún
en el terreno moral. Sin embargo, el Espíritu Santo no se fue de ellos.

IV. SI ALGUNO NO TIENE EL ESPÍRITU SANTO SE DEBE A QUE NO ES SALVO


Romanos 8:9: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (no es de Cristo). Por lo tanto,
buscar una “segunda experiencia” o “segunda bendición” o una especie de “bautismo” del Espíritu
Santo es desconocer la realidad de que Dios ya nos ha dado el Espíritu Santo en el momento de
aceptar a Cristo.
¿No será una gran falta de respeto a Dios buscar experiencias como ésas?
Maestro, pregunte a sus alumnos si alguno no está seguro de su salvación, o si no está seguro de que
el Espíritu Santo vive en él; si alguien lo manifestara, ofrézcase para hablar personalmente con él
después de la clase.

CONCLUSIÓN:
1. La vida abundante es la vida del Espíritu Santo mostrándose a través de nuestra vida.
2. Para poder aspirar a una vida espiritual plena es necesario tener al Espíritu Santo morando en el
corazón, es decir, ser verdaderamente salvo.
3. Uno que es salvo, puede y debe ser lleno del Espíritu Santo, porque esta es la única clase de vida que
honra a Dios y satisface al Creyente.
4. En la próxima clase nuestro tema será: “El Secreto de la Llenura del Espíritu”
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Los Secretos del Espíritu Santo


Clase 3: LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO
INTRODUCCIÓN:
1. ¿Qué significa ser lleno del Espíritu Santo? Efesios 5:18–20 nos lo dice con claridad: Es vivir
controlado por el Espíritu Santo y produciendo el fruto del Espíritu Santo.
Ser lleno del Espíritu Santo implica no vivir controlado por la carne, el yo. Ser lleno del Espíritu
Santo implica estar en el mundo, pero no ser del mundo. Ser lleno del Espíritu Santo es vivir la vida
de Cristo en nuestra propia vida.
2. En la clase de hoy veremos dos condiciones básicas para que la llenura del Espíritu sea una realidad
en nuestra vida: La Palabra de Dios nos demanda FE y RENDICIÓN.

I. LA LLENURA DEL ESPÍRITU DEMANDA UNA ACTITUD BÁSICA:


CONFIANZA EN DIOS
A. Hay que creer que el Espíritu mora en el Creyente.
Este fue el tema de la clase pasada, donde quedó demostrado que el Espíritu Santo mora
permanentemente en el Creyente verdadero desde el momento mismo cuando acepta a Cristo
(Romanos 8:9)
B. Hay que creer que el Espíritu obra en el Creyente.
1. Romanos 8:13: vivifica espiritualmente.
2. Romanos 8:14: guía al hijo de Dios.
3. Romanos 8:26: ayuda en la debilidad.
4. Romanos 8:27: intercede por nosotros.
C. Hay que creer que el Espíritu obra a través del Creyente.
1. En sus convicciones (1 Corintios 2:9–12)
2. En su servicio (1 Corintios 2:1–5, 13)
Maestro: recuerde a los alumnos lo que dice Hebreos 11:6: “Sin fe es imposible agradar a
Dios”. Asegúrese de que entiendan que la llenura del Espíritu no depende de los
sentimientos, sino de la fe, de esa actitud espiritual de confiar en Dios, de creer a Dios.

II. LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO DEMANDA UNA ACCIÓN BÁSICA:


RENDIRSE A DIOS.
A. Romanos 6:13–22: Esta rendición es razonable (Griego: “lógica”)
“No se puede servir a dos señores”, dijo Jesús. Es muy lógico es que el Hijo de Dios esté
entregado a Dios incondicionalmente, porque para eso murió el Señor, para que dejemos de
estar bajo el dominio de Satanás y estemos entregados a Dios por completo.
B. Romanos 12:1–2: Esta rendición es insustituible.
Vea el ejemplo de Abraham (Génesis 22:16–17): “por cuanto has hecho esto… te bendeciré”.
Ningún acto puede reemplazar a la rendición a Dios. La entrega es imprescindible.
C. Romanos 7:14–25; 8:12–13: Esta rendición es resistida por la carne.
La carne siempre dice “no” a Dios. Pero si vamos a vivir una vida de abundancia espiritual
debemos decir “no” a nuestra carne, negarnos a nosotros mismos, y vencer en su nombre.
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D. 1 Juan 1:5–2:6: Esta rendición nos demanda la confesión de nuestros pecados.


No podemos consagrar a Dios algo impuro. ¿Recuerdan cómo debía ser el cordero que los
Judíos tenían que llevar al templo para ser sacrificado por sus pecados? ¡Tenía que ser
perfecto! A Dios no podemos entregarle algo que no sea santo, puro. Por lo tanto, la rendición
de nuestro ser a Dios debe ser precedida por la confesión de todos nuestros pecados.
E. Esta rendición está en nuestras manos
Dios no nos obliga a rendirnos, nos invita a rendirnos. ¡No esperemos que Dios nos “empuje” a
la rendición! Es un paso que demanda de parte de nosotros una renuncia a todo lo pecaminoso
y una entrega sin reservas al Señor. Es un acto voluntario.
1. Así lo entendieron los apóstoles (Juan 6:66–69)
2. Así lo entendió Tomás (Juan 20:26–29)
3. Mire el ruego de Dios en Proverbios 23:26

MI CONSAGRACIÓN

Creo que Jesucristo vive en mí por Su Espíritu porque la Palabra de Dios así lo afirma
(2 Corintios 13:5; 1 Corintios 6:19).

Creo que Él está tratando de cumplir Sus propósitos por medio de mí


(Efesios 2:10; Juan 15:16)

Entiendo que debo rendirme a Él para que pueda cumplir sus propósitos
(Romanos 6:13)

Escucho su llamado que me dice: “Presenta tu cuerpo como un sacrificio vivo”


(Romanos 12:1)

Obedezco al Señor confesando todos mis pecados (1 Juan 1:5–2:6)

Entonces sí, ahora mismo, consagro mi vida al Señor Jesús,


para obedecerle y servirle lo mejor que pueda hasta el fin de mi vida.
Y le pido en oración que me ayude para vivir una vida de
fe, amor, y devoción a Él, lleno del Espíritu Santo.

Fecha: _________________ Firma: _____________________________


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Clase 4: LA MANIFESTACIÓN CONSTANTE DEL ESPÍRITU SANTO
INTRODUCCIÓN:
1. Tal vez usted ha pasado por la experiencia de que, luego de algunas semanas, meses o años después
de su conversión “algo sucedió”. Es como si aquel primer amor se hubiera evaporado, como si se
hubiera borrado todo lo bueno que experimentó en el momento mismo de su “nuevo nacimiento”.
2. Aunque esto sucede con frecuencia, Dios no quiere que ningún Cristiano permanezca en este estado.
El Señor ha hecho en la cruz una obra que nos permite vivir en un plano superior, en medio de la
constante manifestación del poder y de la obra del Espíritu Santo.
3. Sencillamente uno debe cumplir con las condiciones que el Dios nos da en su Palabra, y se hace
realidad la experiencia continua de vivir en el Espíritu. Estas condiciones se condensan en una sola
expresión:
PERMANECER EN CRISTO

I. ¿QUÉ ES “PERMANECER EN CRISTO”?


Es mantener con Cristo la misma relación que la vid tiene con el pámpano.
La rama que está unida al tronco sigue viva, y puede producir fruto. Y para permanecer en Cristo es
necesario mantener la comunión con Él.
Juan 15:4–7: La expresión clave es comunión con Cristo.
Cuando tenemos comunión con Él, su vida fluye por la nuestra.

El pecado interrumpe la comunión con Cristo,


la santidad abre la puerta a la comunión con Cristo.

II. ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS CLAVES PARA PERMANECER EN CRISTO?


A. Permanecer en fe
1. 1 Juan 3:23: ¡Dios nos manda a los creyentes que creamos!
O sea, que lo que nos hizo creyentes (la fe en Cristo) es lo que nos mantiene en comunión
con Cristo (la fe en Él).
2. Gálatas 2:20: No solamente creímos para ser salvos, debemos vivir en fe.
La vida Cristiana comienza por fe, recibiendo a Cristo. Y continúa por fe, no por obras. Si
tiene tiempo, lea y comente brevemente Gálatas 3:1–5.
3. Romanos 10:17: Para permanecer en la fe tenemos que nutrirnos de la Palabra de Dios,
creerla y obedecerla.
No hay otro camino para tener fe que obtenerla de la Palabra de Dios. Si un Creyente no
lee su Biblia con entendimiento y obediencia, no tendrá fe, por lo tanto no permanecerá en
la comunión con Cristo.
B. Permanecer en amor
Maestro, sin tiene tiempo lea con su clase 1 Juan 4:7–5:3, y vea todo lo que dice este rico
pasaje sobre el amor a Dios y el amor al prójimo.
1. 1 Juan 4:16: “… el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”.
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Si amamos a Dios sobre todas las cosas, mantendremos la comunión con él. El amor es el
vínculo perfecto, Colosenses 3:14. El que no ama “no ha conocido a Dios”, 1 Juan 4:7
2. 1 Juan 4:20–21: El amor tiene dos destinatarios: Dios y el prójimo.
El que ama a Dios y al prójimo permanece en el centro mismo de la voluntad de Dios.
3. 1 Juan 4:19: ¡No hay ninguna excusa para no amar!
No hay ninguna razón válida para que el creyente deje de amar, porque el amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones desde que aceptamos a Cristo, Romanos 5:5.
Permanecer en amor es simplemente obedecer a Dios y servir al prójimo.
C. Permanecer en obediencia
1 Juan 3:24: Permanecer en obediencia es permanecer en Dios.

III. ¿CUÁL ES EL RESULTADO DE PERMANECER EN CRISTO?


A. Juan 15:1–10: El fruto abundante del Espíritu.
Maestro, puede ampliar este concepto mencionando Gálatas 5:22–23.
B. Juan 7:37–38: La vida abundante del Espíritu.
Al estar unidos al tronco, la vida de la vid fluye por las ramas, las vivifica y les permite tener
fruto. Aquí la figura es la de una fuente inagotable de agua viva. El que permanece en Cristo
tendrá en sí mismo esa fuente de agua de vida. Y esa agua desbordará y bendecirá a todos los
que estén en contacto con el que permanece en Cristo.

CONCLUSIÓN
1. Dios ha planificado para TODOS sus hijos una vida abundante. Esa vida debería ser la VIDA
NORMAL en cada Cristiano.
2. Dios quiere que vivamos llenos del Espíritu Santo, y para vivir llenos del Espíritu tenemos que estar
vacíos de pecados, confesándolos y cubriéndolos con la sangre de Dios.
3. Dios quiere que vivamos permanentemente en esa experiencia superior, que permanezcamos en
Cristo. Y los secretos del Espíritu Santo para que vivamos esta clase de vida son, simplemente, creer,
amar y obedecer a Dios.
4. Vamos a orar en silencio unos minutos para volver a consagrar nuestra vida al Señor.
5. El próximo tema que veremos en nuestras clases es…

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