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La emancipación de la mujer
Recopilación de artículos
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AKAL ED ITOR
Prólogo
21
Los europeos civilizados y los asláticos salvajes
destacada socialdemócrata alemana, Zitz. La enmienda de
Adler, que indirectamente justificaba la táctica austríaca (en
esta enmienda sólo se dice que no haya intermitencias en la
lucha por el derecho al sufragio efectivo para todos los ciu-
dadanos, y no que la lucha por el derecho al sufragio gire
siempre en torno a la reivindicación de la igualdad de dere-
chos para el hombre y la mujer), fue rechazada por doce
votos contra nueve. Como mejor puede ser expresado el
punto de vista de la comisión y del Congreso es con las si-
guientes palabras de la mencionada Zitz, tomadas de su dis- El conocido socialdemócrata inglés Rotshtein refiere en
curso en la Conferencia internacional de mujeres socialistas la prensa obrera alemana un aleccionador y típico hecho
(esta Conferencia se celebró en Stuttgart al mismo tiempo acaecido en la India inglesa. Mejor que cualquier razona-
que el Congreso): "Tenemos que exigir por principio todo miento, lo ocurrido nos permite ver por qué madura con
lo que consideramos justo -dijo Zitz-, y sólo cuando no tanta rapidez la revolución en ese país de más de 300 mi-
existen fuerzas suficientes para la lucha, aceptamos lo que llones de habitantes.
podemos conseguir. Esta ha sido siempre la táctica de la El periodista inglés Arnold, que edita un periódico en
socialdemocracia. Cuanto más modestas sean nuestras exi- Rangún, importante ciudad (más de 200.000 habitantes) de
gencias, tanto más modestas serán también las concesiones una de las provincias de la India, publicó un artículo con
del Gobierno ..." Por esta discusión entre las socialdemócra- este título: Un ultraje a los tribunales británicos. En él se
tas austríacas y alemanas podrá ver el lector cuán severa es denunciaba a un juez inglés de la ciudad, Andrew. Arnold
la actitud de los mejores marxistas ante las menores desvia- fue condenado por este artículo a un año de cárcel, pero él
ciones de una táctica revolucionaria consecuente, de princi- no se conformó y, como cuenta con relaciones en Londres,
pios. "apeló" a la instancia superior de la metrópoli. El propio
gobierno de la India se apresuró a "rebajar" la pena a cuatro
Escrito en septiembre de 1907. T. IS, págs. 78-75. meses, y Arnold fue puesto en libertad.
Publicado en octubre de 1907 en
el Calendario de 1908 para to- ¿Cuál fue la causa de este escándalo?
dos. El coronel del ejército inglés Mck Cormic tenía una
amante, a cuyo servicio estaba una niña india de once años
llamada Ana. El distinguido representante de una nación
civilizada, valiéndose de engaños, Uevó a Ana a su casa, la
violó y la dejó encerrada.
El padre de Ana, que se encontraba en la agonía, mandó
buscar a su hija. Fue entonces cuando se conoció en la aldea
toda la historia. La indignación de los vecinos se desbordó.
La policía se vio obligada a detener a Mck Cormic.
Pero el juez Andrew lo puso en libertad bajo fianza, y
h1ego, tras burlarse repetidas veces y cínicamente de la ley,
¡absolvió a Mck Cormic! El bigardo coronel, como hacen en
tales casos todos los señores de noble procedencia, afirmó
qu~ Ana era una prostituta, y como prueba aportó los testi-
monios de cinco testigos. En cuanto a los ocho testigos pre-
se~ta~os por la madre de Ana, ¡el juez Andrew ni siquiera Una gran victoria de la técnica
quiso mterrogarlos!
Cu~ndo fue juz~ado el periodista Arnold por calumnia,
el pre~idente del tnbunal, .s,ir Fox, no consintió que Arnold
recurriese como comprobac10n a las declaraciones de los tes-
tigos.
Todo el mundo sabe que cosas como ésta suceden en la
India a millares y hasta a millones. Sólo unas circunstan-
cias completamente excepcionales permitieron al "calum-
niador''. Arnold, (¡hijo de un influyente periodista londinen-
se!) salir de la caree~ y lograr que _el asunto se hiciera público. El químico inglés William Ramsay, de renombre univer-
No hay que olvidar que los liberales ingleses colocan al sal, ha descubierto la manera de obtener gas directamente
frente de la administración de la India a sus "mejores" hom- de las capas de hulla. Ramsay está ya en tratos con el dueño
bres. ~o hace mucho era virrey de la India, jefe de los Mck de unas minas de carbón para montar prácticamente el
Cormic, de los Andrew y de los Fox el conocido escritor asunto.
radical John Morley, "lucero de la cie~cia europea" y "per- Uno de los grandes problemas de la técnica moderna está,
sona hono!abilísima" para todo liberal europeo y ruso. pues, próximo a ser resuelto. Esto producirá una verdadera
En Asia se. ha despertado ya el espíritu "europeo": los revolución.
pueblos de Asia han adquirido conciencia democrática. En la actualidad, para utilizar la energía contenida en
la hulla, se la transporta, distribuyéndola por todo el país,
Pravda, núm. 87, del 14 de abril T. 19, págs. 37-38. y se la somete a un proceso de combustión en infinidad de
de 1913.
empresas y de viviendas.
El descubrimiento de Ramsay significa una gigantesca
revolución técnica en esta rama, tal vez la más importante, de
la producción de los países capitalistas.
Ramsay ha hallado el procedimiento para convertir el
carbón en gas directamente, en el mismo yacimiento, sin
extraerlo a la superficie. Un procedimiento semejante, pero
mucho más simple, se emplea a veces para la obtención de
la sal: no se saca a la superficie de manera directa, sino que
es disuelta en agua y la disolución se sube luego por tubos.
El procedimiento de Ramsay transforma las minas de
hulla en una especie de gigantescos aparatos de destilación
para obtener gas. El gas pone en movimiento los motores,
que permiten aprovechar doble cantidad de energía -conte-
nida en la hulla- que con las máquinas de vapor. Los moto-
res de gas, a su vez, servirán para convertir la energía en
e!ectricidad, que hoy la técnica puede ya trasladar a distan-
cias enormes.
El costo del fluido eléctrico se reduciría, con esta revo-
lución técnica, a una quinta, y quizá a una décima parte
25
del actual. Se ahorraría una inmensa cantidad de trabajo La clase obrera y el neomaltusianismo 11
32 33
Vemos en ambos países la misma ley de la agricultura
capitalista. Cuanto menor es la producción, tanto peor es la
composición de la mano de obra, tanto más predomina la A Inés Armand
mujer en el número total de personas ocupadas en la agri-
cultura.
La situación general bajo el capitalismo es la siguiente:
En las haciendas proletarias, es decir, en aquellas cuyos
"dueños" viven principalmente del trabajo asalariado (mo-
zos de labranza, jornaleros y, en general, obreros asalaria-
dos con una minúscula parcela de tierra), predomina el tra-
bajo de la mujer sobre el del hombre, a veces en proporcio-
nes enormes.
No hay que olvidar que él número de estas haciendas De~r friend!'; Le aconsejo encarecidamente qüe escrjba
proletarias o de jornaleros es inmenso: en Austria asciende con mas detalle el plan del folleto22• De lo contrario quedan
a 1,3 millones de un total de 2,8 millones, y en Alemania, muchas cosas confusas.
incluso a 3,4 millones de un total de 5,7 millones. De momento debo expresar mi opinión sobre lo siguiente:
En las haciendas campesinas, el trabajo del hombre y el .~3 - le a,consejo que suprima en absoluto la "reivindi-
de la mujer alcanzan aproximadamente la misma difusión. cac10n [femenma] del amor libre".
Por último, en las haciendas capitalistas, el trabajo del P.rácticamente, es una reivindicación burguesa, y no pro~
hombre predomina sobre el de la mujer. lctana.
¿Qué significa esto? ~n realidad, ¿qué entiende usted por ~sta reivindicación?
Esto significa que eil la pequeña producción la mano ¿Que se puede entender por una tal reivindicación?
de obra es peor que en la gran producción capitalista. l. ¿Que la mujer se vea libre de todo cálculo de carácter
Esto significa que en la agricultura la obrera -la pro- material (financiero) en cuestiones de amor?
letaria y la campesina- debe esforzarse mucho más, de- 2. ¿Que se vea también libre de toda preocupación ma-
rrengarse, deslomarse en el trabajo en perjuicio de su salud lerial?
y de la <;le sus hijos, para equipararse en lo posible a los 3. ¿de los prejuicios religiosos?
hombres que trabajan en la gran producción capitalista. 4. ¿de las prohibiciones del cabeza de familia, etc.?
Esto significá que la pequeña producción sólo se man- 5. ¿de los prejuicios de la "sociedad"? ·
tiene bajo el capitalismo a base de exprimir al obrero más 6. ¿de la. mezquina atmósfera (campesina, o pequeño-
cantidad de trabajo que la que saca de él la gran producción. burguesa, o mtelectual-burguesa) del medio ambiente?
El campesino está más atado, más enmarañado en la 7. ¿de las trabas de la ley, de los tribunales y de la
complicada red de la dependencia capitalista que el obrero policía?
asalariado. Cree que es independiente, que puede "salix; 8. ¿de la seriedad en el amor?
adelante' ', pero, en realidad, para sostenerse, tiene que rea- 9. ¿de la procreación?
lizar (en beneficio del capital) un trabajo más penoso que 10. ¿la libertad de adulterio?, etc.
el del obrero asalariado. He enumerado muchos matices (no todos, naturalmente).
Los datos sobre el trabajo infantil en la agricultura de- Usted, naturalmente, no comprende por esta reivindicación
muestran esto con mayor claridad aún. los N°• 8-10, sino los N°5 1-7 o algo así como los N°5 1-7.
. Mas para los N~· 1-7 es preciso elegir otra denomina-
Rabóchaya Pravda, núm. 5, del T. 19, págs. 250-252. ción, pues el amor hbre no expresa con exactitud esta idea.
18 de julio de 1913.
* ¡Querida amiga! (N. de la Edit.)
JS
Y el público, los lectores del folleto comprenderán ine-
vitablemente por "amor libre" algo parecido a los N°5 8-10, De una carta a Inés Annand
incluso a pesar de la voluntad de usted.
Precisamente porque en la sociedad moderna las clases
más lo~uaces, alborotadoras y "mejor situadas" compren-
den por "amor libre" los N°5 8-10, precisamente por eso
dicha reivindicación no es una reivindicación proletaria,
sino burguesa. ·
Para el proletariado, lo más importante son los N°• 1-2,
y luego los N°• 1-7, pero esto no .es el "amor libre" propia-
mente hablando.
El quid no está en cómo uste? "qu~ere coml?r~nder". s~b
jetivamente este concepto. El qmd esta en la logica ob¡etiva
de las relaciones de clase en las cuestiones del amor. Querida amiga: Pido excusa por mi tardanza en contes-
tar: quise hacerlo ayer, pero estuve tan atareado que no dis-
Friendly shake hands! puse de tiempo para ponerme a escribirle.
w. !." Examinando el plan de su folleto encuentro que la "rei-
vindicación del amor libre" no es clara, e independiente-
Escrito el 17 de enero de 1915 en T. 35, págs. 137-138. mente de su voluntad y de su deseo (subrayo esto, dicien-
Berna. do: la cuestión reside en las relaciones objetivas, de clase,
Publicado por primera vez en y no en los deseos subjetivos de usted) es en la presente
1939 en la revista Bolshevik, situación social una reivindicación burguesa, y no prole-
núm.13.
taria.
Usted no está de acuerdo.
" ¡Un amistoso apret6n de manos ! V. l. (N. de la Edil.) ,Bien. Examinemos la cuestión una vez más.
Para hacer claro lo que no lo está, enumeré .aproxima-
damente una decena de interpretaciones posibles (e inevita-
bles en el ambiente de lucha de clases), señalando además
que, a mi juicio, las interpretaciones 1-7 serán típicas o ca-
racterísticas para las proletarias, y las interpretaciones 8-1 O
lo serán para las burguesas.
De impugnar esto, hay que demostrar: (1) que estas in-
terpretaciones son inexactas (y entonces hay que sustituirlas
por otras o señalar cuáles son las inexactas) o (2) incom-
pletas (y entonces añadir lo que falte) o (3) que no es así
como se dividen en proletarias y burguesas.
Usted no hace ni lo primero, ni lo segundo, ni lo ter-
cero.
De los puntos 1-7 usted no trata para nada. ¿Quiere
esto decir que usted reconoce (en general) que son justos?
(Lo que usted escribe sobre la prostitución de las proleta-
rias y sobre su estado de dependencia ~"imposibilidad de
~1
negarse"- entra de lleno en los puntos 1-7. En esto no hay es preciso oponer... ¿qué?... Podría parecer que los besos
divergencia alguna entre nosotros.) con amor. Pero usted opone una "pasión" (¿por qué no
Tampoco pone usted en tela de juicio que ésta es la in- amor?) "fugaz" (¿por qué fugaz?): resulta, según esta lógica,
terpretación proletaria. como si los besos sin amor (fugaces) se opusieran a los besós
Quedan los puntos 8-10. sin amor de unos esposos ... Cosa extraña. ¿No es mejor,
Usted "no los comprende en parte" y "hace objeciones": para un folleto de divulgación, contraponer el amoral y su-
"no comprendo cómo se puede (¡así está escrito!) id en ti- cio matrimonio pequeñoburgués-intelectual-campesino sin
f i car(!!??) el amor libre con" el punto 10 ... amor (a que se refiere el punto 6 o el punto 5 de mi enume-
¿Resulta que soy yo el que "identifica'', y que usted se ración) al matrimonio civil proletario con amor (añadiendo,
ha propuesto vapulearme y pulverizarme a mí? si usted lo desea sin falta, que también una pasión y unas
¿Cómo es eso? ¿Qué significa? relaciones fugaces pueden ser sucias y pueden ser limpias)?
L as b u r g u e s as entienden por amor libre los pun- En el plan de usted resulta no la contraposición de t i p o s
tos 8- 10: ésta es mi tesis. de clase, sino algo así como un "caso", que es posible, natu-
¿La rebate usted? Diga: ¿qué entienden las damas bur- ralmente. Pero ¿es que se trata de casos aislados? De elegir
guesas por amor libre? como tema el caso individual de unos besos sucios en el ma-
Usted no lo dice. ¿Es que la literatura y la vida no de- trimonio y de unos besos limpios en unas relaciones fugaces,
muestran que las burguesas entienden por amor libre eso este tema es preciso desarrollarlo en una novela (pues en
precisamente? ¡Lo demuestran plenamente! Usted lo reco- tal caso todo el quid está en la situación i n d i v i d u a l, en
noce de manera implícita. el análisis de los e ar a e t e r es y de la sicología de los tipos
Y siendo así, el quid está en la posición de clase de esas dad os). Pero ¿en un folleto?
gentes; no es menester "rebatir" a esas damas, ello sería Usted ha comprendido muy bien mi idea de que no sirve
ingenuo. la cita de Key, diciendo que es "absurdo" intervenir en el
Es preciso establecer una clara delimitación con respecto papel de "profesores es amor". Precisamente. ¿Y en el papel
a ellas y oponerles el punto de vista proletario. Es preciso de profesores es de pasiones fugaces, etc.?
tener en cuenta el hecho objetivo de que, si no, ellas en- La verdad sea dicha, yo no quiero de ningún modo
tresacarán los correspondientes pasajes de su folleto, los in- entrar en polémicas. De buena gana dejaría esta carta y
terpretarán a su modo, harán que el folleto de usted lleve aplazaría el examen de este asunto hasta el momento de
el agua a su molino, desvirtuarán las ideas de usted ante los entrevistarnos personalmente. Pero yo quiero que el folleto
obreros, "llevarán la confusión" a los obreros (sembrando sea bueno, que nadie pueda tomar de él frases que resulteh
entre ellos la sospecha de si no trata usted de inculcarles desagradables para usted (a veces basta un garbanzo para
ideas extrañas a ellos). Para ello cuentan con gran número descomponer la olla...), que nadie pueda interpretar torci-
de periódicos, etc. damente las ideas de usted. Estoy seguro de que también
Pues bien, usted se olvida por cornfleto del punto de esto lo ha escrito usted "sin querer", y le remito esta carta
vista objetivo y de clase para pasar al 'ataque" contra mí, sólo porque pudiera ser que examinase usted el plan a la
echándome en cara que "identifico" el amor libre con los vista de estas cartas con más detenimiento que como resul-
puntos 8-1 O... Extraño, muy extraño ... ~ado de unas conversaciones, ya que el plan es una cosa muy
" Incluso una pasión y unas relaciones fugaces" son "más importante.
poéticas y limpias" que los "besos sin amor" de unos espo- ¿No hay entre sus conocidas una socialista francesa?
sos (amorales y adocenados). Así escribe usted. Y así piensa Tradúzcale (como si fuera del inglés) mis puntos 1-10 y las
escribir en el folleto. Magnífico. observaciones de usted sobre la pasión "fugaz", etc., y mí-
¿Es lógica la contraposición? Los besos sin amor de rela, escúchela atentamente: esta pequeña experiencia le per-
unos esposos vulgares son sucios. Estoy de acuerdo. A ello mitirá apreciar lo que pueden decir personas que ven las
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cosas desde fuera, cuáles son sus impresiones, lo que esperan
del folleto. Sobre la caricatura del marxismo
Le estrecho la mano y le deseo que sufra menos dolores y el «economismo imperialista»
de cabeza y se restablezca pronto.
V.U.
Escrito el 24 de enero de 1915 T. 85, págs. 189-141.
en Berna.
Publicado por primera vez en
1989 en la revista Bolshevik,
núm.13.
P. Kíevski sigue sin comprender la diferencia entre las
consignas que "niegan" o estigmatizan las calamidades polí-
ticas y las económicas. Esta diferencia consiste en que deter-
minadas calamidades económicas son inherentes al capita-
lismo en general, cualesquiera que sean las superestructuras
políticas que se erijan sobre él, en que desde el punto de
vista económico es imposible acabar con estas calamidades
sin destruir el capitalismo y no se puede aducir ni un solo
ejemplo de una tal destrucción. En cambio, las calamida-
des políticas consisten en desviaciones con respecto a la de-
mocracia, que desde el punto de vista económico es plena-
mente posible "sobre la base del régimen vigente", es decir,
bajo el capitalismo, y a título de excepción es una realidad
bajo el capitalismo, en unos Estados en un aspecto parcial
de la democracia, y en otros en otro aspecto parcial. ¡Una
vez más, el autor no ha comprendido precisamente las con-
diciones generales en que es factible la democracia en ge-
neral!
Lo mismo cabe decir de la cuestión del divorcio. Recor-
demos al lector que fue Rosa Luxemburgo la primera que
abordó esta cuestión en la discusión sobre el problema na-
cional. Expresó la justa opinión de que, al defender la auto-
nomía dentro del Estado (de una región o un territorio,
etc.), nosotros, corno socialdemócratas ·centralistas, debemos
defender la idea de que el Poder de todo el Estado, el Par-
lamento de todo el Estado, tienen que resolver los proble-
mas más importantes del Estado, entre los que figura la le-
gislación sobre el divorcio. El ejemplo del divorcio muestra ·
patentemente que no se puede ser demócrata y socialista sin
exigir inmediatamente la plena libertad de divorcio, pues la
falta de esta libertad representa una ultravejación del sexo
4t
origen de su "esclavitud doméstica" reside en el capitalismo,
oprimido, de la mujer, ¡aunque no es difícil comprender Y, n.o en la f ~l.ta de derechos. Cuanto más democrático sea el
que el reconocimiento de la libertad de dejar al marido no reg1men pohhco, tanto más claro será para los obreros que
es una invitación a que todas las esposas lo hagan! la raíz ~el mal está en el capitalismo, y no en la falta de
P. Kíevski "objeta": derechos. Cua?to m~s completa sea la igualdad nacional (no
"¿Qué representaría este derecho" (al divorcio) "si en estos casos" es ~ompleta sm la libertad de separación), tanto más claro
(cuando la mujer quiere dejar al marido) "la esposa no pudiese ejer- sera para ~~s obr~ros de una nación oprimida que el quid
cerlo"? ¿O si el ejercicio de este derecho dependiese de la voluntad de de la cueshon, radie~ en el capitalismo, y no en la falta de
terceras personas, o, lo que todavía es peor, de la voluntad de los pre- derechos. Y as1 sucesivamente.
tendientes a la "mano" de dicha esposa? ¿Reclamaríamos la proclama-
ción de semejante derecho? ¡Naturalmente que no!" R~pito una vez más: es violento recordar el abecé del
marxismo, pero ¿qué hacer, si P. Kíevski no lo conoce?
Esta objeción denota la incomprensión más completa de P. ~íevs~i discurre acerca del divorcio más o menos
la relación existente entre la democracia en general y el ca- como .d1scurna en el Golos 23 de París, según recuerdo, Sem-
pitalismo. Bajo el capitalismo son habituales, no como casos kovsk1! un? d~ los se~retarios en el extranjero del Comité de
aislados, sino como fenómeno típico, unas condiciones en Org~m~a~1ón. . ~s cierto, decía, que la libertad de divorcio
que es imposible para las clases oprimidas "ejercer" sus de- no s.1gmf1ca mv~tar a todas las mujeres a que dejen a sus
rechos democráticos. En la mayoría de los casos, el derecho mar~dos, pero s! se demuestra a una mujer que todos los
al divorcio es irrealizable bajo el capitalismo, ya que el sexo m~ndos son mejores que el suyo, ¡¡la cosa se ·reduce a ló
mismo!! ·
oprimido está agobiado económicamente, y la mujer, cual-
quiera que sea la democracia, sigue siendo bajo el capita- Al razonar así, ~emko~~ki olvidaba que ser extravagante
lismo la "esclava· del hogar'', recluida en la alcoba, en el ~o representa una mfracc1on de las obligaciones del socia-
cuarto de los niños, en la cocina. De igual manera, en la lista Y del demócrata. Si Semkovski hubiese tratado de con-
mayoría de los casos, es imposible ejercer bajo el capitalis- ~encer a cualquier mujer de que todos los maridos son me-
mo el derecho de elegir "sus propios" jueces populares, fun- JOres que el suyo, nadie habría visto en ello una violación
cionarios, maestros, jurados, etc., precisamente en virtud de de los deberes del .demócrata, ¡lo más que habrían dicho
la opresión económica de que son víctimas los obreros y los es que un g~an yarhdo no puede existir sin que ]laya en él
campesinos. Esto mismo puede decirse de la República de- gr.andes ~xcentncos! Pero s1 a Semkovski se le hubiese ocu-
mocrática: nuestro programa la "proclama" como "sobera- rndo la idea de de~ender y lla~ar demócrata a una perso-
nía del pueblo", aunque todos los socialdemócratas saben na qu~ negara la. libertad de divorcio y que, por ejemplo,
muy bien que, bajo el capitalismo, hasta la República más recurr!era a los tnbunales, o a la policía, o a la iglesia coritra
democrática no conduce sino al soborno de los funciona- la mu.ier ,que lo abandonaba, ¡estamos seguros de que incluso
rios por la burguesía ·y a la alianza de la Bolsa con el la mayon.a de los colegas de Semkovski del Secretariado en
Gobierno. el extran3er?, ~unque ~on socialistas flojillos, se habrían
Sólo gentes completamente incapaces de pensar o que negado a sohdanzarse con Semkovski!
desconocen en absoluto el marxismo, deducen de aquí la ~anto Semkovski como P. Kíevski, al "hablar" del di-
conclusión de que la República, la libertad de divorcio, la vorc~o, han demostrado no comprender la cuestión y han
democracia, la autodeterminación de las naciones no tienen elud~do e! fondo ?el asunto: bajo el capitalismo, el derecho
ningún valor. Pero los marxistas saben que la democracia ª.l dtvorc1~, lo mismo que todos los derechos democráticos
no suprime la opresión de clase, sino que hace que la lucha s~n. excepción, .es .de difíci~ realización, es algo condicional,
de clases sea más pura, más amplia, más abierta y más agu- lim,itad<;>, restrmg1d? e? virt~d de !as formalidades a que
da; y esto es lo que necesitamos. Cuanto más plena sea la esta su3eto, pero nmgun socialdemocrata honesto conside-
libertad de divorcio, más claro será para la mujer que el raría no ya socialistas, sino ni siquiera demócratas, a quienes
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nieg~en este derecho. Y en esto reside la esencia de la cues-
tión. Toda "democracia" consiste en proclamar y ejercer Sobre las tareas de la izquierda de Zimmerwald 2 5
"derechos" que tienen muy pocas probabilidades de ser ejer- en el Partido Socialdemócrata Suizo
cidos y son muy condicionales bajo el capitalismo, mientras
que el socialismo es imposible sin proclamar estos derechos,
sin luchar por la concesión de estos derechos inmediatamente,
al instante, y sin educar a las masas en el espíritu de esta
lucha.
Escrito en agosto-octubre de T. 28, págs. 60-62.
1916. .Publicado por primera vez
en 1924 en la revista Zvezdá,
núms. 1y2. III. Transformaciones democráticas de especial
urgencia y utilización de la lucha política
y del parlamentarismo
so 5t
trabajo cada tres horas como máximo, y no menos de media sentantes elegidos por los obreros y retribuidos por el Estado
hora cada vez. en el control del cumplimiento de las leyes fabriles, así como
7. Instalación en todas las fábricas y demás empresas de la fijación de tarifas de salarios, de la recepción de piezas
donde trabajen mujeres, de casas-cuna para niños de fabricadas y de la determinación de la producción defec-
pecho y de corta edad y de locales para la lactancia; libe- tuosa y de los resultados del trabajo.
rar a las mujeres lactantes del trabajo cada tres horas como 9. Establecimiento de la inspección del trabajo, elegida
máximo y no menos de media hora cada .~ez; conc~sión de por las organizaciones obreras, y extensión de la misma a
subsidios a las madres lactantes y reduccion de su Jornada todos los tipos de empresas que empleen trabajo asalariado,
de trabajo a seis horas. sin excluir el servicio doméstico; institución del cuerpo de
8. Seguros del Estado para los obrero~ en caso de v_ejez inspectoras en las ramas donde se emplee trabajo femenino.
y de pérdida total o parcial de la capacidad de traba¡o, a
cargo de un fondo especial, formado mediante un impuesto Escrito en abril-mayo de 1917. T. 24, págs. 434-438.
a los capitalistas. Publicado en junio de 1917 en
8. Seguros sociales completos para l_os obreros: el folleto Materiales para la
revisi6n del programa del Par-
a) en todo género de trabajo asalariado; tido, Editorial Prib6i, Petro-
b) en caso de toda clase de pérdida ~e la cap~cida~ de gr(ldo.
trabajo, a saber: por enfe~medad, accide~tes, myahdez,
vejez, enfermedades profesionales, maternidad, v10dez y
orfandad, así como en caso de paro forzoso, etc.;
c) plena administración autónoma de los asegurados
en todas las instituciones de seguros;
d) pago de los gast(}s de seguros a cargo de los capi-
talistas;
e) asistencia facultativa y medicamentos gratuitos, en-
comendando el servicio médico a las cajas de seguros admi-
nistradas en régimen de autonomía y regidas por represen-
tantes electos de los obreros.
9. Prohibición del pago del salario en especie, estableci-
miento del pago semanal y en metálico del salario en tod~s
los contratos de trabajo sin excepción, y entrega del salario
dentro de la jornada de trabajo.
10. Prohibición a los patronos de hacer descu~ntos en
metálico del salario, cualesquiera que sean el motivo y.!ª
finalidad de los mismos (multas, descuentos por produccion
defectuosa, etc.).
11. Designación del número suficiente de inspectores
fabriles en todas las ramas de la economía nacional y exten-
sión del control de la inspección fabril a todas las empresas
que empleen trabajo asalariado, sin excluir a las empresas
del Estado (el servicio doméstico entra también en la esfera
de -este control); designación de inspectoras en las ramas
donde se emplee trabajo femenino; participación de repre-
51
El Estado capitalista desahucia a una familia, obre~a
¿Se sostendrán Jos bolchevique~ en .el poder? que, habiendo perdido a la persona que. la mante.n~a, d~Jª
de pagar el alquiler. Aparece el alguacil, .un pohcia. o ~n
guardia, o un pelot~n el?-tero. En un ~arno obrero, para
ejecutar un desah~cio, tiene que acu.dir un dest~came~to
de cosacos. ¿Por que? Porque el alguacil y el guardia se me-
gan a ir sin el auxilio de una nutrida escolta. Saben que el
espectáculo del desahucio su~le prov~car en toda la pobla-
ción de los alrededores en miles y miles de personas, lleva-
das casi a la desesper¡ción, una ira tan furio~a, ~n odio tal
contra los capitalistas y contra el Estado capitalista, que el
Se nos dice que el proletariado no será capaz de poner alguacil y todo el pelotón de guardias pueden quedar des-
en marcha el aparato del Estado. pedazados en un momento. Hacen falta importantes fuerzas
Gobernaban a Rusia, después de la revolución de 1905, ~ armadas, hay que traer a una gran ciudad . un?s cuantos
130.000 terratenientes, y gobernaban sobre 150 millones de regimientos precisamente de alguna zona ale1ada, para
personas, con un sinfín de violencias, con escarnios sin lími- que los solclados no sepan nada de ,~ª vida. de }os pob~es
tes, obligando a una inmensa mayoría a trabajar como for- de la ciudad, para que no puedan contagiarse de socia-
zados y a vivir semihambrientos.
Y ahora resulta que no podrán gobernar a Rusia 240.000 lismo. ., · 1
El Estado proletario recurre a la coercion para insta ar
miembros del Partido Bolchevique, gobernar en interés de en la vivienda de un rico a una familia extremadamente
los pobres y contra los ricos. Esas 240.000 personas tienen necesitada. Nuestro destacamento de la milicia . obrera se
ya ahora a su favor, por lo menos, un millón de votos de la compone, supongamos, de 15 personas: ?os marineros, dos
población adulta, porque la experiencia de Europa y la de soldados dos obreros conscientes (bastara que uno de ellos
Rusia -por ejemplo, las elecciones de agosto a la Duma sea mier:ibro de nuestro Partido o simpatizante), un intelec-
de Petrogrado- establecen precisamente esa proporción tual y ocho trabajadores pobres, y entre ellos, por lo menos,
entre los efectivos del Partido y los sufragios emitidos a su cinco mujeres, criados, peones, etc. El destacamento se pre-
favor. Y a tenemos un "aparato estatal" de un millón de per- senta en °la casa de la familia rica, la revisa y se encuentra
sonas, fieles al Estado socialista por convicción, y no por. con cinco habitaciones ocupadas por dos hombres y dos mu-
embolsar el 20 de cada mes una bonita suma. jeres. "Ciudadanos -les _dic~n-, acom?dense ustedes por
Es más, tenemos un "recurso maravilloso" para decupli- este invierno en dos hab1tac10nes, y de1en otras dos para
car en seguida, de golpe, nuestro aparato estatal, un recurso alojar en ellas a dos familias que viv~n ei:i el s?tano. :rem-
del que nunca ha dispuesto ni puede disponer ningún Estado poralmente, mientras con la ayuda de los _mgemeros (~u~ted
capitalista. Este recurso maravilloso es la incorporación de es ingeniero, verdad?) no hayamos co~strmdo buenas vivien-.
los trabajadores, de los pobres, al trabajo cotidiano de di- das para todos forzosamente tendran ustedes que estre-
rección del Estado. charse un poco.' Su teléfono se. pondrá a di~posición de diez
Para explicar cuán fácil es de aplicar ese maravilloso familias con lo cual se economizarán unas cien horas de tra-
recurso, y cuán infalible es su eficacia, escogeremos el ejem- bajo, ca~inatas por tiendas, etc. Además, hay en su familia
plo más sencillo y más claro. dos semiobreros desocupados, que pueden e1ecutar un tra-
El Estado necesita desahuciar de su vivienda, valiéndose bajo fácil: una ciudadana de 55 años y un ciudadano de 14.
de apremio, a una familia, para alojar en ella a otra. Esto Harán diariamente una guardia de 3 horas Pª!~ velar por
lo hace a cada paso el Estado capitalista, y lo hará también la distribución justa de víveres entre las 10 fam1h~s y llevar
nuestro Estado proletario o socialista. el correspondiente registro . .El ciudadano estudiante que
S4 SS
forma 'parte de nuestro destacamento redactará ahora en cionarias, cabalmente del tipo de la que hemos puesto como
dos copias esta orden oficial y ustedes tendrán la bondad de ejemplo en la distribución de viviendas en beneficio de los
firmarnos una declaración, por la que se comprometan a pobres. Del mismo modo hay que proceder en la ciudad .Y
cumplirla exactamente". en el campo con los víveres, con las prendas de vestir, con
Tal podría ser, a mi juicio, expuesta en ejemplos con- el calzado, etc., y en el campo, con la tierra y lo demás. Para
cretos, la diferencia entre el aparato y la administración administrar el Estado en este sentido, podemos disponer en
estatal vieja, burguesa, y la nueva, socialista. seguida de un aparato estatal de unos diez millones de hom-
Nosotros no somos utopistas. Sabemos que cualquier bres, si no veinte, un aparato como jamás lo ha conocido
peón y cualquier cocinera no son capaces ahora mismo de po- ningún Estado capitalista. Sólo nosotros podemos crear ese
nerse a dirigir el Estado. En eso estamos de acuerdo con los aparato, porque contamos con la adhesión completa y sin
demócratas constitucionalistas, con Breshkóvskaya y con Tse- reservas de la inmensa mayoría de la población. Sólo noso-
reteli. Pero nos diferenciamos de estos ciudadanos por el he- tros podemos crear ese aparato, porque contamos con obre-
cho de que exigimos que se rompa inmediatamente con el ros conscientes, disciplinados por un largo "aprendizaje"
prejuicio de que administrar el Estado, llevar a cabo el tra- capitalista (no en vano hemos estado estudiando en la es-
bajo cotidiano de administración, es cosa que sólo pueden cuela del capitalismo), obreros que son capaces de formar
hacer los ricos o funcionarios procedentes de familias ricas. una milicia obrera y de ampliarla paulatinamente (comen-
Nosotros exigimos que el aprendizaje de la administración zando a ampliarla en seguida) hasta convertirla en milicia
del Estado corra a cargo de obreros y soldados conscientes, y general de todo el pueblo. Los obreros conscientes deben
que se acometa sin demora, es decir, que se empiece inme- dirigir, pero pueden incorporar a la labor de administración
diatamente a hacer participar en este aprendizaje a todos los a verdaderas masas de trabajadores y oprimidos.
trabajadores, a toda la población pobre. Claro que no podrán evitarse los errores en los primeros
Y a sabemos que los demócratas constitucionalistas están pasos del funcionamiento de ese nuevo aparato. Pero ¿es que
también dispuestos a enseñar al pueblo los principios de la no cometieron errores los campesinos cuando, al quedar en
democracia. Las damas demócratas constitucionalistas están libertad después de la servidumbre, empezaban a organizar
dispuestas a dar conferencias a las criadas sobre la igualdad por cuenta propia sus asuntos? ¿Es que hay otro camino para
de derechos de la mujer, inspirándose en las mejores fuentes enseñar al pueblo a gobernarse a sí mismo, para evitar los
inglesas y francesas. Y quizá, en un próximo concierto-mitin, errores, que el de la práctica, que el de instaurar inmediata-
miles de espectadores verán en el escenario dar un "ósculo de mente un verdadero autogobierno popular? Hoy por hoy, lo
paz": la señora conferenciante demócrata constitucionalista más importante es acabar con el prejuicio intelectual burgués
besará a Breshkóvskaya, Breshkóvskaya al ex ministro Tsere- según el cual sólo pueden regir el Estado funcionarios espe-
teli, y el pueblo, agradt:cido, aprenderá de este modo práctica- ciales, totalmente dependientes del capital por la posición
mente lo que son la igualdad, la libertad y la fraternidad re- social que ocupan. Lo principal es poner término a un estado
publicanas... de cosas en que intentan gobernar como en el pasado los
Sí, reconocemos que los demócratas constitucionalistas, burgueses, los funcionarios y los ministros "socialistas", pero
Breshkóvskaya y Tsereteli son, a su modo, fieles al espíritu que no pueden gobernar, y a los siete meses se encuentran,
democrático y lo predican al pueblo. Pero ¡qué se le va a ha- en un país de campesinos, ¡¡con una sublevación en el cam-
cer!, nosotros tenemos una idea algo distinta del espíritu po!! Lo más importante es infundir a los oprimidos y a los
democrático. trabajadores fe en sus 'propias fuerzas, demostrarles en la
A nuestro modo de ver, para mitigar los inauditos sufri- práctica que pueden y deben ellos mismos establecer una dis-
mie~tos y desgracias de la guerra, así como para curar las tribución justa, severísimamente reglamentada, organizada,
horribles heridas que ésta ha causado al pueblo, se impone del pan, de todos los alimentos, de la leche, del vestido, de
una democracia revolucionaria, se imponen medidas revolu- la vivienda, etc., en interés de los pobres. No hay otro modo
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S7
de salvar a Rusia de la quiebra y de la perdición, y cuando sólo entonces se revelará a la luz del día lo que Engels llama
se inicie honrada y decididamente en todas partes la entrega el "socialismo latente", sólo entonces se alzará contra cada
de la administración a proletarios y semiproletarios, se pro- diez mil enemigos francos o emboscados, activos o pasivos,
ducirá un entusiasmo revolucionario de las masas nunca del Poder de la clase obrera, un millión de luchadores nuevos
visto en la historia, se multiplicarán de tal modo las ener- que hasta ahora vivían sumidos en el letargo político, vege-
gías del pueblo en su lucha contra las calamidades, que mu- tando en los tormentos de su miseria y desesperación, per-
chas cosas que parecen imposibles a nuestras mezquinas y dida ya la fe en que también ellos son seres humanos, en
viejas fuerzas burocráticas serán realizables para las fuer- que también ellos tienen derecho a la existencia, en que
zas de la masa de millones de hombres que empiecen a tra- todo el Poder de un Estado moderno centralizado puede estar
bajar para sí y no para el capitalista, para el señorito, para el al servicio suyo v los destacamentos de la milicia proletaria
burócrata, y no a la fuerza. les llaman también a ellos, con plena confianza, a intervenir
... Temen la resistencia de los capitalistas y, al mismo en la labor directa más próxima y cotidiana de regir el Es-
tiempo, se llaman revolucionarios y quieren figurar entre tado.
los socialistas. ¡Qué ignominia! ¡Hasta dónde ha tenido que Con la colaboración benévola de los Plejánov, Bresh-
llegar la postración ideológica del socialismo internacional kóvskaya, Tsereteli, Chernov y Cía., los capitalista~ ~ terra-
corroído por el oportunismo, para que puedan tener cabida tenientes lo han hecho todo para manchar la Repubhca de-
en él esas voces! mocrática para prostituirla sirviendo a los ricos hasta el
Nosotros, y con nosotros el pueblo entero, hemos visto ya punto de 'que el pueblo cayese en la apatía y en la indife-
la fuerza de resistencia de los capitalistas, pues éstos son rencia y todo le diera igual, pues a quien tiene hambre lo
más conscientes que las otras clases y se han dado cuenta mismo le da República que monarquía, y un soldado que
inmediatamente de la importancia de los Soviets; han puesto tirita de frío, descalzo y martirizado, a quien se lanza a la
en tensión en seguida y hasta un grado extremo todas sus muerte para defender intereses que no son los suyos, no está
fuerzas, han intentado todo lo posible, han puesto en juego en situación de sentir amor por la República. .
todas las palancas, han echado mano de los recursos más Pero cuando el último peón, cualquier parado, cada coci-
inauditos de la mentira y la calumnia, han apelado a cons- nera, cada campesino arruinado, vean -y no por los perió-
piraciones militares para destruir los Soviets, para reducir- dicos, sino por sus propios ojos- que el Poder proletario
los a la nada, para prostituirlos (con ayuda de los menche- no se humilla ante la riqueza, sino que ayuda a la población
viques y eseristas27), para convertirlos en corrillos de parlan- pobre; cuando vean que este Poder no retrocede ante las
chines y agotar la paciencia de los obreros y campesinos con medidas revolucionarias, que despoja a los parásitos de los
meses y más meses de charlar en balde y jugar ·a la revolu- productos que les sobran para entregarlos a los que tienen
ción. hambre, que hace instalar en las viviendas de los ricos a los
Lo que no hemos visto todavía es la fuerza de resisten- que carecen de techo, que obliga a los ricos a pagar la leche,
cia de los proletarios y de los campesinos pobres, pues esta sin darles una gota de ella mientras no tengan cuanto nece-
fuerza no se nos revelará en toda su grandeza mientras el siten los niños de todas las familias pobres; cuando vean que
proletariado no tenga en sus manos el Poder, mientras las la tierra pasa a manos de los trabajadores, que las fábricas
decenas de millones de hombres que hoy se ven oprimidos y los Bancos son puestos bajo el control de los obreros
por la miseria y la esclavitud capitalista no vean y sientan y que se castiga inmediatamente y con severidad a los millo-
por propia experiencia que el Poder del Estado pertenece a narios que ocultan sus riquezas; cuando la población pobre
las clases oprimidas, ayuda a los pobres en su lucha contra vea y sienta todo eso, no habrá en el mundo fuerza alguna
los terratenientes y los capitalistas y v e n c e la resistencia de capitalistas y de kulaks, fuerza alguna del capital finan-
de éstos. Sólo entonces podremos ver cuánta fuerza virgen ciero mundial que maneja millares de millones, capaz de
de resistencia contra los capitalistas dormita en el pueblo, derrotar la revolución popular; será ésta la que triunfe en
58 59
el mundo entero, pues la revoluci6n socialista madura en
todos los países. Discurso en el primer Congreso
Nuestra revoluci6n es invencible, siempre y cuando que de obreras de toda Rusia
no se tenga miedo a sí misma y ponga todo el Poder en ma-
nos del proletariado, pues detrás de nosotros están las fuer-
zas incomparablemente mayores, más desarrolladas, mejor
organizadas del proletariado mundial, deprimidas de mo-
mento por la guerra, pero no aplastadas, sino, por el con-
trario, multiplicadas por ella.
19 de noviembre de 1918
Escrito entre finales de septiem- T . 26, págs. 87-90, 100-102.
bre y el 1 (14) de octubre de Camaradas:
1917. Publicado en octubre de En cierto sentido, el Congreso de la parte femenina del
1917 en el núm. 1-2 de la re- ejército proletario reviste singular importancia, ya que en
vista Prosveschenie.
todos los países son las mujeres las que con más dificultad
se suman al movimiento. No puede haber revoluci6n socia-
lista si la inmensa mayoría de las mujeres trabajadoras no
participan en ella en grado considerable.
En todos los países civilizados, incluso en los más avan-
zados, la situación de la mujer es tal, que no sin motivo se
la denomina esclava del hogar. En ningún Estado capitalis-
ta, ni siquiera en la República más libre, existe plena igual-
dad de derechos de la mujer.
La tarea de la República Soviética consiste, en primer
término, en acabar con todas las restricciones de los dere-
chos de la mujer. El Poder soviético ha suprimido por com-
pleto el proceso de divorcio, que en la sociedad burguesa es
fuente de ignominias, de opresi6n y de humillaciones.
Pronto hará un año que existe una legislaci6n plena-
mente libre sobre el divorcio. Hemos dictado un decreto que
ha puesto fin a la diferencia entre hijos legítimos y natu-
rales y a toda una serie de trabas de orden político; en nin-
guna otra parte se han visto realizadas con tanta plenitud
la igualdad y la libertad de la mujer trabajadora.
Sabemos que todo el peso de las normas anticuadas recae
sobre las mujeres de la clase obrera.
Nuestra ley, por primera vez en la historia, ha tachado
todo lo que convertía a la mujer en un ser privado de dere-
chos. Pero la cuesti6n no reside sólo en la ley. En nuestras
ciudades y en las zonas fabriles, esta ley sobre la plena
libertad de matrimonio arraiga bien, pero en el campo es
muy frecuente que quede únicamente en el papel. Allí pre-
6f
domina hasta ahora el matrimonio eclesiástico. Esto se debe cómo crece el movimiento revolucionario en Alemania; en
a la influencia de los clérigos; es más difícil luchar contra Dinamarca, los obreros luchan contra el Gobierno. Se in-
este mal que contra la vieja legislación. tensifica el movimiento revolucionario en Suiza y Holanda.
Es preciso luchar contra los prejuicios religiosos con En estos pequeños países, el movimiento revolucionario no
extraordinaria cautela; causan grave daño quienes en e,sta tiene importancia por sí solo, pero es particularmente signi-
lucha hieren los sentimientos religiosos. Hay que luchar por ficativo porque en estos países no ha habido guerra y allí
medio de la propaganda, por medio de la ilustración. En- existía el régimen democrático más "jurídico". Si tales países
conando la lucha, podemos exasperar a la masa; una lucha se ponen en movimiento, esto infunde en nosotros la seguri-
así acentúa la división de las masas según su credo religioso, dad de que el movimiento revolucionario se extiende a todo
cuando lo cierto es que nuestra fuerza reside en la unión. La el mundo.
fuente más profunda de los prejuicios religiosos está en la Hasta ahora, ninguna República ha podido emancipar a
miseria y la ignorancia; éste es el mal contra el que debemos la mujer. El Poder soviético le ayuda. Nuestra causa es in-
luchar. vencible, porque en todos los países se alza la invicta clase
Hasta ahora, la situación de la muj.er ha sido tal, que se obrera. Este movimiento representa el ascenso de la inven-
la ha calificado como propia de una esclava; la mujer ha cible revolución socialista. (Prolongados aplausos. Se canta
estado agobiada por su economía doméstica, y de esta situa- "La Internacional".)
ción sólo la puede salvar el socialismo. Sólo cuando pase- T. 28, págs. 160-162.
mos de las pequeñas haciendas a la economía colectiva y al Reseña publicada el 20 de no-
viembre de 1918 en Izvestia del
laboreo en común de la tierra, sólo entonces existirá la plena CEC de toda Rusia, núm. 253.
libertad y emancipación de la mujer. Esta tarea es difícil,
pero ahora, c_uando se forman los comités de campesinos
pobres29 , llega el momento en que se afianza la revolución
socialisna.
Sólo ahora se organiza la parte más pobre de la pobla-
ción en el campo, y en estas organizaciones de los campesi-
nos pobres el socialismo adquiere una base sólida.
Antes ocurría con frecuencia que la ciudad emprendía
el camino revolucionario y después de ella actuaba el campo.
La presente revolución se apoya en el campo, y en esto
consisten su significado y su fuerza. La experiencia de todos
los movimientos liberadores confirma que el éxito de la re-
volución· depende del grado en que participen en ella las
mujeres. El Poder soviético hace todo cuanto puede para que
la mujer desarrolle independientemente su actividad socia-
lista proletaria.
La situación del Poder soviético es difícil por cuanto los
imperialistas de todos los países odian a la Rusia Soviética
y se disponen a hacerle la guerra por haber sido ella la que
ha provocado el incendio de la revolución en toda una serie
de países y ha dado pasos decididos hacia el socialismo.
Ahora, cuando quieren aplastar a la Rusia revoluci9na-
ria, ellos mismos ven que no pisan terreno firme. Sabéis
62
Del proyecto de programa del PC(b) de Rusia :w Una gran iniciativa
66
lismo ,
seguid o realizar. esto, porque. donde. :xiste el capita
Las tarea s del movi mien to obrer o feme nino donde ~e mant~ ene .la propie ,da? priva da de la tierra y
ene el
en la Repú blica Sovié tica la propi edad priva da de las fabricas, donde se manti
P?der de! ~apita !, los homb res siguen gozan do de privil egios.
esto, se debe exclus ivame nte a
Si en Rusia se ha lc>grado Poder
el 25 de octub re d
_ e 1917 se instau ró aquí el
que desde
de los ob~eros. Desde el prime r momento, el Poder
soviético
1.a tarea de actua r como Poder de los trabaj a-
se planteo
dore_s, ~nemigo d_e. t?da .explotación. Se plante ó la tarea de
ilidad de que los trabaj adore s fuesen
suprim ir Ja posib
(Discurso en la IV Conferencia de obreras sin partido
ir
explot~d?s por los. terrat enien tes y capitalistas y de destru
de la ciudad de Moscú, 23 de septiembre de 191 9) el domm10 del. capita l. El Po~er soviét ico aspiró a conse guir
qu.e los traba1~dores . orgarn~asen su vida sin propi as,
edad
Cama radas : las fábric
Much o me congr atulo de saluda r a ~a Confe rencia
de ~rivada de l'.1 berra , sm propi edad priva da de
todo el
to no referi rme a los temas y a las cues- sm esa propi edad priva da que en todas partes, en
~u~d~, mclu~o con Ja f1.ena liber~ad hecho a los traba
obreras. Me permi polític a, inclus o en las
obre~a
tiones que, naturalmente, más inquie tan hoy a cada palpi- ma~ d:moc rahca s, s1;1mia de ja-
y a cada trabaj ador consc iente. Estas cuesti ones más iepub licas mujer
situación dores en la miseria. y la esclav itud asalar iada, y a la
tantes son la relati va a los cereales y la de nuest raprens a de en una doble esclav itud.
milita r. Pero, como he visto por las reseña s de
vuestr as reunio nes que estos proble mas han sido expue stos _l?:sde los prime ros meses de su existencia, el Podero
cambi
aquí del modo más compl eto poi el cama rada Trots ki en lo sov~ehco, ~orno ?~der de los trabaj adore s, realiz ó el mujer .
aspect o milita r y por los cama radas Yákov leva y radica l mas, d~c1d1 do ~;i . Ia legisl ación refere nte a la
tocant e al a sobre
Svide rski en lo que se refier e a los cereales, permi
tidme E.n Ja Repub hca Sov1etica no ha queda do piedr
, la mujer en una
que no toque este punto . ~1edr~ de todas las Jeye.s que coloc! 'lban a
situac10n de. ~ependenci a. Me refier o precis ament e a las
Y o quisie ra decir unas palab ras acerca de la.s tar~as ban de modo espec ial la situac ión desve n-
Iica leyes que utiliza
gener ales del movimiento obrero femenino en la Repú?ismo víctim a de la desigu aldad de
Soviética, tanto de las relaci onada s con el paso al. social ta1osa de la mujer , hacié ndola a las
en gener al como de las que hoy se plante an en pnme
r plano derechos y a menu do hasta de humil lacion es es decir
leyes sobre el div~rcio, sobre los hijos
cues- natu;a les y sdbre el
de mane ra singu larme nte imperiosa. Cama radas : La
ada mu1er a dema ndar judici almen te del padre
tión relati va a la situac ión de la mujer ha sido plante de.recho de la
Y o creo alime ntos para el sostenimien to del hijo.
por el Poder soviético desde el prime r mome nto.
que la tarea de todo Estad o Qbrero que pase al social es
ismo Hay que afirm ar que es precis ament e en esta esfera más
será de géner o doble . La prime ra parte de esta tarea donde la legisl ación burgu esa, incluso en los países
la situac ión de inferi oridad de
relativ ament e simpl e y fácil. Se refier e a las viejas con
leyes avanz ados, se aprov echa de
que coloca ban a la mujer en situac ión de desigu aldad la n:iu~er, conde ~ándo la a la desig ualda d de derech os y
respecto al homb re. ~um1Ilandola. Y Justam ente en esta esfera , el Poder sovié-
leyes,
Desde ti.empos lejano s, los represen~antes de todos te
los ~1~0 no h!'l dejad o piedr a sobre piedr a de las viejas Ahora
movimientos libera dores en E uropa Occid ental, no duran m1ustas, ms~portables para las masas trabaj adora s.
P?dem os decir con t~do or&'~l~o, sin exage ración algun
ión de a, que,
decenios, sino duran te siglos, propu gnaro n la abolic país del
estas leyes anticu adas y reivindic~ro~ la iguald ad juríd~ ca excep tuand o la Rusia Sov1etica, no existe ningú n
derechos
de la mujer y del homb re, pero nmgu n Estad o demo crátic o mund o donde la mujer goce de plena iguald ad de ular-
avanz adas, han con- Y no esté coloca da en una situac ión humil lante, partic
europ eo, ni siquie ra las repúb licas más
69
68
mente sensible en la vida cotidiana , fa miliar. Esta fue una la democraci~ al no haber dejado en sus leyes ni el menor
de nuestras primeras y más importan tes tareas. . r~stro de desiguald ad de derechos de la mujer. Lo repito,
Si tenéis ocasión de entrar en contacto con parti~~s mngún Estado, ninguna legislación democrá tica ha hecho
hostiles a los bolcheviques, o llegan a vuestras manos peno- por la mujer ni la mitad de lo que ha hecho el Poder
dicos editados en ruso· en las regiones ocup'.ldas por Kolchak soviético en los primeros meses de su existencia.
0
Denikin, o habláis con gente que se atiene al punto de . N aturalme n t~, n 0 bastan las leyes, y a nosotros no nos
vista de estos periódicos, podréis escuchar fr~~u~ntemei;ite satisface n de nmgun modo simples decretos. Pero en el
1
de sus labios la acusación de que el Poder sov1ebco ha m- terreno de la legislació n hemos hecho todo lo que de nosotros
fringido la democracia. ., . . se exigía para equipara r la situación de la mujer a la del
. A nosotros, represent antes del Poder sov1e~1;~. comunis- hombn:, y podemos con razón enorgulle cernos de esto .
tas bolcheviques y partidarios del Poder ~ov1etico, se nos Act~,a~mente, es tal la situación de la muj er en la Rusia
echa en cara constante mente que hemos v10lado la demo- Sov1ehca, que desde el punto de vista de los Estados más
cracia, y como prueba de esta acusación se ~duce ~e el avanzados es ideal. Pero afirmamo s que naturalm ente esto
Poder soviético disolvió la Asan;ble a Consb t?yente 3. A es sólo el comienzo. ' '
estas acusaciones respondemos habitu~lmente as1: no conce- _Al t~ner .que dedicarse ' a los quehacer es de la casa, la
demos ningún valor a una de.m?cracia y a ~na Asa1!1blea mu~er aun vive c~artada. Para la plena emancipa ción de la
Constituy ente que surgieron existiend o la prop iedad privada muj er f para SU igualdad efectiva con respecto al hombre,
sobre la tierra, cuando los hombres no eran iguales, cuando se requiere .una econo.mía col~ctiva y que la mujer par ticipe
el que tenía capital propio era el amo, y los restantes, trab~ en el trabajo productiv o comun. Entonces la muj er ocupará
j ando para él, eran sus esclavos asalariad os. Esa democrac ia la misma situación que el hombre.
encubría la esclavitu d incluso en los Estados más avanzados. Como es lógico, no se trata de igualar a la mujer en
Nosotros como socialistas, somos partidari os de la demo- cuant?, a la productiv.i~ad del trabajo, al volumen , a la
cracia ú~icamente en tanto en cuanto mitiga la situación de dur.ac10n y a las cond1c1ones del mismo, etc., sino de que la
los trabajado res y de los oprimidos. El socialismo se P;?- muJer no se vea oprimida por su situación económica dife-
pone en todo el mundo la lucha contra toda explotac10n rente a l'.1 del hombre. Todas vosotras sabéis que aun con
del hombre por el hombre. Para nosotros ofrece verdader o la plena igualdad de derechos, subsiste de hecho esta situa-
valor la democracia que sirve a los explot_ados, a los q.ue ción de ahogo en que vive la mujer, ya que sobre ella pesan
sufren la desiguald ad. Si al que no trabaja se le pnva todos los quehaceres de la casa. Estos son, en la mayoría de
de derechos electorales, esta es precisam ente l.a verdader a los casos, los m~s improduc tivos, más bárbaros y más penosos
igualdad entre los hombres. El que no trabap, no debe de cuantos realiza la mujer. Este trabajo es extraord inaria-
comer. . mente mezquino, n o contiene nada que contribuy a de algún
En respuesta a esas acusaciones, decimos que es preciso modo al progreso de la mujer.
comprob ar cómo se pract~ca. en uno u o~r? Estado la demo- En aras del ideal socialista, nosotros queremos luchar
cracia. En todas las republicas democra~1~as vemos que se por la plena realizaci ón del socialismo, y en este sentido se
proclama la igualdad , pero en las leyes c1yiles y en l::is ley;s abre ante la mujer un vasto campo de actividad . Ahora nos
sobre los derechos de la mujer, en el sentido de su situac10n preparam os seriamen te para desbroza r el terreno con miras
dentro de la familia y en el sentido del divorcio, ve1!1os a a 1::1 edifica~i ói;i socialista , pero la propia edificaci ón de la
cada paso la desigual dad .Y la. :mmillación de la . mujer, Y sociedad socialista no comenza ra/ sino cuando nosotros una
decimos que esto es una v10lac1on de la . democracia, .Y pre- vez conseguida la plena igualdad de la mujer, emprend amos
cisament e una violación de que soI?- víctimas los opnmido,s. la nueva tarea junto con la mujer liberada de este trabajo
El Poder soviético, en mayor medida que todos los ~en;as menudo, embrutec edor e improductivo. A este respecto
países, incluidos los más avanzado s, ha puesto en practica tenemos labor para muchos, muchos años.
70 71
Esta labor no puede dar rápido s resulta dos, ni tiene las obrera s, no sólo de las milita ntes del Partid o de
las
nada de efectismo brillan te. que s?n conscientes, sino. de las sin partid o y de las' más
in-
Estam os creand o instituciones, comed ores y casas- cuna conscientes. En este sentido , el Poder soviético brinda a
las
es
model o, que liberen a la mujer del trabaj o doméstico. Y obrera s un vasto campo de activid ad.
precis ament e a la mujer a la que más incum be la labor Hemos atrave sado una situaci ón muy difícil en la lucha
de organi zación de todas estas instituciones. Hay que reco-. contra las_ fuerza s hostile s a la Rusia Soviética, que sostien
en
de
nocer que hoy existen en Rusia muy pocas institu ciones la campa na contra ella. Nos ha sido difícil luchar en el
mujer a salir del estado de esclav a do la
este tipo, que ayude n a la terren o milita r contra las fuerza s que están hacien
o de estas institu ciones es insign ificant e, del
del hogar. El númer
lica guerra .al. Poder de los trabaja dores, y en la esfera lo
y las condiciones por las que hoy atravie sa la Repúb abastec1m1en to contra los especu ladore s, porque no es
militar es y las del abaste ci- tra-
Soviét ica -las condic iones bastan te grande el númer o de person as el númer o de
miento, de las que os han hablad o aquí con detalle los ca-
baj a?ores qu_e acuden plenam ente en n~estr a ayuda con su
marad as- nos estorb an en esta labor. Pero hay que decir prop10 trabajo . En este sentido , el Poder soviético nada
que estas instituciones, que libera.n a la inujer de su estado puede apreci~r tant? como el concurso de las amplia s masas
de esclava doméstica, surgen en todas partes donde para de .obrera s sm partid o. Ellas deben saber que en la vieja
ello existe la menor posibi lidad. soc~e.dad burgue sa se requer ía, tal vez, para la
activid ad
Decimos que la emanc ipació n de los obrero s debe ser pol~tJca una prepar ación compl eja, inaseq uible para la
ipa-
obra de los obrero s mismos, y de igual modo la emanc m';IJe:. Pero la Re.pú.blica Soviét ica se propon e como tarea
obra de las obrera s misma s. terra-
ción de las obrera s debe ser prmc1 pal de su activid ad polític a la lucha contra los
preocµ parse de desarr ollar esas de la
Son ellas las que deben
un teniente~ ,Y los capita listas, la lucha por la supn;s ión
instituciones, y esta activid ad de la mujer condu cirá a explotac10n, y de ahí que en la Repúb lica Soviét ica se abra
situaci ón en que vivía bajo la socie-
cambio compl eto de la P.ªr.a }as obrera s el c~mpo de la activid ad polític a, que con-
dad
dad capita lista. s1stira en que la muJer ayude al hombr e con SG capaci
En la vieja socied ad capita lista, para ocupar se de polí- organi zadora .
tica hacía falta una prepar ación especial, razón por la cual . No necesi tamos solame nte la labor de organi zacion
de
era insign ificant e la partici pación de la mujer en la vida millon es de person as. Necesi tamos ademá s la labor de or-
y
polític a, incluso en los países capita listas más avanza dos ganiz~ción en la ~ás modes ta escala , que permi ta
tambié n
consis te en hacer que la polític a ar asimis mo
más libres. Nuest ra tarea trab~J ar a las mujere s. La mujer puede trabaj
asequi ble para cada trabaj adora. Desde el mome nto en de ayuda r al ejércit o
sea en tiempo. de guerra , cuando se trate
las
que está abolid a la propie dad privad a de la tierra y de Y de realiza r propa ganda dentro de él. En todo esto debe
ado el poder de los terrate niente s vea
fábrica s y ha sido derroc
polític a para la masa tomar parte activa. la mujer para que el Ejérci to Rojo
y los capita listas, las tareas de la ?~e ~ay preocu paoón y desvel o por él. La mujer puede ser
ser
trabaj adora y para las mujere s trabaj adoras pasan a util igualm ente en todo cuanto se relacio na con el abaste
ci-
la
sencillas, claras y plenam ente asequibles para todos. En miento : distrib ución de los produc tos y mejor a de la ali-
la mujer está coloca da en una situaci ón que tan
socied ad capita lista, ment~ción públic a,. desarr ollo de los comed ores
tal de falta de derechos, que su partici pación eR la vida amplia mente han sido organi zados ahora en Petrog rado.
que
polític a es mínim a en compa ración con el hombr e. Para Estas son las esferas en las que la activid ad de las
esta situaci ón, es preciso que exista el Poder de los impor tancia desde el punto de
cambie o?rera s adquie re verdad era
tareas princip ales de la polític a es
trabaja dores, y entonc es las vista d~ la org.an ización . La pa.r,tic ipación de la mujer
se re<J.ucirán a todo lo que directa mente atañe a la· suerte 0n de grande s hacien das
neces~na tambié n en la creac1
esto
de los propio s trabaja dores. expen menta les y en el contro l de las mismas, para que
En este sentid o es necesa ria tambié n la partici pación de no sea obra de unos pocos. Esta empre sa es irreali zable si
71 73
no participa en ella un gran número de trabajadoras. Las El Poder soviético y la situación de la mujer
obreras pueden perfectamente intervenir en esta labor,
además, controlando la distribución de los productos y pro-
curando que sea más fácil adquirirlos. Esta tarea es plena-
mente proporcionada a las fuerzas de las obreras sin partido,
y su realización contribuirá poderosamente al afianzamiento
de la sociedad socialista.
Una vez abolida la propiedad privada de la tierra y
suprimida casi por entero la propiedad privada de las
fábricas, el Poder soviético tiende a que en esta edificación
económica participen todos los trabajadores, no sólo los
militantes del Partido, sino también los sin partido, y no El segundo aniversario del Poder soviético nos invita a
sólo los hombres, sino también las mujeres. Esta obra echar una ojeada de conjunto a lo que hemos hecho en este
iniciada por el Poder soviético puede prt>gresar únicamente período y a reflexionar sobre la importancia y los fines de
cuando en ella tomen parte, en toda Rusia, no cientos, sino la revolución realizada.
millones y millones de mujeres. Entonces, estamos seguros La burguesía y sus partidarios nos acusan de violar la
de ello, se afianzará la obra de la construcción socialista. democracia. Nosotros afirmamos que la revolución soviética
Entonces los trabajadores demostrarán que pueden vivir y ha ampliado y profundizado l~ democracia en escala sin
pueden administrar sin terratenientes ni capitalistas. Enton- precedente en el mundo, y precisamente la democracia para
ces será tan firme en Rusia la edificación socialista, que no los trabajadores y para las masas oprimidas por el capita-
causará temor a la República Soviética ningún enemigo, lismo, es decir, la democracia para la enorme mayoría del
exterior ni interior. pueblo, o sea la democracia socialista (para los trabajado-
res), a diferencia de la democracia burguesa (para los explo-
Pravda, núm. 213. del 25 de T. 30, págs. 22-28. tadores, para los capitalistas, para los ricos).
septiembre de 1919.
¿Quién lleva razón?
Meditar detenidamente esta cuestión, comprenderla con
más profundidad, significa tener en cuenta la experiencia de
estos dos años y prepararse mejor para su desarrollo futuro.
La situación de la mujer demuestra con particular relieve
la diferencia entre la democracia burguesa y la democracia
socialista y responde con particular claridad a la pregunta
planteada.
En la República burguesa (es decir, donde existe la
propiedad privada sobre la tierra, las fábricas, las acciones,
etcétera), aunque se trate de la República más democrática,
la mujer no ha sido plenamente equiparada en derechos en
ninguna parte del mundo, en ningún .país, ni aun en el más
adelantado. Y eso a pesar de que desde el momento de la
Gran Revolución Francesa (democrático-burguesa) ha trans-
currido más de un siglo y cuarto34.
De palabra, la democracia burguesa promete igualdad y
libertad. De hecho, las repúblicas burguesas, por avanzadas
75
que f~eren, no han dado a la mujer, que constituye la mitad servidor de los terratenientes, de los reyes, de los capitalistas.
del genero humano, plena igualdad con el hombre ante la En dos años, y en uno de los países más atrasados ·de
ley ni la han liberado de la tutela y de la opresión del Europa, el Poder soviético ha hecho en pro de la emancipa-
hombre. · ción de la mujer, de su igualdad con el sexo. "fuerte", lo
La democracia burguesa es la democracia de las frases que no han hecho en ciento treinta años todas las repúblicas
pomposas, de la palabrería solemne, de las promesas rim- avanzadas, ilustradas y "democráticas" del mundo tomadas
':rnmbantes, de las consignas grandilocuentes de libertad e en su conjunto. ·
igualdad, pero, en la práctica, todo eso oculta la falta de Instrucción, cultura, civilización, libertad: en todas las
liberta.d y la desigualdad de la mujer, la falta de libertad y repúblicas capitalistas y burguesas del mundo, todas estas
la desigualdad de los trabajadores y de los explotados. palabras pomposas van unidas a leyes inauditamente infames,
La democracia soviética o socialista rechaza las palabras repugnantes y sucias, brutales y groseras, que refrendan la
pomposas, pero falsas, declara una guerra sin cuartel a la desigualdad de la mujer: leyes como la del derecho matri-
hipocresía de los "demócratas", de los terratenientes de los monial y el divorcio, la de la desigualdad del hijo natural y
c~pitalistas o de los campesinos hartos, que se lucr~n ven- el "legítimo", la de los privilegios para el hombre y la
diendo a los obreros hambrientos los excedentes de trigo a humillación y el ultraje para la mujer.
precios de especulación. El yugo del capital, la opresión que ejerce la "sacrosanta
¡Abajo esta vil mentira! No puede haber ni hay ni propiedad privada", el despotismo de la estupidez pequeño-
habrá "igualdad" de los oprimidos. y opres¿res, de ' los burguesa y de la codicia de los pequeños propietarios: he
.~~plotad?,s y explotadore~. No puede haber, no hay, ni habrá ahí lo que ha impedido que las repúblicas burguesas más
libertad verdadera .mie.ntras lo.s privilegios que la ley democráticas atenten contra estas leyes sucias y viles.
concede a los hombres 1ml?idan la libertad de la mujer, mien- La República Soviética, la República de los obreros y
tras el ~brero no .se emancipe ~el yugo del capital, mientras el campesinos, barrió de una vez dichas leyes y no dejó piedra
campesmo trabajador no se libere del yugo del capitalista sobre piedra de los edificios de la mentira burguesa y de la
del terrateniente o del comerciante. ' hipocresía burguesa.
Que los embuste!'os ~ hipócritas, los obtusos y ciegos, los ¡Abajo esta mentira! Abajo los falsarios que hablan de
burgueses y sus partidarios engañen a:l pueblo hablándole de libertad e igualdad para todos, mientras existe un sexo
la li?ertad en general, de la igualdad en gener'al, de la demo- oprimido, mientras existen clases opresoras, mientras existe
cracia en general. la propiedad privada sobre el capital y sobre las acciones,
Nosotros decimos a los obreros y campesinos: arrancad mientras existen hartos que con sus excedentes de trigo es-
la careta a esos embusteros, abrid los ojos a esos ciegos. clavizan a los hambrientos. No libertad para todos, no
Preguntad: igualdad para todos, sino lucha contra los opresores y ex-
¿La igualdad de qué sexo con qué sexo? plotadores, eliminación de la posibilidad de oprimir y de
¿La de qué nación con qué nación? explotar. ¡Esa es nuestra consigna!
¿La de qué clase con qué clase? ¡Libertad e igualdad para el sexo oprimido!
. ¿La liberació~ de qué yugo o del yugo de qué clase? ¡Libertad e igualdad para el obrero, para el campesino
¿La libertad para que clase? trabajador!
Quien hable de política, de democracia de libertad de ¡Lucha contra los opresores, lucha contra los capitalistas,
igualdad, de s?cialismo, sin.Plantear ~stas c~estiones, sin pro- lucha contra el kulak especulador!
moverlas a primer plano, sm combatir la ocultación el esca- He ahí nuestra divisa de combate; he ahí nuestra verdad
m?teo, el encubrimiento de estas cuestiones, es el peor ene- proletaria, la verdad de la lucha contra el capital, la verdad
migo de. los ,trabajad~res, un lobo con piel de oveja, el que arrojamos a la faz del mundo capitalista con sus frases
adversario mas encarmzado de los obreros y campesinos, un empalagosas, hipócritas y altisonantes sobre la libertad y la
76 77
igualdad en general, sobre la libertad y la igualdad para
todos. Al Buró del Congres o femenin o
Y precisa;n ente porque hemos arrancad o · la máscara a de la provinc ia de Petrogr ado
est<1; h1poc_resia, porque. practicamos con energía revolucio-
naria la .libertad y la igualdad para los oprimidos y para
los trabajado res, contra los opresores contra los capitalistas
contra los kulaks, precisamente por' eso el Poder soviétic~
goza de. tan alta estima entre los obreros del mundo entero.
Precisame~t,e. por eso,. en el día del segundo aniversario
~el Po?er soviebco, .la~ simpatías de las masas obreras, las
s1mpahas de l_os oprimidos y explotados de todos los países
del mun?o estan de nuestra parte. Camarad as:
Precisame~t,e .Por eso, en el día del segundo aniversario No siéndome posible asistir a vuestro Congreso, quisiera
del Pode~ sov1ehco, pese al hambre y al frío, pese a todas transmitiros por escrito mi saludo y desearos los mayores
las ~:1~am1dades 9ue nos acarrea la invasión de la República éxitos.
Sov1et~ca de R~sia por los imperialistas, estamos pletóricos Estamos poniendo término felizmente a la guerra civil.
de fe i~conmovible en la justicia de nuestra causa de fe in- La República Soviética se fortalece con sus victorias sobre
conmovible en el inevitabl e triunfo del Poder so'viético en los explotadores. La República Soviética puede y debe con-
el mundo entero. centrar desde ahora sus fuerzas en una tarea más importan te,
más sentida y más entrañab le para todos nosotros, para
Pravda, núm. 249, del 6 de no- T. 30, págs. 99-102. todos los trabajado res: en la guerra incruenta , en la guerra
viembre de 1919. · por la victoria sobre el frío, el hambre y la ruina económica.
Y en esta guerra incruenta , las obreras. y las ca!°pesinas ~stán
llamadas a desempe ñar un papel de smgular importancia.
Que el Congreso femenino de la provinci a de Petrogra do
ayude a fundar, unir y organiza r el ejército femenino de los
trabajado res en esa guerra incruenta , que debe reportar y
reportará al Poder soviético victorias aún más grandes.
Saludos comunistas
V. Uliánov (Lenin)
10-1-1920.
Petrográdskaya Pravda, núm. 11 T. so, pág. 275.
del 16 de enero de 1920.
Elegid más obreras al Soviet, lo mismo comunistas que
A las obreras sin partido. Con tal de que sean obreras honradas, capaces de
realizar una labor inteligente y concienzuda, aunque · sean
obreras sin.partido, ¡elegidlas al Soviet de Moscú!
¡Más obreras en el Soviet de Moscú! ¡Que el proletariado
de Moscú demuestre que está dispuesto a hacer y hace todo
lo necesario para la lucha hasta la victoria, para la lucha
contra la vieja desigualdad, contra la vieja humillación bur-
guesa de la mujer!
El proletariado no puede lograr la victoria completa sin
Camaradas: conquistar la plena libertad para la mujer.
Las elecciones al Soviet de Moscú muestran el fortaleci-
miento del Partido Comunista entre la clase obrera. N . Lenin
Es preciso que las obreras tomen una parte más activa 21 de febrero de 1920.
en las elecciones: el Poder soviético es el primero y el Pravda, núm. 40, del 22 de fe- T. 80, págs. 846-847.
único en el mundo que ha revocado totalmente las viejas e brero de 1920.
infames leyes burguesas, que colocaban a la mujer en una
situación de desigualdad con respecto al hombre y concedían
a éste privilegios, por ejemplo, en el terreno del derecho
matrimonial o en cuanto a los hijos. El Poder soviético es el
primero y el único en el mundo que, como Poder de los tra-
bajadores, ha suprimido todas aquellas prerrogativas que,
vinculadas con la propiedad, subsisten en el derecho familiar
a favor del hombre en todas las repúblicas burguesas, hasta
en las más democráticas.
Donde hay terratenientes, capitalistas y comerciantes, no
puede haber igualdad entre el hombre y la mujer ni siquiera
ante la ley.
Donde no hay terratenientes, ni capitalistas, ni comercian-
tes, donde el Poder de los trabajadores edifica la nueva vida
sin estos explotadores, existe igualdad entre el hombre y la
mujer ante la ley.
Pero esto no basta.
La igualdad ante la ley no es la igualdad en la vida.
Necesitamos que las trabajadoras consigan la igualdad
con los trabajadores no sólo ante la ley, sino en la vida. Para
esto es preciso que las trabajadoras intervengan cada vez
más en la administración de las empresas públicas y en la
administración del Estado.
Administrando, las mujeres aprenderán con rapidez y se
pondrán a la misma altura que los hombres.
80
Con motivo del Día Internacional de la Obrera "'' ·(y afianzamiento) de l.a primera República Soviética y, a la
vez, y en relación con esto, a la Internacional Comunista36 .
Tratándose de aquellos que estaban oprimidos por el
capitalismo directa o indirectamente, totalmente o en parte,
el régimen soviético y sólo él es el que garantiza la democra-
cia. Lo atestigua claramente la situación de la clase obrera
y de los campesinos pobres; lo prueba claramente la situación
de la mujer.
Pero el régimen soviético es la lucha final y decidida por
la su/Jresión de las clases, por la igualdad económica y social.
A nosotros no nos basta la democracia, ni siquiera la demo-
El capitalismo combina la igualdad formal con la desi- cracia para los oprimidos por el capitalismo, incluido el sexo
gualdad económica y, por tanto, social. En e.sto . reside un_a oprimido.
de las particularidades fundamentales del capitahs.mo, yarti- La tarea principal del movimiento obrero femenino con-
cularidad que es velada falazmente por. los partidarios de siste en la lucha por la igualdad económica y social de la
la burguesía, por los liberales, e incomp!endi~a por los d~ mujer, y no sólo por la igualdad formal. La tarea principal
mócratas pequeñoburgueses. De esta particularid~d del capi- es incorporar a la mujer al trabajo social productivo, arran-
talismo se desprende, entre otras cosas, la necesidad de que carla de la "esclavitud del hogar", liberarla de la subor-
en la lucha resuelta por la igualdad económica se reconozca dinación -embrutecedora y humillante- al eterno y ex-
abiertamente la desigualdad capitalista e incluso, bajo deter- cepcional ambiente de la cocina y del cuart~ de los niños._
minadas condiciones, se coloque este reconocimiento abierto Esta es uria lucha prolongada, que requiere una radical
de la desigualdad como base de la organización estatal pro- transformación de la técnica social y de las costumbres. Pero
letaria (Constitución soviética). . . . esta lucha terminará con la plena victoria del comunismo.
Pero el capitalismo no puede ser consecuente m siquiera
en lo que atañe a la igualdad formal (igualdad ante la ley, 4 de marzo de 1920
"igualdad" del harto y el hambriento, del poseedor y el
desposeído). Y una de las ~anifestaciones más flagrantes .de Pravda, 8 de marzo de 1920 T . 30, págs. 382-888.
esta inconsecuencia es la desigualdad de derechos de la mu1er (número extraordinario).
respecto al hombre. Ningún Estado burgués, ni siquiera el
Estado republicano más progresivo y democrático, ha dado
la plena igualdad de derechos.
En cambio, la República Soviética de Rusia acabó in-
mediatamente con todos los restos, todos sin excepción, de la
desigualdad jurídica de la mujer y le aseguró al punto la
plena igualdad ante la ley.
Se dice que la situación jurídica de la mujer es lo. _que
mejor caracteriza el nivel cultural. En este aserto se contiene
un grano de profunda verda~. Y d,esde este punto .de_vista,
sólo la dictadura del proletariado, solo el Estado socialista ha
podido lograr y ha logrado el más alto nivel ci:ltural.
El nuevo e inusitado impulso dado al movimiento obrero
femenino está, pues, inevitablemente vinculado a la fundación
82
Saludo a la Asamblea de secciones femeninas El Día Internacional de la Obrera
provinciales de toda Rusia
9t
No cabe duda que tanto dicho señor, corno la sociedad distingue de otros países en que sus leyes i;o santifican. _la
técnica rusa que edita la revista mencionada, publicando en hipocresía y la falta de derechos de la mujer y de su hiJO,
ella semejantes raciocinios, se consideran a sí mismos parti- sino que declara, abiertamente y en nombre del Poder del
darios de la democracia y tomarán por grandísima ofensa el Estado, una guerra sistemática contra toda hipocresía y toda
·que se les llame por el nombre que en la realidad se merecen, falta de derechos. .,
es decir, esclavistas, reaccionarios, "lacayos diplomados del La revista marxista tendrá que hacer la guerra tamb1en
clericalismo". a semejantes esclavistas "cultos" de nues.tros tiemp?s. Segu-
El más mínimo conocimiento de la legislación de los países ramente, una parte no pequeña de ellos mclu_s~ recibe entre
burgueses referente al matrimonio, divorcio e hijos naturales, nosotros honorarios del Estado y está al servic10 del Estado
así como de la situación real a este respecto, mostrará a cual- para ilustrar a la juventud, a pesar de que. ~irve para tales
quiera que se interese por esta cuestión que la democracia fines en un grado no mayor del que servman corr?pt~res
burguesa moderna, incluso en todas las repúblicas burguesas manifiestos para desempeñar el cargo de pasante en mshtu-
más democráticas, se revela, precisamente en este sentido, ciones de enseñanza para menores.
corno esclavista con respecto a la mujer y a los hijos natu- La clase obrera de Rusia supo conquistar el Poder, pero
rales. no ha aprendido todavía a utiliz~rlo, ~uesto que,, en c~so
Esto, claro está, no impide a los mencheviques, a los eseris- contrario, hace ya mucho que habna enviado, lo _mas cortes-
tas y a una parte de los anarquistas, y a todos los correspon- me?te posib_le, ,~ semejantes, pedagogo~. y rn1em?~?s de
dientes partidos en el Occidente, continuar gritando acerca sociedades cienhficas a los paises de la democracia . bur-
de la democracia y de la violación de la misma por parte de guesa. Ese es el lugar más adecuado para seme1antes
los bolcheviques. En realidad, la única revolución consecuen- esclavistas.
temente democrática con respecto a cuestiones como las del Pero ya aprenderá, con tal de que tenga ganas de
matrimonio, el divorcio y Ja situación de los hijos naturales, aprender.
es, precisamente, la revolución bolchevique. Y esta es una
cuestión que atañe de un modo directo a los intereses de más 12. 111. 1922.
de la mitad de la población de cualquier país. Sólo la revolu-
ción bolchevique, por primera vez, a pesar de la enorme can- Bajo la Bandera del Marxismo, T. 88, págs. 208-210.
tidad de revoluciones burguesas que le precedieron y que se núm. 8, marzo de 1922.
llamaban democráticas, ha llevado a cabo una lucha decidida
en dicho sentido, tanto contra la reacción y la esclavitud,
como contra la hipocresía habitual de las clases pudientes y
gobernantes.
Si los 92 divorcios, en proporción a 10.000 matrimonios, le
parecen una cifra fantástica al señor Sorokin, nos queda por
suponer que el autor o bien ha vivido y se ha educado en
algún monasterio tan alejado de la vida que es dudoso que
alguien crea en la existencia de tal monasterio, o bien dicho
autor tergiversa la verdad para complacer a la reacción y a
la burguesía. Cualquiera que conozca, por poco que sea, las
condiciones sociales de los países burgueses, sabrá que el
número real de los divorcios reales (naturalmente, no sancio-
nados por la Iglesia y por la ley) es, en todas partes, incon-
mensurablemente más grande. En este sentido, Rusia sólo se
92
A la Confere ncia de obreras y campesi nas Apéndice:
sin partido de Moscú y su provinc ia • • Recuerd os sobre Lenin
V uestro Lenin
6-XI-192 2.
Rab6chaya Moskvá, T. SS, pág. S73.
núm. 227, 9 de noviembre de
1922.
Del cuaderno de notas
tOl t03
materialismo histórico. Actualmente, todos los pensamientos ciones juveniles. Se dice que no es tan fácil contar con el
de. las obreras deben estar concentrados en la revoluc~~n número suficiente de conferenciantes que traten el proble-
proletaria. Ella cre~r~ también la I;rnse para una renov~c1on ma. Esta anormalidad es particularmente perniciosa para
efectiva de las condlClones del matnmomo y de las relac10nes el movimiento juvenil, y particularmente peligrosa. Puede
entre los sexos. Pero ahora, ciertamente, destacan en el muy fácilmente contribuir a una excesiva excitación y desa-
primer plano otros problemas dist.intos a las formas ~el ~a rreglo de la vida sexual de algunos y disipar la salud y las
trimonio entre los negros australianos y a ~os matrn~om?s energías de la juventud. Ustedes deben luchar también
dentro de una misma familia en el mundo antiguo, La h1stona contra este fenómeno. Pues entre el movimiento femenino
sigue planteando en el orden del día al proletario alemán las y el juvenil hay no pocos puntos de contacto. Nuestras ca-
cuestiones relativas a los Soviets, a la paz deVersalles44 y su maradas comunistas deben desplegar por doquier una labor
influencia en la vida de las masas femeninas, al paro forzoso, metódi::a y conjunta con la juventud. Esto las elevará y las
al salario que desciende, a los impuestos y otras muchas cosas. trasladará del mundo de la maternidad individual al mundo
En pocas palabras, ·me atengo a mi <?~inión de que este de la maternidad social. Es necesario contribuir a todo des-
procedimiento de educación política y social d,e las obrera~ es pertar de la vida social y de la actividad de la mujer, para
desacertado, completamente desacertado. ¿Como ha podido que pueda superar la estrechez de su sicología casera y fa-
usted callar? Usted debía haber opuesto a todo ello su miliar pequeñoburguesa, individualista. Pero esto dicho sea
autoridad. , . de paso.
Le expliqué a mi fogoso amigo que no hab1a perdido oca- También en nuestro país una parte considerable de la
sión de criticar, de hacer objeciones . a las c.amarad~s. que juventud se dedica con todo celo a una "revisión de las
ocupaban puestos de dirección y de mte.rvemr en d1stmtos concepciones y de la moral burguesas" en los problemas
lugares. Pero él sabía muy biet? q~~ nadie es ~rof eta en su sexuales. Y debo añadir, una parte considerable de nuestra
tierra y entre los suyos. Con m1 cnbca me ga.ne la sospec~a mejor juventud, de la que realmente promete mucho. La
de que "en mí eran todavía f~e.rte~ los resab10s de la pos~,- cuestión está planteada como usted acaba de indicar. En
• ción socialdemócrata y del f ihst~1~mo pasad~ ~e mo~a. · la atmósfera de las consecuencias de la guerra y de la
Sin embargo, al fin y al cabo, la c~1hca.no hab1a sido estenl. revolución que ha comenzado, los viejos valores ideológicos
Las cuestiones sexuales y del matnmomo no son ya ~os P.~n se derrumban, perdiendo su fuerza de contención. Los nue-
tos centrales en los círculos y en las veladas de d1scus10n. vos valores cristalizan lentamente, a través de la lucha.
Lenin siguió desarrollando el hilo de sus ideas. . Los puntos de v1sta sobre las relaciones humanas y sobre
- Ya lo sé, ya lo sé -dijo-, de mí tam?ién se tiene, las relaciones entre el hombre y la mujer se radicalizan, lo
en relación con esto, la sospecha bastante arraigada ~~ que mismo que los sentimientos y las ideas. Se establecen nuevos
soy un filisteo. Y o reacciono ante esto ~on tranquihda,d. límites entre el derecho del individuo y el derecho de la
Los tiernos polluelos que apenas han. salido del. cascaron colectividad y, por tanto, entre las obligaciones del indivi-
de las concepciones burguesa~, son s1emp~e ternblemente duo. Este es un proceso lento y frecuentemente muy doloroso
ingeniosos. Tenemos que avenirnos a ello, sm enmenda~nos. de génesis y caducidad. Todo esto afecta también· a la esfera
El movimiento juvenil también adolece del plant~am1ento de las relaciones sexuales, del matrimonio y de la familia. La
moderno de las cuestiones sexuales y de una excesiva pre- desintegración, la podredumbre y la sordidez del matrimo-
ocupación por ~llas. . , • " nio burgués, con las dificultades que ofrece para ser anulado,
Lenin cargo el acento con uoma en l!l palabra mo~er- con la libertad para el marido y con la esclavitud para la
no", haciendo al mismo tiempo como s1 se desentendiera mujer, así como la abominable falsedad de la moral y de
de esto. . 1
las relaciones sexuales impregnan a las mejores personas de
- Según me han informado, l~s cuest10nes sexua.es .son un sentimiento de profunda aversión.
también objeto preferido de estud10 en vuestras organiza- El yugo de las leyes del Estado burgués relativas al ma-
t04 tos
trimonio y a la familia agravan el mal y agudizan los con- imp?rtanci~, como bebers~. un vaso ~e agua. A causa de esta
flictos. Es el yugo de la "sacrosanta propiedad privada". teor.ra . del v.aso de agua nuestra Juventud ha perdido los
Esta consagra la venalidad, la bajeza, la suciedad moral. estnbos, sencillamente ha perdido los estribos. Esta teoría se
El engaño convencional de la "respetable" sociedad bur- ~a c~nvertido en u_n sino fatal para muchos jóvenes. Los par-
guesa corona el resto. Las gentes se rebelan contra las abo- tidanos de ella af1rman que es una teoría marxista. Gracias
minaciones y las perversidades imperantes. Y en esta época, sean dadas a .este "marxismo", para el que todos los fenó-
cuando se desmoronan Estados poderosos, cuando caen rotas menos y cambios en la _superestructura ideológica de la socie··
las viejas relaciones de dominio, cuando comienza a perecer dad se d~ducen ex_c,1us1vamente, de manera inmediata y · di-
todo un mundo social, en esta época las emociones del hom- recta, Y sm excepc1on, de la base económica. La cuestión no
bre experimentan rápidos cambios. El deseo vehemente de es tan ~;ncilla, ni mucho menos. Un tal Federico Engels
diversidad en los placeres adquiere fácilmente una fuerza e_stable~10, h_ace ya mucho esta verdad, referente al materia-
irrefrenable. Las formas del matrimonio y de las relaciones lismo h1stonco.
entre los sexos en el sentido burgués no satisfacen ya. En el Estimo que la famosa teoría del "vaso de agua" no tiene
terreno del matrimonio y de las relaciones sexuales se apro- nada de marxista y, además, es antisocial. En la vida sexual
xima una revolución en consonancia con la revolución pro- s~ manifie_s,ta no sólo lo que al hombre ha dado la naturaleza,
letaria. Se comprende que el cúmulo de cuestiones extraor- smo tamb1en lo q1;1e -elevado o ruin- le ha reportado la
dinariamente complejo que esto ptantea en el orden del día, c~It1;1r_a. ~n el Origen 1e la familia, Engels señalaba cuán
preocupe hondamente tanto a la mujer como a la juventud. s1gmf1cativo es que la. simple atracción sexual se haya desa-
La una y la otra sufren con particular rigor las consecuen· rrolla~o hasta convertirse en el amor sexual individual y se
cias de la actual irregularidad en la esfera de las relaciones haya ido elevando más y más. Las relaciones entre los sexos
sexuales. La juventud se subleva contra esto con el ímpetu no son la simple expresión del juego entre la economía social
propio de su edad. Esto se comprende. Nada más falso que Y la necesidad física. N o sería marxismo sino racionalismo
predicar a la juventud un ascetismo monacal y la santidad tra~ar de reducir. directamente a la bas~ económica de l~
de la sucia moral burguesa. Sin embargo, no está bien que s?ciedad el cambio. de estas relaciones por sí mismas, des-
en estos años las cuestiones sexuales, planteadas con intensa ligadas de su conexión general con toda la ideología. Natu-
fuerza por causas naturales, pasen a ser las cuestiones cen- ralmente, la sed exige_ ".erse satisfecha. Mas ¿acaso una per-
trales en la vida síquica de la juventud. Las consecuencias sona normal, en cond1c1ones normales, se pondría en plena
son sencillamente fatales. calle a beber de un charco enfangado? ¿O de un vaso cuyos
Desde luego, la nueva actitud de la joven generación bordes hayan pasado por decenas de labios? Pero lo más im-
hacia las cuestiones de la vida sexual es una actitud "de portante d_e t?~º es el aspecto social. Beber agua es cosa
principios" y se basa. en una supuesta teoría. Muchos califican realmente md1v1dual. Pero ~n el amo; participan dos, y surge
su posición de "revolucionaria" y "comunista". Piensan sin- un~ tercera, una nueva vida. Aqm aparece ya el interés
ceramente que esto es así. Yo, un viejo, no soy de esa opi- social, surge el deber ante la colectividad.
nión. Aunque no tengo nada de asceta sombrío, la llamada Como comunista, no siento la menor simpatía por la teo-
"nueva vida sexual" de la juventud -y frecuentemente de ría del "vaso de agua", aunque ostente la etiqueta del "amor
los adultos- me parece con bastante frecuencia una· vida libre". Por añadidura, ni es nueva ni es comunista. Usted,
puramente burguesa, me parece una variedad de las respeta- pro?ablemente, rec?rdará que esta teoría se preconizaba en
bles casas burguesas de tolerancia. Todo esto no tiene nada la literat~~a, apr?x111?~damente a ~e?,iados del siglo pasado,
de común con el amor libre, como lo entendemos los comu- como la emanc1pac10n del corazon . En la práctica bur-
nistas. Usted, naturalmente, conoce la famosa teoría de que, guesa, ;s~a teoría se convir~ió en la emancipación del cuerpo.
en la sociedad comunista, satisfacer el deseo sexual y las Las predicas en aquellos tiempos eran más inteligentes que
inquietudes amorosas es una cosa tan sencilla y tan de poca ahora ; en cuanto a la práctica, no puedo juzgar.
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No es que yo quiera con mi crítica propugnar el ascetis- sí mismo y la autodisciplina no significan esclavitud; se
mo. Ni pensar en tal cosa. El comunismo debe traer consigo necesitan igualmente en el amor. Pero perdóneme, Clara.
no el ascetismo, sino la alegría de vivir y el optimismo, susci- Me he alejado mucho del punto de partida de nuestra con-
tado también por la plenitud de la vida amorosa. Sin em- versación. ¿Por qué no me ha llamado usted al orden? La
bargo, a mi jui<,;io, el exceso de vida sexual que hoy se ob- alarma me ha obligado a hablar de más. El futuro de nuestra
serva a menudo, lejos de reportar alegría vital y optimismo, juventud me inquieta profundamente. Es una parte de la
los disminuye. En tiempos de revolución, esto es malo, muy revolución. Y si los fenómenos perniciosos de la· sociedad
malo. burguesa comienzan a extenderse al mundo de la revolución,
La juventud necesita particularmente alegría vital y op- como las raíces ampliamente ramificadas de algunas malas
timismo. Deporte saludable -gimnasia, natación, excursio- hierbas, es mejor oponerse a esto a tiempo. Además, las cues-
nes, ejercicios físicos de toda clase-, diversidad de inquie- tiones tratadas forman también parte del problema femenino.
tudes espirituales, estudio, análisis, investigación, ¡y todo Lenin hablaba con gran animación y fuerza persuasiva.
ello, a poder ser, combinado! Todo esto da a la juventud Y o sentía que cada una de sus palabras brotaba del fondo de
más que las eternas conferencias y discusiones sobre los pro- su alma: la expresión de su rostro así lo confirmaba. A
blemas sexuales y el llamado "goce de la vida". ¡Una mente veces, un enérgico- movimiento de la mano subrayaba las
sana en un cuerpo sano! Ni un monje, ni un Don Juan, pero ideas. Y o me asombraba de cómo Lenin dedicaba tanta
tampoco un filisteo alemán como término medio. Usted cono- atención para analizar, además de las cuestiones políticas de
cerá tal vez al joven camarada XYZ. ¡Magnífico e inteli- mayor trascendencia, los fenómenos aislados. Y no sólo los
gente muchacho! Temo que, a pesar de todo, no saldrá de él fenómenos de la Rusia Soviética, sino también los de los
nada de provecho. De una historia amorosa cae en otra. Esto Estados capitalistas. Como magnífico marxista, consideraba
no sirve ni para la lucha política ni para la revolución. Tam- lo aislado, en cualquier forma que se manifestase, en su
poco garantizo la firmeza y el temple en la lucha de aquellas conexión con lo grande, con el conjunto, apreciando lo que
mujeres cuyas veleidades amorosas se entrelazan con la polí- significaba para este conjunto. Su voluntad, la finalidad de
tica, y de aquellos hombres a quienes se les van los ojos tras su vida tendían por entero, inquebrantablemente, como una
cada falda y que se dejan enredar por cada mujercita joven. fuerza inexorable de la naturaleza, a acelerar la revolución,
No, no, esto no concuerda con la revolución. : como obra de las masas. Apreciaba todo de acuerdo con la
Lenin se puso de pie, golpeó con el puño en la mesa y influencia que ello pudiera ejercer sobre las fuerzas conscien-
dio unos cuantos pasos por la habitación. tes y combativas de la revolución, tanto nacionales como
- La revolución exige de las masas y de los individuos internacionales, ya que siempre tenía ante sí la revolución
concentración interna y tensión de las fuerzas. No consiente proletaria mundial única e indivisible, tomando en consi-
estados orgiásticos como los que son habituales para los deración todas las particularidades de los distintos países,
héroes y las heroínas decadentes de D'Ann1;1nzio. La inconti- producto de la historia, y las diversas etapas de su desarrollo.
nencia en la vida sexual es burguesa: es un signo de degenera- - ¡Cuánto lamento, camarada Lenin -exclamé-, que
ción. El proletariado es una clase ascen1ente. No ne.cesit~ sus palabras no sean oídas por cientos, por miles de personas!
de la embriaguez que le enerve o le excite. No necesita m Usted sabe que a mí no hay que convencerme. Pero ¡qué
la embriaguez de la incontinencia se.x ual ni la embriaguez importante sería que escucharan su opinión los amigos y los
alcohólica. No piensa ni quiere olvidar la vileza, la putrefac- enemigos!
ción y la barbarie del capitalismo. Extrae los más fuertes Lenin se sonrió bonachonamente.
estímulos para la lucha de la situación de su clase, del ideal - Tal vez algún día pronuncie un discurso o escriba
comunista. Necesita claridad, claridad y una vez más clari- algo sobre estas cuestiones. Más tarde, ahora no. Ahora todo
dad. Por eso, repito, no debe haber la menor debili~<:d, el el tiempo y todas las energías deben concentrarse en otra
menor despilfarro y agotamiento de fuerzas. El dom1mo de cosa. Hay preocupaciones más importantes y más graves.
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La lucha por mantener y fortalecer el Poder soviétic~ es~á de la sociedad y la propiedad privada sobre los medios de
lejos de haberse terminado. Debemos esforzarnos por. di~enr producción. Así delimitaremos con toda precisión los campos
lo mejor posible el desenlace de la guerra con Poloma4 • En entre nosotros y el movimiento burgués por la "emancipa-
el Sur está aún Wrángel. Es cierto que yo tengo la fi~me ,se- ción de la mujer". Esto sentará también las bases para exa-
guridad de que le ajustaremos las cuentas. Esto obligara a minar el problema femenino como parte del problema social,
reflexionar a los imperialistas ingleses y franceses y a sus obrero, y por tanto permitirá vincularlo firmemente con la
pequeños vasallos. Pero tenemos por del~n~e todavía la parte lucha proletaria de clase y con la revolución. El movimiento
más difícil de nuestra tarea: el restablecimiento de la econo- comunista femenino debe ser un movimiento de masas, debe
mía. En el proceso del mismo adquir_irán también ii;npor~an ser una parte del movimiento general de masas, no sólo del
cia las cuestiones sexuales, las cuestiones del matnmomo y movimiento de los proletarios, sino de todos los explotados
de la familia. Pero mientras tanto ustedes deben luchar, y oprimidos, de todas las víctimas del capitalismo. En esto
cuando y donde sea preciso. No deben p:rmitir que estas consiste la importancia del movimiento femenino para la
cuestiones se traten de un modo no marxista y abonen el lucha de clase del proletariado y para su misión histórica
terreno para desviaciones y deformaciones desorganiza~oras . . creadora: la organización de la sociedad comunista. Podemos
Por fin ha llegado el momento de hablar del trabaJO de enorgullecernos con razón de que la flor y nata de las muje-
usted. res revolucionarias militan en nuestro Partido, en la Interna-
Lenin miró al reloj. cional Comunista. Pero esto no tiene todavía una importan-
- La mitad del tiempo de que dispongo -dijo- ha cia decisiva. Debemos atraer a millones de trabajadoras en
pasado ya. Me he extendido demasi~do. Uste~ debe es~ribir la ciudad y en el campo a la participación en nuestra lucha,
unas tesis directrices sobre el trabaJo comumsta entre las y en particular a. la obra de la reestructuración comunista de
mujeres. Conozco su enfoque de principios y su experiencia la sociedad. Sin las mujeres no puede existir un verdadero
práctica. Por eso nuestra conversación en torno a esta labor movimiento de masas.
será breve. Veamos. ¿Cómo concibe usted estas tesis? De nuestra concepción ideológica se desprenden asimismo
En pocas palabras le di a c?nocer lo qt_Ie .Yº pensa~a. medidas de organización. ¡Nada de organizaciones especiales
Lenin asintió con la cabeza repetidas veces, sm mterrumpir- de mujeres comunistas! La comunista es tan militante del
me. Cuando terminé, le miré en espera de su opinión. Partido como lo es el comunista, con las mismas obligaciones
- Está bien -dijo-. Además, sería bueno que pr~sen y derechos. En esto no puede haber ninguna divergencia. Sin
tase usted un informe sobre esto en una asamblea de muJeres embargo, no debemos cerrar los ojos ante los hechos. El Par-
militantes responsables del Partido y que se discutiese la tido debe contar con organismos -grupos de trabajo, comi-
cuestión. Es lamentable, muy lamentable que la camarada siones, comités, secciones o como se decida denominarlas-
Inés no se encuentre aquí. Está enferma y ha marchado al cuya tarea especial consista en despertar a las amplias masas
Cáucaso. Después de l~ discusión, ~s~rib:i us~ed las ~e~is; La femeninas, vincularlas con el Partido y mantenerlas bajo la
comisión las examinara y el Comite EJecuhvo dec1dira en influencia de éste. Para ello, naturalmente, es necesario que
definitiva. Y o expresaré mi opinión solamente sobre algunos desarrollemos plenamente una labor sistemática entre estas
puntos principales, en los que coincido por completo c~n masas femeninas. Debemos educar a las mujeres que haya-
usted. Me parecen también importantes para nuestro trabaJO mos conseguido sacar de la pasividad, debemos reclutarlas y
cotidiano de agitación y propaganda, ya que deseamos pre- armarlas para la lucha proletaria de clase bajo la dirección
parar acciones eficaces y combates victoriosos. del Partido Comunista. No sólo me refiero a las proletarias
Las tesis deben subrayar con rigor que la verdadera que trabajan en la fábrica o se afanan en el hogar, sino tam-
ema~cipación de la mujer sólo es posible a través del. co1!1u- bién a las campesinas, a las mujeres de distintas capas de
nismo. Es preciso esclarecer profundamente el nexo ~ndiso la pequeña burguesía. Ellas también son víctimas del capita-
luble entre la situación de la mujer como persona y miembro lismo y desde la guerra lo son más que nunca. Sicología apo-
HO Uf
lítica, ~o social, atrasada, de estas masas femeninas; estrechez Todos estos razonamientos se vienen abajo ante una necesi-
del campo de su actividad, todo su modo de vida: tales son dad inexorable: sin millones de mujeres no podemos realizar
los hechos. No prestar atención a esto sería inconcebible, la dictadura proletaria, sin ellas no podemos llevar a cabo la
completamente inconcebible. Necesitamos nuestros propios edificación comunista. Debemos encontrar el camino que
organismos para trabajar entre ellas, necesitamos métodos nos condu:ca hasta ellas, debemos ·e studiar mucho, probar
especiales de agitación y formas especiales de ·organización. muchos metodos para encontrarlo.
No se trata de una defensa burguesa de los "derechos de Por eso es totalmente justo que presentemos reivindica-
la mujer", sino de los intereses prácticos de la revolución. ciones en favor de la mujer. Esto no es un programa mínimo,
Le dije a Lenin que sus razonamientos constituían para no es un programa de reformas en el espíritu socialdemó-
mí un apoyo valioso. Muchos camaradas, muy buenos cama- crata, en el espíritu de la II Internacional47• Esto no es el
radas, se oponían del modo más resuelto a que el Partido reconocimiento de que creamos en la eternidad o al menos
crease organismos especiales para una labor metódica entre en una existencia prolongada de la burguesía y de su Estado.
las amplias masas femeninas. Llamaban a esto retorno a Tampoco es un intento de apaciguar a las masas femeninas
las tradiciones socialdemócratas, a la célebre "emancipación con reformas y desviarlas de la lucha revolucionaria. Esto
de la mujer". Trataban de demostrar que los partidos comu- nada tiene de común con las supercherías reformistas. Nues-
nistas, al reconocer por principio y plenamente la igualdad tras reivindicaciones se· desprenden prácticamente de la tre-
de derechos de la mujer, deben desarrollar su labor entre las menda miseria y de las vergonzosas humillaciones que sufre
masas trabajadoras sin diferencias de ninguna especie. La la mujer, débil y desamparada bajo el régimen burgués.
manera de trabajar entre las mujeres debe ser la misma que Con esto testimoniamos que conocemos estas necesidades,
entre los hombres. Todo intento de tener en cuenta en la que comprendemos igualmente la opresión de la mujer, que
agitación o en la organización las circunstancias indicadas comprendemos la situación privilegiada del hombre y odia-
por Lenin es considerado por los defensores de la opinión mos -sí, odiamos- y queremos eliminar todo lo que oprime
opuesta como oportunismo, como traición y renuncia a los y atormenta a la obrera, a la mujer del obrero, a la campe-
principios. sina, a la mujer del hombre sencillo e incluso, en muchos as-
- Esto ni es nuevo ni sirve en modo alguno como prue- a
pectos, la mujer de la clase acomodada. Los derechos y
ba -replicó Lenin-. No se deje usted desorientar. ¿Por las medidas sociales que exigimos de la sociedacl burguesa
qué en ninguna parte, ni siquiera en la Rusia Soviética, no para la mujer, son una prueba de que comprendemos la si-
militan en el Partido tantas mujeres como hombres? ¿Por tuación y los intereses de la mujer y de que bajo la dictadura
qué el número de obreras organizadas en los sindicatos es tan proletaria las tendremos en cuenta. Naturalmente, no con
r.educido? Estos hechos obligan a reflexionar. La negación de adormecedoras medidas de tutela; no, naturalmente que no,
la necesidad de organismos especiales para nuestro trabajo sino como revolucionarios que llaman a la mujer a trabajar
entre las extensas masas femeninas es una de las manifesta- en pie de igualdad. por la transformación de la economía y
ciones de una posición muy de principios y muy radical de de la superestructura ideológica.
nuestros "queridos amigos" del Partido Obrero Comunista46• Aseguré a Lenin que compartía su punto de vista, pero
Según ellos, debe existir una sola forma de organización: que, indudablemente, este punto de vista encontraría resis-
la Unión obrera. Ya lo sé. Muchas cabezas de mentalidad ·re- tencia. Mentes inseguras y medrosas lo rechazarían como
volucionaria, pero embrolladas, se remiten a los principios "oportunismo peligroso". Tampoco se debe negar que nues-
cuando no ven la realidad, es decir, cuando la inteligencia tras actuales reivindicaciones para la mujer pueden ser
se niega a apreciar los hechos concretos en los que se debe comprendidas e interpretadas equivocadamente.
parar la atención. ¿Cómo hacen frente estos mantenedores - ¡Qué le vamos a hacer! -exclamó Lenin, algo irri-
de la "pureza de principios" a las necesidades que nos impone tado-. Este peligro se extiende a todo cuanto decimos y
el desarrollo histórico en nuestra política revolucionaria? hacemos. Si por temor a él vamos a abstenernos de actos con-
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venientes y necesarios, podemos convertirnos sencillamente · - ¡La Rusia Soviética está demostrando esto -excla-
en místicos contemplativos indios. ¡Nada de moverse, nada mé-, y nos servirá de gran ejemplo!
de moverse, no sea que caigamos desde la altura de nuestros Lenin prosiguió.
principios! En nuestro caso no se trata sólo de lo que exija- - La Rusia Soviética plantea nuestras reivindicaciones
mos, sino de cómo hagamos esto. Y o creo que lo he subrayado para la mujer bajo un aspecto nuevo. En la dictadura del
con suficiente claridad. Como es lógico, en nuestra propagan- proletariado esas reivindicaciones ya no son objeto de lucha
da no debemos repasar en actitud orante las cuentas del entre el proletariado y la burguesía, sino que son ladrillos
rosario de nuestras reivindicaciones para la mujer. No, en para la edificación de la sociedad comunista. Esto muestra
dependencia de las condiciones existentes debemos luchar ª.las m~~eres de más all~ de nuestras fronteras la importan-
ora por unas reivindicaciones, ora por otras, luchar, natural- cia dec1s1va de la conqmsta del Poder por el proletariado.
mente, siempre en relación con los intereses generales del La diferencia entre su situación aquí y allí debe ser estable-
proletariado. cida con precisión, para que ustedes puedan contar con las
- Como es lógico, cada combate nos pone en contradic- mas":s femeninas en .l~ lucha de clase revolucionaria del pro-
ción con la honorable camarilla burguesa y sus no menos let_an~~o. Saber movilizarlas con una clara comprensión de los
honorables lacayos reformistas. Ello obliga a estos últimos prmc1p1os y sobre una firme base organizativa, es cuestión de
bien a luchar a nuestro lado, bajo nuestra dirección -cosa la que dependen la vida y la victoria del Partido Comunista.
que ellos no quieren-, bien a quitarse la máscara. Por tanto, Pero no debemos engañarnos. En nuestras secciones naciona-
la lucha hace que nos destaquemos con relieve, pone de les no existe todavía una comprensión cabal de este problema.
manifiesto nuestro perfil comunista. La lucha nos granjea Nuestras secciones nacionales mantienen una actitud pasiva
la confianza de las amplias masas femeninas, que se sienten y expectante ante la tarea de crear bajo la dirección comu-
explotadas, esclavizadas, agobiadas por el dominio del nista un movimiento de masas de las trabajadoras. No com-
hombre, por el poder de los patronos y por toda la sociedad pren~en que desplegar ese movimiento de masas y dirigirlo
burguesa en su conjunto. Las trabajadoras, traicionadas y constituye una parte muy importante de toda la actividad
abandonadas por todos, comienzan a comprender que deben del Partido, incluso la mitad del trabajo general del Partido.
luchar junto con nosotros. ¿Debernos aún persuadirnos unos El reconocimiento, a veces, de la necesidad y del valor de
a otros de que la lucha por los derechos de la mujer tiene un potente movimiento femenino comunista, que tenga ante
que estar vinculada con el objetivo fundamental: con la sí un objetivo claro, es un reconocimiento platónico de pala-
conquista del Poder y la instauración de la dictadura del bra, y no una preocupación y un deber constantes del
proletariado? Esto es para nosotros en los momentos actuales Partido.
y seguirá siendo el alfa y omega. Esto es claro, completa- Nuestras secciones nacionales conciben la labor de agita-
mente claro. Pero las amplias masas femeninas trabajadoras ción y propaganda entre las masas femeninas, su despertar y
y populares no sentirán el anhelo irresistible de compartir su radicalización como algo secundario, como una tarea que
con nosotros la lucha por el Poder del Estado si siempre afecta exclusivamente a las mujeres comunistas. Se reprocha
trompeteamos exigiendo esta sola reivindicación, aunque a las comunistas que esta obra no avanza con la debida rapi-
sea con las trompetas de Jericó. ¡No, no! También en la con- dez y energía. ¡Esto es injusto, totalmente injusto! Verda-
ciencia de las masas f erneninas debemos vincular política- dero separatismo e igualdad de derechos de la mujer a la
mente nuestro llamamiento con los sufrimientos, las necesi- rebours, como dicen los franceses, es decir, igualdad de
dades y los deseos de las trabajadoras. Estas deben saber derechos de la mujer al revés. ¿En qué se basa esta posición
que la dictadura proletaria significa para ellas la plena igual- errónea de nuestras secciones nacionales? (No hablo de la
dad de derechos con el hombre tanto ante la ley corno en la Rusia Soviética.) En definitiva, esto no es otra cosa que una
práctica, en la familia, en el Estado · y en la sociedad, así subestimación de la mujer y de su trabajo. Eso es. Lamen-
corno también el derrocamiento del poder de la burguesía. tablemente, de muchos de nuestros camaradas aún se puede
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s• 115
decir: "Escarbad en un comunista y encontraréis a un - El Gobierno de la dictadura del proletariado, en
filisteo". Naturalmente, es preciso escarbar en el punto sen- alianza, naturalmente, con el Partido Coinunista y los sin-
sible: en su sicología con relación a la mujer. ¿Existe prueba dicatos, hace todos los esfuerzos necesarios para superar las
más evidente que el hecho de que los hombres vean con concepciones atrasadas de los hombres y las mujeres y aca-
calma cómo la mujer se desgasta en el trabajo doméstico, un bar así con· la base de la vieja sicología no comunista. Huelga
trabajo menudo, monótono, agotador y que le absorbe el decir que se ha efectuado la plena igualdad de derechos del
tiempo y las energías; cómo se estrechan sus horizontes, se hombre y la mujer en la legislación. En todas las esferas se
nubla su inteligencia, se debilita el latir de su corazón y observa un deseo sincero de llevar a la práctica esta igualdad.
decae la voluntad? Naturalmente, no aludo a las damas bur- Estamos incorporando a las mujeres al trabajo en la econo-
guesas, que encomiendan todos los quehaceres domésticos, mía soviética, en los organismos administrativos, en la le-
incluido el cuidado de los niños, a personas asalariadas. gislación y en la labor de gobierno. Les estamos abriendo las
Todo lo que digo se refiere a la inmensa mayoría de las puertas de todos los cursillos y centros docentes para elevar
mujeres, comprendidas las mujeres de los obreros, aunque su preparación profesional y social. Estamos creando diversos
se pasen todo el día en la fábrica y ganen su salario. establecimientos públicos: cocinas y comedores, lavaderos
Son muy pocos los maridos, hasta entre los proletarios, y talleres de reparación, casas-cuna, jardines de la infapcia,
que piensen en lo mucho que podrían aliviar el peso y las orfanatos y todo género de establecimientos educativos. En
preocupaciones de la mujer, e incluso suprimirlos por com- una palabra, estamos aplicando de verdad la reivindicación
pleto, si quisieran ayudar "a la mujer en su trabajo". No lo de nuestro programa de transmitir las funciones económicas
hacen, por considerarlo reñido con "el derecho y la dignidad y educativas de la vida doméstica individual a la sociedad.
del marido". Este exige descanso y confort. La vida casera De este modo, la mujer es liberada de la vieja esclavitud
de la mujer es un sacrificio diario en miles de detalles nimios. doméstica y de toda dependencia del marido. Se le brinda la
El viejo derecho del marido a la dominación continúa sub- plena posibilidad qe actuar en la sociedad de acuerdo con
sistiendo en forma encubierta. Su esclava se venga de él sus capacidades e inclinaciones. En cuanto a los niños, se les
objetivamente por esta situación, también en forma vela- ofrecen condiciones más favorables para su desarrollo que
da: el atraso de la mujer, su incomprensión de los ideales las que pudieran tener en casa. En nuestro país existe la
revolucionarios del marido debilitan el entusiasmo de éste legislación más avanzada del mundo en lo que atañe a la
y su decisión de luchar. Estos son los pequeños gusanos que protección del trabajo femenino. Delegados de los obreros
corroen y minan las energías de modo imperceptible y lento, organizados la llevan a la práctica. Estamos organizando
pero seguro. Conozco la vida de los obreros, y no sólo a casas de maternidad, casas para la madre y el niño, consul-
través de los libros. Nuestro trabajo comunista entre las torios para las madres, ·o rganizamos cursillos para ap;~nder
masas femeninas, nuestra labor política comprende una parte a cuidar a los niños de pecho y de corta edad, expos1c1ones
considerable de trabajo educativo entre los hombres. Debe- sobre la protección de la maternidad y de la infancia, etc.
mos extirpar hasta las últimas y más pequeñas raíces del Hacemos los mayores esfuerzos para satisfacer las necesida-
viejo punto de vista propio de los tiempos de la esclavitud. des de las mujeres cuya situación material no está asegurada
Debemos hacerlo tanto en el Partido como en las masas. y de las trabajadoras en paro forzoso.
Esto afecta a nuestras tareas políticas, lo mismo que la im- Sabemos muy bien que todo esto es todavía poco en com-
periosa necesidad de formar un núcleo de cam~radas -ho.~ paración con las nece~idades de las mas~s fe~~ninas traba-
bres y mujeres- que cuenten con una sena preparac10n jadoras, que esto es aun completamente msuf1c1ente para su
teórica y práctica para realizar e impulsar la labor de Partido efectiva emancipación. Pero esto representa un paso gigan-
entre las trabajadoras. tesco hacia adelante con respecto a lo que existía en la Rusia
A mi pregunta sobre las condiciones existentes en la zarista, capitalista. Esto es incluso mucho en comparación
Rusia Soviética, Lenin contestó: con lo que se hace allí donde el capitalismo ejerce aún su
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dominio absoluto. Este es un buen comienzo. El rumbo t.º bre, y no una mujer. Por cierto, debo decir que usted sabe
acertado, y lo seguiremos de manera consecuente, con toda escuchar con toda seriedad. Tal vez sea eso lo que me ha
nuestra energía. Ustedes, en el extranjero, pueden estar hecho extenderme tanto.
seguros de ello. Cada día de existencia del Estado soviético Después de hacer esta ingeniosa observación, Lenin me
nos hace ver con más claridad que no avanzaremos sin el ayudó a ponerme el abrigo:
concurso de millones de mujeres. Figúrese lo que esto sig- - Debía usted abrigarse mejor -me dijo preocupado-.
nifica en un país donde el 80% de la población por lo menos, Moscú no es Stuttgart. H ay que mirar por usted. No se
son campesinos. La pequeña hacienda campesina significa enfríe. Hasta la vista.
la economía doméstica individual y el sometimiento de la Me estrechó fuertemente la mano.
mujer a ella. En este sentido, la situación será para ustedes
mucho mejor, las cosas les serán más fáciles que a nosotros,
naturalmente, a condición de que vuestras masas proletarias
tomen conciencia de su madurez histórica objetiva para la Mi siguiente conversación con Lenin sobre el movimiento
conquista del Poder, para la revolución. No desesperemos. femenino tuvo lugar unas dos semanas después. Lenin vino
Nuestras fuerzas crecen junto con las dificultades. La necesi- a verme. Como casi siempre, su visita fue inesperada, im-
dad práctica hará que encontremos nuevos caminos en lo provisada, hecha en un intervalo de la gigantesca labor del
que se refiere a la emancipación de las masas femeninas. jefe de la revolución victoriosa. Lenin tenía el aspecto de
Unida al Estado soviético la solidaridad fraternal llevará a un hombre muy cansado y preocupado. Wrángel aún no
cabo grandes empresas. Naturalmente, la solidaridad frater- había sido definitivamente derrotado, ·y el problema del
nal en el sentido comunista, y no en el sentido burgués en abastecimiento de las grandes ciudades se alzaba ante el
que la predican los reformistas, cuyo entusiasmo revolucio- Gobierno soviético como una esfinge inexorable.
nario se ha evaporado como un vinagre barato. A la par Lenin preguntó cómo estaban las cosas en relación con
de la solidaridad fraternal debe manifestarse la iniciativa las tesis. Le dije que se había reunido una comisión numerosa,
personal, que se transforma en actividad colectiva y se funde en la que habían estado presentes y habían opinado todas las
con ella. Bajo la dictadura del proletariado, la emancipa- comunistas destacadas que se encontraban en Moscú. Las
ción de la mujer mediante la realización del comunismo tesis estaban preparadas y ahora tenían que ser examinadas
tendrá lugar también en el campo. En este sentido, cifro en el seno de una comisión más reducida. Lenin indicó que
todas mis esperanzas en la electrificación de nuestra indus- se debía aspirar a que el III Congreso mundial estudiase la
tria y de nuestra agricultura. ¡Esta es una obra grandiosa! cuestión con la debida profundidad48 • Este solo hecho bas-
Las dificultades que ofrece son grandes, gigantescas. Para taría para acabar con los prejuicios de muchos camaradas.
remontarlas es necesario desplegar y educar las poderosas En primer término debían encargarse de ello las comunistas,
fuerzas de las masas. Millones de mujeres deben participar y además muy en serio.
en esto . - No trinar como buenas comadres, sino hablar a plena
Durante los diez minutos últimos llamaron dos veces a voz, como combatientes, hablar con claridad -exclamó Lenin
la puerta, pero Lenin continuó hablando. Al llegar aquí, con animado tono-. El Congreso no es un salón en el que
abrió la puerta y dijo en voz alta: las damas deban brillar por sus encantos, como se dice en las
- ¡Ahora voy! novelas. El Congreso es una palestra de lucha, en la que
Volviéndose hacia mí, añadió sonriente. combatimos a fin de llegar a conocer la verdad, indispensable
- ¿Sabe, Clara?, me aprovecharé de que he conversado para la acción revolucionaria. Demuestren ustedes que son
con una mujer, y para justificar mi tardanza alegaré, natu~ capaces de luchar. Naturalmente, en primer término contra
ralmente, la consabida locuacidad femenina. Aunque, en los enemigos, pero también en el seno del Partido cuando
realidad, quien ha hablado mucho esta vez ha sido un hom- haga falta. El problema afecta a las grandes masas femeni-
U8 t1P
nas; ~uestro Pa:tido ruso apoyará siempre todas las pro- los miembros de Comité consistía en entrar en contacto en
P?S1c10nes. Y medidas que ayuden a conquistar a estas masas. los distintos países con las dirigentes de las obreras organiza-
S.i las mujeres no están COn nosotros, los contrarrevoluciona- ~as en los ~indicatos, c_on las dirige~tes _d el movimiento polí-
rios pueden lograr que vayan contra nosotros. Esto lo debe- tico femenino proletario, con orgamzac10nes femeninas bur-
mos tener siempre en cuenta. guesas de todo género y de todas las tendencias y, por último,
- Las masas femeninas deben ser nuestras, aunque estén con eminentes mujeres médicas, maestras, escritoras, etc., y
ata~as con ca~enas al cielo -dije, recogiendo la idea de formar una comisión nacional preparatoria sin partido. De
~enin-. Aqm, en el centro de la revolución con su vida entre los miembros de estos comités nacionales debía consti-
impetuosa, con su pulso acelerado e intenso he concebido tuirse un ~omité internacional, encargado de preparar la
el pl~n de un gran acto internacional de las m'asas femeninas convocatoria del Congreso internacional y de fijar el orden
trabajadoras. El móvil impulsor de mi idea han sido sobre del día, el lugar y la fecha de la inauguración del Con-
t?do vuestr~s conferenci~s y congresos de mujeres sin par- greso.
t~do. De?eriamos hCl;cer intentos para convertir estos comi- . A mi juicio, el Congreso debía examinar en primer tér-
c10s nac10nales en internacionales. El hecho indudable es mino el derecho de la mujer a trabajar en las diversas pro-
que la guerra mundial y las consecuencias derivadas de ella fesiones . Sería preciso tratar las cuestiones de· paro forzoso,
h~n conmovido. ~rofundamente a las amplias masas feme- del sala~io igual ~trabajo igual, de la promulgación de leyes
ninas de las distintas clases y capas sociales. Atraviesan un establ.eciendo la ]Ornada de ocho horas y la protección del
estado de efervescencia, se han puesto en movimiento. Las trabajo de las obreras, de la organización de los sindicatos,
ama.rgas preocupaciones para asegurar su subsistencia y dar de la protección social de la madre y del niño, de las medi-
sentido a su vida les plantean cuestiones cuya existencia das sociales para aliviar la situación de las amas de casa y de
a~enas sospechaba la mayoría de ellas y de las que sólo una las madres, etc. Además, en el orden del día debía figurar:
minoría había tomado plena conciencia. La sociedad bur- la situación de la mujer en el derecho familiar y matrimonial
g~esa no está en condiciones de darles respuesta satisfactoria. y en el derecho público, político. Después de argumentar es-
S~lo la puede dar el comunismo. Debemos hacer que las am- tas propuestas, añadí que, a mi juicio, los comités nacionales
plias masas femeninas de los países capitalistas lo com- de los diversos países debían preparar a fondo el Congreso
prendan, y para ello debemos convocar un Congreso inter- mediante una campaña metódica desarrollada a través de
nacional de mujeres sin partido . las asambleas y de la prensa. Esta campaña era de una. im-
. Lenin .n.o _contestó en s.eguida; Se quedó pensativo, con la portancia extraordinaria. Debía despertar a las amplias
mirada dmg1da, P?r decirlo ast, hacia adentro, apretando masas femeninas, impulsarlas a un estudio serio de las cues-
fuertemente los labios y adelantando un poco el inferior. tiones sometidas a examen, hacer que concentrasen su aten-
- Sí -dijo después-, debemos hacerlo. Es un buen ción en el Congreso y, por lo mismo, en el comunismo y en
plan. Pero un plan bueno, incluso magnífico no tiene ningún los partidos de la Internacional Comunista. La campaña debía
valor si no es ,re~lizado bien. ¿H~ pensado ~sted ya en cómo desplegarse entre las trabajadoras de todas las capas sociales.
ponerlo en practica? ¿Cómo concibe usted esto? Debía asegurar que asistiesen al Congreso y colaborasen con
Expuse detalladamente a Lenin mis consideraciones a él representantes de todas las organizaciones previstas, así
este propósito. Primero debía constituirse, en estrechó y per- como delegadas de asambleas femeninas públicas. El Con-
manente contacto con nuestras secciones nacionales un Co- greso debía ser un "organismo representativo popular" en un
mité integrado por mujeres comunistas de distint~s países sentido completamente distinto al de los parlamentos bur-
para .preparar, celebrar y utilizar el Congreso. Era preciso gueses.
estudiar desde el punto de vista de la conveniencia la cues- Era de todo punto evidente que las comunistas debían
tión de si este Comité debía actuar inmediatamente con ser no sólo la fuerza motriz, sino la fuerza dirigente en la
carácter oficial y público. En todo caso, la primera tarea de labor preparatoria, a la que se debía prestar el apoyo más
no tlf
enérgico por parte de nuestras secciones. Todo esto, natu- en contra de la convocatoria del Congreso e intentarán im-
ralmente, se refería asimismo a la actividad del Comité pedir su celebración. Sin embargo, difícilmente se atreverán
internacional, a las labores del propio Congreso y a su más a tomar medidas brutales contra él. En todo caso, esto a usted
amplia utilización. Para todas las cuestiones del orden del no le asusta. Pero ¿no teme usted que las comunistas, tanto
día del Congreso debían ser propuestas tesis comunistas en los con:iités como en el propio Congreso, se vean ahogadas
y las correspondientes resoluciones, cuidadosamente elabora- por la superioridad numérica de las representant<;s de la
das desae el punto de vista de los principios e inteligente- burguesía y del reformismo y por su habilidad, indudable-
mente razonadas, con un enfoque científico de los hechos mente superior? Además, y ante todo, ¿está usted verdadera-
sociales. Estas tesis debían ser sometidas a examen previo y mente segura de la preparación marxista de nuestras cama-
recibir la aprobación del Comité Ejecutivo de la Internacio- radas comunistas y de que se puede reunir de entre ellas un
nal Comunista. Las decisiones y consignas comunistas debían grupo de choque que resista con honor el combate?
figurar en el centro de las .l abores del Congreso y de la ate~ Respondí a Lenin que no era de esperar que las autori-
ción pública. Una vez celebrado el Congreso, era necesano dades amenazasen al Congreso con su puño de hierro. Las
difundirlas por medio de la a~itación .Y la propaganda en.tre burlas y los groseros ataques contra el Congreso servirían
las más amplias masas femen.mas, a fm. de qu_e estas ~ons1g únicamente de agitación a su favor. Al número y a la habi-
nas determinasen en lo sucesivo las acciones mternac10nales lidad de los elementos no comunistas podríamos oponer las
de masas de las mujeres. Como es lógico, .una condición pre- comunistas la superioridad científica del materialismo histó-
via imprescindible era que las comunistas interviniesen en rico en el enfoque y la exposición de los problemas sociales
todos los comités y etl el propio Congreso como un núcleo y el carácter consecuente de nuestras reivindicaciones para
fuerte y homogéneo y que actuasen unidas, coordinando la solución de los mismos. Por último -y esto no era lo
sus esfuerzos con claridad de principios y de una manera menos importante-, podríamos oponer la victoria de la revo-
firmemente 'metódica. No debía haber intervenciones lución proletaria en Rusia y su labor en orden a la emanci-
discordes. pación de la mujer. El débil e insuficiente bagaje marxista
Durante mi exposición, Lenin asintió varias veces con la de algunas camaradas podría ser equilibrado con la prepa-
cabeza e hizo breves observaciones aprobatorias. ración metódica y el trabajo mancomunado. En este sentido,
- Me parece, Clara -dijo-, que us,t~d ha pe~sado de quienes más espero yo es de las comunistas rusas. Debe-
muy bien todo este asunto en el aspecto pohhco y, en !meas rían formar el núcleo de hierro de nuestra falange ..Con ellas
generales, también en el sentido de la organización. ~stoy yo me atrevería a lanzarme tranquilamente a algo más que
de completo acuerdo con ~sted e? que, en _la presente situa- a los combates del Congreso. Además, incluso si saliésemos
ción, este Congreso podna realizar una importante labor. derrotadas en la votación, el hecho mismo de nuestra lucha
Encierra la posibilidad de que conquistemos a las más _am- destacaría el comunismo al primer plano y tendría una gran
plias masas femeninas, en p~rticular a las masas ?e mujeres importancia desde el punto de vista de la propaganda, crean-
dedicadas a trabajos profes10nales de toda especie: obreras do al mismo tiempo para nosotras nuevos puntos de apoyo
industriales traba]adoras del servicio doméstico, maestras y para la ulterior labor. Lenin se echó a reir a carcajadas.
otras empl~adas. iEsto estaría bien, muy bi~n! Piense e1?- la - Sigue teniendo usted el mismo entusiasmo por las
situación. En un momento de grandes conflictos económicos revolucionarias rusas. Sí, sí, el viejo amor no se olvida. Y o
o de huelgas políticas, ¡qué fuerza reportaría al proletariado creo que usted tiene razón. Incluso la derrota después de una
revolucionario la indignación consciente de las masas feme- lucha tesonera sería una ventaja, sería la preparación de
ninas! A condición, naturalmente, de que sepamos atraerlas futuras conquistas entre las masas trabajadoras femeninas.
y retenerlas a nuestro lad?· ~as ventajas serían grandes, En general, se trata de una empresa en la que vale !::'- pena
incluso colosales. Pero ¿que piensa usted sobre otras cueS·· arriesgar. Nosotros no podemos en modo alguno salir per-
tiones? Probablemente, las autoridades públicas estarán muy diendo totalmente. Pero, como es natural, yo confío en la
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victoria, deseo la victoria de todo corazón. Nos proporcio- te. Pero la tarea sigue en pie. Usted debe continuar buscando
naría u'na considerable vigorización de nuestra fuerza, la el camino para llegar a las masas femeninas, condenadas
ampliación y el afianzamiento de nuestro frente de lucha, por el capitalismo a una tremenda miseria. Usted debe bus-
traería a nuestras filas animación, dinamismo y actividad. carlo a toda costa. No se puede dar de lado a esta necesidad.
Esto siempre es útil. Además, el Congreso suscitaría en e1 Sin una actividad organizada de las masas bajo la dirección
campo de la burguesía y de sus amigos reformistas una de los comunistas no puede haber victoria sobre el capita-
mayor inquietud, inseguridad, contradicciones y conflictos. lismo. Por eso debe, al fin, ponerse también en movimiento
Cabe imaginar quiénes se reunirían junto con las "hienas el Aqueronte de las masas femeninas.
de la revolución" si este asunto siguiese adelante bajo su
dirección: estarían allí presentes honestas y domesticadas
socialdemócratas bajo la suprema dirección de Scheidemann,
Dittmann y Legien; piadosas cristianas, unas bendecidas por Se ha cumplido el primer año en que el proletariado
el Papa y otras adictas a la doctrina de Lutero; auténticas revolucionario ha actuado sin Lenin. Este año ha demostrado
hijas de consejeros secretos; consejeras de Estado de nue- la firmeza de su causa, ha demostrado el genio extraordina-
vo cuño; pacifistas inglesas de buen tono, como ladies, amén rio del guía. Las salvas artilleras recuerdan el momento luc-
de entusiastas sufragistas francesas. ¡Qué cuadro de caos y tuoso en que Lenin, un año atrás, cerró para siempre sus
de disgregación del mundo burgués sería el que ofreciese el ojos, que escrutaban el lejano porvenir y penetraban tan
Congreso! ¡Qué cuadro de su falta absoluta de perspectivas! hondo. Contemplo las columnas interminables de hombres y
El Congreso acentuaría la disgregación, contribuyendo así mujeres en duelo del pueblo trabajador. Acuden al lugar en
a debilitar las fuerzas de la contrarrevolución. Todo debili- que descansa Lenin. El luto de estos hombres y de estas mu-
tamiento de las fuerzas del enemigo equivale a un acrecenta- jeres es el mío y el de millones. El dolor recrudecido despierta
miento de nuestra potencia. Y o voto a favor del Congreso. los recuerdos con fuerza inexorable. Ese dolor hace revivir
Manos a la obra. Le deseo éxito en la lucha. la realidad ante la que desaparece el abrumador presente.
Hablamos luego de la situación de Alemania, y en par- Suena en mis oídos cada una de las palabras que pronun-
ticular del "Congreso de unificación" de los viejos "esparta- ciara Lenin en el curso de la conversación. Veo cada cambio
quistas"49 con el ala izquierda de los independientes50 que de la expresión de su rostro. Y debo escribir, debo hacerlo ...
iba a celebrarse en breve. Después de esto Lenin salió apre- Ante la tumba de Lenin se inclinan las banderas, teñidas en
surado, saludando cordialmente a varios camaradas que tra- sangre de los combatientes de la revolución. Son depositadas
bajaban en la habitación de paso. coronas de laurel. Ninguna está de más. Y a ellas uno est~s
Emprendí con alegría y esperanza la labor preparatoria. modestas hojas.
Pero la idea del Congreso tropezó con la posición de las
comunistas alemanas y búlgaras, que a la sazón dirigían Enero de 1925.
el movimiento femenino comunista más fuerte después del de
la Rusia Soviética. Se opusieron categóricamente a la con- Traducido de acuerdo con el
texto del libro de Clara Zetkin
vocatoria del Congreso. Recuerdos sobre Lenin (Editorial
Cuando se lo comuniqué a Lenin, me respondió: del Estado de la Literatura Po-
- ¡Es una lástima, una gran lástima! Estas camaradas lítíca, 1955), págs. 40-65.
han desaprovechado una magnífica oportunidad de abrir a
las más amplias masas femeninas nuevas y mejores perspec-
tivas y de atraerlas así a la lucha revolucionaria del pro-
letariado. ¡Quién sabe si volverá a presentarse tan pronto
una ocasión tan propicia! Hay que forjar el hierro en calien-
·124
Notas
117
En su actividad, el grupo Emancipaci6n del Trabajo no estaba de los .Soviets, de las cooperativas y de los sindicatos (secciones de
vinculado con el movimiento obrero de masas. los Soviets, diferentes comisiones) para organizar y controlar la labor
El grupo Emancipación del Trabajo "sentó únicamente la ba- de las escuelas y establecimientos sanitarios, casas-cuna y campos de
se teórica de la socialdemocracia y dio el primer paso al encuentro juegos infantiles, comedores, tiendas, etc.
del movimiento obrero" (Lenin).-7. Desde los primeros años del Poder soviético hasta 1933, las
Se alude al Congreso Socialista Internacional de Stuttgart (VII Con- asambleas de delegadas fueron la forma fundamental del . trabajo
greso de la II Internacional), que se celebr6 del 18 al 24 de agosto de masas del Partido Comunista entre las mujeres. Desempeñaron
de 1907. un gran papel en el desarrollo de la conciencia política de las
En este Congreso, el POSDR estuvo representado por 37 dele- mujeres y en la incorporaci6n de éstas a la administraci6n del.
Estado y a la vida social del país.
gados. En .nombre de los bolcheviques asistieron Lenin, Litvínov, Las asambleas funcionaban bajo la dirección de las corres-
Lunacharsk1 y otros. El Congreso examin6 las siguientes cuestiones: pondientes organizaciones de base del Partido, que designaban orga-
1) El m!litarism,o. y los conf~ict?s internacionales; .2) Relaciones entre nizadoras femeninas para el trabajo entre las mujeres y para dirigir
lo~ par.tidos pol~ticos. y los smd1catos; 3) La cuesti6n colonial; 4) In- las mencionadas asambleas.
m1grac16n y em1grac10n de los obreros, y 5) Sufragio fem enino. Gran número de mujeres promovidas más tarde a puestos de
En el Congreso se entabló una lucha entre el ala revolucionaria dirección en el Partido, en los Soviets y en la economía, desarrollaro n
del movimiento socialista internaciona l (representada por los bol- previamente sus actividades en las asambleas de delegadas.- 10.
ch~viques rusos, con Lenin al frente, y :por Rosa Luxemburgo y otros
socialdem6cr~tas alemanes de izquierda) y el ala oportunista (Voll- 12 Kulaks: "Campesinos ricos que explotan trabajo ajeno, bien contra-
mar, Bernstem, etc.). Como resultado de esta lucha, los oportunistas tando obreros, bien prestando dinero con intereses usurarios, etc."
fueron derrotados,. y .el Congreso apro~ó una resoluci6n que formu- (Lenin).-11 .
laba las tareas prmc1palcs de los partidos socialistas en el espíritu 13 Secciones políticas: Organismos del Partido creados por el CC del
del marxismo revoluciona rio.-8.
PCUS para reforzar la direcci6n y la labor política en distintos
6
V. I. Lenin. Con motivo del cuarto aniversario de la Revolución sectores de la edificaci6n del socialismo que tenían gran importancia
de Octubre.-8. para la economía nacional y para todo el país. Las secciones políticas
adjuntas a las estaciones de máquinas y tractores fueron organizadas
V. I. Lenin. Informe al ll Congreso de toda Rusia de organizaciones en 1933 y existieron hasta 1934.-12.
comunistas de los pueblos de Oriente.-8.
t( El programa del Partido aprobado en el II Congreso
del POSDR en
8
Demócratas constitucionalistas: Miembros del Partido Demócrata 1903 fue elaborado por la Redacción del periódico leninista lskra
Constitucionalista, partido principal de la burguesía liberal-moná r- en 1901-1902. El proyecto inicial fue redactado por J. Plejánov.
quica de Rusia. Fundado en octubre de 1905 con elementos de Ja Persuadido de que el proyecto inicial y los sucesivos proyectos de
burguesía, terratenientes e intelectuales burgueses. Plejánov eran inaceptables, Lenin escribió su propio proyecto en
. Los .demócratas constitucionalistas pretendían mantener el za- enero-febrero de 1902. La Redacción de lskra design6 una comisión
nsmo bajo la forma de una monarquía constitucional. conciliadora, encargada de confeccionar un proyecto único de pro-
J?urante,, la .Prir:riera. guerra mundial (1914-1918), el Partido grama sobre la base de los de Lenin y Plejánov. Lenin consigui6
Democrata ....onsht?c10?,ªlista apoyó al Gobierno zarista, aspirando que en el proyecto definitivo de programa figurase un punto de la
:i ase~u~ar la realizac1on de los fi.nes anexionistas de la burguesía mayor importancia sobre la dictadura del proletariado, se formulara
1mpenahsta rusa. En 1917, el Partido Dem6crata Constitucionalista con precisión el papel dirigente de la clase obrera en la revolución
que formaba parte del Gobierno provisional burgués luchó par~ y se subrayara de modo especial el carácter proletario del Partido.
aplastar la revoluci6n. '
Lenin escribió también toda la parte agraria del programa. El
Después de la Revolución Socialista de Octubre los demócratas proyecto de programa fue publicado en el número 21 de lskra, el
constitucio~,a!istas a~t1;1aron como enemigos irre~onciliables del 1° de junio de 1902.-17.
Poder sov1etico, participando en todos los levantamientos armados
15 Los tribunales de trabajo en la industria y la agricultura ,tenían por
~~~rarrevolucionarios y en las campañas de los intervencionistas.
misión examinar los asuntos y adoptar decisiones en conflictos de
diverso género entre obreros y patronos, en cuestiones de salario y
V. I. Lenin. ¿Se sostendrán los bolcheviques en el Poder?-9. de protección del trabajo, etc. Se tenía el propósito de conceder a
10
V. I. Lenin. ll Congreso de la Internacional Comunista. -9. los tribunales de trabajo en la agricultura atribuciones para rebajar
los arrendamientos rústicos abusivos, anular transacciones leoninas,
11
Asambleas de delegadas: Se organizaron en las fábricas, localidades etc.-20.
rurales y poblados obreros. Tomaban parte en las elecciones a dichas
asambleas .las más amplias capas de obreras y campesinas. Las dele- 16 Sociedad Fabiana: Sociedad reformista, fundada en 1884 por un
g~das elegidas a las asambleas eran adscritas a diferentes organismos grupo de intelectuales burgueses en Inglaterra. Debe su nombre al
130 Ui
rio, que organizó complots y levantamientos encaminados a derro- 31 Sábados comunistas: trabajo voluntario y gratuito que realizan los
car el Poder soviético y tomó parte en los mismos.
Socialrevolucionarios (eseristas): Partido pequeñoburgués fundado trabajadores p~ra satisfac.er las necesidade~ de la sociedad; expre-
a finales de 1901 y comienzos de 1902. Los eseristas, que en un sión de su actitud comumsta ante el trabajo.
Surgieron en los años de la guerra civil, cuando estaba en
principio reflejaban las reivindicaciones democráticas del campesi- ruinas la economía nacional y escaseaba la mano de obra. En res-
nado y su anhelo de apoderarse de las tierras de los terratenientes, puesta a una carta del CC del PC(b) de Rusia sobre el trabajo a
se convirtieron más tarde en un partido de los kulaks, y después de
la Revolución de Octubre en un partido abiertamente contrarrevolu- la manera revolucionaria, los obreros de la línea férrea Moscú-Kazán
cionario, que luchó al lado de la burguesía, los terratenientes y los ·organizaron el. día 10 de m~yo de 191.9 el. primer sá~ado comunista:
intervencionistas extranjeros con miras a derrocar el Poder sovié- después de la jOmada trabajaron gratis seis horas mas _en l~ repara-
ción de vagones y locomotoras, carga y descarga ~e materiales: e.te.
tico.-58. Su iniciativa fue secundada, y los sábados comumstas se convirtie-
2B l Congreso de obreras de toda Rusia: Convocado por el CC del ron en un movimiento de masas. El 1° de Mayo de 1920 fue orga-
PC(b) de Rusia, se celebró en Moscú del 16 al 21 de noviembre .d e nizado un sábado comunista en toda Rusia.
1918. Asistieron al Congreso 1.147 delegadas de fábricas y campe- Los sábados comunistas desempeñaron un destacado papel en el
sinas pobres. El Congreso aprobó la política . internacional del período de restauración y fomento de la economía nacional de la
Poder soviético y llamó a las obreras y campesmas a apoyarlo y URSS después de la guerra civil y de la intervención militar
defenderlo. El Congreso refrendó la .nueva forma orgánica para extranjera. Fueron el com_ienzo de u.l! vasto desa;rollo de !a emula-
incorporar a las obreras sin partido a la edificación socialista -las ción socialista. V. l. Lenm conced10 enorme importancia a los
asambleas de delegadas- y dio comienzo a una amplia labor de sábados comunistas, calificándolos de "gran iniciativa" en el
organización realizada por el Partido entre las obreras y las cam- "desarrollo de l~ product!vidad del trabajo, en el tr~J?-sito a ~na
pesinas.-61. nueva disciplina de trabajo y en la creación de cond1C1ones socia-
listas de economía y de vida".-65.
29 Comités de campesinos pobres: Fueron constituidos por decreto del 32 Pud: Antigua medida rusa de peso, equivalente a 16,381 kg.-67.
Comité Ej_ecutivo Central de toda Rusia, promulgado el 11 de junio 33 Asamblea Constituyente: Fue convocada por el Poder soviético el
de 1918. En virtud del decreto, la actividad de los comités de cam- 5 de enero de 1918. Las elecciones a la Asamblea Constituyente se
pesinos pobres comprendía: la distribución de los cereales, de los celebraron en lo fundamental antes de la Gran Revolución Socialista
artículos de primera necesidad y de los aperos agrícolas, así como de Octubre y la composición de dicha Asamblea reflejaba una etapa
la ayuda a los organismos locales de abastos en orden a la incauta- ya superada del desarrollo del país, la etapa en que ocupaban el
ción de los excedentes de grano pertenecientes a los kulaks y a otros Poder representantes de los partidos menchevique y eserista, así como
propietarios ricos. El decreto establecía diversas ventajas para del demócrata constitucionalista. Se produjo un divorcio evidente
los campesinos pobres en la distribución de cereales y aperos agrí- entre la voluntad de la inmensa mayoría de las masas populares,
colas. voluntad reflejada en la creación del Poder soviético y en sus
Los comités de campesinos pobres fueron puntos de apoyo de decretos, y la política que aplicaba la parte eseri~ta-menchevi9':1e
la dictadura del proletaria4o en el campo. Desempeñaron un enor- demócrata constitucionalista de la Asamblea Constituyente, pohhca
me papel en la lucha cóntra los kulaks, en la redistribución de las que expresaba los intereses de la burguesía y de los kulaks. La
tierras confiscadas y en el abastecimiento de los centros obreros y Asamblea Constituyente no quiso examina-r la Declaraci6n de los
del Ejército Rojo. derechos del pueblo trabajador y explotado, propuesta por los bol-
La organización de los comités de campesinos pobres constituyó cheviques ni quiso refrendar los decretos sobre la paz y la tierra y
una nueva etapa en el desarrollo de la revolución socialista en el sobre .el paso del Poder a los Soviets, decretos aprobados por el
campo. Los comités d~ ~ampesinos pobres coady_uvaron al ~fianza 11 Congreso de los Soviets.
miento Je! Poder soviético en el campo y tuvieron una mmensa Los bolcheviques, después de dar lectura a la Declaración, se
importancia en la obra de atraer a los campesinos medios al lado retiraron de la Asamblea Constituyente, q\le había demostrado de
del Poder soviético. modo patente ser enemiga de los intereses reales del pueblo traba-
Por acuerdo del VI Congreso Extraordinario de los Soviets de jador. El 7 de enero de 1918, la Asamblea Constituyente fue disuelta
toda Rusia (noviembre de 1918), los comités de. campesinos pobres, por decreto del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia.-70.
cumplida su misión, se f.usionaron con los Soviets rurales.-62.
~ La gran revolución democrático-burguesa francesa tuvo lugar en
30 Los materiales y documentos sobre · el proyecto de programa del 1789-1794.-75.
PC(b) de Rusia, escritos por Lenin, sirvieron de base para las !abores
de la Comisión encargada de rdlactar el programa del Partido. El 35 Día Internacional de la Obrera o Día Internacional de la Mujer
nuevo programa del Partido fue aprobado por el VIII Congreso (8 de Marzo): Jornada de solidaridad internacional de las traba-
del . PC(b) de Rusia, reunido en marzo de 1919.-64. jadoras de todos los países en la lucha por la paz, la democracia y
el socialismo, fiesta de las trabajadoras.
Ul UJ
Fue instituida por la II Conferencia Internacional de Mujeres más de 2.000 delegadas. La carta de saludo de Lenin fue transmitida
Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910, a propuesta de Clara a las delegadas elegidas por la Conferencia que le visitaron para
Zetkin, con el fin de movilizar a las amplias masas femeninas para rogarle que pronunciase un discurso.-94. ·
la lucha contra la dominación burguesa. El Día Internacional de la
Mujer fue celebrado por primera vez en 1911 en Alemania, Austria, '2 Se trata del II Congreso de la Internacional Comunista, celebrado
Dinamarca y Suiza; en Rusia comenzó a celebrarse en 1913.-82. del 19 de julio al 7 de agosto de 1920.-97.
43 ]unkers: Alumnos de las escuelas militares de la Rusia zarista, que
36 Internacional Comunista (Comintern, III Internacional): Organiza- preparaban oficiales. Durante la Gran Revolución Socialista de
ción proletaria revolucionaria internacional, que existió desde 1919 Octubre e inmediatamente después de ella, en Petrogrado, Moscú y
hasta 1943 y representaba la unión de los partidos comunistas de los algunas otras ciudades, los junkers intentaron oponer resistencia
distintos países. armada al pueblo insurrecto y al Poder soviético, pero fueron derro-
El objetivo de la Internacional Comunista era conquistar a las tados en totas partes.-98.
masas fundamentales de trabajadores para el comunismo y luchar
por la dictadura del proletariado, por la liquidación del régimen 4t. Tratado de paz de Versalles: Tratado de paz imperialista, concluido
capitalista y su sustitución por el régimen socialista, luchar por después de la primera guerra mundial de 1914-1918. Fue firmado
suprimir la explotación del hombre por el hombre. La Internacional en Versalles el 28 de junio de 1919 por los EE.UU., Inglaterra,
Comunista restableció y fortaleció los vínculos de los trabajadores Francia, Italia, el Japón y otros países, por una parte, y la Alema-
de todos los países, rotos a consecuencia de la traición de los líderes nia que había capitulado, por otra. .
de la II Internacional durante la primera guerra mundial, defendió La finalidad del Tratado de Versalles consistía en sancionar el
la doctrina del marxismo-leninismo contra su desvirtuación por los nuevo reparto del mundo capitalista en beneficio de las potencias
oportunistas, elaboró diversos problemas teóricos del movimiento vencedoras. Francia recibió la Alsacia y Lorena. La región del
obrero y de la lucha por el socialismo en el período comprendido Sarre fue puesta, por un plazo de 15 años, bajo la administración de
entre las dos guerras mundiales, realizó una gran labor para d ifun- la Sociedad de las Naciones, y la cuenca hullera de dicha región
dir entre las masas las ideas del socialismo científico y contribuyó pasó a ser propiedad de Francia. Las colonias de Alemania fueron
a reforzar los partidos comunistas de los distintos países. repartidas entre las potencias vencedoras. Alemania tuvo que pagar
Fue disuelta en mayo de 1943 por acuerdo de su Comité Eje- una suma enorme en concepto de reparaciones. Todo el peso del
cutivo, ya que en las nuevas condiciones esta forma orgánica de Tratado recayó sobre el pueblo alemán que se vio obligado a pagar
dirección del movimiento obrero había quedado anticuada.-83. enormes impuestos y padecer desempleo crónico. En cuanto a los
37 Primera Conferencia de representantes de las secciones femeninas
magnates imperialistas alemanes de la industria pesada, conservaron
su posición dominante en ·e1 país y siguieron embolsándose ganan-
de los pueblos de Oriente en las regiones y repúblicas soviéticas: Se cias fabulosas.-104.
celebró en Moscú del 5 al 7 de abril de 1921 con asistencia de
45 delegadas comunistas de Turkestán, Azerbaidzhán, Bashkiria,
Crimea, Cáucaso, Tartaria, Siberia y otras provincias pobladas por
'5 Se alude a la guerra de la Polonia burgués-terratenie nte contra la
República Soviética, que duró desde abril hasta octubre de 1920.
montañeses y nacionalidades turcas. -110.
Las delegadas dirigieron una carta a Lenin, invitándole a par-
ticipar en la Conferencia. En respuesta, Lenin envió un telefonema, '6 Partido Obrero Comunista de Alemania: Grupo pequeñoburgués
que publicamos en esta recopilación.-88. anarcosindicalista, formado en 1919 a base de elementos "de izquier-
da" que se habían separado del Partido Comunista de Alemania.
SS Establos de Augias: En la mitología griega, enormes establos del
No teniendo ningún apoyo entre las masas obreras de Alemania, el
rey Augias, que durante muchos años estuvieron sin limpiar. grupo degeneró más tarde en una secta insignificante, hostil al
La limpieza de estos establos se considera como una de las Partido Comunista y a la clase obrera.- 112.
hazañas de Hércules. En sentido figurado, la expresión "establos de
Augias" sirva para denominar el extremo abandono, desorden y 47 II Internacional: Organización internacional de los partidos socia-
suciedad.-89. listas fundada en 1889. Al estallar la guerra imperialista mundial
39 "Bajo la Bandera del Marxismo": Revista mensual filosófica y eco- (1914-1918), los líderes de la II Internacional traicionaron a la causa
nómico-social; se publicó en Moscú desde enero de 1922 hasta junio del socialismo y se colocaron al lado de sus gobiernos imperialistas.
de 1944.- 91. La II Internacional se disgregó. Los partidos y grupos de izquierda
que pertenecían a la II Internacion al se adhirieron a la III I nter-
W "Ekonomist": Revista de la sección económico-industr ial de la So- nacional, la Internacional Comunista, fundada en Moscú en 1919.
ciedad Técnica Rusa; apareció en Petrogrado de 1921 a 1922.-91. La II Internacional fue restaurada el mismo año en una conferencia
u Conferencia de obreras y campesinas sin partido dé Moscú y su que se celebró en Berna (Suiza). Formaron parte de ella los partidos
provincia: Se celebró el 6 de noviembre de 1922. Asistieron a ella que constituían el ala oportunista del movimiento socialista.- 113.
134
us
48 Ill Congres9 de la Internacional Comunista, celebrado del 22 de
junio al 12 de julio de 1921. Escuchó un informe de Clara Zetkin Indice de nombres
sobre el movimiento femenino revolucionario y adoptó las siguientes
resoluciones: 1) Sobre el reforzamiento de los vínculos internaciona-
les de las comunistas y las tareas del Secretariado internacional de
la Comintern sobre la labor entre las mujeres, y 2) Sobre las formas
y los métodos del trabajo comunista entre las mujeres.-119.
49 Espartaquistas: Miembros de la Liga Espartaco, organización revo-
lucionaria de socialdemócratas alemanes de izquierda, fundada a
comienzos de la primera guerra mundial por C. Liebknecht, R. Lu-
xemburgo, F. Mehring, C. Zetkin, L. Jognichés (Tyszka) y otros. Los
espartaquistas realizaron propaganda revolucionaria entre las masas
contra la guerra imperialista, denunciaron la política anexionista
del imperialismo alemán y la traición de los líderes de la socialde- ·
mocracia. Al mismo tiempo, en diversas cuestiones de la teoría y de
la táctica, los espartaquistas ocuparon una posición errónea. Adler, Víctor (1852-1919): uno visiona! burgués' fue ministro
En abril de 1917, los espartaquistas ingresaron en el Partido de los fundadores de la so- de Agricultura. Después de la
Socialdemócrata Independiente de Alemania, de carácter centrista, cialdemocracia austriaca; más Revolución Socialista de
manteniendo dentro de él su independencia orgánica. Después de la tarde, uno de los ltderes re- Octubre, uno de los organiza-
revolución de noviembre de 191 8 en Alemania, los espartaquistas formistas de la II Internacio- dores de las acciones contra-
rompieron con los "independiente s" y en cl.iciembre de aquel mismo nal.-21, 22 rrevolucionarias contra el Po-
año fundaron el Partido Comunista de Alemania.-i.2 4. Armand, Inés (Elizaveta Fiódo- der soviético. Emigrado blanco
60 Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania: Partido rovna) (1875-1920): destacada desde 1920.-59
centrista, fundado en abril de 1917 a base de elementos oposicionis- dirigente del movimiento fe- D'Annunzio, Gabriel · (1863-
tas del Partido Socialdemócrata Alemán. menino y comunista interna- 1938): escritor y político ita-
En octubre de 1920, en el Congreso del Partido Socialdemócra- cional, miembro del Partido liano; durante la primera
ta Independiente, reunido en Halle, se produjo una escisión. Parte Comunista desde 1904.-35, 37, guerra mundial (1914-1918),
considerable del mismo se adhirió en diciembre de dicho año al 110 chovinista.-! 08
Partido Comunista de Alemania. Los· elementos de derecha forma- Astraján, l. D. (1862-1918): Denikin; Antón lvánovich (1872-
ron un nuevo partido y adoptaron la vieja denominación de Partido médico, autor de varios traba- 1947): general del ejército ·
Socialdemócrata Independiente. En 1922, los "independientes" vol- jos acerca de los seguros so- zarista; durante la guerra civil,
vieron a ingresar en el Partido Socialdemócra ta Alemán.-124. ciales, la lucha contra el trau- uno de los cabecillas de la
matismo, etc.-27, 28 · contrarrevolución burgués-te-
Bebel, Augusto (1840-1913): rrateniente. Al frente de los
destacado dirigente del movi- ejércitos de guardias blancos
miento obrero alemán e inter- del Sur · de Rusia, Denikin
nacional, uno de los funda- emprendió en 1919 una ofen-
dores y jefes de la socialde- siva contra Moscú. Fue derro-
mocracia alemana; tornero de tado por el Ejército Rojo a
profesión.-101 comienzos de 1920.-70
Breshko-Breshk6vskaya, Ekate- Dittmann, Guillermo (1874-1954):
rina Konstantínovna (1844- líder socialdemócrata alemán;
1934): uno de los organizado- centrista.-124
res y dirigentes del partido Engels, Federico (1820-1895).-
eserista; pertenecía a su ala 58, 107
ultraderechista. Después de la Frei: uno de los seudónimos de
G ran Revolución Socialista de V. l. Lenin.-17, 18, 19
Octubre luchó contra el Poder Freud, Segismundo (1856-1939):
soviético.-9, 56, 59 neuropatólogo y sicólogo aua-
Chernov, Víctor · Mijáilovich tríaco.-101
(1876-1952): líder del partido Giirtner: funcionario del Minis-
eserista. En el Gobierno Pro- terio de Vías de Comunicación
t37
de Austria, miembro de la acérrimo socialchovinista.- Riabushinski: nombre de una jefe del Gobierno menchevi-
Sociedad internacional de 124 familia de grandes capitalis- que contrarrevolucionario de
lucha contra la prostituci6n.- Lichkus, L. G. (1858-1926): tas y banqueros rusos.- 26 Georgia. A raíz de la victoria
30 médico; fue director de la casa Rockefeller: nombre de una di- del Poder soviético en Georgia
Gorbunova (Kablukova), Mi1ina de maternidad Mariinski, de nastía de grandes capitalistas (1921), emigrado blanco.-9,
Kárlovna (1840-1931): econo- Petersburgo.-27 norteamericanos.-26 56, 59
mista especializada en estadís- Lutero, Martín (1483-1546): Rotshtein, Fi6dor Ar6novich Vigd6rchik, N. A. (1874-1954):
tica, escritora de orientación reformador religioso alemán; (1871-1953): socialdemócrata médico, autor de varios traba-
populista.-14 fundador del luteranismo (una ruso; en 1890 se vio obligado jos acerca de los seguros so-
Jarizoménov, C. A. (1854-1917): d e las ramas del protestantis- a emigrar de Rusia; ·participó ciales y las enfermedades pro-
estadístico ruso de los zemst- mo) .-124 activamente en el movimiento fesionales.- 27
vos, economista.-14, 16 L11xemburgo, Rosa (1871- 1919): obrero inglés y en la funda- Wrángel, Piotr Nikoláevich
]ognichés, Leo (Tyszka) (1867- · destacada dirigente del movi- ción del Partido Comunista de (1878-1928): general del ejér-
1919): destacado dirigente del miento obrero internacional, Gran Bretaña (1920). En 1920 cito zarista, uno de los diri-
movimiento obrero polaco y uno de los fundadores del regresó a la Rusia Soviética; gentes de la contrarrevolución
alemán, luchó junto con Rosa Partido Comunista de Alema- autor de varios trabajos sobre durante la guerra civil. Desde
Luxemburgo contra el centris- nia.-41, ·99, 100 la historia del imperialismo. abril de 1920, comandante en
mo en la socialdemocracia -23 jefe de las fuerzas armadas
Marx, Carlos (1818-1883) .-11 Scheidemann, Felipe (1865-1939): contrarrevolucionarias del Sur
alemana.-99 Morgan: nombre de una dinastía
Key, Elena (1849-1926): escritora uno de los líderes de la ex- de Rusia. En noviembre de
de multimillonarios norteame- trema derecha de' la socialde-
burguesa sueca; trató las cues- 1920, después de la derrota de
ricanos.-26 mocra1=ia alemana. De febrero sus tropas por el Ejército Ro jo,
tiones del movimiento femeni-
no y de la educación de la Morley, ]ohn (1838-1923): desta- a junio de 1919, jefe del huyó al extranjero.-110, 119
infancia.-39 cado político y escritor inglés; Gobierno burgués alemán; uno Zetkin, Clara (1857-1933): desta-
liberal; de 1905 a 1910, Secre- de los organizadores de la re- cada dirigente del movimiento
Kolchak, Alexandr . Vasílievich tario de Estado · para los presión sangrienta del movi-
(1873-1920): almirante de la obrero alemán e internacional,
asuntos de la India; aplicaba miento obrero alemán de uno de los fundadores del
flota zarista. En 1918, con una política de represión del 1918-1921.-124
ayuda . de los imperialistas Partido Comunista de Alema-
movimiento de liberación na- Sorokin, Pitirim Alexándrovich nia; durante muchos años, or-
norteamericanos, ingleses y cional.-24 (1889-1968): sociólogo burgués
franceses, implantó una dicta- ganizadora y dirigente del
Mor6zov: nombre de una familia reaccionario ruso. De 1918 a movimiento femenino comu-
dura militar burgués-terrate- 1922, catedrático de la Uni-
niente en los Urales, en Siberia de grandes capitalistas textiles nista internacional.-21, 95,
rusos.-26 versidad de Petrogrado. En 101, 109, 118, 122, 125
y en el Extremo Oriente. En Plejánov, jorge (1856- 1918): des- 1922 fue desterrado al extran-
la primavera de 1919 encabezó Zitz, Luisa (1865-1922): mili-
tacado dirigente del movi- jero.-91, 92 tante activa del Partido So-
una ofensiva contra la Re- T sereteli, lrakli Gueórguievich
pública Soviética. En febrero miento socialista ruso e inter- cialdemócrata Alemán; maes-
nacional, eminente propagan- (1882-1959): uno de los líderes tra de profesión. En el Con-
de 1920 fue derrotado por el mencbeviques. Ministro de
Ejército Rojo.- 70 dista del marxismo; a partir greso de la 11 Internacional,
de 1903, menchevique.-17, Correos y Telégrafos y, más celebrado en Stuttgart (1920),
Krúpskaya, N adiezhda Konstan- . tarde, del Interior en el Go-
tínovna (1869-1939): destacada 59 apoyó la reivindicación del
Popp, Adelheid (n. 1869): mili- bierno Provisional burgués sufragio universal para las
dirigente del Estado soviético, (1917); después de la Revolu-
uno de los miembros más anti- tan te del Partido Socialde- mujeres.- 21
mócrata Austríaco; publicista ción Socialista de Octubre,
guos del PCUS,_ esposa y co-
laboradora muy próxima de y escritora; fundadora y diri-
Lenin; eminente pedagoga so- gente del movimiento social-
viética.-7, 11, 12 demócrata femenino en Aus-
Legien, Carlos '(1861-1920): so- tria.-21
cialdemócrata alemán de de- Ramsay, William (1852-1916):
recha; uno de los dirigentes de qufo·, :-::o inglés, conocido prin-
los sindicatos alemanes; revi- cipalmente por sus trabajos en
sionista; durante la primera el terren(! de la química fí-
guerra mundial (1 914-1918), sica.-25
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