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IV Congreso Chileno de Antropología. Colegio de Antropólogos de Chile A.

G,
Santiago de Chile, 2001.

De la articulación Género -
Etnia - Clase (GEC) en el
campo de los estudios de
Género. Algunas hipótesis
sobre Chile en el Contexto
latinoamericano.

Chiara Sáez Baeza.

Cita: Chiara Sáez Baeza. (2001). De la articulación Género - Etnia - Clase


(GEC) en el campo de los estudios de Género. Algunas hipótesis sobre
Chile en el Contexto latinoamericano. IV Congreso Chileno de
Antropología. Colegio de Antropólogos de Chile A. G, Santiago de
Chile.

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De la articulación Género - Etnia - Clase
(GEC) en el campo de los estudios de Género.
Algunas hipótesis sobre Chile en el Contexto
latino americano
Chiara Sáez Baeza

Para Pati y Yoci. A la salud del microclima y del d) De manera particular, la percepción de un cierto
territorio libre ... abandono del concepto de clase al interior de las
ciencias sociales en contraste con el auge de los
de género y etnia, que me ha resultado curioso
Introducción como asunto a investigar.
Esta ponencia recoge hallazgos de una investigación Antes de seguir, quisiera señalar que en este trabajo
en curso sobre la articulación GEC en los Estudios de género, etnia y clase se entienden como distinciones y
Género en Chile durante la década de los '90, de ma- relaciones históricamente producidas y reproducidas
nera que la mayoría de las afirmaciones vertidas aquí (por lo tanto, sujetas a transformación) que se articulan
todavía son hipótesis en proceso de fundamentación. socialmente como posicionamiento jerárquico de indi-
Uno de los objetivos de esta presentación es poner viduos y colectivos en virtud de sus rasgos físicos, de
estas hipótesis en circulación entre cientistas sociales su performance sexual, de su participación en ciertas
interesados en las temáticas de género para poder así tradiciones y culturas, de su ubicación en el mercado
contrastarlas y seguir avanzando . del trabajo, su nivel y forma de acceso al capital y al
Mi interés por la articulación GEC en los estudios de consumo, su nivel de ingresos, su capital social y cultu-
género está motivado por distintos elementos, a saber: ral, su educación, y el modo en que todo estos elemen-
a) La constatación del llamado "levantamiento de tos constitutivos de identidades -entendidos como prin-
las identidades" como una de las consecuencias cipios articuladores de la acción social- se potencian y
más relevantes de la fase actual de la reconstruyen mutuamente al operar simultáneamente
globalización, tanto con sus componentes en la cotidianeidad de las relaciones sociales, pero al
emancipatorios como xenofóbicos en la articula- mismo tiempo siéndolo en virtud del modo en que cada
ción de la movilización social; individuo o colectivo es al mismo tiempo posicionado
b) como correlato de lo anterior un consenso -en por otros en un mundo donde el punto más alto de la
distintos ámbitos del pensamiento crítico- respec- jerarquía es el hombre blanco de clase media de los
to a la necesidad de un conocimiento que articu- países más beneficiados con el capitalismo globalizado.
le las categorías identitarias de género, etnia y Si bien los conceptos de género, etnia y clase que se
clase, considerando al pensamiento feminista utilizan aquí aún están en proceso de construcción, hay
como el aporte más novedoso al desarrollo de autores y perspectivas que están a la base de ellos,
este debate; entre los cuales se cuentan Stuart Hall, Enza Mingione,
c) la coexistencia de este consenso, sin embargo, Nancy Forsythe y Joan Acker. Y hay ciertos conceptos
con una escasa reflexión que articule completa- con los cuales me interesa que ustedes se queden: dis-
mente estas categorías en medio de campos de tinción, relación, historia, jerarquía, identidad, acción.
estudio con puntos de partida disímiles respecto Dos últimas cosas antes de entrar en terreno, se refie-
de la relación (quizás bajo el supuesto de la ren al horizonte desde el cual está realizada la investi-
jerarquización) entre las tres distinciones. gación sobre la cual descansa este artículo y la deci-

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sión de delimitar el objeto de estudio a la década de los en tanto, hablan de la formación y consolidación de una
1
90 en Chile. Red Nacional lnterdisciplinaria de Estudios de Género
El horizonte del cual hablo es el de una visión de las que tras 6 años de existencia, la cual ya congrega a 14
ciencias sociales y las humanidades como· responsa- universidades, focalizándose en el tratamiento de los
bles de generar un conocimiento pertinente para el de- temas educación, genero y afines. Finalmente, la aper-
sarrollo de alternativas de transformación al proceso tura del primer Magíster en Estudios de Género del país
de globalización capitalista, y sus consecuencias noci- de manera conjunta entre las facultades de Ciencias
vas para parte importante de la humanidad. En particu- Sociales y Filosofía y Humanidades de la Universidad
lar, el aporte que pueda hacer una perspectiva socioló- de Chile, habla del permanente crecimiento y avance
gica a los estudios de género producidos desde las cien- de los estudios de género en el país.
cias sociales en este contexto histórico concreto, con- El Estado, en tanto, ha hecho un uso del conocimiento
siderando que sólo sabiendo qué es y para dónde va la producido y una promoción del mismo: los estudios que
propia disciplina es posible llegar a producir conocimien- han fundamentado los Planes de Igualdad de Oportu-
to interdisciplinario de excelencia . nidades 1994-1999 y 2000-201 O, así como el Fondo
Finalmente, la delimitación a la década de los '90 en especial de Investigación para Estudios de Género
Chile, también tiene que ver con la forma en que se ha abierto por Fondecyt en 1995 y 1996 (algunos de hasta
producido conocimiento durante estos años de post- 3 años), dan cuenta de este vínculo.
dictadura en nuestro país y el modo en que eso se rela- Finalmente, la Unidad de Mujer y Desarrollo de la Cepa!
ciona con la sociedad que hemos ido construyendo, en Chile se ha convertido en otro foco importante de
con los fantasmas que negamos, con nuestros miedos producción y difusión de conocimiento en torno al gé-
y esperanzas, el modo en que ello ha trascendido a los nero en y sobre Chile y América Latina.
estudios de género, tratando de ver al mismo tiempo
por qué caminos han circulado las tradiciones feminis- Hallazgos e hipótesis
tas del resto del continente en este mismo período.
Al iniciar la investigación que sustenta esta exposición,
La trayectoria de los Estudios me encontré con que en Chile no existía nada parecido
a lo que yo esperaba encontrar. Esto es, estudios de
de Género en Chile: Algunos género que articularan género, etnia y clase. Fue ne-
11
cesario así acercarse con ánimo arqueológico al ma-
11

datos de la década terial producido con perspectiva de género desde las


A comienzos del nuevo siglo, los Estudios de Género ciencias sociales y las humanidades durante esta dé-
se encuentran en un importante momento de avance y cada a ver si los datos me decían algo sobre lo que
reconocimiento en nuestro país. Su desarrollo en las andaba buscando. Paralelamente, y buscando tener una
Universidades y ONGs, así como el uso que realiza el visión más completa de los motivos de esta no-existen-
Estado del conocimiento producido en este campo lo cia, comencé a indagar en el desarrollo del movimiento
demuestran. feminista en Chile y en América Latina durante los 90 y
1

Recopilaciones y revisiones varias llevadas a cabo du- el modo en que ello pudiera explicar este dato, en la
rante los 90 hablan de un mayor desarrollo de ciertos
1
producción sobre género, etnia y clase en América La-
temas a través de la década (trabajo, educación, iden- tina y en los países desarrollados, en el concepto de
tidades de género y étnicas, familia, sexualidad, agri- clase -que aparecía como el tema más ausente en
cultura y campesinado, historia de las mujeres, litera- medio de mi búsqueda-, en los procesos sociales na-
tura y género, salud de las mujeres, pobreza y género) cionales, regionales e internacionales que fueran dán-
con profundidad y especialización variada según se trate dome pistas.
de Universidades u ONGs en desmedro de otros como En este proceso, un primer hallazgo fue que en Chile
filosofía política, economía política, macroeconomía o NO ha existido un desarrollo sistemático de la articula-
comunicación, que han sido abordados de manera ción género - etnia - clase en el conocimiento produci-
menos profunda. do desde los Estudios de género, durante la década
Según datos de 1999, en Chile existían en ese momento del 90 ni antes. Ha existido un núcleo de estudios so-
1

37 cursos de pre-grado y 8 post-títulos en el ámbito de bre género y etnia durante esta década, pero una au-
los Estudios de la Mujer y el Género . Datos del 2001,

Tomo I Actas del 4° Congreso Chileno de Antropología Simposio Identidades de Género 727
sencia casi total del concepto de clase en el conoci- Junto al mestizaje, otros temas recurrentes en los es-
miento con perspectiva de género. tudios sobre género y etnia han sido los procesos
Sin embargo, cuando se indaga con perspectiva de migratorios, la propiedad de la tierra, el servicio domés-
género en temas como trabajo, pobreza y sexualidad, tico, la participación social y política de los pueblos ori-
así como también en los estudios sobre género y etnia, ginarios, las relaciones de género al interior de los gru-
se advierte un cúmulo importante de conocimiento -al- pos indígenas y sus distintos componentes (religiosi-
tamente descriptivo-, que de manera implícita y desar- , dad, trabajo, intimidad), relaciones intragéneros en gru-
ticulada problematiza la articulación GEC, a la espera pos indígenas. Un nudo importante de conjugación del
de ser recogido con fines analíticos y convertirse en un género y la etnia con aspectos de clase han sido los
apoyo a la praxis política del movimiento feminista y estudios sobre la migración mapuche urbana femenina
del movimiento de mujeres de nuestro país. y su inserción en el servicio doméstico, ya que ponen
¿Por qué no se ha producido este último paso? Es po- en evidencia el modo en que la inserción de las muje-
sible pensar en factores de distinto orden, entre ellos: res al trabajo remunerado en sectores económicos más
El proceso discurrido por las ciencias sociales en prestigiados requiere de "otras" mujeres (con las cua-
AL durante la última década, caracterizado por la les se establecen relaciones jerárquicas, de asimila-
privatización y tecnificación del conocimiento pro- ción y distinción) que -en el espacio privado del hogar-
ducido desde las universidades. se hagan cargo de los quehaceres domésticos, repro-
Los "costos" de la institucionalización de la pers- duciendo a su vez el carácter generizado de la división
pectiva de género en el Estado y en la academia, de tareas al interior del hogar .
cuyo acento en la búsqueda de legitimidad ha
dejado en espera la problematización de los te-
mas más radicales de la agenda.
Género y el vacío de la
La precariedad financiera de las ONGs que ha clase ...
redundado en un quehacer más ajustado a de-
mandas técnicas y a un menor activismo. Como se dijo con anterioridad, es posible deducir un
Finalmente, el contexto más general de nuestra estudio de la realidad de clase desde el género a partir
transición pactada también ha contribuido a este de ciertos elementos presentes en los estudios sobre
estado de cosas, por cuanto ha propiciado la pro- trabajo, pobreza y sexualidad.
ducción de un conocimiento y de un debate pú- En el caso de los estudios sobre género y trabajo, las
blico que apunta a la búsqueda de falsos con- investigaciones que abordan temas como la doble jor-
sensos, que teme al conflicto, a las miradas nada de trabajo de la mujer y la conexión de ello con la
globales, al empoderamiento de los sujetos y a la mantención del servicio doméstico como estrategia que
movilización social. termina por reproducir la distribución gene rizada de las
La articulación de género y etnia constituye un eje de tareas hogareñas, la feminización del trabajo temporal
investigación importante durante la década. Si bien la en la agricultura en asociación con el abaratamiento de
investigación de la realidad mapuche ha dominado el costos para hacer más competitiva nuestra economía
campo , durante la segunda mitad de los '90 han co- en los mercados internacionales, cuyo peso recae en
menzado a desarrollarse estudios en torno a identidad los cuerpos doble o triplemente maltratados en virtud
de género e identidad étnica en otros colectivos indíge- de su extracción social, étnica y sexo/genérica; el in-
nas: aymarás, pascuenses, atacameños . El trabajo de cremento y feminización de un trabajo a domicilio en
Sonia Montecino tiene un lugar importante en esta lí- condiciones cada vez más precarias de acceso al mer-
nea de investigación en el país, probablemente por cado del trabajo; la liberalización comercial y sus efec-
haber sido la primera en trabajar este tema de manera tos diferenciados en hombres y mujeres ; entre otros
sistemática, aunque a mi juicio su principal aporte con- temas, son estudios que reúnen ciertos elementos que
siste en el logro de una articulación teórica al respecto, al tensarse ponen en evidencia la articulación GEC, al
al plantear este nudo investigativo como foco para com- mostrar que gran parte de la competitividad de nuestra
prender el carácter mestizo de nuestra sociedad y de economía descansa sobre mujeres de sectores popu-
nuestra cultura, aplicando en este sentido la etnia tam- lares, de áreas rurales e indígenas, que hacen posible
bién al observador. un abaratamiento de los costos de producción con con-
secuencias a veces irreparables sobre su salud y cali-
dad de vida.

728 Tomo I Actas del 4° Congreso Chileno de Antropología Simposio Identidades de Género
Por su parte -pesar del enfoque predominantemente mismo tiempo vayan más allá de él. Que muestre el
paternalista que ha caracterizado la intervención en este modo en que las condiciones deterioradas en las cua-
ámbito durante la década-, los estudios sobre género les sigue accediendo la mayoría de las mujeres al tra-
y pobreza -principalmente aquellos referidos a las jefas bajo remunerado tiene que ver con cuestiones estruc-
de hogar y la reproducción de la pobreza- articulan ele- turales no sólo del modelo económico impuesto en los
mentos de género y clase que es preciso seguir desa- 1
80 y persistente durante los 90 en nuestro país, sino
1

rrollando, sobre todo aquellos que ponen el acento en que también con la lógica mundial del capitalismo (y
la promoción de la autonomía y desarrollo de capaci- que estas consecuencias -en un determinado nivel del
dades de las mujeres pobres (si bien todos estos prin- análisis-, son tan nocivas para mujeres como para hom-
cipios operan bajo el supuesto de individuos y no de bres). Hay una opción por lo cotidiano (que no por ello
colectivos, o de colectivos sólo con propósitos prag- es menos importante): la división sexual del trabajo y la
máticos). doble jornada, la segregación ocupacional, los diferen-
Algo similar ocurre con la investigaciones que ponen ciales de ingresos; pero que no logra tomar perspecti-
en evidencia la moral sexual conservadora que atravie- va del proceso macroeconómico ni permite avanzar en
sa pesadamente a nuestra sociedad y que se resiste a la crítica social.
abandonarla. Hay un potencial trasgresor significativo También queda por responder por qué etnia y clase no
en aquellas investigaciones que revelan un temor a la han tenido un mismo status como categorías analíticas
pérdida de la culpa o un temor a la subversión del or- en los estudios de género en nuestro país. El primero
den como supuesto basal de la moral sexual de nues- muy desarrollado y el segundo casi totalmente ausen-
tras elites conservadoras; temores que evidencian su te. En un texto de mediados de la década, Rebolledo
deseo de vernos asexuados, sobre todo a los pobres: señala que así como hasta la década del 70 la clase
que ellos sólo sirvan como padres y madres de familia, social era considerada como la variable más gravitante
que eviten que sus hijos caigan en la delincuencia o en el análisis político y social, actualmente género y
sean drogadictos y que estén suficientemente ausen- etnia ocupan ese mismo lugar . Si es así, creo que el
tes de sí mismos como para aceptar con normalidad la problema no radica en una ausencia en el uso del con-
pérdida de dignidad a la cual nos somete esta misma cepto, sino más bien en un silencio respecto de aquello
elite desde sus posiciones en el mercado . que el concepto problematiza, a saber: el carácter
En cualquiera de estas tres versiones de lo que yo lla- relacional de las posiciones que ocupan los distintos
mo el vacío de la clase -trabajo, pobreza y moral
11 11
sujetos y colectivos en la estructura social. En este sen-
sexual-, cuerpo, posición y visiones de mundo apare- tido, el concepto de pobreza -que se podría acercar en
cen fuertemente vinculados. Pero la vuelta de tuerca contenido al de clase- es mucho más inofensivo.
que falta es la analítica, pues generalmente todo lo En este punto, no debe dejarse pasar el hecho de que
anterior tiende a quedarse en lo meramente descripti- mientras en América Latina en general se produjo un
vo y -cuando no- se convierte en conocimiento útil para silencio en torno a la clase a partir de los 70 , en el
la generación de políticas públicas que no cuestionan ámbito europeo y anglosajón este concepto ha seguido
el fondo de los problemas. siendo utilizado y permanentemente re-elaborado en
El conocimiento producido ha permitido ahondar en ele- virtud de las transformaciones vinculadas al advenimien-
mentos de diagnóstico y caracterización de situacio- to de la sociedad post-industrial, tanto por teóricas fe-
nes diversas, dejando de lado sin embargo una pro- ministas como por teóricos marxistas y representantes
puesta transformadora más allá de lo técnico, cuestión de los estudios culturales, permaneciendo vigente has-
que a su vez está muy asociada a un defecto de la ta hoy día.
investigación y que consiste en ver a las mujeres como
formando parte de una realidad que se autocontiene , El contexto latinoamericano
cuando -a mi juicio- es necesario ir permanentemente
11
más allá del género precisamente para comprender
11
Es posible señalar que las tendencias que se han visto
el modo en que éste nos constituye. para Chile -que no ha existido ni ahora ni antes una
En el caso de los temas género-trabajo/género-pobre- tradición GEC- pueden hacerse extensivas al resto de
za, por ejemplo, no se encuentra una reflexión sobre las investigaciones desarrolladas en el continente, des-
las condiciones generales del mercado de trabajo o de tacándose un importante desarrollo de investigación
las posiciones sociales desde el género pero que al sobre género y etnia en México, Perú, Bolivia, Chile,

Tomo I Actas del 4º Congreso Chileno de Antropología Simposio Identidades de Género 729
Brasil, Colombia y los países centroamericanos -agre- sobre la sistematización y teorización de los datos ob-
gando estos tres últimos la cultura negra al debate. Tra- tenidos. Ejemplo sintomático de lo anterior sería el di-
bajos sistemáticos sobre género y clase durante la dé- seño de numerosos programas de promoción y
cada, sólo han sido encontrados en Brasil . autoayuda destinados a las mujeres, en los cuales sin
No obstante, ciertos/as investigadores de los estudios embargo ha quedado pendiente el trabajo sistemático
de la masculinidad han hecho importantes hallazgos de evaluación de posibles cambios producidos por es-
en los cuales se articulan estas tres dimensiones. Es el tos en la identidad y autoestima femenina .
caso, por ejemplo, de la peruana Norma Fuller. A partir Pese a lo anterior hay un desarrollo de investigación
de investigaciones en distintas regiones de su país, esta importante. Y es esta misma tradición de conocimiento
investigadora sustenta con datos empíricos la articula- generado la que permite tomar distancia y reconocer
ción entre género, etnia y clase a partir del rol clave que tras lo producido es posible y necesario empren-
que juega la micropolítica de los géneros en la repro- der trabajos de envergadura regional que permitan en-
ducción de las jerarquías sociales, así como la conexión tender de manera más fina nuestras similitudes y parti-
de esta articulación con otros procesos macrosociales. cularidades y contribuir al avance de la producción teó-
Particularmente, ella descubre esta articulación en el rica. Esta contribución al desarrollo teórico requiere
juego seducción - matrimonio, por cuanto la afirmación superar al menos dos obstáculos: el giro ginecocéntrico
de la virilidad está asociada al uso de las mujeres de que ha tendido a asimilar el género a lo femenino y la
las clases y etnias subordinadas mientras que las alian- temporalidad cortoplacista que a menudo está presen-
zas matrimoniales están reglamentadas por una te en la investigación supeditada a las agendas políti-
endogamia étnica y de clase . cas y de desarrollo .
Es probable que estas similitudes se deban al contexto
común de origen de los estudios de género en la región Algunos lineamientos del de-
(ajuste estructural de los 80, regímenes dictatoriales,
1

impulso de agencias internacionales; saber periférico y bate actual


contestatario , que comienza a institucionalizarse, en
concordancia con los procesos de democratización Si bien es posible rastrear en el pensamiento feminista
1 11
desde mediados de los 80 en adelante ) y a los vicios 11 una tradición de pensamiento que ha intentado articu-
comunes también. Entre ellos, el de asumir algunos lar estas tres dimensiones desde el siglo XIX en ade-
debates del primer mundo sin un proceso de discusión lante, el impulso más importante al debate sobre géne-
mediante , pues ello podría explicar en parte la dificul- ro, etnia y clase en el feminismo se produjo en el ámbi-
tad con la cual se ha tematizada -al interior del pensa-
1
to anglosajón durante los 80 y 90 cuando mujeres
1

miento feminista latinoamericano- la coexistencia y re- chicanas y afro-descendientes comenzaron a develar


lación entre las diferencias de género y otras diferen- teórica, empírica y políticamente que el feminismo teo-
cias (etnia y clase, principalmente), así como la consti- rizaba sobre una mujer blanca de clase media y desde
tución de sujetos plurales sobre la base de identidades una mujer con estas mismas características. Es a par-
múltiples. Diagnóstico en el cual coincide la española tir de este develamiento que género, etnia y clase
Lola Luna al señalar que el feminismo latinoamericano devinieron como una triple opresión sobre la cual de-
de los 90 no ha contado con una línea de análisis con-
1 sarrollar conocimiento . A este trabajo se han sumado
sistente y permanente sobre el vínculo entre la situa- también teóricas feministas de los países colonizados
ción de las mujeres y la naturaleza de otras formas de que desarrollan su trabajo desde los países desarrolla-
dominación, sobre el carácter del Estado y sobre la dos , generándose un importante cúmulo de conoci-
economía política, entre otros temas . miento al respecto.
A juicio de Fuller, las debilidades de los estudios de En términos del contexto social a través del cual ha
género en la región radican en que son muy depen- discurrido el desarrollo de la teoría feminista, la fase
dientes de los proyectos estatales o de las prioridades actual del proceso de globalización del sistema capita-
de las fundaciones o agencias, por esto los temas que lista -marcada por la masificación relativa de los avan-
se estudian están fuertemente articulados con las polí- ces tecnológicos en el ámbito de las comunicaciones y
ticas públicas y las estrategias de desarrollo local, lo por el aumento de las desigualdades sociales mundia-
cual tiene como efecto negativo la generación de res- les- ha incorporado un nuevo matiz al debate sobre
tricciones sobre la agenda de investigación, así como género, etnia y clase, a saber: que el sistema capitalis-

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ta mundial es una realidad económica, social y cultural
que afecta de manera diferente a individuos y colecti-
Desafíos y propuestas al
vos en virtud de su posición en las jerarquías y relacio- cierre
nes genéricas, étnicas y clase , pero que -de manera
más profundamente enraizada- requiere de estas dis- Mi propósito a través de esta exposición ha sido trans-
tinciones para reproducirse. Es decir, que el sistema mitir a ustedes algunas de mis preocupaciones como
global ES un sistema GEC. Valentine Moghadam, una cientista social que valora de manera particular el aporte
de las autoras que trabaja en esta línea señala que el de la teoría feminista al análisis social, pero que tam-
actual nivel de expansión de los mercados mundiales bién reconoce -en el caso de Chile y en gran medida
se habría producido en gran parte gracias al rol jugado de América Latina- un instante crítico de los Estudios
por la disponibilidad de fuerza de trabajo femenina re- de género en el sentido de contar con suficiente cono-
lativamente barata y vulnerable en muchas partes del cimiento acumulado como para poder ampliar los lími-
mundo. La globalización ha producido la generación de tes del debate articulando sistemáticamente las dimen-
trabajos para mujeres en los procesos exportadores, siones de género, etnia y clase.
en las zonas de libre comercio y en las factorías desti- Para un salto definitivo en este sentido se precisa, a mi
nadas al mercado mundial. Mucho del trabajo disponi- juicio:
ble para las mujeres en este contexto es mal pagado, Abandonar el temor a las miradas globales. Se-
humillante e inseguro, aunque necesario cuando por guramente, esto se relaciona con un "trauma
otro lado los mismos procesos económicos mundiales generacional" que -no sé cómo, pues no me con-
provocan una pérdida o inutilización de los terrenos voca tan profundamente- debe ser superado. El
cultivables, presionando a las mujeres que histórica- análisis de problemas cotidianos y de realidades
mente están vinculadas a la agricultura -mujeres indí- acotadas tendrá valor sólo en la medida que en
genas y campesinas, principalmente- para que se inte- ello hable algo más global; de otro modo, la
gren a estos nuevos nichos de trabajo como único modo parcialización de la realidad con fines
de sobrevivencia . metodológicos se transforma en una compren-
La conjugación entre globalización y género realizada sión parcializada e incomunicable de la realidad
por teóricas feministas ha posibilitado nuevos avances misma. Creo que la perspectiva GEC brinda la
en torno a la articulación GEC. Al respecto, me intere- posibilidad de una mirada global a la cual los
sa destacar al menos el trabajo de Nancy Forsythe, Estudios de Género están invitados con mucho
Valentine Moghadam y Joan Acker, quienes han acen- que decir al respecto.
tuado elementos tales como: Recuperar el papel crítico y movilizador del co-
a) La relación cuerpo - status social, considerando nocimiento. No existe una ciencia social histórica
al primero como vehículo fundamental de los libre de valores. La elección de un marco con-
disciplinamientos y al segundo como una inter- ceptual siempre es una opción política. No se trata
sección de distinciones de clase, raza, género, aquí de convertirse en gurúes, pero sí que desde
nación, sexualidad y a ambos como indicadores nuestro quehacer en el espacio cotidiano de la
de la dirección y fase del cambio social investigación podamos producir y poner en cir-
b) El enfoque de las grandes tendencias para com- culación conocimiento que sea pertinente y haga
prender las factores que determinan el status sentido a la movilización social feminista, indíge-
actual del sistema sexo/género al interior del sis- na, popular.
tema capitalista global. Y aquí retomo nuevamente el valor del quehacer
c) El valor de la teorización respecto de la clase para interdisciplinario: un análisis GEC revestirá mayor
entender el modo en que la subordinación de la potencial analítico cuando se realice entre investi-
mujer está ligada a las desigualdades económi- gadores provenientes de distintas disciplinas.
cas del capitalismo El desafío de desempolvar utopías. La especifi-
d) Una noción de lo económico mayor a la que está cidad del feminismo en Chile estuvo signada por
actualmente en uso y que incorpore la distribu- los largos años de dictadura y cuando se acabó
ción, además de los ámbitos productivo y la dictadura el movimiento se quedó sin estrate-
reproductivo. gia . Chile comparte el desafío latinoamericano
de desempolvar utopías en un nuevo contexto: el
de la globalización.

Tomo I Actas del 4º Congreso Chileno de Antropología Simposio Identidades de Género 731
Sin duda, hay una serie de condicionantes que vuelven tónomas"). Pero el objetivo, en este caso, es más am-
particularmente complicada esta última tarea. Sobre bicioso que la mantención de las diferencias irreconci-
todo cuando al interior del movimiento existen dos ver- liables sólo en apariencia.
tientes en fuerte tensión ("institucionales" versus "au-

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