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LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO ALAN CHAPARRO-ALEXIS DOMINGUEZ

UNIVERSIDAD CATÓLICA NUESTRA SEÑORA DE LA


ASUNCION

FACULTAD ECLESIÁSTICA DE SAGRADA TEOLOGIA

SEMINARIO: EL DESTINO DE LA HUMANIDAD DESDE LA


PERSPECTIVA HISTORIOGRÁFICA

PROF: LIC. ARSENIO AMARAL


CURSO: 3°

ALUMNOS: ALAN CHAPARRO; ALEXIS DOMÍNGUEZ

ASUNCIÓN-PARAGUAY

2018
LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO ALAN CHAPARRO-ALEXIS DOMINGUEZ

INTRODUCCION
Elegimos esta obra porque nos pareció interesante y sumamente importante leer a
filósofos contemporáneos para saber qué rumbo está tomando nuestro mundo hoy día. Y
justamente Byung-Chul Hun, filósofo surcoreano que estudió Filosofía en la Universidad de
Friburgo y Literatura alemana y Teología en la Universidad de Múnich, abarca esa
problemática que se formula con la pregunta de nuestro seminario y después del hombre
¿qué?.

El libro aborda temas muy interesantes como La violencia neuronal; Más allá de la
sociedad disciplinaria; El aburrimiento profundo; VITA ACTIVA; Pedagogía del mira; El
caso Bartleby; y La sociedad del cansancio. En todos estos capítulos tiene como idea central
la autoexplotación del sujeto que vive en la sociedad del rendimiento.

Aborda también temas como las consecuencias físicas de esta autoexplotación,


consecuencias que se ven día a día en las personas y de las cuales uno se puede percatar con
mucha facilidad.

Es una obra que ayuda a tener en cuenta, muy en cuenta, las crisis y dificultades, no
como algo ajeno a la vida, sino como algo que es propia de la vida y sin las cuales no se
puede vivir libremente. Es allí, en la experiencia negativa, donde uno conoce el valor del
esfuerzo de hacer algo.
LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO ALAN CHAPARRO-ALEXIS DOMINGUEZ

LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO


BYUNG CHUL HUN

Toda época tiene sus enfermedades emblemáticas. Así, existe una época bacterial, que,
sin embargo, toca a su fin con el descubrimiento de los antibióticos. Actualmente no vivimos
en la época viral. Se ha dejado atrás gracias a la técnica inmunológica. En el siglo XX se
plantea el paradigma inmunológico, mediada por una clara división entre el adentro y el
afuera, el amigo y el enemigo o entre lo propio y lo extraño. Se repele todo lo que es extraño.
El objeto de la resistencia inmunológica es la extrañeza como tal. Aún cuando el extraño no
tenga ninguna intención hostil, incluso de él no parta ningún peligro, será eliminado a causa
de su otredad. Estamos frente a una posición dialéctica en donde yo niego la negatividad del
otro y en ese procedimiento lo reconozco como tal.

Ciertamente, las enfermedades del siglo XXI siguen a su vez una dialéctica, pero no
de la negatividad sino de la positividad. Consiste en estados patológicos atribuibles a un
exceso de positividad. En donde el enemigo ya no vive afuera, sino que al contrario el
enemigo vive en cada uno, ya no existe el otro viral que amenaza sino un Yo totalmente
positivo que todo lo abarca y todo lo cubre. Y ese paradigma que se afirma en uno mismo
produce enfermedades como reacción, depresión, bipolaridad, stress, fatiga, cansancio, ahogo,
enfermedades ya sea psíquica o psicológica. Y todas estas enfermedades fueron producidas
por el exceso de positividad en donde llega un momento en que uno ya no puede más en una
sociedad del si puedo y eso lo lleva al aburrimiento total en donde se enferma de positividad.

La sociedad del siglo XX era caracterizada como la sociedad disciplinaria, término


acuñado por Foucolt, pero el siglo XXI es una sociedad de rendimiento. En la sociedad del
rendimiento sus habitantes ya no se llaman “sujeto de obediencia”, sino “sujeto de
rendimiento”. Estos sujetos son emprendedores de sí mismos.

La sociedad de rendimiento se desprende progresivamente de la negatividad. La


sociedad de rendimiento se caracteriza por el verbo modal positivo poder sin límites.

El sujeto de rendimiento está libre de un dominio externo que lo obligue a trabajar o


incluso lo explote. Es dueño y soberano de sí mismo. De esta manera no está sometido a
nadie, se diferencia del sujeto de obediencia.

La supresión de un dominio externo no conduce hacia la libertad; más bien hace que
libertad y coacción coincidan. Así, el sujeto de rendimiento se abandona a la libertad obligada
o a la libre obligación de maximizar el rendimiento. El exceso de trabajo y rendimiento se
agudiza y se convierte en auto explotación. Esta es mucho más eficaz que la que la
explotación por otro, pues va acompañado de un sentimiento de libertad.

El explotador es el mismo explotado. Víctima y verdugo ya no puede diferenciarse.


Las enfermedades psíquicas de la sociedad del rendimiento constituyen precisamente las
manifestaciones patológicas de esta libertad paradójica.

El exceso de positividad se manifiesta, así mismo, como un exceso de estímulos,


informaciones o impulsos. El multitarea no es una habilidad privativa del hombre
hipermoderno sino que es una capacidad natural dice Hun, que obliga a los animales a activar
muchos niveles de percepción para su supervivencia. Pero el problema es que cuando la
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tensión se dispersa se hace muy difícil la contemplación, que es la facultad del espíritu
humano, por eso Hun dice que el multitarea debe entenderse como una regresión hacia la
instancia de supervivencia animal, la tención que localiza en diversos momentos tiene una
escasa tolerancia al vacío y huye del espacio del aburrimiento que genera la acción
contemplativa (capacidad de escuchar).

El aburrimiento es una virtud como sostiene Walter Benjamín cuando dice: “El
aburrimiento es esa ave que encuba el huevo de nuestra experiencia”. Quien puede tolerar el
aburrimiento puede crean nuevos tiempos, nuevos espacios para la creación. El propio
Nietzsche recomendaba la capacidad de contemplación para alimentar el pensamiento y la
mirada. Nietzsche decía que hay que volver a aprender a mirar, a hablar y a pensar. Aprender
a acostumbrar los ojos a la contemplación, no solamente a los impulsos, aprender a responder
con ellos a controlar los instintos al decir No. Decir NO convierte a la contemplación a la más
activa en la vida, porque existe una dialéctica de la hiperactividad e hiperpasibidad, es un
error suponer que cuando más activo uno, es más libre. La verdadera libertad es la
contemplación y es el entretenerse a la vida.

Hun, en la sociedad del cansancio siempre enfoca la no-libertad del sujeto. Esto se
debe a que la sociedad del rendimiento obliga al sujeto a un constante hacer sin descanso, esto
lleva al sujeto, y aquí está lo más peligroso según Hun, a autoexplotarse sin darse cuenta de
ello. Esto se explica bien en la dialéctica del amo y del esclavo, en el cual el Amo se convierte
en esclavo del trabajo, aún cuando él piensa que es libre.

El trabajo exige al sujeto a la constante hacer, a la constante crear, al constante


dinamismo de realizar varias actividades, y aunque el sujeto puede que esté haciendo algo que
le guste, este le priva por completo la negatividad de no hacer, fundamental para una vida
verdaderamente libre. Dice Hun:

"En esta sociedad de obligación, cada cual lleva consigo su campo de trabajos forzados.
Y lo particular de este último consiste en que allí se es prisionero y celador, víctima y
verdugo, a la vez. Así, uno se explota a sí mismo, haciendo posible la explotación sin
dominio".
La sociedad del cansancio. Pág 48.

Esta exagerada vida activa, niega totalmente la vida contemplativa, la deja de lado.
Así se llega a una sociedad azotada por enfermedades como la histeria, el nerviosismo, el
stress y también la depresión. Esto se debe a que en medio del tormentoso correr del trabajo,
uno no piensa si lo que hace tiene sentido o no, si es necesario o no, solo lo hace, y justamente
cuando no lo puede hacer entra en depresión, cuando esto se podía haber evitado si se
aceptaba la negatividad del no hacer y se daba lugar al silencio y la reflexión.

"No se trata de reacciones inmunológicas que requieran una negatividad de lo otro


inmunológico. Antes bien, son fruto de una «sobreabundancia» de positividad. El exceso del aumento
de rendimiento provoca el infarto del alma". La sociedad del Cansancio. Pág 72. Aquí vemos como
Hun afirma que tan peligroso es el exceso de positividad. Provoca el "infarto del alma", es
decir, como este exceso aísla y divide al sujeto, este queda privado de aquellas facultades
propias del alma, como la reflexión, meditación, expresiones literarias como la poesía, que
requieren un no hacer para disfrutar el momento y expresarlo, ya que las expresiones
mencionadas de una u otra manera llevan siempre al recogimiento y salida de sí mismo, para
que en el no hacer estemos, en realidad, haciendo.
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Hun hace una interesante comparación con una concepción religiosa judía, muy
conocida, por cierto, para demostrar la importancia del no hacer. Esta es la del Sabbath. El
sentido que le dan los judíos a este día de descanso enfoca muy bien lo que Hun quiere
expresar con el no hacer. El Sabbath era el día de descanso porque Yahve descansó ese día
después de haber creado todo lo que existe. Ahora bien, en ese día los judíos se reunían en las
sinagogas y meditaban y alababan la grandeza de Dios por su creación y todas las cosas que
hizo por su pueblo. Es decir, en la negatividad del descanso, valoran toda la positividad del
hacer de Dios.

Nos parece que Hun, teniendo muy en cuenta la cultura oriental, hace como una
síntesis entre el constante hacer de Occidente (positividad) y la sabia reflexión de Oriente
(negatividad), y resalta la importancia de lo segundo. Para que la vida deje de ser una mera
vida de trabajo y pase a ser una verdadera vida en libertad debe de haber un equilibrio entre lo
positivo y lo negativo.
LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO ALAN CHAPARRO-ALEXIS DOMINGUEZ

CONCLUSION
La sociedad del Cansancio es una verdadera crítica al sistema capitalista que fue
instaurando de a poco la autoexplotación del individuo y de esa manera lo privó, de manera
muy astuta, de la libertad. El sujeto sin darse cuenta tiene al Amo y al Esclavo dentro de sí
mismo.

El sí puedes motivacional se ha degenerado y utilizado como medio de explotación.


Ya que, si no puedes en un mundo que te exige poder, no sirves para nada. Todo esto lleva al
sujeto a sufrir enfermedades psicosomáticas graves. En síntesis, si quieres saber que
pensamiento impera hoy día, debes mirar dos cosas: Primeramente, los intereses que tienen la
mayoría de las personas (Dinero, viajes para descansar, tiempo para poder hacer más cosas,
etc.) y lo otro son las enfermedades más frecuentes que sufren las personas sean adultas o
jóvenes que trabajan o estudian, o trabajan y estudian a la vez (nerviosismo, ansiedad, stress,
y hasta depresión).

Hun hace algo estupendo, une las enfermedades neuronales con los problemas sociales
y hace una síntesis que lanza como resultado la sociedad del cansancio.

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