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Entregado por:
Daimer Parra
Verónica Cuellar
Grupo 102039-63
Entregado a
Geografía Económica
Neiva
2019
INTRODUCCIÓN
El análisis espacial es una de las herramientas recientemente utilizada para estudiar las
actividades en el espacio. Esta técnica permite una aproximación cuantitativa al análisis
geográfico de datos mediante el uso de rigurosas técnicas estadísticas. La evolución del análisis
espacial ha ido paralelo a los avances que recientemente se han dado en los sistemas de
información geográfica. El análisis espacial permite detectar, mostrar y explicar los patrones
espaciales más importantes que se encuentran en un grupo de datos localizados en el espacio.
Por ello, la geografía económica no es el destino. Sin embargo, entender las relaciones entre la
geografía física, humana y económica, sí es crucial para entender el destino de las regiones,
especialmente en un país como Colombia, donde existe tanta variedad de paisajes, suelos, climas
y biodiversidad.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Determinar los diversos factores que influyen en la localización de un proyecto económico, por
medio de los diversos conceptos y teorías de la geografía.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Departamento Nacional de Planeación (2014). Plan Nacional de Desarrollo “Todos por un nuevo país”. Director General. Colombia.
- Rangel-Ch, J. O., Sánchez-C, H., Lowy-C, P., Aguilar-P, M., & Castillo, A. M. P. A. R. O. (1995). Región de la Orinoquia. Colombia, Diversidad
Biótica I. Instituto de Ciencias Naturales. Convenio Inderena-Universidad Nacional de Colombia, 239-254.
- Vera-Parra, N. F., Caro, L. J. M., Otero-Paternina, A. M., Casallas, P. E. C., & Santamaría, Y. V. (2011). Impacto del agua asociada a la producción
de una explotación petrolera sobre la comunidad fitoperifitica del río Acacias (Meta, Colombia) durante la temporada de lluvias. Orinoquia, 15(1),
31-40.
- Avendaño, T. R. La triste historia ambientaldel extractivismo petrolero.
- Martínez Gómez, S. J. (2017). Factores de contaminación ambiental por el desarrollo de proyectos petroleros en el Caño el Ingeniero, municipio de
Puerto Gaitán Meta.
- Avellaneda, A. (1990). Petróleo e impacto ambiental en Colombia. Revista de la Universidad Nacional (1944-1992), 6(24), 21-28.
- D. Roza. (2017). Alerta temprana por deforestación en la Orinoquia: un desafío medioambiental que Colombia debe enfrentar. CENTRO DE
ESTUDIOS DE LA ORINOQUIA-CEO. Universidad de los Andes.
ANTECEDENTES
La Orinoquia es una extensa región al sureste de Colombia, que se extiende entre las
estribaciones de la cordillera Oriental y la frontera con Venezuela. Tradicionalmente su economía
giró en torno a la ganadería extensiva, pero en las últimas décadas, su modelo económico se
amplió a la explotación de petróleo y al monocultivo de la palma de aceite principalmente.
La geografía económica actúa directamente sobre las actividades económicas, a través de canales
específicos como la dotación de recursos naturales, los accidentes geográficos, las condiciones
climáticas, los desastres naturales y la salubridad. En este sentido, es necesario conocer la
fertilidad de sus suelos, sus montañas, ríos o ciénagas, las lluvias o la irradiación solar, las
inundaciones o sequías, así como los problemas de morbilidad de una región o país, para hacerlos
funcionales a su desenvolvimiento económico.
Específicamente en la Orinoquia, al ser estos suelos poco aptos para la agricultura, la ganadería
extensiva se convierte en una de las escasas formas de explotación comercial, y dentro de ésta el
sistema de doble propósito, que por su escaso nivel de especialización implica bajos montos de
inversión en infraestructura y equipos.
En la economía petrolera, la geografía y las instituciones interactúan por vías que pueden ser
complementarias: el descubrimiento de una mina en cualquier parte del territorio traduce en la
ganancia de mucho dinero, mientras la administración, eficiente o no, de las regalías se explica
por la calidad de las instituciones. Cuando estos yacimientos se descubren en una región o país en
donde su capital humano tiene baja preparación, sus órganos de justicia son débiles y las reglas
de juego no se cumplen, de seguro la administración de las regalías y demás recursos fiscales será
deficiente.
En el Casanare, los municipios de mayor producción petrolera son Aguazul, Tauramena y Yopal;
en el Meta Acacías, Puerto Gaitán y Castilla, mientras en Arauca, los municipios de Arauca,
Arauquita y Saravena, lo que les ha permitido tener acceso a los recursos por concepto de
regalías.
La corrupción puede disminuir el bienestar social por dos razones fundamentales: distorsiona los
incentivos económicos y genera un desperdicio de recursos, tanto por las autoridades en la
detección y prevención del mal, como por los corruptos al procurar no ser detectados (Cárdenas y
Steiner, 1998).
La multinacional canadiense Pacific extrae más de 220.000 barriles diarios del Campo Rubiales,
pero esa riqueza parece apenas tener eco en dos o tres avenidas principales pavimentadas, un arco
de concreto decorado “al estilo griego”, con enredaderas y hojas, que está a la entrada del
municipio y costó $2.500 millones, y una megabiblioteca que queda cerca de la también
imponente Alcaldía. Construcciones que contrastan con las calles polvorientas de color rojo que
abundan, las cifras de pobreza del municipio, que de acuerdo con el DNP son del 65%, y el que
no haya alcantarillado en todo el municipio ni agua 24 horas. La agroindustria ha cambiado el
paisaje de morichales y esteros que desde Villavicencio se veían al lado y lado de la carretera.
Los conflictos sociales que afectan al medio ambiente, a su vez se derivan de una transformación
del paisaje agresiva, excluyente, contraría las vocaciones de uso y manejo. No se puede negar las
dificultades que un escenario como el planteado significan para la sostenibilidad ambiental –y
social- de la región. El conflicto contribuye a aumentar la intervención de áreas naturales de
manera mucho más agresiva.
Un problema ambiental de consideración en este caso sería de carácter más urbano, derivado de
la confluencia de poblaciones hacia los cascos urbanos con los consecuentes efectos de deterioro
de la calidad de vida que esto conlleva. Es necesario, ambientalmente, buscar alternativas tanto
económicas como de salud para estas poblaciones vulnerables cuya única salida parece ser
recurrir a la ampliación de la frontera agrícola o dedicarse a la siembra de cultivos ilegales.
Alternativas de vida ambientales y sostenibles para ellos, que puedan contribuir a detener el
comienzo de una cadena que termina siempre afectando al medio ambiente, mientras las
intenciones de reparación de que hablan los más recientes acuerdos con los grupos paramilitares,
no incluyan de tajo una reparación territorial.
Los conflictos sociales que afectan al medio ambiente, a su vez se derivan de una transformación
del paisaje agresiva, excluyente, contraría las vocaciones de uso y manejo. No se puede negar las
dificultades que un escenario como el planteado significan para la sostenibilidad ambiental –y
social- de la región. El conflicto contribuye a aumentar la intervención de áreas naturales de
manera mucho más agresiva.
Debido a la deforestación de las microcuencas que conforman la red de afluentes de la cuenca
alta de la cordillera, la erosión, el mal uso del recurso hídrico en las actividades productivas y el
manejo del agua para proyectos hidroeléctricos, han generado un desbalence de los caudales de
los caños y ríos.
Ahora los caudales mínimos de los cauces son cada vez menores y los caudales máximos de los
cauces son cada vez mayores, debido a la creciente deforestación de las zonas de vertiente donde
nacen los principales ríos de la región de la Orinoquia.
Los desastres naturales que tienen como origen el recurso está directamente relacionados con los
problemas ambientales de las cuencas hidrográficas, ya que la degradación del medio ambiente
aumenta la vulnerabilidad de las comunidades y potencializa las amenazas naturales, que pueden
ser por excesos o por déficit hídrico. Este último aspecto, que puede llegar a ser el más
impactante.
En la exploración de pozos petroleros los nacimientos de agua y las aguas subterráneas generan
impactos ambientales negativos al recurso hídrico, ya que debido a su alta fragilidad ecosistemica
son recursos que no soportan cargas de explosivos y estudios geoeléctricos. Algunos de estos
nacederos son los abastecedores de las pequeñas microcuencas y grandes ríos que surten la
cuenca del río Meta.
La explotación de material de arrastre es una de las actividades que mayor impacto genera a la
biodiversidad en los cauces de los ríos, especialmente los de baja pendiente; ya sea por la
sedimentación ó el desvió del cauce natural de los mismos.
La región cuenta con limitaciones físicas como la baja calidad del suelo, las inundaciones
recurrentes y los efectos adversos de los vientos alisios, así como la falta de vías de
comunicación. Por lo anterior la agricultura se ha desarrollado lentamente, con excepción de la
zona de Piedemonte, en donde se cuenta con mejores vías y fácil acceso al mercado bogotano y al
de los departamentos andino-orientales. En los últimos años, las tierras del Meta ubicadas en la
Altillanura han sido objeto de mejoras físicas y químicas, lo que ha permitido aumentar su
productividad y su valor comercial. Todo parece indicar que esta práctica se hará extensiva a gran
parte de la región.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS