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Un modelo educativo es el norte indispensable de cualquier oferta educativa y para serlo debe

incluir, al menos, tres cosas básicas. En primerísimo término, el objetivo de la empresa educativa,
es decir, qué tipo de egresados/personas se busca formar. Segundo, qué conocimientos y
habilidades tenemos que cerciorarnos obtengan los alumnos para convertirse en esos egresados
que queremos. Tercero, cómo tenemos que enseñarles eso que hace falta obtengan los alumnos a
fin de producir, en la práctica, las identidades, aprendizajes y conductas que queremos producir.

En resumen, en su versión minimalista un modelo educativo debiera contener respuestas,


idealmente inspiradoras, pero [si no] al menos claras y precisas a las siguientes preguntas: ¿para
qué educar?, ¿qué enseñar para lograrlo? y ¿cómo hacerlo de la manera más efectiva?

A los tres elementos indispensables que debiera incluir un modelo educativo digno de tal nombre,
habría que añadir el desmenuzamiento de cada uno de esos elementos, así como la incorporación
de algunos ingredientes adicionales. Abordo, a continuación, el desmenuzamiento de el para qué
educar, el qué incluir y el cómo hacerlo.

Sobre el para qué de la educación, un modelo educativo completo debiera contener en su


definición del egresado/a que aspira a formar, los que siguen. La identidad deseable de esas
egresadas/os, por ejemplo: ¿súbditos o ciudadanos?, ¿nacionales de un determinado país o bien
átomos libres y cosmopolitas, sin ataduras nacionales?, ¿hombres y mujeres con identidades de
género tradicional o personas dignas más allá de su sexo y sus preferencias sexuales?, ¿fachada de
'mestizos todos' o reconocimiento de la diversidad y la igualdad entre etnias y colores de piel? En
este primer punto, el modelo también debiera incluir los valores, conductas habituales y
capacidades cognitivas y socioemocionales que se busca desplieguen esas egresadas/os deseables
(agentes responsables o víctimas/victimarios, cinismo o compromiso con el bien y la verdad,
disposición crítica o aceptación acrítica de la autoridad), así como el estándar de calidad que se
quiere (¿suficiencia mínima?, ¿excelencia?).

En lo que toca a los qués, es decir a la currícula –conocimientos y habilidades–, un modelo


educativo coherente tendría que definir y justificar, en primer lugar, la elección de esos contenidos
en función del tipo de egresada/o que se quiere formar. Debiera, asimismo, tomar en cuenta el
contexto social y temporal específico en el que ocurre la actividad educativa que se busca
organizar (no es lo mismo, por ejemplo, educar un mundo de economías cerradas que en uno
altamente interconectado, o pretender educar donde la producción del conocimiento crece
lentamente que donde crece exponencialmente).

Finalmente y en especial en la actualidad, en materia de contenidos dos temas resultan clave.

El primero, recordar que muchas de las denominadas “habilidades del siglo XXI”, tales como el
pensamiento crítico y la creatividad, dependen crucialmente de la cantidad de conocimientos
acumulados en la memoria de largo plazo y, por tanto, del aprendizaje de contenidos y no sólo de
la interiorización mecánica sobre cómo realizar determinados procedimientos. El segundo, que
para llevar a cabo procedimientos distintos a los más simples y rutinarios en matemáticas o en
cualquier otra área, resulta indispensable que las alumnas/os comprendan los conceptos básicos
involucrados; por ejemplo, entender qué es una multiplicación o una derivada. Esto último, entre
otras cosas, porque las rutinas son automatizables y porque la habilidad para resolver problemas
únicos y complejos no es, hasta el momento, rutinizable y, por tanto, sustituible por una
computadora.

Analizar a profundidad los cómos de un modelo educativo fuerte excede los límites de este texto.
Baste aquí señalar que la definición de los cómos debiera nutrirse de la investigación científica más
robusta disponible en materia pedagógica. Al respecto y desde lo que sabemos hoy con mayor
certeza que antes, habría que destacar dos temas.

Primero, la centralidad del vínculo emocional entre docente y alumno para que ocurra el proceso
enseñanza-aprendizaje. Segundo, la importancia nodal de la práctica regular para el desarrollo de
las habilidades socioemocionales (músculos fuertes, al igual que cosas como la perseverancia, sólo
se producen practicándolas intensiva y regularmente).

Hay muchos otros elementos que pudieran incluirse en un modelo educativo potente y completo.
Destacan dos. Las condiciones y herramientas materiales requeridas para formar a los egresados
que postula el modelo como deseable.

Igual o casi más importante: el diseño institucional de la escuela o del sistema educativo y su
capacidad para promover –por parte de directivos, docentes, alumnos y padres de familia– el tipo
de conductas requeridas para hacer posible que los qués y los cómos incluidos en el modelo
educativo propuesto puedan formar a los seres humanos que el modelo aspira a formar.

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IMPORTANCIA DE LA PEDAGOGÍA EN EL PROCESO EDUCATIVO

IMPORTANCIA DE LA
PEDAGOGÍA EN EL PROCESO
EDUCATIVO
9 febrero, 2014 Articulos publicados No hay comentarios
Dentro del ejercicio de la docencia y del contexto educativo en general, los procesos de
enseñanza y de aprendizaje son mediados por la Pedagogía; para algunos puede ser entendida
como ciencia, para otros, concebida como disciplina. Lo cierto es que la Pedagogía, como
ciencia o disciplina, tiene un objeto de estudio y este no es más que la Educación. La
Pedagogía se fundamenta en el conjunto de herramientas teóricas, metodológicas y prácticas
que le permiten al docente, asimilar y comprender los contenidos de las diferentes disciplinas,
para interpretarlos y transformarlos en verdaderos saberes de enseñanza. De ahí su
importancia dentro del contexto educativo.

El papel de la Pedagogía dentro del contexto educativo es determinante para la construcción


del conocimiento, en ella se consolida la Educación más allá de la transmisión de saberes,
pues si bien en la Educación se forma al individuo en costumbres, valores y formas de
comportamiento, es mediante la Pedagogía, donde el individuo comprende a través de un
saber reflexivo, la importancia de su cultura y el impacto que genera su formación para su
vida en sociedad. Dicho en otras palabras, la Educación asegura la formación del individuo,
la transmisión del legado cultural de la sociedad, mientras que la Pedagogía analiza los
fenómenos que hacen posible la construcción de la cultura, determina y explica los procesos
de formación del individuo, es decir, se encarga de comprender sus particularidades de
acuerdo con sus vivencias sociales y culturales.

La Pedagogía posibilita además, nuevas y mejores metodologías y técnicas para resignificar


los procesos de enseñanza; orientando el quehacer de los docentes, y de aprendizaje;
proporcionando a los estudiantes elementos que faciliten la asimilación de los conceptos y la
construcción de los saberes. En este sentido, puede decirse que la Pedagogía se constituye en
el medio a través del cual, la Educación adquiere un valor más allá de la instrucción. Es el
instrumento que permite tanto a docentes como estudiantes el reconocimiento de su propio
proceso de desarrollo, de sus habilidades, destrezas y potencialidades; aspectos que son
inherentes a la formación humana y que son elementos fundamentales en la creación de seres
autónomos y competentes para la vida en sociedad.

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ENTENDER Y ELIMINAR LAS DESIGUALDADES SOCIALES Y ESPACIALES

Así mismo, la Pedagogía orienta los saberes dentro del aula; marca las pautas, coordina los
procesos, direcciona la construcción de los conocimientos, permite la interacción entre
estudiante- docente y entre estudiante-estudiante, lo que quiere decir que la Pedagogía
posibilita el fenómeno educativo. Dicho de otra manera, la Pedagogía puede constituirse
como herramienta de trabajo y como principio de acción de la Educación.

De la misma manera, la Pedagogía como herramienta y principio de acción de la Educación,


se desarrolla a su vez, con base en dos procesos: La Teoría y la Práctica. Ambos procesos
son fundamentales en la formación inicial y permanente tanto del docente como de sus
estudiantes, quienes son los actores principales del proceso educativo, en la medida en que
posibilitan la construcción de los saberes.
El carácter Teórico de la Pedagogía es determinado por la construcción social, donde se
generan conocimientos alrededor de las diferentes disciplinas de saber, se transforman
realidades y se posibilitan mecanismos de acción que unidos a la Enseñanza, son favorables
en la búsqueda de los objetivos de la formación humana. Es entonces en la Teoría, donde se
potencia la comprensión de los fenómenos que son producidos y que giran en torno a la
cambiante sociedad.

Por su parte, la Práctica, puede ser considerada como el conjunto de acciones que derivadas
de la Teoría, orientan la Educación y dirigen los procesos, los métodos y las técnicas que son
utilizadas para favorecer los procesos de enseñanza y de aprendizaje dentro del contexto
educativo. La Práctica es el espacio en donde se integran las diferentes teorías, orientaciones
o modelos educativos que direccionan el quehacer docente y que permiten la interacción
entre el saber, el docente y los estudiantes. La Práctica posibilita la interpretación y la
transformación de los fenómenos sociales.

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Android

Podría decirse entonces, que la Teoría es una forma de concebir la Educación, y la Práctica,
una forma de aplicarla o de llevarla a cabo a través de la Pedagogía. La Práctica se convierte
así en una forma de adquirir y reconceptualizar la Teoría. estudiante, incentivando hacia el
ejercicio de la autonomía y de la toma de decisiones, y desarrollando un individuo dinámico
y participativo, capaz de comprender su realidad y asegurar la transformación de su contexto
social.

Para concluir, se puede decir que la Pedagogía no sólo es el objeto de la Educación, sino que
es en ella y junto a ella, donde se orienta al individuo para asumir su vida racional; analizando
y eligiendo de manera eficaz y permanente los valores, las tradiciones, las costumbres y los
comportamientos que hacen parte de su legado cultural y que se convierten en elementos
fundamentales para su desarrollo, en tanto promueven el ejercicio de destrezas, habilidades,
actitudes y potencialidades que lo convierten en un ser integral, autónomo y competitivo para
su vida en sociedad.

Escritor: viviana garces morales

Conclusiones
Los modelos pedagógicos en el vaivén de la historia educativa y social, han sufrido cambios
sumamente drásticos y un crecimiento en las diversidades socioculturales dentro de las
poblaciones en edad preescolar, escolar, post-escolar e incluso en las diferentes generaciones,
puesto que busca no solo complementar gran parte del proceso formativo en los estudiantes
sino que además permite el acceso de nuevos conocimientos y metodologías sistemáticas que
garanticen una alta calidad en el manejo de todos los dominios de aprendizaje
(dominio psicomotor, dominio cognitivo, y de manera esencial el dominio afectivo), incluyendo
la apreciación de los ambientes múltiples y la sensibilidad de estos espacios.
Dentro de los contextos educativos actuales, marcados por la implementación de reformas a
gran escala, la oferta de programas de desarrollo profesional de alta calidad, propone cambios
en los modelos pedagógicos que solidifiquen e incorporen principios que ayuden a los
estudiantes y docentes a construir a través de redes institucionales nuevas comprensiones de
estos modelos y su contexto. En este sentido describen las tendencias de cambio en el diseño e
implementación de programas para la educación, profundizando en modelos que sustentan un
aprendizaje colectivo facilitado por pares capacitados para esta tarea y que tienen como
propósito mejorar el aprendizaje en las aulas estableciendo de tal manera procesos de
formación que cumplan con las necesidades educativas.
A partir de estos modelos pedagógicos se busca generar tanto en los estudiantes como en los
docentes una nueva forma de enseñar por medio de una metodología más exigente pero a la vez
más lúdica, con el fin de transformar el aula de clase en un espacio de innovación que albergue
acciones alternativas que puedan realizarse para solucionar un problema a partir de las
experiencias vividas. Desde esta perspectiva los maestros en conjunto con sus alumnos
necesitaban aprender a aprender, a buscar, y a seleccionar e interpretar la información que
conlleve una actitud indagatoria de experimentación e innovación y compromiso de
aprendizaje profesional.
Crear un futuro colmado de éxitos y aspiraciones en la vida de cada uno, no es fácil, ya que
querer lo que tanto hemos deseado muchas veces se convierte en un camino lleno de obstáculos
y trabas difíciles de cruzar. Es ahí donde tener bases firmes llenas de conocimiento y saberes,
nos ayudan a traspasar ese camino turbulento que con esfuerzo y dedicación podemos
solventar.
Es por ello que los modelos pedagógicos, permiten no solo al alumno sino que además a
la sociedad en general, asimilar el conocimiento; Se respeta y se valora el desarrollo espontáneo
de este a través de sus experiencias vitales y su deseo de aprender en ambientes múltiples,
influyendo de manera significativa los espacios naturales y preparados.
En conclusión los modelos pedagógicos, posibilitan un material de apoyo como vinculo hacia la
imaginación y la creatividad del niño, logrando en él, la participación constante y la
reconstrucción de las competencias ciudadanas (interpretativa, argumentativa, propositiva) y
habilidades (leer, hablar, escuchar, imaginar, crear, escribir, transformar) fortaleciendo así, la
integridad moral de sus estudiantes, la creación de ambientes de aprendizaje, el desarrollo y la
participación en el proceso para el descubrimiento.

Bibliografía
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