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Nacionalsocialismo
En el sitio counter-currents.com se publicó el pasado Agosto el siguiente
análisis que se basa principalmente, como dice, en dos capítulos de la
segunda parte de Mein Kampf, el libro de Hitler. El autor de este texto hace
un contrapunto entre las dos visiones de mundo que estaban enfrentadas
cuando surgió el Führer en la escena política, y que al día de hoy parecen
ser, en último término, y por los abusos de los globalistas e
inmigracionistas y del marxismo cultural en general, las concepciones
definitorias en una situación que se va haciendo insostenible.
Pero "la hora está madura y allá está el camino", dijo Virgilio. No
podemos dejar que la desquiciada y acobardada Derecha nos distraiga.
Debemos simplemente dejar de considerarla, a menos que ella venga a
nuestro lado. La Derecha identitaria y etno-nacionalista representa un gran
nuevo despertar. Una nueva concepción del mundo para el siglo XXI está
naciendo.
Hitler creía que si negábamos que las razas varían en sus poderes
creativos, aquello conduciría a una negación de los desiguales poderes
creativos de los hombres individuales. Pero el objetivo último sería "la
creación de una tiranía de las finanzas internacionales mundiales", con lo
cual él estaba aludiendo a la Judería. Él explicó posteriormente que "la
doctrina judía del marxismo niega el noble objetivo de la Naturaleza, y
pone a la masa y el peso muerto de los números en el lugar del privilegio
eterno de la fuerza y el poder". El marxismo niega la personalidad
individual, la nación y la raza, y por lo tanto priva a la Humanidad de los
elementos esenciales necesarios para mantener la civilización y para la
supervivencia. "Como un fundamento del universo, el marxismo sería el
final de cualquier orden concebible por el hombre. El resultado de aplicar
tal ley podría ser sólo el caos", escribe Hitler. Él luego hace una triste
predicción: "Si, mediante su fe marxista, el judío conquista los pueblos de
este mundo, su corona será la muerte y la destrucción de toda la
Humanidad. La Tierra se movería otra vez deshabitada por el espacio
como lo hizo hace millones de años".
Hitler previó que habría una gran apatía contra el cambio de parte de
aquellos que tienen intereses creados en el sistema presente, y él temió que
el Partido Nacionalsocialista también sucumbiera a aquel destino,
sintiéndose cómodo con el sistema democrático y así terminando como
sólo un partido entre muchos. Lo que el joven movimiento
nacionalsocialista necesitaba era algo comparable al celo del cristianismo
temprano:
«Incluso una cosmovisión que sea totalmente sana y del mayor valor
para la Humanidad nunca tendrá ningún valor práctico y nunca formará
las vidas de la gente hasta que sus principios se hayan convertido en la
bandera de un movimiento combativo... Los conceptos generales debe ser
moldeados en un programa político, y una concepción general del mundo,
en una fe política definida».
Pensamientos Finales
Las palabras de Hitler en cuanto a que "el objetivo último del marxismo
es y siempre será la destrucción de todos los Estados nacionales no-
judíos" son tan verdaderas ahora como alguna vez antes. Ellas son
eternamente verdaderas. Aunque la cara del marxismo haya cambiado
desde una doctrina económica y una dictadura al [no tan] sutil Marxismo
Cultural de hoy, su objetivo sigue siendo el mismo. El interés al que sirve es
el mismo. ¿O debería yo decir: la gente a la que sirve es la misma? La idea
de una Estrategia Grupal Evolutiva planteada por Kevin MacDonald es
muy provechosa para la adquisición de una buena y científica comprensión
de esto.