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ANTECEDENTES DEL DERECHO LABORAL EN ITALIA

En Roma no existía el derecho laboral y mucho menos que hubiesen leyes al


respecto.
Era mucho más importante legislar el sector humano en cuestiones civiles y por
tanto fue el derecho civil el que caracterizó el mundo jurídico de la antigua Roma.
La cultura romana consideraba al trabajo como una actividad indigna, solo para los
esclavos. En esta época los esclavos eran tratados como objetos, el dueño podía
disponer de ellos cuando quisiera, no gozaban de ningún derecho frente al Estado
siempre fueron la clase más baja y no podían adquirir ningún bien. Las formas en
que se podía llegar a ser esclavo, era por la guerra, por nacimiento, por cometer
un delito, por deudas entre otras.
A pesar de que la agricultura formaba parte de las principales actividades del
imperio, el hecho de tener una actividad de tipo comercial, como panadero,
zapatero etc venía siendo cosa de extranjeros y por tanto nadie se molestaba en
interferir o en intentar legislar dichas actividades. A estas personas simplemente
se les reconocían honores públicos, y es de aquí de donde ha derivado la palabra
“honorarios” en referencia al hecho de ganarse un sueldo.
En la época del imperio romano se dieron las primeras agrupaciones de carácter
profesional y artesanal, organizados como comerciantes, herreros, fabricantes de
joyas, alfareros, etc

Siglo VII a.c En Roma, se crean Los Colegios de Artesanos en el reinado de Numa
Pompilio (716 a.c – 674 a.c).

Siglo VII a,c : En el reinado de Servio Tulio reguló los Colegios de Artesanos,
aunque tenían un carácter más religioso que profesional.

Siglo I D.C : Julio César ordenó la disolución de los Colegios de Artesanos porque
se habían convertido en presa fácil de agitadores.

Siglo III d.c Alejandro Severo delimitó las profesiones y permitió a cada colegio
redactar sus propios estatutos.
Siglo IV d.c Diocleciano reguló los salarios. A pesar de estas circunstancias, los
colegios no llegaron a constituir plenamente corporaciones de artesanos, al
predominar en ellas, sobre el interés profesional, el carácter religioso y mutualista.

Siglo V d.c En el año de 496 d.C, al caer Roma en poder de los bárbaros, el
mundo unificado por el Estado romano se dispersa. Los hombres se aíslan en
grandes asentamientos urbanos. De la economía familiar se pasa a la economía
de la ciudad y de la manufactura para el consumo doméstico, se pasa al sistema
de producción para la clientela.
Surge la división del trabajo, la especialización, la formación de los distintos
oficios. Las ciudades tratan de bastarse a sí mismas y compiten entre ellas. En
este momento nacen las corporaciones, el régimen corporativo, que es el sistema
en el cual, los hombres de una misma profesión, oficio o especialidad se unen
para la defensa de sus intereses comunes en gremios, corporaciones o guildas.
Las principales finalidades de la corporación eran: defender el mercado frente a
extraños, impedir el trabajo a quienes no formaban parte de ella y evitar la libre
competencia entre los maestros, es decir, establecer el monopolio de la
producción y evitar la lucha dentro de la misma clase.

Durante la edad media (476 d.c – 1492 d.c ) El cristianismo le atribuye al trabajo
un sentido redentor. Es un deber moral.

DERECHO LABORAL ITALIANO

Se distinguen tres etapas en la evolución del derecho laboral italiano.

Etapa I: Fines del Siglo XIX hasta la primera Guerra Mundial


La primera corresponde a la fase inicial de la legislación social en la que las leyes
en materia de trabajo se presentaban, sobre todo, como normas excepcionales
respecto del derecho privado común.

1893: desde el 15 de junio de 1893 se había creado el colegio de los prudentes


con claras funciones conciliatorias en tanto que al jurado de los prudentes se le
atribuían funciones jurisdiccionales aunque la tendencia fuera mucho más en favor
de la conciliación que de la resolución de la controversia.

1902: ley de 19 de junio de 1902 que tutela el trabajo de las mujeres y de los niños

1904: Hacia 1904 se celebra un tratado entre Francia e Italia acerca de accidentes
de trabajo, trabajo de mujeres y de menores.

Etapa II: Desde el Final de la Primera Guerra Mundial hasta la Segunda


Guerra Mundial
La segunda etapa presencia la incorporación del derecho del trabajo al sistema del
derecho privado mediante la inclusión de la disciplina laboral y de los contratos
colectivos en el ámbito de la legislación civil.

1919: promulgación de la ley sobre el empleo privado (9 de febrero de 1919)

1919: En 1919 también se crea la OIT, en la cual comienza la etapa jurídica de la


internacionalización del derecho del trabajo. Los objetivos principales de la OIT
son promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo decente,
mejorar la protección social y fortalecer el diálogo al abordar los temas
relacionados con el trabajo.

1923: Ley nº 692 de marzo de 1923, todavía parcialmente vigente, establecía que
el número de horas trabajadas no debería exceder las 8 horas diarias o 48 horas
semanales.

1926: El fascismo se impone en Italia y esta hace que las uniones sindicales
tengan una connotación fascista.

1926: Es de particular importancia la regulación corporativa de la contratación


colectiva que atribuye la posibilidad de formarlo, no a un proceso de autonomía
colectiva sino a la competencia atribuida a la potestad normativa de los sindicatos
por la legislación. Se trataba de una expresión del régimen constitucional fascista
que de acuerdo a la ley del 3 de abril de 1926, número 563, ponía fin a la libertad
sindical y transformaba el contrato colectivo en un acto normativo, de origen
heterónomo, dotado de eficacia imperativa erga omnes y proveniente del sindicato
único de categoría, basado en el registro obligatorio de los trabajadores y
empresarios.

1944: resurgieron asociaciones sindicalistas, comunistas y demócratas cristianas.

Etapa III: Desde 1948 Hasta nuestros días


La tercera y última etapa es la de la constitucionalización del derecho del trabajo.

1948: A partir de 1948, con la entrada en vigor de la Constitución republicana, el


Derecho del trabajo italiano entra en la tercera etapa.
La República Italiana nació en 1946 tras la caída en 1943 del régimen fascista y
como resultado de un referéndum sobre la monarquía celebrado en 1946. El
Parlamento aprobó la Constitución en diciembre de 1947 y entró en vigor el 1 de
enero de 1948.

La Constitución contiene algunas declaraciones de principios (por ejemplo, secc. 1


“Italia es una República democrática fundada en el trabajo”, secc. 4 “la República
reconoce a cada uno de sus ciudadanos su derecho al trabajo”, secc. 35 “la
República protege el trabajo en todas sus formas y aplicaciones”) y algunas
normas más efectivas que tienen un amplio uso en la jurisprudencia: secc. 36
sobre el salario justo, el límite de horas de trabajo, las vacaciones semanales y
anuales remuneradas (véanse los números 5, 6 y 11), secc. 37 sobre la protección
de las mujeres y los menores en el trabajo (véanse los números 7 y 9), secc. 38
sobre la seguridad social para la vejez, enfermedad, invalidez, enfermedades y
accidentes laborales, etc., secc. 39 sobre la libertad de asociación (véase el
número 12) y secc. 40 sobre el derecho a la huelga.
La Constitución italiana reconoce el derecho a la huelga, el cual debe ejercerse
dentro de los límites que fija la ley (art. 40). Sin embargo, solamente existe una ley
que regule el derecho a la huelga, y se refiere a los servicios públicos esenciales
(ley 146, 12 de junio de 1990), por lo cual existe una gran libertad a la hora de
convocar una huelga.

1962: El contrato de trabajo se considera indefinido excepto en los casos que


especifica la legislación (ley 230 de 1962).

1970: Con el Estatuto de los Trabajadores de 20 de mayo de 1970, (ley 300) es un


claro promotor de la actividad sindical y de la contratación colectiva.
El Estatuto de los Trabajadores, de 1970, regula la actividad de los sindicatos
dentro de la empresa. El Estatuto ha resultado un importante medio de apoyo de
los sindicatos a este nivel.

1973: Solución de Conflictos Laborales. La ley 533 de 1973 prevé unas normas de
procedimiento especiales que reducen la cantidad de material escrito en un juicio
laboral, aumentan la participación de los litigantes y aceleran el juicio.

1998: La ley 80 de 1998 trasladó a los tribunales laborales la competencia de


atender los casos propuestos por funcionarios públicos, que anteriormente
trataban los tribunales administrativos.

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