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Marzo

30
Lección

13

 El Deseado de Todas las Gentes, pág. 382


“‘Las llaves del reino de los cielos’ son las palabras de Cristo. Todas
las palabras de la Santa Escritura son suyas y están incluídas en esa
frase. Esas palabras tienen poder para abrir y cerrar el cielo.
Declaran las condiciones bajo las cuales los hombres son recibidos
o rechazados. Así la obra de aquellos que predican la Palabra de
Dios tiene sabor de vida para vida o de muerte para muerte. La
suya es una misión cargada de resultados eternos”
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 382).
1
Tú que te llamas judío, te apoyas en la ley, y te
1 glorías en Dios; (2:18) tú conoces su voluntad, e
instruido por la ley, apruebas lo mejor... (2:20)
Instructor de los que no saben, maestro de niños,
que tienes en la ley la forma del conocimiento y de
la verdad. (3:1) Entonces, ¿qué ventaja tiene el
judío?... (3:2) Mucho, en todas maneras. Primero,
que a ellos les ha sido confiada la Palabra de Dios.
Y ¿qué otra nación tan grande tiene normas y
preceptos tan justos, como es toda esta ley que
hoy promulgo ante vosotros?.
Así también había hecho Israel. Dios había elegido
la simiente de Abrahán. Con brazo poderoso la
había librado de la servidumbre de Egipto. La
había hecho depositaria de la verdad sagrada para
bendición del mundo. Le había confiado los
oráculos vivos para que comunicase la luz a otros.
Pero sus mayordomos habían empleado estos
ORÁCULOS DIVINOS

dones para enriquecerse y exaltarse a sí mismos.


El apóstol [Pablo] se considera a sí mismo deudor
‘a griegos y a bárbaros,’ tanto como a los judíos;
pero nunca perdió de vista las indiscutibles
ventajas de los judíos sobre otros, ‘lo primero
ciertamente, que la palabra de Dios les ha sido
confiada’.
Romanos 2:17, 18, 20; 3:1, 2, Deuteronomio 4:8; Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 303,
Los Hechos de los Apóstoles, pág. 305
2
Mi pueblo fue destruido porque le faltó
2 sabiduría. Por cuanto desechaste la sabiduría,
yo te echaré del sacerdocio. Porque olvidaste
la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de
tus hijos.
Las palabras que Dios dirigió al antiguo Israel
encierran una solemne amonestación para la
iglesia actual y sus dirigentes. De Israel dijo el
Señor: ‘Escribíle las grandezas de mi ley, y
fueron tenidas por cosas ajenas’. Y él declaró
de los sacerdotes y maestros: ‘Mi pueblo fue
talado porque le faltó sabiduría. Porque tú
desechaste la sabiduría, yo te echaré... pues
que olvidaste la ley de tu Dios, también yo me
olvidaré de tus hijos.
Si Israel hubiese escuchado los mensajes de los
profetas, se le habría ahorrado la humillación
que siguió. Pero el Señor se vió obligado a
ORÁCULOS DIVINOS

dejarlo ir en cautiverio porque persistió en


apartarse de su ley. El mensaje que le mandó
por Oseas fue éste: ‘Mi pueblo está destruído
por falta de conocimiento. Por cuanto tú has
rechazado con desprecio el conocimiento de
Dios, yo también te rechazaré... puesto que te
has olvidado de la ley de tu Dios.

Oseas 4:6, Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 247, Profetas y Reyes, pág. 222
3
Cuando Jesús desembarcó, vio esa gran multitud, y
3 3
tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas
sin pastor. Así empezó a enseñarles muchas cosas.
Debemos cuidarnos de albergar el espíritu que
dominó a los judíos. No querían aprender de
Cristo, porque su explicación de las Escrituras no
estaba de acuerdo con las ideas de ellos; por lo
tanto, lo espiaban en su camino, ‘acechándole, y
procurando cazar alguna palabra de su boca para
acusarle’. No traigamos sobre nosotros la terrible
RETIRADA LA LLAVE DEL CONOCIMIENTO

denuncia de las palabras del Salvador: ‘¡Ay de


vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis
quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no
entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.
En vez de abandonar su orgullosa opinión,
cerraron los ojos frente a todas las evidencias de
que él era el Mesías, y no solamente rechazaron el
mensaje de salvación ellos mismos, sino que
endurecieron el corazón del pueblo contra Jesús.
Su historia debe ser una amonestación solemne
para nosotros.... Cuidémonos de no rechazar la luz
que Dios envía sólo porque no llega en forma que
nos complazca.... Si hay algunos que no ven y
aceptan la luz ellos mismos, que no estorben el
camino de otros.

Lucas 11:52, Marcos 6:34; Testimonios para Ministros, pág. 108, Joyas de los Testimonios, tomo 5, pág. 680
4
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,
4 hipócritas! Porque cerráis el reino de los
cielos ante los hombres. Ni vosotros
entráis, ni dejáis entrar a los que están
entrando.
Las enseñanzas de los escribas y los fariseos
eran de tal carácter, que iban a apartar a la
gente de la verdad genuina que el Gran
Maestro debía presentar cuando diera
comienzo a su misión. La única esperanza
RETIRADA LA LLAVE DEL CONOCIMIENTO

de la gente estaba en abrir su corazón y su


inteligencia a la luz enviada del Cielo por
medio de su profeta, el precursor de Cristo.
Estas lecciones son para nosotros. Los que
pretenden conocer la verdad y comprender
la gran obra que ha de hacerse para este
tiempo, han de consagrarse a Dios en alma,
cuerpo y espíritu. En el corazón, el vestido,
el lenguaje, en fin, en cada detalle, han de
estar separados de las modas y las prácticas
del mundo. Han de ser un pueblo singular y
santo. No es el vestido lo que los hace
singulares, sino que debido a que son un
pueblo singular y santo, no pueden llevar
las marcas de semejanza con el mundo.

Mateo 23:13, La Educación Cristiana, pág. 332


5
Por tanto, os digo, que el reino de Dios
5 será quitado de vosotros, y será dado a
gente que rinda su fruto.
Cristo podría haber impedido la
condenación de la nación judía si el
pueblo lo hubiera recibido. Pero la
envidia y los celos hicieron implacables
a los hijos de Israel. Determinaron no
recibir a Jesús de Nazaret como el
Mesías. Rechazaron la luz del mundo, y
RETIRADA LA LLAVE DEL CONOCIMIENTO

de allí en adelante sus vidas estuvieron


rodeadas de tinieblas, como las tinieblas
de media noche. La condena predicha
cayó sobre la nación judía. Sus propias
pasiones feroces e indómitas
produjeron su ruina. En su ira ciega se
destruyeron mutuamente. Su terco
orgullo rebelde trajo sobre ellos la ira de
sus conquistadores romanos. Jerusalén
fue destruida, el templo dejado en
ruinas y el terreno arado como un
campo. Los hijos de Judá perecieron en
las más horribles formas de muerte.
Millones fueron vendidos para servir
como esclavos en tierras paganas.

Mateo 21:43; Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 237


6
6

A ti te daré las llaves del reino de


los cielos; y todo lo que ates en la
tierra, habrá sido atado en los
cielos; y todo lo que desates en la
tierra, habrá sido desatado en los
cielos.
Jesús le honró [Pedro] como
representante de todo el cuerpo
de los creyentes.
RECIBIENDO LAS LLAVES DEL REINO

El Salvador no confió la obra del


Evangelio a Pedro
individualmente. En una ocasión
ulterior, repitiendo las palabras
que fueron dichas a Pedro, las
aplicó directamente a la iglesia. Y
lo mismo fué dicho en substancia
también a los doce como
representantes del cuerpo de
creyentes.

Mateo 16:19; El Deseado de Todas las Gentes, pág. 382


7
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el
7 reino de los cielos sufre violencia, y los esforzados
se apoderan de él.
La ley y los profetas fueron proclamados hasta Juan.
Desde entonces se predica la buena nueva del reino
de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Un profundo sentido de nuestra necesidad y un
gran deseo de recibir las cosas que pedimos deben
caracterizar nuestras oraciones, de lo contrario no
serán oídas. Pero no debemos cansarnos y dejar de
pedir porque nuestras oraciones no reciban una
respuesta inmediata. ‘El reino de los cielos sufre
RECIBIENDO LAS LLAVES DEL REINO

violencia, y los violentos lo arrebatan’ Mateo 11:12.


Aquí se entiende por violencia un santo fervor,
como el que manifestó Jacob. No necesitamos
procurar ponernos en un estado de intensa
excitación, sino que debemos presentar nuestras
peticiones calmada pero persistentemente delante
del trono de la gracia. Nuestra obra consiste en
humillar nuestra alma delante de Dios, en confesar
nuestros pecados y en acercarnos con fe a Dios... El
propósito de Dios es manifestarse a sí mismo en su
providencia y en su gracia. El objeto de nuestras
oraciones debe ser la gloria de Dios y no la
glorificación de nosotros mismos.

Mateo 11:12, Lucas 16:16; Dios Nos Cuida, pág. 154


“’El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo toman por la fuerza.’
Esta violencia abarca todo el corazón. Ser de doble ánimo es ser inestable. La
determinación, la abnegación y el esfuerzo consagrado son necesarios para
el trabajo de preparación. El entendimiento y la conciencia pueden estar
unidos; pero si la voluntad no está dispuesta en la labor, cometeremos un
error. Cada facultad y sentimiento debe estar comprometido. Ardor y oración
ferviente deben tomar el lugar de la apatía y la indiferencia. Sólo mediante
un esfuerzo serio y decidido y la fe en los méritos de Cristo podemos vencer
y obtener el reino de los cielos” (The Youth’s Instructor, 24 de mayo 1900).
“El alma, mediante la oración secreta, debe abrirse a la inspección del ojo de
Dios... Cuán preciosa es la oración secreta por medio de la que el alma entra
en comunión con Dios. La oración secreta debe ser escuchada únicamente
por el oído de Dios. Ningún oído curioso debe recibir la carga de peticiones.
ESTUDIO ADICIONAL

Calmada, pero fervientemente, el alma deberá dirigirse a Dios, y dulce y


permanente será la influencia que emana de Aquel que ve en secreto, cuyo
oído está abierto a la oración que brota del corazón. El que en fe sencilla
mantiene comunión con Dios, allegará para sí divinos rayos de luz para
fortalecerlo y sostenerlo en el conflicto con Satanás” (Dios Nos Cuida, pág.
154).

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