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Definición
Naturaleza jurídica
Tres posturas:
Funciones
1.- Biológica: es en el ámbito de la flia donde gralmente existen las condiciones más
favorables para lograr cumplir en plenitud la función de perpetuación de la especie. La
flia es la base de la crianza y la formación del hombre.
2.- Formativa y protectora: Art. 14 bis CN: protección integral de la flia. Art. 264 CC:
deberes a cargo de quienes ejercen la patria potestad. Art. 18 Convención sobre los
Dchos del Niño: impone a los padres o personas a cargo la responsabilidad primordial
de la crianza y el desarrollo del niño.
3.- Asistencial: la estructura legal impone a todos y c/u de los integrantes de la flia
funciones de asistencia. Ej.: obli-gación alimentaria recíproca entre ascendientes y
descendientes; dcho y obligaciones emergentes de la tutela y la curatela; normas de la
Conv. de Dchos del Niño.
4.- Política: actualmente la flia no tiene la función política que tenía en civilizaciones
primitivas. Pero aun es un factor de conservación del orden social existente.
5.- Económica: los miembros de la flia aúnan sus esfuerzos en una actividad productiva
común. También a través de la flia se conserva el patrimonio con la transmisión
hereditaria.
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Concepción de la cátedra
Consideran que el vinc. familiar reconoce 3 elementos:
- Vinc. biológico
- Vinc. legal: existe desde el instante mismo en que existe el vinc. biológico; ello toda
vez que dado el vinc. biológico lo califica (cdo existe interés legal) con independencia
de que se exteriorice en el título o que se obtenga el título de estado. La determinación
legal no es sinónimo de emplazamiento.
- Vinc. de emplazamiento: es el que reconoce al vinc. biológico otorgando el título
oponible a efectos de la exigibilidad de los deberes emergentes del vínc. Para que se
produzca un emplazamiento es necesa-ria una manifestación de voluntad (salvo cdo
pueda producirse contra la voluntad, cdo se dicta una sen-tencia)
Concordancias y Discordancias
Formación de la familia
Vidal Taquini enseña que no es suficiente el vinc. biológico para que nazca el vinc.
jurídico, sino que debe ir acom-pañado del acto voluntario que culmina en el acto
jurídico de emplazamiento en el estado de flia. La voluntad asume un papel fundamental
en la formación de la flia, pues en su decir, es el medio útil para su creación. Por otro
lado, la voluntad carece de preponderancia en la regulación jurídica de las relaciones
fliares, porque la ley impone su propia normatividad.
También le reconoce trascendencia a la voluntad para la variación del estado de flia a
través del ejercicio de accio-nes de estado que provoquen desplazamiento de un estado a
otro.
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Derecho objetivo y derecho subjetivo familiar: concepto
Otras clasificaciones
Zannoni
1) En interés propio del titular: los que se mantienen dentro de la esfera potestativa del
mismo titular que es eje del vinc. y dependen de su exclusiva decisión (acción de
divorcio vincular, de nulidad de matrimonio, de impugnación de paternidad, etc.).
Pueden tener o no contenido patrimonial.
2) En interés ajeno: los que se ejercen como facultades o poderes para la protección de
intereses ajenos, tales son los que derivan del ejercicio de la patria potestad.
Vidal Taquini
1) Estáticos: comprende los dchos a casarse, reconocer hijos o ser reconocido, a la patria
potestad, el nombre, etc.
2) Dinámicos: se dirigen a la formación jurídica (actos jurídicos de emplazamiento en el
estado de flia), la transformación jurídica (actos que provocan la mutación del estado de
flia) y la pretensión jurídica (exigen-cia de conducta determinada).
Díaz de Guijarro indica que para el concepto de flia nada importa que el vínculo
jurídico sea matrimonial o extrama-trimonial. Sostiene que la flia está compuesta por
parientes matrimoniales y extramatrimoniales, los primeros con plenitud y perfección, y
los últimos con estado imperfecto y no pleno. Indica que no hay clases de flias, sino una
sola flia en la cual funcionan vínculos jurídicos fliares distintos, hallándose diferencias
en cuanto a la regulación de estos vínculos. El vínculo derivado de la unión intersexual
y de la filiación es permanente, en tanto la calificación de los vínculos es mutable.
La cátedra considera que con prescindencia de que la ley coloque bajo un superior
amparo a aquellas vinculaciones fliares que considere más aptas para el desarrollo del
individuo, no se puede negar la existencia de vínc. fliares fuera del matrimonio. La
filiación extramatrimonial existe, constituye una vinculación jurídica y es causa de la
existencia de dchos subjetivos fliares.
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La flia tiene una función socializadora y de contención emocional del ser humano que
no puede ser cumplida en plenitud por ninguna otra institución y que el E no debe
desconocer. No hay sociedad sin preexistencia de la flia.
El denominado constitucionalismo social (fines siglo XIX y ppios del XX) puso su
acento en la protección de la flia, la minoridad, la ancianidad y la discapacidad.
Existían normas en nuestro CC que colisionaban con estos ppios, pero fueron
modificadas por distintas le-yes:
- Ley 25.781 (2003): modificación de adm y disposición de los bs por ambos cónyuges
- Ley 26.579 (2009): modificación de la edad legal
- Ley 26.681 (2010): modificación del art. 1217 (donaciones por convención
matrimonial)
3) Dchos del niño: la Convención establece como ppio rector de toda decisión a adoptar
con relación a los ni-ños, que deberá atenderse al “interés superior” de ellos.
En nuestro país, este ppio es de orden público y de interés social y se impone sobre el
clásico de autonomía de la voluntad.
El interés superior del niño es la protección integral prioritaria del niño, para el goce
efectivo de sus dchor, primando los intereses de estos aun contra la voluntad de los
padres, guardadores o tutores.
La Convención les reconoce dcho, entre otros, a:
- un nombre
- conocer a sus padres y ser cuidado por ellos
- preservar su identidad
- mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres
- expresar su opinión libremente y a ser escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo
- a los alimentos, e involucra directamente al E para que tome las medidas apropiadas
para ayudar a los padres y otras personas responsables a que cumplan esta obligación.
B.- Leyes
Nuestra legislación no proporciona un concepto integral y definido de la flia. En forma
reiterada contempla los em-plazamientos en el estado de flia, pero no lo hace de una
manera uniforme. Resulta entonces una extensión cambian-te de la flia en función de la
finalidad que la ley busca cdo regula un instituto juríidico en particular.
Es por esto que, frente a una determinada relación jurídica, la norma debe establecer
hasta dónde se extiende el con-junto de personas que en el específico sentido de la ley
constituye una flia.
Los distintos emplazamientos y los vinc fliares son tomados en cta por numerosas
normas para establecer por ej. agravantes, atenuantes y eximentes en materia de
responsabilidad penal; incapacidades para ser testigos en los tes-tamentos por acto
público; causas de recusación y excusación de jueces; etc.
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Nota al art. 325: “Las leyes no castigan la unión de las personas libres”.
En la actualidad, se utiliza para designar cualquier unión que parece ser matrimonio, es
decir, que posee las mismas características exteriores que el mismo.
Según Zannoni, concubinato es la unión permanente de un hombre y una mujer que, sin
estar unidos en matrimonio, mantienen una comunidad de habitación y de vida similar a
la que existe entre cónyuges. No es concubinato la unión sexual circunstancial o
momentánea de varón y mujer. Se requiere la comunidad de vida que confiere
estabilidad a la unión y se proyecta en la posesión de estado.
Es, en sentido amplio, aquella parte del dcho privado que regula las relaciones
familiares. Es el dcho que tutela el interés familiar y el interés de la persona como parte
de esa comunidad familiar.
2. Diversas tesis
Cicu calificó originariamente al dcho de flia como dcho púb. La raíz de su pensamiento
era la vieja idea romana: la flia fundada en el matrimonio es ppio y semillero del E.
Por tanto, el dcho de sus miembros no es dcho individual suyo, es dcho del conjunto
fliar en su función esencial para la constitución y supervivencia de la comunidad.
En la concepción de Cicu primaba la idea que en el dcho púb la voluntad se encuentra
vinculada en una relación de subordinación a un fin superior. Sostenía que en el dcho de
flia las relaciones entre individuos se encuentran deter-minadas por un fin superopr que,
en el caso, es el interés fliar.
Cicu aclara que el dcho de flia no es dcho púb, pues este último es el del E y el de los
demás entes públicos. La flia, aclara, no es ente púb no porque no esté sujeta como ellos
a la vigilancia y a la tutela del E, sino porque los intereses que debe cuidar no son, como
en los entes púb, intereses de la generalidad. Por tanto, optaba por asignarle al dcho de
flia un lugar independiente en la distinción entre dcho púb y priv, para responder así a
los caracteres particulares que socialmente asume la flia.
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El dcho de flia integra el derecho civil (respoden a esta categoría las normas que
legislan relaciones comunes o si-tuaciones grales).
Características
El dcho de flia posee una estructura radicalmente distinta a la del dcho privado.
Belluscio indica que son caracteres peculiares del dcho de flia los siguientes:
- los dcho subjetivos emergentes de sus normas implican deberes correlativos por los
que se los califica de derechos deberes
- un rango superior de las relaciones fliares organizadoras de la flia por sobre las
relaciones jurídicas re-guladoras de los efectos pecuniarios de dicha organización
La interpretación del dcho de flia debe ajustarse a ppios que le son propios:
El interés familiar
Vidal Taquini
Sostiene que es cierto que existe el interés fliar inserto en los intereses humanos, pero
que no son más que la suma de los intereses individuales. Para el autor, el interés fliar
debe ser considerado en dcho de flia como fórmula propia del orden público. Es decir,
que es una supra noción que surge de la concepción de órdenes superiores, éticos, socia-
les, políticos, etc., que se consideran necesarios para la existencia y conservación de la
flia. De allí que la satisfac-ción del interés fliar puede ser considerado como primario,
pero como medida y límite del interés individua, no como cercenamiento absoluto de la
libertad y del interés individual. Debe existir un juego justo y armónico del inte-rés fliar
gral y del interés fliar individual.
Bianca
La flia no es portadora de intereses propios porque los intereses realizados en la flia son
fundamentales exigencias de la persona.
Díaz de Guijarro
El interés fliar consiste en la realización de los fines esenciales del núcleo y en la
protección del interés individual dentro del grupo, siempre que armonice con dichos
fines esenciales.
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A- Normas orientadoras
Son las establecidas en las constituciones, y en lo que respecta al dcho de flia, las que
tienen como función fijar los ppios fundamentales de la estructura de la flia dentro de
una organización más amplia e integral que es el E.
Deben resultar armónicas con la realidad cultural y circunstancias sociales, en términos
grales, para poder así res-ponder a las características de cada pueblo.
B- Normas reguladoras
Son las que integran el Cód. Civil y las leyes que lo complementan.
Puede tratarse de normas que regulan en forma:
1. directa: normas específicas de las relaciones jurídicas fliares (ej.: norma que establece
que es la patria potestad, quienes son sus titulares, etc.)
2. indirecta: regulan instituciones extrafliares pero que producen efectos teniendo en cta
los vinc flia-res (ej.: norma que establece que tipo de sociedades comerciales pueden
integrar entre sí los cón-yuges)
Vidal Taquini
Es la posición jurídica que ocupa una persona en la flia.
Dansey
No es más que una terminología con la que se hace referencia en forma genérica y
también en forma particular a las relaciones de flia de las que trata el CC. Por tratarse de
una cuestión meramente terminológica carece de esencia jurídica.
Azpiri
Es una especie del estado en gral y que, como tal, es un atributo de la personalidad.
Díaz de Guijarro
Es la posición que ocupa una persona dentro de la flia, como un atributo de la
personalidad humana que representa mucho más que una relación jurídica, pues
constituye un emplazamiento que origina múltiples relaciones presentes y posibles,
inmediatas y mediatas, efectivas y en potencia. Es fuente propia de dchos y obligaciones
cuyo ejercicio está determinado por el interés familiar, valorado como medio de
protección del interés individual dentro del núcleo.
Zannoni
Es, en esencia, la personalidad misma del sujeto frente al dcho.
Caracteres
1.- Universalidad
El estado de flia abarca todas las cualidades jurídicas que emanan de las relaciones que
la persona tiene con todos los otros miembros de su flia.
2.- Unidad
Implica que cada individuo es eje de una serie de vínculos tanto de origen matrimonial
como extramatrimonial, y excluye la existencia de clases de flia, para dar lugar a una
sola flia dentro de la cual hay vínculos de los tipos prein-dicados pero convergentes en
los mismos titulares.
3.- Indivisibilidad
No resulta posible ostentar frente a unas personas un estado de familia determinado y
frente a otras uno distinto e incompatible con aquél.
5.- Oponibilidad
Otorga a su titular el dcho de hacer vales frente a todos. Al mismo tiempo, todos pueden
oponerle al titular del esta-do el mismo.
6.- Estabilidad
Implica la noción de constante. Refiere a una vocación de permanencia de los vínculos,
lo que no significa que no existan mutaciones, ni tampoco que sea inextinguible.
8.- Imprescriptibilidad
El transcurso del tiempo por sí sólo no puede provocar ni el emplazamiento en un
determinado estado ni el despla-zamiento de uno que se posee.
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Elementos
Factores que deben necesariamente concurrir para integrar y crear el acto:
Es el acto humano, voluntario, lícito, que tiene por fin inmediato crear, modificar,
ejercer, conservar o extinguir relaciones jurídicas de flia. No todo emplazamiento en un
determinado estado de flia deriva de un acto jurídico.
Es una especie de acto jurídico, que posee particularidades reconocidas en el
tratamiento legislativo específico y que, en aquellos casos en que la ley no ha provisto
de tal especificidad, las normas del género le son aplicables.
1.a) Acción
Como consecuencia de haber asumido el E la tutela del ordenamiento jurídico, se
reconoce en los individuos la facultad de requerirle su intervención para la protección
de un dcho.
La intervención del órgano jurisdiccional está condicionada a una manifestación de
voluntad del particular y al mo-do de expresar esa voluntad se designa con el nombre de
acción.
Los emplazamientos que proceden por actos jurídicos fliares son respecto al
matrimonio, al reconocimiento del hijo, y a la inscripción del hijo propio.
Todos los otros emplazamientos en el estado de flia requieren de la acción de estado por
la necesidad de que el E ejerza control a través de la jurisdicción.
Clasificación
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Función probatoria
Clases
El estado de las personas resulta de las actas o partidas de los protocolos del Registro
Civil y Capacidad de las Per-sonas. Este organismo debe registrar todos los actos y
hechos que den origen, alteren o modifiquen el estado civil y capacidad de las personas
físicas; está obligado a la registración en distintos protocolos, de los nacimientos, matri-
monios, defunciones, reconocimientos, incapacidades, adopciones.
Las actas o partidas constituyen los títulos del estado civil de las personas. El acta
contiene la reseña escrita feha-ciente y auténtica del acto productor de efectos jurídicos
y, al ser extendida por funcionario público hace fe, aunque admite redargución de
falsedad. Se denominan partidas del registro civil a las copias auténticas que se
extienden sobre la base de los registros originales.
No sólo las actas o partidas constituyen títulos de estado, ya que las sentencias
judiciales recaídas en acciones de estado también lo son puesto que se trata de
sentencias constitutivas.
La inscripción de la sentencia en el Reg. Civil cumple la función de publicidad del
título, pero en tales casos éste existe desde la sentencia firme.
Alguna doctrina sostiene que el título de estado puede quedar constituido mediante
actos voluntarios que no cuenten con el control que se ejerce mediante las funciones del
registro civil o de la jurisdicción. (Caso del reconocimiento del hijo efectuado por otro
medio, por ej., escritura pública).
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Elementos
Para los glosadores, y principalmente para los canonistas, la posesión tenía tres
elementos:
1. Nomen: consistía en el uso por el hijo del apellido del padre o madre
2. Tractus: Aludía al trato de hijo recibido por éste de sus padres o de su padre o madre
3. Fama: Señalaba la voz pública con respecto a la paternidad o maternidad del hijo
atribuida a una persona determinada.
Carácter probatorio
La posesión de estado es una situación de hecho que debe ser demostrada y a cuyo
efecto cabe todo medio probato-rio.
No es requisito de la posesión ni la prolongación en el tiempo, ni la perdurabilidad.
Vidal Taquini señala el valor de la posesión de estado en cada uno de los siguientes
supuestos:
Según Belluscio, hay estado de flia aparente cdo existe posesión de estado pero no hay
título (estado aparente de hecho), o cdo éste existe pero es falso o está viciado (estado
aparente de dcho).
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Titulares de la acción
Son los titulares de los dchos subjetivos familiares que resultan reconocidos u otorgados
por el ordenamiento jurídi-co, en tanto aquellas tienen por finalidad obtener un
pronunciamiento judicial que los tutele.
La titularidad va a depender, en cada caso, del especial objeto de la acción.
Clasificación
2. Por su objeto:
a) constitutivas del estado de flia: tienden a obtener el título de estado del cual se carece.
Caducidad
PRESCRIPCION CADUCIDAD
Es un modo de adquirir un dcho, o de libertarse de una obligación por el transcurso del
tiempo al extinguirse la acción. Es un modo extintivo de ciertos dchos, en razón de la
omisión de su ejercicio durante un plazo prefijado por la ley o la voluntad de los
particulares, o por la acción o conducta de las personas, y aun por la producción de
hechos o actos jurídicos. Produce un efecto más intenso que la prescripción al privar al
dcho de toda existencia.
Puede verse suspendida o interrumpida en curso La caducidad no puede estar afectada
por causas de interrupción o suspensión
Se fundamenta en una necesidad de orden social Se fundamenta en la particular índole
del dcho que resulta sujeto al término establecido
Los plazos oralmente son prolongados Los plazos son reducidos
Es general, por lo que afecta a toda clase de dchos Es particular de ciertos dchos, los
que nacen limitados en el tiempo
Requiere la existencia de una norma concreta para que ella pueda funcionar No requiere
ser expresada por la ley
Se debe oponer en forma expresa y en oportunidad determinada No es necesario que se
oponga
No puede ser declarada de oficio Puede ser declarada de oficio
Una vez cumplida puede ser renunciada No puede ser renunciada
Tienen por objeto el ejercicio de los dchos subjetivos familiares que emergen del estado
de flia o, en su caso, el cumplimiento de los deberes emergentes de dicho estado.
Ejemplos:
- la acción por fijación de un régimen de visitas entre los parientes que se deben
alimentos
- la acción de alimentos entre cónyuges
- la acción del progenitor que no ejerce la tenencia del hijo para obtener un régimen de
visitas
- etc.
Rectificación de actas
Dispone el art. 71 del decreto-ley 8204/63:
Las inscripciones sólo podrán ser modificadas por orden judicial, salvo cuando se
compruebe la existencia de omi-siones o errores materiales en las inscripciones de los
libros que surjan evidentes del propio texto o de su cotejo con otros instrumentos
públicos, en cuyo caso la Dirección, de oficio o a petición de parte, ordenará la
modificación de dichas inscripciones, previo dictamen letrado y mediante resolución
fundada.
Al respecto, la ley 10.072 de la pcia de Bs As, en su art. 25 dispone que podrá
prescindirse del dictamen letrado cdo las rectificaciones se refieran a número de DNI,
domicilio de las partes intervinientes, nro. de libretas sanitarias, nros. de actas, fecha de
nacimiento del fallecido.
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El proceso de estado
Características especiales
- Adopción
En este juicio no son parte los padres del adoptando (art. 320 CC) pues su intervención
está prevista en el trámite previo de otorgamiento de guarda preadoptiva (art. 317), por
lo que no cabría contradicción. El proceso se reduce entonces a la producción de la
prueba para la acreditación de las condiciones de convivencia de la adopción para el
menor (art. 321).
- Desistimiento
Significa abdicar de un dcho o abandonarlo.
Dos clases: del proceso (en el sentido de acción, pretensión procesal o instancia) y del
dcho (material cuyo reconocimiento o tutela se procuraba).
En el proceso de estado de flia es admisible el desistimiento del proceso (si bien
extingue el proceso, no impide que el interesado renueve la acción en otro proceso
posterior), pero no así del dcho, pues importaría tanto como la renuncia de la acción de
estado de flia y al estado de flia mismo.
- Allanamiento
Es el acto jurídico procesal del demandado, en cuya virtud admite someterse a la
pretensión contenida en la demanda y en consecuencia acepta que el proceso se falle
total o parcialmente de conformidad con ella.
El demandado sólo acepta someterse a la pretensión del actor sin que ello importe la
aceptación de los fundamentos de dcho de la demanda, ni el reconocimiento de los
hechos invocados o su exactitud.
En algunos procesos de estado de flia resulta inadmisible, pues significaría dejar librado
al arbitrio de las partes el reconocimiento o la extinción de un estado de flia, que
requiere ineludiblemente una sen-tencia judicial que resuelva sobre el mismo (por ej., en
la acción de nulidad de matrimonio, admitir el allanamiento provocaría que cualquier
matrimonio pudiera ser anulado por la voluntad de los cónyu-ges).
Por el contrario, el allanamiento resulta admisible cdo la acción judicial deducida tiene
por finalidad la obtención de una sentencia que provoque un emplazamiento o un
desplazamiento que habría podido ser eficazmente otorgado en forma voluntaria por
quien es demandado.
- Transacción
Es el acto jurídico bilateral, por el cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas,
extinguen obli-gaciones litigiosas o dudosas.
La inalienabilidad del estado de flia impide que las partes en el proceso puedan celebrar
transacción, pues no pueden realizar las concesiones recíprocas de dchos (renuncias)
que definen este modo extinti-vo del proceso.
Como excepción, el CC admite celebrar transacción a favor de la validez del
matrimonio (art. 843).
- Conciliación
Conciliar es la actividad dirigida a obtener la autocomposición; mediante ella las partes
pueden llevar a cabo un desistimiento, un allanamiento o una transacción. En
consecuencia, resulta aplicable lo dicho al considerar c/u de ellos.
Existe litis consorcio cdo por mediar cotitularidad activa o pasiva con respecto a una
pretensión única, o un vínc de conexión entre distintas pretensiones, el proceso se
desarrolla con una participación de más de una persona en la misma posición de parte.
Es activo cdo consiste en pluralidad de actores frente a un demandado.
Es pasivo cdo se trata de un actor frente a una pluralidad de demandados.
Es mixto cdo son varios actores frente a varios demandados.
Es facultativo o voluntario cdo su formación obedece a la libre voluntad de las partes –
es forzoso cdo está impuesto por la ley expresamente o su necesidad está determinada
por la naturaleza de la relación o situación jurídica que es común e indivisible con
respecto a una pluralidad de sujetos.
En los procesos de flia, existen numerosas situaciones de litis consorcio pasivo forzoso.
Ejemplos:
- art. 254: la acción de reclamación de filiación matrimonial debe dirigirse contra el
padre y la madre
- cdo la nulidad del matrimonio es ejercida por un 3ro legitimado debe ser dirigida
contra ambos cónyu-ges
- la acción de impugnación de paternidad matrimonial, cdo es ejercida por el hijo, debe
ser dirigida al padre y a la madre.
Por razones de orden público, las leyes establecen la intervención del Ministerio
Público, que tiene como atribucio-nes representar y defender la causa pública en todos
los casos y asuntos que su interés lo requiera.
Efectos de la sentencia.
Parentesco. Concepto
Es el vínculo subsistente entre todos los individuos de los dos sexos, que descienden de
un mismo tronco (art. 345).
Zannoni lo define como: el vínculo existente entre las personas en virtud de la
consaguinidad, la afinidad o la adop-ción.
Clases
3. Parentesco adoptivo
Adoptar es recibir como hijo, con los requisitos y solemnidades que establecen las
leyes, al que no lo es natu-ralmente.
La adopción es una institución del dcho de flia en virtud de la cual, y por medio de una
sentencia judicial, se crea entre personas no ligadas por lazos biológicos próximos un
vínculo jurídico de parentesco idéntico o simi-lar al que surge de la filiación
consanguínea establecida.
Nuestra ley prevé dos tipos:
- Adopción plena: “confiere al adoptado una filiación que sustituye a la del origen. El
adoptado deja de pertenecer a su flia biológica y se extingue el parentesco con los
integrantes de ésta, así como todos sus efectos jurídicos, con la sola excepción que
subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la flia del adoptante los
mismos dchos y obligaciones del hijo biológico”. (Art. 323 CC)
- Adopción simple: “confiere al adoptado la posición de hijo biológico; pero no crea
vínc de parentesco entre aquél y la flia biológica del adoptante, sino a los efectos
expresamente determinados en este Cód. Los hijos adoptivos de un mismo adoptante
serán considerados hnos entre sí”. (Art. 329 CC)
Cómputo del parentesco
El cómputo tiene por finalidad establecer las líneas y dentro de ellas el grado, para
determinar la distancia que existe entre las personas que integran una flia.
La utilidad del cómputo resulta de los efectos que produce en el orden civil, por los
dchos que significa, las obliga-ciones que asigna y las incompatibilidades que
determina.
TITULO VI
Del parentesco, sus grados; y de los derechos y obligaciones de los parientes
Art. 345. El parentesco es el vínculo subsistente entre todos los individuos de los dos
sexos, que descienden de un mismo tronco.
Art. 346. La proximidad de parentesco se establece por líneas y grados.
Art. 347. Se llama grado, el vínculo entre dos individuos, formado por la generación; se
llama línea la serie no inte-rrumpida de grados.
Art. 348. Se llama tronco el grado de donde parten dos o más líneas, las cuales por
relación a su origen se llaman ramas.
Art. 349. Hay tres líneas: la línea descendente, la línea ascendente y la línea colateral.
Art. 350. Se llama línea descendente la serie de grados o generaciones que unen el
tronco común con sus hijos, nietos y demás descendientes.
Art. 351. Se llama línea ascendente la serie de grados o generaciones que ligan al tronco
con su padre, abuelo y otros ascendientes.
CAPITULO I
Del parentesco por consanguinidad
Art. 352. En la línea ascendente y descendente hay tantos grados como generaciones.
Así, en la línea descendente el hijo está en el primer grado, el nieto en el segundo, y el
bisnieto en el tercero, así los demás. En la línea ascendente, el padre está en el primer
grado, el abuelo en el segundo, el bisabuelo en el tercero, etcétera.
Art. 353. En la línea colateral los grados se cuentan igualmente por generaciones,
remontando desde la persona cuyo parentesco se quiere comprobar hasta el autor
común; y desde éste hasta el otro pariente. As
Cuatro etapas
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Derechos recíprocos
Art. 199. Los esposos deben convivir en una misma casa, a menos que por
circunstancias excepcionales se vean obligados a mantener transitoriamente residencias
separadas. Podrán ser relevados judicialmente del deber de convi-vencia cuando ésta
ponga en peligro cierto la vida o la integridad física, psíquica o espiritual de uno de
ellos, de ambos o de los hijos.
Cualquiera de los cónyuges podrá requerir judicialmente se intime al otro a reanudar la
convivencia interrumpida sin causa justificada bajo apercibimiento de negarle
alimentos.
Art. 200. Los esposos fijarán de común acuerdo el lugar de residencia de la familia.
Deber de fidelidad
Implica un concepto amplio, que incluye el deber de observar una conducta inequívoca,
absteniéndose de cualquier relación que cree una apariencia comprometedora y lesiva
para la dignidad del otro cónyuge.
Abarca tanto lo que en doctrina se ha llamado fidelidad moral (conductas que, sin llegar
a la relación sexual del cónyuge con un 3ro, implican o permiten presumir una relación
que excede la meramente amistosa o propia del trato social), como la material
(adulterio). La violación el deber de fidelidad moral no configura adulterio pero sí
injurias.
El deber de fidelidad es recíproco, incompensable (la infidelidad de uno, no autoriza al
otro a ser él a su vez infiel) y permanente.
El débito conyugal es una obligación recíproca de prestarse a las relaciones sexuales
dentro del matrimonio, como extensión del deber de cohabitación, y para servir al fin
primordial del matrimonio que es la procreación. No hay legislación específica sobre el
tema, pero la falta de cumplimiento del débito conyugal, si bien es difícilmente exigi-
ble coactivamente, es causal de injurias graves, que puede ser invocado como causal de
divorcio
Asistencia y alimentos
La noción de asistencia recoge una serie de presupuestos éticos que sustancialmente
podrían sintetizarse en el con-cepto de solidaridad conyugal. Quedan comprendidos: la
mutua ayuda, el respeto recíproco, los cuidados materiales y espirituales que ambos
cónyuges deben dispensarse.
Los alimentos, como prestación, si bien se fundan en el deber de asistencia, se traducen
en valores pecuniarios, de contenido económico, que aseguran la subsistencia material.
En la actualidad, la igualdad jurídica de los cónyuges lleva a considerar que ambos, en
la medida de sus posibilida-des, deben contribuir a la satisfacción de las necesidades, no
sólo en lo económico, sino también en lo relativo a otros aportes de orden doméstico.
La obligación alimentaria es permanente: rige tanto durante la convivencia de los
cónyuges, como tras la finaliza-ción de ésta. Subsiste entre cónyuges separados de
hecho.
La obligación alimentaria es irrenunciable: ello sin perjuicio que pueda renunciarse a la
percepción de cuotas deven-gadas y no percibidas. Lo irrenunciable es el dcho a la
prestación alimentaria y a las cuotas futuras, no a la percep-ción de las prestaciones
vencidas e impagas fijadas judicialmente.
No es posible ceder el dcho a alimentos, pero bien se puede hacer cesión del crédito que
tiene por cuotas ya deven-gadas que aún no percibió.
Cohabitación
Implica la obligación de convivir en una misma casa. Este deber es recíproco y
permanente, lo que no significa que no pueda cesar.
La dispensa judicial del deber que prevé la norma, es inaplicable para el supuesto de que
medie, entre los cónyuges, proceso de divorcio o de separación personal en trámite, o
que tal dispensa se pida al juez ante la inminencia de un juicio a iniciarse.
Intimación judicial a reanudar la convivencia: esta demanda habrá de tramitar por las
reglas del juicio ordinario; conforme a dichas reglas, se le dará traslado al otro cónyuge
a efectos de que, en su contestación, pueda exponer las causas por las cuales se ha
alejado del hogar común. La sentencia podrá rechazar el pedido del actor en base a la
justificación alegada y probada del demandado; en cambio, si lo acoge, ordenará
practicar la intimación al cónyuge demandado para que se reintegre al hogar en el plazo
que determine el juez, bajo el apercibimiento mencionado en el art. 199, si así lo ha
pedido el demandante.
____________________________________________
Evolución legislativa
1) Régimen ordinario
Antes de la ley 18.248, los textos no se ocupaban del apellido de la mujer casada.
Prevalecía la costumbre que la mujer le adicionara a su apellido de soltera el de su
marido, precedido por la preposición “de”.
2) Ley 18.248
Promulgada en 1969. Determinó que la mujer, al contraer matrimonio, añadirá a su
apellido el del marido, precedido por la preposición “de”. Disponía una importante
excepción para el caso que la mujer fuese conocida por su apellido de soltera, en cuyo
caso se le autorizaba seguir usándolo despés de contraído el matrimonio. Para el caso de
divor-cio, aclaró que era optativo para la mujer llevar o no el apellido del marido.
3) Régimen vigente
La ley 23.515 estableció que será optativo para la mujer casada añadir a su apellido el
del marido.
Decretada la separación personal, será optativo para la mujer llevar el apellido del
marido. Si continua usándolo, el marido, por motivos graves, puede solicitar
judicialmente que se le prohíba a aquélla continuar usándolo.
Decretado el divorcio vincular, la mujer pierde el dcho de usar el apellido del marido,
salvo acuerdo en contrario, o que por el ejercicio de su industria, comercio o profesión,
fuese conocida por aquél y solicitare conservarlo para tales actividades.
La viuda está autorizada a requerir ante el Registro Civil la supresión del apellido
marital; en todo caso, si contrajere nuevas nupcias, perderá el apellido de su anterior
cónyuge.
Regímenes matrimoniales
Posibles clasificaciones
Los criterios de clasificación se elaboran a partir del modo en que cada legislación
positiva organiza la interdepen-dencia patrimonial entre los cónyuges y las relaciones
entre éstos con 3ros.
3) Regímenes de comunidad
El elemento típico es la formación de una masa de bs que pertenece a los dos esposos y
que ha de repartirse entre ellos o el sobreviniente y los herederos del muerto al
disolverse. Considerando la extensión de la masa común, pue-den tipificarse en:
a) Universal
Todos los bs presentes y futuros de cada cónyuge se hacen comunes. Se comprenden
también aquellos bs de que eran propietarios los esposos antes de contraer matrimonio.
Existe comunidad en las deudas.
b) De muebles y ganancias
La comunidad se restringe a los muebles sin consideración a su origen y a las ganancias
y adquisicio-nes de cualquiera de los cónyuges luego de la celebración del matrimonio.
Se distinguen los bs propios de c/u de los bs comunes.
c) De ganancias
La comunidad se integra sólo con lo ganado por cualquier de los cónyuges luego del
matrimonio; los esposos conservan como propios todos los bs que llevan al matrimonio.
4) Regímenes de separación
El matrimonio no altera el régimen de propiedad de los bs, siguen perteneciendo al
adquirente: cada cual adquiere para sí y administra y dispone de lo adquirido. A su vez,
cada cónyuge responde individualmente por las deudas que contrae y los bs del otro no
quedan afectados por esa responsabilidad.
5) Regímenes de participación
Cada cónyuge es exclusivo propietario de lo que adquiere durante el matrimonio. El
régimen funciona como el de separación, pero al disolverse el matrimonio, se reconoce
a c/u de los ex cónyuges, o al supérstite (en caso de muer-te), el dcho a participar en los
adquiridos por el otro hasta igualar los patrimonios de ambos.
La sociedad conyugal en el Dcho Argentino
El régimen matrimonial de la sociedad conyugal tiene carácter imperativo, porque está
organizado en base a normas que, en su casi totalidad, son de orden público y, en
consecuencia, no pueden ser modificadas por voluntad de los cónyuges. No pueden los
esposos, ni al contraer matrimonio ni después, adoptar un régimen matrimonial distinto
al de la sociedad conyugal.
1. Condominio
Esta teoría pasa por alto que el condominio se establece sobre bs determinados y no
sobre universalidades, co-mo son las masas de bs gananciales.
3. Comunidad de dcho
APUNTES DE CLASE
Clasificación
2 grandes posibilidades:
- Regímenes legales: hay países donde los cónyuges no puede pactar sus relaciones
patrimoniales, se impo-ne un régimen.
- Regímenes convencionales: hay varias opciones, 1) algunos permiten optar entre
determinados regímenes; 2) otros permiten pactar diversas cuestiones; y 3) otros
otorgan amplia libertad para pactar.
En nuestro CC, el régimen es una SOCIEDAD CONYUGAL, forzosa, legal e
inmodificable. No se refiere a una sociedad como persona distinta a los cónyuges.
Tampoco se trata de un contrato, por más que esté regulada junto con los contratos
Regímenes tipo
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Convenciones matrimoniales
Art. 1.217. Antes de la celebración del matrimonio los esposos pueden hacer
convenciones que tengan únicamente los objetos siguientes:
1° La designación de los bienes que cada uno lleva al matrimonio (simple inventario, no
tiene carácter de negocia-ción o promesa de traslación de dominio de bs entre los
esposos) ;
2° Derogado
3° Las donaciones que un futuro cónyuge hiciere al otro;
4° Derogado
Art. 1.218. Toda convención entre los esposos sobre cualquier otro objeto relativo a su
matrimonio, como toda renuncia del uno que resulte a favor del otro, o del derecho a los
gananciales de la sociedad conyugal, es de ningún valor.
Art. 1.219. Ningún contrato de matrimonio podrá hacerse, so pena de nulidad, después
de la celebración del matri-monio; ni el que se hubiere hecho antes, podrá ser revocado,
alterado o modificado.
Art. 1.222. El menor que con arreglo a las leyes pueda casarse, puede también hacer
convenciones matrimoniales sobre los objetos del artículo 1217, concurriendo a su
otorgamiento las personas de cuyo previo consentimiento necesita para contraer
matrimonio.
Art. 1.223. Las convenciones matrimoniales deben hacerse en escritura pública, so pena
de nulidad si el valor de los bienes pasare de mil pesos, o si constituyeren derechos
sobre bienes raíces. No habiendo escribanos públicos, ante el juez del territorio y dos
testigos. Si los bienes no alcanzaren a la suma de mil pesos, podrán hacerse por
escritura privada ante dos testigos.
Art. 1.225. La escritura pública del contrato de matrimonio debe expresar los nombres
de las partes, los de los pa-dres y madres de los contrayentes, la nacionalidad de los
esposos, su religión, su edad, su domicilio y su actual resi-dencia, el grado de
parentesco si lo hubiere, la firma de los padres o tutores de cada uno de los
contrayentes, si fue-sen menores, o la de un curador especial cuando los padres hubieren
rehusado su consentimiento al matrimonio, y fuere suplido por el juez.
Art. 1.226. La esposa no podrá reservarse la administración de sus bienes, sea de los que
lleve al matrimonio, o sea de los que adquiera después por título propio. Podrá sólo
reservarse la administración de algún bien raíz, o de los que el esposo le donare.
Art. 1.228. Con relación al marido y a sus herederos, la confesión del recibo de la dote,
en cualquier forma que sea hecha, probará la obligación de restituirla a la mujer o a sus
herederos.
Art. 1.229. En relación a los acreedores del marido, la confesión del recibo de la dote no
les perjudicará, sino cuan-do constare ésta de las convenciones nupciales, o de otra
escritura pública, antes de la celebración del matrimonio, o cuando se probare por
escritura pública, testamentos, o particiones, o por otros instrumentos de igual
autenticidad, que la mujer adquirió los bienes cuyo recibo confiesa el marido.
__________________________________________
Ppio gral: no existe ninguna norma que prohíba genéricamente a los cónyuges contratar
entre sí.
Contratos prohibidos.
Donación
Según el art. 1807 no pueden hacer donaciones los esposos el uno al otro durante el
matrimonio. El art. 1820 esta-blece, concordantemente, que “las donaciones mutuas no
son permitidas entre esposos”.
Sí se permiten las donaciones que el novio hace a la novia, y las que los parientes de
uno u otro, o 3ros hacen a és-tos, por causa del matrimonio. Rige la condición legal de
que las nupcias se realicen. Caso contrario, podrá deman-darse la revocación de la
donación y el reintegro de lo donado. Para que la revocación tenga lugar, deberá
probarse que se trató realmente de una donación y que fue por causa del matrimonio.
Compraventa
El art. 1358 dispone: “el contrato de venta no puede tener lugar entre marido y mujer,
aunque hubiese separación judicial de los bs de ellos”. Se prohíbe para evitar que bajo la
forma de este contrato oneroso se encubra una libera-lidad.
Locación de cosas
Prohibida porque se rige por las normas de la compraventa
Dación en pago
Prohibida porque, si consistiera en la transferencia de un crédito, quedaría regida por las
normas de la cesión de dchos; y si lo dado en pago fuese una cosa, por las reglas del
contrato de compraventa.
Sociedades
El art. 27 de la ley 19550 (soc comerciales) autoriza a los cónyuges a integrar
exclusivamente SA y SRL. Añade la norma que cdo uno de los cónyuges adquiera por
cualquier título la calidad de socio del otro en sociedades de distin-to tipo, la sociedad
deberá transformarse en el plazo de 6 meses o cualquiera de los esposos deberá ceder su
parte a otro socio o a un 3ro en el mismo plazo. Si eso no ocurre, el art. 29 establece que
la sociedad será nula y deberá liquidarse.
La ley pretende que los cónyuges no integren soc en las que puedan adquirir
responsabilidad ilimitada y solidaria como consecuencia del giro social en el
entendimiento que, si así ocurre, podrían desnaturalizarse los ppios que gobiernan el
régimen patrimonial del matrimonio.
Contratos permitidos.
Mandato
Expresamente admitido por el art. 1276 inc 3, puede ser expreso o tácito.
Fianza
Un cónyuge puede constituirse en fiador de las obligaciones contraídas por el otro en los
términos del art 1986 y ss. del CC, aun en forma solidaria.
Mutuo
A falta de normas que establezcan la incapacidad, se lo debe considerar permitido. Es
decir que un cónyuge, en vez de recurrir a 3ros, puede obtener el préstamo del otro,
asumiendo las obligaciones consiguientes.
Depósito
Al no existir norma prohibitiva, la doctrina lo reputa válido
Comodato
Tampoco está prohibido, pero no tiene en realidad aplicación práctica porque el uso y
goce de los bs gananciales se afecta a las cargas del matrimonio sin requerirse, para ello,
la celebración de un comodato.
__________________________________
Art. 1.315. Los gananciales de la sociedad conyugal se dividirán por iguales partes entre
los cónyuges, o sus herede-ros, sin consideración alguna al capital propio de los
cónyuges, y aunque alguno de ellos no hubiese llevado a la sociedad bienes algunos.
(Artículo sustituido por art. 29 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).
CC de Vélez
Art. 1276 ORIGINARIO
Establecía:
- Unidad de masa: bs gananciales (Además estaban los bs de c/u)
- Unidad de adm: el marido tenía la adm ordinaria – la mujer la extraord en situaciones
especiales
- Unidad de responsabilidad: art. 1275 - cargas de la sociedad que se deben llevar a cabo
con la masa de bs. Abarcaba 2 aspectos:
• responsabilidad frente a 3ros: Pasivo provisorio
• responsabilidad entre cónyuges: Pasivo definitivo
ART 5.- Los bienes propios de la mujer y los bienes gananciales que ella adquiera no
responden por las deudas del marido, ni los bienes propios del marido y los gananciales
que él administre responden por las deudas de la mujer.
ART 6.- Un cónyuge sólo responde con los frutos de sus bienes propios y con los frutos
de los bienes gananciales que administre, por las obligaciones contraídas por el otro,
cuando sean contraídas para atender las necesidades del hogar, para la educación de los
hijos, o para la conservación de los bienes comunes.
Teniendo en cuenta que en la realidad de las flias argentina seguía siendo costumbre que
sólo el marido se encargara de la gestión de todos los bs, la ley estableció una
presunción de mandato en su favor para administrar los bs de la mujer, sin obligación de
rendir ctas por las rentas o frutos recibidos; mandato que duraría en tanto la mujer no
hicie-se una manifestación de voluntad contraria inscripta en un registro especial o en el
de mandatos en el que lo hubiere.
Si la mujer revocaba el mandato, el resultado era la existencia de dos masas de bs: los
adm por el marido, y los adm por ella = REGIMEN DERIVADO O COMPUESTO.
Esta ley completa el proceso de separación de gestión de los bienes, dejando sin efecto
las previsiones de la ley 11357 y las del CC originario, organizando en el art. 1276 el
actual sistema de administración separada.
Art. 1.276. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus
bienes propios y de los ga-nanciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier
otro título legítimo, con la salvedad prevista en el artí-culo 1.277.
Si no se puede determinar el origen de los bienes o la prueba fuere dudosa, la
administración y disposición es con-junta del marido y la mujer. El juez podrá dirimir
los casos de conflicto. (Párrafo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.781 B.O.
12/11/2003.)
Uno de los cónyuges no podrá administrar los bienes propios o los gananciales cuya
administración le está reservada al otro, sin mandato expreso o tácito conferido por éste.
El mandatario no tendrá obligación de rendir cuentas. (Artí-culo sustituido por art. 1° de
la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)
De esta manera, existen 4 masas de bienes: las de bienes propios de cada cónyuge, la
ganancial de adm del marido y la ganancial de adm de la mujer.
___________________________________________
Comienzo e inmutabilidad del régimen. Capital de los cónyuges y haber de ellos. Bienes
propios y bienes ganancia-les. Conceptos. Prueba de la calidad de los bienes.
Art. 1.266. Los bienes que se adquieren por permuta con otro de alguno de los
cónyuges, o el inmueble que se com-pre con dinero de alguno de ellos, y los aumentos
materiales que acrecen a cualquier especie de uno de los cónyu-ges, formando un
mismo cuerpo con ella por aluvión, edificación, plantación, u otra cualquier causa,
pertenecen al cónyuge permutante, o de quien era el dinero, o a quien correspondía la
especie principal.
Art. 1.267. La cosa adquirida durante la sociedad, no pertenece a ella aunque se haya
adquirido a título oneroso, cuando la causa o título de adquisición le ha precedido y se
ha pagado con bienes de uno de los cónyuges.
Art. 1.268. Tampoco le pertenecen los bienes que antes de la sociedad poseía alguno de
los cónyuges por un título vicioso, pero cuyo vicio se hubiese purgado durante la
sociedad, por cualquier remedio legal.
Art. 1.269. Ni los bienes que vuelven a uno de los cónyuges por nulidad o resolución de
un contrato, o por haberse revocado una donación.
Art. 1.270. Ni el derecho de usufructo, que se consolida con la propiedad durante el
matrimonio, ni los intereses devengados por uno de los cónyuges, antes del matrimonio
y pagados después.
Los bs ganaciales son los que se adquieren durante el matrimonio a título oneroso, a aun
después de la disolución de la sociedad conyugal por una causa o título anterior a tal
disolución.
Art. 1.273. Se reputan adquiridos durante el matrimonio, los bienes que durante él
debieron adquirirse por uno de los cónyuges, y que de hecho no se adquirieron sino
después de disuelta la sociedad, por no haberse tenido noticia de ellos, o por haberse
embarazado injustamente su adquisición o goce.
Art. 1.274. Las donaciones remuneratorias hechas a uno de los cónyuges, o a ambos por
servicios que no daban acción contra el que las hace, no corresponden al haber social,
pero las que se hicieren por servicios que hubiesen dado acción contra el donante,
corresponden a la sociedad, salvo que dichos servicios se hubieran prestado antes de la
sociedad conyugal, pues en tal caso la donación remuneratoria no corresponde a la
sociedad, sino al cónyuge que prestó el servicio.
PRUEBA
Se presume que tienen carácter ganancial los bienes existentes al tiempo de la
disolución de la sociedad si no se prueba su carácter propio.
________________________________________________
Administración de la sociedad
Art. 1.276. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus
bienes propios y de los ga-nanciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier
otro título legítimo, con la salvedad prevista en el artí-culo 1.277.
Si no se puede determinar el origen de los bienes o la prueba fuere dudosa, la
administración y disposición es con-junta del marido y la mujer. El juez podrá dirimir
los casos de conflicto. (Párrafo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.781 B.O.
12/11/2003.)
Uno de los cónyuges no podrá administrar los bienes propios o los gananciales cuya
administración le está reservada al otro, sin mandato expreso o tácito conferido por éste.
El mandatario no tendrá obligación de rendir cuentas. (Artí-culo sustituido por art. 1° de
la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)
3) la doctrina entiende que se agrega este párrafo para remarcar la diferencia con la ley
11357, en la que se presumía que la mujer tenía un mandato.
En el caso de la disposición de los bs, se necesita mandato expreso y se rinden cuentas.
Art. 1277
La expresión “consentimiento” es técnicamente impropia. Lo que la norma requiere es
el asentimiento del cónyuge no titular de la gestión del bien: declaración de
conformidad con un acto jurídico ajeno. El cónyuge que lo presta no codispone con el
titular, no asume responsabilidad ni deuda alguna con motivo de ese acto.
Enumeración taxativa:
Es necesario el asentimiento de ambos cónyuges para disponer o gravar los bs
gananciales cuando se trate de:
- inmuebles
- derechos o bienes muebles cuyo registro han impuesto las leyes en forma obligatoria
- aportes de dominio o uso de dichos bienes a sociedades
- tratándose de sociedades de personas, la transformación y fusión de éstas.
El 1er párr es una norma de protección para el cónyuge no titular para que no cometan
fraude.
El 2do párr es una norma de protección a la flia.
_______________________________________________________________
1) Manutención de la flia y de los hijos comunes, así como a los hijos de uno de los
cónyuges, y también a los alimentos que uno de los cónyuges está obligado a dar a sus
ascendientes: constituye una manifestación del deber de asistencia debido en razón de
los vínculos fliares que la ley privilegia.
2) Reparos y conservación en buen estado de los bs particulares de los cónyuges: se
tiene en cuenta que el uso y goce de los bs propios está al alcance de ambos esposos
durante el matrimonio, y que los frutos de tales bs son de carácter ganancial.
3) Deudas contraídas durante el matrimonio: así como las adquisiciones onerosas
hechas por cualquiera de los cónyuges se presumen gananciales, las deudas también
deben reputarse cargas de la sociedad.
4) Lo que se diere o gastare en la colocación de los hijos del matrimonio: aquellos
gastos realizados por los padres para facilitar el establecimiento de los hijos.
5) Pérdidas fortuitas: del mismo modo que las adquisiciones debidas al azar son
gananciales, las pérdidas de-bidas a la misma causa son a cargo de la sociedad.
Las deudas que derivan, para uno de los cónyuges, de hechos ilícitos que cometió, no
pueden considerarse cargas de la sociedad conyugal, pues son consecuencia del
comportamiento antijurídico de un esposo, que no puede, entonces, trasladarlo como
carga a la comunidad.
En el caso del art. 6, el acreedor puede embargar y ejecutar los frutos de los bienes
propios y de los gananciales de la administración del cónyuge no deudor. Quedan
excluidos los bienes propios y gananciales.
El acreedor carga con la prueba de que la deuda se origina en uno de los supuestos del
art. 6, ya que de no mediar dicha prueba se aplica el ppio gral del art. 5.
RECORDAR
Las cargas de la sociedad conyugal del art. 1275 están destinadas a regir la relación
entre los esposos, y dan base para realizar las operaciones de liquidación de la sociedad
conyugal.
Los arts. 5 y 6 de la ley 11357 no se vinculan con el ámbito interno de la comunidad,
sino con relaciones externas. Es decir, con las relaciones de los cónyuges y los 3ros
acreedores de c/u de ellos, y sirven para establecer los límites de la responsabilidad ante
3ros de un cónyuge por las deudas del otro.
______________________________________________
De la disolución de la sociedad
Art. 1.291. La sociedad conyugal se disuelve por la separación judicial de los bienes,
por declararse nulo el matri-monio y por la muerte de alguno de los cónyuges.
Art. 1.293. La mujer menor de edad no podrá pedir la separación de bienes sin tener un
curador especial, y la asis-tencia del defensor de menores.
Art. 1.294. Uno de los cónyuges puede pedir la separación de bienes cuando el concurso
o la mala administración del otro le acarree el peligro de perder su eventual derecho
sobre los bienes gananciales cuando mediare abandono de hecho de la convivencia
matrimonial por parte del otro cónyuge.
Art. 1.295. Entablada la acción de separación de bienes, y aun antes de ella, si hubiere
peligro en la demora, la mu-jer puede pedir embargo de sus bienes muebles que estén en
poder del marido, y la no enajenación de los bienes de éste, o de la sociedad. Puede
también pedir que se le dé lo necesario para los gastos que exige el juicio.
Art. 1.298. La mujer podrá argüir de fraude cualquier acto o contrato del marido,
anterior a la demanda de separa-ción de bienes, en conformidad con lo que está
dispuesto respecto a los hechos en fraude de los acreedores.
Art. 1.300. Durante la separación, cada uno de los cónyuges debe contribuir a su propio
mantenimiento, y a los alimentos y educación de los hijos, en proporción a sus
respectivos bienes.
Art. 1.301. Después de la separación de bienes, los cónyuges no tendrán parte alguna en
lo que en adelante ganare el otro cónyuge.
Art. 1.302. La mujer separada de bienes, no necesita de la autorización del marido, para
los actos y contratos relati-vos a la administración, ni para enajenar sus bienes muebles;
pero le es necesaria autorización judicial, para enajenar los bienes inmuebles, o
constituir sobre ellos derechos reales.
Art. 1.303. Los acreedores de la mujer separada de bienes, por actos o contratos que
legítimamente ha podido cele-brar, tendrán acción contra los bienes de ella.
Art. 1.304. La separación judicial de bienes podrá cesar por voluntad de los cónyuges, si
lo hicieren por escritura pública, o si el juez lo decretase a pedimento de ambos.
Cesando la separación judicial de bienes, éstos se restituyen al estado anterior a la
separación, como si ésta no hubiese existido, quedando válidos todos los actos legales
de la mujer durante el intervalo de la separación, como si hubiesen sido autorizados por
el marido.
Art. 1.305. Para salvar su responsabilidad futura, podrá el marido exigir que se haga
inventario judicial de los bienes de la mujer que entrasen en su nueva administración, o
podrá determinarse la existencia de los bienes por escritura pública firmada por él y la
mujer.
Art. 1.307. Si en conformidad a lo dispuesto en los artículos 116 y 117, el juez hubiere
fijado el día presuntivo del fallecimiento del marido ausente, la mujer tiene opción, o
para impedir el ejercicio provisorio de los derechos subor-dinados al fallecimiento de su
marido, o para exigir la división judicial de los bienes.
Art. 1.308. Este derecho puede ejercerlo, aunque ella misma hubiese pedido la
declaración judicial del día presunti-vo del fallecimiento de su marido, y aunque ya
hubiese optado por la continuación de la sociedad conyugal; pero si hubiese optado por
la disolución de la sociedad, no podrá retractar su opción después de aceptada por las
partes interesadas.
Art. 1.309. Si la mujer optare por la continuación de la sociedad, administrará todos los
bienes del matrimonio; pero no podrá optar por la continuación de la sociedad, si
hubiese luego, por el tiempo transcurrido, de decretarse la suce-sión definitiva del
marido.
Art. 1.310. La continuación de la sociedad conyugal no durará sino hasta el día en que
se decretare la sucesión defi-nitiva.
Art. 1.311. Si la mujer optare por la disolución de la sociedad conyugal, serán separados
sus bienes propios y divi-didos los comunes, observándose lo dispuesto en el Libro IV
de este Código, sobre la sucesión provisoria.
Art. 1.313. Disuelta la sociedad por muerte de uno de los cónyuges, se procederá al
inventario y división de los bienes como se dispone en el Libro IV de este código, para
la división de las herencias.
Art. 1.315. Los gananciales de la sociedad conyugal se dividirán por iguales partes entre
los cónyuges, o sus herede-ros, sin consideración alguna al capital propio de los
cónyuges, y aunque alguno de ellos no hubiese llevado a la sociedad bienes algunos.
Art. 1.316 bis. Los créditos de los cónyuges contra la sociedad conyugal al tiempo de la
disolución de ésta, se de-terminarán reajustándolos equitativamente, teniendo en cuenta
la fecha en que se hizo la inversión y las circunstan-cias del caso.
Medidas precautorias
Tanto en el juicio donde se pide el divorcio o la separación personal, como en el que se
solicita la separación de bienes, cualquiera de los cónyuges puede solicitar al juez
medidas de seguridad idóneas para evitar que el otro cón-yuge realice actos de
administración o disposición de bienes que puedan poner en peligro, hacer inciertos o
defrau-dar los dchos patrimoniales del solicitante.
Sólo podrán pedir medidas precautorias sobre bs propios del otro cónyuge, no
invocando su calidad de socio en la sociedad conyugal, sino su carácter de acreedor –ej.,
para garantizar el pago de alimentos.
Indivisión post-régimen
Existe indivisión cuando 2 o más personas tienen dchos en común sobre un bien o un
conjunto de bs, sin que exista división material de sus partes.
La indivisión post-comunitaria es la situación en que se halla la masa de bs gananciales
desde la disolución de la sociedad conyugal hasta la partición. Sobre esa masa tienen un
dcho de propiedad proindiviso, por partes iguales, los dos cónyuges si la disolución se
ha producido en vida de ambos, sustituidos por los sucesores universales de uno u otro
si la disolución deriva de la muerte de alguno de ellos. (Belluscio)
_________________________________________________
Formas de liquidación
Puede hacerse en forma privada por escritura pública, si las partes encuentran la manera
de realizarla sin necesidad de recurrir a intervención judicial, zanjando todas sus
diferencias.
También es posible que las partes, que realizan un acuerdo que zanja sus diferencias, e
incluye la partición, es decir, la forma en que se repartirán los bs, lo hagan por acuerdo
privado que se presenta al juez para su homologación (liquidación mixta).
No poniéndose de acuerdo los cónyuges para una de estas formas de liquidación y
partición, deberán recurrir al procedimiento judicial.
Inventario y tasación
En caso de no ponerse de acuerdo los cónyuges sobre la composición de las masas
gananciales, será necesario de-signar un perito inventariador.
Si no hay acuerdo de partes sobre los valores, es necesario designar un perito tasador.
La designación caerá en el perito cuyos conocimientos se vinculan con la materia a
tasar.
Podrá designarse en el mismo acto al perito inventariador y al perito tasador, para que
realicen conjuntamente las operaciones a su cargo.
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Lesión
El convenio realizado entre los cónyuges podrá ser atacado por uno de ellos si el otro,
explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de aquél, obtiene a través del convenio
una ventaja patrimonial evidentemente despropor-cionada y sin justificación (art. 954
CC).
La separación de cuerpos
La separación de cuerpos, o separación personal de los cónyuges, no disuelve el vínculo
matrimonial: se limita a hacer cesar el deber de cohabitación y, por lo tanto, no restituye
la aptitud nupcial que tienen los cónyuges separa-dos.
El divorcio
Se denomina divorcio vincular a la disolución del vínculo matrimonial mediante
sentencia judicial; restituye la apti-tud nupcial de los cónyuges.
UNIDAD 11 – ADOPCION
Disposiciones generales
Art. 312. Nadie puede ser adoptado por más de una persona simultáneamente, salvo que los
adoptantes sean cónyu-ges.
Sin embargo, en caso de muerte del adoptante o de ambos cónyuges adoptantes, se podrá
otorgar una nueva adop-ción sobre el mismo menor.
El adoptante debe ser por lo menos 18 años mayor que el adoptado salvo cuando el cónyuge
supérstite adopta al hijo adoptado del premuerto.
Art. 313. Se podrá adoptar a varios menores de uno y otro sexo simultánea o sucesivamente.
Si se adoptase a varios menores todas las adopciones serán del mismo tipo. La adopción del
hijo del cónyuge siem-pre será de carácter simple.
Art. 314. La existencia de descendientes del adoptante no impide la adopción, pero en tal caso
aquellos podrán ser oídos por el juez o el Tribunal, con la asistencia del Asesor de Menores si
correspondiere.
Art. 315. Podrá ser adoptante toda persona que reúna los requisitos establecidos en este
Código cualquiera fuese su estado civil, debiendo acreditar de manera fehaciente e
indubitable, residencia permanente en el país por un período mínimo de 5 años anterior a la
petición de la guarda.
No podrán adoptar:
a) Quienes no hayan cumplido 30 años de edad, salvo los cónyuges que tengan más de 3 años
de casados. Aún por debajo de éste término, podrán adoptar los cónyuges que acrediten la
imposibilidad de tener hijos;
b) Los ascendientes a sus descendientes;
c) Un hermano a sus hermanos o medio hermanos.
Art. 316. El adoptante deberá tener al menor bajo su guarda durante un lapso no menor de 6
meses ni mayor de 1 año el que será fijado por el Juez.
El juicio de adopción solo podrá iniciarse transcurridos 6 meses del comienzo de la guarda.
La guarda deberá ser otorgada por el juez o tribunal del domicilio del menor o donde
judicialmente se hubiese com-probado el abandono del mismo.
Estas condiciones no se requieren cuando se adopte al hijo o hijos del cónyuge.
El juez deberá observar las reglas de los incisos a), b) y c) bajo pena de nulidad.
Art. 319. El tutor sólo podrá iniciar el juicio de guarda y adopción de su pupilo una vez
extinguidas las obligaciones emergentes de la tutela.
Art. 320. Las personas casadas sólo podrán adoptar si lo hacen conjuntamente, excepto en los
siguientes casos:
a) Cuando medie sentencia de separación personal;
b) Cuando el cónyuge haya sido declarado insano, en cuyo caso deberá oírse al curador y al
Ministerio Pú-blico de Menores;
c) Cuando se declare judicialmente la ausencia simple, la ausencia con presunción de
fallecimiento o la desaparición forzada del otro cónyuge.
Art. 322. La sentencia que acuerde la adopción tendrá efecto retroactivo a la fecha del
otorgamiento de la guarda.
Cuando se trate del hijo del cónyuge el efecto retroactivo será a partir de la fecha de
promoción de la acción.
Art. 323. La adopción plena, es irrevocable. Confiere al adoptado una filiación que sustituye a la
de origen. El adop-tado deja de pertenecer a su familia biológica y se extingue el parentesco
con los integrantes de ésta así como todos sus efectos jurídicos, con la sola excepción de que
subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia del adoptante los
mismos derechos y obligaciones del hijo biológico.
Art. 324. Cuando la guarda del menor se hubiese otorgado durante el matrimonio y el período
legal se completara después de la muerte de uno de los cónyuges, podrá otorgarse la adopción
al sobreviviente y el hijo adoptivo lo será del matrimonio.
Art. 325. Sólo podrá otorgarse la adopción plena con respecto a los menores:
a) Huérfanos de padre y madre;
b) Que no tengan fijación acreditada;
c) Cdo se encuentren en un establecimiento asistencial y los padres se hubieran desentendido
totalmente del mismo durante un 1 o cuando el desamparo moral o material resulte evidente,
manifiesto y continuo, y esta situación hubiese sido comprobada por la autoridad judicial;
d) Cdo los padres hubiesen sido privados de la patria potestad;
e) Cdo hubiesen manifestado judicialmente su expresa voluntad de entregar al menor en
adopción.
En todos los casos deberán cumplirse los requisitos previstos en los artículos 316 y 317.
Art. 326. El hijo adoptivo llevará el primer apellido del adoptante, o su apellido compuesto si
éste solicita su agre-gación. En caso que los adoptantes sean cónyuges de distinto sexo, a
pedido de éstos podrá el adoptado llevar el apellido compuesto del padre adoptivo o agregar al
primero de éste, el primero de la madre adoptiva. En caso que los cónyuges sean de un mismo
sexo, a pedido de éstos podrá el adoptado llevar el apellido compuesto del cónyuge del cual
tuviera el primer apellido o agregar al primero de éste, el primero del otro. Si no hubiere
acuerdo acerca de qué apellido llevará el adoptado, si ha de ser compuesto, o sobre cómo se
integrará, los apellidos se ordenarán alfa-béticamente.
En uno y otro caso podrá el adoptado después de los 18 años solicitar esta adición.
Todos los hijos deben llevar el apellido y la integración compuesta que se hubiera decidido para
el primero de los hijos.
Si el o la adoptante fuese viuda o viudo y su cónyuge no hubiese adoptado al menor, éste
llevará el apellido del primero, salvo que existieran causas justificadas para imponerle el del
cónyuge premuerto.
Art. 328. El adoptado tendrá dcho a conocer su realidad biológica y podrá acceder al expte de
adopción a partir de los 18 años de edad.
Art. 329. La adopción simple confiere al adoptado la posición del hijo biológico; pero no crea
vínculo de parentesco entre aquél y la familia biológica del adoptante, sino a los efectos
expresamente determinados en este Código.
Los hijos adoptivos de un mismo adoptante serán considerados hermanos entre sí.
Art. 330. El juez o tribunal, cuando sea más conveniente para el menor o a pedido de parte por
motivos fundados, podrá otorgar la adopción simple.
Art. 331. Los dchos y deberes que resulten del vínculo biológico del adoptado no quedan
extinguidos por la adop-ción con excepción de la patria potestad, inclusive la administración y
usufructo de los bienes del menor que se transfieren al adoptante, salvo cuando se adopta al
hijo del cónyuge.
Art. 332. La adopción simple impone al adoptado el apellido del adoptante, pero aquél podrá
agregar el suyo propio a partir de los 18 años.
El cónyuge sobreviviente adoptante podrá solicitar que se imponga al adoptado el apellido de
su cónyuge premuerto si existen causas justificadas.
Art. 333. El adoptante hereda ab intestato al adoptado y es heredero forzoso en las mismas
condiciones que los padres biológicos; pero ni el adoptante hereda los bs que el adoptado
hubiera recibido a título gratuito de su flia biológica ni esta hereda los bs que el adoptado
hubiera recibido a título gratuito de su flia de adopción. En los demás bs los adoptantes
excluyen a los padres biológicos.
Art. 334. El adoptado y sus descendientes heredan por representación a los ascendientes de
los adoptantes; pero no son herederos forzosos. Los descendientes del adoptado heredan por
representación al adoptante y son herederos forzosos.
La revocación extingue desde su declaración judicial y para lo futuro todos los efectos de la
adopción.
Art. 336. Después de la adopción simple es admisible el reconocimiento del adoptado por sus
padres biológicos y el ejercicio de la acción de filiación. Ninguna de estas situaciones alterará
los efectos de la adopción establecidos en el art 331.
Art. 337. Sin perjuicio de las nulidades que resulten de las disposiciones de este Código:
1º; Adolecerá de nulidad absoluta la adopción obtenido en violación de los preceptos
referentes a:
a) La edad del adoptado;
b) La diferencia de edad entre adoptante y adoptado;
c) La adopción que hubiese tenido un hecho ilícito como antecedente necesario, incluido el
abandono su-puesto o aparente del menor proveniente de la comisión de un delito del cual
hubiera sido víctima el mismo y/o sus padres;
d) La adopción simultánea por más de una persona salvo que los adoptantes sean cónyuges;
e) la adopción de descendientes;
f) La adopción de hermanos y de medio hermanos entre sí.
2º; Adolecerá de nulidad relativa la adopción obtenido en violación de los preceptos referentes
a:
a) La edad mínima del adoptante;
b) Vicios del consentimiento.
Art. 338. La revocación o nulidad deberán inscribirse en el Registro del Estado Civil y Capacidad
de las Personas.
Art. 339. La situación jurídica, los dchos y deberes del adoptante y adoptado entre sí, se regirán
por la ley del domi-cilio del adoptado al tiempo de la adopción, cuando ésta hubiera sido
conferida en el extranjero.
Evolución
La institución que hoy conocemos, que tiene por objeto dar progenitores al menor de edad
que carece de ellos, o que, aun teniéndolos, no le ofrecen la atención, la protección o los
cuidados que la menor edad requiere, nada tiene que ver con la adopción conocida en siglos
anteriores.
Fueron en el pasado finalidades determinantes de la adopción, el afán de los hombres de
prolongar tras su muerte el culto de los dioses domésticos, el linaje, el nombre o la fortuna
fliar.
Ley 13252
Esta ley, supliendo el silencio que sobre la institución había mantenido el CC, acogió la forma
que hoy se conoce como adopción simple.
Ley 19134
Esta ley, del año 1971, incorporó a nuestro dcho la adopción plena, que se admitió respecto de
menores abandona-dos, sin filiación acreditada, huérfanos o cuyos padres hubieses perdido la
patria potestad. Sin perjuicio de esta adopción plena, se mantuvo la adopción simple respecto
de menores que no se hallaren en alguna de estas institu-ciones.
Ley 24779
Desde 1984 se sucedieron diversos proyectos legislativos de reforma a la ley 19134. Todos ellos
coincidían en man-tener el doble régimen de la adopción, pero trataban de flexibilizar
requisitos o suplir deficiencias advertidas en la aplicación de aquélla. Al cabo, se sanciona la ley
24779, que establece el régimen actual de adopción.
De la patria potestad
Art. 264. La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los
padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde
la concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado.
Su ejercicio corresponde:
1°. En el caso de los hijos matrimoniales, a los cónyuges conjuntamente, en tanto no estén
separados o di-vorciados, o su matrimonio fuese anulado. Se presumirá que los actos
realizados por uno de ellos cuenta con el con-sentimiento del otro, salvo en los supuestos
contemplados en el artículo 264 quáter, o cuando mediare expresa opo-sición.
2° En caso de separación de hecho, separación personal, divorcio vincular o nulidad del
matrimonio, al pa-dre o madre que ejerza legalmente la tenencia, sin perjuicio del derecho del
otro de tener adecuada comunicación con el hijo y de supervisar su educación.
3° En caso de muerte de uno de los padres, ausencia con presunción de fallecimiento, privación
de la patria potestad, o suspensión de su ejercicio, al otro.
4° En el caso de los hijos extramatrimoniales, reconocidos por uno solo de los padres, a aquel
que lo hubie-re reconocido.
5° En el caso de los hijos extramatrimoniales reconocidos por ambos padres, a ambos, si
convivieren y en caso contrario, a aquél que tenga la guarda otorgada en forma convencional o
judicial, o reconocida mediante infor-mación sumaria.
6° A quien fuese declarado judicialmente el padre o madre del hijo, si no hubiese sido
voluntariamente re-conocido.
Art. 264 bis. Cdo ambos padres sean incapaces o estén privados de la patria potestad o
suspendidos en su ejercicio los hijos menores quedarán sujetos a tutela. Si los padres de un
hijo extramatrimonial fuesen menores no emancipa-dos, se preferirá a quien ejerza la patria
potestad sobre aquél de los progenitores que tenga al hijo bajo su amparo o cuidado,
subsistiendo en tal caso esa tutela aun cuando el otro progenitor se emancipe o cumpla la
mayoría de edad.
Art. 264 ter. En caso de desacuerdo entre los padres, cualquiera de ellos podrá acudir al juez
competente, quien resolverá lo más conveniente para el interés del hijo, por el procedimiento
más breve previsto por la ley local, previa audiencia de los padres con intervención del
Ministerio Pupilar. El juez podrá, aun de oficio, requerir toda la infor-mación que considere
necesaria, y oír al menor, si éste tuviese suficiente juicio, y las circunstancias lo aconsejaren. Si
los desacuerdos fueren reiterados o concurriere cualquier otra causa que entorpezca
gravemente el ejercicio de la patria potestad, podrá atribuirlo total o parcialmente a uno de los
padres o distribuir entre ellos sus funciones, por el plazo que fije, el que no podrá exceder de 2
años.
Art. 264 quater. En los casos de los incs. 1°, 2°, y 5° del art 264, se requerirá el consentimiento
expreso de ambos padres para los siguientes actos:
1° Autorizar al hijo para contraer matrimonio.
2° Inciso derogado
3° Autorizarlo para ingresar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad.
4° Autorizarlo para salir de la República.
5° Autorizarlo para estar en juicio.
6° Disponer de los bs inmuebles y dchos o muebles registrables de los hijos cuya
administración ejercen, con autorización judicial.
7° Ejercer actos de administración de los bs de los hijos, salvo que uno de los padres delegue la
administra-ción conforme lo previsto en el art 294.
En todos estos casos si uno de los padres no diere su consentimiento o mediara imposibilidad
para prestarlo, resolve-rá el juez lo que convenga al interés familiar.
Art. 265. Los hijos menores de edad están bajo la autoridad y cuidado de sus padres. Tienen
éstos la obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su
condición y fortuna, no sólo con los bienes de los hijos, sino con los suyos propios.
La obligación de los padres de prestar alimentos a sus hijos, con el alcance establecido en
artículo 267, se extiende hasta la edad de 21 años, salvo que el hijo mayor de edad o el padre,
en su caso, acrediten que cuenta con recursos suficientes para proveérselos por sí mismo.
Art. 266. Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres. Aunque estén emancipados están
obligados a cuidarlos en su ancianidad y en estado de demencia o enfermedad y a proveer a
sus necesidades, en todas las circunstancias de la vida en que les sean indispensables sus
auxilios.
Tienen derecho a los mismos cuidados y auxilios los demás ascendientes.
Art. 267. La obligación de alimentos comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos
en manutención, educación y esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia y gastos por
enfermedad.
Art. 268. La oblig de dar alimentos a los hijos no cesa aún cdo las necesidades de ellos
provengan de su mala con-ducta.
Art. 269. Si el menor de edad se hallare en urgente necesidad, que no pudiere ser atendido por
sus padres, los sumi-nistros indispensables que se efectuaren se juzgarán hechos con
autorización de ellos.
Art. 270. Los padres no están obligados a dar a sus hijos los medios de formar un
establecimiento, ni a dotar a las hijas.
Art. 271. En caso de divorcio vincular, separación personal, separación de hecho, o nulidad de
matrimonio, incumbe siempre a ambos padres el deber de dar alimento a sus hijos y educarlos,
no obstante que la tenencia sea ejercida por uno de ellos.
Art. 272. Si cualquiera de los padres faltare a esta obligación, podrá ser demandado por la
prestación de alimentos por el propio hijo, si fuese adulto, asistido por un tutor especial, por
cualquiera de los parientes, o por el ministerio de menores.
Art. 274. Los padres, sin intervención alguna de sus hijos menores, pueden estar en juicio por
ellos como actores o demandados, y a nombre de ellos celebrar cualquier contrato en los
límites de su administración señalados en este Código.
Art. 275. Los hijos menores no pueden dejar la casa de sus progenitores, o aquella que éstos le
hubiesen asignado, sin licencia de sus padres.
Tampoco pueden ejercer oficio, profesión o industria, ni obligar sus personas de otra manera
sin autorización de sus padres, salvo lo dispuesto en los art 128 y 283.
Art. 276. Si los hijos menores dejasen el hogar, o aquel en que sus padres los hubiesen puesto,
sea que ellos se hubiesen sustraído a su obediencia, o que otros los retuvieran, los padres
podrán exigir que las autoridades públicas les presten toda la asistencia que sea necesaria para
hacerlos entrar bajo su autoridad. También podrán acusar crimi-nalmente a los seductores o
corruptores de sus hijos, y a las personas que los retuvieren.
Art. 277. Los padres pueden exigir que los hijos que están bajo su autoridad y cuidado les
presten la colaboración propia de su edad, sin que ellos tengan dcho a reclamar pago o
recompensa.
Art. 278. Los padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir la conducta de sus hijos
menores. El poder de corrección debe ejercerse moderadamente, debiendo quedar excluidos
los malos tratos, castigos o actos que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a los
menores. Los jueces deberán resguardar a los menores de las correccio-nes excesivas de los
padres, disponiendo su cesación y las sanciones pertinentes si correspondieren.
Art. 279. Los padres no pueden hacer contrato alguno con los hijos que están bajo su patria
potestad.
Art. 280. Los padres no pueden hacer contratos de locación de los servicios de sus hijos
adultos, o para que apren-dan algún oficio sin asentimiento de ellos.
Art. 282. Si los padres o uno de ellos negaren su consentimiento al menor adulto para intentar
una acción civil co-ntra un 3ro, el juez, con conocimiento de los motivos que para ello tuviera el
oponente, podrá suplir la licencia, dando al hijo un tutor especial para el juicio.
Art. 283. Se presume que los menores adultos, si ejercieren algún empleo, profesión o
industria, están autorizados por sus padres para todos los actos y contratos concernientes al
empleo, profesión o industria, sin perjuicio de lo dispuesto en el art 131. Las obligaciones que
de estos actos nacieren, recaerán únicamente sobre los bs cuya admi-nistración y usufructo o
sólo el usufructo, no tuvieren los padres.
Art. 284. Los menores adultos ausentes del hogar con autorización de los padres, o en un país
extranjero, o en un lugar remoto dentro de la República, que tuviesen necesidad de recursos
para su alimento u otras necesidades urgen-tes, podrán ser autorizados por el juez del lugar o
por la representación diplomática de la República, según el caso, para contraer deudas que
satisfagan las necesidades que padecieren.
Art. 285. Los menores no pueden demandar a sus padres sino por sus intereses propios, y
previa autorización del juez, aun cuando tengan una industria separada o sean comerciantes.
Art. 286. El menor adulto no precisará la autorización de sus padres para estar en juicio, cdo
sea demandado crimi-nalmente, ni para reconocer hijos ni para testar.
Art. 287. Los padres tienen el usufructo de los bs de sus hijos matrimoniales o
extramatrimoniales voluntariamente reconocidos, que estén bajo su autoridad, con excepción
de los siguientes:
1. Los adquiridos mediante su trabajo, empleo, profesión o industria, aunque vivan en casa de
sus padres.
2. Los heredados por motivo de la indignidad o desheredación de sus padres.
3. Los adquiridos por herencia, legado o donación, cdo el donante o testador hubiera dispuesto
que el usu-fructo corresponde al hijo.
Art. 290. Es implícita la cláusula de no tener los padres el usufructo de los bienes donados o
dejados a los hijos menores, cdo esos bienes fuesen donados o dejados con indicación del
empleo que deba hacerse de los respectivos frutos o rentas.
Art. 291. Las cargas del usufructo legal de los padres son:
1. Las que pesan sobre todo usufructuario, excepto la de afianzar.
2. Los gs de subsistencia y educación de los hijos, en proporción a la importancia del usufructo.
3. El pago de los intereses de los capitales que venzan durante el usufructo.
4. Los gs de enfermedad y entierro del hijo, como los del entierro y funerales del que hubiese
instituido por heredero al hijo.
Art. 292. Las cargas del usufructo legal son cargas reales. A los padres por hechos o por deudas
no se les puede embargar el goce del usufructo, sino dejándoles lo que fuese necesario para
llenar aquéllas.
Art. 293. Los padres son los administradores legales de los bienes de los hijos que están bajo su
potestad, con ex-cepción de los siguientes:
1° Los que hereden con motivo de la indignidad o desheredación de sus padres.
2° Los adquiridos por herencia, legado o donación cdo hubieran sido donados o dejados por
testamento ba-jo la condición de que los padres no los administren.
Art. 294. La administración de los bienes de los hijos será ejercida en común por los padres
cuando ambos estén en ejercicio de la patria potestad. Los actos conservatorios pueden ser
otorgados indistintamente por cualquiera de los padres.
Los padres podrán designar de común acuerdo a uno de ellos administrador de los bienes de
los hijos, pero en ese caso el administrador necesitará el consentimiento expreso del otro para
todos los actos que requieran también la autorización judicial. En caso de graves o persistentes
desacuerdos sobre la administración de los bienes, cualquiera de los padres podrá requerir al
juez competente que designe a uno de ellos administrador.
Art. 295. La condición que prive a los padres de administrar los bs donados o dejados a los
hijos, no los priva del dcho al usufructo.
Art. 296. En los 3 meses subsiguientes al fallecimiento de uno de los padres, el sobreviviente
debe hacer inventario judicial de los bs del matrimonio, y determinarse en él los bs que
correspondan a los hijos, so pena de no tener el usufructo de los bienes de los hijos menores.
Art. 297. Los padres no pueden, ni aun con autorización judicial, comprar por sí, ni por
interpuesta persona, bs de sus hijos aunque sea en remate público; ni constituirse cesionario
de créditos, dchos o acciones contra sus hijos; ni hacer partición privada con sus hijos de la
herencia del progenitor prefallecido, ni de la herencia, en que sean con ellos coherederos o
colegatarios; ni obligar a sus hijos como fiadores de ellos o de 3ros.
Necesitan autorización judicial para enajenar bienes de cualquier clase de sus hijos, constituir
sobre ellos dchos reales o transferir dchos reales que pertenezcan a sus hijos sobre bs de 3eros.
Art. 298. Igualmente necesitan autorización judicial para enajenar ganados de cualquier clase
que formen los esta-blecimientos rurales, salvo aquellos cuya venta es permitida a los
usufructuarios que tienen el usufructo de los reba-ños.
Art. 299. Los actos de los padres contra las prohibiciones de los 2 art anteriores son nulos y no
producen efecto alguno legal.
Art. 300. Los arrendamientos que los padres hagan de los bs de sus hijos, llevan implícita la
condición que acabarán cdo concluya la patria potestad.
Art. 301. Los padres perderán la administración de los bs de sus hijos, cdo ella sea ruinosa al
haber de los mismos, o se pruebe la ineptitud de ellos para administrarlos, o se hallen
reducidos a estado de insolvencia y concurso judicial de sus acreedores. En este último caso
podrán continuar con la administración, si los acreedores les permiten y no embargan su
persona.
Art. 302. Los padres aun insolventes, pueden continuar en la administración de los bs de sus
hijos, si dieren fianzas o hipotecas suficientes.
Art. 303. Removido uno de los padres de la administración de los bs, ésta corresponderá al
otro; si ambos fueren removidos, el juez la encargará a un tutor especial y éste entregará a los
padres, por mitades, el sobrante de las rentas de los bs, después de satisfechos los gs de
administración y de alimentos y educación de los hijos.
Art. 304. Los padres pierden la administración de los bs de los hijos cdo son privados de la
patria potestad, pero si lo fuesen por demencia, no pierden el dcho al usufructo de los bienes
de sus hijos.
Art. 308. La privación de la autoridad de los padres podrá ser dejada sin efecto por el juez si los
padres demostraran que, por circunstancias nuevas, la restitución se justifica en beneficio o
interés de los hijos.
Art. 309. El ejercicio de la autoridad de los padres queda suspendido mientras dure la ausencia
de los padres, judi-cialmente declarada conforme a los art 15 a 21 de la Ley N° 14.394. También
queda suspendido en caso de interdic-ción de alguno de los padres, o de inhabilitación según
el art 152 bis, incs 1° y 2°, hasta que sea rehabilitado, y en los supuestos establecidos en el art
12 del Código Penal.
Podrá suspenderse el ejercicio de la autoridad en caso de que los hijos sean entregados por sus
padres a un estable-cimiento de protección de menores. La suspensión será resuelta con
audiencia de los padres, de acuerdo a las cir-cunstancias del caso.
Art. 310. Si uno de los progenitores fuera privado o suspendido en el ejercicio de la patria
potestad, continuará ejer-ciéndola el otro. En su defecto, y no dándose el caso de tutela legal
por pariente consanguíneo idóneo, en orden de grado excluyente, el juez proveerá a la tutela
de las personas menores de edad.
Titularidad y ejercicio
La titularidad es el conjunto de facultades de los dchos y deberes que corresponden a ambos
padres.
El ejercicio es la facultad de actuar concretamente en virtud de esos dcho-deberes, y que
corresponde a uno u otro, o a ambos progenitores.
Modalidades de ejercicio
Puede ser:
- Unipersonal: cdo se concentran en un solo progenitor todas las facultades de ejercer la patria
potestad
- Conjunto: sistema conforme al cual los actos respecto de la vida y los bs de los menores,
deben ser de-cididos por ambos padres
- Indistinto: sistema que admite que los actos sean realizados por cualquier de los padres con
plena vali-dez.
APUNTES DE CLASE
Tener en cuenta
* La matrimonialidad no importa – lo que cuenta es la convivencia: cdo hay una ruptura de la
misma, el ejercicio pasa a un solo progenitor
* En el inc. 2 del art. 264, cuando habla del “ejercicio legal” de la tenencia, se entiende que fue
judicialmente confe-rida la guarda del menor, sea después de un trámite litigioso, sea por
convenio de los padres homologado judicial-mente.
Concepto
La tutela es una institución destinada al cuidado y dirección de los menores de edad que no
están sujetos a patria potestad, sea porque ambos padres han muerto, o porque los menores
son de filiación desconocida, o porque aqué-llos han sido privados de la patria potestad.
Art. 377. La tutela es el derecho que la ley confiere para gobernar la persona y bienes del
menor de edad, que no está sujeto a la patria potestad, y para representarlo en todos los actos
de la vida civil.
Art. 378. Los parientes de los menores huérfanos están obligados a poner en conocimiento de
los magistrados el caso de orfandad, o la vacante de la tutela; si no lo hicieren, quedan
privados del derecho a la tutela que la ley les concede.
Caracteres de la tutela
La tutela es una función supletoria, pues opera cdo el menor no tiene padres en ejercicio de la
patria potestad.
Es unipersonal, ya que sólo puede ser ejercida por una sola persona (art. 386)
Es una función personalísima e inexcusable.
Art. 379. La tutela es un cargo personal, que no pasa a los herederos, y del cual nadie puede
excusarse sin causa suficiente.
- Tutela testamentaria
Los padres pueden designar tutor para sus hijos, a efectos que ejerza este cargo después de su
fallecimiento; tal de-signación puede hacerla c/u de los padres en su testamento o en escritura
pública.
Si c/u, en actos separados, designa tutor, se nombrará como tal al elegido por el progenitor que
ha muerto en último término.
Designado el tutor por el progenitor, el juez ante quien se presente el testamento o la escritura
pública, deberá con-firmar esa tutela. Analizará tanto el aspecto de la validez del testamento o
la escritura pública, como también la idoneidad del tutor para ser designado.
- Tutela legal
Si los padres no hubiesen elegido tutor, o el designado no fuese confirmado por el juez, o
posteriormente falleciera o fuera removido del cargo, el juez deberá nombrar a alguno de los
parientes que menciona el art. 390: abuelos, tíos, hnos o medio hnos del menor, sin distinción
de sexos.
- Tutela dativa
Si no existe ninguno de los parientes mencionados, o si el juez encuentra que ninguno de ellos
es idóneo, será él quien directamente designará al tutor (art. 392).
El art. 393 pone ciertos obstáculos a esa amplia facultad que se confiere a los jueces, para que
no pueda incurrirse en abusos designando a personas que tienen vínculos fliares próximos con
los jueces o intereses en relación a éstos o aun con otros jueces. Además, para asegurar la
mejor dedicación del tutor al cumplimiento de su cargo, y también para evitar indebidos
favores del juez a determinadas personas, se prohíbe designar a una misma persona tutor de
más de un menor de diferentes flias, salvo que se trate de filántropos reconocidos
públicamente como tales.
- Tutela especial
Se establece para un acto o un negocio especialmente determinado. Se designará tutor
especial al menor, aun estan-do bajo patria potestad, cdo sus intereses estén en oposición con
los de sus padres; o al menor que tiene tutor, cdo sus intereses económicos están opuestos a
los del tutor, o a los de otro pupilo de su tutor.
En los casos en que los padres conservan la patria potestad, pero están privados de la
administración de los bs de los hijos, también corresponderá designar tutor especial para tales
funciones.
Discernimiento de la tutela
Para que el tutor entre en funciones, el cargo debe serle discernido (art. 399). Este
discernimiento es el acto por el cual el juez inviste a una persona en el carácter de tutor.
El mismo se hace en acta judicial, dentro del mismo expte que se promueve con motivo de la
designación de tutor.
Art. 406. Para discernirse la tutela, el tutor nombrado o confirmado por el juez, debe asegurar
bajo juramento el buen desempeño de su administración.
Art. 407. Los actos practicados por el tutor a quien aún no se hubiere discernido la tutela, no
producirán efecto al-guno, respecto del menor; pero el discernimiento posterior importará una
ratificación de tales actos, si de ellos no resulta perjuicio al menor.
Art. 408. Discernida la tutela, los bs del menor no serán entregados al tutor, sino después que
judicialmente hubie-sen sido inventariados y avaluados, a menos que antes del discernimiento
de la tutela se hubiera hecho ya el inventa-rio y tasación de ellos.
Educación y alimentos
El tutor no está obligado a suministrar de su propio peculio lo necesario para educación y
alimentos del pupilo, pues para tales gastos se aplicarán las rentas necesarias de los bs del
menor (art. 429).
Si el pupilo no tuviere bs, el tutor, con autorización del juez, demandará por alimentos para el
pupilo a los parientes de éste (art. 428).
Si no hubiere parientes en condiciones de suministrar alimentos, el tutor podrá, con
autorización judicial, contratar el aprendizaje de un oficio (con consentimiento del menor), y
también podrá “ponerlo en otra casa” (art. 430), lo que significa que podrá colocarlo en casa de
un 3ero, o, en última instancia, en un establecimiento público o privado de beneficencia que
asuma la guarda del menor y, por tanto, los gs de educación y alimentos.
Art. 433. El tutor responde de los daños causados por sus pupilos menores de 10 años que
habiten con él.
Art. 1.114. El padre y la madre son solidariamente responsables de los daños causados por sus
hijos menores que habiten con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad de los hijos si fueran
mayores de 10 años. En caso de que los padres no convivan, será responsable el que ejerza la
tenencia del menor, salvo que al producirse el evento dañoso el hijo estuviere al cuidado del
otro progenitor.
Lo establecido sobre los padres rige respecto de los tutores y curadores, por los hechos de las
personas que están a su cargo.
Art. 438. El juez puede conceder licencia para la vta de los bs raíces de los menores, en los
casos siguientes:
1° Cdo las rentas del pupilo fuesen insuficientes para los gastos de su educación y alimentos;
2° Cdo fuese necesario pagar deudas del pupilo, cuya solución no admita demora, no habiendo
otros bienes, ni otros recursos para ejecutar el pago;
3° Cdo el inmueble estuviese deteriorado, y no pudiera hacerse su reparación sin enajenar otro
inmueble o contraer una deuda considerable;
4° Cdo la conservación del inmueble por más tiempo, reclamara gastos de gran valor;
5° Cdo el pupilo posea un inmueble con otra persona, y la continuación de la comunidad le
fuese perjudi-cial;
6° Cdo la enajenación del inmueble haya sido convenida por el anterior dueño, o hubiese
habido tradición del inmueble, o recibo del precio, o parte de él;
7° Cdo el inmueble hiciese parte integrante de algún establecimiento del comercio o industria,
que hubiese tocado en herencia al pupilo, y que deba ser enajenado con el establecimiento.
Art. 443. El tutor necesita la autorización del juez para los casos siguientes:
1° Para vender todas o la mayor parte de las haciendas de cualquier clase de ganado, que
formen un esta-blecimiento rural del menor;
2° Para pagar deudas pasivas del menor, si no fuesen de pequeñas cantidades;
3° Para todos los gastos extraordinarios que no sean de reparación o conservación de los bis;
4° Para repudiar herencias, legados o donaciones que se hiciesen al menor;
5° Para hacer transacciones o compromisos sobre los derechos de los menores;
6° Para comprar inmuebles para los pupilos, o cualesquiera otros objetos que no sean
estrictamente necesa-rios para sus alimentos y educación;
7° Para contraer empréstitos a nombre de los pupilos;
8° Para tomar en arrendamiento bienes raíces, que no fuesen la casa de habitación;
9° Para remitir créditos a favor del menor, aunque el deudor sea insolvente;
10° Para hacer arrendamiento de bs raíces del menor que pasen del tiempo de 5 años. Aun los
que se hicie-ran autorizados por el juez llevan implícita la condición de terminar a la mayor
edad del menor, o antes si contrajere matrimonio, aun cuando el arrendamiento sea por
tiempo fijo;
11° Para todo acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés cualquiera de los
parientes del tutor, hasta el 4to grado, o sus hijos naturales o alguno de sus socios de comercio;
12° Para hacer continuar o cesar los establecimientos de comercio o industria que el menor
hubiese hereda-do, o en que tuviera alguna parte;
13° Prestar dinero de sus pupilos. La autorización sólo se concederá si existen garantías reales
suficientes.
Art. 450. Son prohibidos absolutamente al tutor, aunque el juez indebidamente lo autorice, los
actos siguientes:
1° Comprar o arrendar por sí, o por persona interpuesta, bs muebles o inmuebles del pupilo, o
venderle o arrendarle los suyos, aunque sea en remate público; y si lo hiciere, a más de la
nulidad de la compra, el acto será tenido como suficiente para su remoción, con todas las
consecuencias de las remociones de los tutores por conducta dolosa;
2° Constituirse cesionario de créditos o derechos o acciones contra sus pupilos, a no ser que las
cesiones re-sultasen de una subrogación legal;
3° Hacer con sus pupilos contratos de cualquier especie;
4° Aceptar herencias deferidas al menor, sin beneficio de inventario;
5° Disponer a título gratuito de los bs de sus pupilos, a no ser que sea para prestación de
alimentos a los pa-rientes de ellos, o pequeñas dádivas remuneratorias, o presentes de uso;
6° Hacer remisión voluntaria de los derechos de sus pupilos;
7° Hacer o consentir particiones privadas en que sus pupilos sean interesados;
8° Inciso derogado
9° Obligar a los pupilos, como fiadores de obligaciones suyas o de otros.
UNIDAD 14 – CURATELA
Art. 485. Los curadores a los bienes podrán ser dos o más, según lo exigiese la administración
de ellos.
Art. 486. Se dará curador a los bienes del difunto cuya herencia no hubiese sido aceptada, si no
hubiese albacea nombrado para su administración.
Art. 487. Si hubiese herederos extranjeros del difunto, el curador de los bienes hereditarios
será nombrado con arre-glo a los tratados existentes con las naciones a que los herederos
pertenezcan.
Art. 488. Los curadores de los bienes están sujetos a todas las trabas de los tutores o
curadores, y sólo podrán ejer-cer actos administrativos de mera custodia y conservación, y los
necesarios para el cobro de los créditos y pago de las deudas.
Art. 489. A los curadores de los bienes corresponde el ejercicio de las acciones y defensas
judiciales de sus repre-sentados; y las personas que tengan créditos contra los bienes, podrán
hacerlos valer contra los respectivos curado-res.
Art. 490. La curaduría de bienes se acaba por la extinción de éstos, o por haberse entregado a
aquellos a quienes pertenecían.
UNIDAD 15 - ALIMENTOS
Art. 367. Los parientes por consanguinidad se deben alimentos en el orden siguiente:
1° Los ascendientes y descendientes. Entre ellos estarán obligados preferentemente los más
próximos en grado y a igualdad de grados los que estén en mejores condiciones para
proporcionarlos.
2° Los hermanos y medio hermanos.
La obligación alimentaria entre los parientes es recíproca.
Art. 368. Entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos aquellos que están
vinculados en 1° grado.
Art. 370. El pariente que pida alimentos, debe probar que le faltan los medios para
alimentarse, y que no le es posi-ble adquirirlos con su trabajo, sea cual fuese la causa que lo
hubiere reducido a tal estado.
Art. 371. El pariente que prestase o hubiese prestado alimentos voluntariamente o por decisión
judicial, no tendrá derecho a pedir a los otros parientes cuota alguna de lo que hubiere dado,
aunque los otros parientes se hallen en el mismo grado y condición que él.
Art. 373. Cesa la obligación de prestar alimentos si los descendientes en relación a sus
ascendientes, o los ascen-dientes en relación a sus descendientes cometieren algún acto por el
que puedan ser desheredados.
Art. 374. La obligación de prestar alimentos no puede ser compensada con obligación alguna,
ni ser objeto de tran-sacción; ni el derecho a los alimentos puede renunciarse ni transferirse
por acto entre vivos o muerte del acreedor o deudor de alimentos, ni constituir a terceros
derecho alguno sobre la suma que se destine a los alimentos, ni ser ésta embargada por deuda
alguna.
Art. 376. De la sentencia que decrete la prestación de alimentos, no se admitirá recurso alguno
con efecto suspensi-vo, ni el que recibe los alimentos podrá ser obligado a prestar fianza o
caución alguna de volver lo recibido, si la sentencia fuese revocada.
Art. 376 bis. Los padres tutores o curadores de menores e incapaces o a quienes tengan a su
cuidado personas ma-yores de edad enfermas o imposibilitadas deberán permitir la visita de
los parientes que conforme a las disposiciones del presente Capítulo, se deban recíprocamente
alimentos. Si se dedujere oposición fundada en posibles perjuicios a la salud moral o física de
los interesados el juez resolverá en trámite sumario lo que corresponda, estableciendo en su
caso el régimen de visitas más conveniente de acuerdo a las circunstancias del caso.
CPCCN
Art. 638. - La parte que promoviere juicio de alimentos deberá, en un mismo escrito:
1) Acreditar el título en cuya virtud los solicita.
2) Denunciar, siquiera aproximadamente, el caudal de quien deba suministrarlos.
3) Acompañar toda la documentación que tuviere en su poder y que haga a su derecho, de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 333.
4) Ofrecer la prueba de que intentare valerse. Si se ofreciere prueba testimonial, los testigos
declararán en primera audiencia.
AUDIENCIA PRELIMINAR
Art. 639. - El juez, sin perjuicio de ordenar inmediatamente las medidas probatorias que fueren
solicitadas, señalará una audiencia que tendrá lugar dentro de un plazo que no podrá exceder
de DIEZ (10) días, contado desde la fecha de la presentación.
En dicha audiencia, a la que deberán comparecer las partes personalmente y el representante
del ministerio pupilar, si correspondiere, el juez procurará que aquéllas lleguen a un acuerdo
directo, en cuyo caso, lo homologará en ese mismo acto, poniendo fin al juicio.
INCOMPARECENCIA JUSTIFICADA
Art 642. - A la parte actora y a la demandada se les admitirá la justificación de la
incomparecencia por 1 sola vez. Si la causa subsistiese, aquéllas deberán hacerse representar
por apoderado, bajo apercibimiento de lo dispuesto en los art 640 y 641, según el caso.
SENTENCIA
Art. 644. - Cuando en la oportunidad prevista en el art 639 no se hubiere llegado a un acuerdo,
el juez, sin necesidad de petición de parte, deberá dictar sentencia dentro de 5 días, contados
desde que se hubiese producido la prueba ofrecida por la parte actora. Admitida la pretensión,
el juez fijará la suma que considere equitativa y la mandará abonar por meses anticipados,
desde la fecha de interposición de la mediación.
Las cuotas mensuales a que se refiere este art, como también las suplementarias previstas en
el siguiente, devenga-rán intereses desde la fecha fijada en la sentencia para el pago de cada
una de ellas.
ALIMENTOS ATRASADOS
Art. 645. - Respecto de los alimentos que se devengaren durante la tramitación del juicio, el
juez fijará una cuota suplementaria, de acuerdo con las disposiciones sobre inembargabilidad
de sueldos, jubilaciones y pensiones, la que se abonará en forma independiente.
La inactividad procesal del alimentario crea la presunción, sujeta a prueba en contrario, de su
falta de necesidad y, con arreglo a las circunstancias de la causa, puede determinar la
caducidad del derecho a cobrar las cuotas atrasadas referidas al período correspondiente a la
inactividad.
La caducidad no es aplicable a los beneficiarios menores de edad; tampoco, cuando la aparente
inactividad del inte-resado es provocada por la inconducta del alimentante.
PERCEPCION
Art. 646. - Salvo acuerdo de partes, la cuota alimentaria se depositará en el banco de depósitos
judiciales y se entre-gará al beneficiario a su sola presentación. Su apoderado únicamente
podrá percibirla cuando existiere resolución fundada que así lo ordenare.
RECURSOS
Art. 647. - La sentencia que deniegue los alimentos será apelable en ambos efectos. Si los
admitiere, el recurso se concederá en efecto devolutivo. En este último supuesto, una vez
deducida la apelación, se expedirá testimonio de la sentencia, el que se reservará en el juzgado
para su ejecución, remitiéndose inmediatamente las actuaciones a la cámara.
CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA
Art. 648. - Si dentro del 5to día de intimado el pago, la parte vencida no lo hubiere hecho
efectivo, sin otra sustan-ciación se procederá al embargo y se decretará la venta de los bienes
necesarios para cubrir el importe de la deuda.