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UNIDAD 1 – LA FAMILIA

Definición

Vidal Taquini: grupo de personas unidas por vínculos jurídicos, en la medida y


extensión determinada por la ley, que surgen del matrimonio y la filiación por
naturaleza y adoptiva.

Díaz de Guijarro: institución social, permanente y natural compuesta por un grupo de


personas ligadas por vínculos jurídicos emergentes de la relación intersexual y de la
filiación.

Concepción de la cátedra: grupo de personas conformado, en la medida en que la ley le


adjudica efectos al vínculo familiar dependiente del parentesco y del matrimonio, con el
propósito de la satisfacción de los objetivos comunes, de esencia afectiva, y el
cumplimiento de deberes de naturaleza solidaria.

Naturaleza jurídica

Tres posturas:

1) Tesis de la personalidad jurídica


Sostiene que la flia constituye un ente susceptible de adquirir dchos y contraer
obligaciones. La flia sería enton-ces una persona, de acuerdo al art. 30 de nuestro CC.

Crítica: La flia no es un ente de imputación de dchos y deberes. No tiene las


características de una persona física ni de una jurídica.

2) Tesis de la familia como organismo jurídico


Postula que la relación familiar genera una interdependencia entre sus miembros y una
subordinación a un po-der superior; lo que implica que falta en las relaciones fliares la
independencia, la libertad y la autonomía. Hace una analogía entre la flia y el E.

Crítica: En la flia no existe un funcionamiento como en el E. No median sujeciones ni


subordinaciones a ningún poder soberano.

3) Tesis de la flia como institución


La institución es un conjunto de pautas de conducta internalizadas que se aplican a una
determinada categoría de relaciones sociales.
La flia es una institución en cuanto se compone de una combinación de pautas que
regulan el comportamiento de sus integrantes, y que están orientadas a la satisfacción de
objetivos o necesidades de los mismos, en aten-ción a la finalidad que corresponde a su
naturaleza.

Funciones
1.- Biológica: es en el ámbito de la flia donde gralmente existen las condiciones más
favorables para lograr cumplir en plenitud la función de perpetuación de la especie. La
flia es la base de la crianza y la formación del hombre.
2.- Formativa y protectora: Art. 14 bis CN: protección integral de la flia. Art. 264 CC:
deberes a cargo de quienes ejercen la patria potestad. Art. 18 Convención sobre los
Dchos del Niño: impone a los padres o personas a cargo la responsabilidad primordial
de la crianza y el desarrollo del niño.

3.- Asistencial: la estructura legal impone a todos y c/u de los integrantes de la flia
funciones de asistencia. Ej.: obli-gación alimentaria recíproca entre ascendientes y
descendientes; dcho y obligaciones emergentes de la tutela y la curatela; normas de la
Conv. de Dchos del Niño.

4.- Política: actualmente la flia no tiene la función política que tenía en civilizaciones
primitivas. Pero aun es un factor de conservación del orden social existente.

5.- Económica: los miembros de la flia aúnan sus esfuerzos en una actividad productiva
común. También a través de la flia se conserva el patrimonio con la transmisión
hereditaria.

Orígenes y evolución histórica

El concepto de flia no es necesariamente el mismo en las distintas sociedades, ni dentro


de una misma sociedad en diversas épocas.
En la etapa que nos es conocida se pueden señalar tres grandes faces en la organización
fliar: el clan, la gran flia y la pequeña flia.
Sobre la etapa previa no se tiene certeza del desarrollo y evolución de la flia, pero las
hipótesis verosímiles señalan lo siguiente:

- Salvajismo: caracterizado por la promiscuidad absoluta


- Endogamia: se producía el cruzamiento entre individuos de la misma comunidad o
población; relacio-nes promiscuas pero limitadas dentro del grupo perteneciente a la
comunidad.
- Exogamia: relaciones sexuales con mujeres de otras tribus, siempre sin exclusividad.
- Flia Sindiásmica: se comienza la vida en pareja. Si bien el marido vive con su mujer,
sólo a él se le au-torizan el adulterio y la poligamia. Por otro lado, los hijos pertenecen
sólo a la mujer – el parentezco obedece a la filiación uterina, ello deriva en el
matriarcado. Luego, comienzan a transmitirse los obje-tos que constituían el patrimonio
de la sociedad, los que pasan a la propiedad privada de los varones, con lo que se daría
comienzo al patriarcado.
- Flia Romana: conjunto de individuos que vivían sometidos al poder doméstico de una
sola autoridad. Se daba por parentezco, matrimonio, compra, adopción, esclavitud. El
jefe de la flia, pater flias, mono-polizaba la religión, el poder de legislar, el dcho a la
propiedad, el ejercicio de la justicia.
- En la época del Cristianismo: se flexibiliza el poder del padre, pero se ordena el
ejercicio de la autori-dad paterna en nombre de Dios. La Iglesia Católica consagró la
indisolubilidad del vínculo matrimonial y estableció una serie de dchos y deberes
recíprocos entre los cónyuges.
- En la Edad Moderna: Con la Ilustración llegó el cuestionamiento de los valores
defendidos hasta en-tonces. La flia aparece ahora como una estructura de dimensiones
reducidas, pero de fuerte cohesión, considerada como grupo doméstico circunscripto a
las personas que convivían en la misma casa. Se imponen limitaciones a la competencia
religiosa, limitándola a las cuestiones patrimoniales derivadas del matrimonio. Aparecen
nuevas ideas de libertad, autonomía personal y secularización, reflejadas en el Cód. de
Napoleón. Luego, la Rev. Industrial modifica definitivamente la flia y el matrimonio..
La flia pierde el rasgo que la caracterizaba como núcleo de organización de la
producción y en lo econó-mico se reduce a un ámbito de organización de consumo. La
autoridad sigue basándose en el hombre, quien era el proveedor del hogar y
administrador de los bienes; la mujer desempeñaba las tareas do-mésticas, organizaba el
hogar y criaba a los hijos.
- En la actualidad: la mujer gana espacios laborales y de poder, ello lleva a un quiebre
del concepto de flia y de la función de sus integrantes. Ya no hay una supremacía del
marido en la legislación; la mujer comparte dchos y obligaciones por igual con el
esposo. Surge el divorcio. Surgen las flias ensambla-das, las monoparentales, las
uniones de hecho. En algunos países se permite la adopción de hijos por parejas
homosexuales y la celebración de nupcias entre personas del mismo sexo.

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El vinculo familiar: elementos

Concepción de Díaz de Guijarro


Sostiene que se compone de dos elementos:

- Vinc. Biológico: está dado por el fenómeno humano.


- Vinc. Jurídico: es el elemento secundario; toma al vinc. biológico y lo califica
conforme la particular concepción o interés del legislador en un momento histórico
dadol

Emplazamiento del vinc. jurídico


Para que el vinc. biológico trascienda al plano jurídico, es necesaria una manifestación
de voluntad que provoque el acto de emplazamiento o ubicación de una persona en una
determinada posición jurídica.

Supuesto especial de la adopción


En esta institución la ley es creadora de un vinc. y opera precisamente ante la ausencia
de vinc. jurídico. El legisla-dor toma en cuenta el elemento biológico para organizar e
imponer los requisitos y condiciones en que procede la adopción, con la finalidad de
que la vinculación que se cree a través de la adopción se asemeje a la natural.

Concepción de la cátedra
Consideran que el vinc. familiar reconoce 3 elementos:

- Vinc. biológico
- Vinc. legal: existe desde el instante mismo en que existe el vinc. biológico; ello toda
vez que dado el vinc. biológico lo califica (cdo existe interés legal) con independencia
de que se exteriorice en el título o que se obtenga el título de estado. La determinación
legal no es sinónimo de emplazamiento.
- Vinc. de emplazamiento: es el que reconoce al vinc. biológico otorgando el título
oponible a efectos de la exigibilidad de los deberes emergentes del vínc. Para que se
produzca un emplazamiento es necesa-ria una manifestación de voluntad (salvo cdo
pueda producirse contra la voluntad, cdo se dicta una sen-tencia)

Concordancias y Discordancias

La organización normativa de la flia tiende a producir la coincidencia de los vinc.


biológico y jurídico, esto es, en-cuadrar el fenómeno humano dentro del fenómeno
legal.
Sin embargo, no siempre coincide la realidad o vinc. biológico con el vinc. jurídico.
En la concepción de la cátedra, la realidad biológica siempre coincide con el vinc. legal
porque este último califica al vinc. biológico con prescindencia de que medie o no
emplazamiento o no.

1.- Concordancia Pura


Es la que se produce cdo el vinc. jurídico corresponde al vinc. biológico.

2.- Concordancia Impura


Cdo el vinc. biológico no guarda la debida correlación con el vinc. jurídico

3.- Discordancia Pura


Cdo el vinc. biológico no trasciende al plano jurídico y queda fuera de su ámbito, y esto
ocurre por inacción huma-na, al no promover el emplazamiento jurídico que
corresponde o porque no hay medios para demostrar el presupues-to biológico o porque
la ley no reconoce aptitud al vinc. biológico para trascender en un emplazamiento
jurídico.

4.- Discordancia Impura


Cdo. el vinc. biológico corresponde al vinc. jurídico creado en contra de una disposición
legal, por la cual la relación está sujeta a una causa de nulidad. Por ej.: matrimonio
celebrado con impedimentos.

Formación de la familia

Vidal Taquini enseña que no es suficiente el vinc. biológico para que nazca el vinc.
jurídico, sino que debe ir acom-pañado del acto voluntario que culmina en el acto
jurídico de emplazamiento en el estado de flia. La voluntad asume un papel fundamental
en la formación de la flia, pues en su decir, es el medio útil para su creación. Por otro
lado, la voluntad carece de preponderancia en la regulación jurídica de las relaciones
fliares, porque la ley impone su propia normatividad.
También le reconoce trascendencia a la voluntad para la variación del estado de flia a
través del ejercicio de accio-nes de estado que provoquen desplazamiento de un estado a
otro.

La voluntad, a los efectos del emplazamiento, si bien resulta elemento esencial, no es


suficiente ya que encuentra límites en las condiciones establecidas por la ley. El acto no
logra trascendencia en el plano jurídico si existen cir-cunstancias biológicas, éticas o de
interés gral que lo contrarían. La voluntad queda subordinada a esas restricciones.

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Derecho objetivo y derecho subjetivo familiar: concepto

Derecho: ordenamiento social y coercible de la conducta humana en sociedad, según un


criterio de justicia y como condición necesaria para el mantenimiento de la libertad, la
paz, el orden y el progreso social.

- Objetivo: conjunto de normas concernientes a una materia jurídica o vigentes en un E


y época determi-nado (=dcho positivo)

- Subjetivo: prerrogativa o facultad reconocida u otorgada por el dcho objetivo a la


persona determinada.

Dcho objetivo familiar


Conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones de los integrantes de la familia.

Dcho subjetivo familiar


Es el poder o acción reconocido o concedido a la persona por el ordenamiento jurídico
para exigir de otra, con quien tiene un vinc. biológico-jurídico de flia, una determinada
conducta para la satisfacción del interés familiar.

Categorías y enumeración (Díaz de Guijarro)

Dchos subjetivos familiares positivos


Son los que se revelan o exteriorizan como facultades. Subcategorías:

1 – Referente a la constitución de la flia (acción de nulidad del matrimonio, acción de


nulidad de la adopción, etc.)

2 – Referente a la asistencia fliar (asistencia conyugal, etc.)

3 – Referentes a las relaciones interfliares, abarcando aquí los efectos personales y


patrimoniales (deber de cohabitación entre cónyuges, etc.)

4 – Referente a la vocación hereditaria dentro de la flia (aptitud como sucesores


universales que tienen el cónyuge y algunos parientes).

Dchos subjetivos familiares negativos


Asumen la forma de prohibiciones, incapacidades o ineptitudes. Subcategorías:

1 – Referentes a la constitución de la flia (impedimentos matrimoniales)

2 – Referentes a las relaciones interfamiliares (incapacidad del funcionario público para


autorizar actos en que estuviesen personalmente interesados sus parientes, etc.)

3 – Referentes a la vocación hereditaria dentro de la flia: contraposición a la aptitud


sucesoria (cdo ésta se desplaza o se elimina)

Otras clasificaciones

López del Carril


1) Positivos: actos voluntarios tendientes a obtener emplazamiento den el estado de flia
y su consiguiente títu-lo de estado
2) Negativos: actos voluntarios tendientes a obtener el aniquilamiento de un acto
jurídico de reconocimiento o de legitimidad de la persona emplazada en el estado fliar
de hijo
3) Ineptitudes: prohibiciones legales respecto de los funcionarios públicos para autorizar
actos en que estuvie-ren personalmente interesados sus parientes, y las contenidas en el
dcho sucesorio.

Zannoni
1) En interés propio del titular: los que se mantienen dentro de la esfera potestativa del
mismo titular que es eje del vinc. y dependen de su exclusiva decisión (acción de
divorcio vincular, de nulidad de matrimonio, de impugnación de paternidad, etc.).
Pueden tener o no contenido patrimonial.
2) En interés ajeno: los que se ejercen como facultades o poderes para la protección de
intereses ajenos, tales son los que derivan del ejercicio de la patria potestad.

Vidal Taquini
1) Estáticos: comprende los dchos a casarse, reconocer hijos o ser reconocido, a la patria
potestad, el nombre, etc.
2) Dinámicos: se dirigen a la formación jurídica (actos jurídicos de emplazamiento en el
estado de flia), la transformación jurídica (actos que provocan la mutación del estado de
flia) y la pretensión jurídica (exigen-cia de conducta determinada).

Este último autor no reconoce la existencia de dchos subjetivos fliares negativos o


ineptitudes, por considerar que el dcho subjetivo fliar es poder o acción y por lo tanto
siempre involucra una actitud positiva en el ejercicio del mismo, pero nunca puede ser
una negación que implica una petición de principios.

Clases de vínculos familiares

Díaz de Guijarro indica que para el concepto de flia nada importa que el vínculo
jurídico sea matrimonial o extrama-trimonial. Sostiene que la flia está compuesta por
parientes matrimoniales y extramatrimoniales, los primeros con plenitud y perfección, y
los últimos con estado imperfecto y no pleno. Indica que no hay clases de flias, sino una
sola flia en la cual funcionan vínculos jurídicos fliares distintos, hallándose diferencias
en cuanto a la regulación de estos vínculos. El vínculo derivado de la unión intersexual
y de la filiación es permanente, en tanto la calificación de los vínculos es mutable.

La cátedra considera que con prescindencia de que la ley coloque bajo un superior
amparo a aquellas vinculaciones fliares que considere más aptas para el desarrollo del
individuo, no se puede negar la existencia de vínc. fliares fuera del matrimonio. La
filiación extramatrimonial existe, constituye una vinculación jurídica y es causa de la
existencia de dchos subjetivos fliares.

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Protección de la familia. Intervención estatal.

La flia tiene una función socializadora y de contención emocional del ser humano que
no puede ser cumplida en plenitud por ninguna otra institución y que el E no debe
desconocer. No hay sociedad sin preexistencia de la flia.

La importancia de las funciones de la flia ha llevado su reconocimiento en la legislación


de la mayoría de los países, proveyendo los medios que se consideran adecuados para la
protección de la misma. Cada legislación ha considera-do a la flia atendiendo a las
particulares concepciones éticas y filosóficas de la sociedad a la cual están destinadas.

El denominado constitucionalismo social (fines siglo XIX y ppios del XX) puso su
acento en la protección de la flia, la minoridad, la ancianidad y la discapacidad.

Examen de los diversos ordenamientos normativos.

A.- Constituciones nacionales

En nuestro dcho, la protección normativa de la flia adquirió rango máximo en la CN de


1949:

- Declara que la flia constituye el núcleo fundamental de la sociedad y objeto de


preferente protección por parte del E
- Enuncia ppios, gtías y dchos:
1. el E protege el matrimonio, garantiza la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria
potestad;
2. el E formará la unidad económica familiar de conformidad con una ley especial que
la establezca;
3. el E garantiza el bien de flia conforme a lo que una ley especial determine;
4. la atención y la asistencia de la madre y el niño gozarán de la especial y privilegiada
consideración del E;
5. todo anciano tiene dcho a su protección integral, por cuenta y a cargo de su flia;
6. se garantiza la protección de la flia del trabajador;
7. garantiza la educación y la instrucción, en colaboración de la flia con los
establecimientos particu-lares y oficiales;

Derogada la CN de 1949, el concepto de protección de la flia fue incorporado a la CN


de 1853 en virtud de la refor-ma de 1957, en el art. 14 bis. Si bien no lo hace con la
misma amplitud que la del 49, se establecen los sig. ppios y gtías:
1) Protección integral de la flia
2) Defensa del bien de flia
3) Compensación económica fliar
4) Acceso a una vivienda digna
La CN de 1994 eleva a categoría constitucional ciertos tratados internacionales (art. 75
inc. 22). Tienen especial relevancia para la materia los siguientes:

- Declaración Americana de los Dchos y Deberes del Hombre - 1948


- Declaración Universal de DDHH - 1948
- Convención Americana sobre DDHH (Pacto San José de Costa Rica) – 1969
- Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer – 1979
- Convención sobre los Dchos del Niño – 1989

Los tratados mencionados regulan distintos aspectos, entre ellos:

1) Dcho al matrimonio: la CN no contiene un texto expreso que consagre en términos


grales el dcho al matri-monio. Pero el mismo se encuentra contenido en la Declaración
Americana de los Dchos y Deberes del Hombre. Su art. 16 establece:
- Los hombres y mujeres, a partir de la edad núbil, tienen dcho, sin restricción alguna
por motivos de ra-za, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una flia; y disfrutarán
de iguales dchos en cuanto al ma-trimonio, durante el mismo y en caso de su disolución.
- Sólo mediante libre y pleno consentimiento podrá contraerse el matrimonio.
- La flia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene dcho a la protección
de la sociedad y del E.
La Convención Americana sobre DDHH también reconoce estos dchos.

2) Dchos de la mujer: la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación contra la Mujer sienta como ppios:
- El aseguramiento por parte de los E, en condiciones de igualdad entre hombres y
mujeres, del mismo dcho para contraer matrimonio;
- Para elegir libremente cónyuge y contraer matrimonio sólo por su libre albedrío y su
pleno consenti-miento;
- Los mismos dchos y responsabilidades durante el matrimonio y con ocasión de su
disolución.

La expresión “discriminación contra la mujer” a los efectos de la Convención denota


toda distinción, exclu-sión, o restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por
resultado menoscabar o anular el recono-cimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la
mujer, de los DDHH y las libertades fundamentales en las esferas políticas, económica,
so-cial, cultural y civil, o en cualquier otra esfera.

Existían normas en nuestro CC que colisionaban con estos ppios, pero fueron
modificadas por distintas le-yes:
- Ley 25.781 (2003): modificación de adm y disposición de los bs por ambos cónyuges
- Ley 26.579 (2009): modificación de la edad legal
- Ley 26.681 (2010): modificación del art. 1217 (donaciones por convención
matrimonial)

3) Dchos del niño: la Convención establece como ppio rector de toda decisión a adoptar
con relación a los ni-ños, que deberá atenderse al “interés superior” de ellos.
En nuestro país, este ppio es de orden público y de interés social y se impone sobre el
clásico de autonomía de la voluntad.
El interés superior del niño es la protección integral prioritaria del niño, para el goce
efectivo de sus dchor, primando los intereses de estos aun contra la voluntad de los
padres, guardadores o tutores.
La Convención les reconoce dcho, entre otros, a:
- un nombre
- conocer a sus padres y ser cuidado por ellos
- preservar su identidad
- mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres
- expresar su opinión libremente y a ser escuchado en todo procedimiento judicial o
administrativo
- a los alimentos, e involucra directamente al E para que tome las medidas apropiadas
para ayudar a los padres y otras personas responsables a que cumplan esta obligación.

B.- Leyes
Nuestra legislación no proporciona un concepto integral y definido de la flia. En forma
reiterada contempla los em-plazamientos en el estado de flia, pero no lo hace de una
manera uniforme. Resulta entonces una extensión cambian-te de la flia en función de la
finalidad que la ley busca cdo regula un instituto juríidico en particular.
Es por esto que, frente a una determinada relación jurídica, la norma debe establecer
hasta dónde se extiende el con-junto de personas que en el específico sentido de la ley
constituye una flia.

Los distintos emplazamientos y los vinc fliares son tomados en cta por numerosas
normas para establecer por ej. agravantes, atenuantes y eximentes en materia de
responsabilidad penal; incapacidades para ser testigos en los tes-tamentos por acto
público; causas de recusación y excusación de jueces; etc.

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Unión libre y concubinato. Concepto. Evolución histórica. Dcho extranjero. Legislación


y jurisprudencia argentina.

Nota al art. 325: “Las leyes no castigan la unión de las personas libres”.

Anteriormente, la palabra “concubinato” se utilizaba para designar el efecto de nulidad


que producía el matrimonio contraído de mala fe por ambos cónyuges.

Ley 2393 – Matrimonio Civil (1888)


Art. 89.- Si el matrimonio nulo fuese contraído de mala fe por ambos cónyuges, no
producirá efecto civil alguno. La unión será reputada como concubinato.

En la actualidad, se utiliza para designar cualquier unión que parece ser matrimonio, es
decir, que posee las mismas características exteriores que el mismo.

Según Zannoni, concubinato es la unión permanente de un hombre y una mujer que, sin
estar unidos en matrimonio, mantienen una comunidad de habitación y de vida similar a
la que existe entre cónyuges. No es concubinato la unión sexual circunstancial o
momentánea de varón y mujer. Se requiere la comunidad de vida que confiere
estabilidad a la unión y se proyecta en la posesión de estado.

UNIDAD 2 – DERECHO DE FAMILIA

El Dcho de Familia. Definición.

Es, en sentido amplio, aquella parte del dcho privado que regula las relaciones
familiares. Es el dcho que tutela el interés familiar y el interés de la persona como parte
de esa comunidad familiar.

Su ubicación entre las ramas del Dcho

1. Dcho Público y Dcho Privado

El Dcho Púb. es el conjunto de normas que regula la organizción y actividad del E y


demás entes públicos y sus relaciones, entre sí o con particulares
El Dcho Priv. es el conjunto de normas que regula lo relativo a los particulares y las
relaciones de estos entre sí.
Las normas que componen el dcho púb. están de modo prevaleciente inspiradas en el
interés de la comunidad y las normas que componen el dcho priv. lo están en interés de
la persona.
No es exacto sostener que las normas de dcho priv son siempre dcho dispositivo, es
decir, aplicable sólo cdo los particulares no hayan establecido su propia regulación.
En el dcho de flia existen numerosas normas de dcho priv no disponibles por los sujetos
de dcho.

2. Diversas tesis

a. El dcho de flia es parte del dcho púb


La circunstancia que la mayoría de las normas que regulan las relaciones familiares sean
de orden pú-blico –son imperativas- ha llevado a un sector de la doctrina a que
consideren que el dcho de flia es in-tegrante del dcho púb.
Este sistema difiere del existente en nuestro país, toda vez que aquí al E no le
corresponde una relevan-te injerencia en el desarrollo de la flia. Si bien rigen normas de
orden público, los integrantes de la flia no se desenvuelven como delegados de un poder
superior en cabeza del E.

b. El dcho de flia es parte del dcho priv


El dcho de flia encuentra cabida en el dcho priv, aunque reconociendo ciertas
particularidades en vir-tud que el papel de la voluntad en materia de dcho de flia resulta
mucho más restringido que en el resto del dcho priv. Casi todas las normas reguladoras
de esta institución tienen carácter imperativo.
El dcho de flia es aquel sector del dcho priv que disciplina las relaciones fliares.
Concepción de Cicu. Su rectificación

Cicu calificó originariamente al dcho de flia como dcho púb. La raíz de su pensamiento
era la vieja idea romana: la flia fundada en el matrimonio es ppio y semillero del E.
Por tanto, el dcho de sus miembros no es dcho individual suyo, es dcho del conjunto
fliar en su función esencial para la constitución y supervivencia de la comunidad.
En la concepción de Cicu primaba la idea que en el dcho púb la voluntad se encuentra
vinculada en una relación de subordinación a un fin superior. Sostenía que en el dcho de
flia las relaciones entre individuos se encuentran deter-minadas por un fin superopr que,
en el caso, es el interés fliar.

Cicu aclara que el dcho de flia no es dcho púb, pues este último es el del E y el de los
demás entes públicos. La flia, aclara, no es ente púb no porque no esté sujeta como ellos
a la vigilancia y a la tutela del E, sino porque los intereses que debe cuidar no son, como
en los entes púb, intereses de la generalidad. Por tanto, optaba por asignarle al dcho de
flia un lugar independiente en la distinción entre dcho púb y priv, para responder así a
los caracteres particulares que socialmente asume la flia.

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Naturaleza del dcho de familia

El dcho de flia integra el derecho civil (respoden a esta categoría las normas que
legislan relaciones comunes o si-tuaciones grales).

Contenido del dcho de familia

Comprende normas reguladoras de las relaciones personales y de las relaciones


patrimoniales de orden familiar.

Características

El dcho de flia posee una estructura radicalmente distinta a la del dcho privado.
Belluscio indica que son caracteres peculiares del dcho de flia los siguientes:

- la influencia de ideas morales y religiosas en la adopción de soluciones legislativas y


la necesidad que sus normas guarden correlación con la realidad social

- los dcho subjetivos emergentes de sus normas implican deberes correlativos por los
que se los califica de derechos deberes

- un rango superior de las relaciones fliares organizadoras de la flia por sobre las
relaciones jurídicas re-guladoras de los efectos pecuniarios de dicha organización

- una mayor restricción de la autonomía de la voluntad que la reconocida en otras ramas


del dcho civil, ya que casi todas sus normas son imperativas.
Interpretación

La interpretación del dcho de flia debe ajustarse a ppios que le son propios:

1) Subordinación al interés familiar: tratado éste no como el interés de un sujeto de


dcho, sino como un interés superior de un grupo en cuyo desarrollo el E tiene interés
por ser en él donde se logra la satisfacción de los intereses individuales de los sujetos de
dcho.
2) Interés superior de los menores: encuentra su identidad en otras ramas del dcho
(indubio pro reo – indubio pro operario). Las facultades que la ley le otorga al sujeto se
presentan con una finalidad altruista, que es la satisfacción del menor.
3) Derechos – deberes o deberes correlativos
4) Autosuficiencia del régimen de nulidades matrimoniales: consiguiente inaplicabilidad
de la teoría gral de la nulidad de los actos jurídicos
5) Los ppios grales del dcho encuentran aplicación en el dcho de flia si han sido ppios
recogidos o referidos al mismo.

El interés familiar

Vidal Taquini
Sostiene que es cierto que existe el interés fliar inserto en los intereses humanos, pero
que no son más que la suma de los intereses individuales. Para el autor, el interés fliar
debe ser considerado en dcho de flia como fórmula propia del orden público. Es decir,
que es una supra noción que surge de la concepción de órdenes superiores, éticos, socia-
les, políticos, etc., que se consideran necesarios para la existencia y conservación de la
flia. De allí que la satisfac-ción del interés fliar puede ser considerado como primario,
pero como medida y límite del interés individua, no como cercenamiento absoluto de la
libertad y del interés individual. Debe existir un juego justo y armónico del inte-rés fliar
gral y del interés fliar individual.

Bianca
La flia no es portadora de intereses propios porque los intereses realizados en la flia son
fundamentales exigencias de la persona.

Díaz de Guijarro
El interés fliar consiste en la realización de los fines esenciales del núcleo y en la
protección del interés individual dentro del grupo, siempre que armonice con dichos
fines esenciales.

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Estructura normativa. Normas orientadoras y normas regulares

A- Normas orientadoras

Son las establecidas en las constituciones, y en lo que respecta al dcho de flia, las que
tienen como función fijar los ppios fundamentales de la estructura de la flia dentro de
una organización más amplia e integral que es el E.
Deben resultar armónicas con la realidad cultural y circunstancias sociales, en términos
grales, para poder así res-ponder a las características de cada pueblo.

B- Normas reguladoras

Son las que integran el Cód. Civil y las leyes que lo complementan.
Puede tratarse de normas que regulan en forma:
1. directa: normas específicas de las relaciones jurídicas fliares (ej.: norma que establece
que es la patria potestad, quienes son sus titulares, etc.)
2. indirecta: regulan instituciones extrafliares pero que producen efectos teniendo en cta
los vinc flia-res (ej.: norma que establece que tipo de sociedades comerciales pueden
integrar entre sí los cón-yuges)

UNIDAD 3 – EL ESTADO DE FAMILIA

Definición y naturaleza jurídica

Vidal Taquini
Es la posición jurídica que ocupa una persona en la flia.

Dansey
No es más que una terminología con la que se hace referencia en forma genérica y
también en forma particular a las relaciones de flia de las que trata el CC. Por tratarse de
una cuestión meramente terminológica carece de esencia jurídica.

Azpiri
Es una especie del estado en gral y que, como tal, es un atributo de la personalidad.

Díaz de Guijarro
Es la posición que ocupa una persona dentro de la flia, como un atributo de la
personalidad humana que representa mucho más que una relación jurídica, pues
constituye un emplazamiento que origina múltiples relaciones presentes y posibles,
inmediatas y mediatas, efectivas y en potencia. Es fuente propia de dchos y obligaciones
cuyo ejercicio está determinado por el interés familiar, valorado como medio de
protección del interés individual dentro del núcleo.

Zannoni
Es, en esencia, la personalidad misma del sujeto frente al dcho.

Caracteres

1.- Universalidad
El estado de flia abarca todas las cualidades jurídicas que emanan de las relaciones que
la persona tiene con todos los otros miembros de su flia.
2.- Unidad
Implica que cada individuo es eje de una serie de vínculos tanto de origen matrimonial
como extramatrimonial, y excluye la existencia de clases de flia, para dar lugar a una
sola flia dentro de la cual hay vínculos de los tipos prein-dicados pero convergentes en
los mismos titulares.

3.- Indivisibilidad
No resulta posible ostentar frente a unas personas un estado de familia determinado y
frente a otras uno distinto e incompatible con aquél.

- En el dcho internacional priv se encuentra una excepción a este ppio: existencia de


matrimonios cuya validez o eficacia es reconocida en algunos E y no en otros.

4.- Correlatividad o reciprocidad


El estado de flia se objetiva como relación entre una persona y otra, y es por ello
correlativa entre los sujetos a quie-nes vincula.

5.- Oponibilidad
Otorga a su titular el dcho de hacer vales frente a todos. Al mismo tiempo, todos pueden
oponerle al titular del esta-do el mismo.

6.- Estabilidad
Implica la noción de constante. Refiere a una vocación de permanencia de los vínculos,
lo que no significa que no existan mutaciones, ni tampoco que sea inextinguible.

7.- Inherencia personal


Es insusceptible de ser ejercido por terceros. De esto se desprende que es
- inalienable: no se puede enajenar
- intransmisible: no puede ser transferido
- extrapatrimonial: carece de contenido económico
- intransigible: no puede ser materia de transacción
- irrenunciable: art. 19 CC “la renuncia gral de las leyes no produce efecto alguno; pero
podrán renun-ciarse los dchos conferidos por ellas, con tal que sólo miren al interés
individual y que no esté prohibi-da su renuncia”
- insusceptible de subrogación

8.- Imprescriptibilidad
El transcurso del tiempo por sí sólo no puede provocar ni el emplazamiento en un
determinado estado ni el despla-zamiento de uno que se posee.

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Acto jurídico familiar. Concepto. Elementos. Clasificación

Concepto de acto jurídico


Art. 944: Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos que tengan por fin inmediato,
establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear, modificar, transferir, conservar o
aniquilar derechos.
Caracteres
Es un hecho jurídico humano, es voluntario, es lícito y tiene un fin inmediato jurídico

Elementos
Factores que deben necesariamente concurrir para integrar y crear el acto:

- Sujetos: se requiere la voluntad de una o más personas capaces.


- Objeto: toda cosa o todo hecho, acción u omisión humana puede serlo, con excepción
de los expresa-mente prohibidos.
- Causa: puede significar
1 – la causa-fuente: lo que genera el acto
2 – la causa-fin: el objetivo
3 – “para qué”: los motivos tenidos en cta.
- Forma: es el aspecto exterior.

Algunos criterios de clasificación


- Positivos y negativos: según que el nacimiento o extinción de un dcho requiera un acto
o una omisión
- Unilaterales o bilaterales
- Actos entre vivos o de última voluntad
- Actos patrimoniales (pueden ser a su vez clasificados en gratuitos y onerosos) o actos
extrapatrimoniales o familia-res.

Acto jurídico familiar

Es el acto humano, voluntario, lícito, que tiene por fin inmediato crear, modificar,
ejercer, conservar o extinguir relaciones jurídicas de flia. No todo emplazamiento en un
determinado estado de flia deriva de un acto jurídico.
Es una especie de acto jurídico, que posee particularidades reconocidas en el
tratamiento legislativo específico y que, en aquellos casos en que la ley no ha provisto
de tal especificidad, las normas del género le son aplicables.

El acto jurídico de emplazamiento

Según postura generalizada de la doctrina, el acto jurídico familiar no admite como


causa la transferencia o aniqui-lamiento del estado de flia por ser éste de carácter
indisponible.
Cierta parte de la doctrina considera una excepción a este ppio la revocación de la
adopción simple por acuerdo de partes, ya que se estaría ante un acto jurídico de
desplazamiento de un estado de flia.

1.- El acto jurídico fliar con relación a la acción de estado

1.a) Acción
Como consecuencia de haber asumido el E la tutela del ordenamiento jurídico, se
reconoce en los individuos la facultad de requerirle su intervención para la protección
de un dcho.
La intervención del órgano jurisdiccional está condicionada a una manifestación de
voluntad del particular y al mo-do de expresar esa voluntad se designa con el nombre de
acción.

La voluntad del sujeto en el sentido de crear, modificar, ejercer, conservar o extinguir


relaciones jurídicas de la flia, se ejerce mediante actos jurídicos familiares (actos
voluntarios lícitos que tienen por fin inmediato el emplazamiento en el dcho de flia) en
aquellos casos en que la ley no exige de la acción para garantizar así el contralor del E.

Los emplazamientos que proceden por actos jurídicos fliares son respecto al
matrimonio, al reconocimiento del hijo, y a la inscripción del hijo propio.
Todos los otros emplazamientos en el estado de flia requieren de la acción de estado por
la necesidad de que el E ejerza control a través de la jurisdicción.

En el criterio de la cátedra, el acto jurídico fliar no es útil para la extinción o


desplazamiento del estado de flia ya que éste es indisponible. En esta concepción, la
revocación o rescisión de la adopción simple no se produce como consecuencia de un
acto jurídico, sino como consecuencia de una acción de estado de flia.

1.b) La reconciliación como acto jurídico


Vidal Taquini: la reconciliación es el acto jurídico fliar que recompone el estado
conyugal.
La cátedra coincide con esta postura, toda vez que el acto jurídico también tiene por fin
inmediato la conservación de relaciones jurídicas.
La reconciliación tiene por fin inmediato el establecer o restablecer entre los cónyuges
relaciones jurídicas ya modi-ficadas o extinguidas (por la separación personal), y por lo
tanto es un acto jurídico fliar, aunque como ya se ha dicho no es de emplazamiento.

Clasificación

1. Personales y patrimoniales: relación jurídica con contenido económico o no


2. Unilaterales y plurilaterales:
3. De emplazamiento en el estado de flia y de ejercicio del estado de flia: los 1eros
crean o constituyen una re-lación jurídica fliar; los 2dos importan prerrogativas o
facultades emergentes del estado, como por ej., la petición de alimentos entre cónyuges
o entre parientes obligados a prestarlos.
4. Formales solemnes y no solemnes – No formales.
5. Declarativos y constitutivos
6. Principales y accesorios
7. Positivos expresos – Tácitos y negativos
8. Modalidades: como ppio gral no son susceptibles de modalidades. Sin embargo,
existen actos jurídicos o negocios jurídicos fliares respecto de los cuales la ley permite
la condición (ej. convenciones nupciales).

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El título de estado de familia. Concepto.


Es el instrumento del que emerge el estado de familia según la calificación efectuada
por la ley de un determinado vínculo biológico, o legal en el caso excepcional de la
adopción.
El título es lo que atribuye oponibilidad del estado, porque aquél provoca el
emplazamiento.

Función probatoria

El título es el instrumento público (o conjunto de ellos) que constituye la prueba


establecida por la ley para acreditar el estado de flia de una persona.
Los testimonios, copias, certificados, libretas de flia o cualesquiera otros documentos
expedidos por el Reg. De Estado Civil y Capacidad de las Personas, que correspondan a
inscripciones registradas en sus libros y que lleven la firma del oficial público y sello de
la oficina respectiva, crean la presunción legal de la verdad de su contenido en los
términos prescriptos por el CC.
El título de estado no es la única forma de probar el estado. El mismo puede acreditarse
por otros medios probato-rios.

Clases

El estado de las personas resulta de las actas o partidas de los protocolos del Registro
Civil y Capacidad de las Per-sonas. Este organismo debe registrar todos los actos y
hechos que den origen, alteren o modifiquen el estado civil y capacidad de las personas
físicas; está obligado a la registración en distintos protocolos, de los nacimientos, matri-
monios, defunciones, reconocimientos, incapacidades, adopciones.

Las actas o partidas constituyen los títulos del estado civil de las personas. El acta
contiene la reseña escrita feha-ciente y auténtica del acto productor de efectos jurídicos
y, al ser extendida por funcionario público hace fe, aunque admite redargución de
falsedad. Se denominan partidas del registro civil a las copias auténticas que se
extienden sobre la base de los registros originales.

Constituido el título (mediante la expresión de voluntad del sujeto) se produce el


emplazamiento en el respectivo estado de flia.

No sólo las actas o partidas constituyen títulos de estado, ya que las sentencias
judiciales recaídas en acciones de estado también lo son puesto que se trata de
sentencias constitutivas.
La inscripción de la sentencia en el Reg. Civil cumple la función de publicidad del
título, pero en tales casos éste existe desde la sentencia firme.

Alguna doctrina sostiene que el título de estado puede quedar constituido mediante
actos voluntarios que no cuenten con el control que se ejerce mediante las funciones del
registro civil o de la jurisdicción. (Caso del reconocimiento del hijo efectuado por otro
medio, por ej., escritura pública).

Consideramos que no constituyen por sí mismos título de estado de hijo, pues su


formación carece del control de legalidad que se ejerce mediante la función
jurisdiccional o administrativa reservada al Reg. Civil.

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Posesión de estado. Concepto

Es el goce de hecho de un estado de flia.

Nota al art. 325 expresa:


La posesión del estado vale más que el título. El título, la escritura pública, el asiento
parroquial, la confesión judi-cial, son cosas de un momento, un reconocimiento
instantáneo; mas la posesión de estado, los hechos que la consti-tuyen, son un
reconocimiento continuo, perseverante, de muchos y variados actos, de todos los días,
de todos los instantes.

La posesión de estado es una prueba más perentoria que la escritura pública. Es la


evidencia misma.

Cuando se invoca la posesión de estado es porque no existe título y cdo se exhibe el


título no hay necesidad de de-mostrar la posesión de estado, pues esta es una noción que
no acude a la titularidad del estado de flia, sino al ejerci-cio de los dchos.

Elementos

Para los glosadores, y principalmente para los canonistas, la posesión tenía tres
elementos:

1. Nomen: consistía en el uso por el hijo del apellido del padre o madre
2. Tractus: Aludía al trato de hijo recibido por éste de sus padres o de su padre o madre
3. Fama: Señalaba la voz pública con respecto a la paternidad o maternidad del hijo
atribuida a una persona determinada.

En nuestro dcho, el elemento relevante es el tractus, el reconocimiento de hecho del


parentesco de que se trate.

Carácter probatorio
La posesión de estado es una situación de hecho que debe ser demostrada y a cuyo
efecto cabe todo medio probato-rio.
No es requisito de la posesión ni la prolongación en el tiempo, ni la perdurabilidad.

Vidal Taquini señala el valor de la posesión de estado en cada uno de los siguientes
supuestos:

- Adopción: de nada sirve, pues la adopción es siempre de dcho y nunca de hecho.


- Matrimonio: se deberá probar su celebración. La invocación de una posesión de estado
matrimonial no constituye prueba de la celebración del acto. El estado de casados no se
adquiere por la convivencia en aparente matrimonio. Sólo existe el matrimonio cdo los
cónyuges expresan su consentimiento ante el oficial público.
No obstante lo expuesto, la posesión de estado posee un valor relativo respecto al
vínculo matrimonial, ya que el art. 197 in fine del CC según redacción de la ley 23.515
establece “cdo hay posesión de esta-do y existe el acta de celebración de matrimonio, la
inobservancia de las formalidades prescriptas no podrá ser alegada contra su
existencia”.

El estado aparente de flia

Se constituye por la posesión de un estado determinado de flia, que se da en los hechos,


pero no descansa en un vínc biológico real ni el la previa celebración del matrimonio.

Según Belluscio, hay estado de flia aparente cdo existe posesión de estado pero no hay
título (estado aparente de hecho), o cdo éste existe pero es falso o está viciado (estado
aparente de dcho).

En contra de Belluscio, la cátedra considera que no existe título el estado aparente de


dcho fundado en título falso, pues el título falso no es título.

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La acción de estado. Concepto

Acción es la potestad o facultad jurídica para acudir ante los jueces.


La acción de estado tiene por objeto la constitución, modificación o la extinción del
emplazamiento en un estado de flia.

Titulares de la acción

Son los titulares de los dchos subjetivos familiares que resultan reconocidos u otorgados
por el ordenamiento jurídi-co, en tanto aquellas tienen por finalidad obtener un
pronunciamiento judicial que los tutele.
La titularidad va a depender, en cada caso, del especial objeto de la acción.

Clasificación

1. Por el vínc. familiar:


a) acciones de estado matrimonial
b) acciones de filiación – matrimonial, extramatrimonial y adoptiva

2. Por su objeto:
a) constitutivas del estado de flia: tienden a obtener el título de estado del cual se carece.

b) modificativas del estado de flia: modifican el emplazamiento que se ostenta


c) extintivas del estado de flia: tienden a suprimir, destruir o aniquilar un
emplazamiento

3. Por los efectos de la sentencia:


a) constitutivas: su ejercicio es presupuesto para la creación de un estado de flia nuevo,
o para la modifica-ción o extinción de un estado de flia existente. Las sentencias
constitutivas, en ppio, no son retroactivas. Excepción, en materia de adopción, los
efectos se remontan a la fecha de otorgamiento de la guarda. Estas acciones son siempre
de emplazamiento, siendo sólo de desplazamiento la acción de revocación de la
adopción simple.
b) declarativas: se concretan en una sentencia que declara la existencia o inexistencia de
“presupuestos sustanciales preexistentes” que son el fundamento del vínc. fliar. Las
sentencias declarativas son retroactivas al momento en que quedó constituida o
comenzó la situación jurídica de que se trate. Estas acciones comprenden: 1.- las de
reclamación de estado que son las que tienen por objeto el reconocimiento de una
relación o situación jurídi-ca preexistente, y 2.- las de impugnación o contestación de
estado que son las que tienen por objeto la exclusión del estado que ostenta.

Caducidad

PRESCRIPCION CADUCIDAD
Es un modo de adquirir un dcho, o de libertarse de una obligación por el transcurso del
tiempo al extinguirse la acción. Es un modo extintivo de ciertos dchos, en razón de la
omisión de su ejercicio durante un plazo prefijado por la ley o la voluntad de los
particulares, o por la acción o conducta de las personas, y aun por la producción de
hechos o actos jurídicos. Produce un efecto más intenso que la prescripción al privar al
dcho de toda existencia.
Puede verse suspendida o interrumpida en curso La caducidad no puede estar afectada
por causas de interrupción o suspensión
Se fundamenta en una necesidad de orden social Se fundamenta en la particular índole
del dcho que resulta sujeto al término establecido
Los plazos oralmente son prolongados Los plazos son reducidos
Es general, por lo que afecta a toda clase de dchos Es particular de ciertos dchos, los
que nacen limitados en el tiempo
Requiere la existencia de una norma concreta para que ella pueda funcionar No requiere
ser expresada por la ley
Se debe oponer en forma expresa y en oportunidad determinada No es necesario que se
oponga
No puede ser declarada de oficio Puede ser declarada de oficio
Una vez cumplida puede ser renunciada No puede ser renunciada

No se habla de prescripción de las acciones, sino de caducidad de las mismas.


La caducidad de las acciones de estado tiende a lograr la consolidación del estado de
flia de que se goza, en función de un imperativo de estabilidad.
Las distintas acciones tienen distintos supuestos de caducidad.

Acción de ejercicio de estado

Tienen por objeto el ejercicio de los dchos subjetivos familiares que emergen del estado
de flia o, en su caso, el cumplimiento de los deberes emergentes de dicho estado.
Ejemplos:
- la acción por fijación de un régimen de visitas entre los parientes que se deben
alimentos
- la acción de alimentos entre cónyuges
- la acción del progenitor que no ejerce la tenencia del hijo para obtener un régimen de
visitas
- etc.

Rectificación de actas
Dispone el art. 71 del decreto-ley 8204/63:
Las inscripciones sólo podrán ser modificadas por orden judicial, salvo cuando se
compruebe la existencia de omi-siones o errores materiales en las inscripciones de los
libros que surjan evidentes del propio texto o de su cotejo con otros instrumentos
públicos, en cuyo caso la Dirección, de oficio o a petición de parte, ordenará la
modificación de dichas inscripciones, previo dictamen letrado y mediante resolución
fundada.
Al respecto, la ley 10.072 de la pcia de Bs As, en su art. 25 dispone que podrá
prescindirse del dictamen letrado cdo las rectificaciones se refieran a número de DNI,
domicilio de las partes intervinientes, nro. de libretas sanitarias, nros. de actas, fecha de
nacimiento del fallecido.

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El proceso de estado

Proceso: conjunto de actos recíprocamente coordinados entre sí de acuerdo con reglas


preestablecidas, que condicen a la creación de una norma individual destinada a regir un
determinado aspecto de la conducta del sujeto o sujetos, ajenos al órgano, que han
requerido la intervención de éste en un caso concreto, así como la conducta del sujeto o
sujetos, también extraños al órgano, frente a quienes se ha requerido esa intervención.

Su finalidad primera es la tutela de los dchos del individuo.


Cumple otra función que hace al interés gral, y es la de asegurar la realización del dcho
y la paz jurídica.

PROCESO DE ESTADO DE FLIA


Es aquel en el que se ejercen las acciones de estado de flia, a fin de obtener un
pronunciamiento que emplace a los sujetos involucrados en un determinado estado de
flia, los desplace del que ostentan o cree un título de estado.

Características especiales

1.- Proceso de conocimiento o procesos plenarios


Son los que permiten el debate exhaustivo de la materia sometida a juzgamiento.
Los procesos de estado de flia son, como regla, procesos de conocimiento. Deben
tramitar por las normas del juicio ordinario.

No obstante, en algunos casos la ley impone un procedimiento especial para ciertos


procesos de estado:

- Separación personal o divorcio vincular fundado en la separación de hecho de los


cónyuges por de-terminado período de tiempo sin voluntad de unirse (art. 204 y 214
inc.2 del CC)
Estas acciones corresponde que tramiten por la vía del proceso ordinario, constando de
las 3 etapas ca-racterísticas: introductiva, probatoria y decisoria.
Sin embargo, por vía jurisprudencial se ha aceptado que los cónyuges realicen su
petición en conjunto, a pesar que resulta vedado por el art. 336 del CPCCN. Ello por
considerar tácitamente derogada esta norma con fundamento en el art. 232 del CC que
admite como prueba suficiente la confesión y el reco-nocimiento de los hechos por un
cónyuge, ante la invocación del otro, del cese de la cohabitación sin voluntad de unirse
por los tiempos precisados en c/u de las normas citadas. No existe en consecuencia,
traslado de la demanda, ni apertura a prueba, procediendo, ante la petición de las partes,
el dictado de la sentencia.

- Adopción
En este juicio no son parte los padres del adoptando (art. 320 CC) pues su intervención
está prevista en el trámite previo de otorgamiento de guarda preadoptiva (art. 317), por
lo que no cabría contradicción. El proceso se reduce entonces a la producción de la
prueba para la acreditación de las condiciones de convivencia de la adopción para el
menor (art. 321).

- Conversión de sentencia de separación personal en divorcio vincular (art. 238 CC)


Esta acción no tiene un procedimiento especial establecido, pero su sencillez no amerita
su trámite por vía del juicio ordinario.

2.- Limitación al principio dispositivo


El ppio dispositivo, dentro del proceso, se manifiesta en diversos aspectos:
a- iniciativa de parte interesada, sin cuya actividad no hay proceso;
b- impulso procesal, que está reservado a las partes, no habiendo, en ppio, caducidad de
los términos procesa-les si la parte contraria lo plantea;
c- disponibilidad del dcho material, por cuanto: la parte accionante puede desistir de la
demanda u omitir deli-beradamente la realización de actos útiles para el avance del
proceso hacia la sentencia, operando la cadu-cidad de la instancia; ambas partes pueden
celebrar transacción o conciliación y la parte demandada puede allanarse a la pretensión
de la parte actora;
d- delimitación del tema sujeto a juzgamiento, en tanto los límites de la decisión judicial
quedan fijados, en cuanto a las cuestiones de hecho, por las alegaciones peticiones y
pretensiones deducidas por las partes;
e- aportación de los hechos y de las pruebas, que quedan reservados exclusivamente a la
actividad particular.

En el proceso de estado de flia se verifican limitaciones a este ppio, que son


consecuencia del orden público que se encuentra comprometido en estos procesos y de
la inalienabilidad del estado de flia en tanto atributo de la personali-dad.
Con relación a la disponibilidad del dcho material cabe considerar la viabilidad de
realizar los actos que constituyen modos anormales de terminación del proceso y que
extinguen la controversia.

- Desistimiento
Significa abdicar de un dcho o abandonarlo.
Dos clases: del proceso (en el sentido de acción, pretensión procesal o instancia) y del
dcho (material cuyo reconocimiento o tutela se procuraba).
En el proceso de estado de flia es admisible el desistimiento del proceso (si bien
extingue el proceso, no impide que el interesado renueve la acción en otro proceso
posterior), pero no así del dcho, pues importaría tanto como la renuncia de la acción de
estado de flia y al estado de flia mismo.

- Allanamiento
Es el acto jurídico procesal del demandado, en cuya virtud admite someterse a la
pretensión contenida en la demanda y en consecuencia acepta que el proceso se falle
total o parcialmente de conformidad con ella.
El demandado sólo acepta someterse a la pretensión del actor sin que ello importe la
aceptación de los fundamentos de dcho de la demanda, ni el reconocimiento de los
hechos invocados o su exactitud.
En algunos procesos de estado de flia resulta inadmisible, pues significaría dejar librado
al arbitrio de las partes el reconocimiento o la extinción de un estado de flia, que
requiere ineludiblemente una sen-tencia judicial que resuelva sobre el mismo (por ej., en
la acción de nulidad de matrimonio, admitir el allanamiento provocaría que cualquier
matrimonio pudiera ser anulado por la voluntad de los cónyu-ges).
Por el contrario, el allanamiento resulta admisible cdo la acción judicial deducida tiene
por finalidad la obtención de una sentencia que provoque un emplazamiento o un
desplazamiento que habría podido ser eficazmente otorgado en forma voluntaria por
quien es demandado.

- Transacción
Es el acto jurídico bilateral, por el cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas,
extinguen obli-gaciones litigiosas o dudosas.
La inalienabilidad del estado de flia impide que las partes en el proceso puedan celebrar
transacción, pues no pueden realizar las concesiones recíprocas de dchos (renuncias)
que definen este modo extinti-vo del proceso.
Como excepción, el CC admite celebrar transacción a favor de la validez del
matrimonio (art. 843).

- Conciliación
Conciliar es la actividad dirigida a obtener la autocomposición; mediante ella las partes
pueden llevar a cabo un desistimiento, un allanamiento o una transacción. En
consecuencia, resulta aplicable lo dicho al considerar c/u de ellos.

3.- Litis consorcio pasivo necesario

Existe litis consorcio cdo por mediar cotitularidad activa o pasiva con respecto a una
pretensión única, o un vínc de conexión entre distintas pretensiones, el proceso se
desarrolla con una participación de más de una persona en la misma posición de parte.
Es activo cdo consiste en pluralidad de actores frente a un demandado.
Es pasivo cdo se trata de un actor frente a una pluralidad de demandados.
Es mixto cdo son varios actores frente a varios demandados.
Es facultativo o voluntario cdo su formación obedece a la libre voluntad de las partes –
es forzoso cdo está impuesto por la ley expresamente o su necesidad está determinada
por la naturaleza de la relación o situación jurídica que es común e indivisible con
respecto a una pluralidad de sujetos.
En los procesos de flia, existen numerosas situaciones de litis consorcio pasivo forzoso.
Ejemplos:
- art. 254: la acción de reclamación de filiación matrimonial debe dirigirse contra el
padre y la madre
- cdo la nulidad del matrimonio es ejercida por un 3ro legitimado debe ser dirigida
contra ambos cónyu-ges
- la acción de impugnación de paternidad matrimonial, cdo es ejercida por el hijo, debe
ser dirigida al padre y a la madre.

4.- Intervención del Ministerio Público

Por razones de orden público, las leyes establecen la intervención del Ministerio
Público, que tiene como atribucio-nes representar y defender la causa pública en todos
los casos y asuntos que su interés lo requiera.

Efectos de la sentencia.

El alcance de los efectos de la sentencia en los procesos de estado de flia ha provocado


desde antiguo un profundo debate.
Se trata de establecer si el efecto de la cosa juzgada, opera sólo entre las partes
intervinientes en el proceso de estado o si también tiene efectos erga omnes, alcanzando
a los 3ros que no fueron parte en el proceso.

1.- Teoría de la autoridad absoluta de la cosa juzgada


Afirma el valor “erga omnes”, fundado en el carácter indivisible del estado de las
personas – esto significa que de-terminado estado de flia no puede ser para unos y no
ser al mismo tiempo para otros.

2.- Teoría de la autoridad absoluta provisoria


Se funda en la distinción entre los efectos que pueda surtir la sentencia en cuanto haga
cosa juzgada y aquellos que pueda producir como constitutiva de un título de estado.
La sentencia dictada tiene autoridad de cosa juzgada entre las partes, pero, esa misma
sentencia, en tanto título del estado de flia que constituye o modifica, tiene efectos erga
omnes.

Las soluciones aceptadas en forma mayoritaria por la doctrina nacional son:

a) Sentencia que rechaza una acción de estado


Produce efecto de cosa juzgada entre las partes y sus sucesores. No impide que otros
legitimados puedan entablar la acción con posterioridad.

b) Sentencia que hace lugar a una acción de emplazamiento


Una vez inscripta, constituye título de estado. El mismo es oponible erga omnes.

c) Sentencia que hace lugar a una acción de desplazamiento


Tiene efectos erga omnes, nadie puede invocar un título de estado que ha quedado sin
efecto.
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Parentesco. Concepto
Es el vínculo subsistente entre todos los individuos de los dos sexos, que descienden de
un mismo tronco (art. 345).
Zannoni lo define como: el vínculo existente entre las personas en virtud de la
consaguinidad, la afinidad o la adop-ción.

Clases

1. Parentesco por consaguinidad


Es el que vincula a las personas que descienden de un antecesor común. Puede ser
unilateral o bilateral, también denominado de vínc simple o doble, según que dos
personas entre sí tengan como origen común uno o ambos progenitores.

2. Parentesco por afinidad


Es el que nace por efecto de la celebración del matrimonio pues vincula a una persona
con los parientes consan-guíneos de su cónyuge.
No existe parentesco entre los consanguíneos de un cónyuge y los consanguíneos del
otro.
La afinidad subsiste aun después de la disolución del matrimonio, sea que se produzca
por divorcio o muerte. El Cód. no establece esto de forma expresa, pero surge de la
consagración como impedimento para contraer ma-trimonio el parentesco por afinidad.
La doctrina sostiene que cdo el matrimonio se anula, el parentesco se extingue. Ello se
funda en que la anula-ción priva al matrimonio de sus efectos regulares o normales entre
los cuales se encuentra la creación de afini-dad.

3. Parentesco adoptivo
Adoptar es recibir como hijo, con los requisitos y solemnidades que establecen las
leyes, al que no lo es natu-ralmente.
La adopción es una institución del dcho de flia en virtud de la cual, y por medio de una
sentencia judicial, se crea entre personas no ligadas por lazos biológicos próximos un
vínculo jurídico de parentesco idéntico o simi-lar al que surge de la filiación
consanguínea establecida.
Nuestra ley prevé dos tipos:
- Adopción plena: “confiere al adoptado una filiación que sustituye a la del origen. El
adoptado deja de pertenecer a su flia biológica y se extingue el parentesco con los
integrantes de ésta, así como todos sus efectos jurídicos, con la sola excepción que
subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la flia del adoptante los
mismos dchos y obligaciones del hijo biológico”. (Art. 323 CC)
- Adopción simple: “confiere al adoptado la posición de hijo biológico; pero no crea
vínc de parentesco entre aquél y la flia biológica del adoptante, sino a los efectos
expresamente determinados en este Cód. Los hijos adoptivos de un mismo adoptante
serán considerados hnos entre sí”. (Art. 329 CC)
Cómputo del parentesco
El cómputo tiene por finalidad establecer las líneas y dentro de ellas el grado, para
determinar la distancia que existe entre las personas que integran una flia.
La utilidad del cómputo resulta de los efectos que produce en el orden civil, por los
dchos que significa, las obliga-ciones que asigna y las incompatibilidades que
determina.

La proximidad del parentesco se establece teniendo en cta las generaciones biológicas


que hay entre las personas cuyo parentesco se quiera computar.

TITULO VI
Del parentesco, sus grados; y de los derechos y obligaciones de los parientes

Art. 345. El parentesco es el vínculo subsistente entre todos los individuos de los dos
sexos, que descienden de un mismo tronco.
Art. 346. La proximidad de parentesco se establece por líneas y grados.
Art. 347. Se llama grado, el vínculo entre dos individuos, formado por la generación; se
llama línea la serie no inte-rrumpida de grados.
Art. 348. Se llama tronco el grado de donde parten dos o más líneas, las cuales por
relación a su origen se llaman ramas.
Art. 349. Hay tres líneas: la línea descendente, la línea ascendente y la línea colateral.
Art. 350. Se llama línea descendente la serie de grados o generaciones que unen el
tronco común con sus hijos, nietos y demás descendientes.
Art. 351. Se llama línea ascendente la serie de grados o generaciones que ligan al tronco
con su padre, abuelo y otros ascendientes.

CAPITULO I
Del parentesco por consanguinidad

Art. 352. En la línea ascendente y descendente hay tantos grados como generaciones.
Así, en la línea descendente el hijo está en el primer grado, el nieto en el segundo, y el
bisnieto en el tercero, así los demás. En la línea ascendente, el padre está en el primer
grado, el abuelo en el segundo, el bisabuelo en el tercero, etcétera.
Art. 353. En la línea colateral los grados se cuentan igualmente por generaciones,
remontando desde la persona cuyo parentesco se quiere comprobar hasta el autor
común; y desde éste hasta el otro pariente. As

UNIDAD 6 – EFECTOS JURIDICOS PERSONALES DEL MATRIMONIO

“Status” jurídico de la mujer casada. Derecho Argentino.

Cuatro etapas

1) Régimen del Código Civil


El art. 187 establecía la potestad marital de fijación del domicilio conyugal. Preveía la
norma la posibilidad que el marido, en caso de negarse la mujer a residir en el domicilio
que él fijase, obtuviese el reintegro compulsivo median-te medidas policiales y,
asimismo, la privase de alimentos.
Reputó a la mujer casada incapaz de hecho relativa, y colocó sus bienes propios y la
totalidad de los gananciales bajo la administración del marido, siendo éste el único que
podía contratar y obligarse. La ley 2393 mantuvo este régimen

2) Régimen de la Ley 11.357


Sancionada en 1926, esta ley estable que la mujer mayor de edad, soltera, viuda o
divorciada tiene plena capacidad civil. Respecto de la casada, consagra excepciones a la
incapacidad.
En lo patrimonial le confiere capacidad para ejercer profesión, oficio, empleo, comercio
o industria honestos, y para administrar y disponer libremente del producto de tales
actividades, así como de sus bienes propios, aunque mantu-vo a favor del marido una
suerte de mandato tácito, determinado por la ley, para administrar los bienes dotales de
la mujer, en tanto ella no lo revocara.

3) Régimen de la ley 17.711


Sancionada en 1968, deroga el art. que establecía la incapacidad de hecho relativa de la
mujer casada, y el art que disponía la representación marital de ella.
Respecto de la gestión de los bienes propios y gciales, otorga a cada cónyuge la libre
administración y disposición de los bs propios y de los gciales adquiridos por cualquier
título.

4) Leyes 23.264 y 23.515


Por la primera ley, se equipara a la mujer al ejercicio de la patria potestad sobre los hijos
menores.
Y por la segunda, regula el régimen civil del matrimonio y coloca a ambos cónyuges en
situación de igualdad jurídi-ca.

_________________________________________

Derechos recíprocos

Derechos y deberes de los cónyuges

Art. 198. Los esposos se deben mutuamente fidelidad, asistencia y alimentos.

Art. 199. Los esposos deben convivir en una misma casa, a menos que por
circunstancias excepcionales se vean obligados a mantener transitoriamente residencias
separadas. Podrán ser relevados judicialmente del deber de convi-vencia cuando ésta
ponga en peligro cierto la vida o la integridad física, psíquica o espiritual de uno de
ellos, de ambos o de los hijos.
Cualquiera de los cónyuges podrá requerir judicialmente se intime al otro a reanudar la
convivencia interrumpida sin causa justificada bajo apercibimiento de negarle
alimentos.

Art. 200. Los esposos fijarán de común acuerdo el lugar de residencia de la familia.

Deber de fidelidad
Implica un concepto amplio, que incluye el deber de observar una conducta inequívoca,
absteniéndose de cualquier relación que cree una apariencia comprometedora y lesiva
para la dignidad del otro cónyuge.
Abarca tanto lo que en doctrina se ha llamado fidelidad moral (conductas que, sin llegar
a la relación sexual del cónyuge con un 3ro, implican o permiten presumir una relación
que excede la meramente amistosa o propia del trato social), como la material
(adulterio). La violación el deber de fidelidad moral no configura adulterio pero sí
injurias.
El deber de fidelidad es recíproco, incompensable (la infidelidad de uno, no autoriza al
otro a ser él a su vez infiel) y permanente.
El débito conyugal es una obligación recíproca de prestarse a las relaciones sexuales
dentro del matrimonio, como extensión del deber de cohabitación, y para servir al fin
primordial del matrimonio que es la procreación. No hay legislación específica sobre el
tema, pero la falta de cumplimiento del débito conyugal, si bien es difícilmente exigi-
ble coactivamente, es causal de injurias graves, que puede ser invocado como causal de
divorcio

Asistencia y alimentos
La noción de asistencia recoge una serie de presupuestos éticos que sustancialmente
podrían sintetizarse en el con-cepto de solidaridad conyugal. Quedan comprendidos: la
mutua ayuda, el respeto recíproco, los cuidados materiales y espirituales que ambos
cónyuges deben dispensarse.
Los alimentos, como prestación, si bien se fundan en el deber de asistencia, se traducen
en valores pecuniarios, de contenido económico, que aseguran la subsistencia material.
En la actualidad, la igualdad jurídica de los cónyuges lleva a considerar que ambos, en
la medida de sus posibilida-des, deben contribuir a la satisfacción de las necesidades, no
sólo en lo económico, sino también en lo relativo a otros aportes de orden doméstico.
La obligación alimentaria es permanente: rige tanto durante la convivencia de los
cónyuges, como tras la finaliza-ción de ésta. Subsiste entre cónyuges separados de
hecho.
La obligación alimentaria es irrenunciable: ello sin perjuicio que pueda renunciarse a la
percepción de cuotas deven-gadas y no percibidas. Lo irrenunciable es el dcho a la
prestación alimentaria y a las cuotas futuras, no a la percep-ción de las prestaciones
vencidas e impagas fijadas judicialmente.
No es posible ceder el dcho a alimentos, pero bien se puede hacer cesión del crédito que
tiene por cuotas ya deven-gadas que aún no percibió.

Cohabitación
Implica la obligación de convivir en una misma casa. Este deber es recíproco y
permanente, lo que no significa que no pueda cesar.
La dispensa judicial del deber que prevé la norma, es inaplicable para el supuesto de que
medie, entre los cónyuges, proceso de divorcio o de separación personal en trámite, o
que tal dispensa se pida al juez ante la inminencia de un juicio a iniciarse.
Intimación judicial a reanudar la convivencia: esta demanda habrá de tramitar por las
reglas del juicio ordinario; conforme a dichas reglas, se le dará traslado al otro cónyuge
a efectos de que, en su contestación, pueda exponer las causas por las cuales se ha
alejado del hogar común. La sentencia podrá rechazar el pedido del actor en base a la
justificación alegada y probada del demandado; en cambio, si lo acoge, ordenará
practicar la intimación al cónyuge demandado para que se reintegre al hogar en el plazo
que determine el juez, bajo el apercibimiento mencionado en el art. 199, si así lo ha
pedido el demandante.
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Nombre de la mujer casada

Evolución legislativa

1) Régimen ordinario
Antes de la ley 18.248, los textos no se ocupaban del apellido de la mujer casada.
Prevalecía la costumbre que la mujer le adicionara a su apellido de soltera el de su
marido, precedido por la preposición “de”.

2) Ley 18.248
Promulgada en 1969. Determinó que la mujer, al contraer matrimonio, añadirá a su
apellido el del marido, precedido por la preposición “de”. Disponía una importante
excepción para el caso que la mujer fuese conocida por su apellido de soltera, en cuyo
caso se le autorizaba seguir usándolo despés de contraído el matrimonio. Para el caso de
divor-cio, aclaró que era optativo para la mujer llevar o no el apellido del marido.

3) Régimen vigente
La ley 23.515 estableció que será optativo para la mujer casada añadir a su apellido el
del marido.
Decretada la separación personal, será optativo para la mujer llevar el apellido del
marido. Si continua usándolo, el marido, por motivos graves, puede solicitar
judicialmente que se le prohíba a aquélla continuar usándolo.
Decretado el divorcio vincular, la mujer pierde el dcho de usar el apellido del marido,
salvo acuerdo en contrario, o que por el ejercicio de su industria, comercio o profesión,
fuese conocida por aquél y solicitare conservarlo para tales actividades.
La viuda está autorizada a requerir ante el Registro Civil la supresión del apellido
marital; en todo caso, si contrajere nuevas nupcias, perderá el apellido de su anterior
cónyuge.

UNIDAD 7 – EFECTOS JURIDICOS PATRIMONIALES DEL MATRIMONIO

Regímenes matrimoniales

El régimen matrimonial comprende una de las consecuencias jurídicas del matrimonio:


las relaciones patrimoniales. Estas relaciones determinan cómo contribuirán los
cónyuges en la atención de las necesidades del hogar y del grupo fliar, la repercusión
que el matrimonio tendrá sobre la propiedad y administración de los bienes propios o
gciales, y también, la medida en que esos bienes responderán ante 3ros por las deudas
contraídas por c/u de los cónyuges.

Posibles clasificaciones

Los criterios de clasificación se elaboran a partir del modo en que cada legislación
positiva organiza la interdepen-dencia patrimonial entre los cónyuges y las relaciones
entre éstos con 3ros.

Principales regímenes matrimoniales

1) Régimen de absorción de la personalidad económica de la mujer por el marido


Es cronológicamente el primer régimen típico (dcho romano). No rige en el dcho
positivo contemporáneo. La mujer, al dejar su flia, se incorporaba a la del marido de
modo que, al menos en los primeros tiempos, carecía de patrimonio y los bienes dotales
que ella o un 3ro hubiese entregado, pasaban a ser propiedad del marido.
A la finalización del matrimonio, nada debía el marido reintegrar a la mujer, ni
compensarla en dinero.

2) Regímenes de unidad y unión de bienes


En el régimen de unidad de bienes se produce una suerte de absorción de la
personalidad económica de la mujer por el marido a quien se transmiten todos los bienes
de ella. A la disolución del matrimonio, el marido o sus herederos deben restituir a la
mujer su valor.
En el régimen de unión de bienes, el marido no adquiere la propiedad de los bs de la
mujer, sino sólo su administra-ción y disfrute. A la disolución del matrimonio, el marido
o sus herederos deben restituirlos en especie.

3) Regímenes de comunidad
El elemento típico es la formación de una masa de bs que pertenece a los dos esposos y
que ha de repartirse entre ellos o el sobreviniente y los herederos del muerto al
disolverse. Considerando la extensión de la masa común, pue-den tipificarse en:

a) Universal
Todos los bs presentes y futuros de cada cónyuge se hacen comunes. Se comprenden
también aquellos bs de que eran propietarios los esposos antes de contraer matrimonio.
Existe comunidad en las deudas.
b) De muebles y ganancias
La comunidad se restringe a los muebles sin consideración a su origen y a las ganancias
y adquisicio-nes de cualquiera de los cónyuges luego de la celebración del matrimonio.
Se distinguen los bs propios de c/u de los bs comunes.
c) De ganancias
La comunidad se integra sólo con lo ganado por cualquier de los cónyuges luego del
matrimonio; los esposos conservan como propios todos los bs que llevan al matrimonio.

4) Regímenes de separación
El matrimonio no altera el régimen de propiedad de los bs, siguen perteneciendo al
adquirente: cada cual adquiere para sí y administra y dispone de lo adquirido. A su vez,
cada cónyuge responde individualmente por las deudas que contrae y los bs del otro no
quedan afectados por esa responsabilidad.

5) Regímenes de participación
Cada cónyuge es exclusivo propietario de lo que adquiere durante el matrimonio. El
régimen funciona como el de separación, pero al disolverse el matrimonio, se reconoce
a c/u de los ex cónyuges, o al supérstite (en caso de muer-te), el dcho a participar en los
adquiridos por el otro hasta igualar los patrimonios de ambos.
La sociedad conyugal en el Dcho Argentino
El régimen matrimonial de la sociedad conyugal tiene carácter imperativo, porque está
organizado en base a normas que, en su casi totalidad, son de orden público y, en
consecuencia, no pueden ser modificadas por voluntad de los cónyuges. No pueden los
esposos, ni al contraer matrimonio ni después, adoptar un régimen matrimonial distinto
al de la sociedad conyugal.

Naturaleza jurídica de la sociedad conyugal. Diversas tesis

1. Condominio
Esta teoría pasa por alto que el condominio se establece sobre bs determinados y no
sobre universalidades, co-mo son las masas de bs gananciales.

2. Copropiedad peculiar de carácter asociativo e indivisible

3. Comunidad de dcho

4. Sociedad sui generis

5. Opinión del autor:


Constituye una comunidad en el sentido que se atribuye a los regímenes que se basan en
la existencia de bienes que, cualquiera que fuese el cónyuge que los adquirió durante el
matrimonio, son coparticipados a la disolución del matrimonio.

APUNTES DE CLASE

El matrimonio produce efectos:


- personales
- patrimoniales: la conformación del régimen patrimonial que vincula a los cónyuges
desde la celebración.

El régimen patrimonial es el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones


patrimoniales de los cónyuges entre sí y con 3ros. Estas normas tratan sobre: ppio y fin
del régimen, carácter de los bs, administración y disposi-ción, responsabilidad,
disolución y liquidación.

Clasificación
2 grandes posibilidades:
- Regímenes legales: hay países donde los cónyuges no puede pactar sus relaciones
patrimoniales, se impo-ne un régimen.
- Regímenes convencionales: hay varias opciones, 1) algunos permiten optar entre
determinados regímenes; 2) otros permiten pactar diversas cuestiones; y 3) otros
otorgan amplia libertad para pactar.
En nuestro CC, el régimen es una SOCIEDAD CONYUGAL, forzosa, legal e
inmodificable. No se refiere a una sociedad como persona distinta a los cónyuges.
Tampoco se trata de un contrato, por más que esté regulada junto con los contratos

¿Cuál es su naturaleza jurídica? Es un efecto patrimonial del matrimonio.

Regímenes tipo

Existen 3 tipos actuales

1.- Régimen de comunidad


Es la 1era estructura del CC de Vélez. Existe 1 única masa de bs, 1 único administrador
– por los actos de ese admi-nistrador se responde con la masa de bs. Destino final de los
mismos es la división entre los cónyuges a la disolución de la sociedad.
Para otros autores (Belluscio) este régimen se caracteriza porque al momento de la
disolución aparece una masa de bs destinada a ser dividida entre los cónyuges. Es decir,
podría haber más de 1 administrador y más de 1 masa; ellos solo toman el momento de
la disolución.
Vidal Taquini critica esta posición, entendiendo que no se puede designar a un régimen
así, definiéndolo según el momento en que termina.

2.- Separación de bienes


Cada cónyuge tiene su masa de bs. C/u administra los bs de su propiedad y se
responsabiliza con su patrimonio por sus obligaciones. Cdo se disuelve la sociedad, c/u
se queda con lo suyo.
Los países que adoptan este régimen, establecen una serie de obligaciones que recaen
sobre ambos cónyuges: manu-tención de la flia, salud, educación, etc.

3.- Régimen de participación


Una tesis, señala que este régimen tiene las mismas características que el rég de la
separación, desde que comienza hasta que se disuelve (masas, adm y responsabilidades
separadas). Pero que, al momento de la disolución, el cónyu-ge que obtuvo la mayor
ganancia, debe entregar al cónyuge que obtuvo menor ganancia, la ½ de la diferencia
entre ambas ganancias. Es decir, que se resuelve como una obligación creditoria.
Otra tesis, señala que este rég se divide en dos especies, 1) en la ganacia (el que se
menciona en el parr. anterior), y 2) en los adquiridos (postura de la cátedra): desde que
comienza hasta que finaliza, el rég tiene las mismas características que el de separación.
Al momento de su disolución, se unen las masas de cada cónyuge, para dividirse entre
ellos en especie (idem régimen de comunidad según Belluscio)

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Convenciones matrimoniales

Art. 1.217. Antes de la celebración del matrimonio los esposos pueden hacer
convenciones que tengan únicamente los objetos siguientes:
1° La designación de los bienes que cada uno lleva al matrimonio (simple inventario, no
tiene carácter de negocia-ción o promesa de traslación de dominio de bs entre los
esposos) ;
2° Derogado
3° Las donaciones que un futuro cónyuge hiciere al otro;
4° Derogado

Art. 1.218. Toda convención entre los esposos sobre cualquier otro objeto relativo a su
matrimonio, como toda renuncia del uno que resulte a favor del otro, o del derecho a los
gananciales de la sociedad conyugal, es de ningún valor.

Art. 1.219. Ningún contrato de matrimonio podrá hacerse, so pena de nulidad, después
de la celebración del matri-monio; ni el que se hubiere hecho antes, podrá ser revocado,
alterado o modificado.

Art. 1.220. Artículo derogado


Art. 1.221. Artículo derogado

Art. 1.222. El menor que con arreglo a las leyes pueda casarse, puede también hacer
convenciones matrimoniales sobre los objetos del artículo 1217, concurriendo a su
otorgamiento las personas de cuyo previo consentimiento necesita para contraer
matrimonio.

Art. 1.223. Las convenciones matrimoniales deben hacerse en escritura pública, so pena
de nulidad si el valor de los bienes pasare de mil pesos, o si constituyeren derechos
sobre bienes raíces. No habiendo escribanos públicos, ante el juez del territorio y dos
testigos. Si los bienes no alcanzaren a la suma de mil pesos, podrán hacerse por
escritura privada ante dos testigos.

Art. 1.224. Artículo derogado

Art. 1.225. La escritura pública del contrato de matrimonio debe expresar los nombres
de las partes, los de los pa-dres y madres de los contrayentes, la nacionalidad de los
esposos, su religión, su edad, su domicilio y su actual resi-dencia, el grado de
parentesco si lo hubiere, la firma de los padres o tutores de cada uno de los
contrayentes, si fue-sen menores, o la de un curador especial cuando los padres hubieren
rehusado su consentimiento al matrimonio, y fuere suplido por el juez.

Art. 1.226. La esposa no podrá reservarse la administración de sus bienes, sea de los que
lleve al matrimonio, o sea de los que adquiera después por título propio. Podrá sólo
reservarse la administración de algún bien raíz, o de los que el esposo le donare.

Art. 1.227. Si la mujer después de celebrado el matrimonio adquiriese bienes por


donación, herencia o legado, los donantes y el testador pueden imponer la condición de
no ser recibidos y administrados por el marido, y la mujer podrá administrarlos con su
licencia, o con la del juez, si el marido no se la diere, o no pudiere darla.

Art. 1.228. Con relación al marido y a sus herederos, la confesión del recibo de la dote,
en cualquier forma que sea hecha, probará la obligación de restituirla a la mujer o a sus
herederos.
Art. 1.229. En relación a los acreedores del marido, la confesión del recibo de la dote no
les perjudicará, sino cuan-do constare ésta de las convenciones nupciales, o de otra
escritura pública, antes de la celebración del matrimonio, o cuando se probare por
escritura pública, testamentos, o particiones, o por otros instrumentos de igual
autenticidad, que la mujer adquirió los bienes cuyo recibo confiesa el marido.

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Contratos entre esposos.

Ppio gral: no existe ninguna norma que prohíba genéricamente a los cónyuges contratar
entre sí.

Contratos prohibidos.

Donación
Según el art. 1807 no pueden hacer donaciones los esposos el uno al otro durante el
matrimonio. El art. 1820 esta-blece, concordantemente, que “las donaciones mutuas no
son permitidas entre esposos”.
Sí se permiten las donaciones que el novio hace a la novia, y las que los parientes de
uno u otro, o 3ros hacen a és-tos, por causa del matrimonio. Rige la condición legal de
que las nupcias se realicen. Caso contrario, podrá deman-darse la revocación de la
donación y el reintegro de lo donado. Para que la revocación tenga lugar, deberá
probarse que se trató realmente de una donación y que fue por causa del matrimonio.

Compraventa
El art. 1358 dispone: “el contrato de venta no puede tener lugar entre marido y mujer,
aunque hubiese separación judicial de los bs de ellos”. Se prohíbe para evitar que bajo la
forma de este contrato oneroso se encubra una libera-lidad.

Cesión de créditos y permuta


La primera está prohibida porque si ella es gratuita, se le aplican las normas sobre la
donación; si es onerosa, las de la compraventa. La segunda porque se rige por las
disposiciones de la compraventa.

Locación de cosas
Prohibida porque se rige por las normas de la compraventa

Locación de servicios. Contrato de trabajo


Teóricamente no existe impedimento, pero, en realidad, si un cónyuge presta a otros
servicios o trabajos típicos de una relación de dependencia, debe suponerse que lo hace
dentro del contexto del consortium omnis vitae (sociedad de toda la vida) y no en
función de la subordinación jurídica propia del empleado al empleador. Existe
incompatibi-lidad entre las relaciones que emergen de la unión matrimonial y las que
suponen la prestación de trabajos conside-rados como objeto de una relación laboral.
Deberíamos enfrentarnos con supuestos realmente absurdos, como la aplicabilidad de
las normas sobre despido de un cónyuge al otro, o el dcho de huelga, etc.
Renta vitalicia
Está prohibida, así sea onerosa o gratuita.

Dación en pago
Prohibida porque, si consistiera en la transferencia de un crédito, quedaría regida por las
normas de la cesión de dchos; y si lo dado en pago fuese una cosa, por las reglas del
contrato de compraventa.

Sociedades
El art. 27 de la ley 19550 (soc comerciales) autoriza a los cónyuges a integrar
exclusivamente SA y SRL. Añade la norma que cdo uno de los cónyuges adquiera por
cualquier título la calidad de socio del otro en sociedades de distin-to tipo, la sociedad
deberá transformarse en el plazo de 6 meses o cualquiera de los esposos deberá ceder su
parte a otro socio o a un 3ro en el mismo plazo. Si eso no ocurre, el art. 29 establece que
la sociedad será nula y deberá liquidarse.
La ley pretende que los cónyuges no integren soc en las que puedan adquirir
responsabilidad ilimitada y solidaria como consecuencia del giro social en el
entendimiento que, si así ocurre, podrían desnaturalizarse los ppios que gobiernan el
régimen patrimonial del matrimonio.

Contratos permitidos.

Mandato
Expresamente admitido por el art. 1276 inc 3, puede ser expreso o tácito.

Fianza
Un cónyuge puede constituirse en fiador de las obligaciones contraídas por el otro en los
términos del art 1986 y ss. del CC, aun en forma solidaria.

Mutuo
A falta de normas que establezcan la incapacidad, se lo debe considerar permitido. Es
decir que un cónyuge, en vez de recurrir a 3ros, puede obtener el préstamo del otro,
asumiendo las obligaciones consiguientes.

Depósito
Al no existir norma prohibitiva, la doctrina lo reputa válido

Comodato
Tampoco está prohibido, pero no tiene en realidad aplicación práctica porque el uso y
goce de los bs gananciales se afecta a las cargas del matrimonio sin requerirse, para ello,
la celebración de un comodato.

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La sociedad conyugal en el CC y en la ley 11357. Concepto. Naturaleza jurídica.


Tipificación. Autonomía de la voluntad. Régimen simple y compuesto. El régimen
posterior a la ley 17711. Naturaleza. Distintas teorías.
Cargas de la sociedad
Art. 1.275. Son a cargo de la sociedad conyugal:
1° La manutención de la familia y de los hijos comunes; y también de los hijos
legítimos de uno de los cónyuges; los alimentos que uno de los cónyuges está obligado
a dar a sus ascendientes;
2° Los reparos y conservación en buen estado de los bienes particulares de cualquiera
de los cónyuges; (Inciso susti-tuido por art. 25 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).
3° Todas las deudas y obligaciones contraídas durante el matrimonio por el marido, y
las que contrajere la mujer en los casos en que puede legalmente obligarse;
4° Lo que se diere, o se gastare en la colocación de los hijos del matrimonio;
5° Lo perdido por hechos fortuitos, como lotería, juego, apuestas, etcétera.

Art. 1.315. Los gananciales de la sociedad conyugal se dividirán por iguales partes entre
los cónyuges, o sus herede-ros, sin consideración alguna al capital propio de los
cónyuges, y aunque alguno de ellos no hubiese llevado a la sociedad bienes algunos.
(Artículo sustituido por art. 29 de la Ley Nº 26.618 B.O. 22/7/2010).

CC de Vélez
Art. 1276 ORIGINARIO

Establecía:
- Unidad de masa: bs gananciales (Además estaban los bs de c/u)
- Unidad de adm: el marido tenía la adm ordinaria – la mujer la extraord en situaciones
especiales
- Unidad de responsabilidad: art. 1275 - cargas de la sociedad que se deben llevar a cabo
con la masa de bs. Abarcaba 2 aspectos:
• responsabilidad frente a 3ros: Pasivo provisorio
• responsabilidad entre cónyuges: Pasivo definitivo

Ley 11.357 - 1926

ART 5.- Los bienes propios de la mujer y los bienes gananciales que ella adquiera no
responden por las deudas del marido, ni los bienes propios del marido y los gananciales
que él administre responden por las deudas de la mujer.

ART 6.- Un cónyuge sólo responde con los frutos de sus bienes propios y con los frutos
de los bienes gananciales que administre, por las obligaciones contraídas por el otro,
cuando sean contraídas para atender las necesidades del hogar, para la educación de los
hijos, o para la conservación de los bienes comunes.

Le da a la mujer el mismo status jurídico que al hombre.


La mujer casada sigue siendo incapaz, pero se le otorgan más facultades:
- puede administrar el producido por su trabajo
- puede adm y disponer de sus bienes
- en cuanto a la responsabilidad, protege a la mujer de los actos del marido, que podía
disponer de sus bs

Teniendo en cuenta que en la realidad de las flias argentina seguía siendo costumbre que
sólo el marido se encargara de la gestión de todos los bs, la ley estableció una
presunción de mandato en su favor para administrar los bs de la mujer, sin obligación de
rendir ctas por las rentas o frutos recibidos; mandato que duraría en tanto la mujer no
hicie-se una manifestación de voluntad contraria inscripta en un registro especial o en el
de mandatos en el que lo hubiere.

Si la mujer revocaba el mandato, el resultado era la existencia de dos masas de bs: los
adm por el marido, y los adm por ella = REGIMEN DERIVADO O COMPUESTO.

El art. 5 de la ley establece el ppio de irresponsabilidad, rompiendo con el art. 1275


originario.
El art. 6 establece las excepciones al ppio.

¿Queda derogado el art. 1275?


NO, el art. 1275 se aplica al pasivo definitivo.
El art. 6 de la ley sólo se aplica al pasivo provisorio –frente a 3ros – porque los bs
gananciales no son de los dos. Lo que significa que sean gciales es que al momento de
la disolución, el cónyuge que no adquirió el bien tiene una expectativa de participación
del 50%, es decir que tiene un dcho a la mitad en especie (de acuerdo al art. 1315).

Si la mujer no trabajaba y no revocaba el mandato, ¿qué rég de responsabilidad se


aplicaba?
Según la lógica, se le debería aplicar el rég de Vélez. Pero, por razón de justicia se
aplica el rég de la ley 11357

Ley 17711 – 1968

Esta ley completa el proceso de separación de gestión de los bienes, dejando sin efecto
las previsiones de la ley 11357 y las del CC originario, organizando en el art. 1276 el
actual sistema de administración separada.

Art. 1.276. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus
bienes propios y de los ga-nanciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier
otro título legítimo, con la salvedad prevista en el artí-culo 1.277.
Si no se puede determinar el origen de los bienes o la prueba fuere dudosa, la
administración y disposición es con-junta del marido y la mujer. El juez podrá dirimir
los casos de conflicto. (Párrafo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.781 B.O.
12/11/2003.)
Uno de los cónyuges no podrá administrar los bienes propios o los gananciales cuya
administración le está reservada al otro, sin mandato expreso o tácito conferido por éste.
El mandatario no tendrá obligación de rendir cuentas. (Artí-culo sustituido por art. 1° de
la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)

De esta manera, existen 4 masas de bienes: las de bienes propios de cada cónyuge, la
ganancial de adm del marido y la ganancial de adm de la mujer.

En cuanto a la responsabilidad, la posición mayoritaria de la doctrina señala que


- para el pasivo provisorio se mantiene la aplicación de los art. 5 y 6 de la ley 11357
- para el pasivo definitivo, se aplica el 1275
- a la disolución de la sociedad, se unen las masas y se dividen los bs según el art. 1315.

___________________________________________

Comienzo e inmutabilidad del régimen. Capital de los cónyuges y haber de ellos. Bienes
propios y bienes ganancia-les. Conceptos. Prueba de la calidad de los bienes.

Art. 1.261. La sociedad principia desde la celebración del matrimonio, y no puede


estipularse que principie antes o después.
Art. 1.262. La sociedad conyugal se rige por las reglas del contrato de sociedad, en
cuanto no se opongan a lo que está expresamente determinado en este título.
Art. 1.263. El capital de la sociedad conyugal se compone de los bienes propios que
constituyen el dote de la mujer, y de los bienes que el marido introduce al matrimonio, o
que en adelante adquiera por donación, herencia o legado.
Art. 1.264. Los bienes donados, o dejados en testamento a marido y mujer
conjuntamente con designación de partes determinadas, pertenecen a la mujer como
dote, y al marido como capital propio en la proporción determinada por el donador o
testador; y a falta de designación, por mitad a cada uno de ellos.
Art. 1.265. Si las donaciones fueren onerosas, se deducirá de la dote y del capital del
marido, o sólo de la dote cuan-do fuese donación del esposo, el importe de las cargas
que fuesen soportadas por la sociedad.

BIENES PROPIOS Y BIENES GANACIALES

Hay 5 categorías de bienes propios


1. los que c/u lleva al matrimonio – de ellos la sociedad tiene el uso y goce
2. los adquiridos por herencia, legado o donación durante el matrimonio (si son
anteriores, entran en la 1era categoría)
3. los adquiridos por subrogación real de bs propios (art. 1266)
4. los adquiridos por título o causa anterior a la celebración del matrimonio
5. los aumentos materiales de los bs propios

Art. 1.266. Los bienes que se adquieren por permuta con otro de alguno de los
cónyuges, o el inmueble que se com-pre con dinero de alguno de ellos, y los aumentos
materiales que acrecen a cualquier especie de uno de los cónyu-ges, formando un
mismo cuerpo con ella por aluvión, edificación, plantación, u otra cualquier causa,
pertenecen al cónyuge permutante, o de quien era el dinero, o a quien correspondía la
especie principal.
Art. 1.267. La cosa adquirida durante la sociedad, no pertenece a ella aunque se haya
adquirido a título oneroso, cuando la causa o título de adquisición le ha precedido y se
ha pagado con bienes de uno de los cónyuges.
Art. 1.268. Tampoco le pertenecen los bienes que antes de la sociedad poseía alguno de
los cónyuges por un título vicioso, pero cuyo vicio se hubiese purgado durante la
sociedad, por cualquier remedio legal.
Art. 1.269. Ni los bienes que vuelven a uno de los cónyuges por nulidad o resolución de
un contrato, o por haberse revocado una donación.
Art. 1.270. Ni el derecho de usufructo, que se consolida con la propiedad durante el
matrimonio, ni los intereses devengados por uno de los cónyuges, antes del matrimonio
y pagados después.

Los bs ganaciales son los que se adquieren durante el matrimonio a título oneroso, a aun
después de la disolución de la sociedad conyugal por una causa o título anterior a tal
disolución.

Art. 1.271. Pertenecen a la sociedad como gananciales, los bienes existentes a la


disolución de ella, si no se prueba que pertenecían a alguno de los cónyuges cuando se
celebró el matrimonio, o que los adquirió después por herencia, legado o donación.
Art. 1.272. Son también gananciales los bienes que cada uno de los cónyuges, o ambos
adquiriesen durante el ma-trimonio, por cualquier título que no sea herencia, donación o
legado como también los siguientes:
1° Los bienes adquiridos durante el matrimonio por compra u otro título oneroso,
aunque sea en nombre de uno solo de los cónyuges.
2° Los adquiridos por hechos fortuitos, como lotería, juego, apuestas, etcétera.
3° Los frutos naturales o civiles de los bienes comunes, o de los propios de cada uno de
los cónyuges, percibidos durante el matrimonio, o pendientes al tiempo de concluirse la
sociedad.
4° Los frutos civiles de la profesión, trabajo, o industria de ambos cónyuges, o de cada
uno de ellos.
5° Lo que recibiese alguno de los cónyuges, por el usufructo de los bienes de los hijos
de otro matrimonio.
6° Las mejoras que durante el matrimonio, hayan dado más valor a los bienes propios
de cada uno de los cónyuges.
7° Lo que se hubiese gastado en la redención de servidumbres, o en cualquier otro
objeto de que sólo uno de los cónyuges obtenga ventajas.
8° Los derechos intelectuales, patentes de invención o diseños industriales son bienes
propios del autor o inventor, pero el producido de ellos durante la vigencia de la
sociedad conyugal es ganancial.

Art. 1.273. Se reputan adquiridos durante el matrimonio, los bienes que durante él
debieron adquirirse por uno de los cónyuges, y que de hecho no se adquirieron sino
después de disuelta la sociedad, por no haberse tenido noticia de ellos, o por haberse
embarazado injustamente su adquisición o goce.
Art. 1.274. Las donaciones remuneratorias hechas a uno de los cónyuges, o a ambos por
servicios que no daban acción contra el que las hace, no corresponden al haber social,
pero las que se hicieren por servicios que hubiesen dado acción contra el donante,
corresponden a la sociedad, salvo que dichos servicios se hubieran prestado antes de la
sociedad conyugal, pues en tal caso la donación remuneratoria no corresponde a la
sociedad, sino al cónyuge que prestó el servicio.

Art. 1272. Aclaraciones


Inc. 1: no confundir titularidad del bien con carácter ganancial. El titular es el que lo
administra, no es menos “due-ño” porque sea ganacial.
Inc. 2: los frutos de bienes gananciales son gananciales porque siguen la suerte del ppal.
Los frutos de los bs propios son gananciales porque los cónyuges tienen el uso y goce
de los frutos.
Inc. 7: si la mejora es separable, mantiene el carácter de ganancial que le da el haber
sido hecha con fondos ganan-ciales. Si se trata de una mejora que se ha hecho en bs
propios con fondos gananciales y pasa a formar un mismo cuerpo con la cosa ppal,
adquiere carácter propio, devengándose una recompensa en favor de la sociedad
conyugal.

PRUEBA
Se presume que tienen carácter ganancial los bienes existentes al tiempo de la
disolución de la sociedad si no se prueba su carácter propio.

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Administración y disposición de los bienes

Administración de la sociedad

Art. 1.276. Cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus
bienes propios y de los ga-nanciales adquiridos con su trabajo personal o por cualquier
otro título legítimo, con la salvedad prevista en el artí-culo 1.277.
Si no se puede determinar el origen de los bienes o la prueba fuere dudosa, la
administración y disposición es con-junta del marido y la mujer. El juez podrá dirimir
los casos de conflicto. (Párrafo incorporado por art. 1° de la Ley N° 25.781 B.O.
12/11/2003.)
Uno de los cónyuges no podrá administrar los bienes propios o los gananciales cuya
administración le está reservada al otro, sin mandato expreso o tácito conferido por éste.
El mandatario no tendrá obligación de rendir cuentas. (Artí-culo sustituido por art. 1° de
la Ley N° 17.711 B.O. 26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)

Art. 1.277. Es necesario el consentimiento de ambos cónyuges para disponer o gravar


los bienes gananciales cuando se trate de inmuebles, derechos o bienes muebles cuyo
registro han impuesto las leyes en forma obligatoria, aportes de dominio o uso de dichos
bienes a sociedades, y tratándose de sociedades de personas, la transformación y fusión
de éstas. Si alguno de los cónyuges negare sin justa causa su consentimiento para
otorgar el acto, el juez podrá auto-rizarlo previa audiencia de las partes.
También será necesario el consentimiento de ambos cónyuges para disponer del
inmueble propio de uno de ellos, en que está radicado el hogar conyugal si hubiere hijos
menores o incapaces. Esta disposición se aplica aun después de disuelta la sociedad
conyugal, trátese en este caso de bien propio o ganancial.
El juez podrá autorizar la disposición del bien si fuere prescindible y el interés familiar
no resulte comprometido. (Artículo sustituido por art. 1° de la Ley N° 17.711 B.O.
26/4/1968. Vigencia: a partir del 1° de julio de 1968.)

El art. 1276 se divide en 3 partes

1) límites a la adm de los bs: art. 1277 + consentimiento en contratos de donación +


fraude (está prohibido)

2) cdo no se puede determinar el origen de los bs o la prueba es dudosa, la adm y


disposición es conjunta

3) la doctrina entiende que se agrega este párrafo para remarcar la diferencia con la ley
11357, en la que se presumía que la mujer tenía un mandato.
En el caso de la disposición de los bs, se necesita mandato expreso y se rinden cuentas.

Art. 1277
La expresión “consentimiento” es técnicamente impropia. Lo que la norma requiere es
el asentimiento del cónyuge no titular de la gestión del bien: declaración de
conformidad con un acto jurídico ajeno. El cónyuge que lo presta no codispone con el
titular, no asume responsabilidad ni deuda alguna con motivo de ese acto.

Enumeración taxativa:
Es necesario el asentimiento de ambos cónyuges para disponer o gravar los bs
gananciales cuando se trate de:
- inmuebles
- derechos o bienes muebles cuyo registro han impuesto las leyes en forma obligatoria
- aportes de dominio o uso de dichos bienes a sociedades
- tratándose de sociedades de personas, la transformación y fusión de éstas.

El 1er párr es una norma de protección para el cónyuge no titular para que no cometan
fraude.
El 2do párr es una norma de protección a la flia.

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Cargas matrimoniales. Responsabilidad de los cónyuges. Deudas comunes y pasivo


personal de los esposos. Límite de la responsabilidad.

La ley enumera lo que denomina cargas de la sociedad conyugal. Las erogaciones o


pagos que generan las obliga-ciones mencionadas en el art. 1275 son a cargo de la
sociedad conyugal. Esto significa que son cargas que deben satisfacerse con fondos
gananciales, y que en caso de haber sido abonadas con fondos propios dan dcho de
recom-pensa al cónyuge que pagó, frente a la sociedad conyugal.
Estas obligaciones son:

1) Manutención de la flia y de los hijos comunes, así como a los hijos de uno de los
cónyuges, y también a los alimentos que uno de los cónyuges está obligado a dar a sus
ascendientes: constituye una manifestación del deber de asistencia debido en razón de
los vínculos fliares que la ley privilegia.
2) Reparos y conservación en buen estado de los bs particulares de los cónyuges: se
tiene en cuenta que el uso y goce de los bs propios está al alcance de ambos esposos
durante el matrimonio, y que los frutos de tales bs son de carácter ganancial.
3) Deudas contraídas durante el matrimonio: así como las adquisiciones onerosas
hechas por cualquiera de los cónyuges se presumen gananciales, las deudas también
deben reputarse cargas de la sociedad.
4) Lo que se diere o gastare en la colocación de los hijos del matrimonio: aquellos
gastos realizados por los padres para facilitar el establecimiento de los hijos.
5) Pérdidas fortuitas: del mismo modo que las adquisiciones debidas al azar son
gananciales, las pérdidas de-bidas a la misma causa son a cargo de la sociedad.
Las deudas que derivan, para uno de los cónyuges, de hechos ilícitos que cometió, no
pueden considerarse cargas de la sociedad conyugal, pues son consecuencia del
comportamiento antijurídico de un esposo, que no puede, entonces, trasladarlo como
carga a la comunidad.

Responsabilidad por las deudas contraídas por los conyuges


A partir de la sanción de la ley 11357, se organiza en nuestro régimen un sistema de
separación de responsabilida-des, que tiende a que un cónyuge no se vea afectado por la
ejecución de las deudas contraídas por el otro, con los bs por él adquiridos o que él
administra.
El art. 5 de esta ley establece que un cónyuge no es responsable, frente a los 3ros
acreedores, por las deudas contraí-das por el otro. El art. 6 establece las excepciones a
este ppio, disponiendo que el cónyuge no deudor responde con los frutos de sus bs
propios y gananciales, cdo las obligaciones fueron contraídas:
- para atender las necesidades del hogar:
- para la educación de los hijos (quedan comprendidos los gs en educación y
manutención de los hijos de un matrimonio anterior de cualquiera de los esposos)
- para la conservación de los bs comunes, es decir, de los bs gananciales.

En el caso del art. 6, el acreedor puede embargar y ejecutar los frutos de los bienes
propios y de los gananciales de la administración del cónyuge no deudor. Quedan
excluidos los bienes propios y gananciales.

El acreedor carga con la prueba de que la deuda se origina en uno de los supuestos del
art. 6, ya que de no mediar dicha prueba se aplica el ppio gral del art. 5.

RECORDAR
Las cargas de la sociedad conyugal del art. 1275 están destinadas a regir la relación
entre los esposos, y dan base para realizar las operaciones de liquidación de la sociedad
conyugal.
Los arts. 5 y 6 de la ley 11357 no se vinculan con el ámbito interno de la comunidad,
sino con relaciones externas. Es decir, con las relaciones de los cónyuges y los 3ros
acreedores de c/u de ellos, y sirven para establecer los límites de la responsabilidad ante
3ros de un cónyuge por las deudas del otro.

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Disolución del régimen. Causales. Hipótesis de separación de hecho. Indivisión post-


régimen.

De la disolución de la sociedad

Art. 1.291. La sociedad conyugal se disuelve por la separación judicial de los bienes,
por declararse nulo el matri-monio y por la muerte de alguno de los cónyuges.

Art. 1.292. Derogado

Art. 1.293. La mujer menor de edad no podrá pedir la separación de bienes sin tener un
curador especial, y la asis-tencia del defensor de menores.
Art. 1.294. Uno de los cónyuges puede pedir la separación de bienes cuando el concurso
o la mala administración del otro le acarree el peligro de perder su eventual derecho
sobre los bienes gananciales cuando mediare abandono de hecho de la convivencia
matrimonial por parte del otro cónyuge.

Art. 1.295. Entablada la acción de separación de bienes, y aun antes de ella, si hubiere
peligro en la demora, la mu-jer puede pedir embargo de sus bienes muebles que estén en
poder del marido, y la no enajenación de los bienes de éste, o de la sociedad. Puede
también pedir que se le dé lo necesario para los gastos que exige el juicio.

Art. 1.296. El marido puede oponerse a la separación de bienes, dando fianzas o


hipotecas que aseguren los bienes de la mujer.

Art. 1.297. Repútase simulado y fraudulento, cualquier arrendamiento que hubiese


hecho el marido después de la demanda puesta por la mujer sobre la separación de
bienes, si no fuese con consentimiento de ella, o con autoriza-ción judicial. Repútase
también simulado y fraudulento todo recibo anticipado de rentas o alquileres.

Art. 1.298. La mujer podrá argüir de fraude cualquier acto o contrato del marido,
anterior a la demanda de separa-ción de bienes, en conformidad con lo que está
dispuesto respecto a los hechos en fraude de los acreedores.

Art. 1.299. Decretada la separación de bienes, queda extinguida la sociedad conyugal.


Cada uno de los integrantes de la misma recibirá los suyos propios, y los que por
gananciales les correspondan, liquidada la sociedad.

Art. 1.300. Durante la separación, cada uno de los cónyuges debe contribuir a su propio
mantenimiento, y a los alimentos y educación de los hijos, en proporción a sus
respectivos bienes.

Art. 1.301. Después de la separación de bienes, los cónyuges no tendrán parte alguna en
lo que en adelante ganare el otro cónyuge.

Art. 1.302. La mujer separada de bienes, no necesita de la autorización del marido, para
los actos y contratos relati-vos a la administración, ni para enajenar sus bienes muebles;
pero le es necesaria autorización judicial, para enajenar los bienes inmuebles, o
constituir sobre ellos derechos reales.

Art. 1.303. Los acreedores de la mujer separada de bienes, por actos o contratos que
legítimamente ha podido cele-brar, tendrán acción contra los bienes de ella.

Art. 1.304. La separación judicial de bienes podrá cesar por voluntad de los cónyuges, si
lo hicieren por escritura pública, o si el juez lo decretase a pedimento de ambos.
Cesando la separación judicial de bienes, éstos se restituyen al estado anterior a la
separación, como si ésta no hubiese existido, quedando válidos todos los actos legales
de la mujer durante el intervalo de la separación, como si hubiesen sido autorizados por
el marido.

Art. 1.305. Para salvar su responsabilidad futura, podrá el marido exigir que se haga
inventario judicial de los bienes de la mujer que entrasen en su nueva administración, o
podrá determinarse la existencia de los bienes por escritura pública firmada por él y la
mujer.

Art. 1.306. La sentencia de separación personal o de divorcio vincular produce la


disolución de la sociedad conyu-gal con efecto al día de la notificación de la demanda o
de la presentación conjunta de los cónyuges, quedando a salvo los derechos de los
terceros de buena fe.
Los alimentos que pasó uno de los cónyuges al otro durante el trámite del juicio se
imputarán en la separación de bienes a la parte que corresponda al alimentado, al menos
que el juez fundado en motivos de equidad derivados de las circunstancias del caso,
dispusiere hacerlos pesar sobre el alimentante.
Producida la separación de hecho de los cónyuges, el que fuere culpable de ella no tiene
derecho a participar en los bienes gananciales que con posterioridad a la separación
aumentaron el patrimonio del no culpable.

Art. 1.307. Si en conformidad a lo dispuesto en los artículos 116 y 117, el juez hubiere
fijado el día presuntivo del fallecimiento del marido ausente, la mujer tiene opción, o
para impedir el ejercicio provisorio de los derechos subor-dinados al fallecimiento de su
marido, o para exigir la división judicial de los bienes.

Art. 1.308. Este derecho puede ejercerlo, aunque ella misma hubiese pedido la
declaración judicial del día presunti-vo del fallecimiento de su marido, y aunque ya
hubiese optado por la continuación de la sociedad conyugal; pero si hubiese optado por
la disolución de la sociedad, no podrá retractar su opción después de aceptada por las
partes interesadas.

Art. 1.309. Si la mujer optare por la continuación de la sociedad, administrará todos los
bienes del matrimonio; pero no podrá optar por la continuación de la sociedad, si
hubiese luego, por el tiempo transcurrido, de decretarse la suce-sión definitiva del
marido.

Art. 1.310. La continuación de la sociedad conyugal no durará sino hasta el día en que
se decretare la sucesión defi-nitiva.

Art. 1.311. Si la mujer optare por la disolución de la sociedad conyugal, serán separados
sus bienes propios y divi-didos los comunes, observándose lo dispuesto en el Libro IV
de este Código, sobre la sucesión provisoria.

Art. 1.312. Si el matrimonio se anulase, se observará en cuanto a la disolución de la


sociedad lo que está dispuesto en los artículos 221, 222 y 223.

Art. 1.313. Disuelta la sociedad por muerte de uno de los cónyuges, se procederá al
inventario y división de los bienes como se dispone en el Libro IV de este código, para
la división de las herencias.

Art. 1.314. Cuando haya de ejecutarse simultáneamente la liquidación de dos o más


sociedades conyugales contraí-das por una misma persona, se admitirá toda clase de
prueba, a falta de inventarios para determinar el interés de cada una; y en caso de duda,
los bienes se dividirán entre las diferentes sociedades, en proporción al tiempo de su
dura-ción, y a los bienes propios de cada uno de los socios.

Art. 1.315. Los gananciales de la sociedad conyugal se dividirán por iguales partes entre
los cónyuges, o sus herede-ros, sin consideración alguna al capital propio de los
cónyuges, y aunque alguno de ellos no hubiese llevado a la sociedad bienes algunos.

Art. 1.316. Si ha habido bigamia, y en el segundo matrimonio aparente, la mujer ha sido


de buena fe, la esposa legítima tiene derecho a la mitad de los gananciales adquiridos
hasta la disolución del matrimonio. La segunda mu-jer podrá repetir contra la parte de
gananciales del bígamo y contra los bienes introducidos por él durante el matri-monio
legítimo, los gananciales que le hubiesen correspondido durante su comunidad con él, si
el matrimonio hubiese sido legítimo.

Art. 1.316 bis. Los créditos de los cónyuges contra la sociedad conyugal al tiempo de la
disolución de ésta, se de-terminarán reajustándolos equitativamente, teniendo en cuenta
la fecha en que se hizo la inversión y las circunstan-cias del caso.

La sociedad conyugal se disuelve por:


- separación judicial de bs
- declaración de nulidad del matrimonio
- muerte de alguno de los cónyuges
- ausencia con presunción de fallecimiento (transcurridos 5 años desde el día presuntivo
de la muerte u 80 años desde el nacimiento del ausente, queda concluida y podrá
liquidarse la sociedad conyugal. Du-rante esos 5 años sólo el cónyuge presente podrá
pedir la disolución y liquidación, según el art. 1307. Después de dicho periodo, la
sociedad queda disuelta y también los herederos podrán solicitar la liqui-dación)
- separación personal
- divorcio vincular

Medidas precautorias
Tanto en el juicio donde se pide el divorcio o la separación personal, como en el que se
solicita la separación de bienes, cualquiera de los cónyuges puede solicitar al juez
medidas de seguridad idóneas para evitar que el otro cón-yuge realice actos de
administración o disposición de bienes que puedan poner en peligro, hacer inciertos o
defrau-dar los dchos patrimoniales del solicitante.
Sólo podrán pedir medidas precautorias sobre bs propios del otro cónyuge, no
invocando su calidad de socio en la sociedad conyugal, sino su carácter de acreedor –ej.,
para garantizar el pago de alimentos.

Art. 1306 – ultimo párrafo. Aclaración


“Producida la separación de hecho de los cónyuges, el que fuere culpable de ella no
tiene derecho a participar en los bienes gananciales que con posterioridad a la
separación aumentaron el patrimonio del no culpable”.
Esta parte del art. establece una forma particular de liquidación, porque se generaría una
injusticia si el inocente tuviera que compartir su patrimonio aumentado con el culpable.

Indivisión post-régimen
Existe indivisión cuando 2 o más personas tienen dchos en común sobre un bien o un
conjunto de bs, sin que exista división material de sus partes.
La indivisión post-comunitaria es la situación en que se halla la masa de bs gananciales
desde la disolución de la sociedad conyugal hasta la partición. Sobre esa masa tienen un
dcho de propiedad proindiviso, por partes iguales, los dos cónyuges si la disolución se
ha producido en vida de ambos, sustituidos por los sucesores universales de uno u otro
si la disolución deriva de la muerte de alguno de ellos. (Belluscio)

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Liquidación: normas generales. Matrimonios sucesivos con liquidación simultánea e


hipótesis de bigamia.

Desde la disolución, las masas jurídicamente se cristalizan; es decir, deben mantenerse,


en ppio, tal cual son al mo-mento de la disolución para, después del trámite de
liquidación, partir los mismos bienes que había en aquel momen-to. Por ello es que
después de la disolución ya no rige la libre administración y disposición del tiempo de
la sociedad conyugal, sino que cada cónyuge estará obligado a rendir ctas al otro por los
actos que realiza.

La liquidación comprende trámites, operaciones y actos destinados a establecer los


saldos líquidos de cada mas de gananciales, para realizar luego la partición.
Abarca los actos relativos a:
- el inventario de los bienes gananciales
- la determinación y el pago de las deudas de cada cónyuge ante 3ros
- la dilucidación del carácter ganancial o propio de algunos bienes
- la determinación de las recompensas que se adeuden entre sí las masas gananciales y
las masas propias
- la estimación del valor de los bienes comunes.

Formas de liquidación
Puede hacerse en forma privada por escritura pública, si las partes encuentran la manera
de realizarla sin necesidad de recurrir a intervención judicial, zanjando todas sus
diferencias.
También es posible que las partes, que realizan un acuerdo que zanja sus diferencias, e
incluye la partición, es decir, la forma en que se repartirán los bs, lo hagan por acuerdo
privado que se presenta al juez para su homologación (liquidación mixta).
No poniéndose de acuerdo los cónyuges para una de estas formas de liquidación y
partición, deberán recurrir al procedimiento judicial.

Convenios celebrados antes de la disolución


Los convenios sólo pueden ser celebrados después del momento en que queda disuelta
la sociedad conyugal; en un juicio contradictorio de separación personal o divorcio, sólo
podrán celebrarse con posterioridad a la sentencia que determina dicha disolución, no
obstante tener ésta carácter retroactivo. Ello es así por aplicación de los arts. 1218 y
1219 y por el carácter inmodificable que tiene el régimen de la sociedad conyugal,
según el cual, mientras ella está vigente, no puede ser objeto de negociación entre los
cónyuges el dcho a participar en los gananciales, ni tampoco es admisible un acuerdo
por el cual ellos se los distribuyen comos si la sociedad estuviera disuelta.

En el caso de divorcio o separación por presentación conjunta, se admite que con la


demanda se acompañen acuer-dos respecto de la liquidación y partición de la sociedad
conyugal. También podrán celebrarse durante el trámite del juicio. Además, considera el
autor que esta solución debe ser admitida en el caso que la demanda se funde en la
separación de hecho sin voluntad de unirse, sin atribución de culpas.

Inventario y tasación
En caso de no ponerse de acuerdo los cónyuges sobre la composición de las masas
gananciales, será necesario de-signar un perito inventariador.
Si no hay acuerdo de partes sobre los valores, es necesario designar un perito tasador.
La designación caerá en el perito cuyos conocimientos se vinculan con la materia a
tasar.
Podrá designarse en el mismo acto al perito inventariador y al perito tasador, para que
realicen conjuntamente las operaciones a su cargo.

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Partición. Concepto. Caracteres. Modos. Forma. Procedimiento. Convenios entre


cónyuges. Reconciliación. Resta-blecimiento del régimen matrimonial.

La cuenta particionaria es la operación por la cual se determinan los bienes que se


adjudican a cada una de las par-tes.
La partición puede practicarse en forma privada mediante el otorgamiento de escritura
pública, o también en forma mixta, a través de un convenio que se presenta al juez para
su homologación; o judicialmente.
Si no hay acuerdo entre los cónyuges, al partidor lo designará el juez.

Partición pedida por los acreedores


Los acreedores de los cónyuges pueden subrogarse en el dcho de éstos y pedir la
partición.

Formación de hijuelas de valor diferente


Hijuela: documento donde se reseñan los bs que tocan en una partición a c/u de los
partícipes.
Los cónyuges, al acordar por convenio la partición, pueden formar hijuelas de valor
diferente (los motivos pueden ser diversos, por ej., porque el marido tiene una mejor
posición económica que la mujer).
El art. 1315, que establece la división de bs por mitad, no es de orden público, pues tras
la disolución de la sociedad conyugal los esposos recuperan su capacidad dispositiva
para negociar entre sí sobre los gananciales, transar, y hasta hacer renuncia de éstos.
Incluso, habiendo recuperado su capacidad dispositiva, podrán compensar con fondos
propios los valores que se adjudican entre sí.
Esta posibilidad de formar hijuelas de valores diferentes y además, compensar con
sumas de dinero o con bs de carácter propio las adjudicaciones de bs gananciales,
facilita a los cónyuges la formación de la cuenta particionaria, ya que, de otro modo,
resultando difícil la división de los bs, sería necesario enajenar los bs, con el perjuicio
econó-mico que esto puede significar a las partes, para repartir el dinero en cantidades
exactamente iguales.

Lesión
El convenio realizado entre los cónyuges podrá ser atacado por uno de ellos si el otro,
explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de aquél, obtiene a través del convenio
una ventaja patrimonial evidentemente despropor-cionada y sin justificación (art. 954
CC).

Oposición a la liquidación de un inmueble


El art. 211 CC faculta al cónyuge que no dio causa a la separación o al divorcio, a
oponerse a la liquidación y parti-ción del inmueble que fue asiento del hogar conyugal,
y que él continuó ocupando durante el juicio, si ello le oca-siona grave perjuicio, lo cual
será evaluado por el juez.

Reconstitución de la sociedad conyugal


El art. 1304 CC dispone que la separación judicial de bs puede cesar por voluntad de los
cónyuges, si lo hiciere por escritura pública, o si el juez lo decretase a petición de
ambos. En tal caso, y al cesar la separación judicial de bs, éstos se restituyen al estado
anterior a la separación, como si ésta no hubiese existido.
Pero, si la separación de bs sobrevino por efecto de la disolución de la sociedad
conyugal que provoca la sentencia de separación personal -art. 1306- (es decir, que no
es que fue solicitada la separación judicial de bs), es del caso preguntarse si la
reconciliación que, como sabemos, restituye todo al estado anterior a la demanda (art.
234), tendrá como consecuencia dejar sin efecto la separación de bs, también con
carácter retroactivo.

Para un sector de la doctrina, la reconciliación tiene efectos en lo patrimonial, lo que


produciría de pleno dcho la cesación de la separación de bs.
Para otros autores, si los cónyuges reconciliados no cumplen con las exigencias de los
arts. 1304 y 1305 (escritura pública e inventario), subsistiría entre ellos la separación de
bs no obstante el restablecimiento pleno de la unión matrimonial.

Zannoni entiende que la reconciliación restablece de pleno dcho la sociedad conyugal


para el futuro, pero los bs que fueron con anterioridad liquidados y partidos quedarán en
el patrimonio de los cónyuges como propios salvo que, mediante el acto previsto en el
art. 1304, se haga cesar la separación también para el pasado, pues en caso contrario no
podrán alterarse las relaciones de titularidad que ha creado la liquidación, mediante la
entrega de los bs, su ins-cripción registral, etc.

Liquidación simultánea de sociedades conyugales sucesivas


Si una persona cuyo matrimonio se ha disuelto,y no ha realizado el trámite de
liquidación y partición de la soc con-yugal, contrae nuevo matrimonio, a la disolución
de esta segunda soc conyugal aparece la necesidad de liquidar y partir simultáneamente
las dos sociedades. En tal caso, se liquidarán y partirán, en ppio, conforme las reglas
comu-nes.
Es decir, si hay prueba suficiente del momento en que se incorporó c/u de los bs, se
separarán los propios de la 1era sociedad y se repartirán entre los primeros cónyuges los
gananciales de aquella 1era sociedad (o se repartirán entre uno de ellos y los herederos
del otro, en caso de fallecimiento)
Separadamente, tomará c/u de los cónyuges del 2do matrimonio los bs que les son
propios en relación con la segun-da sociedad, y se repartirán por mitades los gananciales
de ésta.
Pero puede suceder que haya dudas sobre el carácter que realmente les corresponde a
determinados bs, es decir, si son gananciales de una o de la otra sociedad. Para este
caso, el art. 1314 ofrece una regla práctica de solución, esta-bleciendo que “en caso de
duda, los bs se dividirán entre las diferentes sociedades, en proporción al tiempo de su
duración, y a los bs propios de c/u de los socios”.

Liquidación en caso de bigamia


Si ha habido bigamia, al disolverse la sociedad conyugal del matrimonio legítimo, los
dchos de participación de la cónyuge del bígamo se extienden respecto de todos los
gananciales acumulados hasta la disolución de aquella socie-dad conyugal, sin que
resulten afectados por la presencia de la 2da mujer.
Pero luego, a los efectos de la liquidación de la comunidad surgida entre los
contrayentes de la 2da unión, si la cón-yuge del bígamo ha sido de buena fe, tendrá el
dcho de repetir contra los bs del bígamo, hasta cubrir la totalidad de la hijuela que le
hubiera correspondido si hubiera sido legítimo su matrimonio.
Es posible que aplicando esta regla contenida en el art. 1316, el bígamo vea reducido a
una pequeña suma su dcho de participación en los gananciales acumulados durante la
2da unión. Pero ésta es la consecuencia de haber contraí-do un nuevo matrimonio
estando ya casado, y el legislador dispensa trato favorable al cónyuge que contrajo
matri-monio de buena fe, mediando un impedimento dirimente.

UNIDAD 8 – SEPARACION PERSONAL

La separación de cuerpos
La separación de cuerpos, o separación personal de los cónyuges, no disuelve el vínculo
matrimonial: se limita a hacer cesar el deber de cohabitación y, por lo tanto, no restituye
la aptitud nupcial que tienen los cónyuges separa-dos.

El divorcio
Se denomina divorcio vincular a la disolución del vínculo matrimonial mediante
sentencia judicial; restituye la apti-tud nupcial de los cónyuges.

Como soluciones que brinda la ley ante situaciones de conflicto matrimonial, la


separación personal y el divorcio vincular pueden aparecer como soluciones alternativas
o autónomas, o, finalmente, ser la separación de cuerpos una solución previa al divorcio
vincular.

Evolución del dcho argentino


El CC originario dispuso la celebración canónica entre personas católicas y, tratándose
de matrimonio entre católico y cristiano no católico autorizado por la Iglesia Católica, la
celebración que fuese práctica en la iglesia de la comu-nión a que perteneciere el esposo
no católico. Confirió a la autoridad eclesiástica el conocimiento y decisión sobre
impedimentos y dispensas, y también en las causas por divorcios.
Respecto al divorcio que correspondía decidir a los jueces civiles –o sea, el de los
matrimonios no autorizados- dispuso que consistía solamente en la separación personal
de los esposos, sin disolución del vínculo matrimonial.
De tal modo, los efectos de la sentencia no eran otros que la extinción del deber de
cohabitación, pero subsistía ex-presamente consagrado el deber de fidelidad, pudiendo
ser criminalmente acusado el que cometiera adulterio.
El CC consagró la subsistencia del deber de alimentos entre cónyuges divorciados.

Ley 2393 (1888)


Si bien secularizó el matrimonio consagrando la celebración civil obligatoria, mantuvo
la indisolubilidad del vínc por divorcio.
En su art. 64 establecía que el divorcio que autoriza consistía únicamente en la
separación personal de los esposos, sin que se disuelva el vínculo matrimonial.
El art. 67 enumeraba las causas de divorcio y el art 66 excluía el divorcio por mutuo
consentimiento de los esposos.

Ley 14394 (1955)


Incorpora un nuevo apartado que admitía la conversión de la separación personal de los
cónyuges en divorcio vincu-lar. Preveía que, transcurrido 1 año de la sentencia que
declaró la separación personal, cualquiera de los cónyuges podría present

UNIDAD 11 – ADOPCION

Disposiciones generales

Art. 311. La adopción de menores no emancipados se otorgará por sentencia judicial a


instancia del adoptante. La adopción de un mayor de edad o de un menor emancipado puede
otorgarse, previo consentimiento de éstos cuando:
1º Se trate del hijo del cónyuge del adoptante.
2º Exista estado de hijo del adoptado, debidamente comprobado por la autoridad judicial.

Art. 312. Nadie puede ser adoptado por más de una persona simultáneamente, salvo que los
adoptantes sean cónyu-ges.
Sin embargo, en caso de muerte del adoptante o de ambos cónyuges adoptantes, se podrá
otorgar una nueva adop-ción sobre el mismo menor.
El adoptante debe ser por lo menos 18 años mayor que el adoptado salvo cuando el cónyuge
supérstite adopta al hijo adoptado del premuerto.

Art. 313. Se podrá adoptar a varios menores de uno y otro sexo simultánea o sucesivamente.
Si se adoptase a varios menores todas las adopciones serán del mismo tipo. La adopción del
hijo del cónyuge siem-pre será de carácter simple.

Art. 314. La existencia de descendientes del adoptante no impide la adopción, pero en tal caso
aquellos podrán ser oídos por el juez o el Tribunal, con la asistencia del Asesor de Menores si
correspondiere.

Art. 315. Podrá ser adoptante toda persona que reúna los requisitos establecidos en este
Código cualquiera fuese su estado civil, debiendo acreditar de manera fehaciente e
indubitable, residencia permanente en el país por un período mínimo de 5 años anterior a la
petición de la guarda.
No podrán adoptar:
a) Quienes no hayan cumplido 30 años de edad, salvo los cónyuges que tengan más de 3 años
de casados. Aún por debajo de éste término, podrán adoptar los cónyuges que acrediten la
imposibilidad de tener hijos;
b) Los ascendientes a sus descendientes;
c) Un hermano a sus hermanos o medio hermanos.

Art. 316. El adoptante deberá tener al menor bajo su guarda durante un lapso no menor de 6
meses ni mayor de 1 año el que será fijado por el Juez.
El juicio de adopción solo podrá iniciarse transcurridos 6 meses del comienzo de la guarda.
La guarda deberá ser otorgada por el juez o tribunal del domicilio del menor o donde
judicialmente se hubiese com-probado el abandono del mismo.
Estas condiciones no se requieren cuando se adopte al hijo o hijos del cónyuge.

Art. 317. Son requisitos para otorgar la guarda:


a) Citar a los progenitores del menor a fin de que presten su consentimiento para el
otorgamiento de la guarda con fines de adopción. El juez determinará, dentro de los 60 días
posteriores al nacimiento, la oportunidad de dicha citación.
No será necesario el consentimiento cuando el menor estuviese en un establecimiento
asistencial y los padres se hubieran desentendido totalmente del mismo durante 1 año o
cuando el desamparo moral o material resulte evidente, manifiesto y continuo, y esta situación
hubiese sido comprobada por la autoridad Judicial. Tampoco será necesario cuando los padres
hubiesen sido privados de la patria potestad, o cuando hubiesen manifestado judicialmente su
expresa voluntad de entregar al menor en adopción.
b) Tomar conocimiento personal del adoptando;
c) Tomar conocimiento de las condiciones personales, edades y aptitudes del o de los
adoptantes teniendo en consideración las necesidades y los intereses del menor con la efectiva
participación del Ministerio Público, y la opinión de los equipos técnicos consultados a tal fin.
d) Iguales condiciones a las dispuestas en el inc anterior se podrán observar respecto de la flia
biológica.

El juez deberá observar las reglas de los incisos a), b) y c) bajo pena de nulidad.

Art. 318. Se prohíbe expresamente la entrega en guarda de menores mediante escritura


pública o acto administrati-vo.

Art. 319. El tutor sólo podrá iniciar el juicio de guarda y adopción de su pupilo una vez
extinguidas las obligaciones emergentes de la tutela.

Art. 320. Las personas casadas sólo podrán adoptar si lo hacen conjuntamente, excepto en los
siguientes casos:
a) Cuando medie sentencia de separación personal;
b) Cuando el cónyuge haya sido declarado insano, en cuyo caso deberá oírse al curador y al
Ministerio Pú-blico de Menores;
c) Cuando se declare judicialmente la ausencia simple, la ausencia con presunción de
fallecimiento o la desaparición forzada del otro cónyuge.

Art. 321. En el juicio de adopción deberán observarse las siguientes reglas:


a) La acción debe interponerse ante el juez o tribunal del domicilio del adoptante o del lugar
donde se otor-gó la guarda;
b) Son partes el adoptante y el Ministerio Público de Menores;
c) El juez o tribunal de acuerdo a la edad del menor y a su situación personal, oirá
personalmente, si lo juz-ga conveniente, al adoptado, conforme al derecho que lo asiste y a
cualquier otra persona que estime conveniente en beneficio del menor;
d) El juez o tribunal valorará si la adopción es conveniente para el menor teniendo en cuenta
los medios de vida y cualidades morales y personales del o de los adoptantes; así como la
diferencia de edad entre adoptante y adoptado;
e) El juez o tribunal podrá ordenar, y el Min Púb de Menores requerir las medidas de prueba o
informacio-nes que estimen convenientes;
f) Las audiencias serán privadas y el expediente será reservado y secreto. Solamente podrá ser
examinado por las partes, sus letrados sus apoderados y los peritos intervinientes;
g) El juez o tribunal no podrá entregar o remitir los autos, debiendo solamente expedir
testimonios de sus constancias ante requerimiento fundado de otro magistrado, quien estará
obligado a respetar el principio de reserva en protección del interés del menor;
h) Deberá constar en la sentencia que el adoptante se ha comprometido a hacer conocer al
adoptado su rea-lidad biológica;
i) El juez o tribunal en todos los casos deberá valorar el interés superior del menor.

Art. 322. La sentencia que acuerde la adopción tendrá efecto retroactivo a la fecha del
otorgamiento de la guarda.
Cuando se trate del hijo del cónyuge el efecto retroactivo será a partir de la fecha de
promoción de la acción.

CAPITULO II - Adopción plena

Art. 323. La adopción plena, es irrevocable. Confiere al adoptado una filiación que sustituye a la
de origen. El adop-tado deja de pertenecer a su familia biológica y se extingue el parentesco
con los integrantes de ésta así como todos sus efectos jurídicos, con la sola excepción de que
subsisten los impedimentos matrimoniales. El adoptado tiene en la familia del adoptante los
mismos derechos y obligaciones del hijo biológico.

Art. 324. Cuando la guarda del menor se hubiese otorgado durante el matrimonio y el período
legal se completara después de la muerte de uno de los cónyuges, podrá otorgarse la adopción
al sobreviviente y el hijo adoptivo lo será del matrimonio.

Art. 325. Sólo podrá otorgarse la adopción plena con respecto a los menores:
a) Huérfanos de padre y madre;
b) Que no tengan fijación acreditada;
c) Cdo se encuentren en un establecimiento asistencial y los padres se hubieran desentendido
totalmente del mismo durante un 1 o cuando el desamparo moral o material resulte evidente,
manifiesto y continuo, y esta situación hubiese sido comprobada por la autoridad judicial;
d) Cdo los padres hubiesen sido privados de la patria potestad;
e) Cdo hubiesen manifestado judicialmente su expresa voluntad de entregar al menor en
adopción.

En todos los casos deberán cumplirse los requisitos previstos en los artículos 316 y 317.

Art. 326. El hijo adoptivo llevará el primer apellido del adoptante, o su apellido compuesto si
éste solicita su agre-gación. En caso que los adoptantes sean cónyuges de distinto sexo, a
pedido de éstos podrá el adoptado llevar el apellido compuesto del padre adoptivo o agregar al
primero de éste, el primero de la madre adoptiva. En caso que los cónyuges sean de un mismo
sexo, a pedido de éstos podrá el adoptado llevar el apellido compuesto del cónyuge del cual
tuviera el primer apellido o agregar al primero de éste, el primero del otro. Si no hubiere
acuerdo acerca de qué apellido llevará el adoptado, si ha de ser compuesto, o sobre cómo se
integrará, los apellidos se ordenarán alfa-béticamente.
En uno y otro caso podrá el adoptado después de los 18 años solicitar esta adición.
Todos los hijos deben llevar el apellido y la integración compuesta que se hubiera decidido para
el primero de los hijos.
Si el o la adoptante fuese viuda o viudo y su cónyuge no hubiese adoptado al menor, éste
llevará el apellido del primero, salvo que existieran causas justificadas para imponerle el del
cónyuge premuerto.

Art. 327. Después de acordada la adopción plena no es admisible el reconocimiento del


adoptado por sus padres biológicos, ni el ejercicio por el adoptado de la acción de filiación
respecto de aquellos, con la sola excepción de la que tuviese por objeto la prueba del
impedimento matrimonial del artículo 323.

Art. 328. El adoptado tendrá dcho a conocer su realidad biológica y podrá acceder al expte de
adopción a partir de los 18 años de edad.

CAPITULO III - Adopción simple

Art. 329. La adopción simple confiere al adoptado la posición del hijo biológico; pero no crea
vínculo de parentesco entre aquél y la familia biológica del adoptante, sino a los efectos
expresamente determinados en este Código.
Los hijos adoptivos de un mismo adoptante serán considerados hermanos entre sí.

Art. 330. El juez o tribunal, cuando sea más conveniente para el menor o a pedido de parte por
motivos fundados, podrá otorgar la adopción simple.

Art. 331. Los dchos y deberes que resulten del vínculo biológico del adoptado no quedan
extinguidos por la adop-ción con excepción de la patria potestad, inclusive la administración y
usufructo de los bienes del menor que se transfieren al adoptante, salvo cuando se adopta al
hijo del cónyuge.

Art. 332. La adopción simple impone al adoptado el apellido del adoptante, pero aquél podrá
agregar el suyo propio a partir de los 18 años.
El cónyuge sobreviviente adoptante podrá solicitar que se imponga al adoptado el apellido de
su cónyuge premuerto si existen causas justificadas.

Art. 333. El adoptante hereda ab intestato al adoptado y es heredero forzoso en las mismas
condiciones que los padres biológicos; pero ni el adoptante hereda los bs que el adoptado
hubiera recibido a título gratuito de su flia biológica ni esta hereda los bs que el adoptado
hubiera recibido a título gratuito de su flia de adopción. En los demás bs los adoptantes
excluyen a los padres biológicos.

Art. 334. El adoptado y sus descendientes heredan por representación a los ascendientes de
los adoptantes; pero no son herederos forzosos. Los descendientes del adoptado heredan por
representación al adoptante y son herederos forzosos.

Art. 335. Es revocable la adopción simple:


a) Por haber incurrido el adoptado o el adoptante en indignidad de los supuestos previstos en
este Código para impedir la sucesión;
b) Por haberse negado alimentos sin causa justificada;
c) Por petición justificada del adoptado mayor de edad;
d) Por acuerdo de partes manifestado judicialmente, cuando el adoptado fuera mayor de edad.

La revocación extingue desde su declaración judicial y para lo futuro todos los efectos de la
adopción.

Art. 336. Después de la adopción simple es admisible el reconocimiento del adoptado por sus
padres biológicos y el ejercicio de la acción de filiación. Ninguna de estas situaciones alterará
los efectos de la adopción establecidos en el art 331.

CAPITULO IV - Nulidad e Inscripción

Art. 337. Sin perjuicio de las nulidades que resulten de las disposiciones de este Código:
1º; Adolecerá de nulidad absoluta la adopción obtenido en violación de los preceptos
referentes a:
a) La edad del adoptado;
b) La diferencia de edad entre adoptante y adoptado;
c) La adopción que hubiese tenido un hecho ilícito como antecedente necesario, incluido el
abandono su-puesto o aparente del menor proveniente de la comisión de un delito del cual
hubiera sido víctima el mismo y/o sus padres;
d) La adopción simultánea por más de una persona salvo que los adoptantes sean cónyuges;
e) la adopción de descendientes;
f) La adopción de hermanos y de medio hermanos entre sí.
2º; Adolecerá de nulidad relativa la adopción obtenido en violación de los preceptos referentes
a:
a) La edad mínima del adoptante;
b) Vicios del consentimiento.

Art. 338. La revocación o nulidad deberán inscribirse en el Registro del Estado Civil y Capacidad
de las Personas.

CAPITULO V - Efectos de la adopción conferida en el extranjero

Art. 339. La situación jurídica, los dchos y deberes del adoptante y adoptado entre sí, se regirán
por la ley del domi-cilio del adoptado al tiempo de la adopción, cuando ésta hubiera sido
conferida en el extranjero.

Art. 340. La adopción concedida en el extranjero de conformidad a la ley de domicilio del


adoptado podrá transfor-marse en el régimen de adopción plena en tanto se reúnan los
requisitos establecidos en este Código, debiendo acre-ditar dicho vínculo y prestar su
consentimiento adoptante y adoptado. Si este último fuese menor de edad deberá intervenir el
Ministerio Público de Menores.

Evolución

La institución que hoy conocemos, que tiene por objeto dar progenitores al menor de edad
que carece de ellos, o que, aun teniéndolos, no le ofrecen la atención, la protección o los
cuidados que la menor edad requiere, nada tiene que ver con la adopción conocida en siglos
anteriores.
Fueron en el pasado finalidades determinantes de la adopción, el afán de los hombres de
prolongar tras su muerte el culto de los dioses domésticos, el linaje, el nombre o la fortuna
fliar.

La historia de la moderna adopción comienza recién con la 1era Guerra Mundial y la


conmoción que produjo en los países europeos el espectáculo de la infancia desvalida;
perdidos los hogares de millones de niños, se buscó el palia-tivo a través de la adopción que se
convierte, entonces, en un medio de protección a la infancia desprovista de hogar.

En nuestro país, después de diversos proyectos presentados en el Congreso, debatidos y nunca


sancionados, se san-ciona en 1948 la ley 13252.

Ley 13252
Esta ley, supliendo el silencio que sobre la institución había mantenido el CC, acogió la forma
que hoy se conoce como adopción simple.

Ley 19134
Esta ley, del año 1971, incorporó a nuestro dcho la adopción plena, que se admitió respecto de
menores abandona-dos, sin filiación acreditada, huérfanos o cuyos padres hubieses perdido la
patria potestad. Sin perjuicio de esta adopción plena, se mantuvo la adopción simple respecto
de menores que no se hallaren en alguna de estas institu-ciones.

Ley 24779
Desde 1984 se sucedieron diversos proyectos legislativos de reforma a la ley 19134. Todos ellos
coincidían en man-tener el doble régimen de la adopción, pero trataban de flexibilizar
requisitos o suplir deficiencias advertidas en la aplicación de aquélla. Al cabo, se sanciona la ley
24779, que establece el régimen actual de adopción.

UNIDAD 12 – PATRIA POTESTAD

De la patria potestad

Art. 264. La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los
padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su protección y formación integral, desde
la concepción de éstos y mientras sean menores de edad y no se hayan emancipado.
Su ejercicio corresponde:
1°. En el caso de los hijos matrimoniales, a los cónyuges conjuntamente, en tanto no estén
separados o di-vorciados, o su matrimonio fuese anulado. Se presumirá que los actos
realizados por uno de ellos cuenta con el con-sentimiento del otro, salvo en los supuestos
contemplados en el artículo 264 quáter, o cuando mediare expresa opo-sición.
2° En caso de separación de hecho, separación personal, divorcio vincular o nulidad del
matrimonio, al pa-dre o madre que ejerza legalmente la tenencia, sin perjuicio del derecho del
otro de tener adecuada comunicación con el hijo y de supervisar su educación.
3° En caso de muerte de uno de los padres, ausencia con presunción de fallecimiento, privación
de la patria potestad, o suspensión de su ejercicio, al otro.
4° En el caso de los hijos extramatrimoniales, reconocidos por uno solo de los padres, a aquel
que lo hubie-re reconocido.
5° En el caso de los hijos extramatrimoniales reconocidos por ambos padres, a ambos, si
convivieren y en caso contrario, a aquél que tenga la guarda otorgada en forma convencional o
judicial, o reconocida mediante infor-mación sumaria.
6° A quien fuese declarado judicialmente el padre o madre del hijo, si no hubiese sido
voluntariamente re-conocido.

Art. 264 bis. Cdo ambos padres sean incapaces o estén privados de la patria potestad o
suspendidos en su ejercicio los hijos menores quedarán sujetos a tutela. Si los padres de un
hijo extramatrimonial fuesen menores no emancipa-dos, se preferirá a quien ejerza la patria
potestad sobre aquél de los progenitores que tenga al hijo bajo su amparo o cuidado,
subsistiendo en tal caso esa tutela aun cuando el otro progenitor se emancipe o cumpla la
mayoría de edad.
Art. 264 ter. En caso de desacuerdo entre los padres, cualquiera de ellos podrá acudir al juez
competente, quien resolverá lo más conveniente para el interés del hijo, por el procedimiento
más breve previsto por la ley local, previa audiencia de los padres con intervención del
Ministerio Pupilar. El juez podrá, aun de oficio, requerir toda la infor-mación que considere
necesaria, y oír al menor, si éste tuviese suficiente juicio, y las circunstancias lo aconsejaren. Si
los desacuerdos fueren reiterados o concurriere cualquier otra causa que entorpezca
gravemente el ejercicio de la patria potestad, podrá atribuirlo total o parcialmente a uno de los
padres o distribuir entre ellos sus funciones, por el plazo que fije, el que no podrá exceder de 2
años.

Art. 264 quater. En los casos de los incs. 1°, 2°, y 5° del art 264, se requerirá el consentimiento
expreso de ambos padres para los siguientes actos:
1° Autorizar al hijo para contraer matrimonio.
2° Inciso derogado
3° Autorizarlo para ingresar a comunidades religiosas, fuerzas armadas o de seguridad.
4° Autorizarlo para salir de la República.
5° Autorizarlo para estar en juicio.
6° Disponer de los bs inmuebles y dchos o muebles registrables de los hijos cuya
administración ejercen, con autorización judicial.
7° Ejercer actos de administración de los bs de los hijos, salvo que uno de los padres delegue la
administra-ción conforme lo previsto en el art 294.
En todos estos casos si uno de los padres no diere su consentimiento o mediara imposibilidad
para prestarlo, resolve-rá el juez lo que convenga al interés familiar.

Art. 265. Los hijos menores de edad están bajo la autoridad y cuidado de sus padres. Tienen
éstos la obligación y el derecho de criar a sus hijos, alimentarlos y educarlos conforme a su
condición y fortuna, no sólo con los bienes de los hijos, sino con los suyos propios.
La obligación de los padres de prestar alimentos a sus hijos, con el alcance establecido en
artículo 267, se extiende hasta la edad de 21 años, salvo que el hijo mayor de edad o el padre,
en su caso, acrediten que cuenta con recursos suficientes para proveérselos por sí mismo.

Art. 266. Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres. Aunque estén emancipados están
obligados a cuidarlos en su ancianidad y en estado de demencia o enfermedad y a proveer a
sus necesidades, en todas las circunstancias de la vida en que les sean indispensables sus
auxilios.
Tienen derecho a los mismos cuidados y auxilios los demás ascendientes.

Art. 267. La obligación de alimentos comprende la satisfacción de las necesidades de los hijos
en manutención, educación y esparcimiento, vestimenta, habitación, asistencia y gastos por
enfermedad.

Art. 268. La oblig de dar alimentos a los hijos no cesa aún cdo las necesidades de ellos
provengan de su mala con-ducta.
Art. 269. Si el menor de edad se hallare en urgente necesidad, que no pudiere ser atendido por
sus padres, los sumi-nistros indispensables que se efectuaren se juzgarán hechos con
autorización de ellos.

Art. 270. Los padres no están obligados a dar a sus hijos los medios de formar un
establecimiento, ni a dotar a las hijas.

Art. 271. En caso de divorcio vincular, separación personal, separación de hecho, o nulidad de
matrimonio, incumbe siempre a ambos padres el deber de dar alimento a sus hijos y educarlos,
no obstante que la tenencia sea ejercida por uno de ellos.

Art. 272. Si cualquiera de los padres faltare a esta obligación, podrá ser demandado por la
prestación de alimentos por el propio hijo, si fuese adulto, asistido por un tutor especial, por
cualquiera de los parientes, o por el ministerio de menores.

Art. 273. Artículo derogado

Art. 274. Los padres, sin intervención alguna de sus hijos menores, pueden estar en juicio por
ellos como actores o demandados, y a nombre de ellos celebrar cualquier contrato en los
límites de su administración señalados en este Código.

Art. 275. Los hijos menores no pueden dejar la casa de sus progenitores, o aquella que éstos le
hubiesen asignado, sin licencia de sus padres.
Tampoco pueden ejercer oficio, profesión o industria, ni obligar sus personas de otra manera
sin autorización de sus padres, salvo lo dispuesto en los art 128 y 283.

Art. 276. Si los hijos menores dejasen el hogar, o aquel en que sus padres los hubiesen puesto,
sea que ellos se hubiesen sustraído a su obediencia, o que otros los retuvieran, los padres
podrán exigir que las autoridades públicas les presten toda la asistencia que sea necesaria para
hacerlos entrar bajo su autoridad. También podrán acusar crimi-nalmente a los seductores o
corruptores de sus hijos, y a las personas que los retuvieren.

Art. 277. Los padres pueden exigir que los hijos que están bajo su autoridad y cuidado les
presten la colaboración propia de su edad, sin que ellos tengan dcho a reclamar pago o
recompensa.

Art. 278. Los padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir la conducta de sus hijos
menores. El poder de corrección debe ejercerse moderadamente, debiendo quedar excluidos
los malos tratos, castigos o actos que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a los
menores. Los jueces deberán resguardar a los menores de las correccio-nes excesivas de los
padres, disponiendo su cesación y las sanciones pertinentes si correspondieren.

Art. 279. Los padres no pueden hacer contrato alguno con los hijos que están bajo su patria
potestad.
Art. 280. Los padres no pueden hacer contratos de locación de los servicios de sus hijos
adultos, o para que apren-dan algún oficio sin asentimiento de ellos.

Art. 281. Artículo derogado

Art. 282. Si los padres o uno de ellos negaren su consentimiento al menor adulto para intentar
una acción civil co-ntra un 3ro, el juez, con conocimiento de los motivos que para ello tuviera el
oponente, podrá suplir la licencia, dando al hijo un tutor especial para el juicio.

Art. 283. Se presume que los menores adultos, si ejercieren algún empleo, profesión o
industria, están autorizados por sus padres para todos los actos y contratos concernientes al
empleo, profesión o industria, sin perjuicio de lo dispuesto en el art 131. Las obligaciones que
de estos actos nacieren, recaerán únicamente sobre los bs cuya admi-nistración y usufructo o
sólo el usufructo, no tuvieren los padres.

Art. 284. Los menores adultos ausentes del hogar con autorización de los padres, o en un país
extranjero, o en un lugar remoto dentro de la República, que tuviesen necesidad de recursos
para su alimento u otras necesidades urgen-tes, podrán ser autorizados por el juez del lugar o
por la representación diplomática de la República, según el caso, para contraer deudas que
satisfagan las necesidades que padecieren.

Art. 285. Los menores no pueden demandar a sus padres sino por sus intereses propios, y
previa autorización del juez, aun cuando tengan una industria separada o sean comerciantes.

Art. 286. El menor adulto no precisará la autorización de sus padres para estar en juicio, cdo
sea demandado crimi-nalmente, ni para reconocer hijos ni para testar.

Art. 287. Los padres tienen el usufructo de los bs de sus hijos matrimoniales o
extramatrimoniales voluntariamente reconocidos, que estén bajo su autoridad, con excepción
de los siguientes:
1. Los adquiridos mediante su trabajo, empleo, profesión o industria, aunque vivan en casa de
sus padres.
2. Los heredados por motivo de la indignidad o desheredación de sus padres.
3. Los adquiridos por herencia, legado o donación, cdo el donante o testador hubiera dispuesto
que el usu-fructo corresponde al hijo.

Art. 288. El usufructo de dichos bienes exceptuados, corresponde a los hijos.

Art. 289. Artículo derogado

Art. 290. Es implícita la cláusula de no tener los padres el usufructo de los bienes donados o
dejados a los hijos menores, cdo esos bienes fuesen donados o dejados con indicación del
empleo que deba hacerse de los respectivos frutos o rentas.

Art. 291. Las cargas del usufructo legal de los padres son:
1. Las que pesan sobre todo usufructuario, excepto la de afianzar.
2. Los gs de subsistencia y educación de los hijos, en proporción a la importancia del usufructo.
3. El pago de los intereses de los capitales que venzan durante el usufructo.
4. Los gs de enfermedad y entierro del hijo, como los del entierro y funerales del que hubiese
instituido por heredero al hijo.

Art. 292. Las cargas del usufructo legal son cargas reales. A los padres por hechos o por deudas
no se les puede embargar el goce del usufructo, sino dejándoles lo que fuese necesario para
llenar aquéllas.

Art. 293. Los padres son los administradores legales de los bienes de los hijos que están bajo su
potestad, con ex-cepción de los siguientes:
1° Los que hereden con motivo de la indignidad o desheredación de sus padres.
2° Los adquiridos por herencia, legado o donación cdo hubieran sido donados o dejados por
testamento ba-jo la condición de que los padres no los administren.

Art. 294. La administración de los bienes de los hijos será ejercida en común por los padres
cuando ambos estén en ejercicio de la patria potestad. Los actos conservatorios pueden ser
otorgados indistintamente por cualquiera de los padres.
Los padres podrán designar de común acuerdo a uno de ellos administrador de los bienes de
los hijos, pero en ese caso el administrador necesitará el consentimiento expreso del otro para
todos los actos que requieran también la autorización judicial. En caso de graves o persistentes
desacuerdos sobre la administración de los bienes, cualquiera de los padres podrá requerir al
juez competente que designe a uno de ellos administrador.

Art. 295. La condición que prive a los padres de administrar los bs donados o dejados a los
hijos, no los priva del dcho al usufructo.

Art. 296. En los 3 meses subsiguientes al fallecimiento de uno de los padres, el sobreviviente
debe hacer inventario judicial de los bs del matrimonio, y determinarse en él los bs que
correspondan a los hijos, so pena de no tener el usufructo de los bienes de los hijos menores.

Art. 297. Los padres no pueden, ni aun con autorización judicial, comprar por sí, ni por
interpuesta persona, bs de sus hijos aunque sea en remate público; ni constituirse cesionario
de créditos, dchos o acciones contra sus hijos; ni hacer partición privada con sus hijos de la
herencia del progenitor prefallecido, ni de la herencia, en que sean con ellos coherederos o
colegatarios; ni obligar a sus hijos como fiadores de ellos o de 3ros.
Necesitan autorización judicial para enajenar bienes de cualquier clase de sus hijos, constituir
sobre ellos dchos reales o transferir dchos reales que pertenezcan a sus hijos sobre bs de 3eros.

Art. 298. Igualmente necesitan autorización judicial para enajenar ganados de cualquier clase
que formen los esta-blecimientos rurales, salvo aquellos cuya venta es permitida a los
usufructuarios que tienen el usufructo de los reba-ños.

Art. 299. Los actos de los padres contra las prohibiciones de los 2 art anteriores son nulos y no
producen efecto alguno legal.

Art. 300. Los arrendamientos que los padres hagan de los bs de sus hijos, llevan implícita la
condición que acabarán cdo concluya la patria potestad.

Art. 301. Los padres perderán la administración de los bs de sus hijos, cdo ella sea ruinosa al
haber de los mismos, o se pruebe la ineptitud de ellos para administrarlos, o se hallen
reducidos a estado de insolvencia y concurso judicial de sus acreedores. En este último caso
podrán continuar con la administración, si los acreedores les permiten y no embargan su
persona.

Art. 302. Los padres aun insolventes, pueden continuar en la administración de los bs de sus
hijos, si dieren fianzas o hipotecas suficientes.

Art. 303. Removido uno de los padres de la administración de los bs, ésta corresponderá al
otro; si ambos fueren removidos, el juez la encargará a un tutor especial y éste entregará a los
padres, por mitades, el sobrante de las rentas de los bs, después de satisfechos los gs de
administración y de alimentos y educación de los hijos.

Art. 304. Los padres pierden la administración de los bs de los hijos cdo son privados de la
patria potestad, pero si lo fuesen por demencia, no pierden el dcho al usufructo de los bienes
de sus hijos.

Art. 305. Artículo derogado

Art. 306. La patria potestad se acaba:


1. Por la muerte de los padres o de los hijos;
2. Por profesión de los padres en institutos monásticos;
3. Por llegar los hijos a la mayor edad;
4. Por emancipación legal de los hijos sin perjuicio de la subsistencia del derecho de
administración de los bs adquiridos a título gratuito, si el matrimonio se celebró sin
autorización;
5. Por adopción de los hijos, sin perjuicio de la posibilidad de que se la restituya en caso de
revocación y nulidad de la adopción.

Art. 307. Cualquiera de los padres queda privado de la patria potestad:


1. Por ser condenado como autor, coautor, instigador o cómplice de un delito doloso contra la
persona o los bs de alguno de sus hijos, o como coautor, instigador o cómplice de un delito
cometido por el hijo.
2. Por el abandono que hiciere de alguno de sus hijos, para el que los haya abandonado, aun
cuando quede bajo guarda o sea recogido por otro progenitor o un 3ero.
3. Por poner en peligro la seguridad, la salud física o psíquica o la moralidad del hijo, mediante
malos tra-tamientos, ejemplos perniciosos, inconducta notoria o delincuencia.

Art. 308. La privación de la autoridad de los padres podrá ser dejada sin efecto por el juez si los
padres demostraran que, por circunstancias nuevas, la restitución se justifica en beneficio o
interés de los hijos.

Art. 309. El ejercicio de la autoridad de los padres queda suspendido mientras dure la ausencia
de los padres, judi-cialmente declarada conforme a los art 15 a 21 de la Ley N° 14.394. También
queda suspendido en caso de interdic-ción de alguno de los padres, o de inhabilitación según
el art 152 bis, incs 1° y 2°, hasta que sea rehabilitado, y en los supuestos establecidos en el art
12 del Código Penal.
Podrá suspenderse el ejercicio de la autoridad en caso de que los hijos sean entregados por sus
padres a un estable-cimiento de protección de menores. La suspensión será resuelta con
audiencia de los padres, de acuerdo a las cir-cunstancias del caso.

Art. 310. Si uno de los progenitores fuera privado o suspendido en el ejercicio de la patria
potestad, continuará ejer-ciéndola el otro. En su defecto, y no dándose el caso de tutela legal
por pariente consanguíneo idóneo, en orden de grado excluyente, el juez proveerá a la tutela
de las personas menores de edad.

Titularidad y ejercicio
La titularidad es el conjunto de facultades de los dchos y deberes que corresponden a ambos
padres.
El ejercicio es la facultad de actuar concretamente en virtud de esos dcho-deberes, y que
corresponde a uno u otro, o a ambos progenitores.

Modalidades de ejercicio
Puede ser:
- Unipersonal: cdo se concentran en un solo progenitor todas las facultades de ejercer la patria
potestad
- Conjunto: sistema conforme al cual los actos respecto de la vida y los bs de los menores,
deben ser de-cididos por ambos padres
- Indistinto: sistema que admite que los actos sean realizados por cualquier de los padres con
plena vali-dez.

Nuestra ley combina los sistemas de ejercicio conjunto e indistinto.

Régimen organizado para cdo los padres conviven:


El ejercicio corresponde “al padre y a la madre conjuntamente”, lo que entonces implica
establecer como régimen básico el ejercicio conjunto; sin embargo, “se presumirá que los actos
realizados por uno de ellos cuenta con el con-sentimiento del otro”, lo que permite que uno de
los padres pueda actuar en cualquiera de los múltiples actos coti-dianos que se vinculan con la
vida del hijo, sin necesitar del expreso consentimiento del otro. Pero, a su vez, esta posibilidad
halla en el art. 264 inc 1°, dos límites: la presunción no funcionará en los casos del art. 264
quater (que son los de mayor importancia), ni tampoco cdo mediare expresa oposición del otro
progenitor.
Régimen cdo los padres no conviven:
En este caso, el ejercicio de la patria potestad se concentra en el progenitor con quien convive
el menor, “sin perjui-cio del dcho del otro de tener adecuada comunicación con el hijo y de
supervisar su educación”.

APUNTES DE CLASE

Tener en cuenta
* La matrimonialidad no importa – lo que cuenta es la convivencia: cdo hay una ruptura de la
misma, el ejercicio pasa a un solo progenitor
* En el inc. 2 del art. 264, cuando habla del “ejercicio legal” de la tenencia, se entiende que fue
judicialmente confe-rida la guarda del menor, sea después de un trámite litigioso, sea por
convenio de los padres homologado judicial-mente.

UNIDAD 13- TUTELA

Concepto
La tutela es una institución destinada al cuidado y dirección de los menores de edad que no
están sujetos a patria potestad, sea porque ambos padres han muerto, o porque los menores
son de filiación desconocida, o porque aqué-llos han sido privados de la patria potestad.

Art. 377. La tutela es el derecho que la ley confiere para gobernar la persona y bienes del
menor de edad, que no está sujeto a la patria potestad, y para representarlo en todos los actos
de la vida civil.

Art. 378. Los parientes de los menores huérfanos están obligados a poner en conocimiento de
los magistrados el caso de orfandad, o la vacante de la tutela; si no lo hicieren, quedan
privados del derecho a la tutela que la ley les concede.

Funciones del tutor


- Debe dar protección y cuidado al menor, para lo cual tiene facultades de dirección,
corrección, de exi-gencia sobre la conducta personal de éste, similares a la de los padres.
- Deberá administrar y cuidar los bs del menor
- Es su representante legítimo

Caracteres de la tutela
La tutela es una función supletoria, pues opera cdo el menor no tiene padres en ejercicio de la
patria potestad.
Es unipersonal, ya que sólo puede ser ejercida por una sola persona (art. 386)
Es una función personalísima e inexcusable.

Art. 379. La tutela es un cargo personal, que no pasa a los herederos, y del cual nadie puede
excusarse sin causa suficiente.

Control del juez y del Ministerio de Menores


El ejercicio de la tutela se halla, permanentemente, bajo control del juez, ya que los menores
que carecen de padres, o cuyos progenitores han perdido la patria potestad o su ejercicio,
“quedarán bajo el patronato del Estado nacional o provincial” (art. 310), y este patronato es
ejercido a través de los jueces.
A su vez, en todos los actos y gestiones judiciales en que están interesados las personas o los bs
de menores o inca-paces, es necesaria la intervención promiscua del Ministerio de Menores.

Incapacidad para ser tutor


En ppio, todas las personas mayores de edad pueden ser tutores. Siempre debe ser una
persona física, ya que solo a través de la concentración en una persona de las facultades y
deberes atinentes a la conducción de la conducta y la atención de los intereses económicos del
menor, se logra una situación similar equivalente a la atención que tales aspectos reciben de
los padres.

Art. 398. No pueden ser tutores:


1° Los menores de edad;
2° Los mudos;
3° Los privados de razón;
4° Los que no tienen domicilio en la República;
5° Los fallidos, mientras no hayan satisfecho a sus acreedores;
6° El que hubiese sido privado de ejercer la patria potestad;
7° Los que tienen que ejercer por largo tiempo, o por tiempo indefinido, un cargo o comisión
fuera del terri-torio de la República;
8° Las mujeres, con excepción de la abuela, si se conservase viuda (se considera está
implícitamente dero-gado, luego de las reformas de las leyes 11357 y 17711);
9° El que no tenga oficio, profesión o modo de vivir conocido, o sea notoriamente de mala
conducta;
10° El condenado a pena infamante;
11° Los deudores o acreedores del menor por cantidades considerables;
12° Los que tengan, ellos o sus padres, pleito con el menor por su estado, o sus bienes;
13° El que hubiese malversado los bienes de otro menor, o hubiese sido removido de otra
tutela;
14° Los parientes que no pidieron tutor para el menor que no lo tenía;
15° Los individuos del ejército y de la marina que se hallen en actual servicio, incluso los
comisarios, mé-dicos y cirujanos;
16° Los que hubiesen hecho profesión religiosa.
Clases de tutela

- Tutela testamentaria
Los padres pueden designar tutor para sus hijos, a efectos que ejerza este cargo después de su
fallecimiento; tal de-signación puede hacerla c/u de los padres en su testamento o en escritura
pública.
Si c/u, en actos separados, designa tutor, se nombrará como tal al elegido por el progenitor que
ha muerto en último término.
Designado el tutor por el progenitor, el juez ante quien se presente el testamento o la escritura
pública, deberá con-firmar esa tutela. Analizará tanto el aspecto de la validez del testamento o
la escritura pública, como también la idoneidad del tutor para ser designado.

- Tutela legal
Si los padres no hubiesen elegido tutor, o el designado no fuese confirmado por el juez, o
posteriormente falleciera o fuera removido del cargo, el juez deberá nombrar a alguno de los
parientes que menciona el art. 390: abuelos, tíos, hnos o medio hnos del menor, sin distinción
de sexos.

- Tutela dativa
Si no existe ninguno de los parientes mencionados, o si el juez encuentra que ninguno de ellos
es idóneo, será él quien directamente designará al tutor (art. 392).
El art. 393 pone ciertos obstáculos a esa amplia facultad que se confiere a los jueces, para que
no pueda incurrirse en abusos designando a personas que tienen vínculos fliares próximos con
los jueces o intereses en relación a éstos o aun con otros jueces. Además, para asegurar la
mejor dedicación del tutor al cumplimiento de su cargo, y también para evitar indebidos
favores del juez a determinadas personas, se prohíbe designar a una misma persona tutor de
más de un menor de diferentes flias, salvo que se trate de filántropos reconocidos
públicamente como tales.

- Tutela especial
Se establece para un acto o un negocio especialmente determinado. Se designará tutor
especial al menor, aun estan-do bajo patria potestad, cdo sus intereses estén en oposición con
los de sus padres; o al menor que tiene tutor, cdo sus intereses económicos están opuestos a
los del tutor, o a los de otro pupilo de su tutor.
En los casos en que los padres conservan la patria potestad, pero están privados de la
administración de los bs de los hijos, también corresponderá designar tutor especial para tales
funciones.

Discernimiento de la tutela
Para que el tutor entre en funciones, el cargo debe serle discernido (art. 399). Este
discernimiento es el acto por el cual el juez inviste a una persona en el carácter de tutor.
El mismo se hace en acta judicial, dentro del mismo expte que se promueve con motivo de la
designación de tutor.

Art. 406. Para discernirse la tutela, el tutor nombrado o confirmado por el juez, debe asegurar
bajo juramento el buen desempeño de su administración.

Art. 407. Los actos practicados por el tutor a quien aún no se hubiere discernido la tutela, no
producirán efecto al-guno, respecto del menor; pero el discernimiento posterior importará una
ratificación de tales actos, si de ellos no resulta perjuicio al menor.

Art. 408. Discernida la tutela, los bs del menor no serán entregados al tutor, sino después que
judicialmente hubie-sen sido inventariados y avaluados, a menos que antes del discernimiento
de la tutela se hubiera hecho ya el inventa-rio y tasación de ellos.

Guarda del menor


El tutor tiene el dcho y el deber de ejercer la guarda del menor; es decir, tener consigo al
pupilo, viviendo en su propia casa.
Sólo se prevé el desmembramiento de la guarda en el caso del menor que recibe alimentos de
un pariente, quien entonces pueda solicitar al juez que aquél viva con él y puede encargarse,
asimismo, de su educación (art. 429).

Educación y alimentos
El tutor no está obligado a suministrar de su propio peculio lo necesario para educación y
alimentos del pupilo, pues para tales gastos se aplicarán las rentas necesarias de los bs del
menor (art. 429).
Si el pupilo no tuviere bs, el tutor, con autorización del juez, demandará por alimentos para el
pupilo a los parientes de éste (art. 428).
Si no hubiere parientes en condiciones de suministrar alimentos, el tutor podrá, con
autorización judicial, contratar el aprendizaje de un oficio (con consentimiento del menor), y
también podrá “ponerlo en otra casa” (art. 430), lo que significa que podrá colocarlo en casa de
un 3ero, o, en última instancia, en un establecimiento público o privado de beneficencia que
asuma la guarda del menor y, por tanto, los gs de educación y alimentos.

Representación del menor


El tutor es el representante legítimo del menor “en todos los negocios civiles” (art. 380), y
gestiona y administra los bs del menor en nombre de éste y sin necesidad de contar con el
concurso de su voluntad.

Responsabilidad del tutor por hechos ilícitos del pupilo


En cuanto a la responsabilidad indirecta o refleja del tutor por los daños derivados de los
hechos ilícitos del pupilo, cdo éste es mayor de 10 años, el art. 1114 remite a lo dispuesto
respecto de la responsabilidad de los padres en su-puestos similares.

Art. 433. El tutor responde de los daños causados por sus pupilos menores de 10 años que
habiten con él.
Art. 1.114. El padre y la madre son solidariamente responsables de los daños causados por sus
hijos menores que habiten con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad de los hijos si fueran
mayores de 10 años. En caso de que los padres no convivan, será responsable el que ejerza la
tenencia del menor, salvo que al producirse el evento dañoso el hijo estuviere al cuidado del
otro progenitor.
Lo establecido sobre los padres rige respecto de los tutores y curadores, por los hechos de las
personas que están a su cargo.

Inventario y avalúo de los bienes del pupilo


El tutor, antes que se le entreguen los bs, tras el discernimiento de la tutela, debe hacer
inventario y avalúo de aqué-llos, para recién después entrar en su administración.
El inventario que se debe practicar tiene varias finalidades, servirá para:
- pedir rendición de cuentas al tutor y poder controlarlas;
- conocer cuáles son las rentas que pueden producir los bs del pupilo para que el juez autorice
la extracción de fondos para atender los gs vinculados al menor;
- la eventual acción de daños y perjuicios contra el tutor

Los padres, al designar tutor en testamento o escritura, no pueden eximirlo de la obligación de


rendir ctas.
En caso que el inventario no hubiese sido hecho por el tutor en el plazo señalado por el juez,
podrá ser removido de su cargo.

Reglas generales en materia de administración.


El art. 413 establece que el tutor debe administrar los bs del menor como un buen padre de
flia, y es responsable por todo perjuicio que resulte de la falta de cumplimiento de sus deberes.
Esto implica que para los gastos que son necesarios para la conservación de los bienes, así
como también para todos los actos de administración ordinaria (lo que hace al
desenvolvimiento cotidiano de la vida del menor), el tutor actúa sin necesidad de autorización
judicial.

Art. 438. El juez puede conceder licencia para la vta de los bs raíces de los menores, en los
casos siguientes:
1° Cdo las rentas del pupilo fuesen insuficientes para los gastos de su educación y alimentos;
2° Cdo fuese necesario pagar deudas del pupilo, cuya solución no admita demora, no habiendo
otros bienes, ni otros recursos para ejecutar el pago;
3° Cdo el inmueble estuviese deteriorado, y no pudiera hacerse su reparación sin enajenar otro
inmueble o contraer una deuda considerable;
4° Cdo la conservación del inmueble por más tiempo, reclamara gastos de gran valor;
5° Cdo el pupilo posea un inmueble con otra persona, y la continuación de la comunidad le
fuese perjudi-cial;
6° Cdo la enajenación del inmueble haya sido convenida por el anterior dueño, o hubiese
habido tradición del inmueble, o recibo del precio, o parte de él;
7° Cdo el inmueble hiciese parte integrante de algún establecimiento del comercio o industria,
que hubiese tocado en herencia al pupilo, y que deba ser enajenado con el establecimiento.
Art. 443. El tutor necesita la autorización del juez para los casos siguientes:
1° Para vender todas o la mayor parte de las haciendas de cualquier clase de ganado, que
formen un esta-blecimiento rural del menor;
2° Para pagar deudas pasivas del menor, si no fuesen de pequeñas cantidades;
3° Para todos los gastos extraordinarios que no sean de reparación o conservación de los bis;
4° Para repudiar herencias, legados o donaciones que se hiciesen al menor;
5° Para hacer transacciones o compromisos sobre los derechos de los menores;
6° Para comprar inmuebles para los pupilos, o cualesquiera otros objetos que no sean
estrictamente necesa-rios para sus alimentos y educación;
7° Para contraer empréstitos a nombre de los pupilos;
8° Para tomar en arrendamiento bienes raíces, que no fuesen la casa de habitación;
9° Para remitir créditos a favor del menor, aunque el deudor sea insolvente;
10° Para hacer arrendamiento de bs raíces del menor que pasen del tiempo de 5 años. Aun los
que se hicie-ran autorizados por el juez llevan implícita la condición de terminar a la mayor
edad del menor, o antes si contrajere matrimonio, aun cuando el arrendamiento sea por
tiempo fijo;
11° Para todo acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés cualquiera de los
parientes del tutor, hasta el 4to grado, o sus hijos naturales o alguno de sus socios de comercio;
12° Para hacer continuar o cesar los establecimientos de comercio o industria que el menor
hubiese hereda-do, o en que tuviera alguna parte;
13° Prestar dinero de sus pupilos. La autorización sólo se concederá si existen garantías reales
suficientes.

Art. 450. Son prohibidos absolutamente al tutor, aunque el juez indebidamente lo autorice, los
actos siguientes:
1° Comprar o arrendar por sí, o por persona interpuesta, bs muebles o inmuebles del pupilo, o
venderle o arrendarle los suyos, aunque sea en remate público; y si lo hiciere, a más de la
nulidad de la compra, el acto será tenido como suficiente para su remoción, con todas las
consecuencias de las remociones de los tutores por conducta dolosa;
2° Constituirse cesionario de créditos o derechos o acciones contra sus pupilos, a no ser que las
cesiones re-sultasen de una subrogación legal;
3° Hacer con sus pupilos contratos de cualquier especie;
4° Aceptar herencias deferidas al menor, sin beneficio de inventario;
5° Disponer a título gratuito de los bs de sus pupilos, a no ser que sea para prestación de
alimentos a los pa-rientes de ellos, o pequeñas dádivas remuneratorias, o presentes de uso;
6° Hacer remisión voluntaria de los derechos de sus pupilos;
7° Hacer o consentir particiones privadas en que sus pupilos sean interesados;
8° Inciso derogado
9° Obligar a los pupilos, como fiadores de obligaciones suyas o de otros.

Obligación de llevar cuentas (art. 458)


El tutor está obligado a llevar cuentas documentadas de las rentas que percibe del menor y de
los gastos que hace en beneficio de éste.

Rendición de cuentas (art. 459)


El tutor está obligado a rendir cuentas, debiendo respaldar éstas en los asientos y documentos
que debe conservar para ello, tanto a la finalización de la tutela, como durante ésta si lo solicita
el ministerio de menores o si lo solicita el menor mismo, si es mayor de 18 años. También
pueden solicitarlas, el juez de oficio o los parientes del menor.

Gratuidad de la tutela y retribución al tutor


La regla es que la tutela se desempeña gratuitamente. Sólo si el pupilo tiene bs que producen
frutos civiles y natura-les, el tutor tendrá dcho a una retribución equivalente a la décima parte
de los frutos líquidos de los bs del menor, es decir, deduciendo los gastos que se debieron
hacer para producir dichos frutos, explotar bs, pagar las cargas e im-puestos (art. 451)
Si el tutor o sus descendientes contraen matrimonio con el menor antes de fenecer la tutela y
aprobarse las cuentas de su administración, aquél perderá el dcho a cobrar la asignación.
También lo perderá si fuere removido de la tutela por culpa grave.

Cesación de la tutela (art. 455)


Se produce por:
- muerte o interdicción del tutor o del menor;
- mayoría de edad o emancipación por matrimonio del pupilo
- recuperar la patria potestad el progenitor
- reconocimiento de la paternidad o la maternidad, cdo tenía filiación desconocida
- excusación o remoción del tutor

UNIDAD 14 – CURATELA

Curatela a los incapaces mayores de edad

Art. 468. Se da curador al mayor de edad incapaz de administrar sus bienes.


Art. 469. Son incapaces de administrar sus bienes, el demente aunque tenga intervalos lúcidos,
y el sordomudo que no sabe leer ni escribir.
Art. 470. La declaración de incapacidad y nombramiento de curador pueden pedirla al juez, el
ministerio de meno-res y todos los parientes del incapaz.
Art. 471. El juez, durante el juicio, puede, si lo juzgase oportuno, nombrar un curador interino a
los bienes, o un interventor en la administración del demandado por incapaz.
Art. 472. Si la sentencia que concluya el juicio, declarase incapaz al demandado, serán de
ningún valor los actos posteriores de administración que el incapaz celebrare.
Art. 473. Los anteriores a la declaración de incapacidad podrán ser anulados, si la causa de la
interdicción declarada por el juez, existía públicamente en la época en que los actos fueron
ejecutados.
Si la demencia no era notoria, la nulidad no puede hacerse valer, haya habido o no sentencia de
incapacidad, contra contratantes de buena fe y a título oneroso.
Art. 474. Después que una persona haya fallecido, no podrán ser impugnados sus actos entre
vivos, por causa de incapacidad, a no ser que ésta resulte de los mismos actos, o que se hayan
consumado después de interpuesta la demanda de incapacidad.
Esta disposición no rige si se demostrare la mala fe de quien contrató con el fallecido.
Art. 475. Los declarados incapaces son considerados como los menores de edad, en cuanto a
su persona y bienes. Las leyes sobre la tutela de los menores se aplicarán a la curaduría de los
incapaces.
Art. 476. El cónyuge es el curador legítimo y necesario de su consorte, declarado incapaz.
Art. 477. Los hijos mayores de edad, son curadores de su padre o madre viudo declarado
incapaz. Si hubiera dos o más hijos, el juez elegirá el que deba ejercer la curatela.
Art. 478. Cualquiera de los padres es curador de sus hijos solteros, divorciados o viudos que no
tengan hijos mayo-res de edad, que puedan desempeñar la curatela.
Art. 479. En todos los casos en que el padre o madre puede dar tutor a sus hijos menores de
edad, podrá también nombrar curadores por testamento a los mayores de edad, dementes o
sordomudos.
Art. 480. El curador de un incapaz que tenga hijos menores es también tutor de éstos.
Art. 481. La obligación principal del curador del incapaz será cuidar que recobre su capacidad, y
a este objeto se han de aplicar con preferencia las rentas de sus bienes.
Art. 482. No podrá ser privado de su libertad personal el declarado incapaz por causa de
enfermedad mental o adic-ciones, salvo en los casos de riesgo cierto e inminente para sí o para
terceros, quien deberá ser debidamente evalua-do por un equipo interdisciplinario del servicio
asistencial con posterior aprobación y control judicial.
Las autoridades públicas deberán disponer el traslado a un establecimiento de salud para su
evaluación a las perso-nas que por padecer enfermedades mentales o adicciones se
encuentren en riesgo cierto e inminente para sí o para 3ros.
A pedido de las personas enumeradas en el art 144 el juez podrá, previa información sumaria,
disponer la evaluación de un equipo interdisciplinario de salud para las personas que se
encuentren afectadas de enfermedades mentales y adicciones, que requieran asistencia en
establecimientos adecuados aunque no justifiquen la declaración de incapa-cidad o
inhabilidad.
Art. 483. El declarado incapaz no puede ser transportado fuera de la República sin expresa
autorización judicial, dada por el consejo cuando menos, de dos médicos, que declaren que la
medida es conveniente a su salud.
Art. 484. Cesando las causas que hicieron necesaria la curatela, cesa también ésta por la
declaración judicial que levante la interdicción.

Curadores a los bienes

Art. 485. Los curadores a los bienes podrán ser dos o más, según lo exigiese la administración
de ellos.
Art. 486. Se dará curador a los bienes del difunto cuya herencia no hubiese sido aceptada, si no
hubiese albacea nombrado para su administración.
Art. 487. Si hubiese herederos extranjeros del difunto, el curador de los bienes hereditarios
será nombrado con arre-glo a los tratados existentes con las naciones a que los herederos
pertenezcan.
Art. 488. Los curadores de los bienes están sujetos a todas las trabas de los tutores o
curadores, y sólo podrán ejer-cer actos administrativos de mera custodia y conservación, y los
necesarios para el cobro de los créditos y pago de las deudas.
Art. 489. A los curadores de los bienes corresponde el ejercicio de las acciones y defensas
judiciales de sus repre-sentados; y las personas que tengan créditos contra los bienes, podrán
hacerlos valer contra los respectivos curado-res.
Art. 490. La curaduría de bienes se acaba por la extinción de éstos, o por haberse entregado a
aquellos a quienes pertenecían.

UNIDAD 15 - ALIMENTOS

Derechos y obligaciones de los parientes

Art. 367. Los parientes por consanguinidad se deben alimentos en el orden siguiente:
1° Los ascendientes y descendientes. Entre ellos estarán obligados preferentemente los más
próximos en grado y a igualdad de grados los que estén en mejores condiciones para
proporcionarlos.
2° Los hermanos y medio hermanos.
La obligación alimentaria entre los parientes es recíproca.

Art. 368. Entre los parientes por afinidad únicamente se deben alimentos aquellos que están
vinculados en 1° grado.

Art. 369. Artículo derogado

Art. 370. El pariente que pida alimentos, debe probar que le faltan los medios para
alimentarse, y que no le es posi-ble adquirirlos con su trabajo, sea cual fuese la causa que lo
hubiere reducido a tal estado.

Art. 371. El pariente que prestase o hubiese prestado alimentos voluntariamente o por decisión
judicial, no tendrá derecho a pedir a los otros parientes cuota alguna de lo que hubiere dado,
aunque los otros parientes se hallen en el mismo grado y condición que él.

Art. 372. La prestación de alimentos comprende lo necesario para la subsistencia, habitación y


vestuario correspon-diente a la condición del que la recibe, y también lo necesario para la
asistencia en las enfermedades.

Art. 373. Cesa la obligación de prestar alimentos si los descendientes en relación a sus
ascendientes, o los ascen-dientes en relación a sus descendientes cometieren algún acto por el
que puedan ser desheredados.
Art. 374. La obligación de prestar alimentos no puede ser compensada con obligación alguna,
ni ser objeto de tran-sacción; ni el derecho a los alimentos puede renunciarse ni transferirse
por acto entre vivos o muerte del acreedor o deudor de alimentos, ni constituir a terceros
derecho alguno sobre la suma que se destine a los alimentos, ni ser ésta embargada por deuda
alguna.

Art. 375. El procedimiento en la acción de alimentos, será sumario, y no se acumulará a otra


acción que deba tener un procedimiento ordinario; y desde el principio de la causa o en el
curso de ella, el juez, según el mérito que arroja-ren los hechos, podrá decretar la prestación
de alimentos provisorios para el actor, y también las expensas del pleito, si se justificare
absoluta falta de medios para seguirlo.

Art. 376. De la sentencia que decrete la prestación de alimentos, no se admitirá recurso alguno
con efecto suspensi-vo, ni el que recibe los alimentos podrá ser obligado a prestar fianza o
caución alguna de volver lo recibido, si la sentencia fuese revocada.

Art. 376 bis. Los padres tutores o curadores de menores e incapaces o a quienes tengan a su
cuidado personas ma-yores de edad enfermas o imposibilitadas deberán permitir la visita de
los parientes que conforme a las disposiciones del presente Capítulo, se deban recíprocamente
alimentos. Si se dedujere oposición fundada en posibles perjuicios a la salud moral o física de
los interesados el juez resolverá en trámite sumario lo que corresponda, estableciendo en su
caso el régimen de visitas más conveniente de acuerdo a las circunstancias del caso.

CPCCN

Art. 638. - La parte que promoviere juicio de alimentos deberá, en un mismo escrito:
1) Acreditar el título en cuya virtud los solicita.
2) Denunciar, siquiera aproximadamente, el caudal de quien deba suministrarlos.
3) Acompañar toda la documentación que tuviere en su poder y que haga a su derecho, de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 333.
4) Ofrecer la prueba de que intentare valerse. Si se ofreciere prueba testimonial, los testigos
declararán en primera audiencia.

AUDIENCIA PRELIMINAR
Art. 639. - El juez, sin perjuicio de ordenar inmediatamente las medidas probatorias que fueren
solicitadas, señalará una audiencia que tendrá lugar dentro de un plazo que no podrá exceder
de DIEZ (10) días, contado desde la fecha de la presentación.
En dicha audiencia, a la que deberán comparecer las partes personalmente y el representante
del ministerio pupilar, si correspondiere, el juez procurará que aquéllas lleguen a un acuerdo
directo, en cuyo caso, lo homologará en ese mismo acto, poniendo fin al juicio.

INCOMPARECENCIA INJUSTIFICADA DEL ALIMENTANTE. EFECTOS


Art. 640. - Cuando, sin causa justificada, la persona a quien se le requieren alimentos no
compareciere a la audiencia prevista en el artículo anterior, en el mismo acto el juez dispondrá:
1) La aplicación de una multa, a favor de la otra parte, que fijará entre $150.000 y $3.000.000 y
cuyo im-porte deberá depositarse dentro del 3er. día contado desde la fecha en que se notificó
la providencia que la impuso.
2) La fijación de una nueva audiencia que tendrá lugar dentro de quinto día, la que se notificará
con habili-tación de día y hora, bajo apercibimiento de establecer la cuota alimentaria de
acuerdo con las pretensiones de la parte actora y lo que resulte del expediente.

INCOMPARECENCIA INJUSTIFICADA DE LA PARTE ACTORA. EFECTOS


Art. 641. - Cuando quien no compareciere sin causa justificada a la audiencia que prevé el art
639 fuere la parte actora, el juez señalará nueva audiencia, en la misma forma y plazo previstos
en el artículo anterior, bajo apercibi-miento de tenerla por desistida de su pretensión si no
concurriese.

INCOMPARECENCIA JUSTIFICADA
Art 642. - A la parte actora y a la demandada se les admitirá la justificación de la
incomparecencia por 1 sola vez. Si la causa subsistiese, aquéllas deberán hacerse representar
por apoderado, bajo apercibimiento de lo dispuesto en los art 640 y 641, según el caso.

INTERVENCION DE LA PARTE DEMANDADA


Art. 643. - En la audiencia prevista en el art 639, el demandado, para demostrar la falta de
título o derecho de quien pretende los alimentos, así como la situación patrimonial propia o de
la parte actora, sólo podrá:
1) Acompañar prueba instrumental.
2) Solicitar informes cuyo diligenciamiento no podrá postergar, en ningún caso, el plazo fijado
en el art 644.
El juez al sentenciar valorará esas pruebas para determinar el monto de la pensión, o para
denegarla, en su caso.

SENTENCIA
Art. 644. - Cuando en la oportunidad prevista en el art 639 no se hubiere llegado a un acuerdo,
el juez, sin necesidad de petición de parte, deberá dictar sentencia dentro de 5 días, contados
desde que se hubiese producido la prueba ofrecida por la parte actora. Admitida la pretensión,
el juez fijará la suma que considere equitativa y la mandará abonar por meses anticipados,
desde la fecha de interposición de la mediación.
Las cuotas mensuales a que se refiere este art, como también las suplementarias previstas en
el siguiente, devenga-rán intereses desde la fecha fijada en la sentencia para el pago de cada
una de ellas.

ALIMENTOS ATRASADOS
Art. 645. - Respecto de los alimentos que se devengaren durante la tramitación del juicio, el
juez fijará una cuota suplementaria, de acuerdo con las disposiciones sobre inembargabilidad
de sueldos, jubilaciones y pensiones, la que se abonará en forma independiente.
La inactividad procesal del alimentario crea la presunción, sujeta a prueba en contrario, de su
falta de necesidad y, con arreglo a las circunstancias de la causa, puede determinar la
caducidad del derecho a cobrar las cuotas atrasadas referidas al período correspondiente a la
inactividad.
La caducidad no es aplicable a los beneficiarios menores de edad; tampoco, cuando la aparente
inactividad del inte-resado es provocada por la inconducta del alimentante.

PERCEPCION
Art. 646. - Salvo acuerdo de partes, la cuota alimentaria se depositará en el banco de depósitos
judiciales y se entre-gará al beneficiario a su sola presentación. Su apoderado únicamente
podrá percibirla cuando existiere resolución fundada que así lo ordenare.

RECURSOS
Art. 647. - La sentencia que deniegue los alimentos será apelable en ambos efectos. Si los
admitiere, el recurso se concederá en efecto devolutivo. En este último supuesto, una vez
deducida la apelación, se expedirá testimonio de la sentencia, el que se reservará en el juzgado
para su ejecución, remitiéndose inmediatamente las actuaciones a la cámara.

CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA
Art. 648. - Si dentro del 5to día de intimado el pago, la parte vencida no lo hubiere hecho
efectivo, sin otra sustan-ciación se procederá al embargo y se decretará la venta de los bienes
necesarios para cubrir el importe de la deuda.

DIVORCIO DECRETADO POR CULPA DE UNO O DE AMBOS CONYUGES


Art. 649. - Cuando se tratase de alimentos fijados a favor de 1 de los cónyuges durante la
sustanciación del juicio de divorcio, y recayese sentencia definitiva decretándolo por culpa de
aquél o de ambos, la obligación del alimentante cesará de pleno derecho, sin perjuicio de lo
dispuesto en el art 80 de la ley de matrimonio civil.

TRAMITE PARA LA MODIFICACION O CESACION DE LOS ALIMENTOS


Art. 650. - Toda petición de aumento, disminución, cesación o coparticipación en los alimentos,
se sustanciará por las normas de los incidentes en el proceso en que fueron solicitados. Este
trámite no interrumpirá la percepción de las cuotas ya fijadas.
En el incidente de aumento de la cuota alimentaria, la nueva cantidad fijada rige desde

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