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ENSAYO

SOCIOLOGÍA DEL DELITO

La delincuencia es uno de los fenómenos sociales más importantes que nuestras


sociedades tienen planteados, y es uno de los problemas criminológicos internacionalmente
preferidos desde el siglo pasado, pues, las manifestaciones de la conducta que llaman
socialmente la atención de forma negativa pueden observarse, por lo general, mejor entre los
jóvenes que en la población adulta. Así mismo, la delincuencia es un fenómeno de ámbito
mundial, pues se extiende desde los rincones más alejados de la ciudad industrializada hasta
los suburbios de las grandes ciudades, desde las familias ricas o acomodadas hasta las más
pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra
civilización.

El proceso de socialización es igual para todos los habitantes del planeta. Sin
embargo, existen sus excepciones con respecto a la manera que se produce esa socialización
de acuerdo a las diferentes culturas. Existen diferentes teorías que explican el proceso de
socialización del ser humano, una de las más comunes viene de la mano de Jean Piaget,
Sigmud Freud. Es precisamente en ese proceso de socialización donde las personas adquieren
o no una sana personalidad o una conducta “desviada hacia el plano delictivo”. Son tantos
los factores que influyen, pero principalmente la familia, la escuela, los grupos, los amigos,
la comunidad. No existe una teoría absoluta, ni afirmaciones definitivas responsables en la
incidencia delictiva que haga manifestar una conducta desviada en el sujeto, como para
catalogarlo como un “delincuente”; pero antes de dar un juicio valorativo se debe comprender
el contexto social en el que se encuentra inmersa la familia. Cuando un individuo interacciona
con el mundo que lo rodea se da un proceso por el cual los nuevos miembros de una sociedad
se familiarizan con los elementos fundamentales de su cultura, significa los medios con los
que llegamos a ser miembros de una sociedad humana (Light, Keller y Cal houn;1991).

Uno de los elementos más obvios como lo indica Johnson (1960) es que la
socialización se da en el sujeto gradualmente. Por ello, ese proceso de aprendizaje se divide
en cuatro etapas en donde el hombre internaliza y asume roles significativos para él y en
donde los agentes socializadores contribuyen a desencadenar una conducta desviada o
delictiva en el hombre. Primera etapa (en esta etapa el niño atraviesa por una etapa llamada
“identificación primaria” en donde éste aprende dos roles: dependencia oral con la madre y
cuando se ha sensibilizado al placer difusamente erótico del contacto corporal con la misma).
Segunda etapa (el niño aprende hábitos de higiene y muestra afectos principalmente con su
madre). Tercera etapa (abarca desde el cuarto año hasta la pubertad). Cuarta etapa (en esta
etapa el joven se emancipa cada vez más del control de sus padres, esto debido a la tensión
que produce demandas de independencia muchos mayores).
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Entre la evidencia criminológica encontrada según Gabaldon (1987), puede revelarse


que el tema de la disfuncionalidad familiar ha explicado en gran manera la reacción de la
conducta delictiva en el hombre, sin distinciones de contextos socioculturales y políticos.
Entre estas disfunciones se tiene: el divorcio, uniones libres y el concubinato especulando
sobre aspectos traumáticos de la falta de figura paterna como fuente de inestabilidad
emocional y de falta de conducción y vigilancia, como es el caso venezolano. A la vez decir
que otro de los elementos posibles es el comportamiento inmoral y criminal de los padres y
otros parientes del niño en el hogar.

En el mismo orden de ideas, se habla de la inadaptación al medio obligatorio que el niño


pueda tener en la escuela como comunidad de acceso, medido de alguna manera por el retardo
escolar, actitudes y conductas escolares poco apropiadas para el desarrollo de las actividades
normales de enseñanza, como desatención, descuido de las tareas, pereza, hiperactividad,
proclividad al abandono, infelicidad y nerviosismo, según juicios emitidos por los mismos
maestros. Esto supone que el desajuste escolar se manifiesta especialmente, pues el
delincuente proviene de hogares donde el sistema de valores no concuerda con el de la
escuela y su situación es inapropiada para aprovechar aquellas cosas que la escuela afirma
que son buenas para él.

En este mismo orden de ideas, los agentes socializantes son influyentes e inevitables
en el hombre ya que contribuyen en gran manera al proceso de interiorización de valores y
pautas de conducta frente a la sociedad lo que puede desencadenar de termina as reacciones
delictivas dependiendo de la situación de cada individuo, de la base familiar que corresponda,
de las necesidades intrínsecas y externas del sujeto, de la presión social, de las carencias
afectivas, entre otros. Lo que no puede dejarse a un lado, ni obviarse, es que la familia cumple
un papel revelador en este proceso y que la inestabilidad que se suscita con respecto a la
misma en Venezuela ha conllevado a desencadenar un auge delictivo incontrolable por la
sociedad y hasta por el mismo Estado. Esto lleva finalmente a plantear y a reflexionar que el
modo que influye los agentes socializadores en el hombre es relativo y no hay al guna teoría
absoluta ni otra explicación final que determine sobre cuál es la responsable en la incidencia
delictiva y que haga manifestar una conducta desviada en el sujeto, quien luego cometa un
hecho y la sociedad lo catalogue como un “delincuente”; pero antes de dar un juicio
valorativo se debe comprender el contexto social actual en el que se encuentra inmersa la
familia venezolana.

Ante la situación descrita, se considera que el Estado debe potenciar y fortalecer las
capacidades de la familia como principal ámbito de mediación social y de construcción de
nuevas identidades individuales capaces de integrarse en el entramado comunitario de una
forma efectiva, tanto para ellas mismas como para la sociedad.

Lercel Yesenia Navarro C.I. 12.994.504

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