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Los sacramentos fuente de vida: El bautismo: Platicas pre-

bautismales.

Los sacramentos fuente de gracia


Uno de los objetivos centrales de nuestra Iglesia, es que cada Arquidiócesis integre de
manera seria y responsable, un método para catequizar en los sacramentos a los fieles que
acuden a la Iglesia a pedir que se administre alguno de los 7 sacramentos que nuestro Señor
Jesús ha dejado para la perfección cristiana y poder caminar con la gracia sacramental en el
camino de conversión.

El episcopado mexicano ha generado un método de platicas pre-bautismales que pretende se


aplique en todo México, algunas parroquias ya lo han desarrollado de una manera efectiva, el
método se divide en varias etapas, las platicas abarcan momentos importantes que permiten
a los asistentes de manera sencilla ir comprendiendo el recorrido de la catequesis; en
algunas parroquias incluso se maneja un primer anuncio que en la actualidad es necesario
para introducir a muchos hermanos que con su visita a la Iglesia (porque vienen como papas
o padrinos), vuelven a tener contacto con los aspectos de nuestra fe y entonces es el
momento oportuno de llenar nuevamente ese vacío existencial con la presencia activa de
Dios, por tanto es necesario dar la importancia que se requiere; a continuación ponemos
varios puntos centrales que se deben desarrollar con cuidado y delicadeza como apoyo para
grupos que se dedican a dar sus platicas, cierto es que ya existen bastantes manuales pero
estos pueden llegar a esquematizar tanto las platicas que sin darse cuenta al paso de los
años no hayan hecho ninguna modificación, el primer sacramento que es el bautismo es al
que ahora nos vamos a dirigir y es necesario que aclaremos que hay que desarrollar el tema
para que sea rico en catequesis:

CURSO PREBAUTISMAL
Bienvenida
Primer anuncio (opcional)
EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
Sabemos que Dios crea al hombre y a la mujer por y para el amor. Por lo que, cuando Dios
creó a la primera pareja humana, la creó en estado de justificación, es decir tenía el don de
la gracia santificante, lo que hacía que el hombre y la mujer fueran hijos de Dios y herederos
del cielo. Pero, en el momento en que Adán y Eva cometieron el pecado, rompiendo la
amistad con Dios, se perdió la dignidad de hijos de Dios y a partir de ese momento, todos los
hombres nacen con la mancha del pecado original.

Dios, en su infinita misericordia, promete en ese momento un salvador, que pueda devolver
la dignidad de ser hijos de Dios y herederos del cielo. Por ello, nos envía a su Hijo para que
con Su pasión, muerte y resurrección, nos abra las puertas del cielo. Para obtener todo lo
que Cristo logró, se necesita el sacramento del Bautismo, el primer sacramento de la
iniciación cristiana. (Cfr. Rom. 6, 4). Los sacramentos de la “iniciación cristiana” son tres:
Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

“El mismo Cristo al inculcar con palabras explícitas la necesidad de la fe y el bautismo,


confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el
bautismo como por una puerta. Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que,
conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como
necesaria, sin embargo se negasen a entrar o a perseverar en ella”. (LG n. 14).

El sentido e institución del Bautismo


Naturaleza
El Bautismo es el sacramento, por medio del cual, el hombre nace a la vida espiritual, por
medio del agua y la invocación a la Santísima Trinidad.

El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, es el pórtico de la Vida en el Espíritu,


y además es la puerta que nos abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo,
somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de
Cristo, y somos incorporados a la Iglesia, haciéndonos partícipes de su misión. (Catec. 1213)

Este sacramento se llama “Bautismo”, en razón del elemento esencial del rito, es decir, el
“bautizar” (baptizein en griego) que significa “sumergir”, “introducir dentro del agua”; la
“inmersión”.

La “inmersión”, significa eficazmente la bajada del cristiano al sepulcro muriendo al pecado


con Cristo, para así junto con Él, obtener una nueva vida en su resurrección. “Fuimos, pues,
con El sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo resucitamos
de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, y así también nosotros vivamos una
nueva vida”. ( Ef. 5, 26 ).

Este Sacramento es llamado también “baño de regeneración y de renovación del Espíritu


Santo “, (Tt.3, 5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual
“nadie puede entrar en el Reino de Dios.” (Jn. 3,5).
“Este baño es llamado también: “iluminación” porque, para quienes reciben, el espíritu queda
iluminado…..”. El bautizado se convierte en “hijo de la luz” ( 1Ts. 5,5 ), y en “luz” él mismo.
(Ef. 5,8 ).

Podemos decir que, el Bautismo es el más bello y magnifico de los dones de Dios…… Es
“Don”, porque es Dios se lo da a los que nada han hecho para recibirlo y que se encuentran
en un estado de pecado. Es “Baño”, porque lava; “Sello”, porque nos guarda y es signo de la
soberanía de Dios.
Institución
En las Sagradas Escrituras se encuentran muchas prefiguraciones de este sacramento. De
esto se hace memoria en la Vigilia Pascual cuando se bendice el agua bautismal.

El Génesis nos habla del agua como fuente de la vida y de la fecundidad. La Sagrada
Escritura dice que el Espíritu de Dios “se cernía” sobre ella. ( Gn. 1,2 ).

El arca de Noé es otra de las prefiguraciones que la Iglesia nos menciona. Por el arca, “unos
pocos, es decir ocho personas, fueron salvadas a través del agua.” ( 1 P. 3, 20 ). Si el agua
de manantial significa la vida, el agua en el mar es un símbolo de la muerte. Por lo cual, pudo
ser símbolo del misterio de la cruz. Por este simbolismo el bautismo significa “la comunión
con la muerte de Cristo.” (Catec. n. 1220).

Sobre todo el paso del Mar Rojo, verdadera liberación de Israel de la esclavitud de Egipto, es
donde se anuncia la liberación obrada por el bautismo, se entra como esclavos en el agua y
salen liberados. También el paso por el Jordán, donde el pueblo de Israel recibe la tierra
prometida, es una prefiguración de este sacramento. (Cfr. Catec. 1217-1222).

Todas estas prefiguraciones tienen su culmen en la figura de Cristo. Él mismo, recibe el


bautismo de Juan, el Bautista, el cual estaba destinado a los pecadores y Él sin haber
cometido pecado, se somete para “cumplir toda justicia” (Mt. 3,15). Desciende el Espíritu
sobre Cristo y el Padre manifiesta a Jesús como su “Hijo amado”. (Mt. 3, 16-17 ). Cristo se
dejó bautizar por amor y humildad, y así darnos ejemplo.

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Después de su Resurrección confiere la misión de bautizar a sus apóstoles. “Me ha sido dado
todo poder en el cielo y en la tierra; id pues, enseñad a todas las naciones, bautizándolas en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. (Mt. 28, 18-19).

Con su Pascua, Cristo hizo posible el bautismo para todos los hombres. Ya había hablado de
su pasión, “bautismo” con que debía de ser bautizado (Mc. 10,38) (Lc. 12,50). La sangre y el
agua que brotaron del costado traspasado por la lanza del soldado de Jesús crucificado (Jn.
19,34), son figuras del “bautismo” y de la “eucaristía”, ambos sacramentos de la nueva vida (
1 Jn. 5, 6-8); desde entonces es posible “nacer del agua y del Espíritu” para entrar en el
Reino de Dios. ( Jn. 3,5 ).

Desde el día de Pentecostés, la Iglesia ha administrado el bautismo siguiendo los pasos de


Cristo. San Pedro, en ese día, hace un llamado a convertirse y bautizarse para obtener el
perdón de los pecados. El Concilio de Trento declaró como dogma de fe que el sacramento
del Bautismo fue instituido por Cristo.
Signo y rito del Bautismo

El Signo: La Materia y la Forma


El Concilio de Trento declaró como dogma de fe, que la materia del Bautismo es el agua
natural, porque así lo dispuso Cristo y así lo hacían los apóstoles. Esta definición fue
necesaria porque en ese momento, había que rebatir la doctrina de Lutero, que decía que se
podía utilizar cualquier líquido. Además, existen unos argumentos que nos demuestran su
conveniencia: sabemos que el agua lava el cuerpo, por lo que es la materia adecuada para
lavar los pecados. Por otro lado es fácil de encontrar y debido a la importancia de este
sacramento su materia lógica es el agua.

El Bautismo puede llevarse a cabo por infusión – cuando se derrama el agua sobre la cabeza
– o por inmersión – sumergiendo al bautizado en el agua -.

Para su validez se debe de derramar el agua al mismo tiempo que se dicen las palabras que
constituyen la forma y el agua debe de correr sobre la cabeza. Salvo en caso de necesidad,
como podría ser el bautismo de un feto, – aún con vida – que podría ser en cualquier parte
del cuerpo.

Las palabras que constituyen la forma son: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo
y del Espíritu Santo”. En estas palabras están representadas las partes que son esenciales,
tales como: el ministro “Yo”, el sujeto “te”, bautizo, la acción que se realiza, la mención de la
Santísima Trinidad y la clara distinción de las Tres Personas divinas.

Rito y Celebración

El bautismo, tiene muchos signos, además del signo esencial, constituido por la materia y la
forma y éstos nos llevan a seguir un rito:

El sentido de la gracia del Sacramento del bautismo aparece claramente en los ritos de su
celebración. Cuando se participa atentamente en los gestos y las palabras de esta
celebración, los fieles profundizan en lo que este sacramento significa y se percatan en lo que
se realiza en el bautizado.

Cada uno de los signos posee un sentido muy determinado, así por ejemplo:
La celebración comienza con la señal de la cruz, que nos indica la marca de Cristo sobre el
que le va a pertenecer y significa la gracia adquirida por la Cruz de Cristo.

El anuncio de la Palabra de Dios, es decir, las lecturas, que da luces sobre la verdad revelada
a los “candidatos” y a la asamblea; y suscita en todos la respuesta de la fe. En efecto, el
bautismo es “el Sacramento de la fe” por ser la entrada sacramental en la vida de la fe. El
anuncio de la Palabra de Dios, nos invita a vivir este “Sacramento de la fe”.

Puesto que por el bautismo somos “liberados del pecado y del que nos tienta, el Diablo”, se
pronuncian uno o varios exorcismos sobre el “candidato”. Este es ungido con el óleo de los
catecúmenos, o bien el celebrante le “impone las manos”, y el “candidato” renuncia
explícitamente a Satanás. Así preparado, puede confesar la fe de la Iglesia, a la cual será
“confiado” por el bautismo. (Rm. 6,17 ).

El agua bautismal es entonces consagrada mediante una oración en el mismo momento o


utilizar la de la noche pascual. La Iglesia pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder del
Espíritu Santo descienda sobre esta agua, a fin de que los que sean bautizados con ella
“nazcan del agua y del Espíritu”. (Jn. 3,5)

El agua bautismal es signo de un nuevo nacimiento, en el Espíritu. El inicio a la vida de


gracia, y a la pertenencia del Pueblo de Dios.
Pero como todo sacramento posee un rito esencial, el signo más importante. Y este rito
esencial del sacramento: el bautismo propiamente dicho. El bautismo es realizado de la
manera más significativa mediante la triple inmersión en el agua bautismal, o derramando
tres veces agua sobre la cabeza del candidato. Al mismo tiempo que se pronuncia la forma.
Las palabras que pronuncia el ministro son: ” Fulano……. yo te bautizo en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don
del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir, “ungido” por el
Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido Sacerdote, profeta y rey. Literalmente
ungido significa “persona consagrada” y en este caso es a Dios.

En la Liturgia de las Iglesias de Oriente, esta unción postbautismal es el sacramento de la


crismación ( Confirmación ).

La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha “revestido de Cristo” (Ga. 3,27); que ha
resucitado con Cristo a la vida de la gracia.

El cirio que se enciende en el “cirio pascual”, significa que Cristo ha iluminado al neófito. En
Cristo, los bautizados son: “la luz del mundo” (Mt.5,14) (Flp. 2,15).

El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios. Por lo tanto, ya puede decir la oración de los hijos
de Dios: “el Padrenuestro”. Sólo los bautizados podemos llamar “Padre” a Dios.

La bendición solemne cierra la celebración del “bautismo”. En el bautismo de los niños recién
nacidos, la bendición de la madre ocupa un lugar especial.
Efectos y necesidad del Bautismo
La Eucaristía, Sacramento del Amor. “habiendo amado a los suyos
que estaban en el mundo, los amo hasta el extremo” (Jn 13,1)

1. El hombre necesita amor. lo sabe, lo siente y lo busca. Todo lo mueve el


amor.
2. Pero… hay cloacas de amor, y hay manantiales purísimos: los santos. El
lago de que ellos se nutren es la Eucaristía. Porque es el Sacramento del
Amor.
3. Y lo es: por su origen, su esencia, por sus efectos.

El sacramento de la Eucaristía tiene su origen en el Amor.


Previsión eterna

• El pecado del hombre suscito la Encarnación, Dios se hizo hombre,


máximo amor de Dios en vez de máximo castigo.
• La Eucaristía prolonga la Encarnación y sus beneficios de redención y
mediación. Cristo está entre nosotros.
Origen temporal
• El amor al padre y a los hombres es el todo en la vida de Cristo. Pero esta
sublimado en los momentos Eucarísticos: la Cena (Sacramento) la Cruz
(Sacrificio)
• “Qui, pridie quam pateretur…” el recuerdo del máximo sacrificio, de un
acto máximo de amor. “Nadie ama más que el que da la vida”
• La Cena: El momento de mayor intimidad de Cristo con los suyos. Su
testamento: “Amaos…como Yo…” un nuevo precepto. Jesús inculca hasta
diecisiete veces este precepto en su discurso (Jn 13,34-35) Cristo no se
sustrajo a él: amó hasta dar la vida, hasta quedarse para siempre con
nosotros.
• En esta hora de amor, instaura la máxima invención del amor: La
Eucaristía.
La esencia del Sacramento de la Eucaristía: es el Amor.
La esencia de este Sacramento se constituye por las especies
sacramentales y por la presencia real de Cristo en ellas.
La Presencia real de Cristo
• Cristo: el Verbo Encarnado, en quien el padre se complace.
Hijo Unigénito: Dios. “Dios es caridad” (1Jn 4,8)
• Cristo: el Hombre; el más perfecto “Hijo de los hombres”. El
amor en todo hombre, eje de su vida. En el Hombre de los
hombres. Porque: vino para dar la vida a los hombres: “si no
coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no
tendréis vida en vosotros” (Jn 6,53) porque nos ama
entrañablemente. Y el amor exige la presencia del amado.
Porque las especies sacramentales:
• Instituyo este Sacramento bajo estas especies- de pan y vino- para
poderse comunicar íntimamente con nosotros en forma de alimento
completo, transformándonos en El y haciéndonos unos con Él (Santo Tomás)
• ¿Habéis visto a una madre mordisqueando a su hijo como deseando
incorporarle en sus entrañas? Es el amor humano en su más alta expresión.
Pues eso que el amor humano no puede realizar, lo que ha realizado
Jesucristo: se ha convertido en alimento para que le comamos y vivamos de
Él.
• Nada tan propio de la caridad como el comunicarse íntimamente con el
amado, y el celebrarlo con una cena o refección. La Eucaristía máximo
banquete de Cristo con los hombres.
Correlaciones entre la Eucaristía y la Caridad
• La Eucaristía: es el Sacramento de los Sacramentos: porque contiene al
mismo Jesucristo con su humanidad y su divinidad
La Caridad es la virtud por excelencia.
• La Eucaristía: es el fin de los demás Sacramentos.
La Caridad: es el fin de las demás virtudes.
• La Eucaristía es la perfección de las perfecciones porque contiene la
perfección y fuete de todas las gracias: Jesucristo.
La Caridad igualmente, porque une al hombre con Dios: suprema perfección
del alma.
• La Eucaristía es a los demás Sacramentos como la reina a sus servidores
(como la sustancia a los accidentes) la santidad de los demás Sacramentos
es causal y de signo. La santidad de la Eucaristía es además y
principalmente la del manantial de toda santidad: Jesucristo (III,60,1)
La Caridad es igualmente es la reina de las virtudes:
a) Por ser virtud teologal: Dios único objeto y motivo propio. Las no
teologales: objeto y motivo, algo creado.
b) Muy superior a la fe y a la esperanza: la caridad recae sobre el mismo
Dios en cuanto tal, no en cuanto nos proporcione algún beneficio a nosotros.
Efectos del Sacramento de la Eucaristía
• el principal efecto es el amor. ante todo porque confiere la gracia
santificante: la vida de Dios. Y “Dios es caridad” “nos hace amor”
• Por su gracia especifica. “El efecto de este Sacramento es la caridad, no
sólo en cuanto al habito, sino también en cuanto al acto que se excita en
este Sacramento (III,79,4) y esto, por el solo fin de la mayor unión con
Dios. Máxima unión- máximo amor. “El que come…vivirá por mi”
• Comulgamos con todas las virtudes del alma de Cristo. La máxima, el
amor.
• Por el amor –efecto de la Eucaristía- nos transformamos en Cristo:
cómeme pero no me transformaras a Mí en, sino que tú te transformaras en
Mí” (san Agustín)
• Causa la vida eterna: la vida del Amor: “El que come este pan, vivirá para
siempre” (Jn 6,52) “Quiso fuese prenda de nuestra futura gloria y de nuestra
eterna felicidad” (concilio de Trento)
No cabe vida cristiana sin amor Eucarístico:
• Los demás Sacramentos se ordenan a la Eucaristía y confieren la
gracia en orden a ella.
• Las demás virtudes cristianas son meritorias en cuanto formadas
por la caridad y esta, por su misma esencia de amor sobrenatural, ha
de gravitar sobre la Eucaristía.
• Como la Eucaristía es la máxima donación de Dios al hombre, la
donación proporcional del hombre a Dios se hace por la caridad,
puesta incandescente por el contacto Eucarístico.

Fr. Antonio Royo Marín, O.P.


CURSO DE PREPARACIÓN PARA RECIBIR EL SACRAMENTO DE
LA CONFIRMACIÓN: TEMA PRIMERO. CREEMOS.
By Juan Revilla on 12 junio, 2010

PREPARACIÓN PARA EL SACRAMENTO DE LA


CONFIRMACIÓN.
TEMA PRIMERO. CREEMOS.
Antes de comenzar la lección, vamos a recitar devotamente el CREDO DE LA IGLESIA
CATÓLICA.

Creo en Dios Padre todopoderoso,/ Creador del cielo y de la tierra.


Creo en JESUCRISTO, su único HIJO,/ nuestro Señor;/ que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo,/nació de santa María Virgen/
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,/ fue crucificado, muerto y sepultado/; descendió a los
infiernos;/ al tercer día resucitó de entre los muertos;/

subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre; Todopoderoso./

Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos/

Creo en el Espíritu Santo; /


La Santa Iglesia Católica,

La comunión de los santos, /

El perdón de los pecados,

La resurrección de la carne; /

Y la vida eterna. Amén.

Bueno, amigos, hemos rezado el Credo. Y con ello,


hemos hecho profesión de nuestra fe. Porque hemos
dicho : CREO o CREEMOS.
1 .- ¿Es lo mismo “creer” que “opinar”?
No es lo mismo creer que opinar. Cuando opinamos, mostramos nuestra opinión sobre algo
sin tener certeza de lo que afirmamos. Por ejemplo, si digo: “Creo que va a llover”, es como
si dijera “Opino que pueda llover”.
. O sea, es muy probable que llueva, pero no tengo ninguna certeza.

2 .- Entonces, ¿qué significa “creer”?


Cuando decimos que “creemos”, estamos afirmando con toda certeza la verdad que decimos
o profesamos. Por ejemplo: “Creo que Dios existe. Creo que Dios me ama”.
Esta certeza sólo me la da la fe.

3 .- ¿Que entendemos por fe?


Entendemos por fe aquella virtud sobrenatural, por la que, con la inspiración y la ayuda de la
gracia de Dios, creemos que es verdadero todo lo que por Él ha sido revelado.

4 .- Cuál es el fundamento de la certeza de la fe?


El fundamento de la certeza de la fe está en la autoridad de Dios mismo que nos enseña esas
verdades, el cual no puede engañarse ni engañarnos. No puede engañarse, porque es
infinitamente sabio y, por tanto, no puede equivocarse: Y decimos que no puede
engañarnos, porque es infinitamente santo, y no sería bueno si nos quisiera equivocar.

5 .- ¿Puede el hombre llegar a conocer a Dios por la razón natural?


Sí, el hombre puede llegar a conocer a Dios por su razón natural.

Explicación: Cuando el hombre percibe el movimiento, la contingencia de los seres, el


orden que existe en la creación y la belleza de la misma, el hombre se pregunta: ¿quién ha
puesto todo esto en marcha, quien ha dado el ser a los seres y las cosas, quién ha puesto el
maravilloso orden que existe en la creación, quién es el autor de tanta belleza…? Y llega a la
conclusión siguiente: si él, el hombre, el ser superior de todo lo creado, no ha sido capaz de
nada de ello, ha de existir un Ser Superior anterior a todo lo creado que es el que ha dado
la vida, el orden, la belleza, etc. a todo cuanto existe. Y a ese Ser superior es a quien
llamamos DIOS.
“Un árabe del desierto decía a un misionero: Creo en Dios. Porque cuando veo huellas de
pasos en la arena, me digo alguien ha pasado por aquí. De la misma manera, cuando veo
las maravillas de la naturaleza, me digo: una gran inteligencia ha pasado por aquí, y esa
inteligencia infinita es Dios.”

6 .- Además de por la razón natural, ¿puede el hombre llegar a conocer a Dios de otro
modo?

Sí. Además de por la razón natural el hombre puede llegar a conocer a Dios de otro modo.
Por el camino de la Revelación divina.
7 .- ¿Qué significa “revelar”?
Revelar significa “correr un velo” mostrando algo que estaba oculto a nuestro conocimiento.
Por ejemplo, revelar un carrete de fotografías; o correr el telón del escenario de un teatro.
8 .- ¿Cómo se revela Dios al hombre?

Dios se revela al hombre libremente y se va dando a conocer por el hombre. gradualmente.


Así lo ha hecho a través de la historia. En primer lugar a nuestros primeros padres. Después
del pecado de éstos, cuando Dios decide salvar a la Humanidad, revela sus designios de
salvación a través de una serie de personas y etapas del pueblo elegido: Noé, Abrahám, los
Profetas, los Reyes… Por último, el Padre revela plenamente el designio de salvación
enviando a su propio Hijo, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo.

9 .- Actualmente, después de la revelación de Jesucristo, ¿cómo es posible conocer a


este Dios revelado y su doctrina con certeza?

Actualmente es posible conocer con certeza lo que Dios ha revelado por medio de la Iglesia
fundada por Jesucristo para que conservara siempre íntegro lo que había revelado para la
salvación de todos los pueblos y que fuera transmitido a todos los hombres de todos los
tiempos.
10 .- ¿Cómo se ha hecho la transmisión de las verdades reveladas, según el mandato del
Señor?

La transmisión de las verdades reveladas de ha hecho de dos maneras, normales en el modo


de hacer de los hombres: transmisión oral y escrita.

Oralmente: Los Apóstoles, con su predicación y sus instituciones, transmitieron de palabra lo


que habían aprendido de las obras y palabras de Cristo, y lo que el Espíritu Santo les enseñó.
Por escrito: Los mismos Apóstoles y otros hombres de su tiempo pusieron por escrito el
mensaje de salvación, inspirados y asistidos para que no erraran por el Espíritu Santo.

Y para que este Evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia, los Apóstoles
nombraron sucesores a los Obispos, dejándoles su cargo en el magisterio. Por ello, la
predicación apostólica ha de conservarse siempre por transmisión continua hasta el fin de los
tiempos.

11 .- ¿Son estos libros escritos por los Apóstoles y por otros hombres de su generación los
que forman la llamada SAGRADA ESCRITURA?

No. Estos libros, en número de 27, forman lo que llamamos “Nuevo Testamento”.

12 .- ¿Entonces, es que existe también un Antiguo Testamento?

Sí. Existe también el Antiguo Testamento, formado por otros 45 Libros, y en ellos se nos va
mostrando la sucesivas etapas de la historia desde el anuncio del envío del Mesías, y se iba
preparando a los hombres para la venida de Jesucristo, Redentor universal.

Contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y su sabiduría salvadora acerca del hombre, y,
además, encierran tesoros de oración y esconden el misterio de nuestra salvación.

13 .- ¿Por qué se llama a la Sagrada Escritura “Palabra de Dios”?

Se llama a la Sagrada Escritura “Palabra de Dios” porque Dios es su autor, ya que las
verdades que se contienen y manifiestan en ella se escribieron por inspiración del Espíritu
Santo.

14 .- ¿Cómo se entiende esto?

Se quiere decir que en la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres
elegidos por Él, que usaban todas sus facultades y talentos natural (inteligencia, memoria,
investigación, modo de expresarse, etc.) para escribir como verdaderos autores, pero bajo la
vigilancia de Dios para que no se equivocaran, Y así, estos libros sagrados contienen todo y
sólo lo que Dios quería comunicar a los hombres para nuestra salvación.

15 .- ¿Cómo debe responder el hombre a este amor que Dios le muestra?

La respuesta adecuada a la invitación que Dios, en su gran amor hace al hombre para que
sea su amigo y sea feliz es la fe.
Por ella, el hombre somete su inteligencia y su voluntad a Dios, dando asentimiento a lo que
Dios revela.
Ejemplos para ilustrar este primer tema.
1. Dios es el autor de todo lo creado.
Cuentan que un científico lleno de soberbia fue con Dios y le dijo:

– Señor, hemos convocado una asamblea mundial y hemos decidido que ya no te


necesitamos.

El Señor, con infinita paciencia oyó al hombre y le preguntó:

– ¿Ah, sí? ¿Y como es que habéis llegado a esa conclusión?

Contestó el científico muy satisfecho:

– Pues ya hacemos trasplantes de cualquier miembro del cuerpo, podemos hacer niños
para parejas que no pueden tener hijos; crear vida artificial, clonar a los animales y a los
hombres, y hacer todas esas cosas que anteriormente se consideraban milagrosas.

Dios lo escuchaba atentamente, y luego atinó a decir:

– ¿Y también podéis crear vida?

– Así es. Respondió el científico.

– ¿Qué te parece si hacemos un concurso de crear vida? Pero lo hacemos del modo
antiguo, así como yo formé a Adán. Tú bien lo sabes.

– Me parece bien, contestó el científico.

– Está bien, exclamó Dios. Comencemos.

Entonces, el científico tomó un puñado de tierra y…

– No, no, espera, le dice Dios. Consigue tú tu propia tierra.


1. El tamaño de Dios.
Cuenta T. Thoth que un célebre ateo, Collins, muy conocido en Inglaterra, se encontró con un
obrero que iba a la Parroquia, y le preguntó con mucha guasa: – ¿Cómo es tu Dios, grande o
pequeño? Y aquel hombre, de poca cultura, le contestó: – Pues mire Vd., es tan grande que
su cabeza no es capaz de concebirlo; y tan pequeño que puede habitar en mi corazón. Y
Collins confesó que aquella contestación le abrió luces para creer.
3. Ser ciego en Granada.
En un muro de una de las torres de la Alhambra de Granada hay una lápida que llama la
atención de todo el que pasa. Dice:

Dale limosna, mujer,


Que no hay en la vida nada
Como la pena de ser
Ciego en Granada.
Es triste no poder contemplar con los ojos del cuerpo la riqueza, la variedad de colores y de
formas que resplandecen en Granada, en su vega, en sus bellísimos atardeceres y puestas
del sol, y en la maravillosa belleza de la Creación.

Por la fe vemos la mano del gran Artista que ha creado tanta belleza.
1. Personas inteligentes.
En una reunión bastante numerosa, un individuo hacía alarde de su incredulidad y negaba a
Dios. Viendo que todo el mundo guardaba silencio, añadió:

– – Jamás hubiera creído ser el único que no cree en Dios, entre tantas personas
inteligentes.

Replicó la dueña de la casa:

– Se equivoca, señor; no es usted el único: mis caballos, mi perro y mi gato comparten con
usted ese honor; sólo que como buenos animales, tienen el talento de no presumir de ello.

Reflexión y propósito para esta semana


* Estudiar con mucha atención y reafirmar las razones para creer.

** Rezar cada día el CREDO. Pedir a Dios que nos aumente la fe.

Notas personales del alumno.

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