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CANTO 1.
•
Si se encuentra un palacio,
La fachada primero
Pintarme ha muy despacio;
Después por los zaguanes me pasea,
Antecámaras, salas y rincones,
y de azotea salta en azotea.
Aquí un desván se ofrece, y sin decoro
Pasa de él á pintar soberbiamente
Balcón cefiido de balaustres de oro.
Los arquitrabes cuenta y medallones,
Astrálagos, * volutas y festones.
Sáltome muchas hojas, y por fin
Al través de un jardín,
12
Su narración escapo impertinente.
•
Evitad esta estéril abundancia,
y vuestras descripciones no detenga.
Cada vulgar y triste circunstancia.
Lo largo y nimio es siempre muy pesado,
y todo es largo en siendo demasiado.
El que no sabe refrenar la pluma
Escribir 110 presuma.
Por huir de un extremo peligroso t3
Se da en otro tal vez más pernicioso.
Por no hacer flojo el verso se hace duro.
Quiero ser breve, y vengo á ser oscuro.
Por evitar el mucho y nimio arreo,
Sale grosero y feo.
Por no parecer bajo se hace hinchado,
y por temor de levantar el vuelo,
El Typhon soliciten,2f
Lo celebren, lo aplaudan, lo reciten.
Jamás vuestros escritos esta infeste
Abominada peste
Del Parnaso y de Apolo.
De Marot 22 imitad, del culto Polo 23
El burlesco ingenioso,
y lo demás dejadlo á los truhanes,
6 á los del Puente Nuevo charlatanes.
Mas tampoco, siguiendo la indiscreta
Musa 24 que hizo peor á un mal poeta,
Vayais á amontonar en las campañas
y en los valles profundos,
«De cuerpos muertos y de moribundos
«Cien quejosas montañas.»
Seguid tono mejor, y sea en parte, •
3t
Inventor de las simples redondillas.
Ronsard,32 por reformar con nueva moda
La Poesía toda
Toda la trastornó: tuvo plausores;
. Pero hablando 35 en francés, latín y griego
Se le secaron los laureles luego.
Oonociéronse presto sus errores
y de sus voces la arrogancia vana.
Mas la caida de su Musa ufana
Hizo en la edad siguiente
A Bertaut y Desportes más templados.
En :fin Malherbe vino,34 el sol de Francia:
"
U na imagen hermosa,
Un rasgo vivo ó expresión pomposa.
Todo esté en su lugar bien colocado: .
Que el principio y el medio correspond a,
15
Al fin premeditado,
y que pieza con pieza
Unidas con destreza, .
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Formen un cuerpo bien proporcionado.
Que por buscar una dicción brillante
Jamás se aparte un punto
El pensamiento fuera del asunto.
Si del común temeis el juicio austero,
Sed de vos mismo un crítico severo ..
Á sí solo se admira el ignorante
6 el soberbio pedante.
Éntre de vuestras obras á la parte
Un caro confidente,
Sincero, inteligente,
Versado en el mismo arte,
.y de vuestros defectos enemigo.
Mas sabed del amigo
Distinguir bien al falso lisonjero
Que con arte y con maña
Parece que os aplaude, y os engaña.
Buscad que en vuestros yerros se os dirija,
Que se os aplauda no, que se os corrija.
Un adulador luego 4 7
Extático se queda al escucharos;
Cada verso lo encanta,
Lo trasporta, lo espanta:
Todo asombroso es, todo es divino,
Ni encuentra la manera de alabaros.
Ya con las manos bate la cabeza" •
20
,
23
y mil otras expresiones (le que está lleno. Las más famo.
sas de sus obras son las peores, quiero decir, las Soledades,
la Galatea y las siete comedias: género de poesía para el
cual era absolutamente negado. En las Soledades afectó
oscuridad en las cosas más triviales, á fuerza de expresio·
nes como la que ahora cité, pomposas y sonantes sin sus·
tancia; semejante, como decía Sófocles de otro tal, á un
hombre que abre una gran boca é hincha estupendamente
los carrillos para soplar en un pequeño pífano. La Galatea
está un poco más moderada; pero todavía peca mucho.
Tiene centenares de sonetos, canciones amatorias y heroi.
cas, romances y letrillas burlescas. En todo abunda lo
malo. Sin embargo, seis ú ocho de sus sonetos, dos ó tres
. de sus canciones, y algunas felicísimas expresiones espar-
cidas por aquí y por aUí en sus obras más viciosas, dan á
conocer una sublimidad de ingenio igual, por no decir su-
. perior, á cuantos tienen en este género los griegos y lati·
nos. Horacio dijo, por ejemplo:
O fons Blandusim, splenaidior vitro. 1
Cotéjese este exordio con aquel de Góngora:
•
Oh! claro honor del Iíq uido elemento,
Dulce arroyuelo de luciente plata
Cuya agua entre la yerba se dilata
Con regalado son y paso lento. &c."
Aquella hermosa imagen de Virgilio en las Geórgicas:
Et nitidum Oceaui rubro lavit mquore currum,3
míralo en la Galatea de Góngora:
Su aliento humo, SUB relinchos fuego,
Si bien BU freno espumas, ilustraba
Las columnas Ethon que erigió el Griego,
Do carro de la luz sus ruedas lava.'
Pudiera traer un centenar de estos lugares en que el
1 Od.13, lib. IlI.
2 .& wn arroyo. Soneto LVII. Ed. Rivad., tomo XXXII, pág. 433.
3 Georg., lib. 111, V. 359. El original dice:
PrreclpUem ouan¡ n<bro /aVU czquor. currum.
4 EIl. Rivad., tomo xxXlI, ¡>ltg. 461.
,
2.4
::.:07e-=;
ta::---:c~o.:;..
~d=-.9::..;b,,--é:..:S ex()edió_in:fin~tal!!.~.!1t~. á !os antiguos. Sus
,Soledades corren comentadas por D. José Pellicer.
De Góngora ocurrirá hablar quizá otra vez más adelan-
te. Sigamos ahora á Mr. Boileau.
8 ,De esto tenemos ejemplares en todas las edades. Ovi-
dio era nacido para la Elegía: quiso meterse á poeta he-
roico, y sacó el f{trrago de las Metamorphoses, que no .t iene
rastro alguno de epopeya. La Xaveriada quitó á Partbenio
Giannetasio casi todo cuanto había adquirido de reputa'-
ción con la Halieutica, Bellica, Naumachica y demás poemas
didascálicos. Claudiano hubiera pasado por mejor poeta,
si no hubiera escrito el Rapto de p.roserpina. Mr. Boilean
pone aquí por ejemplar el Moisés salvo, poema infeliz de
Mr. de Saint-Amant.
9 Quéjanse ordinariamente los poetas de la esclavitud
y servidumbre á que los sujeta la rima ó el metro. Esto
dió asunto á la segunda y bellísima sátira del mismo
Mr. Boileau, que quizá te daré traducida en otra parte. En
efecto, cuántas veces la rima hace á un triste poeta decir
lo contrario de lo que querría.
Si acaso nombrar pretendo
Un poeta soberano,
La raz6n dice Virgilio,
La rima dice Lucano.
Sin embargo, ni Homero ni Virgilio se quejaron jamás
. de la necesidad del metro, siendo así que la medida del ver-
BO griego y latino es para mí de mucha mayor sujeción que
el metro y el consonante de nuestros versos. Horacio dijo
muy juiciosamente que
.... Cui lecta potenter erit res,
Nec facundia deseret hunc, neo lucidus ordo. 1
Por sacudir el yugo del consonante inventaron los poe-
tas de estos últimos siglos el que llaman los italianos t'erso
8ciolto. N o sé ciertamente en qué nación tuvo su origen; lo
que sé es que en España se usaba más há de doscientos
años, y que en él tenemoe¡ traducida la Eneida de Virgilio
1 V.71.
2 G,org. m, v. 534.
35
,
36
1 PERS., I , v. 79. •
38
•
39
dijo así:
De 8U frente la perla e8 Erythrea
~mula vana. 1