LA GUERRA CIVIL EN SIRIA

A medida que el conflicto sirio entra en su séptimo año, más de 465.000 sirios han muerto

en los combates, más de un millón de heridos y más de 12 millones de sirios -la mitad de

la población de antes de la guerra- han sido desplazados de sus hogares.

En 2011, lo que se conoció como las rebeliones de la primavera árabe derrocó al

presidente tunecino Zine El Abidine Ben Ali y al presidente egipcio Hosni Mubarak.

Ese marzo, protestas pacíficas estallaron también en Siria, después de que 15 niños

fueron detenidos y torturados por haber escrito graffiti en apoyo de la Primavera Árabe.

Uno de los muchachos, Hamza al-Khateeb, de 13 años, fue asesinado después de haber

sido brutalmente torturado.

El gobierno sirio, dirigido por el presidente Bashar al-Assad, respondió a las protestas

matando a cientos de manifestantes y encarcelando a muchos más. En julio de 2011,

desertores del ejército anunciaron la formación del Ejército Sirio Libre, un grupo rebelde

que aspiraba a derrocar al gobierno, y Siria comenzó a deslizarse hacia la guerra civil.

¿Qué causó el levantamiento?

Inicialmente, la falta de libertades y problemas económicos alimentó el resentimiento del

gobierno sirio, y la ira pública se inflamó por la dura represión contra los manifestantes.

Las revueltas exitosas en Túnez y Egipto energizaron y dieron esperanza a los activistas

sirios de la democracia. Muchos movimientos islamistas también se opusieron

fuertemente a la regla de Assads.

En 1982, el padre de Bashar, Hafez al-Assad, ordenó una represión militar contra la

Hermandad Musulmana en Hama, que mató entre 10.000 y 40.000 personas y aplastó

gran parte de la ciudad.

Aunque las protestas iniciales en 2011 fueron mayoritariamente no sectarias, el conflicto

armado llevó a la aparición de divisiones sectarias más rígidas. La mayoría de los

combatientes en oposición al gobierno de Assad son sunitas, mientras que ciertos grupos

religiosos tienden a apoyarlo.

La mayoría de los sirios son musulmanes sunitas, pero el establecimiento de seguridad de

Siria ha estado dominado durante mucho tiempo por miembros de la secta alauita, de la

cual Assad es miembro.

La división sectaria se refleja también en las posturas de los actores regionales.

Incluso el calentamiento global se ha afirmado que ha desempeñado un papel en la

chispa de la sublevación de 2011. Una sequía severa plagó a Siria desde 2007-10,

estimulando a hasta 1,5 millones de personas a emigrar del campo a las ciudades, lo que

exacerbó la pobreza y el malestar social.

PARTICIPACIÓN INTERNACIONAL
El respaldo extranjero y la intervención abierta han desempeñado un papel importante en

la guerra civil de Siria. Una coalición internacional encabezada por Estados Unidos ha

bombardeado objetivos desde el año 2014 desde el estado islámico de Irak y el Levante

(ISIL, también conocido como ISIS).

Estados Unidos ha expresado repetidamente su oposición al gobierno de Assad, pero ha

dudado en involucrarse profundamente en el conflicto, incluso después de que el gobierno

de Assad supuestamente usara armas químicas en 2013, al que el ex presidente

estadounidense Barack Obama se había referido como una "línea roja" Que impulsaría la
intervención. El 7 de abril, Estados Unidos llevó a cabo su primera acción militar directa

contra las fuerzas de Assad, lanzando 59 misiles de crucero Tomahawk en una base de la

fuerza aérea siria, de la que funcionarios estadounidenses creen que se había lanzado un

ataque químico en Khan Sheikhoun.

El portavoz de la Casa Blanca dijo: [Trump] "dejó muy claro que si esas acciones

continuaran, las medidas adicionales serán definitivamente consideradas por Estados

Unidos".

En octubre de 2015, Estados Unidos desechó su polémico programa para entrenar a los

rebeldes sirios, después de que se revelara que había gastado 500 millones de dólares,

pero sólo entrenó a 60 combatientes.

En febrero de 2017, la CIA congeló la financiación y el apoyo logístico a las facciones

rebeldes en el norte de Siria, pero según fuentes del Ejército Libre Sirio (FSA), la

financiación fue restaurada hasta cierto punto a finales de marzo.

Rusia lanzó en septiembre de 2015 una campaña de bombardeo contra lo que se

denominó "grupos terroristas" en Siria, que incluía a ISIL, así como grupos rebeldes

respaldados por estados occidentales. Rusia también ha desplegado asesores militares

para apuntalar las defensas de Assad.

En el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia ha vetado ocho resoluciones respaldadas

por Occidente sobre Siria, mientras que China vetó seis resoluciones.

El 4 de mayo, Rusia, Irán y Turquía pidieron la instalación de cuatro "zonas de

escalamiento" en Siria, en las que los aviones de combate sirios y rusos no esperan que

los aviones de combate del gobierno sirio vuelen durante seis meses.
Varios estados árabes, junto con Turquía, han proporcionado armas y material a los

grupos rebeldes en Siria. Los gobiernos de mayoría chiíta Irán e Irak apoyan a Assad, al

igual que el Hezbollah con sede en el Líbano, mientras que los estados mayoritarios

sunníes incluyendo Turquía, Qatar, Arabia Saudita y otros apoyan firmemente a los

rebeldes.

Tropas turcas y fuerzas especiales respaldadas por el Ejército Libre de Siria, lanzaron en

agosto de 2016 la operación "Eufrates Shield" contra ISIL para liberar la estratégica

ciudad siria de Jarablus en la frontera con Turquía y detener el avance de los milicianos

kurdos. El gobierno de Turquía teme que su gran población kurda nativa pueda mostrarse

más resistida y exigir mayor autonomía como resultado del mayor control kurdo en el

noreste de Siria.

En marzo de 2017, Turquía puso fin oficialmente a la operación militar del Escudo del

Eufrates, pero volvió a atacar en abril contra blancos kurdos del PKK en las montañas

Karachok. Los altos funcionarios de Turquía también han criticado la decisión de los

Estados Unidos de armar a combatientes kurdos que luchan contra ISIL en Siria. Israel

también llevó a cabo ataques aéreos dentro de Siria, la última de las cuales en Damasco

y Quneitra. Israel y Siria están técnicamente en guerra desde 1948, pero la frontera

permaneció en gran medida tranquila desde 1973.

Grupos rebeldes
Desde que el Ejército Sirio Libre se formó en 2011, muchos nuevos grupos rebeldes se

han unido a los combates en Siria, incluyendo a ISIL, Jabhat Fateh al-Sham, Hezbollah

respaldado por Irán y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) dominadas por las Unidades

de Protección del Pueblo Kurdo. YPG).

La FSA se ha debilitado a medida que la guerra ha progresado, mientras explícitamente

los grupos islamistas como el Frente al-Nusra se han fortalecido. El líder del frente al-

Nusra, Abu Mohammed al-Joulani, anunció en 2016 el nombre de su grupo cambiado a

Jabhat Fateh al-Sham, o El Frente para la liberación de al-Sham, y rompió los lazos con

Al Qaeda.

ISIL surgió en el norte y el este de Siria en 2013 después de invadir grandes porciones de

Irak. El grupo rápidamente ganó notoriedad internacional por sus ejecuciones brutales y

su uso enérgico de las redes sociales. Las filas de ISIL incluyen un número considerable

de combatientes de todo el mundo.

Los grupos kurdos en el norte de Siria también están buscando la autonomía en las zonas

bajo su control.

Los libaneses de Hezbollah están luchando en el lado de Assad, al igual que los

combatientes iraníes y afganos.

En diciembre de 2016, el ejército sirio anunció que Aleppo ha sido completamente

recuperado de los combatientes rebeldes, la mayor victoria del gobierno en casi seis años

de guerra civil.

Desde que las fuerzas de Assad recapturaron Aleppo, se formó una nueva alianza militar

de grupos rebeldes en el norte de Siria con el objetivo de consolidar el control militar

sobre la provincia de Idlib, la parte occidental de la provincia de Aleppo y partes de la

provincia de Latakia.

Mientras que varias rondas de conversaciones de paz no han logrado detener la lucha, el

gobierno sirio y los grupos de oposición han acordado 13 evacuaciones. Los acuerdos de

evacuación permiten a los luchadores de la oposición abandonar con seguridad las

ciudades y pueblos sitiados por el gobierno para las zonas bajo control de la oposición en

el norte de Siria.
Los grupos rebeldes han luchado por el poder, y frecuentemente pelean entre sí. De vez

en cuando, la lucha se ha extendido de Siria al Líbano, contribuyendo a la polarización

política del país.

La situación actual
Un supuesto ataque químico que mató a por lo menos 80 civiles en la ciudad de Khan

Sheikhoun, de oposición a Idlib, está siendo investigado por las Naciones Unidas como

posible crimen de guerra, mientras que Bashar al-Assad dijo que era una "invención" para

justificar la intervención militar estadounidense.

A pesar de que 1.300 toneladas de gas sarín y sus precursores fueron retirados de Siria,

las armas químicas han sido una nota recurrente en la sangrienta narrativa de la guerra

civil de Siria. Más de 110 personas murieron el 15 de abril, durante un acuerdo de

evacuación entre los rebeldes y el gobierno.

El ataque se dirigió a los convoyes de evacuación de las ciudades sitiadas por los

rebeldes de Foua y Kefraya en Idlib. Recientemente, la administración estadounidense

dijo que encontraron evidencia de un crematorio en la famosa prisión de Saydnaya.

Según los informes, el régimen sirio está usando el crematorio para cubrir el número de

los muertos en la prisión.

En marzo, la alianza de luchadores respaldados por Estados Unidos dijo que ha iniciado

una nueva fase de su campaña en la ciudad de Raqqa, en el norte de Siria, con el objetivo

de completar su cerco y cortar el camino a las fortalezas del grupo en la provincia de Deir

Az Zor .
Según el SDF, Tabqa y la presa adyacente fueron recapturados de ISIL, que no deja

ningunos otros asentamientos urbanos importantes-ocupados ISIL en la carretera del este

a Raqqa.

También en marzo, la lucha en Damasco y sus alrededores se ha intensificado tras los

sorprendentes ataques de los combatientes rebeldes en las partes noreste de la ciudad.

Las Naciones Unidas dijeron que la lucha en torno a la capital de Siria ha cortado a

300.000 personas de la asistencia humanitaria y se necesitan pausas en el conflicto para

permitir que los convoyes de ayuda lleguen a la zona.

Además de Alepo, el gobierno sirio controla actualmente la capital, Damasco, partes del

sur de Siria y Deir Az Zor, gran parte del área cercana a la frontera sirio-libanesa y la

región costera del noroeste. Grupos rebeldes, ISIL y fuerzas kurdas controlan el resto del

país.

Refugiados sirios
La guerra siria está creando efectos profundos mucho más allá de las fronteras del país.

El Líbano, Turquía y Jordania albergan ahora un número cada vez mayor de refugiados

sirios, muchos de los cuales han intentado viajar a Europa en busca de mejores

condiciones.

Con Siria en ruinas, millones de sirios que han huido al extranjero y una población

profundamente traumatizada por la guerra, una cosa es cierta: la reconstrucción de Siria

después de la guerra será un proceso largo y extremadamente difícil.