Sie sind auf Seite 1von 4

EDI-RED

Daniel García Florindo: Semblanza de EDITORA NACIONAL

Cubierta de Quinta del 42 (1952), de José Hierro. Editora Nacional.

Editora Nacional (Madrid, 1940-1985) se origina en plena Guerra Civil española


(1936-1939) como instrumento propagandístico de la administración de la zona
sublevada o nacional. Su gestación comenzó oficialmente por una Orden de junio de
1937, dentro de la Delegación de Estado para Prensa y Propaganda creada en enero del
mismo año. En el Boletín Oficial del Estado de 30 de enero de 1938 se publicaron los
nombres del primer gobierno de Franco, proclamándose para dirigir las ediciones
oficiales en Editora Nacional a Pedro Laín Entralgo, tras su paso previo por la Sección
de Ediciones del Servicio Nacional de Propaganda, cuyo control asumió Darío
Fernández Flórez. En Editora Nacional desembocaron entonces otras publicaciones
franquistas como Ediciones Jerarquía —con Luis Rosales como responsable de
publicaciones de corte literario e intelectual—, Ediciones Fe —con Luis Felipe Vivanco
al frente de obras políticas— y, desde 1940, se incluiría igualmente Ediciones Escorial,
funcionando estas con independencia de las revistas homónimas, como colecciones de
Editora Nacional.
En 1940 aparecieron simultáneamente, bajo el sello de Editora Nacional y
Ediciones Jerarquía, publicaciones como Poesía heroica del Imperio (tomos I y II), de
Luis Rosales y Luis Felipe Vivanco. En el catálogo de los primeros años de Editora
Nacional ya podían encontrarse títulos que, por su contenido, difícilmente podría editar

1
EDI-RED
Daniel García Florindo: Semblanza de EDITORA NACIONAL

la Sección de Ediciones: desde obras de poesía (Poesía. Obra completa, de Manuel


Machado, y Alondra de verdad, de Gerardo Diego) hasta monografías y ensayos
(Medicina e historia, de Pedro Laín; Naturaleza, Historia y Dios, de Xavier Zubiri, o La
filosofía del padre Gratry, de Julián Marías).
Como se analiza en los trabajos de Eduardo Ruiz Bautista, tanto en sus años en
la Vicesecretaría de Educación Popular, como en el Ministerio de Educación y en sus
sucesivas etapas en el Ministerio de Información y Turismo (dependiendo de la
Dirección General de Información, del Servicio de Publicaciones y de la Secretaría
General Técnica), Editora Nacional siguió manteniendo intactos sus objetivos
fundacionales: debía difundir libros con carácter y espíritu nacionales, algo que
mantendrá a lo largo de su existencia como su seña de identidad. No obstante, a partir
de los años 50, el catálogo de la editorial fue ampliándose hacia otros campos como la
poesía y la novela, con autores como Dionisio Ridruejo, José Hierro o Francisco
Umbral, lo que no evitó que la empresa fracasara al intentar competir comercialmente
con las grandes editoriales privadas (Ruiz Bautista, 2005).
Desde 1972, sustentada por el III Plan de Desarrollo Económico y Social (1972-
1975), Editora Nacional inicia o reanuda líneas de producción (colecciones de bolsillo,
libros de arte y ediciones en fascículos). Según documenta Fernando García Naharro, en
este año Editora Nacional contaría con una serie de colecciones fijas que encauzarían
las líneas de su producción editorial: Libros Directos, la colección de bolsillo de la
Editora; Ritmo Universitario, cuyas obras se dirigen al estudioso de temas específicos;
España en Tres Tiempos, con temas de interés nacional; Mundos Abiertos, que contaría
con dos series: la serie América y la serie Ciencias Sociales. La colección Escalada
buscaba promocionar a ensayistas, poetas y narradores en lengua castellana, contando
para ello con una serie de narrativa y otra de ensayos con obras de autores como Camilo
José Cela o Luis Rosales, respectivamente. Otras colecciones que contaban con una sola
obra por aquel entonces fueron Relaciones Internacionales, Cultura y Deporte, Libros
Decisivos o Sello de Arte. En Fuera de Colección aparecerían obras que, por su
temática, no encajaban en ninguna otra colección, tales como El teatro español y sus
direcciones contemporáneas, de Victoriana Urbano (García Naharro, 2015).
En 1973, José Antonio López de Letona y Roldán fue nombrado nuevo director
de la Editora Nacional por el ministro de Información y Turismo, a propuesta del
director general de Cultura Popular, Ricardo de la Cierva, quien había ocupado hasta
entonces la dirección de la Editora. Desde finales de este mismo año, Editora Nacional
contará también con el pie editorial Ediciones del Centro, dirigido por Alfonso Grosso,
con la finalidad de ser la vanguardia editorial del organismo.
Antes del fallecimiento de Francisco Franco, en 1975 se inició la colección
B100/U con primeros títulos como los Himnos de la noche, de Novalis (por Eustaquio
Barjau), Escritos filosóficos, de Diderot (por Fernando Savater), El viaje de los
argonautas, de Apolonio de Rodas (por Carlos García Gual), la Ética, de Espinosa (por
Vidal Peña) o La Política, de Aristóteles. También en este mismo año Editora Nacional
contará con la colección de poesía Alfar y coeditará la colección RTVE (participando
con el 50% de los gastos), al tiempo que mantendrá proyectos como Biblioteca de la

2
EDI-RED
Daniel García Florindo: Semblanza de EDITORA NACIONAL

Literatura y el Pensamiento Universales y Biblioteca de la Literatura y el Pensamiento


Hispánicos; Biblioteca de Visionarios, Heterodoxos y Marginados, compuesta de dos
series; Clásicos para una Biblioteca Contemporánea; Biblioteca del Mar, o la
preparación del llamado Proyecto B, un diccionario biográfico de la última centuria
española (Diccionario biográfico de España contemporánea), en el que se había
invertido más de diez millones de pesetas y que fue cerrado sin concluir en 1976, año en
el que el jefe de ediciones de Editora Nacional, Aurelio Torrente, fue cesado junto a
dieciséis directores y redactores contratados de las principales colecciones (Alfar de
poesía, Colección 13-100, Paraula Viva, Ediciones en Catalán y Ediciones del Centro)
(Pereda, 1976).
Esta liquidación del organismo fue llevada a cabo por Tomás Zamora, nombrado
director apenas una semana antes de dichos despidos. Consecuentemente, la Editora
sufre una paralización que se refleja en la colección Alfar de la que, en lugar de un libro
al mes, aparecen cuatro títulos que su director, Diego Jesús Jiménez, dejó en imprenta
antes de su despido. Previamente, dos meses antes del nombramiento de Zamora como
director, las dos colecciones B-100 también dejaron de estar al día con un título de cada
una publicado al mes hasta que dejaron de aparecer. En el caso de la colección Alfar de
poesía, la última publicación será en 1979 con el título de Aroni Yanko, Pasión y
abstracción en «Veinte poemas de amor y una canción desesperada», de Pablo Neruda.
Desde entonces, la colección Alfar como tal desaparece, pero sus treinta y seis títulos se
mantienen en el catálogo de Editora Nacional bajo la denominación de Otros Títulos
como una subsección apartada de la nueva colección Libros de Poesía que da nombre a
la séptima parte del último catálogo (correspondiente al año 1984) y cuyos nueve libros
mantienen un diseño de cubierta que ya no ofrece la imagen ilustrativa tan característica
y original de Alfar, sino un homologado motivo geométrico que con un determinado
color de fondo permite distinguir un título de otro.
El 17 de marzo de 1980, el ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, declaraba
en el acto de toma de posesión de los nuevos cargos de Editora Nacional lo siguiente:
«Editora Nacional debe ser una empresa pública, pero al mismo tiempo disponible para
colaborar con el mundo editorial privado. Entre sus objetivos está el conseguir una alta
rentabilidad cultural, no económica, y alentar a los jóvenes valores» (El País, 1980).
Los nuevos cargos de la Editora Nacional fueron José Luis Castillo Puche, como
presidente, y Alberto de la Puente, como director, con lo cual, desde que Alfonso
Grosso dirigiera la filial Ediciones del Centro, era la primera vez que un novelista
ocupaba el puesto de la dirección de la empresa editora del Gobierno.
Podemos afirmar así, para concluir, que la historia de Editora Nacional
evolucionó conforme lo fue haciendo el propio Régimen, desde el adoctrinamiento en
un sistema autárquico de control estatal, consignas oficiales y censura, hacia un modelo
empresarial más funcional y operativo, con resultados dispares y casi nunca
satisfactorios, quedando patente que durante el tardofranquismo, e incluso en los pocos
años que siguió existiendo tras la dictadura, la editorial hizo una labor divulgativa sin
ánimo de lucro y publicó interesantes libros de ensayo y literatura con poca salida
comercial que de otro modo no habrían podido ver la luz (Umbral, 1977). Esta

3
EDI-RED
Daniel García Florindo: Semblanza de EDITORA NACIONAL

importante labor cultural duró muy poco ya que el gobierno de González —mediante el
Real Decreto 2217/1985, de 6 de noviembre, por el que se suprime el Organismo
autónomo Editora Nacional (BOE, núm. 284, de 27 de noviembre de 1985, pp. 37.527-
37.528)— acabó por disolver la editorial, que por otro lado ofrecía escasos o nulos
beneficios económicos e incordiaba a las grandes empresas editoriales del país.

Daniel García Florindo


Universidad de Córdoba

Selección bibliográfica

«Editora Nacional: los contratados contestan», El País, 6 de octubre de 1976, en


http://elpais.com/diario/1976/10/06/cultura/213404402_850215.html [5 de
octubre de 2016].
«Editora Nacional alentará a los jóvenes valores», El País, 18 de marzo de 1980, en
http://elpais.com/diario/1980/03/18/cultura/322182004_850215.html [5 de
octubre de 2016].
GARCÍA NAHARRO, Fernando (2015). «Las publicaciones oficiales. Editora
Nacional». En Jesús Antonio Martínez Marín (ed.). Historia de la edición en
España (1939-1975). Madrid: Marcial Pons, Ediciones de Historia, pp. 209-232.
PEREDA, Rosa María (1976). «Editora Nacional: ¿Un búnker del “búnker”?
Liquidación final de una imagen progresiva», El País, 28 de septiembre de 1976,
en http://elpais.com/diario/1976/09/28/cultura/212713205_850215.html [5 de
octubre de 2016].
RUIZ BAUTISTA, Eduardo (2005). «La Editora Nacional (1941-1945): primeros pasos
y traspiés», Historia y política: ideas, procesos y movimientos sociales, 13
(2005), pp. 99-120.
UMBRAL, Francisco (1977). «La Editora Nacional», El País, 8 de octubre de 1977, en
http://elpais.com/diario/1977/10/08/sociedad/245113207_850215.html [24 de
octubre de 2016].

Para citar este documento: García Florindo, Daniel (2017). «Semblanza de Editora Nacional (1940-
1985)». En Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes - Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos
(siglos XIX-XXI) - EDI-RED: http://www.cervantesvirtual.com/obra/editora-nacional-madrid-1940-1985-
semblanza-788466/

Das könnte Ihnen auch gefallen