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Corinto:

“A la mitad de la península griega la tierra se reduce a una angosta cintura

de menos de 6 km de ancho, conocida como el Istmo de Corinto. La cuidad de

Corinto se encuentra ubicada sobre la parte alta del Itmos”. Debido a su posición

favorable, este lugar fue un importante puente de tierra entre norte y sur de

Grecia. El terreno contaba con buena tierra, adecuada para los viñedos y

olivares (Wilton 1998, 772)

La ciudad de corinto

La historia de esta ciudad se puede dividir en dos partes: “como ciudad-estado

griega, floreció tanto antes como después de la edad de oro de Atenas”. La

ciudad cayó en manos de Felipe de Macedonia y permaneció bajo control

macedónico hasta que fue declarada independiente por los romanos (196 a.C.).

A mediados del siglo II a.C., se reveló contra Roma y fue completamente

destruida por el cónsul romano Lucio Mumio en 146 a.C. y permaneció en ruina

durante todo un siglo (Douglas y Tenney 2001, 93)

En el 44 a.C. Julio Cesar volvió a fundarla. Su reconstrucción fue muy

importante debido a la existencia de componentes necesarios para la cúspide

económica del imperio. En el siglo I con el esparcimiento del imperio romano,

se incrementó el tráfico comercial, político y militar. Los romanos gobernaban

esta ciudad. Implantaban sus leyes, culturas y religiones. Pero a la vez, los

romanos habían sido helenizados fuertemente.

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Corinto como centro estratégico de comercio

Esta cuidad adquirió gran demanda como centro de comercio y transporte

internacional. En este lugar se realizaba muchos trasbordos, ventas de

mercancías, recolección de impuestos, eventos deportivos, entre otros. Gran

parte de comerciantes viajaban continuamente a Corinto y las ciudades

importantes del imperio. Sin embargo, no todas las personas gozaban de los

mismos beneficios o riquezas. Debido a esto existían personas que se

dedicaban a los trabajos artesanales y grana cantidad de esclavos que

formaban parte de la masa de la población (Fee 1994, 4).

Un aproximado de habitantes que tenía Corinto, es desde cien mil hasta medio

millón. Más del 50% de la población eran esclavos. Las personas residían

locales angostos que les servían a la vez como vivienda, taller y tienda. Según

Hch 18.2,3 Pablo se estableció en Corinto como trabajador artesanal y

practicaba su oficio de hacer carpas o tiendas compartiendo el local de Aquila y

Priscila. (Wilton 1998, 272)

Factores sociológicos y religiosos

Corinto contaba diariamente con gran cantidad de gente en circulación,

procedente de todas partes. Era un centro de cruce de razas, culturas y

religiones. Corinto en sus inicios fue una ciudad griega. Por tal motivo, mantuvo

dentro de sus tradiciones, su religión, filosofía, artes, entre otros. También

fueron heredando algunas prácticas del oriente como los cultos mistéricos de

Egipto y Asia, los judíos con su fe en un único Dios y sus prácticas en las

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sinagogas. De esta manera, las prácticas religiosas se desarrollaban uno junto

a la otra.(Fee 1994, 4). Existían alrededor de veintiséis lugares sagrados

consagrados a los dioses. Sin embargo, no todos eran templos. La variedad de

costumbres y religiones en Corinto era frecuente, así como las personas que

habitaban en la ciudad. Esto ocasionó que el vicio y la religión se desarrollen

paralelamente.

La mezcla de culturas era muy pronunciada, como puede verse por las distintas

deidades que se adoraban, contándose entre ellas muchas orientales, como Isis

y Serapis, pero el santuario principal era el de la diosa Afrodita, situado en la

Acrópolis, donde había más de mil prostitutas consagradas y ejerciendo su

oficio. Estas prácticas libertinas eran en parte responsables de que su

reputación contara con una moral corrompida, hasta el extremo de que la

expresión “muchacha corintia” significó “prostituta” y el verbo “vivir como un

corintio” significaba vivir una vida libertina. (Pfeiffer 1993, 165)

Debido a esto la ciudad antigua de Corinto adquirió una popularidad por sus

vicios sexuales “que Ristofanes (450-385 a.C) acuñó el verbo korinthiazo (actuar

como un corintio, fornicar)”. Se puede percibir que en esta ciudad se propagaba

las prácticas sexuales de una manera desordenada. En parte era el resultado

de una ciudad cosmopolita .(Fee 1994, 5).

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La iglesia de Corinto que Pablo fundo

La iglesia de Corinto fue fundada por el apóstol Pablo en su segundo viaje

misionero, durante una estancia de 18 meses. Esta iglesia estaba compuesta

principalmente por gentiles y por las personas de clase pobre. El libro de los

hechos de los apóstoles (18:1,18), muestra que Pablo salió de Atenas con

dirección a Corinto. Este viaje, probablemente lo realizó el año 50-52 d.C. Viaje

donde conoció a la pareja de esposos Aquila y Priscila, pareja que se habían

convertido al judeocristianismo en Roma. Sin embargo, esta pareja junto con los

judíos y judeocristianos, acusados de cometer desordenes públicos habían sido

expulsados el 49 d.C por el emperador Claudio. Pablo mantuvo una relación de

compañerismos estrecha con esta familia (Piñero 2015, 244). Algunos autores

mencionan que con ellos aprendió el oficio habitual de fabricante de tiendas,

con él que se sostuvo económicamente durante su un tiempo.

En su trabajo misionero en Corinto, pablo tuvo problemas fuertes con los judíos.

Debido a esto, se concentró más en el trabajo con los gentiles. Los judíos

acusaron a Pablo ante Galión, que fue procónsul de Acaya en tiempo del

emperador Claudio. Su acusación se basaba en que Pablo predicaba una

religión contraria a la ley romana. Al procónsul no le importaban mucho los

asuntos de los judíos. Por eso, dejó esta acusación sin efecto. Después de esto

Pablo tuvo que salir de Corinto con dirección a Jerusalén y Antioquía.

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Douglas, J. D, y Merrill C Tenney. 2001. Diccionario Biblico mundo Hispano. El

Paso, Tex.: Editorial Mundo Hispano.
Fee, Gordon D. 1994. Primera Epístola a los Corintios: texto de la versión Reina-
Valera, revisión 1960. Buenos Aires : Grand Rapids: Nova Creación ; W.B.
Eerdmans Pub. Co.
Pfeiffer, Charles F. 1993. Diccionario Bíblico Arqueológico. El Paso, TX: Editorial
Mundo Hispano.
Piñero, Antonio. 2015. Guía para entender a Pablo de Tarso: una interpretación
del pensamiento paulino. Colección Estructuras y procesos. Serie Religión.
Madrid: Editorial Trotta.
Wilton, Nelson. 1998. Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia. España: Caribe.