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UNGS - ICO - MAESTRÍA EN ECONOMÍA SOCIAL - MAES VIII

PARADIGMAS CONTEMPORÁNEOS DEL DESARROLLO - 2018

DOCENTE: NATALIA QUIROGA DÍAZ

MAESTRANDO: JUAN JOSÉ SÁNCHEZ

QUÉ ALTERNATIVAS PARA QUÉ DESARROLLO

1) NEODESARROLLISMO: ¿MÁS DE LO MISMO?

Como plantea GUDYNAS (2014) ciertamente existe una notable diferencia entre las propuestas
de „estilo de desarrollo‟ (“variedades de desarrollo”, para Gudynas) de los autodenominados
gobiernos „progresistas‟ de este siglo en América Latina y la de los gobiernos conservadores y
liberales. Dentro del primer bloque (las propuestas de desarrollo alternativo1 capitalista
efectivamente aplicada por los gobiernos) existirían también diferencias internas marcadas
quizás más profundamente por el distinto énfasis a la cuestión de la privatización o la
estatización del desarrollo (inversiones, operaciones y su apropiación). Pero lo que sin duda les
cabe a todos los „estilos‟, en todo el mundo, es el énfasis en la intensificación del modelo
extractivista de energías vitales, sean estas de la naturaleza interna (capacidad de trabajo) o de la
naturaleza externa (capacidad ambiental). En definitiva, todos estos estilos siguen marcados por
el “Capitaloceno” (MACHADO ARÁOZ, 2016), como el sistema por el cual se optimiza la
extracción de valor (trabajo) de factores económicos objetivados (por lo tanto escindidos,
separados, partidos de su fuente).
Creemos que esto se pueden vincular con consensos hegemónicos surgidos desde los inicios del
sistema capitalista, y que han mutado y reforzado con el neoliberalismo. Podemos marcar ahora
el Consenso de Washington, el Consenso de los Commodities, y podríamos agregar otros
consensos, por lo menos: el que se asienta sobre el capitalismo cognitivo y el que se asienta
sobre los dispositivos de gobernanza. Estos consensos articulan otras tantas formas complejas
del neoliberalismo que constituyen maneras de partir y extraer a partir de la centralidad del
Capital Financiero y el comando de una red financiera por la que los burócratas del “club de los
milmillonarios” extraen energías vitales de la humanidad:

1
Nótese que hablamos de “desarrollo alternativo capitalista y no alternativas al desarrollo capitalista
(GUDYNAS, 2014).
a) El “CONSENSO DEL MERCADO TOTAL” o Consenso de Washington (fin del Estado
intervencionista), y la concurrente “Economía de Deuda”. Los sistemas de seguridad social son
convertidos en dispositivos de re-privatización del valor extraído por el Estado en procesos
redistributivos, ya sea por la privatización directa de los sistemas, o bien por la extracción por
endeudamiento en los procesos de circulación y consumo (extracción de plusvalía secundaria),
lo que deviene en una forma particular de homo económicus: el “hombre endeudado”: “La
privatización de los mecanismos de seguro social, la individualización de la política social,
protección social como función empresarial, son fundamento de la economía de deuda”
(LAZZARATO, 2013. pp. 116-117). La DEUDA es una máquina de depredación sobre la
sociedad, instrumento de prescripción macroeconómica, y dispositivo de redistribución
regresiva de ingresos. El “hombre endeudado” implica la preeminencia y precedencia de los
mecanismos de consumo-deuda, a los de producción-reproducción. Extracción de valor futuro,
el “hombre endeudado” es, como en la historia de “Fausto”, una persona que ha empeñado su
fuerza de trabajo futura, en pos de la quimera del Capital presente, en una “financiarización de
la Vida” sin precedente.

b) El “CONSENSO DE LOS COMMODITIES” (MARISTELLA SVAMPA 2014, p. 15):


impone un “neoextractivismo” y una reprimarización de la economía periférica. Se trata de un
ciclo de acumulación por desposesión, una re-colonización similar a la acumulación originaria,
ahora en el ciclo de reorganización del mando capitalista. Si asumimos la racionalidad mercantil
del Capital, como la acumulación ampliada del capital financiero, implica la depredación
completa de la naturaleza externa, ya que priorizará el “presente” al “mañana”. La preferencia
por el “presente”, significa que la resignación de explotación en el tiempo es “irracional”. Ahora
bien, el hecho en sí es similar al de la acumulación originaria: separar al productor de valor (el
trabajador, naturaleza interna), de los medios de valor y las condiciones de posibilidad (la
naturaleza externa). La creación de “zonas de sacrificio”, la incorporación de áreas periféricas
marginadas como activos financieros a “exprimir”, implica siempre un complejo proceso de
explotación del trabajo ajeno y de las posibilidades de reproducción de las condiciones
materiales de vida de las comunidades.

c) Lo que podemos llamar “EL CONSENSO DEL CAPITALISMO COGNITIVO” (o del


Capitalismo Inmaterial), con las formas de “minería digital”, los “gold farming”, la “data
mining” y la “high-frequency trading”. Todos estas formas se sostienen en el “trabajo
cognitivo” o “inmaterial”:
“…asistimos a diferentes procesos de valorización, de los cuales el proceso de trabajo
constituye un momento más o menos importante según se trate de la creación de software, la
investigación, el trabajo en los servicios o el trabajo industrial clásico, actuando en conjunto con
los saberes más amplios que permean a la sociedad y son capturados por el capital (Míguez,
2014; Míguez y Sztulwark, 2013). Los derechos sobre las porciones de valor creadas de esta
manera, esto es, desde afuera de la producción directa, asume la forma típica de la renta
capitalista. El proceso de trabajo y el cambio tecnológico no son neutrales en esta
transformación”. (MÍGUEZ, 2016. p. 23). La especialización de la economía (la partición entre
trabajo material y trabajo inmaterial) deviene en la transformación del “…trabajo cognitivo en
un „capitalismo cognitivo‟ – que es lo opuesto a una verdadera economía fundada en el
conocimiento. El trabajo sigue estando en el centro de la valorización aunque ligado a la
producción deliberada de conocimiento.” (Ibíd.). La rapidez y aceleración de las
transformaciones del trabajo cognitivo, concreta en el presente, la extracción de valor futuro
(traer el futuro al presente lo más rápido posible), rasgo innegable del proceso de
financiarización (la economía comandada por el capital financiero y por las reglas de su
acumulación ampliada).

d) Creo que es necesario agregar otro consenso del neo-liberalismo (y del neo-desarrollismo):
“EL CONSENSO DE GOBERNABILIDAD”. El comando capitalista y su “club de
milmillonarios” no logra imponer su supremacía sólo con técnicas de auto-regulación, requiere
de la intervención a través de la incidencia redistributiva regresiva (RAZETO 1988): la nueva
“realpolitik”, desinformación, “fake news”, “posverdad”, clientelismo político y otras formas
de complejos condicionamientos, “populismos neodesarrollistas”, neofascismos y la propensión
por el orden conservador, son ingredientes con su buenos maridajes y sus contradicciones, que
operan desde el Comando Capitalista para asistir a los mecanismos desgastados de cooperación
libre. Un dato en particular interesante es el creciente costo (ya multimillonario) de las
campañas electorales y la participación (blanqueada o no) de empresas y/o empresarios
financiándolas (incluso financiando a oficialismo y oposición al mismo tiempo), e influyendo en
las decisiones de gobierno. A esto hay que agregar los nuevos viejos fenómenos de “golpes
judiciales”. La persecución, el hostigamiento y en definitiva, la parcialidad de oficiales de
justicia es otra de las herramientas empleadas para forzar políticas de incidencia redistributiva
regresiva. Sin duda, la capacidad de gobernar (ocultar-mostrar-decidir-convencer-imponer) es
una condición de posibilidad de la extracción de valor en forma directa, de la fuerza de trabajo
en los procesos de producción/distribución, o indirecta en los procesos de circulación/consumo.
¿El pragmatismo y los populismos, no expresan también cierta preferencia por el corto plazo
respecto al largo plazo? Es probable que la lógica de la financiarización permee incluso la
política: “…lo financiero emerge como momento de mando y de articulación unitaria del
capitalismo contemporáneo” (GAGO y MEZZADRA 2015, p. 45).
Es imposible gobernar de la mano de estos Consensos, pero a su vez, es imposible gobernar por
fuera: UNA ALTERNATIVA AL DESARROLLO CAPITALISTA ESTÁ FUERA DEL
REPERTORIO DE POSIBILIDADES TANTO DE REPRESENTANTES (GOBIERNO)
COMO DE REPRESENTADOS (PUEBLO). Todos desconocemos lo que no conocemos:
„desconfío de lo que no se‟ (o „ver para creer‟, según dicen). Las cosas se crean dos veces, la
primera en la mente, la segunda en la práctica. Lo que no existe en mi cabeza, es producido
como algo inexistente, como alternativa no posible (SOUSA SANTOS, citado por ESCOBAR,
2012, p. 22). Conocer, requiere abrirse a las posibilidades de la existencia.
Los pueblos empobrecidos, sometidos, colonizados, se han asumido históricamente como
„subdesarrollados‟. En ese sentido, el „subdesarrollo‟ es un invento: “fuimos inventados como
subdesarrollados” (ESCOBAR, 2012, p. 18). El „subdesarrollo‟, como posición relativa al
„desarrollo‟, está encarnado en nosotros, nos cala hasta los huesos. Nos asumimos
subdesarrollados, en relación a los países desarrollados.
“Hablar de subdesarrollo significa, siempre y necesariamente, hablar de desarrollo
(...) La teoría del subdesarrollo es, por tanto, una teoría del desarrollo, que trata de
explicar las posibles contradicciones en el interior de la sociedad desarrollada, cuya
acción produce el subdesarrollo en otras partes. (...) hay que insistir siempre en que
estos últimos [los países subdesarrollados] se subdesarrollan formando partes o
apéndices de los países desarrollados”. (HINKELAMMERT, 1974).
El desarrollo que estamos cuestionando (el viejo o el neo) es el de la modernidad europea,
extendido por todo el mundo con la expansión del sistema capitalista de vida (económico y
cultural), colonizando otros sistemas de vida con otros principios éticos y prácticos
(ESCOBAR, 2012, p. 18):
 Individuo racional („homo economicus‟), economía del cálculo, mecanismo de precios.
 Des-localizado (no situado, sin territorio).
 Naturaleza separada de cultura.
 Economía escindida de lo social y de lo natural.
 El conocimiento experto (método científico) por sobre cualquier otro conocimiento.
 Competitivo, egoísta y hedonista.

„Estamos seguros de que esto es así, que el mercado es el mejor asignador de recursos que son
escasos, que hay que hacer mérito para conseguirlos, lo que implica que el Hombre debe
siempre ser egoísta, y que eso hace avanzar a la ciencia y el avance nos da un mejor estándar
de vida para todos (menos para los que no se esfuerzan). Que el modelo industrial es superior
al modelo agrícola, ya que la industria permite un crecimiento de escala sin límites. Y que por
lo tanto, no puede haber industria sin depredación. Por lo tanto el progreso significa modificar
la naturaleza para vivir en un mundo cada vez más artificial y cómodo. La destrucción es
intrínseca al progreso, que va a requerir acciones para contener y reparar los efectos no
deseados. Para eso, los más preparados deben asumir el control del gobierno…‟ Y podríamos
seguir con este catálogo de futuros posibles y deseables para la amplia mayoría de las
sociedades colonizadas.

2) POSDESAROLLO: LO NUEVO DE LO VIEJO…

Desde otro lugar posible (no imaginado por las mayorías) podemos realizar un llamamiento a
“reconstruir el mundo desde la diversidad y la diferencia, desde abajo” (ESCOBAR, 2012, p.
18). Resulta que esto no es algo original, o novedoso. Paralelamente a la invención del
desarrollo (y antes también) han surgido reflexiones y experiencias contra-hegemónicas.
Creemos necesario reconocerlas y profundizar sobre ellas, sus aciertos, sus desaciertos, sus
continuidades y sus rupturas.
Para eso con ESCOBAR (2012, p. 24) proponemos:
 Tal cual como proponían los teóricos del „subdesarrollo‟ y del „desarrollo desigual‟, en la
década del „70, ahora decimos: se reconozca que el „Desarrollo‟ no puede ser el principio
organizador de la vida.
 Tal cual proponía Ernst Friedrich Schumacher2 y los teóricos de las Tecnologías
Intermedias, las Tecnologías Blandas, y las Tecnologías Socialmente Apropiadas: se
reconozca que el crecimiento económico no es la meta ni lo central.
 Como proponían los teóricos de la Filosofía Latinoamericana (desde Simón Rodríguez y el
General Felipe Varela, hasta José Martí, Paulo Freire, Rodolfo Kusch y Enrique Dussel): la
deconstrucción de “la matriz cultural de donde proviene el desarrollo”.
 Tal cual como lo plantea Manfred Max-Neef, André Gorz, y otros teóricos de la Ecología
Política, desde el Club de Roma3: reconocer los límites de la „modernización‟, “la
explotación de la naturaleza como ser no vivo” la lógica mercantil y la acción individual.
 Tal cual como lo plantea Polanyi (1886-1964) y los teóricos sustantivistas (hasta José Luís
Coraggio): “Se reconozca una multiplicidad de definiciones e intereses alrededor de las
formas de sustento, las relaciones sociales, y las prácticas económicas”.
 Tal cual como lo plantean los teóricos indigenistas no desarrollistas, los movimientos anti
segregacionismo, la Vía Campesina (1992), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional

2
SCHUMACHER, E.F. (1978 [1973]) “Lo pequeño es hermoso: Economía como si la gente importara”
Barcelona: Editorial H. Blume.
3
CLUB DE ROMA (2012) “Les limites à la croissance (dans un monde fini)”, (par Donella et Dennis
Meadows, Jorgen Randers), Rue de l'Echiquier, 425 p.
(EZLN, 1983); desde Bartolomé de las Casas hasta Martin Luther King, Enrique Angelelli,
Chico Mendes, Mandela, Berta Cáceres, María Magdalena Cruz Rojas, Rigoberta Menchú
Tum y tantxs otrxs: se reconozcan principios de “cosmovisiones relacionales”, en
contraposición a la cosmovisión de la „economía del partir‟ capitalista.
 Tal cual como lo propusieron o proponen las comunidades socialistas, autárquicas y anarco-
ecologistas, desde los Kibutz (1909), la Comunidad del Sur - Nordan (1955) y otras
experiencais comunitarias, las empresas de Economía de Comunión (1991), las
“pluriversidades” en toda América Latina desde hace más de tres décadas: reconocer el
establecimiento de vínculos a partir del “devenir en un pluriverso de configuraciones socio-
naturales”, una “multiplicidad de propuestas y visiones” en una comunidad situada, un
territorio.
 Tal cual como fue propuesto desde 1994 por los movimientos anti-globalización /
altermundistas (como justicia global y ATTAC) o incluso el “Mercosur Social”, y por
teóricos como Boaventura de Sousa Santos, Ignacio Ramonet, Subcomandante Marcos,
Noam Chomsky, entre otros: “Se propenda por formas de integración regional
autónoma…” (…) “…no dictados por los requerimientos de la economía mundial”.

Dicho esto, para profundizar sobre la posibilidad o no de un pos-desarrollo que vaya en


dirección de una reorganización de la vida en comunidad de pares, con horizonte común de
sentidos, es necesario cuestionar tanto las miradas „románticas‟ como las tecnócratas:
¿Es posible una cosmovisión no antropocéntrica, y no individualista, y a la vez respetuosa de las
subjetividades? ¿O es sólo posible una visión consciente de nuestro antropocentrismo? ¿Será
posible abstraerse del “yo”? ¿La abstracción del “yo” no es una forma de enajenación? ¿No
deberíamos preocuparnos por construir comunidades formadas por sujetos que com-partan sus
subjetividades sin negarlas? A la sociedad partida del neoliberalismo deberíamos contraponerle
la comunidad: el com-partir de la Vida. Ese debería ser el sentido de las “Cosmovisiones
Relacionales” (ESCOBAR, 2010). Un “NOSOTROS” (que abarca toda la naturaleza, la interna
y la externa), que no niega los muchos “YO”, ni los subordina, ni los ensalzan.

Entonces, lo que le da el carácter de „comunitaria‟ (o „solidaria‟) a una relación no es ni el


carácter idealista o candoroso, ni el racional-instrumental-tecnocrático de una solidaridad
mecánica. Lo que le da el carácter de solidaria, está ligado al tipo de vínculo que genera o del
que proviene. Como plantea GERARDI (1998), creemos que pueden existir cuatro tipos de
vínculos posibles entre personas (naturalezas internas y externas):
• El de negación del/a otro/a. “El o la otro/a no existe”. Busca la destrucción del otro.
Genera una relación de negación (marginación, exclusión, depredación y hasta la muerte).
• El de dominación y subordinación. Dominación: “El otro existe pero yo soy superior”
(soy el centro del universo, soy el benefactor), y Subordinación: “el otro existe pero yo soy
inferior” (soy débil y frágil y necesito de la beneficencia). Genera una relación de Mayor a
Menor o de Menor a Mayor, siempre asimétrica. Tiende a perpetuarse porque cada uno está
cómodo en su posición (explotación y consumismo-financiarización de la vida).
• El de imitación – mimetización con el/a otro/a. “Yo soy lo mismo que el otro”. Dicho
desde una posición real de poder sobre la otra persona, conlleva a la manipulación: “se lo que el
otro necesita porque somos iguales” y se suprime la participación. Dicho desde una posición de
no-poder, impulsa a la envidia y puede desembocar en una relación de negación de la otra
persona.
• La legitimidad del/a otro/a como igual pero diferente: “Somos iguales en dignidad, pero
diferentes. Nos necesitamos mutuamente. Nos complementamos”. Genera una relación de
iguales, de pares.
Desde la legitimidad del otro/a, con vínculos de pares, es desde el único lugar donde se generan
Relaciones Solidarias.

3) SUEÑOS Y PANES

En la FESOL (Feria de la Economía Solidaria, Santiago de Chile) de 1992, ante una pregunta
sobre la ingenuidad de un proyecto alternativo y solidario frente a la „hegemonía del capital‟,
Luís Razeto respondió: “Pensar que el capitalismo es hegemónico, es funcional a la
reproducción del sistema capitalista…”. De la misma manera Gibson & Graham (2011) invitan
a “repensar la economía” como práctica reflexiva, es decir, como el conjunto de hábitos
enteramente humanos y cotidianos de sentires y pensares a partir de los cuales reproducimos
tozudamente la vida de cada unx y la de todxs, todos los días, más allá de las “posturas frente a
las teorías y el mundo”, presentes sin duda en la hegemonía del capital.
¿En qué sentido podemos decir que el capital no constituye una hegemonía? Fundamentalmente
en la imperiosa necesidad de dejar de creer, sentir y pensar en que “el capitalismo realmente es
la fuerza más importante en el mundo contemporáneo, de que su dominio no es un objeto
discursivo sino una realidad que no puede ser simplemente „desconocida‟, de que nada hay
fuera de él y que por lo tanto cualquiera de las supuestas alternativas en realidad son parte del
orden capitalista corporativo global, patriarcal, neoliberal”. Lo que hace permanentemente
Gibson y Graham es encontrar razones para descreer del poder y el alcance del Capital. Para
Gibson y Graham, sólo la necesidad de buscar, ensayar y probar una política poscapitalista, nos
devela el contenido de la vida real, situada, y nos libera de las ataduras del capital en las
representaciones de los teóricos y políticos marxistas dogmáticos del imperio. Lo que para ellos
es un acto voluntarista (o quizás un basismo irresponsable, poco profesional), según muestra
Gibson y Graham ha resultado un fructífero experimento de “economías diversas”.
En definitiva: la práctica consciente por el pan cotidiano (pero también las prácticas
experimentales conscientes, como los juegos cooperativos) „con-vencen al cuerpo‟ produciendo
“nuevas relaciones afectivas con el mundo”, y modificando nuestras „creencias‟.
Quizás sea la vivencia de valores y principios, (más que la racionalización de pretendidas falsas
„coherencias‟ desmotivadoras), las que conducen a definir “la práctica de una teoría débil”,
como la necesaria humildad del principiante, ya que, en definitiva, „somos humus‟ (y
volveremos al humus4). De ahí también proviene la insistencia de Horacio Machado Aráoz
(2017) con su necesario “Giro agro-cultural y cambio sociometabólico”:
“…la crucial cuestión de la liberación humana (de las ataduras del capital) requiere hoy, más
que nunca, en los umbrales del siglo XXI, re-pensar la Tierra. Re-pensar la Tierra como
cuestión vital fundamental, es re-pensarla y re-descubrirla como Madre. Y re-pensar-nos a los
seres humanos, como ontológicamente hijos de la Tierra; seres terrestres, en el sentido
existencial de que no sólo vivimos apenas sobre la Tierra y de la Tierra, sino que literalmente
somos Tierra. Precisamos, de modo urgente, volver a saber-nos y, sobre todo, sentir-nos
Tierra.”
Y aclara:
“Por cierto, más que un cambio en el sistema de producción de objetos, hablamos de un cambio
radical en el sistema cultural, económico y político de producción de subjetividades,
sensibilidades y sociabilidades; un cambio ecobiopolítico que supone „mudar de piel‟ (Fanon,
2007).” MACHADO ARÁOZ (2017).
El arquetipo, representación esencialista si las hay, de „la Tierra‟, es „la madre‟. Madre Tierra:
“…la futura madre se siente humus y gleba, fuente, raíz; cuando se amodorra, su sueño es el
del caos donde fermentan los mundos” (SIMONE DE BEAUVOIR, 1949). La tierra, el humus
y la humildad, son representaciones y atributos asignados estereotipadamente a las mujeres: “el
segundo sexo” es el que está detrás del primero (“detrás de todo gran hombre, hay una gran
mujer”). La liberación humana requiere hoy, además de (o complementaria a) la lucha y las
solidaridades de los movimientos feministas, “…la elaboración de masculinidades liberadas”,
como lo expresa Gibson y Graham (2011, p. 105) en el análisis de la producción “Todo o nada”.
Esto implica liberarse:
“..de la centralidad simbólica del falo erecto y del trabajo manual”: EL CUIDADO
AMOROSO POR SOBRE LA VIOLENCIA DE LA PROTECCIÓN PROVEEDORA.
“…de la creación de nuevas formas de comunidad energizadas por el placer de la
diversión, del erotismo y la conexión entre todo tipo de divisiones y diferencias”: RE-
ENMARCAR LA ECONOMÍA (G&G 2017) PARA COM-PARTIR, POR SOBRE EL

4
R.A.E. humus: 'Capa superficial del suelo, constituida por la descomposición de materiales animales y
vegetales'.
PARTIR DE LA ECONOMÍA EMPRESARIAL (DE MERCADO) Y EL RE-PARTIR
DE LA ECONOMÍA PÚBLICA.
“…y de la experimentación con procesos de clase comunales en los cuales”:
“…la interdependencia”: PASAR DE LA DEPENDENCIA (“VOS SOS”) A
LA INDEPENDENCIA (“YO SOY”); Y DE LA INDEPENDENCIA A LA
INTERDEPENDENCIA (“YO SOY SI TÚ ERES”).
“…y el hecho de estar incompletos”: DE SER HUMUS, HUMILDES,
NECESITADOS.
“…se aceptan como aspectos habilitadores de la subjetividad individual-”:
DESARROLLAR UNAS OTRAS SUBJETIVIDADES (MUCHAS DE LAS CUALES
HOY SE ASIGNAN CULTURALMENTE A LA MUJER).
No es solamente que la soberbia machista opera sojuzgando el desarrollo, bloqueando las
posibilidades de reproducción ampliada de la vida de todes. Existiría, además, una continuidad
entre las cuestiones de desigualdad de géneros y justicia medioambiental, entre el estereotipo de
proveedor-protector violento, y el devastador atropello a la naturaleza, la que “nos precede, nos
contiene y nos excede” (MACHADO ARÁOZ, 2017). Al decir de Hinkelammert: “cortamos la
rama sobre la que estamos sentados”. A partir de esto, tanto Machado Aráoz como Gibson y
Graham, proponen “microrupturas”, a nivel de Asambleas Barriales/Micro-Territoriales, de
pequeña escala; centrada en los sujetos (y no en las masas); con prácticas autogestionarias; con
importancia radical de “el lugar” (prácticas situadas); con tácticas y estrategias de poder como
servicio; y con prácticas diversas de producción, re-parto y circulación del „pan cotidiano‟.

4) ¿QUÉ APORTA UNA PERSPECTIVA FEMINISTA


AL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SOBRE LAS LÓGICAS,
REPRESENTACIONES, DECIRES Y SENTIRES, DEL TRABAJO MERCANTIL
AUTÓNOMO, EN VÍNCULO CON LAS OTROS CICLOS DE REPRODUCCIÓN DE
LA VIDA EN LA UNIDAD DOMÉSTICA POPULAR?

Según Natalia Quiroga y Verónica Gago (2017), la dimensión doméstica de la economía está
“protagonizada por las mujeres”, pero rebasan dicha dimensión más allá del Estado y del
mercado. Como se sabe, los estereotipos esencialistas de los ciclos „modernizadores‟ confinaron
(y confinan) a las mujeres al espacio doméstico, es decir, espacio de lo privado. A su vez, „lo
doméstico‟, y las tareas de cuidado quedan catalogadas como propias de mujeres. Una mirada
feminista sobre un proyecto de investigación que tiene como eje el trabajo en las esferas y
circuitos domésticos, ayuda a la inmersión en la realidad de las unidades domésticas desde una
perspectiva diferente:
1) ¿Cómo se organiza el trabajo de todxs sus miembros? ¿Qué acuerdos y desacuerdos? ¿Quién
hace qué cosa? ¿Quién resigna hacer qué? ¿Quién puede disponer de tiempo de ocio y quién no?
(BOSERUP, 1993 [1970], p. 49)
2) ¿Cómo se apropian cada unx de una parte de lo producido? ¿Quién se apropia del producto
de las actividades domésticas? ¿Circulan? ¿Cómo?
3) ¿Cómo se despliegan las estrategias de sobrevivencia en los sectores populares? ¿Cuánto hay
de „hacer lo que hay que hacer‟, de opresión y desigualdad en roles múltiples (“triple jornada
femenina”)? ¿Cómo la Economía Urbana colecta de la reproducción doméstica y social, en la
figura femenina del cuidado de la fuerza productiva? ¿Cuánto hay de mercantilización del
cuidado, en fuerza de trabajo femenina subordinada a la producción social (masculina)?
“…al confinar la economía doméstica también se pierde de vista que ella participa de
los flujos que hacen viable y habitable una ciudad, compuesta por racionalidades
varias y divergentes”. (QUIROGA y GAGO, p. 104).
4) ¿Qué alternativa hay (está activa dentro del repertorio de acciones posibles) para las unidades
domésticas, de desbordar los espacios de confinamiento de la mujer? ¿Cuánto de común, de
comunitario, se imaginan en dicho desborde?
5) ¿Cómo se transita la transición? ¿Cómo desmercantilizar espacios mercantiles? ¿Cómo se
construye „lo común‟ en medio del avance del mercado y de un Estado que aporta al desarrollo
capitalista? ¿Cómo se avanza en la resolución de desigualdades de género, y transformación de
prácticas patriarcales machistas?

Estudiar, por ejemplo, la división sexual y generacional del trabajo en la Unidad Doméstica,
cuestionándolo e historiándolo, indagando sobre la existencia de „sistemas mercantiles
domésticos autónomos masculinos y femeninos‟, en el mismo sentido de lo realizado por Ester
Boserup (1993 [1970]) para las economías de los sistemas agrícolas.

Podemos encontrar entonces, explicaciones a comportamientos que se basan en “un mero


reflejo de la sociedad y la cultura sobre la mentalidad de los actores” (FORNI y BENENCIA,
1991, p. 118). Para Forni y Benencia, dicho reflejo no sería absoluto, tanto como no lo es la
posición reduccionista que atribuye estas decisiones a “una inflexible lógica marginalista de
optimización de beneficios” (FORNI y BENENCIA, 1991, p. 118). “Pensamos también que las
decisiones son en muchos casos respuestas coyunturales a las presiones del medio y las
circunstancias…”

Algunas características de las UD se pueden explicar en términos de:


a) “La reproducción de la capacidad de trabajo y su funcionalización social.”
b) “La explotación de la mano de obra familiar en términos de dominación patriarcal dentro
del hogar.”
c) “La existencia de factores extraeconómicos que tienen también influencia sobre la decisión
referida a composición de los hogares y participación laboral”.

Así, la mirada particular feminista, permitirá develar la presencia de trabajo doméstico no


remunerado, y de estrategias de subsistencia vinculas a la reproducción de todxs, en la UD. A
expensas del patriarcado. Al mismo tiempo permitirá atender a la disposición de recursos
productivos y reproductivos y la apropiación más o menos patriarcal de los resultados. En
relación con otros ciclos de reproducción del Fondo de Trabajo, se indagará sobre el aporte por
fuera de la UD.

BIBLIOGRAFÍA

GERARDI, R. (1998) “Fe, Economía y Solidaridad”. Apuntes policopiados del seminario del
mismo nombre (sin revisión del autor). Catamarca: Bienaventurados los Pobres (BePe).
HINKELAMMERT, F. (1974) “Dialéctica del desarrollo desigual”. Ediciones Contraseña,
Buenos Aires.
GUDYNAS (2014) “Las disputas sobre el desarrollo y los sentidos de las alternativas”.
Revista Kavilando, 6(1), 15-26.
MACHADO ARÁOZ, H. (2017) “Del debate sobre el „extractivismo‟ hacia una ecología
política del sur”. En: Despojo capitalista luchas comunitarias en defensa de la vida en México.
Claves desde la ecología política. NAVARRO TRUJILLO, M. L. y FINI, D. Puebla:
Universidad Autónoma de Puebla.
LAZZARATO, M. (2013) "La fábrica del hombre endeudado. Ensayo sobre la condición
neoliberal”: 116-117. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.
SVAMPA, M. y VIALE, E. (2014) Mal desarrollo. La Argentina del extractivismo y el despojo.
Katz Editores.
MÍGUEZ, P. (2016) “Trabajo cognitivo: genealogía y aportes de un debate para pensar los
procesos de valorización del capital contemporáneos desde la sociología del trabajo y la
economía política” Revista da ABET, v. 15, n. 2, Julho a Dezembro. Curitiba, Brasil.
QUIROGA, N. y GAGO V. (2017) “Una mirada feminista de la economía urbana y los
comunes en la reinvención de la ciudad”. En: “Economía feminista, desafíos, propuestas,
alianzas”. Editorial Entrepueblos

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