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Una mirada hacia los desastres mundiales

Indice

1. Justificación
2. Introducción
3. Objetivos
4. Marco Teórico
5. Caracterización de amenazas
6. ¿Qué es vulnerabilidad?
7. ¿Qué es un desastre?
8. ¿Cuál es la escala espacio-temporal de los desastres?
9. ¿Puede hablarse de "desastres naturales"?
10. ¿Qué es riesgo?
11. ¿Qué son líneas vitales?
12. ¿Qué es mitigación?
13. ¿Qué es prevención?
14. ¿Qué es atención?
15. Eventos naturales relacionados con desastres
16. Terremotos
17. Erupciones Volcánicas
18. Maremotos (Tsunamis)
19. Inundaciones
20. Huracanes
21. Incendios
22. ¿Y, las amenazas tecnológicas y ambientales?
23. ¿Anticiparse al futuro? ¿Mitigar los riesgos?
24. Las amenazas en el contexto regional
25. Nuevas ideas y políticas nacionales e internacionales
26. El papel de la ingeniería sanitaria
27. Abastecimiento de agua
28. Historia
29. Erupciones Volcánicas
30. Incendios
31. Huracanes
32. Inundaciones
33. Peligros en Concentraciones de Personas
34. Deslizamientos
35. Maremotos
36. Hambrunas
37. Metodologia
38. Análisis de la informacion
39. Conclusión
1. Justificación

Desde un punto de vista científico, América latina y el Caribe presentan una gran variedad de
riesgos naturales. Como parte del cinturón de Fuego que corre alrededor del Océano Pacífico,
la costa occidental de América Latina es altamente propensa a las amenazas geológicas. Los
terremotos y los tsunamis han cobrado muchas victimas y han ocasionado la pérdida de miles
de millones de dólares desde México hasta Chile. Los volcanes, que han destruido ciudades
enteras y arruinado muchas sociedades, continúan siendo una amenaza para la supervivencia
de los asentamientos urbanos que se ubican en sus laderas. En la costa del atlántico, la
estación de huracanes dictamina el estilo de vida del Caribe, dejando en segundo plano otras
amenazas naturales como los terremotos y las erupciones volcánicas que, a lo largo de los
siglos también han dejado su huella en estas naciones insulares. Así, las amenazas naturales
como los desastes en que se pueden convertir son una parte integral de la historia de la región
de las Américas. El citado cinturón de fuego es un continuo factor de preocupación para las
civilizaciones orientales que por muchos siglos han tenido que enfrentar sus embates, creando
mecanismos de defensa tan especializados que en Japón por ejemplo los temblores de tierra y
maremotos no causan efectos más desastrosos por la preparación y tecnología desarrollada
para ajustarse a la naturaleza de estos más no luchar contra ella. De la misma manera el Mar
Mediterráneo es el punto de unión de diferentes placas tectónicas como la africana, la árabe, la
de anatolia y la euroasiática afectando el extremo norte del continente africano y razón
suficiente para que los países que se extienden hacia el Mar de Mármara y el Mar Negro estén
en constante alerta.

Dentro de un contexto más específico, Colombia por su ubicación geográfica se encuentra en


una zona de alta actividad sísmica-volcánica; si a ello se suma la acción de agentes antrópicos
(desastres causados por el hombre), biológicos y la depredación causada por sus habitantes, lo
convierte en un país propenso a la erosión, deslizamientos, crecientes torrenciales, avalanchas
e incendios forestales. Si esta frecuente ocurrencia de fenómenos naturales y/o antrópicos le
sumamos la alta vulnerabilidad que presentan los asentamientos humanos, atribuibles al
crecimiento desordenado de las ciudades y poblaciones y al tipo de tecnología utilizada en los
mismos, tenemos como resultado un país con alta propensión a sufrir las consecuencias de los
desastres naturales. Los desastres naturales como se suelen llamar erróneamente, no son
causados en forma espontánea, se relacionan con el ambiente social, político y económico y la
forma como estos estructuran los grupos de individuos. Por esto se enfoca esta monografía
hacia el recuento de los desastres más importantes a nivel mundial a través de la historia y su
influencia sobre las comunidades, aunque solamente se consideran los relacionados con
eventos naturales, porque desastre significa muchas cosas incluso algunas definiciones
incluyen las guerras.

Básicamente existen tres tipos de personas cuando se habla del manejo de los desastres:

• Aquellos con poder que generan vulnerabilidad, a veces sin tener conciencia de sus
acciones.
• Aquellos con poder que están tratando de hacer algo sobre las amenazas pero quizás
no lo hacen muy eficazmente debido a que no consideran el efecto de la vulnerabilidad.
• Aquellos que están operando en la base y que sufren las consecuencias de los
desastres o están trabajando con la población para reducir su vulnerabilidad e incrementar su
poder.

A cual debemos pertenecer o tratar de modificar?


2. Introducción

Las primeras crónicas de desastres datan del siglo XVI y desde ese momento, la forma en que
la población y las autoridades han actuado frente a las emergencias ha entrañado una
combinación de improvisada generosidad con abusos oportunistas. Ocurría un desastre
importante y sus efectos se iban olvidando con el paso de los años hasta que nuevamente la
naturaleza mostraba su cara tenebrosa y la gente se veía obligada a sumergirse en la acción,
como si las actividades meramente físicas de desenterrar de entre los escombros a muertos y
heridos, ayudar a los vecinos a reconstruir y plantar de nuevo los campos, pudieran suavizar en
hecho de que seria cuestión de tiempo hasta que la adversidad llamara a la puerta y hubiera
que enfrentar un próximo desastre.

La realidad muestra que esta era la manera como se manejaban los desastres en las Américas
hasta los primeros años de la década de los setenta. La mayor parte de las veces en socorro
se prestó con mucha generosidad y solidaridad, pero adoptando medidas improvisadas y poco
coordinadas, con lo que se presentaron problemas de competencia entre sectores y
adicionalmente una respuesta internacional de ayuda que no era la más apropiada
técnicamente o la mas sensible culturalmente. Esta respuesta o fase de socorro que incluía la
rehabilitación y reconstrucción inmediata, cada vez se hizo mas frecuente y mas compleja
debido al crecimiento de la población expuesta al riesgo y a la dependencia en aumento de la
sociedad respecto a servicios indispensables como agua, electricidad, comunicaciones,
carreteras y puertos.

Estas experiencias traumáticas mostraron a los países la necesidad de organizarse con el fin
de responder mejor a los diferentes problemas que generalmente acompañan a un desastre, es
decir: rescatar a los sobrevivientes, atender a los heridos, apagar los incendios y controlar los
escapes de sustancias peligrosas, brindar albergue, agua y alimentación a los damnificados,
evacuar a las personas a lugares más seguros, establecer comunicaciones, resguardar la
seguridad y el orden público, e identificar y disponer de los cadáveres, entre otros.

Varias catástrofes pusieron de relieve las deficiencias de una respuesta organizada. Asignar
toda la responsabilidad a las fuerzas armadas u otro órgano similar, sin inversión previa de
recursos y participación del resto de la nación, trae consigo una fase caótica en la que los
sobrevivientes enfrentan además de la recepción de la asistencia, a veces contraproducente,
de una multitud de organismo e instituciones locales, nacionales e internacionales que actúan,
no sólo por mandato, sino también porque por buena voluntad quieren brindar ayuda a los que
sufren los efectos del desastre.

La fase de respuesta es compleja, porque además de la gran cantidad de entidades que


participan, el problema mayor radica en la toma de decisiones sin medir sus repercusiones. Se
complica aún más si se pretende tomar decisiones y dirigir las operaciones sin conocer siquiera
su funcionamiento en condiciones normales en lugar de coordinar los esfuerzos de los actores
locales.

En todos los tiempos y culturas el ser humano generalmente ha tenido una actitud pasiva y
facilista o ignorante frente a las dinámicas del medio ambiente físico. Aún está profundamente
arraigado el considerar las manifestaciones violentas de la Naturaleza como designios de Dios
o asuntos ineludibles de la Naturaleza misma. Es común que ello se exprese en actitudes
fatalistas, de resignación y postración, o simplemente de rechazo frente a un tema en el cual el
bienestar o incluso la vida están comprometidas en un futuro incierto.

Planificar con el factor riesgo es, fundamentalmente (y el término mismo lo implica) un proceso
de toma de decisiones frente a incertidumbre. Cada vez más, se espera de la Ingeniería un
estrecho compromiso entre la búsqueda de mejor calidad de vida, de opciones de desarrollo y
de la menor influencia adversa sobre el Medio Ambiente, lo que conduce a la necesidad de
entender la complejidad del problema del manejo de riesgos, tratando sus diversas facetas:
culturales, históricas, antropológicas, científico-naturales, técnicas, económicas, entre otras.
Gran parte del riesgo asociado a los fenómenos naturales puede atribuirse a problemas de
percepción. Así como el riesgo de los fenómenos de evolución rápida (p. ej. sismos) no se
percibe bien por su escasa ocurrencia, el riesgo que causan fenómenos de evolución lenta,
generalmente no es percibido adecuadamente por esa característica, su lento y poco violento
desarrollo. La escasa percepción de riesgos también puede deberse a negaciones individuales
y colectivas que, incluso en lapsos de pocos años, pueden borrar de la memoria la ocurrencia
de fenómenos amenazantes.

Para aportar a una nueva visión de los fenómenos amenazantes, de la vulnerabilidad de


poblaciones y de las obras civiles y, sobre todo, al entendimiento que los desastres no sólo son
producidos por eventos de gran magnitud que ocasionalmente afectan extensas regiones y
producen ingentes daños, si no que en nuestro medio socioeconómico y cultural hacen parte
de la cotidianidad y que, probablemente, están creciendo en frecuencia y en efectos.

Esta información, o la más reciente sobre los centenares de eventos desastrosos, desde los
que afectan a individuos y pequeñas comunidades hasta los que producen víctimas fatales,
reportados en los últimos meses, serían motivo suficiente para que en la Ingeniería colombiana
se pensara más en la responsabilidad que le cabe frente a su interacción con la Sociedad y con
la Naturaleza, siempre dinámica y actuante según leyes que a veces se nos olvidan, incluso en
el salón de clase.

"Cuando llegue a Curacutín


Estaba lloviendo ceniza
Por voluntad de los volcanes

Me tuve que mudar a Talca


Donde habían crecido tanto
Los ríos tranquilos de Maule
Que me dormí en una embarcación
Y me fui a Valparaíso

En Valparaíso caían
Alrededor de mi las casas
Y desayune en los escombros
De mi perdida biblioteca
Entre un Baudelaire sobrevivo
Y un Cervantes desmantelado"

Pablo Neruda
De "desastres"
Del Corazón Amarillo
3. Objetivos

General
Redactar un documento de fácil entendimiento que refleje claramente la cronología de los
desastres y sus efectos sobre los grupos humanos afectados dentro de un contexto global,
considerando la función de la Ingeniería Sanitaria en las actividades de recuperación.

Específicos

• Hacer un recuento de algunas de las catástrofes que han ocurrido durante la historia de la
humanidad.
• Explicar los conceptos básicos referidos a los desastres.
• Identificar el papel del Ingeniero Sanitario frente a los desastres.
4. Marco Teórico

Definiciones Y Conceptos Básicos

Todavía no existe una unificación clara en el manejo del vocabulario y conceptos relativos al
problema de riesgos. En el marco de esta monografía se adoptan los siguientes, tratando de
ilustrar los alcances de cada uno de ellos:

¿Qué es amenaza?

El término amenaza (en inglés, hazard) se refiere a la probabilidad de la ocurrencia de un


fenómeno natural o tecnológico potencialmente peligroso. Generalmente se aplica a los
fenómenos de ocurrencia sorpresiva, de evolución rápida y de relativa severidad (o violencia).
Sin embargo, en rigor, la peligrosidad de los fenómenos naturales tiene que ser vista en
relación con el grado de previsión de los elementos vulnerables y sobre todo, para las obras de
infraestructura vital en plazos de tiempo relativamente largos; esto hace recomendable incluir
en la categoría de amenazas también algunos fenómenos de evolución lenta (por ejemplo
cambios en cursos fluviales y fenómenos de erosión). Conviene, con la finalidad de orientar
eficazmente las medidas de mitigación, distinguir aquellos fenómenos amenazantes que
pueden ser híbridos, es decir, causados o incrementados por acción humana, como los
deslizamientos y las inundaciones.

Estrictamente, ningún fenómeno es inherente a una amenaza o peligro. Aunque por profundas
razones antropológicas o psicológicas algunos, como los terremotos, jamás

dejarán de ser así. Este carácter se lo da nuestra percepción, y más específicamente nuestra
vulnerabilidad y exposición al fenómeno.

Fenómenos asociados (o efectos secundarios). Se denominan así a aquellos que son


causados por otros fenómenos amenazantes (por ejemplo deslizamientos inducidos por
terremotos). En algunos casos estos fenómenos asociados (que generalmente dependen de
condiciones locales) pueden significar mayor peligro que su fenómeno causante (las tuberías
enterradas, por ejemplo, son más sensibles a desplazamientos del suelo que a las fuerzas
impuestas por vibración sísmica).

Escenario de amenazas. Es una composición descriptiva de las características espacio-


temporales de aquellos fenómenos más probables y relevantes en donde es más posible que
ocurra un fenómeno que afecte a una comunidad, a una ciudad, o a un conjunto de sistemas
vitales o de bienes y servicios.

El término exposición se refiere a un área o región, expuesta a un fenómeno amenazante, o a


un elemento potencialmente sometido a él (vidas, estructuras).

Amenazas frecuentes. Los procesos y fenómenos periódicos y con lapsos de retorno cortos no
son, en general, considerados como amenazas. Casi siempre las estrategias de adaptación a
fenómenos estaciónales, a las mareas oceánicas, a las inundaciones en llanuras o a las lluvias
periódicas, son eficaces. Sin embargo, en ocasiones, la intervención humana sobre el medio
ambiente físico desconoce aún estas manifestaciones tan frecuentes; como por ejemplo,
cuando se obstruyen, mediante procesos de urbanización, los canales naturales de drenajes
permanentes o intermitentes.
5. Caracterización de amenazas

Un fenómeno natural puede caracterizarse como amenaza en relación con tres variables que
permiten identificarlo como peligroso:

a. Ubicación.

b. Severidad.

c. Recurrencia.

Los literales a y c caracterizan el comportamiento espacio-temporal del fenómeno, mientras


que el literal b caracteriza la forma en que se manifiesta.

Cada una de estas variables básicas puede ser reducida a componentes. Esta reducción,
generalmente, es necesaria para la evaluación misma de la variable, en función de responder,
mediante investigaciones pertinentes, a preguntas como las siguientes:

a. Ubicación: ¿Cuáles son sus fuentes, cuáles sus extensiones, cuáles sus manifestaciones
(sus áreas de ocurrencia), cuáles sus zonas de influencia?.

b. Severidad: ¿Cuáles son los tipos de efectos esperables?.

c. Recurrencia: ¿Cuáles son los lapsos de tiempo en que el fenómeno puede ocurrir, con un
tamaño e intensidad definidos?.

En la realidad, ante limitaciones fundamentales (conocimiento científico) y circunstanciales


(información accesible o disponible), es más o menos difícil caracterizar estas tres variables
con la deseable exactitud y resolución. La más difícil de caracterizar es la recurrencia.

La ubicación se puede caracterizar mediante información y registro geológico, arqueológico e


histórico, en combinación con características del ambiente físico natural tales como terrenos,
topografía, drenajes, huellas de fenómenos anteriores y cercanía de fuentes de amenaza.

La severidad también puede ser evaluada mediante registros naturales y documentales, por
extensión y tipo de efectos observables o por comparación con regiones similares.

Pero la recurrencia está sujeta a múltiples limitaciones. Muchos de los fenómenos ocurren en
lapsos de tiempo promedio que pueden abarcar desde varias generaciones hasta miles de
años, frente a los cuales el conocimiento científico todavía no puede establecer anticipaciones
seguras de ocurrencia.

Gran parte del riesgo asociado a los fenómenos naturales puede atribuirse a problemas de
percepción. Así como el riesgo de los fenómenos de evolución rápida (p. ej. sismos) no se
percibe bien por su escasa ocurrencia, el riesgo que causan fenómenos de evolución lenta, no
es percibido adecuadamente por esa característica, su lento y poco violento desarrollo. La
menguada percepción de riesgos también puede deberse a negaciones individuales y
colectivas que, incluso en pocos años, puede borrar de la memoria colectiva la ocurrencia de
fenómenos amenazantes.

Ejemplo típico de esto es el fenómeno El Niño, la anomalía climática global más importante
conocida hasta hoy. Sólo después del "Súper Niño" de 1982/1983, cuyos efectos sobre la
economía del Perú fueron desastrosos (en donde su impacto es más directo), recibió la
atención científica y de los medios que merecía. Aún cuando este Niño también afectó a
Colombia, el fenómeno solo llegó a percibirse como grave para el país cuando su ocurrencia,
en 1991/1992, lo dejó -entonces dependiente de la energía hidroeléctrica como nunca antes-
sumido en una prolongada y muy costosa crisis de racionamiento eléctrico. La falta de
previsión en sectores modernos y estratégicos de la economía -pesca industrial en el Perú y
generación eléctrica en Colombia- causó pérdidas socio económicas de largo alcance.
Colombia, otrora orgullosa de ser el primer país en la utilización de fuentes de energía "limpias"
(agua), tuvo que reorientar su política energética, incorporando el diseño y construcción de
importantes proyectos de generación de energía a partir de combustibles fósiles .
6. ¿Qué es vulnerabilidad?

Este término tiene múltiples connotaciones, dependiendo si se trata de personas, de conjuntos


sociales o de obras físicas. En su definición latina significa que puede ser herido o sufrir daño.
Según esto, puede definirse como el grado de propensión a sufrir daño por las manifestaciones
físicas de un fenómeno de origen natural o causado por el hombre. La vulnerabilidad de una
comunidad o de un bien material depende de varios factores, entre los cuales pueden
destacarse los siguientes:

• Su grado de exposición a un tipo de amenaza (localizado sobre un terreno inundable o


no inundable, corrientes de viento que arrastran substancias contaminantes, suelos blandos
que pueden amplificar las ondas sísmicas, sobre (o aledaño) a un terreno que puede
deslizarse, etc.).
• El grado de incorporación en la Cultura de la educación y de los conocimientos que
permita a los pobladores reconocer las amenazas a las cuales están expuestos. Es decir, el
grado de entendimiento sobre los procesos naturales y tecnológicos que pueden afectarlos,
como insumo básico para prevenir y mitigar (evitar o disminuir) los efectos de los fenómenos
considerados como peligrosos. Es más vulnerable una comunidad que ignora o desafía los
procesos del Medio Ambiente en el cual vive, que una consciente de ellos.
• La calidad del diseño y de la construcción de las viviendas y de otras edificaciones, y
de la urbanización (por ejemplo la disposición de suficientes espacios libres y de vías amplias);
la calidad de los servicios públicos; la calidad de los terrenos sobre los cuales se habita o se
construye o la presencia o ausencia de medidas físicas adecuadas de protección.
• El grado de organización de la Sociedad y la capacidad de interacción y de diálogo
entre sus diversas instituciones: las de la comunidad, las del Estado, las de las Organizaciones
No Gubernamentales, las de las empresas privadas, las de los gremios y las asociaciones
profesionales, etc.
• La voluntad política de los dirigentes y de quienes toman decisiones (incluyendo a las
organizaciones comunitarias de base), y la capacidad de los equipos de planificación para
orientar el desarrollo físico, socioeconómico y cultural, teniendo en cuenta medidas de
prevención y de mitigación de riesgos.
• Las capacidades de las instituciones que prestan apoyo en las emergencias, como los
sistemas locales de servicios de salud y los organismos de socorro (Cuerpo de Bomberos, Cruz
Roja, Defensa Civil, etc.).
7. ¿Qué es un desastre?

Un desastre es un evento o conjunto de eventos, causados por la Naturaleza (terremotos,


sequías, inundaciones, etc.) o por actividades humanas (incendios, accidentes de transporte,
etc.), durante el cual hay pérdidas humanas y materiales tales como muertos, heridos,
destrucción de bienes, interrupción de procesos socioeconómicos, etc.
8. ¿Cuál es la escala espacio-temporal de los desastres?

Los desastres ocurren en una gama amplia de escenarios del territorio y en períodos de tiempo
variables. Por ejemplo: un pequeño deslizamiento que afecta a una familia y que puede ocurrir
en cosa de pocos minutos; un terremoto que afecta a una gran región, causando muchos
daños y que salvo excepciones, no se percibe por más de un minuto; una inundación que dura
horas, días o incluso meses, afectando a una comunidad, a una ciudad o a una extensa región;
una sequía o déficit de lluvias que conduce a racionamientos de energía y que puede durar
meses o años.

Todavía es común que esta palabra se utilice solamente para aquellos fenómenos que generan
muchos muertos, heridos y destrucción de bienes materiales. Esta idea parece haber surgido
de las agencias y organismos internacionales especializados en el socorro y la asistencia
postdesastre, para quienes se trata por ejemplo, de "una perturbación ecológica abrumadora
que excede la capacidad de ajuste de la comunidad afectada y, en consecuencia, requiere de
asistencia externa" (OPS-OMS, 1994). Sin embargo, una investigación reciente en varios
países de América Latina, partiendo de hipótesis tales como que los pequeños y medianos
desastres son cada vez más frecuentes por las condiciones crecientes de vulnerabilidad de los
pobladores y que tras un gran desastre realmente existen múltiples desastres, dependiendo de
cómo sean afectados los diferentes territorios municipales y las diferentes comunidades, ha
recopilado y evaluado la ocurrencia de más de 25.000 en un período promedio de 15 años en 9
países de la región de Las Américas (OSSO - LA RED, 1996).

Emergencia. Se denota con ello situaciones en las cuales se requieren operaciones fuera de
las actividades normales, para volver a la normalidad. En este sentido, no existe un límite
definido entre las emergencias y las situaciones de desastre, aunque estas últimas se
diferencian porque en ellas se produjeron pérdidas directas asociadas a un evento.
9. ¿Puede hablarse de "desastres naturales"?

No. Hay fenómenos de origen natural (amenazas), que por sí mismos no son desastres. El
desastre ocurre cuando el fenómeno encuentra un núcleo social (comunidad, ciudad, región,
etc.) al cual las manifestaciones físicas del fenómeno pueden hacerle daño, es decir, cuando
ese núcleo es vulnerable.
10. ¿Qué es riesgo?

El riesgo es la probabilidad de ocurrencia de efectos adversos sobre el medio natural y humano


en su área de influencia. En este sentido, es una conjugación de las características de las
amenazas y de las vulnerabilidades. Estrictamente, es el cálculo anticipado de pérdidas
esperables (en vidas y en bienes), para un fenómeno de origen natural o tecnológico, que
actúa sobre el conjunto social y sobre su infraestructura.

Riesgos primarios. Son aquellos que pueden ocurrir como efecto directo de las manifestaciones
físicas de un fenómeno (licuación de suelos y consecuente destrucción de edificaciones y
ruptura de tuberías; daños en equipos de control de una industria o de un sistema de línea vital;
destrucción de viviendas por deslizamientos o por crecientes torrenciales de un río, etc.).

Riesgos secundarios son aquellos que los efectos directos pueden inducir, o sea, impactos
sobre la salud, sobre el hábitat, sobre el medio ambiente, sobre los costos y rentas de la
operación de un sistema social productivo. El conjunto de riesgos constituye una cadena,
distribuida en el espacio y en el tiempo.

¿Qué es riesgo aceptable?

Es una decisión sobre el nivel de pérdidas esperables que se asume como resultado de
aceptar que ocurrirán fenómenos naturales o tecnológicos, los cuales incidirán sobre las vidas
y bienes expuestos. En la toma de esta decisión para cada tipo de riesgo es óptimo que se
balanceen los conocimientos disponibles sobre las amenazas (ubicación, severidad y
recurrencia), y los costos de medidas preventivas y de mitigación (reducción de las
vulnerabilidades).

Las decisiones sobre el riesgo aceptable son, entonces, producto de la conjugación de


consideraciones y de variables técnicas, económicas, sociales y políticas en el marco de un
proyecto cualquiera. En nuestro caso particular y a la escala de la ciudad, este Plan provee
algunos de los anteriores insumos en la búsqueda de una optimización del futuro.
11. ¿Qué son líneas vitales?

Se utiliza el término línea vital (del Inglés lifeline) para referirse a los sistemas y redes que
proveen bienes y servicios públicos imprescindibles para las formas de vida modernas
(sistemas y redes de acueducto, alcantarillado, energía, hidrocarburos, transporte y
comunicaciones). Por su carácter esencial se considera que el nivel de riesgo aceptable debe
ser comparativamente muy bajo, es decir, todas sus componentes deben ser virtualmente
invulnerables a influencias adversas probables, como por ejemplo, fenómenos naturales
peligrosos.
12. ¿Qué es mitigación?

El término mitigación (sinónimo de reducción) abarca todas aquellas acciones tendientes a


reducir la exposición o la vulnerabilidad de una comunidad, de un elemento o de un sistema,
amenazados por uno o por varios fenómenos de origen natural o tecnológico previsibles. Las
principales medidas de mitigación se conciben en el mediano y largo plazo, e incluyen tanto
medidas de planificación del desarrollo (p. ej. estatutos de usos del suelo, áreas de reserva,
áreas no urbanizables por amenazas, normatividad constructiva y urbanizadora, medidas de
educación continuada), medidas ingenieriles tales como obras de protección, y medidas de
relocalización. Éstas últimas normalmente se toman cuando la exposición a un fenómeno
previsible es considerada como alta; se trata, entonces, de alejar a la población y/o a los bienes
de esa exposición, para disminuir su vulnerabilidad.
13. ¿Qué es prevención?

Prevención es el conjunto de medidas anticipadas, principalmente de corto y mediano plazo,


para evitar o reducir los efectos de los desastres. Por ejemplo: preparación de organismos de
socorro e instituciones públicas y privadas y de líderes de la comunidad; coordinación de los
mismos; evacuación de áreas de peligro inminente; elaboración de planes de contingencia para
atender escenarios previsibles de emergencias, etc.
14. ¿Qué es atención?

Todas las acciones dirigidas a controlar los efectos de un fenómeno desastroso, desde el
momento de su ocurrencia (o si ello es posible, desde el instante en que se prevé su
inminencia), hasta la superación de las consecuencias más graves y básicas (atención de
heridos, alojamiento provisional de damnificados, suministro de elementos de supervivencia
tales como carpas, raciones de alimentación, etc.).

Estas medidas están, principalmente, a cargo de organismos como la Defensa Civil, la Cruz
Roja y los Cuerpos de Bomberos, y del Sector Salud.

El énfasis en la atención y en los preparativos institucionales para emergencias por parte de


este tipo de organismos ha empezado a variar en los últimos años, reorientándose hacia
estrategias de prevención y de mitigación. Un ejemplo de esto puede ilustrarse con varios
hechos:

• A raíz del terremoto que afectó a la Ciudad de México en 1985, en el cual el caos fue
mayúsculo y las comunidades afectadas actuaron por sí solas durante horas y días, se
reconoció que en complejos urbanos, los pobladores mismos juegan un papel determinante,
incluso en contra de instituciones paternalistas del Estado, de las ONGs, o de organismos
internacionales (Carbó, et al, 1987).
• Después del terremoto de Loma Prieta en California (Estados Unidos, 1989),
instituciones técnicas de planificación y de socorro, difundieron ampliamente un documento
conjunto en el cual los conceptos de mitigación y de prevención priman sobre los de atención
(USGS, American Red Cross, United Way, 1990).
15. Eventos naturales relacionados con desastres

De tipo geológico:

Deslizamientos

En principio, las rocas más duras (diabasas y sedimentarias) cuando no se encuentran


alteradas, es decir, transformadas en lo que comúnmente se llaman "suelos", presentan buena
estabilidad, mientras que aquellos que si lo están, tienen posibilidad de deslizarse.

Las causas naturales son: excesivas pendientes, naturaleza de los terrenos (grado de
alteración), planos de debilidad, saturación por infiltración de aguas a partir de lluvias fuertes o
prolongadas, socavación de orillas de drenajes naturales y movimientos sísmicos.

Las causas humanas son, principalmente, el uso urbano de deslizamientos antiguos que
pueden removilizarse, deforestación y urbanización que facilitan la escorrentía y la saturación
por agua de masas de suelo; construcción inadecuada de banqueos y pozos sépticos;
vertimiento de aguas por fallas en redes de acueducto y vertimientos de aguas servidas, sobre
las laderas.

Los procesos erosivos pueden ser superficiales, tales como la erosión laminar o arrastre de
partículas en superficie por acción del agua, o erosión concentrada en forma de surcos y
cárcavas; también pueden ocurrir en masa, en forma de desprendimientos de bloques, coladas
de barro, y deslizamientos que pueden ser rápidos (de varios metros por segundo) o lentos (de
hasta centímetros por año).

Por ser fenómenos que ocurren en o muy cerca de la superficie, normalmente las primeras
manifestaciones de los deslizamientos, tales como agrietamientos o cambios en las formas del
relieve, pueden ser observados con cierta anterioridad al desplazamiento o deslizamiento de la
masa. Por esta razón, la comunidad puede ser capacitada para la detección temprana del
fenómeno.

Algunas de las acciones de mitigación, además de la educación a la comunidad, son:

• cambios de uso del suelo y relocalización de asentamientos hacia zonas de menor


peligro;
• reforestación con especies apropiadas, disposición de barreras vivas y técnicas
adecuadas de uso del suelo;
• dotación de obras civiles de infraestructura tales como captaciones de escorrentía,
acueducto, alcantarillado, pavimentación de vías, muros de contención;
• diseños urbanísticos y reglamentación sobre la densidad de ocupación de los terrenos
en ladera.
16. Terremotos

Es característico de los terremotos - y esto los distingue de otros fenómenos tales como
deslizamientos, inundaciones e incendios - que sus consecuencias en un ambiente urbano
generalmente pueden abarcar áreas más extensas (en el peor caso, toda la ciudad) y ser más
diversas (víctimas, destrucción de edificaciones, ruptura de líneas vitales, incendios, trastorno
del tráfico vehicular, suspensión de servicios de energía eléctrica, agua y teléfono,
deslizamientos, etc.). Ejemplos recientes en todo el mundo así lo confirman, incluso en
sociedades con larga tradición en mitigación y prevención de los efectos sísmicos (Popayán,
1983; Pereira, 1995; Ciudad de México, 1985; San Salvador, 1986; Los Ángeles en Northridge,
1993, Kobe, 1995, ...). Pero también en pequeñas poblaciones y en regiones de poca densidad
de población y de vivienda (Atrato Medio, 1992; Páez, 1994).

En los últimos cien años se han producido terremotos de gran intensidad en muchos países de
las Américas, provocados por una interacción entre seis placas tectónicas muy activas. La
mayoría de los terremotos han ocurrido en áreas donde se unen estas placas. Llevando a
cuestas la base del Océano Pacífico, la placa de Cocos se emplaza por debajo de la placas
Americana, que es más liviana, esta clase de actividad –la colisión a subducción entre placas
continentales y las placas oceánicas Cocos, Nazca y del Caribe – es la responsable de la gran
cantidad de sismos que ocurren a lo largo de la costa del pacifico en América Central y del Sur.
En Centroamérica las placas de Cocos y del Caribe están fracturadas en distintos segmentos,
en tanto que depresiones estructurales llenas de sedimentos volcánicos y de los ríos, marcan
las interrupciones transversas a los ejes volcánicos. Debido a la riqueza del suelo en tales
depresiones, estas zonas son muy proclives al desarrollo de asentamientos densos, donde
precisamente tienen lugar terremotos con epicentros cercanos a la corteza terrestre.

No se puede saber cuando va a ocurrir el próximo evento, ya que la predicción sísmica es una
meta a largo plazo; tampoco se pueden modificar las características de este fenómeno natural.
En consecuencia, la protección de vidas y bienes, como tarea de mitigación, debe estar
enfocada hacia la reducción de su vulnerabilidad. Esto quiere decir que debe evaluarse el
probable nivel de peligro sísmico, reconocer los terrenos que por su naturaleza y origen son
más susceptibles a efectos locales de amplificación de ondas y de deslizamientos,
asentamientos y licuación de suelos (incluso sin esperar a contar con los necesarios estudios
de micro zonificación sísmica del territorio), evitando en lo posible emplazar allí poblaciones e
infraestructura crítica; hacer las edificaciones e instalaciones resistentes a las fuerzas de las
vibraciones sísmicas (refuerzo de las existentes, diseño y construcción sismorresistente,
redundancia en sistemas de líneas vitales); educar hacia el comportamiento defensivo durante
y después de terremotos y preparar sistemas de comunicaciones de emergencia y a las
entidades encargadas, hacia mejorar la capacidad de socorro y rehabilitación en caso de un
terremoto.

Aún no es posible predecirlos con precisión pero sabemos que seguirán ocurriendo. Lo que si
podemos es reducir sus efectos con construcciones adecuadas y actualizaciones prudentes y
oportunas.
17. Erupciones Volcánicas

Los volcanes son desfogues en la corteza de la tierra a través de los cuales las rocas
derretidas salen como lava o son arrojadas como cenizas o escombros a veces acompañados
de vapor y gases calientes y a veces venenosos. Las amenazas asociadas incluyen terremotos
y derrumbes de lodo y rocas. Las erupciones volcánicas ponen en peligro a cualquier persona
que viva dentro de la zona de alto riesgo. Las erupciones difieren de la mayor parte de las
demás causas de desastres como terremotos, huracanes e inundaciones, por cuanto causan
prácticamente destrucción total de la vida y propiedades dentro de áreas relativamente
pequeñas que se pueden delinear fácilmente.
18. Maremotos (Tsunamis)

Los maremotos son causados por terremotos, actividad volcánica y derrumbes en el suelo
marítimo. Las olas de gran tamaño generadas por los tsunamis tiene características
particulares: tienen una longitud de cien kilómetros o mayor y velocidades en aguas profundas
de hasta 700 Km/h y son difíciles de monitorear y detectar. Las inundaciones costeras
causadas por los maremotos son similares a las provocadas por olas ciclónicas.
Aproximadamente un 805 de los tsunamis ocurren en el océano Pacífico, pero ha habido un
número significativo en el Caribe.

De Tipo Hidrometeorológico
19. Inundaciones

Las inundaciones son, quizás, el tipo de desastre más frecuente y devastador; sin embargo,
casi nunca reciben la misma atención que, por ejemplo, un terremoto.

Pueden ser rápidas o lentas. Las primeras ocurren especialmente en quebradas y ríos que
bajan por las laderas de las montañas. Las segundas afectan especialmente los valles de los
ríos en zonas planas. Evitando la erosión y asentamientos humanos en el lecho de los ríos
disminuirán los efectos de las inundaciones. Las viviendas deben construirse dejando un
margen de seguridad.

Emergencias por inundaciones han estado asociadas primordialmente, a los siguientes factores
físicos, urbanísticos y de uso del suelo:

• utilización urbanística de cauces de inundación;


• utilización urbanística de la llanura de inundación del río Cauca;
• desborde de caños y canales por aguaceros torrenciales;
• obstrucción de redes de alcantarillado, caños y canales;
• escorrentía concentrada en áreas urbanizadas y en laderas deforestadas.

Las actividades de mitigación, prevención y atención de emergencias por inundaciones que se


deben realizar son entre otras:

• campañas de educación y reforestación en comunidades rurales y suburbanas;


• mantenimiento de las redes de alcantarillado y de los caños y canales;
• ampliación de caños y canales colectores;
• dotación de motobombas en barrios localizados bajo el nivel de crecientes;
• construcción y mantenimiento de jarillones;
• formación de líderes comunitarios en prevención y atención de emergencias por
inundación;
• emplazamiento y operación de plantas de bombeo.

El potencial de inundaciones está asociado a diversidad de fenómenos:

• obstrucción de drenajes por sedimentación y basuras;


• lluvias intensas;
• avenidas torrenciales de los ríos que drenan al Cauca;
• obstrucción o deterioro y ruptura de tuberías subterráneas de gran diámetro, o de
canales;
• períodos lluviosos que superan los niveles de regulación de presas y los niveles de los
jarillones;
• ruptura de jarillones por crecientes, por actividad humana o por sismos;
• mal función o daño en plantas de bombeo.
20. Huracanes

Los ciclones tropicales son uno de los fenómenos atmosféricos más poderosos. Un huracán en
pleno desarrollo libera la energía equivalente a muchas bombas atómicas del tamaño de la de
Hiroshima. Estas tormentas surgen durante el verano en varios océanos en un cinturón al norte
y sur del Ecuador. Además del daño del viento y la inundación causados por los ciclones, hay
una gran variedad de posibles efectos físicos que incluyen una telaraña de vínculos sociales y
naturales. La acción del viento y las olas tienen impactos inmediatos pero la erosión y la
incursión del agua salada pueden deteriorar la economía por meses o incluso años. El daño en
las carreteras, las telecomunicaciones y las instalaciones de energía pueden tener efectos a
corto y mediano plazo y otros problemas complicados. Incluso en áreas alejadas de la costa las
lluvias torrenciales pueden provocar avalanchas de lodo y otros movimientos masivos.

Las tormentas tropicales son estacionales pero muy impredecibles. Año tras año la severidad y
la frecuencia de las tempestades pueden estar relacionadas con factores que trabajan al nivel
atmosférico global, como cambios de corrientes oceánicas. Hay otra incertidumbre por que la
dirección, velocidad y dinámica del crecimiento de esas tempestades no se han entendido
todavía a pesar de intentos heroicos en modelos computarizados. En consecuencia, la
transmisión de advertencias por los medios a veces dan como resultado evacuaciones
innecesarias, que hacen más difícil convencer al público en ocasiones posteriores.

La posibilidad de que ocurra y su recorrido pueden conocerse con horas o días de anticipación.
Por eso, aunque son inevitables, pueden reducirse sus efectos.

La sequía es un fenómeno que ha afectado a grandes zonas de la tierra a través de la historia


de la humanidad, causada por efectos climatológicos y antrópicos como cambios atmosféricos
prolongados relacionados con las oscilaciones anómalas en el Ecuador (el niño) y el sobre
pastoreo y tala indiscriminada de bosques en el continente Africano y en Las Américas así
como en el resto de los continentes aunque en una escala menor.

El caso más estudiado, para América, por causas y efectos es el de Brasil. Desde la década de
los años cuarenta, esta zona viene sufriendo sequías cada vez más severas debido al
incremento poblacional y a la mayor destrucción de los recursos naturales e incremento de la
desertificación. Estas sequías periódicas desequilibran cada vez más la economía primitiva de
la región, acaban con las fuentes naturales de vida, queman los pastos, diezman el ganado y
arrasan los cultivos, convirtiendo el paisaje en desértico dejando a sus habitantes desprovistos
de reservas y fallecen por falta de agua y víveres. Muchos emigran en pequeños grupos hacia
las grandes ciudades, donde pasan a formar parte de los cinturones de pobreza.

Los efectos siempre desastrosos, tienen mayor o menor amplitud según se trate de una sequía
parcial que afecta a una zona limitada, o de una que se extienda a toda una zona, o de una
gran sequía excepcional.

Los habitantes de estas zonas generalmente no cuentan con reservas alimenticias y a medida
que progresa el período de sequía todos entran a un régimen de subalimentación al reducir la
cantidad, calidad y variedad de su dieta a un poco de maíz, fríjoles y harina. Cuando estos
productos desaparecen del mercado, recurren a raíces y semillas que resisten el desecamiento
del ambiente, quedando sujetos a una dieta desprovista de proteínas y vitaminas.

De Otros Tipos
21. Incendios

Diariamente se presentan situaciones de riesgo a causa de llamas no controladas o igniciones


que se producen debido a un aumento no controlado de calor, y que han aumentado
considerablemente la mortalidad, las pérdidas industriales y la desaparición de viviendas.

Revisando las estadísticas mundiales que se presentan anualmente en referencia a los


incendios en residencias particulares, se concluye con preocupación que más del 50% de los
incendios en el mundo se presentan en viviendas, y es allí donde se produce el mayor número
de víctimas, clarificando que la causa principal de la mortalidad por incendios no es el contacto
con el fuego o las altas temperaturas producidas por el mismo, sino la inhalación de gases,
vapores, neblinas y partículas tóxicas que resultan de la combustión de los materiales
presentes en los lugares de incendio.

En un incendio declarado en el interior de una edificación, suceden varias etapas


caracterizadas por elementos específicos que obligan a dar un tratamiento correcto, de
acuerdo al tipo de riesgo, en las actividades de mitigación.

Los primeros instantes en un incendio están caracterizados por una producción grande de
humo, poca disminución de oxígeno en el ambiente interior, poco aumento de temperatura y
pocas llamas de reducido tamaño. Es lógico pensar que dependiendo del tipo de material
combustible sometido al fuego este período puede ser relativamente corto o durar varias horas.
Posteriormente se da la etapa de producción de llamas, acompañada de aumento rápido de
calor, aumento de presiones internas en la edificación y destrucción de materiales en general.
Finalmente, en el período de remoción de escombros se presentan riesgos adicionales debido
a la existencia de humos, gases y vapores nocivos para la salud, asfixiantes, corrosivos o
combustibles.

Se considera que lo primordial en este tipo de eventos es garantizar a la comunidad una


educación básica que le permita reducir las posibilidades de iniciación de un incendio,
protegerse y proteger sus bienes y manejar equipos básicos de control. Simultáneamente es
necesario fomentar la investigación en este campo para obtener códigos y normas adecuadas,
que sirvan como guía a profesionales, estudiantes y en general, usuarios de todo tipo de
edificación.

En muchas ocasiones las explosiones y los incendios, inclusive los forestales, se producen por
descuido. Tener extinguidores adecuados, saber utilizarlos y aplicar las medidas preventivas de
los bomberos ayudan a evitarlos.
22. ¿Y, las amenazas tecnológicas y ambientales?

En la sociedad moderna, urbana e industrial, las amenazas tecnológicas y el deterioro


ambiental cobran cada vez mayor importancia. La ruptura de una presa en Italia, el escape de
gases mortíferos en la India y en Chile, explosiones de alcantarillados saturados de gases
derivados del petróleo en México, la explosión de una fábrica de armamento en Argentina,
incendios de edificaciones en Brasil o en Bogotá, escapes de gases y explosiones en Cali, ...,
la contaminación de los ríos, la contaminación del aire con consecuentes aumentos en los
índices de enfermedades respiratorias, ..., son algunos de los ejemplos que ilustran la
cotidianidad de las noticias en los medios de comunicación.

Acerca de las medidas preventivas y de mitigación afortunadamente se cuenta hoy en día con
nuevos instrumentos: la legislación ambiental a escala nacional y entidades como el SIMPAD,
a escala local, aportan nuevos conocimientos en el ámbito de sus competencias.
23. ¿Anticiparse al futuro? ¿Mitigar los riesgos?

Lucy, uno de los esqueletos de prehomínidos (o prehomínidas, ya que se trataba de una joven)
más famosos en las décadas pasadas, se conservó como registro debido a que, mientras huía
en carrera, un flujo de lodo la sepultó en lo que ahora es un lugar desértico en el norte de
África. La documentación disponible indica que en la época romana un primate podía ir de
árbol en árbol desde el Estrecho de Gibraltar hasta los Pirineos sin tocar el suelo, en lo que hoy
son campos eriales de España. De los bosques de Apaches y Piel rojas de hace 200 años sólo
quedan manchas dispersas en la "Unión de los Estados". La Ciénaga de Santa Marta se viene
muriendo desde hace décadas, gracias a la construcción de una carretera. En Bogotá y en Cali
ya no quedan humedales, ni otros sitios para la vida que pasaba en forma de parvadas
migratorias, ni de las molestas especies autóctonas como las esbeltas garzas caucanas. Las
ciudades devoran territorios de cultivo y nichos ecológicos, y se segregan de tal manera que la
geografía urbana puede ser sectorizada o vista como parcelas diferenciables en una mezcla de
oportunidades ambientales, de "oportunidades" de pobreza y de limitadas oportunidades de
esperanza. Un loco, de esos cuerdos de atar, comentaba hace poco que "¡Definitivamente la
alternativa es fundar a las ciudades en el campo!". Por su parte, Fabio Botero, un viejo erudito,
profesor y conocedor de la problemática citadina en Colombia, ha escrito que nuestro problema
urbano es, ante todo, un problema agrario.

Las proyecciones indican que "para el año 2010 habrá 511 ciudades con más de un millón de
habitantes y por primera vez en la historia el 51.8% de la población del mundo será urbana; 15
años después habrá 639 metrópolis de un millón o más de personas " de tal manera que los
riesgos y las vulnerabilidades sin duda serán crecientes. En Colombia hace rato superaron la
cifra del 50% de población urbana. En su capital, a su vez, se congrega más del 50%
respectivo.

Los retos que este hecho imponen a una ciudad de primera importancia regional y nacional
también deben ser vistos en términos de sus capacidades para optimizar el futuro.
Capacidades para balancear y mantener los frágiles equilibrios entre las posibilidades del
crecimiento armónico u ordenado (que idealmente no debieran significar engorde de población
y extensión de urbanización), de mantenimiento o, mejor, de recuperación, de condiciones
ambientales saludables y de mitigación de las posibilidades de interacción destructiva entre el
medio ambiente y la ciudad, entendida como una construcción histórica de las fuerzas sociales,
económicas, tecnológicas y políticas, con base en la certidumbre acerca de que en el futuro
podrá enfrentar cada vez más frecuentemente y con mayor fuerza el impacto de riesgos
derivados de fenómenos naturales o tecnológicos.
24. Las amenazas en el contexto regional

Como en ninguna otra región de Colombia, en el Sur occidente confluyen una serie de
condiciones las cuales hacen de ésta la zona más propensa a fenómenos de origen geológico.
Además de deslizamientos, inundaciones, avenidas torrenciales y condiciones locales
deficientes para cimentación de obras civiles, comunes en casi todas las regiones del país, en
el Sur occidente ocurren con relativa frecuencia terremotos, erupciones volcánicas y los
tsunami o maremotos.

La localización en un ambiente de convergencias de placas tectónicas, con una falla geológica


de primer orden frente al Litoral Pacífico, hace que sobre la región puedan ocurrir terremotos
de magnitudes extremas, como aquel del 31 de enero de 1906 que en ese entonces afectó
varias de las edificaciones altas de la ciudad de Cali.

Otros fenómenos como deslizamientos masivos sobre las vertientes de las cordilleras Central y
Occidental que drenan al río Cauca, también tienen potencial de daño. El más reciente
ejemplo, el terremoto de Páez de 1994, produjo efectos principalmente sobre las vertientes del
río Magdalena hacia donde se desplazaron la mayoría de los sedimentos aportados por los
deslizamientos inducidos. Si el epicentro hubiera estado desplazado unas decenas de
kilómetros hacia el Norte, el escenario de efectos habría comprometido enormemente cuencas
como las del río Palo, posiblemente comprometiendo la capacidad de potabilización de las
aguas del río Cauca que abastece la ciudad de Cali.

Incluso fenómenos de origen lejano, especialmente El Niño, repercuten directamente no solo


en cuanto a racionamientos energéticos, si no también en el aumento de incendios forestales y
de accidentes domésticos, por la necesidad de improvisar fuentes de energía en los hogares.

Por otra parte, las ciudades principales son co-responsables de la contaminación de los ríos
que las cruzan, por el desastre lento que ha significado la pérdida de la calidad de sus aguas y
de su fauna, con repercusiones a lo largo de su curso.

25. Nuevas ideas y políticas nacionales e internacionales

Las ideas acerca de los desastres como producto de la Naturaleza están siendo revaluadas.
Hoy en día éstos son interpretados como el resultado del desajuste entre procesos de la
Sociedad y los del Medio Ambiente.

Se entiende que las vulnerabilidades y los riesgos crecen continuamente, que es necesario
entender, además de los fenómenos naturales peligrosos, cómo operan los procesos mediante
los cuales la Sociedad, sus organizaciones e instituciones, sus habitantes, sus gobiernos, el
sector privado, etc., pueden incrementar o reducir este desajuste. Estas ideas empezaron a
difundirse en nuestro medio con la constitución y con las publicaciones de la Red de Estudios
Sociales en Prevención de Desastres en América Latina (LA RED, 1992). Tales ideas son
ahora parte de los cuerpos doctrinales de las declaraciones internacionales y mundiales de
conferencias y congresos que sobre mitigación de riesgos se han realizado, en el marco del
Decenio Internacional para la Reducción de Desastres 1990-2000, promovido por las Naciones
Unidas.

Las preocupaciones del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, y de otros
prestamistas internacionales, sobre los riesgos de las inversiones, se habían orientado en las
décadas pasadas hacia los grandes proyectos de infraestructura, tales como centrales
hidroeléctricas, para los cuales exigían (y exigen previamente), estudios conducentes a la
viabilidad material y sostenibilidad de cada obra, para asegurar el pago de la deuda contraída.
Sin embargo, en ésta década diversidad de organismos han reorientado sus visiones y cada
vez están más centrados en los problemas derivados del crecimiento urbanístico y demográfico
en las ciudades, y de las amenazas y riesgos derivados de la interacción entre éstos y otros
procesos de construcción de la Sociedad, con el Medio Ambiente, con las dinámicas propias de
la Naturaleza, vistos como un encuentro inconcluso.
Estas nuevas visiones han surgido de iniciativas como la Conferencia Mundial sobre Medio
Ambiente (Río de Janeiro, 1992), de la Declaración Final de la Conferencia Internacional
"Manejo de Desastres en Áreas Metropolitanas para el Siglo 21" (Aichi/Nagoya, Japón, 1993),
de la Declaración de Cartagena en la Conferencia Interamericana sobre Reducción de los
Desastres Naturales (Cartagena, 1994), y de la Declaración de Yokohama en la Conferencia
Mundial del Decenio para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas (Yokohama,
Japón, 1994). Recientemente la Conferencia Mundial Hábitat 1996 celebrada en Estambul,
centró todas sus reflexiones en los problemas urbanos y en particular, en los de las grandes
ciudades.

El Jefe de División para Política Ambiental del Banco Mundial ha sintetizado, en un artículo
publicado en la Conferencia Mundial de Yokohama, la problemática de los desastres en las
sociedades modernas y en particular, en las ciudades de los países en desarrollo (Munasinghe,
1994):

La creciente escala de la actividad urbana-industrial está exacerbando la degradación


ambiental en las ciudades de países en desarrollo, e incrementando la vulnerabilidad de
pobladores urbanos tanto a desastres naturales como tecnológicos. El desarrollo sostenido de
áreas urbanas requiere una aproximación balanceada basada en criterios económicos, sociales
y ambientales. Se necesita una estructura analítica integrada para analizar las uniones
principales entre desarrollo urbano sostenido y vulnerabilidad, especialmente en grandes
ciudades. Se necesita determinar los impactos físicos y sociales de los desastres y su valor
económico. El balance entre proyectos de inversión, incentivos de mercado y medidas
reglamentarias para mejorar el manejo ambiental y reducir la vulnerabilidad, requiere la
evaluación de los costos y los beneficios relativos de esas acciones. Juegan un rol importante,
tanto la existencia de información y educación de los pobladores urbanos, como las
percepciones del riesgo y motivaciones políticas. Son problema de importancia la participación
y acción de gobiernos locales, especialmente aquellos que obstruyen la participación y acción
de la comunidad local. Se requiere un mayor esfuerzo para impulsar a que los administradores
locales fortalezcan los preparativos, prevención y mitigación de desastres, reorientar el gasto
municipal; y aprender de la experiencia de otras comunidades locales.

Desastres recientes en grandes ciudades, como por ejemplo los terremotos de Northridge
(California, Estados Unidos, 1994) y Kobe (Japón,1995), han ayudado a crear conciencia sobre
las implicaciones del potencial catastrófico en las aglomeraciones urbanas. En estos casos
también fue evidente que los mayores daños estuvieron asociados a la utilización de terrenos
inadecuados, blandos, con fines de urbanización.

A escala nacional se inscribe el cumplimiento de directrices fundamentales expresadas en la


Constitución Política de Colombia (1991) y de políticas como la de la Reforma Urbana (Ley 9
de 1988), del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres (Ley 46 de 1988 y
Decreto Ley 919 de 1989), y del Medio Ambiente (Ley 99 de 1993).
26. El papel de la ingeniería sanitaria

los efectos sobre la salud que causan los desastres están directamente relacionados con le tipo
de evento (lesiones físicas-terremotos, enfermedades transmisibles por vectores-
inundaciones, etc) y las condiciones posteriores a su ocurrencia como el hacinamiento e
higiene insuficiente.

efecto terremoto vientos maremotos/ inundaciones


huracanados inundaciones
Defunciones Numerosas Pocas Numerosas Pocas
Lesiones graves Cantidad Cantidad moderada Pocas Pocas
abrumadora
Riesgo de Riesgo potencial con posterioridad a todos los desastres de gran magnitud (La
enfermedades probabilidad se acrecienta en función del hacinamiento y el deterioro de la situación
transmisibles sanitaria)
Escasez de Infrecuente (puede ser causada por Común Común
alimento factores distintos a la insuficiencia de
alimentos)
Grandes Infrecuente (puede ocurrir en zonas Comunes Comunes
movimientos de urbanas que han sufrido grandes daños)
población

Una buena coordinación de las actividades puede llevar a una pronta recuperación
postdesastre. Un modelo de organización podría ser el siguiente:

(Para ver el gráfico faltante haga click en el menú superior "Bajar Trabajo")

La manipulación de la información crea conflictos que complica la administración de

los recursos. Por esta razón es fundamental consideran tres aspectos como son:

• Determinar la población afectada.


• Identificar y anticipar sus necesidades insatisfechas.
• Identificar los posibles riesgos secundarios para la salud.

La verificación de estos aspectos es crucial para la buena información y evitar la difusión de


rumores mal fundamentados.
27. Abastecimiento de agua

Es necesario hacer una revisión de todos los sistemas de distribución de agua potable para
verificar si ha sido contaminada o no y ordenar su pronta reparación o buscar otras soluciones
temporales como carros cisterna, plantas de potabilización privadas y el uso de químicos a
nivel casero para desinfección, esta última solo si se puede acompañada de una correcta
capacitación.

Saneamiento Basico

Es muy importante la destilación y correcta ubicación de letrinas de emergencia, además de la


recolección y disposición de residuos sólidos.

Control De Vectores

Este es un factor critico a la hora de la dispersión de una enfermedad infecciosa.


Inmediatamente ocurre el desastres es muy difícil controlar moscas y roedores, solo con un
buen saneamiento básico e higiene personal se puede lograr eliminar sus efectos.

Manipulación De Cadáveres

Los cadáveres no son tan peligrosos como se creería pues es muy improbable que causen
brotes de enfermedades, solo si entran en contacto con alguna fuente de agua podrían
transmitir la gastroenteritis o el síndrome de intoxicación alimentaria. El mejor método es
enterrar a los muertos por que la cremación masiva crearía serios problemas ambientales y de
salud.
28. Historia

Desastres Notables Del Siglo Xx En El Mundo

Terremotos

A lo largo del siglo XX, han ocurrido terremotos notables superiores a los 6.5 grados en las
islas Kuriles (Rusia); Fukui, Kobe y Tokio (Japón); Mindanao (Filipinas); Latur (India); Yunnan,
Gansu, Sanxi, Kinehai (China); Quetta (Pakistán); Erzincan (Turquía); Iran occidental y Norte;
Armenia; Messina (Italia); El Asnam (Argelia); Nueva Zelanda; Norte de Perú; Bolivia; Armenia
(Colombia), Sur de Chile; Guatemala; Nichoacán (mexico); San Francisco, loma Prieta, San
fernando, Northridge, Landers (California); Sur de Alaska, entre muchos otos cientos.

El 17 de agosto de 1999 el segmento de la falla de Anatolia produjo un sismo de magnitud 7.4


que destruyo la región industrial del nor occidente de Turquía. Decenas de miles de personas
murieron, unas 250000 quedaron sin techo y los daños ascendieron a limes de millones de
dólares. Esta falla a ocasionado 13 grandes terremotos desde 1939 a lo largo del Mar Negro y
se espera que ocurran otros más en poco tiempo.

Callejón De Huaylas, Peru: Suena El Despertador

La década de los años sesenta se inició en la región con un devastador terremoto en el


Callejón de Huaylas en Perú, ocurrió el día 31 de mayo de 1970 a las 15:23 horas con una
intensidad de 7.5 grados en la escala de Richter y con epicentro frente a las costas de
Chimbote y huarmey. Como consecuencias inmediatas, fueron destruidas las ciudades de
Huarez, Caraz y Aija en el Callejón de Huaylas. A los daños provocados por el terremoto se
sumó el aluvión que arrasó con la integridad de los 23000 habitantes de Yugay, por el
desprendimiento de la pared norte del nevado Huascarán, que arrastró 80 millones de
toneladas de nieve, piedras y lodo.

El Terremoto De 1985 En Ciudad De Mexico

Un terremoto de extraordinaria magnitud, 8.1 en la escala de Richter, causó extensos daños en


un sector densamente poblado en el centro de la ciudad de México en septiembre de 1985.

El terremoto y sus efectos posteriores causaron la muerte de más de 10000 personas; otras
30000 sufrieron lesiones o efectos psicológicos y cerca de 150000 quedaron sin hogar. Las
instalaciones del sector salud fueron seriamente afectadas, con muchos hospitales y clínicas
destruidos o seriamente dañados. Con la misma intensidad de daños fueron afectados los
servicios públicos domiciliares.

1906 Costa Pacifica

Uno de los más fuertes terremotos del mundo afectó a gran parte de Colombia y Ecuador.
Produjo un maremoto gigantesco y según investigadores colombianos, 2500 personas
murieron en toda la zona afectada.

1917 Bogota

Ocurrió en la noche. Por cuarta vez cayó la Iglesia del cerro de Guadalupe y la cúpula del
templo de Chapinero. Muchos bienes se perdieron. 90 años atrás la capital sufrió algo parecido

1950 Norte De Santander

Acababan de conmemorarse 75 años del devastador terremoto de Cúcuta cuando tres fuertes
sismos, en menos de doce horas ocasionaron la muerte a 126 personas y dejaron sin vivienda
a miles de santandereanos.
1967 Huila

se afectaron 7000 viviendas, 182 colegios, 51 iglesias y 23 hospitales y centros de salud.

1962, 1979 Y 1999: Zona Cafetera

Manizales, Pereira y Armenia fueron las ciudades más afectadas por los terremotos del 30 de
julio de 1962, del 23 de noviembre de 1979 y del 29 de enero de 1999 dejando en este último
más de 10000 damnificados y cientos de muertos.

1983 Cauca

300 muertes, 508 heridos. Durante la mañana del Jueves Santo, en pocos segundos el país
perdió cerca de cuatrocientos millones de dólares por un terremoto que sacudió el
departamento del Cauca y semidestruyó a la ciudad de Popayán.

Doble Amenaza En Chile

La triple catástrofe del 21 y 22 de mayo de 1960 –dos terremotos y un maremoto- que asoló 13
de las 25 provincias del país, dejaron una profunda huella en el espíritu de la población y
deterioraron la economía. En pocos minutos se perdieron decenas de vidas, arrasaron
viviendas, se destruyeron los servicios públicos, se interrumpieron las comunicaciones, etc.
Ingenieros del país debieron realizar la obra de ingeniería de emergencia más grande
efectuada en Chile, evitando la destrucción de una rica zona agrícola, ganadera e industrial,
que tenia alrededor de cien mil habitantes.

El peor terremoto registrado causó la muerte de unas 240000 personas en 1976 en Tangshan
(China), pero no es mayor cosa frente a las hambrunas que frecuentemente han causado
muertes a más de 2 millones.
29. Erupciones Volcánicas

Algunas de ellas han sido Monte St. Helens (Washington); Parícutin y el Chichón (México),
Santa María (Guatemala); Nevado del Ruiz (Colombia); Quizapú y hudson (Chile); Montes
Soufiere (Montserrat); Monte Pelle (Martinica); Surtsey (Islandia); Bezymyannaya, Kamchatka,
Ksudach (Rusia); Pinatubo, Luzón, Taal (Filipinas); Keludt, Java, Merapí, Agúng, Bali
(Indonesia), Laminogt, Rabaul Caldera (Papua Nueva Guinea) y Ruapehu (Nueva Zelanda).

1899 Nariño

Al mediodía del 13 de noviembre no se podía ver nada. Todo estaba oscuro. El Volcán Doña
Juana había hecho erupción. Nadie estaba prevenido. 50 personas murieron quemadas.

1985 Tolima Y Caldas

Dos horas demoró en llegar a Armero la avalancha ocasionada por la erupción del volcán –
nevado del Ruiz.

La tragedia que ocasionó esta erupción pudo haberse evitado. Miles de personas murieron.
140 años atrás, mil campesinos murieron cuando una avalancha cubrió los terrenos donde 50
años más tarde se construyo Armero.
30. Incendios

Los incendios ocurridos entre el 1 de agosto y el 31 de octubre de 1997en la mayoría de las


2
islas de Indonesia abarcaron cerca de 25000 Km . En su momento más critico antes de las
lluvias de noviembre extinguieran los incendios, el oscuro manto cubrió 8 países y cerca de 75
millones de personas en un área mayor que Europa afectando casi 48 millones de indonesios
con enfermedades respiratorias.

1956 Cali

varios camiones cargados de dinamita explotaron en Cali. Ocho manzanas fueron arrasadas.
Se estima en 5000 las personas afectadas.

1973 Bogota

El edificio de Avianca en el Centro de Bogotá se incendió en pleno día. A pesar de la dolorosa


experiencia, muy pocos edificios del país están preparados hoy día para incendios.

1975 Barranquilla

Diez mil barriles con productos químicos ardieron en noviembre en el terminal marítimo de esta
ciudad.

1983 Bogota

Los tanques de almacenamientos de combustible, ubicados en el sector urbano de Puente


Aranda se incendiaron. Fueron necesarios varios días de trabajo por parte de los cuerpos de
bomberos y otros grupos de socorro para extinguir las llamas.
31. Huracanes

Huracán David, Dominica

El 29 de Agosto de 1979 el huracán David, considerado uno de los peores huracanes del siglo,
con vientos que superaron los 250 Km/h, abatió la Isla Dominica, en el Caribe. Como
consecuencia 38 personas murieron y hubo 3000 heridos, aun teniendo en cuenta que la
población había solo alertada a través de los medios de comunicación.

Huracan Mitch

Afecto islas del caribe, Honduras, Guatemala, México y Belice. Se produje a finales de octubre
de 1988, ha sido uno de los huracanes más poderosos registrados con ráfagas mayores a 320
Km/h. Mató más de 11000 personas, dejó sin techo a dos millones y causó daños en la región
por 1000 millones de dólares.

Huracan Linda

Con vientos de 300 Km/h, ha sido una de las tormentas más fuertes jamás registradas en el
pacifico oriental a finales de septiembre del 1997, con capacidad de un millón de bombas
atómicas, causado por el gran episodio del Niño en 1997-1998 que cobro la vida de 2100
personas y provocó daños a inmuebles de por lo menos 33000 millones de dólares.

1988 Costa Atlántica Y San Andres Y Providencia

Ni había sucedido en tiempos modernos: un huracán pasó muy cerca de las islas de San
Andrés y Providencia donde la comunidad fue alertada y pudo prepararse. No se perdió ni una
vida. Afectó además parte de la Costa Atlántica. En el municipio de Carmen de Bolívar, donde
las lluvias huracanadas coincidieron con las fuertes inundaciones, el resultado fue devastador:
5 muertos y 900 viviendas destruidas.
32. Inundaciones

Rio De Janeiro, Brasil

En febrero de 1988 se presentó un fuerte frío antártico sobre el sur de Brasil que desencadeno
lluvias torrenciales sobre el estado de Río de Janeiro, depositando 278 mm3 de lluvia sobre la
ciudad de Río de Janeiro y su zona periférica. Las lluvias desbordaron los ríos e inundaron los
barrios de menores recursos que rodean la ciudad, destruyendo hospitales y viviendas y
dejando a 289 muertos, 734 heridos y 18560 damnificados. Los servicios de agua potable,
alcantarillado, energía eléctrica y teléfonos se interrumpieron varios días. La causa directa de
los deslizamientos fue la cantidad de agua de lluvia sobre unas laderas muy pendientes con
suelo inestable saturado de agua y con vías de drenaje insuficientes para el volumen de agua.

Dos Veces Al Año Y Todos Los Años, En Todo El Pais

La deforestación, cada vez mayor, contribuye a inundar al país. La temporada invernal de 1988
fue más fuerte que de costumbre. 403000 personas de 283 municipios fueron afectadas
directamente. 15000 Km. de carreteras se deterioraron. Cerca de 7000 viviendas fueron
totalmente destruidas y 23000 en forma parcial.
33. Peligros en Concentraciones de Personas

1980 Sincelejo

La alegre fiesta de las corralejas se volvió tragedia por la improvisión. Las estructuras no
resistieron el peso ni el movimiento de tanta gente.

1989 Honda

34 heridos dejó la caída de una plaza de toros provisional porque la estructura no resistió tanta
gente.
34. Deslizamientos

Miles de viviendas han sido construidas sobre laderas inestables usando el sistema de
banqueo y comúnmente con materiales pesados; se contribuye así a erosionar el área, con las
consecuencias ya conocidas sobre la población como es la pérdida de sus vidas y bienes.

Si inevitablemente tenemos que construir en laderas deslizables debemos hacerlo con


materiales livianos, canalizando las aguas, evitando los botaderos de basura y procurando no
erosionar la tierra. Sólo así se disminuirá el riesgo.

1974 Quebradablanca

Numerosos vehículos que viajaban entre Bogotá y Villavicencio quedaron atrapados el 28 de


julio a causa del derrumbe de un cerro erosionado. Murieron cerca de 200 personas según
cifras oficiales.

1983 El Guavio

150 obreros que trabajaban en la represa de El Guavio murieron bajo cien metros de tierra.
Cayó la primera parte a las 7:00 de la noche. Una brigada de rescate murió al caer la segunda
parte, una hora después.

1987 Medellin

199 cadáveres de habitantes del barrio Villa Tina fueron rescatados. Un deslizamiento de la
ladera arrasó con sus vidas y sus casas. Hoy el lugar es camposanto...
35. Maremotos

1906 Y 1979 Costa Pacifica

En ambos años y con características parecidas, a los pocos minutos de ocurrir un gran
terremoto en el océano llegaron varias loas de grandes proporciones que destruyeron una
significativa parte de la ciudad de Tumaco y de otras poblaciones de la costa con
consecuencias fatales para muchos de sus habitantes. En diciembre de 1979 los muertos
fueron más de 400.

Japón, El Constante Enemigo

Anualmente el archipiélago japonés se encuentra amenazado por los movimientos generados


en la corteza terrestre localizada en el fondo del mar y que pueden causar terremotos
submarinos con la capacidad de generar olas con una altura mucho mayor de 10 metros.
36. Hambrunas

En la hambruna de la China de 1958-61 el numero de victimas se estimó entre 14 y 26 millones


(Kane, 1988) y es posible que llegue a 40 millones.
37. Metodologia

Para realizar esta monografía fue necesario recurrir a diferentes fuentes bibliográficas con
información compilada a través de largos años de estudio e investigación de expertos en el
tema, revistas de circulación mundial, documentos y folletos de los organismos dedicados a la
prevención y atención de desastres en nuestro país, mapas de caracterización de riesgos y
amenazas globales.

La pregunta inicial para este tipo de investigaciones es : Hasta donde queremos llegar? Una
vez resuelta se pueden definir los caminos que se van a tomar para conseguir la información y
de que manera se puede depurar hasta obtener un producto de tal calidad que como en este
caso ofrezca una mirada a los desastres a nivel mundial involucrando los conceptos básicos y
el papel que puede desempeñar el Ingeniero Sanitario con la mayor claridad y precisión en los
términos y funciones.
38. Análisis de la informacion

Considerando que para poder hablar con un poquito de propiedad sobre un tema es necesario
conocer los conceptos básicos que lo definen. Entender los postulados inherentes a los
desastres es una gran ventaja especialmente cuando como futuros ingenieros sanitarios
tenemos el deber de ser líderes en la recuperación de las comunidades afectadas durante una
catástrofe. Por estas razones nos atrevemos a opinar sobre algunos términos como amenaza
que no sería estrictamente exacto dado que en muchos casos trae tanto beneficios importantes
como calamidad por ejemplo la irrigación y el cieno fértil de las inundaciones o las lluvias de los
ciclones tropicales sobre tierras propensas a la sequía. Este proceso se ve probablemente
mejor en el caso de los volcanes que en cualquier otro desastre geológico, puesto que no hay
beneficios obvios de deslizamiento y terremotos. Los productos de los volcanes pueden ser
altamente benéficos para cualquier sociedad e incluyen suelos extremadamente fértiles que
resultan de la alteración de las cenizas volcánicas y materiales piroclásticos. Los agricultores a
veces obtienen abundantes cosechas como resultados de una aspersión suave de ceniza
volcánica en sus campos

Se sabe por experiencia que los efectos principales que una inundación produce en la salud
abarcan cuatro áreas. Enfermedades transmisibles, saneamiento del medio ambiente,
alimentación y nutrición, y vectores. En general no se registran brotes de enfermedades
espectaculares y bien definidas como secuelas inmediatas de las inundaciones. En cambio, se
produce un lento y extendido deterioro de las condiciones generales de la salud, que con
demasiada frecuencia se traduce en una disminución crónica del nivel de salud de la
comunidad afectada.

En las áreas que están continuamente expuestas a inundaciones se ha desarrollado una


cultura de catástrofes. Las inundaciones pueden variar en intensidad y la gente de estas
regiones se ha adaptado a la frecuencia de estos eventos edificando sus casas sobre pilotes y
elevando los pisos con tablones a medida que crecen las aguas de la inundación. Es común en
periodos de alto nivel de agua un bote atado a una ventana, la cual se ha convertido en puerta.

El riesgo afrontado por la gente se debe considerar como la combinación de amenaza y


vulnerabilidad que desencadenan en desastres monumentales si no hay una compensación
entre las dos, es decir, si la amenaza existe pero no hay vulnerabilidad la posibilidad de
afrontar un evento catastrófico disminuye.

Las amenazas no avisan ni pueden ser acomodadas dentro de una agenda de sucesos por
ocurrir, lo que se hace es una aproximación estadística de su comportamiento para determinar
probabilidades y así definir niveles de riesgo. Los riesgos entonces se relacionan con las
amenazas naturales presentes y las personas expuestas de acuerdo a sus diferentes grados
de vulnerabilidad dentro del marco espacio temporal de exposición a los eventos extremos.

Los desastres han ocurrido cuando moderadas concentraciones de personas experimentan


una catástrofe sufriendo daños serios en forma tal que su recuperación depende de las ayudas
externas.

Dentro del contexto de esta monografía es importante entender que a nivel mundial las
condiciones particulares inseguras obedecen a factores como el crecimiento de la población,
urbanización, presiones económicas, deuda externa, degradación de la tierra, cambio
ambiental global y guerras ....

La vigilancia epidemiológica es determinante para controlar los posibles brotes subsecuentes a


un desastre, así que se deben adoptar todas las medidas administrativas y de salud pública
para disminuir los riesgos. La investigación es necesaria para cualquier tipo de desastre como
una herramienta de acercamiento a lo que realmente paso par evitar la distribución equivocada
de los recursos, establecer sistemas de notificación y comunicación confiable y así poder
controlar y evaluar correctamente cualquier programa sanitario o de salud pública que se este
ejecutando. Paralelamente las personas afectadas se recuperan del trauma inicial y comienzan
a reconstruir sus vidas en la mayoría de los casos en una forma eficiente orientada por el
instinto de supervivencia. De la información ambiental se sabe que las enfermedades más
comunes son las entéricas debido a la contaminación fecal y mal manejo de las aguas y
alimentos. Toda la información que e recoge en estas situaciones proveniente de entes
comunitarios es de carácter cualitativo y aunque no ayuda a cuantificar la magnitud de los
hechos permite conocer el donde y como ha sido afectada una población.

Desafortunadamente muchas veces quedan dudas sobre el papel de los gobiernos en la


prevención de desastres que fácilmente se podrían evitar si las herramientas burocráticas
facilitaran la reubicación de muchas personas que viven con una alta vulnerabilidad a las
amenazas más cercanas, pero entonces a muchos se les podría ocurrir la pregunta: Que es
más fácil, invertir dineros del presupuesto nacional para reubicar 8000 familias en condición de
riesgo o esperar a que el próximo desastre que se sabe va a ocurrir pero no cuando, termine
con la vida de 5000 familias y con ayudas extranjeras reubicar a los 3000 que se salvaron? Y
como nosotros estamos en el país de los sucesos más fantásticos e imposibles, estas cosas ya
han ocurrido. Lástima que todavía no se ha conocido la persona con el suficiente poder y el
suficiente corazón como para ir en contra de los intereses que roban la posibilidad de sobrevivir
para algunas comunidades en peligro.

La invitación es a reflexionar en el papel que cada uno juega frente a los desastres, somos
activos? o pasivos?, es hora de tomar partido y actuar.
49. Conclusión

La solución a la alta vulnerabilidad que presentan la mayoría de los habitantes de este planeta
debe implicar reformas radicales del sistema económico mundial, cambios políticos y lograr
entender que nos debemos preparar para proteger antes que explotar a la naturaleza y la
población. Como en casi todas las actividades, la mitigación de un desastre tiene implicaciones
de mayor alcance y contundencia que los actos humanitarios posteriores y el mayor potencial
para esto se encuentra aquí abajo, al nivel que nos encontramos nosotros como estudiantes,
maestros, obreros, ingenieros....solo si podremos sobrevivir a la dinámica planetaria si
realmente lo queremos hacer.

Es necesario insistir en la clarificación de que los desastres naturales no existen, es mejor


referirse a las amenazas naturales y su interacción con los asentamientos humanos de acuerdo
a su grado de vulnerabilidad.

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