Sie sind auf Seite 1von 13

INSTITUTO POLITÉCNICO

NACIONAL
UNIDAD PROFESIONAL
INTERDISCIPLINARIA DE
BIOTECNOLOGÍA

Laboratorio de Ecología

Microecosistema Terrestre: “Grillos en


acción”

PROFESORES:
● Montes Carlos Antonio
● Espinosa Martinez Adan Mauricio
● Sanchez Garcia Maria De Lourdes

ALUMNOS:
● Carlos Aguirre Ana Rubí
● Fragoso Palacios David
● Hernández Vargas Jessica
● Huerta Perea Yaneth
● Reyes Romero Ricardo

GRUPO: 2AM2

FECHA: 04 /Junio/2018

Objetivo general: Adaptar el microecosistema a las necesidades de los grillos, para


que estos sobrevivan.
Objetivo específico: Encontrar las condiciones adecuadas, para que los grillos se
reproduzcan.

INTRODUCCIÓN

Microecosistema:

Los microecosistemas son ecosistemas que funcionan en espacios muy reducidos


que pueden ser de apenas unos centímetros. Por lo general los elementos que los
componen suelen ser muy pequeños, incluso microscópicos y requieren de unas
condiciones muy específicas para que puedan existir.

La particularidad de los microecosistemas no significa que estén aislados. Al


contrario, suelen ser una parte importante del funcionamiento de ecosistemas más
grandes.

Muchas de las veces las condiciones ambientales más extremas, por ser únicas,
permiten la existencia de microecosistemas, pues solo unos pocos seres vivos
pueden soportarlas. Por ejemplo los charcos sulfurosos cerca de algunos volcanes
albergan bacterias que solo pueden existir en estas condiciones.

Si bien las características físicas y químicas extremas de un lugar pueden permitir la


existencia de microecosistemas, la mayor parte de ellos están en ambientes menos
hostiles.

Grillos:

Nombre Científico:
Orden: Orthoptera
Familia: Gryllidae

Apariencia:
Los grillos comunes crecen hasta 7/8 de pulgada de largo. Son de color café claro,
tienen tres líneas sobre su cabeza y también una antena delgada. Las alas de los
grillos comunes se sostienen planas contra su espalda y están dobladas hacia los
lados.

Comportamiento:
Activo en la noche; es atraído por la luces. Emiten un sonido de tono alto en las
noches. Esos sonidos son producidos cuando el macho frota sus alas delanteras para
atraer a la hembra. Por investigaciones científicas se sabe que la hembra es capaz
de distinguir cuál grillo es más grande a través de ese sonido. Los sonidos de los
grillos varían según la especie.

Dieta:
Omnívoro; come cualquier cosa disponible.

Reproducción:

Muy similar a la reproducción de las cucarachas.

Las hembras tienen un ovopositor en la parte posterior del abdomen, formado por una
estructura larga y delgada semejante a un tubo, que les permite depositar los huevos
en la tierra. Ambos sexos tiene un cerci, o extremidad parecida a una cola, atado al
abdomen. Los grillos jóvenes son muy similares a los adultos, excepto por sus alas,
que aún no están desarrolladas. El ciclo de vida de un grillo común dura de dos a tres
meses.

Datos acerca de los Grillos


Los grillos comunes miden entre ¾ y 7/8 de pulgada de largo. Son de color café-
amarillento claro y exhiben tres bandas oscuras encima de sus cabezas. Los grillos
del campo son de color café o negro y pueden medir más de una pulgada de largo.
Los grillos de la tierra (subfamilia: Neobiinae) son de color café y mucho más
pequeños que las otras especies de grillos.

Algunas especies de grillos no tienen alas. Las antenas del grillo corresponden
aproximadamente a la mitad del largo de su cabeza y su abdomen. Las hembras
tienen un ovipositor en la parte posterior que le sirve para poner los huevos dentro de
la tierra. Ambos géneros tiene apéndices semejantes a una cola segmentada llamada
“cerci”. Los grillos jóvenes son similares a los adultos, pero sus alas aún no están
desarrolladas.

Los grillos viven debajo de rocas y troncos y son de naturaleza nocturna. Son
omnívoros y renuevan los minerales de la tierra al descomponer los materiales de las
plantas. No obstante, en comunidades agrícolas ellos son una plaga muy destructiva
porque se alimentan de las cosechas y las semillas. Entre los depredadores de los
grillos se incluye a los pájaros, los roedores y las lagartijas.

Cuando los grillos se aparean, el macho emite sonidos y frota sus alas frontales una
contra otra. Sus “melodías” pueden ayudar a identificar la especie del grillo. Estos
sonidos pueden llegar a ser un problema en las noches porque a menudo los emiten
tan fuertemente que logran interrumpir el sueño.
En la naturaleza un grillo puede vivir de 3 a 12 meses, depende de la especie. Los
grillos domésticos son los que tienen una vida más corta mientras que algunos grillos
de campo, según la zona climática en que vivan, entran en una fase de letargo en la
que su metabolismo se ralentiza y el insecto queda adormecido. Esta adaptación les
permite sobrevivir al invierno y alargar su ciclo vital.

Cuidados
Los grillos adultos son más sensibles a cambios de temperatura, o al exceso de
humedad (no se los puede rociar). Los grillos medianos y chicos son más duros y
resisten mejor condiciones variables del ambiente. En particular los grillos chicos y
microgrillos necesitan ser rociados, mientras que los grandes necesitan agua pero un
ambiente bien seco.

Es importante colocar también hueveras para multiplicar el espacio disponible y


proporcionarles escondites ya que son animales territoriales y pueden comerse a sus
congéneres durante las mudas, momento en el que son más vulnerables. Los grillos
pasan por tres estadios durante su vida: huevo, ninfa y adulto. El tiempo en que están
en cada una de estas fases varía según la temperatura exterior. Es recomendable
que la temperatura del lugar donde coloquemos el contenedor esté entre 20 y 28ºC,
teniendo en cuenta que a más calor más aumenta el metabolismo del grillo y, por
consiguiente, más se acorta su vida. Siempre debe evitarse la humedad excesiva y el
sol directo.

MATERIALES Y METODOLOGÍA

Los materiales utilizados para este experimento fueron

● 2 peceras medianas
● 1 kg de suelo
● Semillas para pasto
● Una pequeña planta
● Un foco de 70 w de uso común y un foco de 40 w de color azul
● Alimento ( lechuga y jícama)
● Individuos ( grillos)
● Rejilla de metal
● Cartulina negra

METODOLOGÍA
Primera etapa:

En esta primera etapa se colocó medio kilogramo de suelo por pecera,a las cuales se
les sembraron unas semillas de pasto, esta fue regada cada 3 días y se dio su
crecimiento en 1 semana en ambas peceras, posteriormente se le introdujo una
pequeña planta y se regó cada 3 días, esta etapa de adaptación duró 2 semanas y se
hizo para simular un ambiente más natural para los grillos.

Seguido a esas 2 semanas, se introdujeron 5 especímenes por pecera, para tener un


mismo control poblacional.

A una de las peceras se le colocó por fuera un foco para aumentar la temperatura, y
al otro se le dejó a la temperatura ambiente del laboratorio.

A ambas peceras se les alimentaba 2 veces por semana (siendo lechuga o jícama),
se humedecían y se les tomaba la temperatura dentro de la pecera y se observaba si
habían decesos de los especímenes.

Al 20 de abril, en la pecera amarilla se hallaron todos los individuos muertos y en la


rosa solo 2 vivos, a la pecera rosa se le realizó modificaciones debido a que no estaba
obteniendo una temperatura adecuada, por lo que se le colocó una cartulina negra
como tapadera y se le colocó encima un foco de 70w.

A la pecera amarilla se le repoblaría después.

A la siguiente semana se hallaron los individuos de la pecera rosa muertos, por lo que
se decidió repoblar ambas peceras con 9 individuos cada pecera.

Esta vez a la pecera rosa se le colocó un foco de color azul en su interior y a la pecera
amarilla un foco exterior para proporcionar calor.
Se continuó la revisión y alimentación de los individuos como se había ya establecido.

Entre los días 18 y 23 de mayo hubo el nacimiento de grillos en la pecera de color


rosa, presentando aproximadamente 20 a 25 individuos recién nacidos, pero no se
observó que existieran individuos adultos vivos ni se encontraron cadáveres tanto en
la pecera rosa como en la pecera amarilla, por lo que creemos que escaparon de las
peceras.

RESULTADOS

TABLA 1. Primera etapa


Primer montado del microecosistema

Pecera Rosa Pecera


Amarilla

Fecha Temperatura Individuos Temperatura Individuos


(°C) (adultos) (°C) (adultos)

10/04/18 25 5 22 5

26.5 4 21 4
12/04/18

24 4 20 3
17/04/18

25 3 19 0
19/04/18
21 2 19 0
20/04/18

Tabla 2. segunda etapa


repoblado del microecosistema

Pecera Rosa Pecera


Amarilla

Fecha Temperatura Individuos Temperatura Individuos


(°C) (°C) (adultos)

24/04/18 27 9 25 9

26.5 9 24 9
26/04/18

27 5 25.8 9
03/05/18

27 3 26 8
08/05/18

Tabla 3.Tercer etapa


Finalización

Pecera Rosa Pecera


Amarilla

Fecha Temperatura Individuos Temperatura Individuos


(°C) (°C) (adultos)

17/05/18 28 15 25 0

27 25 25 0
22/05/18
27 25 25 0
29/05/18

ANÁLISIS DE RESULTADOS

Al investigar en algunas fuentes nos dimos cuenta que la temperatura ideal para la
crianza de grillos debe oscilar entre los 25°C y los 32°C. A los 27°C las condiciones
son óptimas para la reproducción. En estos organismos es muy importante la
temperatura y si vemos los rangos de su temperatura ideal, se comprenderá que son
insectos de climas cálidos, además de nocturnos. Estos datos pueden variar
dependiendo a la especie del grillo. El equipo de basó en los datos estándares de lo
que un grillo para la crianza en cautiverio necesita.
Al decidir tomar la temperatura como una de las variables, establecimos número de
individuos como la segunda, con el fin de conocer cómo afectaba la primera sobre
su población.
Aunque hayamos elegido ambas variables como eje central de nuestro experimento,
no se descuidaron otros factores para el bienestar de los especímenes. Se les ponía
comida y agua regularmente, además de humedecer un poco el suelo donde
habitaban.
Con el propósito de analizar los datos de mejor manera, separaré la información por
etapas; y aclaro al lector que se resaltan en el análisis las dos variables elegidas,
dando por hecho que las otras necesidades estaban cubiertas:

Primera etapa. Primer montado del microecosistema:


En la primera etapa del experimento sólo a la pecera color rosa le adaptamos un
pequeño foco y a la amarilla nada. Los resultados se obtuvieron a la semana y media,
pues todos los grillos de la pecera amarilla murieron, quedando sólo 3 elementos
vivos en la pecera rosa.
La última temperatura que tomamos en ambas peceras fue la siguiente: La pecera
rosa tenía 23°C y la amarilla 21°C. Lo que nos indicó que la temperatura en la rosa
no se acercaba a la mínima requerida por los grillos (25°C) y mucho menos la alcanzó
la otra.
Después de tomar los datos anteriores, el foco se fundió y resolvimos colocar otro de
70W por encima, colocando una cartulina negra como tapa a la cual se le hicieron
hoyos. La finalidad fue tratar de mantener vivos a los grillos que quedaban y con la
cartulina tapar la intensidad de la luz del foco, pues ellos son nocturnos.
En la imagen se muestra el cambio provisional.
Otro factor que creemos pudo haber afectado en la mortalidad fue que en esos días
la sensación térmica del ambiente estuvo fría, en los últimos días de abril, fue cuando
dicho clima se presentó. (En el apartado Resultados se encuentran datos más
específicos de temperatura y en las fechas en que fue tomada).

A continuación se muestran datos estadísticos de la primera etapa.


Segunda etapa. Repoblado de ambas peceras:

Compramos de nuevo grillos para repoblar y hacerle modificaciones al experimento.


Al no alcanzar la temperatura ideal en la primera etapa, colocamos por dentro un foco
más grande en la pecera rosa y en la amarilla pusimos un foco por encima de la
pecera. En ambas, la tapa de cartulina negra se conservó. Queríamos comprobar si
ésta tapa ayudaría a conservar el calor dentro de las peceras, además de simular un
ambiente oscuro para ellos.
Al repoblar, ingresamos 9 grillos en cada pecera.

En la primera toma de temperatura la población seguía completa. Observamos ese


día durante unos minutos el comportamiento de los grillos. En la pecera rosa habían
hecho varias madrigueras en la tierra. En una de ellas vimos a cuatro grillos juntos,
uno de los grillos entraba y salía de la madriguera, los otros tres permanecieron ahí.
En la pecera amarilla, uno de los grillos hacía movimientos raros (su cuerpo parecía
contraerse). También hicieron algunas madrigueras en menor número que en la otra
pecera.
Éstos nuevos grillos se adaptaron mejor a las nuevas condiciones que les pusimos.
En los días que tomamos temperatura, ésta se mantuvo casi igual. En la pecera rosa
(con el foco en el interior) tuvimos una media 27°C y en la amarilla una media de
25°C. Por el comportamiento de los grillos y la permanencia de la población intacta,
comprendimos que habíamos llegado a una temperatura más óptima.
Al pasar una semana, el número de grillos disminuyó; pero creemos que no murieron,
si no que escaparon. En la pecera rosa sólo contamos 4 o 5 elementos (es posible
que hubiese más en las madrigueras). No había cuerpos de grillos muertos, por eso
creemos que se salieron. En la otra seguían estando los 9 elementos.

Durante la semana que siguió a la antes citada, la población siguió disminuyendo por
factores diferentes a la temperatura. Primero, en la pecera rosa había grillos pegados
a la cinta de aislar que se usó en el foco, obviamente los elementos murieron y
quedaron algunos vivos (entre 2 y 3 individuos). De la pecera amarilla se escaparon
algunos individuos, lo pensamos así porque no vimos ningún cuerpo en el interior y
generalmente cuando morían los encontrábamos ahí, visibles.

En la siguiente tabla se muestran datos estadísticos de la segunda y tercera etapa.

Tercera etapa. Final del experimento:

Para finales del mes de mayo los especímenes de la pecera amarilla habían escapado
en su totalidad. Lo comprobamos moviendo la tierra en busca de sus cuerpos, sin
encontrar nada. En cambio, en la otra pecera detectamos que ya no había grillos
adultos, ahora la población estaba conformada en su totalidad por las crías de
aquellos.

El hecho de que hayan logrado procrear significa que pudimos emular las condiciones
necesarias para que ocurriera. Según los datos teóricos la temperatura ideal para que
los grillos en cautiverio incuben sus huevos es de 29°C; lo que nos hace concluir que
a pesar de no haber alcanzado los 29° C cuando íbamos a medir, si nos acercamos
a ésta cifra. Por consiguiente se logró el cometido de nuestro ecosistema.

No pudimos contar con exactitud el número de crías pues había muchos agujeros en
la tierra por donde se metían. Si removíamos manualmente su terreno, hubiésemos
matado a algunos y no se pretendía tal cosa. a simple vista contamos 25 grillos.

En la gráfica mostrada arriba (segunda y tercera etapa) se ve claramente como las


condiciones de temperatura favorecieron para que los grillos procrearan e incubaran
sus huevecillos. Mientras que en la primer gráfica se puede analizar que, al no
llevarlos a la temperatura óptima murieron rápido.

CONCLUSIONES
En nuestra primera etapa no obtuvimos resultados satisfactorios ya que las
condiciones climáticas no fueron las adecuadas, además de que se nos fundió el foco
que mantiene la temperatura óptima en la pecera rosa, por tal motivo nuestros grillos
murieron en ambas peceras.

En la segunda y tercera etapa fue cuando obtuvimos los resultados esperados, ya


que se pudo lograr un gran acercamiento a la temperatura óptima que necesitan los
grillos para poder reproducirse. Fue en la pecera rosa donde logramos el objetivo ya
que en esta se puso un foco dentro de la pecera y así nacieron incontables crías.

Gracias a esto pudimos deducir que la temperatura en los grillos es de gran


importancia, ya que si no está en su rango óptimo para ellos no pueden ni siquiera
sobrevivir.

REFERENCIAS
De Erice, E. 2012. Biología la ciencia de la vida. Mc Graw Hill.

León, A. E. 2013. Ecología y medio ambiente enfocado en competencias. Santillana.


México.

Vázquez, R. 2010. Ecología y medio ambiente. Patria. México.

Das könnte Ihnen auch gefallen