Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Durante lo que los militares golpistas calificaron como Proceso de Reorganización Nacional, clausuraron
el Parlamento, los partidos, los sindicatos y las organizaciones populares, e iniciaron una de las
represiones más sangrientas del cono sur. De los ocho años que duró la dictadura, el periodo de Videla fue
el más feroz.
1. FRENTE AL PRÓLOGO DE ERNESTO SABATO. (2006)
La teoría de los dos demonios:
a Teoría de los Dos Demonios es el modo en el que algunos sectores de la sociedad argentina, usualmente
ligados a la derecha o afines a las fuerzas militares, buscan explicar lo que en el país ocurrió en la década de
1970, tanto durante como antes de la última dictadura militar. Para estos sectores, la violencia y el terrorismo de
Estado llevados a cabo por las Fuerzas Armadas de modo previo al golpe de Estado de 1976 como durante el
mismo fueron consecuencia y resultado directo de la violencia de organizaciones revolucionarias de izquierda
como Montoneros, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) o las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP).
Para quienes sostienen esta teoría, el accionar de los militares fue necesario para calmar el desorden y el caos
que aquellas organizaciones habían iniciado y que estaba dándose a través de atentados o secuestros a civiles.
La defensa de esta teoría no busca reconocer el error de las Fuerzas Armadas por el modo en el que llevaron a
cabo la represión y el sistemático plan de desapariciones forzadas, sino que busca equiparar la violencia de los
sectores militares a los de los grupos guerrilleros y de ese modo plantear la idea de una guerra con dos bandos
igual de poderosos.
La decisión del Gobierno de incorporar un nuevo prólogo a la última edición del informe “ Nunca más” abrió
una polémica por la supuesta defensa de la “ teoría de los dos demonios” , que figuraba en la versión original
del trabajo realizado en 1984 por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).
Funcionarios, organizaciones de derechos humanos y ex miembros de la Conadep discreparon ayer
públicamente sobre las connotaciones políticas de la edición original y sobre la necesidad o no de añadir un
nuevo prólogo al documento. El nuevo texto, firmado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, fue
agregado a la edición del 30° aniversario del golpe de Estado de 1976, previo al prólogo redactado hace 22 años
por el presidente de la Conadep, el escritor Ernesto Sabato. Aquel prólogo comenzaba así: “ Durante la década
del 70, la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la
extrema izquierda” . En la nueva edición, presentada hace un mes en la Feria del Libro, puede leerse la posición
del gobierno de Néstor Kirchner: “ Es preciso dejar claramente establecido, porque lo requiere la construcción
del futuro sobre bases firmes, que es inaceptable pretender justificar el terrorismo de Estado como una suerte de
juego de violencias contrapuestas como si fuera posible buscar una simetría justificatoria en la acción de
particulares frente al apartamiento de los fines propios de la Nación y del Estado, que son irrenunciables".
Al echar más leña al fuego de la polémica, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de
Bonafini, elogió la nueva edición del "Nunca más" y calificó de "mierda" el texto de Sabato. "Sabato junto a
Tróccoli [Antonio, ex ministro del Interior] hicieron esa mierda para hablar de dos demonios", dijo Bonafini,
que elogió la iniciativa de "algunos colaboradores como Mattarolo [Rodolfo, subsecretario de Derechos
Humanos] y Duhalde". Bonafini rechazó enfáticamente la teoría de los dos demonios. "Nuestros hijos no eran
demonios. Eran revolucionarios, guerrilleros, maravillosos y únicos que defendieron a la Patria", dijo. Y
reconoció que "algunos de la derecha están muy ofendidos y los progres también".
2. DELIMITA SU OBJETO DE ESTUDIO:
3. MILITARES: AMNISTÍA Y FALTA DE RECONOCIMIENTO POR PARTE DE LOS MISMOS.
Macri (actual presidente, ingeniero civil desde 2015)
El presidente Macri borra el concepto de genocidio y de terrorismo de Estado, para reemplazarlo por el de
guerra sucia que fue la definición elegida por los militares del Proceso de Reorganización Nacional, para
justificar sus crímenes. Macri retrotrae el discurso del Estado argentino a los preceptos de la teoría de los dos
demonios pero en una versión derechista que abre la puerta a justificar a los genocidas.
La guerra sucia es una doctrina asociada a los principios de la guerra contrarrevolucionaria que el imperialismo
francés utilizó en las selvas de Indochina entre 1946 y 1954 y en Argelia (1954-1952) para combatir a los a los
movimientos de liberación nacional. Como forma de hacer la guerra contra fuerzas irregulares, de tipo
guerrillero, consistía en infiltrar, torturar y quebrar al enemigo llevando a cabo acciones “irregulares” que
combinan la represión estatal y la intervención paramilitar contra la población civil. Para lo militares franceses
de la OAS encabezados por Raoul Salan que llevaron a cabo la guerra sucia en Argelia, el ataque a la población
civil era una clave para destruir la organización por la base de los movimientos insurgentes. En el terreno de la
doctrina jurídica de la guerra va a ser el pensador de extrema derecha alemán Carl Schmitt, quien reflexione
sobre los métodos de la OAS concluyendo que su aporte es que “contra los partisanos hay que luchar a la
manera de los partisanos”.
En nuestro país y el conjunto de América Latina la doctrina de la guerra sucia viene de la mano de la Doctrina
de Seguridad Nacional que otorga a las Fuerzas Armadas la potestad de actuar contra la subversión. Alentada
por el imperialismo norteamericano en los ’60 como respuesta a la revolución cubana y la amenaza de
insurrecciones obreras y populares, la doctrina de la guerra sucia va a ser enseñada en la tétrica Escuela de las
Américas y va a contar con la participación directa en el adiestramiento de asesores de la OAS.
El Proceso de Reorganización Nacional elaboró la idea de la guerra sucia para justificar los métodos del
terrorismo de Estado con que se ejecutó el genocidio contra la vanguardia obrera, juvenil y popular que parió el
Cordobazo de mayo de 1969. Intentaban explicar así que se vieron obligados a llevar adelante una guerra
cruenta sin reglas contra un enemigo que utilizaba la guerra irregular en su contra. Lo real es que el genocidio
exterminó utilizando todos los resortes del Estado burgués a toda una generación de la clase trabajadora y la
juventud que se levantaba contra el capitalismo y el imperialismo.
La familia Macri, y los grandes grupos capitalistas que su Gobierno de CEO pretende representar, fueron
impulsores, cómplices y beneficiarios de la dictadura y el genocidio. Las declaraciones de Macri muestran que
las palabras de Darío Lopérfido a los inicios del gobierno de Cambiemos poniendo en duda el número de
desaparecidos no fueron una excepción, sino la regla.
El otorgamiento de la prisión domiciliaria a los criminales de la dictadura, los desfiles con genocidas en
Tucuman, el intento de utilizar a las FF.AA. en la represión al narcotráfico y la ofensiva contra los movimientos
de derechos humanos simbolizada en la frustrada detención de Hebe de Bonafini, hablan de como la derecha
argentina se ha envalentonado para imponer la reconciliación con los genocidas y sus cómplices.
El presidente Macri emitió un decreto que abre la puerta a que las Fuerzas Armadas participen en
seguridad interior, algo que estaba limitado desde el fin de la dictadura. Para la oposición y organismos
de DDHH se trata de una grave decisión.
Macri saca a las Fuerzas Armadas a la calle para reforzar la seguridad interior (2018)
El Gobierno argentino oficializó la reforma militar con la publicación del decreto que modifica la
reglamentación formulada por Kirchner, que garantizaba el uso de los soldados únicamente para ataques
externos perpetrados por otros Estados.
El Gobierno argentino oficializó la reforma militar anunciada este lunes por el presidente Mauricio Macri desde
Campo de Mayo con la publicación del decreto que modifica la reglamentación formulada por Néstor Kirchner,
que garantizaba el uso de las Fuerzas Armadas únicamente para ataques externos perpetrados por otros
Estados. Basada en las “nuevas amenazas”, la doctrina de Cambiemos modificó el artículo principal para
permitir que las tropas militares sean empleadas “ante cualquier otra forma de agresión externa”,
incluyendo la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
“Las Fuerzas Armadas, instrumento militar de la defensa nacional, serán empleadas en forma disuasiva o
efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia
política de la República Argentina; la vida y la libertad de sus habitantes, o ante cualquier otra forma de
agresión externa que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas”, sostiene el primer artículo del
nuevo decreto.
El decreto 683/2018, publicado hoy en el Boletín Oficial con la firma del presidente, el jefe de Gabinete,
Marcos Peña, y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, enfatiza la colaboración de los militares en tareas de
seguridad interior. "El Ministerio de Defensa considerará como criterio para las previsiones estratégicas, la
organización, el equipamiento, la doctrina y el adiestramiento de las Fuerzas Armadas, a la integración
operativa de sus funciones de apoyo logístico con las fuerzas de seguridad", señala la medida.
La reforma ya había sido anunciada por Macri un mes atrás durante el acto por el Día del Ejército. Este lunes,
desde Campo de Mayo volvió a anunciar el cambio de doctrina en política de defensa y seguridad nacional, que
incluye "colaboración" de efectivos de las tres Fuerzas Armadas en tareas de "seguridad interior" y su
participación "en la custodia y protección de los objetivos estratégicos".
Macri afirmó que "es importante" que las fuerzas militares "puedan colaborar con la seguridad interior,
principalmente brindando apoyo logístico en la zona de frontera, interviniendo frente a la prevención de
eventos de carácter estratégicos".
El nuevo decreto justifica la necesidad de “nuevos roles y funciones” como consecuencia de “la evolución del
entorno de Seguridad y Defensa” y establece como principio fundamental de la “reestructuración” la prioridad
al accionar conjunto y a la integración operativa de las fuerzas, así como con las fuerzas de seguridad en sus
funciones de apoyo.
Otros "perjudicados"
Quienes también consideran que es injusto el sistema de compensaciones son los familiares de las personas que
murieron a manos de los grupos subversivos durante el último gobierno de facto.
Las familias de los soldados muertos (a manos de guerrilleros) reciben US$186 de pensión, no tienen ni para
comerAsociación de Familiares y Víctimas del Terrorismo en Argentina
A diferencia de las víctimas del Estado, ellos no tienen derecho a ninguna reparación económica.
Grupos como la Asociación de Familiares y Víctimas del Terrorismo en Argentina (Afavita), denunciaron que en
este país se hace "un negocio sucio y millonario con los derechos humanos".
"Las familias de los soldados muertos (a manos de guerrilleros) reciben US$186 de pensión, no tienen ni para
comer", aseguraron.
Estos grupos también resaltan el escándalo de corrupción que se desató en 2011 en el seno de la principal
organización de derechos humanos relacionado con el último período militar, las Madres de Plaza de Mayo.
La Justicia argentina investiga las irregularidades cometidas en el marco del plan de viviendas de las Madres,
llamado Sueños Compartidos, y el presunto desvío ilegal de parte de los cerca de U$300 millones que el organismo
recibió del Estado.
Los desaparecidos de la dictadura argentina son una cuarta parte de lo que se creía
Hubo 61 españoles nativos, según un informe oficial, que los afectados consideran incompleto.
17 noviembre, 2016 00:41
Igual que ocurrió en Europa con la polémica sobre si el Holocausto perpetrado por el III Reich en la Alemania
nazi exterminó a 6 millones de judíos o menos, Argentina debate cuántos han sido exactamente los
desaparecidos durante la dictadura militar, de 1976 a 1983.
La cifra general de 30.000 desaparecidos, defendida siempre por los organismos de derechos humanos y la
izquierda, se consagró como verdad acaso por uso y costumbre. Pero los militares de la dictadura toda la vida
aseguraron que la cantidad era menor, aunque nunca precisaron nada.
El primer recuento oficial se realizó en 1984 por la Comisión Nacional de Desaparecidos (CONADEP),
encabezada por el escritor Ernesto Sábato y más personalidades, con la democracia recién recuperada, en base a
testimonios recogidos artesanalmente. El llamado ‘informe Sábato’ reportó 8.961 víctimas, entre desaparecidos
y ejecutados.
Allí se describía el horror de la dictadura de derechas del general Jorge Videla que en 1976 había derrocado a la
presidenta María Martínez, viuda de Perón. Inspirada en el combate al comunismo de la Guerra Fría, lanzó una
represión a sangre y fuego contra las guerrillas de izquierdas.
Montó campos de concentración en los cuarteles pero no sólo aniquiló a combatientes armados. También
secuestró a sindicalistas, activistas, estudiantes, curas, y hasta a algunas madres de desaparecidos. Se cree que a
la mayoría los arrojó al mar, vivos y drogados, en ‘vuelos de la muerte’ desde aviones militares.
Videla murió en 2013, a sus 87 años, purgando condena a cadena perpetua. Se llevó a la tumba los secretos de
los crímenes que perpetró el régimen que encabezó y siempre asumió la jefatura de lo que él llamaba “guerra
antisubversiva”.
Frente a las versiones contrapuestas, el titular de la ONG Ciudadanos Libres, José Magioncalda, puso, en agosto
pasado, un recurso de acceso a la información pública. “Queríamos que el Estado revelara los datos que posee
porque eso va a ayudar a la calidad institucional”, cuenta a EL ESPAÑOL.
Desde el Gobierno venían evitando tomar cartas en el asunto. El presidente, el liberal Mauricio Macri, declaró a
una televisión de Estados Unidos que “es un debate en el que no voy a entrar. No tengo idea si (las víctimas)
fueron 9.000 o 30.000. Es una discusión que no tiene sentido". Y por ello los organismos humanitarios lo
criticaron.
Pasaron tres meses y ante la insistencia de Magioncalda a la Oficina Anticorrupción, el Ejecutivo argentino se
ha visto obligado a destapar el único archivo estatal del tema. Lo elaboró la secretaría de Derechos Humanos
que durante casi cuatro décadas recopiló “información fechada, organizada y tipificada”.
En el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte), constan 8.571 hombres y mujeres
(76% y 24%, respectivamente, de 20 a 29 años en su mayoría).
De ellos, 6.348 cayeron en la dictadura, es decir menos de una cuarta parte (21,16% de los 30.000 que se creía)
y 952 fueron asesinatos (sin ocultamiento del cadáver). Otro dato sorprendente ha surgido del desagregado de la
cifra total: durante la presidencia de la viuda de Perón, de 1974 a 1976, se produjeron 662 desaparecidos y 609
asesinatos por causas políticas pese a que se trataba de un gobierno constitucional, surgido de elecciones
realizadas en 1973.
Las Abuelas de la Plaza de Mayo reaccionaron enfadadas ante el informe estatal. Su titular, Estela de Carlotto,
dijo en declaraciones a los medios que “se trata de una campaña de bastardeo y desprestigio” contra ellas.
“Quieren hacernos quedar como mentirosas”, se quejó.
Sin embargo, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, ha asegurado a EL ESPAÑOL que “esto es
información pública, no fue creada por nosotros con un interés particular, sino la respuesta a un derecho que es
el acceso a la información, con datos que contaba la secretaría de Derechos Humanos en el 2013, y no hay
ninguna intencionalidad en su difusión”.
Me contaron que tenían orden de no hacerla pública porque chocaba con la de los 30.000 desaparecidos
“En 2009 hablé con funcionarios, viejos conocidos míos de la Conadep, y me confirmaron que la cifra es ésta
que se difundió ahora. También me contaron que tenían orden de no hacerla pública porque chocaba con la de
los 30.000 desaparecidos”, confió a EL ESPAÑOL.
El secretario del área confirma que “el informe que brindamos fue puesto en marcha por el gobierno anterior
[kirchnerista] y los datos consignados son a diciembre de 2015. Nosotros no tuvimos ninguna intervención en
este número”. De todos modos advierte, acaso para calmar ánimos, que “esta cifra no es definitiva, de ninguna
manera cierran las investigaciones”.
Entonces, la pregunta que muchos argentinos se formulan es: ¿de dónde salió la cifra de treinta millares de
víctimas?
Fernández Meijide asegura a este diario que "ese número lo acuñaron los exiliados argentinos en Europa para
que les hicieran caso en organismos internacionales, porque con esa cantidad ya se hablaba de un genocidio”.
“Con el tiempo esa cantidad se instaló como un símbolo, una bandera política”, agrega.
Avruj coincide en que “el número de 30.000 es una cifra emblemática que hay que respetar, porque se trata de
un tema muy doloroso. No puede ser de ninguna manera parte de una discusión ideológica y política”.
Sea como fuere, para la dirigente humanitaria el debate “es al cohete” porque “nunca se va a dilucidar
discutiendo entre nosotros sí fueron 30.000 o 7.000”. “Los que pueden aportar más a la verdad son los militares,
saben a quiénes mataron y donde metieron los cadáveres y a qué niños robaron y entregaron”, remata.
Arroyo Salgado rechazó en la misma resolución el pedido que había realizado el fiscal Federico Domínguez
para indagar a la dueña de Clarín.