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El papel de los
P. Flores / L. Crawford
relatos
noticiosos en la
construcción de
un proyecto
comunicativo
para la paz en
Colombia
Pamela Flores: Jefa del Departamento de Comunicación Social,
Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia.
E-mail: pamflores@latinmail.com
Linvingston Crawford: Comunicador social, documentalista e
investigador en la Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia.
E-mail: istone@latinmail.com
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diálogos de la comunicación
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ginaron reflexiones sobre el tos relacionados con los mie-
Pamela Flores
cia de la misma. ver menos o más de dos ho-
ras diarias de televisión. En
En Colombia, en donde la una segunda etapa, se tomó
complejidad de las fuerzas en noticieros locales y naciona-
conflicto multiplica las posi- les centrándose en los relatos
bles incidencias y percepcio- construidos sobre cuatro te-
nes de la sociedad frente a la mas: desplazados, guerrilla,
violencia, los periodistas ape- paramilitares, diálogos de
nas si inician un debate que paz. Para el análisis de los
propicie una toma de concien- relatos noticiosos, se apeló a
cia acerca de la responsabili- los elementos y recursos del
dad social que implica el “in- relato audiovisual: persona-
formar” hoy en un contexto jes, tiempo y espacio de la na-
con frecuencia confuso y en rración, textos, música, uso o
donde los intereses en juego no del testimonio, planos,
no sólo se contraponen sino gestualidad de los presenta-
se yuxtaponen haciendo difí- dores, uso del recurso de la
cil establecer bandos o grupos iteración, estableciendo posi-
enfrentados permanentemen- bles significaciones en la ma-
te, declarar líneas divisorias, nera como se relacionan es-
soportar claridades. tos elementos en la construc-
ción de la historia. Igualmen-
La urgencia de crear, desde la te, se buscó establecer las
comunicación, relatos de paz relaciones entre cada relato
En la medida en que los me- eficaces nos condujo a reali- independiente y el relato to-
dios de comunicación masi- zar un análisis de las noticias tal que ellos construyen y las
va han adquirido mayor in- relacionadas con violencia percepciones que ellos po-
cidencia en el desarrollo de desde la perspectiva del aná- drían estar generando en los
los procesos sociales vincu- lisis del relato. La investiga- televidentes. Este primer aná-
lados a la violencia, se ha ción se abordó en el contexto lisis muestra que los relatos
intensificado la reflexión so- de la ciudad de Barranquilla, noticiosos no sólo no contri-
bre el papel de los medios en ciudad que tradicionalmente buyen a una cultura de paz,
las confrontaciones políti- ha presentado niveles inferio- sino que, al aumentar los ni-
cas, especialmente aquellas res de violencia a los del res- veles de miedo sin ofrecer la
ligadas a acciones violentas. to del país. Para ello, se inda- contextualización necesaria
El caso Moro, por ejemplo, gó, en primer lugar, la rela- para racionalizar la violencia,
trajo desde su inicio, el 16 de ción entre televisión, violen- conducen a que el ciudadano
marzo de 1978, hasta mucho cia y miedo, a partir de los medio asuma la violencia
después del fatal desenlace, estudios realizados por como inevitable e inasible.
una serie de debates sobre el Gerbner y Gross sobre la in-
papel de la prensa en los he- cidencia de los mensajes
chos y su incidencia en las televisivos violentos en los HACIA LA COMPRENSIÓN
reacciones en el mundo po- miedos de la gente. Con ese DE LA NOTICIA COMO
lítico y la sociedad. Con igual fin, se realizaron 400 encues- RELATO
fuerza, casos como la guerra tas en los seis estratos socio-
del Golfo o el secuestro del económicos y en tres grupos El relato de la violencia (y su
Boeing del TWA en 1985, ori- de edad, midiendo tres aspec- contraparte, el relato de la
diálogos
de la comunicación
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paz) ha resultado privilegia- gar a una desbordante litera- Así, la violencia simbólica y
do en las agendas noticiosas tura científica con resultados los imaginarios del miedo tie-
P. Flores / L. Crawford
como consecuencia de los disímiles e incluso contradic- nen como fuente primordial
hechos que ocurren a diario torios desde que, en la déca- las imágenes televisivas y las
en el país. No hay periódico, da de los 50, este medio se investigaciones relacionadas
ni noticiero de radio o de te- convirtiera en el más podero- con medios y miedos tienden
levisión que no se ocupe de so transmisor de actitudes, a confirmar la sospecha de
hechos violentos en cada una creencias y valores. En la dé- que, más allá de las realida-
de sus emisiones. Las noti- cada de los 70, cobró especial des de peligro, los medios
cias relacionadas con masa- importancia la hipótesis de la crean un clima de opinión
cres, secuestros, enfrenta- aculturación de Gerbner y que conduce a mantener a los
mientos armados o, en los Gross entendiendo el término televidentes aterrorizados,
contextos de la cotidianidad como “la contribución que la confirmando así la afirmación
urbana, atracos a mano arma- televisión efectúa a las con- de E. Noelle-Neumann en “La
da o asesinatos callejeros cepciones de realidad social”1 Espiral del Silencio”3 (a pro-
inundan los espacios noticio- y partiendo del hecho ya in- pósito, en ese caso, de las
sos así como las plegarias por negable de que “la televisión decisiones electorales) de
la paz, las madres llorando se impone en el entorno sim- que, al clima de opinión pro-
frente a un cadáver, las decla- bólico” de los habitantes con- ducido por la relación direc-
raciones de funcionarios pú- temporáneos. Esto hace que ta con la realidad, la contem-
blicos declarando inadmisi- los mapas cognitivos de quie- poraneidad añadió el produ-
bles estos hechos. De hecho, nes han sido televidentes des- cido por la observación de la
el conjunto de estas noticias de siempre sean distintos de realidad a través de los me-
constituye un fragmento im- los de aquellos que conocie- dios, creándose lo que deno-
portante del relato que sobre ron la televisión ya siendo minó “un doble clima de opi-
la paz y sobre la violencia adultos y, por tanto, que las nión” concluyendo que el se-
hemos construido los colom- representaciones sociales va- gundo puede llegar a ser tan
bianos. Un relato que es ne- ríen afectando de manera di- fuerte que puede alterar el
cesario explicitar, valorando versa en los televidentes. Es- curso de los hechos.
sus incidencias sobre las ac- tas y otras tendencias en la
titudes y comportamientos investigación sobre televisión Esto pone de presente el alto
de los colombianos; un rela- y violencia abrieron nuevas nivel de credibilidad de la
to que requiere de un análi- perspectivas añadiendo al información televisiva en la
sis por parte de quienes lo material ya existente sobre la visión del mundo de los ha-
producen y de quienes lo con- relación violencia televisión, bitantes contemporáneos.
sumen y al consumirlo lo hipótesis relacionadas con De hecho, de ocho países la-
transforman, y una concien- los relatos e imaginarios del tinoamericanos encuestados
cia de que dicho relato ha miedo construidos por los te- al respecto, «sólo en uno la
creado un correlato que levidentes y su incidencia en gente tiene mayor confianza
permea, cada vez con mayor los comportamientos socia- en el gobierno que en la tele-
eficacia, la vida de cada co- les. Como indicó Richard visión y únicamente en dos
lombiano: el relato del miedo. Felson: “la contribución de la mayor confianza en el gobier-
televisión al ejercicio de la no que en la prensa escrita».4
violencia es relativamente
LOS RELATOS TELEVISI- menor; quizá un 5% ; en cam- Además, los recursos narra-
VOS DE LA VIOLENCIA Y EL bio, su contribución a la per- tivos de la televisión posibili-
CORRELATO DEL MIEDO cepción de la violencia es tan representar cualquier
mucho mayor. La gente se acontecimiento con excesiva
Las relaciones entre televi- encuentra paralizada por el carga valorativa, la cual no es 49
sión y violencia han dado lu- miedo.”2 percibida como tal por el te-
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levidente, que considera que latos, igualmente fragmenta- ticieros de televisión y los
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mundo y, con ella, sus temo- drían que hacerse solida- que lo hacen a partir de las
res ya que, como se deduce ridarios de la sociedad civil visiones descontextualizadas
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de las teorías expuestas so- de la cual forman parte. ofrecidas por los medios.
bre los discursos televisivos,
este medio impone solidari- Por otra parte, el 73% de los
dades asociadas a los pode- LOS RELATOS DEL DESPLA- encuestados expresó senti-
res estatuidos. ZAMIENTO mientos de rechazo y descon-
fianza hacia este grupo huma-
Es claro que la mayoría de las Los noticieros internacionales no, calificándolos de “perso-
personas diferencian entre han dado a conocer el proble- nas peligrosas”, o de “perso-
violencia ficción y violencia ma del desplazamiento en Co- nas que como lo han perdido
mostrada en los noticieros, lo lombia. Con mayor razón, los todo creen que tienen más
cual alerta sobre el nivel de noticieros locales y nacionales derechos que los demás”.
responsabilidad de estos últi- se ocupan del tema con relati- Sólo el 27% manifestó senti-
mos en la construcción de los va frecuencia. Pero, ¿cuál es el mientos de solidaridad hacia
mapas cognitivos de la gente. relato del desplazamiento en este grupo, aunque sienten el
Sin embargo, quienes manejan Colombia construido por los problema muy lejano.
la información parecieran no medios? Quiénes son esos
haber notado la repercusión personajes que protagonizan Las representaciones negati-
de sus mensajes en los nive- esas marchas forzadas y sin vas en torno a los desplaza-
les de miedo de los televiden- rumbo, conducidos hacia nin- dos tienen ya historia en Co-
tes y el papel que deberían guna parte por unas fuerzas lombia. En la década pasada,
estar jugando en la construc- que no controlan? cuando el problema del des-
ción de una sociedad más ar- plazamiento no había alcan-
mónica. De ahí que sea nece- La extrema descontextua- zado las magnitudes que tie-
sario analizar los relatos lización de los relatos noticio- ne hoy, la entonces goberna-
televisivos y concientizar de sos ha forjado percepciones dora del departamento de
que el afán de mantener el negativas acerca del desplaza- Cundinamarca, Leonor Serra-
statu quo obliga a los noticie- do. De 200 habitantes en- no, entrevistada en un progra-
ros a escamotear las causas cuestados en Barranquilla,7 ma periodístico a propósito
de la violencia creando la en- sólo el 22% tenía experiencia de su negativa a recibir des-
fermiza ilusión de que ésta es directa del desplazamiento y plazados en su departamen-
incontrolable e inasible. el 78% restante expresó opi- to dijo: “Yo le pregunto a us-
niones basándose en lo “cono- ted si después de arreglar y
Los informativos en Colom- cido” a través de los medios organizar su casa, invitaría a
bia están en la urgente obli- especialmente la televisión. una persona que no quiere
gación de revisar sus agen- Del 22% que afirmó haber es- invitar, a una persona que no
das: las prioridades en mate- tablecido algún tipo de con- le parece conveniente?”
ria noticiosa, los valores im- tacto directo con un desplaza-
plícitos en las decisiones que do, el 68% pertenece a los es- En el último año, el creciente
toman, lo que esconden tras tratos socioeconómicos más número de desplazados y la
titulaciones objetivas, los si- desfavorecidos y por ello ha demanda por soluciones han
lencios en los que incurren, conocido familias desplaza- ocasionado un incremento en
las perspectivas que favore- das. El resto son profesiona- las noticias sobre el tema en
cen y, sobre todo, los miedos les cuyo trabajo los ha relacio- los medios. Analizados dos
que alimentan. Los periodis- nado con el problema de una meses de noticias en un noti-
tas podrían ser protagonistas manera directa. Sin embargo, ciero local y uno nacional en-
de los procesos de recons- nadie se abstiene de expresar contramos que el relato cons-
trucción del tejido social en opiniones sobre este grupo truido lleva implícito las si- 51
Colombia, pero para ello, ten- humano sin la conciencia de guientes falacias:
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Nadie es responsable del des- lló en más del 70% de los en- representaciones hechas por
diálogos
de la comunicación
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La expresión grupos arma- conducido al país a los nive- fuerzas en conflicto sino por
dos (vaga por naturaleza) es les de violencia que presenta. estar situado en el cruce de
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más frecuente en las noticias fuego que, día a día, le impo-
relacionadas con parami- Al no establecer un tejido de nen los medios de comunica-
litares que en las relativas a relaciones coherente que ex- ción masiva. De aquel que re-
la guerrilla. plique la violencia en Colom- pite la palabra violencia por-
bia, al representarla como que la lee y la escucha cada
Las noticias sobre paramili- una sucesión de hechos inco- día en la radio, en la prensa,
tarismo se limitan a hechos nexos, no debe sorprender- en la revista, en la televisión.
concretos como lugar, núme- nos que el único relato posi-
ro de muertos o heridos, ble en la representación men- Los medios de comunicación
mientras que las relacionadas tal de los televidentes (léase han creado, con la fuerza que
con la guerrilla abundan en la sociedad) sea el del miedo. su poder les otorga, un rela-
adjetivos calificativos, consi- Y el miedo, es sabido, parali- to de la violencia en Colom-
deraciones subjetivas, pun- za, entorpece, no busca sali- bia que no invita a raciona-
tos de vista explícitos a tra- das. El miedo es irracional y, lidades, ni proporciona re-
vés de frases como: “atroz lejos de promover solidarida- cursos para una acción efi-
ataque”, “incursión violenta” des, inspira el “sálvese quien caz y renovadora. Un relato
o, más aún, el presentador, una pueda”, principio que pare- que es encubridor porque no
vez terminada la noticia, expre- ciera ser el común denomina- establece relaciones, no
sa un “a donde vamos a llegar dor de la sociedad civil en orienta al cambio, no procu-
Dios, mío” o “qué horror”. Colombia. Así lo indican, en- ra claridades. Esto lo con-
tre otros factores, las altas vierte no sólo en mecanismo
La gestualidad y entonación cifras de emigración del país, de control social sino en fac-
de los presentadores en las así también el escaso uso de tor de parálisis. Ante el des-
noticias sobre guerrilla es los mecanismos de participa- prestigio del Estado y su in-
más enfática. ción otorgados por la Consti- capacidad para garantizar
tución del 91 a los ciudadanos seguridad a ricos y a pobres,
En ambos casos, sin embar- colombianos. los medios de comunicación
go, la descontextualización masiva han asumido la tarea
es absoluta. Nadie puede de- de preservar las institucio-
ducir de estos relatos cuáles LAS REPRESENTACIONES nes, anulando la posibilidad
son las razones para que SOCIALES DE LA VIOLEN- de entender la violencia.
existan grupos armados, CIA MEDIADA Y LOS Para ello, los noticieros de te-
cuáles, los soportes teóricos MIEDOS SIMBÓLICOS AL levisión han utilizado los re-
(si los tienen); cuáles, los in- SERVICIO DEL STATU QUO cursos narrativos de lo
tereses. audiovisual construyendo
Pero ¿a quién sirven estos re- una “mirada objetiva” que,
Tomadas en su conjunto, es- latos de violencia? ¿A quién recurriendo a planos genera-
tas noticias representan el conviene este relato del mie- les, primeros planos que evi-
relato de una sucesión ince- do? La pregunta se hace im- dencien las expresiones de
sante de muertes, un encade- perativa ante la desesperada los actores y encuadres fron-
namiento infinito de huérfa- situación del colombiano tales, elimina el punto de vis-
nos, viudas, ancianos que medio. De aquel que pertene- ta personal, creando la ilu-
nadie se explica, como si los ce a esa categoría que cono- sión en el espectador de que
llamados actores del conflic- ce la violencia por televisión. lo que ve es, de que todo lo
to obraran desde la más ab- De aquel que teme a las balas que necesita saber está en
soluta irracionalidad, como si y a la muerte no a causa de la imagen y de que todas las
no existieran unas condicio- los paramilitares ni de la gue- preguntas están resueltas en 53
nes sociales que hubieran rrilla ni de ninguna de las el universo de la noticia.
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Así las cosas, el Estado co- llas o cintas verdes. Las noti- paz que mostrar) sino en la
EL TIEMPO Y EL ESPACIO
necesarios para que el Esta- objetiva”8. Por el contrario, COMO RECURSOS
do, con la complicidad de ese utilizan la función fática o in- NARRATIVOS
escenario privilegiado que terpelación como función
son los medios, no asuma la fundamental del relato expli- Por último, todo relato cons-
responsabilidad de garanti- citando un proyecto comuni- truye un tiempo y un espacio.
zar niveles aceptables de se- cativo que consiste en solida- En alguna parte y en algún
guridad a sus ciudadanos. La rizar a la sociedad con el go- momento suceden los hechos
violencia, entendida como la bierno de turno en sus diálo- que tejen la historia y produ-
forma más extrema de la in- gos de paz. El contenido im- cen los significados. Por el
comunicación entre los dife- plícito de este relato es el contrario, los relatos de la
rentes sectores de una socie- de “el gobierno quiere la paz, violencia en Colombia pare-
dad, no se remite nunca en los ciudadanos de bien tam- cieran no ocurrir en el tiem-
estos relatos al Estado que bién, pero los grupos arma- po: de ellos no podemos de-
nunca propició niveles de ex- dos, no”. Al dividir a los habi- ducir un orden de acciones,
presión a los diferentes sec- tantes entre alzados en armas es decir, el asiduo televiden-
tores. Incapaz de ofrecer so- y ciudadanos inermes, se for- te de noticias en Colombia no
luciones a la compleja proble- talece el relato del miedo y se podría construir una cronolo-
mática colombiana, el Estado garantiza un amplio sector de gía de la violencia. Pero son
se limita a mantener su poder la población que, torpezas los recursos narrativos de la
deslegitimando a los actores más o menos del gobierno de duración y la frecuencia los
del conflicto para lo cual ha turno, se solidariza con esa que más contribuyen al rela-
construido, con la complici- instancia que es la única que, to del miedo. La excesiva du-
dad de los medios, el relato en últimas, no promueve vio- ración y la repetición de imá-
de la paz. lencia. genes sangrientas contribu-
yen a la sensación de que la
Así, los informativos y los muerte en Colombia es tan
EL RELATO DE LA PAZ noticieros crean en el espacio cotidiana como inevitable;
COMO GARANTÍA DE mediado los mecanismos de igualmente, el espacio repre-
PODER control que mantienen a la sentado está construido de
clase política tradicional en el modo que olvidemos que es
El que a los grupos armados poder. Al sacar del relato de un espacio parcial y que fue-
se les adjudique la responsa- la violencia los relatos vincu- ra de los márgenes del cuadro
bilidad total de la violencia, lados a la corrupción, por hay otros mundos posibles,
tiene como contraparte el ejemplo, los relatos noticio- creando la sensación de que
que el Estado se haya adjudi- sos garantizan la adhesión de el único escenario es el de la
cado a sí mismo la consecu- los ciudadanos a un proyec- más encarnizada violencia.
ción de la paz. Y la paz, que to que, aun en su ineficacia,
en la realidad se muestra in- genera menos temor que el Los periodistas en Colombia
alcanzable, tiene su espacio de los grupos alzados en ar- afirman, y con razón, haber
en el universo mediado repre- mas. Y puesto que la relación puesto un número significati-
sentada mediante marchas instaurada en la mirada no es vo de muertos intentando
desesperadas, discursos va- de objetividad, lo que se cree ejercer su profesión de mane-
gos, símbolos inocuos: ban- no se apoya en lo que se dice ra digna. Otros dicen que si
deras blancas, flores amari- o muestra (de hecho, no hay se representa una violencia
diálogos
de la comunicación
excesiva es porque el país que expliciten, sin odios, las
vive una violencia excesiva. contradicciones y despojos
P. Flores / L. Crawford
Otros más podrían admitir que han creado el aterrador
que ellos también están ins- escenario de la violencia en
critos en el círculo de miedo Colombia. Tal vez, y todo tal 1. George Gerbner y otros.
NOTAS
que rodea a todo ciudadano vez es una esperanza, si nos Crecer con la TV: Perspecti-
en Colombia. De hecho, el empezamos a decir sin encu- va de Aculturación en los
periodista no construye la brimientos podríamos algún Efectos de los Medios de
realidad; pero sí construye la día acallar las balas y cons- Comunicación, Paidós, Bar-
realidad mediada que consu- truir un país en donde las di- celona, 1996, p.p. 35-60.
men los ciudadanos y que ferencias no sean motivo de
genera representaciones que confrontación armada. El que 2. Citado por José Joaquín Brunner,
originan sentidos o sin senti- los relatos fragmentados y Política de los Medios de la Política:
dos. Los hechos como tal no dispersos que ofrecen los Entre el Miedo y la Sospecha, en Diá-
existen y sorprende que to- medios de comunicación ha- logos de la Comunicación, No.49,
davía haya periodistas en yan contribuido con eficacia Felafacs, Lima, 1997, p. 15.
Colombia que se expresen a mantener unas estructuras
con tal ingenuidad. La falta de deficientes es prueba de su 3. Elisabeth Noelle-Neumann. La Es-
conciencia de los recursos poder en la conformación de piral del Silencio, Paidós, Barcelona,
narrativos así como la velo- la sensibilidad. ¿Por qué no 1995, p.p. 219-222.
cidad de las rutinas produc- intentar, entonces, nuevos re-
tivas generan que los perio- latos plurales, contextuali- 4. Citado por Brunner, Op. Cit p. 13.
distas no miren su trabajo zados, reveladores, que con-
desde una perspectiva inte- fieran a los que no tienen voz, 5. Pradip N. Thomas, Communication
gradora y que olviden que la a los que se expresan median- and National Identity: Towards and
noticia diaria es fragmento te las balas, a todos, la posi- Inclusive Vision. Media Development,
del relato total que construi- bilidad de participar en un No.2, 1997, p. 6.
mos sobre el país, sobre lo proyecto común? La utopía
que somos y lo que querría- se hace más urgente e impe- 6. George, Gerbner y otros, Op. Cit.
mos ser; y que el relato del rativa en los momentos his- p. 50.
miedo conduce a la desespe- tóricos en los que se desplie-
ranza, que es una forma de la ga con mayor fuerza la into- 7. Encuesta realizada por estudiantes
muerte. lerancia; la lucidez, cuando de tercer semestre del Programa de
impera la torpeza; y la gene- Comunicación Social de la Universi-
Los periodistas, aún teniendo rosidad, cuando la ambición dad del Norte en Barranquilla, Colom-
en cuenta las dificultades del es tan grande que termina bia, con el fin de establecer porcen-
ejercicio de esta profesión en arrasando aun aquello que tajes de televidentes que tenían ac-
el país, están llamados a con- ansiaba poseer. El espacio ceso a realidades mediatizadas sin
tribuir de manera protagó- mediado como ámbito de diá- conocimiento real directo con el cual
nica con la construcción del logo (de voces múltiples y confrontar las imágenes televisivas.
proyecto de nación del cual contrarias) es imperativo Esta encuesta indagó sobre los si-
hemos adolecido. Para ello, para recuperar un futuro que guientes temas: Desplazados, Guerri-
tendrían que desplazar la mi- se ha perdido antes de llegar lla, paramilitares, funcionarios públi-
rada desde la cual han crea- a él. cos, delincuencia común y pandillas
do sus relatos y empezar a juveniles.
narrar, desde ese ámbito pri-
vilegiado que ocupan, no ya 8. Para una revisión de las miradas
las historias excluyentes y desde lo Audiovisuales Francesco
disociadoras que nos han ca- Cassetti, Federico di Chio, Como ana- 55
racterizado sino las historias lizar un filme. Paidós, Barcelona 1991.
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Relatos noticiosos para la paz BRUNNER, José Joaquín. Po-
diálogos de la comunicación