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En el momento en el que te escribo esto han pasado ya varias semanas, muchos días e
incontables horas desde el momento en el que me dijiste que estabas con otro.
Este lapso de tiempo me ha servido como una lección que espero no olvide nunca, es
uno de los motivos por el cual escribo esta carta.
De igual forma utilizo este medio para centrar e inmortalizar la serie de
pensamientos que he tenido a lo largo de este tiempo, que realmente son una
amalgama un tanto coherente de lo que he venido pensando a lo largo de toda mi
vida.
Han pasado ya cási 4 semanas desde entonces, viéndolo en perspectiva no tendría que
haber sido tan gran cosa puesto que tu y yo ya habíamos hablado de eso y había
quedado entre dicho que cuando caminamos por nuestros caminos separados cada uno
había intentado seguir con su vida, encontrado un par de personas que consideraba
especiales de alguna forma pero que eventualmente nada terminaba bien (lo que es
irónico, considerando que la única instancia en la cual algo puede termina bien es
cuando no termina). No era secreto que tu habías tenido otros hombres. Ni que yo
había tenido otras mujeres.
Un enorme peso se fué formando en mi pecho con el pasar de los días, las horas se
sentían cada vez más largas y sólamente podía esperar a que el escaso en tiempo y
calidad sueño que tenía cada 18 horas me pudiese borrar la conciencia por lo que se
sentía como solo un instante.
Me dolió, más que todas las muelas que me han arrancado, más que todas las noches
que he gastado en vela tratando de nivelar con agua y carbonato de calcio el ácido
que me derrite por dentro y más que todas las comidas que no pude disfrutar por que
para efectos prácticos son menos que un loro recién nacio tratando de comer un
corte de carne argentino.
¿Pero por qué me dolió? ¿Por que tanto?
¿Es que acaso soy un hipócrita sin remedio?
Esa pregunta me mantuvo despierto este último mes y solo ahorita con estas palabras
he podido iluminar un poco la razón por la cual me tumbó.
Mis amigos más cercanos, aquellos que son la élite de la inteligencia, el bastión
del complejo de superioridad y la crema y nata de las malas desiciones, fueron los
que entre discuciones y mentadas decían que por
Y me dolió.
Pero entendí una cosa. Por más que yo creyera que estaba listo para dejar los
juegos y centrar mi vida de nuevo en ti no había la certeza de que tu estuvieras
lista. Inclusive ahora mismo me lo sigo cuestionando.
Una vez llegué a preguntarte si después de aquella tarde habias vuelto a intimar
con otro hombre.
En ese momento la razón de mi pregunta se encontraba en varios puntos.Quería saber
por morbo, por que considerandote una mujer tan hermosa y sexy me costaba trabajo
que nadie alrededor tuyo lo pudiese ver así. Quería saber por la misma curiosidad
que le nace a un niño preguntar el porque de algo que tiene enfrente suyo, en una
impulsiva y poco pulida forma de saber que tanto habías podido avanzar con tu vida,
con esto y todo lo demás.
La razón por la cuál me dolió tanto no fué por que nos dijimos adiós, adiós lo
decimos diario a todas las personas.
Hasta donde sabemos cuando le dices adios a alguien se lo dices indeleblemente pues
una peste o un accidente puede terminar con la persona en segundos.
No era el adios, era que yo sin tú saberlo quería iniciar una nueva vida contigo
pero sin antes quemar la anterior.
El mundo o es muy cruél o es muy justo. Yo creo que tiene sentido del humor, de ese
tipo de humor que ve una imagen de un niño con síndrome de down disfrazado de
vaquero mientras sostiene pistola con la diestra y una bolsa con la zurda y agrega
un texto diciendo "Pon los cromosomas en la bolsa".
Yo tengo que hacer lo mismo, lentamente voy saliendo de esta profunda depresión que
he hecho mía desde hace cási 5-6 años.Necesito ser esa persona que tu alguna vez
viste en mi, y necesito ser la persona que yo sé que soy y que quiero ser.
Desde el primer momento que te vi supe que eras especial, especial no como un nuevo
sabor de papas eras especial como una persona que solo se encuentra cada 500 años,
con sus pinches problemas y complejos todos especiales pero con sus virtudes y
bellezas igual de especiales. La persona especial que tuve la suerte y la desgracia
de encontrarme cuando apenas era un niño.
Mientras nuestros compañeros jugaban a amarse nosotros nos enterrabamos estacas en
el corazón por que no hallábamos como lidiar con esa avalancha de sentimientos.
Y es que yo nunca te vi como una novia, hasta suena raro el decirlo así. Desde que
metí mi existencia (un poco a la fuerza) en tu vida esta idea siempre regresaba a
mi cabeza. No eras alguien para ir a pasar al centro o alguien con quien
besuquearme afuera de algún metro, la única forma en la que te podía visualizar era
despertando junto a mi y compartiendo no solo conversaciones o comida si no una
casa o una vida, si así quieres verlo.
Pero ese es un peso muy grande, demasiado grande para personas que aún no pueden
llegar a términos con sus sentimientos y a pesar de que yo a la tierna edad en que
te conocí ya pensaba en todo esto simplemente no tenía la maduréz necesaria (ni tu,
no te hagas wey) para llevar a cabo tal escenario. Pero te quería, te quería
conmigo y te quiero sin mi.
Déjame repito eso último pero mejor redactado.
Te quiero, no te quiero por la promesa de que tu me quieras en retorno pero por el
sólo hecho de quererte.
Y es complicado decir todas estas cosas, llegar a estas concluciones puesto que
hemos finjido que el otro no existe por un par de años y aún que uno no quiera
pequeñas partes se van borrando del otro.
Todo esto en contraste con todas las recomendaciones de mis amigos, los putitos de
guadalajara, los hermosos y preciosos (hay que protejerlos) menes de Perú y los
panas de dios de Venezuela (también hay que proteger a toda costa) además de mi
compañero más defeño que el olor de orina en el pasaje subterraneo de metro
Guerrero o los tacos de a 3 pesos de madero.
(Siento que estoy mandando saludos a un sonidero)
Todos ellos con la mejor de las intenciones recomendando a su modo que te olvide o
que te deje ir. Totalmente de acuerdo,es el curso de acción más sano que puedo
imaginarme y no habría por que no tomar consejo de personas tan coloridas y
variopintas dueñas de sus propias malas desiciones.
Pero no puedo, no puedo no pensar en ti un par de veces al día y no puedo no pensar
en la revelación que fué haberte visto por primera vez y pensar que por primera vez
en mi vida mis acciones tenían peso y significado. Ya vimos como eso termino.
Siento que estoy siendo un poquito derivativo en como estoy manejando estos trenes
de pensamiento, usted señorita filosofía de seguro se siente sucia al tratar de
comprender los alaridos textuales que tratan desesperadamente de comunitarle mis
ideas. Realmente nunca puse atención a mis clases de redacción. Se me olvida que
existen los puntos y seguido y la neta no se como se ocupan las comas, maldito
internet me arruinaste la poca redacción que pude haber tenido antes de ti.
Esta no es una declaración de amor eterno, es más una declaración de guerra. Somos
enemigos naturales nacidos con el solo propósito de pelear y no descansaremos hasta
ver al otro en ruina y desgracia. Siempre recordando los crímenes de guerra
cometidos por ambos bandos no hay de otra más que pelear hasta el completo
exerminio del otro.
Si, no es una declaración de amor eterno. Es que ,mientras tu sigas siendo la misma
persona de la que me enamoré (Ruidósa, exágerada, hipocondriaca, enfermiza, terca
terca como la mula de mi abuelo, fuerte como toro de lidia pero a la vez tonta y
despistada como heidi de pueblo bicicletero, increíblemente ingenua pero genuina y
la roja persona con más sentido de responsabilidad individual que conozco ¿QUE ES
LA IRONÍA?), mientras sigas siendo esa persona yo te seguiré queriendo los
horrores.
Y si es que yo logro por completo salir de este pozo de brea y plumas que es la
vida de alguien que no hace lo que sabe que tiene que hacer y que se tiene que
esforzar el doble para poder disfrutar de las cosas que vienen por default para los
demás es un hecho que seguiré siendo en principio el mismo engendro con cucarachas
en la mochila y si es que aún te sobra batalla dentro de ti estoy más que dispuesto
a seguir nuestra milenaria disputa que en algún momento nos llevaremos a la tumba.
No creo que pueda encontrar una forma correcta de terminar con esta carta, si es
que es una carta.
Espero, ESPERO que estés leyendo esto de acuerdo al pre requisito y que sea justo
después que terminaras con el hombre sopa.
No quisiera que mi característica impertinencia terminara con algo que tu
consideras especial.
Espero te hallas divertido, espero consiguieras lo que estabas buscando y espero
sigas dispuesta a seguir jugando los juegos que jugamos, por que no hay de otra.