Sie sind auf Seite 1von 65

Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 96

5. DIM ENSIÓN F ÍSICA

5. 1 CO N CE PT UA LI ZA CI Ó N

Desde que el hombre se dedicó a poblar la faz de la tierra, el relieve jugó un papel
importante en establecerle acondicionamientos a sus metas. Por lo mismo, fue el hombre
el que escogió las regiones y dentro de ellas ciertas zonas que le parecieron ser las más
ideales para sus objetivos iniciales.

Las grandes ciudades comenzaron su aparición cuando ellas mismas tuvieron un


espacio favorable para su formación, lo mismo que una posición estratégica dentro del
ritmo socioeconómico.

Esta dimensión quizás es la que guarda, hasta el momento, las mayores esperanzas en
ánimo de ser comprometida como un recurso más, y con ello ser contabilizada dentro de
la economía. En especial la biótica, se le atribuye toda suerte de propiedades que dan
lugar a pensar que estamos sentados en el mejor banco genético del planeta y aun no le
hemos reconocido.

Las variables físicas se muestran mas estáticas a simple vista, pero son las que pueden
causar los mayores desastres, cuando no se toman en cuenta. Desastres que siempre
repercuten en la economía con una gran participación. Algunos de ellos son: La
reparación de carreteras, carreteables y caminos, la reubicación de infraestructura, la
pérdida de suelos, el secamiento de caudale s y el espaciamiento de ciclos climáticos que
inciden en el primer sector de la producción directamente.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 97

5. 2 R ELI EV E O CURVA S D E NIV EL

El relieve representa la síntesis de múltiples elementos físicos y el origen o base de


todos los demás, desde los bióticos hasta los económicos y sociales, en nuestro
departamento.

Rionegro tiene una distribución de Planchas IGAC 1:25.000, que conforman su


topográfico, compuesta por 15 planchas centrales y otras 8 que componen rincones o
partes laterales.

Como en algunos municipios, existen rasgos naturales e hidrográficos que se


encuentran
enmarcados en
85-IV-C 85-IV-D
zonas de
DISTRIBUCION DE PLANCHAS inundación como
96-I I-A 96-II -A A ESCALA 1:25.000
ciénagas y caños,
lo mismo que
N
96-I I-C 96-II-D
W E

S
piedemontes con
96-IV-A 96-IV-B 97-III-A alta nubosidad.
Algunas curvas
96-IV-D 97-III-C 97-III-D
de nivel se
pierden en medio
109-I-A 109-I-B 109-II-A 109-II-B
PLANCHAS de drenajes, o
1:100.000
85 109-I-D 109-II-C 109-II-D simplemente no
96
se continúan.
97
109
109-III-B 109-IV-A 109-IV-B
Muchas veces
debido a
109-IV-C
nubosidad no se
registró o

Figura 4. Distribución de Planchas, municipio de Rionegro


Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 98

reconstituyeron espacios en blanco en el mapa básico. Para asegurar la continuidad de


cada curva de nivel se empleó un medio manual y de observación, que uno de precisión
como la restitución de elementos geográficos.

El método empleado fue reconocer principales elementos geográficos como:

: La tendencia del relieve en ese sector

: La forma del drenaje y el comportamiento de éste en la microcuenca

: Las reglas de las V para adentramientos de curvas en drenajes

Los rasgos de relieve muestran un municipio con una topografía muy quebrada en su
parte alta, debido a grandes eventos en magnitud y tiempo que han modelado su paisaje
y que al día de hoy le siguen imprimiendo sus características.

De esta forma se encuentran curvas de nivel que van desde los 50 msnm, apoyadas
por puntos geográficos que datan 44 y hasta 39 mnms, hasta los 2800 msnm. En primer
análisis se puede indicar que Rionegro no posee un clima propiamente de páramo, pero
que si algunas zonas del municipio manifiestan una humedad aumentada que facilita que
cierta vegetación propia de la transición climática transgreda cotas altitudinales.

Un segundo análisis, arroja que por ser de naturaleza tan quebrada, la mayor parte de
sus drenajes son cortos; en la parte alta, se destacan en importancia contados ríos, siendo
el único que nace y recorre en su totalidad el municipio el río Salamaga, convirtiéndose en
afluente del río Lebrija. Una de las quebradas importantes como drenaje, es la Silgará, en
limites con el Playón. La mayor parte de las veces éstas quebradas cortas se encuentran
disectando ampliamente el paisaje, produciendo hondonadas. Nacen en mesas y planos
que los llevan a borde de pendiente, luego de recorrer en su totalidad una región,
ejemplo, la subregión de Llano de Palmas y la quebrada que la atraviesa: La Honda.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 99

Hacia la parte baja, el efecto es similar, concurrido por el escaso espacio que dejan
entre sí, los dos ríos que les sirven de límite al municipio: Cáchira del Espíritu Santo y El
Lebrija.

Las microcuencas de esta forma tienden a ser pequeñas áreas, que pudieran bien
comprometer a los habitantes de su respectiva vereda. De esta manera, se entiende uno
de los factores, que quizás ha coadyuvado a la gran división que ha presentado el espacio
territorial de Rionegro.

5. 3 G EO LO G IA ó N ATU RA LE ZA D EL M AT ERI AL
PA R EN TA L

5.3.1 Fuente de Información

La fuente de la información la constituyo el Instituto Geológico y Minero -


INGEOMINAS, el cual lleva años en procura del reconocimiento y caracterización del
sustrato Colombiano, mediante la realización de proyectos regionales para el
levantamiento de planchas Geológicas, con una nomenclatura por plancha particular,
determinada por la clase de espacios que deben comprometer en cada actividad, pero que
se amarra fácilmente a los parámetros básicos de la cartografía IGAC.

Se adquirió un mapa geológico del área de estudio a escala 1:100.000 denominado H -


12 y las planchas 97 y 96 correspondientes a Cáchira y Abrego en la nomenclatura;
contiene las formaciones geológicas existentes, depósitos inconsolidados y rasgos
estructurales como sinclinales, anticlinales, fallas, buzamientos y diaclasas.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 100

5.3.2 Geología Histórica

En la relativa extrema juventud de la cordillera oriental como un sistema autónomo, y


el ecosistema estratégico que conforma desde el punto de vista geopolítico para los
departamentos de los dos Santanderes, se pueden entablar las relaciones entre los
diferentes elementos de carácter físico que pueden arrojar una hipótesis sobre las
restricciones y limitantes que estos ocasionan en el desarrollo de la región, a su vez entrar
de forma tangencial a la oferta de suelo, que le da viabilidad a cualquier proceso de
ordenamiento territorial.

Tales elementos como el sustrato y su disposición, se describen por medio de la


litología y estructuras principales. A partir de ellos se empieza a modelar la idea de las
geoformas existentes como un elemento síntesis del paisaje y de la dinámica que ocurre
en la región.

Algunos de estos poblamientos se realizaron a través de corredores naturales, que


valen la pena ser identificados como sitios de potencial flujo de factores relacionados con
el desarrollo de una región, los cuales han permitido principales accesos estratégicos para
la conservación de una zona de intercambio de productos, entre ellos el oro en la colonia,
y en el momento el afianzamiento de un intercambio de diversos productos agropecuarios
con la troncal Oriental. Estos corredores, ya han sido identificados como la falla de
Bucaramanga, el río Salamaga en su momento, el río Cáchira del Sur y el río Cáchira del
Espíritu Santo.

La mayor parte de los materiales de la región de cuencas son productores de perfiles


de suelo regulares. Una de las condiciones favorecedoras es la condición climática. En la
parte alta, está el mantenimiento de la humedad siendo un potenciador en la explosión de
especies vegetales colonizadoras que pueden adecuar suelos a otras especies de mayor
porte y valor. De los materiales del sustrato, se puede potenciar la producción que se
encuentra a medianas alturas y en las cimas, hasta incluso a orillas del piedemonte.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 101

Otros materiales, en cambio, no exhiben una mayor disposición a potenciar un suelo.


Sino mas bien le aportan elementos oxidantes que hacen aún más difícil su
mantenimiento, con el agravante de los costos que ello conlleva. Ya en la parte baja, en
alguna forma, las inundaciones periódicas abonan o nutren el suelo, ya que el sustrato no
provee los oligoelementos para la vegetación. De esta manera, se mantiene una dinámica
y un equilibrio en cada una de las partes.

5.3.3 Rocas o Sustratos Presentes

Geológicamente la zona está representada por rocas de diferente composición y edad,


abarcando desde los periodos más antiguos como el Cámbrico y anteriores, hasta la
depositación de sedimentos recientes en las zonas inundables. Predominan especialmente
las rocas sedimentarias sobre las denominadas rocas metamórficas e ígneas, lo cual hace
que se presenten dos provincias claras.

Al oriente de la falla de Bucaramanga, se encuentran rocas metamórficas e ígneas de la


formación Silgará, la cual consta de esquistos micáceos, cuarcitas, metaareniscas y
metalimolitas. Continuando con el pis o templado se atraviesan algunos cuerpos ígneos de
riolita al lado occidental de la falla.

Las rocas sedimentarias se encuentran a partir del lado occidental de la falla de


Bucaramanga, conformando elementos de rocas duras ampliamente fracturadas y
diaclasadas por la existencia de esfuerzos estructurales regionales. En el piedemonte
aparecen una clase de rocas de mayor dureza y menor dureza y compactación como son
las del fin del cretáceo y el comienzo del terciario, rocas que muestran la transición a la
cuenca de depositación del Magdalena Medio.

De por sí la dureza de la roca empieza a marcar una gran diferenciación en la zona de


montaña, lo mismo que una susceptibilidad a la erosión. Así sucesivamente cada tipo de
litología presente es la responsable de la aparición de diferentes componentes
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 102

geomórficos, que hacen de la gran área de estudio una particularidad que conlleva a su
utilización en diferentes aplicaciones, tanto industriales, ganaderas, agrícolas y
residenciales, sobre las que realmente se han realizado actividades diversas por el hombre
allí establecido, que en la mayoría de los casos produce un alto deterioro a la naturaleza y
por ende a los recursos naturales, especialmente a los relacionados con el componente
hídrico.

El hombre, como elemento esencial en el desarrollo de una región ha venido utilizando


el recurso de acuerdo con sus necesidades, pero sin detenerse a analizar cómo a su vez
produce un gran desgaste sobre los recursos no renovables, los cuales son de gran
importancia para todos, y especialmente para las nuevas generaciones.

Con éste agravante se ha entrado en conciencia de conservar y preservar los medios


naturales, para que en un futuro se puedan tener lugares de esparcimiento, recreación,
cultivo, etc. y por consiguiente se tenga una mejor calidad de vida.

Aunque las riberas del valle no están muy degradadas, sí es importante iniciar con la
debida anticipación los análisis técnicos que permitan establecer la real situación del cauce
y zona de influencia, para que mañana se disponga de una próspera región que suministre
trabajo, alimentos y demás componentes del diario vivir. Por ello es que se definen en el
presente diagnóstico las diferentes alternativas que permitan una evaluación clara sobre
los tópicos tratados, de manera que la comunidad, como directo y primer beneficiario, sea
parte activa del análisis correspondiente.

Cada uno de los diferentes tipos de roca que afloran, considerados de manera integral
con la parte estructural (Pliegues, fallas, discordancias, etc.) es el reflejo de la mecánica
que ha afectado la región durante los últimos cien millones de años, aumentados en el
presente por la influencia antrópica.

Las principales litologías que afloran en la región se describen de más antigua a más
reciente, sin interesar el lugar donde se encuentre, es decir si es en la parte alta o la baja.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 103

Las siguientes son las unidades ígneas, metamórficas y sedimentarias, ordenadas en


línea del tiempo, que corresponden a la región de estudio:

5.3.4 Formaciones de Cuerpos Igneos en Climas

Semihúmedos Templados

Adicionalmente a los materiales presentados arriba se encuentran los siguientes


cuerpos ígneos: Cuarzomonzonita, Riolita, Diorita, Tonalita.

Se establecen en una gran área de la región, para el cual la climatología es la variable


relevante que permite la sucesión de una vegetación abundante, ampliamente disectados
y que puede originar derrumbes locales por la desprotección de su capa vegetal natural y
que son bañados por una serie de drenajes en forma rectangular a angular, característico
de zonas con fracturas en donde se dan materiales homogéneos y de alta dureza.

Están incluidas dentro del grupo plutónico de Santander, y su composición varía desde
tonalitas grises (Más máficas) hasta cuarzomonzonitas y granitos de color rosado. Según
un concepto de Ward, las rocas grises son las más antiguas. Siguiendo este concepto las
más antiguas serian la Diorita, seguirían en su orden, la cuarzomonzonita, la granodiorita,
las riolitas y riolitas metamórficas y por ultimo los diques.

Como roca más importante, por su extensión se da la granodiorita y la


cuarzomonzonita, la cual se extiende desde la región de Ocaña y cuyas dataciones le
asignan unas edades de 172 ± 6 años o sea jurásico inferior a medio.

Controlados por fracturas de distensión, como a la que pertenece la falla de La Vega,


se alinean, los drenajes con ellas, de tal forma que se acelera el factor erosivo en el área.
Se presenta una densa red de drenaje rectangular debido a la dureza y poca
impermeabilidad y una red angular en donde es menos denso, ya que allí la zona posee
algunos depósitos de coluvios y rellanos por donde se filtra parte del agua.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 104

La descripción general de estos cuerpos corresponde a rocas intrusivas ácidas de


composición granodiorítica, tonalític a y granítica, aflorantes en la parte más oriental de la
zona. Por ser rocas intrusivas ácidas dan lugar a suelos relativamente someros y estériles,
sobre un lecho rocoso y fracturado, local o regionalmente.

Cuarzomonzonita Biotítica

Este cuerpo de dimensiones batolíticas es llamado Batolito de Rionegro, mientras que


en el norte se le da el nombre de Batolito de Ocaña. Existen variaciones locales a granito,
granodiorita y esporádicamente a tonalita.

La cuarzomonzonita es una roca de color rosado a gris clara, de grano grueso


equigranular a subporfiritica, presentando fenocristales de feldespato y en algunos casos
de plagioclasa, minerales que al descomponerse originan arcillas.

El granito es gris ligeramente rosado, de grano medio a grueso, caracterizado por la


abundancia del feldespato potásico que alcanza hasta un 50% en la roca. Este batolito
está encajado dentro de rocas metamórficas, con diversos contactos fallados con cada una
de ellas.

Granodiorita Biotítica

La granodiorita posee textura de granos gruesos (Fanerítica), color moteado blanco de


plagioclasa y cuarzo, y negro de biotita y hornblenda; en menor proporción se observa
ortoclasa, moscovita y niveles cupríferos muy delgados, localmente varía su composición a
granito. Se halla encajada en rocas metamórficas de la Formación Silgará.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 105

5.3.5 Formaciones Metamórficas en Pisos Templados a

Fríos

Los planos de exfoliación paralelos y la transición de humedades, presenta una alta


alteración de la roca, dando colores amarillentos a pardos de los suelos, los cuales logran
una gran profundidad en los sitios de rellano y en las zonas de aterrazamiento, productos
de las fracturas de corte regional paralelas a la falla. De otra forma, los suelos son
someros con una capa de material desprendido de ellos, unos frentes estructurales
conservados, valles encajonados, y una susceptibilidad a la erosión cuando éste es
desprendido de su cobertura vegetal natural. Posee una relativa poca permeabilidad a
nivel superficial, aunque por su foliación y fracturamiento da lugar a algunos niveles de
acuíferos.

Ortoneis

Unidad que se halla expuesta en el piedemonte en contacto con la zona plana,


formando las primeras elevaciones de la cordillera. Consiste de rocas néisicas de
composición granítica - cuarzomonzonítica, de aspecto masivo, comúnmente presenta
niveles delgados de roca metasedimentaria.

El neis presenta composición cuarzo - feldespática con niveles muy delgados de biotita
y en menor proporción de moscovita, con tamaños de granos que varían de grueso a muy
grueso. Los niveles metasedimentarios consisten básicamente de paraneis y esquistos
arenosos de características similares a los del Neis de Bucaramanga.

El contacto con el Neis de Bucaramanga se manifiesta por un cambio gradual en la


litología. Esta Unid ad es considerada pre - Devónica, pero más joven que la Formación
Silgará, a la cual intruye; aflorante por un bloque levantado entre la falla de Lebrija y
Bucaramanga, visible como un gran escarpe en el piedemonte cuando se transita por los
alrededores de l río Salamaga y el Rionegro. Esta formación por el clima húmedo, da lugar
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 106

a un paisaje abrupto coronado en la parte superior por crestas redondeadas, que


representan la meterorización de sus materiales, debido a la humedad y fracturamiento.

Esto ultim o a su vez, ha permitido que algunos drenajes la disecten, llegando a


producir hondonadas desde gargantas a surcos controlados por los planos de debilidad de
la roca. Da lugar a zonas de escorrentía rápida, un patrón de drenaje dendritico, a
ligeramente radial y por lo tanto una ligera densidad de drenaje.

Formación Neis de Bucaramanga

Son rocas metamórficas de alto grado que se hallan expuestas en la parte Este de la
zona, incluye paraneis, neis migmatítico predominantemente, esquistos pelíticos 9 y
arenáceos, anfibolita 10 y mármol.

El paraneis es de grano medio a muy grueso, de bandas claras y oscuras hasta de 5


cm. Sus constituyentes principales son plagiaclasa y cuarzo, y en menor proporción
anfibol, ortoclasa y biotita. El neis migmatítico es de grano grueso con bandas muy
plegadas, y de alto porcentaje en máficos. Los esquistos pelíticos - arenosos se presentan
finamente laminados y en colores que varían entre gris claro y gris oscuro. La Anfibolita y
el mármol se presentan como pequeños lentes inferiores a 50 cm de espesor. La
anfibolita es de color verde oscuro lustroso. El mármol muestra color gris oscuro con
ligeras variaciones a rosado.

Presenta dos contactos, uno de tipo intrusivo, el cual presenta una composición
granodiorítico - tonalítico. Ésta relación presenta una amplia zona de mezcla ígneo -
metamórfica y numerosos xenolitos. El otro contacto observado se presenta con la otra
unidad metamórfica, el Ortoneis, al cual pasa gradualmente por un enriquecimiento en
cuarzo - feldespato, cambiando su aspecto bandeado y laminar a masivo. Por esta razón
el límite de estas dos unidades no es claramente definido.

9
Bola de arcilla que generalmente contienen materia orgánica en su interior
10
Material de alúmino silicato que generalmente se descompone a arcillas
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 107

Por encontrarse en una zona relativamente húmeda puede desarrollar suelos


semiprofundos a profundos, dependiendo del grado de pendiente, por lo cual deben
mantenerse con practicas culturales agrícolas apropiadas. Se mantienen bien drenados
por la formación de niveles plásticos a partir de las arcillas que el mismo material produce.

Hacia la zona de influencia de la falla de Bucaramanga, este ortoneis se escalona por


las diversas fracturas que ocurre en una roca como esta, dando lugar a paisajes crecientes
en topografía, pero sitios de pendientes apropiadas para algunas actividades agrícolas.

El cambio se torna abrupto cuando se acerca a la falla de Bucaramanga, como sucede


en la divisoria de aguas del Río La Silleta. En estas zonas los drenajes se ven controlados
estructuralmente, por lo que tienden a profundizarse en gargantas y cauces que se
adentran en la montaña, en donde exista conjunción de grandes esfuerzos estructurales
como en la quebrada el Almendrón y el nacimiento del río San Pablo, lo que da lugar
mejores zonas para adecuación a la producción.

En síntesis, el neis se comporta como una roca de una gran estabilidad, en donde se
establece una densidad media de drenaje, lo mismo que su control por parte de elementos
extrínsecos a los materiales como la composición de los suelos que genera o los planos de
fractura debido a los esfuerzos. Su drenaje es de forma subparalela a paralela según la
orientación de los planos de debilidad en la zona.

Formación Silgará

Comprende una secuencia de rocas clásticas metamorforseadas, esquistos micáceos,


cuarcitas, metaareniscas, metalimolitas, situada en el extremo oriental de la zona, en una
franja dispuesta en dirección Noroccidente.

Los esquistos micáceos y cuarcitas son las rocas predominantes en esta Formación. El
primero varía de grano fino a grueso, presentando una excelente foliación y color que
varía entre gris y gris verdoso. Localmente se presentan segregaciones de cuarzo de
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 108

forma lenticular. La cuarcita es predominantemente rosada y blanco - grisácea, muy dura;


localmente presenta niveles moscovíticos muy delgados y variaciones a meta - arenisca,
alcanzando espesores hasta de 25 metros.

Localmente se encuentra intruída por un cuerpo ígneo de composición


11
cuarzomonzonítica - alasquítica . El contacto entre estas dos unidades no pudo
establecerse totalmente en campo, por lo tanto se infirió para la parte alta de la Cuchilla
Martín Gil debido a su poca accesibilidad. Otro contacto es las areniscas blanco grisáceas
de la Formación Tambor se encuentran reposando inconformemente sobre esquistos del
Silgará.

Esta Formación es considerada de edad probable Cambro - Ordoviciana, y está intruída


por el Ortoneis dando una edad de 450 ± 80 m.a. (Muestra de granito néisico, quebrada
El Picacho, Norte de Santander).

5.3.6 Formaciones del Jurásico en Pisos Templados

semihúmedos

Las formaciones jurásicas exhiben una marcada tendencia a producir frentes


estructurales masivos que hacen dificultosa la accesibilidad al páramo, en comparación
con las del cretáceo inferior, demostrado en el trazo de la carretera hacia Guerrero,
aunque la disposición estructural de estas ultimas no sea la mejor para establecer una
obra de infraestructura.

Por esta razón geológica, geomorfológica y la tendencia hacia clima seco de la región
se dan unos suelos muy someros, casi sobre los residuos de roca suelta, en donde se
afianza primordialmente una vegetación de páramo, o una vegetación arbustiva raquítica.

11
Materiales de color blanco que se descomponen a arcilla.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 109

Formación Bocas

Conjunto de limolitas y lutitas intercaladas de color gris a gris pardusco. En la zona se


presenta intruida por roca ríolita 12 y cuarzomonzonita, ambas rocas ígneas. Esta
formación presenta una red de drenajes indistintos subdentriticos, de poca profundidad y
separados por unos filos de suave pendiente. La densidad de la red es alta, la formación
se halla atravesada por algunas fallas que nos indican que solo las principales fallas de
zócalo son las que la han afectado.

Los afloramientos de la formación Bocas se hallan restringidos a pequeños retazos en el


noroeste, sureste y surcentral, esta ultima área corresponde a una franja de
aproximadamente 15 Km de ancho limitada por la falla de Lebrija que la pone en contacto
con rocas cretáceas y terciarias y al este por la falla de Bucaramanga que la separa
parcialmente del batolito de Rionegro.

En la parte norte aflora una región a margen derecho del río San Alberto, en donde
esta formación sobresale por sus pendientes, a pesar de que los filos son suaves, se
forman una especie de terraceo natural provocado por su proximidad y estrechez que
marcan las fallas de Bucaramanga y la de influencia regional de La Tigra.

La meterorización de este conjunto da lugar a suelos de color rojizo. Riolitas y brechas


intruyen gran parte de estos sedimentos y se han cartografiado separadamente cuando su
extensión lo permite. Diques básicos y principalmente diabásicos son comunes dentro de
la formación.

Formación Jordán

Limolitas y areniscas de grano fino, pardo rojizo, localmente de carácter calcáreo


especialmente en las capas más duras. En la región se presentas diques asociados y rocas

12
Roca ígnea de grano fino con la composición del granito, es decir en su mayor parte cuarzo y
feldespatos, que dan lugar en su descomposición a arenas y arcillas.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 110

volcánicas ácidas. De poca representación para el área del Proyecto Cuencas, presenta
unas pendientes suavizadas. El área está restringida a una zona pequeña en la parte
centrooeste.

Como formación suprayace discordantemente a la formación Bocas, aunque estas


relaciones no son evidentes, por cuanto los contactos son fallados y la base de esta
formación no aflora, a veces se le encuentra sobre rocas metamórficas, como suele
suceder en esta ocasión, que parece estar sobre el Ortoneis.

Esta formación entrega al igual que Bocas, unos niveles aterrazados compuestos por
niveles más duros y otros suavizados que son propiamente las limolitas. Su
comportamiento se puede igualar con el de Bocas, aunque puede presentar paquetes más
homogéneos en dureza y otros blandos que dan lugar a caídas en pendientes más suaves.

El drenaje que transita por ella es subparalelo, por la presentación de las


irregularidades en la dureza de sus rocas. Generalmente tiende a formar buenos
depósitos en derrubio que posteriormente alimenta de minerales a los suelos primigenios.

Formación Girón

Areniscas
conglomeráticas y
conglomerados, de color
gris amarillento a pardo
rojizo, masivos,
lenticulares. Localmente
se encuentran limolitas de
color rojizo.

Fotografía 3. Areniscas conglomeráticas y conglomerados


Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 111

El Girón esta restringido a la parte oriental y esta constituido por areniscas rojas
violáceas de grano fino a medio con intercalaciones de conglomerados y limolitas del
mismo color. Hacia la parte alta de la secuencia se observa un aumento en los guijos de
cuarzo lechoso, dentro de los conglomerados y como material detritico en la superficie de
los suelos de páramo. Igualmente se encuentra reposando discordantemente sobre rocas
ígneas o metamórficas de la formación Silgará.

Posee un patrón de drenaje paralelo a subparalelo, en donde en el área se forman


gargantas y frentes rocosos para los cursos del agua que al caer sobre la base de la
formación, inmediatamente depositan materiales rocosos de los mismos rocas rojizas y
blancas de arenas y conglomerados.

5.3.7 Formaciones del Cretáceo Inferior en Pisos Templados

semihúmedos

Formación Tambor

Secuencia arenosa que representa la transgresión del mar cretáceo, consta


principalmente de fragmentos provenientes de las Formaciones Girón y del Paleozoico. A
la base existen conglomerados y areniscas de grano grueso que disminuyen de tamaño
hasta convertirse en limolitas y argilitas abigarradas, amarillas y grises. El contacto
inferior con la Formación Girón es discordante, con un espesor superior a los 150 m.

Formación Rosablanca

Calizas compactas, gris azuloso, de grano grueso y hacia el tope margas oscuras y
lutitas margosas. Descansa sobre la Formación Tambor de manera concordante. El
espesor es superior a los 300 m.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 112

Formación Paja

Lutitas oscuras, con frecuencia limolíticas y micáceas, ligeramente calcáreas y


finamente laminadas. En la base son frecuentes los nódulos y concreciones calcáreas. En
el tope predominan lutitas negras margosas con bancos calcáreos delgados. Yace sobre la
Formación Rosa Blanca, con un espesor aproximado de 150 m.

Formación Tablazo

La parte inferior la conforman margas calcáreas oscuras y compactas, con abundantes


conchas, la parte superior es de predominio calcáreo, con abundantes fósiles, en bancos
gruesos y resistentes a los procesos de erosión. Son características en las lomas y
pendientes fuertes, entre las capas blandas de las Formaciones Paja y Simití.

5.3.8 Formaciones del Cretáceo Superior y Terciarias del

Piedemonte

Estas formaciones separadas del resto por la Falla de Lebrija, componen una faja, de
pequeños cerros y valles a manera de callejones, con dirección norte a sur en la que se
caracteriza como afloran pequeños drenajes entre ellos. De esta forma se comprueba lo
rápido que ha sido el levantamiento en esta parte de la cordillera, lo mismo que los
factores erosivos que actúan en ella.

Existe ausencia de algunas formaciones marcándose entre cada una contactos


discordantes. La litología sigue la tendencia marcada por la falla La Tigra, y en cada una
de estas formaciones se dan cerros que por agentes denutativos entre ellos el agua se han
erosionado para producir pequeñas vertientes y drenajes que salen de ellos.

Los materiales que encontramos en cada una de las formaciones, son los siguientes:
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 113

Formación Simití

Comprende lutitas blandas, oscuras, finamente estratificadas, a veces limolíticas o


calcáreas, al tope contienen concreciones calcáreas y fosilíferas. Es acumuladora de
hidrocarburos. El espesor varía entre 250 y 650 m, descansando sobre la Formación
Tablazo en contacto transicional.

Formación La Luna

Unidad sedimentaria que comprende una secuencia alternante de chert, lutita, arenisca
lodosa, caliza y niveles margosos con concreciones, adicionalmente puede presentar
niveles importantes de roca fosfórica.

El chert, característico de esta formación, varía de gris oscuro a gris claro, finamente
laminado, a veces ligeramente calcáreo, fractura concoidea, alcanzando bancos hasta de
30 m de espesor. Las lutitas y margas son predominantemente gris oscuras y negras,
presentan concreciones calcáreas (Hasta 60 cm de diámetro), y ocurren en bancos hasta
de 12 m de espesor. La
caliza es gris lodosa y
presenta esporádicos
nódulos pequeños. Las
areniscas, menos
abundantes, son lodosas,
ligeramente calcáreas,
están en colores gris
oscuro a negro, poseen
laminación fina y están en
bancos que alcanzan los
2,5 m. de espesor.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 114

Fotografía 4. Zona de La Tigra. La existencia de materiales calcáreos pertenecientes a las formaciones


La Luna y Umir, crea un paisaje en el cual se pierden algunos drenajes en depresiones que se
relacionan a la disolución de suelos y altas porosidades adquiridas.
Se da a manera de cerros aislados entre las fallas de la Tigra y Lebrija, que son las que
permiten su exposición por elevación del bloque, el cual con una inclinación hacia el
occidente desarrolla planos estructurales que dejan ver enseguida el resto de la tendencia
en la zona de piedemonte y su formación de filas de lomerio, alternando frentes con
planos de cada uno de las formaciones subsiguientes (Ver fotografía 4).

El contacto con la infrayacente Formación Simití es concordante. El espesor aflorante


de esta unidad es de 300 m, aproximadamente, tomado en la franja aledaña a la
quebrada La Cristalina.

La sección tipo de la Formación La Luna se halla en el Cuadrángulo H-12, b-5, SW


donde el río Sogamoso la atraviesa; allí su espesor supera los 320 m. Los fósiles
encontrados en esta formación van del Cenomaniano al Santoniano, del Cretáceo
Superior, Minambiente (1996).

Formación Umir

Lutita blanca, gris oscura a gris verdosa, con intercalación de capas delgadas de
limolita. Presenta mantos de carbón hacia la parte superior. Su contacto inferior es
discordante sobre la Formación La Luna.

Es concordante con la Formación Lisama, pero con base a algunas perforaciones se ha


visto que algunas veces la Lisama se halla completamente erodada, pasando
discordantemente por capas terciarias más jóvenes. Lo anterior marca una evidencia
adicional de los grados de erosión fuertes debido a levantamientos repentinos de la zona
de piedemonte, en especial esta que se halla delimitada por fallas de corte regional.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 115

Formación Lisama

Se compone especialmente de arcillolitas de color marrón, gris verdoso con


intercalaciones de carbón y potentes capas de areniscas gris a gris verdoso, grano fino. El
espesor medido por Minambiente (1996) es de 1225 m, Taborda (1965) (Minambiente,
1996) reporta 1100 m, mientras que Ward et al mide 1090 m.

Representa la transición de los depósitos marinos a continentales, lo cual le aporta, a


partir de aquí en adelante un grado de acidez a los materiales en su suelo. Se presentan
aún escasos y delgados mantos de carbón. La formación tiende a presentar la forma del
valle, debido al predominio de arcillas.

Formación Esmeraldas

La base de la unidad está constituida por areniscas de color marrón y violeta en los
diferentes niveles, tiene un tamaño de grano principalmente fino y en ocasiones llega a
ser conglomerática. En los niveles superiores predominan areniscas de color gris
amarillento de grano medio, friables, micácea y de estratificación cruzada, con algunas
intercalaciones de arcillolitas gris blancuzco. El espesor calculado es de 1200 m, tiene una
edad Paleoceno Superior, determinado con base en datos palinológicos.

Formación Mugrosa

La parte inferior corresponde a una secuencia arenosa de color marrón, y gris


amarillento, grano fino a medio, localmente conglomerática y de color predominante gris a
verde, con esporádicas intercalaciones arcillosas de tonos grises.

La parte superior la conforman shales marrones y azules con intercalaciones arenosas,


altamente fosilífera, en especial hacia el tope. Tiene un espesor considerado en poco más
de 2000 m.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 116

Formación Colorado

Compuesta por conglomerados gruesos, con guijos y cantos redondeados de arenisca y


caliza, cuarzo, chert, y fragmentos de rocas ígneas y metamórficas. También existen
intercalaciones de shales gris claro, con moteado rojo y púrpura, masivos, con pequeñas
capas de arenisca blanca de estratificación cruzada.

La parte superior es de carácter débil, lo cual permite que dé una morfología suave, y
se localice hacia partes topográficamente bajas. El espesor alcanzado es del orden de los
2500 m, con una edad del Mioceno Medio.

Formación Real

Compuesto en su parte inferior por areniscas de color gris amarillento, grano grueso,
friables, feldespáticas, alternando con conglomerados gruesos, friables, con guijos de
arenisca, limolita, rocas ígneas y metamórficas y arcillolitas arenosas a conglomeráticas de
color gris verdoso, que ocasionalmente llega a ser violeta.

La parte media consta de una secuencia arenosa blanco a gris claro, grano grueso a
muy grueso, conglomerática, feldespática, de estratificación cruzada; localmente presenta
intercalaciones conglomeráticas de color blanco, con guijos de chert marrón y negro, y
pequeños fragmentos de carbón.

Comprende una franja longitudinal desde el sur, que se amplió hacia la parte central,
hasta desaparecer por el fallamiento producido por las Fallas Infantas y La Salina.

Tiene un espesor superior a los 2.000 m, que cambian lateralmente hasta 800. Como
característica complementaria presenta un cambio de fases de conglomerática a arenosa,
en sentido sur norte.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 117

Formación Mesa

Representa una secuencia intercalada de areniscas amarillentas o marrón, grano desde


muy grueso hasta fino, poco consolidadas, conglomeráticas en la mayoría de los niveles,
con guijos de arenisca y cuarzo y capas de arcillolita gris amarillenta, de tonos amarillo
grisáceo a verde, arenosas hasta conglomeráticas.

Aunque existen nomenclaturas diferentes para las rocas sedimentarias, dependiendo de


la cuenca de sedimentación a la que se relaciona, se ha considerado importante hacer
mención de las diversas terminologías, con el fin de tener claridad sobre las correlaciones
que pueden llevarse a cabo entre ellas. El cuadro de correlaciones permite visualizar lo
anteriormente descrito.

5.3.9 Formaciones en la Zona del Valle

Las condiciones climatológicas durante el cuaternario 13, para los países tropicales revela
que influyó en gran medida sobre al vegetación que hacía parte de estos territorios, al
contrario de lo que sucedió en las zonas templadas en donde solo afecto las formas del
relieve por medio de una incisión continua en sus formas. De aquí que en muchos lugares
las explosiones sucesionales en vegetación sean recientes, demostrando que en la zona
tórrida, uno de los factores que prima con el material parental, es la humedad en el
ambiente y la capacidad de la roca de mantener superficialmente ésta humedad en el
suelo.

13
Corresponden a las acumulaciones dejadas por las diferentes corrientes superficiales en sus orillas, más
exactamente en las llamadas planicies de inundación, y llanuras de inundación, donde depositan material de
tamaño fino a medio, en las épocas de invierno, que luego durante el verano son removidos y trasladados
aguas abajo, para ser retrabajados.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 118

Lo anterior, lo demuestran algunas dunas que quedan como reliquias; buena parte de
las selvas de Brasil y el Norte de Suramérica eran sabana e incluso desiertos y
semidesiertos, donde predominaban los procesos morfogenéticos y las formas
correspondientes a esos ambientes: La acción eólica era fundamental.

Por la transición cálida y la acción eólica levanta la humedad presente, por lo que unido
a factores de susceptibilidad en la erosión mantienen un nivel de resilencia en la región,
en especial en lo que corresponde a la cuenca del río Lebrija.

A lo largo de los cauces principales se encuentran las mayores acumulaciones,


formando localmente extensas zonas de morfología plana a ondulada, caracterizadas por
la acumulación y retención de aguas subterráneas, de gran utilidad en el consumo
humano, agricultura y ganadería.

También sobresalen los niveles de terrazas formados a lo largo de las corrientes


mayores como la del Lebrija y Cáchira, y en algunos casos son importantes las presentes
en ciertas quebradas afluentes de las anteriores.

Los aluviones presentes están asociados a la divagación de las corrientes, en especial a


la del río Magdalena, donde por dicha causa su cauce ha ido cambiando de manera
permanente por la dinámica fluvial que posee. Se ha determinado que hace
aproximadamente 10 millones de años (m.a.) el canal del río corría ligeramente al oeste
de una línea imaginaria que une las cabeceras municipales de Cimitarra y Sabana de
Torres, pero que al ir rellenando su cauce divaga hacia el occidente y adquiere su actual
configuración.

Muchas de las grandes depositaciones están relacionadas a eventos de carácter


tectónico, por lo cual tienen un control estructural, es decir presentan alineamientos. Este
proceso se asocia con los fenómenos de levantamiento de las Cordilleras Oriental y
Central, y su posterior reacomodamiento, que genera la presencia de fallas de distensión,
con la consecuente formación de plegamiento.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 119

En los procesos fluviales el riesgo más notorio se deriva de los cambios de caudal y
como consecuencia , de la extensión en las tierras de las riberas ocupadas por el agua.
Crecidas y estiajes son fenómenos normales en un río, los cuales dependiendo de su
régimen de alimentación ofrecerán un periodo de retorno o periodicidad. Conocidas la
causas, los caudales esperados, la morfología y los períodos de recurrencia a través de la
meteorología pueden llegar a establecerse un análisis de riesgos por inundación, según los
usos de suelo impuestos sobre la zona.

En el piedemonte, los cuaternarios entregados son de baja fuerza por cuanto el río ha
perdido la mayoría de los materiales en el cambio de la pendiente del piedemonte,
ocasionando allí un gran abanico aluvial.

Existen terrazas medias generadas por los tributarios del Magdalena, lo mismo que
terrazas bajas que se pueden considerar como las planicies de inundación del Magdalena,
ubicadas mucho más hacia el occidente, en el mapa se demarcan algunas de ellas y en la
parte correspondiente a geomorfología se analizará su dinámica.

El drenaje en la región se comporta con paralelismo lo que indica una pendiente


regional pronunciada, que hace que los afluentes de agua, a pesar de la poca distancia
entre ellos, mantengan grandes distancias sin reunirse, socavando su propio cauce por
medio de los materiales que dejan en sus riberas.

En los glaciares mundialmente predominaba la sedimentación aluvial, a lo que sucedía


luego un proceso de erosión vertical o de incisión lineal durante los periodos
interglaciares. No obstante en algunas regiones la fusión rápida de los hielos producía
acciones erosivas catastróficas como avalanchas, lo cual se constituye en el principal
proceso fluvioglacial de relleno de valles, especialmente los de altas montañas tropicales.

Los procesos aluviales característicos tienen que ver con las avenidas provenientes del
río Lebrija, el cual arrastra material coluvial depositado aguas arriba, resultado de
desplomes locales de las rocas por socavación de laderas por parte del cauce, en lo que
tiene que ver con su curso desde Bocas hasta el Conchal.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 120

Los procesos coluviales modeladores de vertientes variaron también en intensidad y


amplitud. Durante los periodos fríos estos procesos fueron más importantes, es decir
cuando había mayor estabilidad en las vertientes.

La mayor parte de estos procesos se dan en la zona de cambio de pendientes de las


formaciones jurásicas a las metamórficas como Silgará. Estos cambios posibilitan el
relleno de valles con terrazas y conos de deyección, lo mismo que con el espacio para la
avenida del río. Estos cuaternarios de talud y coluvión también se encuentran asociados a
las zonas de fracturas que ponen en contacto los dos cuerpos de roca: La Jurásica y la
metamórfica.

5.3.10 Estructuras Predominantes

La Tectónica Geológica o Geología Estructural, estudia la disposición, deformaciones y


fracturas de los materiales terrestres, fenómenos originados como consecuencia de la
continua generación y formación de esfuerzos sobre los materiales. El producto de ésta
dinámica es la formación de estructuras especiales, como son las diferentes clases de
pliegues y las fallas geológicas.

Las fallas geológicas son fracturas con desplazamiento de capas y/o masas rocosas,
con movimientos relativos, (Ente las dos secciones de rocas que se fracturaron), de pocos
centímetros a muchos metros y aún kilómetros. Se originan por movimientos rápidos en
la tierra, y se desarrollan a través de millones de años, como resultado de la incapacidad
de las rocas para resistir las grandes presiones que se ejercen sobre ellas. Los terremotos
son la expresión de la liberación de esas presiones.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 121

Como parte del Macizo de Santander y las condiciones de levantamientos rápidos que
se evidencian para esta zona, en donde casi ha desaparecido la secuencia rocosa del
cretáceo, se originan por un fallamiento de zócalo.
Las tendencias medidas en la roca insinúan una estructura sinclinal, que en las rocas
sedimentarias se ve interrumpida hacia el centro del Municipio por la falla de
Bucaramanga.

En esta ocasión, la falla de Lebrija es la que se encarga de poner en contacto la


totalidad de rocas del Macizo con los sedimentos de la Cuenca del Magdalena, en el cual
no se observa ningún pliegue de importancia.

Se mantiene por consiguiente el estilo que caracteriza al macizo Santandereano de un


fallamiento en bloques que delimitan de por sí zonas con características particulares.

Falla de Bucaramanga

Atraviesa el área de estudio en dirección Nor - Noroeste; con rasgos bien definidos,
aunque las diferencias topográficas que puede causar se hallan aligeradas por los
escalonamientos en la topografía del Gneis de Bucaramanga y el intrusivo ígneo.

Clasificada como falla de rumbo aunque algunos autores le atribuyen desplazamientos


verticales. Es considerada como de movimiento vertical, como una falla marginal de un
bloque montañoso.

Falla de Lebrija

Falla inversa de alto ángulo, que limita el macizo en su parte occidental, poniéndolo en
contacto con las rocas sedimentarias de la cuenca del Magdalena Medio. Su traza
rectilínea mantiene una trayectoria de Norte a Sur hasta 1Km al norte de la Qbda Bijagual
en donde desaparece bajo depósitos del cuaternario. En este lado la falla es desplazada
por una fractura oculta por el cuaternario. Aunque cubierta en algunos sectores por
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 122

depósitos cuaternarios como los abanicos aluviales del piedemonte, se distingue por el
enfrentamiento de litologías de diferentes eras.

Falla de Cáchira

Fractura de aproximadamente 30 Km de longitud separa rocas sedimentarias del


Mesozoico al este, de metamórficas de bajo grado al oeste. De tipo normal presenta un
alto grado de inclinación hacia el este y su rumbo corresponde a la tendencia regional nor-
noreste, excepto en su extremo norte en donde cambia a noreste para desaparecer dentro
de un conjunto de rocas sedimentarias.

La mayor parte de los drenajes se ha visto controlado por estas fracturas o fallas de tal
forma que ellos circulan o son desviados por estos planos de debilidad. Esto también es
una muestra del gran periodo de tiempo que se han tomado, para el modelado del
paisaje, los agentes naturales, ya sea por que han sido rápidamente expuestos o por los
materiales que lo componen.

De esta forma un drenaje a lo largo de un plano de debilidad, se profundiza hasta


llegar a conformar un cañón estrecho que remarca el lineamiento de la falla en la visión
regional.

Falla Solferino

La formación Girón ha sido cabalgada hacia el oeste sobre las formaciones del cretáceo
en una distancia de 5 a 6 km. Al oeste los estratos cretáceos han respondido a la
deformación alcanzando una posición invertida de sus buzamientos normales hacia el
oeste. Muere rápidamente hacia el sur como una falla de rumbo. Termina en la falla del
río Cáchira. Se desprenden de ella lineamientos y uno de ellos se extiende paralelo a la
formación Girón Bocas.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 123

Falla Sardina

Paralela al limite oriental de la intrusión riolítica en la formación Bocas. Termina contra


las fallas de Solferino en el sur y la del río Cáchira. Una espesa zona de brecha de falla,
gruesa, cementada, está expuesta en varios sitios de las quebradas Las sardinas y
tributarias de esta. Bloques de brecha se hallan también en la quebrada que marca el
curso de la falla al sur del río Salamaga. El bloque fallado curvo y angosto entre las fallas
de Solferino y Sardina sugieren que la intrusión riolítica levantó este bloque.

Falla El Espino

De dirección norte, paralela a la falla Bucaramanga. A lo largo de la quebrada El


Espino, hasta la Ceiba y desde la parte de Bocas hasta Portachuelo. La traza de la falla se
efectúa a lo largo de la pendiente occidental mas alta del río Negro. Cambia de
orientación completa los planos de Buzamiento de las formaciones que concurre. Hacia el
norte de Portachuelo está expuesta en varios lugares, en la pendiente occidental más baja
de la quebrada San Francisco. Despla za levemente la falla de Bucaramanga en La Ceiba.

Falla La Plata

De dirección norte, paralela a la falla Bucaramanga. Relativamente corta. Forma los


límites de un angosto bloque hundido de la formación Jordan. Semejante a la falla del
Espino, ocurre al oeste del río Negro, pero en este caso las posiciones de estas en las
quebradas que drenan hacia el Este y en los filos adyacentes, indican un buzamiento del
plano hacia el este. La falla termina en la del Espino al sur, y aparentemente en una
pequeña falla en forma de espolón al oeste de Bucaramanga.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 124

Falla Rionegro

De dirección norte, paralela a la falla Bucaramanga. Relativamente corta. Se extiende


hacia el noroeste y desde cerca de la confluencia de los ríos Negro y Lebrija y luego dobla
hacia el no rte, a una posición tangente a la falla de Bucaramanga. Algunos de los estratos
de la formación Bocas están altamente fracturados, entre las fallas de Rionegro y
Bucaramanga.

Tabla 11. Anticlinales y Sinclinales

ESTRUCTURA DESCRIPCION
Anticlinal Provincia El eje de esta estructura se separa en la superficie y hacia el noroeste de la
directriz en el nivel productivo del campo petrolero
Anticlinal Vanegas Eje algo ondulante y de suave cabeceo, puede trazarse por unos 14 Km
desde la formaciones Girón hasta La luna, en el sur. N vista de su longitud y
persistencia probablemente continúe hasta la formación Umir en el Sur.
Sinclinal Vanegas Cabecea suavemente hacia el sur y desaparece debajo del material aluvial del
río Lebrija. El eje esta bien definido hacia el norte hasta la falla de Cuestarica.
Sinclinal Arévalo Cerca del flanco oriental de la depresión estructural de Vanegas, este
marcado sinclinal de dirección Norte - noroeste, el mejor definido de varios
pliegues que ocurren al este de la falla del río Cáchira. Desaparece debajo de los
depósitos del cuaternario.

Estas estructuras ayudan a aumentar la complejidad que tiene el territorio de Rionegro.

5. 4 G EO FO RM AS D E LA R EG IO N

La consideración de estas características de relieve ha sido discutida en los diversos


estudios, sin tomar en cuenta que es la escala el elemento que decide los criterios más
favorable a la apreciación del detalle. Para estudios locales al nivel de parcelas, etc., los
dos factores que más influyen en la perdida de suelos, por ejemplo por erosión hídrica que
es uno de los mayores agentes, son el grado de inclinación de la ladera y su longitud.
Pero en planificación al nivel de cuencas de drenaje se utilizan diversos índices como
puede ser la pendiente media.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 125

La geomorfología como mapa de síntesis, permite como ventaja adicional entregar una
cualificación de las pendientes que se manejan, el establecimiento de dinámicas en zonas
particulares, lo mismo que una más rápida asimilación de detalles físicos por parte de
personas que no sean técnicas en materia cartográfica o geológica, proporcionando una
herramienta efectiva para la socialización de alternativas y propuestas de acción.

Ya en materia para el área de estudio las geoformas a escala regional se comportan


como barreras naturales que crean zonas de aislamiento de naturaleza topográfica,
geológica, climática o ecológica; por ejemplo, tanto los valles como las alturas crean
condiciones geográficas o ecológicas aislantes, es decir, forman estas islas biológicas
andinas e interandinas, que son centros de diversificación de especies y géneros de
plantas. Lo que se denomina en biología un Archipiélago Biológico (Según Dr. Luis María
Murillo, Minambiente 1996). En Rionegro se aprecian estos aislamientos desde el detalle
de los modelados (Ver mapa No. 10 de modelados, Anexo B)

Al descomponer las geoformas en las regiones de valle y de montaña, estamos


separando dos grandes procesos que están relacionados con la erosión, ya sea por
agradación o degradación. La primera relacionada al aporte de sedimentos, lo que
invierte los estratos del suelo sepultándolos, y la segunda a la pérdida de los suelos lo que
desnuda laderas y las torna improductivas.

Las geoformas están relacionadas a dos grandes procesos, uno de ellos es el de


agradación, el otro es el de degradación, que ocurren en el valle y la montaña
respectivamente. Existen por lo tanto diferentes geoformas y relaciones entre ellas.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 126

5.4.1 Procesos de Agradación en la Subregión del

Magdalena Medio

La Región del Magdalena Medio se caracteriza por ser una zona de llanura aluvial con
presencia dispersa de áreas boscosas intervenidas poco extensas. Esta área se denomina
"Zona de llanura aluvial del río Magdalena”.

En la región se localizan dos tipos de bosques Subhigrofíticos que se encuentran


asentados cada uno en su geoforma particular y es la cual les ha permitido su evolución y
desarrollo:

Uno desarrollado sobre geoformas, ambas pertenecientes al modelado aluvial, de


llanuras inundables (Vegas, sobrevegas) y terrazas de bajo porte, estructura de suelo
sencilla (Dos estratos, abundante presencia de palmas, "Mil pesos" y "Mangenge", que
aportan poca biomasa al medio.

El otro se desarrolla sobre terrazas aluviales poco inundables y superficies planas de


colinas bajas, caracterizadas como bosques siempre verdes multiestratados, es decir
presentan todos los tipos de estratos (Arbóreos, Arbustivos, herbáceo y rasante), aunque
hay algunas especies caducifolias estacionales, como respuesta a un déficit pasajero de
agua del suelo, debido a su permeabilidad.

Las geoformas predominantes son:


Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 127

Llanura Fluviodeltáica y Llanura Aluvial de Desborde

Representan en su conjunto
el principal plano inundable y
el mayor número de
Geoformas que prácticamente
se pueden localizar en la
escala de detalle que se
maneja. Las constituyen los
terrenos más adyacentes a las
orillas del Río Grande de la
Magdalena, delimitadas la

Fotografía No 5. Ciénagas del Espíritu Santo, en cercanías con Caño Diez. Las depresiones del
terreno, incluso por debajo del nivel de algunos ríos aledaños, ocasionan el surgimiento de ciénagas
que son alimentadas por caños y acuíferos superficiales de la zona.

primera por las mareas normales que se presentan a lo largo del río como parte de un
sistema hidrológico unificado. Estas avanzan en la vertical hasta una cota de 5 m y en la
horizontal llenan los caños y ciénagas adyacentes en una horizontal de aproximadamente
1 Km, en algunas zonas a 30-35 Km, en zonas lacustres como la del Bajo Lebrija en la
punta del Departamento de Santander (Ver fotografía 5).

La llanura aluvial de desborde se localiza como una zona transicional entre el dique
natural y su área máxima de cauce que limitan en últimas el cuerpo de agua. La llanura
de desborde adquiere vegetación estacional que se renueva las veces que la mayor parte
de la llanura se encuentra seca y mineralizado el regolito por los sedimentos depositados
en ella. Estas llanuras de desborde se localizan a lo largo de principales drenajes, diques
o caños naturales y conforman una cubeta receptora que puede ampliar la capacidad en
caudal de la principal red de drenaje.

Las dos geoformas están sujetas a inundaciones anuales o bianuales cierta parte del
año y constituyen un factor importante en la regulación del río. En ellas hay que tomar en
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 128

cuenta dos características relevantes, ciertas zonas sólo serán de desborde y otras de
decantación en lo que son las áreas de ciénagas permanentes, como el sector de los
caños de la Muzanda, los sistemas de ciénagas del Colorado, y Lebrija Bajo.

Si el difluente penetra sobre ciénagas gradualmente, construye con su carga en


suspensión, un brazo deltaico destacado por sus minialbardones o un delta de
explayamiento, comúnmente verdaderos deltas digitados.

En estas geoformas se puede dar una vegetación arbórea al contrario de la cercanía a


las ciénagas en donde sólo se da herbácea.

Por donde transcurren los ríos se dan zonas o planicies de inundación lo mismo que
pequeños desniveles de terrazas que permiten en algunos sitios, como materiales
permeable s, el surgimiento de charcos.

Como zona de transición entre el cauce del río y la tierra firme, se dan sucesos de
inundación debidos a los periodos de retorno de aguas y precipitaciones. De esta forma
se constituye en un rango adicional de transvase de aguas entre tiempos de verano e
invierno. Generalmente son apreciadas por la calidad de sus suelos a regenerar una
vegetación en forma rápida y espontánea; se puede entregar en ella varios usos
agropecuarios en la zona de vegetación arbórea o herbácea contando con la regularidad
de inundaciones y periodos de estiaje.

Valles de Ríos Trenzados y Meándricos

Dependiendo de la velocidad de su corriente y la carga del caudal delimitan su forma


en valles generalmente encajonados, que se explayan cuando no son capaces de soportar
en su interior la carga de sedimentos y materiales que arrastran. Factor importante de
mantener regulado su desborde lo constituye la protección de sus riberas. Los ríos
exhiben en su interior un proceso cíclico que abarca cierta superfic ie dependiendo de
factores como el control estructural y de nivel hidrostático. Tanto los ríos trenzados como
los meándricos tienen rotación de sus lechos de cauce y en ciertos bloques de sustrato,
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 129

ellos migran con cierta dirección predominante. La infraestructura construida adjunto a un


río con estas características debe revisarse de acuerdo a la hidrodinámica del río. Con
esto se debe hacer referencia a los ríos de Lebrija en su parte media, lo mismo que los
ríos de Cáchira y del Espíritu Santo en la zona del valle del Magdalena.

Zonas de Terrazas Bajas, Medias y Altas

Zonas pequeñas que se presentan por la migración del cauce de los ríos, caños y
quebradas existentes cuando estos se ven afectados por influencias estructurales cuando
abordan la zona del valle. Se constituyen en remanentes de anteriores niveles de
sedimentación en los cuales se ha encisado la corriente como una consecuencia de
rejuvenecimiento del paisaje. La geoforma en sí constituye un factor importante de
mención cuando ésta se relaciona al sistema productivo para áreas de pastoreo y cultivos
intensivos. Los niveles más altos son los más antiguos y generalmente contienen los
suelos más evolucionados. Se localizan como balcones o pequeñas mesetas dispersas a lo
largo de los diferentes cauces de tributarios del río Magdalena.

Muchas de las terrazas pueden estar relacionadas a las eras glaciares donde se debió
verificar grandes crecidas y un ancho importante para el río. Mientras la terraza no sufra
de fuerte disección, debido a factores climáticos y de deforestación, los niveles superiores
deben presentar los suelos más evolucionados, si no por el contrario, la escorrentía en
esta disección conduciría a la remoción de suelos maduros y a la exposición de niveles
cada vez mas subsuperf iciales. Con esto se lleva a la pérdida de materiales y un mayor
nivel de sedimentación hacia el caudal del Magdalena Medio.

Llanuras Aluviales de Piedemonte

Se denomina así por extenderse al pie de sistemas montañosos. Con una topografía
suave entre 2 – 15%, ha sido formada por la sedimentación de drenajes principales
cuando ellos emergen de terrenos elevados a zonas bajas y abiertas. Generalmente está
constituida por una sucesión de diferentes eventos unos de gran, mediana o baja
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 130

magnitud, por lo tanto de diferente edad, composición litológica, con diferentes


granulometrías y pendientes regulares.

Las tres geoformas sujetas a un modelado aluvial que en su conjunto corresponden a


aquellos sectores originados por la depositación de sedimentos arrastrados por la acción
de corrientes de agua, especialmente en las zonas depresionales y planas. Normalmente
la acción de ríos y quebradas durante las épocas húmedas deposita gran cantidad de
materiales en suspensión y partículas de arrastre, dando lugar a topografías planas,
generalmente mal drenadas. Durante las épocas secas, estas corrientes de agua
retransportan y socavan sus cauces, generalmente en los taludes. Aquellas superficies
originadas por los ríos, son generalmente mal drenadas, y tienden a las inundaciones
frecuentes en donde las llanuras de inundación así lo demarquen.

El nivel freático se encuentra muy cerca a la superficie y presenta fluctuaciones que van
desde la superficie hasta unos pocos metros de profundidad. Este fenómeno incide en los
procesos pedogenéticos de los suelos y dan paso a superficies encharcadas, en donde se
encuentran capas sucesivas de sedimentos, de diferente textura y composición, en muy
bajo grado de consolidación y con un gran aumento de tamaño de los fragmentos a
medida que aumenta la profundidad. La mayoría de los fragmentos de roca tienen formas
redondeadas y subredondeadas.

Como unidades geomorfológicas adicionales de localización más frecuente son las


llanuras de inundación, como se describe arriba, y las vegas recientes, estas a su vez
contienen dentro de ellas unidades de terreno más pequeñas llamadas diques, complejo
de orillares, bajos, bacines y terrazas a varios niveles.

Los procesos erosivos naturales están asociados a las temporadas de inundación, en


donde ocurren principalmente procesos de sedimentación, y a las temporadas secas donde
se presenta socavación de taludes. En este caso la erosión es considerada de intensidad
leve.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 131

La erosión de origen antrópico no es muy notable ni intensa dentro de esta unidad


geomorfológica, puesto que la unidad tiende a recuperarse con la presencia de suelos
mineralizados por los sedimentos de grano fino dejados durante las épocas húmedas en
los orillares y llanuras. Se observa en este modelado la presencia de buenos horizontes
para el uso agrícola, aunque con restricciones en algunos lugares por depresiones y
llanuras inundables disponibles en épocas secas. Existen a su vez humus en horizontes
inversos producto de suelos desarrollados sepultados bajo la dinámica de depositación de
la red hídrica a su alrededor.

Crestas y Lomeríos Denudados Formados de Patrones Estructurales

Hacen parte de las formaciones terciarias que se conocen comúnmente dentro del
sinclinal del Nuevo Mundo, nombrado así por la Industria del Petróleo. En ella es
determinante el factor de la dureza de su roca, para formar crestas agudas en 50 m o
más, en rocas de gran dureza o colinas y lomas dada la fragilidad y meteorización que
actúen en su substrato. En esta geoforma se encuentra el factor fluviogravitacional como
factor externo y variable en la evolución y transformación continúa del paisaje. Lo
constituye la zona ubicada entre aproximadamente 150 a 200 msnm hasta la región de
piedemonte en la cual se identifica predominantemente el municipio de Rionegro en su
parte baja y una franja delgada del municipio de San Alberto.

Esta geoforma se enmarca dentro de la acción modeladora denutativa que es originada


predominante por eventos climáticos que han actuado directamente sobre la roca durante
largos períodos de tiempo y que han ocasionado un proceso de desgaste lento y continuo.

Estos eventos influyen notoriamente en los procesos pedogenéticos, dando lugar a


suelos con un alto grado de desarrollo evolutivo. En esta unidad casi no ocurren
movimientos en masa y las formas resultantes se caracterizan por presentar relieves
ondulados, de topografías relativamente suaves.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 132

La orientación estructural de este modelado influye notablemente en la distribución de


su drenaje, ocasionando un desgaste aun más severo de la roca, y que se observen cerros
en vez de lomas, como una mayor elevación ocasionada por las fallas. Las unidades
geomorfológicas más comunes de este modelado en la zona de estudio son los planos
estructurales denudados y los reveses estructurales denudados.

Los procesos erosivos naturales son de baja intensidad, pero dada la fragilidad de los
ecosistemas, una vez son deforestados estos lugares tienen una gran tendencia a la
degradación rápida y progresiva, dando paso a cárcavas y sectores con escurrimiento
concentrado, altamente erosionados, dada la fragilidad en compactación y composición de
la roca. Un último agente detonante proviene de las altas tasas de precipitación que tiene
la zona.

5.4.2 Procesos de Degradación de la Región Cordillerana

La cordillera Oriental es una forma del relieve en plena evolución. Por esta razón, el
factor de amenaza sísmica debe contar dentro del diagnóstico y evaluación la influencia de
la Falla de Santa Marta – Bucaramanga que es una zona fracturada parale la al trazado de
la Transversal Oriental a la Costa. Las isolíneas de riesgos tectónicos, por lo tanto, se
mantendrán paralelas a ella y en menor medida cada uno de los movimientos por pequeño
que sea contribuye a la desestabilización de materiales sueltos como cantos, gravas y
arenas que se forman por la intemperización de los diferentes materiales litológicos. Las
rocas en menor o mayor medida responderán a estos esfuerzos meteorizándose con el
consecuente aporte a los valles de materiales coluviales y diluviales.

Una de las características principales para la erosión es lo fracturado de la región de


montaña, los materiales de rocas frágiles y de fácil transporte una vez sueltos, lo mismo
que las evidencias que se tienen del rápido levantamiento, por lo cual existe un factor de
resilencia y susceptibilidad a los procesos de erosión.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 133

Frentes Masivos Disectados y Disectados Profundamente

Desarrollados en rocas que pertenecen a grandes complejos ígneo metamórficos dando


lugar a relieves ondulados a quebrados de un 12 - 25% en clima templado seco, por lo
cual las características de meteorización que se presentan son el termoclastismo y la
solución, a través del escurrimiento difuso, de partículas sólidas del suelo. Estos dos
procesos de meteorización dan lugar a toda clase de partículas: Bloques, cantos, gravas y
arenas.

La existencia de gruesos niveles de materiales sueltos compuestos por la roca ígneo


metamórfica, se remueven con facilidad y se acumulan en las gargantas angostas que
exhiben estos valles. La deforestación es una de las causas que permitió el aumento de
esta dinámica con las respectivas consecuencias del evento catastrófico.

La disección profunda se da lugar en rocas areniscas y lutitas del Juratríasico, lo que


ocasiona una topografía quebrada a escarpada con pendientes del 25 - 50% y hasta 75%.
En esta topografía escarpada es fácil observar la erosión laminar de sus terrenos.

Estas formas se originan y modelan por eventos tectónicos, hidrológicos y climáticos


asociados, cuyo proceso de erosión se caracteriza por el entallamiento y disección de
cursos de aguas en forma de valles en "V", y cuya profundidad varía según la dureza de la
roca que en este caso es muy frágil por la formación Silgará, con el agravante de los
planos de debilidad estructurales. Otros factores que contribuyen son el cambio de nivel
de base hidrológico y los movimientos y levantamientos tectónicos que controlan algunas
veces la dirección de los flujos de agua.

Las superficies resultantes se caracterizan por presentar zonas quebradas, valles


profundos con pendientes muy inclinadas y relativamente cortas que terminan en unas
crestas o planos de muy poca extensión.

Para esta unidad el proceso erosivo predominante es el escurrimiento difuso intenso,


escurrimiento concentrado en laderas que originan caídas de agua y por consiguiente un
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 134

patrón de disección secundaria. Cuando estos suelos son descubiertos, en donde existen
rocas frágiles ocurren algunos desplomes.

Abanicos, Coluvios y Terrazas Antiguas

Se extiende una geoforma que hace parte de materiales generados por un remanente
Proglacial conformado por cantos y bloques redondeados y no consolidados. La principal
característica esta dada por la escasa red de drenaje de la región ya que ésta se encañona
en pequeñas gargantas que
al llegar a un nivel de plano
estructural forman estos
abanicos. Otros abanicos
pueden sucederse en la
parte baja de algunos
drenajes, no siendo
configurados como abanicos
de piedemonte por la escasa
fuerza y poca selección de
materiales en sus cauces.

Fotografía 6. Abanicos

Frentes Estructurales Contiguos Junto con Planos Estructurales

En climas fríos secos, estas rocas que pertenecen a las areniscas del Tríasico - Jurásico
y principios del cretáceo, dan lugar a una topografía quebrada con pendientes del 25 -
50%. Por la dureza de su sustrato rocoso, se presenta una vegetación arbórea y
arbustiva. Sus fenómenos de meteorización obedecen al termoclastismo por la poca rata
pluviométrica y el escurrimiento difuso. Existe adicionado un componente gravitacional
que da lugar a algunos desprendimientos de roca. La desprotección de cobertura vegetal
y el factor tectónico contribuyen a estos desprendimientos. Los planos estructurales
inclinados se encuentran dispuestos en zonas de falla, orientados según el tren regional de
esfuerzos existentes. Su funcionalidad primordial consiste en servir de transición entre
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 135

una zona subandina a una andina. En las zonas de falla, esta cumple la función de
delimitar ambientes naturales y dar lugar a cambios de zonas húmedas a secas.

Los dos grandes grupos de geoformas anteriores son formas de origen predominante
tectónico, caracterizadas por la presencia de estructuras rocosas con muy bajo grado de
alteración, de pendientes muy escarpadas y abruptas, en donde por la dureza de la roca
se estima que no han actuado significativamente los elementos climáticos para causar
procesos de intemperismo importantes.

Dentro de este modelado se identifican las siguientes unidades geomorfológicas para su


delimitación cartográfica: Frentes estructurales escarpados y frentes estructurales
quebrados contiguos y masivos. También pueden enmarcarse aquí los abanicos, coluvios
y terrazas fluviales que son resultado de este modelado.

Los procesos erosivos naturales tienen que ver con el reacomodamiento de los
materiales de las laderas, una vez ha sido socavada la base de éstas debido al
entallamiento de los ríos. En este caso se presentan flujos de materiales sueltos o caídas
de roca en dirección de la pendiente hacia el cauce de los ríos.

Los procesos erosivos de origen antrópico estarían en esta zona relacionados con la
deforestación y el subsecuente asentamiento de sistemas de producción que ayudan a la
pérdida de los suelos delgados que mantienen. En general son suelos mal drenados,
susceptibles a inundación, con el nivel freático muy cerca de la superficie, dispuestos en
forma de capas alternas de textura variable, ácidos, con costras rojas de moteos de
oxidoreducción sobre las raíces y en los poros del suelo, por la acción de poro negativo
que tiende a ejercer una laterización de estos suelos, para tornarlos aún más
evolucionados, aunque aquí esto es poco factible por la continua sedimentación de este
bloque en las cuencas. Presentan una gran fertilidad en sus horizontes superficiales.

Por esta razón sobre las terrazas en donde se desarrolla alguna vegetación a partir de
humedades, porosidades y aporte de elementos fertilizadores de materiales transportados
por la corriente, se dan los mejores suelos y los más seguros para el establecimiento de
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 136

sistemas productivos en los cuales sólo se tiene en cuenta los períodos de retorno y
algunas adecuaciones de los drenajes naturales. Las geoformas se resumen en el mapa a
partir de la siguiente tabla.

Tabla 12. Geoformas halladas en el espacio de Rionegro

SIMBOLO NOMBRE
Igneo – Metamórfico:
Pscr Pendientes escalonadas regulares
Fi Filos rocosos
Col Colinas controladas estructuralmente
D Descanso o Grada
Ci Cima o fila de colinas
G Garganta
Pds Pendiente Disectada o Surcos
Fm Frentes masivos irregulares o regulares
Sedimentario:
PestS Planos estructurales escalonados
Fi Filos rocosos
Fed Frentes estructurales disectados
He Depresión estructural
Fem Frentes estructurales masivos
Femi Frentes estructurales masivos inclinados
Pesti Planos estructurales escalonados inclinados
Co Coluvial
Ped Planos estructurales disectados
Cu Cumbre
Karst Karstico
Coli Colinas estructurales aisladas
Festi Frentes estructurales inclinados
Lo Lomas
PestSu Pendientes estructurales escalonadas suavizadas
Terciarios denudacionales:
Colinas denudadas CoD
Depresiones DeD
Colinas residuales CoR
Peden Planos estructurales denudados
Colinas Estructurales CoE
Cuaternarios
Val o Va Vegas aluviales
VRs Valle aluvial río Sencillo
VRt Valle aluvial río Trenzado
VRm Valle aluvial río Meándrico
Ta Terraza Alta
Tb Terraza Baja
Tm Terraza Media
Tds Terraza disectadas
Des Depresiones estructurales
Pide Planos de inundación por depresión
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 137

5. 5 PO T EN CI A LI D AD E S D EL SU ELO

La alteración de rocas, minerales y productos orgánicos, están directamente vinculados


con la génesis de los suelos y las geoformas que, en muchos casos, permiten delimitarlos
y enmarcar su proceso evolutivo.

Los minerales se alteran en forma variable, debido a múltiples razones, entre ellas su
estructura y composición química. Si un mineral manifiesta tendencia a alterarse y
contiene una alta cantidad de elementos requeridos por plantas y animales, su
transformación los aportará al medio y éste se considerará en potencia, como de alta
fertilidad; no obstante, a través del tiempo y dependiendo del medio de alteración y de los
procesos que se lleven a cabo, los elementos podrán estar o no disponibles para ser
tomados por los organismos.

Las rocas involucran en cuanto a su desintegración y alteración, los conceptos dados en


relación con elementos y minerales que la constituyen; además, influyen sobre el producto
resultante del intemperismo físico, químico y de la acción biológica; ésta es especialmente
importante en las primeras etapas de dicha degradación.

Para la región de estudio se han delimitado varios factores físicos que pueden definir
una potencialidad al nivel de suelos en cuanto a su textura, profundidad, grados de
evolución y características que dependen de la interrelación de estas variables físicas.
Entre ellas el involucramiento del clima es de vital importancia, ya que el suelo es en fin
una interfase entre el sustrato, la vegetación que se puede desarrollar en determinado
clima y los fenómenos atmosféricos que lo afectan.

5.5.1 Suelos de Formas Estructurales y Materiales Jura -

Triasicos en Clima Frío

Los eventos geomorfológicos desarrollados para este piso bioclimático están asociados,
por un lado, a los grandes eventos tectónicos que dieron origen a la cordillera Oriental, a
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 138

causa del desgaste de estas estructuras por medio de vientos, agua y en menor medida,
por los pocos rastros encontrados, hielo de períodos glaciares e interglaciares.

Suelos muy delgados por parches nulos, intemperizados y la vados, de colores rojizos.
En general son suelos desarrollados a partir de areniscas cuarzosas, con algunos niveles
arcillosos sobre superficies fuertemente escarpadas y quebradas. Teniendo en cuenta las
altas pendientes y la relativa dureza de la roca por el poco intemperismo sufrido,
generalmente se encuentran suelos con un bajo desarrollo evolutivo, caracterizado por la
ausencia de un horizonte de alteración y por la acumulación de materia orgánica y
fragmentos de rocas en capas de bajo espesor descansando directamente sobre la roca.

Son suelos muy superficiales, en donde la roca dura se encuentra generalmente antes
de un metro. Son excesivamente drenados y muy susceptibles a la erosión, una vez son
deforestados. Como conclusión, desde el punto de vista físico son rocosos, pedregosos,
bien estructurados, sueltos y de alta permeabilidad.

Aunque las formaciones Jurásicas y la formación Rionegro, no posean trazas de materia


orgánica, ésta es acumulada en principio por la propia vegetación del suelo. Ya en las
formaciones vecinas como la Tibu — Mercedes, esta le aporta al suelo cantidades de
materia orgánica de su interior, contenida en sus planos arcillosos, por lo que llegan a ser
suelos con alto a medio contenido de materia orgánica, de pH ácido, con un bajo
contenido de calcio, magnesio, sodio y potasio, bajo contenido de fósforo y baja fertilidad.

Ya en la parte más baja se presentan rocas metamórficas como filitas y metaareniscas,


las cuales en la etapa inicial de alteración se aprecia abundancia de materiales amorfos. A
medida que la alteración avanza, en las arcillas sobresale un incremento considerable de
caolinita, micas y cantidades traza de minerales interestratificados y cuarzo.

El suelo resultante es de textura arcillosa, producto de la alteración avanzada de las


micas; los colores presentes son rojizos y amarillentos. La presencia de diques
pegmatíticos que intruyen por la cuarzomonzonita vecina, aceleran las alteraciones
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 139

minerales además, por el clima existente en las áreas donde aflora, hace que se presente
vegetación de tipo arbustivo y pastos.

5.5.2 Suelos en Rocas Graníticas con Tendencia a la

Erosión

Suelos derivados de materiales detríticos o a partir de roca alterada para lo cual las
rocas ígneas crean unas capas de medio espesor de roca intemperizada, en ambientes
secos localizados sobre topografías que van desde muy abruptas y quebradas hasta
suavemente onduladas.

En general son suelos muy superficiales, rocosos, endurecidos, con bajo contenido de
materia orgánica, impermeable s, mal estructurados, con baja retención de humedad,
excesivamente drenados, muy susceptibles a la erosión y degradación, en donde
predominan procesos de escorrentía o escurrimiento concentrado y por tal razón
carcavamiento.

En muchas ocasiones se dan flujos de corrientes en forma hipodérmica, a través de las


fracturas y roca detrítica, lo que hace parecer que algunos cauces se han secado con
mayor prontitud que otros

Desde el punto de vista químico son ligeramente ácidos, bajo contenido de materia
orgánica, baja a media capacidad de intercambios de cationes, media a alta saturación de
bases y no hay presencia importante de aluminio. Son suelos muy frágiles y con una gran
tendencia a la desertificación, por cualquiera de los agentes: Viento, agua, antropismo.
En general, por esta razón, no se dedican a los cultivos sino al pastoreo de algunos
domésticos, ya que el asentamiento de ellos de un sistema productivo puede conllevar a
desplomes localizados y desaparición de suelos escasos en forma rápida.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 140

Estos pastoreos crean otra forma muy común de erosión llamada patas de vaca, que
consiste en pequeños aterrazamientos de paso de los animales, por lo que conllevan a una
compactación del suelo y una mayor impermeabilización del mismo, ocasionándole
factores de resilencia o propensión a la desertización; es decir entendida la resilencia
como el proceso mediante el cual los terrenos pierden la capacidad de regenerar
vegetación en forma natural.

5.5.3 Suelos de Formas Denudadas de Piedemonte

Correspondientes a las formas de cerros y lomerío del piedemonte. Se encuentran


formados por la acumulación de grandes masas de sedimentos durante largos períodos de
tiempo desarrollados a partir del desgaste de rocas sedimentarias del Terciario, de
terrazas antiguas muy erosionadas y de varios niveles de terrazas desde muy antiguas
hasta muy recientes, originadas por el retrabajamiento del río Magdalena.

Normalmente aquellos lugares muy antiguos y estables, como los planos estructurales
sedimentarios terciarios conformados por terrazas muy antiguas, han desarrollado suelos
muy intemperizados y lavados, en clímax con la vegetación, de colores rojizos, con
ecosistemas muy exuberantes y frágiles, susceptibles a la degradación y deterioro
ambiental una vez son deforestados. Las condiciones extremas de altas temperaturas y
precipitaciones; favorecen notablemente el desarrollo de estos tipos de suelos.

En general son derivados directamente a partir de roca alterada, presentan una gran
diferenciación de horizontes y muestran variaciones considerables con respecto al grado
de humedad y de drenaje, según se encuentren en la parte convexa o cóncava de las
formas del relieve.

Son suelos muy ácidos (pH 4.0 a 5.0), de colores rojos, arcillosos, con una fase
orgánica superficial muy especializada y activa, rica en nutrientes y una fase mineral de
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 141

gran profundidad, muy pobre en nutrientes, intemperizada y lavada. Son muy ácidos y
presentan un alto contenido de aluminio intercambiable.

5.5.4 Suelos de Formas Aluviales

Se encuentran en los sectores más bajos y de materiales más recientes, localizados en


las terrazas y planicies de inundación de los ríos que drenan esta provincia bio-climática.

Son derivados a partir de materiales no consolidados, depositados por acción aluvial en


forma de capas de
texturas variables según
la variabilidad dinámica
de las corrientes
afluentes, dando como
resultado
topografías planas a
plano - cóncavas con
suelos poco
evolucionados, mal
drenados y con el nivel
freático cerca a la
superficie.
Fotografía 7. Suelos de formas aluviales

El modelado aluvial es uniforme en la mayoría del valle del Magdalena Medio por lo que
estos suelos se distinguen por terrazas bajas, planos de inundación, diques, bacines,
meandros, terrazas, orillares y ciénagas.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 142

5. 6 D ERI VA CI O N D E AM ENA ZA S N AT U RA LE S

El proceso de ordenamiento es novedoso, y se refiere acondicionado al medio rural,


como la potencialización y buen uso del suelo, de acuerdo a unos parámetros físicos. En
un espacio determinado, se ven cada vez más involucrados los asentamientos que se
construyen y el relevo funcional urbano, que cada vez posee mayores órdenes. De ésta
forma, se justifica que entre los apartes, además de dar una idea de la calidad de suelos
que pose un municipio determinado, se debe determinar cuales son las amenazas que
encierran la combinación de algunos factores como son: Climático, hídrico, sustrato y
actividades humanas como parte ultima fundamental.

La amenaza natural, en sí misma, es la mayor o menor probabilidad de que se


produzca una alteración del paisaje, de tal forma que desemboque en un daño o
catástrofe evidente o potencial en una zona, debido a la actividad de un proceso natural
(Minambiente, 1996). En definitiva, en el concepto de amenaza natural entran parámetros
muy similares a los manejados en el impacto ambiental, aun cuando en estas se vuelve
mas generalizada porque ya no depende de actividades que se van a asentar en una zona,
sino que cobija además a procesos naturales que pueden o no ser detonados
consiguientemente, natural o artificialmente.

5.6.1 Amenazas por erosión

El municipio de Rionegro, en su mayor parte esta irrigado por una gran cantidad de
cursos de agua, que van en diferentes direcciones, direcciones que se van aclarando a
medida que se va descendiendo a la parte baja. De esta forma y junto con el factor de
sustrato y climático, en ultimas obedecen a algunas formas de erosión. Primero veamos
como se categorizarían algunas clases de erosión dependiendo de la naturaleza del
sustrato, en comportamientos mecánicos como su cohesión, su meteorización,
fracturamiento, etc.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 143

Todos los siguientes tipos aluden a las formas de erosión hídrica. También son los
términos más usados en las clasificaciones posteriores.

: Laminar: Se manifiesta por la remoción de delgadas capas del suelo extendidas más
o menos uniformemente a toda la superficie. Resulta de la disgregación de los
elementos terrosos por el impacto de las gotas de lluvia y por la escorrentía. De este
modo, el conjunto agua - tierra discurre a lo largo de las pendientes como una
lámina, y el suelo se va degradando por capas sucesivas.

: En regueros o surcos: Se manifiesta por el arrastre de elementos terrosos al correr


el agua por la superficie del suelo, ocasionando la formación de surcos o regueros
orientados, más o menos normalmente, a las curvas de nivel. La formación de estos
regueros ocurre cuando el agua no escurre uniformemente por toda la superficie,
sino que corre concentrada en corrientes de una potencia erosiva capaz de abrir
pequeñas incisiones en el suelo.

: En barrancos o cárcavas: Se manifiesta por profundas incisiones del terreno


originadas generalmente cuando existe una gran concentración de escorrentía en
alguna zona determinada.

: Coladas de lodo: Se manifiesta por desplazamientos de tierra en forma de fluido


viscoso por efecto de la gran cantidad de agua embebida por el suelo.

: Deslizamientos: Pueden ser:

: Superficiales: Cuando una capa superficial de terreno resbala por efecto de la


gravedad y de la gran cantidad de agua embebida.

: De fondo: Cuando una capa permeable resbala sobre otra más profunda de
naturaleza impermeable (Arcillosa) por haberse formado un plano lubricado.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 144

: Reptación: Se manifiesta por un movimiento lento e imperceptible de una delgada


película superficial del suelo en el sentido de la pendiente por causas muy variadas.

: En túnel: Se manifiesta por hundimientos y deslizamientos debido a la formación de


flujos subterráneos, o a la existencia en el subsuelo de grandes cantidades de
constituyentes solubles que dejan cavernas.

El segundo factor que influye en el riesgo de erosión de un terreno es la mayor o


menor susceptibilidad del material edáfico a ser disgregado y transportado por los agentes
erosivos; es lo que denominamos erosionabilidad del suelo.

Aunque la resistencia del suelo a la erosión depende en parte de la posición


topográfica, la pendiente del terreno o la incidencia directa de las actividades humanas y
las propiedades del suelo son los condicionantes más importantes.

Existen muy diversos índices que expresan la erosionabilidad de un suelo en función de


su textura, la estructura, el contenido en materia orgánica, la estabilidad de agregados o
la capacidad de infiltración. En la tabla se expresan los más utilizados.

Otros índices relacionan directamente la erosionabilidad del terreno con el sustrato


litológico (Ver tabla 13):

Tabla 13. Tipos de roca e índices de resistencia a la erosión

TIPOS DE ROCA INDICE DE RESISTENCIA A LA EROSION

Rocas Rocas básicas 0,9 – 0,8


duras Rocas ácidas 0,9 – 0,5
Rocas metamórficas 0,8 – 0,6
Areniscas consolidadas 0,6 – 0,5
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 145

TIPOS DE ROCA INDICE DE RESISTENCIA A LA EROSION

Rocas Calizas friables 0,7 – 0,6


blandas Dolomitas 0,7 - 0,5
Esquistos blandos muy friables 0,3 – 0,2
Terrenos plásticos (Fleys) 0,4 – 0,3
Margas y arcillas 0,2 – 0,1
Yesos 0,2 – 0,1

Depósitos antiguos (depósitos fluviales, glaciares consolidados, etc.): 0,6 – 0,2

Depósitos recientes (morrenas, glaciares, coluviales no estabilizados, torrenciales no consolidados): 0,3 –


0,1

5.6.2 Amenazas Asociados a Litologías Arcillosas

Una propiedad peculiar de algunos suelos arcillosos, es la de experimentar cambios de


volumen cuando varía su contenido en agua. Esta particularidad está vinculada al
desequilibrio eléctrico de los cristales de arcilla, que provoca la entrada de los dipolos en el
espacio reticular con el consiguiente aumento de volumen. El calificativo de expansivas,
hace referencia a la capacidad de hinchamiento de las mismas, pero también puede tener
lugar una disminución del volumen por desecación.

Esta inestabilidad volumétrica genera movimientos diferenciales, con levantamientos y


asientos que distorsionan las estructuras que sobre ellos se ubican. Para que esto se
produzca, se han de dar alternativas en la humectación que pongan en evidencia esa
capacidad.

Los factores detonantes pueden ser, entre otros, una actuación geotécnica o
alternativas climáticas estacionales. En el primer caso se producen modificaciones
morfológicas, alteración del drenaje natural, perturbación del niv el freático en las
proximidades de la actuación, etc. Junto a ello, los efectos propios de la obra, que
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 146

impiden la precipitación directa sobre el suelo y la insolación provocando transferencias


laterales de humedad. Fuera del ámbito puramente geotécnico, el riego de jardines, la
rotura de cañerías, etc., provocarían la expansión de suelos secos. Por otra parte y la
presencia de árboles o calderas de calefacción puede generar bulbos de desecación con
asientos sobre suelos húmedos (Salinas, 1988; Minambiente, 1996).

Detección de zonas de riego

Las unidades litológicas que presentan riesgo de expansividad, son aquellas que
contienen minerales del grupo de las esmectitas, la vermiculita y la haloysita. Su
identificación se lleva a cabo en laboratorio, aunque existen indicios que permiten advertir
su presencia en el campo (Agrietamiento profuso característico en seco, materiales muy
moldeables y adherentes una vez humedecidos, etc. (Minambiente, 1996).

En cualquier caso, suelen aparecer reflejadas en los tra bajos de cartografía de riesgos
geológicos y geotécnicos. En España, la mayor probabilidad de suelos expansivos, se da
en terrenos neógenos y del Keuper, así como los arcillosos procedentes de la alteración de
material volcánico.

Prevención y corrección

Hay distintas maneras de enfrentarse al problema geotécnico de la expansividad de las


arcillas. En primer lugar, existe la posibilidad de evitar el emplazamiento sobre este tipo
de litologías de edificaciones, siempre que esto sea posible.

Cuando no sea así, hay varias formas de actuación:

: Sustituir el suelo (Sólo realizable puntualmente)


: Estabilizarlo con cal, que actúa como cemento u otros aditivos químicos
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 147

: Construir barreras para el agua (Drenajes superficiales o profundos) para evitar


transferencias laterales.

: Tomar medidas constructivas especiales de cimentación, etc.

5.6.3 Amenazas Asociadas a terrenos Cársticos

Globalmente considerado, el medio cárstico constituye un caso peculiar en la


problemática de los riesgos geológicos. Entendiendo el carst como un sistema abierto en
continua evolución, su arquitectura es consecuencia de la búsqueda de un equilibrio
geomecánico, con un motor básicamente hidrogeológico. En él se desarrollan procesos de
disolución – precipitación – erosión - sedimentación, gravitatorios, etc. (Minambiente,
1996).

Se pueden clasificar los riesgos ligados al carst en geomecánicos e hidrogeológicos.

Amenazas geomecánicas

: Asientos: En lapiaz cubierto por arcillas o limos, como respuesta a la diferente


capacidad portante del material cárstico y los sedimentos.

: Subsidencia: Descensos lentos y paulatinos del suelo. Se dan en los carst cubiertos
por una potente capa de sedimentos o bien en los desarrollados sobre litologías
margo - yesíferas o salinas, más plásticas.

: Hundim ientos: Movimientos bruscos en la vertical de una porción de terreno, que dan
como resultado dolinas por colapso de la cavidad subyacente.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 148

Amenazas hidrogeológicos

Consisten fundamentalmente en la reactivación de valles secos y la inundación de


¨Poljés¨ (Grandes áreas deprimidas dentro del macizo) por aguas procedentes del carst al
que habitualmente alimentan. Su morfología con fondo plano, favorece estos procesos,
dada la incapacidad de los conductos habituales para drenarlas en caso de fuertes lluvias.
Ambas zonas son de alto riesgo, dada la intensa colonización que de ellas hace el hombre.

5.6.4 Amenazas Asociadas a Procesos Gravitacionales

La estabilidad de un suelo (Más propiamente, de los materiales que constituyen o cubre


una pendiente: rocas, suelo, nieve) es una cualidad que expresa su mayor o menor
tendencia a permanecer in situ. A esta cualidad se suele aludir por ser opuesta, la
inestabilidad, definida como tendencia al desplazamiento pendiente abajo o como grado
de susceptibilidad al movimiento. Cuando la referencia es el movimiento (Rotura de una
masa de terreno, sometida a esfuerzos superiores a su resistencia al corte), puede
considerarse como un proceso: Un movimiento en masa es un conjunto de procesos por
los cuales los materiales terrestres, en ocasiones previamente afectados por procesos de
alteración, se mueven por la acción de la gravedad (Minambiente, 1996).

A diferencia de la erosión, en este proceso no actúa un agente de transporte (Agua,


hielo, viento); sin embargo, el agua se encuentra íntimamente asociada a él, al ayudar al
flujo descendente una vez iniciado el movimiento. Lo mismo se puede decir del hielo y la
nieve, ya que incrementan el peso o la masa de los materiales.

La importancia de la estabilidad es grande en los estudios del medio físico: Los riesgos
de desprendimientos y movimientos en masa imponen fuertes limitaciones al desarrollo de
las actividades constructivas y a la asignación de usos al suelo.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 149

Factores que influyen en la inestabilidad

Generalmente se combinan muchos factores para producir este tipo de movimientos,


aunque en esencia suelen operar dos fuerzas fundamentales: El esfuerzo cortante que
tiende a producir el deslizamiento y la resistencia al corte o cizalladura que se opone a
aquel. La estabilidad del suelo depende del equilibrio entre ambas fuerzas. Si predomina
aquella, la pendiente es inestable; si predomina la segunda, la pendiente resulta estable.

El esfuerzo cortante puede aumentar por diversas causas. Una de las más comunes es
el aumento del ángulo de pendiente, bien por desmontes artificiales o por agentes
naturales. Al aumentar la pendiente, aumenta el esfuerzo cortante, existiendo para
cualquier material un nivel máximo de esfuerzo admisible relacionado con cada valor
determinado de inclinación del terreno. Esta inclinación crítica se denomina ángulo de
reposo, y es uno de los factores a considerar al determinar la susceptibilidad al
deslizamiento.

Otra causa importante es el aumento de masa o de peso de la superficie del suelo.


Este aumento puede ser provocado por una excesiva acumulación de agua o nieve, por la
introducción de ciertas estructuras artificiales, etc. En cualquier caso, el aumento de peso
provoca un importante aumento del esfuerzo cortante que puede romper el equilibrio y
dar lugar a movimientos del terreno.

Así mismo, la alternancia de estratos de distintos materiales, sobre todo si son paralelos
a la línea de pendiente, produce un aumento en el riesgo de movimientos. La distinta
textura y permeabilidad facilita el desplazamiento de un estrato sobre otro.

Por otro lado, la resistencia al corte puede disminuir por la existencia de fallas y grietas,
la alteración del suelo, las acciones sobre la vegetación, etc.

A continuación se indican las causas y condiciones que pueden inducir movimientos en


masa, según distintos autores:
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 150

Amenazas por Movimientos Gravitacionales

En estos procesos, los diferentes tipos de riesgos son identificables con cada uno de
los movimientos.

La variedad en cuanto a las características y parámetros a tener en cuenta, hace difícil


establecer una clasificación global de estos procesos. Por tanto, existe un gran número de
ellas según diversos criterios. Se describen a continuación los principales tipos de
movimientos en masa y sus características más importantes, basándonos en las
clasificación de Minambiente, (1996), con algunas modificaciones.

Caída

Es un proceso muy rápido, incluso instantáneo, de caída libre de material


individualizado, favorecido por fracturas o diaclasas y planos de estratificación, así como
por la pérdida de base por zapamiento. Está asociado, generalmente, a zonas muy
escarpadas. El material de derrubio es acumulado al pie del talud.

Es frecuente en cantiles fluviales o acantilados marinos por pérdida de sustentación en


la base, en paredes periglaciares, aristas, crestas, etc.

En algunos casos, por la velocidad del proceso y el contacto con el sustrato, ciertas
modalidades de caída adquieren las características de un deslizamiento. Este es el caso
de los desplomes. Para diferenciar ambos movimientos se utilizan criterios morfológicos y
estructurales. Un tipo especial de desplome es el ¨Vuelco¨, en el que el paquete desliza
basculando hacia abajo por la pendiente.

Avalancha

Movimientos muy rápidos, de una masa de roca o derrubios acompañada de grandes

cantidades de nieve o hielo, a favor de pendientes muy fuertes, cuando se ha acumulado


Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 151

una excesiva cantidad de materiales. El movimiento se acelera por la inclusión de aire y

agua que disminuyen los rozamientos internos entre las partículas de la masa.

Las avalanchas de roca son frecuentes en zonas en que rocas sedimentarias


intercaladas o rocas de estructura hojaldrosa, presentan sus estratos paralelos a la
pendiente de la ladera en las que la erosión ha movido los soportes laterales de los
materiales inclinados. Son depósitos con una distribución caótica de bloques.

Deslizamiento

Movimiento rápido de una gran masa de tierra y roca individualizada que se desplaza
por la pendiente resbalando sobre la superficie soporte manteniendo sus constantes
geométricas.

Cuando los materiales puestos en movimiento no son individualizados y no conservan


sus constantes geométricas, se trata de un movimiento en masa. Es difícil su
diferenciación del flujo. Algunos autores, por ello, distinguen entre flujo seco y flujo
mojado (VARNES 1958); otros dan importancia al contenido en humedad (CARSON y
KIRBY 1972) en Minambiente (1996).

Un tipo particular de deslizamiento es el rotacional, simple o múltiple, al que


corrientemente se denomina slump.

Flujo

Movimientos más o menos rápidos de masa rocosa no consolidada de granulometría


fina. La saturación en agua pueden provocar que se comporte como un fluido de alta
viscosidad, haciéndose más espeso generalmente al final de su recorrido.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 152

Es complicado establecer una única superficie soporte o base de deslizamiento: el


movimiento se realiza a favor de múltiples planos internos, con deformación del material,
dando lugar a pliegues, estrías, etc.

Suele estar asociado a violentas tormentas, fusión de hielos, ascensos del nivel freático,
etc., que aportan más agua de la que puede ser absorbida.

Los movimientos tipo flujo suelen afectar a materiales con granulometría muy fina, con
abundante presencia de minerales de arcilla, derrubios o fragmentos de roca. Este último
caso se diferencia de un deslizamiento o una avalancha por el contenido en agua.

Un tipo especial de flujo es la solifluxión, movimiento de baja velocidad de material no


continuo con gran deformación, asociado a los procesos de hielo - deshielo.

El término creep hace mención a un movimiento muy lento producido por hielo -
deshielo (Creep estacional), por gravedad (Creep contínuo) o por fenómenos biológicos
(Creep fortuito).

Movimientos complejos

Muy a menudo los distintos tipos de movimientos gravitacionales tienen lugar asociado.
Una asociación característica es la que se produce entre deslizamientos y flujos: Por lo
general, el movimiento se inicia en cabecera con un deslizamiento rotacional; sin
embargo, en la zona inferior el material adquiere un movimiento de tipo flujo. Tal es el
caso del producido en Olivares (Granada) (DURAN, en IGME 1986).

Existen otros tipos de movimientos complejos, como los denominados creep con
deslizamiento y creep con flujo, de características intermedias aunque siempre tratándose
de procesos de baja velocidad.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 153

Los factores tenidos en consideración son: Litología, tectónica, morfología, hidrología


superficial, climatología, vulcanología, sismología, vegetación, erosión, comportamiento
mecánico de lo s materiales y actividad humana.

5.6.5 Amenazas Derivadas de Procesos Fluviales

En los procesos fluviales el riesgo más notorio deriva de los cambios de caudal y, como
consecuencia, de la extensión de las tierras de las riberas ocupadas por el agua.

Crecidas y estiajes son fenómenos normales en cualquier río. Dependiendo de su


régimen de alimentación, éstas serán diarias, estacionales, anuales, de otra periodicidad o
excepcionales.

Precipitaciones copiosas, fusiones rápidas de nieve, o ambos factores conjuntados, son


las causas naturales más frecuentes de las avenidas. De este modo, interesa conocer el
funcionamiento de la cuenca vertiente, básicamente su régimen de alimentación, para así
poder determinar las posibles causas de las avenidas.

Conocidas esas causas y teniendo en cuenta las características de la cuenca - vertiente,


es posible determinar los caudales esperados según el tipo de borrasca. La
transformación de estos caudales en altura de agua sobre los cauces, y de esta en
superficie potencialmente inundada, es un problema sencillo partiendo de la cartografía de
los canales y el valle.

Allí donde la morfología del terreno es consecuencia del modelado fluvial (Grandes
valles o sistemas de aterrazamiento en artesas amplias, marismas, tablas, deltas, conos
aluviales, etc.), no es difícil determinar o prever cuáles serán las zonas inundadas en
función de la magnitud de la avenida. Los casos más generales definen un lecho menor
(De estiaje estacional), un lecho mayor (De crecida estacional) y una llanura de
inundación, ya sea ésta periódica o excepcional.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 154

En los casos en que las formas del terreno tienen un origen debido a otros procesos
que los fluviales, y estos no hacen sino retocar el paisaje (Arroyos sobre fondos
estructurales, zonas cárstic as, torrentes, etc.), la determinación de la zona inundable es
más difícil, ya que pueden generarse incluso nuevos cauces a partir de la avenida.

Todos estos parámetros, se establecen teniendo en cuenta una serie de previsiones,


para las cuales son necesarios los datos referentes a los períodos de recurrencia de cada
uno de los caudales estimados.

Conocidas las causas (a), los caudales esperados (b), la morfología (c) y los períodos
de recurrencia (d), puede llegarse a establecer un análisis de riesgos según los usos del
suelo impuestos sobre la zona.

En suma: Causas, caudales, frecuencia, morfología del valle y usos del suelo, son los
datos básicos para la realización de los análisis de riesgo de inundación.

En general, una inundación se produce cuando el curso del río recibe una cantidad tal
de agua, que supera su capacidad de almacenamiento; desborda entonces su cauce y se
extiende por el valle, en mayor o menor medida, en función de la descarga de agua.

Para predecir el riesgo de ocurrencia de una inundación y el daño que se puede


producir, se deben estudiar, según Minambiente (1996) uno o varios de los siguientes
factores.

: Volumen de escorrentía superficial; necesario para proyectar obras de embalses para


control de inundaciones, abastecimiento de agua y sistemas de riego.

: Descargas máximas: Necesarias para el diseño de puentes, aliviaderos de presas y


otros servicios de embalses.

: Altura de la inundación: Dato fundamental para conocer las dimensiones de las


obras y las posibilidades de supervivencia de las cosechas.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 155

: Distribución en el tiempo del hidrograma total de la crecida, para así determinar la


duración de la inundación.

: Area inundada.

: Velocidad del agua, que afecta al daño ocasionable tanto a las estructuras de control
como el suelo.

5.6.6 Determinación por observación de Zonas Inundables

En caso de no existir datos cuantitativos, la identificación de las zonas inundables


tendría que realizarse en función de determinadas características físicas.

Todas las zonas potencialmente inundables han sido formadas por procesos similares y,
por tanto, poseen características que pueden servir para definirlas:

: Morfología suave, normalmente limitadas por laderas de valles o terrazas

: Nivel freático relativamente elevado y, en consecuencia, drenaje interno deficiente

: Vegetación con especies adaptadas a condiciones húmedas o encharcadas de suelo

: Inundaciones ocasionales por el agua de los cursos fluviales

Para su determinación existen distintos métodos, citados por Minambiente (1996) y


basados en:

: Fisiografía: Identificación y cartografía de zonas llanas y bajas situadas alrededor de


los cursos de agua.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 156

: Suelos: Identificación de materiales depositados por transporte en cursos de agua o


por avenidas.

: Vegetación: localización de grupos de plantas asociadas con altos niveles de


humedad y con condiciones de anegación.

: Datos históricos de avenidas o inundaciones: Determinando la extensión de las


zonas inundadas, bien por medio de datos cuantitativos o, en su defecto, mediante
expertos de la zona.

5.6.7 Amenazas derivadas de lo Sísmico

El movimiento sísmico del suelo se debe al peso a su través de ondas elásticas


producidas al liberarse bruscamente la energía acumulada en un punto o foco.

Las causas de estos movimientos pueden ser muy variadas:

: Explosiones

: Deslizamientos

: Actividad volcánica

: Inyección o extracción de fluidos del terreno

: Llenado de embalses

: Actividades mineras
: Actividad tectónica, Etc.
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 157

En general las zonas con mayor actividad sísmica son también las de mayor actividad
tectónica actual o subactual.

Si se representan en un mapa de escala global los epicentros de un determinado


período de tiempo, se puede comprobar que la mayor parte de ellos se localizan en una
serie de cinturones estrechos, que corresponden al sistema de fosa arco - isla
circumpacífico, el cinturón Alpino - Himalayo y las crestas de las dorsales centro-
oceánicas. Fuera de estos cinturones, la simicidad es dispersa en espacio y tiempo, y de
carácter superficial.

La posibilidad de generación de terremotos asociados a fallas dependerá de la siguiente


tabla:

Tabla 14. Posibilidades de generación de terremotos asociados a fallas

TIPO DE ESFUERZO DEFORMACION VELOCIDAD


DESPLAZAMIENTO
Creep asísmico Deformación asociada es de tipo dúctil Velocidades de desplazamiento
(Régimen cuasi - plástico). Mecanismo de tipo pequeñas. )0,1 a 10 cm año -1.
intercristalino, llegándose a procesos de
difusión de masas.
Sísmico intermitente Mecanismos de tipo friccional (Régimen Velocidad de desplazamiento rápida
elástico - friccional). Entre el 1 10% de la alcanzándose los 10 – 100 cm s-1
energía se libera en ondas sísmicas

La profundidad del foco sísmico influye en gran medida en el radio de percepción de los
terremotos. Los terremotos superficiales son los más catastróficos, debido a que la parte
superior de la corteza actúa de forma frágil en su rotura.

El movimiento a lo largo de las fallas sismogenéticas es una consecuencia de la


aplicación de esfuerzos tectónicos a lo largo de la litosfera. El más importante de los
mecanismos de generación de esfuerzos es el movimiento de las placas litosféricas. Esto
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 158

es favorecido por la rigidez de la litosfera que permite, tras la generación de esfuerzos


tectónicos en los bordes entre placas, que dichos esfuerzos se trasladen al interior de
éstas.

También se generan esfuerzos tectónicos como consecuencia de la existencia de


inhomogeneidades en la distribución de densidades y espesores de la corteza terrestre,
erosión o sedimentación, glaciaciones y deglaciaciones, etc.

Las amenazas sís micas no se pueden contabilizar de una forma especifica debido a que
la mayor parte de las áreas tienen una influencia ya sea por las fallas que las delimitan en
la zona alta como la falla de Bucaramanga o las de la zona de piedemonte, como las que
originan el sinclinal del Nuevo Mundo.

Tabla 15. Amenazas generales identificadas por mapa anexo

Símbolo Nombre o Identificación


Hidrometeorológica:
Zpi Zona permanentemente inundable
Znpi Zona inundable por estaciones
ZiAv Zona inundable por Avenidas
Av Avenidas
Eh Erosión hídrica por socavación
Erosión o Perdida de suelo:
Elb Erosión Laminar Baja
Elm Erosión Laminar Media
Ela Erosión Laminar Alta
Fenomenos de Remoción en masa:
Repd Reptación por escurrimiento difuso
Repc Reptación por escurrimiento concentrado
Des Deslizamiento
Derr Derrumbes
Decr Derrumbe por escurrimiento concentrado y rápido
Cr Caída de rocas
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 74

CONTENIDO

5. DIMENSIÓN FÍSICA 96

5.1 CONCEPTUALIZACIÓN 96
5.2 RELIEVE O CURVAS DE NIVEL 97
5.3 GEOLOGIA Ó NATURALEZA DEL MATERIAL PARENTAL 99
5.3.1 FUENTE DE INFORMACIÓN 99
5.3.2 GEOLOGÍA H ISTÓRICA 100
5.3.3 ROCAS O SUSTRATOS P RESENTES 101
5.3.4 FORMACIONES DE CUERPOS IGNEOS EN CLIMAS SEMIHÚMEDOS TEMPLADOS 103
5.3.5 FORMACIONES METAMÓRFICAS EN PISOS TEMPLADOS A FRÍOS 105
5.3.6 FORMACIONES DEL JURÁSICO EN P ISOS TEMPLADOS SEMIHÚMEDOS 108
5.3.7 FORMACIONES DEL CRETÁCEO INFERIOR EN P ISOS TEMPLADOS SEMIHÚMEDOS 111
5.3.8 FORMACIONES DEL CRETÁCEO SUPERIOR Y TERCIARIAS DEL P IEDEMONTE 112
5.3.9 FORMACIONES EN LA ZONA DEL VALLE 117
5.3.10 ESTRUCTURAS P REDOMINANTES 120
5.4 GEOFORMAS DE LA REGION 124
5.4.1 P ROCESOS DE AGRADACIÓN EN LA SUBREGIÓN DEL MAGDALENA MEDIO 126
5.4.2 P ROCESOS DE DEGRADACIÓN DE LA REGIÓN CORDILLERANA 132
5.5 POTENCIALIDADES DEL SUELO 137
5.5.1 SUELOS DE FORMAS ESTRUCTURALES Y MATERIALES JURA - TRIASICOS EN CLIMA FRÍO137
5.5.2 SUELOS EN ROCAS GRANÍTICAS CON TENDENCIA A LA EROSIÓN 139
5.5.3 SUELOS DE FORMAS D ENUDADAS DE P IEDEMONTE 140
5.5.4 SUELOS DE FORMAS A LUVIALES 141
5.6 DERIVACION DE AMENAZAS NATURALES 142
5.6.1 A MENAZAS POR EROSIÓN 142
5.6.2 A MENAZA S A SOCIADOS A LITOLOGÍAS ARCILLOSAS 145
5.6.3 A MENAZAS A SOCIADAS A TERRENOS CÁRSTICOS 147
5.6.4 A MENAZAS A SOCIADAS A P ROCESOS GRAVITACIONALES 148
5.6.5 A MENAZAS D ERIVADAS DE P ROCESOS FLUVIALES 153
5.6.6 D ETERMINACIÓN POR OBSERVACIÓN DE ZONAS INUNDABLES 155
5.6.7 A MENAZAS DERIVADAS DE LO SÍSMICO 156
Plan Bás ic o de O rden amiento Te rrit o rial d e l Mu n icip io de Rio ne g ro 75

LISTA DE TABLAS
Tabla 11. Anticlinales y Sinclinales 124
Tabla 12. Geoformas halladas en el espacio de Rionegro 136
Tabla 13. Tipos de roca e índices de resistencia a la erosión 144
Tabla 14. Posibilidades de generación de terremotos asociados a fallas 157
Tabla 15. Amenazas generales identificadas por mapa anexo 158

LISTA DE FIGURAS
Figura 4. Distribución de Planchas, municipio de Rionegro 97

LISTA DE FOTOGRAFÍAS
Fotografía 3. Areniscas conglomeráticas y conglomerados 110
Fotografía 4. Zona de La Tigra. La existencia de materiales calcáreos pertenecientes a las
formaciones La Luna y Umir, crea un paisaje en el cual se pierden algunos drenajes
en depresiones que se relacionan a la disolución de suelos y altas porosidades
adquiridas. 114
Fotografía No 5. Ciénagas del Espíritu Santo, en cercanías con Caño Diez. Las depresiones
del terreno, incluso por debajo del nivel de algunos ríos aledaños, ocasionan el
surgimiento de ciénagas que son alimentadas por caños y acuíferos superficiales de la
zona. 127
Fotografía 6. Abanicos 134
Fotografía 7. Suelos de formas aluviales 141

Das könnte Ihnen auch gefallen