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CAPACITACIÓN JUDICIAL

Inés Marensi

Un nuevo enfoque pedagógico


para la Capacitación Judicial en
América Latina

Introducción

La capacitación judicial...
a) ...desde el punto de vista de la concepción c) ...desde el punto de vista del diseño y la gestión
sobre la educación 1. ¿Se detectan necesidades o se relevan demandas?
1. El optimismo pedagógico 2. Algunos comportamientos recurrentes: el
2. La pretendida neutralidad del acto educativo cortoplacismo; la improvisación; la tentación a las “mo-
3. Escasa o nula preocupación por los procesos infor- das”
males de capacitación 3. Escaso impacto de los resultados de la capacita-
4. El concepto de participación asociado más a un ción en el contexto laboral
“activismo metodológico” que a un real compromiso con 4. Tendencia a mormatizar, formalizar estructuras y
la transformación procedimientos para el área. Escasa capacidad para dar
5. Profundo divorcio entre capacitación y la activi- respuesta frente a los procesos de cambio
dad de investigación
6. El curso presencial como oferta preponderante d) ... y los otros ámbitos de formación y capacitación
1. Las falencias de la formación universitaria de gra-
b) ...desde el punto de vista político – institucional do respecto al quehacer judicial
1. El aislamiento de la capacitación respecto de los 2. La expansión de la oferta de capacitación por fue-
espacios de poder dentro de la institución. Baja inciden- ra del Poder Judicial: posgrados, maestrías, cursos de
cia como espacio promotor de cambios especialización
2. Poca claridad respecto a la articulación entre la ca-
pacitación, la política de personal y la carrera judicial A modo de cierre y apertura
3. Las imágenes intra-institucionales acerca de la ca-
pacitación: beneficio al personal; recreación; castigo Bibliografía
4. Tendencia endogámica como modalidad de res-
puesta defensiva hacia “el afuera”
5. La dependencia y conformación del ámbito de ca-
pacitación: un progresivo fenómeno de atomización

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Introducción nuevo enfoque pedagógico aludido en el título. Para


ello, y a modo de esquema organizador del trabajo,
El campo de la capacitación judicial en la región presenta hemos analizado –aunque obviamente no en forma
en la última década una notoria expansión. La creación exhaustiva- la variada y compleja gama de problemas
(o recreación) de escuelas judiciales, el alcance del que presenta hoy el panorama de la capacitación
componente capacitación previsto en los proyectos de judicial en América Latina.
financiamiento y cooperación internacional para las
reformas en justicia, el creciente interés de grandes Las nuevas teorías acerca del fenómeno educativo, en
consultoras sobre el tema, la realización de congresos y particular las que refieren a la capacitación en las
otras actividades nacionales e internacionales referidos organizaciones, más nuestra experiencia en este campo –
exclusivamente a esta materia, la aparición de una nutrida y por supuesto también nuestros propios errores- han
oferta de posgrados y maestrías desde ámbitos abonado este análisis. Esperamos que resulte un aporte
universitarios, son indicadores claros de esta tendencia. para renovar la reflexión y la práctica en materia de
capacitación judicial.
Es necesario –casi urgente- enriquecer y profundizar la
reflexión acerca de la capacitación judicial para orientar
y dar sentido a esta expansión. La capacitación judicial...

Por otro lado, el escenario de transición por el que atraviesa


la mayoría de los sistemas judiciales de América Latina a) ...desde el punto de vista de la con-
demanda un nuevo rol para la capacitación: convertirse cepción sobre la educación
Un nuevo enfoque pedagógico para la Capacitación Judicial en América Latina - Inés Marensi

en una real y potente herramienta de gestión institucional,


abandonando así el papel “decorativo” que en muchos 1. El optimismo pedagógico:
casos parece caracterizarla. En contextos turbulentos, de
fuertes cambios, en definitiva, de crisis, la capacitación El concepto de “optimismo pedagógico” sinteti-
además de funcionar como uno de los instrumento para za la visión de la educación como palanca y motor de
el logro de los objetivos institucionales, debe convertirse cambio, tanto social como individual. Si bien desde hace
en una estrategia que coadyuve a la definición de esos algunas décadas gran parte de la literatura pedagógica ha
objetivos. Y aquí radica su nuevo protagonismo. insistido en desmontar esta relación causal tan directa y
unidimensional (poniendo en evidencia, por ejemplo, el
Lo dicho implica abandonar una concepción ingenua fracaso de la educación formal como instancia decisiva
respecto de la capacitación judicial -concepción en el acceso a “la cultura” de las capas sociales menos
generalmente disfrazada con el ropaje técnico-didáctico-, favorecidas), lo cierto es que esta concepción de la educa-
para asumir su función política. El empeño actual no ción sigue operando como presupuesto fuertemente con-
debería pasar sólo –ni siquiera principalmente- por mejorar solidado tanto en el discurso (imaginario) popular, como
la calidad intra-curso. Reducir el análisis de la en gran parte de quienes toman decisiones en ámbitos
capacitación al acontecimiento y resultados de los cursos educativos.
es reforzar el costado reproductor de la educación, debido
a que esta intervención tiene lugar en un marco Lo anterior no implica negar el peso que tie-
institucional con tradiciones, con pautas de acción y de ne la variable educación en los procesos de cambio
interacción fuertemente consolidadas. Es decir con una (cualquiera sea la dimensión que éste adquiera y el
cultura organizacional determinada y determinante. contexto desde el cual se lo propone), significa jus-
tamente asumirla como variable y desde allí conju-
Intentar desocultar y revalorizar la función política y garla necesariamente con otro conjunto de factores
estratégica de la capacitación judicial, en este contexto de a fin de promover y facilitar el cambio.
cambio y de diversificación de ofertas, es el objetivo
principal de estas páginas. En síntesis, en esto consiste el

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El error de ponderar desmesuradamente los efectos sistematización, inversión y profundidad-. La
de la acción educativa para el logro de cambios implementación de estos procesos de transforma-
trae aparejado otro problema: la simplificación del ción deposita en la capacitación muchas de las ex-
análisis respecto de la situación a cambiar. En otras pectativas de éxito.
palabras, se aplica la misma lógica pero en sentido
inverso: si la solución de los problemas viene por Haciendo un paralelismo podríamos decir que,
el camino de la educación, entonces los problemas así como están los que creen que el cambio está dado por
se originan por su carencia. la aprobación de la ley (“optimismo legal”), desde la pers-
pectiva del optimismo pedagógico, existiría la con-
Forzando más este razonamiento (si se quie- vicción de que el pasaje de los operadores por el
re, para cerrar el círculo vicioso) podríamos agre- programa de capacitación es garante del cambio.
gar otra consecuencia: la ausencia de los resulta-
dos esperados no puede menos que ser analizada En síntesis, a través del optimismo pedagógi-
desde el mismo mirador, es decir: falló la acción co se pone en evidencia una tendencia reduccionista
educativa implementada. Con lo cual se para analizar e intervenir en la realidad.
retroalimenta el circuito.

Queda claro, entonces, cómo opera este 2. La pretendida neutralidad del acto educativo
preconcepto acerca de la educación como instru-
mento privilegiado para el cambio: anticipa y re- En el ámbito de la capacitación judicial, la
duce las estrategias del cambio; limita el análisis educación se concibe –por lo menos desde el dis-
del problema y –en tanto forma parte del sistema curso formal- como un espacio ajeno a los intere-
de creencias del cual se parte- inevitablemente se ses personales, incontaminado, carente de conflic-
convierte en criterio para interpretar la experien- tos de poder, es decir, a-político.
cia (los resultados). Es decir, los fracasos, antes
que debilitar las convicciones, las refuerzan: se ne- Al desvincularlo de su carácter ideológi-
cesitan más y mejores acciones educativas. c o, el proceso de enseñanza– ap rendizaje se
concibe como una actividad técnica, objetiva,
Concretamente para el campo de la capaci- destinada a transmitir “verdades”. El positivismo
tación judicial, el optimismo pedagógico, nos sirve como doctrina general y la psicología conductista
como analizador desde el cual revisar la forma en con sus prescripciones respecto al aprendizaje
que la acción educativa se asume en dicho ámbito. han sido en gran parte responsables de esta tra-
dición educativa.
¿Cuáles serían en el ámbito judicial los indicadores
de esta concepción “optimista”? La lectura, ya sea directa Esta perspectiva obstruye y limita el análisis de
o entre líneas, de los discursos fundantes de los centros, la educación ya que saca de contexto al proceso edu-
escuelas o ámbitos similares de formación judicial, o sim- cativo, acentuando el carácter reproductor de la educa-
plemente las palabras de apertura de las actividades de ción. Reconoce sólo el plano de lo explícito, impidien-
capacitación, ponen en evidencia la fuerte convicción do el análisis acerca del contenido implícito del proce-
acerca de la acción educativa como generadora de cam- so de enseñanza – aprendizaje, es decir, todo lo que se
bios en la justicia. También lo es la insistencia en deposi- enseña y se aprende por fuera del currículo oficial.
tar en la inadecuada formación universitaria gran parte
de la culpa respecto al desempeño de los operadores del En el campo de la didáctica, las investiga-
sistema. Asimismo, los programas de capacitación ciones y teorización acerca del Currículum lo han
vinculados a los procesos de reforma por los que abierto como un área de la actividad docente que
atraviesa el sector, brindan variados ejemplos al res- supera en mucho al concepto de programa o con-
pecto. Gran parte de estas reformas incluyen como tenidos . En el acto pedagógico, además de los
estrategia para la preparación del cambio progra- contenidos y con mucha más fuerza que éstos, se
mas de capacitación –con mayor o menor grado de aprenden modelos y pautas de interacción, se

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transmiten valores, certezas y temores, lo que De esto resulta entonces que el ámbito de for-
está bien y lo que está mal, lo que es importante mación profesional por excelencia lo brinda la mis-
y lo que no. Se aprende una determinada manera ma institución (ámbito laboral), en cuanto ambien-
de posicionarse frente al conocimiento, se apren- te de modelación de prácticas y del pensamiento, de
de una deter minada manera de aprender. instrumentación de estrategias de acción técni-
co-profesionales y de desar rollo de for mas de
El currículum formal se complementa entonces interacción socio-profesionales.
con el curriculum nulo: aquellos contenidos (en
sentido amplio) sobre los que decididamente no se Ampliando aquella visión restringida, identi-
enseña; el oculto: todo aquello que se enseña y no ficamos dos fases y ámbitos principales de forma-
responde a lo formalmente acordado. La sumatoria ción de los operadores judiciales:
de todo configura finalmente el currículum real. · la preparación inicial o de grado y – con distin-
to grado de sistematización- la oferta de capa-
citación ofrecida por los centros o escuelas del
3. Escasa o nula preocupación por los proce- poder judicial y
sos informales de capacitación · la socialización profesional, que se desarrolla
en el espacio institucional, es decir en los pues-
Siguiendo la línea de lo expuesto en el punto an- tos de trabajo en los que finalmente los opera-
terior, pero situándonos ahora por fuera de los espacios dores aprenden las “reglas” del oficio.
de aprendizaje intencionalmente definidos (cursos, semi-
narios, etc), una visión restringida de la educación profe- Podríamos complejizar aún más este panora-
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sional nos remitiría a la siguiente clasificación: la univer- ma, incluyendo una fase previa a las anteriores,
sidad primero y el ámbito institucionalizado de capaci- mucho menos explicita que éstas, pero que para las
tación judicial después, son los espacios destinados a la profesiones llamadas “clásicas” no deja de tener in-
formación de los operadores judiciales, mientras que la cidencia en la configuración del modelo profesio-
institución laboral (juzgados, tribunales, fiscalías, nal: los estudiantes se acercan a la carrera con un
defensorías, etc.) se convierte en el campo de aplicación “fondo de saber” (C. Davini, 1995) acerca del rol,
de los conocimientos aprendidos. internalizado en gran medida a través de la influen-
cia del ambiente, en particular de modelos familia-
Nadie duda que esta división es abstracta y fa- res o cercanos que funcionan como referentes, que
laz. Lo llamativo es entonces que la capacitación disparan una proyección del ideal profesional. Este
judicial no incluya como objeto de estudio y cam- modelo “irracional” se va deconstruyendo y cons-
po de acción el proceso de formación que los ope- truyendo progresivamente a lo largo del pasaje del
radores reciben en el ámbito institucional en el estudiante por la carrera. Sin embargo, las investi-
que se desempeñan. gaciones de corte clínico sobre la práctica profesio-
nal han puesto en evidencia el carácter recurrente
La idea que la universidad no forma a los aboga- de este fondo de saber como guía para la acción de
dos para el trabajo judicial se ha sostenido tanto que los egresados al momento de enfrentar los prime-
parece ser a esta altura una verdad de hecho. (Sin animar- ros problemas del trabajo.
nos a rebatir por completo esta premisa, en otro punto
intentaremos cuestionarla cambiando completamente la Analizando los efectos formativos de la práctica
línea argumental de este supuesto.) laboral, puede afirmarse que la educación profesional for-
mal es una “empresa de bajo impacto” (E. Terhart,
Por otro lado, desde los ámbitos de capacitación 1987), de resultados generalmente débiles en parti-
propios del Poder Judicial tampoco existe una ofer- cular como promotor de cambio en las institucio-
ta sistemática destinada a la formación de los ope- nes laborales. El contacto progresivo con la prácti-
radores de manera que éstos se inserten en el cam- ca laboral lleva a los noveles profesionales a una
po laboral con las competencias básicas necesarias adaptación a sus estructuras (shock de la práctica).
para el desempeño profesional específico.

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Además, a través de la socialización profe- a p re n d i z a j e y c u y a e f i c a c i a , p o r s e r
sional, las personas incorporan: estrategias para cons- m ag i s t ro c é n t r i c a , d e s c a n s a e n “el poder de r e-
truir su propia carrera, para pensar sobre sus condi- querimiento del oficiante” ( J . P a l a c i o s , 1 9 9 5 ) ,
ciones de trabajo y mejorar su imagen (respecto de asentada en una estructura piramidal, funda-
sí mismos y hacia los demás); una forma particular mentada en el for malismo, la memorización y
de vincularse con la autoridad; rutinas y rituales la disciplina.
como unidades repetitivas de acción y matrices de
significados que regulan la distribución del espacio Si bien esta corriente se origina como una
y del tiempo, y determinan qué es prioritario y qué crítica a la educación del niño, pronto y
es legítimo. “Generalmente, el ingresante (al Poder justificadamente sus aportes impactan en los dife-
Judicial) está más que dispuesto a tirar por la borda rentes niveles de la enseñanza. La nueva pedagogía
todo lo que pudo haber aprendido –mal o bien- den- propone una profunda modificación de la relación
tro de las escuelas de Derecho para absorber lo más docente alumno: el papel del pedagogo no tiene
pronto posible las rutina, los trámites y los “secre- razón de ser si no es un facilitador del libre desa-
tos” de la organización a la que ingresó. El intuye - rrollo de sus alumnos.
no sin razón- que su estabilidad laboral y su éxito
dependerán mucho más de ese conocimiento y de El autogobierno es una práctica corriente
su capacidad de adaptarse a él y admitirlo como la en la Escuela Nueva pues su capacidad terapéuti-
cultura oficial.” (A. Binder, 1999) ca es muy valorada, en efecto, libera tensiones a
través de la discusión honesta, ocasiona menos
No considerar las particularidades que presenta la resentimientos que la imposición autoritaria, en-
institución laboral como ámbito de formación profesio- seña la democracia y la solidaridad.
nal, tiene para el caso de la capacitación judicial otra
connotación que merece ser planteada: los centros o es- En este marco, los métodos necesariamente
cuelas judiciales por lo general están insertos en la insti- cambian: la exposición se descarta, el alumno deja
tución laboral (Poder Judicial). Esto implica, en la con- de considerarse un sujeto pasivo para ser un sujeto
ceptualización de Bourdieu, una forma de generar el activo, la participación y la acción se convierten en
habitus profesional, garantizando la regularidad de las vías exclusivas para el aprendizaje.
prácticas y su continuidad en el tiempo.
Esta breve reseña de características de la
Escuela Nueva –que por supuesto no agota su
4. El concepto de participación asociado más programa de renovación- sirve para mostrar cómo
a un “activismo metodológico” que a un los preceptos de esta corriente pedagógica están
real compromiso con la transformación presentes hoy en las propuestas de capacitación
judicial.
El discurso pedagógico en capacitación judicial
está fuertemente influenciado por el concepto de “parti- Pero lo interesante de la corriente que veni-
cipación” en el sentido de una propuesta metodológica mos describiendo es que estuvo vinculada a un pro-
que promueva el aprender haciendo. Abandonando así yecto de cambio que superaba los
el estilo tradicional, academicista de enseñanza asocia- límites de la relación y del con-
do al ámbito universitario. texto educativo. Su propósito fue
mayor: preparar ciudadanos li-
Estas propuestas innovadoras forman parte bres, comprometidos, responsa-
de la corriente pedagógica denominada Escuela bles, para asumir y sostener un
Nueva. Surge a principios del siglo XX, aunque proyecto de vida pacífico, demo-
adquiere mayor relevancia lueg o de la Segunda crático. No es relevante aquí dis-
Guerra Mundial, como reacción a la enseñanza cutir en qué medida lo logró.
tradicional, caracterizada por el autoritarismo,
por desconocer los nexos entre motivación y

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Lamentablemente, muchos de los preceptos La división de roles y ámbitos mencionada


de la nueva pedagogía se han convertido en frases opera, en el fondo, como un obstáculo para con-
hechas, lugares comunes en el discurso educativo. vertir el espacio de trabajo en un ámbito de investi-
Con suerte alcanzan a instalarse como recurso di- gación y en consecuencia de capacitación. Se de-
dáctico vigente en los cursos, pero no logran tras- duce de esto una determinada manera de concebir
cender los límites del aula. Así, las propuestas la relación teoría – práctica.
participativas suelen caer fácilmente en un activismo
metodológico “intra–curso”, cercenando el alcance Por ejemplo: fácilmente resulta ver que hay
del concepto participación. juzgados que tienen un mejor rendimiento que
otros, que no tienen problemas de relación
En los cursos y otras actividades de capacita- interpersonal, etc., o simplemente respecto a ca-
ción judicial se intenta superar formas de trabajo y sos judiciales similares, hay diferencias (no diga-
de vinculación entre los operadores, proponiendo mos de criterio, más bien de resolución operativa,
actividades novedosas, motivantes, divertidas, administrativa) que ponen en evidencia la necesi-
abriendo canales de comunicación entre los opera- dad de revisar, reflexionar sobre la práctica y sus
dores, generando vínculos afectivos. Sin embargo, resultados concretos. Sin pensar en costosos cur-
se trata de logros que la mayoría de las veces que- sos, ¿no sería factible traducir esas prácticas en
dan en el haber de la escuela de capacitación y no conocimiento comunicable, revisable, generan-
logran trasladarse al ámbito del trabajo. Es decir, do así proyectos de investigación llevados a cabo
no impactan en el contexto laboral, tema del que por los propios operadores? ¿No sería ésta una for-
nos ocuparemos particularmente en otro punto. ma pertinente de generar evidencia empírica acer-
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ca del trabajo judicial que le permita a la capacita-


ción superar esta función ambivalente en la que
5. Profundo divorcio entre capacitación y la generalmente está instalada: o bien reproduce
actividad de investigación acríticamente rutinas o se instala en el plano del
“deber ser” alejada completamente de la compleji-
La concepción de la educación como una actividad dad que presenta la realidad laboral judicial en
neutra, objetiva, destinada a transmitir verdades, esta nuestros días?
unida a una determinada manera de producción del
conocimiento. Es decir, esta concepción sustenta
una división de roles y ámbitos: el de la producción 6. El curso como oferta preponderante
de los conocimientos (ámbito científico), el de su
transmisión / enseñanza (ámbito educativo) y el de El curso tiene un valor innegable como mo-
aplicación (la realidad). dalidad educativa. Sin embargo, teniendo en cuen-
ta lo que hemos venido planteando en los puntos
Desde este esquema, quienes trabajan con anteriores, no resulta casual que hasta el momento,
problemas prácticos no son “investigadores” respecto sea la vía casi exclusiva a través de la cual se ofrece
de su propia práctica, sino “aplicadores” de los capacitación al personal judicial.
preceptos teóricos y técnicos científicamente
elaborados. Siguiendo a D. Schön, “desde la El curso en aula es un ámbito pasible de ser
perspectiva de la racionalidad técnica, un “controlado”, refuerza la idea que para aprender es
profesional práctico competente se preocupa siempre necesario ir a “otro lugar” diferente y en lo posible
por los problemas instrumentales. Su competencia distante del trabajo. Brinda tranquilidad en tanto
profesional consiste en la aplicación de teorías y que -con alguna diferencia en el nivel de incerti-
técnicas derivadas de la investigación sistemática, dumbre según el caso- todos saben lo que en ese
preferentemente científica, a la solución de los ámbito ocurrirá y existe sobrada experiencia en los
problemas instrumentales de la práctica”. participantes acerca de la expectativa de su rol: se
reactualiza el contrato didáctico que en forma im-
plícita opera en los ámbitos educativos formales,

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regulando la conducta de los actores involucrados b) ...desde el punto de vista político
en el proceso de enseñanza - aprendizaje. -institucional

Complementando este análisis, podemos en- 1. El aislamiento de la capacitación respecto


contrar otras causas que explicarían este fenóme- de los espacios de poder dentro de la institu-
no: como difícilmente los cursos se insertan en ción. Baja incidencia como espacio promotor
una política de ascensos, de carrera, no plantean de cambios
instancias de evaluación que pongan en riesgo la
posición de los participantes. En el ambiente empresarial, se encuentra ge-
neralizado el concepto de la capacitación como
Frente al planteo del curso presencial como herramienta de gestión del “negocio”. Incluso ya es
oferta preponderante, aparece rápidamente la al- común el uso de este concepto en otros ámbitos
ter nativa de la educación a distancia. Desde lue- organizacionales, tal el caso del Poder Judicial. Este
g o que esto es una alternativa que presenta un concepto implica que dentro de las organizaciones
gran potencial pero de lo que estamos hablando la capacitación no es un fin es sí mismo sino un
no es que la actividad se realice presencialmente “medio para”. En otras palabras, es un área de ser-
o a distancia, sino que la oferta de capacitación vicios o área staff.
propong a alternativas al modelo tradicional de
transmisión de conocimientos. Se trata de reva- La interp retación más cor riente de este
lorizar aquellas actividades que, concepto posiciona a la capacitación
aunque no responden a las carac- como uno de los recursos de la orga-
terísticas clásicas de un curso, po- nización para el logro de sus objeti-
seen un gran potencial educativo vos. Los ámbitos de dirección y con-
al proponer una for ma diferente ducción definen qué se quiere lograr,
de apropiación de los conocimien- la capacitación es receptora de esa de-
tos. Por ejemplo, la producción y manda y opera en consecuencia. Si
circulación de trabajos, la sistema- bien esto es muy cierto y válido (so-
tización de actividades de investi- bre todo cuando la organización tie-
gación referidas a la propia prácti- ne en claro sus objetivos, sus políti-
ca, la org anización de “ateneos” cas, es decir, sabe adónde quiere ir -
destinados al análisis y discusión de casos. Pro- cosa que no resulta tan frecuente-), lo cierto es
puestas que, en definitiva, intentan romper des- que se tra ta de una perspectiva r eacti va de la
de adentro con una cultura del aislamiento y del capacitación.
secreto.
Una interpretación mucho menos frecuen-
La cuestión no pasa solamente por innovar te de este mismo concepto –la capacitación como
tecnológicamente (considerando este término en herramienta de gestión- es aquella que destaca
un sentido restringido, “hard”), sino por definir una su función pro-activa dentro de las organizacio-
política para la actividad de capacitación dentro nes. Esto implica asumir a la capacitación no sólo
de la organización y luego ver cuáles vías resultan como espacio para transmitir contenidos, sino
pertinentes. La capacitación a distancia puede re- también para detectar problemas –presentes pero
sultar, pensada desde una postura “equivocada”, ocultos y futuros- y colaborar con propuestas de
un instrumento aún mucho más reproductor que solución. Lo cual no es otra cosa que generar
el clásico curso. “insumos” para la definición de políticas.

Desde la primera perspectiva el centro de


capacitación se “incrusta” en la organización; la
segunda versión requiere una integración de la
capacitación en la dinámica de las decisiones políticas.

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La definición del rol que asume la capacita- 2. Poca claridad respecto a la articulación
ción como espacio institucional está muy relaciona- entre capacitación, carrera judicial y polí-
da no sólo con el tipo de organización de la cual se tica de personal
trate y con la misión a cumplir, sino también y fun-
damentalmente, con el contexto en el cual dicha La selección, ascensos, remuneraciones, escalafón,
organización está inserta (en términos empresaria- la movilidad horizontal, la evaluación del personal, la
les hablaríamos de las “condiciones del mercado”). definición de roles y funciones, la capacitación, son dife-
Es muy probable que si se trata de un contexto rentes aspectos de la carrera judicial. En otras palabras,
relativamente estable, la organización tienda a ha- conforman la política de recursos humanos de la institu-
cer más de lo mismo, en todo caso apuntará a su- ción y, por lo tanto, deben resultar acordes y funcionales
perar estándares respecto de lo que viene hacien- a la misión de dicha institución.
do. La capacitación ayudará para el logro de ese
cometido. Su función es meramente técnica. Lo que acabamos de decir –que no es otra
cosa que un principio básico para las ciencias de la
Por el contrario, si tanto la misión (en nuestro administración- resulta casi una obviedad. Pues bien,
caso, administrar justicia), la materia prima (conflictos) la pregunta es entonces ¿por qué la institución judi-
y los procesos de producción (modos de resolución) son cial está tan distante respecto de su aplicación? No
esencialmente “mutables”, sumado a -o como consecuen- es nuestra intención abordar el campo de análisis
cia de- contextos turbulentos, entonces la organización que se abre al plantear este interrogante. Sólo nos
deberá asumir el cambio como situación estable y su es- interesa en la medida que nos permite reforzar la
tructura y su modo de funcionamiento deberá adaptarse perspectiva política-institucional de la capacitación.
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a esta situación, no digamos ya para “liderar el merca-


do”, tan sólo para sobrevivir. Entre otras cosas, los resultados de la capa-
citación se ven favorecidos u obstaculizados por
No se trata que en este último contexto la capaci- un conjunto de condiciones institucionales. Toda
tación abandone su función clásica de brindar al perso- institución, más allá del discurso oficial, da seña-
nal las competencias para el trabajo, sino de ampliarlas, les concretas sobre la importancia de la capacita-
asumiendo explícitamente la dosis de mediación ción como instrumento de cambio, desarrollo y
institucional que hay contenida en toda actividad de progreso a través de esas “condiciones”. Pense-
capacitación (E. Gore, 1996). mos , por ejemplo, todo lo que nos dice acerca de
la capacitación del personal, la política de la
En contextos de cambio, si desde la capa- “dedocracia” para los nombramientos, o la anti-
citación no se trabaja políticamente, difícilmente güedad como variable clave para los ascensos. O
se logre que los aprendizajes se trasladen al tra- pensemos todo lo que sugiere la realización de
bajo. Trabajar políticamente en capacitación im- cursos en los cuales la evaluación sólo se preocu-
plica reconocer que antes de ir sobre la solución pa por recolectar la opinión de los participantes
del problema, la capacitación tiene la tarea pre- respecto de la actividad ofrecida, sin que su resul-
via de lograr que el núcleo de gente que va a tado tenga prácticamente ningún otro impacto. En
estar involucrado en el proceso tenga una visión fin, los ejemplos que ponen de manifiesto la falta
compartida del problema y acepte, aún de coherencia y de articulación abundan.
mínimamente, ciertas estrategias de resolución que
implican cambios en el trabajo, “exige una per-
ce pción compartida de los r equerimientos que 3. Las imágenes intra-institucionales acerca de
sur gen del nuevo contexto y cierto consenso r es- la capacitación: beneficio al personal; recrea-
pecto a las formas de encararlo...” (E. Gore, 1996). ción; castigo.

Desde esta perspectiva la capacitación es un espacio Una de las consecuencias de los problemas
institucional que, además de favorecer el aprendizaje como que venimos mencionando es la generación de imá-
fenómeno individual, lo convierte en organizacional. genes que –implícitamente- permiten decodificar la

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función de la capacitación en la organización. Estas La capacitación asociada al poder es otra
imágenes dan cuenta, en realidad, de una determi- versión que vale destacar y que puede analizarse
nada cultura respecto a la capacitación. desde dos ángulos: uno, supone una cuota de
poder por parte de quién “reparte” o decide quién
Es muy frecuente que cuando en la institu- se capacita. Esto se asocia a la imagen de premio,
ción no existe una política de capacitación, ésta ter- que describíamos más arriba. Si bien ser merece-
mina usándose como reconocimiento al mérito, ya dor del premio tiene su valor, nada despreciable
que usualmente las actividades de capacitación vie- es el valor que tiene poder repartirlo. El otro án-
nen asociadas a viajes, contactos personales con gulo de esta última versión está dado por el po-
otros referentes institucionales o extra-institucionales, der que presupone ser poseedor de los conoci-
etc. En fin, se la concibe como premio. mientos, sobre todo en contextos institucionales
en los cuales prevalece la incomunicación, la
La contracara de esa imagen asocia a la capacitación compartamentalización y el secreto.
con el castigo, en tanto la cultura imperante muestre
que los que reciben capacitación son los que no
sirven, los que no saben, los que se equivocan. En 4. Tendencia endogámica como modalidad de
esta línea, es muy frecuente que una actividad de respuesta defensiva hacia “el afuera”
capacitación sea el recurso al cual se echa mano
también cuando no se sabe cómo resolver los Lo que hemos venido exponiendo habla cla-
problemas (y peor aún, cuando tampoco se sabe ramente de la ausencia de una política institucional
cuál es el problema!). Lo cierto es que la capacitación “racional” respecto a capacitación. Sin embargo, al
queda asociada al desprestigio y al conflicto. focalizar nuestra atención en el funcionamiento de
los centros o escuelas judiciales, detectamos la ten-
Una variante interesante es la capacitación dencia a determinados comportamientos que bien
“porque sí”. Es el caso de una política que, dis- podrían configurar políticas puntuales en la materia.
frazada de progresista –y muchas veces imbuida
de las mejores intenciones-, define como manda- Al amparo de la filosofía “nadie mejor que un juez
to que hay que hacer capacitación. Se llega inclu- para capacitar a otro juez”, se ha instalado –sobre
so a estimar y normatizar la tasa anual de horas/ todo en los espacios de capacitación con mayor
hombre de capacitación que la organización debe desarrollo organizacional- un comportamiento
cumplir. Lo peor es que se cumple y se exhibe endogámico que regula, en gran medida, la dinámica
con orgullo dicho logro como indicador de orga- de las escuelas judiciales.
nización moderna. Los resultados de ello suelen
ser, por ejemplo, la capacitación “a piacere” , en “La noción de endogamia, pretende describir
donde a discreción se elige de una extensa lista un proceso de autosatisfacción de necesidades y de
de cursos y donde la distribución para la asisten- autorregulación institucional, produciendo un me-
cia se hace en función de la estadística. Otro ejem- canismo de relación circular e interna entre los
plo diferente al anterior (aunque perfectamente miembros de la institución y dificultando la circu-
complementario ya que muchas de estas “imáge- lación entre ésta y el contexto, con el consecuente
nes” pueden coexistir en una misma institución) aislamiento y empobrecimiento de la producción.
es el caso “ a mí me mandaron...”. Con esta frase Construidas a través del fortalecimiento de los lazos
se quiere poner en evidencia una respuesta muy primarios entre sus miembros y alimentadas por la
común cuando la capacitación es impuesta y no imagen de una “gran familia”, las relaciones
sentida como necesidad: generalmente concurre endogámicas se constituyen en progresivo sistema
aquel cuya ausencia en el lugar de trabajo pasa defensivo frente a la desconfianza hacia otras insti-
más desapercibida (difícilmente se trate del desti- tuciones particulares y/o el contexto en general. La
natario clave). endogamia funciona como capa protectora gene-
rando puntos enquistados de difícil remoción...” (C.
Davini, 1995)

Sistemas Judiciales 33
C APACITACIÓN J UDICIAL

Como se mencionó más arriba, la justificada algún resquemor, ¿no es una realidad generaliza-
pretensión de las escuelas judiciales de diferenciar- da en nuestra región que muchos profesores uni-
se de las universidades respecto de su función aca- versitarios son también jueces y funcionarios judi-
démica y su metodología de enseñanza tradicional, ciales? ¿Cómo haríamos entonces para escindir
es uno de los argumentos que explican (en el nivel estos ámbitos, si no es asumiendo que estas per-
de lo explícito) el arraigo de esta política. Lo es sonas sufren un problema de doble personali-
también el hecho que las prácticas propias del que- dad? ¿No estamos asumiendo y reforzando con
hacer judicial no son materia de estudio en la uni- esta disyuntiva una espuria división entre teoría
versidad y así (es decir, con esta política) se pre- y práctica?
tende revalorizar un conjunto de saberes prácticos
del cual son portadores los operadores judiciales. Para no irnos de tema (puesto que estába-
mos analizando esta cuestión como política
Estamos de institucional), estos planteos se abordarán con más
acuerdo. Sin embar- detalle al hablar de la formación universitaria.
go, estos planteos
no justifican la ten-
dencia endogámica, 5. La dependencia orgánico-funcional y la con-
puesto que ella con- formación del ámbito de capacitación: un pro-
lleva un riesgo (en el gresivo fenómeno de atomización
cual es muy fácil
caer) y es el de de- Más allá del grado de desarrollo institucional
Un nuevo enfoque pedagógico para la Capacitación Judicial en América Latina - Inés Marensi

venir en comporta- de este ámbito (Escuela, Centro, Área), lo que ge-


miento corporativo. neralmente se observa es su dependencia de la
Corte. En cuanto a su conformación, encontramos
Frecuentemente, al pensar este tema rápida- que están en un alto porcentaje integrados por per-
mente se polariza la cuestión. Algo así como: ¿quién sonal del Poder Judicial, preferentemente jueces
está más habilitado para capacitar a los operadores para los cargos claves, sin incluir otras profesiones
judiciales, el Poder Judicial o la Universidad? Sucede que no sea la abogacía. Es obvio que con esto se
que esta disyuntiva está anclada en un concepto res- pone más de manifiesto (o bien sería otro ángulo
tringido de la capacitación (tal como lo hemos veni- desde el cual analizar) el comportamiento
do sosteniendo en algunos puntos de arriba). Es de- endogámico.
cir, no se trata de tener que elegir entre cursos en los
cuales o bien se transmiten pautas prácticas o bien No pretendemos discutir aquí las ventajas o
se transmite pura teoría. Ni siquiera se trata de que la desventajas de esta tendencia ni ahondar en las ra-
única vía sean los cursos. Entonces, cuando se enri- zones que la explicarían. Nos interesa hacer foco
quecen las posibilidades y las modalidades de la ca- en un proceso que comienza a observarse al inte-
pacitación, resulta más fácil percibir lo inadecuado rior de la institución: la “atomización” del espacio
de la disyuntiva. Son aportes complementarios y no de capacitación.
excluyentes, sin que esta complementariedad signifi-
que exigir o pretender que cada ámbito pierda su El surgimiento de centros, unidades, inclu-
especificidad. so escuelas que se crean y dependen de los dife-
rentes órganos del Poder Judicial (la escuela de la
A esta altura parece inevitable plantear un Defensa Pública, del Ministerio Público) está muy
tema que no siempre se tiene en cuenta cuando se vinculado a la cuestión de la política institucional
discute el punto que nos ocupa: ¿no es una reali- (o su ausencia) respecto a la capacitación judicial.
dad generalizada en nuestra región que muchos Requiere, por lo tanto, que nos detengamos en su
jueces y funcionarios judiciales son también pro- análisis.
fesores universitarios? Podemos invertir la pregun-
ta, por las dudas el orden de los factores ocasione

34 Sistemas Judiciales
La atomización puede ser la resultante de una Es interesante remarcar otro aspecto que pre-
política, es decir una decisión conciente y racional, senta este fenómeno. Aún surgiendo en forma más
destinada a la descentralización, a la o menos improvisada, el resultado demostrado y la
profesionalización; que propone una estrategia para capacidad de sustentabilidad de estos espacios nor-
distribuir y administrar mejor el presupuesto asig- malmente fuerzan la instalación o, de acuerdo con
nado al área; que implica la intención de dar mayor el caso, la renovación, de la política para el área de
protagonismo a los diferentes actores respecto a sus capacitación en la institución.
necesidades de capacitación, etc.. En este caso, el
área de capacitación se configura dentro de la insti- c) ...desde el punto de vista del
tución a modo de red. Requerirá algún mecanismo diseño y la gestión
de articulación y cooperación que optimice su fun-
cionamiento y resultados. 1. ¿Se detectan necesidades o se relevan
demandas?
Otro es el caso cuando estos espacios sur-
gen como respuesta al vacío de propuestas o a la La detección de necesidades es la fase previa
inoperancia de los centros de capacitación ya crea- al diseño. Resulta así una tarea clave para orientar
dos. Esta mecánica suele estar acompañada por la la elaboración de la propuesta de capacitación. Con
existencia de otro tipo de conflicto institucional, esto no hemos dicho nada nuevo. Ahora: detectar
por ejemplo, disputas en torno a espacios de po- necesidades no es relevar las demandas de capaci-
der. Entonces, no es que la escuela de capacita- tación. Aquí tal vez convenga detenernos un poco
ción que depende de la Corte deje formalmente ya que es una equivocación que usualmente se
de considerar a defensores y fiscales (y a lo em- comete.
pleados de estos órganos, incluidos) como desti-
natarios de su actividad, ocurre que por iniciativa En primer lugar porque una demanda de ca-
propia estos órganos institucionales –por lo gene- pacitación debe ser analizada para descubrir si de-
ral el decisor de turno- generan espacios alternati- trás de ella no se esconde en realidad otro tipo de
vos. carencia que no se vincula a la falta de competen-
cias del personal para el trabajo. Tal como dijimos
Una variante más arriba, sobrados son los ejemplos que mues-
en relación a esta tran cómo se pretende solucionar a través de una
última modalidad de capacitación problemas que nada tienen que ver
atomización se ob- con la falta de preparación de las personas.
serva cuando estos
espacios surgen por Aún encontrándonos frente a una necesidad
“presión de las ba- de capacitación, es importante tener en cuenta que
ses”: los fiscales, de- casi siempre ésta viene asociada a otras demandas,
fensores, jueces, (o tales como necesidades de información, de rees-
bien un departamento judicial) definen una es- tructuración, de equipo, de espacio, etc.. “Analizar
trategia -con mayor o menor grado de sistemati- todo este conjunto de necesidades evita caer en el
zación- para organizar actividades de capacitación. error de capacitar a la gente para algo que no se
De alguna manera, esto puede asociarse a proce- podrá llevar a cabo por no haberse resuelto las otras
sos de autogestión de la capacitación. necesidades que la acompañan.” (O. Blake). La fun-
ción de la capacitación no es que el trabajo se haga,
Como es obvio, este surgimiento espontáneo es poner a las personas en condiciones de hacerlo.
–en cualquiera de sus dos versiones- puede traer
aparejado los clásicos problemas de falta de coordi-
nación, duplicación de la inversión, aumento de la
estructura y del staff.

Sistemas Judiciales 35
C APACITACIÓN J UDICIAL

Incluso, este trabajo de análisis que permite inexistente desarrollo tecnológico aplicado a la tarea
identificar si la demanda expresa realmente una de detección de necesidades, es una de las razones
necesidad de capacitación y luego cuáles otras ne- de peso para entender la falta de norte que muestra
cesidades vienen asociadas a ésta, también permi- muchas veces la oferta de capacitación en las
te realizar una evaluación en términos de costo- organizaciones y –por lo tanto- su bajo impacto.
beneficio.

El trabajo en esta primera fase no termina 2. Algunos comportamientos recurrentes: el


aquí. Técnicamente hablando, podemos identificar cortoplacismo, la improvisación, la tentación
distintos tipos de necesidades: a las modas
· Por Discrepancia, cuando el desempeño / ren-
dimiento esperado no coincide con el obteni- El título de este punto nos remite directamente al
do. tema de la planificación...o más precisamente a su
· Por Cambio, aquellas que surgen cuando se mo- ausencia. Ahora bien, plantear el problema de la
difica -en todo o en parte- la forma en que tra- ausencia o escaso desarrollo de la planificación en
dicionalmente se realiza el trabajo. materia de capacitación judicial resulta casi una
· Por Incorporación, alude a las necesidades de obviedad –y hasta pierde relevancia- si considera-
capacitación que se generan al incluir nuevas mos que lo que realmente está ausente es una pla-
tareas a las que se vienen realizando. nificación o visión general de la institución en ma-
teria de RR HH. Como venimos sosteniendo, esta es
Cada categoría implica un abordaje diferente la política que da marco y orienta el trabajo en ca-
Un nuevo enfoque pedagógico para la Capacitación Judicial en América Latina - Inés Marensi

a la hora de diseñar la estrategia de capacitación. pacitación.


Sin entrar en mayores detalles y con el sólo fin de
ilustrar lo que acabamos de afirmar, pensemos por Al hablar de planificación educativa es nece-
ejemplo que si el problema es una discrepancia, el sario distinguir las distintas instancias o niveles: el
primer empeño de quienes diseñen la capacitación nivel institucional o macro-planificación; el nivel de
será determinar si la discrepancia es percibida por área o programa y el nivel de cursos o actividades
el “discrepante”, ya que resulta muy difícil enseñar puntuales.
algo a alguien que no cree necesitar ninguna capa-
citación. O más prioritario aún, será necesario sa- Más allá de las particularidades que definen
ber si el estándar esperado -contra el cual se detec- a cada nivel, su diferenciación nos sirve para ser
ta la discrepancia- es un dato/valor conocido por más puntuales en la descripción del panorama de
todos, consensuado, impuesto e incluso adecuado. la planificación en el ámbito de la capacitación
En el ámbito judicial esto último resulta clave ya judicial. Es necesario destacar que -aunque no en
que, como dijimos, no existen estudios particulares forma homogénea- desde hace al menos una dé-
y evidencia empírica que orienten en este sentido. cada, la planificación a nivel de cursos ha tenido
bastante desarrollo, fundamentalmente desde la
Por otro lado, la estrategia a plantear será perspectiva técnica. El diseño de las actividades,
distinta si se trata de una necesidad por cambio, ya la capacitación de capacitadores, la elaboración de
que en primer lugar requiere un desaprendizaje y manuales, son indicadores de la intención de su-
normalmente esto trae aparejado los conocidos efec- perar el modo “artesanal”, intuitivo de trabajar en
tos de resistencia, boicot, incertidumbre, temor. el área.

A esta altura vale hacer una aclaración: más allá de


la perspectiva técnica desde la cual se debe trabajar
esta etapa de detección de necesidades, la misma
debe estar enmarcada “en” y estrechamente
vinculada “a” políticas generales de la institución.
La ausencia de este marco, sumado al escaso o

36 Sistemas Judiciales
Sin embargo esto no es suficiente. Una co- operados en el contexto laboral podrán ser adju-
rrecta planificación de los cursos –en términos de dicados solamente a la intervención educativa. Y
la definición de objetivos, selección de contenidos a la inversa, es altamente improbable que la no
y métodos didácticos, etc.- habla en todo caso de obtención de cambios se deba exclusivamente a
la coherencia inter na del diseño. Pero la ausencia errores de la capacitación.
de una adecuada articulación entre los distintos
niveles de planificación seguramente mostrará la Teniendo en cuenta lo que hemos venido sos-
escasa o nula coherencia exter na de las activida- teniendo acerca del panorama general que enmarca
des propuestas. a la capacitación judicial, podemos afirmar que la
evaluación de impacto es un proceso prácticamen-
Concretamente: un curso de “Administración te inexistente. El diseño pedagógico no contempla
de Tribunales”, o “Conciliación como resolución al- una estrategia que facilite la transferencia de lo
ternativa de conflictos”, y ni aprendido al ámbito del trabajo y
hablar de aquellos que apun- mucho menos para que estos cam-
tan al “Desarrollo personal”, bios se sostengan en el tiempo y
“Manejo del Stress”, ¿surgen contrarresten los efectos de la fuerza
dentro de la oferta de capaci- inercial de la costumbre. Incluir la
tación como apoyo de un pro- cuestión del impacto organizacional
yecto o política judicial/ de la acción de capacitación desde
institucional? ¿O simplemente el momento del diseño ayuda a con-
dan respuesta a un figurar escenarios deseados, vincula
relevamiento de la demanda o estrechamente la capacitación –des-
a las preferencias del decisor de el inicio del diseño de la propues-
de turno? ¿Leyendo el listado ta- con el ámbito institucional.
de cursos ofrecidos por los Centros o Escuelas de
Capacitación Judicial podemos inferir la política judi- Queda claro entonces que nuestro enfoque
cial de la institución? Las respuestas a estas pregun- acerca de la medición de impacto va más allá de la
tas son las que indican el grado de coherencia exter- cuestión del “retorno económico” –enfoque con el
na al que nos referíamos más arriba. Y esto es inde- que usualmente se asocia este tema en contextos
pendiente del cuidado puesto al diseñar el curso empresariales-. Se trata, una vez más, de remarcar
(micro-diseño) y la calidad del mismo. con esto la perspectiva política que implica el tra-
bajo en capacitación. En otros términos, si la activi-
dad de capacitación no forma parte de un proyecto
3. Escaso impacto de los resultados de la institucional, si no se tienen en cuenta las necesida-
capacitación en el contexto laboral des asociadas a las necesidades de capacitación, si
no se establecen acuerdos previos entre quienes
Uno de los mayores desafíos que presenta la están involucrados en la superación del problema;
capacitación es la medición del impacto de sus re- en síntesis: si no se visualizan (y luego se promue-
sultados en el contexto institucional. Dado que las ven) las condiciones para que las personas que se
necesidades de capacitación surgen de demandas capacitan puedan aplicar lo aprendido, entonces el
organizacionales, la medición del impacto permite resultado de la capacitación a lo sumo queda como
dar cuenta de cómo la capacitación ha influido/co- un logro individual, difícilmente se superarán los
laborado en la resolución de las necesidades problemas detectados, se alimenta el descrédito hacia
institucionales que le dieron origen. la capacitación como herramienta eficaz para el cam-
bio, se favorecen las imágenes negativas comenta-
La cuestión del “impacto” pone de relieve das más arriba, mantenemos el statu quo y des-
–una vez más- la necesidad de concebir la capa- aprovechamos una oportunidad de aprendizaje
citación como una variable integrada a otros cur- organizacional.
sos de acción, ya que difícilmente los cambios

Sistemas Judiciales 37
C APACITACIÓN J UDICIAL

4. Tendencia a normatizar, formalizar se configuran con el mismo esquema o modelo de


estructuras y procedimientos para el área. gestión que rige para las áreas operativas o áreas
Escasa capacidad para dar respuesta frente a nodales para el trabajo judicial. Por ejemplo, si bien
los procesos de cambio la inamovilidad del cargo está íntimamente asocia-
da a la función del juez , no parece que el mismo
A la hora de pensar las Escuelas Judiciales o tratamiento merezca el nombramiento del personal
Centros de Capacitación, se pone en evidencia una de estas áreas. Esto muestra un proceso isomórfico
rápida preocupación por la creación de estructuras de crecimiento estructural al interior de la institu-
y la regulación detallada de su funcionamiento. La ción que termina generando una organización
definición de cargos, jerarquías, funciones, comi- “paquidér mica” , con fuerte tendencia a las
siones, procedimientos, recursos queda cuidadosa- buropatías (Zaffaroni, 1994).
mente plasmada en estatutos y reglamentos que ri-
gen el área. Es más, en muchos casos, los desacuer- Concretamente, una consecuencia de esta
dos en este nivel de decisión demora enormemente visión organizacional para la gestión de capacita-
e, inclusive, puede hacer fracasar la puesta en mar- ción judicial es la creación de comisiones -o estruc-
cha de la iniciativa. turas similares-, caracterizadas por la
compartamentalización y la especificidad de las fun-
Asociada a ésta, aparece también temprana- ciones y tareas (detección de necesidades, planifi-
mente la preocupación por el edificio, el espacio cación, asuntos académicos, etc).
físico, la territorialidad. Exagerando un poco, po-
dríamos decir que la concreción de la capacita- Este modelo de organización del trabajo para
- Inés Marensi

ción judicial se mide fuertemente a través de la el área –que ha sido y está siendo replicado en toda
creación del Establecimiento y la aprobación del la región- es funcional a una determinada
Reglamento. concepción del diseño educativo: éste se construye
a partir de una secuencia de pasos que, con criterio
Latina

Si bien estas preocupaciones son en parte sumativo, dan como resultado “un curso”. Primero,
Latina

válidas y necesarias, la prioridad que se les asigna una comisión detecta necesidades (o como
América

habla de un modelo de gestión rígido, con marcada sosteníamos antes, se relevan demandas). La mayoría
América

tendencia a la burocratización, que pone el acento de las veces, el resultado es un listado de temas
en -y finalmente queda destinado a- administrar es- que conforman la oferta anual de capacitación.
en en

tructuras y controlar procedimientos en lugar de Luego, otra comisión, procede a la planificación de


Judicial
Judicial

gerenciar estratégicamente el saber. las actividades seleccionadas, un gran paso que


incluye: definir el objetivo del curso, selección de
Capacitación

“Las nuevas teorías sobr e or ganización po- contenidos, etc. ...Un enfoque casi taylorista para
paralalaCapacitación

nen el acento más en los pr ocesos y pr ogramas producir capacitación.


que en las estructuras y jerarquías, ... (lo cual
implica)... abandonar las concepciones burocrá- No resulta casual, entonces, que hablemos
ticas, cor porativistas para dar paso a la r ealiza- en el título de este punto de la escasa capacidad del
ción de pr ogramas con r esultados pr evisibles en ámbito de capacitación –en definitiva de la institu-
pedagógicopara

tér mino de estrategias institucionales” (Pérez Lin- ción en su conjunto- para anticiparse y responder a
enfoque pedagógico

do, 1998) los cambios.

Si bien nuestro objeto de tratamiento es el Frente a “contextos turbulentos”, contextos


espacio de capacitación judicial, no podemos dejar en los cuales el cambio parece ser la única variable
nuevo enfoque

de reconocer que muchas de las cuestiones aquí estable, la opción superadora no pasará por corre-
planteadas reflejan también la modalidad de ges- gir y perfeccionar el modelo organizacional actual.
tión que caracteriza a la institución “macro” –Poder Esto, en definitiva, no sería otra cosa que crear más
Un nuevo

Judicial- en la cual generalmente este espacio está estructuras, construir más edificios, “nombrar” más
inserto. En otra escala, las áreas staff o de servicio personal. Se trata más bien de cambiar el modelo,

38 Sistemas Judiciales
pensar una organización flexible, versátil, con es- A nuestro criterio, esta interpretación no
tructuras que se establecen y desmontan en fun- sólo es errónea, sino también nociva, ya que im-
ción de estrategias variables. El funcionamiento de pide una adecuada solución al problema que nos
las estructuras y el modelo de gestión tienen que ocupa. En primer lugar porque, en muchos ca-
ser congruentes con los fines que nos proponemos sos, al intentar hacer más “práctica” y “útil” la
y no al revés. enseñanza de la materia, el riesgo que se corre es
comenzar tempranamente el proceso de adapta-
ción del estudiante a la estructura (y cultura)
d) ... y los otros ámbitos de imperante en el ámbito laboral. En otras palabras:
formación y capacitación las recetas comienzan a socializarse desde antes
de comenzar a trabajar. Sólo para ilustrar esto úl-
1. Las falencias de la formación universitaria timo, incluimos a continuación la siguiente anéc-
de grado respecto al quehacer judicial dota: una fiscal, con larga trayectoria como do-
cente universitaria, comentó que para ayudar a
Que las escuelas de leyes o facultades de derecho sus alumnos ella les aclaraba: “ bueno, esto es lo
no forman al egresado para desempeñarse como juez, fis- que dice la teoría per o, en r ealidad, en la prácti-
cal, etc, no es más que un ángulo particular de una de- ca se hace así...”).
manda mucho más general: la formación de profesiona-
les reflexivos que puedan dar respuestas eficaces y Por otro lado, memorizar teoría no es aprender
pertinentes a los problemas de la sociedad. “La teoría y mucho menos implica aprender a teorizar.
crisis de confianza actual respecto al conocimiento Trabajar con teorías requiere procesos cognitivos
profesional se corresponde con una crisis similar en mucho más complejos que la simple memoria. Ade-
la preparación de los profesionales. Si al mundo más, aprender teoría ya sea jurídica o de cualquier
profesional se le acusa de ineficacia, a los centros otro campo social, implica necesariamente hacer
de formación de profesionales se les acusa de no referencia a la realidad concreta, social e histórica-
saber enseñar las nociones elementales de una prác- mente configurada. De tal modo que tampoco esta-
tica eficaz y ética” (D. Schon, 1992) mos de acuerdo con esta interpretación del proble-
ma porque encierra una división entre teoría y prác-
El planteo referido en el título de este punto, a tica que no compartimos.
primera vista genera un amplio consenso. De hecho, es
uno de los argumentos más potentes al que se recurre
para justificar la creación de los ámbitos de capacitación
o escuelas judiciales, en particular aquellas que muestran
un mecanismo endogámico de funcionamiento. Es tam-
bién uno de los motivos por los cuales –por lo menos
desde el discurso- la capacitación judicial intenta diferen-
ciar su oferta de la tradicional formación académica.

La interpretación más común (o por lo menos la


más escuchada) del problema de la formación universita-
ria se expresa en los siguientes términos: en la fa-
cultad se aprende pura teoría cuya aplicación es
prácticamente nula y escasamente útil en el campo
laboral.

Sistemas Judiciales 39
C APACITACIÓN J UDICIAL

Parece así que, si la solución que se propone para Sin pretender juzgar aquí la calidad, perti-
responder al problema de la enseñanza puramente nencia y resultados de estas ofertas, la diversifica-
teórica de la universidad es crear un espacio de ción de los ámbitos desde los cuales se ofrece ca-
enseñanza puramente práctica –capacitación judicial- pacitación judicial –Colegio de Abogados, Asocia-
, no hacemos otra cosa que acentuar los términos ción de empleados, ONG´s, Consultoras, Universi-
del problema. dades (públicas y privadas)- plantea, en princi-
pio, un escenario promisorio, en tanto posibilida-
des de elección y más actores preocupados por
2. La expansión de la oferta de capacitación esta temática.
por fuera del Poder Judicial: posgrados,
maestrías, cursos de especialización Si se quiere, también resulta promisorio, en
tanto puede ser visto como un llamado de atención
Con este título, más que describir un problema, para la institución judicial -en particular para el área
pretendemos plantear una situación que tal vez por ser de capacitación- respecto a la necesidad de definir
relativamente reciente no ha tenido hasta el momento el una política en esta materia, de manera que toda
análisis correspondiente. esta expansión no quede librada sólo a las decisio-
nes del marketing o a las presiones externas del
Posiblemente la situación que atraviesa el Poder mercado educativo.
Judicial nos permite inferir las razones que hacen que
la institución –o mejor dicho sus miembros- aparezcan
como potenciales clientes para este nuevo mercado en
A modo de cierre y apertura
Un nuevo enfoque pedagógico para la Capacitación Judicial en América Latina - Inés Marensi

crecimiento.

Por un lado, y en términos generales, la situación Como lo dijimos, sólo hemos pretendido apor-
muy especial respecto a la “cotización social de la tar a la discusión. Por lo tanto, más que un cierre,
judicatura...en 1997, nueve de cada diez argentinos no esperamos que estas ideas resulten una apertura.
confía en el Poder Judicial”. (N. Gagüés, 1997)
Es indudable que en esta última década
Por otro, y posiblemente como consecuencia del se ha avanzado mucho respecto a Capacitación
dato anterior, la progresiva tendencia a introducir ins- Judicial. Sería injusto no reconocer el esfuerzo
tancias de evaluación más formales –en muchos casos realizado para log rar profesionalizar el trabajo
instrumentadas a través de exámenes- como mecanismo en este campo. Pero también sabemos que aún
para la selección del personal, en particular de funciona- resta mucho por hacer.
rios y magistrados. La creación de Consejos de la Magis-
tratura viene asociada a esta tendencia. La crisis por la que atraviesa el sector Justi-
cia, más que como un obstáculo, debe ser conce-
Además, las reformas en Justicia, que por su pro- bida como una oportunidad para intervenciones
fundidad y trascendencia no sólo generan necesidad de eficientes, innovadoras y sobre todo pertinentes.
capacitación sino también la necesidad de redimensionar No se trata de insistir con modificaciones cosméti-
la estructura judicial y ,por ende, promueven la creación cas a modelos probados ni de caer en la tentación
de cargos y una gran movilidad interna. de adquirir pasivamente modelos importados.
Mucho menos creer que las nuevas tecnologías
Indudablemente, otro factor es el vacío que solucionarán por sí solas el problema. Creemos
dejan las áreas de capacitación o escuelas del que la situación es más compleja.
propio Poder Judicial.

40 Sistemas Judiciales
Tanto desde la concepción de educación, Gimeno Sacristán, J. Teoría de la enseñanza
desde el diseño y la gestión, así como desde el rol y desarrollo del curriculum. Ed. Rei Argentina, Bs.
en la dinámica institucional, la capacitación judi- As., 1986.
cial debe ser resignificada. Por ello hemos intenta- Gimeno Sacristán, J. y Pérez Gómez, A..
do ubicarla en un nuevo escenario que revalorice Comprender y transformar la enseñanza. Ed.
su función política y que permita una lectura críti- Morata. Madrid, 1993.
ca de sus procesos y resultados. Gore, Ernesto. Capacitación y desar rollo
organizacional. En: Revista de la Asociación de De-
Sabemos que es necesario contar con ma- sarrollo y Capacitación de la Argentina, Nro. 50, julio/
yor información empírica acerca de cuáles son y agosto 1999.
cómo operan realmente los mecanismos de capa- Gore, Ernesto. La educación en la empre-
citación en la institución judicial. Y creemos que sa. Ed. Granica, Barcelona, 1996.
la línea conceptual esbozada en estas páginas pue- Huberman, Susana. Cómo se forman los
de convertirse en un encuadre adecuado para orien- capacitadores. Ed. Paidós, Bs. As. 1999.
tar futuras investigaciones sobre la materia. Müller, Katherine. Capacitación Judicial ¿más
de lo mismo o cambiamos los paradigmas? En: Re-
A menos que sigamos creyendo que cuan- vista Justicia y Sociedad. PNUD, Nº 1, 1998.
do hablamos de capacitación judicial nos esta- Pain, Abraham. Capacitación Laboral. Ed
mos refiriendo simplemente a cursos... Novedades Eduactivas UBA, Bs. As., 1996.
Pain, Abraham. Cómo realizar un proyecto
de capacitación. Un enfoque de la ingeniería de la
capacitación. Ed. Granica, Barcelona, 1992.
Palacios, Jesús. La cuestión escolar. Ed.
Bibliografía Fontamara, México, 1995.
Pérez Lindo, Augusto. Políticas del conoci-
Binder, Alber to. La Refor ma Judicial en miento, educación superior y desarrollo. Editorial
América Latina . En prensa. Biblos, Bs. As., 1998.
B l a k e , O s c a r. L a c a p a c i t a c i ó n : u n r e - Sagüés, Néstor. Exposición brindada en el
c u r s o d i n a m i z a d o r d e l a s o r ga n i z a c i o n e s . E d . Panel “Naturaleza Institucional y objetivos de las
EPSO, Bs. As., 1987. Escuelas Judiciales”, en el Simposio Internacional
Blake, Oscar. Necesidades de Capacitación. Ed. sobre Formación Judicial, Salta, 1997. Editado por
Macchi, Bs. As. , 2000. la Escuela de la Magistratura de Salta.
Carr, W. y Kemmis, S.. Teoría crítica de la Schön, D. La formación de profesionales re-
enseñanza. Ed. Martinez Roca, Barcelona, 1988. flexivos. Paidós. Barcelona, 1992.
Davini, C. La formación docente en cues- Tedesco, J., Rama, G. Y Nassif, R.. El siste-
tión: política y pedagogía. Paidós. Bs. As. 1995. ma educativo en América Latina. Ed. Kapelusz, Bs.
Fernández, L. Instituciones Educativas. As., 1984.
Paidós. Colección Grupo e Instituciones. Bs. As. Zaffaroni, Eugenio. Estructuras Judiciales. Ed.
1996. Ediar, Bs. As.,1994.

Sistemas Judiciales 41

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