Universidad Central, Administración de Empresas, Pensamiento Administrativo II, Erika A.

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Ordoñez C., 27 marzo 2019

La Organización Contingente

La teoría de la contingencia indica que no hay una forma universal más correcta de

administrar una organización, sino que dependerá de los factores externos e internos del entorno

en donde se desarrolla, la cual nace a partir de una serie de investigaciones desde una perspectiva

empírica, mediante estudios realizados a un grupo determinado de empresas, para verificar

cuáles son los modelos de estructuras organizacionales más eficaces en determinados tipos de

industrias, en donde concluyeron que no hay una única y mejor forma de administrar u

organizar. Desde 1962, se inició con el desarrollo de esta teoría, en donde argumentan los

grandes autores, la importancia de que la compañía responda a situaciones contingentes que le

afecten, implementando una mejor estructura, dependiente de factores tanto internos como

expertos, como los son: el entorno, la tecnología y el tamaño de la organización. Con base en lo

anterior, a continuación se desarrollará el concepto e importancia de la estructura organizacional

y sus factores anteriormente nombrados, además como se reflejan tanto en grandes empresas

como en PYMES. Finalmente se exponen las limitaciones de esta teoría dentro del campo

organizacional.

Esta teoría surge desde los años 60, con aportes de Woodward, Burns y Stalker, Chandler,

Lawrence y Lorsh, Thomson, entre otros, los cuales contribuyeron al desarrollo del postulado

contingente, donde denominan, que no hay nada absoluto en las organizaciones o en la teoría

administrativa, ya que todo es relativo y dependen de los factores del entorno donde se

desenvuelva. El enfoque contingente explica que existe una relación funcional entre las

condiciones del ambiente y las técnicas administrativas apropiadas para el alcance eficaz de los

objetivos de la organización (Rivas, 2009).

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Como se mencionaba anteriormente, la teoría de contingencia destaca la eficiencia de las

decisiones y actividades administrativas emprendidas en una situación, en contra de cierta forma

estandarización, comprendiendo a la organización como un sistema abierto, la cual mantiene

transacciones e intercambio con su ambiente. De acuerdo con ello, la empresa para obtener el

éxito esperado debe adaptarse a ciertos factores mejorando su estructura, entre los cuales se

encuentran: tecnología, entorno y el tamaño.

Dentro de la Teoría Contingente, uno de los aspectos importantes es la estructura,

comprendida como la herramienta que le permite a una organización alcanzar sus objetivos,

mediante la construcción de un esquema o modelo que permita la interrelación e interacción de

sus elementos (Universidad Minuto de Dios, 2017). De este modo, los sociólogos Burns y

Stalker en 1961, identificaron la interrelación que existe entre la organización con el entorno,

clasificando a las organizaciones en mecanicistas y orgánicas, la estructura mecanicista

considerada como la organización rígida, reduccionista, con sistemas de comunicación

inflexible de forma vertical, de poca participación por parte de los empleados en la toma de

decisiones, y por otro lado, las estructuras orgánicas las cuales son flexibles, apoyan y favorecen

al trabajo en equipo, el flujo de comunicaciones es más abierta, menos jerárquica, hace énfasis

en criterios de desempeño, como la eficacia, adaptabilidad, sensibilidad hacia la necesidad de

cambios.

Según Covin y Slevin clasifican según su estructura a grandes y pequeñas empresas, donde

considera que la estructura mecanicista se evidencia en grandes empresas dado que son

altamente jerarquizadas e integradas verticalmente, las cuales son más efectivas en el desarrollo

en las ventas competitivas basadas en los costes (Camisón, Boronat, y Villar). Mientras que, la
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estructura orgánica se ve mayormente reflejada en las PYMES, ya que obtienen un mejor

desempeño en ambientes hostiles o dinámicos, alcanzando mejores resultados, mediante su

organización simple y comunicación informal.

Afirmando lo anterior, Camisón determina tres estructuras organizativas dentro de las

PYMES: es un modelo independiente y adaptable estableciendo estrategias de especialización,

además del alto grado de cooperación y confianza entre los integrantes de la empresa y,

finalmente el modelo de distrito industrial con un alto grado de participación ofreciendo una

flexibilidad productiva.

Complementando el precedente, Michael Porter, dentro de las estrategias competitivas

identifica el liderazgo de costes y la diferenciación, donde las grandes empresas generalmente

adoptan la estrategia del liderazgo debido a sus grandes inversiones en tecnología,

disminuyendo sus utilidades, en tanto que las PYMES implementan la diferenciación mediante

la producción de bienes o servicios enfocados a ciertos nichos de mercado, aumentando su

mercado (Camisón, Boronat, y Villar). Adicionalmente las principales ventajas estratégicas de

las pequeñas empresas son la flexibilidad, capacidad innovadora, capacidad para la generación,

gestión y acumulación de conocimiento, además de la orientación estratégica emprendedora y

el uso de prácticas organizativas de alto rendimiento.

Como bien se mencionaba, la estructura organizativa es un modelo estable en el cual se

relacionan sus elementos, mediante actividades y procesos estratégicos técnicos y operativos,

clasificadas en tres dimensiones: centralización, formalización y complejidad (Zapata, 2015).

Dentro de la centralización indica que la toma de decisiones recae o se centraliza sobre una
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persona o grupo en específico de individuos, a fin de optimizar el sistema de trabajo de una

organización o administración de una empresa (Significados.com, 2018).

Asimismo, la formalización se refiere al uso de normas en una organización, como

instructivos y procedimientos diseñados para manejar las contingencias afrontadas por la

empresa, vista como una herramienta esencial para el desarrollo del proceso de coordinación. Y

finalmente, la complejidad se refiere a los subsistemas, actividades y conjunto de partes

relacionadas en las que se agrupan los miembros de una organización, repercutiendo en otros

aspectos estructurales, como en los sistemas de comunicación, su nivel de formalización. Las

unidades en que se clasifican los miembros de la organización varían vertical y horizontalmente

(Zapata, 2015).

En principio se mencionó, como las investigaciones posteriores llevaron a concluir que

la mejor estructura para una empresa dada depende de factores contingentes, siendo los

principales: el tamaño, el entorno y la tecnología. Dentro del factor del tamaño de la

organización se deriva la diferenciación que suele haber en las funciones de una empresa

conforme al crecimiento de la misma, buscando la mayor especialización posible en el

desempeño. Según estudios de Kimberly, señala cuatro indicadores de tamaño: la capacidad

física (equipos e infraestructura), complejidad de entradas y salidas (insumos y productos o

servicios), recursos disponibles (actividad financiera) y número de trabajadores (Zapata, 2015).

En cuanto al factor de la tecnología, el cual impone los desafíos internos dentro de la

organización, representa la suma total de conocimientos sobre la manera de hacer las cosas,

incluye eventos, técnicas, diseño, producción, procesos y tareas (Koontz y Weihrich, 2004) esta

variable según los estudios realizados por los teóricos contingentes influye directamente en la
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base operativa de la empresa, la división del trabajo, conformación de jerarquías y los procesos

funcionales, los cuales varían según el tipo de organización.

Finalmente con el entorno se refiere a todo lo que rodea externamente a la organización;

como sistema abierto, la empresa mantiene transacciones e intercambio con su ambiente, lo cual

permite que todo lo que ocurre externamente en el ambiente influya internamente en lo que

sucede en su sistema. A decir verdad, el entorno no es algo que se pueda predecir, es importante

analizar el ambiente y realizar una planeación de contingencia, evaluando e innovando cada

cierto periodo de tiempo, estableciendo objetivos estratégicos (Davila, 2001). Dentro del

entorno se derivan dos clases: estable y dinámico. En el ambiente estable se caracteriza por

pocos cambios o leves y previsibles. Por el contrario, dentro del ambiente dinámico los agentes

provocan muchos cambios; lo cual demandan innovación y creatividad. Orientación externa

hacia el mercado, que exige una estructura organizacional adaptable e innovadora (Vélaz, 2013).

Con respecto a las principales limitaciones en la implementación de la teoría contingente,

en general, no es posible resolver a nivel teórico cada una de las situaciones que puedan estar

presentes dentro de las organizaciones, además que su campo de estudio es empírico y por tal

razón el desarrollo de la teoría sigue siendo incipiente y respecto a las empresas de servicios no

brinda una alternativa óptima para el mejoramiento de su estructura.

En conclusión, el enfoque contingente afirma que no existe una teoría única de organizar

y administrar que sea aplicable a todas las empresas, ya que todo depende del entorno,

tecnología y tamaño de acuerdo a su estructura. En la actualidad las estructuras organizativas de

las PYMES, enfocadas a la eficiencia y adaptabilidad son requeridas por las grandes empresas

para que sea su aliado y conseguir el éxito esperado. La mayoría de las PYMES son un ejemplo
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a seguir de acuerdo con sus ventajas competitivas, las cuales son determinantes para su

competitividad. Además concluye la importancia de comprender que de acuerdo a las múltiples

variables y factores exteriores e interiores, su determinada solución y adaptabilidad es diferente,

además de su medio ambiente dependiendo del desarrollo de sus actividades y el logro de sus

objetivos. Además de la veracidad y efectividad del líder gerencial dependen igualmente de

administración de la empresa según las variables contingentes en las que se desenvuelva su

organización.

Referencias

Davila, C. (2001). Teorías Organizacionales y Administración. Bogotá D.C.: Mc Graw Hill.

Rivas, T. L. (2009). Evolución de la teoría de la organización. Bogotá: Universidad & Empresa.
Significados.com. (22 de 3 de 2018). Significados.com. Recuperado de Qué es Centralización y
descentralización: https://www.significados.com/centralizacion-y-descentralizacion/
Universidad Minuto de Dios. (6 de 10 de 2017). Corporación Industrial Minuto de Dios. Recuperado
de https://mdc.org.co/como-definir-una-estructura-administrativa/
Vélaz, I. (8 de 4 de 2013). Tipos de entornos empresariales. Recuperado de
https://s3a2.me/2013/04/08/tipos-de-entornos-empresariales/
Zapata, R. G. (2015). El tamaño y la estructura de la organización: un estudio teórico y empírico con el
enfoque contingente. Ciencias Estratégicas, 195-205.
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