Carlos Eduardo Maciel Coria Matricula 0301104J

Examen extraordinario de “Teoría del arte I”

La importancia del artista como docente en nivel básico para una apreciación integral del arte en
futuros espectadores y artistas

Uno de los problemas que enfrenta nuestra sociedad respecto al apreciación del arte es el alejamiento
de éste de lo cotidiano. En épocas pasadas el arte era algo cotidiano, se encontraba en las casas de la
gente cuadros y obra de escultura, al asistir a sus ritos religiosos se podía apreciar a Bach, Telemann,
Vivaldi, Mozart, etc. Asi como era todo un evento importante asistir al estreno de alguna obra. Todavía
a principios del siglo pasado fue un evento importante el estreno de la obra “la consagración de la
primavera” de Stravisky.

En el nivel básico (preescolar, primaria, secundaria y hasta Bachillerato) la materia de artísticas ha sido
confinada a un mero entretenimiento por parte de administrativos, profesores (muchas veces con
formación pedagógica pero no artística) y sociedad, termina siendo entendiendo del alumno que esto
no es mas que eso, un acto de entretenimiento y desprendimiento del mundo.

Esta problemática hace del arte algo que se percibe también como algo “elevado”, solo para ciertas
élites intelectuales, económicas y sociales, confinándolo unicamente a salas de concierto, museos,
teatros, etc., y un desentendido por parte de la sociedad, pensando que el arte no tiene nada que ver con
la realidad.

Desde sus inicios el arte ha sido una manera de entender y explicar la realidad que nos rodea. No es de
extrañar que expresiones artísticas, corrientes y obras de arte cambien sus perspectivas, ideas y formas
conforme la humanidad comprende el mundo a su alrededor, tanto en lo religioso, lo político, lo
científico y lo social.

Autores como Umberto Eco han hacen referencia a esto:

La poética del barroco reacciona en el fondo ante una nueva visión del cosmos introducida
por la revolución copernicana, sugerida casi en términos figurativos por el descubrimiento
de la elipticidad de las órbitas planetarias realizado por Kepler, descubrimiento que pone en
crisis la posición privilegiada del círculo como símbolo clásico de perfección cósmica. Y,
así como la posibilidad múltiple de perspectivas del edificio barroco deja entrever esta
concepción —ya no geocéntrica y, por tanto, ya no antropocéntrica— de un universo
ampliado en dirección al infinito, también hoy, como hace el mismo Mathieu procediendo
adelante en su artículo, es posible en teoría establecer paralelos entre el advenimiento de
nuevas geometrías no euclidianas y el abandono de las formas geométricas clásicas llevado
a cabo por los fauves y por el cubismo; entre la aparición en el escenario de las
matemáticas de los números imaginarios transfinitos y de la teoría de los conjuntos y la
aparición de la pintura abstracta; entre los intentos de axiomatización de la geometría de
Hilbert y los primeros intentos del neoplasticismo y del constructivismo.
(Eco, 1962, p. 92)

Pero ¿que ocurre en la actualidad que tanto el artista como el espectador se desentienden de esta
postura?
Para empezar una de las “problemáticas” que nos ha traido la “postmodernidad”, que propone el fin de
las grandes narrativas de progreso, de toda estructura o regla y de las jerarquías verticales, es la
indefinicion, depende de cada individuo contruir su propia visión.

Pareciera que esta postura pudiera ser liberadora hasta cierto punto, o caótica, haciendo del arte algo
tan subjetivo que tendrían razón algunos en decir que es solo para ciertas élites intelectuales.
Pero entonces, ¿que hace que el arte contemporáneo pueda ser interpretado a pesar “parecer” carecer de
“sentido”?

Si entendemos el arte como un medio de comunicación, tendremos ademas de los elementos básicos 2
conceptos que nos ayudarán a solventar los problemas de interpretación: Significado e información
Eco explica:

El significado de un mensaje (y es mensaje comunicativo también la configuración

pictórica que precisamente no comunica referencias semánticas, sino una suma dada de
relaciones formales perceptibles entre sus elementos) se establece en proporción al orden, a
lo convencional y, por tanto, a la "redundancia" de la estructura. El significado es tanto más
claro e inequívoco cuanto más me atengo a reglas de probabilidad, a leyes de organización
prefijadas y reiteradas a través de la repetición de los elementos previsibles.
Recíprocamente, cuanto más improbable se hace la estructura, ambigua, imprevisible,
desordenada, tanto más aumenta la información. Información entendida, por tanto, como
posibilidad informativa, incoatividad de órdenes posibles.

En ciertas condiciones de comunicación se persiguen el significado, el orden, la obviedad;

es el caso de la comunicación de uso práctico, desde la letra al símbolo visual de
señalización de tráfico, que apuntan a ser comprendidos unívocamente sin posibilidad de
equívocos ni interpretaciones personales. En otros casos, en cambio, se persigue el valor
información, la riqueza no reducida de posibles significados. Es éste el caso de la
comunicación artística y del efecto estético, que una búsqueda en clave de información
ayuda a explicar, sin fundamentarlo, por lo demás, definitivamente.
(Eco, 1962, p. 94, 95)

Esto es claro en diferentes expresiones artísticas, como la música, donde el escucha puede identificar
diferentes elementos que le dan sentido a un discurso musical. Aún sin tener el entrenamiento musical
básico el escucha, por cuestiones culturales, identifica una cadencia cuando ésta ocurre, así como una
tonalidad menor o mayor y lo relaciona de acuerdo a sus experiencias auditivas, y que en occidente
puede decirse son generales por la predominación del sistema tonal durante los siglos anteriores en
Europa y los territorios influenciados por esta.

Ahora bien, En cuanto la música comenzó a hacer mas rápidos sus procesos de modulación, se empleo
la dodecafonía como elemento compositivo, medios electrónicos, integración del ruido como elemento
musical, nuevas afinaciones, etc., el campo de los significados se hace más denso, el mensaje se abre a
resultados diversos, la información aumenta considerablemente.

Estos procesos, así como su evolución, significado e información los estudia el artista durante su
formación. Los significados diversos que pueden tener las obras contemporáneas pueden ser mas fácil
reconocidos y explicados gracias a la interacción constante que tiene el artista con los mismos, ya sea
por ser autor, interprete, etc.
Podríamos decir que a mayor información la obra puede tornarse caótica, carente de sentido o de
forma, pero es precisamente ésta última la que nos da pauta para organizar mejor las ideas

“El ejemplo de lo Informal, como de toda obra abierta, nos llevará, pues, no a decretar la
muerte de la forma, sino a una noción más articulada del concepto de forma, la forma como
campo de posibilidades.” (Eco, 1962, p. 100)

Tomaré como ejemplo la obra “Sequenza XI” (para guitarra sola) de Luciano Berio.
En la obra hay una serie de gestos que no pertenecen a ninguna tonalidad, y parecieran no tener sentido
alguno. Pero si ponemos atención, es el desarrollo de estos gestos lo que le da forma a la obra, ya sean
notas o acordes recurrente, que se ejecutan de manera diferente, ya sea pulsados o con rasgueos así
como recursos ergonómicos de la guitarra (percusiones, armónicos, trémolos), y la reiteración de estos
hace que la forma sea mas clara, a pesar del exceso de información en la obra.

Eco, al hacer un análisis de una obra de Pollock, habla de como se relaciona el gesto con el signo, y
esto le da calidad a la forma:

Gesto y signo han encontrado aquí un equilibrio particular, irreproducible, hecho de una
feliz adhesión de los materiales inmóviles en la energía formadora, de un relacionarse
recíproco de los signos, hasta el punto de llevarnos a especificar la atención sobre ciertas
relaciones que son relaciones formales, de signos, pero al mismo tiempo relaciones de
gestos, relaciones de intenciones. Tenemos una fusión de elementos; como en la palabra
poética del versificador tradicional, se alcanza, en los momentos privilegiados, la fusión
entre sonido y significado, entre valor convencional del sonido y emoción, acento de
pronunciación. Este tipo particular de fusión es el que reconoce la cultura occidental como
característica del arte, resultado estético. Y el intérprete que, en el momento mismo en que
se abandona al juego de las relaciones libres sugeridas, vuelve continuamente al objeto para
encontrar en él las razones de la sugerencia, la maestría de la provocación, en ese momento
no goza ya sólo la propia aventura personal, sino que goza la calidad propia de la obra, su
calidad estética. Y el libre juego de las asociaciones, una vez que se reconoce como
originado por la disposición de los signos, pasa a formar parte de aquellos contenidos que
presenta la obra fundidos en su unidad, fuente de todos los dinamismos imaginativos
consiguientes. Se goza entonces (y se describe, al igual que hace cualquier intérprete de una
obra informal) la calidad de una forma, de una obra, que es abierta precisamente porque es
obra. (Eco, 1962, p. 100, 101)

En este punto, es mas comprensible que sea el artista el que pueda dotar de herramientas al estudiante
de nivel básico para una mejor comprensión de su entorno, y esto mismo lo llevará a que comprenda
mejor el arte, más allá de una mera distracción o entretenimiento, sino como una forma de explicar la
realidad a través del tiempo, y sobre todo tratar de entender su realidad, que como ya vimos, la
postmodernidad esta inmersa en las multiplicidades, en la búsqueda personal del significado de la
realidad, y de ahí que el arte postmoderno, tenga tantas posibilidades de interpretación.

Parafraseando al filósofo español Leonardo Da Jandra, quien en una parte del libro “la gramática del
tiempo” explica la diferencia entre lo que el define como “el civilizador” y “el culturizador”
(entiéndase el artista) el civilizador es aquel que se encarga de enajenar, crear tendencia, para generar
consumidores; el culturizador es aquel que muestra todas las posibilidades, para que el individuo
pueda formar su propio criterio y tomar la opción que le parezca adecuada.