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UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

SILVIO HURTADO TRUJILLO


DERECHO
29/03/2019

La historia transcurre en uno de los tres macroestados en los que se divide la


Tierra, Oceanía. Todos los habitantes tienen que seguir unas estrictas normas
impuestas por el Partido y no puede existir ningún tipo de disconformidad, ya que
es delito y mueren por ello. Muchas de las normas impiden cosas básicas, para
así controlar mejor a los individuos y no permitirles pensar por sí mismos. De
esta manera se aseguran la permanencia de su dictadura, pero aún hay algunas
personas que se dan cuenta de lo que ocurre en realidad y deben ser cogidas,
rehabilitadas y asesinadas. Al frente del Partido está el Gran Hermano, al cual
nadie ha visto en persona, pero al que todos veneran.

El protagonista, Winston Smith, es uno de esos descontentos, y que además


trabaja en el Ministerio de la Verdad, en el cual su trabajo es todo lo contrario:
cambiar los artículos de periódicos pasados en beneficio del Partido. Winston
empieza a escribir un diario en el que pone todo aquello que no puede decir, y
más adelante comienza una relación con Julia, a escondidas porque la ideología
del Partido no permite ningún signo de afectividad entre los habitantes. Juntos
intentan unirse a la Hermandad y luchar contra el Partido, pero en vez de eso
caen en una trampa de la Policía del Pensamiento.

Uno de los temas que se abordan a lo largo de la película es la libertad, y la


manipulación ya que nada es real ni siquiera el pasado, todo ha sido modificado
por el Partido en su beneficio.

Otro de los temas a tratar es el enfrentamiento desigual del individuo contra el


sistema Winston en solitario, jamás va a conseguir vencer al Gran Hermano. Sin
embargo, si se une con el resto de ciudadanos que piensen lo mismo que él, sí
podrían hacer frente al Partido e incluso vencerle. Esto también lo sabe el Gran
Hermano y por eso no está permitido que se reúnan grandes grupos, y con pocos
que sean ya está mal visto y levantan sospechas. El sexo, no era utilizado para
demostrar amor, sino que el único objetivo era la reproducción.
Para los miembros del partido las relaciones amorosas y sexuales estaban
prohibidas, pero al permitir la reproducción se aseguraba la continuidad del
partido en el poder.

El Partido es la organización a la que han de pertenecer todas las personas, a


excepción de los “proles”, que, con todo, constituyen la inmensa mayoría de la
población. Estos últimos están mantenidos en la miseria más abyecta, pero se
les entretiene de diversas formas por parte el Partido para preservarlos contentos
en su situación. Prácticamente sólo saben obedecer órdenes y se los considera
incapaces de rebelarse; se les conceden los mismos derechos que a los
animales y, de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: “a los proles
se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno”.
UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA
SILVIO HURTADO TRUJILLO
DERECHO
29/03/2019

Según Finnis, “hay un ‘bien común’ para los seres humanos puesto que la vida,
el conocimiento, la experiencia estética, la amistad, la religión y la libertad en la
razonabilidad práctica son buenos para todas y cada una de las personas. Y
cada uno de estos valores humanos es él mismo un ‘bien común’ puesto que
puede ser participado por un número inagotable de personas en una variedad
inagotable de formas o en una multiplicidad inagotable de ocasiones” .

Por tanto, si la naturaleza propia de las normas jurídicas incluye


constitutivamente la ordenación hacia el bien común, y los bienes humanos
básicos constituyen el contenido de ese bien común, resulta claro que estos
bienes básicos, considerados en su dimensión comunitaria, son los criterios de
corrección racional-práctica de las normas jurídicas.

REFERENCIAS

John M. FINNIS, Ley Natural y Derechos Naturales, trad. Cristóbal Orrego,


Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 2000, pp. 289 y ss.

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