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¿toma mucha agua?, ¿le produce dolor de cabeza el humo del transporte público?, ¿le
afecta pasar por cualquier parte de la ciudad donde haya montículos de basura sin
seleccionar y sin recolectar?
Si la respuesta a estas preguntas y a otras similares es si, déjeme decirle que estamos del
mismo lado; pero ¿Qué está haciendo para cambiar estas problemáticas? Si no tiene
respuesta a esta pregunta, déjeme decirle con todo respeto, que usted es parte del
problema. Diariamente, en cuanto al tema ambiental, el ser-humano-espiritual se
encuentra en una monotonía destinada a la autodestrucción; agentes contaminantes
como el servicio público, consumo indiscriminado de materiales no biodegradables, uso
indebido de fuentes hídricas, talas indiscriminadas dentro de la urbe y muchos factores
suicidas, han hecho que el medio ambiente entre en coma, lo hemos visto en el último
mes en Bogotá y Medellín, la pobre calidad del aire han hecho que apenas la gente
empiece a preguntarse qué hacer en cuanto al manejo ambiental de su entorno
inmediato. El llamado “pico y placa ambiental” como medida máxima para disminuir, no
frenar, la polución de nuestras ciudades es apenas una medida irrisoria a un problema del
cual se “generan más enfermedades pulmonares y cardiovasculares que el mismo
cáncer”. Como en las películas futuristas de los años 90’s, cada vez es más recurrente ver
personas con tapabocas, tanques de oxígeno y hasta mascaras anti-polución para
protegerse de ese enemigo invisible que hasta solo hace algunos años empezamos a
divisar. Creíamos que a la puerta de nuestras narices no iba a llegar el problema de la
polución, que eso era solamente de las grandes y congestionadas ciudades como Ciudad
de México, Los Ángeles o Nueva Delhi y que nosotros, por estar cerca al “pulmón del
mundo” la amazonia, estábamos blindados contra las balas del Co2, que es el que se
encuentra en mayor porcentaje en la atmosfera contaminada. ¿Es solamente la polución
el factor determinante de contaminación en mi barrio o ciudad? La respuesta es no. Los
residuos sólidos no clasificados, el mal destino o contaminación de fuentes hídricas y la
tala de árboles también suman a la ecuación de la contaminación local y mundial.
La contaminación no es solo humo, o papeles en el piso o agua con jabón o aceites de
motor, no. La contaminación y en gran parte el factor por el que contaminamos es la falta
de cultura y tal vez educación en torno a los cuidados ambientales. No nos gusta meter
un frasco de plástico vacío a la maleta, o guardar un paquete de papas inútil para botarlo
en una caneca donde se pueda reciclar, o deshacernos de los químicos por el desagüe, o
durar horas con aparatos conectados a las tomas eléctricas sin utilizarlos, nada de eso nos
importa porque no nos afecta de manera inmediata, desde pequeños y aun ahora se ve
gente arrojando basura por las ventanas de los vehículos, o quemándola porque así “ya
no va a contaminar”. En parte la culpa es nuestra por no educarnos y no exigir educación
en torno a la culturización y la apreciación del medio ambiente. Nosotros como seres
vanidosos debemos tener el carro siempre limpio, o la ropa perfectamente pulcra, oler
bien y todas las cosas que la banalidad conlleva, sin pensar que toda acción genera una
reacción, como se sabe por las leyes de Newton. Cada acto inconsciente en contra de la
naturaleza lleva a un efecto doble en el ecosistema.
Bibliografía:
- Calidad del Aire. (2/05/2018). Organización mundial de la salud. New York. EEUU
https://www.who.int/es. www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-
(outdoor)-air-quality-and-health.
- La importancia de la educación ambiental en colombia. (26/01/2015). I.ambiente. Colombia:
http://www.i-ambiente.es. www.i-ambiente.es/?q=noticias/la-importancia-de-la-educacion-
ambiental-en-colombia.
- Educación Ambiental en la Primera Infancia. Universidad de la Sabana. Bogota, Colombia:
www.unisabana.edu.co. https://www.unisabana.edu.co/programas/unidades-
academicas/facultad-de-educacion/educacion-ambiental-en-la-primera-infancia