PARQUE LINEAL ARROYO MIGUELETE

Paseo natural

La Intendencia, con la cooperación de la Junta de Andalucía y el auspicio de la Sociedad

de Arquitectos del Uruguay, realizó un concurso de anteproyectos del parque lineal
Arroyo Miguelete y ejecución de su primera etapa de obra, que se inauguró en julio de
2006. El objeto fue la reforma o construcción del parque lineal Arroyo Miguelete, entre
bulevar José Batlle y Ordóñez y avenida Millán, a ambas márgenes del arroyo. El
proyecto se concibe como una estructura urbana unitaria, con valor de equipamiento
metropolitano, y a la vez al servicio de los barrios y zonas adyacentes, en procura de un
reequilibrio socio urbano, global y zonal.

En el entorno inmediato se reconocen grandes valores desde el punto de vista histórico y testimonial, que
conforman un marco de jerarquía donde se insertará el nuevo parque.
De las 12 propuestas presentadas al concurso, fue elegido como proyecto ganador el presentado por los
arquitectos Pablo Hakas y Virginia Davies. La empresa asociada y encargada de ejecutar el proyecto es Stiler
SA. El costo de las obras asciende a la suma de $ 8.460.000.

El proyecto Parque Lineal Arroyo Miguelete valorizará las características del lugar, preservando los espacios
verdes, su vegetación y la configuración tipográfica existente. Se pretende crear espacios flexibles con diversas
posibilidades de uso, que permitan una intervención directa entre el parque y la ciudad.

Las intervenciones que se proponen son fundamentalmente de infraestructura; mobiliario y forestación, ya que
los elementos principales se encuentran presentes en el lugar: arroyo, barranco y prado.

El proyecto adopta la geometría de lugar, marcada por el arroyo, como forma de relacionarse con el paisaje. Se
busca minimizar las áreas pavimentadas y el uso de distintos tipos de materiales, con el objetivo de resaltar
los elementos naturales del lugar.

Rambla

Se propone la continuación de la rambla Francisco Lavalleja, conformando un trazo continuo que bordee el
parque. Para ello es necesario el realojo de los asentamientos existentes. La extensión de la rambla termina de
configurar la manzana entre las calles Bustamante y Guerra, Pedro Trápani y la rambla, conservando su uso
residencial. Se plantea completar la manzana con la construcción de nuevas viviendas para las familias
desalojadas.

Caminos peatonales

Habrá una senda en el nivel superior, en el borde del parque, que define el límite entre el parque y la ciudad.
En la confluencia de Bvar. Batlle y Ordóñez y Mariscal Foch estas sendas van progresivamente creciendo,
conformando un espacio boscoso donde se aloja el sector deportivo y el futuro edificio.
Un atajo existente, usado por los vecinos, delimitará la zona boscosa del área del parque. Situado sobre la cota
más alta del lugar, ofrece un paseo panorámico del parque, bajo la sombra de los árboles.

La senda en el nivel inferior, en el borde del arroyo, configura un paseo que bordea el curso de agua en toda su
extensión. Este recorrido opera como un elemento que relaciona toda la actuación a ambas márgenes del
arroyo.
Habrá una senda en el nivel intermedio, en el borde del arroyo, en la zona donde el parque se hace más ancho.
Se propone otro paseo que bordea el arroyo a lo largo de su recorrido.

Del plano del pavimento emergen asientos, como si fueran una porción de pavimentos que se elevan, creando
espacios para el descanso y el diálogo: grupos alternativos de Ybirá- pitá y Lapachos rosados ofrecen sombra y
belleza al lugar. El paseo se encuentra acotado por dos pasarelas peatonales que lo conectan con la otra
margen. Próximo a la pasarela existente, se ubica un arenero con juegos infantiles.

Habrá una sucesión de sendas transversales, rampas y escaleras, que conectan los distintos paseos.
Contribuyen a aumentar la accesibilidad y la continuidad desde el barrio.

Ciclovías

Una ciclorruta, ubicada sobre la margen Sur, conecta el parque lineal en toda su extensión, atravesando los
diferentes barrios.

La bicisenda, ubicada sobre la margen Norte, se extiende como un circuito de paseo, más relacionado a las
distintas actividades del parque. Culmina en una pista que puede ser usada también para patinaje y skate.

Zonas verdes

Se mantendrán los barrancos sobre los bordes del arroyo con su misma configuración topográfica.

Sobre la margen Sur se forma un paseo, un lugar de encuentro. El pavimento será permeable y permitirá el
crecimiento de la vegetación en los espacios menos pisados.

Dos pasarelas peatonales conectarán este paseo con el de la margen Norte.

En esta zona se plantarán alternados Ybirá-Pitá, de destacada floración amarilla y copa aparasolada y Lapacho
rosado, de importante floración y copa extendida, conformando una lectura similar en ambas riberas. Las
floraciones amarillas y rosadas se producen en verano y primavera respectivamente, provocando paisajes
diferentes a lo largo del año.

La senda del nivel intermedio y la bicisenda conforman una sucesión de jardines irregulares con arbustos y
árboles de porte mediano y follaje persistente.

Se plantarán diferentes especies de árboles: Arrayán, Pitango y Palo de Fierro. Los frutos de estas especies son
comestibles y su uso forma parte de la cultura de nuestro país. La idea de crear un “jardín nativo”, conlleva a
plantar más variedades de especies, como el Plumerillo rojo, de porte y floración interesante; el Senencio
Montevidensís, Duranta, Lantana, gramíneas locales, entre otras.

Se propone preservar el prado existente y extenderlo hasta el Bvar. Batlle y Ordóñez, en ambas márgenes. En
los vacíos existentes se plantarán Guaviyú en las proximidades del arroyo, y Anacahuitas en las zonas más
alejadas. Se trata de dos árboles emblemáticos de nuestra flora indígena: el Guaviyú, árbol de follaje
persistente, corteza naranja, brotación color canela, generosa floración amarilla – verdosa y también abundante
fructificación violeta, comestible, y la Anacahuita, representante de nuestros bosques del norte del país, con un
follaje verde claro brillante y muy fino.

En esta zona se integra la franja parquizada ubicada al otro lado de la rambla Francisco Lavalleja, donde da el
jardín de la Casa Quinta que se propone recuperar en su estado original. Esta franja se extiende sobre la
manzana contigua y remata con una plaza, que complementaría al parque en el desarrollo de otras actividades
(culturales y/o comerciales).

Próxima al puente Bvar. Batlle y Orodoñez, habrá una zona agreste, sin intervenir, que mostrará su estado
natural.

Se propone la plantación de Timbó, árbol hidrófilo, de rápido crecimiento, buena copa y follaje caduco. Se
sugiere plantar sobre los bordes conjuntos de Paja Penacho que crece naturalmente en lugares húmedos de
nuestro país. De gran valor ornamental, ayuda a crear un medio apto para la vida animal.

En este vacío, se propone una zona de arborización intensa, una barrera que aísle al parque del tráfico, proteja
las canchas deportivas y conforme una fachada vegetal, como telón de fondo al parque.

Entendida como una zona más urbana, se eligieron especies exóticas de la flora geotrópica, comunes en las
calles de nuestra ciudad.
En escala ascendente y disminuyendo en concentración hacía el futuro edificio, se propone en primera fila con
vista desde el parque, conjuntos de Catalpas y Tulipaneros, más atrás grupos de Liquidambar. De esta forma se
logran efectos de tamaño, forma y color en diferentes épocas del año: floración blanca y copa amplia y abierta
de las Catalpas, floración naranja y copa piramidal de los Tulipaneros, y follaje amarillo- rojizo en otoño de los
Liquidambar.

Se reconoce las potencialidades educativas de contar con un parque que propone la utilización de especies
indígenas respetando su hábitat, como forma de valorar nuestra flora.

Se considera además la coloración a lo largo del año, tipo de follaje, altura final, tamaño de copa y las
características fenológicas (época de floración y fructificación). Otros factores considerados fueron aromas,
perennidad del follaje, especies no “armadas” (sin espinas ni ramas que pudieran ocasionar accidentes en un
parque urbano) ni con reportes de toxicidad en sus frutos u hojas; como así también su bajo nivel de
mantenimiento y su adaptación a las características topográficas, de suelos y micro-climas del lugar.

Acondicionamiento lumínico

Analizadas las alternativas para la incorporación de la iluminación, tuvo especial importancia la atención al
problema del vandalismo.

Se propone instalar 17 columnas de 7 metros de altura, ubicadas en la zona intermedia del terreno vegetal
entre la senda peatonal del nivel intermedio y la bicisenda con la utilización de luminarias con sistemas ópticos
que aseguran el efectivo control del deslumbramiento (“cut-off”).
Distribuidas con regularidad y con una separación aproximada de 28 metros, reafirman la traza general del
planteo.

Pocos materiales

Lo reducido de los materiales empleados es consecuencia de una visión contemporánea y simplifica la

legibilidad de la intervención. Todas las sendas, mobiliarios y equipamientos están pensados para ser hechos de
hormigón, el material constructivo más común, por su alta durabilidad y su bajo mantenimiento. Ofrece,
además, diferentes formas de trabajarlo: “hormigón visto llaneado” para la senda del nivel intermedio,
“hormigón lavado para las sendas del nivel inferior y superior”, y “losetas prefabricadas” para las sendas
transversales.
Se hará un tratamiento bituminoso a los pavimentos para deportes: ciclovía, pista y cancha de básquet. En la
zona destinada al sector deportivo y el futuro edificio se colocará gravilla suelta.

La propuesta incluye los siguientes equipamientos: una cancha de bochas, una cancha de básquet, bancos
“macizos” de hormigón, bancos “simples” de hormigón, banco “lineal” de hormigón, que bordearán todo el
paseo del nivel inferior, a lo largo del arroyo, actuando como baranda de protección.

Habrá juegos infantiles ubicados en el arenero que se encuentra en uno de los extremos del paseo nivel
intermedio.

Justificación del jurado

El jurado valoró esta propuesta como la que logra un mayor equilibrio, economía de recursos y calidad
arquitectónica, con los requerimientos programáticos del sitio, constituyéndose en un aporte al desarrollo total
del Parque Lineal Arroyo Miguelete.

La propuesta resuelve el espacio del parque a través de una adecuada interpretación de las condiciones del
lugar, sacando partido para generar una sucesión de bandas paralelas al curso del arroyo, que la propuesta
califica de forma diferenciada y que ayuda a diferenciar espacios de calidad y potencialidades.