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LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD


1961-1978

Gustavo Luis Moré


5.1

La construcción del sistema democrático dominicano


Trujillo cae en mayo de 1961, dando paso a un proceso de inestabilidad política que comienza a redefi- Doble página anterior:
Corredor de acceso al edificio de la Rectoría
nirse con las elecciones ganadas por Joaquín Balaguer, 5 años más tarde. Escribe Pérez Montás: “Del en el recinto de la PUCMM en Santiago.
1971. Francisco Camarena et al.
14 de junio de 1959 al 30 de mayo de 1961, día del tiranicidio, transcurrió un tormentoso calendario de
Foto Onorio Montás.
desgracias. Ambos hechos están registrados en sendos monumentos levantados frente al mar. A partir
Vista aérea de la Plaza de la Independencia,
de 1961, la ciudad recobró su nombre y sus ciudadanos su libertad”.1 en Santo domingo. 1976-78. Rafael Tomás
Hernández y Christian Martínez.
A la muerte de Trujillo el Dr. Joaquín Balaguer ostentaba la presidencia de la República. En su compare- Foto Onorio Montás.

cencia ante la asamblea de las Naciones Unidas, en NYC el 2 de octubre de 1961, Balaguer señalaba: Atrio central del edificio de la Biblioteca
en el recinto de la PUCMM en Santiago. 1971.
“Tras la caída del hombre que personificó durante 30 años el Estado dominicano, está naciendo un esta-
Francisco Camarena et al. Foto Onorio
do de derecho. El edificio de la dictadura se ha desplomado, y sobre sus ruinas hemos empezado a edi- Montás.

ficar, con paciencia y sin alardes demagógicos, un régimen fundido en los viejos moldes que nos legaron Escultura “La Rosa de los Vientos” en la
Plaza de la Cultura, Santo Domingo, c.1973.
los fundadores de la República”. Metafórica alusión a lo que sería su vocación de constructor de la inci- Christian Martínez. Foto Ricardo Briones.

piente democracia que se inauguraría en el país pocos años más tarde. Durante este trayecto se trata de Interior del Auditorio Principal, Banco Central
de la República Dominicana. 1974.
establecer un sistema democrático, proceso iniciado por un Consejo de Estado instaurado el 1 de enero Rafael Calventi. Foto Ricardo Briones.
de 1962 con el propósito de garantizar la celebración de elecciones libres en diciembre de ese mismo año.
Éstas son ganadas por el Prof. Juan Bosch, quien es derrocado 7 meses más tarde debido, primordial- Escorzo del Monumento a la Restauración
en Capotillo. 1986. Rafael Calventi.
mente y entre otras cosas, a la orientación de su política por rumbos demasiado revolucionarios para el
Foto Onorio Montás.
status quo imperante: el fantasma de la revolución cubana transitaba clandestinamente en la geopolítica
caribeña del momento. Después del fallido intento institucional relanzado por el Triunvirato, la revolución
civil de abril del 65 intenta sin suerte retornar a Bosch al poder, provocando la segunda intervención esta-
dounidense en el siglo y la inmediata organización de las elecciones, celebradas en junio de 1966. Años
más tarde, después del combate, José Rafael Lantigua escribe: “Ahora ya los hechos estaban consuma-
dos. Abril fue sólo un grito de heroísmo, una noción de patria, un estandarte de sueños sobre la multitud,
y quizás tan sólo, una canción de protesta contra los silencios de una nación dormida”.2
Como es lógico suponer, poco se realiza en términos de obras de arquitectura en este tiempo. Es una

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Edificio originalmente realizado para etapa de transición en la que regresa al país, poco antes o poco después, un notable puñado de jóve-
el Bank of America en Santo Domingo,
hoy ocupado por el Hard Rock Cafe. 1970. nes arquitectos, tales como Eugenio Pérez Montás (1933), Roberto Bergés (1933-2006), Fred Goico
William Reid Cabral y Guillermo González.
(1936) y otros, entre los cuales un grupo importante, que ha sido identificado como parte del “Eje Italia”,3
Foto Ricardo Briones.
por haberse formado en ese país en las disciplinas del diseño, del urbanismo o de la restauración de mo-
Aeropuerto Internacional de las Américas.
1962-1968. Fred Goico. Foto Onorio Montás. numentos: Manuel Salvador –Doy– Gautier (1930), Erwin Cott (1936), Víctor Bisonó (1933), Vital García,
Conjunto del Banco Central de la República Milán Lora (1938), Leopoldo Franco (1940), César Iván Feris (1940), Esteban Prieto (1950) y Rafael Cal-
Dominicana desde el suroeste. 1974-1978.
Rafael Calventi. Foto Ricardo Briones. venti (1932),4 quien habría de incorporar, después de sus experiencias en los talleres de Marcel Breuer,
I.M. Pei y Pierre Dufeau, una nueva manera, más rigurosa, más exigente y sofisticada, de practicar la ar-
quitectura dominicana de esta primera tardomodernidad. Es justo decir, rigor, exigencia y sofisticación
demostrados también por muchos de sus coetáneos.
Reflejo de la política de la Alianza para el Progreso es el proceso de reingeniería institucional integral al
que fue sometida la estructura operativa del Estado dominicano por el Consejo de Estado. En pocos
años son creadas o transformadas la Liga Municipal Dominicana, los Ayuntamientos, el Instituto Nacio-
nal de la Vivienda (INVI), el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI). Se inician planes regula-
dores para varias ciudades, entre ellas, el de Higüey, que fue dirigido por Eugenio Pérez Montás. Se es-
tablece la Oficina de Planeamiento Urbano del Distrito Nacional, con Manuel Salvador Gautier como di-
rector, Rafael Calventi subdirector y Víctor Bisonó al frente de los estudios básicos. Esta oficina se de-
sarma a raíz del golpe de estado a Bosch en 1963. Luego sería reformada bajo otros criterios.
Uno de los hechos más sobresalientes del momento fue la consolidación del método de concursos pa-
ra la obra pública y también la privada, conformando un itinerario nunca antes conocido en el país. Vis-
ta en la distancia y en contraste con los legítimos reclamos por democratizar la práctica que han acom-
pañado a la profesión desde estos tiempos, la realidad es que en pocos años se someten a concurso
las siguientes obras:5

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En primer plano, la fachada este del Auditorio El Aeropuerto de las Américas en Punta Caucedo, ganado por Fred Goico en 1970. La conveniencia La Sede del Banco Hipotecario Dominicano, ganada por Plácido Piña a fines de los 70 y luego redise- Escorzo en picada del Edificio de Oficinas
y a la derecha al fondo, la Torres de Oficinas del Estado, mejor conocido como El Huacal,
del Banco Central de la República Dominicana. de este proyecto había sido determinada en años anteriores. ñado radicalmente. en Santo Domingo. 1970-1973.
1974. Rafael Calventi. Foto Ricardo Briones. Pedro José Borrell. Foto Onorio Montás.
Los laboratorios, dormitorios y otros edificios de la UASD, ganados por Rafael Calventi y Fred Goico en El concurso para los apartamentos de la Cancha de Polo del Hotel Embajador, ganado por Luis Des-
Maqueta original para el conjunto habitacional Hospital Regional del Este en San Pedro de
1962, conocidos como “La Ruina” entre los que frecuentan el Campus. pradel y Pedro José Borrell en 1974.
de las Canchas de Polo, en las inmediaciones Macorís. Vista aérea. c. 1982. Rafael Calventi.
del Hotel El Embajador, Santo Domingo. El edificio para el Ayuntamiento de Baní, ganado por Fred Goico en 1962 y posteriormente ejecutado El desarrollo turístico de la Playa de Najayo. Archivo Rafael Calventi.
1973-1976. Pedro José Borrell et al.
por Luis Despradel. El edificio del Ateneo de Santiago, ganado por Nelson Viñas, en 1976. Ateneo de Santiago, 1976. Nelson Viñas.
Archivo Pedro José Borrell.
Foto Gustavo Luis Moré.
El edificio de la Cruz Roja Dominicana, ganado por Cott y Gautier en 1964; proyecto no realizado. El Hipódromo, ganado por Rafael Calventi, declarado desierto.
Ing. Juan Bernal. Foto Archivo OGM.
El Concurso de Vivienda Social organizado por el CODIA,6 ganado por Rafael García. La Catedral de la Vega, ganada por Cott y Gautier en 1978, después asignada a Erwin Cott.
El Mercado de la Avenida Duarte, ganado por Rafael Calventi en 1969. La Nueva Casa Club del Country Club, ganada por Pujadas y Armenteros en 1979.
La urbanización y viviendas para la Falconbridge, dominado por Mariano Sanz entre otros concursan- No es sino hasta 1985 que el Estado dominicano promueve nuevos concursos, cada vez más esporá-
tes que también construyeron sus proyectos, en 1969. dicos, como el de la sede para la Rosario Dominicana, ganado por Moré, Marranzini y García Pecci en
El Edificio de Oficinas del Estado -Huacal-, ganado por Pedro José Borrell en 1970. 1985,7 no ejecutado, o los privados organizados por la Central de Créditos, ganados por Pedro José Bo-
El Banco Central de la República Dominicana, ganado por Rafael Calventi en 1971, terminado 3 años rrell, en 1982 y la Embajada de Italia, ganado por Eduardo Lora y Angel Giudicelli, en 1984, estos últi-
más tarde. mos no ejecutados.
La Sede del Banco Popular Dominicano, ganada por Rafael Calventi a fines de los 70, y posteriormen- Durante todo este período, la huella más notoria se advierte en el ámbito urbano, sobre todo en las ciu-
te ejecutado con otra concepción por Pedro José Borrell. dades de Santo Domingo y Santiago.
El Estadio Olímpico, ganado por Fred Goico, José Antonio Caro y Danilo Caro, en 1972. Desde su fundación en 1957, la empresa Nacional de Contrucciones –NACO– definió una exitosa ruta
El Palacio de los Deportes, ganado por ICANTROBAS, en 1972. de proyectos inmobiliarios desarrollando paulatinamente los dos millones de metros cuadrados adqui-
El Velódromo Olímpico, ganado por Haza y Pellerano, en 1972. Fue diseñado por el arquitecto colom- ridos a la familia Hernández a RD$1.60 el m2. NACO se convierte en el nuevo centro de negocios de la
biano Anderson, de Cali, en colaboración con Mariano Sanz. La propuesta de Borrell, considerada ga- ciudad capital gracias a una sabia estrategia de inversiones liderada por el Ing. Juan Bernal, con Ama-
nadora, fue desestimada ante el cúmulo de obras que manejaba al momento. ble Frómeta como arquitecto principal. A las 40 casas realizadas en 1964 le siguen otras 48 en 1965,
El edificio sede del CODIA, ganado por Pedro José Borrell en 1972. a pesar del terrible momento por el que atravesaba la economía nacional. En 1968 se construye el pri-
mer bloque de un piso en el borde oeste del Centro Comercial Plaza NACO junto a la torre del Edificio

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Maqueta del conjunto original de La Cumbre. En 1970 se fabrica el bloque este, paralelo al primero, al que se le añade un segundo pi-
Plaza NACO y el edificio La Cumbre. c.1968.
Amable Frómeta. Foto Archivo OGM. so en 1972. El bloque este incluye el modernísimo Cine Plaza, uno de los mejores proyectos de inte-
Vista aérea del conjunto urbano de Honduras. riorismo de Frómeta.
c.1968. Rafael Tomás Hernández, Hernández y
Con el éxito de la iniciativa se comienzan proyectos de mayor riesgo, como el conjunto de 8 torres mul-
Mondesí. Archivo Rafael Tomás Hernández.

Vista aérea de un conjunto de viviendas


tifamiliares dispuestas paralelamente en sentido este-oeste, construidas secuencialmente a partir de
públicas en Santo Domingo. Rafael Tomás 1975. Concebido como una unidad urbanística integral, el sector de NACO contempló una serie de ser-
Hernández, Hernández y Mondesí.
Archivo Rafael Tomás Hernández. vicios tales como: escuela –La San Judas Tadeo–, hospital –el Militar de las Fuerzas Armadas–, hotel
–el Hotel NACO 1 y el 2–, estación de policía, el Club NACO, etc. Su integración al tejido vial es posible-
mente su mayor logro a diferencia de otros desarrollos suburbanos tan comunes en esa época en otros
países.
En el dominio público, Balaguer institucionaliza la práctica de los barrios de vivienda subvencionada en
sectores marginales, política que se refleja de manera aguda en el tejido de muchas de las ciudades del
país. No hubo centro urbano que no fuera dotado de edificios multifamiliares, –como fueron comúnmen-
te llamados entonces– conjuntos provistos de la infraestructura de servicios básicos para la vida ciuda-
dana. Rafel Tomás Hernández (1932), de la firma Hernández y Mondesí, es quien lleva las riendas en los
ensayos por definir una arquitectura de mínimo costo y máxima expresión plástica, dentro de los simpli-
ficados modelos propios de esta tipología. Barrios como Honduras, Matahambre, fueron espacios de in-
teresante trazado y articulación con las tramas existentes. Las operaciones de resemantización y recua-
lificación de áreas centrales, tales como la Plaza de la Trinitaria, o eventualmente, el vertiginoso proyec-
to que alteró radicalmente la fisonomía de Santo Domingo con el nuevo eje de la principal arteria este-
oeste de la capital, la avenida 27 de Febrero, fueron también escenarios para esta arquitectura habita-
cional de acompañamiento, tan característica de estos años.

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5.2

Puesta al día de la arquitectura oficial.


Joaquín Balaguer y su política de “varilla y cemento”
Los llamados “doce años de Balaguer”, de 1966 a 1978, demarcan en el territorio dominicano una im- Sugestiva imagen del conjunto de oficinas
del Estado en Gazcue, Santo Domingo.
pronta ineludible en el desarrollo de la arquitectura y el urbanismo nacionales.8 Las obras públicas se Se aprecian el Banco Central, el “Huacal”,
la Secretaría de Finanzas (Ramón Trueba),
multiplican siguiendo la política de “varilla y cemento” del Dr. Balaguer, experimentado estadista forma-
Seguros San Rafael, la torre para Expo 70
do en la corte de Trujillo, pero con rasgos intelectuales propios. Balaguer supo escoger bien, en esta eta- (Amable Frómeta), hoy ocupada por la DGII,
entre otros edificios relevantes de la zona.
pa, a sus arquitectos. La lista de proyectos destacados es larga y abundante. Foto Onorio Montás.
Los edificios de Calventi, los edificios de los hermanos José Antonio y Danilo Caro Ginebra –hijos del maestro
moderno Caro Álvarez– tales como la Biblioteca Nacional (1971) y el Museo del Hombre Dominicano (1973); el
academicista Teatro Nacional (1973) del veterano Teófilo Carbonell; el Edificio de Oficinas del Estado, de Pedro
José Borrell (1944); el Museo de Arte Moderno (1973), de José Miniño (1945-2006); el de Historia Natural (1974),
de Héctor Tamburini, Miguel Vila (1943-2005) y Federico Fondeur; el Estadio Olímpico (1974) de Fred Goico
(1936) y muchos más, definen un nuevo paisaje urbano que acompaña a los políticamente añejos entornos tru-
jillistas con los nuevos enclaves urbanos tales como la Plaza de la Cultura, el Centro Olímpico Juan Pablo Duar-
te, el Parque Zoológico Nacional de Eugenio Pérez Montás y Manuel Valverde (1947-1988); el Parque Botánico
y la Plaza de La Trinitaria de Benjamín Paiewonsky; el Parque Mirador del Sur de Pérez Montás y Valverde,
Christian Martínez et al.; la audaz reconfiguración del eje vial de la 27 de Febrero, la realización de los ya comen-
tados edificios multifamiliares para la creciente población y muchos otros proyectos, son fundamentales para
entender la República Dominicana de hoy. Muchas de estas obras requieren ser estudiadas con detenimiento.
Balaguer produce desde su gestión varios ámbitos paralelos de acción. Mientras se armaba, por un lado,
el sistema institucional para la salvaguarda de la arquitectura histórica, por otra parte, se desarrollaba nue-
va arquitectura de calidad y se dominaba los territorios urbanos con una pasión nunca vista en la historia.
La lista descrita en el párrafo anterior es, en realidad, excluyente y limitada.
El momento inicial corresponde a una plástica de transición entre el moderno internacional de los años
50 y el brutalismo que estaba expectante a la vuelta de la esquina. Las fronteras entre la blanca raciona-
lidad de la Biblioteca Nacional (actualmente en proceso de remodelación y ampliación) y el clasicismo ex-

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Fachada frontal de la Catedral de La Vega, presionista del Museo del Hombre Dominicano se desdibujan frente a obras como el Huacal (brutalista)
realizada por Pedro Mena (1990) en base
al proyecto original de Erwin Cott (1968). o el Teatro Nacional (clasicista), para sólo citar ejemplos extremos. Es el momento de la arquitectura de
Foto Jochi Marichal.
autor, de la expresión libre resultante de la posibilidad de elección frente a las propias demandas del pro-
Museo del Hombre Dominicano,
yecto. No existe ya tal cosa como una arquitectura nacional única, capaz de expresar simbólicamente
Plaza de la Cultura en Santo Domingo. 1973.
José Antonio Caro Alvarez, José Antonio y una supuesta dominicanidad. Los sueños inspirados de Gazón, quien apenas publicaba sus proclamas
Danilo Caro Ginebra. Foto Onorio Montás.
para una arquitectura de raigambre local quince años atrás,9 parecían un siglo distantes en el tiempo.
Museo de Historia Natural, Plaza de la Cultura
en Santo Domingo, 1974. Héctor Tamburini,
Federico Fondeur y Miguel Vila. El diseño de la nueva sociedad: rutas de la modernidad
Foto Onorio Montás.

Galería, hoy Museo de Arte Moderno,


en la arquitectura dominicana
Plaza de la Cultura en Santo Domingo. 1975. La influencia de Pier Luigi Nervi y de los estructuralistas italianos del momento se hace evidente en obras
José Miniño. Foto de Onorio Montás.
como la Capilla del Orfanato de Haina (1965, el sobresaliente conjunto de la Shell/CONALCO en Santo
Domingo o la Catedral de La Vega (Cott y Gautier), esta última terminada una década más tarde por Pe-
dro Mena (1952), actuando sobre los cimientos y las muraturas del proyecto eventualmente asignado a
Cott, de evidente estilización kahniana. Incluso la obras cumbres de Calventi recurren al vocabulario del
hormigón visto y son las estructuras elevadas a su máxima expresividad poética.
La asociación de Cott y Gautier produce muchas obras de calidad, sobre todo en el universo domésti-
co. El legado del trabajo realizado por esta pareja de renombrados arquitectos va más allá del campo de
la práctica. Ambos han ocupado, sobre todo Gautier, posiciones institucionales o cargos públicos. Am-
bos han tenido una vida de entrega a la mejoría de la cultura arquitectónica dominicana.
Calventi actúa en sus años tempranos dentro de la oficina de planificación del campus de la Universidad Autó-
noma de Santo Domingo, pero es su gran talento como diseñador que le confiere la oportunidad de realizar
obras de gran calidad y vanguardismo. Inicia su carrera con la Residencia para la Embajada de Francia en la
República Dominicana (1963), síntesis de una estética corbusiana racionalista y los postulados espaciales del
organicismo, lamentablemente demolida para dar lugar a un estacionamiento comercial. El Mercado Nuevo de

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Biblioteca Nacional, Plaza de la Cultura en Detalle del altar, Capilla del Orfanato de Haina.
Santo Domingo. 1971. José Antonio Caro 1968. Cott y Gautier. Foto Onorio Montás.
Alvarez, José Antonio y Danilo Caro Ginebra.
Maqueta del proyecto original para el
Foto Onorio Montás.
concurso de la Catedral de La Vega.
Estructura de la cubierta de la Capilla del Cott y Gautier. Archivo Erwin Cott.
Orfanato de Haina. 1968. Cott y Gautier.
Maqueta para el edificio típico de Escuelas
Archivo Erwin Cott.
Públicas. Cott y Gautier, c.1970.
Conjunto Shell CONALCO, Santo Domingo. Archivo Erwin Cott.
1970. Cott y Gautier. Archivo Erwin Cott.

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Vista aérea del Estadio Olímpico la Avenida Duarte (1969), el conjunto del Banco Central de la República (1971-1978), el Palacio de los Depor- tros de la ciudad capital, donde previamente operaba una terminal de poca envergadura. Las virtudes del es- Detalle del pórtico periférico del
en Santo Domingo. 1974. Fred Goico. Estadio Olímpico, 1974. Fred Goico.
Archivo CARALVA. tes de Santiago (1979), el Monumento a la Restauración (1987) y el Hospital Regional de San Pedro de Maco- quema, basado en una barra longitudinal cubierta de una losa plegada de hormigón armado y dos satélites pa- Foto Onorio Montás.

Palacio de los Deportes de Santiago. 1978. rís son sus encargos públicos de mayor trascendencia. El volumen de la Torre del Banco Central, realizado cui- ra el movimiento de pasajeros y aeronaves, han sido evidentes hoy a más de 40 años de su concepción. En Edificios de Oficinas Seguros San Rafael.
Rafael Calventi. Foto Onorio Montás. 1978. Manuel Baquero Ricart.
dadosamente en hormigón color crema, especialmente desarrollado para el proyecto, resuelve junto al edificio Santo Domingo realiza, además, el edificio de la Clínica San Rafael de la avenida Bolívar (c.1975), los edificios
Foto Onorio Montás.
del Auditorio una manzana del sector de Gazcue, creando una sutil tensión diagonal entre las masas arquitec- para el City Bank (1967), el Banco Metropolitano, la IBM, el Hotel Continental (1978), el Banco Hipotecario Finan-
tónicas y los espacios abiertos, una novedosa solución adaptada a las circunstacias contextuales poco frecuen- ciero, etc. Su hábil manejo de los aspectos tecnológicos del proyecto no son traducidos literalmente a la estéti-
te en esos años. Valga recordar el complejo del hoy desaparecido World Trade Center, en Manhattan, también ca del mismo, evitando los exhibicionismos Hi-Tech de moda y optando a su vez por una expresión veraz y po-
organizado planimétricamente en diagonal. El edificio del Banco Central ha representado por más de tres dé- tente de la estructura. En este aspecto, sus obras cumbres siguen siendo el Aeropuerto y el Estadio Olímpico.
cadas el paradigma de la buena arquitectura dominicana de estos años, con sus interiores de alta operatividad, Manolito Baquero (1925-1981) y Gay Vega, ya establecidos, actuando intermitentemente por separado o en du-
sus finos acabados y el equipamiento totalmente controlado. Las casas del Arq. Calventi, particularmente la pla, desarrollan conjuntos turísticos y edificios de gran escala e impactante presencia urbana. Baquero constru-
Mastrolilli (1977) y su propia residencia en Bella Vista (1981), pueden ser representativas de la más sofisticada ye el edificio de oficinas de Seguros San Rafael –desarrollado siguiendo un riguroso estudio del impacto y la con-
arquitectura doméstica del período, resueltas con una admirable integración a la naturaleza, el uso del poten- secuente protección del asoleamiento en su fachada frontal hacia el poniente– y, junto a Milán Lora –quien reci-
cial espacial como definidor de ambientes internos y el sabio manejo de materiales en composiciones expresi- be el encargo–, diseña el zigzagueante volumen para el edificio del Hotel Sheraton (1977) en el Malecón. Los in-
vas, modernas y tropicales a la vez. Además, Calventi escribe un volumen pivotal que resume el estado de la teriores de los espacios públicos de esta reluciente obra tuvieron gran impacto en el momento de su inaugura-
práctica de la arquitectura dominicana en el momento. Arquitectura Contemporánea en la República Domini- ción, y fueron ejecutados con la ayuda de la diseñadora Virginia Cabral, excelente profesional del área y esposa
cana es sin lugar a dudas el más completo recuento realizado en el país hasta la fecha sobre ese tema.10 del Arq. Lora. A su prematura muerte, Baquero deja terminada la redacción del proyecto para la Clínica Yunén
En el año 1974 se realizan los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe, ocasión propicia para la ejecución del en la Avenida Bolívar, construida sin modificaciones esenciales15 años más tarde, evidenciando así la calidad
Parque Olímpico Juan Pablo Duarte, en el espacio que antes ocupaba parcialmente el aeropuerto General An- del proyectista y su capacidad de previsión. Vega demuestra también su fineza con piezas de armoniosa factu-
drews. El emplazamiento general es atribuido por algunas fuentes al Ing. García Saleta. Varios edificios de impor- ra como el Banco Nacional de la Vivienda (1975) y la Superintendencia de Seguros. En un equipo ampliado con
tante factura se destacan, principalmente el del Estadio Olímpico, diseñado por Fred Goico en la esquina no- Manuel –Tin– Polanco (1933), diseñan los edificios para la Casa Haché en Santo Domingo y Santiago (1978).
roeste del polígono. Goico se forma con Louis Kahn en Philadelphia en los años 60 y realiza, durante su produc- También en Santiago, junto a Fernando Battle, Vega ejecuta el Hospital Regional José María Cabral (1978), una
tiva carrera, un grupo de obras de gran calidad y riguroso control. Entre ellas figura el nuevo Aeropuerto de las de las instalaciones mejor logradas en esta tipología de la edilicia pública. Hoy en dia, el archivo de planos y do-
Américas, su primer proyecto ganado por concurso, convenientemente situado en Punta Caucedo a 25 kilóme- cumentos del Arq. Vega reposa catalogado en el Archivo General de la Nación. Su pequeña casa familiar en el

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Superintendencia de Seguros en Santo
Domingo. 1978. Edgardo Vega Malagón.
Foto Onorio Montás.

Edificio Haché en Santo Domingo. 1978.


Edgardo Vega Malagón, Manuel Baquero
Ricart y Manuel Polanco. Foto Onorio Montás.

Arq. Edgardo Vega Malagón.


Foto de Onorio Montás

Banco Nacional de la Vivienda,


Santo Domingo. 1975. Edgardo Vega
Malagón. Foto Ricardo Briones.

Hotel Sheraton, hoy Meliá en Santo Domingo.


1977. Millán Lora y Manuel Baquero Ricart.
Foto de Onorio Montás.

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Edificio Galerías Comerciales, Santo Domingo. Ensanche Ozama es considerada por muchos amigos de Gay y admiradores de su obra, como una de las jo- UASD, dentro del grupo de diseñadores del momento. Ganado por concurso, el Edificio de Oficinas del Estudio para un edificio de oficinas y estación
1979. Eduardo Selman. Foto Jorge Selman. de transferencias del transporte urbano, en
yas del diseño doméstico moderno dominicano. Frecuentemente asociados a este grupo de autores y con una Estado (1970), mejor conocido como “El Huacal” –obedeciendo a la costumbre de contratar “botellas” o Santo Domingo. c. 1985. Eduardo Selman.
Perspectiva del conjunto del Banco
Archivo Eduardo Selman.
Hipotecario Dominicano, hoy BHD, en Santo gran obra en el área de los interiores arquitectónicos, se destacan en este período los profesionales Felipe Goi- empleos innecesarios en los puestos públicos de la administración central– este slab brutalista refleja los
Domingo. El bloque bajo original es de Plácido Fachada norte, Casa del Río en Las Terrenas,
co (c.1920-1980) y Gianni Cavagliano (1939). Su aporte real está aún por ser documentado a fondo. postulados de la arquitectura de la época, identificada con los edificios de Paul Rudolph y con otros pa-
Piña (1979) y la Torre de Eduardo Selman Samaná. 1984. Pedro José Borrell.
(1985). Archivo Eduardo Selman. Después de haber realizado varias residencias de elegante y suave modernidad, Eduardo Selman (1941), radigmas latinoamericanos como el influyente edificio del Ministerio de Educación de Le Corbusier, Lucio Foto Gustavo Luis Moré

educado en Suiza, realiza un conjunto de residencias en condominio de gran acierto en la margen norte Costa, Oscar Niemeyer, et al. en Río de Janeiro. Su fluida planta baja y sus volúmenes esclavos de la to- Planta, Casa del Río en Las Terrenas, Samaná.
1984. Pedro José Borrell.
del nuevo Parque Mirador del Sur. Pero es su edificio para Galerías Comerciales (1979), que establece rre principal, trabajada como un paralelepípedo simple protegido por brisesoleils contra el elemento climá-
un hito en la arquitectura del momento, no sólo por constituirse como pieza urbana de potente presen- tico, elementos tan propios de la cultura latinoamericana, confieren a este edificio su particular identidad.
cia, sino por su rica estética de planos inclinados, franjas horizontales y su bien lograda gama cromática Junto a Pedro José actúa su talentoso hermano Rodolfo (1946-1978) hasta su temprano fallecimiento, en
de grises. Luego realiza la iglesia de San Judas Tadeo, el edificio de Teleantillas y el de IEMCA, la Torre una numerosa serie de hermosas casas de intrigante geometría, dispersas por los sectores de NACO y
BHD (1983), el edificio actualmente ocupado por el INVI, las Galerías Residenciales, la Torre del Parque Piantini. Borrell practica también como consultor urbano, siendo el autor de un importante estudio realiza-
(1986), e Intempo, entre muchos otros proyectos de promoción inmobiliaria, posiblemente los mejor lo- do para encauzar el desarrollo de la ciudad de Santo Domingo en 1978.11 Participa posteriormente en el
grados arquitectónicamente dentro de esta modalidad de producción. diseño de varias edificaciones y en el planeamiento del ejemplar campus de la Universidad Católica Ma-
Roberto Bergés (1933-2007) desempeña un papel protagónico como decano de la Facultad de Arqui- dre y Maestra en Santiago. Sus edificios para empresas privadas tales como la Universal de Seguros, la
tectura y Urbanismo de la UNPHU y también como autor de varias casas y edificios públicos, tales como Torre Popular, el edificio Corporativo del Grupo E. León Jimenes, el Centro Cultural Eduardo León Jimenes,
la sede del Consejo Estatal del Azúcar, de la Corporación de Empresas Estatales y del Instituto Nacional en Santiago, el Banco de Reservas de la 27 de Febrero, la Ferretería Americana y muchos otros, son pro-
del Azúcar, edificios localizados todos en el entorno gubernamental del Centro de los Héroes de la ciu- bablemente su área de excelencia más reconocida. Años más tarde desarrolla otro proyecto público: el
dad capital. Su obra se inicia con un hermoso edificio para la Joyería Di Carlo en la Calle El Conde, cu- Acuario Nacional. Éste fue resuelto por medio de una serie de pabellones abiertos, de estudiada escala y
yo interior era una de las paradas obligatorias en los recorridos por esta arteria histórica de la capital. respetuosa presencia urbana, vinculados más bien al paisaje costero caribeño que a la ciudad misma.
Posteriormente ejecuta su proyecto para la Biblioteca de la UNPHU y todo el conjunto de la Plaza de la La pequeña dimensión no le es ajena. La Casa del Río es una seductora pieza de arquitectura de made-
Salud, junto a su hijo Robertico. Esta es una de las últimas obras desarrolladas por el presidente Bala- ra absolutamente integrada a la naturaleza, montada sobre un tenaz arroyo que se entrega a las aguas
guer, aprovechando los terrenos del antiguo hipódromo Perla Antillana, en el ensanche La Fe. del Atlántico, en El Portillo, Samaná. Hoy, La Casa del Río pertenece a la familia Prieto y se encuentra
Pedro José Borrell representa a la generación emergente, producto del nuevo plan de estudios de la perfectamente conservada a pesar de haber sido realizada hace más de veinte años.

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Chase Manhattan Bank en Santo Domingo,
hoy Banco León. 1975. William Reid Cabral.
Foto Archivo Reid Cabral.

Casa Nader en el Sector Piantini, Santo


Domingo. José Manuel –Nani– Reyes. 1966.
Foto Francisco Manosalvas.

Ampliación del Chase Manhattan Bank


en Santo Domingo, hoy Banco León. 1984.
William Reid Cabral y Skidmore,
Owings and Merryll. Foto Archivo Reid Cabral.

Sede de la Asociación La Nacional de Ahorros


y Préstamos en Santo Domingo. 1980.
William Reid Cabral. Foto Onorio Montás.

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5.3

El impacto en la estructura urbana


Con el cambio de modelo político, se inicia una estrategia dual, tanto privada como pública, para aten- Vista aérea parcial del Parque Mirador del Sur,
en Santo Domingo. En primer plano
der el grave problema de demanda de infraestructura ocasionado por la espiral migratoria de la posdic- se aprecia el conjunto de la Cancha de Polo,
en las inmediaciones del Hotel Embajador,
tadura. El barrio de Los Prados es uno de los proyectos privados que alcanza notable éxito. Pablo Me-
y el incipiente desarrollo inmobiliario posterior
lla, quien se había iniciado en Puerto Rico como urbanista, propone en su ensayo de diseño urbano en de la zona. Al fondo, Metaldom y parte
de la costa capitalina del Mar Caribe.
el barrio de Los Mina (1960), un moderno asentamiento basado en la tipología de lotes y servicios en el Foto Stefano Topuntoli, 1991.
que alojó a 50,000 habitantes en 8 meses. Produce diseños para Los Pinos, Los Ríos, Los Cacicazgos,
Los Jardines e innumerables urbanizaciones, creando una serie de trazados de carácter orgánico, ínti-
mamente acoplados a la morfología del terreno, que se identifican con facilidad en la creciente cartogra-
fía de la época. Hay un texto sorprendente sobre su extenso trabajo en el Apéndice G de La Ciudad del
Ozama, obra citada del Arq. Pérez Montás.
Como hemos señalado, Rafael Tomás Hernández es uno de los protagonistas principales del período.
Es escogido por el Presidente Balaguer para la realización de un parque que habría de aprovechar los
terrenos desocupados del aeropuerto General Andrews, razón por la que visita Jamaica, México y algu-
nas ciudades de los Estados Unidos para estudiar casos similares. Su esfuerzo se concentra en dos
áreas principales: la vivienda y la urbanización pública. En esta última realiza proyectos de trascenden-
cia, tales como la urbanización de Honduras, nuevo esquema de diseño total de exitosa factura, pione-
ro en establecer propuestas de adaptación al terreno integrando tipos arquitectónicos mixtos en un con-
junto coherente y sano. A este proyecto le siguen muchos otros, como el de los edificios acompañantes
a su nuevo trazado para la avenida 27 de Febrero, el hecho de intervención urbana más trascendental
del momento. Hernández sigue actuando hasta el último minuto de manos del Presidente Balaguer. En
sus períodos de gobierno que ocupan los años 1986-1996 completa el sistema del Cinturón Verde de la
Ciudad de Santo Domingo con su importante proyecto para el Parque Mirador Norte, un sensacional pul-
món de 5 millones de metros cuadrados bordeando la margen paralela superior del Río Isabela.12
De nuevo Pérez Montás recuerda: “Hacia 1970 el proceso anotado se había consolidado en una reali-

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |305


dad tanto desde el punto de vista vecinal como vial. Nuevos vecindarios o ensanches ocuparon los te- Conjunto de edificaciones que conforman
el Parque Olímpico Juan Pablo Duarte,
rrenos de La Esperilla y Mata Hambre, así como la superficie del desaparecido aeropuerto General An- realizado por el Estado en la ocasión de los
Juegos de 1974. A la izquierda el sector de
drews. En aquella área se configuraron la avenida 27 de Febrero, la avenida John F. Kennedy y la pro-
NACO, y al fondo los terrenos del Hipódromo
longación de la avenidas Bolívar y Sarasota, que acentuaron el crecimiento hacia el oeste. Hacia el nor- Perla Antillana, en el ensanche La Fe,
y las instalaciones de la Sociedad Industrial
te se multiplicó la ocupación de los quebrados terrenos del sector Arroyo Hondo, donde surgieron, ade- Dominicana. Foto Stefano Topuntoli.
más, La Agustina, Cristo Rey, La Puya, Altos y Cerros de aquel arroyo, así como muchos otros barrios Vista aérea de la Plaza de la Cultura,
en Santo Domingo. Foto Onorio Montás.
ocupados por toda la estructura social, desde muy ricos hasta muy pobres. Estos últimos asentaron una
Vista parcial del Cementerio
población marginal en depresiones topográficas y altozanos ribereños de los ríos Isabela y Ozama, así
de la Máximo Gómez, Santo Domingo.
como arroyos y manantiales que, de haberse preservado, hubieran constituido envidiables zonas verdes Foto Stefano Topuntoli.

integradas a los indispensables recursos del patrimonio natural de toda la región”.13 Vista parcial del Parque Mirador del Este,
Santo Domingo. 1990. Al fondo
A este panorama febril de cambios sucedidos en corto tiempo, se dedican recursos tanto estatales co- el Faro a Colón. Foto Stefano Topuntoli.

mo privados. Una especie de concertación inevitable, contagiada por el clima de libertad postiranía, pa-
recía dirigir los esfuerzos.
Urbanísticamente, los grandes espacios obedecen a una misma filosofía: aprovechar los espacios dis-
ponibles heredados de la Era de Trujillo y transformarlos física y semánticamente en espacios públicos
de uso intenso y gran representatividad ciudadana. La disposición de las piezas de arquitectura no obe-
dece a patrones particularmente evidentes, sino más bien a la facilidad de actuar en el terreno siguien-
do la ruta del menor esfuerzo, tanto en la Plaza de la Cultura como en el Parque Olímpico, los dos de-
sarrollos estatales de mayor envergadura en el contexto capitalino. Los antiguos criterios del diseño ur-
bano basados en ejes integrados a la ciudad existente, ordenamientos geométricos y perspectivas mo-
numentales, como los de la UASD, la entrada monumental de Santiago y La Feria de la Paz, de 1955, se
abandonan por otro, suelto, libre, aparentemente moderno.
Los diseños paisajísticos y de espacios abiertos de Benjamín Paiewonsky han demostrado poseer

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“Catedral” de bambúes en el Parque Botánico enorme atractivo y permanencia a través del tiempo. En su trabajo del Parque Botánico Nacional se una serie de edificios habitacionales que, junto a otros dispuestos en la margen norte del parque, acom- Detalles paisajísticos del Parque Zoológico
Nacional. 1976. Benjamín Paiewonsky y Nacional, 1976. Eugenio Pérez Montás
Mamoru Matsunaga. Foto Ricardo Briones. advierte un control experto y una devoción al lugar verdaderamente admirables. Éste es, en realidad, paña a una serie de embajadas. Pedro José Borrell realiza en el conjunto de la Cancha de Polo torres de y Manuel Valverde Podestá.
Archivo Eugenio Pérez Montás.
Jardín Japonés del Parque Botánico Nacional. uno de los parques botánicos más bellos de América Latina, con sus pavimentos de ladrillo y piedra apartamentos integrados a la naturaleza del parque circundante.
1976. Benjamín Paiewonsky y Mamoru Conjunto de viviendas sociales en Santo
de río, sus sinuosos caminos y sus numerosas palmas Guanito. Mamoru Matsunaga, un singular ni- Christian Martínez (1939), arquitecto formado en Roma, hijo del ingeniero Bienvenido Martínez Brea
Matsunaga. Foto Ricardo Briones. Domingo. c. 1978. Foto Stefano Topuntoli.
pón que adopta Trujillo para entrenar a sus tropas élites en las artes marciales orientales, nos lega den- (1912), realiza algunas obras de singular impacto. Hacia 1972 termina la reestructuración del Parque In-
tro del mismo Botánico su hermoso espacio del Jardín Japonés, híbrido ejemplar de formas clásicas dependencia, polémico proyecto que demuele la hermosa glorieta de principios de siglo –atribuída a Ne-
y naturaleza tropical. El escultórico árbol de Anacahuita que domina el estanque y la bóveda de bam- chodoma– y despoja al parque de su tropical y frondosa vegetación. A pesar de este abrupto cambio de
búes continúan asombrando a los visitantes de este seductor lugar, treinta años después de su inau- carácter, el proyecto es exitoso al rescatar el baluarte de la Puerta del Conde y sus murallas conexas y
guración.14 al disponer de los restos humanos de los Padres de la Patria: Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario
El Parque Zoológico es una obra maestra de reestructuración de un territorio dilapidado, ya que en este Sánchez y Ramón Matías Mella, en un elegante y marmóreo mausoleo. Martínez ya había realizado unos
lugar, situado en uno de los codos de la ciudad en su entrega al Río Isabela, cercano a la antigua Fábri- paneles y esculturas plásticas de hermoso cromatismo, instalados en el Aeropuerto de las Américas y en
ca Dominicana de Cemento (1947), se encontraban minas de extracción de caliche, actividad que había la Biblioteca Nacional. Su obra de mayor escala es la Plaza de la Independencia, en el encuentro de las
configurado un temario de escultórica expresividad, sabiamente apropiado por sus autores, Eugenio Pé- nuevas avenidas 27 de Febrero y Luperón, espacio monumental presidido por una colosal Bandera Na-
rez Montás y el lamentablemente ido a destiempo Manuel –Manolito– Valverde (1956-1998). En él actua- cional, enmarcada por un arco de hormigón visto a la manera del de Saarinem en Saint Louis, diseño
ron otros arquitectos, como Guillermo Santoni (1936-2008), quien ejecuta la pajarera, disponiendo una que organiza en su entorno 4 edificios gubernamentales asignados al taller de Rafael Tomás Hernádez.
malla de acero de grandes dimensiones a manera de enorme e imperceptible jaula. El Parque Mirador Martínez logra, con un sólo gesto, articular el espacio de la dominicanidad del pasado y la del presente
del Sur se convirtió en el espacio lúdico de uso masivo de mayor aceptación en la ciudad de Santo Do- en dos polos opuestos del territorio en la ciudad capital.
mingo. Tres equipos fueron asignados, de este a oeste: el de Christian Martínez, el de Pérez Montás y
Valverde, y el de Rodolfo Diestch. El proyecto de este parque asume, veinte años después de su polé-
mica redacción original, las ideas del Plan Regulador de Ramón Vargas Mera para Ciudad Trujillo, el cual
disponía de un gran parque longitudinal aprovechando la presencia del farallón rocoso que se extiende
en toda su dimensión oriente-poniente sobre la ciudad de Santo Domingo. En su testero este, en los an-
tiguos terrenos de la Cancha de Polo del Hotel Embajador, se lleva a cabo un concurso para escoger

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5.4

Transición o continuidad...
Uno de los personajes más influyentes en toda la escena relativa a la obra pública es sin dudas el Ing. Plaza de la Trinitaria y entorno. Al fondo el
edificio de Pasaportes, hoy ocupado por la
Bienvenido -Bebecito- Martínez Brea. Ya durante los años de la dictadura, “Bebecito”, como es conocido Cámara de Cuentas. Santo Domingo. Benjamín
Paiewonsky, Rafael Tomás Hernández,
por todos en el ambiente político y profesional, había comenzado un trabajo tesonero y constante en la
Teófilo Carbonell et al. Foto Onorio Montás.
realización de los más variados proyectos. Actuando desde su oficina en el mismo Palacio Nacional, es él
quien acompaña los deseos más íntimos de estos dos tenaces gobernantes. Una memoria publicada en
1996, a raíz de la exposición “Legado de un Estadista” realizada por la Oficina de Ingenieros Supervisores
adscrita al Poder Ejecutivo, dirigida por el mismo Ing. Martínez, escribe: “Nacido para construir y triunfar,
Bienvenido Martínez Brea es, sin dudas, el ingeniero bajo cuya supervisión y dirección profesional se han
levantado más obras públicas, las que, distribuidas por toda la geografía nacional, satisfacen a plenitud
las necesidades de la ciudadanía con instalaciones deportivas, escuelas, edificios de oficinas guberna-
mentales, iglesias, proyectos habitacionales, centros comerciales y otros tipos de edificaciones. (...)
Nativo de San Pedro de Macorís, realiza sus estudios de Ingeniería en la Universidad de Santo Domingo, gra-
duándose en 1935. El entonces Presidente Trujillo dedica un agasajo a los egresados de esta promoción que
obtuvieron las mejores calificaciones, y entre éstos se encontraba Martínez Brea, quien logra la admiración y
simpatía del gobernante, iniciándose así una larga relación de amistad y trabajo, depositando Trujillo en él su
confianza para la construcción de importantes obras que todavía a más de 40 años continúan cumpliendo ca-
balmente sus finalidades, lo cual pone de manifiesto que se construyeron con responsabilidad y ética profe-
sional y además con visión futurista.
Entre estas obras sobresalen: El Palacio de Bellas Artes, Estadios Quisqueya, Cibao, Tetelo Vargas y los de
la Escuela Normal Presidente Trujillo, hoy Juan Pablo Duarte, y el de la Universidad de Santo Domingo. Igual-
mente construyó el recientemente desaparecido Hipódromo Perla Antillana. (...)
En razón de su vasta experiencia, lealtad y amistad con el Presidente Balaguer, retorna con él al Pala-
cio Nacional en 1966, y recae en su persona la ingente tarea de hacer realidad los más grandes sue-
ños de engrandecimiento patrio del inigualable estadista, materializados en obras que van desde mo-

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |311


dernas escuelas hasta la majestuosidad del Faro a Colón y la total desarrabalización y embellecimien- Teatro Nacional. Plaza de la Cultura
de Santo Domingo. 1974. Teófilo Carbonell.
to de la margen oriental de la ría del Ozama, magno proyecto que revaloriza el centro de la ciudad de Foto Onorio Montás.

Santo Domingo”.15 Sala de la República del Teatro Nacional.


Plaza de la Cultura de Santo Domingo. 1974.
Bebecito Martínez escribe un largo capítulo en la obra pública nacional. Su presencia es continua en el tiem-
Teófilo Carbonell. Foto Onorio Montás.
po y ubicua en el territorio, y su modo de proceder frente al manejo de la contratación para el diseño esta- Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros.
blece un patrón todavía difícil de transformar en las instituciones oficiales. Santiago, 1971. Teófilo Carbonell.
Foto Ricardo Briones.
Diplomáticamente antagónico a Brea, Teófilo Carbonell ejecuta varias obras públicas fundamentales del
período, tales como el Ayuntamiento de Santiago, el Teatro Nacional, el Gran Teatro Cibao, el edificio de
oficinas públicas llamado “El Huacalito” y, fundamentalmente, la versión definitiva del Faro a Colón, monu-
mento construido por el Presidente Balaguer para coincidir con la celebración en 1992 del V Centenario
del Descubrimiento. Su trabajo como proyectista privado en varios edificios de apartamentos en el sector

de Gazcue le valió un gran prestigio como diseñador celoso y detallista. Se cuenta que siempre quiso di-
bujar él, personalmente, sus planos arquitectónicos, sin confiarlos a otros colaboradores, como es la prác-
tica común en este oficio. Su inicio como arquitecto del Estado se lleva a cabo con la restauración de la
Casa de Caoba, residencia privada del Presidente Trujillo en las inmediaciones de San Cristobal.
Carbonell pocas veces aceptó dar conferencias sobre su obra. Fue durante la celebración de la VI Bie-
nal de Arquitectura de Santo Domingo en 1996, una de esas pocas ocasiones en que sí lo hizo. De allí
extraemos esta reveladora cita, capaz de explicar la manera tan frecuente de practicar arquitectura pú-
blica en el país: “Con ese cuidado en el detalle, en la ejecución de las obras, inicié mi ejercicio en el

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área de la vivienda, hasta que un hecho fortuito marcó mi vida profesional. Laboraba yo en la Oficina Altar de la Patria en el Parque Independencia,
Santo Domingo. Mausoleo de los Padres de la
del Ingeniero Asesor al Servicio del Presidente de la República, donde había tenido desavenencias con Patria. 1978. Restauro y obra nueva de
Christian Martínez. Foto Ricardo Briones.
el encargado. Llegó la orden del Generalísimo Trujillo para reparar su Casa de Caoba y el Director halló
Edificio de la Cámara de Cuentas,
propicia la ocasión para el desquite. Me llamó diciéndome: “Prepárese, Carbonell, que usted es el que
Santo Domingo. 1988. Diseño
va, para que se joda”. Trasladé mi residencia a San Cristóbal, a fin de permanecer en la obra cada mi- de Erwin Cott y Luis Despradel,
con Teófilo Carbonell como contratista.
nuto de labor. Tuve que instruir al personal y cada detalle se ejecutaba en mi presencia. Trujillo era un Foto Ricardo Briones.

observador acucioso y un crítico conciso, directo. Al finalizar el encargo me mandó llamar y dijo: “Ar- Arco de la Bandera Nacional en la Plaza
Independencia, Santo Domingo, 1976.
quitecto, ¿usted se atrevería a encargarse de la reparación de todas mis casas?” La respuesta fue el
Christian Martínez et al.
inicio de una colaboración profesional que se extendió hasta su muerte. Se me encargó el diseño de Foto Gustavo Luis Moré

tres asilos, uno de los cuales construí; innumerables obras de ampliación o adecuación de edificios pú- Sede del Partido Reformista en Santiago
de los Caballeros, una obra de gran
blicos y la construcción de grupos de viviendas en el Barrio de Mejoramiento Social y en el Ensanche abstracción en el panorama iconográfico
del momento. c.1974. Cuqui Batista.
Luperón, entre otros.
Foto Lowell Whipple.
La misma entrega al trabajo que me abrió el camino con Trujillo, lo hizo con el ex-Presidente Dr. Joaquín
Balaguer. Trabajaba yo en la construcción del Ayuntamiento de Santiago, hacia 1969, cuando en una vi-
sita no anunciada, el Dr. Balaguer se presentó a la fábrica al mediodía. Me encontró, manguera en ma-
no, rociando un relleno y me preguntó: “¿Usted, no come?” Yo respondí: “Señor, yo no como, lo estoy
imitando a usted”. El día de la inauguración de esa obra, me encargó el proyecto del Teatro Nacional.
Recuerdo el entusiasmo de mi esposa y amigos al felicitarme mientras yo, consciente de las dificultades
y complejidad del tema, pensaba: “Hasta aquí llegaste, Carbonell (...)”.16

314|LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |315


5.5

El proceso de restauración del patrimonio monumental de la nación


De extraordinaria visión política, el presidente Balaguer ordena en su mandato transitorio y a pocos días El Fuerte San Gil y Murallas
de Santo Domingo (1540).
del tiranicidio, la restauración de la casa del patricio Juan Pablo Duarte, iniciada por Víctor Bisonó en Al centro, el monumento
a la Independencia Financiera.
1961. La sustitución de los íconos de la dictadura se ponía en marcha y se ensayaban los actos que ha-
Tomás Auñón, 1944.
brían de ponerse en escena poco después. Foto Luis Nova.

Pocos años más tarde, una vez restituido el sistema democrático en el año de 1966, se inicia un proceso
de importante gestión institucional en el aspecto de la valorización del patrimonio arquitectónico nacional.
No sólo fueron llevados a cabo proyectos de nueva factura sino, paralelamente, las obras de restauración
de los grandes monumentos y los antiguos edificios de la Ciudad Primada y de otros sitios históricos. Es-
ta iniciativa fue realizada a través de la labor de la recién creada Oficina de Patrimonio Cultural (1967) y de
la Comisión para la Consolidación de los Monumentos de Santo Domingo en 1972, a raíz del terremoto
del 71, dirigidas por Manuel del Monte y por el venerado Don Moncito Báez López Penha, decano de los
restauradores dominicanos. Don Moncito había ya comenzado el proceso de restauro en Santo Domingo
durante la época de Trujillo, a raíz del terremoto de 1946.
El trabajo de estos pioneros dominicanos ha sido ejemplar en la escena latinoamericana y ha permitido
la revalorización de los relevantes espacios históricos del país. El programa se potencializa con la plani-
ficación racional de los recursos patrimoniales en la zona, terminado en 1967 por los arquitectos Pérez
Montás, Cott, Gautier y otros, publicado en 1973,17 y posteriormente encauzado por el Plan Regulador
de la Zona Colonial, redactado por Gautier en los 80 para la Oficina de Patrimonio Cultural, durante la
gestión del Arq. Esteban Prieto Vicioso al frente de la Oficina de Patrimonio Cultural. Estas acciones fue-
ron respaldadas con la creación y el trabajo continuo del eficiente capítulo dominicano del ICOMOS, por
la publicación del estupendo boletín Casas Reales18 y por el enérgico apoyo demostrado por las admi-
nistraciones del Dr. Joaquín Balaguer hacia la conservación de los centros históricos dominicanos, en
particular el de Santo Domingo.
Los arquitectos más renombrados de la época, interesados en el tema de la restauración arquitectónica,

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |317


Portal del Monasterio de San Francisco en fueron asignados como conservadores oficiales ad vitam de monumentos específicos. La situación re- ros trabajos notables realizados por la Oficina de Patrimonio Cultural, timoneada por Manuel del Monte Espacio conmemorativo en la Catedral
Santo Domingo. Rodrigo de Liendo, c.1521. Santiago Apóstol, Santiago de los Caballeros.
Restauro de Víctor Bisonó, 1978. sultante, vigente hasta hoy, es: Eugenio Pérez Montás y Esteban Prieto Vicioso, a la Catedral de San- Urraca. 1994. Restauro y nueva obra de Tácito
Foto Ricardo Briones. Cordero et al, esculturas de Bismarck Victoria.
to Domingo. Manuel Salvador Gautier, al Convento y Monasterio de Las Mercedes. César Iván Feris El 14 de febrero de 1987 fue cerrado para su peatonización el eje histórico de la calle El Conde. Esteban
Archivo Bismarck Victoria.
Conjunto de casas en Las Atarazanas,
Iglesias, al Convento y Monasterio de Los Dominicos. Teódulo Blanchard y Erwin Cott, al Convento de Prieto Vicioso, director de la OPC, llevó este proceso hasta la iniciativa de regularizar la sustitución de le- Ingenio de Boca de Nigua, San Cristóbal.
Santo Domingo. Restauradas por Manuel
Delmonte et al, 1968. Foto Jochy Marichal. Santa Clara. Víctor Bisonó, al Convento y Monasterio de Los Franciscanos. Christian Contín, al Hos- treros en el Centro Histórico en su conjunto, en combinación con el ADN. Restaurado por el Ing. José Ramón Báez
López Penha, 1977. La simetría del conjunto
Interior del Hotel Nicolás de Ovando, pital de San Nicolás de Bari. Teódulo Blanchard, a la Fortaleza Ozama, el Fuerte de San José y el lien- El extraordinario patrimonio republicano de las ciudades de Santiago de los Caballeros y de Puerto Pla- permitió un creativo restauro en que fue
Santo Domingo. Restaurado por la Oficina
reconstruída una mitad de la estructura y
de Patrimonio Cultural c.1970, convertido zo este de murallas monumentales. Luis Eduardo Delgado, a las Puertas de la Misericordia y los lien- ta, debió esperar una ocasión posterior. La Catedral Santiago Apóspol fue intervenida desde 1987 a
consolidada la otra. Foto Ricardo Briones.
en hotel en 1998. Foto Jochi Marichal.
zos de murallas oeste y norte. Esteban Prieto, a la Casa de Palavé. William –Billy– Reid, a la Ermita 1992, como parte de un proyecto urbanístico de transformación integral de su entorno, por los arqui- Hermosa fachada principal de la Iglesia
de San Gregorio. Rafael –Chichí– Ricart, a la Iglesia de San Carlos. Roberto Bergés, a la Iglesia del tectos Tácito Cordero y Raymundo López, al frente de un equipo de profesionales que contó con la par- de San Carlos, Santo Domingo.
Foto Ricardo Briones.
Carmen. Leopoldo Franco, al Hospital de San Lázaro. Moncito Báez se encargó del Fuerte de San ticipación destacada del artista Bismack Victoria, entre otros. Su obra escultórica para la Capilla de los
Gil, del Ingenio de Nigua y de otras obras. El Alcázar de Colón fue recuperado por el arquitecto mexi- Inmortales resume una de las intervenciones paradigmáticas de ese momento en la arquitectura domini-
cano Carlos Flores Marini después de los daños ocurridos durante la Guerra de Abril. Tanto este edificio cana, a pesar de lo polémico que resultó finalmente todo el ambicioso proceso, nunca felizmente termi-
como el Convento de los Jesuitas, convertido en Panteón Nacional, habían sido previamente reconstrui- nado. El Arq. Roberto Bergés transforma a su vez en el período de 1978 a 1982, el Parque de Puerto
dos –en el caso del primero– o acondicionados a su nuevo uso por el arquitecto español Javier Barroso Plata, devolviendo la demolida glorieta o quiosko central, reconstruído en base a documentos del nota-
en 1954-1956. ble período victoriano en esa ciudad, y la Estación Terminal de Ferrocarriles, totalmente realizada en
Fuera de la ciudad capital, José Ramón –Pusiso– Prats hizo la restauración de la Iglesia de Bayaguana; estructura metálica.
Teódulo Blanchard, la del Fuerte de San Felipe en Puerto Plata; y Manuel del Monte, la Casa de Ponce Hoy en día, el valioso patrimonio dominicano es entendido como un conjunto histórico de más de cinco
de León en Boca de Yuma. El Arq. José González dedicó sus energías al apasionante rescate de los fuer- siglos, por lo que se asumen obras relevantes del siglo XX dentro del potencial catálogo de monumen-
tes y ruinas de La Vega Vieja, donde existe una ciudad entera aún por descubrir. tos nacionales. La defensa de este relevante inventario de espacios y obras se ha ampliado hasta con-
Este sistema de asignación ha demostrado ser provechoso, lográndose con él una especie de celo pa- tar con el respaldo de varias instituciones profesionales privadas, como en el caso del ICOMOS, CARI-
ternal permanente, capaz de mantener el ojo avizor sobre estas importantísimas estructuras, íconos in- MOS, el DOCOMOMO, el Grupo Nueva Arquitectura, PROGAZCUE, y la FEWP, entre otros.
discutibles del patrimonio artístico y cultural dominicano.19
El proceso incluyó decenas de casas coloniales, siendo el conjunto de las Atarazanas uno de los prime-

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5.6

Santiago de los Caballeros: tradición y modernidad


Mientras tanto, esta importante ciudad, corazón del Cibao, la de los 30 Caballeros, se organiza democrática- Sala de Lecturas en la Biblioteca Central
de la PUCMM, Santiago de los Caballeros.
mente y recibe, entre muchas iniciativas más, el positivo impacto de uno de los proyectos educativos más lo- 1975. Francisco Camarena et al.
grados en la cultura nacional: la creación y desarrollo de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Foto Onorio Montás.

Relieve de Domingo Liz en el edificio del Roxy,


Fundada bajo la gestión de la pujante Asociación para el Desarrollo de Santiago (hoy APEDI) –institución ciuda-
en la calle El Conde, Santo Domingo.
dana que merecería, por su vigorosa acción, páginas enteras en la reseña del desarrollo regional, en principios Cuqui Batista, c.1956. Foto Lowell Whipple.

y luego nacional–, establece criterios de asentamiento, diversos a los anteriormente conocidos en los campus
universitarios de la UASD y la UNPHU, mayormente de carácter urbano. La PUCAMAYMA obedece a una pla-
nificación de campus abierto, integrado a la pródiga naturaleza cibaeña, en el que se disponen, con criterios
eminentemente paisajísticos, las piezas arquitectónicas de apoyo. El conjunto, si bien disperso, crea una agra-
dable y funcional atmósfera para el estudio y la relajación. En su materialización participan los arquitectos Pe-
dro José Borrell, el influyente y sólido Francisco –Cuqui– Batista (1925) –quien realiza el edificio primario para
el Centro de Estudiantes–, Gerardo Ulate y destacadamente el arquitecto mexicano Francisco Camarena
(1928). Es este autor quien logra plasmar una arquitectura de modernísima institucionalidad, dotada de innu-
merables detalles en su cuidadosa y poética factura. Usando la paleta del corbusianismo brutalista tan frecuen-
te en estos años, logra sin embargo enraizarla en la cultura santiaguera de manera definitiva. Sus quiebrasoles
de tabla de palma, sus calados, sus vestíbulos abiertos magistralmente secuenciados, los volúmenes conec-
tados en perfecta articulación, hacen de los edificios de la Rectoría (1974), la Biblioteca (1971), la Torre de Agua
(1972) y el Auditorio, cuatro obras paradigmáticas de esa ciudad. Posteriormente ejecuta la Alianza Francesa
y en pleno centro histórico, en similar lenguaje, el edificio para la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos.
Durante estas décadas, Santiago estructura tímidamente su crecimiento en la periferia del Centro Histó-
rico, aunque éste, sin lugar a dudas, haya sido muy intervenido por nuevas obras, que muestran –tal co-
mo ha venido ocurriendo en otros polos urbanos del país– poco respeto a las características morfológi-
cas y a la escala de su tradicional arquitectura, tanto a la de carácter colonial, como a la del exquisito
victoriano que aún se admira en contados ejemplares dispersos en el tejido. No es sino hasta la década

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |321


Torre de la escalera del cuartel de bomberos de los años 80 y 90, cuando se produce un cambio de actitud hacia la misma y se empiezan a rescatar
de Santiago. Cuqui Batista, c.1976.
Foto Lowell Whipple. viejas casonas, almacenes y a bordar una amalgama de intervenciones en torno a patios, corredores y
Edificio del BNV en Santiago paseos internos a las manzanas, de gran valor ambiental.
de los Caballeros.1986. Cuqui Batista.
De este período es, por ejemplo, el Edificio de Oficinas Estatales Don Antonio Guzmán Fernández, que
Foto Gustavo Luis Moré.

Edificio Casa Haché en Santiago de


posee atributos formales y materiales típicos del predominio brutalista de la época, y el Edificio de Ofici-
los Caballeros. 1980. Edgardo Vega y nas y Centro Comercial de la Casa Haché, de Manuel Polanco y Gay Vega.
Manuel Polanco. Foto Onorio Montás.
La obra de Cuqui Batista refleja una plástica de mayor dinamismo, asumiendo una visión del proyecto
Torre de oficinas de la Asociación
Cibao de Ahorros y Préstamos, 1975. basada en el análisis programático despojado de todo prejuicio, lo que le permite obtener resultados de
Santiago de los Caballeros.
Francisco Camarena. Foto Onorio Montás.
gran creatividad y fuerte noción de contexto. Este método, que descansa en posibilidades creativas in-
finitas y en un discurso apasionado y firme, parece haberle brindado a él y a su selecto grupo de jóve-
nes seguidores, valiosas oportunidades. Varios de sus edificios, notablemente realizados en hormigón
visto, particularmente los Jardines Metropolitanos 1 y 2 (1974), definen un circuito inevitable de calidad
en el Santiago contemporáneo. Su pequeña casa, una obra de nívea orfebrería en bloque de concreto a
la vista (1964), es uno de los espacios de mayor intimismo y seducción hechos en la arquitectura habi-
tacional dominicana. Mientras estudia en Ciudad Trujillo, participa en el equipo que desarrolló innumera-
bles edificaciones escolares dentro del Plan de la Secretaría de Educación, siendo el Dr. Joaquín Bala-
guer Secretario de Estado y el Ing. Bebecito Martínez jefe de la Oficina de Ingenieros. También de su au-
toría son los proyectos para el Cuartel de Bomberos (de exquisito plasticismo geométrico), y la sede del
Partido Reformista, de cubista abstracción.
En estos años inician sus prácticas con sonado éxito arquitectos de la talla y el prestigio de Nelson Viñas
(1942), uno de los más solventes y reconocidos, quien basa su obra en un espíritu del lugar y en la cali-
dez de sus espacios. Su trabajo, mayormente habitacional y privado, ha cubierto, sin embargo, una am-
plia gama de encargos de muy variada naturaleza. Graduado en la UASD en 1966, se instala en Santiago

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y vence en una serie de concursos de obra pública que lo establecen como uno de los principales auto- Una vista del jardín de Villa Pancha,
en Santiago de los Caballeros.
res de la ciudad, hasta el día de hoy. c.1925-2008. Gustavo Tavares.
Foto Lowell Whipple / Archivo AAA.
Un aspecto ineludible es el de la cultura del jardín santiaguero.20 De los muchos espacios lúdicos del
Otro aspecto del jardín de Villa Pancha,
país, ninguno posee la belleza y la vitalidad del jardín desarrollado por don Gustavo Tavares (1925-2006) en Santiago de los Caballeros.
en su residencia Villa Pancha, construida paralelamente con el jardín en 1925. Esta es, sin exagerar, la c. 1925-2008. Gustavo Tavares.
Foto Lowell Whipple / Archivo AAA.
Capilla Sixtina de los jardines caribeños.
Jardín de la residencia de la familia Bermúdez
Sus manos y su experiencia mantuvieron con devoción y esmero día a día esta obra de arte natural en Madera en Santiago de los Caballeros.
c. 1970-2008. Elba de Bermúdez.
continua evolución; así como también crearon los jardines, esta vez institucionales, para el Instituto Su- Foto Lowell Whipple / Archivo AAA.
perior de Agricultura, en el que Billy Reid y el nicaraguense Rafael Urtecho participaron destacadamente
como arquitectos. La sabia disposición de árboles de corpulenta presencia, distribuidos en la suave y
gentil topografía suburbana –generalmente samanes, flamboyanes “machos”, caobas, ceibas, robles y
otras especies endémicas sabiamente elegidas– constituye la estructura que luego se esculpe superfi-
cialmente con un sotto bosque de helechos, enredaderas, palmas y todo un universo paradisíaco de es-
pecies nativas.
Igualmente hermoso es el gran jardín de don Eduardo León Asensio (1919-2006), el cual tiene una pre-
sencia aún mayor en la ciudad. Su diseño recrea la fisonomía típica de los campos de golf, con su par-
ticular topografía dominada por el volumen de la casa principal. Otro jardín ejemplar es el de doña Elba
y don J. Armando –Poppy– Bermúdez, con su ensoñadora residencia diseñada –más bien florecida en
el mismo terreno– por Billy Reid.

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5.7

Los nuevos protagonistas: la generación de todos


Nuevos autores surgen en la escena.21 Son los tiempos en que la UASD y, posteriormente, la nueva es- Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas.
Santo Domingo, 1978. Luis Despradel.
cuela de la UNPHU comienzan a dar sus frutos. Entre los egresados de la primera se destacan personali- Al fondo uno de los edificios que conforman
la Plaza de la Independencia, de Rafael
dades como Mariano Sanz (1935), Luis Despradel (1943-2002), Luis Schiffino (1945), Eduardo Rozas, An-
Tomás Hernández. Foto Onorio Montás.
tonio Casanovas (1947), Plácido Piña (1945), Rafael Martínez, Nelson Viñas, Angel Giudicelli; de la segun-
da, José Horacio Marranzini (1937), Nelson Toca (1945), Cristóbal Valdez (1947), Raúl de Moya (1951), Ati-
lio León (1951), Radhamés Díaz, entre muchos otros. Todos sin excepción han producido obras de enver-
gadura a partir de los años 60, cada uno de ellos con una plástica identificable y coherente.
Sanz se distingue por una estética racional temprana que eventualmente se libera y asume planos incli-
nados a la singular manera del mexicano Agustín Hernández, como la del Banco Nacional de Crédito en
la avenida Lope de Vega (1983) y la Terminal Turística de Sans Souci (1976), ambas diseñadas dentro del
despacho de Haza y Pellerano, una de las firmas de contratistas privados más exitosa y calificada del
período. Obras tempranas incluyen el Listín Diario (1972), el Cementerio Cristo Redentor (1973) y más de
300 unidades de viviendas desarrolladas como promotor en la firma de Sanz y Guzmán.
Despradel nos lega una abundante producción y, al igual que Schiffino, utiliza el repertorio de la orto-
gonalidad y la rigurosidad racionalista, no tan lejana a otros autores de la escena regional paralela, co-
mo en el caso de Sierra, Cardona y Ferrer, en Puerto Rico.22 Ver por ejemplo, el bien logrado edificio
del Club de Oficiales de las Fuerzas Armadas (1970), de Despradel, y los múltiples edificios habitacio-
nales y comerciales construidos por Schiffino en su actividad de promotor inmobiliario. León, formado
en la UNPHU y en Florencia, Italia, maneja el vocabulario de las composiciones volumétricas diagona-
les, particularmente en boga en los 70, con incomparable destreza y extraordinaria tectónica en el uso
de los materiales. Su sensibilidad por la combinación de ladrillos, hormigones y lienzos blancos fue
muy bien concretizada en una serie de proyectos habitacionales de exquisita presencia urbana. Cris-
tóbal Valdez, esencialmente urbanista, dirige un equipo de jóvenes arquitectos en las labores de re-
construcción del frente marino de Santo Domingo, después de las devastaciones producidas por el

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |327


Edificio sede de Bancrédito en ciclón David en 1979, con sonado éxito en su gestión en la Dirección General de Planeamiento Urba-
Santo Domingo, hoy TRICOM. 1978.
Mariano Sanz. Foto Onorio Montás. no del ADN. Su trabajo posterior, hoy en día potenciado por sus hijos Michelle y Gustavo, ha estado
Edificio de apartametos en la avenida dedicado principalmente al área del diseño urbano y el turismo. Sus entregas como autor y su parti-
Anacaona, en Santo Domingo. c. 1979.
cipación en muchos debates públicos han sido representativos y determinantes en varias situaciones
Mariano Sanz. Foto Onorio Montás.

Iglesia del Colegio Evangélico Central en


conflictivas en el escenario profesional.
Santo Domingo, c.1984. Raúl de Moya. En el caso de Piña, su primera obra notoria –después de algunas incursiones destacadas en el ámbito
Foto Onorio Montás.
doméstico– fue el correctísimo volumen del Banco BHD, ganado por concurso en el año de 1978.23 Pi-
Edificio del Banco Hipotecario Financiero,
hoy Instituto Nacional de Ciencias Forenses. ña asume la estética del hormigón visto y los muros cortina con sutil elegancia. De exquisitas proporcio-
Santo Domingo, 1984. Fred Goico.
Foto Onorio Montás.
nes, resuena en el espacio urbano como un instrumento bien afinado. Sus múltiples proyectos domésti-
cos, tanto de habitación individual como colectiva, le han deparado gran prestigio. Otras de sus obras
dignas de mención son el Pabellón Recreativo del Santo Domingo Country Club (1984), de febril eclec-
ticismo posmoderno; el controlado volumen del edificio Domus (originalmente sede de una empresa pri-
vada dedicada al mobiliario) frente a un prado verde de gran centralidad en el sector de NACO; y una se-
rie de delicadas residencias vacacionales, iniciada con El Edículo (1983), una pequeña pero inspirada so-
lución de vivienda de playa en Juan Dolio, posteriormente seguida de la magistral Casa en La Cuaba y
varias casas de montaña de fina artesanía en su diseño. Piña también ha transitado por el área de la crí-
tica editorial. Fue responsable de la Revista del CODIA24 en una ocasión y posteriormente aparece como
editor de las 100 Hojas de Arquitectura,25 compendio de los trabajos semanales del Grupo Nueva Arqui-
tectura, publicados en el Nuevo Diario.

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El diseño en la obra pública Edificio de Oficinas del Estado
Don Antonio Guzmán Fernández,
Un aspecto importante es el de la obtención del encargo para la obra pública. Muchos de los edificios Santiago de los Caballeros. 1979.
Rafael Veras et al. Foto Onorio Montás.
más emblemáticos han sido y son actualmente concursados, práctica obligatoria en algunos países y
Casa de la familia Rivera Rodríguez en la
desconocida en otros, valga citar los casos extremos de España y Puerto Rico. Sin embargo, la mane- calle Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo.
Manuel Baquero, 1975. Foto Onorio Montás.
ra más frecuente en que se otorgan obedece al sistema de asignación directa. El Colegio Dominicano de
Casa García en el sector de NACO,
Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) realizó grandes esfuerzos para eliminar esta práctica du- Santo Domingo. 1969. Vital García.
rante buena parte de los años 70. Foto Onorio Montás.

Casa Pol, también en NACO. c.1976.


Ha sido igualmente negativa para el desarrollo de la profesión la práctica de englobar el proceso de di-
Edgardo Vega Malagón. Foto Onorio Montás.
seño con el de construcción, colocando el trabajo del arquitecto en un segundo plano frente al contra-
tista y minimizando la trascendencia del acto creativo. Sin duda alguna, esta práctica ha incidido nega-
tivamente en la calidad de muchas obras, pues abre un espacio para la distorsión de las ideas, la inade-
cuada terminación de la obra y la transferencia al ingeniero constructor de calidades, funciones y respon-
sabilidades que no le corresponden. Han de crearse dispositivos institucionales más rigurosos para re-
ducir esta situación a su mínima expresión, precisando el auténtico rol de cada disciplina.

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5.8

Las nuevas modalidades de producción


El aspecto singular de mayor trascendencia en el desarrollo del urbanismo y la arquitectura en estos años Edificio de apartamentos Dolmen, en la
José Amado Soler, Santo Domingo, c.1978.
es, posiblemente, la institucionalización del procedimiento de acceso a financiamientos hipotecarios. Un Juan Pérez Morales. Foto Ricardo Briones.

nutrido grupo de ingenieros civiles, arquitectos y promotores, actuando independientemente o en aso- Planta del Centro de Otorrinolaringolía
Dr. Espaillat Cabral, en Santo Domingo.
ciaciones, inician una contabilidad cada vez más rica de edificios de apartamentos y locales comercia-
c.1974. José Horacio Marranzini.
les, en torres cada vez más audaces, en bloques compactos o en la consabida tipología de bloques en
“L” o en “U” de 4 niveles, dependientes de las dimensiones del lote y de la normativa instaurada por las
autoridades municipales y fiscalizadoras, tales como la DGPU/ADN y el Banco Nacional de la Vivienda.
Más allá de la débil urbanidad definida por estos últimos esquemas, la realidad es que configuraron una
nueva imagen de vigorosa presencia en los principales centros urbanos del país. Algunas empresas des-
tacadas por la consistente calidad de sus propuestas fueron las del exitoso Juan Bernal, gestor del cen-
tral desarrollo de NACO, con Amable Frómeta a la cabeza del taller de diseño y, posteriormente, Mano-
lito Baquero. Como hemos visto, este desarrollo hoy puede ser identificado como el verdadero origen del
Polígono Central, consideración que se asume sobre todo por las caracterícticas propias del proyecto
urbano y sus virtudes espaciales.
Una larga lista puede ser redactada citando empresas con nombres tales como Minier Pimentel y Aso-
ciados, Constructora Delta, Di Carlo Almonte y Mejía, Selman y Asociados, Covinfa, Mena Lajara, Biso-
nó, Hasbún y Asociados, Koury+Guzmán –promotores de la pionera torre KG en la Abraham Lincoln–,
Sanz y Guzmán, Christian Maluf, DICONFO –empresa dirigida por la destacada Arq. Mercedes Sabater
de Macarrulla en el área de diseño, coautora de la Torre del Sol–, Constructora Peña, entre muchos otros.
Roberto Carvajal Polanco (1953) se establece hacia el fin del período de estudio contando con un catá-
logo actual de más de 300 obras realizadas y muchas otras en preparación.
Dentro de este panorama, la obra singular de José Andrés Urtecho (1939-1992) es digna de mayor preci-
sión. Graduado en la Universidad de Guadalajara en 1968, viene en ese mismo año al país a colaborar en
la planificación del campus de la PUCMM. Ya vimos como en Santiago diseña varios edificios en el Institu-

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |333


Torre del Sol, avenida Bolívar, Santo Domingo. to Superior de Agricultura –el Aula Magna, los Laboratorios y los Dormitorios de Estudiantes– en un lengua-
Mercedes Sabater de Macarrulla y DICONFO.
Foto Ricardo Briones. je racional de arraigada y sencilla expresión. Allí también diseña el emblemático Hotel Camino Real, en ple-
Edificaciones localizadas en el cruce de las no centro histórico, y el Centro Médico Cibao. Santo Domingo es en realidad su escenario de mayor ac-
avenidas 27 de Febrero con Winston Churchill,
tuación. Su participación como consultor independiente y en los talleres de diseño de varias empresas in-
en Santo Domingo. Sobresalen el conjunto
BHD, el entonces Banco del Comercio, mobiliarias, arroja un saldo de miles de unidades habitacionales en un proceso tronchado por su tempra-
hoy Scotiabank y las obras de lo
que se convertiría en Plaza Central. no fallecimiento. Nombres tales como los condominios Cris-Car, Los Ríos, Biltmore, Bisonó, Rosmil, urba-
Foto Onorio Montás.
nizaciones y residenciales como el Parque del Este (500 viviendas), Hainamosa (800), Santo Domingo I-VII
Conjunto de hoteles e instalaciones en Playa
(1,100) y un extenso listado forman parte del inventario de esa arquitectura coral, de acompañamiento, que
Dorada, Puerto Plata, con la montaña Isabel
de Torres en el fondo. Foto Peter Beuse. define hoy el tejido urbano de la ciudad en muchos de sus barrios. Su proyecto más destacado es posi-
blemente el campus y los edificios principales del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
El importante apoyo dado por el Estado dominicano desde el 1970 al desarrollo de la infraestructura tu-

rística a través del departamento de INFRATUR del Banco Central, tanto en Santo Domingo como en otros
polos, singularmente en las cercanías de Puerto Plata al norte, de Barahona al sur y de Higüey al este,
promovió una nueva planificación de menor densidad y con un carácter notoriamente más abierto al an-
teriormente establecido en las tipologías hoteleras públicas de los años 40 y 50. El estudio base para la
posterior normativa fue originalmente realizado por la firma inglesa Shankland Cox, con fondos del BID y
del Banco Mundial. No se trata ya de la consabida fórmula del bloque arquitectónico anclado en el paisa-
je (como se prefería hacer, por ejemplo, en el Hotel Plaza, en Santo Domingo); se define un nuevo para-
digma, vigente aún, que le desmiembra y le organiza en el lugar con el menor impacto visual y ambiental

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Interior de la sede de Industrias Nigua, en posible. Los arquitectos Mario Lluberes (1938) –hijo del arquitecto del mismo nombre, citado en la Cuar- clave de fantasía, híbrido de pueblo toscano en el Caribe, ideado como lugar de ensoñación en el que Casa Diego de Moya en Santo Domingo.
Santo Domingo, 1975. Esta obra singular de c.1980. Leopoldo Franco; jardines
Miguel Vila demostró su estética vinculada a ta Historia de este libro–, Luis Gamborena y Luis Simpson (1948), entre otros, desempeñaron dentro de alojar artistas en residencia, visitantes distinguidos y, eventualmente, realizar conciertos de calidad mun- de Jochi Russo. Foto Onorio Montás.
las obras de Camarena en la PUCMM,
INFRATUR un rol importante en este proceso pionero en la planificación dominicana, en el que fueron lle- dial en su bien logrado anfiteatro a la usanza grecorromana, causó un gran impacto en toda la región, no Uno de los hoteles en Playa Dorada,
Santiago. Foto de Jochi Marichal.
Puerto Plata. Foto Jochi Marichal.
vados a cabo los primeros estudios científicos de manejo del territorio y de los recursos naturales existen- sólo en el país. Inicialmente criticado como un “falso” fuera de contexto –comparado a la población de
Iglesia y plaza central en Altos de Chavón,
Arbol de Anacahuita en el Jardín Japonés,
La Romana. 1978-1984. Roberto Coppa et al. tes. El proyecto piloto, Playa Dorada, en Puerto Plata, requirió de una inversión inicial importante en in- Guatavita en las sabanas bogotanas– Chavón se ha convertido con el paso de los años en un asenta-
Jardín Botánico Nacional. 1974.
Foto Ricardo Briones.
fraestructura y la realización de algunas edificaciones para atraer los eventuales inversionistas privados que miento turístico amable y acogedor, proveyendo al nuevo desarrollo de Casa de Campo de una especie Mamoru Matsunaga. Foto Ricardo Briones.
Casa Montagu, en Casa de Campo,
la Romana. c. 1980. Marcos Aldaco. hoy hacen de este desarrollo, junto a los de Sosúa y Cabarete, en la misma costa, uno de los polos de de “centro histórico” referencial, que de alguna manera dota de gravedad al conjunto. Obra del arquitec-
Foto Onorio Montás.
atracción más dinámicos del país. to italiano Roberto Coppa, contó con el concurso de los arquitectos Tony y Danilo Caro, de CARALVA, en
Parcialmente producto de esta iniciativa, los jardines comienzan a ser estudiados e integrados a la arqui- muchas de las obras de infraestructura y habitacionales.
tectura. Uno de los proyectos que tuvo una marca innegable fue el del arquitecto norteamericano William Varios profesionales dominicanos se dedican notablemente a la disciplina del paisajismo, entre ellos: Jo-
Cox para Casa de Campo, en La Romana, y posteriormente su vigoroso e influyente Hotel Santo Domin- chi Russo (1942-1993), Rafi Vázquez (1933), Miguel Vila (1943-2005), Rosángela Bobea (1952) y Mamo-
go (1976), una de las instalaciones hoteleras clásicas en las rutas del turismo capitalino, organizada en tor- ru Matsunaga (1936). Russo configura en torno a su trabajo un grupo de estetas de demostrada capa-
no a patios de escala urbana suave y gentil y, nuevamente, preciosa jardinería. En la Historia siguiente de cidad artística y crea un universo poético de gran impacto en la cultura nacional. Una de sus obras más
este volumen,27 se explica con detalle la influencia de esta singular edificación. Proyectos tales como el coherentes es la del jardín para las casas de la familia Moya, del Arq. Leopoldo Franco, en Cuesta Her-
de la casa Montagu del afamado arquitecto mexicano Marco Aldaco en Punta Águila, o los acercamien- mosa. Suyo es también el paisajismo de Eurotel en Playa Dorada, de Oscar Imbert, pionero en este tipo
tos al tema hotelero de Imbert, en Punta Cana, resumen la potencialidad del tema turístico dominicano de tratamientos de las áreas intersticiales hoteleras. Rafi Vázquez ha creado un paraíso en su casa co-
con calidad suficiente como para prever el futuro hoy en día realizado. Imbert, por ejemplo, ha desarrolla- lonial de tres pisos frente a la Catedral y es el autor de numerosos jardines en hoteles, residencias y edi-
do un extenso catálogo de obras en la región, principalmente habitacionales de alta factura y arraigada ficios públicos. Bobea se ha reconocido principalmente por su labor en el paisajismo del enclave de Ca-
sensibilidad, convirtiéndose, podría decirse sin exagerar, en el arquetipo tácito a seguir en muchas insta- sa de Campo, uno de los lugares de mayor atractivo en el circuito vacacional dominicano. Matsunaga es
laciones hoteleras y privadas en el país. Su sobrino Antonio Segundo Imbert ha sabido recoger lo sem- responsable de articular una mágica síntesis entre el típico jardín japonés y el jardín tropical. Su obra más
brado por Oscar y dotarlo de una nueva dimensión, más contemporánea y minimalista, como se verá. reconocida es la del Jardín Botánico. Junto a ésta, otras de carácter institucional y doméstico han in-
La verdadera razón o motivo que llevó al empresario Charles Bludhorn, presidente de la Gulf+Western fluenciado grandemente la cultura paisajística local.
Dominicana, a realizar el conjunto de Altos de Chavón es realmente ignorada. La verdad es que este en-

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5.9

Las metáforas de la historia y la crisis de la generación moderna


Después de dos reelecciones y doce años en el poder, se reduce temporalmente la magia de Balaguer En primer plano, el Pabellón Recreativo
del Santo Domingo Country Club, 1984,
en el manejo de los destinos nacionales. Son, además, tiempos de cambio en la escena arquitectónica de Plácido Piña. Al fondo el Club House
internacional. Surge una nueva generación de la posmodernidad. Son los momentos propicios para la principal, 1984 de Rafael Martínez,
Pujadas y Armenteros. Foto Onorio Montás.
reflexión provocada por Venturi,28 Rossi,29 Jencks30 y muchos autores más, emergentes en el país a tra-
vés de la obra de Miguel Vila (1943), Apolinar Fernández (1948), Pedro José Alfonso (1941), Plácido Pi-
ña (1945), Marcelo Alburquerque (1949), Bichara Khoury (1947), Harry Carbonell (1949), William –Pichi–
Vega (1948), Fernando Ottenwalder (1953), Juan Emilio –Juanín– Pérez Morales (1950), Angel Giudicelli
(1951), Oscar Imbert (1953), Eduardo Lora (1953), Antonio Hernández (1952), Chito Rodríguez Zorrilla
(1954), Carlos Jorge (1955), Carlos Reid (1956), Gustavo Luis –Cuquito– Moré (1956), Raymundo López
(1953), Tácito Cordero (1955) y muchos jóvenes más, que definen una nueva actitud frente a la realidad:
son los tiempos de la rebeldía ante el Moderno, de la redefinición de una identidad autónoma, basada
en las posibilidades de relectura del tiempo y del espacio propios.31
La mirada es introspectiva, regional, crítica. Los paradigmas cambian, la modernidad es otra, incluso aún hoy,
se está por descubrir. El Grupo Nueva Arquitectura establece su Hoja de Arquitectura semanal y su revista
Arquivox,32 abriendo un espacio intelectual que en poco tiempo alcanza resonancia regional, no sólo nacio-
nal. Sin saberlo, este grupo de jóvenes se convierte en el vehículo de motor de cambios insospechados.
Mientras acontecía este flujo incontenible de proyectos, la academia procuraba mantenerse al día. Las
nuevas facultades de la UNPHU, la PUCMM y otras que eventualmente surgieron, elevaron las opciones
profesionales de estudio a más de 8 escuelas, algunas de ellas previsiblemente efímeras. La UNPHU se
constituye en la escuela que produce los autores más destacados, basando su filosofía en una visión con-
ceptual de la práctica instalada en la síntesis entre las artes y las ciencias y en la configuración de profe-
sionales integrales, diestros tanto en la práctica como conocedores de la teoría y la historia. Procuraba de-
finir el perfil de un arquitecto hábil en su oficio y responsable ante los reclamos de una sociedad en pleno
proceso de construcción. En 1973, la UNPHU realiza con gran éxito el Seminario Santo Domingo 2000,

LOS TIEMPOS DE LA LIBERTAD 1961-1978 |339


Conjunto de apartamentos en el Parque desarrollando un revelador análisis prospéctico sobre el futuro de la ciudad capital. La UNPHU estrena en El desarrollo paulatino de los polos turísticos es efectivamente un segundo flujo que ha adquirido un ver- Biblioteca Central de la UNPHU,
Mirador Sur, Santo Domingo. 1974. Santo Domingo. 1982. Roberto Bergés.
Atilio León, CCC. Archivo Atilio León. el país las primeras cátedras e investigaciones programáticas en torno a la historia de la arquitectura do- tiginoso ritmo de crecimiento. Punta Cana, Bávaro, Bayahíbe, Juan Dolio, Boca Chica, Puerto Plata, So- Foto Ricardo Briones.

Sección del Malecón de Santo Domingo minicana, extendiendo el ámbito tradicional de estudio de la colonia hasta nuestros días.33 Tres decanos súa, Cabarete, en fin, toda la geografía dominicana, principalmente costera, ha recibido inversiones lo- Vista del conjunto formado por los hoteles
intervenida después del Ciclón David, Santo Domingo sur (William Cox, 1976) y
memorables sobresalen en su desarrollo: el primero, Roberto Bergés, seguido por Luis Eduardo –Pipí– cales y extranjeras de gran impacto en la economía nacional. El itinerario de infraestructuras arquitectó-
1979-1981. Cristóbal Valdéz et al. norte (Guillermo González, 1955).
Esta zona frente al antiguo Partido Delgado (1941) y Atilio León. nicas aún está por ser estudiado de manera coherente por la crítica local e internacional. Foto Onorio Montás.
Dominicano fue detallada y construida
La UASD tuvo una sucesión de decanos notables (Calventi, Gautier, Fermín, García, Fernández, Sánchez Otros esquemas, tales como las zonas francas, comienzan a ser explorados en esta época, de gran pre- Afiche de la galería Boynayel realizado
por Apolinar Ferneandez de Castro.
por el artista Rafael Álvarez en ocasión
Archivo Cristóbal Valdéz.
Córdoba, etc...), que a su vez mantenían prácticas muy fértiles en la esfera privada. Allí se asumían las sencia en casi todos los centros urbanos capaces de permitir el acceso de la mano de obra a este mo- de la demolición del Hotel Jaragua, 1985.
Archivo AAA. Foto Ricardo Briones.
diversas influencias internacionales con total apertura. Tres intereses se destacan: El Método Lógico ins- delo de explotación. El aspecto cualitativo del proyecto es, sin embargo, poco notable o inexistente, sal-
taurado por Eduardo Rozas, proveniente de Cuba. (Geoffrey Broadbent viene al país como resultado del vo en escasas excepciones.
encanto producido por sus teorías metodológicas);34 la visión social ideológicamente comprometida pro- Dramáticamente, el proceso de arrabalización de áreas marginales aumenta, con peligroso saldo pen-
movida por Ramón Martínez, también de afiliación académica cubana, desde sus cátedras de Historia diente de la administración pública. Los variados proyectos redactados sucesivamente por las agencias
de la Arquitectura; y, posteriomente,35 la búsqueda de una arquitectura climática y ambientalmente cons- municipales y centrales han sido incapaces de detener esta mancha de informalidad resultante de los
ciente, conceptos defendidos por los profesores Luis Lajara, Rafael Arvelo, Rogelio Batista y otros, algu- ineficaces procesos de desarrollo y concertación nacionales.
nos de ellos egresados de escuelas francesas. Ante los destrozos ocasionados por el ciclón David en el territorio nacional, particularmente en el male-
A fines de los años 70 se evidencian determinados flujos de actividad arquitectónica, algunos de los cua- cón de Santo Domingo, la nueva administración central del PRD, organiza un proceso de reconstrucción
les se han consolidado y constituyen hoy la base del catálogo existente, a ser expuesto en el capítulo si- que deja huellas. Una de ellas, es el esfuerzo dirigido desde el Ayuntamiento del Distrito Nacional por
guiente de esta obra. Cristóbal Valdez y un selecto grupo de jóvenes arquitectos, en la redefinición del paisajismo del borde
La inversión en bienes raíces, apoyada por algunas normativas que persiguen el ordenamiento y la den- costero capitalino. Por vez primera se ensaya en el país una propuesta de diseño urbano moderna, arrai-
sificación del territorio urbano, es posiblemente el flujo más poderoso. En Santo Domingo, avenidas co- gada en su espacio y su tiempo. La arquitectura siempre ha sido considerada un arte concreto, de sóli-
mo la 27 de Febrero, la John F. Kennedy, la Bolívar, la Anacaona, la Sarasota, son destinadas por la le- do impacto en el espacio. Su naturaleza proyectual es, sin embargo, otra, más bien sustentada en la ima-
gislación municipal a recibir un mayor coeficiente de edificabilidad. Calles secundarias, terrenos baldíos, ginación. “Hoy más que ayer y menos que mañana...”, “...vive de ilusión la realidad...”36 Proféticamente,
extensiones situadas al margen de la ciudad formal, comienzan a ser impactados por el mayor índice de escribe Pedro Vergés en el afiche conmemorativo a la destrucción del Hotel Jaragua en 1985: “Somos
crecimiento urbano jamás visto en la historia, hasta ese momento. en el planeta la huella de los hombres en la luna”.37

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