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DE LA FUERZA ARMADA
U.N.E.F.A.
LA ARMADURA LONGITUDINAL
EN VIGAS Y COLUMNAS
INTRODUCCIÓN
Hace algunos años, cuando se utilizaba barras lisas, es decir, sin deformaciones
en la superficie, la resistencia de adherencia inicial era provista únicamente por la
unión química y por la fricción mecánica, relativamente débiles, entre el acero y el
concreto. Una vez que se sobre pasaban las fuerzas de adhesión y la fricción
estática para cargas superiores, pequeñas cantidades de deslizamiento llevaban
al entrelazamiento de las rugosidades naturales de la barra con el concreto. Sim
embargo, esta resistencia adherencia natural es tan baja que la unión entre el
acero y el concreto se rompía con frecuencia en vigas reforzadas con barras lisas.
El acero y las fibras de vidrio son materiales que poseen las características
para desarrollarla adhesión requerida entre el refuerzo y el concreto; resistencia
de fluencia, ductilidad y capacidad de adhesión.
ARMADURA LONGITUDINAL
Las armaduras de los pilares están constituidas por dos familias de barras:
Armadura longitudinal y armadura transversa. Esta armadura longitudinal colabora
con el hormigón en los esfuerzos de compresión, y absorbe los esfuerzos de
tracción si los hubiera. Por lo tanto se puede decir que la armadura longitudinal es
la armadura formada por barras de acero paralela al eje longitudinal de un
elemento estructural de hormigón armado, o paralela a la superficie horizontal del
hormigón, encargada de absorber los esfuerzos producidos por las cargas y las
fuerzas aplicadas.
Los dos primeros mecanismos, adhesión y fricción, son los únicos presentes en
las barras lisas. El primero es un mecanismo débil que se vence fácilmente
cuando la barra está en tracción. Vencida la adhesión el único mecanismo que
resta es la fricción. Al aumentar la carga, la fricción se debilita ya que las barras
por efecto de Poisson, reducen su diámetro, por este motivo las barras lisas
necesitan anclajes del tipo mecánico (normalmente ganchos) en sus extremos.
La figura 21-3 (CEB, 2000) muestra la evolución de los diversos mecanismos que
generan la adherencia. Las fallas de adherencia se desarrollan en cuatro grandes
etapas, estas son:
Las fallas de adherencia en una viga siguen a las barras de refuerzo a lo largo del
fondo o las caras laterales de la viga tal como se muestra en la figura 21-5 (Nilson)
Fig. 21-5 Fallas de adherencia en una viga.
Fig. 21-6 Superficies típicas asociadas con fallas de adherencia (splitting o hendidura).
La figura 21-6 también permite imaginar la influencia que tiene el refuerzo
transversal en el control de la falla de adherencia. Por ejemplo, si la barra
estuviese rodeada por una espiral de acero, las grietas de adherencia estarían
interceptadas por el refuerzo aumentando de manera importante la resistencia.
También los estribos con poco espaciamiento, interceptan a las potenciales grietas
restringiendo su crecimiento.
En todos los casos en que los esfuerzos de las barras cambien de un punto o
sección a otro, será necesario que se desarrollen esfuerzos de adherencia. Esta
situación se ilustra en el diagrama de cuerpo libre mostrado en la parte inferior de
la figura 21-7, si la fuerza 72 es mayor que 77, en la superficie de la barra deberán
producirse esfuerzos de adherencia para mantener el equilibrio de la barra en la
dirección de la misma.
DISEÑO A LA ROTURA
Factores de carga
Estado de rotura
Se aprecia grandes deflexiones y fisuras entes del colapso la cual alerta del
inminente.
3) FALLA BALANCEADA