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DEBER DE LENGUA Y LITERATURA

NOMBRE: KLEBER JEREMY MARIN AJILA

RESUMEN DE LA OBRA CATILINARIAS

En el transcurso de los doce ensayos que se encuentran en esta gran obra literaria,

Montalvo va elaborando una feroz crítica al genio y figura de Veintemilla del que semofa

por creerlo iletrado e irracional. El mismo construye a lo largo de esta obra, una

representación de la sociedad ecuatoriana de la época, realizando además críticas a

muchos otros sectores que formaban parte del poder en aquel entonces, situación que

incomodo incluso al clero y algunos estratos medios bajos que fungían de mediadores con

el gobierno dictador de Veintemilla.

La primera parte de la obra retrata el hecho de la libertad con sus deficiencias y

virtudes, los estatutos y códigos que regían a la nación en aquel entonces, la norma y el

dictamen de los poderes dictatoriales que aplacaban a la sociedad civil, en las que ala vez

que muy perspicazmente da significación al vocabulario al discutir determina dos

anómalos vocales o al exhibir palabras incorrectamente empleadas por los protagonistas

de esta obra literaria.

En la segunda parte de esta gran obra, el autor precisa y delimita lo que es ser un

tirano, la sumisión de un pueblo oprimido por el odio y rencor existente entre los políticos,

vicios de poder en los que incluso cae Montalvo alguna vez. Mostrando incluso lo tirano

que llega a ser Veintemilla en la narración realizada por Montalvo a lo largo de los

ensayos de Las Catilinarias


En la tercera parte de las catilinarias el autor pide al pueblo ecuatoriano de manera

especial a los guayaquileños a que se alcen y destituyan al gobierno dictatorial de

Veintemilla. Esta parte de Las Catilinarias otorga una de las características especiales que

otorga unidad literaria a esta gran obra de la literatura ecuatoriana que mediante un estilo

perfectamente elaborado, descubre en Montalvo a un escritor inmerso en la política

interna de su país. No introduciendo en este ensayo algunos acontecimientossucedidos en

la época en forma de miscelánea.

La cuarta parte arremete duramente contra Urbina a quien consideraba un tirano

que se alimentaba del temor y la corrupción, un ser que condeno a su pueblo y la juventud

de aquel entonces a ser sumisa y no revelarse ante las garras del opresor, en esta misma

parte de las catilinarias, el escritor también ataca de manera feroz a Borrero por la traición

que este hizo a sus compañeros.

La quinta parte analiza cada uno de los acontecimientos que se suscitan en la obra

donde el autor desencadena su cólera de una manera más devastadora y castiza contra el

dictador Ignacio de la Cuchilla. Desenmascara sin titubeos los vicios y negligencias del

gobernante.

En la sexta parte Montalvo salvaguarda la intención de su obra, donde la lucha y

conceptualización sobre la evolución de la sociedad y la barbarie a la que está sometida

era el pan nuestro de cada día. Defendiendo de manera irrefutable la intencionalidad de

su obra y los parámetros en los que se enmarca la misma.

En la séptima catalina, su autor exhibe las ventajas de la instrucción o formación

primaria y secundaria para lograr la libertad del individuo que sin embargo contrastaba
con el autoritarismo suscitado en aquello convulsionada época de la historia política de

nuestro país.

En la Octava Catilinaria el tema que trata es el de la Cultura. Lo considera

Montalvo un método para luchar contra las injusticias y los deli-tos que asolan Ecuador.

Hace un repaso de la Cultura, la Educación y de la situación política de distintos países

de Europa y de América; todo ello lo configura como un gran conocedor de la realidad

que se vivía en Occidente en el siglo XIX. Montalvo va más allá de los tópicos e indaga

en las carencias que cada país tiene en Educación.

En el noveno capítulo se describen los centros de educación existentes en nuestro

país y el desenvolvimiento de los mismos al servicio de la creciente sociedad. Cuál era su

rol, que jóvenes deseaba formar. Aquí Montalvo buscaba evidenciar el tipo de formación

que recibían los jóvenes en aquel entonces.

En la décima y undécima parte de estos ensayos, Montalvo resalta nuevamente la

figura de Borrero a quien ataca sagazmente a lo largo de estos dos ensayos literarios.

En la duodécima y última parte se centran en las edades del individuo, en la

juventud que posee la sangre luchadora de sus predecesores, a lo largo de este capítulo

inspirador, Montalvo lograba adeptos entre los soldados mediante a quienes aleccionaba

mediante una sutil propaganda a derrocar al Gral. Como lo llamo Montalvo Ignacio de la

Cuchilla.

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