10 “ideas fijas” más frecuentes

en el agua y saneamiento rural

en Latino América y el Caribe
“Ideas fijas” repetidas
1. La simple construcción de
infraestructura resuelve el proble-
ma del acceso a los servicios
2. La mejor manera de utilizar
recursos públicos es con subsid-
ios totales a la inversión
3. Los pobres no pueden pagar
por los servicios que reciben
4. Los subsidios cruzados benefi-
cian a los más pobres
5. Se puede ampliar la cobertura
solo con la tarifa
6. A las comunidades rurales sólo
les corresponde un saneamiento
mediante letrinas de “hoyo seco”
Realidad/ Experiencias validadas
La infraestructura por sí misma no resuelve la falta de coberturas.
Se necesita realizar actividades de promoción y capacitación
dirigidas a las comunidades en todo el ciclo de un proyecto. Los
proyectos deben tener dos componentes (técnico y social) en los
que la gestión eficiente del servicio será la clave. El desafío no es
construir grandes sistemas, sino operarlos de manera sostenible.
El cofinanciamiento es un factor importante para el empodera-
miento local. Cuando la comunidad participa, aun con aportes
mínimos, el nivel de apropiación y compromiso es mayor y los
resultados son más sostenibles a largo plazo.
Las familias sí están dispuestas a pagar por un servicio digno.
Está demostrado que la población de menores recursos, cuando
reconocen el valor de un servicio de calidad, están dispuestos a
pagar según sus capacidades y con distintos mecanismos. Por
ejemplo, el servicio de electricidad, teléfono, etcétera.
Los subsidios cruzados, que predominan en las zonas urbanas,
generalmente en el área rural no benefician a quienes más lo
necesitan: a los habitantes más pobres que aún no tienen el
servicio, que suelen ser familias en zonas dispersas o comuni-
dades nativas con una baja densidad poblacional. Por el contrario,
el subsidio directo ha demostrado ser más equitativo, facilitando el
acceso a un consumo mínimo de 10 M3 mensuales por familia, en
las pequeñas ciudades rurales en las que existe micro medición.
El Estado tiene un rol clave en la inversión y distribución equitati-
va. En muchos países, la tarifa solo cubre la operación de los
sistemas, no la inversión. Cabe recordar que ni siquiera en los
países desarrollados se logró aumentar el nivel de los servicios
sólo con la recaudación de cobros por servicio.
Se ha demostrado que las comunidades rechazan las letrinas
tradicionales por su inseguridad, porque son antigénicas y presen-
tan alto riesgo de contaminación. Frente a esto, existe una mayor
demanda por acceder a la “unidad básica de saneamiento” (UBS)
o “baño rural” (Argentina, Bolivia [Est. Plur. de], Brasil, México
,Panamá y Perú) con el uso de tecnologías in situ.
“Ideas fijas” repetidas
7. Los medidores solo son para
zonas urbanas, porque, con su
uso, las familias rurales pagarían
más por el servicio
8. Las comunidades pueden
operar los servicios sin apoyo
alguno
9. La comunidad no sabe lo que
necesita, pero el funcionario
público y el ingeniero civil sí lo
saben
10. Los operadores especializa-
dos solo pueden ser urbanos
Realidad/ Experiencias validadas
La micro-medición rural es aceptada por la comunidad como un
mecanismo de equidad local. Las juntas que tienen medidor son
más eficientes que las que no lo tienen. Los conflictos en la comu-
nidad aparecen especialmente cuando el caudal es bajo o se usa
energía eléctrica para bombear y no existe
micro-medición. Por ejemplo, una familia de dos personas no
tendrá que pagar lo mismo que una familia extensa o la que hace
un uso comercial del agua potable.
Los gobiernos locales cumplen una función de asistencia técnica
clave. Las comunidades rurales concentradas y alejadas o disper-
sas siempre necesitan apoyo, por lo que debe existir un mecanis-
mo de apoyo financiero, logístico y de asistencia técnica perma-
nente lo más cerca a la comunidad posible.
Los saberes locales se complementan con el conocimiento técni-
co. Cuando los proyectos se diseñan en el escritorio, sin consultar
con la comunidad, no son sostenibles. A los ingenieros civiles no
les enseñan a diseñar sistemas de manejo de excretas rurales in
situ; para hacerlo, deben comprender la cultura local, trabajando
junto con los hombres y las mujeres de la comunidad.
Las comunidades, en forma individual o asociadas, se pueden
organizar como un “operador especializado” o contratar opera-
dores locales cuando reconocen su costo-eficiencia. Existen
operadores especializados para los sistemas locales encargados
de la manipulación de bombas, la limpieza de tanques, etcétera.
También existen asociaciones de JASS y/o comités de usuarios
que son operadores de los servicios.