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¿CUAL ES LA FUNCIÓN DEL FILTRO DE PARTÍCULAS DPF / FAP?

La principal función del filtro de partículas DPF es filtrar las partículas sólidas (hidrocarburos no
quemados) que se emiten por el tubo de escape del motor, es decir, eliminar las partículas de hollín
de los gases de escape de un motor diésel.

Pero igual te preguntas qué es el filtro de partículas DPF y cuál es funcionamiento. Pues bien, el filtro
de partículas diésel, conocido como filtro de partículas DPF o FAP, es un dispositivo conectado al
sistema de escape y cuyo funcionamiento varía en gran medida según cuál sea el fabricante del
mismo, lo que dificulta en gran medida el diagnóstico del problema así como el asesoramiento sobre
la mejor forma de solucionarlo.

El filtro de partículas DFP / FAP está formado básicamente por una estructura de “rejillas”. Una vez
que los gases de escape atraviesan el filtro, las partículas sólidas, hollín, cenizas y residuos de la
combustión quedan en su interior. Con el paso del tiempo, el DPF se va obstruyendo por la
acumulación de partículas y periódicamente el filtro se regenera.
La regeneración consiste en la quema periódica de las partículas acumuladas, por lo que los gases
de escape que se dirigen al DPF deben alcanzar una temperatura muy elevada. Uno de los grandes
problemas es que si se conduce por ciudad habitualmente, o solamente se realizan trayectos cortos,
los gases de escape no alcanzan la temperatura idónea, por lo que la quema de carbonilla no se
realiza de forma satisfactoria y se acaba obstruyendo el DPF completamente, y es ahí cuando el
vehículo comienza a dar problemas.

Si la regeneración no se produce de forma natural con la temperatura de los gases de escape, el


filtro quedará muy cargado y tendría que remplazarlo, o repararlo, siempre
una solución mas económica..
En los últimos tiempos ha crecido una plaga entre los coches con motor diésel,
un quebradero de cabeza inesperado no sólo para los usuarios sino también para
los fabricantes. Se trata de las incidencias derivadas del filtro de partículas que
incorporan las mecánicas de gasóleo para cumplir con la normativa
anticontaminación Euro V y la próxima Euro VI.

No son pocos los conductores que han tenido que llevar su coche nuevo al taller
varias veces debido a problemas con el dichoso filtro. Además de la molestia
de tener que ir al taller y quedarse sin coche mientras dura la revisión, los clientes
también sufren una gran desilusión al ver que su coche recién estrenado falla
cada dos por tres.

¿QUÉ ES EL FILTRO DE PARTÍCULAS?


Como decía al principio, la mayoría de los motores diesel actuales llevan
incorporado un filtro activo de partículas, conocido también como FAP o DPF,
por sus siglas en francés o inglés. Se trata de un sistema anticontaminante que
permite quemar las partículas de hollín generadas durante algunas fases de la
combustión, reduciendo el nivel de partículas contaminantes que se expulsan por
el escape.
"Vamos a ver qué es el filtro de partículas,
por qué falla y cómo podemos
solucionarlo."
Explicado de una forma sencilla, lo que sucede es que estas partículas sólidas
se retienen en las paredes porosas del filtro y son eliminadas cada cierto
tiempo en lo que se denomina “fase de regeneración”. En dicha fase se eleva la
temperatura del filtro para incinerar el hollín y limpiar el sistema. Este ciclo de
regeneración se realiza con más frecuencia durante los primeros 1.000 km de
rodaje.

¿CUÁNDO SURGEN LOS PROBLEMAS CON EL


FILTRO?
El proceso anterior es muy bonito y muy sencillo, funcionando perfectamente en el
maravilloso mundo de la teoría. En la práctica, lo que sucede es que cada
conductor le da un uso personal y específico a su coche que quizá no sea el
más adecuado para el perfecto funcionamiento del FAP.

Los inconvenientes llegan cuando se utiliza el coche únicamente para


realizar recorridos urbanos, donde no es posible alcanzar la temperatura mínima
necesaria para la regeneración. Como la temperatura no sube lo suficiente, el
hollín no se incinera lo que provoca que el filtro siga acumulando partículas sin
limpiarse hasta que se satura.

También resultan problemáticos los trayectos cortos, en los cuales el ciclo de


limpieza puede interrumpirse porque para completarse suele necesitar entre 10 y
25 minutos (el tiempo depende de varios factores). Cada vez que el motor arranca,
automáticamente se vuelve a intentar la regeneración y como no da tiempo a
completarse el proceso se repite una y otra vez, hasta que el sistema se da por
vencido, supone que algo no va bien y muestra un mensaje de error en el cuadro
de instrumentos.

Por eso, siempre que sea posible hay que tratar de evitar apagar el motor
cuando el proceso de regeneración se está realizando. Algunos modelos
tienen un testigo que indica que se está realizando, otros no. Si no hay testigo
habrá que recurrir a nuestros sentidos y tratar de percibir que al ralentí se suelen
notar más vibraciones, el sonido del motor es más ronco, aumenta el consumo de
combustible instantáneo y se desprende un ligero olor a aceite.

Si el filtro se llena se suele encender un testigo en el cuadro de


instrumentos para indicar que el sistema necesita una regeneración forzada, que
conlleva una inevitable visita al taller oficial. El coche puede seguir utilizándose
normalmente, aunque en algunos casos las prestaciones se reducen porque el
sistema electrónico del motor entra en un modo de emergencia o avería para
evitar dañar el filtro. Otra consecuencia de la excesiva acumulación de hollín en el
filtro es que los ciclos de regeneración se realizan con más frecuencia y cada
menos kilómetros, aumentando el consumo de combustible y contaminan
mucho mas
¿QUÉ SOLUCIONES HAY?
De momento, los fabricantes ofrecen pocas soluciones a este problema
recurrente. De hecho, las marcas no suelen considerarlo como un “problema del
coche” ya que sólo le ocurre a una parte de los usuarios, siendo una incidencia
derivada del “uso incorrecto” de un vehículo con filtro de partículas instalado.

En los talleres oficiales, lo que hacen es limpiar el filtro a mano de los coches
que han dado problemas con el FAP. Algunas marcas también hacen
una reprogramación electrónica de la centralita del motor (una actualización del
software) para que la nueva configuración de la regeneración del filtro se adapte
mejor a las costumbres de conducción del usuario, una solución que unas veces
funciona y otras no. Como pequeño consuelo, lo normal es que este problema
entre en la garantía y no se cobre nada al usuario, pero no siempre es así.

Al margen de acudir al taller oficial, la solución práctica recomendable es


realizar ocasionalmente recorridos por carretera para permitir que el ciclo de
limpieza se complete automáticamente. No hay un ritmo ni tiempo exacto para
conseguir la correcta regeneración del FAP, pero generalmente con un recorrido
de más de 30 minutos por carretera con el motor entre 2.000 y 2.500 rpm suele
ser suficiente.
Últimamente han surgido empresas que ofrecen aditivos que prometen alargar la
vida del filtro de partículas o conseguir una limpieza más eficaz. Buena parte de
ellos no sirven para nada, otros (una pequeña parte) pueden minimizar un poco
los efectos de la acumulación de partículas en el filtro. Hasta ahora no conozco
ninguno realmente efectivo, así que no parece la vía más recomendable para
afrontar estas incidencias.

Otra solución, más drástica pero efectiva, es la anulación del FAP. Algunos
talleres no oficiales pueden vaciar el filtro y reprogramar la centralita electrónica
para que no se utilice, por lo que el coche funcionaría normalmente y no volverá a
dar problemas. El principal problema de este método es que, como no puede
hacerse en un taller oficial, se perdería la garantía. Otro tema asociado viene
desde el punto de vista ético, ya que recurriendo a este método el coche
contaminará más y, en el fondo, se trata de conseguir lo contrario.

Como ves, de momento el planteamiento es bastante incierto al ser una tecnología


que lleva pocos años en nuestros coches. Las incidencias con los filtros
antipartículas no son exclusivas de un fabricante, todas las marcas han tenido
y tienen sus problemas con el filtro de marras ya que los motores diésel modernos
necesitan equiparlo para cumplir las normativas anticontaminantes.
Ahora toca tener paciencia y esperar que los fabricantes den con la tecla para que
vuelvan a poner el coche al servicio de las necesidades de todo tipo de
conductores y no al revés.

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