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Los glaciares situados en el polo Norte y Sur (Ártico y Antártico) no

son solo el hábitat de miles de especies polares, sino que


desempeñan papeles muy importantes en nuestro planeta.
Actualmente como consecuencia del sobrecalentamiento global,
estos glaciares están sufriendo un claro retroceso, con sus
consecuencias evidentes para la vida y el equilibrio de la Tierra. En
este artículo de EcologíaVerde hacemos un repaso a
las consecuencias del deshielo en los polos y cuál es la situación
actual de los polos, para ayudar a concienciarnos del problema
global que supone dicha situación.
La importancia de los polos en el planeta
Tierra
A pesar de su lejanía, lo cierto es que los casquetes polares
son un componente muy importante para la vida y el clima en
nuestro planeta, la Tierra.
Una de sus funciones más importantes es que los casquetes
glaciares de los polos aportan grandes cantidades de agua y
regulan la circulación oceánica, gracias a las diferencias de
temperatura y salinidad, distribuyendo de esta forma una
gran cantidad de calor por todo el planeta y controlando, por
tanto, el clima en todas las regiones del planeta. Además,
estas corrientes también controlan el ciclo del carbono,
aportando nutrientes y las condiciones óptimas para el
desarrollo de numerosa fauna oceánica y del fitoplancton. Los
sedimentos oceánicos profundos ofrecen un testimonio de la
circulación oceánica en el pasado.
Otra de sus funciones es la de absorber grandes
cantidades del CO2 que los propios seres humanos
emitimos en nuestras actividades diarias, amortiguando así
en gran parte el cambio climático y sus terribles
consecuencias, el cual aún así está avanzando más deprisa
de lo esperado de forma natural.
Situación actual de los polos
La situación actual de deshielo en el polo ártico o del
Norte es algo más grave que en la Antártida. Esto es debido
a que por su situación geográfica, se encuentra más rodeada
de continentes y, por tanto, más influenciada por los cambios
en la temperatura del aire, mientras que la Antártida al estar
rodeada por océano, está más influenciada por los efectos del
viento y temperaturas en el océano y los mares cercanos y no
tanto por la temperatura del aire.
Se calcula que en el Ártico, los hielos marinos se han
reducido hasta un 40% en el período comprendido entre los
años 1979 y 2014. Además, cada vez están más presentes
los estanques que se forman en verano y primavera y que
absorben el color, aumentando el deshielo en el Ártico.
En la Antártida, o en la zona geográfica del polo Sur, se ha
observado que su mayor glacial, el glacial Totten (130 km de
largo y 30 km de ancho) se ha ido derritiendo en los últimos
años debido al incremento de la temperatura de los mares y
los océanos. Otro de los grandes glaciares de este polo, el
Smith, se ha ido destruyendo a razón de 2 km al año hasta
perder unos 35 km de superficie. Se calcula que en los
próximos años, serán la Antártida y Groenlandia los que más
impulsen el incremento del nivel del mar.
Consecuencias del deshielo de los polos
Podemos enumerar las principales consecuencias del
deshielo en los polos en las siguientes:
Por una parte, la liberación de las grandes reservas de
carbono como el metano (gas de efecto invernadero más
potente que el CO2) almacenado en el permafrost, o capa de
suelo que de forma natural está permanentemente
congelada, está influyendo en el cambio climático. Se ha visto
que las concentraciones de ozono en la Antártida influyen en
los vientos y tormentas del océano Austral. Además, estas
tormentas constituyen la principal fuente de calor y humedad
de las regiones polares.
En cuanto a la fauna y flora, el nivel de calentamiento
también ha cambiado la vegetación, afectando también a
los animales de pastoreo y a los que cazan para subsistir. Los
estudios también han hallado que en el océano Austral hay
una mayor riqueza y complejidad de formas de vida debido a
que las especies migran hacia los polos en respuesta al
calentamiento y muestran interesantes tendencias evolutivas,
como por ejemplo pulpos que proceden de especies
ancestrales. Por lo que se puede segurar que también ha
cambiado la fauna de estas zonas.
Otro proceso que se está dando como consecuencia
del calentamiento es la migración de enfermedades
infecciosas desde zonas tropicales hacia las regiones
polares. Como ejemplo, durante el verano de 2014, se
observaron un centenar de infecciones por bacterias del
genero Vibrio (una especie es causante del cólera) cerca de
las costas de Suecia y Finlandia. Algunos patógenos son
también propios del pasado, aflorando como consecuencia
del deshielo y derretimiento del permafrost.
El impacto ecológico del deshielo influye sobre todo el
ecosistema de la Tierra, desde el microscópico plancton, que
debe adaptarse al aumento de temperatura y mayor acidez
del agua de los océanos y los mares, hasta la migración de
las ballenas y otras especies.
Una paradoja es que el cambio climático favorece el deshielo
de los polos y esto a su vez retroalimenta el cambio climático.
El derretimiento de los polos es uno de los temas recientes que
causa gran preocupación en el mundo por los efectos que podría
tener si llegarán a derretirse. No hay indicio de que esto fuera
un problema en el pasado, por lo que parece evidente que la
razón está en estos tiempos modernos y conocerla puede
ayudar a evitar que los polos desaparezcan.
Causas del derretimiento de los polos.
Los cambios de temperatura que se han experimentado en
los últimos años han provocado cambios y varios fenómenos que
se conocen muy bien y guardan una relación muy estrecha, ya
que cada uno puede ser una consecuencia directa del otro.
Las emisiones de gases contaminantes hacen que la tierra se
caliente más cambiando la temperatura de los océanos y mares,
afectando así a los polos. El dióxido de carbono es uno de los
responsables de esto, ya que es lo que más se emite en el uso
de combustibles o lo que también conocemos como
combustibles fósiles.
El efecto invernadero en general, contribuye a que el planeta
incremente su temperatura porque cualquier gas capaz de
absorber la radiación y mantenerla en la atmósfera hará que los
polos y en general, cualquier forma de vida en la tierra sienta
más calor.
Consecuencias del derretimiento de los polos.
Uno de los efectos directos de esto sería el incremento de los
niveles del agua en todo el mundo. En los últimos años
muchos científicos han hecho simulaciones sobre la apariencia
que tendría la tierra si toda el agua almacenada en el Ártico y la
Antártida se sumara a los océanos y mares actuales y el
resultado es que muchas porciones de tierra se perderían en el
mar. Los mapas tendrían que volverse a hacer, la gente viviendo
en las costas tendría que irse y todo ese territorio tal vez nunca
se podría recuperar.
Uno de los efectos que tiene el hielo y la nieve en los polos es
regresar parte de la energía que llega del sol al espacio,
manteniendo así la temperatura del planeta estable. Si no
hubiera hielo, el efecto invernadero que de por si hace a la tierra
caliente, calentaría aun más el planeta porque no habría polos
regulando la temperatura, por lo que la velocidad a la que la
tierra se calienta en el futuro aumentaría.
Los cambios en el clima también afectarían la vida, tanto de
los animales como de las personas, porque algunas zonas
climáticas verían cambios anormales en sus ecosistemas. Hay
casos de regiones de tundra donde ha empezado a crecer
vegetación poco común y el problema de esto es que poco a
poco se va reemplazando el hielo y la nieve reflejante de la luz
solar por vegetación que la absorbe, calentado más el planeta.
Solo un polo se derrite.
Algo importante mencionar es que solo uno de los polos se está
derritiendo, el polo norte. El efecto de perder solo un polo sería
un incremento en el nivel del mar, pero esto también nos indica
que aun estamos a tiempo para evitar algo más grave, ya que
es mejor crear consciencia ahora a esperar a que el efecto
también se vea en la Antártida.
DERRITIENDO LOS POLOS Y
SUS CONSECUENCIAS
17 junio, 2015
El derretimiento de los polos es un fenómeno que se ha acrecentado en las
últimas décadas de manera drástica como consecuencia del cambio
climático. Este cambio en el regimen climático del Planeta Tierra está
producido por un aumento de la temperatura en la atmósfera y océanos.
El calentamiento global ha incrementado, en promedio, la temperatura del planeta
en 0.74°C durante el último siglo. La Antártida y el Ártico son las regiones
del planeta más afectadas, en donde se registraron aumentos de
aproximadamente 2°C.
La principal causa del calentamiento global es el aumento de ciertos gases
atmosféricos, los famosos gases de efecto invernadero. Alguno de ellos son
el metano, el óxido nitroso y el “politizado” dióxido de carbono. Desde el
2013 se han venido registrando concentraciones de CO 2 mayores a 400
ppm (partes por millón), marca récord de los últimos 800.000 años!
Una de las consecuencias del calentamiento global es el mayor y más rápido
derretimiento de los hielos en los polos, fenómeno conocido como deshielo
de los polos.
En el Ártico, el área cubierta por hielo marino ha disminuido drásticamente de más
de 6 millones de km2 en 1979 a 4 millones en 2010. Los últimos datos
registraron una disminución del 40% en sólo 35 años.
En la Antártida, grandes glaciares como el glaciar Totten de 130 km de largo y 30
de ancho han comenzado a retraerse. El glaciar Smith, por ejemplo, se ha
retraído a una tasa de 2 km/año desde la década de 1980.
Otra de los fenómenos del derretimiento de los polos es la desintegración de
grandes plataformas o barreras de hielo i. Las barreras Larsen B y Wilkins,
localizadas al este y oeste de la Península Antártica respectivamente,
sufrieron importantes desprendimientos de hielo en los últimos años. En
2002, 3200 km2 de hielo se desintegraron en la barrera Larsen B en
cuestión de días. Esta plataforma de hielo pasó de 11500 km 2 en 1995 a
1600 km2 en 2012, una pérdida de más del 75%.
La pérdida de hielo en las regiones polares repercute en el aumento del nivel del
mar; concretamente es responsable del incremento de 11 mm. desde 1992
hasta ahora. Este aumento está siendo generado principalmente por el
rápido derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia ii. Estos pocos
milímetros podrían generar impactos socio-económicos dramáticos en
muchas de las ciudades que se sitúan en las costas de los mares.
El derretimiento de los polos también trae consecuencias en las comunidades de
organismos marinos.
En los últimos años se han observado importantes e inesperados cambios en
ciertas especies. En 2014, científicos noruegos y franceses registraron osos
polarescazando y alimentándose de una nueva presa que no se encontraba
en su dieta original: el delfín de hocico blanco (Lagenorhynchus albirostris)iii.
Este cetáceo habita las aguas del Atlántico Norte, y puede llegar a la isla de
Svalvard (Ártico) en verano. Lo relevante es que estos científicos
observaron al delfín en los alrededores de la isla a principios de la
primavera, hecho que nunca había sido registrado. Al parecer los delfines
quedaron rodeados por masas de hielo y al verse forzados a salir a la
superficie para respirar fueron cazados por un oso polar.
En la Antártida, y particularmente en la península, se ha venido investigando
intensamente en los últimos diez años el efecto y la respuesta de los
organismos marinos frente al derretimiento y sus consecuencias.
Las grandes masas de hielo que se forman a partir del hielo desprendido del
continente provocan frecuentemente daños en las especies que viven sobre
el fondo, ya que raspan el lecho marino y arrancan o dañan severamente a
los organismos que viven allíiv.
En caleta Potter (isla 25 de Mayo, perteneciente a las Islas Shetlands del Sur), el
derretimiento del glaciar Fourcade ha producido grandes cambios en el
ecosistema marino. Una de las consecuencias del derretimiento glaciar es
el aumento de la cantidad de sedimentos que entra al mar desde el
continente. Este aumento de sedimento en suspensión causa un efecto de
estrés en los animales marinos que viven sobre el fondo en la caleta.
Muchos de los animales se alimentan de microorganismos filtrando agua de
mar. Cuando el agua tiene sedimentos inorgánicos en suspensión, la
energía que gastan en filtrar, deshacerse del sedimento sin valor nutritivo y
destapar sus sistemas de filtrado hace que gasten más energía de la
prevista en este proceso y menos en el crecimiento y reproducción, por
ejemplo. Lo anterior genera que disminuya la probabilidad de supervivencia
de estos organismosv.
Otro tipo de organismos que se ven afectados por el aumento de sedimentos en
suspensión son las algas, organismos que necesitan una importante
cantidad de luz para producir la fotosíntesis. La presencia de más
sedimento en suspensión en el agua provoca que penetre menos luz y que,
como consecuencia, haya una disminución en la velocidad de fotosíntesis.
Recordemos que las algas marinas de la Antártida no sólo aportan energía
al ecosistema, sino que constituyen ambiente sobre el cual viven muchos
pequeños organismos que las utilizan como refugio y fuente de alimento.
Por otro lado, la retracción de glaciares genera nuevas áreas libres de hielo que
pueden ser nuevos hábitats para ciertos organismos que viven asociados al
fondo marino. En caleta Potter, estas áreas originadas por la retracción del
glaciar Fourcade han sido colonizadas por macroalgas vi.
Entonces, en ciertas áreas el deshielo está provocando efectos casi antagónicos
en las comunidades de organismos marinos, como ocurre en caleta Potter.
Por un lado, disminuye la tasa de fotosíntesis en las algas al aumentar la
cantidad de sedimento en suspensión, mientras que a la vez genera nuevos
ambientes de colonización para estos organismos al crear áreas libres de
hielo.
El complejo ecosistema marino, en el cual interactúan no sólo organismos sino
también factores climáticos, se ha vuelto aún más complicado de entender
ya que el conocimiento que teníamos puede no servirnos para comprender
y explicar el funcionamiento del ecosistema hoy en día.
Como corolario de la importante pérdida de hielo en los polos, hay que recordar
que la disminución de la cubierta de hielo provoca que la superficie de la
tierra refleje menos energía solar, lo que refuerza el calentamiento global
retroalimentando el derretimiento de los polos y acrecentando sus
consecuencias.
El derretimiento de los casquetes polares es un indicador de los peligros del calentamiento
global, de eso no hay discusión.
A medida que la temperatura global aumenta el hielo en los casquetes polares se derrite
y aumenta el nivel del mar. Este fenómeno viene siendo estudiado de cerca por los
científicos de todo el mundo y hay un acuerdo bastante grande sobre que esto es una clara
consecuencia del cambio climático ocasionado por la acción humana.
Ahora bien, nueva evidencia científica sugiere que, por el contrario, en la Antártida la
cantidad de hielo está aumentando. Veamos más en detalle de qué se trata todo esto.
En la Antártida la formación de hielo es superior al
derretimiento
Antes que nada queremos aclarar que la nueva evidencia científica para nada
pretende negar el cambio climático. Por el contrario, se trata de nueva información para
profundizar el conocimiento científico sobre este tema y generar conciencia.
El estudio del Centro Goddard de la NASA reveló que en algunas regiones de la
Antártida la formación de hielo supera a la reducción por derretimiento que se observa
en otras partes del continente.
El derretimiento de los polos provocará un caos
climático en 40 años
Cambiará los niveles del calentamiento global y las corrientes
oceánicas

El derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida cambiará los


niveles del calentamiento global y provocará un caos climático dentro de 40
años, según un nuevo modelo que ha combinado simulaciones complejas
con observaciones satelitales.
El derretimiento de los casquetes polares como consecuencia del cambio climático
provocará que gran cantidad del agua del deshielo irrumpa en las corrientes
oceánicas, cambie los niveles del calentamiento global y provoque un caos
climático, según un nuevo modelo liderado por la Universidad de Victoria en
Wellington, Nueva Zelanda, en el que han participado expertos de Canadá, Nueva
Zelanda, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.

Los investigadores combinaron simulaciones extremadamente detalladas de las


complejas consecuencias de la fusión de los hielos polares en el clima terrestre,
con observaciones satelitales de cambios recientes en las capas de hielo. Por lo
tanto, han podido predecir con gran precisión y fiabilidad lo que sucederá si las
políticas actuales sobre el clima no cambian.

El modelo simuló los efectos del derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia
y la Antártida debido al aumento de las temperaturas, así como los patrones de
circulación y de la temperatura de los océanos y el aire, si las políticas climáticas
actuales se mantienen sin cambios.

Según las simulaciones, el aumento más rápido del nivel del mar se producirá
entre 2065 y 2075. La fusión de las capas de hielo alterará la temperatura del agua
y los patrones de circulación del océano, lo que afectará a la temperatura del aire y
creará un circuito de retroalimentación complejo que involucra hielo, océanos y
aire.

"El nivel del agua no se elevará como una bañera", explica una de las autoras de
esta investigación, Natalia Gómez, en un comunicado. “En algunas partes del
mundo, como en las islas del Pacífico, el aumento será significativo, mientras que
cerca de las capas de hielo, el nivel del mar bajará. "

Caos climático en 2065

Sin embargo, el impacto de la fusión de las capas de hielo va más allá del nivel del
mar. Al entrar en los océanos, como en el Atlántico norte, el agua de fusión más
caliente tendrá el efecto de debilitar las grandes corrientes oceánicas. Este será el
caso de la Corriente del Golfo, que desplaza una gran masa de agua cálida
procedente del golfo de México hacia el Atlántico Norte.
Esta situación provocará temperaturas del aire más cálidas en el Ártico, el este de
Canadá y en América Central, y temperaturas más frías en el noroeste de Europa al
otro lado del Atlántico, creando así un "caos climático".

"Ya estamos viendo un aumento en el nivel del mar debido al derretimiento de las
capas de hielo, y este aumento en el agua también se ha acelerado en los últimos
años. Nuestros datos indican que esta tendencia continuará en cierta medida
incluso si el clima de la Tierra se estabiliza. También muestran que si reducimos las
emisiones significativamente, podremos limitar el impacto", señala el director de la
investigación, Nick Golledge.

"Si las políticas del gobierno global no cambian, veremos un calentamiento de 3ºC
o 4ºC con respecto a las temperaturas preindustriales y una gran cantidad de
agua de deshielo de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida fluirá hacia
todos los océanos. De acuerdo con nuestros modelos, este agua de fusión
interrumpirá en gran medida las corrientes oceánicas y cambiará los niveles de
calentamiento global ", añade Golledge.
2018, cuarto año más cálido

Este estudio, publicado en la revista Nature, coincide con la publicación de los


datos climáticos correspondientes al año pasado, que colocan a 2018 en el cuarto
año más cálido desde que se tienen registros, informa Global Climat.

En relación al periodo 1880-1920, la NASA calcula una anomalía media de +1,1ºC


en 2018. En la superficie terrestre el aumento ha sido de +1,6ºC en relación a ese
periodo, y en la superficie del mar la anomalía ha sido de +0,8ºC, un nivel récord.

A nivel regional, la NOAA señala que 2018 ha sido el más cálido desde que se
tienen registros por segundo año consecutivo más allá de los 20º de latitud sur. En
Europa el año pasado ha sido el más cálido de todos, con temperaturas récord
obtenidas en Francia, Alemania y Suiza.

Para Oceanía y África, 2018 ha sido el quinto año más cálido; para Asia figura en
entre los 10 más calurosos y para Norteamérica entre los 20 más cálidos desde
que se tienen registros.

Estos datos señalan que el modelo descrito por la nueva investigación se basa en
una tendencia al calentamiento global que no está siendo contenida con las
políticas actuales, por lo que el escenario de un caos climático dentro de cuarenta
años se perfila con más precisión en el horizonte cada año que pasa.

Qué es el deshielo de los polos


Para empezar, conviene conocer qué es exactamente el
deshielo de los polos del planeta. Así, el deshielo de esta
parte de la Tierra se trata del derretimiento del hielo de los
polos, la pérdida del hielo que se convierte en agua que
aumenta el nivel de los océanos y mares. Hay que tener en
cuenta que el deshielo es un proceso natural, ya que la Tierra
ha tenido épocas de glaciación así como de calentamiento.
No obstante, el problema actual se da porque este
derretimiento del hielo se está produciendo mucho más
deprisa de lo normal, debido a la gran y contaminante
actividad humana, la cual acelera el calentamiento global. Por
ello, podemos decir que este deshielo no se da totalmente de
forma natural y, por ello, se convierte en un problema grave y
urgente para los humanos y el resto de seres vivos que
habitan el planeta. Un claro ejemplo es la situación del oso
polar, que va camino de la extinción.
La Antártida o polo sur se calienta a un
ritmo muy rápido
Las aguas de la Antártida se calientan más rápido que la
media global. Todo el planeta se calienta y, por supuesto,
también lo hace el área de la Antártida, el polo sur del
planeta. Pero el océano que rodea al continente del polo sur
se ha estado calentando más rápido que el resto de los
océanos del mundo desde la década de 1950, a un ritmo de
0,17 ºC, mientras que el promedio mundial ha sido de 0,1 ºC.
Deshielo generalizado en todo el planeta
En el resto del mundo ocurre un deshielo general. La crecida
del hielo marino antártico no compensa la pérdida de hielo
marino en el Ártico. En términos totales, el hielo marino ha
disminuido constantemente desde 1979. A eso hay que
sumar que se pierde hielo en Groenlandia y en los glaciares.
Así, se puede afirmar que la Tierra se está deshelando a
pasos agigantados.
Esta pérdida general de la cubierta de hielo provoca que la
superficie de la Tierra refleja menos energía solar, lo que
refuerza el calentamiento global y, por tanto, el proceso se
retroalimenta, esto es, el deshielo continuará y,
probablemente, a mayor velocidad. Todo este
deshielo repercute en el nivel del mar, que
aumenta también de forma cada vez más acelerada.
A pesar de todos estos datos contrastados por los científicos,
pruebas evidentes de que, no solo existe un calentamiento
global, sino que, además, se está acelerando en los últimos
tiempos, algunos medios de comunicación siguen quitando
importancia a las consecuencias del cambio climático.
l deshielo marino en el Ártico o polo norte
En el Ártico, ocurre algo muy diferente porque la mayor parte
de la región es océano. La Antártida es una masa de tierra
rodeada por el océano, mientras que el Ártico es un océano
rodeado de tierra. Por ello, los comportamientos ante y a
causa del clima son diferentes. En el Ártico, el hielo marino
flotante se derrite como resultado directo del calentamiento
del agua y el viento afecta muy poco en este caso. En
septiembre de este año 2012, el hielo marino del Ártico
alcanzó su punto más bajo desde que comenzaron los
registros por satélite, en 1979.
Datos más recientes sobre el deshielo de
los polos
En cambio, datos sobre el deshielo de los polos que son
más recientes indican que, en el caso de la Antártida, el
glaciar de mayor tamaño, conocido como el Totten, que tiene
130 km de largo y 30 km de ancho, se está derritiendo por
culpa del incremento de la temperatura del océano. Otro de
los glaciares más grandes, llamado Smith, ha disminuidos su
tamaño en estos últimos años. Concretamente, el glaciar
Smith ha perdido 2 km de superficie por año, hasta llegar
a perder 35 km de superficie.
Actualmente, por desgracia, la NASA ha anunciado que
parece ser que hemos llegado al punto de que la situación
de deshielo de la Antártida es irreversible.

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