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INTRODUCCION

A los fines de poder introducirnos en el tema que trataremos en este trabajo denominado
“Fideicomiso de Inversioó n antes y despueó s de la Ley 249-17, sus conceptos, implicaciones actuales,
fortalezas, aó reas de oportunidad y amenazas”, debemos primeramente partir de lo general para
profundizar en lo particular, es por ello que iniciaremos definiendo que es un Fideicomiso, que no
es maó s que: “el acto mediante el cual una o varias personas, llamadas fideicomitentes, transfieren
derechos de propiedad u otros derechos reales o personales, a una o varias personas juríódicas,
llamadas fiduciarios, para la constitucioó n de un patrimonio separado, llamado patrimonio
fideicomitido, cuya administracioó n o ejercicio de la fiducia seraó realizada por el o los fiduciarios
seguó n las instrucciones del o de los fideicomitentes, en favor de una o varias personas, llamadas
fideicomisarios o beneficiarios, con la obligacioó n de restituirlos a la extincioó n de dicho acto, a la
persona designada en el mismo o de conformidad con la ley. El fideicomiso estaó basado en una
relacioó n de voluntad y confianza mutua entre el fideicomitente y el fiduciario, mediante la cual este

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uó ltimo administra fielmente los bienes fideicomitidos, en estricto apego a las instrucciones y a los
requerimientos formulados por el fideicomitente.”1

Como se establece en la definicioó n precedente, en el Fideicomiso intervienen tres (3) partes


importantes, que son los fideicomitentes, lo fiduciarios y los fideicomisarios o beneficiarios.

El Fideicomiso en la Repuó blica Dominicana es introducido por la Ley No. 189-11 sobre el Desarrollo
del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso, la cual creoó un marco legal unificado para impulsar el
desarrollo del mercado hipotecario y de valores de la Repuó blica Dominicana y con el fideicomiso
complementar la legislacioó n financiera dominicana. Es en esta legislacioó n donde encontramos por
primera vez la definicioó n del tipo de fideicomiso que trataremos en el presente trabajo, el
Fideicomiso de Inversioó n. Sin embargo, y tal como detallaremos, la Ley 249-17 realiza cambios
importantes para la administracioó n de este, los cuales impactaron de manera directa, derogando la
mayoríóa, si no todos, de los artíóculos que tocaban los puntos del Fideicomiso de Inversioó n y sus
operaciones.

“FIDEICOMISO DE INVERSIÓN ANTES Y DESPUÉS DE LA LEY 249-17 QUE MODIFICO LA LEY DEL
MERCADO DE VALORES DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, CONCEPTOS, IMPLICACIONES ACTUALES,

FORTALEZAS, ÁREAS DE OPORTUNIDAD Y AMENAZAS”

 CONCEPTOS ANTES Y DESPUÉS DE LA LEY 249-17

Debemos entender por Fideicomiso de Inversioó n, “la modalidad de fideicomiso celebrado por un
fiduciario con sus clientes, para beneficio de eó stos, o de terceros designados por ellos, en el cual se
consagra como finalidad principal la inversioó n o colocacioó n, a cualquier tíótulo, de sumas de dinero
de conformidad con las instrucciones contenidas en el acto constitutivo” art 57 ley 189-11,
modificado por la ley 249-17.

Antes de la promulgacioó n de la ley 249-17 las uó nicas entidades que podíóan administrar este tipo de
fideicomisos eran: Las administradoras de fondos de inversioó n, uó nicamente respecto de los fondos
de inversioó n que esteó n bajo su administracioó n, y Los intermediarios de valores uó nicamente respecto

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Artículo 3, Ley 189-11 para el Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso en la República Dominicana.
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de las carteras que administren Las personas juríódicas constituidas cuyo fin exclusivo sea fungir
como fiduciarios.

A partir de la entrada en vigor de esta ley, se restringe la administracioó n del fideicomiso


exclusivamente a las sociedades fiduciarias.

Entendemos que, en un principio, el legislador lo que suponíóa era que para una AFI seríóa un proceso
cotidiano y en vista de que con la ley 189-11 se buscaba, sobre todo lo demaó s, disminuir un deó ficit
habitacional, por lo que otro tema que pudiese haber sido contemplado, probablemente fue tratado
de manera superficial. Sin embargo, con la ley 249-17, aprovechando que ya las Fiduciarias teníóan
un tiempo prudente operando, optan por colocar el Fideicomiso de Inversioó n dentro de su abanico
de operaciones.

Otro resultado interesante de esta disposicioó n seria lo enunciado en el Paó rrafo I, del articulo 57,
donde indica que los Patrimonios Fideicomitidos, dentro de un Fideicomiso de Inversioó n recibirán
el mismo tratamiento fiscal que los fideicomisos de oferta pública de valores, por lo que en esto casos,
muchas de las exenciones que hacen atractiva la figura del Fideicomiso de Oferta Puó blica, se
materializan, en los casos que apliquen, dentro de los Fideicomisos de Inversioó n.

 IMPLICACIONES ACTUALES

En la actualidad, el hecho de que el Fideicomiso de Inversioó n haya sido modificado, a raíóz de la


entrada en vigor de la Ley 249-17, a los fines de que pueda haber maó s participantes en la operacioó n,
ha resultado muy positivo, ya que ha ampliado el margen de actuacioó n y los distintos escenarios en
que un inversionista pueda ingresar en operaciones dentro de los Mercados que suponen inversioó n,
ya sea dentro del mercado de capitales, o el mercado de creó dito o cualquier tipo de negocio que
pudiese representar.

Es de gran valor hacer una diferencia entre la sociedad fiduciaria que no pertenecen a un grupo
financiero y las que síó. En vista de que las primeras se encuentran uó nicamente bajo la supervisioó n
de la DGII, lo que implicaríóa que, cualquier sociedad conformada para fines de fiducia, ya registrada
ante la DGII, podríóa captar fondos del publico y, la realidad es que esta situacioó n maó s que positiva
podríóa resultar peligrosa.

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 FORTALEZAS Y DEBILIDADES

Con el tema de los fideicomisos, en general, siempre se habla de una primera fortaleza y son las
diversas oportunidades de negocio que acarrea consigo este tipo de vehíóculo, gracias a la apertura
legal que recibe de la 189-11, donde expresamente indica que puede funcionar para cualquier tipo
de negocio líócito; otras de las fortalezas frecuentemente mencionadas son la transparencia y la
disminución de operatividad para sus fideicomitentes.

En el aó mbito de un Fideicomiso de Inversioó n, entendemos que dichas fortalezas no se quedan atraó s,


haciendo uso concomitante de las diversas tipologíóas de fideicomiso, se puede utilizar en un
principio el Fideicomiso de Inversioó n estructurado de forma tal que pudiese tener como objetivo
final, que dichos beneficios obtenidos a traveó s de la titularizacioó n y negocios en cualesquiera de los
mercados principales a nivel de inversioó n, el mercado de creó ditos, el mercado de capitales, sean
utilizados para planificacioó n patrimonial/fideicomiso sucesoral.

Asíó mismo, entendemos como otra fortaleza para este tipo de Fideicomiso, es la confianza que
genera el uso del mismo, pues si bien es cierto que la encargada de regular y supervisar las
operaciones de un Fideicomiso de Inversioó n es la Superintendencia de Valores, no menos cierto es
que, la Fiduciaria y sus fideicomisos son susceptibles de la constante supervisioó n de la
Superintendencia de Bancos, cuando aplica, de la Direccioó n General de Impuestos Internos, con
muó ltiples auditoríóas, las cuales transparentan el operar constante de su administradora.

Entre otras fortalezas que podemos senñ alar y que separan a los Fideicomisos de Inversioó n de las
Administradoras de Fondos de Inversioó n (AFIs), es la capacidad de monetizar un activo que en otras
circunstancias seríóa difíócil de liquidar por su tamanñ o. Por otro lado, el legislador para hacer mas
atractiva la figura la ha revestido de ciertas exenciones como son, especialmente para este tipo de
fideicomiso, la exoneracioó n del pago de ganancia de capital de los activos aportados en patrimonio
fideicomitido.

Permite reciclar flujos de recursos financieros, en el caso de bancos y empresas financieras, esto les
posibilita hacer disponibles y prestables recursos financieros inmovilizados, es una alternativa de
financiamiento, ademaó s de una opcioó n de inversioó n en el mercado de capitales, disminuye el costo
de los fondos, disminuye y dispersa el riego.

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Otra fortaleza seria la seguridad, ya que proporciona proteccioó n a los recursos aportados por los
inversionistas debido a que los bienes del Fideicomiso no pueden ser embargados, en principio, por
deudas de los Constituyentes, Beneficiarios o de terceros.

Por otro lado, tenemos que advertir que, estas mismas fortalezas podríóan implicar ciertas
debilidades, o aó reas de oportunidad, ¿en queó sentido? en primer lugar, la debilidad maó s constante es
la sobre supervisioó n, un ejemplo latente de esto es que, la DGII en muchos casos niega el RNC a
muó ltiples fideicomisos (que ya han sido autorizados por la SIB) por el hecho de que entienden que
dicho negocio puede ser realizado fuera del aó mbito de un fideicomiso; si bien es cierto que es asíó, el
hecho de que un negocio pueda celebrarse libremente sin la necesidad de la constitucioó n de un
fideicomiso no significa que el mismo no deba ser realizado con este vehíóculo. Esto es una debilidad
porque disminuye las operaciones tanto de inversioó n nacional como de inversioó n extranjera, toda
vez que los inversionistas ven detenidas sus ganas de operar a traveó s de un fideicomiso para la
inversioó n dentro del Mercado de Valores.

 RIESGOS O AMENAZAS

Nada en la vida es un traje a la medida y el Fideicomiso de Inversioó n como cualquier otro


fideicomiso o cualquier actividad que realicemos, estaó propenso a ciertos riesgos o amenazas,
dentro de la figura que nos corresponde, podemos destacar como algunas amenazas que pudieran
surgir:

Como mencionaó bamos anteriormente, es importante la diferencia entre una sociedad Fiduciaria
que se encuentra dentro de un grupo financiero y las que no. Estas ultimas presentan un riesgo
mayor, en un sentido pues los requisitos para iniciar sus operaciones, a parte de remitir un par de
documentos, entre ellos manuales y documentaciones varias que solicita la DGII, y la autorizacioó n
de dicha entidad; no tienen que llenar ninguó n otro tipo de requerimiento. Sin embargo, las
Sociedades Fiduciarias que pertenecen a grupos Financieros, precisan autorizaciones adicionales
como son: Solicitud de no objecioó n a la Superintendencia de Bancos, Solicitud de Autorizacioó n a la
Junta Monetaria, entre otros requerimientos adicionales seguó n aplique para la estructura del
fideicomiso.
Otros riesgos que podemos agregar son:

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 Riesgos políóticos, que son los asociados a acciones que puedan desarrollar las autoridades
gubernamentales o estatales de una manera general, mayormente consistentes en
modificaciones frecuentes o imprevistas del marco juríódico general (impuestos, leyes
laborales, ambientales, etc.), considerando que los fideicomisos que tienen un corto períóodo
de duracioó n, este riesgo se minimiza porque un cambio en las leyes no afecta a los proyectos
ya iniciados.
 La posibilidad de que el fiduciario incurra en contingencias o peó rdidas ocasionadas por su
culpa o negligencia en el manejo y atencioó n de los bienes recibidos en fideicomiso y no
detectadas a tiempo por las entidades supervisoras.

Entre otros riesgos que pudiesen surgir ya fuese por la falta de experiencia de la sociedad fiduciaria
administradora o bien por el manejo negligente producto de una cartera demasiado cargada.

Es decir, el marco legal debe ser claro, y su aplicacioó n por las autoridades consistentes y predecible.
Ademaó s, debe equilibrar de forma razonable los intereses en juego: a) la proteccioó n de los
inversionistas, y b) la prevencioó n y sancioó n de los abusos y el fraude a la ley, del otro.

Por otro lado, las amenazas que pudiese tener un Fideicomiso de Inversioó n, podríóamos mencionar
las siguientes de manera taxativa, mas no limitativa, a saber:
 Encarecimiento del producto, por excesivos tramites regulatorios y burocraó ticos, los cuales
sumados a las comisiones fiduciarias (honorarios legales, comisiones, etc.) pudiesen llevar a
los inversionistas a rescindir de este vehíóculo.
 Perder atractivo por la inseguridad juríódica que pudiese reflejarse con jurisprudencias
negativas sobre la figura, o decisiones administrativas autoritarias productos del
desconocimiento del vehíóculo o tipo de negocio.

 OPORTUNIDADES DE MEJORAS
El Fideicomiso es una gran herramienta, la cual se podríóa utilizar para desarrollar alianzas puó blico-
privadas, que aportaríóan confianza y transparencia a la administracioó n de los recursos o inversiones
obtenidas, es decir, a traveó s de este vehíóculo el sector privado puede participar o en proyectos
estatales y asíó ambos puedan trabajar juntos en el desarrollo econoó mico y social del paíós.

El portafolio del fondo de pensiones estaó muy concentrado entidades gubernamentales y deberíóa
contar con alianzas puó blico-privadas a traveó s de la figura del fideicomiso, ya que esto permitiríóa que

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los fondos de pensiones comiencen a desarrollar proyectos de infraestructuras, sociales, entre
otros, que generen mejores rendimientos y a la vez generando maó s confianza al puó blico.

En el aó mbito privado, aun tiene un amplio territorio por abarcar y mejorar, esto podríóa ser logrado
si las Fiduciarias en sintoníóa con la Asociacioó n de Fiduciarias Dominicanas (ASOFIDOM) y quizaó s de
la mano de las principales entidades supervisoras, comienzan a crear las estructuras baó sicas de
manera que, aun cuando se puedan personalizar para cada cliente, por lo menos sea de
conocimiento comuó n ciertos lineamientos estructurales que permitan la correcta administracioó n,
supervisioó n e interpretacioó n del producto ofrecido.

En este mismo orden, seria importante realizas reuniones con las entidades publicas que
intervienen en el proceso de formacioó n y constitucioó n del fideicomiso de inversioó n, de forma tal que
puedan acordarse plazos de respuestas con tiempos míónimos y maó ximos; para asíó agilizar y mejorar
la figura, ofreciendo a los inversionistas negocios transparentes y que no presenten trabas
administrativas en exceso.

Precisamos que las anteriormente mencionadas no son las uó nicas oportunidades de mejoras y en el
trascurso de los anñ os, con mas experiencia fiduciaria en inversioó n y con la evolucioó n asíó mismo de
los productos, seraó n cubiertas otras oportunidades de mejora.

 ENTREVISTA
SOBRE EL FIDEICOMISO DE INVERSIÓN EN LA REPUBLICA DOMINICANA

Hemos aprovechado el proceso de investigacioó n de este trabajo para entrevistar actores actuales y
experimentados dentro del aó mbito Fideicomiso-Mercado de Valores, obteniendo asíó aseveraciones en
cuanto a la idoneidad del uso de la figura. A continuacioó n, respuestas a interrogativas que nos
surgieron en el curso de la investigacioó n:

¿Qué fortalezas entiende que existen en cuanto a los Fideicomisos de Inversión, ahora
que las Fiduciarias están facultadas a administrarlos?

JB: La fortaleza es que amplía el mercado, permitiendo nuevos participantes (fiduciarias


administrando fideicomisos de inversión – anteriormente solo las AFI) y por consecuencia, mayor
competencia, lo cual se refleja en mejores condiciones a favor de los inversionistas o ampliar el
abanico de opciones.
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En adición, la nueva ley 249-17 que regula el mercado de valores lo que persigue es ampliar el alcance,
los instrumentos y el dinamismo del mercado de valores en la Rep. Dominicana, ya que, hasta el
momento, podemos ver que el mercado de valores se ha limitado a utilizarse como alternativa de
financiamiento para grandes empresas e intermediarios financieros en el sector privado y público.

¿Qué debilidades entiende que aún presenta la figura del Fideicomiso de Inversión?

JB: Como es nuevo y aún con las normas pendiente de emitirse, trae siempre consigo algunas
dificultades al inicio y necesitan algunas veces de cambios/correcciones posteriores a la normativa.
Son temas que se van aclarando con la experiencia del mercado, con figuras similares, como son los
fondos de inversiones administrados hasta el momento por las AFI.

¿Qué estructuras se utilizaban, de inversión, para las Fiduciarias poder realizar este tipo
de operaciones sin transgredir la limitación hacia las AFIs e intermediarios de valores?

JB: Un primer escenario, si era para salir al mercado de valores y captar fondos del público en general,
se realiza mediante fideicomiso de oferta pública; y otro escenario, se utilizaba con una figura más
parecida, que era estructurarlo bajo un fideicomiso de administración, pero limitado a 49
fideicomitentes (fideicomitentes adherentes en la mayoría de los casos) y funciona muy parecido a lo
que sería un fondo de inversión, creado con los mismos fines/objetivos de un fondo de inversión.

CONCLUSION

Con la promulgacioó n de la Ley 249-17, podemos ver como surgen nuevas aó reas de oportunidad en
el mercado para la inversioó n en la Repuó blica Dominicana, la misma trajo consigo un mayor alcance a
diferentes sectores, ya que eliminoó ciertas restricciones del aó mbito de aplicacioó n que establecíóa la
Ley 189-11 y resultando maó s atractiva la delegacioó n de la administracioó n de estos a una entidad
especializada, con objeto exclusivo como lo es la Fiduciaria.

De igual manera, habiendo identificado otras fortalezas que tiene el Fideicomiso de Inversioó n, tales
como son la transparencia, disminucioó n de la operatividad de los fideicomitentes, garantíóas,
incentivos fiscales, entre otros, podemos concluir que nosotros como abogados tenemos un gran
reto por delante de seguir educaó ndonos en la materia, a los fines de poder presentar y orientar a
nuestros clientes para utilizar este vehíóculo de negocios, como opcioó n financiera.

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Asíó mismo, seguir identificando aó reas de oportunidad, a los fines de poder mitigar, minimizar parte
de los riesgos que se puedan prevenir en el Fideicomiso de Inversioó n, para garantizar mayor
rentabilidad y menos posibilidades de peó rdida.

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