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Asociación Civil

Grupo de Teatro Estable.


PSIQUE «Alma»

TEMPORADA 2015

Colombeia

De: Freddy Torres.

Versión: Carlos J. Torres.


Puesta Escénica: Carlos. J. Torres.
Dirección General: Freddy Torres.
MÉRIDA – MÉRIDA – VENEZUELA.
Colombeia.

Personajes:

Francisco de Miranda:....Precursor de la Independencia Venezolana.

Delphine de Custine:….………............................. Amante de Miranda.

Moran:………………………………….…….… Fiel Servidor de Miranda.

Coro 1 esperanza Venezolana:……….………………………… Pueblo.

Coro 2 miseria:………………………….……………….………… Pueblo.

Coro 3 burgués:……………..……….……………….…………… Pueblo.

Maximiliano Robespierre:………. Diputado de la asamblea Francesa.

Joseph Fouche:...................…..Magistrado y jefe de policía Francesa.


Prologo:

Sueño de Miranda.

☼ 0.1.-UNA ATMÓSFERA BASE EN PENUMBRA DE SOMBRAS DEJA VER UN MAUSOLEO QUE ESTÁ
CONFORMADO POR 3 ÁREAS QUE SE COMUNICAN ENTRE SÍ, Y QUE SE IRÁN ILUMINANDO
CONFORME A LAS ACCIONES EN SU APARICIÓN PARA UN CARÁCTER SIMBÓLICO Y
CARACTERÍSTICO; PRIMERA ÁREA (LA CARRACA / HEROÍSMO, VERDE Y ÁMBAR = MIRANDA),
SEGUNDA ÁREA (ÉPOCA DEL TERROR, ROJO = ROBESPIERRE) Y TERCERA ÁREA (JUZGADO,
PÚRPURA = FOUCHE).

♪0.1.- SE ESCUCHÁR UNA MELODÍA DE FONDO.

♥ 0.1.- ☼ 0.2.- DELPHINE DE CUSTINE ENTRA EN LA PRIMERA ÁREA MIRANDO TIERNAMENTE A


MIRANDA QUE ESTÁ EN SU LECHO DURMIENTE; ACARICIANDO SU ENSUEÑO. ENTRA MORAN Y SE
MIRA CON DELPHINE…

MORAN: (Tres golpes de triangulo sutiles.) Sueño de Miranda en la Carraca. Cádiz, 16 de julio de
1.816.

♥ 1.- DELPHINE: (Llama a Miranda sutil mente) Despierte, Generalísimo. ¡Despierte!

♥ 1.2.- MORAN: (Con voz afirmante) En 1.793, una acusación equivale a una orden de detención y
la detención a la muerte. (Delphine mira angustiada a Moran)

♥ 1.3.- DELPHINE: Si el reo ingresa de noche a la conserjería, es sometida a interrogatorios y al día


siguiente por la tarde… (Moran le hace un gesto a Delphine. Los del Coro entran a la primera área
en posición triangular con velas encendidas. Moran va al centro, declama y se queda observando
la escena hasta en final)

SE MANTIENE LA ATMOSFERA, MORAN EN EL CENTRE DE LAS ÁREAS DA TRES PALMADAS DE


ADVERTENCIA, ☼ 0.3.- CORO 2 Y 3 JUNTO CON DELPHINE SE POSICIONAN PARA UN CORTEJO
FÚNEBRE.CORO 1 QUEDA CON MIRANDA.

♥ 1.4.- MORAN: (Coro 2 - 3 y Delphine que preside el hecho fúnebre se dirigen a la segunda área)
El cortejo de la muerte desfilara con aclamación de un pueblo. Siguiendo la gran vía de Saint
Honore rumbo al patíbulo. (☼ 0.4.- El cortejo se detiene frente a la segunda aérea. Robespierre
puliendo su área gustosamente) ¡Hay mi señor!

♥ 1.5.- ROBESPIERRE: Debo confesar… que esta breve precesión satánica es por obra y gracia de la
amante de Fouche. (Irónico) El tristemente célebre jefe de policía. (Coro 3 y Delphine van a la
tercera área ☼ 0.5.-) (Declamación) Sacerdote y profesor en 1.790; saqueo iglesias en 1.792, más
tarde comunista afiebrado; luego multimillonario por obra y gracia del Emperador Bonaparte.
(Irónico) Se le conoce entre sus allegados como el descuartizador de Lyon.

♥ 1.6.- FOUCHE: Maximiliano Robespierre abogadillo de arras… Si tiene algo en mi contra pido de
inmediato que remita su acusación por escrito.

♥ 1.7.- ROBESPIERRE: No estoy acusando a nadie. (Observando la guillotina, mientras Delphine


está abogando por Miranda, pero al final Fouche acepta, Delphine lo besa apasionadamente y lo
manipula seductoramente) Al contrario, solo me distingo por decir la verdad.

♥ 1.8.- FOUCHE: (Justificándose complacido) En la verdadera acción política figuran rara vez los
hombres superiores. (Robespierre deja caer la hoja de la guillotina; Fouche y Delphine lo miran
mientras sube la hoja de la guillotina y colocando su cabeza mirando a Fouche) La verdadera
eficacia está en manos de hombres simplemente inferiores. Que derrotan a estos infelices
superiores, con diplomacia, con halagos, con paciencia ¡Mucha paciencia!

♥ 1.9.- ROBESPIERRE: Yo creo como Napoleón; la política es la fatalidad moderna. (Delphine se


dirige a la primera área mientras que coro 3 permanece con Fouche)

♥ 2.- DELPHINE: (Con voz angustiante) Aquí comienza tu martirio General de la Gironda la sangre
de aristócratas te servirá de incienso (Miranda se despierta)

♥ 2.1.- CORO: (Todos) ¡Muerte a los aristócratas!

♥ 2.2.- CORO 1: El pueblo republicano de París por orden del tribunal…

♥ 2.3.- CORO 2: Presenciara la ejecución de un extranjero que comando valientemente los


ejércitos franceses.

♥ 2.4.- CORO 3: Y por mandato de los conspiradores se alejó de la virtud.

♥ 2.5.-/ ☼ 0.5.- ROBESPIERRE: (Declamación) Distinguida audiencia; tengo malas noticias, hemos
sido derrotados en Bélgica. ¡Malditos Generales extranjeros! Nos han humillado con su traición
espurrea. (Mira a Fouche) Se perdió la batalla de Nerwinder.

♥ 2.6.- FOUCHE: (Coro 3 le entrega la carta) Esta es la prueba. Una carta del General Doumuriez.

♥ 2.7.- CORO: ¿Quién comandaba esa parte del ejército Francés?

♥ 2.8.- ROBESPIERRE: Miranda, en General Sur-Americano.

♥ 2.9.- CORO 1 Y 3: (Colocan la cabeza de Coro 2 dentro del hueco de la guillotina para ejecutarlo)
¡Hay grupos de hombres que recorren las calles de Francia pidiendo la cabeza de los Generales
asimilados!

♥ 3.- ROBESPIERRE Y FOUCHE: (Se miran. Sonríen) ¡Es mi oportunidad de Oro! (Delphine, con
dolor se aferra a Miranda que ve conmovido la escena)

♥ 3.1.- MIRANDA: (Encadenado en su área) Yo me rio de todas las buenas intenciones que
culminan en una fosa común… Sin salida… La verdad es una sola; ¡La libertad de los Pueblos
oprimidos! (Hacia Robespierre y Fouche) Yo Los escucho. Ustedes hablan como sicópatas, solo
desean el bien de Francia… ¡Hipócritas! (Coro 1 y 3 rodean la segunda área con movimientos de
carroña, mientras Robespierre permanece erguido) Todos aspiran a presenciar las ejecuciones
para asustar al pueblo. Escucha Robespierre; condenas, decapitas, odias, a eso lo llamas justicia;
pronto la fría cuchilla babara furiosa contra tus propios despojos. ¿Quién conspiro? Un hombre
que te pisa y aprueba tus actos. ¡Fouche, el manipulador! (Robespierre deja caer la hoja de la
guillotina… Pausa… Los del Coro juegan con una cabeza grotescamente, lanzan papeles… Miranda
a Todos conmovido). Yo me rio de esta nación, como me rio de todos los poderosos; ya caerán
también. (Robespierre suelta una carcajada… La música sube. Fouche ríe sarcásticamente…
Delphine, aterrada sale…)

♥ 3.2.- MORAN: (Después de un rato en el centro de las áreas que lo contemplaba todo
atentamente, da tres palmadas. La música cesa, todos lo miran) ¡Despejen la Plaza, hagan lugar!

☼ 0.7.- Black Out de 5 seg.

SALEN TODOS, MENOS MORAN Y MIRANDA QUE PERMANECE DORMIDO.


☼ 1.1.-

Primer cuadro.

Prisión de la Carraca.

MORAN: (Tres golpes de triangulo) ¡Prisión de la Carraca en Cádiz! (Limpia) Apenas encarcelaron a
mi señor, el digno patriota, el precursor de la libertad Americana; (Toma la forma de reverencia
militar) Generalísimo. Don Francisco de Miranda… sin gloria, Íngrimo y solo quedo en esta prisión
(Recoge la cabeza y el canasto) Lo conocí bien, era un buen hombre. (Al público) Aquí Presenciaran
su vida prodigiosa, aventurera y llena de peligros. (Saca el canasto por el área de Robespierre,
ingresa nuevamente) Gran parte de ella se consumió entre lecturas de Seneca y Plutarco, o entre
celebrantes etapas de ciudades perdidas, o la fidelidad de un perfume, de un encanto amoroso, o
en la mano enjoyada de una baronesa o Zarina de distantes comarcas… El señor siempre recordó
los terribles laureles de Francia que solo el ilegitimo amor de una mujer de mundo podía endulzar.
Todo se apagó como se apaga una vela. Amo hasta la saciedad su amada Caracas… (Busca un
Cacao) ¡Señor, mi señor! (Miranda se incorpora lentamente) Aun mantiene en su mente el
recuerdo del lejano perfume de los senos que lo vio nacer. Su amada que siempre recordó… (Le
entrega el cacao) Como su amante Delphine (Le da un Pañuelo), la infiel que lo amo y le enseño el
lado oscuro del corazón…

Segundo cuadro.

Ocaso de Miranda.

MORAN: ¡Ocaso de Miranda! * 1.-

MIRAMDA: (Enfermo) No quiero vivir más, no quiero más ruidos con mis pensamientos. Este
ataúd donde todavía escucho los lamentos de los prisioneros y el jadear de su aliento. ¿¡Que
suplicio es este, divina providencia!? (Afiebrado) ¡A veces espero la muerte y como una mariposa
negra revolotea por los rincones! Aquí mi memoria vive como un niño, me paraliza, me aniquila
poco a poco. Moran, fiel amigo, mañana será como hoy y pasado mañana, y otros días serán como
este instante infeliz... (♪1.- Se deja oír ruidos sombríos, molestos que van en aumento, efectuados
por los que permanecen afuera) ¿Qué ruido es ese? (Se incorpora) ¿Acaso van a asustarme?...
Atrévanse. Morán, mi espada ¿Dónde pusiste mi espada, mi pistola…, Moran!!!!!!? (Cae
tambaleante del delirio)

MORAN: Tranquilícese General, otra esos gritos suyos.

MIRAMDA: ¿Grite? (Moran afirma) me estoy volviendo loco en este encierro.

MORAN: Aquí, usted no tiene armas señor. ¿A caso delira otra vez? (Le toca la frente y le pone un
trapo húmedo) Esta encendido en fiebre.

MIRAMDA: Ahora tengo pensamientos apagados y secretos. Voy a morir pronto, fiel amigo.

MORAN: ¿Quiere que llame al padre, Zambrano?

MIRAMDA: ¡NO!... La inquisición estuvo siembre en mi contra, mi cuerpo está destruido por ellos.
Mis pensamientos son de plomo… Es muy extraño, una sombra me rodea… Quiero oír a Séneca,
sus consejos para morir bien (Moran busca el libro) Capitulo veinticuatro.
MORAN: (Se sienta a un lado de Miranda) “Los temores de la muerte”. (Miranda afirma) Las
desdichas vendrán a su hora, hay que sentirlas. No amarguemos el presente por temor al porvenir.
Es insensato sufrir de antemano por desgracias que han de suceder. (Lee pausado) “Si queréis
desechar toda inquietud, mirad lo que os inquieta como si estuviera próximo a realizarse”. (Pausa)

MIRAMDA: ¿Lo entiendes? ¿Lo has entendido?

MORAN: Si, señor… sí. (Se levanta)

MIRAMDA: No quiero mirar de frente la desgracia que me amenaza.

MORAN: (Lee desplazándose al área de Robespierre *2.-) “Así veréis que son de poca importancia
los males que temes”.

MIRAMDA: ¿De dónde sacaste esos?

MORAN: Lo estoy leyendo.

MIRAMDA: Ah. ¿Hay algo más penoso que ser condenado a la prisión y al destierro?

MORAN: (Afirma. Lee desplazándose al área de Fouche *3.-) “Sócrates disertó en la cárcel, pudo
escapar con toda seguridad, y no quiso, para quitarle a los hombres el miedo a dos males terribles,
como la prisión y la muerte”.

MIRAMDA: (Se incorpora) Sin duda es peor quemarse a uno mismo con sus pensamientos.

MORAN: (Lee desplazándose al área de Miranda) “Un hombre sin instrucción aprende a vencer
estoicamente la muerte y el dolor”

MIRAMDA: Oh, ¡Como añoro! esta soledad cruel, lejos de mi tierra, ni una noticia... ¿Serán libres?

MORAN: (Lee desplazándose al área central con Miranda) “El verdugo perdono antes al sacrificado
el haber querido matarlo, y el sacrificado se perdonó a sí mismo el no haber podido matar al
verdugo”. *4.-

MIRAMDA: Moran, ¿Estas de mi parte?

MORAN: Siembre.

MIRAMDA: ¿Hasta la muerte?

MORAN: Si, mi señor. Soy su más ferviente servidor.

MIRAMDA: Escúchame. Si acumulo palabras no es sino para escapar de los males que me
causaron mis enemigos… (Sufre un ataque de tos continua) ¿Qué fecha es hoy?

MORAN: Estamos a catorce de julio de mil ochocientos dieciséis. (Le entrega el libro a Miranda)

MIRAMDA: Como pasa el tiempo… ¿Moran, me haces un favor?

MORAN: El que usted quiera.

MIRAMDA: ¡Quítame estas cadenas, te lo suplico!

MORAN: Mientras estemos solos…


MIRAMDA: (Exhala de satisfacción) Así está mucho mejor… No he traicionado a Francia, ni al
honor de su revolución. (Lee)

MORAN SE DESPLAZA AL ÁREA DE ROBESPIERRE Y LO ADVIERTE CON TRES GOLPES DE TRIANGULO,


ANUNCIA Y SALE POR EL MISMO LADO…

Tercer cuadro.

Confesión de Robespierre.

MORAN: ¡Robespierre atormenta a Miranda bajo confesión! ☼ 1.2.-

ROBESPIERRE: (Desde el fondo saliendo. Con ansiedad) La dulce estancia de la lectura, te lleva
Miranda, aun lugar paradisíaco, lejos de este mausoleo. (Aparece) Te lleva una hora, o todo el día
y luego te han de dejar caer. Generalísimo, voy a ser franco contigo: no quiero conducirte al
patíbulo, esa es tarea del asesino de Fouche. El jefe de la conspiración, como lo nombran. (Se
acerca a Miranda) ¡Sí!... ese seco personajillo de escritorio que ama viciosamente la aventura. Su
pasión es la intriga. Nada oculta mejor como su pasión por la intriga.

MIRAMDA: (Deja de leer) Esta misma conversación que me juzgara está compuesta por una
extraña mezcla de profesiones.

ROBESPIERRE: Médicos, políticos, comerciantes, carpinteros, barberos, soldados, tinterillos y


curas. El pueblo se pregunta por Miranda. ¿Quién es él?

MIRAMDA: Ahora voy a decirte lo que pienso de esta revolución que he contribuido a fortalecer.
(Se levanta) Aquí en esta mazmorra, solo, con mi conciencia, me aparecieron ilustraciones
monstruosas de una clase agonizante, cuya inteligencia se agota en procurarse a sí misma, el
espectáculo de sus excesos.

ROBESPIERRE: A esa clase de personas pertenece Fouche. Es un cobarde, jamás sube al estrado.
Su silencio lo usa para calcular las fuerzas. Es muy precavido, reserva su voto decisivo para el
momento que comienza a inclinase la balanza de un lado a otro. (Meditativo) Su filosofía es: (A
Miranda) Para nada gastarse demasiado pronto; para nada sujetarse a alguien antes de tiempo;
para nada ligarse para siempre. Como buen marinero espera para lanzarse al lomo de la ola que el
viento favorece y mantiene su nave en puerto seguro.

MIRAMDA: Una revolución nunca pertenece al primero, al que la inicia, sino al último, al que la
culmina asiendo de ellos una presa, señor diputado.

ROBESPIERRE: ¿En una sociedad de criminales como la nuestra? Todos los ciudadanos se agazapan
taimadamente en la oscuridad. Se acercan a los poderosos, pero evitan los poderes públicos
visibles. (Venerando la guillotina) Ellos prefieren estar en comisiones donde se gana en la sombra
conocimientos de la situación. También influencian sobre los acontecimientos sin ser observados
ni odiados. (Arriba al Público) Yo los distingo. Soy el único que se atreve a subir al estrado. Preparo
mi discurso cuidadosamente y ellos tiemblan, el horror es la catarsis de mis colegas.

MIRAMDA: (Se desplaza) Si. He asistido a esas sesiones interminables y pude presenciar como los
diputados se hieren a muerte. (Robespierre mira a Miranda) La época de los pudientes empieza
cuando se aniquilan ustedes, los emisarios más apasionados.
ROBESPIERRE: Asechar en la oscuridad es una virtud vital durante toda su existencia. (Se apasiona)
¡A mí me lo hicieron! ¡Perdí la cabeza en la guillotina! ¡Caí en la trampa por inocencia!
(Involucrando a Miranda en lo que dice) ¡Ellos tiran todo los hilos del poder, eludiendo siempre su
responsabilidad! Jamás me refugie detrás de una personalidad fulgurante, no adule a nadie como
Fouche hizo conmigo. La estrategia que ha usado es simple: cuando uno avanza confiado, en un
instante decisivo te traiciona de la manera más despiadada. ¡Ese es su papel preferido! lo
representa con veinte disfraces diferentes, con los republicano, con los reyes, emperadores.
¡Siempre con el mismo virtuosismo!

MIRAMDA: (Irónico) Bochinche, bochinche, bochinche… la traición es el vicio predilecto de los


aristócratas. (Se mantiene en su área pensativo)

☼ 1.3.- ♪ 1.1.- ROBESPIERRE: (En la guillotina) Los Girondinos caen, Fouche queda; los Jacobinos
son sacados, Fouche queda. El Directorio, el Consulado, el Imperio, el Reino zozobra y
desaparecen, pero siempre queda él. ¡El único, el Genio tenebroso! Hay que exigir el sí o el no, de
este personaje, la vida o la muerte… Que se sepa para la posteridad qué lugar ocupa, si es a la
derecha o la izquierda. Pero ¡Ah!... el 10 de enero de 1.793, le llegó la hora… es el juicio al Rey.
¿De qué lado está? Nadie lo sabe... Ya que estoy condenado a perecer a extinguirme, por los siglos
de los siglos, quiero arrancarme esta terrible verdad. Me jubilo de la diputación, y observo
ingrávido; eso es todo. (Los del Coro entran con movimientos minimalistas y van sacando muy
lento a Robespierre que se impone a la salida. Apasionado) ¡Me salgo del juego! Exijo que todos
reflexionemos… así como necesito reflexión… mirándolos, paso a paso…guardo, aquí, lo que veo…
y todo lo que veo sucede a mi alrededor. (Lo sacan, termina melodía) Miranda no temas nada…
todo es basura, oscuridad. ¡Oscuridad…!

ENTRAN LOS DEL CORO CON DELPHINE EN VUELTA EN UNA DANZA, DEJÁNDOLA EN EL ÁREA DE
MIRANDA Y LIMPIAN EL ESPACIO.

Cuarto cuadro.

Primera visita de Delphine a Miranda.

MORAN: (Tres golpes de triangulo sutiles) ¡Primea Visita de Delphine de Custine a Miranda en la
Carraca! ☼ 1.4.-

♪ 1.2.- DELPHINE: (Como una ilusión de Miranda) Amor de mi alma, Francisco, sufres en carme
propia la idea de la revolución. Ya sabes lo que es para ellos: un juego (Lo llama) Me han contado
que darías la gloria y la libertad de tu pueblo, por unos días de respiro. ¡Pero estás ahí en esta
maloliente prisión como en la entrañas del monstruo que te devora! ¿Sigues creyendo que la
justicia es realizable, que todos pueden ser gobernados de la misma manera? (Sonríe) Fouche y
Robespierre conspiran para que culmines tu vida en el suplicio. Levántate altivo como siempre
fuiste, enséñales cómo y cuánto vales, amor mío.

MIRANDA: (Sintiendo la presencia de Delphine) Delphine adorada, no te preocupes, yo les


escucho. Siento sus arañazos en las paredes, como ellos cuchichean, como intrigan; les veo subir
altivos los escalones del tribunal acechando mi debilidad por todas partes, esperando su
oportunidad de destruirme. Ya llegara el momento que ansió. (Termina la melodía)

DELPHINE: Todo ha cambiado, observo esta ciudad, donde las prisiones están llenas de enemigos
nuestros. Acabo de verlos en la Forcé lucen famélicos, estaban ahí encerrados, asustados, pálidos.
Los vi a través de las rejas.
☼ 1.5.- CORO: (Entran recreando lo que se dice) Oirán a los centinelas pronunciar los nuevos
nombres, que se ataran para el cortejo de la muerte.

DELPHINE: Ahora lo están haciendo por hornadas. (Se muestra el terror en su rostro, y se
resguarda en Miranda)

CORO: Rebaños de prisioneros los sacan por listas largas que entregaran su alma al verdugo.

DELPHINE: (A Miranda) He estado entre ellos, esperando que te llamen…

MIRANDA: Mi situación en Francia es crítica. Debo preparar mi defensa ante el directorio, cuanto
antes.

CORO: Fouche firmo una orden de captura contra ti por el delito de traición a la república.

MIRANDA: (Analítico) ¡Son unos carroñeros! Robespierre quiere hacer de la revolución una
cátedra de moral y utiliza la guillotina como pupitre.

CORO: (Entre ellos) C. 1= ¿Qué país es este?, C.T. ¡Así no lo soñamos! C. 2= ¿Qué calles son estas?
C.T. ¡Así no las veíamos! C. 3= ¿Qué hombres son estos?

MIRANDA: ¡Los esbirros de la revolución!... ¡Son unos embusteros! Se dejan arrastrar por sus
pasiones sin conocer los principios fundamentales. (Los del Coro toman una postura de atención)
¡El incorruptible Robespierre! ¿No dice él mismo que tiempla ante la simple palabra violencia y
palidece de terror? Y ¡Fouche! como buen seminarista sermonea al pueblo para proscribir la
riqueza y devolver la dignidad a la miseria, y ahora él es el multimillonario. Duque de Otranto. ¡Me
rio! Me rio… (Murmullo entre el coro)

DELPHINE: (Miranda trata de vestirse, pero se lo impide) He visto a los comerciantes por todas las
esquinas… vender guillotinas en miniatura, y muñecos; atiborrados con un líquido rojo que salpica
sangre del cuello… ¡Estoy asustada…!

CORO: ¿Qué sueño monstruoso viviremos?...

DELPHINE: ¿Confías en mí? *1.-

MIRANDA: (La mira tiernamente) ¿Eres fiel a mi amor?

DELPHINE: (Abraza a Miranda sin responder)

MIRANDA: Ya sé que no… No me aclares nada. (La besa en la frente) ♪ 1.4.- Eres bella…

DELPHINE: Me he enamorado perdidamente de ti. Eres diferente a los otros hombres que he
conocido. (Los del coro inician una danza sugiriendo el acto sexual, mientras Delphine seduce a
Miranda. Siguen los diálogos)

MIRANDA: Puedo dar mi sangre por tu cariño, mi señora.

DELPHINE: ¡No seas loco, Francisco! Soy infiel.

MIRANDA: ¿Qué soy para ti, amada mía? (Gemidos del coro)

DELPHINE: Fuego. ¡Fuego!... (Gemidos del coro)

MIRANDA: ¿Que soy para ti? Dímelo, Delphine de Custine… (Gemidos del Coro)
DELPHINE: Mi devorador… (Miranda besa en distintas partes sensibles de la mujer) (El Coro
simboliza el Squirt “eyaculación femenina”. Delphine exhala de placer. Sale el coro) (Pausa)
(Extasiada) En el fondo del alma, el hogar de un noble fuego… ¡Caí a tus pies! (Pausa Termina
melodía) (Sombría) Se, mi señor, que tienes actualmente tres amantes en Inglaterra.

MIRANDA: (Evasivo) Chisme. Dime, ¿Te perderé algún día?

DELPHINE: Soy tímida como una paloma.

MIRANDA: Síntomas de una mujer celosa. ¿Lo eres?

DELPHINE: (Coqueta) Terriblemente.

MIRANDA: ¿Y tu esposo?

DELPHINE: (Neutra) Está luchando para librarse de las intrigas de Dantón.

MIRANDA: ¿Y él matrimonio?

DELPHINE: Un rotundo fracaso, ya te lo he dicho.

MIRANDA: Si es cierto, La fortuna es rara y esquiva. (Va a cambiarse)

DELPHINE: (Le ayuda) La fatalidad siempre está de mi parte. En mi familia hay un gran
desequilibrio, lo confieso. Eleazar, mi hermano, busca en la moda romántica, la paz de claustro y
cementerios; Altolfo, el menor, rompe su vida para entregarse a vicios vergonzosos. (Pausa) Y yo…
siempre tengo mis nervios tensos. Sufro de ahogo y espasmo. (Contenida) Quiero olvidarme de
esta revolución, del mundo y de la vida. ¡Creo que el fin de todo esto es la locura!

MIRANDA: (Aconseja) Quisiera darte un poco de orgullo, solo te hace falta equilibrio. ¿Cuántos
como yo se han sentado en tu famoso Canapé azul…? (Dolido) Ya sé que no tantos como quisiera.

DELPHINE: (Defensiva) No me ofendas Francisco, por favor.

MIRANDA: (Con seguridad) Lo siento, pero lo sé todo. Primero le robas “El Trovador” a tu mejor
amiga… Luego coqueteas con el señor de Estterng ¿O no? Después con el caballero de Fornfanges
¿Cierto? Y a escondidas te entregas groseramente al Duque de Otranto. Joseph Fouche…

DELPHINE: ¿Pero qué sabes tú de eso…?

MIRANDA: Vox popule.

DELPHINE: No eres justo. Te amo, Francisco. Yo…

MIRANDA: ¡Me horrorizas! (Se aleja)

DELPHINE: No me irrespetes. Soy una dama que no teme hablar francamente contigo.

MIRANDA: (Con severidad) Sé que no soy el único que disfruta tus favores, madame.

DELPHINE: (Enérgica) Francisco de Miranda, no te voy a decir los nombres de mis amantes. ¿Eso es
lo que quieres? Pues no te voy a complacer… No los traiciono. (Se retira) Porque sé que hablo con
un hombre libre, capaz de comprender. Aun cuando esta prisión intenta descomponerte…
(Miranda escucha atentamente sin mirarla. Recrea el cuadro de Michelena no completamente,
está se acerca a Miranda) Sabes que eres mi único amor verdadero. Quisiera, así como tus
pensamientos son libres, que tú también gozaras de ese mundo allá afuera. Adiós, amado mío. ☼
1.6.- (Sale y entra Moran)

Quinto cuadro.

Preámbulo del Interrogatorio.

♪ 1.5.- MORAN COLOCA LAS COSAS DEL ESTRADO. ENTRA FOUCHE Y LE DICE ALGO EN VOZ BAJA A
MORAN… BUSCA A ROBESPIERRE Y LO LLEVA A SU ÁREA. FUCHE LLAMA A MORAN Y LE INDICA
QUE ADVIERTA A MIRANDA Y SE POSICIONA EN SU LUGAR *1.-

MORAN: El señor Magistrado me ha ordenado interrumpir sus pensamientos, mi señor.

MIRANDA: ¿Quién?

MORAN: El señor Magistrado, Joseph Fouche.

MIRANDA: ¿Qué quiere?

MORAN: El señor Fouche… (Mira a Fouche, este hace una señal, guarda silencio y sale a busca
algunos objetos para limpiar)

FOUCHE: *2.- General Miranda ha llegado a mis oídos, lo sucedido entre usted y Maximiliano
Robespierre. ¿Qué hay después de la violenta separación entre el cuerpo y los sueños?

MIRANDA: (Lo mira) Nada, absolutamente nada.

FOUCHE: Pero ustedes conspiraban, yo lo escuche.

MIRANDA: Nuestros pobres cuerpos insepultos no cesan de lamentarse. Pidió que todo quede
petrificado en este mausoleo. (Moran observa)

FOUCHE: Ya ves, General. (Se acercase a Miranda) Lo que es la revolución para los políticos
ambiciosos. La sepultura. ¿Dónde encuentran la inspiración? ¡En la muerte! Así vienen a este
mundo. (A Robespierre en la guillotina) Con la esperanza de que se les procese sus exigencias: (A
Miranda) A usted por ejemplo, su amor. Aquel, su castillo de hadas, (Público) A los otros, sus
amantes. Y nosotros… nada. También nos gusta la vida fácil, la comodidad y el dinero. (Señalando
a Robespierre) *3.- Ese hombre hizo descender al fango a miles de ciudadanos franceses.

ROBESPIERRE: (Al público) Represento a los batallones irregulares de la rebelión.

FOUCHE: Es un odioso agitados de barrio. Desde la gloriosa toma de la bastilla se le conoce como
el asesino de septiembre. Destrozo la vida política de Dantón y lo llevo a la guillotina… (Sube un
poco la intensidad de la sinfonía)

ROBESPIERRE: No soy el único. Muchos hombres en Paris emulan su personalidad, gente callejera,
mujeres vociferantes, insultadores profesionales…

FOUCHE: Si ven pasar a los compañeros diputados que van a votar por la clemencia a nuestro Rey,
se vierte sobre ellos un diluvio de insolencia, (Sube un poco más la intensidad de la sinfonía) (Voz
en alto) hasta conseguir que su víctima ponga la cabeza bajo la fría cuchilla. (Sube la sinfonía)
(Robespierre se voltea violentamente y mira a Fouche con rabia. Moran se levanta y los detiene
desde donde está, vuelven a intimidarse y amagan como si se fuera a golpear, Moran los vuelve a
detener. Sinfonía Termina. Moran les indica que vayan a sus lugares)

MIRANDA: (A Moran) Esa intimidación hace su efecto. (Moran guarda las cosas)

Sexto cuadro.

Primer Interrogatorio.

MORAN: (Tres golpes de triangulo) ¡Primer interrogatorio a Miranda en la asamblea francesa! ☼


1.7.-

ROBESPIERRE: Ciudadanos Diputados de la asamblea Nacional. (Se repone. Coro 2 le entrega


papeles) La república está en crisis. Desde lo más apartados sitios del mundo, llegan conspiradores
a pedir asilo político a Francia, para cometer sus felonías más atroces. Uno de ellos es Francisco de
Miranda. ¡Es un reo de estado! Y se llama el precursor de la libertad. Obsérvenlo con cuidado:
lleva traje de seda, viaja en coche particular, ocupa los balcones de los teatros y habla de acuerdo
al diccionario de la academia. Es pues, un baros de la ilustración. Un seguidor monárquico, que
anda con la cabeza erguida, sobre los hombros del pueblo. También le teme a la guillotina. ¡Por fin
llegó la hora de arrancar las máscaras a los farsantes!

MIRANDA: (De pie, firme y burlón) El señor Robespierre encarna la voz del tribuno descontento…
y finge hablar en nombre del pueblo. El representa la convención. Yo me pregunto señor
magistrado; ¿Es que se puede castigar un hacha cuando miente descaradamente ante este
honorable tribunal?

ROPESPIERRE: No me siento al lado de los aristócratas. Me acostumbre a condenar sin ninguna


pasión y lo que usted llama condena a la mentira es simple pasividad.

MIRANDA: Solo exigen bellas muertes individuales. Quieren un espectáculo bochornoso para
asustar al pueblo.

BOBESPIERRE: (A Fouche) La piedad es patrimonio de los privilegiados.

FOUCHE: Señor de Miranda. ¿Usted se siente un privilegiado? ¿Está de acuerdo con Robespierre
en cuanto a que hace falta sangre?

MIRANDA: ¡Odio el terror! Quiero vencerlo, combatirlo y hacerlo caer en su propia trampa.

ROBESPIEERE: (A Miranda) El arma de la República, lamentablemente, es el terror.

FOUCHE: ¿Acaso usted no utiliza el terror de la guerra y gobierna a sus súbditos por medio de él?

MIRANDA: Soy un soldado que aplico la disciplina militar en el campo de batalla.

ROBESPIEERE: (Al público) Un traidor es un tirano. Hay que aniquilar a los adversarios de la
revolución con el mismo despotismo que ellos utilizan para aniquilar al contrario. ¿Piedad para los
entreguistas, para el engaño, para los que llevaron a la degollina al ejército de Francia?... ¡No!
¿Piedad para los traidores?,… ¡¡¡NO, mil veces no!!!

MIRANDA: No soy un traidor.

FOUCHE: En resumen. ¿Quién es usted, señor de Miranda?


MIRANDA: ¿Quién soy? A veces yo me lo pregunto, sobre todo durante los largos meses de ocio
que disfruto en la prisión de la Forcé.

FOUCHE: Sin embargo tenemos información fidedigna que en la prisión le hicieron ganar fama de
ateo, de contestatario, de peligro público para el estado Francés.

MIRANDA: Nunca he sido ateo.

ROBESPIEERE: ¿Que es el mundo para usted?

MIRANDA: Para mí el mundo es un gran animal vivo y dios el alma de este organismo.

ROBESPIEERE: (A Fouche) Interesante. (A Miranda) Y que el dios para usted.

MIRANDA: Dios es como una araña en cuya tela es el mundo; por los hilos de esa tela percibe de
manera diferente, según la distancia, todo lo que entra en contacto con la tela. Pienso que todos
los elementos del universo están dotados de sensibilidad.

FOUCHE: Pero su racionalismo y deseo de criticarlo todo lo hace sospechoso de ateísmo.

MIRANDA: Si la araña divina trabaja sobre la tela del mundo, el hombre está en contacto directo
con la tela, y en el influye no dios, sino la naturaleza; es decir los instintos y las pasiones. Por eso
creo en la verdad de las paciones y lo plasmo en mis vivencias cotidianas.

FOUCHE: ¿Entonces dice que el hombre es la existencia de lo que vuelve importante la existencia
de los demás seres?

MIRANDA: No lo dije yo, lo corroboro Diderot: “He aquí el mundo en que vives, no el de las fabulas
teológicas, sino de todos los días, y he aquí las herramientas conceptuales y materiales con que el
hombre transforma dicho mundo”

FOUCHE: ¿Ya no cree en la revolución?

MIRANDA: Desgraciadamente esta revolución solo se trata de los intereses de comerciantes y


tenderos. Yo me pregunto. (Al público) ¡¿El pueblo, el hombre común y silvestre?! ¿Dónde
queda?... Hay que devolver al hombre a sí mismo y a su propia dignidad… ¿Y de qué se me
acusa?...

ROBESPIEERE: Se le acusa, general, de proceder malvadamente, y traicionando los intereses de la


revolución provocando con dicha acción su disolución; no oponiéndose, al contrario facilitando la
invasión de los enemigos de Francia cuando tenía los medios suficientes para impedirlo,
ocasionado pérdidas incalculables; de hombres, dinero, víveres y municiones de guerra. (Al
público) El General Miranda antes vivía en buhardilla y ahora viaja en carroza y comparte vida
licenciosa con antiguas baronesas y marquesas. Señor magistrado: ¡Castigar a los indignos, es una
gracia, perdonarlos una insensatez!

MIRANDA: ¡Eso es una infamia! Al contrario. Yo acuso a los políticos que dicen actuar en nombre
del pueblo cuando vemos ostentar todos los vicios y lujos que dicen combatir.

FOUCHE: ¿Tiene pruebas?

MIRANDA: Solo hay que visitar a uno de esos salones de Paris para ver a los varones y nuevos
condes de la revolución, dar banquetes opíparos, perder en la ruleta, emplear sirvientes o vestir
ropa lujosa. (Fouche y Robespierre se miran un rato)
FOUCHE: ¿Por qué acepto combatir por la libertad de Francia?

MIRANDA: El Ministro Pethion me lo propuso y yo acepte dichoso ese honor porque amo la
libertad y veo una posibilidad cierta para el proyecto de independencia de la América. Acepte ese
designio del destino no como mercenario, o un simple soldado a sueldo, sino como un hombre
que ama y respeta los derechos ciudadanos. Si accedí servir a Francia es por la consigna de
“Libertad de los pueblos”. En ninguna parte es más urgente que en las colonias
hispanoamericanas. ¡Como ustedes podrán apreciar, no sería capaz de manchar mi impecable hoja
de servicios por la vil cobardía y la traición deshonrosa!... La batalla de Nerwinder se perdió por la
mala estrategia del farsante Doumuriez!!! (♪ 1.6.- Voces de rechazo, Farsante Doumuriez).

ROBESPIEERE: Explíquese General. ¿Por qué llama farsante al General Doumuriez?

MIRANDA: Yo recibí una orden de arresto contra algunos de sus Generales allegados… Lanoa y
Stingel.

ROBESPIEERE: ¿Y cómo reacciono Doumuriez?

MIRANDA: Me mando a llamar a su tienda y me pregunto muy preocupado; “¿Qué haría yo si


sobre el mismo se librara una boleta de encarcelación?”… Yo le respondí; cumpliría estrictamente
mis obligaciones.... “¿De qué manera?”… con el ejército;… “¿Combatirás contra mí?”… Si mi
realidad de los acontecimientos me lo exige siempre estaré al lado de la República. (♪ 1.7.-
Aplausos, entra Delphine y entrega un libelo a Fouche y sale)

FOUCHE: (Lee) ¿Qué significa este libelo que apareció firmado con el seudónimo de Junius?

MIRANDA: Hace tiempo que no leo.

FOUCHE: Dice; “Miranda es el filosofó más esclarecido, el amigo sincero de la revolución, el padre
de los soldados, el defensor de los oprimidos; si la república hubiese tenido más Generales
parecidos a él, ya no existirían más déspotas”

ROBESPIEERE: Eso es el colmo de la politiquería. Nada de pactos, nada de tregua. Yo le exijo al


tribunal. Sean crueles con la traición. (♪ 1.8.- Voces de rechazo)

FOUCHE: Después de escuchar con atención los alegatos del honorable Diputado Robespierre que
no compartimos en su totalidad, este tribunal dispone… (Robespierre coleriza)

ROBESPIEERE: Bochorno. Este juicio es un bochorno a la dignidad del pueblo. (Golpes de mazo)

FOUCHE: Silencio diputado... Certifica por medio de la ley que el acusado… (Le hace seña de que
se levante) General. Francisco de Miranda es inocente. Creemos en su virtud e integridad como
oficial digno del ejército que comando efectivamente en Bélgica con acato a las leyes. Es un
hombre digno y merece un homenaje como héroe por los servicios prestados…

ROBESPIEERE: Protesto, protesto. Este hombre en cuya virtud y moral parecen confiar ha
destruido la moral de nuestros ejércitos.

FOUCHE: Existen pruebas fehacientes que demuestran lo contrario.

ROBESPIEERE: Yo acuso a este tribunal de actuar en contra de la ley. Exijo que se investigue al
detenido con más profundidad, el General Miranda espera solo el día en que pueda reemprender
sus pequeños negocios con los ingleses…
FOUCHE: (Se levanta con voz firme) Cállese Diputado. Es una orden. Si no haré, que los guardias
del tribunal lo saquen a la calle por desacato a la autoridad. (Robespierre rojo de ira mira
desafiante a Fouche) (Pausa) Este tribunal popular certifica la vida del acusado y ordena en virtud
de ello su libertad inmediata. (Golpes de mazo aprobatorio, ♪ 1.9.- Algarabía a favor de Miranda.
Miranda le agrádese a Fouche y se van. Robespierre rojo de ira va a la guillotina) ☼ 1.8.-

Séptimo cuadro.

Tortura de Robespierre.

ROBESPIEERE: (Se confiesa en la guillotina)… ♪ 2.- No te dejare descansar en paz hasta que te
expulsen definitivamente de Francia… Pobre Miranda perseguido. Andarás huyendo por el resto
de tus días; en el fondo de mi alma, yo te admiro… pero nunca te confíes de los golpes de los
mazos del magistrado, ni de los que te dan golpecitos amistosos en la espalda. Son unos cobardes.
Ellos sueñan con nuevos castillos de mármol donde expoliaran al mundo bajo el lema de hacer
reinar en él la civilización. Esos funcionarios de la revolución nos enviaran a defender su capital
por medio de la guerra. Percibo la duplicidad de un hombre como Fouche. El verdugo de las dos
mil victima en Lyon… Ocurrió un cuatro de diciembre. ¡Terrible día!... De madrugada son sacados
sesenta prisioneros atados de dos en dos. No son llevados a la guillotina que trabajaba según ellos
demasiado lento sino a un llano. Dos fosas paralelas cavadas de prisa presagian a esos seres su
cruel destino. Los cañones situados a diez metros demuestra el método elegido para la matanza
colectiva… ¡Oh dios! Es un asesino, un criminal. Se amontona y ata a los indefensos en un pelotón
de desesperación humana que chillan, se estremecen, lloran, enloquecen y se resisten
inútilmente... Una voz ordena ¡Fuego!, * 1.- la primera descarga no mata a todas las victimas…
algunos solo han perdido un brazo, una pierna, sus intestino y aún quedan algunos ilesos. ¡La
crueldad y sed de sangre de Fouche no tiene límites!... Se escucha una segunda orden y cargan la
caballería con sables en contra los que quedan hasta que se acaba la última voz agonizante…
Fouche como premio les permite a los verdugos despojar a los setenta cadáveres de ropa y
calzados antes de ser enterrados desnudos y destrozados. Esta es la primera de las célebres
hazañas de Joseph Fouche… ☼ 1.9.- Por eso cuidado, General Miranda porque ya se dispone a
edificar un nuevo imperio, Francia es su consigna, y su grandeza; y ante esta grandeza todos seréis
pequeños y tendréis que arrastraros como gusanos. (Desaparece lentamente con la música)

Octavo cuadro.

Segunda visita de Delphine de Custine.

MIRANDA YACE RECREANDO EL CUADRO DE MICHELENA EN SEGUNDA OCACION. NO


COMPLETAMENTE.

MORAN: (Tres golpes de triangulo sutiles) ☼ 2.0.- ¡Segunda visita de Delphine de Custine a la
Carraca!

DELPHINE: (Afuera) Ahora sé cómo se petrifica el alma, amado mío. (Entra) Cuando los amantes
se separan no se puede besar sus labios cálidos apasionadamente, porque sus pensamientos
ahogan los besos. Quisiera abrazarte, ponerme a tus pies, quiero sentirte, deseo cuidarte… ¡Así tus
pensamientos se alejen de mí!
MIRANDA: No temas, eres parte de esos pensamientos. Aun cuando me veas sumido en esta
sombra fangosa, formas parte de lo que soy.

DELPHINE: ¡Oh!, como quisiera aliviar tu sufrimiento. Temo tanto, por ti.

MIRANDA: No le temo a la muerte. Soy un soldado. Debes entenderlo…

DELPHINE: Acabo de presenciar otras decapitaciones. ¡Horror!

CORO: (Aparece el coro por la guillotina) ¡Ciento cincuenta años de acontecimientos encadenados
dieron lugar a la Revolución Francesa! No fueron los de menor peso los extravagantes derroches y
las intromisiones en la política ¡Ya que estos gastos salían naturalmente de las costillas del pueblo,
y en tales condiciones inevitables debía llegar un gran baño de sangre purificador!

DELPHINE: Francisco. Ya no hay más espacio para el dolor. (El Coro representa) A cada instante
desfilan por las calles el cortejo de moribundos en dirección a la plaza de Grave. Mira francisco,
traen otra víctima… Lleva atada las manos al cuerpo, desnudo el cuello… ya está frente al patíbulo
(Coro 1 y 2 introducen la cabeza de Coro 3 en la guillotina, suben la hoja) ¡La cuchilla se eleva y de
un solo golpe oblicuo…! (Dejan caer la hoja)

CORO 1 - 2: ¡La sangre gotea!

DELPHINE:(Horrorizada) ¡Francisco…! El pueblo es obligado a presenciar tan macabro espectáculo,


el temor es el arma más eficaz en la lucha de la revolución, cuando pronuncian su nombre…

CORO: ¡Francisco! ¡Miranda! ¡Francisco! * 1.-

MIRANDA: (Pausa) La revolución es como Saturno: devora a sus hijos para solazar los que actúan
en nombre del pueblo, son el mino-tauro que reclama cada semana su porción de cadáveres. * 2.-

DELPHINE: Se cómo debes sentirte, amor mío. Pero, no hablemos más de violencia. (Pausa
prolongada) La calle Mariel # 9 ¿No te dice nada este sitio?

MIRANDA: Ahí fue donde yo me postre a vuestros pies.

DELPHINE: Quería dar la vuelta al mundo en busca de un verdadero amigo… El Archiduque fue mi
primera aparición en sociedad, el ideal perfecto de una mujer soñadora...

MIRANDA: ¿Y el policía Fouche?

DELPHINE: Nunca hice alarde de fidelidad ante él.

MIRANDA: Él fue tu protector por mucho tiempo.

DELPHINE: Lo utilizaba como a cualquier otro.

MIRANDA: Sentí una tristeza cuando vi a la mujeres más linda de Paris entregarse a ese hombre
de faz pálida, de ojos sin vida, como si fueran de vidrio.

DELPHINE: ¿Sabes por qué? Yo necesito valerme de quien ostente el poder. Me aproveché de él,
lo confieso General, quiero que seas una sombra, un recuerdo para entregarte mi cuerpo, para
que no me dejes sola entre tinieblas. (Miranda Sale) * 3.- Contempla la rosa del crepúsculo y no
pienses más en la revolución. Ahora disfruta del sopor que brinda el momento, así haces palpitar
mi pecho atribúlalo de pasión. (Altiva) Buenas noches sol de América… (Coro en Off. Con
Delphine… mientras sale… ¡Buenas noches sol de América!... Coro ¡Colombeia!)
Noveno cuadro.

Segundo Interrogatorio.

♪ 2.1.-

ENTRA FOUCHE CON MORAN SUSURRANDO PALABRAS EN PENUMBRA, MIENTRAS CORO 1


COLOCA UN BANCO ENTRE EL ESTRADO Y JUZGADO. MORAN LLAMA A ROBESPIERRE DESDE LA
GUILLOTINA.

MORAN: Señor, Diputado Robespierre. (Robespierre no Contesta)… Diputado Robespierre…

ROBESPIERRE: Quien llama.

MORAN: El señor Magistrado solicita su presencia.

ROBESPIERRE: (En off) El que me detiene cuando saco mi revolver es mi enemigo sea cual fuera su
propósito. El que no está con la revolución la aniquila lo mismo que si la matara. (Moran mira a
Fouche, este le hace una seña para que lo saque. Lo busca y lo lleva a su área)

MORAN: (Desde la guillotina) ¡Segundo Interrogatorio al General Miranda!

FOUCHE: ¿Dice usted diputado Robespierre que hay nuevas y comprometedoras acusaciones en
contra del General Miranda?

ROBESPIERRE: Así es señor Magistrado. (Coro 2 le entrega hojas y Robespierre a Fouche)

FOUCHE: Pues bien. Citaremos de nuevo al General Miranda ante este tribunal para interrogarlo.

ROBESPIERRE: Usted mismo lo absolvió. Por eso le repito; el que deja una revolución a medio
hacer construye su propia fosa.

FOUCHE: Calma diputado Robespierre. (Va hacia Robespierre) Prudencia y mucha calma. Debemos
sepultar a ese Sur-Americano con decencia, con tacto, como sumo pontífice. No podemos
descuartizarlo. (En la guillotina) Todos sus papeles y miembros que lo apoyan deben quedar bajo
tierra bien sepultados; (A Robespierre) A Serban, Biron, Valence, Doumuriez…, Robespierre…
(Robespierre mira fulminante a Fouche con desconfianza. Fouche lo reta con la mirada, Pausa.
Robespierre se ríe violentamente, Fouche lo hace sutilmente)

ROBESPIERRE: Bonitas cabezas.

FOUCHE: Entonces que compadezca el General Miranda. (Va a su estrado y se sienta Termina la
sinfonía) ☼ 2.1.-

ROBESPIERRE: General Miranda… ¡General!

MIRANDA: (En off) ¿Quién llama?

ROBESPIERRE: El Diputado Robespierre. Usted debe responder ante el tribunal por sus acciones.

MIRANDA: (Saliendo) Nuestras acciones son como un sueño, solo que más logradas.

ROBESPIERRE: (Va a la guillotina) Así se habla. Lo felicito. Estamos entendiéndonos. (Coro 2 le


entrega nuevos documentos) * 1.-
FOUCHE: Póngase como General Miranda. ¿Adónde se fue a vivir cuando salió del juicio de este
tribunal?

MIRANDA: A la jurisdicción de Bellevive donde llevo una vida irreprochable.

ROBESPIERRE: ¿Irreprochable? ¿Irreprochable dice?: un lujo tren de vida, una casa de lujo, ricas
colecciones de libros, grabados, cuadros y estatuas que recogió. ¿Dónde?

MIRANDA: En mis viajes.

ROBESPIERRE: Bélgica.

FOUCHE: Hay otras acusaciones en contra suya General.

MIRANDA: ¿De qué se me acusa ahora?

ROBESPIERRE: Unos soldados guiados por un campesino descubrieron un sitio donde se escondían
ornamentos de iglesia, cajas repletas de ducados de oro y mucha plata acuñada de ese país. De
Bélgica.

FOUCHE: Alhajas y piedras preciosas General. ¿Usted las guardo?

MIRANDA: Esos objetos los remití al comisario Rousin quien las valorizo en quince mil libras.

ROBESPIERRE: Se extraviaron.

MIRANDA: Yo no las tengo. Puedo probarlo.

ROBESPIERRE: El General Miranda camina sobre cofres repletos de oro.

MIRANDA: Exijo pruebas contundentes de esa calumnia. Además, esto es un juicio político donde
se tiende un velo púdico sobre el acusado para representarlo a la ciudadanía como un vulgar
ladrón que no merece la estima y el respeto de toda Francia. ¡Una debilidad lastimosa de mi
acusador! ¿Saben en qué se ha convertido esta revolución?

ROBESPIERRE: ¿Usted lo sabe General?

MIRANDA: En un animal demente. Ninguna justicia sirve, ninguna cadena es suficiente.

FOUCHE: General. ¿Conoce usted de trato a míster Stone?

MIRANDA: Si...

ROBESPIERRE: ¿Usted da cuenta a ese ciudadano de todo lo que sucede en Francia?

MIRANDA: Hablamos de pintura, teatro, ópera, comida…

FOUCHE: Míster Stone es sospechoso de ser agente del Primer Ministro Inglés William Pitt.

MIRANDA: No, no lo sabía.

ROBESPIERRE: El espía míster Stone aseguro que usted se pondría a la cabeza de las tropas de los
conspiradores en Bruselas. ¿Eso es cierto?

MIRANDA: Falso. Soy un amigo fervoroso de la libertad y defensor de la gloria de la revolución…

ROBESPIERRE: ¿Acaso apoya los traidores girondinos?


MIRANDA: No. Toda mi desdicha procede de no haber dado mi palabra a ellos.

ROBESPIERRE: Yo lo admiro a usted General. ¡Tan obstinado en su defensa! Trata de ir siempre


unos pasos delante de nosotros. Pero esta vez no te dejaremos jugar mientras la guillotina trabaja
con furor y la cabeza de fraccionarios cae al foso

MIRANDA: El cuerpo social sufre opresión cuando un ciudadano esta oprimido.

ROBESPIERRE: (A Fouche) ¿A dónde quiere llegar con su historia el General Sur-Americano? ¿A


sublevar a la gente que lo aplaude, a ese público de galería? Mire señor Magistrado quiénes son
sus acólitos: gente de baja ralea. El acusado habla de libertad. Pero, ¿Para quién es la libertad?
¿Quiénes son los que lo apoyan? Yo los calificaría como los protegidos de este proceso
revolucionario que no hacen otra cosa que vagabundear por los bulevares y se llenan la boca al
hablar de la revolución en los cafés. Yo creo que tienen una cortina de humo sobre sus vidas
disipadas. Bien valdría hacerles una investigación minuciosa… Ahora yo me atrevería a preguntarle
al Generalísimo: ¿Con esa gente espera salir en hombros de este tribunal?

MIRANDA: Existe un crimen en la impunidad de un culpable o en la persecución de un inocente.

ROBESPIERRE: De todas las maneras de matar la libertad, no hay una más asesina para una
República que la impunidad de un traidor en la proscripción de la virtud, General.

MIRANDA: ¿Qué he hecho en Francia? He servido al país y a la revolución. Soy el reducto donde se
atrinchera la cobardía. No retrocederé en mi lucha contra la tiranía que me ha ocasionado
angustia morales, así como pérdidas materiales. He vivido, distinguidos diputados, de los restos de
mi biblioteca. Le pregunto al pueblo ¿Por qué se me concede el título de ciudadano Francés
cuando se trata de hacer pesar sobre mi cabeza los sagrados compromisos que llevo conmigo, y
porque se me sustituye con los de extranjero cuando se trata de perseguirme y acusarme?... Por
eso pido igual trato y solicito formalmente justicia para con mis actos (♪2.2.- Voces de algarabía
favorable)

FOUCHE: General. ¿Podría definirnos en qué consiste el pacto de Paris?

MIRANDA: En un pacto monetario a cambio de la ayuda que preste para la causa independentista.

ROBESPIERRE: (Mira a Fouche incrédulo) ¿A cuánto asciende esa suma?

MIRANDA: Treinta millones de Francos.

ROBESPIERRE: (Se burla) Es una utopía…

MIRANDA: Pareciera que es así… O soy un culpable y se comete un crimen contra la sociedad
dejándome impune, o soy inocente y se ultraja a la sociedad reteniéndome en prisión sin juicio.
Sin motivos que puedan honestamente confesarse. Cualesquiera que hayan sido en la época de mi
mando las intrigas del farsante Doumuriez que definitivamente comprometieron el buen éxito de
mi campaña en Bélgica y el destino de la revolución Francesa… simplemente no me preste a la
conjura de los monárquicos. Soy inocente. (♪2.3.- Voces y aplausos de aprobación)

FOUCHE: (Da golpes de mazo) Oídas y analizadas todas las partes de acuerdo con las leyes que
rigen la nueva nación francesa, este tribunal dicta el siguiente veredicto: ¡Todos de pie por favor!
Después de dieciocho días de interrogatorio constante y haber aprobado su aparente inocencia,
no observamos conspiración alguna contra la república por parte del General Miranda, de origen
Sur-Americana, lo absolvemos de toda culpa de la que fue acusado. (♪2.4.- Murmullo y aplauso.
Nuevos golpes. Robespierre se niega una vez mas) Pero, de acuerdo con el código y por no haber
nacido en estas tierra, a fin de evitar cualquier intento fratricida en nuestra amada Francia, será
expulsado de todo el territorio de la nación...

ROBESPIERRE: (Desafía a Fouche) Pero esto bordea el colmo de la desfachatez. ¿Cómo se atreve?

FOUCHE: ¡Silencio! (Robespierre va a su área)

MIRANDA: Su señoría estoy enfermo y solicito a este tribunal algunos días libres para atender mis
asuntos.

FOUCHE: (Consulta el libro) Cuatro días bajo custodia a partir de este momento. Ni un minuto
más.

MIRANDA: Solicito entonces un pasaporte para Holanda.

FOUCHE: (Consulta el libro) Atendiendo a esta solicitud y por cuanto no afecta en nada nuestra
soberanía, este tribunal concede el pasaporte solicitado, dejando en libertad al acusado. Cúmplase
desde esta misma fecha, es ley y mandato. (Da tres golpes de mazo Miranda sale) * 2.-

Decimo cuadro.

El jugo maquiavélico.

FOUCHE QUEDA EN SU ÁREA ANOTANDO ALGUNAS COSAS, MIENTRAS ROBESPIERRE PERMANECE


EN SU ÁREA MORDIENDO ALGUNAS HOJAS POR LA IMPOTENCIA. MORAN ENTRA, SE PASEA POR
LAS DOS AÉREAS OBSERVANDO. FRENTE A LA GUILLOTINA ANUNCIA.

MORAN: ¡El Juego maquiavélico del genio tenebroso! ☼ 2.2.-

ROBESPIERRE: Fouche…Tanto usted como yo queremos lo mejor para Francia… ¿Cuál es su


obstinación, entonces?

FOUCHE: Amigo Robespierre, la virtud del hombre es saber escuchar sin apuro…

ROBESPIERRE: Ya escucho al Sur-Americano. ¿Ahora qué hacemos?

FOUCHE: Nada. Hablo incansablemente con astucia.

ROBESPIERRE: Pero ahora el populacho lo coronara con laureles en señal de triunfo y lo conducirá
en hombros hasta su hotel.

FOUCHE: Él está solo. Ya no es un peligro para Francia.

ROBESPIERRE: No hay que descuidarse. Consigue con su oratoria muy buenos amigos. Su prédica
consiste en: “¡Levántense ciudadanos, erguidos todos contra el despotismo de la convención,
vamos a mostrarle cuanto somos!”.

FOUCHE: Así se fabrica a un nuevo ciudadano.

ROBESPIERRE: ¿Ahora estas de su parte?

FOUCHE: No diga tonterías diputado.


ROBESPIERRE: Ese es el modus operandi de un trajinado profesional. En nombre de la ley no
debemos permitir que surjan personas semejantes. Acaso, ¿No somos el modo de la nueva época?
¿Los arquitectos del porvenir?

FOUCHE: (Se dirige a Robespierre neutro en la guillotina) Así será siempre mi querido Robespierre,
no hay que perder la perspectiva, la medida real de lo posible. Quien figa su mirada una vez en su
faz jamás se puede apartar de ella porque queda encantado y hechizado.

ROBESPIERRE: ¡Oh mirada de medusa, de medusa del poder! Dios inmisericorde! Eres débil,
detestable. Se nos ha escapado de la guillotina un enemigo de la revolución. El enemigo converso
del dinero ahora lo compra el metal sucio corruptor.

FOUCHE: Sin insultos diputado. Exijo respeto a mi alta investidura como Ministro de policía y
Senador nombrado por el emperador.

ROBESPIERRE: Que ironía. ¡Conozco tu historia, Fouche! Como esbirro de policía te abres a la
pasión contenida de intervenir en los asuntos secretos del estado.

FOUCHE: (Como un niño que propone un juego) El emperador no me tolera, ni yo tolero al


emperador.

ROBESPIERRE: No le entiendo. Explíquese.

FOUCHE: La estrategia es simple: cuando más se rebajan los aristócratas a la venia de Bonaparte,
más me levanto y elevo mi figurar ante toda Francia. Ahora el emperador se así llamar Sire. (Coro
3 entra por la guillotina y le coloca el gorro de Napoleón a Robespierre con una manta que se la
coloca como una capa y sale)

ROBESPIERRE: (Le sigue el juego. Adopta la postura de Bonaparte) De esa manera el astuto
Magistrado Fouche opta por callar y hace reverencia al entrar y salir. Así el corso cae en la trampa
sin que se dé cuenta.

FOUCHE: Simplemente no uso palabras ofensivas en contra suyo, únicamente gestos diminutos,
pero visibles al pueblo, sonrisas, silencios, muchos silencios, amigo mío.

ROBESPIERRE: (Se dirige a una multitud) ¡Honorable pueblo de Francia, ¿Se quieren enterar como
procede el sumo sacerdote de la simulación Joseph Fouche para atrapar a sus víctimas?! ¿Se han
dado cuenta como procede su genio tenebroso?...

FOUCHE: (Lo interrumpe como un niño) Chist… ¡No alces la voz, pueden descubrirte!

ROBESPIERRE: (Le sigue el juego) No temas, nadie nos observa.

FOUCHE: No quiero que alces la voz. ¿Adónde quieres llegar con esta farsa?

ROBESPIERRE: Quiero llegar hasta el foso profundo de la muerte, al verdadero arte de la traición.

FOUCHE: Si el Emperador me ordena hacer detenciones que no me conviene, hago avisar


secretamente a los amenazados; cuando hay que castigar con el garrote no dejo de insinuar que
obedezco estrictas órdenes del Emperador Bonaparte.

ROBESPIERRE: (Neutro) ¿Cómo es el trato entre ambos?

FOUCHE: Debo soportar casi siempre su mal carácter…


ROBESPIERRE: (Frete a la guillotina como un niño impetuoso) ¡Regicida, traidor, lo echare de
Francia! (Trata de pegarle. Fouche lo impide)

FOUCHE: (Se mantiene en el juego) Pero conozco minuciosamente el teclado de las emociones del
Emperador.

ROBESPIERRE: ¡Debería mandarlo a fusilar, Fouche!

FOUCHE: Perdone usted, Sire, pero no soy de su opinión.

ROBESPIERRE: ¡Lo mandare encadenado a Guyana!

FOUCHE: (Sale temporal del juego) Luego Dejo que se calme, me quedo un rato pensando y salgo
del Gabinete con una sonrisa, nada más. (Intenta salir y Coro 3 lo detiene)

ROBESPIERRE: (Sale del juego) Desde hoy queda despedido por incompetente. ¡Al destierro!

FOUCHE: (Retoma el juego) Usted me necesita. A pesar de su ira y odio oculto, soy necesario para
usted, Sire. Conozco cada paso en la escalera de caracol de su ascensión: los cien juegos sucios de
la familia Bonaparte; el asunto ese de los juegos ilícitos de sus hermanos, sus deudas, las
aventuras escabrosas de su hermana Paulina, vuestros propios desvaríos amorosos. (Lo lleva a la
guillotina y Coro 3 la prepara) Por eso mi queridísimo amigo… yo aniquilo, mato, odio y saco con
delicadeza del juego a mis detractores… (Con mucha sutileza introduce la cabeza de Robespierre
en la guillotina)… ningún espía me pisa los talones (Le ata una mano a la pata de la guillotina) yo
me burlo de ellos y lo utilizo; (Le ata la otra mano a la otra pata de la guillotina y sale del juego) así
conquiste a este país diputado, lo confieso; (Al público) De esta manera descuartizo a quienes se
atreven a desafiarme.

ROBESPIERRE: (Con cierto recelo y presentimiento) ¿No le parece absurda esta situación?

FOUCHE: ¿Si? ¿Por qué? (Va al estrado)

ROBESPIERRE: (Trata de convencerse de que es un juego) ¿Debo morir ahora?

FOUCHE: De esta manera conduzco a mis opositores al cadalso.

ROBESPIERRE: (Con actitud y desesperación) ¿Así introdujo a Bonaparte en la guerra?

FOUCHE: Si.

ROBESPIERRE: Usted es un demente, un perverso. Arrastro a Napoleón y a su familia al caos. El


país quiere paz, Napoleón quiere guerra, Europa su inmortalidad, su destierro, su perdición...

FOUCHE: La caravana de seiscientos mil hombres desde España a Moscú, esa hazaña del valor y la
temeridad, son en la historia moderna… (Robespierre lo escupe. Fouche le entrega un pergamino a
Coro 3 y se limpia con la manta)

ROBESPIERRE: ¡La inutilidad! Una hilera interminable de tumbas para los traidores.

FOUCHE: (Cínico aplaude) Exacto: la destrucción, el exilio perpetuo, el silencio póstumo. Por eso,
en este mismo instante, en 1.793, lo condeno conforme a la ley y en nombre de la virtud a morir
en guillotina por la gloria de Francia.

ROBESPIERRE: ¡Maldito seas para siempre! ¡Lo espero en el infierno! (Fouche deja caer la hoja de
la guillotina) * 1.- (♪2.5.- Suena la marsellesa y baja a cortina)
FOUCHE: Solo tengo mi pensamiento en el tiempo existo en el presente, ahora mismo ustedes los
soñadores solo piensan en la posteridad, en la leyenda, en la historia. Esa es la perdida de los
humanistas. * 2.- (Se pasea triunfante con la manta hasta su estrado) Mi corazón se ha cerrado a
todas estas teorías humanas. El poder ya no tiene atracción para mí, el reposo no es solamente un
estado adecuado a mi situación actual, sino el único necesario. De allí que los asuntos oficiales me
presentan un cuadro de terror que purifica la guillotina en un tumulto de perturbaciones y peligros
necesarios. (Mira al público) ¡Viva la vida!... ¡Viva la Muerte! * 3.- Termina la marsellesa.

Décimo primer cuadro.

Ocaso de Miranda.

♪ 2.6.- SE ESCUCHA EL OLEAJE DEL MAR ☼ 2.3.- MIRANDA SE MUESTRA EN LA REPRESENTACIÓN


DEL CUADRO DE MICHELENA. DESPUÉS DE UN RATO ENTRA MORAN CON LA BANDEJA DE COMIDA
Y UNA CARTA.

MORAN: (Off) ¡Ocaso final del Generalísimo! (Entra) Su cena mi señor.

MIRANDA: (Se incorpora) Póngalo por ahí… Termina la pista.

MORAN: Le trajeron la correspondencia…

MIRANDA: Alabada sea la providencia. Pronto, quiero leerla.

MORAN: (Le entrega la carta) El caballero Thurnball acaba de ser nombrado Cónsul General de su
majestad en Gibraltar.

MIRANDA: (Deprimido) Sara y mis hijos están tristes por mi detención… Me informa que el plan
para huir de la Carraca está listo.

MORAN: ¿Ya reunieron las tres mil libras para los guardias?

MIRANDA: Si. Solo falta mi traslado a Cádiz para un chequeo médico y de ahí a Gibraltar como
está planeado.

MORAN: ¿Y el indulto señor?

MIRANDA: Thurnball me informa que las gestiones de López Méndez en Londres fracasaron…
Pepita Jiménez ha llevado mi correspondencia a los dignatarios más importantes de Europa
exigiendo mi libertad… ¿No ha vuelto ella?

MORAN: No, mi señor.

MIRANDA: (Se tumba en su lecho) Me dejaron solo… cada vez me siento sin fuerza para seguir
luchando por mi libertad… ¡La crueldad es el tirano que sostiene el miedo!

MORAN: No se mortifique más.

MIRANDA: (Se repone y se desplaza frenético)… “Los mantuanos de caracas me sabotearon el


gobierno de la república y me obligaron a capitular deshonrosamente, y el de casa León es el
culpable de esa rendición absurda ante el sanguinario Monteverde. Ahora lo veo claro, ahora me
doy cuenta, “¡Mundeo… la république cette blessure dans le coeur!” si… ¡La república de
Venezuela está herida en el corazón!... ¡Bochinche, bochinche, lo único que saben hacer…
bochinche!... Mis oficiales me abandonaron en esta mazmorra. En esta pocilga inhóspita, soy un
simple reo de estado, el escorbuto lacera mis encías y mis dientes flojos están por caer… Como
castigo me ubicaron en el ala más fría de este arsenal… Nunca fui un traidor… (Cae de rodilla)

MORAN: Mi señor… (Lo ayuda a sostenerse)

MIRANDA: ¿Me llegó la hora?

MORAN: ¿Llamo a un capellán?

MIRANDA: Cura no…

MORAN: Entonces un médico.

MIRANDA: Quiero morir solo, Moran. Morimos cada día, se nos escapa la infancia, la juventud.
Nuestra hora postrera no es la que trae la muerte, sino la que la consume. Voy a morir de
calentura pútrida producida por congestión cerebral. (Exhala y cae desganado en los brazos de
Moran)

MORAN: Dios lo ampare y lo favorezca.

MIRANDA: Si Moran. De eso murió el Marqués de Chatelet en la forcé. (Moran lo ayuda llevándolo
a su arrea y busca un trapo húmedo para colocárselo en la frente) Que aburrido es vestirse todos
los días, acostarse cada noche, poner un pie siempre delante del otro, y sin posibilidad de que
cambie nuestro destino. Millones de seres hacen lo mismo… Al nacer uno lleva la tierra del
cementerio pegada a los zapatos como cicatriz sangrante. ¿Qué fue de mi vida?: batallas, amores,
traiciones, discursos, encierros, proyectos, todo desaparece al final…

CORO: (Off) Hermosas palabras de un hombre que amo todo de una vida.

MIRANDA: Hace frio Mora.

MORAN: Al contrario, hace calor. ♪ 2.7.-

CORO 1: (Off) Escuche General. Es ridículo morir.

CORO 2: (Off) No sirve de nada, no resuelve nada.

CORO 3: (Off) Miranda quiere robarle a su agonía los últimos destellos de lucidez.

CORO: (Off) Mañana será un violín roto. Un arpegio del silencio. Una flauta sin aliento. (♪ 2.8.-
Hacen ruidos de oleaje y viento)

MIRANDA: Moran, no estoy preparado para morir.

MORAN: Nadie lo está.

MIRANDA: ¿Por qué hay tanto ruido afuera?

MORAN: Es el viento de la bahía de Cádiz, General. (Sale con las cosas)

MIRANDA: El ruido de las velas que cruzan el mar…Termina la melodía de Violín.

CORO: (Off) “Yo que soy un sin camisa un baile tengo que dar y en lugar de las guitarras los
tambores sonaran”
MIRANDA: (* 1.- ♪ 2.9.- Se repone con un ataque de euforia) Hui muy joven de mi caraca natal: me
dije en Madrid… ¡Regresaras triunfal! Pero los mantuanos del valle, los vestidos de nobleza y
abolengo no me permitieron regresar. Todos, absolutamente todos, son descendientes de galeote
libertos de las galeras de Ceuta, gente ruidosa que pobló los ricos valles con los porsiacasos vacíos.
Hombres y mujeres del mal vivir reclutados en las ergástulas de Cádiz y Sevilla… ¡Que vayan a
Oviedo de Asturias para que constaten de donde vienen los Miranda! Torivio de Miranda, Pedro
de Miranda, Lope de Miranda, murieron en el campo de batalla ondeando victoriosos el arcabuz a
sus enemigos… (Frenético) ¡Se perdió la república manada de cobardes! No huyan
desvergonzados, patiquines, petimetres… (Coro 1 aparecen con una bandera tricolor. Miranda de
rodilla en proscenio) Ahora veo a Leandro izando la bandera tricolor en Coro… (Al público) ¿Ahora
cuál es el castigo sus majestades? ¿Padecer de horrible vértigo? (Arriba eufórico) Yo no me rindo.
¡Díganle al mundo que Francisco de Miranda es el último soldado en rendirse!...

MORAN: (Entra) Don Francisco, me reconoce…

MIRANDA: ¿Quién es usted? Fuera… no quiero testigos, no quiero capellanes, no quiero frailes
confesores… fuera de mi vista.

MORAN: Soy Moran, señor, Moran…

MIRANDA:(Cae agotado) (Pausa Va bajando la sinf. Hasta desaparecer) Moran, mi fiel amigo…
¿Qué fecha es hoy?

MORAN: Estamos a dieciséis de julio de 1.816 señor. (Coro 2 y 3 Entran con velas encendidas, el
área de Miranda se cubre de humo)

CORO 1: Hermoso día para morir.

CORO 2: En las manos de un anciano oprimido por las cadenas envejecerán sus enemigos.

CORO 3: Su recuerdo más luminoso es para Caracas, ♪ 3.- más allá del camino de la Guaira.

CORO: Más allá se extiende la lontananza azul cristalina del Mar Caribe: una estrella se apaga
especialmente para él. * 3.-

MIRANDA: (Agonizando) (Los del Coro se colocan en triangulo apoyando las últimas palabras de
Miranda) ¿Que luz es esa? Me absorbe. ¿Quiénes son ustedes, adonde me llevan?... Moran, anota
lo que voy a decirte: patria, patria oculta y lejana te sigo amando, a todos los perdono… Hoy
martes, 16 de julio de 1.816, a todos los hijos de COLOMBEIA… (Muere. Coro 1 coloca la bandera
sobre Miranda) (Sube la melodía) (* 4.- Los del coro apagan las velas, lo envuelven y lo sacan)
Termina la melodía.

Epilogo.

MORAN PERMANECE EN ESCENA NOSTÁLGICO. ENTRA DELPHINE ☼ 2.3.- Y MIRA A MORAN,


DESPUÉS EL LECHO DE MIRANDA Y LO ABRAZA.

MORAN: Los capellanes lo declararon ateo y no le permitieron el funeral adecuado.

DELPHINE: Su muerte no pudo ser más absurda, cruel e inhumana. No entiendo. ¿Porque la iglesia
fue tan cruel con francisco? ¿No entrego su vida por una causa noble y justa? Es verdad que él no
quería saber nada de curas, pero no se le puede negar todo lo que hizo.
MORAN: Se llevaron todo cuanto era de él para quemarlo. (Coro 1 le entrega un cofre) Solo pude
salvar esto. (Se lo da a Delphine)

DELPHINE: (Fouche y Robespierre se posicionan en sus aéreas como al principio) Antes de bajar al
sepulcro quiero decirles al mundo que el comportamiento de tales verdugos que ostentan el
poder y la inquisición; no solo es reprochable. Esa crueldad macabra no solo alimenta la duda
acerca de la bondad de quienes predican la justicia y fe… Sería más digna la piedad tratándose de
un hombre víctima de la desgracia que dio todo a cambio de nada… (A Moran) ¿Y Francisco donde
quedo, dónde está?

MORAN: No lo sé… no lo sé.

DELPHINE SALE CON EL COFRE. MORAN PERMANECE EN EL CENTRO DE LAS AÉREAS, * 1.- LOS DEL
CORO SE LE ACERCAN Y FORMAN UNA POSE EN MEDIO DE ÉL.

♪ 3.1.-

telón

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