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CRECIENDO EN EL SEÑOR SIEMPRE

TEXTO CENTRAL
Colosenses 1:3-14, 27-29

CONTEXTUALIZACIÓN
Hoy en día hay muchas clases de cristianos, medidos según su crecimiento y compromiso con el Señor. Hay de los
que crecen día a día, buscando aprender y hacer más para la obra, obteniendo recompensa siempre. Hay otros que
recién han comenzado y dan sus primeros pasos. Otros que también no han hallado el camino del crecimiento y
permanecieron en un estado de quietud que le impide avanzar más.

EXÉGESIS
CONTEXTO HISTÓRICO
Autor de la carta a los colosenses: apóstol Pablo durante su cautiverio en Roma. Enviada a través de Tíquico (Col.
4:7), quien también llevó la de Éfeso (Ef. 6:21) y la de Filemón (Fil. 10-12), y que era compañero de Onésimo (Col.
4:9)

Fecha: 63 d.C. aproximadamente, un año antes del incendio de Roma por parte de Nerón; por lo tanto, es una de las
últimas cartas en ser redactadas.

Causa de la carta: Epafras viaja a Roma desde Colosas. Epafras fue seguramente uno de los convertidos en la visita
de Pablo a Éfeso, quien luego evangelizaría en nombre de Pablo en el valle de Lico (Colosas, Hierápolis, Laodicea),
donde Pablo nunca había estado personalmente. Desde que Pablo fue a Roma, muchos falsos maestros habían
comenzado a introducir doctrinas muy torcidas e insípidas, como los de Eulesis, el mitraísmo, Isis, etc. Epafras viaja
hasta Roma para obtener ayuda de Pablo.

Propósito de la carta: la carta va a afrontar directamente las herejías por parte de los gnósticos. Anteriormente,
Pablo había afrontado a los judíos que buscaban implementar todas las antiguas costumbres en el cristianismo, pero
ahora enfrentaba dos escuelas de pensamiento gnósticas: los docetistas, quienes creían que Jesús resucitó en un
cuerpo fantasmal, y los cerintios, quienes enseñaban que Jesús era humano, pero que en su bautismo recibió un eón
en forma de paloma que lo abandonó en la cruz.

CONTEXTO LITERARIO
La epístola contiene un discurso, como una serie de enunciados y consejos en respuesta a la actitud de la iglesia de
Colosas respecto a las diversas doctrinas y enseñanzas extrañas que le rodeaban.

Palabras y frases que se repiten:

 Todo: Se expresan ideas de totalidad a lo largo de todo el capítulo.


o El amor que los colosenses tienen a todos los santos (v. 4)
o Que la palabra verdadera del evangelio llegó a todo el mundo (v. 6)
o Pablo pide a los colosenses ser llenos del conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría e
inteligencia espiritual (v. 9)
o Que los colosenses agraden a Dios en todo (v. 10)
o Que lleven fruto en toda buena obra (v. 10)
o Que sean fortalecidos en todo poder (v. 11)
o Que alcancen toda paciencia y longanimidad (v. 11)
o Que los santos deben amonestar a todo hombre y enseñar a todo hombre en toda sabiduría, para
presentar perfecto en Cristo a todo hombre (v. 28)
 Crecimiento y aprendizaje:
o Oyeron la Palabra (v. 5)
o La Palabra lleva fruto y crece en ellos (v. 6)
o Aprendieron de Epafras, líder de la congregación (v. 7)
o Pablo pide que se llenen del conocimiento de la voluntad de Dios, y que crezcan en sabiduría e
inteligencia espiritual (v. 8)
o Pide que sus buenas obras produzcan frutos y que crezcan en conocer al Señor (v. 10)

Declaraciones

 Es necesario conocer plenamente la voluntad de Dios, a través de la sabiduría y la inteligencia espiritual,


para andar como es digno del Señor.
 Andar como es digno del Señor es agradarle en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el
conocimiento de Él.
 La fuerza que se puede adquirir como cristiano es providencia de la potencia de la gloria de Dios, y da como
resultado paciencia y longanimidad (generosidad y amplitud de ideas y de conducta).
 Participar de estas bienaventuranzas es un regalo de Dios, que nos hace aptos, y esto produce gozo.
 Participar de todo esto es producto de haber sido trasladados de las tinieblas al reino del Hijo mediante la
redención por su Sangre, el perdón de pecados.
 Dios se quiso dar a conocer voluntariamente a los incrédulos usando su Palabra y mediante los santos.
 Que todo hombre debe ser amonestado y enseñado en todo para ser presentado perfecto en relación a
Jesús.
 El motor que moviliza al creyente a seguir trabajando y luchando es la potencia de Dios que actúa
poderosamente en él.

RELFEXIÓN TEOLÓGICA
Relación entre el texto y la salvación del hombre a través de Cristo:

La carta a los colosenses trata dos grandes verdades yuxtapuestas, correlativas entre sí: la obra de redención de Dios
hacia el ser humano, y la respuesta del hombre a esa obra mediante sus buenas obras.

La redención mediante la Sangre de Jesús permite al hombre poder acercarse a Dios y recibir su perdón como un
favor no merecido. No hay ninguna buena obra que alguien pueda hacer para ganarse la vida eterna y ser librado de
la condenación que acarrean sus malas obras. Desde que uno recibe este perdón de Dios, solamente por los méritos
de Cristo y la fe en Él, comienza su vida a cambiar y a fluir en buenas obras a través de la vida; no como medio de
salvación, sino como respuesta a la salvación ya recibida inicialmente.

Cristo en el hombre es la esperanza de gloria, la cual es anunciada a todo hombre, no sólo como medio de salvación,
sino también como camino de perfección.

Relaciones con otros pasajes del Nuevo y Antiguo Testamentos:

Llevar fruto:

 “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es
cortado y echado en el fuego.” (Mateo 3:10)
 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla
de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de
noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae;
y todo lo que hace, prosperará.” (Salmo 1:1-3)
 “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11)

Conocimiento:

 “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de
Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió:
De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda
en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres.” (Juan 8:31-36)
 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
(Juan 17:3)
 “Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.” (1 Samuel 2:12)
 “Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, Porque no queremos el conocimiento de tus caminos.” (Job
21:14)
 “Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.” (Proverbios 2:6)
 “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.”
(Proverbios 9:10)
 “Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su
multitud se secó de sed.” (Isaías 5:13)
 “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe
en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy
Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.”
(Jeremías 9:23-24)
 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te
echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” (Oseas 4:6)
 “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta
en todo lugar el olor de su conocimiento.” (2 Corintios 2:14)
 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:11-13)
 “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús,
mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:8)
 “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha
dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros
también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto
fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar
ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.” (2 Pedro 1:2-9)

HOY
 Audiencia del mensaje: la congregación local.
 Mensaje a creyentes: Enfocar el mensaje en el crecimiento, el desarrollo del creyente hasta la plenitud del
conocimiento de Dios y el amor fraternal.
 Mensaje a incrédulos: Enfocar el mensaje en la obra redentora de Cristo, la única capaz de permitir al
hombre las buenas obras que producen fruto, haciendo una clara distinción entre las personas que creen ser
buenas y hacer buenas obras, pero son motivadas por el reconocimiento, el amor propio y el pagar un precio
por una conciencia limpia.
 Temas del mensaje: La obra de Dios, la respuesta del hombre, el conocimiento de Dios, el crecimiento como
creyentes.
 Tema central del mensaje: Dios ha obrado en favor del ser humano para salvarlo, y al cambiar su corazón
ahora puede y debe obrar en amor y conocimiento del Señor.
 Cambios esperados en la audiencia: Despertar el interés en conocer a Cristo y dirigir su corazón hacia las
buenas obras.
 Frase final y concluyente: Dios nos ha salvado por amor, y nuestra respuesta natural a tal gracia debe ser,
primero, una devoción y pasión por conocerle cada día más, y luego, crecer como cristianos en buenas obras
y amor fraternal.

PRODUCCIÓN
ARMAZÓN
1. Epafras acude a Pablo en busca de orientación.
a. Epafras, convertido en Éfeso por predicación de Pablo.
b. Epafras predica en el valle de Lico (Colosas, Hierápolis, Laodicea).
c. Pablo nunca estuvo en esa región.
d. Surgen muchas escuelas de pensamiento: Eulesis, mitraísmo, Isis, etc.
e. Comparativa con nuestro debido acudimiento a la Palabra de Dios.
f. “Clama a mí y yo te responderé” (Jeremías 33:3)
2. Dios ha redimido al hombre
a. Pablo declara definitivamente la identidad de Cristo (Colosenses 1:15-23)
b. Redención: “Comprar de nuevo”.
c. Muerte: “Separación”.
d. La promesa de la muerte del hombre por parte de Dios por causa del pecado.
e. La historia da testimonio de las diferentes posibilidades de volver a Dios.
f. Dios establece la forma funcional y eterna: el pago con la Sangre de Cristo.
g. No hay obra que el hombre haga para llegar a Dios.
h. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)
i. El creyente ahora se encuentra en un estado de gracia y no de auto justicia.
j. El creyente fue trasladado de las tinieblas al Reino de los Cielos (Colosenses 1:13, 21-22)
3. El creyente crece y da fruto desde su conversión
a. ¿Cómo sabemos si alguien es salvo? Porque da fruto
b. Primero hay que conocer a Dios, y continuar cada día conociéndole (Colosenses 1:6, 9-10)
c. Conocer a Dios da como resultado crecimiento espiritual y buenas obras.
d. Las buenas obras no producen fruto, sino que son fruto del cambio del corazón.
e. Las obras de las tinieblas no son fruto ni dan fruto (Efesios 5:11).
f. No es que el cristiano tiene que “portarse bien”, sino reflejar el carácter de Cristo y alcanzar
bendiciones y promesas por causa de ello.
g. Ser llenos de Dios cada vez más y obtener bendiciones es un camino, un proceso (Colosenses 1:11-
12)
4. Conocimiento
a. Conocer a Dios es la vida eterna (Juan 17:3).
b. Conocer a Cristo es libertad verdadera (Juan 8:31-36)
c. Conocer a Cristo es todo (Filipenses 3:8)
d. No conocer a Cristo es perecer (Oseas 4:6)
e. Conocer a Cristo es uno de los puntos de desarrollo óptimo de la congregación (Efesios 4:11-13)
5. Fruto
a. Crecimiento paralelo al de la vida biológica
b. 2 Pedro 1:2-9
c. Fe: Convencimiento íntimo que no se basa en la razón ni la experiencia.
d. Virtud: Capacidad de producir un efecto positivo.
e. Conocimiento: Facultad de comprender por medio de la razón la naturaleza, cualidades y relaciones
de las cosas.
f. Dominio propio: Supremacía de poder, autoridad, fuerza, etc., que se tiene sobre algo o alguien.
g. Paciencia: Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con
fortaleza, sin quejarse ni rebelarse.
h. Piedad: Sentimiento de compasión o misericordia que produce alguien que sufre o padece.
i. Afecto fraternal (filadelfia): Sentimiento favorable hacia un hermano.
j. Amor (ágape): Amor sacrificial, no parcial, únicamente conocido por la iniciativa de Dios de salvar al
hombre del castigo de su rebelión.

FLUJO
EPAFRAS ACUDE A PABLO EN BUSCA DE ORIENTACIÓN
Pablo fue, sin duda, el preponderante misionero entre los griegos o judíos helénicos de Asia menor y las costas del
Mediterráneo. Muchas congregaciones tuvieron su origen por su labor evangelística y sus epístolas han servido de
sustento a muchas de ellas, incluso entre congregaciones que no fueron iniciadas por él, como es el caso de las que
se hallaban en el valle de Lico, que comprenden a los grupos cristianos en Hierápolis, Laodicea y Colosas. Un siervo
de Señor estaba a cargo de aquellas congregaciones, llamado Epafras, seguramente convertido al Señor en Éfeso por
la predicación paulina.

Aunque los cristianos adherentes a la fe aumentaban cada día en número, las diferentes escuelas de pensamiento
filosóficas y míticas estaban haciendo mella en esos grupos, especialmente aquellos que planteaban teorías
buscando explicar los misterios del Dios de los cristianos y la humanidad y divinidad de Jesús. Tal es el caso de los de
Eulesis, el mitraísmo, el culto a Isis, y muchos más. Esta invasión de pensamientos afluentes a los creyentes obligó a
Epafras a acudir urgentemente al consejo de Pablo, el cual permanecía preso en las mazmorras romanas.
Inmediatamente, Pablo escribe una carta a los colosenses, casi conjuntamente con la que escribió a los efesios.

Es notoria la actitud de Epafras, calificado como un siervo fiel delante del Señor, que no buscó negociaciones con las
diferentes doctrinas, sino que halló cobertura espiritual en Pablo, quien le administraba consejos de parte de Dios,
entendiendo que no había otro lugar adonde recurrir más que a la Palabra inspirada por Dios a través de este siervo.
Gran lección nos deja a nosotros, recordándonos las palabras de Dios a Jeremías: “Clama a mí y yo te responderé”
(Jeremías 33:3). La situación que enfrentaba Epafras no difiere de la condición actual del pensamiento de la
humanidad actual, porque cada vez más las doctrinas falsas se multiplican y dispersan por todas partes, incluyendo a
la iglesia, la cual debe correr a la Palabra para buscan en ella la verdad y la dirección correcta. Dios ha hablado y su
Palabra es suficiente, y asimismo ha obrado en favor de la humanidad.

DIOS HA REDIMIDO AL HOMBRE


Pablo hace énfasis en estos dos puntos en su epístola a los colosenses: lo que Dios hizo por amor hacia la
humanidad, y la respuesta del hombre a tal derramamiento de amor. En cuanto al primer punto, el plan de Dios
hacia la humanidad descubrió su constante búsqueda de una reconciliación pues Él no desea la perdición de su
creación sino, por el contrario, que sea restaurada.

Ahora bien, ¿qué impulsa a Pablo a comenzar a describir a Jesús en esta carta? La situación de la congregación en
Colosas era muy delicada, como se dijo antes, por la influencia de las diferentes corrientes místicas y esotéricas. La
humanidad y divinidad de Cristo ya habían comenzado a malinterpretarse, formulando diversas teorías que no
buscaban necesariamente reflejar la verdad de las Escrituras y los testimonios, sino lograr una equivalente
confluencia con las filosofías griegas y las religiones diversas. Así, por ejemplo, los gnósticos que abrazaron el
cristianismo, lejos de dejar atrás su comprensión del universo, buscaron homogeneizar los conceptos, surgiendo dos
grupos gnósticos: los gnósticos docetistas, que decían que Jesús nunca poseyó un cuerpo material, sino que tenía un
cuerpo fantasmal, como un eón o emanación, pero sin humanidad en Él; y los gnósticos cerintios, que admitían la
humanidad de Jesús, pero que Cristo era una eón que vino sobre Jesús en su bautismo y luego lo abandonó en la
cruz, de modo que sólo el Jesús hombre murió. Y esto es solo un ejemplo, pues debemos de considerar las doctrinas
del mitraísmo, la adoración a Isis y, sumado a estos pensamientos paganos, la influencia de cristianos judaizantes
apegados a sus tradiciones y a las obras de la Ley. Por todo esto, y más, Pablo se propone establecer bases sólidas en
cuanto a Jesucristo, su humanidad y divinidad, quitando toda duda o malinterpretación de entre ellos. En el capítulo
1 de la epístola, entre los versículos 15 al 23, el apóstol se explaya claramente al describir a Cristo.

Ahora bien, el propósito principal de Pablo no es solamente hacer una exposición teológica, casi científica, de la
Persona de Cristo, sino también un llamado a la conciencia, una rogativa a la conversión hacia Él de forma genuina, a
través del recordatorio de lo que Dios hizo a través de su Hijo. No se trata solamente de saber quién es Cristo, sino
de ser trasladados de la potestad de las tinieblas al reino de Jesucristo, dejando atrás toda doctrina de demonios y
pensamientos torcidos respecto a la Palabra de Dios. Así que, si bien Pablo describe la humanidad y la deidad, la
palabra “reconciliación” se cuela entre sus palabras. En el versículo 14, el apóstol se introduce en el tema con el
postulado que tenemos redención en Cristo. Redención significa, literalmente, comprar de nuevo. ¿Cómo es que
Dios nos compra de nuevo? Allí mismo queda evidente que estábamos en potestad de las tinieblas, es decir que
éramos de su propiedad. ¿Cómo llegamos allí? Por causa del pecado, de no cumplir la Ley establecida por Dios
(Romanos 3:23; 6:23) ¿Y cuál fue el precio pagado? La Sangre de Cristo. Desde el pecado introducido al mundo, en
Génesis 3, por la desobediencia del hombre, reinó la muerte (Romanos 5:14). Si bien biológicamente nuestros
cuerpos continúan funcionando, la separación con Dios produjo muerte espiritual. Dios pudo haber restaurado la
relación con el hombre inmediatamente, sin embargo, en su eterna sabiduría, quiso mostrarle al hombre sus
capacidades inútiles de valerse por sí mismo y la utilización de otros medios fuera de Cristo para lavar su alma de las
manchas del pecado. De esta manera, hoy podemos buscar alternativas a Cristo y ya conocemos el destino de cada
una. Sabemos que los sacrificios son sólo cobertura temporal, que las promesas hechas por nosotros no durarán,
que la negociación con otras religiones sólo trae ruina, que nuestro libre albedrío lejos de Dios nos causa angustia, y
todas las opciones que vengan a nuestro interés. Dios debe mostrarnos que al final nada servirá como el precio
pagado con la Sangre de Cristo, y por esta razón no tenemos más opción que correr a sus pies y hallar en Él descanso
y reconciliación, reconociendo que no hay nada en nosotros capaz de salvarnos (Efesios 2:8-9).

Por esta razón, el apóstol Pablo incluye en su epístola este inamovible y poderoso principio de reconciliación con
Dios para dejar en claro que, una vez aceptamos a Cristo en nuestras vidas, ya no pertenecemos más a las obras de
las tinieblas, ni tenemos ninguna relación con aquel pasado, sino que fuimos trasladados a un reino totalmente
diferente (Colosenses 1:13, 21-22), por lo que se espera un comportamiento consecuente a este hecho. Ya no
tenemos que rendir cuentas al mundo y actuar en un compromiso con él; Cristo ha roto toda cadena que nos unía
por causa del pecado (Salmo 1:1-3).

El salmo 1 habla claramente de esto, haciendo una diferencia clara entre el justo y el malo. Por un lado, el justo no
comparte silla con escarnecedores, ni toma consejo del mundo, sino que encuentra delicia en la Palabra de Dios.
Esta actitud producirá frutos en su vida y prosperidad. Nadie puede esperar frutos si no está consagrado y vive
estrechamente relacionado a la Palabra de Dios. Por otro lado, se habla de los malos como el tamo que arrebata el
viento. El tamo, que es el polvo, paja o pelusa resultante de trabajar con trigo, lana, lino o algodón, se vuela con el
viento dejándose llevar por todas partes; se mueve de aquí para allá entrando en los ojos causando irritación, es
altamente inflamable, reactivo a la más mínima chispa, y puede causar problemas al entrar en los mecanismos de las
máquinas agrícolas. Esta diferencia entre el justo y el malo no es negociable y no puede tomarse a menos. El justo
como creyente ahora vive en un estado de gracia, y no de auto justicia. El justo no es justo porque es bueno, sino
porque fue justificado. No pocas veces se escucha la frase: “Son gente tan buena que sólo les falta conocer a Cristo”.
Es totalmente falso, porque Cristo no complemente ninguna vida nueva, sino que el Evangelio expone la total
depravación del ser humano y su completa falta de capacidad y disposición de venir a Dios. Cristo rompe todo molde
y corazón, haciendo una obra nueva, justificando al impío por medio de su obra en la cruz, tomando la fe del hombre
como paso hacia esa justicia. De esta manera, ya no pertenecemos a las tinieblas, sino que debemos dar fe de
nuestra conversión al dar fruto.

EL CREYENTE CRECE Y DA FRUTO DESDE SU CONVERSIÓN


Es fundamental para trazar una correcta doctrina, paralela a los principios de la Biblia, que el orden es tal como
Pablo lo enseña en esta y otras epístolas: Dios derrama su gracia sobre el ser humano, y luego el hombre responde
con fe, dando como fruto las buenas obras. Estas buenas obras son las que dan testimonio de la fe, mas no son
medios de salvación. Invertir el orden de estos dos principios, o prescindir de uno de ellos, significaría incurrir en un
error doctrinal elemental de la fe cristiana. ¿Cómo podríamos malinterpretar estos principios? Si ubicamos las obras
antes de la gracia, podríamos concluir que, como somos muy buenas personas, Dios nos bendecirá. Si prescindimos
de la gracia, podríamos decir que no hay propósito de vida, pues no hay salvación por alcanzar, previamente
dispuesta por un Dios de amor. Si desechamos las obras, diríamos que todo es gracia, y que no es necesario
compromiso alguno por parte del ser humano, y podríamos seguir pecando sabiendo que no hay multitud de obras
que a Dios le interesen. Sin embargo, la verdad es que Dios ha obrado primero, y derramó su amor y su gracia sobre
el ser humano caído. Ahora éste puede recibir por fe la salvación que es dispensada por medio del sacrificio de Cristo
y recibir vida nueva por su resurrección. Por causa de esto, ahora el creyente vive en buenas obras, las cuales son el
fruto de haber creído. Primero conocemos a Dios, Él nos salva, y luego permanecemos en el camino de seguir
conociéndole (Colosenses 1:6, 9-10). No se trata sólo de “portarse bien”, sino de reflejar el carácter de Cristo y
alcanzar bendiciones y promesas por causa de ello. Esto no se logra de un día para otro, sino que es un largo camino,
un proceso, gratificante al fin (Colosenses 1:11-12)

CONOCIMIENTO
Jesús, en su oración final (Juan 17:3) descubrió el secreto de la vida eterna: conocer a Dios. No es poca cosa dedicar
la vida a escudriñar los misterios de Dios, sino la vida misma que ahora se manifiesta en el creyente. Fuera de Dios
no hay nada, fuera de conocerle a Él ni siquiera hay libertad (Juan 8:31-36). Conocer a Cristo es el todo en el cristiano
(Filipenses 3:8). Como se dijo anteriormente, no es una labor de tratar de portarse bien, como una serie de
actividades forzosas que batallan contra lo que realmente queremos hacer: pecar. Sino transformar nuestro corazón
por completo al conocer a Cristo y permitir que Él ponga en nuestros corazones y mente nuevos deseos de amar,
servir, ayudar, obrar en bien, conocer a Dios profundamente; no como actividades forzadas de ser buenas personas,
sino como una respuesta natural de haber estado cara a cara con el Creador y haber sido salvados por su amor.

Por el contrario, si consideramos prescindible de nuestras vidas el conocer a Dios, cosecharemos las consecuencias
de no estar conectados con la vida, con la fuente de salud y bendición. Pereceremos y veremos ruina en nuestro
caminar porque hemos despreciado la luz de Cristo (Oseas 4:6). Conocer a Cristo no es una opción, un consejo o un
dato interesante para tener en cuenta, sino que es de vital importancia para el creyente, y demostración del
desarrollo óptimo y sano de una congregación (Efesios 4:11-13)

FRUTO
Aquí llegamos al clímax del mensaje: el crecimiento del cristiano como fruto de su conversión. La salvación de los
hombres es lo más importante en el plan de Dios hacia la humanidad, teniendo como objetivo principal su propia
gloria. Sin embargo, la conversión no lo es todo, sino que la vida continúa y lo que sigue luego determinará, no
solamente que la persona realmente ha mudado su corazón, sino que también bendecirá a muchas vidas de aquí en
más. Refiriéndonos al Salmo 1, veremos que aquel que ha sido justificado produce fruto, pero nunca se ha visto ni se
verá un árbol que consuma su propio fruto, sino que bendice con su alimento a su entorno.

Comparemos el desarrollo de la vida biológica de una persona con el crecimiento espiritual explicado en 2 Pedro 1:2-
9:

La persona nace. No hay pensamiento ni razón en esto. Primero paso: fe. Se define como el convencimiento
El bebé no decide nacer, y de hecho ni siquiera pudo íntimo que no se basa en la razón ni la experiencia. La
decidir ser concebido. Llega a la vida por una voluntad persona recibe a Cristo por fe, y las obras, milagros y
superior a él y simplemente se abraza al destino que le prodigios solamente pueden causar emoción
acoge. momentánea, pero la Palabra oída produce el creer
(Romanos 10:17)
Cuando el bebé llega al hogar, todas son sonrisas y Segundo paso: la virtud. Se define como la capacidad de
gestos de alegría. Los padres, hermanos, abuelos, tíos y producir un efecto positivo. El nuevo creyente se instala
amigos reciben felices a la nueva vida. A medida que en la congregación, se bautiza y participa de algunas
avanzan los días y los meses, sus gestos, muecas y actividades. Inspira a los demás ver cómo se interesa
monerías hacen reír a los demás y se comienzan a por las cosas de Dios y hace preguntas tanto serias
sembrar gratos recuerdos para la posteridad. como muy ocurrentes.
El pequeño comienza a entender su entorno cercano. Tercer paso: el conocimiento. Se define como la
Analiza sus propias manos con detenimiento, observa facultad de comprender por medio de la razón la
las caras de quienes lo tienen en sus brazos, manipula naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas. El
juguetes y objetos cercanos. Todo ello con el fin de creyente ya no es un recién nacido. Se interioriza en
conocer su entorno y relacionarse con él. Aprende de a Dios, su Creación, la Biblia, el ministerio. Comienza a
poco a hablar, a caminar, a desplazarse en la casa y el crecer en conocimiento e inteligencia y procura saber
exterior inmediato. Utiliza el juego tanto como quiénes lo rodean. Se sumerge en estudios bíblicos,
entretenimiento como aprendizaje. devocionales, lectura de la Palabra, oración,
actividades, ministerios, y todo cuanto le rodea. Esto
sucede porque, como cristiano, se rodea de cosas,
personas y actividades cristianas.
El pequeño que antes se tambaleaba y a duras penas Cuarto paso: el dominio propio. Se define como la
podía hablar, ahora ha aprendido a dominar muchas de supremacía de poder, autoridad, fuerza, etc., que se
sus facultades. Habla de corrido, escribe, dibuja, corre, tiene sobre algo o alguien. Ya hace un tiempo que el
trepa, hace manualidades, realiza operaciones cristiano pertenece a la congregación, al menos un año,
matemáticas, desarrolla el pensamiento abstracto, y muchas de sus emociones que antes le dominaban,
tiene relaciones más complejas con las personas y ahora son dominadas por él. Ya no fuma, no bebe en
exploras emociones más profundas. Todo estos exceso, no ve demasiada televisión, no usa tanto el
elementos antes eran incontrolables para él, pero celular y la computadora, no se permite tanto ocio,
ahora son parte de un entorno controlable. hace ejercicio, come con regularidad y adecuadamente,
no dice malas palabras, respeta a los mayores, ayuda al
necesitado, se guarda las rabietas y explosiones de
furor, no se burla de la desgracia ajena. Aprende a
dominarse.
Ya es un muchacho. Es la etapa de la pre adolescencia y Quinto paso: la paciencia. Se define como la capacidad
adolescencia. Soporta el dolor físico y emocional mucho de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas
mejor, si es que se ha desarrollado física y molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni
mentalmente bien. Los berrinches son cosas de niños rebelarse. El camino del creyente no se va haciendo
para él y permanece leal a quienes le enseñan y educan más fácil. Ahora comprende su entorno al punto tal que
en todo. Así va creciendo día a día. entiende las condiciones en las que juega. No puede
ofenderse por todo ni reaccionar vehementemente
contra todo lo que le afecta. Sabe controlarse y esperar
la respuesta de Dios. Pone su mirada en Cristo y sabe
que sólo a Él le debe cuentas. Así que no tomará
venganza, no responderá con odio, no se enojará
contra quien le corrige ni buscará destruir a quien le
perjudica. Mucho tiempos atrás tal vez lo hubiera
hecho, pero ahora ha crecido y es paciente.
A lo largo de su camino, va comprendiendo que el Sexto paso: la piedad. Se define como un sentimiento
mundo está completo de personas como él, con de compasión o misericordia que produce alguien que
errores, defectos, sufrimientos y tristezas con las que sufre o padece. Alcanzar el nivel de piedad en su mayor
lidian todos los días. En algunos casos algunas personas expresión se suele malinterpretar. Se cree que es un
sufren más y despiertan la empatía de esta persona estado de levedad física, de una hablar suave y lento y
que, a estas alturas, comprende mejor los sentimientos una mirada tranquila. Sin embargo, no está relacionado
de los demás. a nada de eso, sino que es una empatía hacia el dolor
ajeno. Es ponerse en los zapatos del resto y entender
sus sufrimientos y dudas. Cuando los demás ven un
agresor, él ve a un herido. Los demás ven a una víctima
y él ve a un ventajero. Desarrolla el discernimiento
espiritual.
Ya ha desarrollado a su alrededor un grupo de personas Séptimo paso: el afecto fraternal. Se define en la Biblia
a quienes aman y quienes le aman. Tiene el sentido de como filadelfia, y es un sentimiento favorable hacia un
pertenencia arraigado en su alma y camina lado a lado hermano. El creyente se ha desarrollado espiritual y
con compañeros, amigos y familia. Está dispuesto a dar, emocionalmente al punto de poder encarar una
compartir y recibir sin medidas. Se une a causas en profesión en el Señor, llamada ministerio. Hay muchos
común y lucha por ellas. Trabaja como independiente o lugares por ocupar y, lamentablemente, pocos obreros.
empleado, pero se gana su sustento y sabe lo que es La carga por las almas perdidas y las que están
conseguir lo que desea por su cuenta. creciendo lo impulsarán a trabajar y esforzarse por la
lucha. Se convertirá, entonces, en un ministro de Dios.
Llegando a la cúspide de la vida, llega a encontrar una Octavo paso: el amor. En la Biblia se usa la palabra
persona con la cual continuará el resto de su vida, y ágape, y se define como una entrega sacrificial, no
formará una familia. parcial. Sólo hemos conocido ese tipo de amor por la
iniciativa de Dios de salvar al hombre del castigo de su
rebelión. Ya el cristiano es parte activa del cuerpo de
Cristo, se entrega por amor a los demás. Ha cumplido
todos los pasos anteriores y ha crecido fuertemente.
Aun comete errores, tiene dudas y ciertamente sigue
creciendo, pero le impulsa el amor para buscar a Dios y
bendecir al prójimo. Es un cristiano vencedor.

TOQUES FINALES
INTRODUCCIÓN
Cierto hombre que vendía leña a sus vecinos los defraudaba cortando las piezas como diez centímetros más cortas
de lo que debían ser. Un día circuló el rumor de que este leñador se había convertido a Cristo. Nadie creía el informe.
Decían que ese tipo no cambiaría. Sin embargo, un hombre, para satisfacer su curiosidad, fue a una tienda donde
aquel leñador había entregado un montón de leña. Midió las piezas y descubrió que medían como diez centímetros
más de lo que debían. Luego el hombre volvió al grupo que discutía el asunto, y les dijo:

- Es cierto. Yo sé que el leñador se convirtió.

- ¿Cómo lo sabe usted? –le preguntaron. –Porque acabo de medir la leña que él cortó ayer y todos los palos miden
más de un metro de largo.

No hay que ser buenas personas para ser salvos. Ser salvos nos hará buenas personas.

CONCLUSIÓN
Dios ha tomado la iniciativa de salvarnos. No hicimos nada para ello ni tampoco lo podríamos haber hecho. Dios es
amor y quiere que todos procedan al arrepentimiento. Él no necesita ayuda para salvar al hombre caído. Por muchas
obras buenas que haga, ninguna le puede justificar porque todo lo que el ser humano hace está manchado por el
pecado. Sin embargo, la salvación llegó por la gracia de Dios derramada por el Espíritu Santo y la obra de Cristo en la
cruz.

Ahora, luego de la salvación, hay un crecimiento esperable en el creyente, pasando las ocho etapas que le llevarán a
alcanzar los propósitos de Dios y un cada vez mayor nivel de consagración y comunión con el Señor.

BOSQUEJO PARA PREDICAR


INTRODUCCIÓN
Historia leñador convertido

EPAFRAS ACUDE A PABLO EN BUSCA DE ORIENTACIÓN.


a. Epafras, convertido en Éfeso por predicación de Pablo.
b. Epafras predica en el valle de Lico (Colosas, Hierápolis, Laodicea).
c. Pablo nunca estuvo en esa región.
d. Surgen muchas escuelas de pensamiento: Eulesis, mitraísmo, Isis, etc.
e. Comparativa con nuestro debido acudimiento a la Palabra de Dios.
f. “Clama a mí y yo te responderé” (Jeremías 33:3)

DIOS HA REDIMIDO AL HOMBRE


g. Pablo declara definitivamente la identidad de Cristo (Colosenses 1:15-23)
h. Redención: “Comprar de nuevo”.
i. Muerte: “Separación”.
j. La promesa de la muerte del hombre por parte de Dios por causa del pecado.
k. La historia da testimonio de las diferentes posibilidades de volver a Dios.
l. Dios establece la forma funcional y eterna: el pago con la Sangre de Cristo.
m. No hay obra que el hombre haga para llegar a Dios.
n. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)
o. El creyente ahora se encuentra en un estado de gracia y no de auto justicia.
p. El creyente fue trasladado de las tinieblas al Reino de los Cielos (Colosenses 1:13, 21-22)

EL CREYENTE CRECE Y DA FRUTO DESDE SU CONVERSIÓN


q. ¿Cómo sabemos si alguien es salvo? Porque da fruto
r. Primero hay que conocer a Dios, y continuar cada día conociéndole (Colosenses 1:6, 9-10)
s. Conocer a Dios da como resultado crecimiento espiritual y buenas obras.
t. Las buenas obras no producen fruto, sino que son fruto del cambio del corazón.
u. Las obras de las tinieblas no son fruto ni dan fruto (Efesios 5:11).
v. No es que el cristiano tiene que “portarse bien”, sino reflejar el carácter de Cristo y alcanzar bendiciones y
promesas por causa de ello.
w. Ser llenos de Dios cada vez más y obtener bendiciones es un camino, un proceso (Colosenses 1:11-12)

CONOCIMIENTO
x. Conocer a Dios es la vida eterna (Juan 17:3).
y. Conocer a Cristo es libertad verdadera (Juan 8:31-36)
z. Conocer a Cristo es todo (Filipenses 3:8)
aa. No conocer a Cristo es perecer (Oseas 4:6)
bb. Conocer a Cristo es uno de los puntos de desarrollo óptimo de la congregación (Efesios 4:11-13)

FRUTO
cc. Crecimiento paralelo al de la vida biológica
dd. 2 Pedro 1:2-9
ee. Fe: Convencimiento íntimo que no se basa en la razón ni la experiencia.
ff. Virtud: Capacidad de producir un efecto positivo.
gg. Conocimiento: Facultad de comprender por medio de la razón la naturaleza, cualidades y relaciones de las
cosas.
hh. Dominio propio: Supremacía de poder, autoridad, fuerza, etc., que se tiene sobre algo o alguien.
ii. Paciencia: Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza,
sin quejarse ni rebelarse.
jj. Piedad: Sentimiento de compasión o misericordia que produce alguien que sufre o padece.
kk. Afecto fraternal (filadelfia): Sentimiento favorable hacia un hermano.
ll. Amor (ágape): Amor sacrificial, no parcial, únicamente conocido por la iniciativa de Dios de salvar al hombre del
castigo de su rebelión.

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