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Código: 14020435
ÍNDICE
I. HISTORIA……………………………………………………………………..... .2
literalidad; legitimación……………………………………………………………10
a. INCORPORACIÓN.…………………………………………………….............14
b. LITERALIDAD……………………………………………………………..........17
c. AUTONOMÍA……………………………………………………………..……..18
d. LEGITIMACIÓN………………………………………………………….……...19
V. CONCLUSIONES………………………………………………………………...20
VI. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………....22
1
I. HISTORIA
En Europa, el primer Código que incluyó la disciplina unitaria aplicable a todos los
títulos valores fue el Código de obligaciones de Suiza modificado por la ley del 18
de diciembre de 1936, usando la definición hecha por Brunner. El Código de
Comercio de Turquía, del año 1957 sigue la legislación Suiza. El Código Civil
italiano del año 1942 establece la disciplina aplicable a todos los títulos de crédito.
2
La Teoría General de los Títulos Valores o Títulos de Crédito o Títulos Circulatorios,
es una elaboración conceptual de las escuelas comercialistas alemana e italiana1.
II. INTRODUCCIÓN
La entidad de crédito a la que se dedica el Título V del Libro IV del año. Código
civil "De las obligaciones", ha sido redactado por el legislador para regular una
familia muy grande de documentos (títulos de deuda pública, bonos y
participaciones en sociedades, cheques y facturas, valores representativos de
bienes. viajando o depositado en tiendas generales, etc.), en parte
específicamente Se describe y regula, y se deja en parte a la autonomía privada
(c.d. títulos atípico), que presentan el rasgo común de contener la promesa
unilateral de Un servicio y para ser utilizado para la circulación. Históricamente, su
función, que se puede deducir de los arquetipos medievales, es doble: Permitir la
transferencia indirecta y «virtual» de riqueza, sin materiales. mudarse de un lugar
físico a otro; permitir que el emisor negocie El documento con la transferencia a
terceros, para cobrar sumas de dinero a frente a la simple promesa de su futuro
reembolso (generalmente mayor interés o una parte del beneficio de una
empresa). La primera función fue bien perceptible en la "carta de intercambio",
progenitor De las facturas actuales, con las que un comerciante, deposita dinero.
en un banco, obtuvo un documento transferible a terceros que le otorgaban el
derecho Para cobrar la misma suma en un banco correspondiente.
1
SILVA VALLEJO, José Antonio. Teoría General de los Títulos Valores. Libro Homenaje a Ulises Montoya Manfredi.
Cultural Cuzco, Lima 1989. Páginas 649, 650 y 651
3
Asimismo, dependiendo de cómo se transfieran, se distinguen, por ejemplo, en
valores al portador, a pedido, y en nombres. Mirando a la riqueza que representan
hablamos de notas de crédito en sentido estricto (aquellas que atribuyen el
derecho a una suma de dinero), y valores representativos de deuda de bienes.
También se puede distinguir, según los modos normales de emisión, entre valores
individuales (que, como el cheque o la letra de cambio, generalmente se emiten
individualmente o en números pequeños) y títulos en masa (que, como acciones o
Los bonos de la empresa se emiten en serie, contra una sola transacción.
Financiación del emisor y, por regla general, todos los mismos derechos. a los
suscriptores). Finalmente, se denominan títulos causales aquellos que pueden ser
emitido solo para las operaciones identificadas a priori por el legislador 4 (sí
pensar en el contrato de la sociedad por acciones en las acciones, la relación de
préstamo en el bonos, al acuerdo de depósito en almacenes generales por la fe de
depósito, al contrato de transporte en la carta de porte o conocimiento de
embarque). Por otro lado, los títulos abstractos son aquellos, como la letra de
cambio o cheque, en los que el La relación jurídica que da lugar al tema puede ser
cualquiera, no surge del contexto literal del documento y, por lo tanto, permanece
legalmente irrelevante.
2
MONTOYA MANFREDI, Ulises. Comentarios a la Ley de Títulos Valores. Editorial Desarrollo. Lima, 1982. Página
16.
4
III. ESCUELA COMERCIALISTA ITALIANA
VIVANTE3 formula su célebre definición, expresando que “el título de crédito es
un documento necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo expresado en
el mismo. El derecho expresado en el título es literal, porque su existencia se
regula a tenor del documento; el derecho es autónomo, porque el poseedor de
buena fe ejercita un derecho propio, que no puede ser restringido o destruido en
virtud de las relaciones existentes entre los anteriores poseedores y el deudor, y
por último, el título es el documento necesario para ejercitar el derecho, porque, en
tanto el título existe, el acreedor debe exhibirlo para ejercitar cualquier derecho,
tanto principal como accesorio de los que en él se contienen, no pudiendo
realizarse ninguna modificación en los efectos del título sin hacerla constar en el
mismo”.
3 CESARE VIVANTE (Nacido en Venecia el 4 de Enero de 1855, muerto en su Villa de Solaja el 5 de Mayo de 1944)
4 SILVA VALLEJO, José Antonio. Obra citada Páginas 658 y 659
5 URIA, Rodrigo. Obra citada. Página 835
5
Pérez Fontana dice Z6.
León Bolaffio7 fue el primero en abrir fuego contra la teoría unificadora de Vivante.
Según este autor, la circulación libre, regular y perfecta sin necesidad de cualquier
intervención del emitente, condensa y exterioriza los dos caracteres del título de
crédito: la incorporación y la autonomía. Reconoce que si bien es cierto que
algunos títulos nominativos legitiman al tenedor frente al emitente y sirven para la
transferencia del derecho documentado a un tercero, no por ello incorporan el
derecho y menos aún, le atribuyen un derecho originario inmune a las excepciones
oponibles al titular.
Para Lorenzo Mossa9 “los títulos de crédito son papeles o documentos que llevan
en sí un valor económico y jurídico, porque el papel contiene un derecho real, o de
participación social, o expresa una obligación o promesa formal y rigurosa. El valor
no existe sin el documento. El valor no existe sino en cuanto el papel concentra en
sí el derecho. La economía y el derecho, el derecho y la obligación están
estrechamente ligados en el papel hasta el punto de llevar el documento, de la
condición de simple documento probatorio, o aún constitutivo, al rango de título de
crédito.
6 PÉREZ FONTANA, Sagunto. Títulos Valores. Parte Dogmática. Cultural Cuzco S.A. Lima 1990.. Página 23
7 LEON BOLAFFIO (Padua, 5 de Julio de 1848- Bolonia, 28 de Enero de 1940).
8 PÉREZ FONTANA, Sagunto. Obra citada. Páginas 23 y 24
9 LORENZO MOSSA (nacido en Sassari el 29 de Agosto de 1886, muerto en Pisa el 19 de Abril de 1957).
6
Messineo10 reafirma que el título de crédito es documento constitutivo del derecho
contenido en él. Dice que el derecho de crédito está contenido en el título para
indicar el fenómeno de la denominada incorporación del derecho en el título. Esto
es, el derecho es identificado o compenetrado en el documento, hasta el punto de
formar cuerpo con él, con las siguientes consecuencias: se adquiere el derecho
nacido del documento, mediante la adquisición del derecho sobre el documento,
en cuanto res; con la transferencia del documento, se transfiere necesariamente el
derecho cartular; sin la presentación del documento, no puede obtenerse el
cumplimiento de la prestación; la destrucción del documento puede importar la
pérdida del derecho cartular; y la ulterior consecuencia de la incorporación de la
prenda, el secuestro, el embargo y cualquiera otro vínculo sobre el crédito no tiene
efecto, si no afecta también al título”.
7
Ascarelli13 expresa que “El título de crédito es antes que nada un documento. La
disciplina legislativa, necesariamente diferente en cuanto a los distintos títulos,
indica los requisitos de cada uno de ellos. Constituyen un documento, escrito,
firmado por el deudor, formal en el sentido de que está sujeto a condiciones de
forma establecidas justamente para identificar con exactitud el derecho en él
consignado y sus modalidades, la especie de título de crédito, la persona del
acreedor, la forma de circulación del título y la persona del deudor. Realmente, su
documentación escrita es el primer paso para alcanzar aquella certeza, que a su
vez es presupuesto indispensable de la circulación del derecho”14.
8
incorporarlo a la disciplina cartular es determinante para la aplicación de ésta a la
circulación del título valor. El se basa en el presupuesto que el creador del
documento puede colocar una cláusula limitativa a la circulación del mismo; tal
circunstancia le hace deducir que el título puede ser creado exclusivamente por la
voluntad individual; es decir, si el tenedor del documento puede evitar que el título
siga circulando con la cláusula pertinente, al ejercer esta facultad implícitamente
tiene la de crear el título valor, de imprimirle esa característica y darle esa
categoría jurídica. En síntesis, Ferri hace que la tesis principal de su pensamiento
esté constituida por el carácter tipológico del documento, la destinación a circular,
pero subordinado a un requisito subjetivo: la voluntad.
El título valor existe aun cuando la persona que lo ha creado lo guarda en la caja
fuerte para evitar obligarse en ese momento. Quien tiene esa conducta da a
entender que aún no quiere obligarse, porque el mismo impide que surja la
obligación; es decir, crea el título valor pero considera que solamente se obligará
en momento determinado y oportuno. En tal caso falta la esencia del acto jurídico
no existe; la voluntad de negociar, esto es la voluntad de producir los efectos que
le son particulares. En consecuencia, si ese título entra en circulación sin la
voluntad de obligarse de su creador, la inoponibilidad a los terceros poseedores de
buena fe de la inexistencia de la voluntad o la inexistencia de una declaración
vinculativa del autor del título, viene a confirmar que la normativa cartular es
fundamentalmente inconciliable con la autonomía privada. Es más, en el ámbito de
ésta la voluntad es imprescindible, no puede obviarse, debe existir siempre,
porque esa es la “causa” de la aplicación de una disciplina; mientras que en los
títulos valores es irrelevante la voluntad18.
9
IV. Características generales de los instrumentos de crédito:
incorporación; autonomía; literalidad; legitimación
Para cumplir las dos funciones que la práctica mercantil le había asignado, Era
necesario que el nuevo instrumento fuera acompañado de una disciplina. Marco
legal que garantice la seguridad de la adquisición del derecho en la medida de lo
posible. por parte de aquellos que legítimamente hubieran tomado posesión de él,
sin posibilidad alguna para impugnarlo o la discrepancia del derecho transferido
con respecto a lo que estaba escrito en el documento, ni la falta en sí misma de
ese derecho de sus partidarios, Es decir, a los que habían participado antes que él
en la cadena de circulación del título de crédito. Basada en un desarrollo doctrinal
cuyo centenario recorrido histórico es todavía en gran parte oscuro, los abogados
de hoy están de acuerdo en una reconstrucción Título de crédito teórico que, con
ligeras inconsistencias lógicas y alguna desviación de los principios generales del
derecho civil, justifica la función que la La práctica mercantil atribuye al instituto.
Esta teoría ha influido mucho Las normas generales sobre instrumentos de crédito
contenidas en los artículos. 1992 ss. La Código civil. La idea básica es que el
soporte en papel en el que se escribe el crédito no es solo Una simple prueba de
crédito, pero el crédito en sí. Por lo tanto, existe un tipo de "fusión" o
incorporación, a los efectos jurídicos, del derecho de crédito con el trozo de papel,
de modo que el derecho termine coincidiendo con el documento.
Broseta Pont dice que en la doctrina inglesa se destaca que el título valor (negotiable
instrument) contiene ”una promesa de pago, exigible por cualquier poseedor de
buena fe, al que no podrán oponerse excepciones personales derivadas del anterior
poseedor”. En la doctrina italiana destaca por su valor descriptivo la definición de
Asquini, en cuya opinión, título valor (titolo di credito) es “el documento de un
derecho literal destinado a la circulación, capaz de atribuir de modo autónomo la
titularidad del derecho al propietario del documento”. Finalmente, en la doctrina
española el profesor Garrigues lo define diciendo que “título valor es un documento
10
sobre un derecho privado, cuyo ejercicio y cuya transmisión están condicionados a la
posesión del documento19.
Uría expresa que se denominan títulos de crédito a una serie de documentos que
tienen como nota común de incorporar una promesa unilateral de realizar
determinada prestación a quien resulte legítimo tenedor del documento20. Es un
documento representativo de un derecho, en tanto que el título se convierte en el
derecho mismo y también constituye una declaración de voluntad emitida por
alguien, de donde se infiere que no solamente es representativo en sí, sino también
constitutivo y dispositivo de un derecho21.
Esta teoría, que sin duda refleja las intenciones de quienes inventaron. Los
primeros títulos de crédito, permiten superar el principio de derecho civil del
transferencia por medio de derivados (artículos 1260 y siguientes). En el derecho
común, de hecho, el El acreedor puede transferir a otros solo su "crédito" (Artículo
12601 c.c.) y, por lo tanto, Si no es el propietario, o si el crédito es diferente al de
descrito en los documentos justificativos (por ejemplo, porque el cedente había
concedido una extensión o un descuento), el cesionario, aunque en perfecta
buena fe, adquiere solo el mismo derecho que se debió a su causa. Por el
contrario, en el campo cartular, recurrir al concepto de incorporación. Permite
superar el principio, de acuerdo con los requisitos de seguridad de prioridad.
derecho civil para el que nadie puede transferir un derecho mayor que el del que
está titular.
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posición de la Su antecesor y cualquier objetable para él. Por el mismo motivo, las
restricciones al derecho mencionadas en un crédito. (por ejemplo, compromiso,
confiscación, ejecución hipotecaria, usufructo) puede establecerse solo en el
soporte cartular, y no tienen efecto si no están implementados en el Título (artículo
1997 c.c.).
Por lo tanto, la posición del comprador del título de crédito se hace independiente
del respeto a la de quienes se lo transfieren. Este es el principio de autonomía.
Cartular, reflejo natural de la incorporación del derecho al crédito en el título, y su
circulación según la disciplina de los bienes muebles.
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Los artículos de 1994 y 19932 se refieren a la autonomía del título de crédito. cc
La primera regla, como ya se mencionó, protege al tercer comprador, poseedor de
buena fe, a partir de la excepción del defecto de propiedad del crédito en Quien se
lo transfirió. El segundo no permite que el deudor del cártel se oponga a la
portador del título las excepciones personales a los anteriores propietarios. El
derecho Por lo tanto, se aplica a la circulación de títulos de deuda, es decir, de
Riqueza titulizada, reglas y principios opuestos a los clásicos, aceptados por la
Derecho civil para el traspaso ordinario de créditos.
Sin embargo, la justificación teórica ofrecida por las normas del derecho del papel.
Elaborado a lo largo de los siglos y ahora traducido a artículos. 1992 ss. La El
Código Civil es, como ya se mencionó, solo excepciones parciales, no faltan Y las
asimetrías lógicas. Se puede decir que los tres conceptos de incorporación,
Autonomía y alfabetización son más útiles de entender en una primera
aproximación. La disciplina de la carta, que la describe con exactitud.
13
Sobre las principales características de la disciplina positiva que no se puede
reconciliar con el municipio.La reconstrucción teórica es buena para morar de
inmediato.
a) INCORPORACIÓN
La idea central es el hecho de que la esencia del título valor estriba en ese especial
nexo entre la cosa corporal (documento) y la incorporal (derecho), que se traduce en
la subordinación práctica de ésta a aquélla, de forma que la posesión del título es
conditio sine qua non para el ejercicio y la transmisión del derecho26. Se ha puesto de
relieve que el fenómeno por el cual la pertenencia de un derecho depende de
hallarse en determinada relación con una cosa no es típico de los títulos valores, y
que otro ejemplo se presenta con las servidumbres prediales. Sin embargo, el
fenómeno presenta aspectos particulares en el campo de los títulos valores. El
derecho no es atribuido por vía indirecta, en virtud de una dependencia económica del
mismo derecho con la cosa, como sucede con las servidumbres, sino por efecto de la
voluntad del creador del título. La conexión entre derecho y cosa no es, como en
las servidumbres, una conexión natural, sino una conexión artificial, querida dentro
de determinados límites y para determinados fines. Por lo tanto, no es absoluta,
como en el primer caso, sino que está limitada a la función del documento y
subordinada al acatamiento de las formas prescritas. Es por esto, según Ferri, que
no cabe fundarse, como lo sostiene la doctrina dominante, sobre el concepto de
incorporación para establecer la función a la cual el documento se remite en el
sistema de los títulos valores sino que es necesario basarse en la función del
documento para aclarar el concepto de incorporación y para atribuir a esta imagen
plástica un preciso significado jurídico22.
22
GARRIGUES. Op. Cit. p.722.
14
incorporado a él. “Quien posee legalmente el título, posee el derecho en él
incorporado, y su razón de poseer el derecho es el hecho de poseer el título”23.
23
CERVANTES AHUMADA. Op. Cit., p. 18.
24
ROCCO, Alfredo. Principios de Derecho Mercantil, Parte General. Ciudad de México: Editora Nacional S.R.L., 1966, p.70.
25
Ibid, p.70.
15
las suertes de las sociedades. La acción de sociedad incorpora la medida de tal
participación26
El principio de incorporación ha sido fuertemente criticado por algunos autores, que
han dicho que se trata de una de tantas expresiones fáciles que, salidas
intuitivamente de la configuración material de una relación jurídica, fueron
acogidas por los juristas como una regla de derecho, sin darse cuenta de su
esterilidad dogmática.
Sin embargo, la incorporación debe ser entendida dentro del significado que
verdaderamente tiene, es decir, como una expresión meramente gráfica. No
obstante lo anterior, debe tenerse presente que la aplicación rígida del principio de
incorporación nos llevaría a consecuencias poco prácticas, sobre todo en materia
de extinción. La rigidez del principio se debilita en consideración a que el título valor
es un simple medio de legitimación del derecho, el cual subsiste a pesar de la
destrucción del título27. Esto se observa claramente en aquellos casos en que el
título es destruido o extraviado.
En este sentido, debe entenderse que la expresión, sin bien gráfica, dejaría de ser
oportuna si se quisiera ver en ella algo más de lo que intenta: constituirse en una
metáfora coadyuvante para explicar y evidenciar lo que ocurre; no mucho más,
como el vuelo imaginativo de algunos doctrinarios quieren adjudicarle.
Precisamente, la contrapartida de este fenómeno tan particular de los títulos de
crédito está dada por aquellas situaciones en las que, con cierta nitidez, puede
apreciarse el alcance meramente gráfico de la incorporación.
26
MESSINEO, Francesco. Op. Cit., p.230-231.
27
GARRIGUES, Op. Cit., p.728.
16
El elemento de independencia que caracteriza los principios de los títulos valores se
observa claramente en la incorporación, la legitimación y la circulación, no así en la
literalidad y la autonomía.
b) LITERALIDAD
los que resultan de los términos en que está redactado el título33. De modo que
aquello que no esté en el documento o no sea expresamente reclamado por el
mismo, no puede tener influencia sobre el derecho.
La titularidad del derecho descansa sobre la propiedad del título, por lo que es
natural, entonces, que los límites de ese derecho sean los señalados
exclusivamente por la letra del documento.
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Se ha dicho que el fin primordial de la literalidad es el de proteger la circulación (de
buena fe) del título, ya que el adquirente tiene derecho a la prestación tal y como el
título la expresa.
c) AUTONOMIA
La autonomía, como efecto del principio de incorporación, consiste en que todo aquel
que adquiere un derecho contenido en un título valor está, por ese solo hecho,
adquiriendo un derecho a título originario y no a título derivado. Esto significa que
cada uno de los tenedores del documento tiene un derecho propio independiente
del de los tenedores anteriores. El derecho incorporado en el título goza de la
condición de independencia respecto del derecho de un anterior poseedor, por lo
que el deudor no puede oponer al último tenedor aquellas excepciones que
causante40-41. En este mismo sentido apunta Messineo: “El carácter originario del
derecho cartular no es pues, coetánea de la creación del título; sobreviene en el
momento de la transferencia del título del primer tomador a otro; y sobre todo,
opera en orden a la legitimación para el ejercicio del derecho, o sea desde la
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relaciones que hayan mediado entre el deudor y los precedentes poseedores43.
Cada poseedor adquiere el derecho incorporado en el título en forma originaria, de
manera que la posición jurídica del ulterior poseedor viene delimitada
exclusivamente por la escritura del documento, y no por las relaciones que ligaban al
anterior poseedor con el deudor.
d) LEGITIMACIÓN
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engendra una apariencia de titularidad en favor del poseedor del documento y esta
apariencia es suficiente para el comercio jurídico.
del título por el no propietario)45. El derecho puede ser ejercitado tanto por los
titulares como por los no titulares.
V. CONCLUSIONES
a) La teoría General de los Títulos Valores ha sido producto del esfuerzo de
diversas escuelas mercantilistas por la construcción unitaria del fenómeno
jurídico ocasionado por la circulación económica a través del tráfico de títulos
20
representativos de valores y que implicaba el desplazamiento de bienes
destinados a satisfacer las necesidades de los sujetos económicos.
b) En la búsqueda por encontrar la esencia d los títulos valores, lograron
determinar sus elementos unificadores; en primer lugar, en el nexo corporal
entre la cosa y el derecho, que se traduce en la subordinación práctica de ésta
a aquella; en segundo lugar, en el destino circulatorio de estos títulos que los
diferencia de los títulos de legitimación.
c) La teoría General de los Títulos Valores ha sido producto del esfuerzo de
diversas escuelas mercantilistas por la construcción unitaria del fenómeno
jurídico ocasionado por la circulación económica a través del tráfico de títulos
representativos de valores y que implicaba el desplazamiento de bienes
destinados a satisfacer las necesidades de los sujetos económicos.
d) En la búsqueda por encontrar la esencia d los títulos valores, lograron
determinar sus elementos unificadores; en primer lugar, en el nexo corporal
entre la cosa y el derecho, que se traduce en la subordinación práctica de ésta
a aquella; en segundo lugar, en el destino circulatorio de estos títulos que los
diferencia de los títulos de legitimación.
e) Esta construcción teórica comienza a debilitarse con la aparición de los
valores representados en cuenta, que surge como alternativa a los problemas
ocasionados por las emisiones masivas de títulos valores, cuya característica
es la sustitución de las mutaciones físicas de la posesión del título, por la
anotación en cuenta de las entradas y salidas, según sea el titular el vendedor
o el comprador.
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VI. BIBLIOGRAFIA
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