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CURSO DECA SEC-BACH

PSICOPEDAGOGÍA-TRABAJO DE SÍNTESIS Y REFLEXIÓN

PROFESOR: JOSE ANTONIO ROSA LEMUS

ALUMNO: JOSÉ PLA MORA

“La Narratividad ética” del libro Ética para seducir. Cinco vías para
hacer creíble la ética cristiana. Francisco José Alarcos Martínez

F.J. Alarcos parte de una idea sencilla para desarrollar toda una tesis compleja sobre cómo
nos contamos la ética; Actualmente el ser humano suele vivir muy orientado a lo exterior y de
forma y manera que esa realidad exterior, nos confirme lo que ya sabíamos queríamos o
esperábamos. Pero el autor defiende que necesitamos del otro como réplica, discrepancia,
interpelación y que esta dualidad se reproduce del mismo modo en nuestro interior, en el
proceso de conocerme y reconocerme como persona.

Este aspecto está íntimamente relacionado con la respuestas a las cuestiones tradicionales de
la humanidad que nos planteamos desde los principio ¿quien soy? y ¿que debo hacer? Hasta
el renacimiento no había ruptura entre naturaleza y moral. El ser y el deber formaban un
continuo en la concepción de la persona.; el ser humano debía comportarse según su
naturaleza.

A partir de esta cuestión el autor se pregunta sobre el problema de la naturaleza humana y la


moral; sintetiza la historia del pensamiento y el proceso de cómo, entre el renacimiento y la
modernidad, se pasa de una naturaleza del ser humano en sentido creado a una naturaleza
máquina.

Hasta la actualidad grandes pensadores han manifestado esta ausencia de naturaleza humana
desde muy diferentes corrientes; empiristas, existencialistas, constructivista sociales,
marxistas y esta filosofía perdura en la actualidad, aunque empieza a revisarse con autores
como Fukuyama que defienden la existencia de una naturaleza humana, al igual que Rifkin ,
ambos partirán desde la biología moderna o la biotecnología.
Alarcos se pregunta si se trata realmente de una era creativa de verdad en la que el ser
humano se presenta como creador de la vida y gestor de la evolución o más bien como
consumidor. En cualquier caso el autor defiende que es muy importante repensar la naturaleza
humana advirtiendo que en la actualidad se responde mucho a qué es el ser humano, pero esto
no resuelve el quién es realmente el ser humano. Para resolver esta cuestión central, el autor
aporta el desarrollo de una nueva herramienta hermenéutica: La narratividad ética

A través de diferentes autores se presenta esta herramienta en la búsqueda de sentido de la


identidad Personal como ejemplo Hannah Arendt, que habla de la identidad narrativa:
“responder a la pregunta ¿quién?, es relatar la historia de una vida; concluye que no son los
acontecimientos pasados en si lo que da sentido a la vida sino el argumento que emerge de esa
vida

A. Maccintyre defiende que el sujeto es coautor de su propia historia y su vida tiene sentido
si es inteligible y solo puede ser así si sabe su deber moral y su meta. A esto le llama unidad
narrativa de vida.

Taylor defiende que las cuestiones espirituales y morales así como la dignidad humana están
entretejidas y son fundamentos de la identidad y sobretodo del sentido del bien.

Seguidamente hablamos desarrollar las ideas principales de Paul Ricoeur; en su obra “Sí
mismo como otro” en la que defiende que la identidad es el resultado del diálogo entre dos
polos ,el sí mismo como código genético carácter y la mismidad, la identidad que se
constituye la historia la biográfica rico ver diferencias si entre humanidad pe seguidamente
hablamos desarrolla las ideas principales de Paul rico ver en su obra sí mismo como otro en la
que la identidad, es el resultado del diálogo entre dos polos: por un lado, el sí mismo como
código genético, el carácter y la mismidad, la identidad que se constituye la historia la
biográfica. Recoer diferencia si entre Mismidad y Ipseidad, dos polos en continua tensión y
diálogo y cuya normativa narrativa va a dar resultado como identidad. No hay acontecimiento
humano más para quién puede narrarlo la persona, sin narración está desnaturalizada. Pero en
esta polarización cabe un tercero, que sería la alteridad. Somos quiénes somos no solo en
relación a los otros, sino totalmente implicados con ellos y en esta relación surge la identidad
narrativa, aquella que surge del relato.

Me parece espectacular la cabida que tiene la religión cristiana como narrativa que se
propone a la alumnado respecto al sentido de la vida que importante es hacerse buenas
preguntas y plantearles abiertamente a los alumnos así como ofrecer la posibilidad de conocer
las respuestas creyentes a esas preguntas y con la claridad ética de Jesús de Nazaret que
muchas veces las dejó muy claras pero no sabemos explicarnos o explicarlas, o bien como
dice Alarcos no le des aportamos suficiente intriga a nuestras clases o catequesis en ocasiones
no hemos avanzado y seguimos apostando por el modelo pregunta-respuesta del catecismo de
cuando yo era pequeño, sin dar cabida siquiera al misterio que fundamentan la fe.

Para finalizar el autor desarrolla lo que denomina las fuentes normativas respecto en la
memoria diferencia entre que se recuerda y cómo se recuerda. Presenta la paradoja que
supone el hecho de que, generalmente las personas sabemos más de nuestra identidad social y
defiende la idea que en el principio de nuestra vida somos puro olvido, nadie recuerda sus
primeros años de vida somos pura narración de los otros. A partir de esta idea y de una
fenomenología de la memoria Alarcos proponía construir una fenomenología del valle del
olvido lo explica en los siguientes términos primero lo defiende como algo constitutivo de lo
real y a partir del ejemplo de las confesiones de San Agustín, describe el olvido como
condición de posibilidad y pretende acotar el término partiendo de diferentes definiciones

Por último Álamos nos habla del amor, de la moral cristiana como normativa verosímil
partiendo de la experiencia incondicional del reconciliación que es el perdón. El autor
presenta la gratuidad de lo que recibimos como origen de nuestro deber moral para con los
demás y con uno mismo y esto solo transcurre por la vía religiosa necesariamente; pero
advierte de forma clara que el centro de la experiencia religiosa no es la experiencia del deber,
sino la experiencia del Misterio, experiencia del don bueno amoroso gratuito y a partir de la
cual nos motiva, nos propone e invita hacer una explicación y una narrativa cristiana desde
un lenguaje propositivo, indicativo y no tan bélico en el que queda clara que no lo hacemos
por una recompensa determinada sino como expresión de gratis lo recibimos, gratis lo damos,
expresión de gratuidad total. “Obrar para los otros desde el Otro.

(Siento el exceso en la extensiós pero es el que me ha parecido más interesante y comp

Proceso Humano y Gracia de Dios. Esquema evollutivo

El autor presenta un esquema evolutivo a partir de la historia personal que nos debería guiar
en la programación de la asignatura, exponiendo en qué aspectos está capacitado el alumno/a
y para que en loas diferentes franjas de edad. Ofrece elementos muy interesantes de reflexión
que deberían ser tratados en los claustros ya que afectan al carácter propio de nustros centros
y la asignatura de Religión necesita una renovación que parte de la realidad muy plural
respecto al sentimiento religioso. Además la asignatura requiere diferenciarse de la catequesis
y formar al alumnado en cultura religiosa. Sin referecias de este tipo es imposible conseguirlo.

El esquema evolutivo que presenta se sintetiza en los siguentes aspectos:

Hasta los 6 años:

- ciclo en el que se estructura la afectividad

- la imagen de Dios se internaliza a base de las imágenes, gestos y ritos que el niñ/o ve en
los mayores.

- Dios puede ser internalizado como padre-ley amenazante o como seno materno-protector.
Entre esta imagen polarizada autoridad-permisividad de desarrollara la internalización de la
imagen de Dios

De 7 a 12 años

- Desarrollo de la afectividad activa con Dios, el diálogo con Dios qsociado a las preguntas
globales relacionadas con el tiempo, el sufrimiento, la muerte…

- Se desrrolla una cosmovisión que puede o no integrar el elemento religioso

- Adquieren méxima importancia los relatos, las historias, que son modelos de identificación

De los 12 a los18/20 años

- La imagen de sí se construye en confrontación con la sociedad, la familia cede su espacio a


los amigos y al ambente externo.

- El adolescente, revisa las imágenes y modelos recibidos anteriormente, necesita hacer su


propia experiencia

- Es también tiempodel descubrimiento del tú, de la intimidad, del encuentro con el amigo, la
pareja, Jesús, Dios…

- Se mueve en búsqueda de su identidad social y en contacto con el Evangelio, puede


interiorizar valores universales: la justicia, la transformación social, es la etapa del
idealismo.
- Dos condiciones que gravan este idealismo: que está mediatizado por los otro, hay una
excesiva mimética respecto a los demás y que los ideales son excesivamente abstractos, no
hay proporción entre el yo ideal y el yo real.

De los 18/20 a los 25/28 años

- Crisis de la autoimagen que repercute directamente en la relación con Dios.

- Necesisdad de aclarar la imagen afectiva inconsciente de Dios.

- Enraizar la relación con Dios, en el conjunto de la existencia humana.

- Proceso de transformación mediante la relación interpersonal con Dios.

- Fundamentación teologal del deseo religioso.

Busto, José Ramón, sj. (2014). “La enseñanza: misión de la


Iglesia” .

El autor defiende en este artículo que la misión educativa de la Iglesia es fundamental y


responde al mandato de Jesús. Pero esta misión no ha de ser reduccionista, sino transmisora
de Verdad, capacitadora dels discípulo para conocer el bien y ponerlo en práctica.

J.R. Busto defiende una pedagogía de la fe basada en el aprender haciendo, llevando ese
aprendizaje a la experiencia concreta. Defiende esta postura desde el convencimiento de que
educar es ser tranmisor de verdad y capacitar para hacer el bien y ésto conlleva transformar el
mundo. Un mundo creado por Dios pero no concluído “ el hombre está destinado por Dios a
reproducir la imgen de su Hijo” (Rom 8,29)

Pero una idea que me parece especialmente interesante del texto es la defensa de la idea de
que el conocimiento no es neutral,la formación de las personas para hacer el bien, responde a
una cosmovisión implica valores y una determinada concepción del ser humano. Busto aboga
por un claro humanismo cristiano en el que fe y razón, fe y cultura dialogan y se encuentran y
no se imponen, se escuchan y reflexionan juntas. La verdad nos acerca a Dios y somos
administradores, ni dueños ni depredadores, de la creación.

Qué importante me parecen estas cuestines y en este momento en el que la asignatura de


Religión está tan cuestionada; creo que en parte por este divorcio que Busto indirectamente
denuncia, de no haber un diálogo claro entre la fe y la cultura que promocione un
entendimiento en nuestra sociedad. Tengo la sensación que esta idea se repite en diferentes
artícuos que estamos comentando.

Por último, el autor hace un alegato de la imaginación en la tarea educativa de la Iglesia; que
sea capaz de imaginar una nueva y transformada realidad social; a los alumnos/as hay que
mostrales no solo la realidad, sino la posibilidad de transformación de la misma, a través de la
búsqueda de la verdad y la práctica del bien… capacitarles para comprometernos la
construcción del Reino.

Cancelo, María (2011). “A los cristianos que vivimos tendiendo

puentes en las fronteras de lo cotidiano”

Maria Cancelo presenta en su artículo un testimonio valiente y desde su ser laica y su papel en
la Iglesia. Parte de una tesis fundamental:

Los cristianos tenemos hoy una misión ineludible, hacer creíble y atractivo el mensaje de
Jesús en esta sociedad secularizada y postmoderna en la que nos ha tocado vivir, cada vez más
alejada de la Iglesia. Una misión verdaderamente fronteriza. Este panorama implica nuevos
retos para quienes tenemos que ir construyendo, al aire del Espíritu, las alternativas.
Para ello, para construir esas alternativas,Cancelo describe las características principales de
nuestra sociedad y que dificultan o condicionan nuestro ser Iglesia:

- una sociedad secularizada marcada por grandes y rápidos avances científico-técnicos,


económicos y sociopolíticos y un fuerte cambio de valores. Cambios que han afectado a toda
Europa, pero que en España tienen una impronta especial, mucho más marcada por el rápido
cambio,de un nacional-catolicismo impuesto y prolongado artificiosamente en el tiempo, a la
nueva cultura moderna (o postmoderna) secularizada. Una sociedad cada vez más alejada de
la Iglesia institucional, con una necesidad de ruptura con lo anterior, en la que lo difícil que es
hoy decirse cristiano sin que te miren como a un bicho raro.

Vivimos, pues, en un ambiente bastante hostil,y eso nos dificulta y nos hace sentir como
conflictiva nuestra mera vivencia de la fe y nuestra intención apostólica de anunciarla y
contagiarla a otros. Por eso nos dice “creo poder afirmar que, aunque no nos vayamos a vivir
en misión a las fronteras, vivimos en misión en las fronteras internas que entraña esta
sociedad y este momento histórico”.

A partir de esta descripción Cancelo entra de pleno en testimoniar su ser cristiana y sus
diferentes experiencias de fe compartida con la iglesia y en momentos más alejada de ella,
para criticar una imagen de Dios y de la misma Iglesia que parece responder a otros tiempos y
a otra sociedad, no a la nuestra. Pero hasta que ha llegado a esa reconciliación con Dios ha
tenido que superar un camino de profundización teológica, como ella dice, superando
fronteras. “Se hace necesaria una nueva argumentación de la experiencia cristiana, porque,
aunque la experiencia fundante es siempre la misma –la que brota de la experiencia pascual–,
el modo de explicarla, los presupuestos y las consecuencias que se derivan hay que
expresarlos e interpretarlos desde las nuevas situaciones y lenguajes que los tiempos
generan”.

Respecto a la Iglesia Cancelo denuncia en su artículo una retaíla de aspectos muy actuales:

- la liturgia, llena de símbolos que han perdido su significado y palabras que nadie
comprende, la imagen de la curia,con sus palacios y riquezas, que no solo no evocan el
mensaje evangélico, sino que son más bien causa de escándalo..

- la falta de democracia interna, una Iglesia clericalizada, donde a los laicos se nos considera
menores de edad y con quienes únicamente se cuenta para que colaboremos en tareas
administrativas y en la catequesis (a menudo con desconfianza) se suma el de la situación de
la mujer. No se comprende cómo es posible que hoy en día se discrimine en el ejercicio de
funciones de gobierno o de servicio a la comunidad por razones de sexo.
Las consecuencias de esto es que muchos creyentes, en el filo de la creencia, se alejan porque
no se ven capaces de vivir lo que piensan que la fe les exige, porque se sienten siempre en
pecado, excluidos de los sacramentos.

Comparto con cancelo y me incluyo cuando dice”somos muchos los que vivimos con dolor la
pertenencia a una Iglesia que, desgraciadamente, tampoco expresa de modo adecuado nuestro
seguimiento de Jesús”, “muchos cristianos hoy nos vivimos entre dos fronteras: por una parte,
como miembros de pleno derecho de esta sociedad secular,en la que vivirse en cristiano
entraña una mayor dificultad, derivada de esta condición laica y postmoderna de que hemos
hablado; por otra parte, el vivir la fe en una Iglesia que, sin pretenderlo, supone con
frecuencia un obstáculo añadido… Esto nos obliga a tener que esforzarnos constantemente
por redefinir nuestra creencia y reelaborar los modos de vivirla para que sea significativa, en
primer lugar para nosotros mismos

Y entonces, ¿qué podemos hacer? se plantea la autora y nos muestra su ejemplo:, volver al
Evangelio:

Detectar, admitir y colaborar con la acción del Espíritu para que se modifiquen nuestras
actitudes y se cree en nosotros un corazón nuevo. – Apertura y libertad para el cambio: odres
nuevos para el vino nuevo. Ser sal que sala y sazona. Ser luz que ilumine y que se vea. Ser
fermento para la masa. Ser surco acogedor de la semilla que se entrega. – Ser sensatos y saber
esperar: sabiendo que esperar es una manera específica y muy convincente de amar y de
querer. A Dios y a nuestros hermanos y hermanas.

Francamente, mis ansias constantes me han ocultado mucho tiempo este mensaje, saber
esperar, esperar en el espíritu confiado… en el sentido de la mejor de las revoluciones… me
ha encantado el final porque me esperaba “las barricadas” y me encuentro con la revolucíon
de la “toalla” (me refiero a Jesús en el lavatorio de los pies)
Toraño, Abel, sj. (2012). “Jóvenes y Nueva Evangelización. Nuevos
escenarios” .
Toraño recupera la expresión “Nueva evangelización”(NE) acuñado por Juan Pablo II en
Redemptoris Missio; Juan Pablo II situó la NE en el corazón de la misión de la Iglesia. La
Iglesia, si es iglesia de Cristo, no puede sino ser iglesia evangelizadora en medio de las
nuevas circunstancias.

El artículo nos habla de nuevos desafíos respecto al anuncio a los jóvenes del Evangelio, en
una sociedad muy cambiante y con una imagen dela Iglesia muy deteriorada. A partir de aquí,
nos hace una serie de propuestas de éxito entre los jóvenes.

¿Por qué asociar tan estrechamente a los jóvenes con la NE? ¿Será que son precisamente
ellos, los jóvenes, quienes son más vulnerables a los desafíos del mundo actual y, a la vez,
quienes cuentan con más energías para ser apóstoles? El autor intenta responder en el artículo
a este tipo de preguntas clave entendiendo que “ha emergido un nuevo mundo juvenil en el
que la transmisión de la fe es un reto, o bien porque los jóvenes no conocen a Jesucristo, o
bien porque la fe no ha prendido en su interior y se ha vuelto superflua y ha ca ído en el
olvido”.

Para ello, nos explica algunos rasgos de este «mundo diferente» que les toca vivir a los
jóvenes, refiriéndose a la crisis eclesial. Los resume en los siguientes puntos:

- Vivi
mos tiempos en que se exige inmediatez: la inmediatez puede ser signo del inconformismo
de quien no se contenta con lo de siempre, del emprendedor que busca soluciones a
problemas enquistados.

- La
realidad es como un líquido que se escurre entre los dedos. Nada parece sólido, e incluso lo
que parece más importante puede tener fecha de caducidad (los amigos, la pareja, los
compromisos...). Sin embargo, no dejamos de desear cierta solidez en nuestra vida, cierto
anclaje. ¿Dónde puede encontrar el joven ese arraigo vital que le ayude a navegar en medio
de los vaivenes constantes de la vida? ¿Es posible encontrar un sentido último a la vida que
dé horizonte a los distintos afanes?

- Al
joven de hoy le toca vivir en un mundo descosido.Es evidente que nos construimos como
personas en la relación con otros. El joven de hoy, como nunca antes, vive posibilidades de
comunicación y de relación casi ilimitadas.

A partir de este análisis, el autor recupera preguntas reflexixa que se hace el mismo W.
Kasper : «¿No nos hemos acomodado quizá demasiado en nuestras parroquias y
comunidades? ¿No giramos demasiado en torno a nosotros mismos? ¿Existe entre nosotros
pasión misionera, esto es, voluntad de crecer, en vez de disminuir? ¿Nos interesan realmente
los otros, los que están fuera? ¿Tenemos todavía el valor de interpelar a los demás en lo
relativo a la fe, o es que ya no estamos tan convencidos de nuestra causa y, por eso, quizá no
arriesgamos nada?.

Toraño concluirá que el problema actual en las viejas iglesias de cristiandad no es tanto el
ateísmo como la indiferencia; esta indiferencia parece llevar consigo un mensaje aun más
destructivo que el del ateísmo y que se podría formular así:
“El joven de hoy no se mueve por ideologías fuertes, pero sí es testigo de muchos ejemplos
cercanos de personas que han abandonado la fe: familia, amigos, conocidos..., quizá él
mismo. Es a su vez testigo de muchas personas que dicen creer, pero que se diferencian bien
poco, en su estilo de vida, de aquellos que no creen. ¿Merece, entonces, la pena creer?”¿quién
transmite el evangelio a los jóvenes? Hasta ahora, la evangelización la han sostenido, sobre
todo, los ministros ordenados y los religiosos y religiosas, junto con los miembros de los
nuevos movimientos

Por otro lado Toraño denuncia “el daño que están haciendo a la Iglesia los escándalos de
muchos de sus miembros, de forma particular sacerdotes y religiosos. Si es verdad que «para
la Iglesia el primer medio de evangelización consiste en un testimonio de vida auténticamente
cristiana (...) [y que] el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio
que a los que enseñan»

Y frente a esta conclusión se pregunta…¿Estamos abocados al pesimismo, a la disminución,


al repliegue? ¡Bendita Gracia! Con mayúscula: Gracia, porque no vivimos de una esperanza
fundada en nuestras posibilidades, planificaciones, métodos, inteligencia o edad. Esta Iglesia,
débil, puede ser sacramento en el mundo de la presencia de Dios, que llama a todos a la
comunión y que todo lo llama a su plenitud.

Es curioso como el autor, frente al pesimismo recupera el términos como “Gracia de Dios”,
las enseñanzas de Agustín de Hipona y el Evangelio de Emaús como reflexiones teológicas
que pueden inspirar nuestra acción. La Gracia, en consonancia con el final del artículo
anterior de Cancelo, a mantener la esperanza… saber que Dios actúa siempre…

Respecto al santo de Hipona nos recuerda una verdad básica: el encuentro con Dios es posible
por dos factores concurrentes: Dios quiere comunicarse con el ser humano y salvarlo, y la
pregunta por Dios está presente en el interior de cada persona. Por eso es posible, ayer, hoy y
siempre, una acción evangelizadora que dé buenos frutos. La pregunta que aquí me hago es:
¿Bajo qué rasgos debe producirse la NE para que suponga un efectivo encuentro del joven con
Cristo y una orientación de la propia vida en línea con el Evangelio? ¿A qué debemos prestar
atención?

El autor responderá: Avivar la escucha En el encuentro con los discípulos de Emaús (Lc
24,13-35). El joven de hoy necesita ser escuchado con atención e interés sinceros. Emáus nos
enseña a tener paciencia, a acompasar nuestro ritmo, a amar con mayor profundidad. En
ocasiones, el joven busca, simplemente, a alguien que escuche y acoja su vida; alguien, quizá
que le ofrezca un camino de esperanza.
¿Qué Cristo anunciaremos a los jóvenes? El Cristo del evangelio, sin recortes ni adiciones. El
Cristo pascual. Solo el Cristo que ha vencido a la muerte es capaz de dotar de esperanza a la
humanidad. Solo la Iglesia que porta las marcas de este Cristo pascual puede ser sacramento
de esperanza en nuestro mundo.

A partir de aquí, un Toraño revitalizado se pregunta… ¿qué tipo de evangelizador necesita


nuestro tiempo? Y en clara referencia a todos aquellos que estamos en la Iglesia nos solicitará
dos cualidades que deben acompañar a una iglesia empeñada en la NE: liderazgo y audacia.
“El liderazgo de quien atisba lo nuevo y apuesta por ello. El liderazgo de quien ayuda a otros
a caminar y que crece en la medida en que los otros crecen. El liderazgo de quien genera
comunión y ama la comunión. El liderazgo de quien vive con pasión y ayuda a vivir con no
menor pasión a otros. El liderazgo de aquellos que nos ayudan a sentirnos en casa. Un
liderazgo que no solo es individual, sino que también lo transmiten grupos, comunidades
vivas. Y la audacia de quien sabe sobreponerse a sus temores, de quien no tiene miedo a
equivocarse, porque puede ser ese el precio a pagar por la fidelidad; la audacia de quien no se
conforma con lo poco o con menos; la audacia de quien acepta el precio a pagar con gozo,
porque ya vislumbra esa tierra nueva y ese cielo nuevo en los que Dios mismo habitará con
los hombres, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos (Ap 21,3).

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