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DE SUBJETIVACION
ESCOLAR: EL PODER,
EL SABER,
EL DESEO.*
Mónica Zuleta P.**
Este ensayo propone una mirada que busca abrir nuevos caminos para el desarrollo
de investigaciones sobre violencia. Esta mirada está inscrita dentro de un marco orien-
tado por opciones teóricas en las que se describe la manera como los sujetos y los
objetos se dan forma en el juego de la relación de líneas de fuerzas referidas al poder,
al saber y al deseo, líneas que generan dispositivos de subjetivación. Desde esta pers-
pectiva, no existe un sujeto que ya constituído, voluntariamente pretenda orientar su
acción para el logro de determinados fines del objeto, sino, por el contrario, son las
fuerzas las que conforman tanto a los sujetos como a los objetos, al originar códigos
variables, que dependen de la dirección que imprima la interacción de las fuerzas. La
escuela, como espacio en el que confluyen todas las fuerzas en su movimiento constan-
te, constituye subjetividades, atrapadas en dispositivos de poder con propósitos dife-
rentes; pero también posibilita fugas a los códigos. Es en este espacio móvil del código
y de la fuga, donde proponemos situar la disposición para la violencia.
*Aquí se recogen las conclusiones de la investigación denominada «La escuela: Aproximación cartográfica a la
instauración de disponibilidades para la violencia como efecto de socialización», elaborada por Gisela Daza,
Mónica Zuleta y Gloria Alvarado. Trabajo cofinanciado Colciencias.
**Psicóloga de la Universidad de Los Andes. Magister en Sociología. Docente universitaria. Investigadora del DIUC.
H ablar de la escuela en Colombia mera es la descripción de las formas
de regulación de los códigos puestos
Al poner en relación 3 líneas de fuer-
za, el saber, el poder, y el deseo, cons-
es un asunto complejo cuando se quie-
re no tomar partido. No tomar partido en juego en lo escolar, formas de las truimos el dispositivo de subjetivación.
para evitar orientar la mirada sobre la que emergen maneras particulares de Para ello seguimos la fórmula
escuela hacia aquello que la opinión individuación y de acción. La segun- Deleuze-Foucault: la línea del saber o
señala como malo o como bueno y que da es la determinación de las fuerzas la formalización del decir y del ver,
es siempre reiterado a través de los que constituyen el tejido en el que remite a una regularidad inscrita en un
discursos y de la opinión. No tomar sujetos y objetos devienen como tales espacio inmanente, relacionado con lo
partido para evitar buscar culpables y en un espacio. La tercera es la puesta que le es exterior, de acuerdo con unas
víctimas, puesto que se tiende a darle en evidencia de las resistencias que reglas de posibilidad. El juego de
forma a lo ya juzgado como malo o hacen inoperantes los códigos y per- receptividades y espontaneidades que
como bueno. No tomar partido para miten la creación de sentido. Esta es- lo constituyen, da cuenta de la verdad,
evitar clasificar o jerarquizar, para evi- trategia visualiza la instauración de la a través de una disyunción que impi-
tar buscar causas o esencias, fines o diferencia, en cuanto muestra cómo, de la correspondencia entre el ver y el
acuerdos. el deseo, al liberarse de sus codifica- hablar, de tal suerte que se habla de lo
ciones, hace posible no ya la subjeti- que se ve y se ve aquello de lo que se
Cabe entonces la pregunta: cómo vidad sino la subjetivación, habla, conformando así los sistemas
construir una nueva mirada de la es- subjetivación que ocupa el lugar de la enunciativos y perceptivos. La luz
cuela? Es posible situarse en lo no di- exterioridad, ámbito postulado como compone una manera de ver que ori-
cho, en lo no pensado? Con nuestra el de la no-violencia. gina una concentración conformada
investigación quisimos hacer visible
un nuevo lugar, para observar desde
allí los procesos de subjetividad agen-
ciados por aquello que denominamos
escuela y que nos permitieron estable-
cer múltiples conexiones entre la so-
cialización y la violencia. Este lugar
es la exterioridad. En tanto la escuela
agencie la producción de este lugar,
se hará posible la construcción de sen-
tido y, con ello, un ámbito para la no
violencia. Es por esta razón que, des-
de este lugar, invitamos a la escuela a
llevar a cabo una reflexión sobre sí
misma y los procesos a los que da ori-
gen.
1. CONSTRUCCION DEL
PLAN
Situarse en el lugar de la exterioridad
nos condujo al pensamiento del afue-
ra, haciendo uso para ello de algunos
de los planteamientos propuestos por
Michel Foucault y Giles Deleuze1 , a
partir de los cuales construimos tres
estrategias procedimentales: La pri-
por un corpus de cosas y de cualida- El dispositivo de subjetivación acuerdo con los fines perseguidos. En
des; el lenguaje compone una manera constituye una libertad del poder-sa- primera instancia delimitamos tres ám-
de hablar, el lugar desde el cual se hace ber, una liberación del deseo, que po- bitos del ejercicio del poder en lo es-
posible que algo sea dicho; por ello lo sibilita a una fuerza el ejercerse sobre colar, ámbitos a los que les denomi-
visible es exterior a lo visto, y lo deci- sí misma, fuerza que al doblarse pro- namos control, normatización y repro-
ble es un exterior del lenguaje. duce un doble de sí, que reflexiona y ducción, respectivamente.
que resiste: línea de fuga del poder,
La línea del poder es un movi- del afuera, el adentro del afuera. Así, 2.1. El ejercicio del poder
miento que atraviesa las cosas y las construye una relación diferente, no bajo su forma de control
palabras y, en tanto que acción, en él ya de las posiciones, sino del ser con-
entran en juego solamente fuerzas. Es sigo mismo, en la que el poder se ejer- El control es entendido como
diagramático al pasar por puntos y no ce sobre el ser sí mismo, a través del el despliegue del poder que se ejerce
por formas en su movilización de poder que se ejerce sobre otros, sobre las acciones que pueden efec-
materias y funciones. De ahí que sea deviniendo una forma de regulación tuarse, y no sobre las acciones efecti-
una distribución de singularidades o de la propia acción que se constituye vamente realizadas. Para lograr esta
un movimiento no localizable que, al en reflexión. La fuerza de espontanei- finalidad, el control pone en circula-
no estar estratificado, se constituye en dad se hace inseparable de la fuerza ción un número reducido de criterios
la estrategia que escapa de lo dicho y de receptividad, de manera tal que apa- de clasificación de las acciones, crite-
de lo visto. Su manifestación permite rece una relación de las dos potencias rios que atraviesan multiplicidad de
reconocer dos intensidades o dos for- de la fuerza consigo misma, haciendo códigos lo cual permite la visibilidad
mas de potencia: una activa y otra que simultáneamente al afectar se de la convergencia y obstruye la visi-
reactiva, ya que su característica es la afecte, y en su afectación aparezca el bilidad de la divergencia. Encontra-
de afectar o la de ser afectada, razón sujeto. mos los siguientes criterios de clasifi-
por la cual no reprime sino que «inci- cación presentes en la escuela:
ta, induce, facilita, amplía o limita», Cómo entran en relación estas
ordenando sus puntos singulares, sus fuerzas en la escuela y cuáles son sus 1. Criterio de moralidad: se refiere
afectos, en un espacio-tiempo. efectos? Nos propusimos llevar a cabo a un código moral que clasifica al su-
un ordenamiento de efectos para des- jeto haciendo que se apropie del crite-
La fuerza del deseo hace que enmarañar las fuerzas junto con sus rio y ejerza así el control de su acción,
se actualicen simultáneamente la ma- direcciones y sus formas de operar, es al emerger como un sujeto moral que
teria y la función, es decir, la esponta- decir, develar las estrategias que co- depende de un principio de verdad, el
neidad y la receptividad, generando nectan las fuerzas entre sí según sus cual tiene efecto sobre el ser mismo.
una multiplicidad de conexiones po- diferentes niveles de potenciación. Este criterio lo instituye y lo habilita
sibles entre los puntos. En tanto su Este procedimiento nos permitió en- para juzgarse, bajo la condición de que
potencia, al relacionar dos puntos que contrar puntos de articulación entre utilice para el logro del fin el mismo
ocupan una posición aparentemente tipos de socialización y la violencia, parámetro que el control le determi-
complementaria, afecta, y simultánea- de acuerdo con las formas de relación na. El criterio de verdad obedece a
mente es afectada, permite la circula- de cada una de las fuerzas en acción, una forma de la razón, cuya función
ción de las intensidades. Esta fuerza agenciadas por la escuela3 . es la clasificación de todas las accio-
es la energía que traspasa los códigos, nes del sujeto, de tal manera que su
dando origen a un espacio intensivo y 2. MODO DE OPERAR posibilidad de ser sólo puede definirse
no extensivo. Se define entonces por DE LA FUERZA DEL desde la posición que la clasificación
«ejes y vectores, gradiantes y umbra- le hace ocupar en uno de los dos tér-
PODER EN LO ESCO-
les, tendencias dinámicas con muta- minos que le sirven de parámetro.
ción de energía, movimientos LAR: Bajo estas condiciones, el sujeto pue-
cinemáticos con desplazamientos de de actuar haciendo uso del juicio
migraciones y todo ello independien- Su estrategia se asocia a técni- veridictorio que le impone la razón
temente de las formas accesorias.»2 cas de diferenciación: formas de cla- moral, permitiéndole optar por accio-
sificación cuyos criterios varían de
nes que lo conduzcan a ser clasifica- que se reconoce a sí mismo a través tro de un rango amplio de acciones
do como un ser bueno o como un ser de sus acciones, en tanto éstas son juz- orientadas a la utilidad. El trabajo
malo. Se trata así, de un sujeto de ra- gadas por el residuo valorizado que constituye así el único dominio en el
zón que, mediante la conciencia, está producen. La permanencia del sujeto que se puede manifestar la permanen-
obligado a clasificarse a sí mismo y a depende de su inscripción en un cam- cia del sujeto como verdad.
clasificar el típo de acciones que efec- po de acción delimitado por el poder,
túa y el curso que les imprime. que le impone el ser útil como criterio 3. Criterio de autenticidad: orienta la
de verdad, criterio a partir del cual el posibilidad de la acción hacia la ver-
La emergencia de este sujeto se sujeto juzga su acción. dad del sujeto que la enuncia; dicho
efectúa bajo la condición de una com- criterio empareja la apariencia con la
binación del saber religioso con el sa- Este sujeto es la resultante de la com- creencia, haciendo que la acción sea
ber de la razón, en el que ésta no solo binación de un saber que lo concibe predecible y perceptible; por tanto, el
es usada para dar cuenta del mundo, como esencia, con un código laboral criterio opera la diferenciación de cada
sino también para dar cuenta de sí. La que supone lo económico bajo una de sujeto por la relación que el control
razón no está al servicio de una bús- dos formas: la de la retribución del tra- establece entre lo que se ve y lo que
queda de la verdad sino, que estable- bajo, o la del agotamiento de la fuerza se hace. La individuación producida
cida la verdad al instaurarse el sujeto, de trabajo. De ésta manera, el poder por este criterio, permite la emergen-
éste, valiéndose de la verdad, puede mantiene la identidad del sujeto den- cia de un sujeto que se materializa
dar cuenta de la razón. cuando se dice a sí mismo. Sin em-
bargo, el decirse está determinado por
2. Criterio de utilidad: determina
como fin de la acción el que ella se
haga visible bajo la forma de un tan-
gible que pueda ser medido. La clasi-
ficación de la acción operada por éste
criterio involucra al sujeto que la efec-
túa, de tal manera, que es finalmente
el sujeto quien es juzgado como útil y
en consecuencia, clasificado. La indi-
viduación resultante de la puesta en
operación del criterio de utilidad, hace
que el control recaiga sobre un sujeto
la distribución que el poder opera, la falta el principio del ser, y de la enun- 4. Criterio de eficacia: con-
haciendo que lo decible se ciación, el mecanismo de la liberación siste en la individualización de las ac-
circunscriba a la enunciación de las del ser: En tanto solo es posible la exis- ciones en unidades, que se constitu-
faltas. El sujeto que emerge de esta tencia del sujeto por la enunciación de yen a partir de un parámetro de medi-
forma de poder, es capaz de recono- la falta, éste, para poder ser reconoci- da, de tal suerte que el conjunto de
cerse a sí mismo por las faltas que do por el poder, debe asumirse como acciones diversas debe orientarse a
enuncia y que le implican un saber sujeto infractor, puesto que cualquier buscar la eficacia que hace funcional
sobre la distribución operada por el otra manifestación de ser le haría per- a la acción, al dirigirla hacia un objeti-
poder. Puesto que el control está der su posibilidad de existencia. El vo, mediante su manifestación en vi-
orientado al acto mismo de enunciar saber jurídico es requerido para la cla- sibilidades que puedan ser medidas
la falta como contenido del enuncia- sificación que el sujeto hace de sus automática o progresivamente. En el
do, no requiere de una sanción exter- faltas, ya que este saber no supone la caso del logro automático del fin, hay
na para operar. sanción externa como consecuencia finalización de la acción una vez ésta
de su enunciación y permite recono- se efectúa mientras que en el logro
La instauración del sujeto de cer la razón por la cual el sujeto, libe- progresivo del fin, el parámetro de
enunciación, es el resultado de la com- rado de su falta, no es reconocido por medida supone la acumulación de las
binación de una técnica religiosa (con- el poder sino bajo la posibilidad de que acciones, dentro de una temporalidad
fesión) con un saber referido a un vuelva a enunciar una nueva falta. que distancia cada vez mas, el logro
modelo jurídico de clasificación de las del fin, de la efectuación de la acción.
acciones (saber taxonómico que ope-
ra por deducción). El poder hace de Esta estrategia de poder requie-
re de un saber, que le de al cuerpo el
carácter de objeto para hacer de éste
un instrumento, que opera a la mane-
ra de un mecanismo, a partir del crite-
rio de verdad que lo determina. Por
esta razón, la eficacia distribuye las ac-
ciones en un dominio técnico, al or-
denarlas en una secuencia, como con-
dición para alcanzar el fin determina-
do de antemano.
producir sentido; los dos hechos son las fuerzas que confluyen en la escue- ———— Las Palabras y Las Cosas, Siglo XXl:
de suma importancia para la conside- la. En este sentido cabría reconsiderar México, 1990
ración de la violencia como efecto de la postura de muchos de los trabajos ———— Vigilar y Castigar, Siglo XXl: México:
la socialización de lo escolar. sobre la escuela que ven en ella un 1990.
lugar de homogeneidad cultural deri- 2
Deleuze, G. Mil Mesetas. Op Cit, p. 159.
Algunos de las relaciones deli- vada de los ejercicios de poder y las 3
Foucault, M. El Sujeto y el Poder. Bogotá: Car-
mitadas, nos permiten hacer un llama- clasificaciones que ellos operan, pues pe Diem, 1991. P. 60.
do de atención sobre las propuestas pe- la diversidad no depende de formas 5
Foucault, M. Las palabras y las cosas, Op cit.,
dagógicas basadas en el amor como democráticas de distribución formal
pg. 301