Sie sind auf Seite 1von 5

San José de Cúcuta, 25 de Enero 2019

Doctora
BRENDA VALENTINA RINCON RONDON
Tecnólogo D – Atención Clientes - Soporte
Centrales Eléctricas Norte de Santander S.A E.S.P
Avenida Aeropuerto N° 5N – 220 Barrio Sevilla
Ciudad

Ref.: Recurso de Reposición y en Subsidio el Recurso de Apelación


Rad. 20181030051531, Liquidación por $ 1,677,696 Cod. 36815-7

Respetada Doctora:
La presente tiene por objeto hacer uso del recurso de reposición ante su despacho y
subsidiariamente el recurso de apelación ante la Superintendencia de los Servicios
Públicos Domiciliarios, en contra del radicado estando dentro de los términos previstos
de Ley.

HECHOS:
En primera instancia es conveniente aclarar que no es absolutamente cierto que se
encuentre probado el tiempo durante el cual ocurrió la anomalía y por dichas
circunstancias la Empresa debería recuperar solamente un periodo de consumos,
conforme a la jurisprudencia de la Superintendencia de Servicios Públicos. Este tipo de
actuaciones deja serias y graves dudas sobre el debido proceso utilizado por la
Empresa Centrales en el ejercicio del abuso de la posición dominante, razón por la cual
considero violados los principios que cito a continuación:

1.- El debido proceso en las actuaciones administrativas. El artículo 29 de la


Constitución Política establece que el debido proceso ha de aplicarse tanto a las
actuaciones judiciales como a las administrativas. Acorde con este principio, la
administración está en la obligación de acatar, observar y cumplir estrictamente la
normatividad constitucional o la ordinaria, ya que sus actuaciones deben estar
sometidas al principio de legalidad.

El cúmulo de garantías que encierra la noción del debido proceso, solo tiene sentido
pleno dentro de los procedimientos diseñados por el Estado, cuando este ejerce su
función punitiva o jurisdiccional. Solo así se conserva la seguridad jurídica tan
imprescindible en el Estado Social de Derecho. Así, el debido proceso se garantiza
cuando se le indica al investigado los medios de prueba que serán utilizados por la
Administración y por las partes; cuando se determinan los plazos y términos dentro de
los cuales puede actuar la Administración; cuando se motivan todos los actos que
afecten a particulares; y, entre otros, cuando se precisan las formas de notificación con
indicación de los recursos, entre otros.

2.- Principio de legalidad. Según el inciso 2º del artículo 29 de la Carta Política:

“Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se imputa
(….)”.
En términos generales, la legalidad como principio rector del derecho sancionatorio,
tiene un carácter estricto en cuanto que no es dable acudir a la analogía, ya que al
intérprete le está prohibido suplantar la norma por otra similar, semejante o parecida,
que cubra los vacíos legales o ampare los vacíos jurídicos. En este contexto, las
conductas sancionables deben estar previamente establecidas en la ley, regulación o el
contrato de condiciones uniformes.
3.- Principio de presunción de inocencia. El principio de mantener la presunción de
inocencia hasta tanto la administración demuestre la comisión de una infracción del
investigado, constituye otro postulado eje del derecho sancionatorio. Este principio
implica la necesidad que toda sanción administrativa tenga un sustento serio en la
actividad probatoria desplegada en el respectivo proceso, de tal forma que solo se
incumple este precepto cuando la sanción no se fundamenta en esas pruebas. Tal
como lo ha señalado la Corte en la Sentencia T-270 de 2004.

“Así mismo el usuario de los servicios públicos domiciliarios es titular de la presunción


de inocencia, del derecho a impugnar las decisiones que contra él se profieran, a
presentar y a controvertir las pruebas y a solicitar la nulidad de aquellas obtenidas con
violación del debido proceso”.

4.- Principio IN DUBIO PRO REO. Este principio de origen penal se ha implementado
en el derecho administrativo sancionador. Sobre este punto la Corte Constitucional, en
Sentencia C-244 del 30 de mayo de 1996, M. P. Carlos Gaviria Díaz señaló:

“El in dubio pro reo, emana la presunción de inocencia, pues esta implica un juicio en lo
que atañe a las pruebas y la obligación de dar un tratamiento especial al procesado.
Como es de todos sabido, el juez al realizar la valoración de la prueba, lo que ha de
realizar conforme a las reglas de la sana crítica, debe llegar a la certeza o convicción
del hecho y la culpabilidad del implicado. Cuando la administración decide ejercer la
potestad sancionadora tiene que cumplir con el deber de demostrar que los hechos en
que se basa la acción están probados y que la autoría o participación en la conducta
tipificada como infracción es imputable al procesado”.

El procedimiento de recuperación de consumos es mucho más sencillo de lo planteado


por la Empresa y evitaría un desgaste innecesario de aplicarlo ajustado al debido
proceso como tal y atendiendo la jurisprudencia sobre las decisiones de la Dirección
Territorial del Oriente de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios.

5.- Principio de la prohibición de las sanciones de plano. No es jurídicamente


viable que las empresas, con base en sus propias averiguaciones con fundamento en
las pruebas por ella misma recopiladas y en sus consideraciones unilaterales y hasta
arbitrarias, impongan procesos de recuperación de consumos dejados de facturar,
inclusive al margen de sus errores y en ejercicio del abuso en la posición dominante.

Al respecto, la Corte Constitucional ha sostenido lo siguiente:

“La imposición de sanciones o medidas correccionales debe sujetarse a las garantías


procesales del derecho de defensa y contradicción, en especial al principio
constitucional de la presunción de inocencia. Si la presunción de legalidad de los actos
administrativos y los principios de celeridad y eficacia podrán respaldar la imposición
de sanciones de plano en defensa del interés general, la prevalencia de los derechos
fundamentales y la especificidad del principio de presunción de inocencia aplicable al
ámbito de las actuaciones administrativas, hacen indispensable que la sanción solo
pueda imponerse después de concederse al interesado la oportunidad de ejercer su
derecho de defensa. Carece de respaldo constitucional la imposición de sanciones
administrativas de plano con fundamento en la comprobación objetiva de una conducta
ilegal, en razón del desconocimiento que ello implica de los principios de contradicción
y de presunción de inocencia, los cuales hacen parte del núcleo esencial del derecho al
debido proceso”.

6.- Principios de contradicción. El principio de derecho de defensa no puede


ejercerse sin el ejercicio del principio de contradicción y en este caso se debió entregar
información oportuna y veraz, presentando la carga de la prueba de la liquidación del
consumo por aforo de manera verificable, sin dejar dudas al respecto, pues carece de
lógica y sentido común presentar un aforo que es exageradamente alto y que no
permite su verificación. Sobre el particular, la Corte Constitucional en sentencia T-231
de 1994, M P. Eduardo Cifuentes Muñoz, dijo:

“El proceso debe conservarse, desde su apertura hasta su culminación, abierto y


participativo, de modo que se asegure la existencia del debate y de la contradicción
que le son substanciales y que son el presupuesto de una sentencia justa sobre una
base de lealtad y de pleno conocimiento de sus extremos fundamentales”.

En desarrollo de este principio el presunto infractor es titular de los siguientes


derechos: a proponer la prueba, a que la prueba sea decretada siempre que esta sea
pertinente y conducente a que la prueba decretada sea practicada y evaluada.
Adicionalmente la Empresa debe demostrar que el técnico electricista que participó en
la diligencia realiza ejercicio legal de la profesión y tiene la idoneidad requerida y
exigida, debiendo aportar para ello fotocopia al proceso o expediente de la Matrícula
vigente como Técnico Electricista expedida por el organismo competente.

7.- Principio de imparcialidad. Se refiere a la garantía de imparcialidad que se


predica de los funcionarios que deben realizar investigaciones, practicar pruebas o
pronunciar decisiones definitivas. En esta medida, los procedimientos tienen la finalidad
de asegurar y garantizar los derechos de todas las personas, sin ninguna
discriminación, pues existe absoluta contradicción cuando se realizan procesos en
contra de usuarios legalmente establecidos e incurren en la omisión de realizar los
mismos procesos en la invasiones, en donde miles de usuarios disfrutan libremente del
servicio de energía eléctrica sin facturar lo más mínimo y en contra de ellos no existe la
más mínima intención al respecto.

8.- Principio de razonabilidad. Según lo expuesto por la Corte Constitucional, la


razonabilidad hace relación a que un juicio, raciocinio o idea esté conforme con la
prudencia, la justicia o la equidad para cada caso concreto. Por lo tanto, la empresa
prestadora del servicio de energía y la Superintendencia deben aplicar este principio
dentro de la actuación administrativa y en la vía gubernativa, procurando rectificar y
corregir errores graves como el detectado sobre la falsa motivación originada en el
cobro de cinco periodos.

9.- Principio de la no retroactividad. Al respecto es conveniente resaltar y destacar


los pronunciamientos por parte de la Dirección Territorial del Oriente de la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios en la Resolución N° SSPD –
20188400032875, de la cual cito la parte pertinente: “El artículo 150 de la Ley 142 de
1994 contiene una limitación temporal y una carga legal para las empresas, al disponer
que sólo se pueden recuperar consumos para aquellos periodos en que efectivamente
se logra probar la presencia de una irregularidad o anomalía, causante de la falta de
lectura oportuna y real de los consumos. No existe presunción de naturaleza
Constitucional, legal, reglamentaria o regulatoria que le permita a los prestadores
recuperar consumos de periodos respecto de los cuales no se prueba plenamente la
existencia de irregularidades que impidan la efectiva medición del consumo o la
determinación del consumo facturable. Por ende, no se podría recuperar per-se más de
un periodo de facturación, si no se logra demostrar que la irregularidad se sostuvo en
el tiempo.

Lo anterior, bajo el entendido de que el artículo 150 de la Ley 142 de 1994 contiene
una limitación temporal y una carga legal para las empresas, al disponer que sólo se
pueden recuperar consumos para aquellos periodos en que efectivamente se logra
probar la presencia de una irregularidad o anomalía, que no permitió tomar oportuna y
de forma real, la lectura de los consumos; justificando la recuperación o cobro de los
mismos, toda vez que NO existe presunción de naturaleza Constitucional, legal, ni
reglamentaria que le permita a los prestadores recuperar consumos de periodos
respecto de los cuales no prueba plenamente la existencia de irregularidades que
impidan a efectiva medición del consumo, ni la determinación del consumo facturable.”
Con fundamento en lo anterior se tiene que lo pretendido por la Empresa Centrales
Eléctricas de Norte de Santander, es un cobro indebido, inoportuno y extemporáneo.

10.- Principio de proporcionalidad. En virtud de este principio los interesados tienen


derecho a que las actuaciones que se adelanten les sean dadas a conocer mediante
comunicaciones, notificaciones o publicaciones o a través del medio que resulte más
eficaz según sea el caso. En este caso se demuestra todo lo contrario al principio en
mención y es evidente el desborde y la mesura, cuando los funcionarios de la Empresa
Centrales Eléctricas presentan una liquidación que a todas luces es irregular por el
aforo exagerado.

11. principio de publicidad. En virtud de este principio los interesados tienen derecho
a que las actuaciones que se adelanten le sean dadas a conocer mediante
comunicaciones, notificaciones o publicaciones o a través del medio que resulte más
eficaz, según sea el caso, pero dentro de un término razonable del tiempo. En este
caso la información sobre el aforo de la carga y liquidación no fue oportuna, objetiva,
imparcial, veraz, clara, concreta y precisa, dejando grandes mantos de duda e
incertidumbre al respecto, para inducir a error a quienes no tengan el más mínimo
conocimiento en el tema que hay que reconocer es muy técnico, especialmente en lo
relacionado con el cálculo del consumo de energía eléctrica a través del aforo de carga
por electrodoméstico.
12.- Cargos Imputados. La empresa debió recaudar inicialmente el suficiente material
probatorio, previo análisis del mismo de manera imparcial, para formular o imputar los
cargos. Para el efecto, se deberá distinguir, “a partir de los hechos investigados, si se
trata de una simple anomalía o de la posible existencia de un fraude que afecte el
equipo de medida o la acometida. Sobre el particular la oficina jurídica de la
Superintendencia de Servicios Públicos, en concepto SSPD-01-2004-107 expuso lo
siguiente.
“En la ley 142 de 1994 solo existen dos referencias normativas al tema del fraude, así:
El artículo 140 de la ley 142 de 1994 señala que es también causal de suspensión del
servicio, el fraude a las conexiones, acomedidas, medidores o líneas.
Por su parte, el artículo 141 de la ley 142 de 1994 regula lo pertinente al
incumplimiento, terminando y corte del servicio y dispone que “la entidad prestadora
podrá proceder igualmente al corte en el caso de acometidas fraudulentas,
Adicionalmente, y tratándose del servicio de energía eléctrica, se entenderá que para
efectos penales, la energía eléctrica es un bien mueble; en consecuencia, la obtención
del servicio mediante acometida fraudulenta constituirá para todos los efectos un hurto”
Como se observa, la Ley 142 se refiere de manera genética al fraude en las
conexiones, cometidas y equipos de medida como causales de suspensión y
terminación del contrato, pero sin precisar en qué casos se configura, tampoco se
ocupan la ley ni la regulación de definir en qué consiste el fraude.
Por otra parte, cabe aclarar que no toda manipulación a la acomedida, al medidor o de
los sellos externos, constituye de por si fraude que deba ser sancionado por la empresa
de conformidad con lo expuesto por la Superintendencia de servicios Públicos
Domiciliarios en la Circular 011 de 2004 sobre fraudes y sanciones en el servicio de
energía eléctrica.
Atendiendo el contenido de la decisión de la Corte Constitucional en Sentencia T-
270, no podrían los prestadores calificar la conducta de un usuario como fraudulenta a
menos que exista pronunciamiento del juez competente que así lo declare, sin
embargo, si podrán imponer las sanciones por incumplimiento del contrato de
condiciones uniformes previstas de manera taxativa dentro del mismo, relacionadas con
irregularidades en las conexiones y/o equipo de medidas, previo el adelantamiento de la
actuación administrativa.
Sobre el pliego de cargos, la Corte Constitucional en Sentencia T-145 de 1993, dijo
lo siguiente:
”La notoriedad de la infracción y la posible prueba objetiva de la misma no justifica una
sanción que prive de cualquier elemental garantía de defensa al inculpado, quedando
esta reducida al mero ejercicio posterior de los recursos administrativos. Estos están
instituidos en favor de la administración para darle la ocasión de enmendar errores con
virtualidad de desencadenar la responsabilidad patrimonial del Estado y no son
propiamente una oportunidad procesal imparcial y previa para el ejercicio del derecho
de defensa. Pese a que la prevalencia del interés general y la eficacia de su protección
permiten la omisión de ciertas formalidades típicas del proceso penal – nombramiento
de apoderado, formulación del pliego de cargos- deben en todo caso constar como
mínimo en el trámite administrativo las pruebas directas e incontrovertibles de los
hechos imputados y garantizarse el ejercicio de los medios normales de defensa”.
Finalmente, los cargos formulados deben estar soportados en los hechos y pruebas
recaudadas por la empresa que le permitan presumir con absoluta objetividad,
imparcialidad, claridad, precisión, veracidad y certeza, sobre la existencia de una
conducta irregular, libre de los errores y/o manipulación de la información.

13.- Sobre la Decisión. En la decisión se resolverán todas las cuestiones planteadas,


tanto por la empresa como por el usuario en los descargos, tanto inicialmente como
durante el trámite, igualmente, deberá hacerse una valoración de las pruebas allegadas
al proceso, pero en este caso concreto se encuentra debidamente probado que los
funcionarios de la Empresa Centrales Eléctricas de Norte de Santander, incurren en
una grave error que sólo beneficia a la Empresa haciendo gala del ejercicio en el abuso
de la posición dominante, al pretender hacer efectivo un cobro indebido por un aforo
exagerado.

Por todo lo anterior y con fundamento en la exposición de los hechos se llega a la


conclusión de tener que solicitar que se revoque la decisión proferida por la Empresa
Centrales Eléctricas del Norte de Santander, en razón a que actualmente se trata de un
cobro irregular, indebido y hasta inoportuno de consumos dejados de facturar en donde
la Empresa no realizó la gestión eficaz y oportuna dentro del término, en un
procedimiento donde no se entregó en la preliquidación de energía dejada de facturar,
información objetiva, veraz, fidedigna, imparcial, detallada, clara, concreta y específica
sobre el aforo de carga por electrodoméstico, todo con el fin específico de confundir e
inducir a error en las decisiones.
En el presunto caso de ratificarse la decisión original, solicito dar trámite al recurso de
apelación y que se permita el pago de valores diferentes a lo reclamado, conforme con
lo previsto en el artículo 10 del Decreto 2223/96 y el artículo 155 de la Ley 142/94.
Notificaciones en la calle 26 N° 6 - 72 Barrio Buenos Aires, Cel. 310 280 23 27.
Atentamente,

RAMON ALIRIO ALBARRACIN TARAZONA

Das könnte Ihnen auch gefallen