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Origen del español

El español es una lengua romance, es decir, tiene sus orígenes en el latín que, con el Imperio
Romano, abarcó gran parte de Europa, África y Asia; y, como toda lengua, fue evolucionando a
través de los siglos. Es así que en España se formaron diferentes dialectos en cada región hasta
que lentamente el castellano, que tuvo su cuna en Castilla, fue ganando la supremacía sobre
los demás dialectos. Al conformarse España como nación, se reconoció a este idioma como
español, denominación que predomina en nuestros días.

El idioma español (también llamado castellano) es una lengua romance del grupo ibérico. Es
uno de los seis idiomas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas.

El español es la tercera lengua más hablada del mundo por el número de hablantes que la
tienen como lengua materna (tras el chino mandarín y el inglés). Lo hablan como primera y
segunda lengua entre 450 y 500 millones de personas. Es el tercer idioma más hablado
contando a los que lo hablan como primera o segunda lengua, por detrás del chino mandarín y
del inglés.

El español, como el resto de lenguas romances, es la continuación moderna del latín hablado
(denominado latín vulgar), desde el siglo III a. C. y que, tras la desmembración del Imperio
Romano, fue divergiendo entre las distintas provincias del antiguo Imperio, dando lugar
mediante una lenta evolución a las distintas lenguas neolatinas. Merced a su propagación por
América, el español es, con diferencia, la lengua neolatina que ha logrado la mayor difusión.

Las lenguas romances -

Conocidas también por otros nombres como lenguas neolatinas o bien lenguas románicas, las
lenguas romances son todas aquellas lenguas que proceden del latín; es decir, que comparten
una lengua base común, por lo que, pese a tratarse de lenguas muy diferentes entre sí,
mantienen una serie de similitudes que vienen dadas por la lengua madre, el latín. Algunas de
las lenguas romances más importantes son el francés, el italiano o bien el español, entre otras
muchas.

Cuáles son las lenguas romances?

Las lenguas romances o románicas son aquellas que tienen su origen en la evolución del latín
vulgar o popular. Se extienden, por tanto, en la zona meridional de Europa, donde se hallaba el
Imperio Romano.

Así, estos idiomas -también llamados neolatinos- comparten muchas similitudes, ya que parten
de un tronco común, y son, entre otros, -de oeste a este-:

el portugués,

el gallego,

el castellano,

el catalán,
el francés,

el occitano,

el italiano,

el retorromano

y el rumano.

Lengua madre

el latín es la lengua madre del español, así como del resto de las lenguas romances (francés,
portugués, italiano, rumano, catalán, gallego, provenzal, occitano, aragonés, sardo, romanche,
friulano, ladino, entre otras). Esto se hace evidente en la gran cantidad de palabras similares
morfológica y semánticamente que comparten las lenguas romances

Lenguas que aportaron al español

Lenguas que aportaron al español Si bien el latín aportó las tres cuartas partes de las palabras
que forman el castellano, hay otra cuarta parte que, debido a las numerosas invasiones
sufridas por el pueblo de la Hispania, también aportó muchas voces a nuestra lengua madre.
Son términos que, muchas veces, desconocemos que vienen de otras lenguas y se han
integrado a la nuestra, no como sucede actualmente con los extranjerismos, sino desde los
comienzos de la formación del español.

Elemento griego Interviene en la composición de términos cultos, científicos, artísticos,


eclesiásticos, etc. Limosna (eleemosyne), apóstol (apóstolos), Biblia (biblion), fotografía
(photós-graphein), meteoro (metéora), profeta (prophétes), etc. Asimismo, por tradición se
usan voces griegas para designar inventos y manifestaciones nuevas de la ciencia, tal como
sucede con las palabras estereofonía, cinematógrafo, periscopio, filatelia, etc.

Elemento árabe Forma parte de miles de palabras que comienzan con el artículo al, y en otras
relacionadas con la guerra, el comercio, las ciencias y objetos de uso cotidiano. Almacén
(almahzan), álgebra (al yebr), aduana (al divân), tambor (tambur), jirafa (zárafa), azúcar
(súkkar), albóndiga (albúnduqa), etc.

Elemento godo o germano Selo encuentra en la formación de vocablos relacionados con la


guerra y en muchos nombres de personas. Grupo(kropf), guante (want), guerra (werra),
orgullo (urguol); entre los nombres propios encontramos Enrique (Haimirich), Fernando
(Firthunands), Ramiro (Ramaners),Gerardo (Ger-hard), etc.

Elemento vasco Ha quedado en nuestra lengua en palabras como ama (amma), boina (boña),
cencerro (zinzerri), gorra (gorre), izquierdo (ezker), además de algunos apellidos patronímicos
terminados en az, ez, iz, oz y uz.

Elemento hebreo Aparece en términos relacionados con la religión, topónimos y sobre todo,
onomásticos, debido a la gran cantidad de nombres propios que figuran en la Biblia.
Pascua(pesaj), rabino (rabbí), sábado (sábbâth); entre los nombres encontramos Eva
(Havva),Ester (Ishtar), Gabriel (Gabri-El), Isabel (Elisheba), etc.
Elemento americano Son las voces que el conquistador español conoció cuando llegó al
continente americano y, por supuesto, incorporó a su propio léxico. Cacao, cacique, caimán,
cancha, chocolate, loro, maíz, morocho, poncho, tambo, yacaré, yapa, etc.

Las lenguas modernas también aportaron algo de su vocabulario a nuestro idioma, yen
realidad aún lo siguen haciendo a través de modernos vocablos que constantemente se
incorporan al castellano; lo que ahora llamamos extranjerismos, mientras que en otras épocas
se introducían por el uso de los distintos grupos de inmigrantes.

Del francés Blusa (blousse), bufete (buffet), camión (camion), ficha (fiche), jardín (jardin),
silueta (silhouette), etiqueta (etiquette), etc.

Del ingles Esmoquin(smoking), túnel (tunnel), fútbol (foot ball), tranvía (tranway), cheque
(check), etc.

Del italiano Brújula (bussola), piano (pianoforte),espiedo (spiedo), espagueti (spaghetti),


muzzarela (mozzarella), etc.

Del alemán Bloque (block), cinc (zink), frac (frack), etc.

Además de las palabras que han aportado a nuestro idioma todas estas lenguas, existen otras
que son propias del español y que se han formado a través del uso cotidiano; algunas son
derivadas de voces de nuestro propio lenguaje; otras son combinaciones de elementos de
distintos idiomas. Como ejemplo de estas combinaciones tenemos: ecografía (latín + griego),
televisión (griego +castellano), alcaucil (árabe + español).

Palabras en latín

nympha: ninfa

religio, religion-: religión

templum: templo

ara: altar

vates, -is: adivino, profeta cf. vate

votum, -i: n voto promesa a los dioses

numen, ĭnis: n voluntad, autoridad divina// divinidad

fatum: destino cf. hado

fortuna, -ae: f fortuna, suerte

sors, -tis: f suerte, lotería

Locuciones latinas

A pari: significa “por igual”.


Nota bene: significa “advierte bien” y es usada para agregar explicaciones y comentarios.

Peccata minuta: significa “pecados pequeños” e indica faltas morales pequeñas, sin mayor
importancia.

Modus vivendi: significa “modo de vivir”, labor a partir de la cual se vive.

Ad hoc: que es apropiado, adecuado o especialmente dispuesto para un determinado fin.

Animus injuriandi: con ánimo de injuriar.

Noli me tangere: expresión que significa “no me toques”. Usada para indicar que se debe dejar
de hablar de un tema.

Ab initio: significa “desde el principio”.

In ambiguo: significa “en la duda”.

Casus belli: una situación que puede generar conflicto.

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