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ÍNDICE
A modo de Prólogo.
El presente trabajo, ha sido redactado sobre la base de los apuntes elaborados para desarrollar
un "Curso de Doctrina Espirita para Padres".
El mismo es llevado a cabo por un grupo estable de docentes de la "Escuela de Enseñanza
Espirita a la Niñez", dependiente de la Sociedad "Espiritismo Verdadero", en forma
ininterrumpida, desde el mes de agosto de 1990.
Este Curso, respondió a una necesidad de algunos padres que se acercaban al ideal, a través de
sus hijos, quienes concurrían a la Escuela Espírita.
Los niños, al conversar y desear profundizar en el hogar, los temas aprendidos en clase, no
siempre encontraban la palabra que avale o aclare los conceptos doctrinarios o morales recibidos.
Los padres, si bien asistían a sesiones públicas, leían las obras espíritas, no tenían el
conocimiento en la forma ordenada y metódica como sus hijos, por lo que no podían muchas
veces, trasmitir, ampliar o compartir con ellos, el mismo.
De esta manera se planteó la posibilidad de compartir con los padres los tópicos principales que
conforman la Doctrina Espírita en forma ordenada, gradual y sistemática. Cómo encarar su
estudio, y sobre todo, qué transferir luego a sus hijos, a qué edad hacerlo y de qué forma,
organizándose de esa manera un Curso de Doctrina Espírita para Padres.
Las charlas se desarrollan durante una hora y media los dos primeros sábados de cada mes, en
el mismo horario en que sus hijos asisten a la Escuela Espírita, lo que permite en muchos casos
concurrir al matrimonio.
Las mismas transcurren en un clima de amistad y armonía, de diálogo, donde cada uno participa
con sus experiencias y sus dudas, dando lugar estas vivencias, a un aprendizaje en común.
Por los tiempos que corren, consideramos esta tarea una experiencia enriquecedora y válida
para toda Institución que desee fundamentar y dar a conocer sus bases, y poder así, interpretar
mejor un saber trascendente como lo es el Espiritismo, que brinda respuestas a los por qué de la
vida.
¿ QUÉ ES EL ESPIRITISMO?.
Acceder al conocimiento de la Doctrina Espirita, es una tarea que demanda tiempo, análisis,
reflexión , porque no sólo es un conocimiento más que se incorpora a nuestros intelecto, sino
que también invade nuestro sentir, y se proyecta en nuestro accionar.
Fundamentalmente, es un saber que nos permite y nos induce a cambios en nuestra
personalidad, en lo que hace a las potencias del ser: pensamientos, sentimientos, y acciones, y
que podemos aplicar en todos los ámbitos donde actuemos: familia, sociedad, trabajo,
posibilitándonos transitar por el camino consciente de la evolución y del progreso.
Es algo más que sabremos sobre la vida y sobre la muerte, pero esencialmente, hace a un estilo
de vida, a una forma de evolución, es una filosofía existencial que nos permite enfocar los
problemas cotidianos, tratando de encontrar el por qué de la vida, del dolor, de las diferencias
existenciales, de descubrir el móvil del progreso, los mecanismos de las Leyes Divinas, el
objetivo trascendente de la encarnación.
Espiritismo es una palabra creada por Allán Kardec, su codificador, para designar una nueva
doctrina y diferenciarla de otras corrientes espiritualistas.
Decimos nueva, porque a partir de Kardec, el conocimiento espírita se estructuró, se organizó
en un cuerpo de doctrina, en base a conocimientos que si bien, unos más otros menos,
participaron de la evolución humana, éste, les imprimió un sentido, un objetivo, una
estructura específica.
Como veremos, los principios, los fundamentos en los cuales se asienta esta doctrina no son
privativos de la misma, sino que muchos de ellos convivieron con el hombre desde los albores de
su existencia, otros comparten terreno investigativo con la ciencia, otros con las religiones,
filosofías u otras ramas del saber humano.
Y esto es lo que es el Espiritismo, un sistema para el estudio del espíritu, con todas las
connotaciones que éste tiene: su relación con Dios, con el Espíritu Protector, con las Leyes
Divinas, la organización del mundo espiritual, su influencia y manifestación en el mundo
material. Es decir, el espíritu ante la evolución y en la evolución.
Para este amplio y profundo estudio del espíritu y las leyes que rigen su progreso, cuenta con un
instrumento sumamente valioso: la mediumnidad; no sólo como una forma de comunicación
con el mundo espiritual, sino como una facultad que permitió la elaboración de un método
por el cual los espíritus superiores o más evolucionados, ilustran a los hombres.
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Mediante esta facultad, el mundo espiritual hace su aporte al mundo de los encarnados, y si
bien las manifestaciones de los espíritus estuvieron presentes en toda la historia del planeta, lo
especial ahora, con el espiritismo, es el empleo que se hace de la misma, no ya como una forma
de adivinación, o entretenimiento, sino a través de una metodología que nos permite conocer el
mundo espiritual, las leyes que lo rigen, e impulsar conscientemente el progreso del espíritu,
encarnado o desencarnado.
Podríamos remontarnos al año 1744, con la aparición del médium sueco Manuel Swedenborg,
que es el primer médium moderno que ha hecho una descripción clara y precisa del proceso
de la muerte y del mundo espiritual
Mencionar también a Eduardo Irving, 1792 - 1834, escocés, que hablaba en varias lenguas, al
norteamericano Andrés Jackson Davis 1826-1910, que, entre otros fenómenos, era clarividente y
levitaba.
Nace allí el primer alfabeto espirita, que consistía en " hablar" con el espíritu, por medio de
golpes dados en la pared, equivalentes a letras.
. Ese documento, el cual se ajustaba a la más absoluta verdad, fue la primera evidencia
"científica" de que las comunicaciones con el mundo espiritual pueden admitirse sin titubeos.
Este fue el comienzo de lo que hoy llamamos Investigaciones Espíritas.
Este hecho se propagó por toda América, al punto que en 1852, se realiza el primer Congreso
Espírita en Cleveland, con el nombre de Moderno Espiritualismo. Recordemos que Kardec aún
no había tomado contacto con estos fenómenos por lo tanto todavía no se llamaba así.
Los espíritas americanos envían algunos médium a Europa donde se produce una gran difusión
de estos fenómenos. En 1854 el Espiritismo tenía más de tres millones de adeptos en América y
otro tanto en Europa.
En ese año de 1854 , Kardec - Hipólito León Denizard Rivail, tal su nombre-, toma contacto
con estos fenómenos y de produce así el encuentro entre una ciencia que no sabía aún que lo era
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y un hombre honesto, positivo, conocedor del método científico de investigación, con una
sólida trayectoria en la docencia, y un reconocido prestigio como pedagogo, que salva al
Espiritismo de convertirse en un simple entretenimiento de salón, para llegar a ser una Doctrina
de bases universales.
Kardec, nació en Lyon, Francia, en 1804. Desde 1824, a 1854, se dedica a la docencia, a la
investigación y a la redacción de numerosos libros educativos, por algunos de los cuales recibió
el reconocimiento del gobierno francés.
Describe así esa etapa de contacto con el fenómeno, en su libro "¿Qué es el espiritismo?”.
“Hallábame, pues, frente a un hecho inexplicado en apariencia, contrario a las leyes de la
naturaleza y al que mi razón se oponía. Todavía no había visto ni observado nada: los
experimentos hechos en presencia de personas honorables y dignas de fe, me confirmaban en la
posibilidad del efecto puramente material, pero la idea de una mesa parlante no entraba todavía
en mi cerebro.
Al año siguiente- comenzaba el 1855- me encontré con Carlotti, un amigo de muchos años que
durante más de una hora estuvo hablando de estos fenómenos....
Él fue el primero que habló de la intervención de los Espíritus, y me contó tan estupendas cosas
que, lejos de convencerme, hizo crecer mis dudas.”
Se llama así porque surgió de una lista minuciosamente elaborada de preguntas que Kardec
formulara al mundo espiritual a través de diferentes médium. Él mismo manifiesta que hubo
preguntas que las corroboró hasta con 10 mediumnidades, sobre temas puntuales como Dios, el
espíritu, las leyes divinas, el mundo espiritual y su influencia en el material, la reencarnación y
otros, las que luego sometió al más estricto análisis racional antes de proceder a su
aceptación.
Kardec lo define así: ” El espiritismo es la ciencia que trata la naturaleza, origen y destino de los
espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal".
Y agrega: " Es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia
práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus, como doctrina
filosófica comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejante
relación”.
CIENCIA: porque posee método y objeto de estudio, propio y definido, siendo su tema
específico de estudio: el espíritu.
Además, sus enseñanzas están extraídas de la observación y la repetición de los fenómenos
que la sustentan y que le permiten establecer relación de Causas y efectos.
* MORAL: Según el diccionario," es la ciencia que trato del bien en general y de las acciones
humanas".
Kardec, por su parte nos propone que "Al espiritista se lo debe conocer por su transformación
moral", y esta transformación es la que hace al conocimiento de sí mismo, base y objetivo
evolutivo de la Doctrina.
Ahora bien, en el Espiritismo no hay dogmas, es decir, verdades reveladas que no aceptan
discusión, ni cultos, ni ritos, ni templos, pero sí posee una serie de principios o fundamentos, en
los que se asienta y sobre los que se edificó este conocimiento, nacido de la observación, el
análisis y que sí admite estudios racionales.
Fundamentos:
1) Existencia de un solo Dios, infinitamente sabio, bueno y todopoderoso, creador y
organizador mediante leyes misericordiosas y justas de todo el Universo.
2) Existencia del espíritu, inmortal e indestructible de origen divino.
3) Existencia de un Espíritu Protector o Ángel Guardián.
4) Evolución de todo lo creado.
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1) LA IDEA DE DIOS:
Como espíritus encarnados nos encontramos muchas veces con la paradoja que, al querer
definir a Dios, para acercarlo a nuestra comprensión, por más que usemos palabras como
"Infinitamente justo", "Todopoderoso", "Infinitamente sabio y bueno", lo estamos limitando.
¿Qué es Dios? pregunta Kardec a los espíritus y que éstos le responden: Dios es la inteligencia
suprema, causa primera de todas las cosas.
Y qué es Dios para cada uno de nosotros, ¿una fuerza, una verdad, una duda, un sentimiento, una
energía,,?.
¿Qué significa para nuestras vidas su existencia, y qué sentimientos alimenta en
nosotros su nombre: seguridad, rebeldías, amor, temor, certezas, escepticismo, admiración?.
Sentimos su presencia? Dónde? Cómo? ¿Nos comunicamos con Él? Cuándo?
Para nosotros Dios representa la seguridad de que alguien siempre está a nuestro lado, a
través de espíritus familiares encarnados o desencarnados, del Protector, los amigos,
mecanismos de las leyes de amor, que protegen y conducen nuestra evolución, y sobre todo
significa que alguien, nos comprende, nos sostiene y nos ama, tal cual somos en el momento
evolutivo que nos encontremos, sin juzgarnos, pero brindándonos las oportunidades para
progresar, aunque esas oportunidades incluyan muchas veces etapas o situaciones de dolor que
llegan a nuestra vida para impulsarnos, para protegernos de nuestras propias debilidades, para
despertarnos de la ignorancia, para tratar de universalizar nuestros conceptos, para enseñarnos a
amar, a perdonar, a escuchar, a aprender...
Por eso debemos progresar, por eso deseamos conocerlo, porque es nuestro origen y es
nuestra meta, porque nada existe fuera de Él, de su Amor y de su Justicia.
El mundo espiritual nos dice:” La idea de Dios está implícita en el espíritu desde que su
conciencia existe como principio individual de su ser, y aflora paulatinamente a través de los
procesos evolutivos"
Decimos que no lo podemos definir, pero hace más de 6000 años los Veda, libros sagrados
hindúes enseñaban
Afortunadamente, con el avance de las ciencias y los nuevos descubrimientos, Dios ha dejado
de ser, como en épocas pasadas patrimonio de las religiones que lo limitan, lo humanizan o lo
utilizan. Dios es hoy también patrimonio de la ciencia que reconoce su presencia, de diferentes
maneras, al punto de expresar en un artículo titulado "La Ciencia Descubre Dios" que
"Pretender una prueba científica sobre la existencia de Dios sería asignarle a éste una
naturaleza entendible desde el punto de vista humano, y por lo tanto equivocarnos
conceptualmente sobre lo qué es Dios"
Y ese qué es Dios, es el mismo utilizado por Kardec para hacer su pregunta al mundo espiritual
y así no asimilarlo con nada conocido.
Dios es hoy, patrimonio del espíritu humano.
Uds., yo, nosotros, somos espíritus, con un cuerpo, porque estamos encarnados, pero siempre
seremos espíritus inmortales e indestructibles. Según la respuesta dada a Kardec por el mundo
espiritual, Espíritu. "Es la personalidad inteligente de la Creación”
Los espíritus son Creados por Dios, no conocemos de qué forma, pero sí sabemos que somos en
nuestro origen sencillos e inexpertos y necesitamos de la materia para hacer experiencias y así
evolucionar.
Sus facultades, tanto en el mundo espiritual como en el material son: pensar, sentir y actuar.
El Espíritu Protector, como su nombre lo indica, es también un espíritu que mucho ha sufrido,
mucho a vivido, aprendido, evolucionado y llegó a convertirse por esfuerzo y mérito propio en
un espíritu superior o Espíritu Protector. Ya no necesita encarnar más para evolucionar, sino
que continúa haciéndolo en el mundo espiritual.
Es quien, por designio de las Leyes Divinas, nos ampara, nos guía, procura intuirnos y
confortarnos en nuestras luchas, y sobre todo nos ama y comprende tal cual somos, desde el
comienzo de nuestra evolución.
A él podemos y debemos recurrir en todos los momentos de nuestra vida, felices o dolorosos,
que de una u otra forma responderá siempre a nuestro llamando, pero sin coartar nuestro libre
albedrío.
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Es importante destinar un momento del día para, con serenidad y recogimiento, predisponernos
a ese contacto, y lograr en un acto de humildad y reconocimiento, el análisis de las facetas de
nuestra personalidad que más nos perturban o que no somos capaces de compartir con nadie, y
solicitar su asistencia para transitar por la vida con mayor conciencia..
c) Pedir: Fortificación: Como su nombre lo indica es solicitar fuerza, lucidez, para las
luchas de la vida o algún estado puntual que nos preocupe: unificación, viajes, estudio,
enfermedades, etc..
Elevar el pensamiento significa comprender que no se derogan las Leyes Divinas porque
nosotros lo pidamos, pero podríamos decir que este acto de entrega permite al ser acogerse al
amparo de Leyes Superiores de Amor, Caridad y Misericordia, y aunque la respuesta no se dé en
el mismo sentido que pedimos, el mundo espiritual hace siempre su aporte positivo y
fortificante.
En "El libro de los Espíritus " leemos:" La elevación de pensamientos no puede producir el
efecto de cambiar las Leyes de Dios, pero el espíritu por el cual se ora, experimenta alivio.”
Hoy día la reencarnación trasciende el ámbito espírita y de algunas filosofías, para introducirse
en el terreno de la ciencia, de la investigación, corroborando lo enunciado por Kardec hace l45
años.
Tres son hasta ahora, las líneas de investigación científica, que abonan esta teoría:
Joel Whitton en su libro *Vida entre las vidas" expresa:" La evidencia de la reencarnación
principalmente circunstancial, es tan apabullante, que la aceptación intelectual es natural. La
aceptación emocional puede ser más mesurada"
Por su parte León Denis, la ejemplifica poéticamente así “ El alma duerme en el mineral,
siente en el vegetal, se agita en el animal y piensa en el hombre"
En fin, pensar que la existencia de un ser se reduce a los años que dura la vida física, es
subestimar la capacidad creativa de Dios.
7) LA MEDIUMNIDAD:
Es una facultad del espíritu, que permite la comunicación de los espíritus encarnados con los
espíritus desencarnados.
Este fenómeno existió siempre en la historia de la humanidad. Las pitonisas, los hechiceros, los
shamanes, son y eran médiums. El Oráculo de Delfos en Grecia, era un lugar donde los hombres
recibían la palabra de los espíritus. La Cábala de los tiempos de Jesús y aún antes, era una
iniciación en el uso de la mediumnidad de los hebreos.
Pero muchas veces se la emplea para la adivinación.
Es una facultad que poseen muchas personas, pero cuyo desarrollo y ejercicio requiere de una
serie de cuidados, conocimientos y disciplina, para que su empleo sea realmente provechoso
para el médium, los espíritus que se comunican y las personas que reciben su manifestación.
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En la época en que Kardec, año l857, afirmaba esto, parecía una herejía, y aunque diferentes
sabios griegos del siglo V antes de Cristo ya hablaban de ella, la ciencia tardó 2500 años en
otorgarle certificado de credibilidad.
El Sr. Colomb nos dice en una parte de su entrevista” Sólo en nuestra galaxia hay 400.000
millones de estrellas y el 10% de ellas son similares a nuestro sol. ¿Cómo pensar que somos los
únicos?.”
9) EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO.
Dejamos para el final el objetivo y finalidad del espiritismo, no porque sea menos importante,
sino porque constituye la meta del mismo, su médula, su esencia y porque se alimenta, sustenta
y entrelaza íntimamente con los principios anteriores, y es la consecuencia lógica y racional de
ellos: la superación moral del ser, del yo, del espíritu.
Nos dice el mundo espiritual" La meta del espíritu es la evolución, y evolución es experiencia
en la materia- de allí la necesidad de las encarnaciones sucesivas.
"El conocimiento de la personalidad no lo damos con el propósito de que el ser se asombre de
sus errores y se deprima al conocerse, sino para que luche por superarse y se fije metas de
trabajo en la vida aun con esas fallas de su personalidad, porque el detenerse a condolerse, no
aporta cosas positivas y el trabajo y la proyección dan elementos de fuerza y progreso para
superar el error"-.
Pero como dijimos al comienzo, todos estos fundamentos no son patrimonio exclusivo del
espiritismo. Hoy numerosas voces reconocen la importancia del conocimiento profundo del yo.
"Cuando fui a la Luna era un ingeniero, un científico y un piloto de prueba tan pragmático
como
cualquiera de mis compañeros. Y era pragmático porque mi experiencia me había demostrado,
más allá de cualquier duda, que la ciencia era eficaz", porque "en muchas oportunidades mi
vida había dependido de la validez de los principios científicos y de la confiabilidad de la
tecnología elaborada sobre esos principios."
"Pero debo referirme a otro aspecto de mi experiencia en el transcurso de la misión de la Apolo
14, el cuál contradice indudablemente, mi actitud de "ingeniero pragmático". Comenzó con la
extraordinaria impresión que me produjo la visión del planeta Tierra flotando en la inmensidad
del espacio."
"La primera cosa que llegó a mi mente al mirar la Tierra fue su increíble belleza ni las
fotografías más espectaculares pueden hacerle justicia. Era una visión majestuosa, una joya
espléndida, blanca y azul suspendida contra un cielo de terciopelo negro. Parecía adaptarse
pacífica, armoniosa y maravillosamente dentro de las pautas evolutivas que contribuyen a
mantener el Universo. En la culminación de una experiencia cumbre, la presencia de la
Divinidad llegó a convertirse en algo palpable y comprendí que la vida en el Universo no era
sólo un accidente basado en un proceso de selección al azar. Era evidente que el Universo tenía
una dirección y un significado. Estos no podían percibirse por medio de los órganos sensoriales,
pero, a pesar de ello, allí estaban. Una dimensión inadvertida detrás de la creación sensible que
le otorga un designio inteligente y que confiere a la vida un propósito determinado."
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O como sostiene Rusell, en "La revolución de la conciencia" "Es muy fácil decir son "ellos los
que deben cambiar, pero debemos recordar que nosotros somos también uno de "ellos ". Yo soy
uno de esos miles de personas que necesitan perfeccionar su nivel de conciencia, es más, yo soy
la única persona responsable de eso en el planeta. Nadie más va a cambiarme si no lo hago
yo"
"No hay progreso consciente sin una observación atenta de sí mismo " dice León Denis en "El
Problema del ser y del destino"
Allan Kardec, seudónimo que utilizara Denizard Hippolyte León Rivail, nació en Lyon
(Francia) el 3 de octubre de 1804.
Cursó sus estudios primarios en Francia y a los 10 años es enviado a completarlos a Iverdum
(Suiza) en la escuela Pestalozzi.
En su maestro Pestalozzi, Kardec encontrará el modelo de hombre íntegro que será luego él
mismo y que se volverá el ideal de la moral espirita.
Pestalozzi es el educador atento, dulce, justo y caritativo.
Su escuela es la escuela del universalismo, de la fraternidad, de la armonía.
Su objetivo: enseñar al niño el arte de aprender, cultivando en él el espíritu de observación y la
memoria.
H.Rivail, va allí encauzando y desarrollando las ideas que debían más tarde hacer de él un
pensador atento, meticuloso, prudente y profundo.
Es allí donde Rivail, de espíritu investigador, estudia todas las ciencias: Física, Química,
Biología, Geología, Medicina, Astronomía e Idiomas.
De esta escuela recibe el método científico de investigación que utilizara luego en todos sus
trabajos.
Su preocupación principal es la educación moral, la única que hace del niño un ciudadano justo
y un hombre de caridad.
De allí que el Espiritismo tenga como base la caridad y la instrucción moral del hombre.
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Todos sus métodos de enseñanza están basados en el razonamiento y el juicio elaborado por la
inteligencia.
Estos títulos constituyen sólo una parte de su obra como educador, pero permiten apreciar la
diversidad de temas que dominaba H. Rivail.
En esta etapa recibe premios de la Academia Real de Ciencias de Arras por uno de sus trabajos:
"Cuál es el sistema de estudio más en armonía con las necesidades de la época".
La Universidad de Francia adopta sus obras.
En el período 1848-1854 prosigue sus trabajos y estudios en un orden ya más científico e
investigador.
En 1854 descubre el espiritismo y a él dedica sus 15 años de vida restante. Adopta el seudónimo
de Allán Kardec.
¿En qué punto se encontraba el Espiritismo cuando se produce su contacto con Kardec?
Finalmente, en el año 1847, en un pueblo llamado Haydesville, localidad del estado de Nueva
York, en América del Norte, se producen una serie de comunicaciones razonadas entre el mundo
visible y el mundo invisible que conmueven al mundo.
Nace allí el principio del alfabeto espirita, que consiste en hacer hablar al espíritu por medio de
letras equivalentes a golpes dados en la pared.
Del estudio de esos cuadernos podrá deducir la existencia del mundo invisible.
Sin embargo continúa asistiendo a las sesiones con una meta precisa: verificar las revelaciones
de los médiums de acuerdo con lo que los cuadernos le han enseñado.
Plantea preguntas precisas. Estudia después la lógica de las explicaciones.
Allan Kardec debe rendirse ante la evidencia: la mejor voluntad del médium no hubiera podido
suplir la instrucción y la ciencia del espíritu interrogado.
Se convence de que ninguna superchería está en la base del hecho espírita.
Desde entonces se entrega al estudio razonado y experimental del espiritismo, del cual él
establecerá las bases doctrinarias y científicas.
En “Obras póstumas “ podemos leer: “Uno de los primeros resultados de mis observaciones fue
el de darme cuanta de que los espíritus, no siendo otros que las almas de los hombres, no poseen
ni la soberana sabiduría ni la soberana ciencia; que su saber era proporcionado a su progreso,
y que su opinión no tenía más valor que el de una opinión personal. Esta verdad, reconocida
desde el principio, me preservó del grave escollo de creer en su infalibilidad y de formular
prematuras teorías sobre la palabra de uno solo o de varios de ellos.”
...”Tales son las disposiciones con que empecé y continué mis estudios espiritistas: observar,
comparar y juzgar desapasionadamente todos los hechos...”
Un espíritu familiar que se identifica como La Verdad, le informa que será su Espíritu Guía, al
que podrá consultar en sesiones para controlar su trabajo (preparación del Libro de los Espíritus),
a la vez que lo inspirará en todo momento.
En otra sesión, los Espíritus le hablan concretamente de su misión y de la asistencia espiritual
que recibirá en la misma.
SU OBRA ESPÍRITA:
LA IDEA DE DIOS.
LEY DE ADORACIÓN.
La historia de la idea de Dios entre los hombres nos muestra que ésta fue relativa al estado
intelectual de las naciones y sus legisladores, a los climas, a la raza, a la fecha de los tiempos en
que florecieron los diferentes pueblos, al progreso del espíritu humano, a los ascensos, descensos
o tergiversaciones que de esta idea imperecedera, hicimos los seres humanos, interpretaciones
algunas veces brillantes, otras opacada o eclipsada por intereses más o menos materiales, pero no
obstante presente en toda la historia de la humanidad.
Es que Dios, constituye una permanente incógnita para los hombres de todas las épocas y de
todas las escalas sociales, lo que no es obstáculo para que éste trate permanentemente, de
acercarse a su Creador por medio del razonamiento, la investigación, el sentimiento, la intuición,
el hacer....
Por eso, la idea que tenemos los seres humanos de la Divinidad no es pareja: para unos podrá
ser una imagen, para otros una fuerza, una luz, un sentimiento, una energía, la máxima
expresión de amor, o quizá una duda, pero lo que sí todos podemos intentar, en ese afán por
conocer, por desentrañar su esencia es buscar y hallar pruebas de su existencia, es llegar a
sentirlo, a creer en El, a saber que Dios existe, y encauzar los pensamientos, sentimientos y
conducta, al bien que vamos comprendiendo.
Pero por sobre todas las cosas, lo que debemos tratar, es de amarlo, aún sin conocerlo o
comprenderlo a Él o a sus Leyes, como un acto de humildad, de entrega, de fe, que nos dará
lucidez, serenidad y fuerzas en nuestras luchas cotidianas. Entendiendo la fe, como la confianza
que el ser humano deposita en los procesos evolutivos, en la seguridad de que las Leyes Divinas
son perfectas, justas, misericordiosas, y nos impulsan al progreso, y la humildad como una
postura de vida donde se conjugan el agradecimiento, la valoración y la conformidad ante las
contingencias de la existencia.
Tratar de explicar a Dios con palabras humanas, es delicado, porque ello implica en una
medida, limitar su grandiosidad, incomprensible aún para nuestra escala evolutiva, y porque
como espíritus encarnados, estamos acostumbrados a dimensiones, volúmenes, tiempo,
distancias,... necesitamos a la vez, parámetros donde encuadrar nuestras ideas, dirigir nuestros
sentimientos, y clarificar nuestra mira
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La creencia en un ser irascible y vengativo, o bien una imagen paternalista de Dios, así como
una concepción determinista del Universo, pudo servir al hombre, en otras etapas de su
evolución; cuando sabía menos del mundo y sus Leyes, y debía buscar en su ignorancia, quien lo
protegiera de los fenómenos naturales, los grandes animales, las pestes, lo desconocido, el
enemigo, el devenir...
Hoy la perfección y armonía de su obra debe impulsarnos a ampliar y profundizar nuestra mira,
nuestro sentir, y tratar de percibir y sentir a Dios a través de la Creación y de nosotros mismos,
que también somos su obra, su Creación.
Por eso decimos que Dios es inmanente y trascendente al hombre, porque está tanto en la
naturaleza como en el interior de cada uno de nosotros.
Veamos:
*En los himnos órficos, exponente griego de la doctrina secreta se lee: "Es uno, procreado por
sí mismo, y de ese uno han salido todas las cosas, y está en ellas, las envuelve y ningún mortal le
ha visto, aunque Él igualmente los ve a todos." (1200 A C.)
*Goethe, (1749-1832) el célebre poeta alemán autor de "Fausto" manifestaba-"Estoy muy lejos
de creer que tengo del Ser Supremo una noción exacta. Mis opiniones sostenidas de palabra y
por escrito se resumen todo en esto: Dios es incomprensible y el hombre no tiene de Él sino un
testimonio vago, una idea aproximada. Por lo demás, tanto la naturaleza, como nosotros los
hombres, estamos de tal manera penetrados de la Divinidad que ella nos sostiene, por ella
vivimos, respiramos y somos; sufrimos y nos regocijamos, según las Leyes eternas, en cuya
presencia ejecutamos un papel a la vez activo y pasivo, poco importa las reconozcamos o no".
* Jonas Salk, descubridor de la primera vacuna contra la polio, afirma" Hay una conciencia
cósmica, una fuerza vital que nos impulsa todo el tiempo hacia el futuro. Si tuviera que definir a
Dios, diría que es evolución.... Consideremos por ejemplo, la extraordinaria memoria de nuestro
sistema inmunológico. Cuando vacunamos a una persona, su organismo jamás olvida esta
experiencia. Años más tarde, no importa cuantos, al aparecer el verdadero enemigo( la
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* Cuando los Drs. James Watson y Francis Crick lograron determinar en 1953 la estructura
del ADN, puso en evidencia, para muchos científicos según palabras textuales, que era, " una de
las pruebas más valiosos que poseemos para poder postular la idea de la existencia de Dios, ya
que la constatación de dicho orden no es sino una forma de expresión de su existencia: Como
principio rector del universo y de la vida "
* Einstein por su parte dice frontalmente" "Creo en EL (Dios), que se revela a si mismo en el
orden armonioso de todo lo que existe".
Primero: porque la ciencia occidental estableció una diferencia clara entre lo que es ciencia y
lo que es filosofía y religión, con una interpretación muchas veces antropomórfica de Dios que
aquella lógicamente, no estaba dispuesta a avalar.
Segundo: porque hoy día cuenta con métodos y procedimientos capaces de hacer un aporte
positivo en tal sentido.
Tercero: porque la ciencia se resistió durante mucho tiempo a aceptar a Dios como causa
primera del universo, donde una visión mecanicista del mundo, no dejaba lugar para Él, como
origen del universo y de la vida, porque llegó a un punto de sus maravillosos descubrimientos, en
que se creyó omnipotente para poder explicar la Creación.
Por eso Luis Pasteur manifestaba" Con un poco de ciencia nos alejamos de Dios, como un
poco más volvemos a Él". Porque hoy día, la necesidad de creer en la existencia de Dios que nos
trascienda y supere la finitud de nuestra inteligencia, surge cada vez que la ciencia llega a
situaciones límites, en las que se encuentra para dar respuestas a los sempiternos problemas
inherentes al Universo y a la vida.
Y es también la cuota de humildad que el ser humano ofrece a su Creador.
Los nombres de los investigadores y científicos mencionados, no hacen a la esencia del tema,
lo que sí es relevante, son las conclusiones que ellos elaboran, a las que ellos arriban, a través
de sus investigaciones, descubrimientos, experiencias...
* Pero quizá, el hecho que más impacte nuestra razón y nuestra emoción, sea la creación del
universo:
- Según calculan los científicos, hace entre 15 mil y 20 mil millones de años, que se produjo el
Big Bang, la Gran Explosión. Esa titánica explosión cósmica, cuya expansión aún no ha
cesado, y nada de lo que podamos conocer, estuvo nunca fuera del universo, es el
acontecimiento que inició el universo.
Por eso Carl Sagán nos habla "de una evolución de 15 mil millones de años que ha
transformado la materia, en vida v conciencia, haciendo posible que el cosmos se
interrogara acerca de sí mismo".
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" ¿Por qué sucedió esto?. Es el mayor misterio que conocemos", nos dice. "Pero es
razonablemente claro que sucedió".
Y lo que nada aún, en una inmensa nebuloso son interrogantes tales como: "¿ Y antes del Big
Bang, qué existía?. ¿ Cuál sería la dimensión del tiempo aplicable antes del instante cero?. ¿De
dónde y cómo surgió esa inmensa cantidad de materia que dio origen al universo*? ¿ Por qué en
ese momento y no en otro?. ¿Qué o por qué se puso en marcha esa explosión que originó la
vida?".
¿Quién hizo las Leyes que hoy rigen esa materia y cuándo aparecieron esas leyes?, antes o
después de la organización del Universo?, fueron causa o consecuencia de la misma? Es causa o
efecto que los planetas giren, que nosotros permanezcamos pegados a la Tierra y no salgamos
volando, que la vida tal como la conocemos tenga la variedad y belleza que posee.?. ¿De dónde y
cuándo surgen las Leyes Naturales?
Afirman los científicos por ejemplo que:" *si la fuerza de la gravedad hubiera sido más débil,
el gas se hubiera enrarecido demasiado pronto para que aparecieran las estrellas. De nuevo
parece que las condiciones iniciales del Universo fueron sincronizadas con precisión".
Fred Hoyle, astrónomo inglés, hizo notar que "si la potencia de las fuerzas nucleares hubieran
tenido tan sólo una ligera diferencia, el equilibrio entre el Carbono Y el Oxígeno en la Tierra, se
habría malogrado, y nuestro planeta nunca hubiera albergado vida."
Podemos decir entonces que: las personas que postulan a Dios como origen, como causa del
universo físico: son físicos, químicos, astrónomos, matemáticos, psicólogos, biólogos, no son ni
teólogos, ni religiosos, ni filósofos.
Son investigadores, parte de la élite científica, que postulan como una necesidad y una
verdad, la presencia de Dios, no sólo como creador inicial del Universo físico, sino también de
la vida que puebla ese universo, como Hacedor de la vida, y de las Leyes Naturales que rigen
ese mundo. En todas estas conclusiones a que arriban se entrelazan la idea de una inteligencia
organizadora del universo, con un orden (leyes) y con la vida que lo puebla. Y también de algo
más sutil: la vida espiritual, aunque no la definen de esa manera sino que la llaman conciencia,
pensamiento. O simplemente se interrogan acerca de "Donde viene esa aptitud del hombre para
descifrar las Leyes de la naturaleza"
Los científicos han percibido según palabras de Paul Davies , profesor de física teórica de la
universidad de Adelaida, Australia, y autor del libro "La mente de Dios" que," nuestra existencia
depende con gran exactitud de toda una serie de circunstancias evidentemente felices. Un
ejemplo: si las leyes físicas de la naturaleza fueran sólo un poco distintas de lo que son en
realidad, no podrían existir estructuras importantes para nosotros, como las estrellas estables
que queman hidrógeno, caso de nuestro sol. Tampoco podrían haberse desarrollado las
condiciones necesarias para que surjan y existan seres vivientes biológicos, que lleguen a
preguntarse un día por el sentido de la vida".
A la luz de los nuevos descubrimientos podemos decir que el Universo y los seres que lo
habitan, tienen un margen para desplazarse, para realizarse, para innovar, para equivocarse y
aprender, para elegir opciones, pero dentro de las Leyes que nos contiene, que conducen y
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amparan a ambos mundos, material y espiritual, y gozar así de una libertad de acción que nos
hace responsables y actores de nuestro destino.
El hombre, y quien pueble el Universo, tienen entonces, la oportunidad de construir su destino,
la oportunidad y la responsabilidad, algo que el ser humano está advirtiendo con mayor claridad
y sobre todo con conciencia.
Por eso, las nuevas teorías dejan un poco de lado la famosa frase de Einstein: "Dios no juega a
los dados " para decir en su lugar :" Dios juega a los dados pero conserva la vigencia de sus
leyes."
Así por ejemplo, el mencionado Paul Davies, afirma:" la aparición del conocimiento como
fenómeno del universo en tal determinado lugar y en un determinado tiempo concreto, no es
ningún suceso casual sino fundamental", no obstante aún estamos lejos de conocer la
conciencia de Dios.
Materia, expansión, tiempo, Leyes, vida, conciencia, aptitud del hombre para interrogarse sobre
el cosmos, aparición del conocimiento desarrollándose en base a un plan, a un programa
evolutivo, perfecto y armonioso. Demasiadas coincidencias perfectas, para hablar simplemente
de azar y no admitir que el mundo que nos rodea lleva la impronta de algo o alguien superior
que desconocemos, pero que lo podemos percibir a cada instante por la magnitud y la
perfección del Universo; cuya existencia no se halla opacada por las últimas teorías o
especulaciones de la física o la biología. Donde el libre albedrío no está reñido con la
vigencia de la Ley, sino que forma parte natural y necesaria de la misma, y cuya certeza se
hace innegable porque se llega a un punto donde no se puede explicar la evolución, el caos,
el Big Bang, el tiempo, el principio de incertidumbre sin su presencia, o como dicen los
científicos, "en cuyo origen necesariamente debe existir un ser con todos los atributos de
Dios"
Aunque la idea de Dios, igual escape a nuestra comprensión, su realidad se hace tangible e
innegable.
Estas citas y estas reflexiones, son simplemente para que le quitemos humanidad y
universalicemos la idea que de Él tenemos.
Comprendamos que Dios, es diferente a todo lo conocido por el hombre, y quien da sentido y
trascendencia a nuestra vida, y si bien escapa a las definiciones de las palabras, podemos
relacionarnos con Él, mediante los pensamientos, las acciones, los sentimientos de amor,
generosidad, altruismo, entrega...
Dios, es la máxima expresión de Amor y Justicia y está en nosotros en todo lo que tenemos de
noble, de bueno, de espíritu de servicio... Ese es el reflejo de Dios en nosotros, y cada uno
poseemos una parte incorruptible e inmortal de nuestra personalidad, que denota nuestro origen
divino.
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Por eso somos inmortales, por esos somos hermanos, por esos somos sus hijos, su creación, por
eso debemos progresar, porque Dios es nuestro origen y nuestra meta, porque nada existe fuera
de Él, de su AMOR, o de su JUSTICIA.
Pero no sólo los científicos o el hombre común busca a Dios, los poetas, también lo hacen:
Conceptos estos, que no definen a Dios, porque definir es limitar, sólo muestran el camino para
llegar a ÉL.
*El Espiritismo aporta además, pruebas morales de la existencia de Dios, ya que uno de los
pilares de su doctrina lo constituye la Ley de Reencarnación, manifestación palpable de las
Leyes de Amor, Justicia, Caridad y Progreso, que proporciona a todos los seres el tiempo y las
oportunidades de evolucionar, e impulsan su progreso, aún a través del dolor, que nos
conmueve, nos despierta, nos detiene en nuestros personalismos, nos hace meditar, y nos
proyecta una vez más, al camino de la experiencia enriquecedora, de la madurez del espíritu que
vida tras vida se templa, aprende a desarrollarse, aprende a amar, a ser solidario, generoso. Y lo
aprende a través del ejercicio de su libre albedrío en la medida que su responsabilidad de espíritu
lo habilita más y más en su ascendente carrera evolutiva.
Posibilita además, explicar de manera razonable las diferencias a veces abismales que poseen
los seres entre sí, sean morales, física, intelectuales, evolutivas.
Con esta Ley se pone en evidencia una vez más la Solidaridad universal que reina entre ambos
mundos, el de los espíritus encarnados y el de los espíritus desencarnados, que a través de la
mediumnidad, pueden comunicarse y ayudarse mutuamente.
Quintín López Gómez en su libro "El Espiritismo " escribe "Todas las religiones positivas,
todas las filosofías y aun las ciencias todas admiten este principio común: "No hay efecto sin
causa".
"Dios es para el Espiritismo, la primera realidad absoluta que existe. No lo define ni
particulariza porque no lo puede definir ni particularizar, porque no es una entidad material que
representa una figura"...
Por su parte Camilo Flamarión, célebre astrónomo francés del siglo pasado, descubridor del
movimiento de las estrellas dobles lejanas, fundador de la Sociedad de Astronomía de Francia y
escritor espirita dice en su obra "Dios en la Naturaleza": "Para nosotros Dios no está fuera del
mundo, ni su personalidad se halla confundida en el orden físico de las cosas...Pretender
conocerlo sería no haber comprendido la división esencial que separa lo infinito de la finito."
Y agrega: "Si Dios existe, su existencia no podría ponerse en duda ni ser combatida por la
ciencia"
" La ignorancia había humanizado a Dios, la ciencia lo diviniza. Las Leyes de la naturaleza nos
han probado la existencia de una Inteligencia Ordenadora".
León Denis escribe en "El gran enigma" :" Dios se revela por el universo, que es su
representación, pero no se confunde con él. De la misma manera que en nosotros la unidad
consciente, el alma, el y o, persiste en medio de las
modificaciones incesantes de la materia corporal, así, en medio de las transformaciones del
universo y de la incesante renovación de sus partes, subsiste el Ser Inmutable, que le comunica
el movimiento y la vida.....
Las fuerzas prodigiosas que animan el Universo proclaman la realidad de la inteligencia
Divina....
Nosotros estamos unidos a Dios por la relación estrecha que une la causa al efecto, y somos tan
necesarios a su existencia como Él lo es a la nuestra"
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Y su libro "Después de la muerte" expresa: La presencia de Dios está implícita en dos libros
que se hallan siempre abiertos a nuestros ojos: 1) el libro del Universo, donde las obras divinas
aparecen con características grandiosas y 2) el libro de la conciencia, en el cual están grabados
los preceptos de la moral"
El Dios que concibe el Espiritismo entonces, es el Dios del que hablaba Jesús, el Dios que la
ciencia empieza a entender, es la causa primera de todas las cosas, la manifestación del amor, la
justicia y la misericordia, el ordenador e impulsor de la vida y la conciencia, ese "principio rector
del universo", quien nos permite pensar pero a quien no podemos aún pensar, es el Dios de todas
las religiones de la Tierra, es el Dios del Universo
Dios es la perfección incognoscible en su esencia, pero que se nos presenta por su obra.
Pero al ser humano, por su finitud y pequeñez, le es difícil desentrañar qué es Dios, pero no
podemos dejar por ello de analizar ¿qué significa esta idea en nuestra vida?, si una certeza,
una duda, un sentimiento, una seguridad, una verdad, una fuerza? y qué sentimientos alimenta
su nombre?: incertidumbre, humildad, serenidad, rebeldías, temor, amor, escepticismo,
admiración, fe...? Y aprender a buscar la respuesta en el corazón como le decían los espíritus
a Kardec.
Muchas veces, en la ignorancia de las Leyes Divinas o de los mecanismos evolutivos, otras
fruto de rebeldías, soberbias o personalismos no detectados o comprendidos aún, o por asimilar
la idea de Dios a una entidad, el hombre eleva reclamos y quejas al Creador, por lo que considera
injusto en su vida, sin detenerse serenamente a desentrañar los móviles, los para qué, las causas
profundas de la lucha, o simplemente aportar una cuota de fe y humildad, para aquellos
situaciones o circunstancias, que escapan a nuestra comprensión actual.
Y es la primera Ley, porque es una ley poderosa, que hace a la base evolutiva de los espíritus.
Es una Ley para iniciar al espíritu en el profundo conocimiento de Dios, mediante el propio
conocimiento de su ser. Ello implica toda una conducta de vida.
Rta: La elevación del pensamiento a Dios. Por medio de la adoración se aproxima el alma a EL.
Pta: La adoración, es resultado de un sentimiento innato, o es producto de una enseñanza?
Rta: Sentimiento innato como el de la Divinidad. La conciencia de la propia debilidad induce al
hombre a inclinarse ante Aquel que puede protegerlo".
Pta: Ha habido pueblos desprovistos de todo sentimiento de adoración?
Rta: No, porque nunca ha habido pueblos ateos. Todos comprenden que hay por encima de ellos
un Ser Supremo.
Pta: Puede considerarse que la adoración tiene su origen en la Ley natural?
Rta: Está en la ley natural, puesto que es resultado de un sentimiento innato en el hombre y por
ello se la encuentra en todos los pueblos, aunque bajo diferentes formas.
Pta: Necesita la adoración de manifestaciones externas?
Rta: La verdadera oración reside en el corazón...
Pta: Cuál es el carácter general de la oración?
Rta: La oración es un acto de adoración. Rogara Dios es pensar en ÉL, acercarse a ÉL, ponerse
en comunicación con ÉL".
Muchas veces oímos decir que no hace falta pedir, porque si es Dios, sabe lo que necesitamos.
Es verdad que lo sabe, pero es del espíritu humilde e inteligente saber pedir cuando lo necesita.
"Pedid y se os dará", fueron las palabras de Jesús.
El no querer pedir a Dios por lo que necesitamos o no ser capaces de hacerlo, denota en los seres
un espíritu sumamente orgulloso, hasta soberbio y de sentimientos poco desarrollados aún, que
no es capaz de solicitar ayuda, porque ello implica reconocerse débil.
Por otra parte, es verdad que Dios sabe lo que nosotros necesitamos, pero ¿ lo sabemos nosotros?
Así por ejemplo hay quien expresa: "A mi no me surge pedir a Dios".
Y responde el mundo espiritual; Es que Dios no es una cosa, o un estado que está allí arriba
como tú piensas, Dios es la vida, es tu prójimo es la naturaleza, es el universo, es tu hermano y
eres tú
Pta.: Y cuál es el ejercicio para lograr eso?
Esp.: El ejercicio es la caridad, es la caridad del espíritu, no la limosna, es el amor en la
colaboración de toda causa noble, humana y justa..
El cultivo constante de sentimientos generoso predispone al espíritu a una determinada
sensibilidad de le hace percibir con más claridad la inspiración del bien.
La percepción del mundo espiritual se opera en la misma medida del renunciamiento personal
del Yo.... Esta es la Ley.
Por eso el hombre tiene, en su evolución palingenésica, que emancipar su conciencia y hacerse
responsable de sí mismo. De allí la necesidad del conocimiento de su yo, porque todas las
tendencias erróneas limitan la comprensión del espíritu, limitan la comprensión de quien las
posee, limitan la expansión de sus sentimientos y le quitan libertad e inspiración.
Somos perfectibles, de ahí lo que más denota nuestra dependencia divina, y cuando a través de
las experiencias de la vida, donde hemos ejercido nuestro Libre Albedrío, nos encontramos ya en
condiciones de aspirar al conocimiento de las Leyes Divinas, y descubrimos las grandes Leyes
de la Evolución, sabemos de su mecanismo de amor y sabiduría, estamos ejerciendo las
facultades divinas para la perfección y liberación del espíritu, de la dependencia de las Leyes
orgánicas y del instinto.
Pero no es sólo la creencia en Dios lo que deseamos reafirmar, sino también, acrecentar en
profundidad, la idea que de ÉL tenemos para llegar a sentirlo como una realidad palpable en
nuestra vida.
Que comprendamos que esta vida, con todas sus pruebas y realizaciones, es la forma de
conectarnos con el Creador y que la manera de encauzar la existencia hace que nos acerquemos o
nos alejemos momentáneamente de Él, cuando simplemente, a través de la palabra o de la
acción, decimos negar o desconocer su existencia porque consideramos "que no responde a
nuestras expectativas como quisiéramos."
Que podamos sentir que Dios Es y Está .
Que nos rodea, nos contiene, nos impulsa.
Por eso hay diferencia entre decir creo y sé que Dios existe, porque al decir sé lo
experimentamos como una necesidad constante en nuestro espíritu, y al mirar las cosas de la
vida de esa manera, aun aquellas que escapan a nuestra comprensión, sabremos que responden
a una causalidad y a una planificación.
Quizás así lo entendió Jung, cuando hacia el final de su vida en una entrevista filmada le
preguntaron:-¿ Cree Ud. en Dios?
- ¿Si creo en Dios?.- reflexionó en voz alta- Bueno, utilizamos la palabra creer cuando pensamos
que algo es cierto pero aun no contamos con un cuerpo sustancial de evidencia que lo respalde.
No, no creo en Dios. Sé que existe un Dios".
Y ese creer y sentir a Dios, debería impulsarnos y estimularnos a tomar las vicisitudes del
diario vivir con más conformidad, con menos violencia, con más serenidad, con fe, con
humildad, con menos rebeldía, con la seguridad que el bien que conquistamos paso a paso, ya
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sea por el camino del amor, de la inteligencia, de la experiencia o del dolor, no se pierde; a
ajustar nuestras vidas a un orden moral superior fruto de la comprensión; a advertir la vigencia
de las Leyes Divinas, tanto en el orden material como espiritual; a recordar diariamente la
existencia del Espíritu Protector que cada uno tenemos como un hecho solidario al progreso.
Cada uno sentimos a Dios de diferente manera, cada uno creemos en Él de diferente manera,
cada uno lo ama y ama la vida con diferente profundidad, pero todos podemos llegar a
comprender, a través de la reflexión, del análisis, de la observación, de la intuición que lo que
nos ocurre a los seres, ya sea en forma individual como general, está respondiendo a un proceso
de evolución, regido por el Amor, la Justicia y la Misericordia Divina
Esto no quita la lucha por el bien que comprendamos, pero sí nos dará fuerza para saber que
todo en la vida responde a una causa y la causa es la Ley del Progreso” y que podamos afirmar
con convicción: sé que Dios existe.
Ahora bien, ¿ Cómo transmitimos esta información a nuestros hijos?.¿ A qué edad
debemos comenzar?. ¿Qué les debemos decir?.
En principio debemos saber que no se puede transmitir loo que no se posee. Por lo tanto es
fundamental iluminar nuestra mente y alimentar nuestro corazón con la confianza y la seguridad
de la existencia de Dios. Iluminar nuestra mente con la búsqueda inteligente y permanente de su
manifestación, y alimentar nuestros corazones con el sentimiento reconocido y reverente de la
expresión de su sabiduría y amor. Así, con esta postura interior emanará la fuerza plasmadora del
conocimiento y la verdad, despertando y desarrollando el sentimiento interior del espíritu hacia
Dios.
Por eso, cuando enseñamos a nuestros niños la idea de Dios, o cualquier otro tipo de
conocimiento espiritual, y actuamos gran parte del día con rebeldía, desconformidad, violencia,
orgullo, estamos contradiciendo con nuestros actos nuestra propia enseñanza.
Es necesario acondicionar nuestra conducta, nuestros sentimientos y pensamientos a lo que
deseamos enseñar, a lo que deseamos transmitir, para que ese conocimiento se plasme en
nuestros hijos.
Nos dice el mundo espiritual: "Si vosotros, junto al conocimiento tenéis que trasmitir el amor a
la verdad, el amor a la realidad, de la vida espiritual y el amor a Dios, en una medida, vuestra
conciencia y todo el conjunto de vuestro comportamiento debe responder a esa finalidad”.
Es así que todo conocimiento que deseamos brindar a nuestros hijos, debe primero estar
clarificado y asentado en nosotros, porque sino también transmitiremos nuestras inseguridades,
desconocimientos o rebeldías.
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El conocimiento de las verdades básicas de la vida debe ser trasmitido al niño con sencillez,
naturalidad y simpleza.
A algunos hijos podremos llegar por medio de la inteligencia, de la observación, del
razonamiento, a otros llegaremos por la vía emocional, por el sentimiento, según las
características de sus espíritus, pero a todos se les debe iniciar tempranamente en la Idea de Dios.
Explicar a un niño pequeño cómo es Dios o dónde está Dios, más que costarnos un esfuerzo
imaginativo, será algo que no le interese en detalles. Sin embargo, la idea debe darse desde los
tres años aproximadamente con simpleza, pero con la seguridad de las cosas irrefutables.
Tal vez el pequeño no le de mayor valor, pero la palabra Dios dará vueltas a su alrededor, aunque
sólo se la atribuya a alguien que no se ve, pero lentamente irá dejando de ser una palabra para ir
convirtiéndose en una idea que crece con el niño que preguntará: quién es Dios?
Recordemos que aquí nuestro niño tendrá apenas unos 4 años, entonces será necesaria la
simpleza de una respuesta fácil: -"Dios es quien te hizo a tí, a mí, a papá, a los hermanitos, a las
plantas, a los animales, a las montañas, a las estrellas, etc.
Ya mayor se le puede decir que el amor de los padres permitió que se formara su cuerpito, pero
es Dios quien da la vida a todos los seres.
Por otra parte no es difícil trasmitir el concepto de Dios si nos afirmamos en su obra, y a través
de esa magnífica manifestación, afianzamos en el niño la realidad de su existencia.
Estos conceptos entonces, se pueden ir transfiriendo al niño desde los 3 años. De esta manera se
irá abriendo su compresión a través de su sentimiento de valoración de la obra divina,
despertando su admiración por una semilla que es capaz de dar origen aun árbol y a sus frutos, la
belleza de las flores, la suavidad de un cachorro, la inmensidad del mar, de la noche, de las
estrellas, etc
Hacerle analizar quien hizo las cosas que lo rodean, ya sea en el ámbito material o natural: la
casa, el árbol, el avión, la estrella, el hombre y lo que es obra de Dios.
Una vez un niño preguntó, cómo puede estar el árbol dentro de la semilla, cómo sabe la semilla
que tiene que ser árbol? Se le respondió: en la semilla está la vida que le dio Dios y que EL
organizó para que de esa semilla saliera esa planta y no otra. Luego con luz, agua y tierra,
crecerá.
Debe saber también que Dios lo ama, lo protege y lo perdona (como lo hacen los padres),
pero que no puede verlo con sus ojos como tampoco puede ver el amor que sus padres le tienen.
Puede sentirlo y saber que lo aman por los cuidados, los besos, los abrazos y también los retos
que lo educan y lo conducen a ser cada día mejor.
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Comenzar allí a desarrollar el respeto por todas las criaturas que participan de su existencia.
Así, la idea como una semilla, puede sembrarse más en el corazón del niño que en su cerebro,
para que cuando el tiempo la desarrolle y su madurez lo lleve a otros interrogantes, tendrá ya una
base sólida conformando su conciencia y sustentando sus sentimientos.
Su mente no abierta aún a los conocimientos profundos, no desarrollada para comprender cosas
abstractas, puede ir preparándose mejor por el sentimiento de amor que despertemos, por la
admiración que logremos hacerle sentir. Es más fácil hacer que un niño ame algo a que lo
comprenda, y nuestro pequeño puede ir ya amando a Dios sin temor, con confianza, y por ese
camino del amor y la admiración, llegar a su mente de niño, despertando lentamente los
conocimientos de su espíritu.
El niño hasta los 7 años vive estrechamente influenciado por las fuerzas divinas porque esto es
ley de la encarnación, por ello le es fácil al pequeño aceptar la idea de una fuerza superior
hacedora de la vida, que lo cuida y protege hasta donde no puede llegar el cuidado material de
sus padres.
Recordemos que el mundo espiritual nos ha dicho: "La idea de Dios está implícita en el
espíritu desde que su conciencia existe, como principio individual de su ser, y aflora
paulatinamente a través del progreso evolutivo".
Así, lentamente nuestro niño crecerá con una idea que no habremos puesto por primera vez,
sino que la estaremos sacando a la luz desde lo profundo de su espíritu, para afianzarlo en sí
mismo, para que sea la base donde se afirmará su evolución, y, en su futuro, sepa atemperar sus
rebeldías a la vida, dar respuesta a los interrogantes de su origen y finalidad para que tenga
esperanza, fe y se afirme en un futuro mejor.
Es necesario que los padres cuidemos el detalle de no formar una imagen en el niño que al ser
mayor interrogará: ¿Dónde está Dios? ¿Cómo es Dios? Su mente objetiva entra ahora en el
terreno de lo abstracto. Recordemos que hace varios años que estamos poniendo a Dios en su
corazón, comienza ahora el camino hacia su cerebro...
A esta edad se le pueden mencionar algunos atributos de Dios (es decir, de acuerdo al lenguaje
que los humanos usamos para comunicarnos tratamos de explicamos) cómo es Dios:
Dios es Todopoderoso: porque es capaz de crear el Universo, con todos sus habitantes
animados e inanimados, y sobre todo es quien da la vida.
Dios es Infinitamente o inmensamente sabio porque es capaz de hacer lo que nadie puede
hacer: montañas, ríos, mares, semillas (explicar que el hombre mejora la semillas para mejorar
los cultivos, pero en base a las semillas ya existentes).
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Por ejemplo, preguntarle: Sabe cada planta en qué clima le gustaría vivir o es apropiado para
ella?
Solo Dios lo hizo.
Atender siempre son serenidad sus preguntas, explicando que es un Ser diferente a todo lo
conocido por el ser humano, por eso es Dios y es ÚNICO, y así como hay muchas cosas del
conocimiento humano que desconocemos (fabricar un avión o un satélite o una computadora),
también desconocemos cómo es Dios, pero sabemos de su presencia y de su amor por sus obras y
la armonía del Universo.
Dedicarles el tiempo necesario para trasmitirle no sólo el razonamiento, sino también la emo-
ción que permita a sus sentimientos desarrollarse y vibrar hacia la conformación de la fe, que lo
sustentará, luego a lo largo de toda su vida.
La idea de Dios se irá sedimentando con los años y al madurar su inteligencia incorporaremos
nuevos atributos.
Por ejemplo alrededor de los 10 años podrá comprender que Dios es también misericordioso,
infinitamente justo, eterno, perfecto, único.
Todopoderoso: Al concepto ya enseñado a los 7 años, brindarle más información sobre los tres
reinos, que él ya podrá comprender y lo maravillarán sobre su grandiosidad. En la literatura
común hay muy buenos libros que nos pueden ayudar al respecto. Compararlo con las cosas
hechas por el hombre y destacar que Dios es hacedor de Vida.
Único: Si bien al niño siempre se le habló de Dios como uno solo, recordarle este concepto, y
que si bien a su inteligencia le es difícil comprenderlo, este aspecto se halla encuadrado entre las
cosas de la vida que no alcanzamos a comprender ni a saber, bástenos por ahora la posición
humilde de comprender, ver y maravillarnos de su obra.
Dios y sus leyes son las que cuidan que haya orden y armonía en el Universo.
Dejar bien en claro que Dios no es Jesús. Este es hijo de Dios como lo somos nosotros.
Aclararle que nosotros, limitados como estamos por 5 sentidos no podemos aún conocer su
naturaleza. Sólo sabemos que es diferente a todo lo conocido por el hombre y que cuando
seamos espíritus mucho más evolucionados podremos tener respuesta a estas preguntas.
Eterno: porque como dijimos antes si es único es eterno, porque debió haber existido siempre.
Inmaterial: en realidad no correcto este concepto. Lo que debemos decirle es que está
compuesto de una materia imponderable, por darle un nombre, diferente a lo conocido por el
hombre hasta ahora. Decimos que es inmaterial porque no es visible a los ojos humanos.
Perfecto: Por la armonía con que funciona el Universo y sus Leyes. Y es más perfecto por
cuanto no hace "milagros" que violen sus leyes para demostrar su grandiosidad. Esta se nos
aparece si tan sólo nos detenemos a analizarla.
Infinitamente justo: el concepto de justicia tiene que ser consecuencia del concepto de amor y
misericordia, porque la justicia la comprenderá el niño sólo a través del amor que advierte en la
manifestación de las Leyes de Dios. Y entramos aquí en otra etapa delicada. Sabrá que hay un
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orden en todas las cosas, un equilibrio en la naturaleza, que hay leyes que actúan sobre la vida
con impecable ritmo, con perfecto ajuste, y que estas leyes emanan de Dios.
El concepto de ley se puede introducir a los 10 o 11 años. Son ellas quienes están en su vida y en
su ser enseñándole cómo vivir, cómo manifestarse y relacionarse con los seres, cuáles son los
deberes que necesita cumplir y todo aquello que le proporcionará su ubicación en la vida, su
evolución, su felicidad. Aquí necesitamos los padres detenernos a reflexionar: en la medida que
nosotros comprendamos y sintamos la justicia de Dios y su misericordia, en esa medida la
transmitiremos a nuestros hijos.
Es importante que comprenda que el amor de Dios se evidencia sobre todo en las innumerables
oportunidades que nos brinda de reparar nuestras faltas, de aprender, de amar, de caernos y
volver a levantarnos, deservir, siempre con la seguridad de que nos ama y no estamos solos en
ese camino hacia la Verdad y el Amor.
Es así que, para explicar conceptos abstractos, los padres debemos buscar parámetros concretos
que los niños puedan entender. Explicar que así como nuestro cuerpo necesita cuidados para
crecer, nuestro espíritu también los necesita. ¿Cuáles son esos cuidados? El pensar bien, el hablar
bien, el análisis de nuestras acciones, ser cariñosos, respetuosos, veraces, responsables, Quién
nos enseña estas cualidades? Nuestros padres. Esa es una forma de demostrarles a los hijos su
amor. Conduciéndolos, enseñándoles y también reprendiéndolos cuando hacen algo indebido.
Es decir que hay una causa que provocó un acto, hay una causalidad.
Así en toda nuestra vida siempre existe una causalidad, que reside principalmente en la forma
que tenemos de resolver las cosas y no en Dios. Dios no castiga sino que brinda innumerables
oportunidades al hombre para que aprenda, que evolucione, que experimente, que se supere a sí
mismo, pero no castiga. Los dolores son muchas veces consecuencia de conductas caprichosas o
inexpertas.
¿ Y por qué decimos que es importante cuidarnos y perfeccionarnos?. Porque nuestro espíritu es
a la vida, como un telescopio a la contemplación del Universo.
Si el telescopio tiene la lente sucia, o rota o mal colocada, nos dará una imagen distorsionada del
Universo, de la realidad. Si nuestro espíritu está muy materializado, si nuestras tendencias
erróneas superan nuestros deseos de bien, no tendremos en claro el sentido de la evolución, la
finalidad trascendente que ella encierra.
La idea de Dios ya no será sólo una idea que anide en su cerebro o en su corazón, sino que
comenzará a ser una seguridad en su vida y abriremos una puerta a la fe y a la esperanza.
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EL ESPÍRITU PROTECTOR.
LA ELEVACIÓN DE PENSAMIENTOS.
Los ángeles son una figura o una entidad que se halla presente en toda la historia de nuestro
planeta. El ángel Gabriel de la Anunciación, el ángel que detuvo la mano de Abraham cuando iba
a matar a su hijo. Un ángel Gabriel también según el Corán le reveló a Mahoma su misión de
profeta, etc., etc.
Estas son apariciones podemos decir, puntuales, esporádicas.
Su misión deviene de la Misericordia y el Amor de las Leyes Divinas y no sólo nos acompaña
en nuestra trayectoria evolutiva sino que nos ama y nos comprende tal cual somos.
A pesar de la distancia evolutiva que existe entre él y nosotros, está muy cerca nuestro, en
comprensión, tolerancia, amor, paciencia, como lo podría estar la madre con su hijo, o el mejor
de los amigos.
En "El Libro de los Espíritus" en el Cap. IX, Intervención de los espíritus en el mundo
corporal",Kardec pregunta a los espíritus.
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Pta: ¿Hay espíritus que se apegan a un individuo en particular, con el objeto de protegerlo?.
Esp: Si, el hermano espiritual. Es el que llamáis Espíritu bueno o genio bueno.
Pta: ¿ Qué se ha de entender por "ángel de la guarda?".
Esp: El Espíritu Protector de un orden elevado.
Pta: : ¿Cuál es la misión del Espíritu Protector?.
Rta: La de un padre para con sus hijos, conducir a su protegido por la buena senda, ayudarle
con sus consejos, consolarlo en sus aflicciones, sostener su valor en las pruebas de la vida
Pta : El Espíritu Protector ¿está apegado al individuo desde el nacimiento de éste?.
Rta: Desde el nacimiento hasta su muerte, y con frecuencia le sigue después de ella en la vida
espiritual, e incluso durante muchas existencias corporales, porque tales existencias no son sino
fases muy cortas con relación a la vida del espíritu.
Pta :La misión del Esp. Protector ¿es voluntaria u obligatoria?.
Rta: El Esp. está obligado a velar por vosotros porque aceptó esta tarea, pero le cabe elegir a
aquellos seres que le son simpáticos. .."
Todos los seres humano tenemos un Protector que se halla ocupado y preocupado por
nuestro progreso.
Porque también gozamos o tenemos Libre Albedrío, es decir somos responsables y hacedores
de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Somos los constructores de nuestras vidas y a
través de ellas consolidamos nuestras conquistas de espíritu.
Si tuviéramos que dar una imagen que refleje la relación del Protector con su protegido, esa
imagen seria la de una madre y su hijo. Porque el niño al lado de la madre se siente protegido, a
salvo de toda contingencia, no siente temor si ella está a su alcance, si se puede aferrar a sus
ropas, a su cuerpo y también el contacto de su perfume personal.
Pero ese niño muchas veces andando la vida al lado de su madre, siente frió, tiene hambre, sufre
las inclemencias, el rigor, la adversidad del medio que lo rodea, y que la madre no puede evitar a
pesar de sus desvelos, de sus esfuerzos y de su propio dolor.
Pero aún así ese niño será capaz de reír, de sentir felicidad, de gozar de la naturaleza, de la vida y
de agradecer lo bueno que también recibe.
Ese niño además, muchas veces se aleja y desoye las advertencias de su madre, pero no pierde
nunca su amor.
Volviendo al terreno personal cambiemos las alternativas de ese niño por las nuestras y
reconozcamos el alejamiento, a veces consciente otras inconsciente, que producimos entre
nosotros y ese Protector, que como una madre, pero con mayor sabiduría y bondad, está siempre
a nuestro lado, sea cual sea nuestro accionar, para influirnos a través de la intuición, proyectando
su fuerza en las elecciones nobles, sosteniéndonos en las situaciones de pruebas y luchas,
respetando nuestro libre albedrío cuando tomamos caminos errados, pero solicito cuando el dolor
nos encauza y reclamamos su ayuda.
El Protector espera con anhelo nuestro progreso, pero al mismo tiempo que nos impulsa
comprende nuestros tiempos individuales.
En su visión de mayor libertad, comprende que el proceso evolutivo se opera de todas maneras.
Si lo tenemos en cuenta, puede intuirnos acerca de los pasos más convenientes. Si persistimos en
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el error, en una medida respeta nuestro libre albedrío y espera que en proceso de reconsideración,
o de crisis nuevamente recurramos a su orientación.
A él podemos acudir en cada momento de nuestra vida, feliz o doloroso, que siempre de una u
otra forma responderá a nuestro llamado.
Como seres humanos deberíamos apelar con mayor asiduidad al sentido de responsabilidad y
amor por la vida, a la nobleza, a la inteligencia, a la generosidad, a la conciencia, para superar
etapa tras etapa, pensando con humildad, que no estamos solo, que recibimos de las Leyes
Universales el amor y la protección que necesitamos para nuestro desenvolvimiento, a través del
Protector, y espíritus familiares, y crear hacia él un sentimiento continuo y sostenido, mediante
una vida interior más activa, enriquecida por las valorizaciones que con sencillez tratemos de
hacer, de todas las circunstancias del vivir.
Los espíritus familiares que nos aman, nos ayudarán en su medida, muchas veces como
intermediarios con el Protector cuando no llegamos emocionalmente a él.
Es el Protector de cada uno el que tiene el alcance y la visión de nuestro pasado espiritual,
las metas a alcanzar y nuestra programación encarnatoria.
Es quien planifica nuestras existencias, en forma inconsciente de nuestra parte, cuando aun no
somos conscientes de las vidas sucesivas, pero a medida que vamos tomando conciencia de la
inmortalidad del espíritu, de la necesidad de progreso, realizamos nosotros mismos esa
planificación con su auxilio, consejo y asistencia.
Así, cuando el espíritu que ya tiene un cierto grado de evolución, trae un programa de vida,
pero durante la encarnación, las limitaciones de la materia, las luchas que producen las
tendencias erróneas, el olvido de nuestro pasado, entorpecen muchas veces la percepción que de
esas planificaciones tenemos.
Es esa una de las muchas situaciones en que el ser humano puede y debe solicitar la ayuda de su
Protector para tratar de intuir esa programación. De allí la importancia de la comunicación con
ese espíritu que tiene mayor grado de evolución, que nos ayuda en cada existencia y por sobre
toda las cosas nos ama.
Es también quien nos recibe en el momento de desencarnar, nos fortifica y nos instruye para
reacondicionarnos nuevamente a ese mundo.
Esto coincide con las investigaciones científicas realizadas en los casos de "cuasi muerte", en
los que las personas que han experimentado ese trance hablan de un ser que los espera, de mucha
luz, y bondad, que les trasmite serenidad y calidez, que les manifiesta que no es su hora y deben
volver a su cuerpo.
Nos dice el mundo espiritual: " No es un ser que por azar se tomó la misión con un espíritu. Es
un ser que consciente de su deber ante Dios, eligió a su protegido para conformar su misión,
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por una causa muy especial, con un sentido universal de sentimiento y con la particularización
de cada persona, porque hasta en eso hay lazos de amor, de afinidad y de los sentimientos muy
puros que materialmente cuesta transcribirlo."
Y reiteran para que no nos queden dudas de sus palabras,'" El Protector de cada uno asumió
esta misión eligiendo a su protegido y esta elección está basada fundamentalmente en un
sentimiento particular que sentía por ese ser."
Partiendo de la base que el Protector tiene una relación muy especial con su protegido, se
puede hacer la experiencia de sentir su presencia. Y el saberse elegido por alguien tan
superior debiera despertar en nosotros emoción, agradecimiento, reconocimiento, para crear o
fortalecer un sentimiento hacia él.
Eso es un descuido de nuestra parte. El Protector está para ampararnos y ayudarnos y es del ser
humano sensible y humilde en una medida, establecer y mantener un contacto con él tratando de
alimentar un sentido valorativo de la existencia.
Constituye un paso de progreso para nosotros tratar de ubicarlo en el nivel de los sentimientos
más caros de nuestra vida y poder sostener una relación íntima de sentimientos y acciones, una
relación personal, directa y fluida con él, aunque nos resulte difícil comprender el afecto que ese
ser espiritual tiene para cada uno de sus protegidos.
Mediante el pensamiento y los sentimientos, que se traducen en las acciones. Somos lo que
somos por nuestros pensamientos y sentimientos, y si analizamos cuál es la mayor parte de los
pensamientos que sostenemos durante el día, podemos medir con bastante aproximación nuestro
grado evolutivo.
Por ejemplo ¿En que medida estamos más preocupados por la armonía familiar, o por los
aconteceres políticos y sociales? ¿Nos preocupa algún aspecto de nuestra personalidad y estamos
atentos a sus manifestaciones o nos rebelamos ante las manifestaciones de los demás sin control?
¿Agradecemos las cosas que tenemos o pensamos casi siempre en lo que nos falta?¿ Podemos ser
felices a pesar de las crisis que nos circundan? ? ¿Qué tiempo le dedicamos a la conducción
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Los pensamientos sostenidos, por Ley de Afinidad, atraen espíritus similares que producen
una carga positiva en la mente y el cuerpo, brindando lucidez y fortificación en el espíritu,
pero eso no es algo que se consiga en un día o dos, sino que requiere toda una disciplina.
Entre los pensamientos cuya disciplina debemos cultivar se halla la oración o elevación que
pensamientos.
"No hay progreso posible sin una observación atenta de sí mismo” dice Denis, en "El
problema del Ser y del Destino".
Y agrega:: "El pensamiento es creador. Y no obra alrededor nuestro influenciando a nuestros
semejantes en bien o en mal, obra sobre todo en nosotros. Modelamos nuestra alma y su
envoltura por nuestros pensamientos."
Es un acto de oración, de íntima comunicación con el Protector, con Dios. Es una forma de
conectarnos con lo superior, de manifestar el ser humano su entrega a ese estado. Por
medio de ella el alma se aproxima a Dios. El objeto de la oración es elevar nuestra alma a
Dios.
Forma parte de la disciplina del pensamiento, y constituye la base de la vida espiritual del
ser.
Decimos elevar el pensamiento, porque significa conectarse con estados evolutivos superiores,
no porque se hallen encima nuestro.
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"La oración es una elevación por sobre las cosas terrenas”, escribe León Denis.
"Pedid y se os dará" dijo Jesús.
Por la oración, el hombre apela al concurso de los buenos espíritus que vienen a sostenerle en
sus nuevas resoluciones y a inspirarle buenos pensamientos, adquiriendo de este modo la fuerza
moral necesaria para vencer las dificultades y encauzarse.
La vida es trabajo, preocupación, y cuando ese trabajo se puede realizar con elementos que lo
facilitan y alivian, ya no es tan arduo, sino que es satisfactorio.
Nos dice el mundo eespiritual: " El ser debe tratar de mantener en el día, a pesar de las luchas
materiales naturales, su pensamiento en conexión con la espiritualidad y esto hace la conexión
con su Protector y la intuición de sus deberes inmediatos y a la superación de sus errores. Se
despierta este estado tan preciado para la evolución.
Debéis tratar de conseguir una valoración de la espiritualidad en vuestra vida, de lo que
significa para el ser encarnado el conocimiento de su camino ascendente y de su destino que
trasciende la materia."
" Con humildad reconocer las limitaciones, pero disponerse a la superación constante día a día
con las pequeñas cosas, con alegría por el futuro, que es la libertad."
Procurar dar la imagen a vuestros hijos y los semejantes del esfuerzo diario en la superación de
las limitaciones, en el trabajo por el semejante, en la caridad, en la proyección que eliges tener
dentro de la institución".
Procuremos ser capaces de advertir en lo sencillo y en lo que nos toca vivir a diario la sabiduría
de la expresión divina que da al ser la posibilidad de vibrar en emociones muy delicadas. Pero
como todos sabemos, nos hallamos en un medio de vida donde se compulsan presiones y factores
que nos alejan muchas veces, de ese estado de oración.
Ttambién es verdad que la serenidad es lo propicio para encarar todas las luchas, a pesar de las
fuerzas y el rigor de algunas pruebas.
La mayoría de los seres humano necesitan aun formar imágenes, es decir algo concreto donde
dirigir su pensamiento, y que hagan de intermediario con Dios, por eso muchas veces recurrimos
a espíritus familiares, al Protector, para hacer llegar nuestro ruego a ÉL
También se puede elevar el pensamiento a espíritus familiares a quienes nos unen lazos de
afecto.
En "El Evangelio según el espiritismo." leemos " "La principal cualidad de la oración es ser
clara, sencilla y concisa, sin frases inútiles, ni lujos, ni pompas. Cada palabra debe tener su
objeto, despertar una idea, conmover una fibra, en resumen, debe hacer reflexionar"...
Merced a la asiduidad con que nos acordemos del Protector durante el día y de la forma en que
lo hagamos, sentiremos su presencia en nuestra vida a manera de intuición, de amparo, de
serenidad, de lucidez, de esperanza.
Procurar tenerlo presente en nuestra vida en todo momento, porque es mucha la ayuda que
podemos recibir de él. Y a través del estudio emotivo, no solo intelectual de las Leyes Divinas y
de su acción en la vida cotidiana, poder llegar a una postura de reflexión valorativa y a una
filosofía interior, que nos permita conformar pensamientos y sentimientos de bien.
"La oración ayuda a mantener el espíritu, y cuando el ánimo está bien, el cuerpo funciona mejor,
Es absurda cualquier idea de que las moléculas cambiarán mecánicamente": reverendo James
Parks Morton, edecán .
En "El Evangelio según el espiritismo" de Kardec leemos: "La oración está recomendada por
todos los espíritus. Renunciar ala oración es desconocer la bondad de Dios es renunciar para sí
mismo su asistencias y para los otros el bien que puede hacérseles"
a) Reconocer: es un recuento de los actos, pensamientos y sentimientos del día. Ser sinceros.
No engañarnos nosotros mismos. Analizar aquellos aspectos que ya nos molesta sostener. El
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análisis de nuestra conducta procurar hacerla con un sentido valorativo, midiendo el alcance de
los mismos con los seres con los que nos relacionamos. Si hemos causado dolor o felicidad, y
si es necesario reparar ciertas actitudes.
Este paso debe hacerse con el Protector.
b) Agradecer: por lo que tenemos, las oportunidades de progreso, la familia, estudio, trabajo,
afectos, porque la vida misma es fuente de aprendizajes, de evolución, de tristezas, y felicidad, y
poder descubrir en los dolores o contratiempos un camino para reflexionar, cambiar, meditar.
c) Pedir: es decir solicitar ayuda y amparo para lo que necesitamos: viajes, unificación,
lucidez, fuerzas, enfermedades. etc.
Es importante que este momento esté revestido de una atmósfera de serenidad y paz .
Por otra parte, la sinceridad, la entrega y la voluntad de cambio, atemperan muchas veces las
situaciones difíciles que tengamos que atravesar.
La ley no es ciega, es misericordiosa y justa. "El libro de los Espíritus" dice "La oración no
puede producir el acto de cambiar los designios de Dios, pero el alma por la cual se ora
experimenta alivio".
Quizás no recibamos la respuesta que esperábamos, pero sí la que nuestro Protector sabe que es
la más oportuna y necesaria a nuestra etapa de vida.
A veces son respuestas inesperadas e impensadas por nosotros, y si volvemos la vista al pasado
podremos reconocer más de una oportunidad en que la ayuda espiritual se hizo presente, aunque
quizás en ese momento no la advertimos.
Lo que sucede es que nosotros vemos sólo una parte de la existencia y una parte de nuestro
proceso evolutivo, y no recordamos nuestros compromisos o planificaciones existenciales, y
éstos son los lo que nos colocan en las situaciones de vida actuales.
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Podemos también, en este acto, desarrollar la fe, fe en nosotros mismos, en el mundo espiritual,
en poder cambiar , en el poder de la evolución y en el sentido de la vida.
De cualquier forma siempre será beneficioso para el ser la elevar de pensamientos y siempre
obtendrá una respuesta positiva.
En un artículo aparecido en el Diario “La Nación” titulado “La ciencia se encuentra con Dios
en la mitad del camino” habla sobre “El poder de la oración: Un experimento realizado hace
poco en una unidad de cuidados intensivos ( en Londres) y publicado en revistas médicas,
ilustra de la nueva tendencia. Los pacientes fueron divididos en dos grupos. Mientras los
nombres de los que componían uno de los grupos fueron entregados en una lista a las iglesias
locales donde los fieles oraban por ellos diariamente, los pacientes del otro grupo dependían
solamente de los médicos. Ninguno de los pacientes sabía a qué grupo pertenecía.
Las estadísticas recopiladas por la investigación demuestran que los pacientes del grupo
favorecido por las plegarias sufrieron menos complicaciones, necesitaron menos medicamentos
y fueron dados de alta en menos tiempo que los del otro grupo. La ciencia, en otras palabras,
demostró que la oración incluso puede hacer lo suyo. Se trató simplemente de una cuestión de
científicos que se internaron en un adecuado esquema mental para desarrollar pruebas
apropiadas.”
El ser siempre tendrá amparo y conducción de las Leyes, sea capaz de elevar el
pensamiento o no, pero el hecho de tener la humildad y la entrega para hacerlo, lo coloca
en una situación más ventajosa para enfrentar la vida. Es como si tuviera más opciones,
más oportunidades, otras perspectivas de vida.
Cabe entonces a los padres iniciar a los hijos desde pequeños en esta disciplina.
¿A qué edad comenzamos a hablar con nuestros hijos sobre la elevación de pensamiento?
A partir de los 3 años ya se puede comenzar en forma continua a hablarle sobre la elevación de
pensamiento a Dios. Explicarle sencillamente que Dios es un ser que no conocemos, pero que
sabemos que existe porque lo hizo a él, a su mamá, a su papá, a las plantitas del patio, las
montañas, a su mascota, y a las cosas que el niño conozca: estrellas, sol, universo, etc.
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Es así que, cuando el niño se retira al descanso, se constituye éste en el momento propicio, en
que, tanto la mamá como el papá, pueden dedicarle tiempo. Es la hora en que la familia se
predispone a la tranquilidad, a la serenidad y podríamos decir a la recomposición de las
actividades del día, al reencuentro.
Con esta disposición llegamos al niño, imbuidos de la ternura y el recogimiento que ese
momento necesita.
Explicarle que elevar el pensamiento es como hablar con Dios, es una forma de comunicarnos
con él, y que necesitamos hacerlo cotidianamente, porque en esa comunicación recibimos una
fuerza especial que nos permitirá sentirnos más seguros, más tranquilos y contentos.
Es conveniente guiarlo en la elaboración de su elevación, componiéndola junto con él. Que no
sea siempre la misma para que no se convierta en algo mecánico y falto de sentimiento. Para
facilitar la concentración, sería conveniente que el niño nos mire, mientras efectúa su oración.
Que sea en voz alta cuando es pequeño, para evitar que se distraiga o divague.
Introduciendo lentamente en los tres pasos mencionados, que podríamos decir, conforman la
elevación de pensamiento.
1) Agradecer: por lo que tiene, por el día que ha pasado, por su familia, por lo aprendido.
2) Solicitar ayuda y amparo: es decir protección para nuestra vida, o para los seres que la
necesitan. Si tiene pesadillas, que pueda dormir tranquilo. Si siente miedo a la oscuridad que pida
ir perdiendo ese miedo, porque nunca estará solito, y así ante cada hecho relevante de su vida.
3) Reconocer: Cuando sea más grande, alrededor de 5 - 6 años por ejemplo, que reconozca los
aciertos del día, y los yerros, sobre todo cuando han sido notorios, y luego cuando haga el
pedido, que pida ayuda para controlar esos estados. Que se formule buenos propósitos para el
nuevo día, aunque luego vuelva a incurrir en el mismo error, pero llegará un momento en que
éste hará un llamado a la conciencia y notaremos cómo lentamente se opera el cambio. Que no
sea un reto o un reproche, sino una amigable conversación para introducirlo en el conocimiento
de sí mismo.
A su vez, los padres debemos aprovechar este momento para pedir lo que consideramos que
más necesita ese hijo, aunque luego lo hagamos nuevamente en nuestra elevación de
pensamiento como matrimonio.
Aquí detengamos un momento y analicemos nuestro corazón, nuestros sentimientos, nuestra
imagen de Dios, y la fe que tengamos depositada en Él. Ello también se trasmite a los hijos. No
sólo educamos con la palabra sino que emocionalmente trasmitimos lo que nosotros sentimos por
la Divinidad.
En ellos se configurará entonces una imagen de Dios más o menos firme, más o menos segura
de su presencia, de su amor y de su justicia, según sea la nuestra.
Procuremos no limitar a Dios, no darle imágenes, ni de una luz, y menos de forma humana.
Diferenciarlo de Jesús.
Alrededor de los 6 a 7 años, según la madurez de nuestro niño, ya se le puede hablar del mundo
espiritual. Que él es un espíritu inmortal, con un cuerpo. Que en ese mundo espiritual hay un
espíritu muy elevado -ya se le habrá hablado de que el espíritu progresa-, que lo ama tanto como
sus padres y Dios, y que se llama Espíritu Protector, y que a él puede recurrir siempre que lo
desee, que conoce sus pensamientos, sentimientos, ve todo lo que hace, lo ama y protege.
Se introducirá al niño en la reflexión, como dijimos, de sus acciones. Pero el diálogo que se
mantenga con él debe tender más a estimularlo en sus esfuerzos que a recriminar sus acciones.
Inculcar la satisfacción que se encuentra en los actos positivos, en el valor de la amistad y la
sinceridad, enalteciendo sus propias decisiones de bien.
Iniciarlo en la reflexión de sus acciones, y sus palabras, como colaboración a la afirmación de
su conciencia.
Procurar que lo realice con serenidad, con sencillez, con sinceridad.
Además, hay otros recursos a los que los padres podemos acceder para amparar y envolver a los
hijos. Cuando son más rebeldes, díscolos, violentos, dedicar nosotros un momento del día y
sostener un pensamiento envolvente para con ese hijo. Que eso sea diario y aparte de la
elevación de pensamiento, hacerlo permanentemente, y también conversar con ese hijo y decirle
que lo amamos a pesar de su personalidad difícil. Eso atemperará su carácter.
Que junto a nuestro pensamiento de bien, vaya nuestro sentimiento de amor de envolvimiento,
de comprensión hacia ese ser que hoy es nuestro hijo y procura, al igual que nosotros, progresar
día a día.
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Es costumbre de esta Institución que al finalizar cada sesión o a veces al comenzar, digamos:
"vamos a pedir amparo". Y lo decimos con tanta naturalidad que la mayoría de las veces, no nos
detenemos a reflexionar sobre qué significa tener amparo.
Las fuerzas de amparo, por lo tanto, son fuerzas imponderables, que pertenecen al orden de las
Leyes Divinas y que son manejadas por el Protector. Actúan en nuestra vida a través del Espíritu
Protector (Utilizamos la palabra, imponderable, porque son energías que el ser humano aun no las
puede analizar, medir, pesar con los elementos que la ciencia cuenta hoy día.) .
Las fuerzas de amparo son de origen divino, por lo que tienen la fuerza del amor y la
solidaridad.
Dice el mundo espiritual: " En primer lugar digo que el Amparo es una Ley universal o Ley Divina
que ejerce su influencia para que todo ser viviente pueda desarrollar su vida en procura de un
crecimiento que lo hace libre. En la medida que el ser adquiera esa libertad, entra en el terreno del
amparo consciente, porque es y se hace responsable de sus actos ".
El Amparo entonces, es una Ley Divina que actúa para que todos los seres podamos desarrollar
nuestros objetivos evolutivos. Y a medida que vamos transitando por la senda del progreso,
adquirimos libertad, conciencia, responsabilidad, adquiere también el amparo, un estado consciente
e individual.
1) Qué significa que todos los seres tenemos amparo: Que toda la vida del ser humano está
atendida y organizada por Leyes que, dado su origen y características, llevan implícita una fuerza.
Fuerza que llega hasta el hombre a modo de estímulo y protección a su vida y también a la misión
que debe cumplir en ella. Fuerzas que actúan, sepa el hombre o no de su existencia.
Pero existen y accionan sobre hombres, mujeres y niños, quienes las reciben como lucidez,
intuición, energías físicas o espirituales.
Podemos advertirla por ejemplo en la niñez, a través de una acción particular de protección que ésta
recibe. "Los niños tienen un Dios aparte", solemos decir. También actúan de manera específica sobre
la mujer en el período de la maternidad, amparando el proceso de la gestación.
La gestación de la vida, la formación de un ser, es un proceso puramente inconsciente para la madre,
quien no tiene que pensar si se forma el pie, el corazón o cada uno de los órganos, ni en cómo se
producirá la unión de ese cuerpo con su espíritu, pero conducido por Leyes específicas y espíritus
superiores.
O sea que, esas fuerzas, que son de orden general, que rigen para todos los seres, pasan a ser una
conquista individual, cuando el ser humano toma conciencia de sus deberes en la vida, cuando se
preocupa por mejorarse y mejorar toda su vida de relación, por aceptar en el sentimiento sus
problemáticas existenciales, cuando entra a comprender las Leyes Divinas con cierta
responsabilidad, esfuerzo y armonía en su vida, entrando así al nivel de absorción de esas fuerzas
que pasan a ser, como decíamos, una conquista individual.
Así, cuando el ser entra al proceso de la evolución consciente, puede absorber y aquilatar para sí
fuerzas impulsivas que son las lo ayudarán en sus luchas particulares. En este nivel, podríamos
definir el amparo, como la armonización del espíritu con las Leyes Divinas. (La armonía siempre
es el bien, la afinidad puede ser en el bien como en el error).
Pero el solo hecho de conocer las Leyes Divinas no potencia esas fuerzas.
Las fuerzas se potencian en el ejercicio constante y consciente por aplicar ese conocimiento, en tratar
de practicarlo y sobre todo debilitando aquello que es violento en los pensamientos, palabras,
sentimientos, o acciones, porque todo lo violento es un lastre para el espíritu.
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Es así que, el conocimiento, ejercicio y aplicación de las Leyes Morales posibilitará que el ser, que
nosotros, podamos acrecentar y aquilatar en forma individual, esas fuerzas.
Toda la evolución de los mundos en el universo, gira al compás de las Leyes Divinas, física y
morales.
Las Leyes Morales, forman parte de las Leyes Divinas, y son tan perfectas como las Leyes Físicas
que gobiernan el universo material.
Existe toda una jerarquía de Leyes, como la Ley de Adoración, de trabajo, de procreación, de
conservación, de transformación o equilibrio biológico, ( que es la que Kardec llama de destrucción),
de sociedad, de progreso, de igualdad, de libertad, de amor justicia y caridad, etc, que abarcan todas
las circunstancia de la vida de encarnado, lo que es esencial al desarrollo de la vida y la evolución,
las cuales en otro momento analizaremos.
Pero podemos decir, que las Leyes Divinas actúan sobre el espíritu, como la piel sobre nuestro
cuerpo, para preservar la vida. La piel tiene la sensibilidad de advertirnos del frío, del calor, de un
corte, una quemadura, y esa incomodidad o ese dolor, nos salva de quemamos, deshidratamos,
morimos de frío etc. Esas incomodidades protegen nuestra integridad física, preservan nuestra vida.
Las Leyes morales actúan sobre el ser humano de la misma forma que la piel, cuidándolo,
advirtiéndole, amparándolo, protegiéndolo, encauzándolo. Y cuando nos cobijamos en ellas y
conscientemente tratamos de cumplirlas, podemos conquistar fuerzas de amparo individuales.
Pero podríamos preguntamos como lo hizo Kardec a los espíritus: ¿Cómo puede el hombre
apartarse de las Leyes morales si no las conoce?. ¿ Es responsable de sus acciones?.
Rta: La Ley natural se halla grabada en el alma de cada uno de nosotros, lo que nos coloca en
igualdad de posibilidades y condiciones. Dios nos dotó de inteligencia para discernir y de
conciencia para actuar. Somos responsables en la medida que despertamos a la ley y traíamos de
cumplirlas o ignorarlas."
Es decir, las Leyes Divinas están implícitas en el ser humano, en la esencia divina que anima
nuestro espíritu y a través de sus facultades: pensar, sentir y actuar, se evidencian en la medida en
que nos esforcemos por comprenderlas y practicarlas.
Si nos remontamos a la historia del hombre, veremos que todas las sociedades, hasta la más
primitiva tuvo normas, tabúes, leyes, que organizaban su vida de relación.
Y en cada familia existen normar de conducta: horarios, vocabulario, tareas, etc., que los miembros
deben respetar para una convivencia armónica. Toda la historia de la humanidad estuvo asistida por
normas o leyes que condujeron su vida moral.
Pero también sabemos que nuestra conducta, pensamientos y sentimientos, no siempre se adecuan a
Las leyes humanas o morales o al conocimiento que tenemos de ellas,
Explica el mundo espiritual: “El espíritu encarna y debe evolucionar como hombre o mujer
mediante las experiencias de la vida. Lo rigen en su evolución por una parte, las leyes del progreso,
que conforman la solidaridad a todo lo creado, y por otra, la ley de Amor que lo protege constante y
solidariamente en el despertar de su conciencia.".(Amparo natural)
Cuando el hombre alcanza el plano de la evolución consciente, cuando se hace responsable por el
conocimiento de la ley, tiene el deber, el compromiso de estudiar las leyes de la vida, y acondicionar
su existencia al bien que va comprendiendo.
Pero mientras ignoramos todo esto las Leyes nos hacen sombra protectora, nada más. "
Nos preguntamos entonces, ¿ la Ley está supeditada a la voluntad del hombre o el hombre está
supeditado a la Ley?
El hombre, no está supeditado a la Ley, es decir subordinado, sometido a ella, porque la ley no es
ciega, es misericordiosa, y ésta para funcionar y actuar, necesita de nuestra compresión, y nuestra
sabiduría. Necesita que los hombres tomemos conciencia de su existencia para poder accionar.
Así, en las primeras etapas del despertar de la conciencia, lo que era instintivo, se va haciendo
consciente y comienza a determinarse por su Libre Albedrío y lo hace en virtud de su propio alcance,
que está limitado por sus tendencias conductuales aún en desarrollo.
Existencia tras existencia va acrisolando su naturaleza espiritual, toma conciencia de su potencial, y
lo usa de acuerdo a sus propias fuerzas y saber, a su comprensión, generando en este proceso
conductas kármicas y aprendizajes laboriosos. Lo que llamamos vivencias existenciales.
El mismo va resolviendo sus vidas, no de acuerdo al verdadero saber, sino en virtud a su propio
alcance, a su propio nivel evolutivo, a su propia experiencia existencia!, que muchas veces es
limitada, porque presionan sus personalismos, egoísmos, ignorancia.
Así, "Las Leyes de causalidad, de justicia, lo conducen, nos conducen, pero no entran a funcionar
sobre nosotros, hasta que no despertemos a la conciencia de las leyes. Entonces primero las
percibimos.. Luego, paulatinamente, y muchas veces a través del dolor, vamos comprendiendo las
Leyes Morales y Espirituales, donde primero, las conocemos, luego las comprendemos y
finalmente las cumplimos.. Y al dar cumplimiento consciente y responsable a la Ley, se entra al
amparo individual de la misma.
Pero todo esto implica un lento proceso evolutivo que acompaña al espíritu en su maduración.
Dada la importancia que el Amparo tiene para la vida, lo analizaremos brevemente a través de dos
Leyes que nos tocan muy de cerca a casi todos.
La Ley de unión:
Podemos decir que la conformación de la familia, es decir el matrimonio con hijos, representan
una fuente que genera energías particulares, que ayudarán a un mejor desarrollo individual, familiar
y solidario.
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" La preocupación por afianzar la unión matrimonial pone al ser en sintonía vibratoria con fuerzas
especiales que puede absorber a través de la toma de conciencia de la responsabilidad trascendente,
que la misión matrimonial brinda al ser", dice el mundo espiritual.
Cada uno, hombre y mujer, pueden tener un caudal determinado de acuerdo a su evolución, pero
mediante la unión matrimonial se van conformando fuerzas propias que tienen una característica
especial, podríamos decir que son fuerzas impulsivas y creativas. El matrimonio, o la pareja
estable, de por si es generadora de esas fuerzas que van ayudando a la conducción de la familia, que
se expande a todos sus integrantes y que también van alimentando y fortificando al hombre y la
mujer en su condición específica, para otras áreas de realización personal.
De allí la necesidad de valorar el estado de armonía y afecto, de comunicación y tolerancia, de
desarrollo del sentimiento de amor, porque sin este acondicionamiento las fuerzas no se generan ni
renuevan.
Esta fuerza, que es originada por la vida en común de dos seres hacia la proyección de la familia, es
similar a la fuerza que genera el trabajo solidario de un conjunto de personas hacia el prójimo,
fortaleciendo las propias fuerzas que ellos están elaborando en su familia.
Cuando se producen situaciones de separación o muerte de uno de los cónyuges, esas fuerzas se
pueden recomponer, a través de nuevas experiencias de vida. Se pueden equilibran con otras
actividades, con los hijos, a través del Protector, siempre que cuidemos que los pensamientos y
sentimientos respondan en consonancia al bien que comprendemos.
Cada acto, pensamiento o sentimiento de bien, produce un estado de fortificación que ampara.
La Ley de Procreación:
Los espíritus nos explican: “La vida, como manifestación de las Leyes Divinas es tan perfecta que
siempre está dando mayor protección de la que podemos imaginar. Hay padres, que conciben al hijo
en forma fortuita, con una negación absoluta de toda protección psíquica y material y sin embargo
nace un niño sano que contradice todas las aparentes reglas de orden moral y emocional. Esto
ocurre con mayor frecuencia de lo que creéis. Ahí está obrando la ley natural, que sobrepasa la
maternidad fortuita y se manifiesta generosa en todos sus atributos divinos, porque la Ley protege al
proceso de fecundación cuando éste no tiene que ser afectado por determinadas causas.
Por ejemplo vemos muchos casos de madres alcohólicas, o drogadictas, o infectadas de SIDA,
cuyos hijos no son afectados por esas dolencias, porque la realización de la vida está primero y si el
espíritu a encarnar no debe atravesar esas circunstancias, no las sufrirá.
Sólo el amor reemplaza a la ley natural. El amor es el sentimiento más poderoso y todo lo
puede, todo lo cambia y transforma para bien. Pero cuando es inconsciente, la misericordia
Divina reemplaza la ignorancia y el error de los padres muchas veces.
" El amparo es la fuerza que crea el amor, el amor consciente y responsable, y cuando éste es débil
en los padres porque recién están aprendiendo a amar en profundidad, está el amparo natural de la
divinidad, que protege la vida de todos los seres.
Hay un amparo divino que protege a todos los seres cuando predomina la ignorancia.
Y cuanto más ha evolucionado el espíritu, más responsabilidades tiene, y también más fuerza y
libertad.
Por eso, no es correcto usar la palabra desamparo. El ser, sea cual sea su condición, siempre tiene
el amparo de las leyes. Así, cuando decimos "tuvo un desamparo", y el hijos sufre algo, es que en
algún caso la conducta, el sentimiento o el pensamiento de los padres, no respondía al amor, en la
medida que ya está en nuestro saber y en nuestra conciencia, por eso el "aparente desamparo
momentáneo". Es la Ley que actúa, que nos llama la atención para que reflexionemos.
Ese " aparente desamparo momentáneo" es consecuencia de la Ley de Amor del Creador, que
acciona para que no continuemos en los errores comprendidos, y analizados.
Por otra parte no es necesario ser perfecto para conducir y educar a los hijos, sino procurar alcanzar
un equilibrio entre lo que sabemos, lo que comprendemos que es bien, y lo que hacemos, sentimos y
pensamos.
Resalta el mundo espiritual: "Al niño hay que envolverlo en amor y alegría, hacerle sentir la
felicidad de vivir, porque es un espíritu que está acondicionándose para su propia superación, para
su propio progreso, y todo el clima en el cual crece, será una fuerza positiva o negativa que
acompañará su existencia..
“Corregir en ellos todo lo que sea destructivo, y además educar. Esto es lo esencial, Educar y
ejemplarizar, emplear la ternura, la paciencia, la firmeza y a veces la disciplina a su vida."
A los padres, nos cabe la responsabilidad de comprender y respetar al hijo en su lugar y condición.
Pero además," por sobre el amparo de los padres está el del Esp. Protector, que es el que gradúa la
acción según las circunstancias. El Protector tiene dominio sobre el espíritu encarnado pudiendo
intuir determinadas cosas, o evitarlas por acción indirecta o directa en otros casos. Hay una
variedad muy grande de fuerzas sutiles, que escapan a nuestra imaginación y saber.
veces, sea rechazada por la acción de la Ley de Causas y Efectos que el hijo va provocando con su
conducta.
En realidad, es un conocimiento que escapa a nuestra comprensión. Pero tengamos la seguridad que
los procesos evolutivos están regidos sabia y misericordiosamente por Leyes que, conducen la
evolución individual y colectiva, a través de delicados mecanismos que la mayoría de las veces
ignoramos, pero que muchas veces podemos presumir o intuir.
"Cada existencia cumple un objetivo preponderante, en concordancia con los factores que
concurren a conformarla, respondiendo a una planificación perfecta de la vida y sus posibilidades.
¿Por qué perfecta?. Porque, y esto siempre refiriéndonos a una existencia de ciertas condiciones de
conciencia, la planificación responde a todo un proceso donde concurren espíritus comprometidos
kármicamente, y que conscientemente entran a participar de un ordenamiento encarnatorio, con
objetivos que en una encarnación, a veces no es dable vislumbrar desde la posición misma de
encarnados ".
Cada ser, desde su lugar de vida cumple un rol importante, está realizando su propia superación, su
evolución y está participando en la familia al apoyar y ayudar en la evolución de los que la
componen. Esto es una realidad de trascendencia, en cuanto al valor que tiene la encarnación.
Propiciar entonces, un estado más valorativo de toda nuestra vida, y mirar para atrás, no para
dolemos, sino para evaluar de qué forma la vida nos fue presentando, con amor y misericordia, los
factores que nos ubicaron en una posición de progreso consciente, y promocionar un sentimiento
más agradecido a Dios y sus leyes, por lo que hemos logrado.
O bien, las limitaciones intelectuales, pueden favorecer muchas veces, el desarrollo de los
sentimientos, demorados en la escalada evolutiva. Y tantos otros ejemplos que podemos buscar.
Son frenos, es verdad, son situaciones de lucha, pero que nos están impulsando al progreso, nos
están, en una forma, protegiendo, y conduciendo hacia una existencia más responsable y libre.
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Lo que sucede, es que el dolor, las pruebas materiales, espirituales, o morales, no las
comprendemos a la luz de la ley de justicia, porque es muy difícil para el ser humano poder
interpretar esta Ley a través de una sola existencia, por eso muchas veces requiere una actitud de fe y
humildad de nuestra parte.
En cambio, el dolor moral que nos provoca pesimismo, desconformidad permanente, no es un dolor
productivo, de promoción del espíritu, es un dolor basado en la incomprensión de ciertos factores
que llegan a la vida para dejar en el ser un conocimiento, cuyo aprendizaje, que de otra manera,
sería muy dificultoso, pero que ese pesimismo, esa rebeldía no nos permite advertir.
El Espíritu Protector, como dijimos, pertenece a un orden evolutivo superior y es quien ante Dios
está encargado de nuestra conducción y tiene de por sí el manejo de esas fuerzas.
Es el Protector quien administra estas fuerzas, las que accionan en forma específica para cada
situación existencial. Son diferentes según las situaciones de vida que atravesemos.
Y así como por ejemplo, cada enfermedad requiere de un remedio específico, para cada situación
existencial recibimos fuerzas de amparo específicas.
Por ejemplo, en los períodos compulsivos de la ley, esas fuerzas tienen una característica, ante los
estados kármicos, presenta otras condiciones, y si actuamos con Libre Albedrío y conocimiento,
hay otras secuencias que determinan un estado de solidaridad.
Así, a través delestado del Esp. Protector, estas fuerzas, actúan sobre los encarnados, de allí la
importancia del contacto diario con él, elaborando una reflexión, basada en la comprensión de que
no todo puede se evitado, sin exigencias a la vida, pero a través de la cual sentiremos contención,
alivio, intuición, serenidad.
" El amparo, es una Ley Divina, que el Protector puede manejar, entra en sus alcances y éste tiene
acción directa sobre su protegido. Esta acción está también relacionada con las luchas y la misión
que este tenga en su encarnación. Y cuando el ser se aviene con humildad a su Protector y en la
serenidad de su corazón recurre a su estado, directamente puede recibir las fuerzas que éste maneja
v que puede hacer llegar a su protegido como fortificación, lucidez, energías para la lucha material
y también fe, esperanza en Dios y en la vida.. Todo ello con humilde disposición a su estado y
también aceptación, en una medida, de su vida".-
Y agregan: " Para que la acción de fuerza se concrete el ser debe propiciar un estado más reflexivo
en su sentir, más reconocido de Dios y con un sentimiento que trate de impregnar a sus actos cierta
armonía y serenidad. Esto es sencillamente lo que necesitamos para merecer la afirmación de un
pedido de fuerzas.
* Serenidad,
* Pacificación en los sentimientos,
* Tolerancia, para poder absorber esas fuerzas
Destacamos la Serenidad:
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" Porque, cuando el ser se halla en medio de la vida donde sufre presiones, factores de lucha y
enfrentamientos, debe comprender que la serenidad es lo propicio para encarar todas las luchas, a
pesar de las fuerzas y el rigor de algunas pruebas. Cuando el ser en su interior se serena favorece
una conexión directa con su Protector para recibir inspiración o intuición.”, manifiesta el mundo
espiritual.
Evitar entonces, toda forma de agresión: gritos, gestos, modales, palabras duras o groseras.
También los rencores, juzgamientos, críticas, rabias, resentimientos, envidias, prejuicios, celos,
calumnias, maledicencias, chismes.
Favorecer estados de amor, responsabilidad y paz. Eso seria lo óptimo. Pero la realidad no es lo
óptimo. Aún así, cada uno en su rol de vida, procurar lo mejor, en un esfuerzo consciente,
brindándose solidariamente a los demás, para conformar esas fuerzas y donde pueda colocarse en
posición de armonizar con las Leyes Divinas.
Cada uno, apelar con mayor asiduidad al sentido de responsabilidad y amor por la vida, a la
nobleza, al renunciamiento, y usar la conciencia y la inteligencia para superar etapa tras etapa,
pensando que no estamos solos, ni olvidados. Que recibimos de las Leyes, a través del Protector y
espíritus superiores, el amor y la protección, la conducción v la misericordia necesaria para nuestro
desenvolvimiento.
Agrega el mundo espiritual: "No os rebeléis ante las pruebas de la vida, porque toda vida está
regida por leyes de amor y justicia, y el espíritu tiene en sí, inmensa capacidad de realización si
recurre a la fe, la humildad, la comprensión y el amor.
No olvidéis que lo más difícil para el ser es el conocimiento de sí mismo. A medida que se avanza y
profundiza en el conocimiento del yo, nos damos cuenta de la bondad de las Leyes y estas
reflexiones profundas nos da sí un poco de dolor sabernos tan imperfectos, pero también una
profunda satisfacción saber que podemos superarnos y alcanzar niveles superiores, donde el
espíritu se realiza en el amor."
Las grandes ramas del conocimiento, religión, ciencia y filosofía, se preocuparon por resolver las
incógnitas que plantea el origen, la constitución y la realidad existencia! del ser humano.-
La religión dominó durante mucho tiempo el planteamiento de la creación del hombre y su postura
frente a Dios.-
Darwin, en la segunda mitad del S. XIX, provoca una revolución en el ambiente científico y
religioso con su teoría de la evolución de las especies, colocando al hombre y a las demás especies
en una escala evolutiva. Contribuye así, a la teoría materialista fundada exclusivamente en las
Ciencias Naturales. -
Pero desde el punto de vista de la Filosofía, el hombre es un sujeto, un yo que tiene conciencia de su
existencia y de los seres y cosas que lo rodean.
El hombre sabe que existe y que existe el mundo. El saber es el fundamento y porque razona, lo
lleva a preguntarse sobre su origen, su esencia y su destino.
Comprendemos que hay una constitución y evolución orgánica, pero lo biológico es insuficiente
para abarcar el concepto integral del ser humano. -
El Espiritismo, como filosofía espiritualista, considera al ser humano compuesto por tres
elementos, con características muy particulares cada una, pero formando una unidad psico-bio-
energética: espíritu, periespíritu y cuerpo o materia.
Estos elementos diferentes, sin embargo funcionan como un todo, en conjunto y en forma
coordinada, constituyendo una unidad: el ser humano.
El hombre es un sistema, un conjunto, cuyos componentes interactúan entre los elementos del
mismo sistema, por encima del funcionamiento individual.
Esta interacción espiritual, fluídica y biológica, proporciona un concepto del hombre en forma
dinámica. Lo espiritual impacta en lo físico, lo físico en lo espiritual.
El mundo físico y el mundo espiritual se entremezclan y son parte de una misma realidad.
Mientras el ser humano permanece en el plano físico, los tres elementos permanecen unidos. En el
momento de la muerte, el espíritu junto con su Periespíritu recupera la libertad, reintegrándose al
mundo espiritual.
CUERPO, ESPÍRITU, PERIESPIRITU, como unidad diferenciadas por sus funciones y propiedades,
pero actuando en el hombre coordinadamente como un todo.
Cuerpo o Materia:
Espíritu:
Por lo tanto, debemos realizar un esfuerzo de imaginación que nos permita acercarnos a su
comprensión, con las limitaciones que tenemos para tratar de explicar desde el plano corporal algo
que no pertenece a dicho plano.
Si afirmamos que no existe nada anterior a Dios y que no hay nada fuera de Dios -causa primera de
todas las cosas-, podemos concluir que los espíritus han sido creados por Dios y a partir de Él.
Por ello consideramos que el alma, fue creada por Dios por un acto de su voluntad.
En su evolución va adquiriendo experiencia y configurando así su perfil espiritual..
Lleva en sí todas las potencias y facultades para desarrollarías, perfeccionarlas y progresar.
Por otra parte, no podemos pensar que Dios haya creado al espíritu tal como se nos presenta, con un
caudal de conocimientos, experiencias, errores y virtudes, es decir con una personalidad elaborada
que difiere totalmente de una a otra.
Esto no responde a las leyes naturales, (nada se origina con experiencia), ya que sabemos que en sus
orígenes las cosas deben ser simples, sencillas e inexpertas.
Tampoco responde al concepto de Justicia que tenemos de Dios, si pensamos que fue capaz de crear
seres totalmente distintos entre sí, favoreciendo a algunos al dotarlos de virtudes y perjudicando a
otros al crearlos con limitaciones.
Es más lógico suponer que Dios ha creado los espíritus simples e inexpertos, libres de tendencias
e iguales entre sí. Lanzados a la evolución y en su peregrinar van configurándose como espíritus.
Periespíritu:
Este es otro componente del ser humano, del que todavía no conocemos todas sus funciones,
porque realmente no podemos medir el mundo espiritual con las Leyes Físicas que conocemos y
manejamos. El mundo espiritual al cual pertenece el Periespíritu, se rige por otras Leyes, porque
otras son sus necesidades, Leyes que podemos presumir, pero cuyo conocimiento y comprensión es
aún muy difícil para el espíritu encarnado.
Según las investigaciones de Kardec, podemos saber que el espíritu tiene una envoltura fluídica,
que lo acompaña tanto en su vida de encarnado como de desencarnado y es justamente la que
posibilita la encamación, es el nexo que une el espíritu con la materia.
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Lo toma del fluido universal de cada globo y por medio de éste, el espíritu obra sobre la materia y
viceversa.
El Periespíritu es entonces el "subtratum", sobre el cual se modela la envoltura carnal, como una
vestimenta que penetra los cuerpos. Es el que asegura la estructura humana y las facciones. Y es
también, el que sirve para formar el rostro del espíritu cuando está desencarnado, para presentarse
ante otros espíritus o ante el médium.
Cuando el espíritu se sostiene caprichosamente en una tendencia errónea, ésta puede producir un
debilitamiento en el periespíritu en la zona que físicamente se halla representado el error, y puede
llegar a producir enfermedades, debilidades, o sensibilidades físicas.
Se manifieste o no, tal o cual tipo de enfermedad, o la intensidad de la misma depende de muchos
factores, algunos kármicos, algunos depurativos, otros por misión, por lo que no debemos juzgar el
dolor ajeno.
Un estudio muy importante al respecto se ha llevado a cabo en el libro "La enfermedad como
camino" de Thorwald de Thlefsen y Rudiger Dahlke y en “Personalidad y Reencarnación” de
Bernardo Drubich.
Lo que pone en evidencia que la ciencia día a día abre nuevos caminos en la investigación de la
personalidad y la interrelación entre soma y mente, aportando en muchos casos conocimientos
científicos sobre hechos filosóficos.
Cada uno de nosotros somos un espíritu encarnado, es decir un individuo constituido o formado
por un espíritu, con su cuerpo y periespíritu, componentes estos que se interrelacionan estrechamente
entre sí, formando una unidad: la persona humana, el ser humano.
Los espíritus somos inmortales, pero tuvimos un principio un origen, que es Dios. Hemos sido
creados iguales por Dios y a partir de EL, aunque, "nada sabemos de cuándo y cómo nos creó".
¿Por qué entonces, si todos tenemos un mismo origen y fuimos creados iguales, somos tan
diferentes?.
A poco que analicemos la vida, podremos deducir que Dios ha creado a los espíritus, no como
somos en la actualidad con un caudal de conocimientos, experiencias, sentimientos, pensamientos,
emociones, tendencias erróneas, virtudes, es decir con una personalidad elaborada que difiere
totalmente una de otra.
Esto no respondería al concepto de Amor y Justicia que tenemos de Dios, o a la armonía y
perfección de las Leyes Divinas, ni a los conocimientos que sobre evolución aporta la ciencia, sino
que es más lógico suponer que Dios, en sus orígenes, creó lo que podemos llamar almas o principio
individual, simples e inexpertas, libres de tendencias hacia el bien o hacia el error, e iguales
entre sí.
En su comienzo, todos los principios individuales son iguales, simples, sencillos e inexpertos, sin
tendencias, pero con la capacidad de llegar a la perfección a través de las experiencias que realizará
en la materia y en ese adquirir experiencias y evolucionar es que esos principios devienen en
espíritu. Es decir que llevan en sí todas las potencias y facultades para desarrollarse, perfeccionarse y
progresar. Esos principios lanzados a la evolución, en su largo peregrinar, y experiencias de vidas
mediante, van configurándose en espíritus.
Hacer experiencias, aprendizajes, para así progresar, evolucionar, desarrollar esas potencias que
se hallan encerradas en ese principio evolutivo, en el alma.
Para acceder al progreso, los espíritus necesitamos imprescindiblemente hacer experiencias,
aprendizajes, ensayos y errores, y éstos sólo se logran, se realizan, estando encarnando.
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¿Por qué es así?.¿ Por qué debemos encarnar para progresar y no podemos hacerlo desde un
comienzo en el mundo espiritual? ¿Es realmente imprescindible encarnar para evolucionar?.
Son estas necesidades las que proveen las distintas circunstancias para hacer experiencia,
aprendizajes, desarrollar sus sentimientos, su inteligencia, la habilidad para actuar, el amor, en fin
para ejercitar sus potencialidades de espíritu.
Además, el espíritu es inmortal, la materia no. La vida material es finita, la vida espiritual no.
En la vida de encarnado la sensación de finitud, de tiempo, de límites, es lo que nos impulsa al logro
de determinadas cosas, a la concreción de ciertos objetivos de vida, a la realización de ciertos
esfuerzos, en un lapso determinado, a trazarnos metas y tratar de lograrlas, de alcanzarlas..
En el mundo espiritual, regido por otras Leyes, no existen las necesidades físicas, propias de la
materia, ni la muerte, por lo que el espíritu en sus orígenes, inexperto e ignorante aún de la necesidad
de progreso, podría quedar “como detenido en su evolución”. La inmortalidad le brindaría en sentido
figurado, "infinito tiempo" para desarrollarse.
La encarnación, es la forma más sabia para que el espíritu aprenda a desarrollar sus potencias, para
que plasme en él los conocimientos, para que cultive los sentimientos, para probar sus propias
fuerzas y convicciones, para forjar su personalidad.
La necesidad de subsistir creada por la materia, nos impulsa al progreso material, moral y
espiritual.
La toma de contacto con el que será su cuerpo, se opera en forma progresiva y gradual, a través del
periespíritu.
Pero no sabemos aún exactamente en qué momento comienza esa contactación espíritu- materia.
Y si bien no sabemos con precisión en qué nivel de gestación de la materia se dan los primeros
enlaces espíritu, periespíritu, materia, para dar lugar a la encarnación de un espíritu, sí podemos
suponer, que la contactación de estos tres componentes, se da luego de la fecundación.
O sea que el proceso físico material, que dará origen a la vida de un nuevo ser, es anterior al
proceso espiritual, al menos en nuestro plano, lo que no quita que el espíritu a encarnar, pueda
estar rondando, el hogar donde nacerá siguiendo una planificación existencial previa.
Primero es el proceso de la fecundación y luego el de la encarnación.
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Si bien en cada encarnación son las mismas leyes las que intervienen, diferentes son los resultados,
es decir el ser humano que nacerá, porque diferente es el juego de los elementos que se conjugan en
dicha encarnación.
Tenernos por un lado la herencia biológica aportada por los padres, por otro la herencia espiritual
que trae el espíritu, más el entrelazamiento que de ellos hace el periespíritu, más las Leyes Divinas
que contemplan cada situación de vida, cada necesidad espiritual y en una medida el Libre Albedrío
del espíritu, por lo que cada unión dará por resultado un individuo único, y especial.
El nuevo ser será un individuo inédito, nuevo, único en su especie. Pero ninguna encarnación queda
librada al azar.
Así por ejemplo, podemos deducir que: si esa unión del espíritu con su cuerpo se inicia al poco
tiempo de la concepción, permitirá al espíritu plasmar mejor lo que él es como espíritu en el que será
su cuerpo y podrá trasmitir mejor su personalidad En cambio, si una gran rebeldía o desconformidad
a la encarnación, u otro motivo, demoran este contacto, la materia se irá modelando, según los
aportes hereditarios y las leyes biológicas, y el espíritu se verá menos representado en su cuerpo,
porque su influencia para modelarlo fue menor.
De cualquier forma el espíritu no puede hacer lo que quiere con su materia, no la puede modelar a
su antojo. Hay Leyes biológicas - que también son divinas- que debe respetar, que gravitan e
influyen en sus deseos y anhelos, y Leyes Divinas que proveen los estímulos o a veces limitaciones,
que ayudan al espíritu en su meta de superación.
Y son estas diferencias, ese no ser a veces él mismo, una de las más importantes fuentes de
aprendizajes existenciales, y uno de los mecanismos evolutivos de los que se valen las Leyes
para favorecer el progreso, para favorecer la evolución, porque de lo contrario el espíritu siempre
seguiría haciendo lo que conoce, lo que le resulta fácil, lo que le gusta, lo que sabe, no planificaría
dificultades, y son justamente los obstáculos los que impulsan su progreso.
Otras veces también, la materia puede presentar limitaciones intelectuales o físicas que no tienen
antecedentes heredo-biológicos sino que obedecen a planificaciones espirituales en función a las
experiencias de vida que deberá cumplimentar o de pruebas que necesite o planee atravesar ese
espíritu y su entorno familiar. Esto son sólo algunos ejemplos.
Kardec, en su libro "Obras Póstumas" describe así este proceso:" Luego que ha tenido lugar la
concepción se apodera del espíritu una turbación especial, ( como cuando entramos en el sueño) sus
ideas se ofuscan... y esa turbación va creciendo a medida que el lazo de unión del espíritu con el
cuerpo se estrechan más y más, siendo completa en los últimos tiempos de la gestación, de tal suerte
que el espíritu no es nunca testigo del nacimiento de su cuerpo. Nace el niño, respira y la
turbación desaparece paulatinamente y las ideas renacen,... las facultades que deben ejercitarse en
la nueva existencia, no se manifiestan súbitamente en el momento de nacer, sino que se desarrollan
gradualmente en los órganos destinados a su manifestación".
Durante ese período de turbación, el espíritu también paulatinamente olvida su pasado, tanto de su
vida en el espacio, como de sus otras encarnaciones, disponiendo así de una nueva oportunidad de
aprender, de un transitar la vida sin el agobio de un pasado que en esta etapa evolutiva le resultaría
muy difícil sobrellevar.
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Tenemos así, la oportunidad de compensar ese, pasado a través de una nueva familia,- quizá con
viejos lazos-, sin la sensación de angustia o vergüenza de convivir o compartir con quien fuimos
capaces de dañar, o por el contrario, quien nos hirió a nosotros.
Es parte de la misericordia de las Leyes.
También nos olvidamos de las planificaciones que realizamos como espíritus en concordancia con
nuestro Protector, pero a las que podremos acceder en forma de intuición, si mantenemos el contacto
con él.
Muchas veces estas planificaciones incluyen pruebas y dolores que acelerarán nuestra despertar
evolutivo, ampliarán nuestra comprensión de los seres y las situaciones, pero que indudablemente
llegado el momento de atravesarlas quisiéramos echamos atrás, porque una cosa es la planificación
en el mundo espiritual y otra el tener que experimentarla, por lo que el recordarla nos anularía, nos
quitaría la libertad de decidir y hasta la alegría de vivir. Allí también la misericordia del olvido, que
nos permite vivir con plenitud la vida, sin la angustia de rememorar lo que muchas veces planeamos
atravesar.
Por ello no juzguemos ni el dolor, ni las miserias humanas, porque no sabemos si obedecen a una
planificación inconsciente o consciente del espíritu, si es por compensación de un pasado doloroso, o
para completar etapas superiores de evolución, pero cada espíritu encarnado, al igual que nosotros se
esfuerza y lucha por alcanzar el bien, la libertad, el amor.
Esta programación varía según el grado evolutivo del espíritu y la libertad de que goce, pero toda
encarnación siempre obedece a Leyes Divinas y el espíritu armoniza con ellas en la medida de sus
posibilidades, conocimientos y evolución.
En los niveles inferiores, donde la evolución es inconsciente, el Protector y espíritus superiores,
planifican la misma, brindándole las oportunidades necesarias para su progreso y aprendizaje. En
esta etapa muchas veces los espíritus son tan materializados que no alcanzan a advertir la diferencia
entre la encarnación y la vida espiritual, y pasan de una a otra, sin darse cuenta de la diferencia y por
impulso de las Leyes que lo conducen e incentivan a realizar ensayos, a acumular experiencias.
Es decir, mientras el espíritu permanece en la ignorancia de la finalidad trascendente de la
existencia, pero va, mediante el proceso de la reencarnación, adquiriendo experiencias, es protegido
y conducido por las Leyes Divinas, aunque las ignore. Ellas lo llevan a su despertar espiritual, hasta
que él mismo se reconoce espíritu inmortal. En ese momento, empieza transitar el camino de la
evolución consciente, busca el conocimiento y el saber que lo habilite para su libertad.
* La Ley de Amor, es la ley soberana por excelencia, porque en ella se conjugan los más altos
valores del espíritu. Es el camino imprescindible del progreso humano y de ella emanan los otros
estados que conducen la vida del hombre, y junto con la Ley de Progreso, y Misericordia, impulsan y
promueven permanentemente al ser, arbitrando los mecanismos necesarios para protegerlo de sus
propias tendencias erróneas, pero no dejando que se estanque en su carrera ascendente.
Es así que, toda manifestación de vida en cualquiera de sus niveles implica un acto de amor,
consciente o inconsciente.
Impulsado por esta Ley, el espíritu entra en la evolución, desde su origen mismo.
La Ley de Amor brinda al ser protección, tiempo y oportunidades, y a la vez que lo compromete a
dar.
La Ley de Progreso nos impulsa a la conquista del amor, la humildad, el espíritu de servicio y todos
aquellos pensamientos, sentimientos y actitudes que hacen a la elevación del espíritu.
Nadie queda rezagado, nadie queda marginado, porque cada vida, sea cual sea su solución, es
plenitud evolutiva, que conduce al ser a su meta de amor, libertad y saber.
Las oportunidades de progreso son para todos, para los espíritus que encarnan en los países
desarrollados con su cuota de bienestar, de saber, de trabajo, de educación, de posibilidades de
investigación y también sus lacras sociales, y para los espíritus que lo hacen en los países
marginados donde el hambre, las enfermedades son la moneda comente y donde la vida parece no
tener valor. Donde nos preguntamos, por qué un espíritu encarna en esas condiciones, cuál puede ser
su oportunidad de progreso. Sin embargo cada uno de esos seres marginales, sufrientes y miserables,
también está progresando, también responde su vida a una planificación divina, y también su
existencia tiene su cuota de misericordia y amparo, ya sea reflejada en su corta duración, o por el
desconocimiento de otro tipo de vida, como por la ignorancia que lo limita, o por la presencia de
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espíritus misioneros como Gandhi, Mandela, Schweitzer, Teresa de Calcuta, el Dr. Maradona en
nuestro país, Médicos sin Fronteras, u otros anónimos o no tanto, que se preocupan por sus
necesidades, y luchan tenazmente por la dignidad del ser humano o para brindar alivio a su pobre
existencia.
Otras veces nos preguntamos qué experiencia puede recoger el espíritu de la violencia , del odio y
de la destrucción. Pues la experiencia de su propio dolor, del desengaño de esas actitudes como
mecanismos de progreso, que hará que aun en esos seres, el proceso evolutivo se cumpla y descubra
el bien.
* La Ley de Afinidad: La afinidad de los esp. se da tanto en el bien como en el error, a diferencia de
la armonía que se da sólo en el bien .
En virtud de esta ley los espíritus tratarán de encarnar en los ambientes que por sus tendencias
erróneas o de bien, gustos, afectos, experiencias, deseos de progreso, le sean afín. Así se van
conformando las familias, donde estaremos unidos y relacionados tantos por afectos como por
rencores, deseos de bien o de ambición, rebeldías, amor, pero siempre obedeciendo a una
planificación de progreso.
Y así como se evidencian afectos o simpatías también se pondrán de manifiesto enconos y
antipatías, que pueden tener su causa en existencias anteriores, las que a veces se mantiene durante
toda la vida, pero que debido a los lazos de afecto que unen a los seres, se encuentran atemperadas o
suavizadas por la situación.
Se encauzan así los sentimientos más duros, se compensan las deudas y a través de la convivencia
se planifican nuevas posibilidades de vida.
* Las Leyes de la Herencia: Son las leyes derivadas de la biología, donde cada ser tendrá un
cuerpo, una materia organizada a partir de los componentes heredobiológicos de sus padres y
ancestros, según las leyes de la herencia, pero en conjunción, naturalmente, con las anteriores.
Por ejemplo, los hijos de las personas alcohólicas o drogadictas o infectadas de H I.V., tienen más
posibilidad de ofrecer al espíritu a encarnar una materia con deficiencias, debilidades o limitaciones,
y esa situación de vida, no será casual ni fortuita, sino que estará íntimamente ligada a las leyes de
Amor y Progreso en primer término, de Justicia o Causalidad luego, lo que no quita la
responsabilidad de los progenitores de su actuar equivocado, y del que en su momento deberán
responder.
Pero hablamos de posibilidad, porque si el espíritu a encarnar no necesita atravesar esas
situaciones limitativas, no las atravesará.
Por eso hablamos de posibilidades. El mundo espiritual nos dice:" El niño en formación está bajo
las Leyes Divinas, que en todo son armonía y si el espíritu que encarna no tiene que pasar o
absorber determinadas sustancias negativas que alterarían fundamentalmente su organismo, tiene
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su protección, porque no se encarna para someterse a los caprichos del error, si no hay una causa
que lo justifica.".
Otras veces, la materia puede presentar limitaciones intelectuales o físicas que no revisten
antecedentes heredo- biológicos, sino que obedecen a planificaciones evolutivas previas.
No nos quepan dudas sobre la causalidad de cada encarnación, aunque muchas veces el dolor y la
angustia acompañen tramos importantes de la existencia, porque este dolor, sea físico o moral,
también está contemplado por el amor de las leyes y también tiene su cuota de misericordia, que a
veces no alcanzamos a descubrir.
Tengamos la certeza que la encarnación de los espíritu, nuestra encarnación, está regida por un
armonioso y delicado entrecruzamiento de Leyes.
Nada es casual o azaroso, ni se halla reñido con el indispensable Libre Albedrío que los espíritus
gozamos y que es el que le confiere responsabilidad e individualidad a la existencia.
¿Cómo se compaginan el Libre Albedrío del espíritu con la justicia de las Leyes Divinas, que
conducen nuestra evolución.?
Las Leyes nos proporciona el medio, el hogar, el cuerpo, las condiciones y el ambiente necesario
para que nos desarrollemos como espíritu, y a veces también las pruebas, pero las decisiones de
cómo usufructuemos ese medio, los sentimientos que desarrollemos, los pensamientos que
cultivemos, las inclinaciones, las actitudes que adoptemos, si acrecentamos, valoramos o
desaprovechamos las oportunidades, en fin toda la gama de soluciones de vida que podamos
enunciar, responderán a nuestro caudal espiritual y a nuestra decisión personal.
Es nuestra responsabilidad en el ejercicio del Libre Albedrío.
Podremos equivocamos, acertar, avanzar, detenernos, pero nunca retroceder y en toda esa marcha,
ese despertar hacia lo trascendente, el ser hace experiencia, amparado e impulsado por las Leyes que
vigilan su desarrollo y lo conducirán a que transite la senda de la evolución con mayor conciencia,
con mayor responsabilidad, con más libertad, con más firmeza en el bien que va comprendiendo y
ejerciendo con mayor amplitud su Libre Albedrío.
Es así que cuanto menos evolucionado es un espíritu, tiene menos Libre Albedrío y se halla más
conducido por su Protector y por las Leyes, y a medida que evoluciona ejerce con mayor libertad el
mismo.
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Otra Ley que se cumple mediante la encarnación de los espíritus, es la Ley de Procreación
Esta Ley es básica, porque en ella propicia y favorece el desarrollo los más altos valores del espíritu.
Es el camino imprescindible del progreso humano. Pero la realidad muchas veces la desvirtúa, y en
este principio de milenio observamos el cumplimiento de esta Ley bajo diferentes estados
vibratorios. Desde aquellas parejas, que la sobrellevan sin trascendencia en la trayectoria de su vida,
aceptando al hijo como resultado de la unión, y las otras en que la Ley llega a ser motivo de
rebeldías a Dios, llegando al crimen del aborto o al desinterés por el hijo.
En otras etapas evolutivas, hallamos formas más elevadas de dar cumplimiento a la Ley, realizada
con espíritu de sacrificio, de amor, de abnegación, en base a la comprensión de su trascendencia y de
la necesidad del hijo, como una forma de favorecer nuestro desarrollo emocional.
Dado lo delicado que es el proceso encarnatorio se preguntó al mundo espiritual lo siguiente: ¿ Qué
influencia tiene en el hijo, el hecho de que el acto conceptivo sea consciente o inconsciente?.
Esp: "Toda obra hecha conscientemente está más solidaria al progreso y a la libertad del espíritu.
El acto consciente influye y el sentimiento de amor ya envuelve al espíritu que va a encarnar y que
se siente recibido con cariño.
En el acto inconsciente, si no hay un rechazo o un sentimiento, de rebeldía o de mal, la Ley se
cumple normalmente, y esto se puede luego subsanar en el desplazamiento de ternura al ser que ya
está tomando encarnación.
Y agregan: "...la Ley protege el proceso de fecundación cuando éste no tiene que ser afectado por
determinadas causas"
:... la vida como manifestación de las Leyes Divinas, es tan perfecta que siempre está dando mayor
protección de la podéis imagina....
" El espíritu que encarna trae sus defensas y sus debilidades que afectan en la medida que
encuentra resonancia en el proceso de afinidad del error.
Pero esto no es una disculpa para los padres, sino una grave responsabilidad por haberlo
secundado, contribuyendo al dolor de las depuraciones y no a la defensa de ellas, por medio del
atemperamiento del error y su nueva protección fluídica que debe darle como patrimonio de su
paternidad."
Más adelante explican:" No alcanzáis a comprender aún cuan importante es para la evolución
humana la ley procreativa, en su fase de concebir, amamantar, criar y educar al hijo.
Esta ley es poderosa, porque en ella se conjugan todos los más altos valores del espíritu. Es el
camino imprescindible del progreso humano. La concepción del hijo, el alumbramiento, la
amamantación, la crianza y educación, está respondiendo a los más altos niveles del progreso del
espíritu, claro está que aquí en vuestro mundo cada uno la cumple como sabe y como puede, pero
cuando la conciencia ha llegado a incursionar en las leyes divinas de la creación humana, del
advenimiento de un ser a esta vida, es maravilloso ver el proceso de repercusión que tiene en el
mundo espiritual el amor con que cada uno cumple esta función que a veces la denigráis con
desdén. Decidme: hay algo más hermoso que dar vida y ayudar a vivir, que es decir amar y saber
de las cosas de Dios."
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Además de las Leyes, existen otros factores a tenerse en cuenta, que también gravitan en la
encarnación de los espíritus; factores que no siempre son debidamente considerados, pero no dejan
de tener su incidencia por que hacen a los sentimientos y pensamientos que tanto consciente como
inconscientemente se alimentan y de los cuales somos responsables.
Por ejemplo el clima de receptividad y el ambiente de armonía con que se recibe al nuevo ser.
Así por ejemplo, la desconformidad es uno de los estados que más directamente afectan el espíritu
del niño en formación.
Con respecto a estos estados o a otros errores muy fuertes, podemos decir que la influencia psíquica
o espiritual es muy grande y determina reacciones posteriores porque se han grabado en la psiquis o
en el periespíritu.
Si el espíritu que encarna es afín en su evolución a la madre, estará sometido en gran medida a
todas sus reacciones.
Si el espíritu supera la evolución materna, lo afectará en menor medida y pueden perdurar las
molestias hasta que trascienda la primera infancia.
Por eso cuando el embarazo se ha producido, sin pensarlo o sin quererlo, si los padres y la madre
especialmente se dispone a recibirlo con conformidad y amor, comienza el proceso de la gestación
bajo un estado pacífico.
Y si el espíritu a encarnar trae de su pasado estados negativos de esa índole, con un temperamento
pacífico y amoroso de la madre, se debilitan.
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De no ser así, los estados sostenidos de rebeldía, rabia o desconformidad, hacia ese hijo, se
evidenciarán más tarde, sobre todo en la adolescencia, por las rebeldías o enfrentamientos que
manifieste hacia sus progenitores, u otras situaciones específicas de vida.
Pero lógicamente no todos los casos son iguales.
También están los espíritus díscolos y rebeldes que encarnan en hogares armoniosos por Ley de
Amor y Caridad, para ser iniciados y envueltos en el bien, aunque muchas veces, a pesar de ello,
siguen aferrados a sus estados erróneos, hasta que la existencia los enfrenta al dolor, la madurez, el
desengaño o experiencias de vida, que lo encauzarán más conscientemente a la reflexión.
Estos son sólo algunos ejemplos de la casi infinita combinación que se produce en cada
encarnación entre, el cuerpo físico aportado por los padres, el espíritu, el periespíritu, y las leyes que
conducen su evolución.
Como madres nos preguntamos entonces: ¿Qué hacemos si sabemos que tenemos errores muy
fuertes de los cuales no podemos sustraemos? ¿Hay alguna forma para que no perturben la psiquis
del niño?.
Si, la hay.
Al igual que el espíritu de nuestro hijo, estamos en el largo camino de la evolución, no debemos ser
perfectas para ser madres, pero sí conscientes de nuestra personalidad errónea, de allí nuevamente
la trascendental importancia que tiene el conocimiento de nosotros mismos, porque "la conciencia
sincera del error, da a la madre la fuerza aislativa necesaria para preservar a su hijo, si el
amor es superior al error".
Así el reconocimiento sincero del error y el deseo de superarlo actúan como paliativo del mismo. A
través de ese análisis procurar una valoración de la vida, de sus oportunidades de progreso, y buscar
todo lo bueno que ella nos ofrece para crear, desarrollar o acrecentar nuestro caudal espiritual y
desplazar un sentimiento de agradecimiento para poder sentir alegría de vivir, que es optimismo y
fe: fe en la superación y fe en la fuerza poderosa del amor y el progreso.
Esta disposición favorece un atemperamiento de los estados violentos y rebeldes de ambos
espíritus, el de la madre y el de su hijo.
La responsabilidad específica incluye además, el control de la salud, pues sabemos que la ingestión
de drogas, alcohol, cigarrillos, tanto del padre como de la madre, pueden tener consecuencias físicas
para el hijo.
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Otro de los estados preponderantes que se graban en el espíritu del niño en gestación y lo afectan
directamente es el amor. El amor es el sentimiento más poderoso. Todo lo puede, todo lo cambia y
transforma para bien. Es la llave que abre el camino del progreso..
Tal es su importancia y trascendencia que Ortega y Gaset expresa:" Con la moral corregimos los
errores de nuestros instintos y con el amor, los errores de nuestra moral"
Esta influencia que recibe el niño en formación también ha sido comprobada en los trances de
regresión hipnótica, donde la persona manifiesta sentimientos o estados emocionales, miedos,
angustias, o felicidad, que experimentaba como feto, captados de los sentimientos y estados
emocionales de la madre.
Las leyes se cumplen siempre protegiendo y compensando los estados que la ignorancia, el
descuido o el error de los padres no pueden o no saben cumplimentar.
El plano espiritual está más organizado que el nuestro en todo lo que hace al desenvolvimiento de la
vida individual y social. Así, en el caso de la adopción, el espíritu del hijo, entra también dentro del
impulso de las Leyes antes mencionadas: de Progreso, Amor, Afinidad, Causalidad y es cobijado
también por otras, que devienen de la Misericordia de Dios .
Casi siempre el que adopta lo desea intensamente y lo ama, y el que lo da no lo desea ni lo ama, el
niño pasa a ubicarse bajo la irradiación fluídica de los nuevos padres.
"Sólo el amor reemplaza a la Ley Natural", y, cuando las carencias de los padres tanto
biológicos como adoptivos, son inconsciente, la Misericordia Divina reemplaza la falta de
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Como vemos las Leyes de Amor y Progreso son soberanas en la planificación existencial para la
encarnación de todo espíritu. Siempre el progreso, el amor y la misericordia priman por sobre toda
actividad humana. Esa es una de las razones por la que el proceso de la gestación no es organizado ni
planificado por la inteligencia humana, sino por las sabias Leyes Naturales, para dar mayores
oportunidades de realización a los espíritus que encarnan.
Cada nueva existencia es fuente de aprendizaje tanto del medio familiar y social, como de su
nuevo cuerpo, que lo enfrentará a nuevas experiencias, a limitaciones o estímulos que serán motivo
de freno de las tendencias erróneas, o bien favorecerán el desarrollo de otras que aún se hallan
débiles e incipientes en su comprensión.
Cada uno de nosotros, en nuestra condición de espíritus, debimos y deberemos esperar
oportunidades o circunstancias propicias para encarnar, acorde a nuestro progreso, a nuestras
necesidades y posibilidades.
Cada etapa de vida es valiosa por sí misma, porque encarnar no es sencillo para el espíritu
Por otra parte siempre se está a tiempo para empezar de nuevo, para cambiar el rumbo, para sembrar
nuevamente...
Esto debe impulsar al ser a aprovechar al máximo cada encarnación, con una conciencia profunda
del deber y cumplir en ella lo más generosamente posible con todas las tareas, circunstancias o leyes
que contribuyan a darle libertad al espíritu.
El niño esperado será un nuevo ser, inédito, único, al que se debe amar como es y no como
desearíamos que fuera.
LA DESENCARNACIÓN.
El ser humano es la única especie del planeta que tiene conciencia de lo inevitable de la
muerte. Las otras especies, a la muerte no la buscan ni le temen, sólo la experimentan.
¿Qué es la muerte?. ¿Qué es lo que muere? ¿Qué significa desencarnar? ¿Qué sobrevive al trance
físico de la muerte?. ¿Cómo se opera este proceso?.? ¿Es doloroso?. ¿Qué factores influyen en él?.
¿Qué nos ocurre después de la muerte física?
En primer lugar debemos aclarar que ser espírita no quiere decir que uno no sienta el dolor que
produce la desencarnación. Ese dolor es natural y deviene de la separación momentánea, transitoria
de los seres que amamos, porque significa que dejaremos de verlos, de hablar, de compartir, de
abrazarlos, de escucharlos, de tener la sensación física de su presencia, y ello naturalmente deja un
hueco que lleva su tiempo poder recomponer.
A lo que nos debe ayudar este conocimiento u otros similares, es a comprender que la separación es
momentánea, a tener la certeza de la inmortalidad, a que igual podemos comunicarnos con ellos a
través del pensamiento y del sentimiento. A saber que cuando el espíritu recobra sus fuerzas
naturales en el mundo espiritual podrá asistirnos a través de la intuición, la serenidad, la fortificación
fluídica. Que los sentimientos que se cultivaron no se pierden, y que es importante la serenidad, la
calma, la entereza, la conformidad, que vayamos logrando a medida que transcurre el tiempo, porque
ello ayudará también al ser que desencarnó, a conseguir la suya.
¿Qué es la muerte?
La muerte, es un proceso natural que forma parte de nuestra evolución, que forma parte de la
vida.
Según la biología, la muerte es el precio que paga la vida por el incremento de la complejidad
estructural de un organismo vivo, ya que los seres vivos de las especies relativamente simples- como
por ejemplo unicelulares vegetales y animales como las algas, amebas, paramecio y otros, - al llegar
a determinada edad, se dividen, dando lugar a dos nuevos organismos, a dos nuevos seres, y así
sucesivamente- por lo que podríamos decir en cierta medida que esa materia es inmortal, porque
antes de envejecer y morir, se va dividiendo continuamente, prolongando así la vida en nuevos
organismos, en nuevos seres.
Pero a medida que la vida en nuestro planeta fue adquiriendo mayor complejidad estructural -
aparición de órganos, sistemas -, como resultado lógico y natural de esa evolución material,
sobreviene la muerte de los organismos, que sufren la acción de los depredadores, enfermedades o
el deterioro de la vejez.
Y esa sustancia gris, ese neocórtex permitió también, a esos espíritus que encarnaron en los albores
de la civilización, el desarrollo de la conciencia y la toma de conciencia de la realidad de la
muerte, de la finitud de la vida, y buscar, por ende, los propósitos o el sentido de la vida, así como la
adquisición de otras capacidades, derivadas de esa mayor complejidad cerebral, como la confección
y el uso de herramientas, el desarrollo del lenguaje, la creación de la escritura, el desarrollo de los
sentimientos.
Y el interés por la muerte, lo llevó también , a preocuparse por lo que sigue a la muerte.
Así, tanto las culturas humanas del Paleolítico, como posteriormente las del Neolítico, ya
sepultaban ceremonialmente a sus muertos, al punto que los restos arqueológicos más numerosos de
esas épocas, consisten especialmente en tumbas, sepulturas, urnas funerarias para preservar las
cenizas o los cuerpos de los muertos, momias- tanto peruanas como egipcias.- y ofrendas mortuorias
como utensilios, adornos, alimentos, que evidenciaban la trascendencia y el respeto que ella les
inspiraba. Pruebas fehacientes, por otra parte, de que nuestros lejanos antepasados de más de 60.000
años, esperaban y creían en una vida después de la muerte.
La muerte entonces, es el resultado natural del "desgaste" que sufre la materia como consecuencia
de la complejidad biológica estructural que fue adquiriendo la vida en nuestro planeta.
Y la conciencia de la muerte, es el producto lógico de esa madurez, de esa complejidad evolutiva
orgánica que permitió a los espíritus que encarnaban, hacer las experiencias al respecto..
El Dr. Rubén Bild, tanatólogo argentino- disciplina que se ocupa del fenómeno de la muerte en sí,
como un proceso más del ciclo vital del individuo y también de los fenómenos psíquicos que se
producen frente a la situación límite- manifiesta. "La muerte es un tema eludido, soslayado, negado
por nuestra sociedad moderna, que ha hecho un culto de la juventud. Olvidamos que es una parte
de la existencia, como el nacer, y que también en esa etapa final puede haber crecimiento y
desarrollo. No es una enfermedad que debemos conquistar como a un enemigo, ni una prisión de la
que debemos escapar. Los que han tenido la fortuna de que la muerte les avisara su llegada por
anticipado, tuvieron una posibilidad más de llegar a ser, en esos postreros momentos, plenamente
humanos."
La Dra Elisabeth Kübler-Ross que también se ocupa de asistir a los enfermos en esa etapa
terminal de la vida, expresa así sus convicciones basadas en sus largos años de experiencias: "La
muerte es sólo un paso más hacia una forma de vida en otra frecuencia". El instante de la muerte
es una experiencia única, bella, liberadora", que se debería vivir sin temor y sin angustia.
" ... de ningún modo me atemoriza: diría que me produce alegría de antemano- ...ya que "nuestra
vida en el cuerpo terrenal sólo representa "una parte muy pequeña de nuestra existencia. La vida,
no está pues, limitada a una existencia única".
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Más adelante agrega" La integración de la idea de la muerte en el pensamiento de los hombres les
permite organizar sus vidas conscientemente, no derrochando demasiado tiempo en cosas sin
importancia".
" La experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento. Es un nacimiento en otra
existencia. "La muerte no es más que el abandono del cuerpo físico. La muerte es el paso a un
nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo,
comprendiendo, riendo y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo".
Emplearemos entonces el término muerte, para designar el proceso biológico, es decir, la cesación
de la funciones vitales, como consecuencia de accidentes, enfermedades, del ocaso físico de la
materia, o de otras causas, y usamos la palabra desencarnación para designar el proceso espiritual,
o sea el abandono del cuerpo por parte del espíritu, que continúa viviendo en el mundo espiritual.
Es decir que, cuando el cuerpo muere, el espíritu desencarna, abandona el cuerpo que habitaba.
Esta separación se opera por el desprendimiento de los lazos periespirituales que unen el
espíritu al cuerpo.
La separación del espíritu del cuerpo, no duele, lo que sí a veces duele, en un accidente por
ejemplo, o en un paro cardíaco, o en una enfermedad, son las sensaciones nerviosas que la materia
consciente aún o semi- consciente envía al cerebro y ésta registra como materia. Son las sensaciones
físicas, las impresiones nerviosas que recibe la materia como materia lo que causa dolor, NO EL
DESPRENDIMIENTO DEL ESPÍRITU DEL CUERPO.
Y eso se ha comprobado más de una vez en las experiencias de "cuasi muerte", en los accidentes,
por ejemplo, cuando las personas relatan que se ven flotando por sobre su cuerpo herido y atrapado
en el automóvil, escuchando todo lo que sucede a su alrededor, pero no sientan dolor. El dolor por
sus lesiones lo experimentarán cuando de regreso a la materia, se hallen asistidos y atendidos por
esas lesiones.
a) El grado evolutivo. En espíritus muy materializados, la separación se opera en forma más lenta.
Esto se debe a la gran atracción que ejerce la materia sobre el espíritu, para manifestarse y ejercer
sus actividades, pasiones, deseos, anhelos. Muchas veces este proceso es completamente
inconsciente y el espíritu no puede ayudarse a sí mismo a atravesarlo, dependen de la ayuda solidaria
de su Protector y espíritus superiores, encargados especialmente de asistir a los espíritus en estos
trances. Pero por lo general es más largo cuanto más fuertes son los lazos que unen el espíritu a la
materia y cuanto menos conocimiento tiene de la realidad espiritual.
En los más evolucionados, este proceso es más rápido y hasta casi consciente, no hay temor, ni
dolor y el paso se opera naturalmente.
Para ilustrar mejor el trance de la desencarnación veamos la manifestación de un espíritu que
describe así su separación del cuerpo:
Esp" "Buenas tardes a todos, con profunda emoción me presento. Aún tengo ante mi la experiencia
de la desencarnación, no como un dolor, sino como una prueba de la misericordia de Dios.
Mi materia era asistida en el trance físico que se desencadenaba, pero yo pude sentir la hora y con
conformidad me presenté a Dios y a mi Protector. Fueron momentos en que respondió la convicción
del espíritu y del hombre y puedo decir que con serenidad se produjo mi llegada a este plano
espiritual.
Descansé un tiempo y desperté rodeado de seres muy queridos como mi madre y otros familiares,
que a mi lado reconfortaban mi cuerpo fluídico ante el asombro de mi conciencia, y les digo así
porque a pesar del conocimiento y la convicción que tenía de esta realidad, no tenía la dimensión de
la emoción que da un reencuentro con sentimientos y con los efluvios que penetran en todo mi ser.
Narro este trance como una confirmación más de esta realidad espiritual. En estos momentos mi
corazón se reconforta con esta comunicación y vibro emocionado a verlos a todos en este ámbito de
trabajo que tantas veces participé de él. ".
b) La forma de desencarnar: que puede ser ocasionada por el desgaste natural producido por
la edad, violentas, (suicidios, ejecuciones, accidentes, duelos, etc.) o por enfermedades cortas o
largas, paros cardíacos, etc lo que hace que unas sean más lentas que otras.
Pero en todas, la supervivencia del espíritu luego de la muerte del cuerpo es una realidad. Y
en todas influye favorablemente, el hecho de tener algún tipo de conocimiento o fe en la existencia
de un mundo espiritual o en la inmortalidad del espíritu y el tipo de vida que vivió
Siempre el factor conciencia o inconsciencia, creencia o no en la supervivencia del espíritu o en la
vida espiritual, el lugar o la relevancia que le dimos en nuestra vida a su realidad, y los esfuerzos
que conscientemente realicemos por aplicar el bien que vamos comprendiendo, actúan en forma
favorable, haciendo este trance mas rápido y feliz.
En las muertes violentas, por ser brusca la cesación de la vida orgánica, el espíritu, necesitará un
acondicionamiento especial, para adecuarse al rápido paso de un plano a otro. Pero siempre estará
asistido por su Protector, espíritus superiores y las Leyes Divinas.
Con respecto a este punto quisiera hacer una aclaración. No siempre los accidentes o las
desencarnaciones tempranas obedecen a una planificación del espíritu hecha antes de encarnar.
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Sabemos que previo al nacimiento, se realizan las planificaciones generales acordes a la etapa
evolutiva que estemos atravesando. Luego, ya encarnados, en ejercicio de nuestro Libre Albedrío,
de nuestro bagaje espiritual, de nuestros anhelos de progreso, etc., lo que hacemos con y en ese
medio, y con esas planificaciones, es nuestra propia decisión y nuestra propia responsabilidad: si la
usufructuamos o desaprovechamos, si la empleamos en forma egoísta o solidaria, en fin, cada
solución de vida, corresponderá a nuestra decisión personal.
Y son muchas veces las decisiones personales que no se compaginaron con los compromisos de
vida asumidos, las que enfrentan al ser a situaciones dolorosas.
Lo que se planifica antes de encarnar, son los grandes lineamientos existenciales, no los detalles.
Un ejemplo lo podemos encontrar en el libro del Dr. Whitton, " La vida entre las vidas", donde
narra la situación de una mujer que sufrió una violación que cambió evidentemente el curso de su
vida.
Cuando ella hizo, mediante hipnosis, el recorrido por su planificación espiritual antes de encarnar,
en la misma figuraba que" sería vulnerable a un hecho trágico que haría cambiar toda su alma",
pero no estaba planificado qué hecho. Pero sí que esa situación iba a dar un sentido más profundo a
su vida, y reconoce que aunque doloroso, así fue.
Aquí, quisiera hacer mención a un aspecto no siempre valorado o tenido en cuenta conscientemente
por los seres humanos: la ternura de la muerte.
Christiane Jomain, jefa de enfermeras del hospital Chambéry de París y autora del libro "Morir
con ternura" dice "La muerte es agradable si es vivida en el intercambio de la ternura entre el que
se queda y el que se va". El miedo principal de muchos, es el de morir solo, separado de los suyos, o
al menos de un ser amado que nos tenga la mano." La única realidad que nos permite vivir y morir
es la ternura". La ternura borra la oposición vida-muerte ya que es el amor desinteresado, el amor
indestructible, el amor, quien hace vivir. "
" Lo que espanta a algunos es la sensación de haber arruinado su vida, de no comprender más que
cuando ya es demasiado tarde cómo deberían hacer vivido, a quién y a qué deberían haberse
dedicado. Ya que una vida bien vivida, es una vida en la que se han cumplido las razones de vivir,
donde se ha dado un sentido a la existencia, en la que se ha amado y se ha sido amado.
El instante de la muerte entonces, lleva en sí su propia eternidad, la de la Verdad del Amor."
Postura compartida por la Dra. Kübler-Ross cuando dice" Si Ud. no quiere tener miedo a morir, no
puede tener miedo a vivir, Y si vive plenamente, no le importará si tiene que morir a la edad de 10,
50 ó 105 años.
Cuando se da cuanta que realmente nunca ha vivido, muere con ... tristeza, amargura y muy
frecuentemente con un proceso de agonía prolongado y extenso."
Y agrega: "Dos cosas importan en el momento de la muerte: los momentos hermosos y las
tormentas.
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Ahora bien, ¿ Cómo se opera este proceso? ¿Cuáles son las etapas que atraviesa el espíritu una
vez desprendido del cuerpo?.
Dijimos que el paso del mundo material al mundo espiritual por parte del espíritu, demora un
tiempo en producirse, que hay diferentes factores que influyen y lenta o rápidamente se cortan los
lazos periespirituales que unen el espíritu al cuerpo.
La Dra. Kübler- Ross confirma estos conocimientos así: " En el momento de la transformación
nuestros guías espirituales, nuestro Ángel Guardián y seres queridos que se fueron antes que
nosotros, estarán cerca nuestro y nos ayudarán. Hago esta afirmación como un hecho científico.
Esto nos ha sido confirmado siempre. No hay duda sobre este hecho. Siempre hay alguien
cuidándonos cuando nos transformamos"
Fíjense lo que dice, un hecho científico, no una creencia, o una posibilidad, o una hipótesis de
trabajo, sino un hecho científico, es decir un hecho que es comprobable, repetible,
características de lo científico.
Y nos da entre otros, este ejemplo:" Una anciana en su etapa terminal le decía “ Ahí está de nuevo,
Sabe Ud., cuando yo era pequeña él siempre estaba conmigo, pero lo había olvidado
completamente- "Al día siguiente moría contenta de saber que alguien que la había querido mucho,
la esperaba del otro lado".
En general son y somos esperados por las personas que más amamos, que más nos aman, o que
tuvieron para ellos o para nosotros, más importancia."
Por su parte, un espíritu que se manifestó en esta Institución nos corrobora: " Cuando pasé a este
mundo del espíritu me encontré en mi despertar con seres que habían conformado mi familia: mis
padres, algunos de mis hermanos y a mi lado mi Protector. Me encontré en un lugar de luz, pero una
plácida luz que me reconfortaba del trance, pues estaba mi cuerpo fluídico debilitado por el propio
trance.
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Esos espíritus me asistían, me transmitían fluidos que me pacificaban y me hacían comprender las
vivencias y las vibraciones de una forma inexplicable. Me sentí tomar por una profunda emoción.
Me vi con mi cuerpo fluídico que mantenía las formas de mi materia, pero no me podía desplazar
aún a ningún lado... poco a poco pude incorporarme y desplazarme... "
1°) Que la persona percibida debía haber partido antes, aunque sea poco tiempo antes y
aunque la persona en el trance de la muerte no lo supiera.
2°) Que debían haber existido lazos de amor real entre ellos.
En este sentido, dicen los investigadores, "estos enfermos no tenían ninguna intención de
convencernos de la existencia de la muerte (en realidad sería de la inmortalidad del espíritu), sino
que únicamente querían compartir con nosotros una experiencias que consideraban como un
hecho"
Tal es así que la Dra. Kübler -Ross anota estas conclusiones fruto de sus observaciones:
a) Los enfermos más rebeldes y difíciles se calman poco antes de su muerte y se desprendía de ellos
una paz solemne apenas cesaban los dolores producidos por tumores o metástasis.
b) Luego de fallecer el rostro de mis enfermos expresaba paz, equilibrio y serenidad, aunque antes
tuviera cólera, agitación o depresión.
c) Tengo la certeza de que esos cuerpos no eran más que unas envolturas y que mis queridos
enfermos ya no estaban en la cama.
Lo explicaremos a través de un ejemplo: En una de sus numerosas conferencias las Dra. Kübles
-Ross, narra lo siguiente: ella trabaja con niños terminales. Un niño de 5 años que agonizaba, había
tenido varias experiencias cercanas a la muerte. En una de ellas dijo a su madre, que había seres que
lo esperaban y le decían "bienvenido de nuevo a casa", luego de lo cual ya no tenía miedo a la
muerte. Pero aún así él deseaba saber "absolutamente" si su perro Quasar, que había muerto hacía
dos semanas, lo esperaría.
La Dra. le respondió que lo que sabía a ciencia cierta era que uno obtiene en ese trance, lo que
necesita, no lo que quiere, y que si realmente necesitaba que Quasar estuviera allí, que lo pidiera y
él estaría.
Unos días después, al tener otra experiencia de "cuasi muerte", me dijo que no sólo Quasar estaba
en esa región, sino que además le movía la cola.
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No vamos a analizar si el perro estaba o no, lo que importa es lo que decía la Dra.: Que tenemos en
el momento de la muerte, lo que necesitamos, y este niño de 5 años necesitaba percibir la
presencia de alguien conocido para él, depositario de su cariño, que lo estuviera aguardando en ese
mundo adonde iría ya que sus padres y familiares cercanos estaban encarnados. El necesitaba una
referencia conocida que le infundiera tranquilidad para ese trance.
Esta Dra. destaca así algo muy importante: tener la humildad de pedir lo que necesitamos y
pedirlo con sencillez y sentimiento, como una necesidad que experimentamos, no como una
exigencia a Dios o a la vida.
Por ello, siempre que elevemos nuestro pensamiento con humildad al mundo espiritual recibimos
ayuda, no es que se nos van a solucionar los problemas, ni se nos va a otorgar lo que queremos, sino
lo que necesitamos, como por ejemplo la lucidez, la intuición o la fortaleza para sobrellevar o
afrontar las dificultades, junto a una cuota de conformidad y comprensión .
Y si por el contrario, lo que el espíritu necesita es sentirse solo, aunque esté acompañado, que lo
está, se sentirá solo, o no verá a quienes desea, no como castigo, sino como mecanismo, como medio
para conmoverlo, para llevarlo a la reflexión o a la valoración de la vida en general, de su vida en
particular y de los seres que lo acompañaron en su existencia y que tal vez caprichosamente
desvalorizó, desatendió, lastimó o abandonó.
Aún así, quisiera transmitir la seguridad que nunca estamos solos en el trance de la
desencarnación. Siempre, sea cual sea nuestro grado evolutivo nos hallamos acompañados por
nuestro Protector, espíritus superiores y espíritus familiares, a los que nos unen lazos de afecto,
y que se hallan ocupados y preocupados por nuestro proceso evolutivo.
Todos los espíritus cualquiera sea su nivel evolutivo, hasta los criminales más despiadados, son
recibidos por seres superiores, lo que sí muchas veces sucede, como decíamos, es que estos seres
están a su lado, pero ellos no los pueden ver, se sienten solos, dado lo duro de sus sentimientos,
como una forma de llevarlo a la sensibilidad, a la reflexión y a la valoración de su conducta, porque
ellos también debe progresar, aprender a ser diferente.
Estas conclusiones a que llegaron distintos investigadores: ser recibidos por seres a los que
nos unen lazos de afecto; que los lazos de amor trascienden el mundo material, que percibimos
lo que necesitamos en el trance de la desencarnación, también son aseveraciones ya enunciadas
por Kardec en sus obras.
Nada material se lleva el espíritu de su vida de encarnado, al plano espiritual. Sólo sus
sentimientos, odios, rencores, pensamientos de bien o equivocados, deseos de progreso, amores,
experiencias, emociones, deudas, conquistas, lo acompañan al mundo espiritual.
Ahora el espíritu ve, oye, se comunica a través del pensamiento y del sentimiento en forma directa,
no ya a través del cerebro. El mundo espiritual es un mundo de fluidos, de fuerzas, de luz, de
energías particulares. Podríamos definirlo como imponderable, porque no es mensurable por lo
humano o lo material.
Luego de recuperadas sus fuerzas fluídicas, el espíritu despierta totalmente a la vida espiritual,
donde deberá realizar una evaluación de sus actividades, sentimientos y pensamientos de su última
existencia. Los coteja con las planificaciones previas a la encarnación y si su grado evolutivo lo
permite, con existencias pasadas, para incorporarse a las actividades espirituales a que tenga
acceso, o bien realizar las programaciones para la próxima vida.
De lo contrario, si su materialismo es aún mayor que su espiritualidad, deberá realizar este balance
con la asistencia permanente de su Protector, que lentamente le posibilitará la comprensión de
algunos aspectos de vida, y la valoración de los mismos, antes de encarar su próxima existencia.
Otras veces espíritus más atrasados todavía, no saben siquiera que están desencarnados. Pasan de
una vida a otra sin comprensión del proceso y como espíritu libre de la materia, rondan los
ambientes por los que siente afinidad, sin hallarse bajo la influencia de la ley de gravedad planetaria.
Aunque su atracción por la materia y lo material sea muy grande,estan amparados siempre por su
Protector, que irá proporcionándole en conjunción con las Leyes, las experiencias encarnatorias
necesarias, para conducirlo a la evolución.
Esto que el Espiritismo ya sostenía en el siglo XIX, constituye para el Dr Whitton uno se sus
hallazgos más significativos y lo expresa así:" muchas personas planifican su vida futuras mientras
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La Dra. K. Ross agrega: "Después de realizar en esta segunda etapa la integridad del cuerpo y
después de haber reencontrado a aquellos a los que más amase toma conciencia de que la muerte
no es más que un pasaje hacia otra forma de vida.."...
Entre las diferentes experiencias que corroboran la inmortalidad del espíritu, encontramos
las llamadas de "cuasi muerte", experiencias en el umbral de la muerte o muerte aparente, donde
personas que, luego de un trance difícil - accidente, operación, paro cardíaco, u otro -, echan un
vistazo al mundo espiritual y para regresar a su cuerpo y a su vida de encarnados.
- Nadie llega a morir solo, aunque sea en forma aparente. Todos los seres tenemos
quien nos acompañe en los trances difíciles. Esto ya es algo científicamente probado. Nadie muere
solo, haya hecho lo que haya hecho.
- Ven un túnel al final del cual hay una luz, que llaman amor, luz, Dios o Jesús, según
sus experiencias de vida, factores culturales o creencias religiosas, de la que emana compasión,
comprensión y amor. Por ejemplo, un mahometano no verá a Jesús, sino a Mahoma, .
¿Por que se producen hoy día tantos de estas experiencias y años atrás no oíamos hablar de
ellas.? ¿ No existían.? ¿Son sólo un anhelo, o una ilusión, como sostienen muchos?
* O bien no las cuentan por temor al ridículo, o que se los considere "loco", raro o diferente, sobre
todo años atrás.
* Además, años atrás no estaban tan perfeccionados los métodos de resucitación que hay hoy día.
Son los progresos médicos en una medida, los que posibilitaron mayor registro y existencia de los
mismos.
Sin embargo, ya en el libro "La república" de Platón, podemos encontrar el relato que hace un
soldado herido en una batalla –Er, el Armenio- y dado por muerto, de su visita a ese mundo
espiritual y su retorno a la "vida" donde narrar lo que vio y Platón hace especial hincapié en expresar
que esto no se trata de otros de sus mitos sino de un hecho real.
No se le debe negar tampoco compartir el dolor por la separación que producen los seres queridos,
pero con la convicción firme de su inmortalidad, y que advierta la paulatina conformidad y
resignación que llega a nuestra existencia.
La Dra. Kübler- Ross, basándose también en sus experiencias con niños que van a morir y que le
preguntan qué sucede cuando mueren, dice que hay que emplear con ellos un lenguaje universal: "
No les decimos que van a dormir. No les decimos que uno se va al cielo, Utilizamos el lenguaje
universal y les decimos que uno no es realmente lo que parece. Que el cuerpo es como un capullo y
cuando este capullo se daña sin remedio, lo que sucede simplemente es que libera a la mariposa que
es mucho más hermosa que un capullo".
Lo que decíamos antes: lealtad, pero con amor, comprensión y ternura.
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Pero a pesar de ello, la muerte, la desencarnación del espíritu, nos produce temor.
Aún así, los humanos sentimos por la muerte un miedo ancestral, heredado de anteriores
existencias. En parte, por el desconocimiento o el olvido de lo que hay después de muerte, en parte
por el peso que los conceptos absolutos de cielo, infierno, eternidad, juicio final, ejercieron sobre
nuestro espíritu durante muchas existencias, y en parte quizá por carecer de la certeza o de la fe de
la realidad de esa otra vida espiritual, justa y plena.
Hoy día a pesar de los muchos descubrimientos y aportes que investigadores, y el propio
espiritismo han hecho al respecto, el tema continúa inspirando cierto respeto. Y esto es saludable,
porque si no fuera así, si no amáramos intensamente la vida, ni no deseáramos aferramos a ella y
todo lo que nos brinda, si no anheláramos vivir, si no la valoráramos como fuente de experiencias, si
recordáramos demasiado las bonanzas de ese mundo espiritual, a la primera dificultad buscaríamos
los medios de retornar a él, y ese no es el sentido de la evolución, del progreso.
El ser humano, nosotros, necesitamos imperiosamente la encarnación, la vida material en esta etapa
evolutiva, para superarnos, para desarrollar nuestros sentimientos, nuestras capacidades.
Tan importante es la vida de encarnado, que ella está regida por una Ley Divina especial, la Ley de
Conservación, que hace que amemos la existencia, que nos aferremos a ella con todas nuestras
fuerzas, para vivirla plenamente, a pesar de sus dolores, contratiempos, escollos y también
realizaciones. La vida es nuestra escuela de aprendizajes, nuestra fragua espiritual.
Por eso decían Christiane Jomain, y la Dra K-Ross que lo que nos hace perder el miedo a la
muerte es haber vivido la vida intensamente.
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VIDA ESPIRITUAL
Ahora bien, ¿Dónde se encuentra ese mundo espiritual donde habitan los espíritus? ¿Cómo es
ese mundo espiritual y la vida de los diferentes espíritus que lo habitan?.
Existe dificultad para ubicar físicamente al mundo espiritual, por cuanto el espacio es una
dimensión perteneciente al plano material, pero podríamos decir que es un mundo superpuesto o
sumergido en el nuestro, que se encuentra alrededor y dentro del nuestro, pero que no interfiere
con el mundo material
En ese mundo el tiempo y el espacio no tiene el valor, el significado y la duración que tienen para
nosotros.
Podemos decir también que hay diferentes planos evolutivos pertenecientes a nuestro planeta, y que
el conjunto de espíritus que están evolucionando en el planeta Tierra, es decir que constituyen el
sistema evolutivo de nuestro globo, se encuentran agrupados según su grado evolutivo en planos o
mundo espirituales.
El término plano está especificando grados evolutivos diferentes, donde en un mismo plano hay
múltiples graduaciones. Cada plano es un mundo con todo su ordenamiento de vida espiritual.
Para realizar una comparación elemental, podemos decir que entre todos los niños que cursan por
ejemplo 1a grado hay diferencia individuales de conocimiento, de asimilación, de madurez, etc., sin
embargo todos pertenecen a un mismo grado. Lo mismo ocurre con los que cursan 2° o 7a.
Es decir que cada espíritu hace su evolución en el grado o plano que le corresponde según su nivel
evolutivo, dentro de su mismo ambiente, hasta tanto su propio progreso le permita ascender a otro
superior. No se hallan mezclados, diríamos como los espíritus encarnados que convivimos los que
son honestos, con los ladrones, los buenos con los malos, los ignorantes con los científicos.
Lógicamente entre los dos extremos, el menos evolucionado y el más elevado que contiene nuestro
sistema Tierra, numerosos grados intermedios, permiten a los espíritus semejantes o afínes agruparse
y constituir verdaderas sociedades espirituales
Los espíritus se reencuentran con los que amaban en la tierra y que le precedieron en la nueva vida,
y hasta de otras vidas si los lazos son reales.
Es así que, en cada plano la ciencia progresa, la moral evoluciona y los espíritus pioneros se
disponen a trasladar los conocimientos que las Leyes de Causas y Efectos les permite de acuerdo al
proceso evolutivo de cada mundo.
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Allí, los espíritus según su grado evolutivo e inclinaciones, estudian, conversan, recorren planos
materiales aprendiendo de los encarnados, preparan nuevos elementos de trabajo. Existe el cariño, el
amor y hasta el odio.
Por ejemplo en los planos inferiores, se hallan aquellos espíritus que son más materializados, que
conservan sus costumbres, sus necesidades sus preocupaciones materiales. Sienten muchas veces el
cansancio, el sueño y los apetitos de la materia y sufren por no poder satisfacerlos. Los espíritus no
experimentan dolor físico, pero sí el moral.
Participan de la vida de los humanos, de sus luchas, placeres, pasiones, apetitos, sin interferirlo, y
experimentan las sensaciones de la materia sin poder satisfacerlas. Podríamos decir que la
composición de su cuerpo fluídico o Periespíritu, es muy cercana a la del cuerpo material, por lo
tanto su desplazamiento está limitado a un plano muy próximo al plano corporal, pero fuera de la
Ley de Atracción o de gravedad.
Este plano, se halla casi en la dimensión del nuestro, y los espíritus que lo pueblan entran en la
encarnación inconscientemente, guiados por sus Protectores que amparan su evolución. Su mente no
alcanza a distinguir las diferencias entre su vida de encarnado y desencarnado, pero las sucesivas
encarnaciones, irán determinando su progreso y despertar evolutivo.
La encarnación es un pasaje ineludible para la evolución, y en ella concurren solidariamente bajo el
ordenamiento de la Ley, espíritus superiores que se avienen a esa tarea y los conduce.
¿Por qué entonces algunos espíritus muy poco evolucionados manifiestan estar rodeados de
los elementos que los acompañaron en su vida terrena y realizan las mismas actividades?.
Porque se trata justamente de espíritus muy atrasados que desconocen totalmente la realidad
espiritual.
En ese plano los espíritus viven la imaginación de su mente, derivada de la limitación de su
carencia de materia, es decir, construyen con su mente, las vivencias materiales.
Por otra parte, los espíritus que han logrado cierto estado moral, cierta conducta que los hace sentir
responsables de sí mismos, que desarrollan el amor al trabajo, a la familia, que se preocupan por sus
semejantes y conocen la solidaridad, pero que sin embargo aún tiene errores y tendencias que
corregir o superar, pertenecen a grados o planos evolutivos mejores que les permiten otras
alternativas.
Les preocupa su propio conocimiento de las Leyes de Dios y de cómo éstas influyen en la vida de
encarnados. Estudian los procesos de la evolución del mundo y el suyo particular. Se reúnen con
familiares de las anteriores y de la última vida, intercambian ideas, opiniones, planifican, y hasta se
toman momentos de recreación y descanso, en la contemplación de las maravillas del Universo.
Los errores que no fueron superados, las rebeldías, desconformidades, soberbia o vanidades, que
no supo o no pudo corregir en su existencia corporal, los mantiene, pero el espíritu se inquieta y se
preocupa en estudiar los efectos de los mismos y planificar nuevas existencias de trabajos y
alternativas que le permitan su transformación. Esos espíritus, en conocimiento de su espiritualidad,
se preocupan también, por su familia que aún se halla encarnada, tratando de influenciar en los
pensamientos y sentimientos, de manera que sigan una ruta de progreso y de bien.
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La vida de los espíritus más avanzados aún, es esencialmente activa, aunque sin fatigas. Se
transportan con la velocidad del pensamiento, y ven, sienten, y oyen directamente y colaboran con
los espíritus más atrasados, además de contribuir con diferentes actividades a su propio progreso y
conocimiento.
El último plano (hablamos siempre de nuestro sistema Tierra), corresponde a aquellos espíritus que
han recorrido todos los peldaños de la escala de este sistema evolutivo, y han alcanzado un alto
grado de perfección. No han de sufrir más pruebas ni expiaciones, y la reencarnación ya no les es
necesaria para continuar su infinita evolución. Son los espíritus Misioneros. Ese plano es luz
A este plano perteneció Jesús en el momento de su encarnación en nuestro planeta.
El Universo entero evoluciona. Como los mundos, los espíritus prosiguen su eterna carrera,
impulsados siempre hacia un estado superior, hacia el progreso, y entregados a actividades diversas:
progreso por realizar, ciencia por adquirir, dolor por extinguir, remordimientos por calmar, amor por
los humanos, expansión, abnegación, sacrificio, sentimientos por desarrollar o acrecentar, todas estas
fuerzas, todos estos móviles los estimulan, los impulsan.
Dice Rudolf Steiner "la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento es tan rica y variada como la
vida entre el nacimiento y la muerte".
En todos los casos se cumple la Ley de Afinidad, es decir, los espíritus se agrupan por atracción
porque tiene similares inclinaciones, gustos tendencias, errores y virtudes.
La comunidad de ideas y sentimientos, la identidad de gustos, de opiniones, de aspiraciones, de
proyectos, atraen y unen a los espíritus que forman grandes familias.
¿Por qué, si es tan armoniosa y placentera la vida espiritual, no nos acordamos de ella y nos
disponemos con una actitud menos temerosa al trance de la desencarnación?
Porque el espíritu debe evolucionar en la materia, ella es la que le proporciona las experiencias
necesarias de familia, trabajo, solidaridad, amor, odio, generosidad, egoismo, finitud, es decir es
imprescindible que el espíritu encarne para evolucionar, para aprender, al menos, hasta determinado
nivel evolutivo, y las leyes Divinas se aseguran de que así sea a través de la Ley de Conservación,
ley divina que nos entusiasma a estar encarnados, a evolucionar, a enriquecernos con las
experiencias de vida.
Es una sabia ley que nos incita al amor a la vida y a todas las realizaciones que ella nos posibilita, y
nos ata a la materia para que cumplamos ampliamente con ese plan evolutivo de la Creación.
Los espíritus tienen absoluta privacidad para sus iguales e inferiores evolutivamente, pero no para
los espíritus superiores, pero estos espíritus sólo la usan para apoyar todo trabajo o sentimiento de
amor, o progreso, respetando siempre la individualidad y el Libre Albedrío.
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Los espíritus superiores pueden acceder al pensamiento de los espíritus inferiores, pues ellos se
hallan siempre impulsados por un deseo de bien y solidaridad, sino, no es tan fácil interiorizarse de
los pensamientos y sentimientos de otros espíritus, que aunque atrasados y desencarnados conservan
su individualidad.
No por curiosidad, sí por solidaridad. Ello pone de manifiesto una vez más la solidaridad evolutiva
que reina entre el mundo espiritual y el material
¿Cómo se identifican los espíritus?. ¿Cómo se reconocen entre sí?. ¿Cómo los reconoce el
médium?.
Consultado el mundo espiritual sobre si la forma periespiritual respeta la forma humana respondió:
” La respeta como identificación, pero si hemos de trascender los mundos materiales y a entrar a
los mundos espirituales, donde la belleza es sensación, donde el amor es felicidad, la forma humana
toma la dimensión de la materia luz y esto es una dimensión desconocida para vosotros, pero la
identificación se hace por la emoción, el pensamiento y la imagen creadora de la forma”.
Los espíritus nos influyen a través del pensamiento, y el nivel de los espíritus que nos inspire,
dependerá del nivel de nuestros pensamientos y sentimientos. Es decir rige, la Ley de Afinidad.
Si mantenemos estados sostenidos de desconformidad, o rencor, por ejemplo, atraeremos espíritus
de esas características que encuentran una brecha donde ejercer su influencia.
Pero si comprendemos que tenemos esos estados u otros cuya fuerza no nos permite manejarlos,
también podemos solicitar fortificación e inspiración a nuestro Protector o espíritus superiores o
familiares, que nos ayudarán a contrarrestarlos y debilitarlos.
Los espíritus superiores apoyan todo acto o sentimiento de amor, pero respetando nuestra
individualidad. De allí que debamos comunicarnos con ellos, solicitando su asistencia, porque
requiere una actitud, de nuestra parte, de cierto grado de humildad y entrega, y un análisis personal
que nos hará más conscientes y responsables de nuestro yo y fortalecerá la voluntad del progreso.
Para mantener un estado reflexivo de bien que nos permita contactarnos con espíritus
superiores o familiares, nos puede ayudar:
* La Elevación del pensamiento: para contactarnos con el Protector y espíritus superiores que
nos fortifican e intuyen.
* El Control del pensamiento. Es un derivado del anterior, pues los pensamientos son la puerta
abierta al mundo de los espíritus. Cabría destacar la necesidad de no divagar, poder darle una
dirección a nuestro pensamiento, para realizar así análisis cada vez más profundos y analíticos.
Por otra parte, los espíritus familiares que nos amaron en vida, nos siguen amando en el plano
espiritual, y son susceptibles a nuestros sentimientos, dolor, recuerdo. Por ello es necesario también
que lentamente atenuemos el dolor que nos produce su separación, para permitirle a ese ser, que se
realice como espíritu y no que se halle supeditado, "atado", a nuestro dolor, que no beneficia ni a uno
ni a otro. Si tratamos de sobreponernos, él se fortificará más rápido y a su vez, podrá reconfortarnos.
Es el amor y el recuerdo del encarnado, hacia el espíritu desencarnado el que permite que la
comunicación mental, intuitiva, se efectúe, que los lazos de amor perduren, que las familias sigan
más allá del tiempo y del espacio.
La influencia de los espíritus se da tanto en el bien como en el error, pero siempre es el ser
encarnado el que permite, el que habilita con su conducta, sus sentimientos o sus pensamientos tal
influencia.
Por eso es tan vital que ser humano comprenda que debe ejercer control sobre sus propios
pensamientos y sentimientos, y procurar un contacto fluido con su Protector.
Es este un somero y apretado bosquejo de la armonía y perfección que reina en el mundo espiritual.
LA LEY DE REENCARNACIÓN.
Nada funciona en el Universo fuera de las Leyes Divinas, sean físicas o morales.
Las conozcamos o no, consciente o inconscientemente, se cumplen en todos los niveles evolutivos.
Toda la existencia de los espíritus, encarnados o libres de la materia, transcurre bajo la acción
protectora y misericordiosa de estas Leyes.
Esto, que parece tan simple, responde a complejos mecanismos evolutivos, perfectos y armoniosos,
que la mayoría de las veces escapan a nuestra comprensión. Y quizá, lo más difícil de interpretar
por los seres humanos, sea la relación que existe entre las Leyes de Amor, Justicia y Progreso.
Y muchas antinomias e interrogantes más podríamos plantearnos que nos harían dudar de la Justicia
de Dios, de su Amor y Previsión Divina si pensamos que VIDA, es el tiempo que transcurre entre el
nacimiento y la muerte física, si pensamos que el alma o el espíritu de cada ser humano fue creado
en el momento de nacer.
Si el alma fue creada en el momento de tomar el cuerpo, ¿por qué somos tan diferentes?
Creer, que la existencia de un ser, se reduce a los años que dura una vida física, es subestimar
la capacidad creativa de Dios.
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En cambio, si pensamos que ese elemento espiritual, llámese espíritu, alma o energía, pudo no
haber sido creado junto con el cuerpo, sino antes que él, y haber habitado otros cuerpos y haber
tenido otras experiencias, podemos comprender las diferencias y las desigualdades.
Si aceptamos que ese espíritu vivió antes de su nacimiento, podemos admitir también la posibilidad
de que seguirá haciéndolo después de su muerte física y tomar también, otros cuerpos.
La Reencarnación de los espíritus, es una Teoría, una Doctrina, que admite y sostiene la existencia
de las vidas sucesivas. Es una forma de explicación racional de las desigualdades que
observamos en la raza humana, y de otros interrogantes que nos hacemos al respecto. Al mismo
tiempo nos da fe y esperanza en el porvenir, porque mediante su cumplimiento se cristaliza la
igualdad de posibilidades, la igualdad de oportunidades, para que todos los seres hagamos
experiencias y así evolucionar.
Porque como veremos, la reencarnación no sólo es una Doctrina filosófica, sino una Ley Divina en
la que aquella se inspira y alimenta.
León Denis define así este proceso: "El alma duerme en el mineral, sueña en el vegetal, se agita
en el animal y piensa y siente en el hombre"
En "El Libro de los Espíritus ", primera antología de comunicaciones provenientes del mundo
espiritual, podemos leer entre otros, el siguiente diálogo entre Kardec y los espíritus:
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No. Para la raza aria, el germen y núcleo de las primeras evidencias escritas sobre la
Reencarnación, la encontramos en los Vedas, que tienen más de 60 siglos de antigüedad, y a la que
posteriormente adhirieron los brahamas, y las doctrinas secreta de egipcios, griegos, druidas, y
diferentes corrientes filosóficas y religiosas de la antigüedad. Idea, por otra parte, que marchaba de
la mano con la concepción monoteísta de Dios, y de la inmortalidad del alma.
Actualmente, vuelve a tomar fuerza a través del estudio detallado y metódico que aportan diferentes
niveles del conocimiento humano, pero su presencia estuvo a lo largo de la historia de la humanidad,
pasando de ser una creencia, a veces transformada en mito, y celosamente guardada por templos y
sacerdotes, a una teoría, una doctrina, que explica racional y emocionalmente una Ley: La Ley de
reencarnación.
Dijimos que es un antiguo conocimiento. Así por ejemplo, a lo largo de la historia, diferentes
hombres hicieron su interpretación Veamos:
"El alma del hombre es inmortal, y unas veces llega a cierto fin, lo que precisamente suele llamarse
morir, y otras renace, más nunca perece del todo... .el alma es inmortal y ha tenido varios
nacimientos. Platón.( filósofo griego,429 -347 A.C.)
" Cada alma viene a este mundo fortificada por las victorias o debilitada por los defectos de la vida
anterior..... Su obra en este mundo determina su lugar en el mundo que ha de seguir a éste"
Orígenes. (185-254 teólogo y crítico de la Biblia)
" No es más sorprendente haber nacido dos veces que una sola: en la naturaleza todo es
resurrección” Voltaire. (escritor y filósofo francés, 1694 -1778)
" De modo que la idea de la reencarnación explica de forma muy confortable la realidad,”... Albert
Schweitzeir .( Premio Nóbel de la Paz 1952).
"Como creo en la teoría de la reencarnación, vivo con la esperanza de qué, si no en esta vida, en
alguna otra podré abrazar a toda la humanidad" Mahatma Gandhi.
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Junto con el Dr. Gustavo Geley, diremos que somos reencarnacionista por tres razones: morales,
filosóficas y científicas. Que tres son las fuentes en donde el espiritismo se afirma y halla las
respuestas a la realidad de esta Ley :
Se desvirtúa así, la creencia "ingenua" si se quiere, de que el alma inmortal, tuvo su comienzo junto
con el cuerpo y está destinada, tras una corta o larga existencia, a recompensas o castigos sin fin. Al
mismo tiempo que da la clave de múltiples enigmas de carácter psicológicos: como el talento y el
genio, las discapacidades, las ideas innatas, las desigualdades psíquicas, emocionales y hasta morales
entre seres con condiciones de vida y de nacimiento similares, etc.
Las planificaciones encarnatorias, son siempre causales, aunque ellas muchas veces escapen a la
conciencia del espíritu, a nuestra conciencia, deseos o conocimiento, pero cada espíritu aprovechará
cada ocasión que se le presente para realizar experiencias y evolucionar.
Cada nueva encarnación presenta al ser, sea cual sea su condición de vida, posibilidades de
aprendizaje, de hacer nuevas experiencias, porque todas las situaciones brindan oportunidades al
espíritu, aunque la calidad de vida para el desarrollo del conocimiento y del amor, serán diferentes.
Cada ser, rico o pobre, sano o enfermo, normal o defectuoso, hace su experiencia de vida. Esta no
se desaprovecha, igual evoluciona, igual aprende, a su ritmo, a su manera, a su tiempo, aunque no
serán iguales las experiencias y los aprendizajes para un ser nacido en el desierto africano, que para
otro nacido en un país desarrollado.
En todos los casos el espíritu aprende a desarrollarse, agiliza su pensamiento, acrecienta sus
sentimientos, pero la responsabilidad humana de las diferencias de oportunidades entre uno y
otro son innegables.
Decimos responsabilidad humana, porque es el hombre quien maneja la distribución de la riqueza y
la pobreza, porque tiene inteligencia, conciencia y sentimientos. Además sabemos que hay
disponibilidades económicas en los países mas desarrollados, para paliar el hambre, la miseria, las
enfermedades, de muchas partes del planeta, pero la ambición, el poder, el egoismo, priman por
sobre la solidaridad. Aún así, el espíritu avanza siempre, solo que en África, Asia, o en los bolsones
de pobreza que también nos rodean, será más dolorosa y lenta. La existencia se justifica por sí
misma, aunque sus conquistas evolutivas fueran quizá, comparativamente pequeñas, y la
responsabilidad de dichas desigualdades deban remitirse a la conciencia de los que tienen y
comprenden, no a Dios ni a las Leyes.
Socialmente, el hombre hace básicamente dos divisiones: riqueza y pobreza, con toda la gama de
posibilidades que van de una a otra y, sin juzgamientos a priori, podríamos decir que los seres más
carenciados materialmente, puede desarrollar la voluntad, el afecto, la generosidad, el amor, la
solidaridad, las relaciones familiares, y colocarse así, aun sin saberlo conscientemente, bajo el
amparo de Leyes de Misericordiosas, que favorecerán la intuición, que alimentarán las fuerzas
necesarias para no desfallecer y continuar la lucha, aunque ésta sea aciaga, nunca estéril
Pero al mismo esta situación puede generar rebeldías, resentimientos, violencias, vicios,
desconformidades y esto también forma parte de la experiencia humana.
Los más ricos podrán desarrollar el intelecto, la cultura, la educación, pero se hallan expuestos
también a situaciones de violencia, vicios, orgullo, soberbia, poder, corrupción, ambición y reposa
sobre sus hombros la opción de asumir la responsabilidad de elevar la condición social material y
moral de sus semejantes más desvalidos.
No podemos dejar de olvidar la gran cantidad de marginados sociales, que se hallan por debajo de
esta división y que no tiene casi ninguna oportunidad de desarrollo armónico para su espíritu.
Habitan en niveles infra humanos, y más aún, son demasiados los que deben intentar varias veces
una encarnación para poder llegar a adultos, por la indigencia en que viven, y cuya responsabilidad
en mayor o menor medida, compartimos los seres humanos, porque todavía el egoísmo, que es la
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falta de sensibilidad para comprender las necesidades de los demás, se despega con lentitud del
género humano.
Pero igual cada vida es una nueva oportunidad de evolución que se nos brinda, cada nueva
existencia tiene un objetivo de progreso en sí misma, contemplado por las Leyes Divinas. En cada
nueva encarnación el espíritu da un paso en el camino del progreso, y nadie atraviesa situaciones
de ignorancia, de error, de dolor, de abundancia, de pobreza o cualquier otro tipo de experiencia en
toma indefinida, arbitraria o por azar.
Dios, no condena a los espíritus a situaciones irreparables, ni deja que permanezcan demasiado
tiempo en situaciones de error, perjudiciales para ellos mismos, sino que a través de sus Leyes, los
impulsa y les proporciona las oportunidades necesarias para aprender y progresar.
No olvidemos por otra parte, que el ser humano, por atrasado que sea, tiene conciencia e
inteligencia, y sabe cuando se equivoca, por lo que tiene responsabilidad de sus acciones,
sentimientos y pensamientos en forma directamente proporcional a su comprensión existencial.
II) Desde el punto de vista científico: los hombres de ciencia también buscan evidencias sobre
la existencia de la reencarnación a través de diferentes métodos o caminos.
En la actualidad, las evidencias reencarnatorias podemos agruparlas en tres, donde cada una de ellas
está sustentada por una metodología diferente, pero siempre tratando de encontrar la significación
evolutiva de la vida.
Ellas son:
a)Memoria Extra Cerebral
b) Hipnosis regresiva
c)Experiencias de "cuasi muerte", o en el umbral de la muerte
a) Memoria Extracerebral.: .Este método comenzó a ser utilizado por el Dr. Ian Stevenson de
USA, en 1960 en la Universidad de Virginia, quien escribió " 20 casos sugestivos de
Reencarnación", el Dr. Hamendra Nat Banerjee, Dtor. del Instituto de Parapsicología de Jaipur,
India, que volcó sus estudios entre otros, en el libro "Memoria Extracerebral", el Ing. Hernani
Guimaraes Andrade, Dtor del IBPP. de Brasil "Un caso que sugiere reencarnación, Jacira e
Ronaldo" y otros más de menor renombre.
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No vamos a entrar en los pormenores del método de investigación que son sumamente minuciosos
y de rigurosa comprobación científica, pero básicamente estos hombres han investigado casos
espontáneos de reencarnación, donde niños de 2 a 9 años, manifestaban conocimiento de la vida de
personas fallecidas como si fueran ellos mismos y vivían el hecho como propio.
La característica de este método, se basa en que los sujetos investigados, todos niños de 2 a 9 años,
aportaban espontáneamente datos, conocimientos específicos, detalles hasta íntimos y
comprometedores a veces, de la vida de personas desencarnadas, como si fueran ellos mismos y que
reconocían como propios. Los revivían como propios.
Por ejemplo, reconocen a una persona ya fallecida - ella misma en otra vida - y a su esposo/a o
familiar/res, con el lazó familiar que mantenían en esa otra existencia, y más aún, llegan a describir y
reconocer lugares de la casa de esa persona, totalmente desconocidos para el niño y que a veces se
hallaban a km. de distancia.
Se los investiga hasta los la edad de 9 años, porque luego de esa edad, se considera que puede
mediar otro tipo de información, lecturas, relatos, imaginación, que no sea el recuerdo espontáneo de
otra existencia, la que aporte los datos sobre la vida de personas fallecidas.
Para escribir su libro, Stevenson, realizó una investigación de más de 2000 casos, de los que
seleccionó sólo 20 para ser publicados.
Y si bien muchos transcurren en el India, él explica que estas experiencias no se circunscriben a una
nación, o grupo cultural, ni son tan raros como podría suponerse, y que en otras culturas no se
expresan por temor a burlas, o por prejuicios. Además, en la India por ejemplo son más fáciles de
comprobar porque es un país montañoso, de difícil comunicación una región o una ciudad con otra,
con un alto grado de analfabetismo, que dificulta que se tenga conocimiento de detalles íntimos de la
vida de otras personas, lo que facilita el seguimiento y la comprobación del caso.
* Por su parte la Psicología, que sostiene que no puede haber memoria sin previo aprendizaje, no
tiene una respuesta contundente para explicar ¿ de dónde salen o cómo se obtienen, esos
conocimientos tan específicos?.
En cambio, en los casos de Percepción Extra Sensorial, no hay respuesta a la situación, se trata de
una experiencia estática que nace y queda en la mente, como una fotografía que queda impresa, o
como en el cine, que se ve, pero uno no se halla involucrado, sabe que es espectador. La experiencia
no progresa, ni se desarrolla, es estática, y es una sola experiencia. El individuo sabe que es un
espectador.
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Además la M.E.C. tiene carácter progresivo, se decir se van recordando hechos, cosas de a poco,
igual a la memoria normal.
O sea que, sólo el recuerdo de una vida anterior puede explicar la realidad de estos hechos, y
esa es la conclusión a la que arribaron dichos investigadores.
Si bien se pueden consignar muchos casos donde la persona fabula aún inconscientemente,
personajes inexistentes o históricos, haciéndolos propios, la hipnosis regresiva ha brindado
numerosos casos de identificación reencarnatoria entre las existencias.
Tal es así que E. Fiori, J. Whitton, Morris Netherton, (T.V.P.) Nancy Schifírin, Helen Wambach, B.
Weiss, R. Woolger, y otros investigadores no espiritas- en su mayoría médicos, psicoanalistas y
psiquiatras -,que en la búsqueda de las causas profundas de los conflictos actuales de sus pacientes,
encuentran su explicación en conductas, vivencias o conflictos que nacen en existencias anteriores.
Al conectar a sus pacientes con etapas anteriores a su nacimiento, estos relacionan la programación
de su existencia actual, con las vidas pasadas, y los vínculos kármicos, allí contraídos. Todos los
pacientes cuentan que conocían a personas de su vida actual, de otras encarnaciones, aunque las
impresiones que tenían de ellos, eran más detalladas en unos que en otros y los lazos que los unían
eran diferentes.
Según la Dra Wambach." Volvemos con las mismas almas pero en distintas circunstancias.
Vivimos nuevamente no sólo con aquellos a los que amamos, sino también con aquellos a los que
odiamos o tememos. Sólo cuando únicamente sentimos compasión y afecto nos libramos de vivir
una y otra vez con los mismos espíritus, que también se ven obligados a vivir con nosotros."
Aún así, los terapeutas reconocen que hay un porcentaje de pacientes que no se curan con esta
terapia, y sólo naciendo otras veces, teniendo otras experiencias, otro entorno que los apoye,
que maduren su espíritu, podrán superar él o los conflictos.
Y uno de los hechos más significativos que es dable observar en las evidencias estudiadas, es la
concatenación, el encadenamiento de los hechos palingenésicos -reconocimiento de los seres-
donde puede apreciarse una coherencia evolutiva entre las existencias anteriores y la presente. Una
línea de desarrollo evolutivo que sustenta psicoemocionalmente la Ley de Reencarnación. Es
decir que, un número suficientemente amplio y representativo de casos, permitió observar a través de
varias existencias, el desarrollo evolutivo del espíritu.
El Dr. Whitton explica:" Mientras gira la rueda de la vida, el nacimiento y la muerte se suceden
repetidamente en la evolución del individuo... la muerte no es más que el umbral que separa
una encarnación de la siguiente."
*" El progreso a menudo depende de la reunión con aquellos cuya compañía no produce tanto
placer". (Correlación con los casos de la Dra. Wambach)
* " Para colocarse en una buena situación kármica, se aconseja a muchos sujetos que acepten
cuerpos defectuosos. ( quienes aconsejan son los guías espirituales) Por cierto que la afección
corporal a veces se acepta como causa de mayor evolución".
* " No todos los planes se elaboran de manera tan específica. Las personalidades menos
desarrolladas parecen requerir la guía de un plan detallado, mientras que los más evolucionados sólo
necesitan unos lineamientos generales, así actúan más creativamente (Libre Albedrío), cuando se
presentan los acontecimientos. Dice textualmente:" Las almas menos evolucionadas que ansían un
nuevo cuerpo, cualquier cuerpo, no pasan mucho tiempo en la vida entre las vidas. Ni tampoco los
que ven la oportunidad de elevarse en el plano terrenal, para compensar kármicamente las acciones
de vidas anteriores".
* " Parecería que el acto de reencarnar puede ser resistido durante un cierto tiempo, y más no"
* " Somos totalmente responsables de quienes somos y de las circunstancias en las que nos hallamos.
Nosotros hacemos la elección" -
Es que Kardec, no sólo recibía la palabra de los espíritus en respuesta a sus múltiples e inteligentes
interrogantes, sino que sometió estas respuestas al tamiz de la razón y al más severo método
científico, en el cual estaba formado.
c ) En tercer lugar la idea de la Reencarnación, implica la supervivencia del espíritu, por lo que
todo estudio de la misma, debe ser enriquecido por las evidencias de la supervivencia del YO.
Esta tercera fuente de información es la que resulta de experiencias vividas en forma espontánea,
por personas que tuvieron experiencias en el umbral de la muerte, o de "cuasi muerte", o muerte
aparente, y que, al retornar el espíritu al cuerpo contaron sus vivencias durante ese trance.
Recopilaciones de esos casos los hallamos en las obras de Elizabeth Kübler -Ross, Víctor Sueiro,
Raymond Moody y otros.
Hasta aquí, los aportes de los métodos científicos de investigación actuales, cuyo estudio está
produciendo sus frutos, porque comparando las respuestas dadas por los espíritu a Kardec, y las
conclusiones científicas a las que arriban los investigadores, podemos afirmar que la Reencarnación
pasó de ser un enunciado filosófico, una doctrina moral, a una comprobación científica. De teoría a
ciencia. De algo que se sabia, pero que aún carecía de método para ser demostrada científicamente, a
una evidencia, a una realidad, a una Ley.
Hoy la reencarnación tiene la fuerza de la comprobación, no sólo de la revelación de los espíritus
Ya no es una cuestión de fe o de creencia, sino de una realidad evolutiva que poco a poco se irá
aceptando en la mente y el corazón de los seres. Pasó entonces de ser un principio filosófico y
moral, a una realidad científica.
Pero los fundamentos morales, aunque trascendentes, no alcanzan aún a justificar la existencia de la
Reencamación como Ley Evolutiva.
III) Entramos ahora al terreno filosófico. Y advertimos que la doctrina palingenésica, desde el
punto de vista filosófico, es también, perfectamente racional, porque enlaza armoniosamente las
Leyes de Amor y Justicia con la Ley de Progreso, pues no sólo explica la existencia del Amor y la
Justicia Divina en el acontecer humano, sino como vimos a través de los diferentes métodos
científicos, está sustentado y conduciendo el desarrollo del espíritu.
Es así que, el apretado y sintético cúmulo de informaciones mencionadas, vía científica o vía
espírita, nos hace arribar a ciertas conclusiones sobre el funcionamiento de las Leyes Divinas:
Advertimos por ejemplo, que el objetivo de esta Ley, es mucho más amplio y abarcativo, que el ya
trascendente cumplimiento de la Justicia Divina.
Es decir que, tanto para las Leyes Divinas como para el espíritu, es más importante, es prioritario
su desenvolvimiento moral, intelectual, volitivo y afectivo, su aprendizaje de vida, su desarrollo
de espíritu, que el cumplimiento minucioso o matemático de la Ley de Justicia o Causalidad.
Por eso la Reencarnación es una realidad necesaria, porque no sólo sirve para explicar las
alternativas de la Justicia Divina, sino fundamentalmente porque es una Ley que esta sustentando
y conduciendo el progreso y el desarrollo del espíritu.
Por eso, tanto la Causalidad como la Justicia Divina, son aspectos relevantes en el funcionamiento
de las Leyes Morales, aunque no los más importantes.
No es que la Ley de Justicia o de Causalidad no se cumplan, sino que ambas están supeditadas a
la Ley de Progreso.
Así por ejemplo, cuando estudiamos la relación entre efecto kármico y su causa ancestral, a veces
muy lejana en las existencias vividas por el espíritu, comprobamos que ese efecto kármico esperó
muchas veces siglos para manifestarse. Esto nos demuestra, nos enseña, que es más importante para
las Leyes Divinas, que cada espíritu, cada ser, aprenda a desarrollarse, a ejercer sus
potencialidades, a evolucionar, a amar, a experimentar, a sentir, a actuar, que recibir la sanción
matemática de la Ley de Justicia.
La Ley de justicia no actúa como muchos creen: si en una existencia mato a una persona, en la otra
me deben matar. No es así como funciona El espíritu primero debe aprender a desarrollarse, y
aprender el valor de la vida humana, para luego compensar esa situación de diferentes formas. Si no
fuera así en los comienzos de la humanidad, el hombre hubiera perecido a su propia ignorancia.
Misericordia, que por un lado, da tiempo al espíritu para que aprenda a desarrollarse, a
desenvolver sus capacidades, y por el otro la oportunidad de compensar y saldar de diferentes
formas y en menor proporción, el daño o los errores cometidos.
La Ley de Misericordia, nos permite compensar con acciones de bien, con esfuerzo, luchas, trabajo,
las deudas contraídas, no siendo necesario atravesar las mismas situaciones que hemos provocado.
importante por sí misma, por todos los aprendizajes que de ella se puedan obtener, u otras
alternativas.
Pero cada nueva existencia tiene un objetivo de progreso en sí misma. Cada nueva encarnación
presenta al ser, sea cual sea su condición de vida, posibilidades de aprendizaje.
Las existencias sucesivas son la generosa manifestación de la perfección de las Leyes Divinas,
que amparan e impulsan al ser a la evolución, y le permiten, le posibilitan, nos posibilita a nosotros,
espíritus encarnados, desarrollarnos, aprender, aún de nuestros yerros
Otro. "Mi propósito es sencillamente el de avanzar y cumplir lo mejor posible; es decir, vivir y
experimentar" .
Por su parte, Dr. R. Woolger en su libro "Otras vidas, otras identidades", acota:" Lo más
importante es aprender, no juzgarse...." Casi siempre se produce un crecimiento espiritual".. " Lo
que cuenta es aprender del pasado, y no seguir pensando en ello y sentirse culpable". ( Se prioriza el
aprendizaje existencial por sobre las deudas contraidas)
¿Qué valor tienen estas nuevas conclusiones y coincidencias entre lo expuesto por los Dr.
Whitton, Woolger, otros y Kardec?
Que la reencarnación es una Ley que impulsa y conduce el aprendizaje del espíritu.
Y en el ejercicio "injusto" del Libre Albedrío, el ser humano obra y ha obrado con injusticia y
con impiedad, pero igual el Progreso se cumple, y advertimos en el efecto nivelador de la
Reencarnación, en su doble faz de compensar y generar oportunidades evolutivas, el lento
despertar de la raza humana, hacia una forma de vida donde el espíritu no quede anclado en la
ignorancia, la miseria, el egoísmo o relegado en cuanto a la distribución de las oportunidades de
progreso.
El dolor nos confronta con nuestras verdaderas fuerzas, con lo esencial de nuestra vida, con
nuestras debilidades y fortaleza, con nuestras capacidades y limitaciones, con la validez o futilidad
de n. conceptos. Es cuando el equilibrio de n. vida se rompe, que se ponen a prueba nuestras
convicciones, nuestros sentimientos más profundos, nuestros juicios, nuestras reservas espirituales.
Quizá el dolor fue el primer impulso y quien vigiló y motivara al ser, pero es el amor, quien
consolide las conquistas que logre obtener, que logremos obtener.
Esto, expresado sintéticamente llevó y lleva al espíritu humano, un largo camino de evolución.
Se necesitan muchas y diferentes oportunidades para poder conocer las posibilidades que
brinda cada vida, para hacer, rehacer y volver a comenzar tantas veces como sea necesario.
Así, la injusticia humana, que sí existe, fue, es y será reparada por esta Ley niveladora, que
brinda a todos los espíritus ambientes propicios donde encarnar y desarrollarse.
*¿ Por qué entonces, si existen evidencias tan abrumadoras, variadas y lógicas, a las
personas les es tan difícil o les causa temor aceptar la Reencarnación?.
Tal vez esa es una respuesta que pertenece a lo íntimo de cada ser, quizás la aceptación o no de esta
Ley, se halla muy relacionada con los prejuicios que cada uno pueda tener, a las costumbres, a la
educación recibida, el peso ancestral de las religiones uniexistenciales, al miedo al ridículo, y en una
medida a la comodidad, de tener a quien echar la culpa de nuestros males o dificultades: la vida.
Dios, el otro.
Porque si no existiera la reencarnación, no seríamos o no nos consideraríamos tan responsables de
nuestra vida, de nuestras pruebas, elecciones, circunstancias e inclusos renunciamientos altruistas o
generosos de vida.
Esto no es una crítica, sino una reflexión sobre las dudas que generan muchas veces los nuevos
conocimientos.
Así por ejemplo, una de las críticas que se le formula a la Reencarnación, es que, si cierta, ¿por
qué no recordamos las otras vidas o las planificaciones existenciales que realizamos entre vidas antes
de encarnar:?
1°) El recuerdo del pasado nos quitaría libertad de acción, porque por un lado, permaneceríamos
encadenados a odios o rencores que sólo a través del olvido momentáneo se pueden superar. O a la
repetición de formas de ser equivocadas, que demorarían nuestra evolución.
O la repetición innecesaria de conductas aprendidas por la seguridad que ella nos brinda, y
seríamos remisos a explorar otras opciones por la inseguridad de lo desconocido, lo nuevo.
Cada nueva existencia es una nueva posibilidad de empezar a hacer las cosas bien, o tan solo
diferentes.
Es un poco lo que solemos decir muchas veces "Si volviera a empezar, haría las cosas diferentes".
Así, cada existencia, es justamente la oportunidad que esta Ley nos brinda de hacer las cosas
distintas.
Además, el olvido del pasado, es temporario, pues al volver a la vida espiritual, recuperamos
paulatinamente la conciencia de lo que fuimos o hicimos en nuestras anteriores existencias.
2a) Por otra parte sería muy traumático para un ser por ejemplo saber que en su planificación de
vida, incluyó etapas o situaciones de dolor, que lo inhiban, lo paralicen, no posibilitándole
desarrollarse libre y plenamente. Situaciones que muchas veces, a través de las nuevas experiencias
de vida, puede atemperar o revertir. La vida debe ser encarada con optimismo, fe, alegría, no con
miedo o temor.
Por ejemplo, dentro de una misma familia podemos tenemos afinidades especiales con unos, y
rechazos con otros, que sólo los vínculos materiales pueden limar, y en una medida obligamos a
congeniar. Esos antagonismos pueden ser resabios de enconos de existencias anteriores, deudas,
cuya mejor forma de compensar es tratando de desarrollar el afecto dentro de la familia, por encima
de las diferencias del pasado.
Esto no es una mera especulación filosófica, en el Libro de la Dra. Wambach, “ Vida antes de la
vida”, preguntó a sus pacientes por el propósito de su existencia, sus respuestas fueron:" Siento que
mi meta en la vida es aprender a amar realmente como es debido ".
Otro:" Cuando me preguntó por el propósito, me vino claramente a la imaginación que era el de
compensar a ciertas personas por el daño que les había causado en vidas anteriores."
Otro caso. "Cuando preguntó por el propósito, comprendí que había elegido a mis padres. Tenía
que ayudarles en el desarrollo de su karma"...
Y otro: "Ahora me doy cuenta de que parte de mi propósito en esta ocasión es darme cuenta de los
sentimientos de mi madre hacia mi y aprender a amarla a pesar de todo ¿ Vaya trabajito que me ha
caído ".
Otro; Cuando preguntó sobre el propósito, me di cuenta que consistía en establecer una nueva
relación con la gente con quien estaba en deuda por perjuicios que les había causado en vidas
anteriores. Me doy perfecta cuanta de que mi marido en esta vida de hoy es un alcohólico y
entiendo que debo ayudarle porque en una vida anterior me porté mal con él."
Y como esos muchísimos casos.
3°) También, como explicábamos en los casos de ME.C, nuestro cerebro sólo ha recibido las
impresiones de nuestra vida actual. El cerebro - órgano físico por donde se manifiesta el espíritu-, se
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alimenta de las informaciones que le suministran los sentidos y los datos emitidos por su medio
ambiente actual, presente. La memoria palingenésica es de nuestro espíritu.
4 º) Además nuestro cerebro, tampoco recuerda todo lo vivido en la presente existencia, por ejemplo
no recordamos los primeros meses o años de vida, o muchas situaciones cotidianas, que se nos
"borran por completo de nuestra vida"
Se le objeta también, que si olvidamos el pasado es como perder tiempo y estar siempre
aprendiendo de nuevo.
No es así, lo que olvidamos es la forma en que aprendimos o adquirimos tal o cual conquista,
tendencia errónea o cualidad. Se olvida la manera de adquirirlo, no la experiencia en sí. Por
ejemplo, desarrollamos la voluntad luchando con un medio hostil en la edad de piedra, o contra
epidemias en la edad media, o sobreviviendo a situaciones extremas en regiones apartadas del
planeta. Esa voluntad no se pierde, y la podrá emplear en lo que desee en su vida actual, aunque no
recuerde las experiencias en las que la adquirió.
Nada se pierde con la muerte física y la posterior reencarnación, ni las tendencias erróneas que nos
acompañaron durante la vida material, ni las conquistas en el bien que logremos, ni los afectos que
fuimos capaces de cultivar.
El amor de la familia y a la familia no se destruye ni se pierde con las existencias, sino que muchas
veces se amplía y se afirma, aunque quizá no en existencias contiguas.
El amor es una conquista indestructible y se conserva de una existencia a otra.
Lo que el espíritu es, se mantiene, perdura de vida en vida, lo que sí puede suceder y de hecho
sucede es que a veces algunas capacidades ya capitalizadas o tendencias erróneas muy fuertes, se
hallan atemperadas en una determinada existencia, para posibilitar o facilitar el desarrollo más
armonioso de otras que se hallan relegadas.
* Por otra parte el olvido de un hecho no suprime las consecuencias del mismo.
Las planificaciones existenciales, cuando ya el espíritu es consciente de su proceso, las realiza de
común acuerdo con su Protector y espíritus superiores, en conocimiento y haciéndose responsable de
las consecuencias de su proceder presente y pasado. Las planifica en comprensión de sus
necesidades evolutivas, cuando ya en una medida aprendió a desarrollarse, aprendió el valor y el
peso de sus acciones, aunque luego, ya encarnado, las olvide, pero puede acceder a ellas por
intuición, reflexión, análisis...
Buda decía; "Si quieres conocer tu pasado, mira tu vida presente, si quieres conocer el futuro,
mira tu vida presente"
Intentemos descubrir cómo la Justicia Divina se manifiesta generosa a través del Amor, y la
Misericordia que Dios brinda a todas sus criaturas, en las innumerables oportunidades de vidas y
situaciones, y de advertir cómo la Ley soberana del Progreso, se cumple en todos los seres de
manera prioritaria, pero respetando el natural desenvolvimiento de cada uno, su Libre Albedrío, su
propia voluntad, capacidad y ritmo evolutivo, dentro de un marco de causalidad y perfección.
Y vivir, con una cuota cada vez mayor de comprensión y agradecimiento, no porque estemos
destinados a grandes cosas, sino por las pequeñas conquistas diarias que somos capaces de lograr:
una sonrisa, un renunciamiento, el cortar una crítica, el tratar de comprender, de escuchar el brindar
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una caricia, un abrazo, un "te quiero", el saber callar o estimular, el saber perdonar,... y luchar, luchar
siempre por el bien que comprendemos, con fe, optimismo y entrega a la vez, descubriendo la
presencia inmanente de Dios en la armonía y perfección de su obra.
Cada vez que nuestros niños nos hacen preguntas difíciles- de dónde venimos, qué es Dios, por
qué morimos- nos obligan a enfrentarnos con nuestros propios conceptos de las cosas, con nuestras
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dudas, con nuestras certezas, y a veces con nuestras limitaciones para transmitir a un niño lo que
comprende o interpreta un adulto.
¿Qué idea tenemos de la muerte?; ¿Qué sentimos ante ella?;¿ A qué edad podemos hablar a nuestros
hijos de ella? ;¿De qué forma?.
Eva Giberti, en su libro "Escuela para Padres" nos dice: "El conocimiento de la muerte forma parte
de la educación para la vida y ante ella los padres tienen un deber de lealtad inexcusable.
No se ahorra una experiencia traumática ni precoz a un niño impidiéndole conocer la vital
realidad de la muerte, por el contrario se le suscita un problema que él no puede resolver.
El reiterado empeño que se usa para apartar al niño de todo lo vinculado con la muerte no es más
que la proyección adulta del propio miedo ante su presencia. El niño la acepta con la naturalidad
con que comprende todos los grandes planteos de la vida".
La autora nos habla de lealtad, lealtad que debemos tener como padres en la transmisión de todo
tipo de conocimiento, lealtad que reside en la necesidad de participar la VERDAD en todas las
circunstancias de la vida.
Nuestro mayor objetivo debe ser procurar que el niño tome con naturalidad un proceso que
indefectiblemente llegará.
No vamos a negar como decíamos antes, el dolor que la separación física nos produce, ni el vacío
que ella provoca. Dolor y vacío que sólo el tiempo y el conocimiento de la vida espiritual, de la
inmortalidad del espíritu logran amortiguar.
Por ese mismo motivo no debemos dejar la enseñanza de la muerte librada al azar o a una
circunstancia fortuita.
Desde los 3 años el niño puede ir viendo, y nosotros hacerles observar, la desintegración natural de
los elementos que componen la naturaleza, una planta seca que se transforma en tierra fértil para dar
vida a otras plantas, un animalito que se muere (perro, gatito, pececito), también se transforma en
materiales nutrientes que enriquecen la tierra. Se transforman, merced a la muerte, en otra cosa, es
estar de otra forma,.
Así irá comprendiendo que la muerte existe, que todo lo que es materia tiene un término de vida,
que cumple un ciclo y que se transforma para seguir viviendo de otra manera.
La muerte es otro de los tantos cambios de la naturaleza, es un cambio que sufren todos los seres
vivos.
Que sepa además, que estar muerto es estar en otro lugar, viendo, oyendo y moviéndose entre otros
seres que también nos cuidan y aman. Que es como viajar a otra ciudad donde no podemos verlos,
pero sabemos que están allá, acompañados y asistidos en sus necesidades. Y que ese lugar no es un
cielo apartado y lejano, o un infierno profundo, sino nuestro entorno, y que acuden al recuerdo del
sentimiento o el pensamiento, pero sin interferir en nuestras vidas.
Llegará así, a los 6 o 7 años. Ha llegado el momento de hablarte a nuestro niño sobre la existencia
del espíritu y lentamente, pero con seguridad y claridad ir explicándole que él es un espíritu con un
cuerpo, por lo tanto él es inmortal, no muere nunca, puede cambiar de lugar como cuando viaja, pero
él no muere nunca, puede seguir pensando, oyendo, sintiendo. Lo que sí puede morir y de hecho
muere, (que significa transformarse en otra cosa), es su cuerpo, y junto al concepto de inmortalidad,
introducir el de evolución, que todo evoluciona en el Universo, en el mundo, en su ciudad, en él
mismo.
Porque el niño puede ver con naturalidad que los ancianos mueren, pero no que muera una persona
joven o un niño. Allí explicarle que no podemos saber las causas o los motivos, que obedecen a leyes
cuyo manejo escapa a la inteligencia humana, que no sabemos cuáles serán los planes de ese espíritu,
pero sí sabemos que obedecen a un orden de armonía y progreso.
Así el niño ante el dolor familiar se siente impactado y conmovido, pero junto a ese dolor el niño
debe percibir la aceptación que los adultos vayamos haciendo ante estos trances. La conformidad y
la resignación son una ley en la vida, y en la medida que nosotros la logremos, podremos ir
transfiriendo a nuestro hijo la conformidad por la separación temporal y la seguridad en la vida
espiritual.
Exaltar el valor de los afectos y que éstos no se pierden con la muerte del cuerpo, que los seres
queridos pueden estar a nuestro lado, confortarnos, conducirnos, protegemos.
Irá creciendo y madurando en su niñez, comprendiendo y conociendo con naturalidad, que más allá
de esta vida, está la otra vida, con todas las posibilidades de comenzar de nuevo, de progresar,
alimentado por la certeza de la inmortalidad del alma, su reencarnación y su origen divino.
La doctrina espírita, con sus comprobaciones y conocimientos sobre la inmortalidad del espíritu, su
dimensión palingenésica, nos entrega un valioso y rico aporte en lo referente a la indestructibilidad
del espíritu en el trance de la muerte, su supervivencia y su vida en el mundo espiritual.
Por todo esto, los padres debemos informamos acerca de todos los conocimientos que nos
conduzcan a interpretar nuestra labor educativa, con un criterio y un saber eficaz, para poder formar
a nuestros hijos de acuerdo al momento actual que nos toca vivir, a las necesidades y posibilidades
que tiene el espíritu de conocer su destino y las Leyes que lo rigen.
Respetar su candor natural. El conocimiento que se le transmita debe hacerse con prudencia, con
delicadeza, deteniéndonos para darle su lugar y su tiempo.
Que no sea algo "al paso".
El niño es un espíritu con personalidad, por lo que captará no sólo lo que le deseamos decir, sino el
lugar que nosotros le damos, en importancia, al conocimiento que le brindamos.
Ante todo deben esperarse las preguntas del niño, su inquietud, advirtiendo el verdadero móvil de la
misma.
En la primera infancia hay mucha fantasía y juegos, que el niño puede sentir como realidad. Por
esto, esta enseñanza demanda un criterio ajustado a la psicología infantil, al medio donde viva y a las
necesidades que este medio le demande, para no crear imágenes distorsionadas que se plasmen en su
mente, dando lugar a confusiones o percepciones inadecuadas del conocimiento que se desee
impartir.
Es menos peligroso decirle a un niño que más adelante se le explicará, que confundirlo con
conceptos no claros a su comprensión.
Después de esta edad ya podemos explicarle, siempre que el niño pregunte, que somos un espíritu
con un cuerpo.
Es importante esta forma de brindar el conocimiento, no sólo que tenemos cuerpo y espíritu sino
que SOMOS UN ESPÍRITU CON UN CUERPO, porque así es más fácil y compatible con la idea
de inmortalidad y de la muerte, que él no muere, eso le corresponde a su cuerpo.
Les preguntamos por ejemplo: Dónde están las piernas?, Para qué sirven ?. Los pulmones?. El
corazón, etc., formamos el cuerpo.
Conclusión: Se ven, se tocan, tienen forma, se pueden dibujar.
A esta edad, podemos explicarle que cuando él nace toma un cuerpo, que se forma dentro de la
madre, y así puede nacer. El, su espíritu, es el que da vida a ese cuerpo, y cuando se produce lo que
llamamos muerte, su espíritu nuevamente abandona ese cuerpo que le fue muy útil y necesario y al
que hay que cuidar mucho, porque es el que permite adquirir experiencias, evolucionar.
El cuerpo queda en la tierra y él y todas las personas, volvemos al mundo espiritual, de donde
habíamos venido y donde se encuentran las personas que quisimos (padres, abuelos, amigos,
parientes, etc.).
La mente del ser humano, no puede comprender en todo su alcance el mundo espiritual, donde hay
leyes que desconocemos, que actúan en función de otra dimensión y de otra forma de materia, pero
que emanan de Dios y en ellas hay orden, justicia, equilibrio, armonía y amor.
Este es el concepto que debemos tratar de transmitir al niño, preparando su mente a una apertura a
las investigaciones y conocimientos que nos depare el nuevo siglo.
Al espíritu nosotros no lo podemos ver, porque está hecho de una materia sutil, vaporosa, como el
aire, que mantiene su forma humana, que puede ver, sentir, pensar, etc. Los espíritus habitan en el
mundo espiritual, donde nunca estará solo y podrá seguir aprendiendo cosas.
Estos conceptos introducirlos cuando el niño tiene aproximadamente 10 años.
Contarle, que en ese mundo los espíritus se reúnen por afinidad, que todo es orden, y que nadie de
un plano inferior (sería un grado inferior como la escuela), puede ascender aun plano superior si no
es por merecimiento, es decir por el esfuerzo que realice por mejorar.
¿Cómo se mejora?. A través del conocimiento de nosotros mismos, debilitando o controlando
aquellos aspectos que sabemos que no están bien y apoyándonos en las conquistas que todos
tenemos.
Explicarle que con una sola vida no se puede aprender todo, ni lograr superar todas las tendencias
erróneas, además Dios sería injusto si diera más oportunidades a unos que a otros. Es necesaria la
Reencarnación para comprender la justicia de Dios. La Reencarnación significa, como se dijo antes,
volver a nacer.
Merced a la reencarnación todos los seres tienen tiempo y oportunidades para aprender, amar,
estudiar y progresar en la vida. Así Dios da oportunidad y posibilidad a todos los espíritus de
superarse, de evolucionar.
108
No es conveniente hablar de reencarnación antes de esta edad, (10 años), porque el niño recién a los
7 años comienza a razonar, pero su mente es aún concreta. Y puede hacer preguntas que no den
claridad a sus conjeturas, y le produzcan inseguridad.
A los 10 años, ya maneja más conocimientos espíritas y su mente se acerca a los razonamientos
abstractos Puede comprender mejor el concepto sin que produzca demasiadas dudas o inseguridades.
Antes de esa edad es difícil que le dé valor a las diferencias sociales, a las guerras, y todos los
desniveles morales que existen en el mundo.
Explicarle entonces que ésta no es su primera vida, que tuvo otras de las que no se acuerda.
Es interesante que lean libros como "Juan Salvador Gaviota" de Bach, y los de la colección "Ami"
de E. Barrios o "Fredy la hoja" de Leo Buscaglia que lo ayudarán a comprender que no sólo los
espiritistas creen en la reencarnación.
Por otra parte, es interesante que los padres mantengan conversaciones respecto a los temas citados,
con criterio y naturalidad, porque hay niños más tímidos que a veces no preguntan y de esta manera
se informan.
El niño al escuchar hablar a los mayores observa mucho y fija ideas y conceptos que más tarde irá
desarrollando y aquilatando, y aunque a veces su conciencia no alcance a entender, igual asimila y en
la madurez de sus ideas, el inconsciente responde con la experiencia del saber, fijado por lo que
escuchó.
No podemos dejar de destacar que siempre nos atengamos sólo a lo que el niño pregunta, teniendo
presente que las respuestas tienen que ser elaboradas respondiendo a la verdad y a la edad, a la
madurez y entendimiento del niño. Éste es un espíritu con su personalidad, pero no podemos dejar de
respetar la inocencia y el candor de su materia. Por eso tal vez no podamos enseñar lo mismo o con
las mismas palabras a un hijo que a otro, sino adecuarlas a su edad y a su idiosincrasia, porque cada
uno es un espíritu diferente que responde a un pasado diferente y debemos descubrir a ese espíritu
para orientarlo como él merece y necesita.
A MODO DE CONCLUSIÓN
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El espiritismo sugiere cambios. Educamos a nuestros hijos para formarlos como individuos de mente
libre y universalista, de accionar positivo en la familia, en la Institución Espírita y en la sociedad; en
una constante búsqueda por la transformación de sus impulsos, de sus tendencias erróneas, en
sentimientos positivos que le brindarán felicidad y seguridad.
Desde que el ser acepta como una verdad la inmortalidad del espíritu y la reencarnación como la ley
que impulsa y favorece la evolución constante, asume el compromiso de dar a su vida un impulso de
progreso. De educar a sus hijos a partir de esa verdad, en esta sociedad en la cual los valores del
individuo se hallan confundidos y opacados por una globalización consumista, incapaz aún de
contemplar las verdaderas necesidades del espíritu humano..
Este es el gran desafío.
Muchas veces los espíritus nos dicen: "Vosotros sois espíritus que habéis encarnado con un
compromiso: el progreso individual, familiar, social y de la doctrina que sostenéis como una verdad
trascendente y vuestros hijos también lo son. En la familia, es el primer ejercicio que el ser realiza
para la convivencia, donde experimenta y aquilata los valores que deberá desarrollar luego en su
vida social.
En la Institución Espirita, porque quien se compromete a participar en una Institución de estas
características adquiere el compromiso moral de constituirse en un factor de progreso. Para esto es
necesaria la firmeza en el ideal. Esa firmeza en el ideal que sostenéis como una verdad, es la que os
dará la lucidez y la fortaleza para conduciros y conducir a vuestros hijos."
Ser espiritistas es asumir nuestra propia imperfección sin angustias, pero tratando de sublimar
conductas con el esfuerzo constante, con la reflexión diaria. Es contribuir al cambio social a partir
del cambio personal, del ejemplo y de la educación, nunca por la represión o la violencia. Es asumir
el compromiso con la Institución, dejando de lado los personalismos que deslucen la tarea.
Es educar con el ejemplo.
Ser espiritistas es ser honesto con uno mismo y con los demás. Es vivir con dignidad y morir con
naturalidad para reencontrarnos con nuestros seres queridos que nos aguardan con felicidad.
Ser espiritista es brindarse con generosidad, atendiendo las necesidades materiales y espirituales de
los seres.
Estas características a las que debemos aspirar los espiritistas, no por ser espíritas, sino por ser seres
humanos trascendentes y universales, es lo que evidencia la firmeza en el ideal.
Cuando el ser comprende cuál es su compromiso de espíritu y lo asume en función a su propia
determinación, a su libre albedrío, inicia así el proceso, lento pero efectivo, del aprendizaje de
nuevas y diferentes formas para desarrollarse en la vida.
No es la perfección lo que se busca , sino el esfuerzo consciente y constante.
El espiritista debe tratar de educar a sus hijos en el conocimiento de sí mismo y de verlos como
espíritus en evolución, y que como tal, debe responder ante Dios por su formación.
Procurar detectar sus posibilidades a partir de sus potencialidades, y también detectar sus tendencias
erróneas para tratar de encauzarlas. Tratar también de detectar cuál es el compromiso espiritual del
hijo: qué aspectos o circunstancias de la vida social serán favorables para que ponga en movimiento
sus potencialidades y limite sus tendencias negativas
Para que nuestra firmeza no se vea debilitada por las presiones que provienen de la sociedad, es
conveniente que nuestros hijos sepan de la importancia de tener una escala de valores claros y
universales.
Esta Institución Espírita que ejerce la docencia desde sus distintos departamentos, desde las
conferencias públicas, desde la Escuela de Enseñanza Espirita a la Niñez y desde la Agrupación
Juvenil, no impone conductas. Constantemente intenta educa la razón y los sentimientos, y
respetando el libre albedrío del ser.
Poco a poco, merced al esfuerzo de sus fundadores y de muchas otras personas, ha ido ocupando un
lugar respetado en esta ciudad.
Algunas de estas personas han pasado casi inadvertidamente para muchos porque nunca han
ocupado un cargo, nunca han pronunciado una conferencia, quizás nunca han sabido poner en
palabras qué es el espiritismo, pero que han vivido su esencia y lo han puesto en práctica en forma
simple, natural y sincera, enfrentando la vida, sus pruebas, y la muerte misma, con lucidez,
aceptación y fe en Dios.
Esta Institución Espirita no pretende avasallar ni imponer conductas: pero pregona: "Al verdadero
espiritista se lo reconocerá por su transformación moral".
Si nos abocamos al cumplimiento de esta premisa enunciada por Allán Kardec, y al estudio racional
y analítico de la doctrina, estaremos cumpliendo con nuestro verdadero compromiso de espíritu:
Educar para el progreso de la humanidad desde el progreso individual, personal, de nuestros hijos,
con fe en Dios , en sus leyes, y con firmeza en el Ideal, donde el verdadero maestro es el ejemplo.
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111
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"El problema del ser y del destino" Editorial Víctor Hugo
"El gran enigma" Editorial Víctor Hugo
Grandezas y miserias de la mediumnidad” Ed. Víctor Hugo
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“ La desobsesión.” Suplemento Libro de "La Idea" 1973 - Bs. As.
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"Un caso que sugiere reencarnación. Jaciray Ronaldo (Monografía nro.13)
JOCOBSON, NILS-OLOF:
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KARDEC, ALLAN:
"El libro de los espíritus" Editorial Kier S.A.
"Obras póstumas Editorial Kier S.A.
"Qué es el espiritismo" Editorial Kier S.A.
“Libro de los médiums” Editorial 18 de abril.
“El Evangelio según el espirtismo”
KASTENBAUM, ROBERT:
"Hay vida después de la muerte?. Ediciones Internacionales futuro, S.A.
LODGE, OLIVER:
"Por qué creo en la inmortalidad personal" Editorial Víctor Hugo
LÓPEZ GÓMEZ, QUINTÍN:
"El problema r eligioso. Dios" Agustín Miravete Editor.
"ABC del espiritismo" Editorial Constancia.
112